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Cultura Digital
García Santes J. Emmanuel
Contenido
Cultura Digital...............................................................................................................................1
Las TIC en las culturas digitales............................................................................................2
La economía de las culturas digitales.............................................................................................3
México a la Vanguardia: Una Estrategia Cultural Digital................................................................4
Cultura Digital
Desde su introducción, las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) se han consolidado
como una plataforma de consumo y creación de contenidos que facilita fronteras culturales y
jurisdiccionales para el acceso y difusión de información, así como para el intercambio comercial.
En efecto, la presencia de las TIC en la vida cotidiana y el despliegue de infraestructura han dado
pie a una transformación sin precedentes en los procesos que permiten compartir y acceder a
contenidos culturales y creativos.

Más aún, el acceso a dispositivos y servicios ha permitido que la cultura tome un papel más
dinámico, agilizando en su totalidad la cadena de valor del sector creativo. Ésta inicia con una fase
creativa, seguida por la inversión, producción, distribución, comercialización y finalmente la
comunicación pública que impacta a las audiencias.

 De esta manera, la cadena de producción cultural se ha modificado en razón de los fenómenos
industriales y de impacto económico que se generan tras la adopción de las TIC y el Internet, como
se observa en la Figura 1. Los cambios conllevan transformaciones de producción de bienes y
servicios digitales, aparición de nuevas empresas productivas e interrelaciones entre los agentes
económicos que forman parte del proceso creativo.

Figura 1: Modelos Creativos y Económicos en Evolución


 

   Si tomamos como ejemplo la cadena de valor de la industria musical, se mantiene la etapa


creativa como base primordial. Sin embargo, por medio de la tecnología ahora existe la posibilidad
de realizar la edición y la grabación de contenido con menores costos, mayor velocidad y
personalización de contenidos. De esta forma, ha surgido una gran diversidad de desarrolladores
de aplicaciones digitales que generan nuevas propuestas para la vinculación entre oferta y
demanda mediante plataformas como Spotify y Apple Music, por mencionar algunos ejemplos.
Las TIC en las culturas digitales
  El uso de TIC ha modificado los métodos utilizados por los creadores para la difusión de su
trabajo, permitiendo así la proliferación de autores independientes con un amplio alcance en
materia de audiencias. Contar con una conexión a internet se vuelve una herramienta
fundamental para competir en el entorno global. Además de facilitar la transacción de bienes y
servicios, el Internet confirma su papel como plataforma de desarrollo humano integral, haciendo
posible el intercambio de servicios. En este sentido, representa la manera más sencilla y ágil de
distribución de contenidos, lo cual constituye una oportunidad de desarrollo para las industrias
culturales y creativas nacionales ampliando su alcance y su mercado. De acuerdo con la
publicación Cultural Times del Banco Mundial, las Industrias Culturales y Creativas (ICC) se han
transformado debido a la adopción masiva de Internet y los nuevos procesos de creación de
contenido, más que cualquier otro sector de la economía. Las principales características que han
facilitado el maridaje entre TIC e ICC son: abundancia, personalización, agregación y
recomendación, comunidad, participación y economía sombra. La abundancia se refiere a la
inmensa diversidad de contenidos que ahora se ofrecen a los consumidores, lo cual va de la mano
con la personalización, es decir, la necesidad de buscar contenido cada vez más individualizado de
acuerdo con el usuario, lugar y tiempo.1

  Por otro lado, se fortalecen las comunidades a consecuencia de la consolidación de redes sociales
que establecen nexos estrechos basados en la economía digital. Las nuevas redes sociales
contribuyen a la producción, la difusión y comercialización de las obras culturales y creativas.
Finalmente, y sin buscar ahondar en dichos aspectos, las tecnologías digitales y el internet, han
permitido también la conformación de nuevos canales a través de los cuales se lleva a cabo el
fenómeno conocido como la economía sombra. Es decir, la producción de bienes y servicios en
modo informal, que escapan de la detección de las estimaciones oficiales. La estructura generativa
y creativa del internet, permite replicar y difundir contenidos con bajos costos de producción y
una amplia audiencia desde cualquier lugar y a cualquier hora. La difusión de estos contenidos
representa un segmento del mercado que, al escapar de la regulación, no genera beneficios para
los trabajadores, ni recaudación para el erario público. Por lo tanto, resulta necesario promover la
discusión activa y participación en la búsqueda de mejores esquemas para el manejo y distribución
de contenidos por medios digitales.

 Conectividad como Catalizador de la Difusión Cultural


   Las tecnologías de las telecomunicaciones fijas y móviles juegan un rol decisivo en el desarrollo
de la economía creativa, fortaleciendo la formación de una identidad cultural y dando pie a la
conformación de nuevos contenidos para el entretenimiento y la reflexión. Tal es el efecto de la
tecnología en nuestra vida que nos ha convertido en una suerte de Homo-Telecom. Es decir, aquel
que se caracteriza por la intensificación de la comunicación a distancia por medio de voz, texto,
imagen, sonido y datos. En donde, se presupone la existencia de espacios de interacción por la vía
tecnológica para llevar a cabo el intercambio de contenidos e información. Esta “ironía” se
presenta como una prueba de que somos seres digitales y comunicados.

1
La cultura digital (amicsdelpais.com)
 En las dos décadas pasadas, la evolución digital de México muestra que hemos multiplicado
significativamente nuestro consumo de productos y servicios TIC. Es decir, se ha sustituido el uso
de un teléfono y un fax, por un teléfono inteligente, libro electrónico, notebook, tablet, consola de
videojuego, Smartphone, Wearables y televisiones, pues existen diferentes televisiones como la
analógica, digital, satelital, móvil, por cable, entre otras. Aquellos individuos que hacen uso de
todo lo anterior son aquellos pertenecientes a la especie Homo-Telecom.

Figura 2: Homo-Telecom: Consumo de Servicios

Fuente: Elaborado por Nomismae Consulting

  En México se debe promover la adopción de la banda ancha, mejorar su asequibilidad en


términos de precios, y en general aprovechar de manera homogénea las herramientas disponibles
para lograr distribuir entre todos los beneficios de las TIC. Sabemos que hay una clara relación
entre conectividad y crecimiento económico, entre capacidades y oportunidades. La conectividad
es un derecho en el siglo XXI y este se puede traducir en un derecho económico, un derecho a la
educación, un derecho cultural y hasta un derecho político, ya que hoy no es posible pensar en un
proceso político sin conectividad. Según la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) al cierre de
2015 la contabilidad de los internautas alcanzó los 65 millones, es decir que la penetración de
internet supera ya la mitad de la población (54%) mayor o igual a 6 años.

 La economía de las culturas digitales


   Aún queda un 45% por ciento de mexicanos que no tienen acceso a la conectividad ni a los
beneficios que detona el uso de las TIC. Carecer de acceso a Internet, así como a las tecnologías de
la información y comunicación, se considera una privación de uno de los derechos estipulado en el
artículo sexto de la Constitución Mexicana. En este sentido, el sector de la cultura y la creatividad,
a pesar de su relevancia como catalizador de bienestar y desarrollo económico, no resulta
igualmente accesible para todos cuando se analiza desde la perspectiva tecnológica.

Como catalizador de desarrollo económico, las Industrias Culturales y Creativas representan un


porcentaje significativo para el PIB en México. Como indican las cifras quinquenales sobre la
cultura, generadas con base en información del sistema de cuentas nacionales, liberada en un
periodo de tres años posterior a su fecha de obtención, en 1998 la cultura generó un valor
equivalente a 6.7% del PIB nacional; y en la estadística más reciente es del 7.4%.

 Sin embargo, se estima que la economía sombra, es decir aquella que no sabemos medir o que no
es legal o es informal, fue en sus inicios equivalente a 1% del PIB, posteriormente 2.5%, y en esta
última medición representó casi la mitad de todos los bienes y servicios de carácter creativo y
simbólico. De esta forma se identifica estadísticamente, que en la producción de bienes creativos y
culturales, al menos 40% de la apropiación de contenidos como libros electrónicos o productos
audiovisuales, se realiza a través de redes digitales. Es decir, la creatividad viaja cada vez más por
la vía tecnológica.

 Los derechos de autor en la industria creativa tradicionalmente han fungido como las patentes en
la industria farmacéutica, sin ellos no habría razones para desarrollar contenido. Los artistas
protegen sus obras por medio de estos derechos y de esa manera han preservado sus incentivos.
Es por ello que necesariamente la tecnología y los sistemas legales deberán adaptarse a esta
contraparte, es decir a la oferta.

 Hoy en día la tecnología brinda la posibilidad de reducir costos, disminuyendo así la extensa
cadena productiva y llegando a los consumidores con un menor número de eslabones. Estas son
las capacidades sobre las que se debe profundizar en la industria. Los beneficios que se perciben
en este histórico momento se asocian en mayor medida a la demanda, a los consumidores que
adquieren contenidos con mucha mayor facilidad. Estadísticas recientes de la Encuesta Nacional
de Lectura y Escritura que realizó el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), en
relación con la lectura, identifican que está incrementando el número de adquisición de
contenidos textuales por la vía tecnológica. El Estado debe entender integralmente los desafíos
que las tecnologías presentan al hablar de contenidos electrónicos, así como las oportunidades.

  En este sentido, el contenido que se transmite por los medios tecnológicos genera beneficios y
bienestar a la sociedad. La tecnología precipita el surgimiento de nuevos formatos y dinámicas que
apenas estamos comenzando a comprender pero que, sin duda, fomentan el acceso y la demanda
potencial de cultura y creatividad entre la población. Para esto es necesario recordar que se debe
trabajar por la adopción de internet equitativa que permita contar con las mismas oportunidades
para promover el desarrollo y crecimiento del país.

México a la Vanguardia: Una Estrategia Cultural Digital


 
   La transformación de las ICC en el país también ha presenciado la inclusión de nuevas formas de
distribución de contenidos creativos, como lo son los videojuegos y los medios audiovisuales,
entre otros. Sin duda alguna, la cultura digital se muestra como un componente que influye en la
sociedad, desde sus factores básicos, es decir la oferta y la demanda. Como se ha mencionado
anteriormente, es posible resaltar ciertas tendencias en el ámbito de la cultura digital. En el plano
microeconómico, destaca un proceso de sustitución parcial y complementariedad en el uso
plataformas de acceso, mientras que en el plano macroeconómico encontramos la diversificación,
mejora y ampliación del mercado.

  En materia de la oferta existe un aumento en la disponibilidad y acceso a dispositivos, la


abundancia de contenidos digitales, creación y la penetración en medios. Asimismo, la producción
ofrece nuevos soportes para contenidos creativos así como la posibilidad de generar nuevos
productos y servicios. Se han abierto canales de distribución que expanden el acceso global y
reducen los costes de transacción. El consumo como soporte de contenido creativo posibilita al
consumidor dirigir su búsqueda de bienes y servicios creativos, así como acceder a ellos con mayor
facilidad, un ejemplo de ello son las descargas de Internet.

  Esta situación se lleva a cabo en un ecosistema de mercado donde resalta la unión entre distintos
medios de acceso que son utilizados como sustitutos y complementos por parte de los usuarios, ya
sean creadores o audiencia. Es decir, que no todas las herramientas de comunicación deberán
forzosamente adaptarse al plano digital, sino que será posible mantener la coexistencia entre
plataformas tecnológicas y tradicionales.

 El papel del gobierno es clave para propiciar un entorno que garantice la universalidad de acceso
de los mexicanos a las TIC actuando como un agente que acelere el crecimiento de la penetración
y, con ello, los efectos positivos en el desarrollo de las Industrias Culturales y Creativas. La cultura
debe llegar a todos y para ello es fundamental el uso de las nuevas redes digitales, pues fomentan
la democratización de los espacios además de brindar un mayor alcance a los contenidos.

Con esto en mente, resulta necesario pensar de manera integral y promover el que la Secretaría
de Cultura atienda los temas relacionados con la cultura en el nuevo contexto digital. Es decir que
la Secretaría debe también encontrar soluciones para los retos que enfrenta México con respecto
a la fibra óptica, el problema de la brecha digital y la alfabetización tecnológica (la inclusión y la
emancipación digital, es decir, capacitación y familiaridad con los nuevos medios de comunicación
y acceso) para favorecer al sector cultural. Mantener una relación con la Secretaria de
Telecomunicaciones y Transportes como empresarios,
innovadores, y el sector TIC en general debe ser una de
las prioridades para los nuevos encargados de la política
cultural.

   México debe trabajar en conjunto con sus


instituciones para solucionar las causas básicas que
dificultan a la sociedad la apropiación tecnológica. No
solo se trata de temas de coste y regulación, sino de
educación, alfabetismo, así como habilidades para
interpretar y entender, el idioma de los contenidos, la necesidad de recursos humanos cualificados
y la infraestructura de comunicaciones. En este sentido, para los países en desarrollo como
México, la brecha digital representa la brecha de desarrollo.

  Es conveniente que las políticas relacionadas con el Internet promuevan el desarrollo del
comercio electrónico y los nuevos modelos de mercado por medio de internet, que afectan el
desarrollo de contenidos y aplicaciones. Es por ello que el Estado juega un papel primordial en el
desarrollo de mecanismos que mejoren los métodos enfocados en la difusión de información y la
oferta de servicios culturales entre la población en general.

  Es necesaria una Ley de Cultural de nueva generación que integre tanto a las plataformas
tradicionales, como a las digitales. Es cierto que el desarrollo tecnológico no cesará, así como la
creación de contenidos creativos, por lo que los planes de acción de política pública requerirán
también acciones dinámicas y eficientes que permitan responder a las necesidades de la
población, dando pie al desarrollo y bienestar por medio del amplio potencial que ofrece la
combinación entre la tecnología, la cultura y la creatividad.
i
Tema de literacidad digital

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