Módulo 1: Administración y Proyecto de Vida
Módulo 1: Administración y Proyecto de Vida
Módulo 1: Administración y Proyecto de Vida
1er semestre
Clave:
37161101
Unidad 1
Gestiono y administro mi vida
Sesión 4
Nuestro proyecto de vida
Módulo 1. Administración y proyecto de vida
Unidad 1. Gestiono y administro mi vida
Sesión 4. Nuestro proyecto de vida
Texto de apoyo
Índice
Introducción ........................................................................................................................................... 2
Nuestro proyecto de vida ....................................................................................................................... 2
¿Por qué debemos actuar éticamente? .............................................................................................. 7
Para saber más ..................................................................................................................................... 9
Cierre de sesión................................................................................................................................... 10
Fuentes de consulta ............................................................................................................................ 10
Introducción
Para diseñar nuestro proyecto de vida primero nos preguntamos: ¿qué queremos?, ¿a dónde anhelamos
llegar? y ¿cómo aspiramos vernos en el futuro?
La respuesta a estas interrogantes configuró nuestra visión, misión, objetivos y metas. Todo esto indica,
de manera breve pero clara, cuál es el destino del proyecto que estamos diseñando, describe a dónde
pretendemos llegar en un tiempo determinado y da el marco para que definamos nuestro código de ética
y conducta.
La palabra proyecto viene del latín pro-, que significa “hacia adelante”; y iacere, que significa “lanzar”.
Entonces, el sentido original de la palabra es “lanzar algo hacia adelante” en el espacio o en el tiempo.
Por eso, vamos a utilizar la palabra proyecto en el sentido de “echar a andar” una serie de actividades
que prevemos para hacerlas realidad; ésta es la primera acción de la que se vale la administración:
indagar todas las actividades necesarias para llegar a una meta en determinado tiempo y diseñar un
futuro deseado.
Diseñar consiste en designar y ordenar las actividades necesarias para alcanzar las metas
propuestas en un proyecto; por lo que implica, en primer lugar, responder a la pregunta: ¿qué
deseamos alcanzar? Y sabiendo lo que se quiere, tendremos que conocer la situación presente para
trazar un camino; fijar metas, determinar prioridades, necesidades, requerimientos, restricciones o
límites; desarrollando capacidades para la realización y consecución de nuestros objetivos; advirtiendo
peligros y considerando riesgos que deben prevenirse o asumirse.
El diseño de nuestro proyecto de vida implica incorporar la visión, la misión, los objetivos y las
metas para cumplirlos de manera planificada y sistemática, siempre contemplando los límites, los
riesgos o peligros que debemos afrontar.
Otros elementos que deben tomarse en cuenta en el diseño de un proyecto son los recursos materiales,
físicos, intelectuales y sociales que se demandan; la determinación de los factores que se pueden
modificar y de aquello que no se puede cambiar; el orden en las actividades, las fechas de cumplimiento,
las secuencias en las actividades, y revisar el proyecto periódicamente para verificar su cumplimiento o
desviaciones para, en su caso, determinar acciones correctivas.
Entonces, el diseño de un proyecto comienza con el conocimiento de la situación actual física, financiera,
económica, social, política, histórica y de todos los aspectos que implican al proyecto. Y desde la situación
presente, se visualiza un futuro deseado en cada uno de esos factores para determinar cómo, cuándo,
con qué y quién llevará a cabo lo necesario para alcanzar ese futuro deseado.
Presente
Diseño y Objetivos
Visión de
realización del Evaluación alcanzados en
futuro
proyecto el tiempo
Objetivos
Diseñar un proyecto implica establecer los pasos para alcanzar ciertos objetivos, pero, los objetivos que
ambicionamos, en cualquier ámbito (personal, familiar, comunitario, nacional o mundial), tienen su origen
en una intención, en un ¿para qué?, en una razón de ser.
Rumbo, dirección, sentido, orientación son palabras que evocan la idea de hacia dónde, lo que lleva
intrínseco un orden y una razón de ser. Aleatorio, deriva, indefinido, imprevisto, en contraste, invitan a
pensar en anarquía, desorden e improvisación. Entre estas dos posibilidades, tenemos que comenzar
por definir qué deseamos en la vida, para qué vivimos, qué sentido tiene nuestra existencia.
Los psicólogos han descubierto que gran parte de las enfermedades emocionales y físicas del ser
humano tienen su origen en la falta de motivación para vivir. Esa motivación es el sentido de la vida, la
razón de ser y existir, la misión que cada uno tiene. Imaginemos que no tuviéramos una razón o motivo
para vivir, un incentivo que le diera significado y valor a lo que hacemos cada día. Sin duda, caeríamos
en la rutina, en el automatismo, en la neurosis y el desequilibrio emocional. En nuestra vida habría un
gran vacío, estuviéramos o no conscientes de él.
Hay una diferencia sutil entre las preguntas, ¿por qué vivimos? y ¿para qué vivimos? La primera
podemos contestarla con las causas por las que hoy estamos vivos (la fecundación, la unión de nuestros
padres, la conservación de nuestra salud, previniendo o curando las enfermedades, etcétera). La
segunda, sin embargo, proyecta nuestra vida hacia el futuro y su respuesta es, precisamente, el sentido
de nuestra existencia, nuestro proyecto de vida.
Pero un proyecto de vida personal no se hace solo ni improvisadamente. Requiere de trabajo, esfuerzo,
reflexión, sinceridad, objetividad, optimismo, voluntad y autoconocimiento. Este proyecto de vida tiene
ciertas características que debemos cumplir:
Solamente cada uno de nosotros lo puede diseñar y realizar.
Necesitamos tiempo para delinearlo y llevarlo a cabo.
Requerimos ánimo, reflexión, autoestima y motivación.
Precisamos autoconocimiento y objetividad.
Es imprescindible la autocrítica y el reconocimiento de nuestra historia personal para rescatar
nuestros éxitos y analizar los fracasos pasados.
Hay que tener sinceridad y valentía para eliminar autorrestricciones o limitaciones.
Debemos atrevernos a soñar y comprometernos con hacer realidad nuestro sueño.
Debe estar por escrito para poderlo consultar.
Debemos tomarlo seriamente, tanto como solemos hacerlo con otros proyectos.
Visión
Misión
Valores, principios y creencias
Enumeración de las áreas prioritarias de la vida (familiar, espiritual, profesional, intelectual o afectiva)
Metas a corto, mediano y largo plazo
Evolución de las metas
Valores aplicados para lograr las metas
Con el proyecto de vida todos los involucrados adquieren el hábito del esfuerzo, buscan por sí mismos
los caminos e instrumentos, continúan con la preocupación de bastarse a sí mismos y miden con justeza
y reconocimiento la ayuda que le prestan los demás. No somos entes pasivos sino creadores y
responsables de nuestra tarea a partir de la autorregulación y exigimos cada vez mayor empeño.
Favorece el
ejercicio y
desarrollo de Evita conflictos
Favorece el una libertad o vacíos
autoconocimiento responsable existenciales al
y fortalece la tener claridad
autoestima de lo que se
quiere de la vida
Fuente: http://www.mineduc.gob.gt/digecade/documents/2012/guiaestudiante.pdf
Elaborar nuestro proyecto de vida tiene sus ventajas pues nos permite determinar la estrategia que
deberemos seguir y plantear los pasos que habremos de dar para lograr nuestras metas y cumplir nuestros
propósitos. Sin embargo, en todo momento debemos de tener presente nuestra postura ética para tomar
decisiones racionales y reflexivas, no impulsivas. Hay que buscar satisfacción y resultados enriquecedores
de las actividades cotidianas que realicemos, pero sobre todo, habremos de administrar los recursos a
nuestra disposición con responsabilidad y gestionar nuestra vida con eficiencia y eficacia.
Pensar, imaginar, idear, diseñar, planear y proyectar nuestra vida es una gran tarea, nos compromete y
hace responsables de nuestras decisiones, nos permite observar lo complejo que puede ser elegir entre
el horizonte de posibilidades que se abre a nuestro paso. Por ello, es muy importante contar con una
sólida formación ética y saber que los recursos que tenemos a nuestro cargo debemos administrarlos
con responsabilidad y transparencia.
En este módulo, las herramientas administrativas las aplicamos para resolver nuestra vida, pero más
adelante reflexionaremos en lo que implica hacer la tarea con y para otros, para finalmente enfrentarlos
a lo que es trabajar en el marco de la administración pública. Las decisiones que hoy tomamos son de
índole personal pero como administradores públicos tendremos que tomar decisiones que nos afectan,
pero que también involucran a otras personas y por eso, es necesario reflexionar sobre cómo tomar
decisiones fundadas en la ética y la moral de manera racional. A lo largo de la licenciatura iremos
profundizando en éste y en otros temas, de tal suerte que nuestros conocimientos vayan fortaleciendo
el desarrollo de nuestras competencias a lo largo de este trayecto formativo.
Responder a esta pregunta no es sencillo, primero porque se trata de una interrogante sobre la ética y
requiere dar razones para actuar más allá de los intereses personales pues, como vimos en la sesión
pasada, la ética se distingue porque los “juicios son universalizables”, es decir “la ética exige que
vayamos desde nuestro punto de vista personal a una posición como la del espectador imparcial que
adopta un punto de vista universal”1.
La siguiente secuencia de argumentos que Peter Singer enuncia, nos permitirá dar una primera
respuesta a nuestro cuestionamiento. “La forma en la que se presenta la argumentación varía, pero su
estructura común es la siguiente” 2:
1. “Es esencial para la ética algún requisito de universalizabilidad o imparcialidad.
2. La razón es universal u objetivamente válida, es decir, no puede ser válida para unos e invalidad
para otros. Esta es una cuestión general sobre la razón, bien sea teórica o práctica” 3.
Por tanto, sólo un juicio que sea imparcial y universalizable es condición necesaria para que un juicio
ético sea un juicio objetivamente racional de acuerdo con la postura que enuncia que la razón es
universal. En este sentido, es la razón la que “nos exige actuar con juicios universalizables y, en esa
medida, actuar de forma ética.4”
Esto quiere decir, que en la medida que reconocemos nuestra capacidad para racionalizar y medir las
consecuencias de nuestros actos en lo personal y colectivo, las decisiones tomadas estarán fundadas en
razones éticas. La idea sobre los intereses particulares y la actividad egoísta que justifica la frase: “que
todo el mundo haga lo que vaya a favor de sus intereses”, orilla a que tomemos decisiones egoístas,
pudiendo justificar todas las acciones particulares y las conductas fundadas en intereses personales, lo
que origina un conjunto de problemas. Por lo tanto, lo que denominamos como “conflictos de interés” se
presenta justo cuando la toma de decisiones aparece motivada por actos egoístas.5
Para nuestro proyecto de vida será necesario reconocer que al tomar decisiones no sólo afectamos nuestros
recursos e intereses, sino también los de otros. Por ejemplo, los de nuestra familia y amigos, y que esto también
puede trascender a lo colectivo, como nuestra comunidad. Será necesario, a su vez, reconocer y reflexionar
sobre las consecuencias de nuestros actos, su alcance, los límites y las oportunidades.
1
Singer, P. (1995). Ética Práctica (2a ed.). Gran Bretaña: Cambridge University Press. Recuperado de http://coebioetica.salud-
oaxaca.gob.mx/biblioteca/libros/ceboax-0275.pdf. p. 396
2
Ibid., p.397.
3
Idem.
4
Ibid., pp.397-398.
5
Idem.
Entonces, actuar éticamente nos permite reflexionar y tomar decisiones para nuestro proyecto de vida a
partir de ciertos parámetros valorativos de suma importancia para nuestro hacer individual y colectivo.
Para la toma de decisiones, además de los aspectos éticos, es necesario seguir ciertos pasos, como los
siguientes:
Para el proceso de toma de decisiones en otras sesiones profundizaremos en este tema. Por ahora en
esta sesión hemos concluidos con los aspectos generales de nuestro proyecto de vida.
Diego Bautista, Ó. (2001). La ética en los servidores públicos. México: Universidad Pedagógica
Nacional/Tesis de maestría, 162p. Recuperado de http://eprints.ucm.es/6969/1/libro_etica_sp.pdf
6
Martínez Clares, Pilar. (s/f) La Importancia de la toma de decisiones. España: Universidad de Murcia, p. 234. Recuperado de
https://www.um.es/coie/guia-salidas/guia-salidas-08-toma-decisiones.pdf
Cierre de sesión
Una vez definido el cómo, por qué y para qué de nuestro proyecto de vida y quedar establecido el código
de ética y conducta que guará nuestros pasos, tenemos que delinear un plan de acción que marque los
pasos que tendremos que dar para alcanzar nuestras metas. Es muy importante, como personas y
futuros servidores públicos, actuar éticamente para que nuestras decisiones tengan un sustento racional
y ético.
Fuentes de consulta
Diego Bautista, Ó. (2001). La ética en los servidores públicos. México: Universidad Pedagógica
Nacional/Tesis de maestría, 162p. Recuperado de http://eprints.ucm.es/6969/1/libro_etica_sp.pdf
Hernández Rodríguez, S. (2011). Introducción a la administración. Teoría general administrativa:
origen, evolución y vanguardia. (5ª ed.) México: Mc Graw Hill. Recuperado de
https://www.academia.edu/7082407/Introduccion_a_la_Administracion_-_Hernadez_5th
Martínez Clares, P. (s/f) La Importancia de la toma de decisiones. España: Universidad de
Murcia. Recuperado de https://goo.gl/W8BMQn
Mintzberg, H. (2007). Planeación estratégica. Palmira: Universidad Nacional de Colombia.
Fundamentos de administración, Recuperado de http://bit.ly/22877X5
Morrisey, G. Pensamiento estratégico. México: Prentice Hall, 1996.
Ministerio de Educación de Guatemala. Seminario de Jóvenes Ciudadanos. Manual de la y el
estudiante. Guatemala: Ministerio de Educación de Guatemala. Recuperado de
http://www.mineduc.gob.gt/digecade/documents/2012/guiaestudiante.pdf
Singer, P. (1995). Ética Práctica (2a ed.). Gran Bretaña: Cambridge University Press. 493p.
Recuperado de http://coebioetica.salud-oaxaca.gob.mx/biblioteca/libros/ceboax-0275.pdf