Acer Palmatum
Acer Palmatum
Acer Palmatum
Voy a darte unos consejos muy sencillos para que sepas cuando
regar tu bonsái o cuando lo empieza a necesitar:
Las condiciones en verano son las peores y es cuando más fácil tu árbol
puede sufrir un golpe de calor y secar ramas.
En otras zonas no hay riesgo de helada salvo algunos días por ola de frío.
El hielo deshidrata mucho las plantas y hay que tener cuidado. Y es más
acusado cuando se suceden las heladas cada día sin dejar que el cepellón
de raíces se deshiele. Haremos lo que sea para que nuestra planta si lleva
mucho tiempo helada, podamos regarla cuando deshiele ésta,
metiéndola en casa, en una terraza o zona fría de la casa. Nunca en zona
con calefacción, chimeneas, etc…
Si hace falta cubriremos nuestros bonsáis con alguna lona térmica o con
plásticos de vivero para quitarle que le caiga la helada fuerte.
Si tienes un agua muy dura (ph alto por encima de 7), con muchas sales
disueltas, entonces las hojas se quedarán con manchas de cal que afean
un poco el bonsái, pero no te preocupes porque no perjudican de
momento. Podrás limpiarlas con cuidado con tus dedos.
Yo a veces tengo que ausentarme y riego con agua general cuyos niveles
son altos en sales. Pero ésto sirve para unas semanas. Si puedes riega
con un agua menos calcárea (con sales), para que el árbol asimile mejor
los nutrientes, como te he dicho más arriba.
Uno de los problemas que hay con el arce palmatum es que tiene
los poros de las raíces finos y por tanto le viene muy mal las aguas
duras o con mucha cal (sales), que taponan los poros, impidiendo
que llegue suficiente agua a las hojas, las cuales terminan por
secarse.
Debes regar con agua de ósmosis si vives en una zona con agua
dura.
El agua del grifo, si no es muy dura no suele dar problemas, así que
no te vuelvas loco.
El Riego como siempre debe ser abundante, no dejes secar el
sustrato nunca, cuando veas que empieza a secarse la superficie lo
riegas.
Sobre todo en primavera es importante, cuando la fase de
desarrollo es fuerte y las ramas se disparan.
Remoja las hojas en verano, por la mañana y por la tarde, aunque
corras el riesgo de que los hongos afecten un poco las hojas, es
mejor pasarse en verano y que el árbol se encuentre fresco sin que
se marchite.
A veces, para evitar estar regando todo el tiempo, yo le pongo un
10% de turba negra o mantillo. Así espacio más los riegos.
Si tienes árboles en macetas muy pequeñas, ponlos en una bandeja
con agua, que no toque el fondo, para no pudrir las raíces (puedes
poner piedras de 1 a 2 cms en el fondo), se crea un ambiente más
húmedo de seguridad. Esto sirve también para cuando te marches
de casa o si vuelves tarde del trabajo. En verano es fundamental.
Si no puedes regar con una regadera especial con agujeros finos,
para que no se caiga el sustrato, puedes comprar unas boquillas en
cualquier vivero o tienda para adaptar a la manguera. También
puedes sumergir la maceta en agua hasta que saque todo el aire,
después la sacas y dejas que salga el agua.
Lo importante es asegurarse que todo el interior de la maceta se
humedece y renueva el aire, recuerda que las raíces respiran.
Sustrato
En el mundo del bonsái cada vez utilizamos más sustratos como los
japoneses, que absorben agua y mantienen la porosidad (huecos
con aire para que respiren las raíces) sin causarles daño por exceso
de humedad, encharcamiento o ahogo de las raíces, que es fatal.
En el punto de trasplantes te digo lo que debes poner como
sustrato al arce palmatum.
Akadama, es una arcilla cocida que utilizan los japoneses para sus
bonsáis, es más cara, pero tiene muchas cosas buenas, como
sustrato es de los mejores. Lo que no aporta es alimento y con las
heladas a los 2 ó 3 años se debe volver a trasplantar. De todas
formas si tienes un árbol joven no importa porque lo trasplantarás
cada año o cada dos.
Como sustrato échale akadama en un 70%, kyriu en un 20% y turba
negra o mantillo en un 10%. Si no tienes kyriu pon hasta un 15% de
mantillo o turba negra.
Si no tenéis akadama ni kyriu, una mezcla buena es siempre que
sea algo ácida:
Arena gruesa o gravilla fina (que sea de grano superior a 2mm) un
40%, puedes sustituirlo por granos de tierra volcánica o similar.
Mantillo o mezcla preparada para bonsái en tiendas especializadas,
llevan fibra de coco, perlita, mantillo, turba, arena…de esta mezcla
le echas un 60%.
Para algunas especies de palmatum es importante que tengan algo
más de acidez, con un 5,7 de ph (variedades atropurpureum, y
algunos disectum), es mejor utilizar 3 partes de Akadama y 1 una
parte de Kanuma.
Lo importante es que la mezcla tenga un buen drenaje (desagüe),
que el agua no se estanque, que salga rápido por los agujeros de
drenaje de la maceta. También es importante que sustrato no se
deshaga, mantenga la humedad y el aire.
Recuerda que el mantillo o la mezcla preparada comercial para
bonsái no es lo ideal, sólo te la recomiendo si no encuentras otra
cosa. Y sobre todo no para una maceta de bonsái.
Abonado
Los tres elementos químicos básicos de cualquier fertilizante son el
nitrógeno (N), el fósforo (P) y el potasio (K) que tiene una diferente
función en la planta.
Ubicación
Poda y pinzado
El Pinzado se hace en primavera una sola vez, luego si no
abonamos en exceso, no saldrán brotes nuevos. Si salen más brotes
es que los estamos abonando mucho (solo si son jóvenes y
queremos que crezcan mucho)
No podar en invierno, tan sólo ramas finas muy largas aunque sea
un acer buergerianum, la poda de otoño es igual.
La mayoría de los autores dicen que la época mejor para la poda
de los arces palmatum es cuando éste tira la hoja a finales del
otoño e invierno.
Sin embargo, el maestro Murata Isamu, de la vieja escuela dice que
es mejor podar cuando se sabe que las ramas no se han secado en
invierno y han brotado bien, cosa que ocurre sobre todo en las
puntas de las ramas (o la rama entera) si ha sido un invierno muy
frío.
Otro problema al podar en invierno es el sangrado de los arces,
que puede dejar el árbol en muy malas condiciones, incluso la
muerte si las ramas que podas son gruesas. Puedes podar algunas
ramas finas, pero también podrás apreciar cómo tu arce sangra
aunque pongas pasta cicatrizante.
El Pinzado suele hacerse cuando veas que los brotes en primavera
se desarrollan y paran, es entonces cuando es mejor pinzar,
dejando un solo brote corto de las ramas nuevas, de los que tienen
hojas en la base de la rama y cortando donde se empiezan a
alargar los entrenudos.
Este pinzado suele hacerse durante la primavera, no antes de que
maduren para que la fuerza se distribuya bien.
Las yemas de los futuros brotes se van abriendo de dos en dos, en
forma de V, así tendremos un par de yemas que son las que salen
hacia arriba y hacia abajo, corta desde la base el que sale inferior y
deja el superior.
También quita todos los chupones o brotes en la base del tronco o
ramas, que le restan fuerza al árbol.
Cuando un bonsái está ya formado, para mantener la forma de
éste, también puedes pinzar tan pronto como crezcan los brotes de
ramas no deseadas.
El maestro Murata Isamu, suele trabajar sus bonsáis con las podas y
pinzados, de manera que deja crecer las ramas y poda según la
dirección deseada, ya que los brotes son opuestos y dobles, debes
ver la dirección hacia dónde quieres que se dirija la nueva rama,
dando forma helicoidal a las ramas y eliminando los brotes no
deseados.
Es básico el pinzado, sobre todo en la punta de las ramas y ápice,
para evitar que brote solo por éstas zonas y brote en zonas
interiores.
Para evitar que las hojas sean más grandes, debes exponer los
arces a zona muy luminosa e incluso a pleno sol, cuidando eso sí,
las épocas de verano y sol fuerte, de esa manera obtendrás
mejores hojas, fuertes y en otoño un color precioso.
Recuerda que no debes podar un árbol que veas débil, con hojas
marchitas o de mal aspecto. Solo poda árboles que estén fuertes y
sanos.
Alambrado
Se alambra en octubre, dejando el alambre hasta marzo.
Te recomiendo no alambrar un arce en primavera, porque el
crecimiento es rápido en ésta época y el alambre dañará la corteza
de tronco y ramas, dejando marcas muy difíciles de quitar incluso
durante años.
Defoliado
La defoliación es perjudicial para esta especie, por tanto, no
defolies tu arce palmatum.
Cuando defolias un arce palmatum salen brotes irregulares por
todas partes, se ponen más feos y se debilitan.
Además las hojas de la segunda brotación son más feas, tiernas y
por tanto más sensibles, cogiendo fácilmente el oídio.
Protección contra enfermedades y plagas
El arce suele ser una especie fuerte, se adapta bien y tiene pocas plagas
que le ataquen.
Los más normales suelen ser los pulgones, cuando las hojas están tiernas
y en los brotes nuevos, en primavera hay que vigilar para que no los
dañen. Suelen ir acompañados de hormigas que se alimentan del azúcar
que los pulgones eliminan, así que si ves hormigas en tu bonsái hay
pulgones. De todas maneras suelen centrarse en los brotes tiernos,
cuando el árbol crece y las hojas maduran los pulgones tienden a
desaparecer.
Las cochinillas dañan más que los pulgones y pueden llegar a matar el
árbol, pero lo mejor es utilizar polisulfuro diluido en invierno, cuando se
lo apliques al resto de tus bonsáis.
Los hongos en las raíces son mucho más peligrosos y es una de las
formas en las que un arce palmatum puede morir si no se ataja rápido el
problema, aunque suele ser difícil verlo y a veces es demasiado tarde.
Los arces palmatum no soportan bien los químicos, así que ten cuidado
con las dosis y no insistas mucho con los tratamientos, porque suele
tener malas reacciones. Lo mejor es utilizar sistémicos y tratamientos
ecológicos que se aplican sobre el suelo para que lleguen por las raíces a
las hojas. A no ser que persista la plaga o enfermedad y tengas que
utilizar químicos específicos para dicho mal, es mejor no utilizar los
químicos.