El documento analiza cómo el Espíritu Santo impulsó las vidas y misiones de Monseñor Romero de El Salvador, Monseñor Gerardi de Guatemala y el Padre Hermógenes de Guatemala. Estas tres figuras lucharon por la justicia social y los derechos humanos y dieron sus vidas por esta causa, mostrando valentía y compromiso con los pobres a pesar de las amenazas contra ellos. El Espíritu les dio fortaleza y los motivó a trabajar por la liberación de los oprimidos siguiendo el
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El documento analiza cómo el Espíritu Santo impulsó las vidas y misiones de Monseñor Romero de El Salvador, Monseñor Gerardi de Guatemala y el Padre Hermógenes de Guatemala. Estas tres figuras lucharon por la justicia social y los derechos humanos y dieron sus vidas por esta causa, mostrando valentía y compromiso con los pobres a pesar de las amenazas contra ellos. El Espíritu les dio fortaleza y los motivó a trabajar por la liberación de los oprimidos siguiendo el
El documento analiza cómo el Espíritu Santo impulsó las vidas y misiones de Monseñor Romero de El Salvador, Monseñor Gerardi de Guatemala y el Padre Hermógenes de Guatemala. Estas tres figuras lucharon por la justicia social y los derechos humanos y dieron sus vidas por esta causa, mostrando valentía y compromiso con los pobres a pesar de las amenazas contra ellos. El Espíritu les dio fortaleza y los motivó a trabajar por la liberación de los oprimidos siguiendo el
El documento analiza cómo el Espíritu Santo impulsó las vidas y misiones de Monseñor Romero de El Salvador, Monseñor Gerardi de Guatemala y el Padre Hermógenes de Guatemala. Estas tres figuras lucharon por la justicia social y los derechos humanos y dieron sus vidas por esta causa, mostrando valentía y compromiso con los pobres a pesar de las amenazas contra ellos. El Espíritu les dio fortaleza y los motivó a trabajar por la liberación de los oprimidos siguiendo el
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ANÁLISIS PNEUMATOLÓGICO
“LA FUERZA DEL ESPÍRITU EN MONSEÑOR ROMERO, GERARDI Y PADRE HERMÓGENES”
Después de haber leído el texto del espíritu actuando en Monseñor Romero, me ha llenado de mucha ilusión y de fuerza, por eso creo que merece la pena de ser contado y analizado. Así mismo relacionando su vida, su misión con otras vidas, como la de Monseñor Gerardi y padre Hermógenes, que también fueron impulsados por la fuerza del Espíritu. Monseñor Romero su identidad de pastor y cristiano, su misión asumida fue configurada por el Espíritu de Jesús, su profunda vida de oración y su auténtica espiritualidad le había llevado a comprender que la fe se encuentra en la historia y que la oración no es rezar mucho, sino que es pensar en el sentido propio del mundo. Es importante reconocer y reflejarnos en la vida de Monseñor Romero, ya que él es un ejemplo del desarrollo de un nuevo modelo de sociedad, para El Salvador, Guatemala y toda América Latina. La espiritualidad cristiana consiste en vivir según el Espíritu de Jesús, dejarnos conducir por el mismo espíritu que le animó a Monseñor Romero, y que llevó a Jesús haciendo el bien liberando a las personas de toda esclavitud, defendiendo la vida amenazada. El espíritu que le acompañaba y animaba a Monseñor Romero en su misión, comprendo que él asumió que las víctimas de la historia no pueden estar nunca fuera del discurso de Dios, puesto que la espiritualidad cristiana es la que se ocupa de la vida de los demás. Me llama la atención, como el espíritu va manifestando en la vida de él a pesar que lo amenazaba con armas, mientras él su única arma era la ausencia de miedo a los opresores, por ello reafirmo que la fuerza del Espíritu es fundamental del valor moral y humano. El espíritu que le impulsó a Monseñor Romero, relacionando con la vida entregada de Monseñor Juan José Gerardi en Guatemala, fue un Hombre defensor de los derechos humanos, al igual que Romero, pastor bueno y fiel, el espíritu le impulsó en su vida para enfrentar la situación política, quería para Guatemala una comunidad de paz y armonía. Monseñor Gerardi era una persona llena de Espíritu, una persona comprometida con las necesidades de su pueblo y por ello dio su vida y se convirtió en un mártir. Su martirio nos confirma en la fe y esperanza de la misión de Jesús y la fuerza de su espíritu le ayudó para enfrentarse contra la impunidad. Era un luchador por la verdad y la memoria, por la justicia para quienes sufría la desigualdad y marginación. Vivió para mejorar el mundo y la vida de las personas empobrecidas, de quienes habían sido víctimas de la violencia política durante el conflicto armado. Con estas características o rasgo de la vida de Monseñor Gerardi podría decir, que fue un profeta en su tiempo, un hombre de profunda fe, disponible siempre a la voluntad de Dios y desde el reconocimiento de la presencia de Dios en la humanidad sufriente, defendió el derecho a la vida de los empobrecidos y animado por el Espíritu del Liberador promovió el rescate de la verdad, silenciada durante muchos años en Guatemala por los poderes del estado. Para mí, Monseñor Gerardi es un mártir de la verdad, por que luchó incansablemente buscaba que nunca más se vuelva a repetir esta historia de dolor y de muerte en el país. Además, posibilitó que la gente que sufrió la represión pueda contar su caso y puede sanar sus heridas, por eso una de sus frases que expresaba es: “Conocer la verdad duele, pero es una acción altamente saludable y liberadora”, seguramente no le fue fácil, pero el espíritu de la verdad lo tenía abrasado y asumió sus riesgos. Ayudó al pueblo guatemalteco a tomar conciencia de que las causas que originaron la guerra eran por la situación de injusticia, corrupción y violencia. Es espíritu ha movido la vida de muchas personas que ahora son ejemplo de testimonio de vida, y de entrega, así como Gerardi y Romero, puedo mencionar a más personas y mártires de Guatemala, que son testigos fieles del evangelio, por ejemplo, el Padre Hermógenes López Coarchita, fue un hombre de fe, impulsado por el Espíritu por eso se manifestaba en él el amor preferencial por los empobrecidos, su decisión de luchar por defender los derechos de la gente. Al reflexionar la vida de estas personas, me llevaba a identificar algunas características del espíritu que les animó para realizar su misión, considero que el espíritu de fortaleza les ayudó a permanecer para dar la vida al estilo de Jesús. El espíritu de empobrecimiento, creo que en la medida que su opción va siendo de incondicional entrega. El espíritu de creatividad les acompañó durante su misión buscaron estrategias para que la gente salga de la esclavitud. El espíritu de solidaridad porque asumieron los sentimientos y el dolor de la gente sufriente, también considero el espíritu de gozo, porque de cierta manera, aunque fueron perseguidos, pero seguramente sintieron alegría en su interior al compartir con la gente que los conoció en el medio donde convivieron. Creo que la fidelidad del espíritu es la que mantiene la firmeza del compromiso del evangelio, esta fidelidad viene de una experiencia profunda de fe, de creer que en esos momentos Dios es fiel a los signos de los tiempos, a su Reino. Es el Espíritu el que llega a restaurar y sostener la fragilidad humana que se hace sentir en los momentos difíciles. La vida de estos tres mártires es un don del Espíritu porque hicieron una opción radical del evangelio, opciones coherentes con el sueño de Jesús. El ejemplo de monseñor Gerardi, padre Hermógenes y monseñor Romero, de El Salvador, nos sirve para reflexionar y profundizar de qué estamos llamadas y qué testimonio de vida podemos dar en medio de la realidad actual, ya que seguimos viviendo las injusticias, la desigualdad y la impunidad, por eso como cristianas y cristianos estamos invitadas a comprometernos en la liberación integral de los pueblos, como trabajaron estos santos mencionados. Que la fuerza y la acción del Espíritu, de Monseñor Romero, Gerardi y Hermógenes nos capacita en la esperanza para seguir fortaleciendo nuestro compromiso con el pueblo.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA María Onelia López Ortiz, análisis, Guatemala, 2020 Carlos Ayala Ramírez, La fuerza del espíritu en Monseñor Romero, Documento.
