Nietzche en El Modernismo

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Los posibles caminos de Nietzsche en el modernismo

Author(s): Thomas Ward


Source: Nueva Revista de Filología Hispánica, Vol. 50, No. 2 (2002), pp. 489-515
Published by: El Colegio De Mexico
Stable URL: http://www.jstor.org/stable/40300323
Accessed: 23/11/2010 18:57

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LOS POSIBLESCAMINOSDE NIETZSCHE
EN ELMODERNISMO
A la memoriadeLuis Eyzaguirre

Es común calificaral modernismocomo un movimientocaren-


te de compromisosocial.Algunos críticoshan alimentadoesta
idea, como Guido RodríguezAlcalá,quien atirmaque, por el
"cultode la subjetividad" , los modernistasno pudieron "hacer
una críticaradicaldel sistemavigente"1.A su vez,John Beverley
y MarcZimmermansostienen que los modernistasrechazaron
la idea de un arte y una literaturaal servicio de la política2.
Antonio CornejoPolar coincide con esta observacióncuando
describe la predilección finisecularpor la estética como una
tendencia elitista;para los modernistas,dice, su lenguaje era
"el que mejorpodía representara la nación o a su sector más
ilustrado"3.La búsquedaestética,me parece, no representane-
cesariamenteuna posturaantisocialni hegemónica, aunque sí
puede ser una reaccióningenua. Creo que es necesario,ante la
confusión que provocanafirmacionescomo las que revisamos,
indagaren el significadodel modernismo.
GerardAching opina que la estéticapuede exponer y deter-
minaralianzaspolíticas4,a esta expresión tendríamosque aña-
dir la críticaa las actitudesburguesasy al sistemaeconómico.
1En tornoal "Ariel"
deRodó,Criterio Ediciones, Asunción, 1990, p. 25; las
cursivas son suyas.
2 Literature and
politics in the Central American revolutions. University of
Texas Press, Austin, 1990, p. 42.
3 Escribir en el aire.
Ensayo sobrela heterogeneidadsocio-cultural en las literatu-
ras andinas, Editorial Horizonte, Lima, 1994, p. 160; las cursivas son suyas.
4 The
politics of Spanish American "Modernismo":By exquisite design, Cam-
bridge University Press, Cambridge, 1997, p. 3.

NEFH, L (2002), núm. 2, 489-515


490 THOMASWARD NRFH,L

En cuentos tan esteticistascomo "Elrey burgués"y "Elvelo de


la reina Mab",del joven Rubén Darío, subyaceuna doctrina
abiertamenteantimaterialista.Seríadifícil sostenerlo apolítico
de sus poemas posteriores,como "Salutacióndel optimista"y
"ARoosevelt";tampocopodemos dejarde pensaren José Martí
y ManuelGonzálezPrada,quienes fueron abiertamentepolíti-
cos, ni en José EnriqueRodó, el polemistamodernistapor an-
tonomasia;no tiene sentido generalizarlo "asocial"de estos
autores. Aunque sus composiciones brillan de una manera
nueva con sus abundantesimágenes atrevidas,sería un error
catalogarlosexclusivamentecomo estetizantes,y menos aún co-
mo representantesde la oligarquía.
El modernismo responde a la industrializaciónde la socie-
dad, cuyas característicasfueron el auge de la burguesíay la
profesionalizaciónde las letras.Paralos poetas, según precisa
AlbertoJulián Pérez, el "modernismoes la clave para salir del
atrasocultural,la marginacióndel mundo neocolonial latino-
americano,al menos, si no en la práctica,en la solución ima-
ginaria que propone el arte a sus necesitados lectores"5.Sin
embargo,como explicaMariátegui,"laburguesíaquiere del ar-
tistaun arte que cortejey adule su gusto mediocre"6.Dado que
el elogio de lo ordinariono tiene cabida en la grandezaartís-
tica, los modernistasdeciden encerrarse.IvanA. Schulmanex-
plicael resultadode la relaciónentre aquellasociedadindustrial
y el artistaidealista:"Debilitadaslas normasy tradicionesanti-
guas por el positivismoy las ideas de la nueva ciencia experi-
mental, el artistase sentía aisladoy marginadoen una cultura
burguesaque lo convertíaen un instrumentomediocre.. ."7.
En un ambiente hostil al arte, el escritorse esforzópor cul-
tivarla belleza,atacadapor ese mundo mecanizado,y expresar,
de manera sutil, comentariossociales.Tuvo que tomar ciertas
precaucionespara protegerse, creó mundos imaginarios,pro-
tegidos del comercialismo;a esta condición de alejamientose
podríallamarelitismo o hedonismo sólo si se olvidaque repre-
sentaba, asimismo, una postura defensiva que guardaba los
ideales artísticosy filosóficosde un mundo amenazante.Fue la

5 La
poética de Rubén Darío. Crisispost-románticay modelos literarios modernis-
tas, Orígenes, Madrid, 1992, p. 74.
6 El artistay su época,10aed., Empresa Editora Amauta, Lima, 1985, p. 13.
7 "Modernismo/modernidad: metamorfosis de un
concepto", Nuevos
asediosal modernismo, ed. I. A. Schulman, Taurus, Madrid, 1987, p. 21.
NRFH, L ENELMODERNISMO
NIETZSCHE 491

reacciónfrente a una realidadque cadavez tenía menos senti-


do. Aching señala otro aspecto positivo de este "torremarfilis-
mo":facilitabacierta objetividaden el análisisde la sociedad8.
En un ambiente modernistalos escritorespodían decir cosas
que no se hubieranaceptadode otro modo.
No es mi intención, sin embargo,insinuarun modernismo
único. Comúnmentese aceptan dos tendencias:una decaden-
te, otra mundonovista,de acuerdo con José Miguel Oviedo9;
una cosmopolita,otra americanista,según Aníbal González10.
Tampoco existe un modernismo puro, como reconoce Max
HenríquezUreña, "en el movimientomodernistacabíantodas
las tendencias"11:
romanticismo,positivismo,realismo,naturalis-
mo, krausismo,paganismo,cristianismo,panteísmo,renanismo,
parnasianismoy simbolismo12.Entendemos así que el moder-
nismo es complejo y, dadas sus diversasfuentes, se desarrolló
en tendenciasdistintas.
Hastaépoca muyreciente se distinguióa ManuelMachado,
Juan RamónJiménez y el primerValle-Inclánde escritoresco-
mo Unamuno, Antonio Machado,Barojay Azorín13,es decir
que se opuso el eticismoal esteticismo.En lo que toca a estavi-

8 Op. cit., p. 16.


9 "The modern essay in Spanish America", TheCambridge historyof Latin
America,eds. R. González Echevarría & E. Pupo-Walker, Cambridge Univer-
sity Press, Cambridge, 1996, t. 2, p. 366.
10
"Literarycriticism in Spanish America", The Cambridgehistoryof Latin
America,t. 2, pp. 444-445.
11 Brevehistoria del modernismo,F.C.E., México, 1954,
p. 17. Allen W.
Phillips vuelve a repetir esta característica sintética del modernismo en "El
arte y el artista en algunas novelas modernistas", RHM, 34 (1968), p. 757.
12Véanse, para el romanticismo, Pérez, op. cit.;positivismo, Luis Eyzagui-
rre, El héroeen la novela latinoamericanadel siglo xx, Editorial Universitaria,
Santiago de Chile, 1973, p. 26; naturalismo, Henríquez Ureña, op. cit., p. 17;
krausismo, Richard A. Cardwell, "JuanRamón, Ortega y los intelectuales",
HR, 53 ( 1985) , 329-350 y TomásG. Oria, Martíy el krausismo,Society of Span-
ish and Spanish-American Studies, Boulder, CO, 1987; panteísmo, T. Ward,
"El pensamiento religioso de Rubén Darío: un estudio de Prosasprofanasy
Cantosde vida y esperanza, Revlb, 146/147 (1989), 363-375; renanismo, G.
Rodríguez Alcalá, op. cit., pp. 59-63; y simbolismo, José Emilio Pacheco, "In-
troducción", Antologíadel modernismo,1884-1921, UNAM, México, 1970, t. 1,
p. xviii.
13Los estudios recientes se han liberado en algo de esta tendencia. Aho-
ra, cómodamente se incluye a Valle-Inclán en la Generación del 98. Véanse,
por ejemplo, los estudios recogidos en La Generacióndel 98frenteal nuevofin
de siglo,ed. J. Torrecilla, Editions Rodopi, Amsterdam-Atlanta, 2000.
492 THOMASWARD NRFH,L

sión, la actitudde GuillermoDíaz-Plajaes representativa:para


él, lo ético representa"uninstrumentode mejoríade la huma-
nidad" mientras que el esteticismo se orienta "haciala sen-
sación"14.En esta línea, Beverleyy Zimmermancuestionan el
carácterelitista,formalistay apolítico del modernismo penin-
sular con respecto a la Generación del 9815.Constituiríaun
descuido, me parece, negar las ideologías sociales en los este-
tas, pues es posible la estéticacon ideología.
Los esfuerzos de catalogación y diferenciación tienden a
negarlas corrientesfilosóficasy socialesque definen a las litera-
turas.Desde el principio,Federicode Onís rechazóeste tipo de
división.Según él, el modernismono fue una escuelani un mo-
vimiento,sino una época "anárquica,críticae innovadora"que
resultó de una "honda transformaciónhistóricaque se inició
en el mundo hacia 1885"16.Al concebir el modernismo como
un momento histórico, Onís ofrece la única forma de enten-
derlo: un conjunto de corrientes literarias,filosóficas,econó-
micasy sociales que estuvieronen boga durante el penúltimo
fin de siglo17.En el presente estudio me centraréen la relación
del modernismocon la filosofía,y, más específicamente,con la
figurade FriedrichNietzsche.
A pesarde sus rasgosestetizantes,el modernismofue capaz
de tener una visión filosófica que se manifestóen un lenguaje
embellecido artísticamente.Juana Sánchez-Geyobserva que
mostró un "deseo de belleza"sin dejar de ser "convincentey

14Modernismofrentea Noventay Ocho,Espasa-Calpe,Madrid, 1951, p. 11.


15
Op. cit., p. 55. Las últimas aperturas en esta polémica (modernismo-
Generación del 98) se resumen en Gonzalo Sobejano, "Auge y repudio del
98", La crisisespañoladelfín de sigloy la Generacióndel 98. Actasdel SimposioIn-
ternacional,eds. A. Villanueva y A. Sotelo, Universitat de Barcelona, Barcelo-
na, 1999, pp. 15-31. Importante en la reconceptualización del modernismo
será Nelson Orringer, "Taming the swan: Redefining Hispanic modernism
in the world context", SoutheasternQuarterlyReview,de próxima aparición;
su "Introduction to Hispanic modernisms", BHS, 79 (2002), 133-148 tam-
bién es útil.
16
"Contemporaneidad de González Prada", RHM, 4 (1938), 5-7; esp.
pp. 5-6.
17 Otros escritores han
adoptado esta postura. Véanse Manuel Pedro
González, Notas en tornoal modernismo,UNAM, México, 1958; Ricardo Gu-
llón, Direccionesdel modernismo,Gredos, Madrid, 1963, e Ivan A. Schulman,
"Reflexiones en torno a la definición del modernismo", Martí, Darío y el
modernismo,eds. I. A. Schulman y M. P. González, Gredos, Madrid, 1969,
pp. 23-59.
NRFH, L ENELMODERNISMO
NIETZSCHE 493

profundo en las ideas"18.Al contrariode lo que sostiene Díaz-


Plaja19,entre todas las corrientes doctrinarias,el nihilismo es
uno de los elementos primordialesen la ideología modernista.
Tal confluenciafue aparenteen el año de 1905 cuandoJosé de
la Riva-Agüeroubicó el auge del simbolismoy el decadentismo
"en plena fiebre del nietzscheanismo"20.No sorprende entonces
que para Gonzalo Sobejano la tendencia "queperviveen Darío
con más consecuencia"sea el aristocratismonietzscheano21.
Seis años antes de la muerte del filósofo, Daríointentó corregir
tal omisión, elogiándolo en uno de los variadosartículosque
aportó a La Naciónde Buenos Aires.El poeta nicaragüensead-
miraba al filósofo prusiano y lamentaba que no recibiera la
atención adecuada:"¡Tristesuerte la de Nietzsche!Durantesu
vida-su vidamoral-, sus trabajosno logranla boga y el triunfo
que él ambicionaba.. ,"22.Huelga decir que el nietzscheanismo
de Darío no siempre es positivo pues desemboca en temor al
final de Cantosdeviday esperanza,cuando el poeta, sufriendo
del Weltschmerz, pide a Dios que libere a la humanidad de los
"superhombresde Nietzsche"23.
Estavacilacióncon respecto a la figuradel filósofo se da en
otros intelectualesmodernistas,como por ejemplo en Rodó y
en GonzálezPrada.El uruguayo,a pesar de dudar de ciertos
elementos del nietzscheanismo,reconoce el poderoso impacto
del filósofo, "quetan profundo surco señala en la que podría-
mos llamarnuestramoderna «literaturade ideas»..."24.Como
he dicho en otro lugar, el autor de Páginaslibresmuestrauna

18"Elmodernismo filosófico en América", CuA,1993, núm. 41, p. 110.


19Según el famoso crítico, "esevidente que Nietzsche interesa a la menta-
lidad intervencionista y pedagógica del Noventa y Ocho, tanto como repugna
al modernismo".En el mismo lugar afirmaque los modernistasprefieren a Ver-
laine sobre el filósofo germánico (cf. G. Díaz-Plaja,op. cit, p. 175).
20Carácterde la literaturadelPerúindependiente, Librería Francesa Científi-
ca Galland, Lima, 1905, p. 234.
21Nietzschey España, Gredos, Madrid, 1967, p. 203.
22"Losraros: Nietzsche", EscritosinéditosdeRubénDarío,ed. E. ELMapes,
Instituto de las Españas, New York, 1938, p. 54. Este ensayo no llegó a in-
cluirse en el libro Los raros.
23R. Darío, Poesíascompletas,Editorial Claridad, Buenos Aires, 1987, t. 2,
p. 576.
24
José Enrique Rodó, Arielcon Calibánpor Roberto Fernández Retamar,
ed. Abelardo Villegas, SEP-UNAM,México, 1982, pp. 46-47. En adelante, las re-
ferencias a este texto serán por autor y página entre paréntesis en el texto.
494 THOMASWARD NRFH,L

relación de atraccióny repulsión con respecto a Nietzsche25.


Aun con la recepción parcialdel filósofo prusiano,su influen-
cia fue sustancialporque cuando los modernistasno partíande
su filosofía,reaccionabanen contrasuya.
El impacto que Nietzsche tuvo en Españafue tan profundo
que Sobejanodedicó un tomo grueso al tema, sin agotarlo.Co-
mo he señalado en otro momento, la estéticamodernistade la
Sonatade otoñode Valle-Inclánorganizala filosofía nihilistade
Nietzsche26.Adelantecomentaréalgunospormenoresde su re-
cepción en la Penínsulaaunque, como Sobejanodejaa un lado
a todas las figurashispanoamericanas(con la excepción nota-
ble de Darío), quisieraconcentrarmeen ciertos rumbosnietz-
scheanos en las Americas,sin omitir del todo a España,sobre
todo cuando sirvade punto de comparación.
Es conveniente preguntarnos,antes de continuar,cómo un
escritoralemán pudo tener tantainfluencia en Hispanoaméri-
ca, donde las primerastraduccionesde su obra se publicaron
años después de sus ediciones alemana,francesay española.La
primera traducción, publicada por el novelista Xavier Ica-
zajr.27,en 1919,se encuentraen el número 1 del tomo 10 de la
revistamexicana Cultura,y apareciócon el título Federico Nietz-
sche.La obra es una selección de los capítulos de Así hablaba
Zaratustra, traducciónde un talJuan Fernández(véaseinfra)28.
En seguidaaparecierondos traduccionesen Argentina:Opinio-
nes (1922) y Wagner:combatidoporNietzsche(1924)29.
Estasfechas, 1919-1924,son demasiado tardíaspara consi-
derarlas como fuentes para la mayoría de la producción
modernistahispanoamericana.Lo que sí encontramosson ar-
tículos críticosinterpretandolos libros publicadosen Europa.
25ThomasWard, La
anarquíainmanentistadeManuel GonzálezPrada,Uni-
versidad Ricardo Palma-Editorial Horizonte, Lima, 2001, pp. 177-187.
26T. Ward, "La Sonata de otoño:un hito en el desarrollo hacia el nihilis-
mo activo", NRFH, 34 (1991), 1051-1065. Investigaciones posteriores pue-
den encontrarse en RamónEspejo-Saavedra,"Entre el mito y la desilusión: el
discurso histórico simbolista de Águila de Blasón y Romancede lobos',Hecho
Teatral,1 (2001), 37-53. Un nuevo acercamiento a Nietzsche y España se
ofrece en Gonzalo Navajas,"Laética del 98 ante el siglo xxi: de Unamuno a
Antonio Muñoz Molina", en La Generacióndel 98 frente...
27 Icaza fue autor de novelas
psicológicas y regionalistas como Dilema
(1921), Gentemexicana(1924) y PanchitoChapopote(1928).
28FedericoNietzsche,ed. Xavier Icaza,Jr., Editorial México, [México] , 1919.
29
Opiniones,Buenos Aires, 1922 y Wagner,Claridad, Buenos Aires, 1924
(Lospensadores,año 2, núm. 78).
NKFH, L ENELMODERNISMO
NIETZSCHE 495

Tanto Darío como Rodó comentaron la obra de Nietzsche, el


primero en el ya citado ensayo porteño (1894) y el segundo
en su influyenteAriel(1900). El "Nietzsche"de Darío refiere a
"ensayosy estudios","recuerdosy biografías"sobre el filósofo.
Además,el poeta cita largamentea la hermanadel filósofo, Eli-
sabeth FórsterNietzsche30,quien concluía en aquel momento
un experimento socialistaque duró ocho años en el Paraguay.
En este artículo,que parece haberse escrito bajo las presiones
de las fechas límite que caracterizanal periodismo, Darío re-
produjoun largo párrafodeJorge Brandesy sugirióa sus lecto-
res que leyeranlas versiones originales,o las traducciones,de
Nietzsche.En especialrecomendó el estudio de HenriAlbert31.
Dos años más tarde aparecióDe sobremesa, novela nietzscheana
del colombianoJosé Asunción Silva,en la cual se exponía un
conocimiento, quizás un tanto superficial,del superhombre,
de la moralmás allá del bien y del mal, y de Así hablabaZaratus-
trcP-.En esta novela se comenta explícitamentela difusión de
"lavoz terriblede Nietzsche"(p. 168). El peruano Riva-Agüero
incluyólos aforismosy las máximasde Nietzsche en su Carácter
de la literaturadel Perú independiente.Otro limeño, Óscar Miró
Quesada,compuso variadoslibrosy artículosfilosóficos,entre
otros, "El altruismode Zaratustra"(1909) y "SalomónNietz-
sche" (1909)33.
Estasfechas resultanmuy tardías;de manera que el nietz-
scheanismoen Iberoaméricase remontaríaa otrasfuentescomo
Españay Francia.En cuantoa la primera,Latinoaméricarefleja
lo que la crítica anticipó de la lectura de los textos de Nietzs-
che34.Los catalanesmostraroncierto interés hacia el filósofo,
como se compruebaen autores como Pompeyo Gener y Joan
30R. Darío, "Los raros: Nietzsche", pp. 54, 55.
31Georg Morris Cohen Brandes, F. Nietzsche.EineAbhandlungüberAristo-
kratischenRadikalis [1888], en Menschen und Werke,Literarische Anstalt,
Frankfurt/M.,1895;HenriAlbert, "FriedrichNietzsche",Mercure deFrance,
1893,num. 7, 46-64.
32De sobremesa, Edicionesdel Sol y de la Luna, Bogotá, 1965, pp. 167,
168,172,201,208.
33Los dos publicadosen Contemporáneos, 1909, núm. 1, 2-6 y 338-340,
respectivamente.
34En cuantoa este párrafoy el siguiente,en lo que toca a publicaciones
en Madridy Barcelona,tendríanformamuydistintasi no tuviéramosa ma-
no el extenso libro de GonzaloSobejano,Nietzsche enEspaña.Es interesante
notarque el nietzscheanismoentró en Españamayormentepor Barcelona,
lo mismoque el modernismonativo.
496 THOMASWARD NRFH,L

Maragall.En el caso de Gener hubo plagiosabiertosde la obra


de Nietzscheen sus libroscríticos(1893-1900)35.En el de Mara-
gall, entre susvariastentativas,figuró su "Nietzsche"(1893)36.
En la capital,mucho de este debate ocurrió en las páginas
de LaEspañaModerna, aunque no siempre.SalvadorCanalspu-
blicó comentariossobre Nietzsche en El HeraldodeMadriden
1894. Dos años más tarde Eduardo Gómez de Baquero hizo
observacionessobre Nietzsche en La EspañaModerna^,publi-
cación en la queJuanValeraentregó su artículo"Elsuperhom-
bre" (1897). Entre los colaboradoresde esta revistamadrileña
figuraron Ramiro de Maeztu, quien acuñó su "Estudiosobre
Sudermann"en 189838,y Fernando Araujo,con su "Filosofía
de Nietzsche",en el mismo año39.Como Valera,FranciscoGi-
ner, en "Lamoraldel super-hombre"de 189840,mostróuna ac-
titud negativa ante Nietzsche; también aportaron ideas al
debate Baroja41y Clarín42.Cabe decir que en 1910, muy tarde
ya, se tradujodel francés la prestigiosaFilosofíade Nietzsche
de
Henri Lichtenberger(véase ¿n/ra)43.
En cuanto a la obra de Nietzsche, Pedro GonzálezBlanco
tradujovariostextos que difundió en la casaeditorialF. Sempe-
re de Valencia,donde también publicó la primeratraducción
de Nietzscheque encontramosen España:Másallá delbieny del
mal (1885). Tradujo Aurora: Meditación sobrelos prejuicios mo-
rales (¿1886?), Humano, demasiado humano (1909), La gaya
ciencia (1910), El caso Wagner,NietzschecontraWagner,Opiniones
y sentenciasdiversas(¿1910?-¿1919?) y El anticristo44.Otra traduc-

35Véase G. Sobejano, Nietzsche,pp. 37-45.


36 Pamphilos
[Joan Maragall], "Nietzsche", U Avene, 15-31 de julio de
1893, núms. 13-14. Véase también Sobejano, Nietzsche,pp. 84-88.
37"Crónica literaria",La
España Moderna,1896, núm. 88, 115-116.
38En La España Moderna,1898, núm. 113, 5-28.
39La
España Moderna,1898, núm. 119.
40En Obras
completas,La España Moderna, Madrid, 1925, t. 11, pp. 277-
279. Sobre el mismo tema, también en Obrascompletas,"Laacción moral de
la juventud", de 1899, p. 147.
41"Nietzsche la filosofía", de 1899, en Obras
y completas,Biblioteca Nue-
va, Madrid, 1948, t. 8, pp. 853-856. También, "Eléxito de Nietzsche", en "El
tablado de Arlequín" (1904), Obrascompletas,t. 5, pp. 18-19. Consúltese, asi-
mismo, G. Sobejano, Nietzsche,pp. 62-65.
42Véase Nietzsche, 83-84.
pp.
43Trad,
por J. E. Matheu, Madrid, 1910.
44De El anticristose desconoce al traductor, como todos,
apareció en F.
Sempere, Valencia-Madrid, ¿1900?-¿1930?
NRFH, L NIETZSCHE
ENELMODERNISMO 497

ción que aparecióen Valenciade autoríadudosa es Así hablaba


Zaratustra(1906)45.AJoan Maragallse debe la primeraversión
catalanade Així va parlarZarathustra
(1893)46.Hubo otros es-
fuerzos en Barcelona: El anticristoy el ascetismocristiano(1903),
Así hablabaZaratustra,Más allá delbieny del mal,y Humano, dema-
siado humano,todos en 1905. Por su parte, La España Moderna
(1900),junto con Más
en Madridpublicó Así hablabaZaratustra
allá del bien y del mal (1901 o 1902), La genealogía de la moral
(1902) , Últimos opúsculos de FedericoNietzsche (1904) , La gaya cien-
cia (1905), y El viajeroy su sombra(1907)47.El primero es origi-
nal de Juan Fernándezque, como ya mencionamos, terminó
publicándoseen México. Sobejanodedica numerosaspáginas
a resolverla identidadde esta figuramisteriosa,sin conseguirlo
del todo48.
Fuerade traduccionesy comentariosen castellano,la ruta
másprobablede penetraciónde las ideasde Nietzschefue Fran-
cia. Es una relación espinosala de Nietzschey este país ya que
coincide con los años posterioresa la guerra franco-prusiana
(1870-1871).Sin embargo,unas sesentaediciones de sus libros
aparecieronen Franciaentre 1880y 1920, es decir los años que
impactaríanen el modernismo.Como en Hispanoaméricay Es-
paña, la influencia de Nietzsche en Franciaantecedía a la tra-
ducción de sus obras.Señalemosalgunaspautas.
Quizáslos primerosintentos de difundirloen Franciasean
dos artículosanónimos en la RevueCritique(1874), según los
cuales el pensamientojuvenil de Nietzsche parece favorecer
la culturafrancesasobre la alemana49.Este temprano interés
no se desarrollaríamayormentehastael final del siglo, cuando
aparecieronensayosen revistascomo RevueBleue(1891), Revue
desDeux Mondes(1892), MercuredeFrance(1893), UErmita-
45Así hablabaZaratustra.(Un libropara todosy para nadie), Prometeo, Va-
lencia, 1906.
46Se tratade limitadoscapítulospublicadosen la revistaL Avene,1893,
núms. 20/21.
47Así hablabaZaratustra,Más allá del bieny del mal, La genealogíade la mo-
ral, Últimosopúsculosde FedericoNietzsche,La gaya ciencia,y El viajeroy su som-
bra,La EspañaModerna,Madrid,1900, 1901 o 1902, 1902, 1904, 1905, y
1907,respectivamente.Los traductoresde estasobrasson diferentesy algu-
nos anónimos.No he podido hojearla traduccióndeJuan Fernándezde Así
pero G. Sobejanoha vistouna reimpresióndel año 1906,
hablabaZaratustra,
pp. 67-74.
consúlteseNietzsche,
48Véase Nietzsche,pp. 67-74.
49Núm. 39, p. 206, y num. 46, pp. 318-319.
498 THOMASWARD NRFH,L

ge (1898) y Les ÉtudesReligieuses(1899)50. Algunas de éstas


como el Mercurio deFranciapublicaronmúltiplesensayossobre
el filósofo germano. Entre los libros que tuvieron impacto
están los Écrivainsétrangers(1898) de Wyzéwa, La philosophiede
Nietzsche(1898) de Lichtenberger, Les maitresde lapenséecontem-
poraine (1904) de Bourdeau, Nietzscheet la reformephilosophique
(1904) de Gaultier,En lisantNietzsche
(1904) de Faguet,Apollón
ouDionysos(1905) de Seilliére, La philosophiedeFredericNietzsche
(1917) de Huan, y el copioso Nietzsche:
sa vie et sa pensée(1920-
1931)deAndler51.
Estos comentarios se publicaban paralelamente con las
obras de Nietzsche, aunque, como en otros lugares, llegaron
con retrasorespecto a las interpretaciones52.La primeraobra
de Nietzscheque aparecióen Franciafue LecasWagner (1892)53,
la segunda,una edición de Paul Lauterbachy AdrienWagnon,
A traversVoeuvrede FredericNietzsche(1893)54. Habría que espe-
rarmás de un lustroparaque la SociedadMercuriode Francia
publicarala mayoríade las obras del filósofo-poeta.Ofreció al

50 Teodor de Wyzéwa,"Frederic Nietzsche, le dernier


Métaphysicien",
Revue Bleue, 1891, núm. 48, 586-592; G. Valbert, "Le Docteur Frédéric
Nietzsche et ses griefs contre la société moderne", Reuuedes Deux Mondes,
1892, núm. 113, 677-689; Henri Albert, "Friedrich Nietzsche", Mercurede
France,1893, núm. 7, 46-64;Jacques Morland, "Étude sur Nietzsche", UErmi-
tage, 1898, núm. 12, 394-402; y S. J. Léonce Grandmaison,"La religion de
l'égoísme, étude sur Frédéric Nietzsche", LesÉtudesReligieuses,1899, núm. 81,
798-817.
51T. de Wyzéwa,Écrivains
étrangers,Perrin, Paris, 1898; Henri Lichtenber-
ger, La philosophiede Nietzsche,Félix Alean, Paris, 1898; Jean Bourdeau, Les
maitresde lapensée contemporaine, Félix Alean, Paris, 1904; Jules de Gaultier,
Nietzscheet la reformephilosophique,Mercure de France, Paris, 1904; Emile Fa-
guet, En lisant Nietzsche,Société Francaise d'Imprimerie, Paris, 1904; Ernest
Seilliére, Apollónou Dionysos:étudecritiquesurFriedrichNietzscheet Vutilitarisme
impérialiste,Plon, Paris, 1905; Gabriel Huan, La philosophiedeFrédéricNietzsche,
Bossard, Paris, 1917; Charles Andler, Nietzsche:sa vie etsa pensée,6 ts., Bossard,
Paris, 1920-1931. Sobre estas primeras repercusiones se pueden consultar
Pierre Boudot, Nietzscheet lesécrivainsfrancais, 1930 a I960, Aubier-Montaig-
ne, Paris, 1970; Eric Hollingsworth Deudon, Nietzscheen France:Vantichristia-
nismeet la critique,1891-1915, University Press of America, Washington, 1982,
y Douglas Smith, Transvaluations:Nietzschein France,1872-1972, Clarendon
Press,Oxford,1996.
52D. Smithhace la mismaobservación,op.cit.,p. 38.
53Eds.Daniel Halévyet RobertDreyfus,Paris,1892.No he
podido veri-
ficareste dato que encontré en D. Smith,op.cit.,p. 39.
54Éds.PaulLauterbachet AdrienWagnon,A. Schulz,Paris,1893.
NBFH, L ENELMODERNISMO
NIETZSCHE 499

público Par delá le bien et le mal (1898), Humain, trop humain


(1899), La généalogiede la moral(1901), Ainsi parlait Zarathous-
tra (1901), Lyorigine de la tragedleou héllénismeet pessimisme
(1901), Le gai savoir (1901), Le voyageuret son ombre,opinionset
sentencesmelées... (1902), La volontéde puissance (1903), Aurore:
reflexionssur les préjugésmoraux (1901), Le crépusculedes idoles
(1904), Considerationsinactuelles:David Strauss (1907), y Ecce
Hommo:suivi depoésies(1909)55.Cito sólo las primerasedicio-
nes ya que la mayoríade estasobrassalieronen tirajesposterio-
res, hasta 1919.
En fin, es dudoso que los modernistaslatinoamericanosle-
yeran ediciones publicadasen el continente americano antes
de 1919, pero sí pudieron leer y escribirsobre Nietzsche en las
revistasy diarios.Tambiéndiversaspublicacionesde Alemania,
Franciay Españallegarona Latinoamérica,especialmentea Mé-
xico y a Buenos Aires.Variosmodernistasdominaban el fran-
cés, entre ellos GutiérrezNájera,GonzálezPrada,Silvay Casal.
Y hablabanotros idiomas,como el caso de GonzálezPradacon
el alemán o Silvacon el inglés. Otra posibilidad,no muy estu-
diada, es el influjo del nietzscheanistaitaliano, GabrielD'An-
nunzio56.Los modernistasque viajabanpor Españao Francia
pudieron acudira las mismasfuentes disponiblesparalos espa-
ñoles y franceses, éstos son los orígenes del nietzscheanismo
que más impactaron.
Con una excepción me concentraré en lo que se ha lla-
mado la primera generación modernista.Mi propósito no es
probarespecíficamenteque uno u otro escritorde esta gene-
ración fue nietzscheano. Esta doctrina finisecularno era mo-
nolítica, pues cada modernistala amoldó según sus creencias
personales. Tampoco quiero sugerir que estos artistashayan
sido lectores ávidosdel filósofo, él no originó el nietzscheanis-
mo, sólo organizóy enfocó el ZeitgeistLos modernistascompar-
tieron el mismo espíritu de la época que Nietzsche glosó, y
recordemosque el modernismo,tal como lo describeFederico
de Onís,no es una escuelasino un momentohistórico.Se puede

55De 1904 también Le cas Wagner-NietzschecontreWagner-L'Antichristy de


1907, De Vutüitéet
des des
inconvénients études Todas estas obras se pu-
historiques.
blicaronen Parísporla "Sociétédu Mercurede France"con diversoseditores.
56Parala relaciónextranietzscheana
entreel escritoritalianoy el moder-
nismo consúlteseSandroAbate,"Daríoy D'Annunzio:estudio comparativo
de dos poemas",HiJ,1999, núm. 20, 29-47.
500 THOMASWARD NRFH,L

decir que tanto Azorín como Valle-Inclánson escritoresnietz-


scheanos,sólo que esto es más evidenteen el primeroque en el
segundo, se tratade una cuestión de matices,no de absolutos.
Numerosos escritores de la llamada primera generación
modernistaexpresan el pensamiento de Nietzsche sin haberlo
leído (aunque varios sí lo conocieron) porque sus ideas esta-
ban en el aire, respondiendo a la creciente crisisque produjo
la industrializaciónglobal. En general, la respuestaa este peli-
gro puede reducirsea siete áreastemáticas:1) una crisismoral;
2) lo macabro;3) el lujo; 4) la decadencia;5) el arte como va-
lor supremo;6) el artistay el rebañoy 7) lo espiritual.Veremos
en seguida la complejidadde estos temas que son a la vez mo-
dernistasy nietzscheanos.

La crisismoralDesde siempreel ser humano ha necesitadouna


doctrina que le dé un punto de referencia.Este ha sido el pa-
pel del cristianismo.Nietzsche explica el fenómeno. La moral
cristiana"concedíaal hombre un valorabsoluto,por oposición
a su pequenez"57,pero con el ocaso de las religiones, la moral
se destruye(Nietzsche,p. 60). Es forzoso reconocer, entonces,
que "todalucha moral contra el vicio, contra el lujo y el cri-
men, incluso contrala enfermedadmisma"es una lucha quijo-
tesca (Nietzsche, p. 49). Sin la moral que lo encubre, surge la
"veracidad" de la vida.Es un proceso circular.La posibilidadde
ver la realidad,"sevuelvefinalmente contrala moral,descubre
su teología,su consideracióninteresada"(Nietzsche,p. 34) , nos
vemos forzadosa contemplarel mundo tal como es.
Al extinguirsela moral,la teología cristianapierde su vigen-
cia; sin ella, y frente a la desnudez de una vida sin sentido, se
descubrela nada. Éste es un tema que los modernistasconside-
ran. En su poema másfamoso,José AsunciónSilvaestableceun
paraleloentre la tumba,la muertey la nada:"Erael frío del se-
pulcro, era el frío de la muerte / era el frío de la nada..."58.
TambiénJulián del Casalrecoge este motivocuando descifrala
sensación de enfrentarse con la nada. A diferencia de Silva,
la nada en Casalse experimentaantes de morir.En su contro-
vertido poema "Nihilismo",la vida se pinta como un sendero

57La voluntaddel
poderío,ed. D. CastrilloMirat,trad.A. Froufe, EDAF,Ma-
drid, 1981, p. 33. En adelante, cito en el texto por autor seguido de página.
58
Spanish American modernistapoets. A critical anthology,ed. Gordon
Brotherston, 2nded., Bristol Classical Press, London, 1995, p. 65.
NBFHy L ENELMODERNISMO
NIETZSCHE 501

oscuro:"despuésde atravesarla selva obscura/ Beatrizno ha


de mostrarmeel Paraíso"59. Sin la teología, la humanidadse ex-
pulsa del Edén parasiempre;la tierra,entonces, es estéril:"mi
vida.. . / es un cielo que nunca tuvo estrellas,/ es un árbolque
nunca tuvoflores"(Casal,1. 1, p. 201). El "cielo"y el "árbol"re-
presentanla divinidady la tierrarespectivamente.Los dos care-
cen de sentido, tanto que "simiro al horizonte,todo es sombra,
/ si me inclino a la tierra,todo es cieno" (Casal,1.1, p. 202). La
destruccióndel cielo (el bien) y de la tierra (el mal) es eco de
la filosofíanietzscheanaen contrade la moralcristianaque ex-
pira cuando la fe se apaga.En "Laurna",Casaldocumentaesta
condición:
Muertaya mi fe pasada
la
y pasión que sentía,
veo, con miradafría
que está la urna sagrada
como mi alma:vacía
(Casal,t.l,p. 44).

Se pone de manifiesto una existencia sin sentido donde


Dios ha abandonadoal poeta. Casal,como recuerdaRobertJay
Glickman,conservanumerososelementos del sistemacatólico
de valores (véaseCasal,L 2, pp. 288-299),aunque coincide con
Nietzsche,sin mencionarlo,cuando reconoce la crisisde la mo-
ral en las sociedadesmodernas.La relación de Silvacon el filó-
sofo poeta es más clara en su novela De sobremesa: una amante
(¡alemana!) dice a su hombre que le fascina "sudesprecio por
la moralcorriente"y le llamaun Übermensch. En la páginaante-
rior, el superhombrele había recomendado que viviera"más
allá del bien y del mal"60.Destruidoel dualismocristiano,la fe
y la moral,el individuodebe resignarseante la nada, que existe
dentro y fuera del alma.
Aunque Martíno se interesó por la filosofía de Nietzsche,
por lo menos no lo cita en su vastaobra, en su ensayoelegiaco
a Emersondescribela ausenciade moral en los norteamerica-
nos y lo dibuja como superhombrenihilista:"No obedeció a

59 The
poetryofJulián del Casal:A criticaledition,ed. R. J. Glickman, The
UniversityPressesof Florida,Gainsville,1976, t. 1, p. 202. En adelante,cito
en el texto por autor,tomo y página.
60Op.cil, pp. 201, 200.
502 THOMASWARD NBFHyL

ningún sistema,lo que le parecía acto de ciego y de siervo;ni


creó ninguno, lo que le parecíaacto de mente flaca,bajay envi-
diosa. Se sumergió en la naturaleza,y surgió de ella radiante.
Se sintió hombre,y Dios, por serlo"61.El Emersonde Martínie-
ga todo régimen de valoresy así cumple con las características
del nihilismoactivo.
Liberadode la moral,el individuoentra en conflicto con la
religióntradicional.Esteantagonismo,en palabrasde Nietzsche,
"traecomo resultadoun procesode desintegración" (Nietzsche,p.
34) . Roto el dogma, la moralse pone en crisis,
y "nospareceque
el universose desvaloriza[,] 'pierde su sentido'..." (Nietzsche,
pp. 10-11).Aceptando un mundo sin "sentido",los modernis-
tas,como observaOctavioPaz,demuestran"indiferencia, aveces
abiertahostilidad,anteel cristianismo"62. No hayningún escritor
que ostente mejor esta actitud que González Prada cuando
proclama que "el catolicismo es el enemigo"63;de manerapa-
recida,Casalse opone al dogma cuando en Rimasel corazónse
enamoramás "de [una] regia pecadora"que "de una pastora"
(Casal,1.1, p. 251) . Estahostilidadse suavizaen otrosmodernis-
tasy tomala formade un desinterésfrenteal cristianismo/locris-
tiano,lo que les dio la libertadde escribirobrascon valoresque
paraun creyenteseríaninmorales.
La Sonatadeotoñode Ramóndel Valle-Inclánes ejemplo de
esta tendencia. En esta novela, el Marquésde Bradomínacude
a las creenciasocultas (aceptael poder curativode las yerbas),
participaen una relación incestuosa (tiene relaciones con su
prima), e inicia nuevos amores inmediatamente después de
morir su amada (con otra prima). Tales acciones son suma-
mente ofensivasal cristianismo,representanel rechazo de los
valorescristianos.Este aristocratismomodernistaintenta supe-
rar el concepto burgués de la moral, un eco débil de los gran-
des ideales del pasado.
La compleja relación entre la moral, el cristianismo y
Nietzsche se aclaraun poco en un contexto positivista.Gonzá-

61 Martí, Obras
J. completas,Editorial Nacional de Cuba, La Habana,
1963-1973, 1. 13, p. 20. En adelante, las referencias a las Obrascompletasserán
por autor, seguido de tomo y página.
62 "El caracol y la sirena", Cuadrivio,5a ed.,
Joaquín Mortiz, México,
1980, p. 28.
63
Páginas libres,en Obras,ed. L. A. Sánchez, PetroPerú, Lima, 1985, t. 4,
p. 25. En adelante, las referencias a las Obrasserán por tomo y página.
NRFH, L NIETZSCHE
ENELMODERNISMO 503

lez Prada,como el filósofo, representauna rupturacon la mo-


ral cristiana,aunque a diferenciade aquél, el peruanoaceptala
moral si ésta se deriva de la ciencia: "no cabe diferenciación
entre Ciencia y Moral desde que las reglas de moralidad se
derivan de los principios sentados por la Ciencia"(González
Prada,1.1, p. 138). Aunque elogia a la figuradeJesucristo(t. 1,
pp. 302-307), su posturafrente a la Iglesiaes nihilista64.La mo-
ralmodernista,entonces, puede ser anticlericalsin dejarde ser
espiritual;la distanciaque se mide entre el clero y el espíritu
tambiénpuede inspirarla crisismoral.

Lo macabro. Para Octavio Paz el modernismo es una "estética


del lujo y de la muerte"65.La inclinación hacia lo lúgubre se
explicaotravez con Nietzsche.Sin la moralque protege al indi-
viduo, éste tendrá que enfrentarsedirectamentecon la transi-
toriedad de la vida. Parael cristianismolos seres humanos no
tienen que pensar en la muerte sino como el principio de la
vida eterna;por él, como señalaNietzsche, "elhombre se ha li-
berado de la muerte..." (p. 147). Desacreditadoel cristianis-
mo, una persona comienza a perder la fe al aceptarsu propio
fin como un aspecto de la vida.
Haydos modernistasque se preocupan por la muerte:José
Martí,quien no leía a Nietzsche,y GonzálezPrada,paraquien
sí era familiar.Como éste, el pensador limeño ve la vida como
un sendero transitoriopor el que viajanlos humanos, quienes
no son más que "eternoscaminantes,/Aves de paso";esta tem-
porada en la tierra engloba "mily mil generaciones"(Gonzá-
lez Prada,t. 5, p. 189). Este proceso se repite infinitasveces y
cada alma, al concluir su residenciatemporal,se enfrenta con
su propia destrucción. El poeta lo acepta, desea "morircons-
ciente y libre, en medio de frescasrosas"(GonzálezPrada,t. 5,
p. 346).
Lo macabrotoma una forma menos arroganteen Casal,la
voz poética de quien, en "Lamayortristeza",muere "sincreer
en Dios ni en la mujerhermosa",sin poder liberarsedel "azote
de la humanasuerte"(Casal,t. 1, p. 40). En otro lugar,el poeta
ejerce su voluntad besando el cadáverde su "hermosaadora-
da",en este momento fúnebre, el amor y la pasión son sustan-
64Véase T. Ward, "Elpoder protocristiano", en La anarquía inmanentis-
ta, pp. 153-176.
65
Op. dty p. 23.
504 THOMASWARD NRFH,L

cíales, tanto así que el amante se inclina sobre el "féretrolu-


ciente",besando la "yertaboca"con tal emoción que sufrecon-
vulsiones (Casal,t. 1, pp. 14-15). Lo macabro es más intenso
y perverso en otro poema, cuando recuerda con desdén los
amores de sujuventud. Hablando de aquellasmujeresafirma:
"Hallosiempre satánicosplaceres/ en disecarsus muertosco-
razones"(Casal,1. 1, p. 49).
Estanecrofiliase asocia con el cristianismoen los dos poe-
tas, el peruano y el cubano. En el primero, el rechazo de los
símboloscristianosse relacionacon un muerto:"llantos","que-
jas", "ayes","rituales"y "cirios"(GonzálezPrada,t. 5, p. 346).
En el segundo, una "urnasagrada",adornadacon "laimagen
de María",resultaun objetovacío de significadoporque es la fe
la que muere, no la persona (Casal,1.1, p. 44). Lasposturasan-
ticristianassuponen la superacióndel nihilismopasivo(el cual,
según indica Nietzsche,se asociacon la religión tradicional),y
demuestranque estos poetas han adoptado el nihilismo activo
en sus búsquedas.

El lujo.Con la negación de la moral y el utilitarismo,el arte


modernistaaceptó y glorificó la suntuosidad:"lasletras se lle-
naron de lujos",como observaAnderson Imbert66.Cualquier
lector de estasobrasreconoce la predilección por los adornos.
Un autor característicoen este sentido es Darío.En "Elvelo de
la reina Mab"hay "un carro hecho de una sola perla","petos
dorados","alasde pedrería","oro","trojesde riqueza",y "pie-
dras preciosas"67.En otro momento, la opulencia viene de las
culturasindígenas o se derivade las orientales.Un buen ejem-
plo de chinofiliaapareceen otro de sus cuentos, "Lamuerte de
la emperatrizde la China".Este relato presenta a una mujer
"comounajoyahumana",cuyaparejaes un escultorque trabaja
con finos mármolesque convierteen "japoneríasy chinerías".
En su estudio se describenartefactosasiáticos:cuchillos,pipas,
máscaras,y enanitos;el objeto más majestuosoes la grandiosa
"emperatriz"anunciadaen el título68.En el poema "Marina",
de Casal,hay "unbrazaletede oro, constelado / de diamantes,

66 Historia de la literatura
hispanoamericana,F.C.E., México, 1982, t. 1,
p. 398.
67En Cuentos
y poesías,ed. C. García Prada, Ediciones Iberoamericanas,
Madrid, 1961, pp. 44-48.
68En Cuentos
y poesías,pp. 65-74.
NRFH, L ENELMODERNISMO
NIETZSCHE 505

rubíesy zafiros"(t. 1, p. 203); estasimágenes lujosasson repre-


sentativasde aquellostiempos.Aun en una autoraconsiderada
"naturalista",como ClorindaMattode Turner, existen imáge-
nes netamentemodernistas69, se hablade encaje,hadas,marfil,
rubíes,zafirosy esmeraldas70.En una escritoratan comprome-
tida esta elegancia representauna belleza que refinay libera a
la sociedad de los agraviosde la pobreza.
El lujo importaporque puede superarel fin de la existencia
terrenaly preservarun estado de belleza mientras la muerte
inicia la etapa de descomposición. En Casal, por ejemplo,
cuando presentaun cadáver,este es "nacarado"(t. 1, p. 203);
un muerto desnudo se desintegraráantes en el tiempo que
uno opulento y adornado.Estaactitud se adelantaen una no-
vela del segundo modernismo, La rosamuerta,de la peruana
AuroraCáceres.Antes de que la protagonista,Laura,muerade
un tumoruterino,va con un pintor paraque éste le conceda el
lujo de preservarsu belleza más allá de la muerte. Su retratose-
rá "la Venus más perfecta que queda del arte contemporá-
neo"71.En general, los adornos rinden un tributoinmemorial
a la muerte, hermosean por igual la realidad burguesa de la
que el artistaquiere liberarse,y protegen contra la pobreza:
"meabrumaun porvenirde miseriay de hambre",admite uno
de los cuatroartistasdel cuento de Mab72.

La decadencia.Entre la muerte y el lujo, la moral se pone en


duda. Sin la moral que encubre la decadencia,ésta palpitavisi-
blemente. Es un proceso mediante el cual, según Matei Cali-
nescu, "modernityturnsagainstitself and, by regardingitself as
decadence, Es por esto
dramatizesits own deep sense of crisis"73.
que la época modernista mostró gusto "por una realidadfea y
enfermiza"74. Es quimérico luchar contra la decadencia, dado

69Boreales,miniaturasy porcelanas
.Juan A. Alsina, Buenos Aires, 1902, p. 25.
70Véase "Laequitativa",Leyendasy recortes,Lima, 1893, pp. 125-132.
71Pról. de Amado Ñervo, Casa Editorial Garnier Hermanos, París, 1914,
cap. 17.
72R. Darío, "Elvelo de la reina Mab",p. 47.
73Facesof modernity:Avant-Garde,decadence& kitsch,Indiana University
Press, Bloomington, 1977. Calinescu dedica un capítulo al concepto de la
decadencia en Nietzsche, desde una perspectiva diversa a la que aquí plan-
teo, pp. 178-195.
74Cf. E. Anderson Imbert, op. ciL,1. 1, p. 399.
506 THOMASWARD NRFH,L

que "esabsolutamentenecesariay propia de todas las épocas,


de todos los pueblos"(Nietzsche,p. 49) 75,no se puede comba-
tir contra ella porque es la hez del esfuerzo humano: "Cuanto
con más energía y audaciavayaadelante más rica será en fra-
casos, en deformidades,y más cercana estará de la caída..."
(Nietzsche,p. 49). En una palabra,el mismo sobrepujamiento
humano fomenta la decadencia en la sociedady en el arte.
Lavida,por lo tanto,se revelasin encubrimientos.Daríore-
presentael Zeitgeist
cuando,en el "Poemade otoño",canta:"sen-
timos la vida pura, clara, real..."76.Por una vida transparente
se verificanla muerte, el dolor, la enfermedady la decadencia,
no hayque temer a taleselementos sino aceptarlos.Los escrito-
res de la época modernistaaportaronesta manerainnovadora
de apreciarla vida.
En Españael modernismotuvoun carácterparticular.Como
la sociedadeuropea desarrollabasu economía con más rapidez
que la latinoamericana,aceptó con más ahínco la idea del su-
perhombrey su mundo decadente. Esta decadencia se asoció
con el paso del feudalismoal capitalismo,cuando la aristocracia
cedió su podera la burguesía.Mientrasel sectorburguéscobraba
poder económico, la aristocraciacaía en un estado de abulia,
enfermedadesy deterioro.En la Sonatadeotoñode Valle-Inclán,
el narradordejaver este proceso, no lo cubre con ninguna mo-
ral. El simbolismo se manifiestacuando presenta el "oloroso
cementeriode San Clodio de Brandeso"77, lugarde entierrode
sus antepasadosaristocráticos;la grandezade la familiaha de-
caído tanto que se preservaúnicamenteen las lápidasque que-
dan. Aunque el linaje de su familiase origina en don Roldan,
el héroe que aparece en el Cantarde Roncesvallesy la Chanson
de Roland,el Marquésde Bradomín desconoce esta herencia
(Valle-Inclán,p. 51). Cuandosus primas,Concha e Isabel,sos-
tienen una largaconversaciónsobre un pasadonostálgicoque
comparten,no evocanmás que una "olvidaday luenga parente-
la" (Valle-Inclán,p. 61). En fin, que es tal la degeneración que

75Nietzsche no es el único escritor de


aquellos años que se interesó por la
decadencia. También fueron influyentesJoris-Karl Huysmans,A rebours,Char-
pentier, Paris, 1884, y Max Nordau, Dégénérescence,Félix Alean, Paris, 1894.
76 Poesías
completas, t. 2, p. 650.
77Sonatadeotoño,
EspasaCalpe, Madrid, 1969, p. 12. En adelante, cito por
autor y página.
NRFH, L NIETZSCHE
ENELMODERNISMO 507

las cuatro grandes familiashan terminado estableciendo rela-


ciones incestuosasentre los dos primos,el Marquésy Concha.
Laatmósferadecadentese da no sólo en actitudesy prácticas,
sino tambiénen elementos materiales,como las tumbas.En el
palacioaristocráticohay"unafraganciadelicaday antigua",una
"derruidaescalinata"y algunos"arconesantiguos"(Valle-Inclán,
pp. 16-17,34, 35). Estoscomponentesdescriptivospadecenlos es-
tragosdel tiempo.Lascondicioneseconómicasde la capillatam-
bién se van deteriorando,aún más durantela vidadel Marqués,
quien percibe el proceso de decaimiento y admite: 'Yo aún
recuerdo aquel tiempo cuando había capellán en el Palacio"
(Valle-Inclán,p. 74). Con la decadencia,ya no se preservanlos
fondos económicosparamantenerel palacioy su capilla,su de-
generacióncoincide con la superaciónde la moralcristiana.
Observamosotros elementos de este tipo en eljardín. El na-
rradordice que "lasflores empezabana marchitarse" y "parecía
difundirpor eljardínun sueño pacíficode vejez,de recogimien-
to y de abandono".En este tristecontorno serpenteaun "sende-
ro umbrío"(Valle-Inclán,p. 32), que simbolizala vida enferma
de la principalresidente del palacio:Concha. En la Sonatade
otoño,de este modo, se combinanarmónicamentela muerte, el
lujo y el ocaso de las sociedades modernas;la obra es en esen-
cia una versión noveladade la filosofía de Nietzsche, con una
falta de valores éticos. Nosotros también sabemos que el des-
censo de la aristocracia,que Valle-Inclánreproduceen la nove-
la, resultadel nuevo poder burgués.
También en las obras latinoamericanaspodemos ver esa
decadencia. En "Desolación",Casalpresenta una capilla que
anticipala de Sonata,una "lóbregacapilla"en la cual "elincensa-
rio"ya "nohumea",su torre,"agrietaday amarilla",permanece
en el silencio y el abandono (Casal,t. 1, p. 55). La decadencia
cobraun valorpreciso en Asunción Silva,ya que,
Lascosasviejas,tristes,desteñidas,
sin voz y sin color, saben secretos
de las épocas muertas,de las vidas
que ya nadie conservaen la memoria.. ,78

Lo que tienen en común los modernistaspeninsularesy


americanoses una nostalgiapor los tiempos pasadosy una tris-
78G. Brotherston, op. cit, p. 61.
508 THOMASWARD NRFH,L

teza ante la ausencia de Dios, que el artistarectificapara dar


otravez sentido a la vida.
Otra novela modernista representa este tema de manera
ejemplar.Me refieroa La rosamuertade AuroraCáceres,la cual
indagaen este problemadesde la perspectivafemenina. La tra-
ma consisteen una sucesión de visitasde Lauraa variosginecó-
logos en Franciay Alemania, todas las salas de espera están
atiborradasde enfermas.El cuerpo achacoso de Laurarecuer-
da a las mujerespálidasde Valle-Inclán.Los médicos son aven-
tureros románticos (como el doctor Barrios),científicos fríos
(como el doctor Blumen) o individuossin ética profesional (el
consultoriodel doctor Castelse convierteen un lecho de enca-
jes donde Laurase entregaa él) . Toda la atmósferade la novela
se crea con trajeslujosos,especialmentelos de la protagonista,
con las enfermedades,y con la decadencia del ambiente y de
los personajes.Dado que la autoraes peruana,es significativo
que la obra se publique en París,que tenga lugar en Franciay
Alemania,y que la protagonistade la novela sea andaluza.No
obstantesus esfuerzospor curarla enfermedad,ella no puede
liberarsede la decadenciade su cuerpo sino por el artificio.

El artecomovalarsupremo. Con el apogeo del nuevo ímpetu in-


dustrialparalos negocios, con su espírituprácticoparala vida,
la medida por la que se juzga al arte es por su "utilidad";si la
creación artísticano es útil para el comercio, no tiene valor.
Nietzsche comenta el fenómeno: cuando se obliga al arte a ser
práctico,pierde su grandeza,las creacionespadecen una "abso-
luta falta de originalidad";la condición del arte "en el mundo
moderno"queda reducidaa un estadode "entenebrecimiento"
(Nietzsche,p. 32). Los modernistaspretendieronresolvereste
problemaapartándosedel espírituburguésque, por su natura-
leza, fomentabala vulgaridad;el arte era su único refugio,y es-
ta idea la expresó bien Casal:"elalmagrande,solitariay pura/
que la mezquinarealidaddesdeña, / halla en el Arte dichasig-
noradas"(t. 1, p. 45). La búsquedade la elevación del espíritu
fue una respuestaa la infeliz realidadde un mundo que poco a
poco iba industrializándose;sólo exteriormentelos modernis-
tas adoraron la forma, debajo permanecía una honda crítica
social.Vayamosde nuevo a Nietzsche.
El filósofo expresamenterechazala doctrina del "artepor
el arte".Para él, es un "principiopeligroso"porque apartael
ideal de la realidad. La actitud de Nietzsche frente al arte se
NRFH, L NIETZSCHE
ENELMODERNISMO 509

asemejaa su posturafrentea la moral,ni el uno ni el otro pueden


ser un fin porque asumiríanla formade "Dios",apartándosede
la vida.La creaciónartísticaes y debe ser inseparablede la vida,
de hecho, la función del arte es servir como un medio para
"hacerla vida más intensa",elevándola en el proceso (Nietz-
sche, pp. 184-185).Estaidea nietzscheanatambiénapareceen
Sudamérica,pero con un matiz distinto. MercedesCabello de
Carbonera,escritoraperuana catalogadacomo realista,pero
tambiénperteneciente a la época modernista,sigue al filósofo
prusianoen su repudio al "artepor el arte",aboga por una li-
teraturaque sirva "a la moral y al progreso"79.Obviamente,
Nietzsche no se hubiera expresado en estos términos.Sin em-
bargo, el moralismo positivistade Cabello no constituyeuna
actitudreligiosasino que, de acuerdocon las doctrinasdel filó-
sofo, representaun medio parallegara un fin: la correcciónde
la putrefacciónsocial.Vistosde esta manera,la moraly el arte
se conciben como medios, por lo que se puede establecerun
paraleloentre la tratadistay el autor de La voluntaddelpoderío.
Los modernistasabrazaroneste ideal y lo combinaroncon
el aprecio de la belleza:los latinoamericanosprotestandopor
su escasez, los españoles respondiendo a la crisis de 1898. El
iberoamericanoque más se preocupó por la belleza fue José
EnriqueRodó, pues colocó la moral,la hermosuray la vida en
un solo plano: "seríaun motivo superior de moralidadel que
autorizaríaa proponer la culturade los sentimientosestéticos,
como un alto interés de todos" (Rodó, p. 29). La moral en el
uruguayose limitaa la transformacióncultural.Como recuerda
OttmarEtte, lo ético y lo estético se unen en él80,considérese
esta receta:"Laperfección de la moralidadhumanaconsistiría
en infiltrarel espíritude la caridaden los moldes de la elegan-
cia griega" (Rodó, p. 32). Al sintetizarla belleza y la caridad
Rodó reconoce la dimensión económica de los problemasso-
ciales y el efecto que ésta produce en la estética. Este tipo de
moral sincréticano dista mucho de la de Nietzsche. Cuando
una creaciónartísticasirvede medio parauna posturaaxiológi-
ca, como el arte nietzscheano,puede "hacerla vida más inten-

79La novela moderna.Estudiofilosófico,ed. A. Tamayo Vargas, Ediciones


Horadel Hombre,Lima,1948, p. 34.
80"«Asíhabló Próspero»:Nietzsche,Rodóy la modernidadfilosóficade
Rodó",CuHy1994, núm. 528, 49-62;véasep. 53.
510 THOMASWARD NRFH, L

sa".De la misma manera, la caridad como medio representa


una actitudsociofilosóficaante la vida.
Paramejorarla condición humana de una maneraagrada-
ble yjusta es preciso modificarla estéticay la ética, que inextri-
cablemente se enlazan. Esta idea era tan de la época que
aparece en el prenietzscheanismode José Martí, en el cual
"lahermosurafísica"conduce a "lahermosuramoral"(Martí,
t. 13, p. 23). Pero tal correspondenciaes irrealizablecuando la
miseriaimpide apreciarla elegancia. La moral modernistafre-
cuentemente es una forma de perfeccionarla vida. Como dice
Nietzsche, es un "medio",porque existe una relación recípro-
ca entre la moral y la vida. En fin, según el ensayistacubano:
"Elobjeto de la vida es la satisfaccióndel anhelo de perfecta
hermosura;porque como la virtudhace hermosos los lugares
en que obra, así los lugares hermosos obran sobre la virtud"
(loe. cit.).
La ética es imprescindibleparalograrlajusticiaeconómica,
sin ésta, las condiciones obligatoriaspara gozar de la belleza
son inalcanzables.Otravez, la moral modernistano es necesa-
riamente teológica, con frecuencia encuentra su origen en la
vida o en la ciencia.
Como con la moral, cuando el arte muestralas formasmás
exquisitasde la vida sirvede modelo para elevarla.Es paradig-
mático que el CírculoLiterariode GonzálezPradase transfor-
mara en un partido político radical, la Unión Nacional; la
estéticasirveasí paraun fin ético. La idea centralde aquel mo-
mento era que el arte podía mejorarlas condiciones sociales.
El rebañoy el artista.Con el apogeo del industrialismo,las masas
que se integrabana las fábricasno tenían tiempo ni derecho a
la educación. La sociedad carecíade estéticay las empresasde
ética, como respuesta, los modernistasse concibieron como
una minoríaselectade maestrosque se levantaronsobre lo que
Nietzschellamó "laespecie inferior('rebaño','masa','sociedad')"
(Nietzsche,p. 43). El filósofo diría que la noción de "rebaño"
resultó del cristianismo,para nosotros surgió igualmente con
la industrializaciónrápidadel mundo. Con el auge de la manu-
factura,explotó concomitantementeel interés por las ciencias
sociales. No es coincidencia que Saint Simon, filósofo del in-
dustrialismo,y su discípulo Auguste Comte, inventaranla so-
ciología. Nietzsche percibe con claridadla relación entre una
sociedad mecánica sin alma y el nacimiento de las ciencias
NRFH, L ENELMODERNISMO
NIETZSCHE 511

sociales:"todanuestrasociologíano conoce ningún otro instin-


to que el del rebaño, es decir, el de la sumade losceros,en que
cualquiercero tiene los mismos derechos" (Nietzsche, p. 57).
Los modernistasresponden a esta realidaddudando de la fe en
la sociologíapararegenerarla sociedad.Van en contrade la so-
ciedad parasuperarla mediocridadinherente a lasvidascomu-
nes, carentesde significado.
Es preciso leer a Rodó desde esta perspectiva.J. M. Oviedo
ve como característicanegativala tendencia digresivay abstrac-
ta que Rodó cultivóen su Ariel,porque omitió las realidadesso-
ciológicas,económicaso políticas.Lo distingueen este sentido
del abiertamentesocial González Prada81.Su perspectiva,sin
embargo,no puede ser económica ni políticaen un sentido co-
tidiano porque es nietzscheana;su ideología opera en un nivel
superiora la mera ciencia social, a la que Nietzsche desprecia,
por esto parece "abstracto". Cuando Rodó se lee en un mismo
contexto con Nietzsche (y Krausey Renán82,etc.) , su ideología
(¿sufilosofía?)resultamuy clara.
Como dije, los modernistasimpulsaronal artistaparaelevar
a las agrupacionesplebeyas.La fuente de esta idea otravez está
en Nietzsche. Si el cristianismofavorecíala igualdad de todas
las almasante Dios, el nietzscheanismo,en cambio, defendía a
ciertosindividuoscapacesde sobrepujarsey crearun arteselec-
tivo (Nietzsche,p. 153). Ellos podrían crearpautaspara resca-
taral resto de la humanidadde la mediocridadindustrial.
Los modernistascoincidieron con Nietzsche en su lucha
contra la insignificancia,como Martíen su crítica a las masas
inertes. En su ensayo sobre Emerson, sin referirseal filósofo
poeta, hace la siguiente pregunta: "¿Quéhabían de parecer-
le... esos perezososu hombres de rebaño, que no usan de sus
ojos, y ven por los de otro?"(t. 13, p. 20). Rodó va más allá
y abiertamentecita al filósofo nihilista,de esta manera:"Nietz-
sche opone al ideal de una humanidadmediatizada,la apoteo-
sis de las almasque se yerguen sobre el nivel de la humanidad
como una viva marea"(Rodó, p. 43). Los artistasofrecen un

81Véase J. M. Oviedo, op. cit, p. 369.


82Véanse, T. Ward, "Elconcepto krausista de la belleza en el Arielde Jo-
sé Enrique Rodó", Actas del XXIXCongresodel InstitutoInternacionalde Litera-
tura Iberoamericana,ed. Joaquín Marco, Promociones y Publicaciones
Universitarias, Barcelona, 1994, t. 2, v. 1, pp. 545-558 y G. Rodríguez Alcalá,
op. cit., p. 75.
512 THOMASWARD NRFH, L

medio por el cual este "hombrede rebaño"puede hallarnuevos


caminosy forjarsu propio destino. Por lo tanto, se acusaal mo-
dernismo de ser esteticistapor su tendencia frecuente a mos-
trarnoscómo ver. Pero además,los modernistasseñalaronqué
eralo que habíaque ver,actitudque representaríaasimismouna
postura ética. De este modo, ofrecieron, al hombre común,
una guía estéticomoralparaque se liberarade lo rutinario.Por
su estéticaparadigmática, los modernistasfueroneducadoreséti-
cos que ejercieronsu profesiónpor medio de la palabraescrita.
No es que estos escritoreshayan rechazadola igualdad,la
negaron cuando implicabauna fea circunstancia,sin altosidea-
les, sin un estilo elevadode la vida.Nietzschela descartapor ser
concepto cristianoy Rodó porque anula la hermosura.Siendo
católicoy burgués,el uruguayono puede seguir a Nietzsche al
pie de la letra.Aduce que la democraciaimpide el cultivode la
belleza, la democraciaes un engaño porque parte de "aquella
falsa concepción de igualdad"que limita al individuo (p. 42).
Rodó anticipade esta maneralos argumentosde La rebelión de
las masasde Ortega83.La igualdad en la miseria económica,
culturaly espiritualno es mejor que las pautaselevadoras,por
elitistasque parezcan,a pesarde lasjerarquíasque establecen.
Pensandoen los EstadosUnidos, el autorde Arielllega a sus
conclusionessobre la democracia84: no funciona en Norteamé-
rica porque "supersonajerepresentativose llama 'Yoquiero',
como el 'superhombre'de Nietzsche".Al emparentarel 'Yo
quiero"con el superhombre,Rodó se apartaen algo de Nietz-
sche. Esta divergenciase explica por la oposición materia/es-
píritu. El "superhombre"estadounidense se caracterizapor
"laoriginalidady la audacia"(Rodó, p. 55) en sus deseos ma-
terialistas,pero no en los espirituales.Rodó opina: "cuandola
democracia no enaltece su espíritu por la influencia de una
fuerte preocupación ideal que comparta su imperio con la

83Parala relaciónentre Nietzschey Ortegay Gasset,en cuanto al con-


cepto de artista,véase HowardGiskin,"Elhombre selecto como artistaen
Ortegay Gassety en Nietzsche",NRFH,34 (1985-86),181-193.
84Muchoshan comentadola actitudde Rodó frente a los EstadosUni-
dos. Véanse, Alberto ZumFelde, índice críticode la literaturahispanoamericana:
los ensayistas,Editorial Guarania, México, 1954, pp. 291-293; EmirRodríguez
Monegal, "Sobre el anti-imperialismo de Rodó", Reulb,38 (1972), 495-501;
DavidW. Foster, "Procesos de literaturización en Arielde Rodó", Explicación
de TextosLiterarios,1981-82, núm. 10, 5-14, esp. p. 10; yj. M. Oviedo, op. cit.f
pp. 366-370.
NBFHy L ENELMODERNISMO
NIETZSCHE 513

preocupación de los intereses materiales,ella conduce fatal-


mente a la privanzade la mediocridad"(Rodó, p. 38). Como
Martí,Rodó promuevela concomitanciade la mejoramaterial
y espiritual,no puede cultivarsela una sin la otra, hacerlo im-
plicaríaespiritualismosin relación con el mundo, o, de lo con-
trario,materialismosin ideales.
Se perciben diferenciasy semejanzasentre Nietzsche y el
ensayistamodernista.Si el filósofo despreciaa la clase-rebaño,
Rodó, por su cristianismo,debe abrazarla.No obstanteesta di-
vergencia,los dos pensadorescoinciden en el concepto de una
jerarquíaartísticaparaguiara los gruposmenospreciados.¿Có-
mo determinarquiénes son los artistasy dónde deben encon-
trarseen lajerarquíasocial?"Todoespíritusuperiorse debe a
los demás en igual proporciónque los excede en capacidadde
realizarel bien" (Rodó, p. 46). Es decir existe una jerarquía
innataque determinala posición de cadaindividuoen la socie-
dad, esta posturapositivistano tiene que ver con la sobreviven-
cia del más apto, sino con un impulso para "realizarel bien".
Pero el bien y la belleza son vulnerablesen el mundo indus-
trial,entonces la nobleza espiritualdebe protegersefrente a la
democraciaigualitaria:
Laselecciónespiritual,el enaltecimiento de lavidaporla presen-
cia de estímulosdesinteresados,el gusto,el arte,la suavidadde
las costumbres,el sentimientode admiraciónpor todo perseve-
rantepropósitoidealy de acatamiento a todanoblesupremacía,
seráncomodebilidadesindefensasallí dondela igualdadsocial
que ha destruidolasjerarquíasimperativas e infundadas,no las
substituya con otrasque tengan en la influencia moralsu úni-
co modode dominioy su principioen unaclasificación racional
(Rodó,p. 38).
ParaRodó, la mentalidadde rebaño alimentauna psicolo-
gía en que nadie puede expresarun sentimiento elevado en la
vida ni apreciarla finura,e impide que el artistaofrezcapautas
estéticasy éticas cuando su función ideal es ser vocero de la
moral. La idea jerárquica no representaaquí un desprecio a
la plebe, no, el pensador aboga por la elevación de las masas
populares,sólo que se opone a su estancamientoen una "igual-
dad"que no se acercaa los encumbradosideales de la belleza.
La posturade Rodó coincide en esto con las de GonzálezPrada
y Darío. Por ejemplo, en "Elvelo de la reina Mab"trasladael
problema a la ficción. En este cuento de Darío no existe sino
514 THOMASWARD NRFH,L

una "muchedumbreque befa", ante tal realidad, "los cuatro


hombres flacos, barbudos,e impertinentes",aun siendo dota-
dos de los poderes encantadores,necesitan del hada Mabpara
convertirsu tristezaen felicidad,sólo de este modo son capaces
de creararte (pp. 47-48). El hada,como las "jerarquías
imperati-
vas"de Rodó, es indispensableparainfundirla perfección, pri-
mero en los artistas, quienes a su vez la inculcarán en las
agrupacionesplebeyas.
LoespiritualUn productodel nihilismoactivoes el espiritualismo.
A los modernistas,"cualquieresfuerzoespiritualles entusiasma-
ba"85.Este rasgo decisivono viene al modernismoúnicamente
por Nietzsche,entre sus variasraíces cuenta con el romanticis-
mo86,el panteísmo orientaly el panteísmo krausista87. Resulta
tambiéndel nuevointerésenJesucristoel hombre,elJesucristoin-
manente, tendencia representadaen importantesensayos de
Tolstoi,Proudhon,Renán,Strauss,Bakuniny GonzálezPrada.Pe-
ro el que repercutedestacadamenteen el concepto espiritualde
los modernistases el nietzscheanismo,un conceptoque no tenía
nadaquevercon la moralcristiana,una especiede euforiaporpe-
netraren los misteriosdel cosmos.ConNietzschese destacala exi-
gencia de instalar"ungradorelativode culturaespiritual"en la
vida (Nietzsche,p. 61). Esta"culturaespiritual"apareceen Rodó
como "laespiritualidadde la cultura"a la que, partiendodel filó-

85 E. Anderson Imbert,
op. cit, t. 1, p. 399.
86Véanse,por ejemplo,T. Ward,"Natureand civilizationin Sa^andthe
Nineteenth-Centurynovel in LatinAmerica",Hf, 1999,num. 126, 25-40.
87El racionalismoarmónicose puede percibiren Alas
(España), Rodó
(Uruguay),Martí (Cuba), AlejandroDeustúa (Perú) y Eugenio Maríade
Hostos (PuertoRico). Clarínfiguraaquí porque tenía contacto sustancial
con los primerosescritosmodernistasde SalvadorRueda,José SantosCho-
cano, Rubén Darío y Ramón del Valle-Inclán.Un buen resumen de sus
ideas frente al incipiente modernismose encuentraen MaríaBáezMarco,
"Consideraciones sobrela posiciónde Clarínante el Modernismo",Lasrela-
cionesliterariasentreEspaña e Iberoamérica,
Instituto de Cooperación Iberoa-
mericana,Madrid,1987, pp. 311-319.Para el krausismoen estos autores
véanseT. Ward,"Elkrausismocomo base de la relaciónliteratura-vida en La
Regenta",ULULA,1986,núm. 2, 91-109y "Elconcepto krausistade la belleza
en el Arielde José EnriqueRodó";T. G. Oria, op.cit;José LuisAbellán,"La
dimensión krauso-positivistaen Eugenio María de Hostos", CuA, 1989,
núm. 16, 58-66;y aunqueno mencionael krausismo,sí los conceptosfunda-
mentales,Jack Himelblau,"AlejandroO. Deustúa:An aesthetic vision of
education", RevistaInteramericanade Bibliografía,1970, núm. 20, 417-426.
NRFH, L NIETZSCHE
ENELMODERNISMO 515

sofo, concibe como "el término ideal a que asciende la selección


humana" (Rodó, p. 13), por esto tuvo que criticar países que no
tenían ideales espirituales ni estéticos. El ideal rodoniano se re-
presenta en el arte, el artistay el espiritualismo,jamás en el mate-
rialismo o el utilitarismo. Esta espiritualidad nietzscheana toma
forma en el culto a lo magistral en Rodó, a la poesía en Darío y a
la mujer en Valle-Inclán.
A despecho de sus variados y desiguales contactos con
Nietzsche, los modernistas González Prada, Martí, Casal, Silva,
Darío, Rodó, Valle-Inclán y Cáceres crearon un arte nihilista88,
debido a ello "la palabra modernismoapunta una transitorie-
dad"89que destruye un estado de cosas para avanzarhacia otro.
He aquí un tema toral en el modernismo: la sociedad contem-
poránea es tan despreciable que no queda sino destruirla o ne-
garla, éste fue el mensaje principal de González Prada. Por ello,
numerosos escritores finiseculares fueron nihilistas activos, no
repudiaron todo, pero sí lo que impedía su búsqueda aristocrá-
tico espiritual para regenerar la sociedad.
Como he señalado, la prosa de los modernistas es filosófica.
Adoptaron una postura crítica ante lo que he llamado nietzs-
cheanismo, y de su sistema axiológico seleccionaron diversos
elementos. El modernismo, por tanto, no podía ser literatura
de evasión; si por un lado González Prada y Azorín subordina-
ron el arte a las ideas, por el otro Darío y Valle-Inclán some-
tieron las ideas al arte, pero entre éticos y estéticos no hubo
diferencia absoluta, sólo relativa. Detrás del arte modernista
palpitaron ideas muy profundas, ideas que llegaron con fre-
cuencia al nivel de Nietzsche; lo que hicieron los modernistas
fue ofrecer una respuesta refinada a la fealdad de la moderni-
dad, con la esperanza de que fuese beneficiosa para el enrique-
cimiento espiritual de las muchedumbres.

ThomasWard
LoyolaCollege

88Con excepción de Cáceres,he concentradola atenciónen el llamado


primermodernismo.Existenotros "senderosposibles"en el segundo mo-
dernismo,especialmenteen Leopoldo Lugonesy AmadoÑervo.Hacen fal-
ta nuevosestudiossobre este tema.
89E. AndersonImbert,op.cit.,1.1, p. 399.

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