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Tesis - Las Redes Sociales en La Adolescencia

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Tesis de Licenciatura en Psicología

El retiro en el deporte y la crisis de identidad: Cuando


los sueños parecen apagarse

Alumna: Dabbah, Melanie

LU: 402312480

Tutor: Barrios, Raúl

DNI: 16622306

Año: Segundo cuatrimestre del 2020


​“Pérdida no es igual a ausencia, pues la etapa del éxito 

estará ausente como vivencia presente,  


pero no como recuerdo” (Mendelsohn, 1999) 

1
Índice:

Agradecimientos …………………………………………………………………………….​3

Introducción ………………………………………………………………………………….​4

Marco teórico ………………………………………………………………………………..​6

Estado del arte ……………………………………………………………………………...​8

Hipótesis …………………………………………………………………………………...​12

Objetivos …………………………………………………………………………………...​12

Metodología ………………………………………………………………………………..​12

Desarrollo …………………………………………………………………………………..​13

El trabajo y el no - trabajo ………………………………………………………………...​13

El deporte como trabajo …………………………………………………………………..​15

Y ahora, ¿Quién soy? …………………………………………………………………….​15

Lo normal y lo patológico ………………………………………………………………...​18

Llenar el vacío ……………………………………………………………………………..​21

El comienzo de un final anunciado ……………………………………………………....​24

¿Hay vida después del deporte? ………………………………………………………..​25

Comentarios y discusiones ……………………………………………………………....​27

Referencias bibliográficas ………………………………………………………………..​29

2
Agradecimientos:

Le quiero agradecer a la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos


Aires por abrirme sus puertas y brindarme la oportunidad de haberme cruzado con
personas tan excelentes como lo fueron todos los profesores quienes me dejaron
infinitas enseñanzas y a quienes volvería a aplaudir como en cada última clase de
cursada.
A Raul Barrios, por la paciencia, la pasión y la predisposición con la que me
guió en todo este proceso.
A mis amigos que me dejó esta hermosa carrera. Junto a ellos el aprendizaje,
las horas de estudio y el intercambio constante fueron muy disfrutables.
Un inmenso gracias a toda mi familia que estuvo en todo momento
acompañándome en cada paso.
Y por último a todos los que estuvieron cerca y fueron parte de este gran
camino. Las personas somos fruto del intercambio con el otro, sin el otro no hay
experiencia, no hay relación, no hay aprendizaje.

3
Introducción:

Poner en palabras lo que no se quiere saber, lo que no se quiere hablar, lo


que se niega o lo que nunca se espera que llegue, es la tarea difícil que tienen los
deportistas en el momento de adentrarse a la etapa del retiro.
Desde chicos cumpliendo horarios, teniendo una rutina muy marcada de
tiempos acotados, acompañados de una lluvia de emociones, de alegrías y
angustias incontrolables. Todas estas son unas de las tantas sensaciones que
atraviesan los deportistas en el momento de la iniciación deportiva, como también a
lo largo de su recorrido. Como mencionan Ogilvie & Howe (1991):

La fuerte identificación que la mayoría de los deportistas tienen para con su


especialidad deportiva empieza en la infancia y continua para intensificarse
en los años correspondientes al desarrollo y a la edad adulta. Según Erik
Erickson, el niño comienza a desarrollar un sentido de identidad entre los 7 y
12 años de edad. (p. 526)

El futbolista con el correr del tiempo, se encuentra con que el físico no es el


mismo, que los años (pocos) le pesan y que esos botines que le dieron las mejores
alegrías, hoy los tiene que colgar. La incertidumbre acerca de un posible fin
comienza a vislumbrarse y es inevitable que la angustia no genere dolor en el
pecho, y que el sujeto comience a preguntarse sobre el futuro, sobre lo próximo,
sobre lo que vendrá. En palabras de Roffe (2019) “El deportista a menudo se
encuentra con la realidad de ser “viejo” para el deporte pero todavía joven para la
vida” (p. 22).
En este presente trabajo se buscará abordar el retiro deportivo en jugadores
de fútbol de alto rendimiento y su relación con el proceso de transformación de la
identidad subjetiva. García - Naveira (2010) menciona al respecto:

Una posible clasificación reducida de deportista del alto rendimiento, está


centrada en las clasificaciones oficiales que otorgan el Comité Olímpico
Español (deportistas con Ayudas al Deporte Olímpico –ADO-) y Consejo

4
Superior de Deportes (deportistas de alto nivel). Algunos ejemplos son, haber
sido campeón o subcampeón de Europa, tener una determinada clasificación
en el ranking nacional e internacional, etc. (p.260)

Otra posible clasificación podría ser la que recalca Mendoza Llontop (2019):

Se le llama deportista de alto rendimiento o de élite a los individuos que son


capaces de tener un desempeño deportivo por encima de los niveles
regulares, entrenando de manera constante e intensivamente para alcanzar
resultados excelentes, tanto a nivel nacional como internacional. (p.18)

Se indagará como en este transcurso del retiro pueden aparecer conductas


compulsivas como son las adicciones, tanto alcohol, drogas, como también la
ludopatía. Y se investigará la importancia que tiene el psicólogo deportivo para que
el deportista pueda anticipar el momento del retiro, lo pueda trabajar, elaborar y para
que luego se pueda reinventar, pueda llenar ese vacío y encontrar diversas salidas
que le demuestren que al final, ese túnel que parecía no tener luz, si lo tiene y que
esos sueños que parecían apagarse, pueden encontrar otro rumbo y transformarse.

5
Marco teórico:

En relación a lo que denota el nombre “psicología del deporte” cabe señalar


que psique es sinónimo de mente. Y es por esto que este ámbito de la psicología, al
igual que en todos los otros, incluye a este aspecto tan esencial que se encuentra
inseparable del cuerpo. Así es, que los deportistas tienen que trabajar sobre su
mente, sobre cómo esta influye e interfiere en todo momento de su vida, más
precisamente en relación a lo deportivo. Cabe preguntarse ¿cómo se puede
dominar la mente en el deporte? ¿Cuánta preparación se le dedica a este aspecto?,
siendo que los factores psicológicos tienen un gran impacto en el rendimiento
deportivo.
El desarrollo y la preparación psicológica y emocional de los deportistas es
algo que no suele ser contemplado en la mayoría de los planes de entrenamiento.
En este sentido, la tarea de los profesionales de la psicología del deporte debería
estar orientada, entre otras cuestiones, a educar a los jugadores y entrenadores en
los principios de los aspectos mentales del deporte y proveer una estructura de
apoyo para ellos a medida que desarrollan sus habilidades para usar sus
pensamientos y emociones en su propio beneficio (Giesenow, 2007).
Es en relación a esto, que el profesional se ocupa de realizar diferentes
estrategias a través de técnicas específicas, teniendo en cuenta la singularidad de
cada caso y sus propias necesidades para que el deportista pueda lograr la mejoría
en su rendimiento y ayudarlo a conseguir su bienestar.
En efecto, es posible afirmar que la psicología del deporte es una disciplina
que adopta el método científico y las intervenciones están basadas en evidencia, es
decir validadas empíricamente. Partiendo de los fundamentos de la psicología del
deporte y el ejercicio físico Weinberg & Gould (1996) la definen como:

El estudio científico de las personas y su conducta en el contexto del deporte


y de la actividad física. Esta área de la psicología identifica los principios y
directrices que los profesionales pueden utilizar para ayudar a los niños y a
los adultos a participar en actividades deportivas y de actividad física y a
beneficiarse de las mismas. (p.8)

6
Es importante mencionar que esta disciplina se dedica a una amplia
población de sujetos que están inmersos en lo deportivo. Desde los niños que están
atravesando la etapa de iniciación deportiva hasta quienes tuvieron el privilegio de
llegar a competir en el alto rendimiento.
La Psicología del deporte, se nutre en su teoría y práctica, de la teoría
Cognitivo- conductual es por esto que los psicólogos con esta orientación asumen
que la conducta está determinada tanto por el ambiente como por las cogniciones,
por el modo en que la persona le asigna significado al mundo. Es decir, que no
responden a lo hechos en sí, sino que responden fundamentalmente a la
interpretación que hacen de ellos. Hacen énfasis en las cogniciones del deportista,
en la creencia de que el pensamiento es central en la determinación de la conducta
(Weinberg & Gould, 1996).
Por lo tanto no es puramente conductual (comportamental) o puramente
cognitivo (pensamiento), sino que es la conjunción de ambos. Es importante
destacar que la manera en que el individuo comprende el entorno, es decir, la forma
de cómo reacciona ante la experiencia, es crucial para entender cómo este
estructura el mundo.
Tal como afirman Keegan & Holas (2009) “La TCC se basa en la premisa de
que la cognición, la emoción y la conducta manifiesta son subsistemas
interdependientes. Así la modificación de cualquier subsistema inevitablemente
conducirá a cambios en los otros dos” (p.18).
Es por esto mencionado que diversas terapias actuales que pueden ser
descritas como TCC, comparten el supuesto de que el pensamiento media el
cambio en la conducta y que se puede lograr el cambio terapéutico a través de
técnicas que pongan a prueba la realidad del sujeto y corrijan las
conceptualizaciones disfuncionales. Por lo tanto la modificación de la cognición va a
interferir tanto en el cambio de la emoción como en el de la conducta (Keegan &
Holas, 2009).

7
Estado del arte:

En relación con la temática del presente trabajo existen diversas


investigaciones que desarrollan y profundizan aspectos vinculados con el retiro
deportivo, el trauma de la finalización de la vida deportiva, como así también las
diversas consecuencias que esto conlleva.
El deportista de alto rendimiento una vez que acarrea la etapa del retiro se
encuentra con que una parte de la que llevaba consigo, hoy no la tiene más,
despertando en él una sensación de vacío. Una de estas cuestiones tan marcadas
es el entramado que conforma al prestigio, al reconocimiento, al poder, al estatus,
ciertas variables con las que el deportista estuvo acostumbrado a convivir.
Tal es la particularidad que se sabe mucho de los futbolistas cuando están en
carrera, pero una vez que se retiran ¿qué ocurre?. González & Bedoya (2008)
afirman:

El retiro deportivo constituye uno de los procesos más trascendentes a los


que puede enfrentarse un deportista, debido a que en dicha etapa se
producen cambios físicos, psicológicos, sociales y económicos, entre otros.
Sin embargo estos autores destacan que no siempre se le presta la atención
que se debiera a este proceso a pesar de su relevancia, más aún si
consideramos el rol preponderante que ocupan los deportistas a nivel social,
sobre todo cuando alcanzan elevados estatus de éxito que por consecuencia
acarrean prestigio, atención del medio y reconocimiento, sin embargo
después del abandono deportivo esta situación cambia drásticamente (Citado
en Carter-Thuillier, B, et al, 2016, p.109).

En este sentido Cury et al. (2008) resalta:

Para la Federación Europea de Psicología del Deporte y Actividad Física


(FEPSAC, 1999) el fin de la carrera deportiva se puede convertir en uno de
los momentos más difíciles de la vida de un deportista, ya que el cambio en el

8
estilo de vida requiere una adaptación de los roles sociales y profesionales.
(Citado en, Lorenzo & Bohórquez, 2013, p.113).

La intensidad de cómo el deportista viva esta etapa va a depender del grado


de identidad que este tiene con el deporte y por ende las consecuencias que deberá
afrontar. Como mencionan los autores Rotella & Heyman (1991) “Los deportistas
vinculan, con frecuencia, su identidad al deporte, y de esta manera, cuando no
pueden practicarlo, el significado de su vida se tambalea en relación directa a la
importancia que el deporte tiene para ellos” (p.517). Giannone (2016) aporta al
respecto:

En otra investigación, en la que se analizó la relación entre identidad atlética


y el impacto en la salud mental después del retiro. Se encontró que una
identidad que está exclusiva y fuertemente ligada al deporte impacta
negativamente en la salud mental de los atletas, generando sintomatología
depresiva y un estado de ansiedad (Citado en Mendoza Llontop, 2019, p.27).

Otra investigación que desarrolla este tema, es la que menciona Roffe


(2019):

Según un estudio de la Asociación Internacional de Futbolistas Profesionales


del año 2016, el 35% de los deportistas retirados presenta síntomas de
ansiedad y depresión, el 18% padece malestares, el 28% alteraciones de
sueño y el 25% consume alcohol en exceso. (p.20)

Siguiendo con este pensamiento, durante este periodo tan significativo, el


atleta puede atravesar una crisis de identidad. La identidad es aquello que lo define
que le proporciona un rol, le otorga un significado y un sentido. “La identidad forma
un esquema afectivo y cognitivo organizado, a través del cual los sujetos interpretan
sus experiencias al tiempo que pueden ser alterados por estas” (Iacub, 2011,
p.144). Así, la crisis puede definirse como “cambio subjetivo que requiere un trabajo
de elaboración psíquica que dé cuenta de las transformaciones sucedidas” (Iacub,

9
2011, p.90). Implica una escisión, un límite, una ruptura, a un orden establecido
coherente.
Es en este periodo donde la subjetividad del atleta se transforma, y el ¿quién
soy? aparece como interrogante principal topándose el deportista con un vacío
existencial que le produce desorientación frente a la novedad de tener que
redefinirse, reorientarse y lograr adaptarse en esta “nueva vida”.
“Al momento del retiro, no solo se deja de ser un deportista, sino que se deja
de ser, dado que “el ser” se equipara a lo que que hago, porque lo hago desde muy
chico. Esto conlleva angustia y ansiedad” (Roffe, 2019, p.27).
En concordancia con lo anterior, los autores González y Bedoya (2008)
acentúan:

Es evidente que el cambio de actividad debido al retiro deportivo contraerá


una transformación compleja en la que se producirá un paréntesis en el ciclo
vital del individuo, una discontinuidad marcada por el fin de un rol asumido
como función primordial en la vida de las personas, enmarcándose el retiro
de la actividad deportiva como uno de los procesos más significativos a los
que debe enfrentarse un deportista. (Citado en Carter-Thuillier, B, et al, 2016,
p.107).

El deportista podrá salir de esta situación o podría quedarse estancado en


ella. Es por esto, que el atleta atravesará diversos estados en donde el objetivo
esperable es que pueda encontrar otra actividad que le produzca satisfacción y
placer y le devuelva aquello que alguna vez le proporcionó felicidad. En este sentido
es importante destacar el rol del psicólogo del deporte para poder hacer frente de
manera más exitosa a este momento vital. García-Naveira (2010) destaca:

La retirada deportiva es un proceso transitorio que, con frecuencia se inicia


con un sentimiento de pérdida y que, posteriormente, va hacia un crecimiento
personal y adaptación. El deportista debe de adaptarse a una nueva situación
para la que, en la mayoría de los casos, no estaba preparado. (p.263)

10
González y Bedoya (2008) afirman “La falta de preparación o anticipación a la
vida después de la práctica deportiva es uno de los factores principales en la
adaptación a la retirada” (p.65). Como menciona Roffe (2019) “para poder llevar
adelante esto es necesario trabajar en la prevención del “dia de despues”,
entendiendo por prevención la preparación anticipada para evitar riesgos para su
vida afectiva, social, laboral, financiera” (p.29).

11
Hipótesis:

El retiro deportivo genera una crisis de identidad en los deportistas de alto


rendimiento.
El retiro deportivo puede generar conductas compulsivas en los deportistas
de alto rendimiento.

Objetivos:

Objetivo general: Indagar acerca del proceso de la crisis de identidad que se


da en el período del retiro.
Objetivos específicos:
-Investigar cómo en algunos casos el retiro puede despertar excesos para
suplir la falta del deporte.
-Identificar la importancia que tiene el rol del psicólogo en la etapa del retiro
que atraviesa el deportista profesional.

Metodología:

El presente trabajo consistirá en un estudio de tipo exploratorio descriptivo


basándose en una revisión bibliográfica sistemática de artículos periodísticos de los
últimos diez años, en relación al retiro deportivo en ex futbolistas de alto
rendimiento, vislumbrando y resaltando las diferentes consecuencias que produce la
etapa de la finalización de la vida deportiva. Remarcando que si bien las
consecuencias pueden ser variadas y singulares de acuerdo a la persona y al caso,
hay un núcleo común que es el retiro patológico.

12
Desarrollo:

El trabajo y el no - trabajo:

El trabajo es un fenómeno trascendental en la vida de las personas y en el


desarrollo de las sociedades humanas. ​Alonzo (2011) ​plantea distintas categorías
donde se puede observar al trabajo como forjador de la identidad. Es tanto
facilitador de integración social, como soporte a nivel económico (lo que permitiría
cierta independencia), como categoría histórica (donde el trabajo te da un nombre
históricamente reconocido y valorado) y, sobre todo, a nivel psicológico, como
fuente de autorrealización, de sentido de pertenencia o de identidad​. El trabajo
entonces, podría pensarse como el principal generador de autoestima y satisfacción.
Asam (2006) señala:

El trabajo mediatiza la relación del hombre con el contexto social. De esta


forma, la inestabilidad laboral o el desempleo es percibido como una
situación estresante, lo que trae aparejado efectos que no afectan sólo la
dimensión económica, sino también los vínculos sociales, familiares y pone
en crisis el bienestar físico y mental de las personas. (Citado en, Hermida &
Castro, 2011, p.2)

La percepción que se tiene acerca del trabajo varía también de acuerdo al


género. En el caso del género masculino, el trabajo es un escenario donde la
masculinidad se pone en juego y en el caso de los deportistas, el momento del retiro
puede ser pensado como una jubilación temprana, que puede ser vista como la
pérdida de un recurso que le permite al sujeto alcanzar metas atribuidas a lo
masculino, perdiendo el medio principal de logros, el autoestima y la confianza.
Iacub (2014) señala que “el trabajo, así como tempranamente el deporte,
respalda un sentido de masculinidad porque crea múltiples oportunidades para que
un hombre se vea poderoso, seguro de sí mismo, competente y cumplir: “el sueño
del pibe” (p.4)

13
La falta de trabajo en el género masculino implica generar un duelo en la
imagen socialmente aceptada del hombre como proveedor, como sostén de la
familia. Es por eso que elaborar esta transición de rol es sumamente costosa dado
que la identidad está ligada especialmente al trabajo, por lo que puede generar
diversas consecuencias como la depresión, producto de la gran inversión
emocional. Por el contrario en las mujeres la desocupación no se equipara con el
sentimiento que se produce en los hombres, más bien por una cuestión de que la
mujer ocupa un lugar tanto de cuidadora como de trabajadora (Hermida & Castro,
2011).
En relación a esta cuestión, es importante destacar la singularidad de cada
caso y que cada sujeto vive esta situación de una manera particular que lo lleva a
reaccionar de diferentes modos. Al respecto, Schlemenson (2000) menciona que
existen tres tipos de reacciones que se pueden dar frente a la situación de
no-trabajo:

1. Algunos lo toman como una oportunidad de cambio, destacando los


aspectos positivos frente a la pérdida.
2. Otros poseen un fuerte apego afecto a los vínculos asociados al trabajo
que han perdido, motivo por el cual les resulta difícil aceptar la pérdida. Esto
dificulta su reinserción laboral, ya que suelen evitar la búsqueda de trabajo
por tomar al ambiente externo como un factor amenazante
3. La tercera reacción posible es la que se presenta en aquellos que niegan
la pérdida, debido a la profunda angustia que les generaría asumirla. Por este
motivo continúan actuando como si nada hubiera cambiado, lo que dificulta
realmente la búsqueda de un nuevo trabajo. (Citado en, Hermida & Castro,
2011, p.4)

Poder intervenir previamente con un plan de tratamiento a futuro es lo


principal, para poder ayudar al sujeto y beneficiarlo en este difícil proceso que está
atravesando, en este caso el deportista de alto rendimiento en la etapa del retiro.

14
El deporte como trabajo:

Hay diferentes modos de conceptualizar al deporte, ya sea como un hobbie,


como un trabajo, como un pasatiempo, como instrumento de la salud física y mental
etc.
Los deportistas se han identificado con esta práctica desde edades muy
tempranas. Hasta cierta edad el niño puede incursionar en lo que se denomina
multideporte, es decir que practica diferentes deportes y todavía no tiene la
necesidad de elegir uno. Cuando éste comienza a centrarse en un solo deporte,
dejando de lado los otros, es que se encuentra en la “edad de especialización”.
Blazquez Sanchez & Batalla Flores (1995) definen a la especialización
deportiva como “el entrenamiento orientado hacia un tipo de deporte determinado
para alcanzar las posibilidades individuales de alta prestación en un deporte”
(p.119). El deportista interesado en iniciar una carrera deportiva, tendrá la
posibilidad de que esta práctica que le brinda satisfacción y placer, también se
transforme en un trabajo, proporcionandole además un ingreso. Si el deportista
recibe pago por practicar el deporte, este se transforma en un trabajo, con las
características formales que posee cualquier trabajo, incluyendo salario y honorario.
Sin embargo, es un grupo minoritario de la población, quien tiene la habilidad
deportiva para poder hacer del deporte un trabajo (Ojeda, 2015).
Además, Jofre (2014) agrega “un deportista de alta competición puede llegar
a convertirse en un atleta profesional, pero para ello debe dedicarse de manera
regular a la práctica de su disciplina deportiva a cambio de una remuneración
económica, sirviéndole como medio de vida”. (Citado en, Mendoza Llontop, 2019,
p.20)

Y ahora, ¿Quién soy?:

Teniendo en cuenta que el trabajo suele ser parte esencial de la identidad de


la persona, el fin de la carrera deportiva en un deportista podría ser pensada como
un momento de refiguración, donde se ve cuestionado ​el ¿Quien soy?. Aquella
actividad que lo definía, deja de ser parte de su identidad y es necesario que surja

15
un nuevo orden para otorgar nuevamente sentido y dirección a la elaboración
narrativa del sujeto. Esto se da mediante la configuración, que implica una salida a
esa crisis mediante un nuevo equilibrio. Para que la configuración sea efectiva,
tendrá que ser acorde a la necesidad de cada sujeto y es importante tener en
cuenta que se trata de un momento de reelaboración identitaria, para poder de
alguna manera, aprehender como un todo las situaciones discontinuas e
incoherentes y darles un sentido.
La identidad narrativa son esos relatos que constituyen al sujeto y aparecen
como respuesta ante la pregunta del “¿quién soy?”. Frecuentemente el trabajo
aparece como réplica a esta pregunta y el quién soy se desplaza a un “¿a que te
dedicas?”, en donde el sujeto no puede definirse por fuera de su propia profesión.
Pero ¿Qué es el retiro?, ¿el retiro es sinónimo de fin? ¿es sinónimo de terminar?
El retiro es aquella etapa en donde se produce el fin de la carrera deportiva del
sujeto y se puede llegar a este momento por múltiples motivos: el proceso de
selección, la edad cronológica y la lesión. Estos tres factores traen aparejados
diferentes consecuencias. Ogilvie ​&​ Howe (1991) afirman:

Sea cual sea la causa de la retirada, cada sujeto se enfrenta a un periodo de


ajuste durante la transición de ser deportista a ser ex- deportista. Algunas
personas manejan esta transición con más éxito que otras, pero para la
mayoría, es un periodo de tiempo de dilemas existenciales y crisis de
identidad. (p. 526)

Este periodo le generará al atleta que sus respuestas emocionales y psicológicas


estén puestas en revisión, ocasionandole el abandono de sus antiguos medios de
autorrealización, buscando nuevas formas de establecer su auto - valía (Ogilvie &
Howe, 1991).
El futbolista de alto rendimiento se preparó durante toda su vida para poder
cumplir sus objetivos de manera exitosa, por lo que cuando le llega el momento de
ubicarse del lado de “ex”, aparece la sensación desesperante de no saber hacer
otra cosa, y de no poder definirse por fuera de esos límites. Todo se reduce en
“patear una pelota”.

16
Unas de las dificultades sociales más relevantes con la que se enfrenta el
deportista es la pérdida del reconocimiento social, vinculandose con un posterior
miedo al rechazo. Cabe resaltar esta pregunta, que generalmente puede resonar en
la mente de un deportista que está atravesando este momento tan significativo de
su vida: ¿Qué pasará con el reconocimiento y la admiración de la gente?. En
relación a lo planteado Ogilvie ​& ​Howe (1991) señalan “La pérdida experimentada
del reconocimiento social es uno de los cambios más inmediatos a los que debe
hacer frente; el atleta es rápidamente olvidado por los que una vez fueron sus más
ardientes admiradores y por el público en general” (p.533). En otras palabras Roffe
(2019) destaca: “retirarse es dejar aquello que los distingue de los demás” (p.27). El
deportista se topa con un vacío que es generado por la propia práctica deportiva.
Deja de ocupar el lugar de ser reconocido, idealizado, admirado y hasta en algunos
casos dejan de ser “ídolos”. Esa sensación de quedar olvidados, de pérdida de
autoestima es algo para lo cual el atleta no se ha preparado. Y ésta es una de las
grandes causas por la que algunos deportistas viven la etapa del retiro como algo
patológico. Tal es el caso de Julio César Toresani, quien luego del retiro padeció
diferentes consecuencias negativas que lo llevaron hasta el peor escenario: el
suicidio.
Luego de la finalización de su carrera deportiva se insertó como entrenador.
Desde ese lugar no logró el éxito deseado, como si lo fue en su época como
jugador, lo que dió paso a una pérdida del reconocimiento social, como así también
ser olvidado por aquellos que alguna vez lo habían admirado. Pero una cuestión
central es que hubo un cambio trascendental a nivel económico y es en este
momento donde el ex- deportista debe hacer frente a estas nuevas realidades. En
este caso sucedió, que Toresani se terminó quedando sin trabajo, lo que lo llevó a
sufrir un cuadro grave de depresión. Además se lo acusó de violencia de género
contra su pareja, por lo que tenía instalada una restricción perimetral, que le
prohibía ver a sus hijos. Recuperado de
https://www.clarin.com/deportes/futbol/dramaticos-ultimos-anos-julio-cesar-toresani-
despues-retiro-futbolista_0_ZlXDVNAau.html
En relación a lo mencionado se puede decir que el profesional a lo largo de
su carrera deportiva desarrolla un estilo de vida muy particular, el cual le da la

17
apariencia de que tendrá una vida segura y estable. Sin embargo es raro que el
atleta pueda mantener el mismo estilo de vida que había llevado como profesional,
por lo que se tiene que enfrentar a nuevas realidades.
Otro ejemplo a destacar es el de Claudio “Chacho” Cabrera quien luego de su
retiro manifestó la sensación de estar muy vacío por dentro. En relación a esto
recalca: ”El efecto que provocó el retiro en mí fue devastador". Recuperado de
https://www.infobae.com/deportes-2/2019/04/28/la-dramatica-confesion-de-una-ex-fi
gura-de-boca-y-river-pensaba-en-apuntarle-a-una-columna-de-la-panamericana/​.
Ogilvie & Howe (1991) destacan: “Hay poca preocupación por la terminación
de la carrera y la mayoría de los atletas no están preparados para enfrentarse a este
amplio aparato de problemas psicológicos, sociales y económicos que deben
encarar cuando su inevitable realidad les alcanza” (p. 543).
Esto nos lleva al siguiente factor a tener en cuenta, la planificación del retiro.
La posibilidad de tener planes preparados para el momento de finalización de la vida
deportiva, pensados con anterioridad, marca una diferencia a la hora de reinsertarse
en la sociedad a partir de un nuevo rol. Dicho esto, Roffe (2019) señala: “la
complejidad que atraviesen los deportistas en su retiro dependerá de los ajustes que
realice el/la deportista durante el periodo de transición de la actividad hacia el retiro,
y de qué estrategias lleve a cabo en el mismo” (p.28).

Lo normal y lo patológico:

El profesional, una vez que se retira, deja de realizar el deporte que


practicaba todos los días: el fútbol. Aquella actividad con la que se identificó desde
muy pequeño y con la que estuvo involucrado de manera intensa. Si bien, en
algunos casos se puede transitar el retiro como algo deseado y elegido, en otros
casos aparece como una etapa difícil de atravesar. En ambas situaciones aparece
el duelo frente a una pérdida.
Como menciona Freud (1915) Hubo una elección de objeto que produjo una
ligadura de la libido a una persona, y el abandono o desengaño de la persona
amada sacudió ese vínculo de objeto. La reacción normal sería quitar la libido del
objeto y desplazarlo a uno nuevo (duelo). En cambio la reacción patológica

18
(melancolía) es la total identificación con el objeto amado y perdido. La investidura
de objeto fue cancelada pero la libido libre no se desplazó a otro objeto sino que
cayó sobre el yo. De esa manera la pérdida del objeto se mudó en una pérdida del
yo, en donde ésta pérdida se lleva todo nuestro ser.
Siguiendo con lo planteado por Freud, es posible dilucidar que el retiro puede
ser normal o patológico. En un retiro normal, el sujeto atravesaría una secuencia de
reacciones emocionales que se pueden comparar con las que sufren los individuos
lesionados. Suinn (1967) describe cinco etapas secuenciales:

Etapa 1: el individuo sufre un choque y un entumecimiento caracterizado por


una ausencia de ansiedad con respecto a la lesión. Eso se debe a la
incomprensión de la gravedad y la permanencia de la disminución.
Etapa 2: hay una negación implícita. El individuo no está muy motivado para
participar en el tratamiento y se siente en exceso optimista con respecto a la
recuperación potencial.
Etapa 3: el individuo experimenta un aumento de su fragilidad emocional,
especialmente depresión y ansiedad.
Etapa 4: hay una adaptación parcial y una gradual aceptación de las
limitaciones corporales.
Etapa 5: el atleta se adapta y acepta la disminución y el individuo continúa su
vida. (Citado en Jerry, Capurro, & Stuopis, 1999, p.78)

En cambio, en el retiro patológico el sujeto se niega a afrontar la realidad e intenta


superar el trance a través de droga, alcohol, juegos de azar, violencia o suicidio. Lo
que Freud denominaría más que como duelo, como melancolía. En palabras de
Roffe (2019) “La pérdida, se lleva todo lo que somos, toda nuestra existencia, en
definitiva nuestro propio ser” (p.251). Esto le sucedió a Julio César toresani, quien
luego de retirarse no pudo sobrellevar esta etapa de una manera normal y lo llevó a
tener que enfrentarse con diversos obstáculos negativos, los cuales no logró sortear
de la mejor manera. Es preciso indicar, que en estos casos, producto de lo
recientemente mencionado, puede aparecer la depresión como respuesta. Y en este
ex-deportista fue así. Al respecto Roffe (2019) enfatiza:

19
Un sujeto depresivo no encuentra sentido a ninguna actividad de su vida,
queda a la espera de la “muerte”, lo perdido embarga completamente su ser.
Por eso es importante la ayuda psicológica, para prepararse para el retiro,
para empezar a transitar el duelo, para empezar a reconocer la pérdida que
se avecina y tener las herramientas necesarias para llevarla a cabo; para
procesar la muerte, “matar” lo que murió, permitiendo estar más vivos en el
próximo renacer (pp.252-253).

Siguiendo con esta línea, cabe resaltar que la persona deprimida tiene una
mirada negativa del sí mismo, del futuro y del mundo, lo que se denomina la “triada
cognitiva” (Keegan, 2007). La manera en la que el sujeto interpreta la realidad está
sesgada por el pensamiento negativo y es por esto que el estado de ánimo va a
estar influido por la significación que este le asigne a cada situación.
Sacco y Beck (1995) subrayan: “En todo los trastornos depresivos,
independientemente del subtipo, se pone de manifiesto la triada cognitiva y los
principales síntomas de la depresión (afectivos, conductuales, motivacionales y
somáticos) son vistos como la consecuencia directa de esta configuración negativa
del pensamiento” (p.2). Es por esto, que se pueden percibir diferentes errores
sistemáticos a las que las personas deprimidas acuden. Estos sesgos en el
procesamiento de la información son consecuencia de la activación de los
esquemas depresivos, con la particularidad de que estos son globales, rígidos y
están teñidos de un matiz negativo (Sacco & Beck, 1995).
Por lo tanto, se puede inferir que el sujeto se alejaría de los parámetros
saludables, entrando en un círculo vicioso que se va retroalimentando y pareciera
no tener salida. Al respecto Keegan (2012) señala: “Desde el punto de vista
cognitivo, la salud mental se asocia con la flexibilidad cognitiva” (p.53). Es por esto
que con ayuda de un profesional de la salud, esas ideas distorsionadas se pueden
contrastar con la realidad y de ese modo ayudar al paciente a flexibilizar su
pensamiento.

20
Llenar el vacío:

Es sabido que los deportistas de alto rendimiento tienen fecha de vencimiento


y sucede, que en la mayoría de los casos, el deportista se encuentra fuera del
campo deportivo casi de un día para el otro con la complejidad de haber estado
inmerso en una rutina tan estipulada por largos años de su vida. Por dicha cuestión,
es que se lo puede comparar con un jubilado, pero en este caso un “joven” jubilado.
Es así que todo jubilado atraviesa un proceso de cambio, y todo cambio implica una
transformación, una crisis, que debe ser superada, atravesada.
Cuando comienzan a ponerse en jaque las representaciones que el sujeto
tiene de sí mismo, es donde aparecen los quiebres en cómo la persona se relata y
estas crisis surgen cuando se tocan pilares centrales de la identidad del sujeto. Es
así, que el retiro en un deportista de alto rendimiento puede ser esa experiencia que
modifica la figuración que la persona tenía de sí mismo, de los roles y posiciones
que había ocupado hasta ese momento. Esto mencionado hace referencia a lo que
se conoce como el proceso de refiguración, en donde se pone en cuestión el “quien”
o el autor del relato o la acción, y es allí donde el sujeto se siente interpelado por el
nuevo contexto de significación y requerirá de una reelaboración identitaria.
Para el atleta es difícil poder dejar atrás la intensidad con la que siempre se
manejó y poder adaptarse a un nuevo estilo de vida.
Una vez que ingresa en este mundo del fútbol, en donde reinan el prestigio,
el talento, la competencia y la fama, deja de lado muchos aspectos de su vida
personal que parecen carecer de sentido. Y cuando este mundo de riquezas y de
pasión llegan a su fin, el deportista se topa con un vacío tan profundo, que
necesitará suplirlo, con alguna otra actividad que le proporcione las mismas
sensaciones que le generaba el deporte. Son las conductas compulsivas, la
agresión o la violencia, lo que le provee al deportista la misma adrenalina que le
generaba el deporte. Por lo que en muchos casos, incursionan en este mundo de
las adicciones para poder sentir, por lo menos algo, de lo que alguna vez pudieron
vivir.
Siguiendo con el caso mencionado anteriormente de Julio César Toresani. En
el diario Clarín salió una publicación donde se menciona que el “Huevo” había sido

21
trasladado a un hospital por un cuadro de intoxicación, luego de haber ingerido
pastillas y alcohol producto de su severa depresión. Recuperado de
https://www.clarin.com/deportes/futbol/dramaticos-ultimos-anos-julio-cesar-toresani-
despues-retiro-futbolista_0_ZlXDVNAau.html​. Otro caso que ilustra esta cuestión es
el de Matías Almeyda (2020) quien en una entrevista afirmó:

Me deprimí al dejar el fútbol y también tuve serios problemas con el alcohol.


Dos veces me descompuse; hubo que llamar a la ambulancia. Cuando entras
en depresión, ya no sos vos y no valoras al de al lado. Te encierras y no te
quieres ni a ti mismo. Quería romper todo, era algo que me salía del alma.
Recuperado de
https://bolavip.com/concacaf/Matias-Almeyda-revelo-que-sufrio-una-fuerte-de
presion-tras-retirarse-como-futbolista-20200421-0034.html​.

El sujeto deprimido, anhela volver a tener la vida que alguna vez tuvo y desea
volver a ser ese que en algún momento fue. Remarcando la incertidumbre de qué
sucederá cuando ya el deporte no es el medio total de autorrealización.
Otro caso a destacar es el de Mané Garrincha, quien rodeado de fama y
bebidas termina acabando su vida por exceso de alcohol. Arevalo (2014) señala:
“Su especial adicción al alcohol, le destruyó en lo personal toda la historia de éxito
que había construido. (...) Su vida después del retiro fue la mayor parte en la
indigencia y el olvido”. Recuperado de
https://www.las2orillas.co/mane-garrincha-el-delantero-brasilero-que-murio-en-el-ab
andono/
Tal es el caso de Christian Vieri, quien luego de haber vivido una exitosa
carrera, perdió más de 16 millones de euros entre apuestas y malos negocios. Lo
que lo llevó a atravesar una quiebra y a declararse en bancarrota provocada por su
adicción al poker. Recuperado de
https://www.latercera.com/el-deportivo/noticia/la-escandalosa-vida-christian-vieri-tras
-retiro/100592/​. y
https://www.futbolprimera.es/2017/04/02/ruina-retiro-dorado-resurgir-vieri

22
La ludopatía aparece como alternativa para poder suplir las sensaciones de
adrenalina generadas por el deporte, es una consecuencia negativa que ubica a la
persona en una situación de siempre querer ir por más y estar inmerso en un “juego”
el cual no tiene punto final.
Otro de los nombres que resuenan en relación a estas problemáticas
mencionadas es el de Pedro Damian Monzon, quien estuvo cerca del suicidio por
su adicción a las drogas y que cuenta que quien lo salvó fue Diego Maradona.
Recuperado de
https://www.filo.news/deportes/La-dura-historia-de-vida-de-Pedro-Monzon-como-Mar
adona-lo-salvo-del-suicidio-20171013-0045.html
"Yo tenía muchas ganas de suicidarme, estuve a punto de hacerlo durante
muchos años. Me había separado, tenía un local y vivía ahí. Tenía una sola silla,
estaba mal económicamente, no tenía nada: apenas para comer y, a veces, no",
recordó sobre ese tramo de su vida tras el retiro del fútbol​. ​Recuperado de
https://www.infobae.com/deportes-2/2017/10/13/el-duro-relato-de-pedro-monzon-so
bre-el-dia-en-que-diego-maradona-lo-salvo-del-suicidio-tenia-la-pistola-en-la-mano-y
-no-lo-hacia-nunca/
Estos ejemplos demuestran que el jugador intenta recuperar lo perdido a
través de estas conductas. Pero buscar aquello que alguna vez se perdió de este
modo no es productivo ya que la conducta se retroalimenta en un círculo vicioso. La
importancia de poder sustituir lo que no ya no está de una manera sana, con ayuda
de un profesional, es lo que marca la diferencia a la hora de poder transitar esta
etapa de una manera normal y no patológica. ​María García (2019) señala al
respecto:

Sin embargo, esto se vuelve peligroso para un deportista de élite el día


después de su retiro, sobre todo si no quiere o no logra aceptar que quizá
ninguna otra actividad laboral le proporcionará los mismos niveles de
adrenalina o una sensación idéntica de superación como lo hacía el
entrenamiento permanente y las conquistas merecidas en el deporte.
Precisamente por ello, para muchos deportistas la ‘nueva vida laboral’
requiere un esfuerzo mucho más psicológico y emocional que estrictamente

23
físico. Recuperado de
https://eresdeportista.com/deportes/mas/deportista-elite-dia-despues-situacio
n-laboral/

El comienzo de un final anunciado:

La problemática del suicidio pareciera ser un tema difícil de explicar,


considerando que el ser humano ha evolucionado para garantizar su supervivencia,
por lo que el suicidio viene a consumar contra dicha cuestión. Supone un atentado
para la vida, por lo que las sociedades son presas del miedo, escondiendo los
hechos y respondiendo con el arma más peligrosa: el silencio.
Se puede definir al suicidio como un “fenómeno complejo, en el que intervienen
factores psicológicos, sociales, biológicos y ambientales” (Leiman & Garay, 2017,
p.261).
La conducta suicida no se caracteriza por estar orientada a valores, por
ofrendar la vida por un valor altruista. Sino más bien, a la evitación de experiencias
dolorosas, tanto físicas o psicológicas que le generan al sujeto una visión
desalentadora del futuro, causandole una profunda desesperanza en la que no
creen que haya nada mejor que esperar. Por supuesto tener esta mirada resulta
desadaptativo, dado que no hay nada que pueda garantizar como será el futuro.
El suicidio tiene componentes culturales que están directamente relacionados
con el género, por lo que hay ciertos roles particulares que se esperan que cumpla
tal o cual género a la hora de encarar su papel de vida (Rosado Millán; García
García; Alfeo Álvarez & Rodríguez Rosado, 2014).
El género masculino por largos años estuvo encasillado en cumplir la función
del “sostén familiar”, siendo el proveedor de los recursos. Es en el trabajo donde el
macho pone en juego todos sus dotes, y crea su propio escenario en donde se
vuelve competente, por lo que tiende a definir su valía personal en función de su
empleo, viviendo el desempleo o la jubilación como una amenaza muy fuerte a su
autoestima. Ocasionándole un derrumbe sobre el ideal que tienen de sí mismos
tanto como el ideal de lo que la sociedad espera de él, provocandole un sentimiento
de inferioridad ante otros hombres, o ante su propio ser.

24
Esto mencionado nos lleva a poder relacionar al deporte con esta
problemática. El deportista de alto rendimiento, despliega sus cualidades a lo largo
de su carrera, siendo reconocido por lo que “hace” y no por quien “es”. Cuando tiene
que abandonar el medio en donde podía desplegar sus infinitos dotes, se encuentra
en una situación donde tiene que enfrentar una pérdida, la cual en muchos casos
aparece la frustración por no poder elaborarla. Es como se ha mencionado
anteriormente, que el atleta puede comenzar a atravesar diferentes consecuencias
negativas. Cabe volver a destacar el paradigmático caso de Julio César Toresani,
quien luego de atravesar una depresión severa, decide enfrentar esta situación
mediante el medio más catastrófico: el suicidio. Horas previas a su muerte, publica
en su estado de WhatsApp un mensaje que hace alusión a esta situación. "Llegó el
momento, demasiado la espera". Recuperado de
https://www.clarin.com/deportes/futbol/dramaticos-ultimos-anos-julio-cesar-toresani-
despues-retiro-futbolista_0_ZlXDVNAau.html
Existen diversos casos que ilustran que el suicidio en los deportistas retirados
es un tema latente, el cual debe tener la atencion que se merece. Así como también
en diversos deportistas que están comenzando su carrera o bien hace un tiempo
que la empezaron, terminan su vida con el sucicidio producto de las presiones
sociales, del entorno, así como también por la historia personal del sujeto. “El fútbol
y otros deportes, en el afán de producir resultados que conlleven dinero y
ganancias, descuidan a la persona deportista” (Roffe, 2019, p.259)

¿Hay vida después del deporte?:

Desde que el deportista comienza su carrera como profesional, hasta el


momento en que la finaliza, es importante que esté acompañado de un psicólogo,
para que este pueda ayudarlo, orientarlo y contenerlo en este proceso. Según la
Real Academia Española “Ayudar” significa prestar cooperación. Pero también
significa valerse de la cooperación o ayuda de alguien. El psicólogo del deporte,
será quien ayude y acompañe al deportista brindándole herramientas significativas
para que pueda hacer frente a la etapa del retiro de la mejor manera. Pero la otra
cuestión sumamente relevante a destacar, es que el deportista se deje ayudar. Tal

25
como lo plantea la definición, no solamente la ayuda tiene un canal unidireccional,
sino que es bidireccional, implicando tanto al psicólogo como al deportista.
Poder prepararse para esta etapa y prevenir las consecuencias que conlleva,
es lo que va a marcar el futuro del profesional. Encontrar otra actividad que le
genere placer al sujeto, que pueda proyectarse en otro rol y que se pueda reinventar
y superar la situación es indispensable, pero al mismo tiempo muy difícil. Cabe
preguntarse: ¿Cómo hacer para que una persona que se dedicó full time durante
años de su vida a una misma actividad, pueda incursionar en otra nueva y que
encima ésta le agrade? Tal como menciona Roffe (2019) “nuestra labor como
psicólogos ha de dirigirse hacia la prevención de la conformación de una identidad
estrechamente relacionada con el deporte practicado por el deportista” (p.30). De
este modo, que el sujeto no perciba al deporte como lo único de su vida, resultará
importante para que pueda tener otras áreas de interés. Por ejemplo, que el sujeto
estudie mientras es jugador profesional, no solo le brindará otros conocimientos y
saberes sino que le abrirá una puerta para el futuro, como preparación, prevención,
para que luego de la finalización de su etapa como jugador, tenga otra motivación
en su vida. El encuentro con otra actividad le proporcionará al sujeto un panorama
abierto para lo próximo, para prepararse para el dia de mañana. En donde de
manera progresiva el atleta se irá haciendo la idea de que el fútbol en algún
momento concluirá y que no es para siempre.
Es por esto mencionado, que uno de los objetivos fundamentales es que el
sujeto pueda “renacer”. Cuando algo termina, una parte del ser de la persona
muere, se pierde, se va. La persona intentará buscarlo, volver a ser aquella persona
que una vez pudo ser. Recuperar lo perdido. Pero lo esencial es enseñarle al
deportista a mirar para adelante, a encontrarse nuevamente con él mismo, a
reinventarse y llenar el vacío, y como se mencionó anteriormente a “renacer” a
volver a empezar, a darse otra oportunidad, a descubrirse, a crecer y por sobre
todas las cosas a intentar, poder probar una y mil veces hasta encontrar algo en lo
cual se pueda identificar y que pueda tomar de sus experiencias pasadas todos los
conocimientos adquiridos, para luego poder encarar un futuro lleno de posibilidades.

26
Comentarios y discusiones:

A partir del recorrido realizado en el presente trabajo es importante resaltar


algunas cuestiones a tener en cuenta.
En primer lugar, el papel central que tiene la identidad ligada con el deporte
es crucial para poder predecir la gravedad de la crisis que el deportista atravesará o
no a la hora de enfrentarse al retiro. La ausencia de criterios por parte del deportista
de poder preguntarse por qué participa en el deporte es lo que lo lleva a que se
identifique exclusivamente con esta práctica. Para que esto no suceda, es
indispensable que el joven desde pequeño pueda estar en contacto con diferentes
actividades que también le produzcan felicidad y placer.
En este sentido, el deportista a la hora de enfrentar la etapa del retiro podrá
aferrarse a otras situaciones para poder salir airoso de la mejor manera posible,
volcando su energía en otras cuestiones que le recuerden el placer de estar vivo.
Por el contrario, como se observó en los ejemplos mencionados de diferentes
futbolistas de alto rendimiento, si bien todos presentan consecuencias diferentes a
la hora atravesar este cambio del rol interpersonal, tienen un núcleo psicopatológico
común, que es que todos presentan crisis de identidad que se vuelve patológica,
llevando al sujeto a enfrentar escenarios no deseados.
Es así, que la psicología del deporte manifiesta la importancia de la
prevención, para trabajar con el deportista la futura retirada, fomentando el estudio,
buscando otras tareas de interés y educandolo para que pueda vivir esta etapa
como una más.
Esta problemática actualmente sigue vigente como una cuestión de relevante
importancia a ser tratada. Si bien no es únicamente la persona del deportista quien
debe estar preparado para poder vivir esta etapa de una buena manera, es
indispensable el trabajo en conjunto en tanto institución, psicólogo y deportista para
que pueda tener contención, aun cuando esta práctica deportiva no cumple la
misma función que en aquellos momentos.
Hoy en día, se siguen escuchando con total naturalidad que los atletas una
vez que finalizan la etapa deportiva, se sienten desamparados, intentando ellos

27
mismos de poder suplir esa falta con las peores alternativas posibles.
Encontrándose solos, enfrentándose al vacío.
Naturalizar, esta cuestión es seguir estando callados, y no visibilizar las
grandes tragedias que puede ocasionar el retiro. Actualmente no hay numerosos
programas sólidos que puedan ofrecerles una red de contención a aquellos
futbolistas retirados. Por lo que es importante seguir vislumbrando este tema y hacer
visible lo invisible. Pero ¿Alcanza con decir todo esto?

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