Signos Superficiales
Signos Superficiales
Signos Superficiales
Dependiendo del tipo de fabricación y del destino que se le dé, el estado de la superficie de las piezas es muy
distinto. Una pieza forjada no tiene la misma superficie que otra torneada.
El acabado y por tanto la calidad superficial de una pieza está estrechamente relacionado con la función para la
que se ha creado.
Necesitamos poder comparar las distintas calidades superficiales, por lo que se establece un sistema y una
magnitud para realizar la medición, es la rugosidad.
Los procesos de elaboración de las piezas producen unas huellas en la superficie que forman la rugosidad de la
pieza, esto demuestra que la rugosidad está relacionada con el procedimiento de construcción de la pieza.
La unidad de rugosidad es la micra (1 micra= 1 µm = 0,001 mm). Se mide a través de unos instrumentos
electrónicos llamados rugosímetros (mecánicos, ópticos, eléctricos y electrónicos). Esta rugosidad debe estar
definida en los distintos planos constructivos de la pieza, pero no se hace de forma numérica, sino utilizando unos
signos y valores numéricos.
Tabla de valores de Ra
Esta medida se indica en los planos constructivos de las piezas mediante signos y valores numéricos, de acuerdo a
la norma de calidad existentes, que varían entre países.
En la tabla, se recogen los valores de la rugosidad Ra (valor de la rugosidad media) relacionados con la designación
correspondiente (clase de rugosidad) y los signos antiguos para su representación.
Nuevos signos de mecanizado (UNE 1-037-75 – ISO 1032)
La nueva norma establece un único signo básico y sobre él se van colocando las anotaciones necesarias para
determinar las calidades superficiales.
El símbolo básico lo forman dos trazos desiguales, inclinados a 60° con respecto a la superficie considerada.
Cuando se exige un mecanizado con arranque de viruta, se añade al símbolo base, un tramo horizontal, tal como se
indica en (b).
Símbolo Indicaciones
Símbolo básico.
Utiliza dos líneas de longitud desigual, inclinadas 60º aproximadamente respecto la
superficie señalada.
El símbolo por sí sólo no tiene significado, excepto en los casos que se mencionan a
continuación.
Arranque de viruta.
Se utiliza cuando se realiza la manufactura de una pieza por arranque de viruta, se
incluye una línea como se indica en la figura. Se utiliza en piezas de torneado,
fresado, rectificado
Límites de rugosidad.
Cuando sea necesario especificar los límites máximo y mínimo de la rugosidad,
ambos valores se expresan como en la figura, colocando el límite máximo (a 1) en la
parte superior y el límite mínimo (a 2) en la parte inferior.
El criterio de rugosidad principal, se puede indicar con el número relacionado con la
calidad (tabla de valores de Ra).
Proceso especial.
Este símbolo se utiliza para indicaciones de características especiales del acabado
superficial, así que, en casos particulares, se puede especificar condiciones
especiales del acabado superficial.
El acabado superficial, se debe indicar sobre la línea de extensión según queda
reflejado en la figura.
Longitud básica.
Cuando sea preciso anotar la longitud básica, ésta debe ser elegida de entre los
valores de la serie dada por la norma UNE 66500 (0.08; 0.25; 0.8; 2.5; 8; 25 mm) y se
escribirá de la forma expresada en la figura.
Dirección de estrías.
Cuando se requiere indicar la dirección de las estrías, ésta se especifica como se
muestra en la figura. La dirección de las estrías (orientación de las rugosidades) que
predomina y que se obtiene por el proceso de producción utilizado.
El símbolo utilizado para hacer constar la dirección de las estrías del mecanizado es
el de la figura.
Valor de la tolerancia.
Cuando se necesita especificar el valor de la tolerancia para el trabajo por medio de
máquinas, éste debe indicarse a la izquierda del símbolo básico expresándose en
milímetros.
Sobremedida de mecanizado: 5 mm.
A modo de resumen, he aquí las especificaciones del estado de la superficie y su colocación respecto al símbolo
base.
En la siguiente tabla se recoge la dirección de las estrías o huellas producidas durante el mecanizado.
Calidades superficiales
Según lo visto, es evidente que la rugosidad va relacionada íntimamente con el procedimiento de trabajo, de forma
que interesará servirse de uno u otro procedimiento según la calidad de la superficie que deseemos para la pieza a
trabajar.
La calidad superficial (el acabado) de una pieza está estrechamente relacionado con la función para la que se ha
creado.
Los procesos de elaboración de las piezas producen unas huellas en la superficie que forman la rugosidad de la
pieza, esto demuestra que la rugosidad está relacionada con el procedimiento de construcción de la pieza.
Esta rugosidad debe estar definida en los distintos planos donde se representan las piezas.
Los signos de representación de la rugosidad, han ido cambiando. Actualmente, la nueva norma establece un único
signo básico y sobre él se van colocando las anotaciones necesarias para determinar las calidades superficiales.
Procesos de fabricación especiales
En algunas ocasiones es necesario especificar algunas características o exigencias adicionales para la ejecución de
una determinada superficie. Estas características deben consignarse sobre un trazo horizontal dispuesto a partir del
trazo más largo del símbolo básico
Bruñido. Su objeto es obtener una superficie con una rugosidad muy pequeña. Generalmente se emplea en
el acabado de piezas de precisión, realizando el afinado mediante una muela recubierta de piel.
Rasqueteado. Es una operación realizada de forma manual con una herramienta llamada rasquete, que
sirve para alisar y mejorar la calidad de dos superficies funcionales que van a estar en contacto.
Moleteado. Operación consistente en tallar sobre una parte de una pieza una serie de estrías que la hacen
más rugosa. Se usa para asegurar el agarre del mango o empuñadura de una pieza o herramienta.