Cuestionario de 90 Síntomas SCL
Cuestionario de 90 Síntomas SCL
Cuestionario de 90 Síntomas SCL
la referencia del HSCL (Derogatis et al., 1974). Con posterioridad, esta versión
fue modificada, en 1977, para obtener el actual SCL-90-R, aunque la primera
referencia de este inventario suele fecharse dos años antes (Derogatis, 1975).
Para agregar más confusión, buena parte de la investigación original que
respalda al instrumento se desarrolló realmente con el SCL-90 y no con la
versión revisada (e.g. Derogatis, Rickels & Rock, 1976). No obstante, en
algunas referencias actuales se citan trabajos que utilizaron el SCL-90 como si
hubieran empleado el SCL-90-R, justificando esta práctica en la gran similitud
que existe entre las dos versiones, que en realidad difieren en sólo nueve ítems
y en elformato de respuesta. Intentando zanjar la polémica, Derogatis (1994) ha
indicado que el SCL-90 debe considerarse sólo un prototipo incompleto de la
versión revisada y que, por tanto, se debe preferir el SCL-90-R para cualquier
uso práctico. En la misma línea de argumentación, se advierte que toda la
evidencia de validez acumulada desde la primera publicación del SCL-90-R se
basa en esta versión y no en la previa. De hecho, a principios de la década
pasada los editores del instrumento(National Computer Systems, 1993)
publicaron una revisión bibliográfica que compila aproximadamente 750
investigaciones publicadas que utilizaron el SCL-90-R.
consistencia interna (Derogatis, 1994; Derogatis & Savitz, 2000). Otros estudios
han demostrado, además, que la escalabilidad de las dimensiones es
substancialmente satisfactoria (Olsen. Mortensen & Bech, 2004; Schmitz et al.,
2000) y que muestran un comportamiento psicométrico idóneo cuando se
analizan con modelos de Teoría de Respuesta al ítem (Olsen et al., 2004).
Junto con lo anterior, una multiplicidad de estudios realizados desde 1980 en
adelante ha acreditado la validez del SCL-90-R, de sus índices globales y de
las dimensiones específicas. Por ejemplo, se han documentado los perfiles
característicos de varios cuadros psiquiátricos, incluyendo desórdenes
ansiosos (e.g. Cameron, Thyer, Nesse & Curtís, 1986), depresión (e.g., Prusoff,
Weissman, Klerman & Rounsanville, 1980; Wetzler, Kahn, Cahn, Van Praag &
Asnis, 1990), crisis de pánico (e.g., Buller, Maier & Benkert, 1986), disfunciones
sexuales (e.g., Derogatis, Meyer & King, 1981), y abuso de sustancias (e.g.,
Steer, Platt. Ranierei & Metzger, 1989). Además, se ha demostrado (ver
Derogatis, 1994 para una revisión) la validez del SCL-90-R como medida del
malestar psicológico asociado con trastornos médicos generales y específicos
(e.g., trastornos cardiovasculares, renales, dolor crónico). A esto se agrega
evidencia que demuestra su efectividad como screening genérico de trastornos
psicopatológicos (e.g., Derogatis & DellaPietra, 1994; Schmitz, Kruse,
Heckrath, Alberti & Tress, 1999; Schmitz, Kruse & Tres, 2001; Waryszak, 1982)
y de trastornos específicos de la esfera somatomorfa (e.g., Dickson, et al.,
1992; Kellner, Hernández & Pathak. 1992; Kirmayer, Robbins, Dworkind&
Yaffe, 1993; Simón & VonKorff, 1991), afectivo-depresiva(e.g.,Koeter, 1992;
Morgan, Wiederman & Magnus, 1998; Rosenberg, Bech Mellergard & Ottosson,
1991) y ansiosa (e.g., Morgan et al.. 1998;Rief&Fichter, 1992;
Vollrath,Koch&Angst, 1990). También existen antecedentes que prueban su
utilidad diferencial enla deteccióny evaluación de estrés (e.g., Derogatis, 1994;
Derogatis & Coons, 1993), estrés postraumático (e.g., Davidson, Kudler,
Saunders & Smith, 1990; Wolfe, Brown & Bucsela, 1992), riesgo suicida (e.g.,
Bulik, Car-penter, Kupfer & Frank, 1990; Swedo et al., 1991), abuso de alcohol
y de sustancias (e.g., Derogatis & Savitz, 2000; Johnson, Brems & Fisher,
1996; Lucht, Jahn, Barnow & Freyberger, 2002), historial de abuso sexual (e.g.;
Swett, Surrey & Cohen, 1990; Toomey, Seville, Mann, Abashian & Grant, 1995)
y antecedentes de disfunción sexual (e.g., Coífey, Leitenberg, Henning,
Turner& Bennett, 1996; Hei-man & Rowlands, 1983; Turner, Althof, Levine &
Bodner, 1991), entre otros.
7
método (McCrae, Zonderman, Costa, Bond & Paunomen, 1996). Por otro lado,
cuando se factorizan las escalas en lugar de los ítems suelen encontrarse
soluciones de una o dos dimensiones, aunque a veces es necesario extraer
aun más factores para explicar la covarianza entre las escalas primarias de
síntomas (Strauman & Wetzler, 1994).