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Resumen “Teoría y metodología de la Historia del arte”
José Fernández Arenas
Pedro G. Timón I Historia del Arte. Grupo C. LA HISTORIA DEL ARTE COMO CIENCIA I Las *visicitudes* de la Historia del Arte La Historia del arte como ciencia humanística ocupa uno de los lugares más destacados entre las ciencias sociales, pero dicha actividad científica debe ir acompañada de una puesta a punto de su aparato metodológico y una revisión de la práctica historiadora del arte. Esta disciplina se ha ido formando paulatinamente como resultado de la aplicación de unos criterios y métodos de investigación sobre un catálogo de obras de arte; los criterios y aplicación de esos métodos dependen de circunstancias culturales, sociales y económicas particulares que provoca que la historia del arte tenga un enfoque cambiante modificando la esencia de esta disciplina en sí misma. Así la historia del arte sólo puede considerarse ciencia desde el momento en que se establecen unos criterios estrictos y unos métodos para estudiar el objeto artístico. Dicha institucionalización se produjo en el siglo XIX cuando se desarrollan los métodos para el estudio histórico de los documentos y se señalan los criterios para el estudio de las formas y los estilos. Esto se produce por varias vías: tratados técnicos de la vida de los artistas, concepciones y teorías estéticas que subordinaban la obra de arte a concepciones normativas sobre la belleza y lo bello, que inicialmente fomentaron la ficción histórica de considerar lo artístico que se asemejaba a las formas clásicas. En el SXVIII Wincklemann propone una posibilidad más objetiva aunque sigue lastrado por el clasicismo griego y las ideas estéticas, los románticos sin embargo van a sustituir la ficción clásica por la medieval, por el concepto de las nacionalidades y por necesidades moralizantes. Así se hace necesario prescindir de ideas abstractas y cánones estéticos para prestar más atención al dato histórico-artístico de la obra en sí misma. Historicismo, determinismo y positivismo conducirán al estudio del contexto de las obras de arte, su técnica y las formas con la intención de clasificar y catalogarlas como en las colecciones de los incipientes museos. Así se produce un intento de separar los estudios de la ciencia de la belleza o estética y la ciencia del arte considerada más descriptiva y dedicada al estudio de las técnicas y procedimientos. Por tanto la historia del arte como ciencia ha tenido que luchar hasta nuestros días para mantener su supervivencia como disciplina independiente y no dejarse absorber por otras ciencias sociales; está sujeta al handicap_ _de sí misma al estar sometida a una continua ampliación, revisión y aceptación de nuevos métodos y diversos enfoques. La consideración en alza o baja de un momento artístico o un determinado artista depende de los condicionamientos históricos que sufren los propios historiadores, sus formas de ver el arte están sujetos por los criterios y gustos del arte que se practica en ese momento, así nos encontramos ante una valoración que depende de criterios subjetivos. Así el arte medieval es despreciado por Vasari y sus sucesores hasta el S XIX, sin embargo los románticos revalorizan este arte o el barroco es vilipendiado por los neoclásicos incluso en los textos oficiales. Así deducimos que la historia del arte no puede ser una verdadera ciencia objetiva sino una crítica de arte simplemente interpretativa y explicativa, siempre discutible y pendiente de verificación. Pero una de las labores más importantes del historiador del arte va a ser salvar el abismo que la distancia temporal, social y cultural ha abierto en la historia para intentar comprender el hecho artístico mediante la lectura de todos los componentes de la obra de arte como hecho estético a través de una correcta interpretación y el conocimiento de las circunstancias históricas que determinaron el origen de la obra como hecho histórico. Por tanto si la obra de arte es un hecho histórico quiere decir que entra de lleno en el campo de la historial general del hombre y de la cultura, lo que incita la pretensión de que ésta se una ayuda de la historia general, y lo de es de hecho cuando la documentación escrita no existe y sólo podemos contar con los objetos manufacturados por el hombre, pero resulta igualmente que la historia del hombre es incomprensible sin el hecho estético, no es sólo resultado de un grupo social determinado, si no agente del mismo. La historia del arte también depende de los métodos de la historia general pero esta doble servidumbre debemos entenderla dentro del contexto de la interdisciplinaridad que debe incluir ambas ciencias y extenderse a otros ámbitos como la sociología, psicología, antropología y lingüística. La pervivencia de la Historia del Arte como ciencia también encuentra el obstáculo del sociologismo, sobre todo por la multiplicación de medios icónico (fotografía, cine, televisión, cómic) pero ningún sociólogo termina por aceptar esta identificación ya que la historia del arte tiene su autonomía particular aunque quede ligada a otras ciencias sociales que estudian los diversos tipos o formas de la ideología de la historia. Si intentásemos hacer una definición de la historia del arte podríamos hacerlo como como un sistema de conocimiento ordenado de cómo, en cada lugar y en cada momento, ciertas formas y obras que llamamos arte, han sido producidas (reconocidas o no) por sus coetáneos y conservadas (o destruidas) como documentos de una cultura. Según esto la historia del arte no debe ocuparse en describir y documentar las obras sino valorar y explicar su origen dentro de un contexto histórico que tiene unos antecedentes y una sucesión posterior. Hacer historia del arte, será hacer historia de un lenguaje formal con con implicaciones horizontales y verticales a distintos niveles, cronológicos, geográficos, ideológicos y económicos, implicaciones horizontales y verticales a distintos niveles, cronológicos, geográficos, ideológicos y económicos. II El objeto de la Historia del Arte Para saber si la historia del arte es una disciplina científica es absolutamente imprescindible cual es el objetivo de estudio de esta ciencia. Según los autores puede ser la diferenciación morfológica de los estilos, las biografías de los artistas, los problemas documentales, las cuestiones técnicas, el aspecto iconográfico, etc… Pero el objeto sólo puede ser uno, aunque múltiple en su existencia: la obra de arte, es decir el estudio de todas las creaciones artísticas desde las más remotas hasta nuestros días y de todas las zonas habitadas por el hombre. El campo del arte es muy amplio. Englobaría las manifestaciones formales realizadas por el hombre, desde literarias y musicales hasta edilicias de espectáculo y aplicadas. Pero a pesar de ello podemos señalar algunas cualidades determinantes de lo artístico: 1.- El objeto artístico se ha diferenciar del objeto natural, presupone una artificialidad resultado de la actividad humana. 2.- Dicha artificialidad puede extenderse a todos los ámbitos de la actividad humana, pero adquiere cualidad artística cuando se realiza con la intención de ser contemplado, de comunicar algo visualmente. De igual manera es estético lo que posea unas formas, pero no es artístico si no posee la cualidad de la artificialidad. 3.- Otra característica de la obra de arte es la individualidad o singularidad del objeto sobre todo desde un punto de vista económico como objeto valioso o raro. 4.- Igualmente distintivo es la autenticidad como opuesto a copia, imitación o plagio. Una obra de arte es por tanto un producto original elaborado por el hombre artificialmente con la intención de comunicar algo. Se plantea así un problema porque la historia del arte como ciencia debería ocuparse de todos los objetos artificiales, artísticos y auténticos y no sólo aquellos que han sido catalogados por su especial relevancia desde un punto de vista elitista. La clasificación y ordenación de los objetos artísticos debiera hacerse a partir de las técnicas utilizadas en su configuración, estableciendo cinco grupos fundamentales: Bidimensionales o planos: dibujo, pintura, musivaria, tapicería y embutido o incrustación. Tridimensionales: utilizan materiales distintos y la propia materia es el soporte, como la cerámica, escultura o vidrio entre otros. Constructiva o arquitectura. Multiplicación o calcográfica, que incluye en grabado y la imprenta en todas sus modalidades. Fotomecánicas como la fotografía, el cine o la televisión. En el fondo lo que confiere a una obra de arte su cualidad artística es su valor histórico-cultural y su configuración formal como un producto técnico y mental del hombre en cualquier momento histórico y geográfico Cuando una obra de arte reúne las cualidades como hecho histórico y estético el objetivo del historiador será historiarla y valorarla, analizando, leyendo e interpretando. III Objetivos de la Hª del Arte La crisis en la que se ve inmersa la historia del arte como disciplina se debe a la falta de una clara distinción entre lo que es objeto, objetivos, temas y métodos propios de esta ciencia. El síntoma más claro de esta crisis es que la historia del arte se vea reducida a ser un mero capítulo del resto de ciencias sociales y consecuente eliminada de los planes de estudios a ciertos niveles. El problema se centra principalmente en que la obra de arte como objeto de estudio también es objeto de la sociología, historia, filosofía, etc. Y conviene deslindar el campo propio del historiador del arte. El objetivo primordial de éste será analizar, leer, e interpretar las leyes internas de la obra su composición formal temática y significante. Para conseguir este objetivo debe investigar las fuentes literarias y documentos que permitan conocer la biografía del autor, promotores, destinatarios y destino de la obra, en un proceso científico contextualista, que es cuando acude al apoyo de otras disciplinas. Pero el conocimiento de la obra de arte también lleva al conocimiento del modelo social que la crea y ahí radica la importancia de la historia del arte para el conocimiento de la historia, las ideas, las costumbres, la economía y las clases sociales de cada época, provocando la obra de arte como lenguaje aclarar la verdad de los hechos, exagerarlos o criticarlos. A la hora de distinguir entre la valoración estética y la valoración histórica de la obra artística, cuya diferencia se establece principalmente en la práctica entre los estudios de historia del arte y la crítica artística, debemos tener en cuenta que el contenido artístico e histórico de la obra de arte son simultáneos y el juicio de valor debe comprender ambos niveles. En cuanto a los temas que trata la historia del arte como disciplina se pueden reducir a dos tipos temas técnicos y temas críticos. En el primer grupo englobaríamos a aquellos que afectan a la biografía de la obra de arte: estado original de la obra, fuentes, técnicas y materiales, conservación, restauración, museografía, etc. Y en el segundo más relacionados con aspectos teóricos: mecenazgo y contratación de las obras, comercialización, estudio de los géneros, arte y literatura, historiografía, metodología, etc. LAS METODOLOGÍAS EN LA HISTORIA DEL ARTE METODOLOGÍA, DIDÁCTICA E HISTORIOGRAFÍA DEL ARTE Podemos afirmar que a lo largo de la historia de han definido distintos modelos de historia del arte. Generalmente el trabajo previo se centra a estudiar la biografía del artista y la exaltación de las artes en tratados prácticos y por otro se señalan unos principios estéticos desde campo de la filosofía estableciendo una historia del arte normativa. Filosofía, crítica e historia se convierten así en los tres pilares básicos de la historia del arte de surge como disciplina a finales del SXIX. Es importante definir también cómo se enseña la Historia del arte, conocer la existencia de diversos enfoques ideológicos que conducen al desciframiento y estudio de la obra de arte. A la hora de distinguir entre historiografía del arte y metodología la primera se ocupa del conocimiento de las fuentes literarias, crítica, técnica o poética necesarias para el esclarecimiento de las obras de arte mientras que la segunda se ocupa de contar con esas mismas fuentes de una forma reflexiva. Todo historiador debe emitir un juicio valorativo de las obras que estudia y aporta un conocimiento de los elementos que determinan históricamente el origen, consideración y conservación de la obra valorada estableciéndose como punto de partida la teoría propiamente elaborada. HISTORIA DEL ARTE COMO CIENCIA DE LAS FUENTES Y DE LOS DOCUMENTOS La existencia de colecciones particulares y el nacimiento de los museos desarrolló esta actividad más instrumental que metodológica y a la que la historia del arte debe su naturaleza más científica. Sobre todo consolidada en el SXIX con la publicación de numerosos manuales e historias generales que sintetizan los hechos estéticos dentro de un esquema científico organizado. En relación a esto se produce el estudio de las fuentes literarias asociado al desarrollo de las disciplinas arqueológicas y que es indispensable como trabajo previo a cualquier estudio sobre una valoración estética o histórica de la obra de arte. Podemos destacar distintos tipos de fuentes: Literarias. Poéticas, narrativas, dramáticas, religiosas y las tradiciones orales. Críticas. Que valoran y enjuician desde un punto de vista teórico, práctico o filosófico las obras de arte. Técnicas. Directas. Provenientes de epistolarios o escritos directos de los autores. Testimoniales. Entrevistas, encuestas, declaraciones. Legislativas. Leyes que regulan campos relacionados con las obras de arte. LA HISTORIA DEL ARTE COMO HISTORIA DE LOS ARTISTAS. El modelo de historia del arte como historia de los artistas creadores puede constituir una metodología que ha tenido y tiene gran importancia en la historiografía y podemos dividir dicho método en tres partes: 1.- Historia del arte como biografía de los artistas. Donde tomamos como punto de partida fundamental a Vasari y que fue fundamental de cara a justificar una mejora de categoría social de los artistas considerados artesanos hasta el Renacimiento. También es el responsable de la resurrección de la cultura de la Antigüedad clásica, provocando el hándicap de la desconsideración de todo lo creado por el hombre durante siglos, tendencia que se mantiene hasta bien entrado el S XIX. Numerosos historiógrafos siguen los escritos de Vasari, por toda Europa durante los siglos posteriores: Karel van Mander en el ámbito germánico, André Felibien en Francia Francisco Pacheco en España, etc. La vida de los artistas transmitidas por estos biógrafos desarrollan un método que tiene como idea central el conocimiento del artista creador y la explicación de la obra de arte vendría dada por la personalidad del artista que la hizo. 2.- Historia del arte como historia de las generaciones. Las biografías suelen centrarse en el estudio de los grandes maestros, en torno a los cuales se forman escuelas generacionales, el estudio de las mismas, equivalente a una biografía ampliada sería lo que llamamos generación. Se inicia con Comte y Stuart Mill y quien primero lo aplica a la Historia del arte es W. Pinder que establece la diferencia entre coetáneos y contemporáneos. Lafuente Ferrari concede a la teoría de las generaciones un valor cronológico que aplica al estudio sistemático de la historia del arte y los artistas. 3.- La biografía psicoanalítica. Que se centra fundamentalmente en la explicación psicológica de la obra de arte como efecto de una personalidad creadora y la explicación de la imagen desde el psicoanálisis. Freud en este sentido afirmaba que el arte era una especie de rodeo por el que el arte vuelve a ser realidad; para Gombrich el arte es una respuesta estética ante un problema estético no ante un problema de índole psicológica. LA HISTORIA DEL ARTE COMO HISTORIA DE LOS HECHOS HISTÓRICOS. A partir del S XVIII el método biográfico para estudiar la historia del arte se ve complementado por otras vías favorecidas por los intentos de definición de la belleza, análisis descriptivo de las obras y precisión de las causas d los estilos nacionales, época y de generación. A ello contribuyen determinantemente el interés por la Antigüedad clásica, la crítica de arte contemporáneo y la estética. La figura de Wicklemann es determinante en buscar los orígenes del arte y sus causas en Grecia estableciendo que estas son el clima o condicionamientos geográficos, al ambiente basado en la libertad, el pensamiento y la educación. Así para este autor la biografía de los artistas carece de interés y el objetivo radica la obra de arte en sí y sus causas históricas y geográficas. La historiografía de este momento está definida por dos ideas fundamentales: la decadencia de las artes motivada por el barroco y la restauración de las mismas desde una preocupación intelectual y racional de la cultura. La filosofía del arte. Directa heredera de la escuela alemana es decisiva en lograr una síntesis que logre explicar la causalidad del orden universal aunando los conceptos de gusto, espíritu de las naciones y espíritu del tiempo. Es una teoría que se ocupa fundamentalmente en definir el concepto de arte. De todos los teóricos es Hegel el que tiene una mayor aceptación, afirmando que el arte no es una imitación de la naturaleza sino del ideal; las tesis nacionalistas sin embargo provocan una mirada directa a la Edad Media como origen de los estados nacionales y que se revitalizará totalmente con los postulados románticos. El empirismo estético. Es el ámbito donde se establece la dialéctica entre crítico e historiador del arte. Diderot eleva la crítica a un nivel dónde la imaginación y el gusto tienen una función primordial, adquiriendo la crítica un matiz subjetivo: el cuadro gusta al crítico que explica por qué, describiendo elementos integrantes, técnicas, etc. Posteriormente se suceden los estudios de Stendhal, Baudelaire y las tesis románticas que establecen que el artista tiene que expresar su temperamento en la obra por lo tanto la mejor crítica será la que refleje el cuadro en sí por medio de un espíritu inteligente y sensible. La teoría del medio y de las nacionalidades. Su punto de partida está en reconocer que una obra de arte no está aislada y se debe buscar el conjunto de qué depende y que la explica, estableciendo tres órdenes: la obra total del artista, la escuela o familia del mismo país y mismo tiempo y el mundo que le rodea o medio ambiente, Taine, Viollet-le-Duc y Rushkin son sus máximos representantes. Este último establece que debe cambiar la sociedad para que se produzca un arte auténtico y afirma que los mismos se dieron especialmente en la Edad Media. HISTORIA DEL ARTE COMO HISTORIA DE LOS ESTILOS Y LAS FORMAS. El formalismo surge como reacción al determinismo positivista que trataba de explicar el arte desde el punto de vita del medio o las condiciones materiales del objeto estético cada autor de esta corriente aporta su propio método pero todos inciden en el análisis explicativo de los cambios de las formas. La aportación de esta metodología al historia del arte como ciencia es debido a que centra su interés en la obra de arte como hecho estético. Así se redescubren las formas prehistóricas, el valor del arte oriental y las culturas llamadas primitivas. HISTORIA DEL ARTE COMO HISTORIA DE LAS IDEAS Y LAS IMÁGENES. La historia de los estilos, formalista estudia la obra de arte desde un punto de vista aislacionista fuera del contexto social en el que nació, dando preferencia a las ideas y las imágenes. El contenido de la obra de arte, imágenes, objetos, ideas es el objeto de la iconografía. Lo importante es que los esquemas culturales sean deducidos de los esquemas visuales y que sean auténticas señales de aquellos y no algo subjetivo. Es el planteamiento de Burckhardt que se centra en la investigación de las actitudes generales o fuerzas culturales que determinan las formas plásticas, la prioridad es estudiar Las ideas culturales y espirituales de la época. Dvorak por otro lado buscaba el engranaje por el cual se transmiten las ideas del plano cultural al plano artístico, acentuando la primacía de los valores espirituales y culturales sobre los de la forma artística, la preocupación constante es la búsqueda del espíritu de la época. Posteriormente Panofsky propone una teoría y método concreto distinguiendo entre iconografía e iconología y concretando sus interrelaciones partiendo del principio que en una obra de arte no puede separarse del contenido en tres órdenes: la forma materializada, la idea convencional representada y el significado profundo o intrínseco. Iconografía. Trata básicamente sobre la identificación, clasificación y estudio de las imágenes acudiendo a las fuentes para reorganizarlas en tipos; así se persigue la transmisión de un tipo figurativo pero no intentan valorar su significado profundo es más un análisis formal Iconología. Podría definirse como una iconografía que pasa a la interpretación de los contenidos o significados intrínsecos de la obra de arte HISTORIA DEL ARTE COMO SOCIOLOGÍA DEL ARTE. Los estudios más relevantes en torno a la sociología del arte corresponden a P. Francastel, en la cual define el lenguaje del arte por dos razones: lo representativo y lo operatorio. El arte es un sistema de organización de la experiencia vivida y expresada a través de la representación, no hay distinción entre arte y técnica y la obra de arte se ofrece como un producto una creación que nos ofrece datos en función de los cuales se puede elaborar una historia. Las ultimas tesis sobre esta disciplina buscan la manera de conjugar las dos relaciones establecidas entre arte-sociedad y sociedad-arte y se tiende a implicar la parte que corresponde al destinatario de la obra o consumidor que adquiere una importancia creciente casi a la altura del ejecutor de la obra. HISTORIA DEL ARTE COMO EXPRESIÓN DE LA LUCHA DE CLASES. El mundo de la producción de la vida material condiciona el proceso de la vida, social, política y espiritual el arte como todo proceso espiritual sería un fenómeno ideológico (superestructural), condicionado por la situación económica (estructural) determinada. El arte y la sociedad se corresponden y están subordinados. Los fenómenos artísticos son un reflejo de la realidad político-social, el factor sociológico y estilístico está relacionado de tal forma que el estilo no es sino una combinación de elementos formales y temáticos en la imagen artística como expresión de la ideología global de un grupo o clase social determinada HISTORIA DEL ARTE COMO HISTORIA DEL LENGUAJE VISUAL. El hecho estético visual cada vez depende más de un proceso comunicativo. Cualquier sistema significativo, aunque no opere con elementos lingüísticos, conduce a este modelo y en este sentido podríamos hablar de “metalenguajes”, pero para evitar la dependencia con el método lingüístico se acude a la semiología como disciplina que estudia este sistema de signos. En el ámbito concreto del arte se estudia a través del estructuralismo como método aplicable a la lectura de la obra de arte que intenta hacer un corpus de los elementos semánticos que permiten realizar una interpretación. El término más utilizado aplicado a la obra de arte es signo que Barthes lo define como unión de un concepto y una imagen visual, la relación entre un significante y un significado. VALORACIÓN PERSONAL A pesar del tiempo transcurrido desde que se escribió la obra y aunque no contenga las últimas tesis desarrolladas desde los años 70 sobre la teoría del arte, nos encontramos ante un ejemplo muy ilustrativo sobre esta disciplina que abarca el ámbito más conceptual e intelectual de la Historia del Arte. El recorrido sobre las distintas teorías interpretativas que a lo largo de la historia se han ocupado del objeto y la experiencia estética, nos ayudan mucho a los que nos iniciamos en estos estudios sobre todo para comprender como se debe estudiar la obra de arte y los distintos condicionantes y desencadenantes de la misma a la vez que poder historiar con criterios propios como futuros especialistas en esta materia.