Lección 8. El Perdón de Los Pecados.
Lección 8. El Perdón de Los Pecados.
Lección 8. El Perdón de Los Pecados.
ESTUDIO ADICIONAL
- Pasos para obtener el perdón:
1) Reconocimiento de la condición de pecador (1 Juan 1:8; Salmo 51:2, 3). Juan
1:8; Salmo 51:2, 3). 2) Arrepentimiento sincero (Hechos 3:19; S. Lucas 3:8; 13:3-
5). 3) Aceptación de Jesús como único Salvador (Hechos 4:12; 5:31; 10:43). 4)
Confesión. La confesión es indispensable (Salmo 32:1-5; Proverbios 28:13). Debe
nombrar el pecado cometido (Levítico 5:5). Pagará por los daños causados
(Levítico 6:4). La confesión debe ser hecha a Dios (1 Juan 1:9; Isaías 1:18; Salmo
103:3. 5) Conversión (2 Crónicas 7:14; Hechos 3:19).
- El maravilloso perdón de Dios. Dios perdona completamente (Isaías 43:25;
Hebreos 8:12; 10:17). El perdón es gratuito (Romanos 3:24). Somos perdonados
en el acto (S. Lucas 23:39-43).
Obtener el perdón es como arreglar una cuenta pendiente. El pecador no tiene con
qué pagar la deuda; pero Jesús la pagó por él en la cruz del calvario y ofrece los
méritos de su sacrificio al que desee aceptarlos.
-Arrepentimiento. El arrepentimiento verdadero comprende dolor sincero y
profundo por haber pecado (2 Corintios 7:10). El arrepentimiento es indispensable
para obtener el perdón (Hechos 2:37, 38).
-Confesión. Los pecados deben ser declarados a Dios, porque él puede
perdonarlos. No puede haber perdón a menos que haya sincera y completa
confesión (Proverbios 28:13). "La confesión de nuestros pecados, ya sea pública o
privada, debe ser de corazón y voluntaria. No debe ser arrancada al pecador. No
debe hacerse de un modo ligero y descuidado. La verdadera confesión es siempre
de un carácter específico y reconoce pecados particulares... La confesión no es
aceptable para Dios si no va acompañada por un arrepentimiento sincero y una
reforma. Debe haber cambios decididos en la vida; todo lo que ofenda a Dios debe
dejarse. Tal será el resultado de una verdadera tristeza por el pecado" (E. G. de
White, El Camino a Cristo, Págs. 38, 39).
-Conversión. Como resultado directo del arrepentimiento y la confesión se
produce un cambio radical en el carácter del pecador. "Si alguno está en Cristo
nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2
Corintios 5:17).
"Los que llegan a ser nuevas criaturas en Cristo Jesús producen los frutos de su
espíritu:
Amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre,
templanza".
Ya no se conforman con las concupiscencias anteriores, sino por la fe sigue pisadas
del Hijo de Dios, reflejan su carácter y se purifican a sí mismos como Él es. Aman
ahora las cosas que en un tiempo aborrecían y aborrecen las cosas que un tiempo
amaban. El que era orgulloso y dominador ahora es ahora manso y humilde de
corazón. El que era vano y altanero es ahora es discreto. El que antes era
borracho, es; sobrio; y el que era libertino, puro" (E.G. White, El camino a Cristo,
págs. 58).
-Justifícación. "Justificados, pues, por tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo... Porque cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió
por los impíos... Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo
pecadores, Cristo murió por nosotros, mucho más, estando ya justificados por su
sangre, por él seremos salvos de la ira. (Romanos 5:1, 6, 8, 9).
"El perdón de Dios va mucho más allá perdón del pecado. Dios no sólo perdona
sino que justifica. Esto significa que el hombre está realmente sin culpa delante
de Dios" (Billy Graham, El mundo en llamas Pág. 167).
-Santificación. Después de la justifica con la ayuda de Dios, hay que mantenerse
sin caída (S. Judas 24). No debe haber pecados voluntarios (Hebreos 10:26). El
secreto de la santificación es crecer en el conocimiento de Dios (Colosenses 1:10
única forma de obtener esa experiencia de progreso continuo, es estar
íntimamente ligado con Jesús y confiar en su palabra (Gálatas 2:20; Romanos
8:37).
"Nuestro crecimiento en la gracia, nuestro gozo, nuestra utilidad, todo depende de
nuestra unión con Cristo. Sólo estando en comunión con él diariamente
permaneciendo en él cada hora, es como hemos de crecer en la gracia. Conságrate
a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer trabajo" (E. G. de White, El
camino a Cristo, Pág. 69, 70).
ILUSTRACIÓN
Un niño indio oró: "Querido Jesús, hazme como tú eras cuando tenías seis años
como tengo yo". Este es el secreto de la santificación.