Mujer, Sexualidad y Muerte en

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MUJER, SEXUALIDAD Y MUERTE EN LA POESÍA DE AMANDA CASTRO

by

Diana Patricia Pacheco Montoya

B.S., Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, 2009

A Thesis
Submitted in Partial Fulfillment of the Requirements for the
M.A. in Foreign Languages and Literatures, Spanish.

Department of Foreign Languages and Literatures


in the Graduate School
Southern Illinois University Carbondale
May 2014
UMI Number: 1568494

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UMI 1568494
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Ann Arbor, MI 48106 - 1346
Copyright by Diana Patricia Pacheco Montoya, 2014
All Rights Reserved
THESIS APPROVAL

MUJER, SEXUALIDAD, IDENTIDAD Y MUERTE EN LA POESÍA DE AMANDA CASTRO

By

Diana Patricia Pacheco Montoya

A Thesis Submitted in Partial

Fulfillment of the Requirements

for the Degree of

M.A. Foreign Languages and Literature,

in the field of Spanish

Approved by:

Dr. Lourdes Albuixech, Chair

Dr. Jennifer Smith

Dr. Alejandro Cáceres

Graduate School
Southern Illinois University Carbondale
March 28, 2014
AN ABSTRACT OF THE THESIS OF

DIANA PATRICIA PACHECO MONTOYA for the Master’s degree in FOREIGN


LANGUAGES AND LITERATURE, SPANISH, presented on MARCH 28, 2014 at Southern
Illinois University Carbondale.

TITLE: MUJER, SEXUALIDAD, IDENTIDAD Y MUERTE EN LA POESÍA DE AMANDA


CASTRO

MAJOR PROFESSOR: Dr. Lourdes Albuixech

El presente trabajo tiene como fin crear un espacio literario para la poesía femenina en

Honduras y rescatar de algún modo el legado literario de Amanda Castro.

La mujer y su realidad es un eje fundamental en el imaginario poético de Castro. En su poesía la

poeta celebra la valentía, el valor y la esencia de la mujer. Sin embargo, la poeta también utiliza

su poesía para denunciar los abusos e injusticias contra la mujer. De la misma manera, a través

de su obra, la poeta promueve una liberación sexual femenina y desnuda una realidad lésbica en

una sociedad donde no hay espacio para la homosexualidad. Además, la poeta explora sus raíces

indígenas y recrea mediante palabras y sueños el pasado desde una perspectiva indígena.

Finalmente, la escritora le rinde tributo a la muerte generando una reflexión fascinante sobre la

vida y su fugacidad.

i
DEDICATION

A mi mayor inspiración…mi padre.


A mi mejor amiga… mi madre.
A la nobleza en persona…mi hermano.
A la luz de nuestros ojos…mi hermana.
Al amor de mi vida… Mi esposo.
A mi matria…Honduras.
A Amanda Castro.

ii
ACKNOWLEDGMENTS

Deseo expresar mi especial agradecimiento a mi asesora de tesis, la Dra. Lourdes

Albuixech por su apoyo y dedicación a lo largo de mi investigación. Asimismo, deseo agradecer

a los demás miembros de mi comité: la Dra. Jennifer Smith y el Dr. Alejandro Cáceres por sus

aportes. Reconozco el tiempo y esfuerzo que implica apoyar a un estudiante en su proceso de

investigación especialmente si se toman en cuenta las muchas otras responsabilidades que

implican el ser docente y padre de familia a la vez. De la misma manera, quiero expresar mi más

sincero aprecio y agradecimiento al profesor Dimitrios Karayiannis por su apoyo durante estos

años. Igualmente, al jefe del Departamento de Lenguas Extranjeras, el Dr. David Johnson y a la

Dra. Janet Fuller del Departamento de Estudios para la Mujer de esta universidad por su apoyo

económico para presentar parte de mi tesis en una conferencia en Costa Rica.

Además, deseo reconocer la ayuda de Douglas Ángeles, escritor y amigo hondureño

quien de principio a fin apartó parte de su valioso tiempo para leer mis borradores y darme su

valiosa opinión. ¡Gracias Douglas por recorrer Tegucigalpa entera en busca de los libros y

amigos de Amanda Castro! Igualmente, deseo agradecer a muchos amigos de Amanda Castro

quienes se tomaron el tiempo para reunirse conmigo para hablar de ella y quienes me ayudaron a

conocer un poco más de la poeta y compartieron conmigo un poco de la magia de la escritora.

Entre estas personas están: la Lic. Patricia Mackay, el escultor Armando Arguijo, la cantante

Karla Lara, el actor Danilo Lagos y el Lic. Eduardo Bahr, el poeta Edgardo Florián, el señor

Evaristo López, la Dra. Janet Gold y la viuda de Amanda Castro María Arechaga.

Igualmente, quiero agradecer a mi esposo Evan Muzzall, quien me ha apoyado, motivado

y ha creído en mí de principio a fin y a quien admiro como académico. Infinitas gracias a mi

familia quienes sin dudarlo me apoyan en cualquier proyecto que emprenda, por creer en mí y

iii
amarme incondicionalmente. Finalmente, quiero darle las gracias a Dios quien me ha bendecido

con oportunidades, con una familia excepcional, y con personas que han sido ángeles en mi

camino.

iv
TABLE OF CONTENTS

CAPÍTULO PÁGINA

ABSTRACT ..................................................................................................................................... i

DEDICATION ................................................................................................................................ ii

ACKNOWLEDGEMENT ............................................................................................................. iii

CAPÍTULO

CAPÍTULO 1 – Introducción ..............................................................................................1

CAPÍTULO 2 – La palabra Mujer de Amanda Castro ........................................................6

CAPÍTULO 3 – Mujer y sexualidad ..................................................................................24

CAPÍTULO 4 – Reconstrucción de una identidad ............................................................44

CAPÍTULO 5 – Muerte .....................................................................................................67

CAPÍTULO 6 – Conclusiones ...........................................................................................75

OBRAS CITADAS ........................................................................................................................79

VITA ............................................................................................................................................82

v
1

CAPÍTULO I

INTRODUCCIÓN

Amanda Lizeth Castro nació el 21 de Octubre de 1962 en Tegucigalpa, Honduras, y

falleció el 18 de marzo del 2010 en la misma ciudad. Lingüista de profesión y poeta de vocación,

la Dra. Amanda Castro ejerció la docencia y se dedicó a promocionar la creación artística y

literaria escrita por mujeres. Castro fue galardonada con el Premio Poesía 1993 en los Juegos

Florales de Centroamérica, México y el Caribe por su libro Celebración de Mujeres que tuvo

lugar en Quetzaltenango, Guatemala. Asimismo, en el año 2006 ganó el primer Premio Hibueras

de Relato Corto en Honduras. Posteriormente, en noviembre del 2008 el gobierno de Honduras

la distinguió con la condecoración Hoja de Laurel del Oro.1 Su obra fue reconocida en Honduras

y en el exterior, con publicaciones en periódicos y revistas de Centroamérica, Europa y Estados

Unidos. También fue fundadora de la revista literaria Ixbalam de Honduras y defensora de los

derechos de las mujeres, de la libertad de expresión, la equidad de género y los derechos de las

personas de la comunidad LGBT.2 Entre sus obras figuran Poemas de amor propio y propio

amor (1993), Celebración de mujeres (1993), La otra cara del sol (2000), Quizás la sangre

(2001), Onironautas (2001) y Desnuda y sin tregua (2010) entre otras.

Esta tesis surge de una necesidad imperante de crear un espacio literario para la poesía

femenina de Honduras y rescatar de algún modo el legado literario de Amanda Castro y atraer la

atención académica a la poesía femenina hondureña, específicamente a la de Amanda Castro. La

1
El premio Hoja de Laurel en Oro fue creado por la Secretaría de Cultura, Artes y Deportes para reconocer la

actividad artística de personas naturales o jurídicas que a través de su labor representen con notoriedad y dignidad la

disciplina artística a la que pertenecen. De igual manera, se otorga a quienes por medio de su trabajo de gestión

garanticen el desarrollo del arte, la cultura y la intelectualidad en general del país.


2
Son las siglas que designan colectivamente a lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero.
2

literatura hondureña cuenta con excepcionales narradores, novelistas y poetas. Sin embargo,

como así lo señala Umaña “hasta el momento carecemos de un estudio completo sobre el

quehacer poético en Honduras” (“La palabra” 10). De la misma manera, Umaña sugiere la

imperante necesidad de “intentar abrir la puerta hacia un mundo cuya riqueza no se ha

justipreciado” (10). Es por esto que es urgente y necesario que las voces de los y las poetas sean

objeto de estudio ya que como lo señala Gold “el triste hecho de que esas voces no hayan sido

respetuosamente escuchadas ni sus aportaciones seriamente analizadas es un descuido cultural”

(“Volver a imaginarlas” 10). Tal es el abandono cultural, que encontrar las obras de Amanda

Castro en las bibliotecas y librerías nacionales e internacionales es un desafío. Este abandono

hacia el quehacer literario hondureño es dañino para la memoria histórica e identidad de una

nación ya que como lo explica Umaña “la poesía aún dada en retazos siempre entraña lo más

selecto, lo más exquisito de una nación” (“La palabra” 13). Es justamente por esta razón que la

obra de Amanda Castro debe ser compartida y estudiada; ya que su poesía es un reflejo de la

realidad socio-histórica de su país. Para García, “Amanda Castro publica fuera de su país no

desde el exilio, pero sí desde una transparente esfera de amor patriótico, filial y consecuente con

su pueblo” (iv).

Hasta la fecha, la obra de Castro ha sido analizada en pocas y breves ocasiones. Autores

como Umaña, Escaja y Horno-Delgado han aportado valiosas interpretaciones de la obra

castriana (aparte de autores de prólogos e introducciones de los poemarios de Castro). Sin

embargo, esta tesis constituye el análisis más extenso hasta ahora realizado. Por lo tanto, este

estudio se ubica en un lugar importante dentro de la crítica castriana. Esta investigación se

desarrolló a través del análisis de la mayoría de los poemarios publicados de Castro. Después de

una lectura cuidadosa, se identificaron temas constantes y prominentes en su poesía. Así, se


3

identificaron cuatro temas esenciales (aunque no los únicos) los cuales son: mujer, sexualidad,

identidad y muerte. Dichos temas están latentes en todos los poemarios de Castro. Aunque en

esta investigación son tratados como temas separados, lo cierto es que estos están entrelazados a

lo largo de la obra castriana. Un claro ejemplo son los temas de la mujer y la sexualidad. Aunque

se analizan en distintos capítulos, estos temas no pueden desprenderse el uno del otro ya que

Castro explora la sexualidad pero lo hace concretamente alrededor de la sexualidad femenina.

Los cuatro temas explorados en esta tesis no se limitan a un solo poemario o a una época de la

poeta. Estos temas están presentes de principio a fin en la poesía de Castro y es posible

identificarlos una y otra vez indistintamente del poemario o la fecha de publicación. Por

supuesto, hay poemarios en los cuales el enfoque principal es uno de estos temas como pasa con

El paso de la muerte, por ejemplo. Este poemario está dedicado exclusivamente a la muerte y se

gesta a raíz de la muerte de seres queridos así como del miedo y convivencia con la muerte que

experimentó Castro al vivir pegada a un tanque de oxígeno que la mantuvo con vida los últimos

años de su vida. Sin embargo, siempre es posible identificar elementos relacionados al tema de la

mujer o la identidad en este poemario.

El tema de la mujer es el más desarrollado en la obra castriana. La mujer y su realidad

es un eje fundamental en el imaginario poético de Castro. En su poesía, celebra la valentía, el

valor y la esencia de la mujer. Sin embargo, la poeta no se limita a exaltar la imagen de la mujer

sino que utiliza su poesía para denunciar los abusos e injusticias contra la mujer. En muchos

poemas la poesía es utilizada como un espejo de la realidad aunque el reflejo no sea el más grato.

Quien lea la poesía de Castro debe de estar seguro o segura que lo que va a leer en muchos de

sus poemas no son sueños o romanticismo idealizado. Todo lo contrario, en muchos de sus

poemas lo que nos presenta la poeta son realidades crudas e impactantes. Castro no se detiene
4

ante “el qué dirán”, su poesía es cruda y fiel a la realidad. De manera frontal y combativa

denuncia la violencia de la cual muchas mujeres son víctimas. Ataca el machismo y el sistema

patriarcal que oprime a la mujer y no le da el valor y el lugar que merece en la sociedad.

De la misma manera, Castro alzó su voz poética para hablar de un tema del que muy

pocas poetas han hablado en Honduras: la sexualidad. Castro denuncia la violencia sexual que

ataca a muchas mujeres. Igualmente, lamenta el distanciamiento que las mujeres tienen respecto

a sus cuerpos y su sexualidad como consecuencia de los estigmas sexuales predominantes y la

“cosificación” de la mujer. Dentro de este mismo tema, Castro, quien era lesbiana, rompe con la

tradición y los fundamentalismos religiosos y desnuda una realidad lésbica en una sociedad en

donde no hay espacio para el homosexualismo. Para Guifarro, “Amanda…abre las puertas de par

en par, en el desafío de las mujeres en un mundo misógino y opresivo al dimensionar la

subjetividad femenina bañada por el fuego, el agua, el placer, el dolor, la muerte y la esperanza”

(15). Poesía desafiante, punzante y cortante son las mejores características de la poesía castriana

cuando se refiere a desafiar prejuicios y el status quo de aquellos que hacen de la tolerancia y la

justicia un sueño truncado.

Castro también explora la nostalgia y melancolía producidas por el destierro. La poeta,

quien vivió fuera de su país por muchos años, indaga las adversidades y realidades del “ser-

migrante.” La otroredad experimentada por Castro fuera de su país la llevó a buscar una

identidad perdida. Como resultado, Castro recrea un brillante viaje a través del tiempo y de los

sueños para reencontrarse con sus raíces indígenas, raíces en donde pudo encontrar su verdadera

identidad y la historia de su país y su gente. Esta constante búsqueda de identidad se ve reflejada

en la inspiración que la poeta encuentra en su país la cual se ve manifestada en la mayoría de sus

poemarios. Honduras es a veces fuente de inspiración, otras, de frustración. Se puede apreciar


5

claramente el amor a su país pero también la indignación que le ocasiona la desigualdad y las

injusticias que lo abaten.

El último tema que se explora en esta investigación es el tema de la muerte. Castro, quien

fue sentenciada a muerte como consecuencia de una enfermedad pulmonar, desarrolla un interés

particular por la muerte. Es así que escribió un poemario específicamente para escribirle a sus

muertos y escribirle a esa mujer que la acompañó y aterrorizó los últimos años de su vida: la

muerte.

Cada uno de estos cuatro temas se analiza con detalle en un capítulo. Sin embargo, es

importante recalcar que los poemas que han sido escogidos para desarrollar cada capítulo no

representan la totalidad de los poemas relacionados con cada tema. Los poemas que han sido

escogidos pueden verse como poemas emblemáticos pero no los únicos que tienen relación con

un determinado tema. Con esto se busca dejar en claro que hay muchos más poemas que pueden

identificarse con un tema aunque no hayan sido incluidos en este trabajo.

La obra de Castro es fascinante especialmente si se toma en cuenta la responsabilidad

social que la caracteriza. En su poesía libre de rodeos, franca, realista y a veces cruda y dolorosa,

Castro nos brinda una versión de la realidad que carece de engaños y espejismos. Igualmente, su

poesía proporciona referentes históricos que permiten la formación de una identidad nacional y

nos recuerda de la fugacidad y fragilidad de la vida. Este trabajo pretende sacar del anonimato a

una gran poeta quien a pesar de ser muy reconocida en el medio literario hondureño es

desconocida por la mayoría de los hondureños y fuera de Honduras. El estudio de la obra de

Amanda Castro es necesario ya que ofrece un aporte al quehacer poético y literario en Honduras,

ayudando así a perpetuar la voz y lucha de esta escritora en la memoria histórica colectiva

hondureña y latinoamericana.
6

CAPÍTULO II

LA PALABRA MUJER DE AMANDA CASTRO3

2.1 Mujer y Sociedad

Castro rinde homenaje en gran parte a la mujer. La visión y experiencia de la mujer están

en el centro de su poesía. El rezago de la mujer producto de la violencia y la desigualdad de

género genera rabia e impotencia en la poeta por lo que busca crear conciencia y destapar una

realidad cruel y penosa.

III

“¡Callate4, vos no sabés!”

¡Sí!

Vos no sabés lo que ha pasado

vos estás acostumbrada al silencio

5 a lavar ajeno

a coser ajeno

a limpiar ajeno

a agachar la cabeza

-buscando estrellas en la arena-

10 Vos estás acostumbrada

a que te roben todo

el deseo

la juventud

3
Término tomado de Helen Umaña de su libro Estudios de Literatura Hondureña (357).
4
La poeta hace uso del voseo. De acuerdo a Sorenson, el voseo es “the pronominal use of the
etymological second person plural vos with its corresponding verb forms to address a single
interlocutor” (763).
7

los hijos

(Poemas de amor propio y de propio amor 11)

La voz poética de manera irónica y con un tono lleno de enojo hacia la mujer comienza

con el imperativo “callate” tomado de la retórica masculina opresora. De manera intempestiva la

poeta silencia a la mujer para que, como de costumbre, escuche, pero esta vez, lo que va a

escuchar es un retrato de su sumisión. “¡Callate vos no sabés!” (v. 1) encarna el silencio forzado

al que han sido sometidas muchas mujeres; un silencio impuesto, arraigado en la presunta

ignorancia que conlleva el ser mujer. Con un tono indignado, la voz poética se dirige a esa mujer

sumisa y golpeada por la indiferencia, busca concientizar a esa mujer que no se ha dado cuenta

de la precaria situación en la que se encuentra: “vos no sabés lo que ha pasado” (v. 3). Peor aún

es la aceptación de ese silencio por parte de las mujeres: “vos estás acostumbrada al silencio” (v.

4), la resignación a callar, a “agachar la cabeza” (v. 9) y acceder a una posición de sometimiento

y renunciar a su propio cuerpo, a cualquier cosa que le pertenezca. Este poema busca ayudar a la

mujer a despertar a una realidad que no merece pero a la cual se enfrenta día a día en una

sociedad en donde la condición de género constituye una desventaja.

Como consecuencia, a través de su poesía, la poeta promueve un cambio, un despertar.

En su poema III del libro Poemas de amor propio y de propio Amor Castro se olvida de los

tabúes y rompe el silencio dejando en claro que el respeto hacia la mujer es un asunto de interés

social.

III

Esta rabia tiene la validez del sol

la precisión del brote de un helecho

la claridad de una ceguera que se agota


8

Esta rabia de hoy es

5 el despertar

de mi respeto

de mi vuelo pasajero y preciso

de mi

palabra-mujer.

(Poemas de amor propio y de propio Amor 23)

Castro da vida al grito de aquellas mujeres que de una u otra forma han decidido hacerse

escuchar. Para Gold, "la voz aquí es la de una mujer que ha reprimido su palabra hasta no poder

más y que por fin la ha soltado; el tono es el de una poeta que ha entrado en batalla con la

exigencia del oficio empleando la ironía inevitable para expresar su modular rabia" ("El Paso"

13). En este poema, la palabra mujer toma un significado liberador. Significa fuerza, autonomía,

respeto; desde la perspectiva de la voz poética esta palabra se ha transformado, ha redescubierto

su simbolismo y significado. La voz poética se ha encontrado a sí misma como mujer, forjando

su identidad y valor. De acuerdo a Horno-Delgado, en la poesía de Castro "la mujer se multiplica

tal y como se agiganta su palabra malsonante a los oídos de la convención social...Esta

dinamicidad femenina se aleja de lo convencional, y se erige en provocación peripatética que se

entreteje disruptivamente entre los intersticios del discurso social" (132).

Castro busca que la mujer no siga reprimiendo su voz; quiere que las voces de todas las

mujeres sean escuchadas y tomadas en cuenta, pero sobre todo busca que las mujeres se den

cuenta de la fuerza de su voz. En el poema IV de su poemario Celebración de mujeres la voz


9

poética motiva a esas mujeres silenciadas a recobrar su voz. La voz poética comienza celebrando

a la mujer en su plenitud, a las mujeres que la rodean y que la han marcado.

IV

En el espejo 5

el pelo de la marga

las manos de alba maria

los ojos dulces de raquel la seguridad de marina

5 el misterio de kay

las sandalias de wendy al pie de la cama

erica y sus interminables preguntas

los labios de sara

stephanie con su tormentoso pasado

10 los sueños largos de helen

-página tras página-

la inocencia de gloria vanessa

la humildad de la negra

el coraje de sonia

15 gloria hablándonos de eva

patricia y nora llenas de versos

55
La mayoría de las mujeres en estos versos son mujeres que Castro conoció tanto en Honduras como en Estados

Unidos. Alba María, Raquel, Marina, Kay, Wendy, Sara, Stephanie, y Erica fueron amigas durante su estadía en

Pittsburg, donde hizo sus estudios de maestría y doctorado. Erica, Sonia, la negra ( Alejandrina) y Nora son amigas

de Honduras. Gloria es la madre de Amanda Castro y Gloria Vanessa es su sobrina.


10

y vos

-sobre todo vos-

desconocida

20 torturada

silenciada

La belleza de tus manos

tejiendo la esperanza

en el silencio de tu voz

(Celebración de mujeres 61-62)

La poeta celebra la espontaneidad de todas estas mujeres, su dulzura, sus sueños, sus

virtudes, sus pasados. Estas mujeres y sus experiencias y cualidades sirven de espejos a la poeta

y el espejo es un símbolo emblemático en la poesía castriana. Se puede apreciar el uso del

simbolismo del espejo desde distintas perspectivas. En algunos de sus poemas, Castro usa el

simbolismo del espejo como un recurso de autocontemplación, en donde intenta re-descubrirse

como mujer, como ser humano. De acuerdo a Pirelli, “como todo símbolo, el espejo tiene un

carácter ambivalente y encierra significaciones opuestas. Entre sus aspectos positivos está la

autocontemplación que conduce al conocimiento de uno mismo y al encuentro con la verdadera

identidad, sin subrefugios ni miedos” (149). Sin embargo, Castro también busca que su poesía

sirva de autocontemplación no solamente para ella misma, sino para todas aquellas personas que

la lean. De esta manera, el simbolismo del espejo va más allá del conocimiento propio. La poesía

castriana busca ser un reflejo de la realidad, en donde cualquier persona pueda verse reflejada a

sí misma y a la realidad que la rodea. En este poema, Castro usa a todas estas mujeres como

espejos. En ellas, la poeta se desconoce y reconoce a sí misma; son como reflejos del alma, su
11

alma de mujer. En este poema, la poeta está viendo y analizando a las mujeres a su alrededor, a

las mujeres comunes y corrientes que de una u otra forma han marcado su vida. Sin embargo,

hacia el final, la voz poética se detiene a observar a una en especial. Esta mujer no tiene nombre,

es desconocida, está ahí, pero está callada. Es aquella mujer por la que la poeta siente empatía,

aquella mujer que no ha alzado su voz. Gold sugiere que "al mirar a su país y gente con ojos de

poeta, Amanda vio a mujeres silenciadas y a hombres robados de su verdadera masculinidad, vio

sueños truncados y esperanzas perdidas" ("El Paso" 13).

Esa mujer desconocida, esa "vos" lo es tal porque nadie le ha dado su lugar, calla y no

tiene voz para darse a conocer. No obstante, es un colectivo demasiado grande como para

ignorarlo. La poeta que conoce a esa "vos" perfectamente, conoce sus circunstancias, su silencio

y sus cargas (vv. 19-21). También reconoce la belleza de sus manos, otro símbolo emblemático

en la poesía castriana (junto al símbolo del espejo), ya que las manos son símbolo de creación, de

sacrificio y de entrega. Las manos de esta mujer que tejen esperanza simbolizan a esas mujeres

forjadoras de futuros, luchadoras, que son capaces de cambiar destinos. No obstante, a pesar de

la fuerza esperanzadora que representan las mujeres, estas siguen silenciadas, parecen no

reconocer su fuerza.

Sin embargo, se puede percibir un tono esperanzador en el juego de palabras entre los

versos 17 y 24: vos-voz. Dos palabras homófonas (en Latinoamérica) que parecen recoger un

anhelo de que esa "vos" silenciada se torne en "voz”. De que ese colectivo desconocido y

silenciado alce su voz y haga sentir su fuerza y valor.

2.2 Retratos de Mujeres

Castro celebra en la sencillez, la grandeza de la mujer; la mujer madre, la mujer

trabajadora, la mujer amiga, la mujer amante. Castro disfruta retratando a mujeres en su poesía;
12

así, a lo largo de su obra se pueden apreciar retratos de mujeres extraordinarias y sencillas a la

vez. Para Gold, “Amanda rinde homenaje a la fuerza, belleza y resistencia de mujeres a la vez

extraordinarias y comunes” (“El Paso” 14). En su poesía nos encontramos con poemas que

representan el día a día de la mujer común y corriente; su esfuerzo, su sufrimiento, su alegría, sus

desencantos, su vida. En otras palabras, Castro celebra el simple hecho de ser mujer, su esencia,

su razón de ser.

Por ejemplo, en su emotivo poema “La mama” Castro describe la abnegación de la

madre. Nos cuenta la realidad cruda y desgarradora de una madre con muchas limitaciones pero

con coraje y determinación por forjar un mejor futuro para sus hijos.

La mama

Alta y de piel oscura

grande mitológica

peleadora y tierna era la mama

sus ocho hijos todos aprendieron a leer

5 a creer en dios

a entender lo que su madre amaba

ellos

todos con título de secundaria

profesores secretarias

10 todo

por aquellas manos carrasposas

agrietadas por los años de la angustia

y el abandono
13

-aquellos hombres que prometieron ayudarte

15 y se marcharon-

todo

por aquellas manos

rajadas con el olor putrefacto

-lugares donde ella buscaba el pan-

20 limpiando pisos

limpiando servicios

limpiando

todo

por un pan para sus hijos

25 porque sus hijos fueran a la escuela

porque tus hijos fueran alguien

por darles lo que vos nunca tuviste

una cama en lugar del petate

una casa en lugar del cuartito maltrecho

30 una vida en lugar del tormento

Mama

¿no te das cuenta?

cambiaste el curso del sol

con tus manos

35 con tu enorme cuerpo lacerado


14

El sol en tu frente

cuesta abajo cuesta arriba

de vuelta al trabajo

asegurando el futuro en tus manos

40 (las mismas que hacían la ropa

más simple del universo)

-el amor encerrado en un cuerpo de mujer-

Mama

no te das cuenta

cambiaste el curso del sol

(Celebración de mujeres 26)

Haciendo uso de un lenguaje simple y franco, la poeta logra entablar una conexión sólida

entre el lector y el poema. Fácilmente, el lector es capaz de captar el mensaje del poema dada su

simplicidad y vivacidad. La voz poética comienza describiéndonos a la mama en los versos 1 y

2. La mama es “Alta y de piel oscura/ grande mitológica.” Se eleva a la figura materna a una

diosa, a una heroína. Igual que los griegos tenían a los semidioses que llegaban al Olimpo tras

grandes hazañas y los mayas deificaban a sus grandes guerreros para la poeta, la madre es una

guerrera que merece ser elevada a un plano superior a pesar de ser una persona común y

corriente. La hazaña de la mama, quien a su vez representa el concepto de madre de una forma

universal e imperecedera, es tal que es digna de exaltarla a tal punto. El amor y la dedicación de

la mama constituyen una fuerza intraducible, por lo cual la poeta la alza a un símbolo casi

sagrado.
15

Asimismo, la voz poética a través de la antítesis “peleadora y tierna” (3) describe una

paradoja en el rol de madre de la mujer. El amor y la ternura, algo natural en la mayoría de las

madres, es lo que genera la lucha y el afán por sacar adelante a sus hijos. El amor y el esfuerzo

son manifestados a través de las manos de la madre, “manos carrasposas /agrietadas por los años

de la angustia/ y el abandono” (vv. 10-12). Sus manos han sido una ofrenda para sus hijos,

mediante ellas ha podido darles y ofrecerles lo más profundo de su ser. Según el Diccionario de

francmasonería, “enseñar las manos es signo de descubrirse, de mostrarse en profundidad o de

entregarse. Esconderlas significa todo lo contrario. Con las manos, el bruto agarra, el hombre

coge, y el ser superior entrega, ofrece, sana” (251). En este caso no es la mama quien nos

muestra las manos, sino más bien es la voz poética la que fija su atención en ellas y las muestra

al lector como evidencia de la entrega y trabajo de la madre. Es una imagen cruel de su estado

físico, anímico y espiritual. Sus manos están agrietadas no solo como resultado de su trabajo;

también están lastimadas como producto del abandono, de aquellos hombres que se han

marchado y han olvidado la responsabilidad compartida de los hijos. Los versos 13 al 15 denotan

un profundo desencanto y una crítica al hombre; la figura del hombre es presentada como puño

de promesas desvanecidas. De nuevo, en los versos 17 y 18 la figura de las manos vuelve a

aparecer. Dichas manos pasan de ser “carrasposas /agrietadas” (vv. 10-11) a tener un olor

“putrefacto” (17). Ese olor putrefacto es producto de realizar los trabajos más arduos; “limpiando

pisos/ limpiando servicios/ limpiando” (vv. 19-21). Mediante esta anáfora, la voz poética logra

crear una imagen de la ardua y continua labor de esta mujer. Limpiando, limpiando, limpiando

una y otra vez sin descanso. El oficio de aseadora es a menudo visto como degradante; no

obstante, el trabajo honesto y humilde alcanza para proveer a sus hijos de pan y educación: “por

un pan para sus hijos/ porque sus hijos fueran a la escuela” (vv. 23-24).
16

Luego, hay un cambio de la tercera a la segunda persona. La voz poética deja de

comunicarle al lector la historia de esta madre y se dirige a ella, a la madre misma: “porque sus

hijos fueran a la escuela/ porque tus hijos fueran alguien"(vv. 25-26). Como resultado, hay un

cambio de tono en el poema; se vuelve más personal a partir de estos versos. Es como un susurro

lleno de ternura a esa madre cuya meta era que sus hijos no tuvieran la vida que ella ha tenido;

un susurro que reconoce su labor, labor que acaba por lograr su fin. Otra vez, la voz poética hace

uso de una anáfora en los versos 23 al 26. Los versos 19 al 21 nos retratan la imagen de una

mujer que limpia sin cesar, los versos 23 al 26 nos dicen el por qué: "por un pan para sus hijos/

porque sus hijos fueran a la escuela/ porque tus hijos fueran alguien/ por darles lo que vos nunca

tuviste". Enseguida, vuelve a aparecer otra anáfora, en este caso, estos versos representan el

bienestar material que la mama aspiraba para sus hijos. La mama limpiaba, incesantemente para

que sus hijos tuvieran "una cama en lugar de petate/ una casa en lugar de cuartito maltrecho/ una

vida en lugar de tormento"(vv.27-29). La anáfora con el verbo limpiar en los versos 19 al 21

desencadena otras series de anáforas que tienen como fin justificar la labor incansable de la

limpieza de la mama: por, por, por (vv. 23-26), una, una, una (vv. 27-29).

La voz poética le reafirma a la mama que ha logrado su objetivo: “¿no te das cuenta?/

cambiaste el curso del sol/ con tus manos/ con tu enorme cuerpo lacerado” (vv. 32-35). En estos

versos se vuelve a mitificar, a endiosar a la mama. Tanta es su fuerza y hazaña que ha logrado

cambiar el rumbo del sol, algo imposible para un simple mortal. Sin embargo, con su fuerza y

gracias a su cuerpo lacerado por años de trabajo y sacrificio esta mítica mama logra cambiar el

destino de sus hijos, como si actuara como una fuerza superior. La mama ha sido capaz de

cambiar el destino de sus ocho hijos. Este cambio no se reduce a un cambio efímero, es el

cambio de una realidad, de un futuro mejor. Las vidas de sus hijos fueron transformadas, tal
17

como lo confirma el inicio del poema en sus versos 7 y 8: “todos con título de

secundaria/profesores secretarias.”

Además, hay que notar que ya no son solamente las manos las lastimadas; ahora lo es el

cuerpo también. La entrega es total, es una entrega en cuerpo y alma, la madre no solo ofrece el

trabajo (simbolizado por sus manos), el sacrificio realizado; también les ha dado su vida, su

fuerza, su cuerpo y hasta su alma.

Por otra parte, los versos 35 al 37 recuerdan el mito de Sísifo6 empujando constantemente

una roca sobre una pendiente, sin poder jamás concluir su labor pues antes de que llegara a la

cima, la roca rodaba cuesta abajo. De igual forma, sostener una familia con ocho hijos en tan

precarias circunstancias es una labor muy ardua, a cuestas y de nunca acabar. “El sol en tu frente/

cuesta abajo cuesta arriba/ de vuelta al trabajo”. Sin embargo, la labor de esta madre al contrario

de la de Sísifo sí es esperanzadora y tiene sentido el cual es darles mejor vida a sus hijos.

Más adelante, la imagen de las manos reaparece en el verso 38 describiendo a la madre

como visionaria y sabedora del potencial que sus manos tenían; cambiar el rumbo de la vida de

sus hijos. Además, la ropa simple descrita en los versos 39 y 40 simboliza la vida que la mama

forjó para su familia; una vida simple y con limitaciones pero decente al fin y al cabo. Hacia el

final del poema, la voz poética eleva el hecho de ser madre como la mayor muestra de amor de

una mujer: “-el amor encerrado en un cuerpo de mujer-” (42). Los últimos versos " Mama/ no te

das cuenta/ cambiaste el curso del sol" (vv. 42-44) constituyen una repetición casi coral junto a

los versos 30 al 32. Sin embargo, vale resaltar una pequeña diferencia entre estos versos y es que

6
En el infierno, Sísifo fue obligado a cumplir su castigo, que consistía en empujar una piedra enorme cuesta

arriba por una ladera empinada, pero antes de que alcanzase la cima de la colina la piedra siempre rodaba hacia

abajo, y Sísifo tenía que empezar de nuevo desde el principio, una y otra vez.
18

en el verso 32 se hace una pregunta: “¿no te das cuenta?” Por el contrario, en el verso 44 se hace

una afirmación: "no te das cuenta". La mama estaba consciente de que quería un mejor futuro

para sus hijos. No obstante, parece ser que la mama no se da cuenta hasta qué punto su hazaña

ha beneficiado a sus hijos. La voz poética cierra el poema con un toque de nostalgia ante la

ingenuidad de la mama quien parece no percatarse de los alcances de sus sacrificios.

“La Mama” simboliza el poder renovador, redentor y salvador del amor maternal. Es un

poema esperanzador ya que a pesar de su crudeza, existe una recompensa para la madre ya que

como la voz poética lo afirma en su último verso, la madre ha logrado su objetivo: “cambiaste el

curso del sol” (44). Castro ha encontrado en esta mama la fuerza interior y el poder de voluntad

de la mujer.

El discurso castriano representa una voz fiel a las realidades socioeconómicas de su país,

ya que el retrato de la madre de este poema es una realidad para muchas madres hondureñas

quienes han asumido el mando de sus hogares y están comprometidas a mejorar el futuro de sus

hijos7 . Mediante este poema, Castro celebra la fuerza de la mujer hondureña, su tesón y entrega.

Tal es así que en “La mama” podemos identificar “espejos” de la realidad de muchas madres. Si

prestamos atención, a lo largo del poema podemos apreciar un mensaje a un “segundo nivel.”

Este nivel comunicativo tiene lugar parentéticamente: “-aquellos hombres que prometieron

ayudarte y se marcharon-” (vv.14-15); “-lugares donde ella buscaba el pan-” (v.19); “(las mismas

que hacían la ropa más simple del universo)” (vv.40-41); “-el amor encerrado en un cuerpo de

mujer-” (v. 42). Estos versos son espejos que nos ayudan a ver a través de ellos la labor no solo

7
. De acuerdo al diario La Tribuna de Honduras, los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de

Honduras indican que del total de hogares a nivel nacional, el 31.7 por ciento tiene como jefa de hogar a miembros

del sexo femenino, esto representa 550.767 hogares a nivel nacional.


19

de esta “mama”, sino la de miles y miles de otras mujeres que atraviesan por situaciones

similares y cuyo esfuerzo y amor se ve reflejado en este poema. “La mama” es un poema

emblemático, en el que la poeta intenta reconocer la labor de todas aquellas mujeres que son

jefas de hogar no solo en su país, sino de todas aquellas mujeres que han luchado por sus hijos a

pesar de las muchas dificultades que se presentan. Esa es la poesía de Castro, una poesía acorde a

la realidad y libre de fantasías, una poesía que capta el universo tal y como es aunque eso

signifique carecer de estética y soltura como así lo señala Umaña al sugerir en el prólogo de

Celebración de mujeres que “[t]odavía en la poesía de Amanda Castro -especialmente en el

primer libro- advertimos ritmos no logrados y versos forzados en los cuales no se logró la fuerza

o soltura necesarias. Pero el basamento ideológico es coherente, y, la mayor parte de las veces,

válido en la forma de enunciarse” (16). El fin de su obra es reavivar la conciencia personal y

colectiva.

Castro rinde homenajes a todo tipo de mujer: mujeres tan sencillas como “la mama” hasta

mujeres que marcaron su vida desde un punto de vista académico como es el caso del poema “a

Gloria Anzaldúa.” Y es que antes de emprender su lucha por las mujeres e insistir en la

necesidad de una mayor concientización respecto al lugar de la mujer en la sociedad, Castro tuvo

que pasar por su propio proceso para descubrir su identidad como mujer, como latinoamericana,

como lesbiana.

a Gloria Anzaldúa8

-poema para una mujer

8
De acuerdo a la de teoría literaria y cultural, “Gloria Evangelina Anzaldúa (1942-2004) was a renowned Chicana

lesbian feminist poet, cultural theorist, fiction writer, independent scholar, and activist. In her work, Anzaldúa made

crucial theoretical contributions to the fields of postcolonial feminism, cultural theory, Chicana/o theory, and queer

theory.”
20

famosamente desconocida-

Me impresionó su voz

hará unos quince años

explicándonos en la catedral de la enseñanza

por qué había que hablar

5 del color y las mujeres

y de nuestra sexualidad

para traspasar los bordes

como quien se sienta en la verja

o se cruza la malla

10 -al otro lado de las cosas-

Nos enseñó a todas

con su punzante dedo en la llaga

y la ternura en las palabras

un pasado ancestral

15 que nos marca y nos ubica

desubicándonos en esta especie

Me impresionó el color de su piel

descubriéndose en la mía.

(El Paso de la Muerte 55)

Mediante el uso de oxímorones, Castro describe a Anzaldúa como una mujer quien a pesar

de ser muy reconocida en su medio académico es desconocida en otros ámbitos, especialmente


21

por aquellas mujeres que necesitan conocer su labor, como lo fue la misma Castro en un

determinado momento. Este desconocimiento de su obra y pensamiento le resulta escandaloso a

la poeta debido al impacto que Anzaldúa tuvo en su propia vida.

Los versos 1 al 10 tienen especial significado si se toma en cuenta que esta remembranza

de la poeta se da al final de sus días, en su poemario El paso de la muerte. En este poemario,

Castro al sentirse tan cerca de sus últimos días, decide dedicarle esta obra a su vivencia con la

muerte. Esto demuestra el impacto e importancia que Anzaldúa tuvo no solo en su poesía, sino

también en su auto-descubrimiento como mujer, como lesbiana y como latinoamericana. En la

poesía de Amanda Castro se puede apreciar cómo Anzaldúa influenció la obra y vida de Castro.

En los versos 5 al 7 se pueden observar temas fundamentales que se identifican en la labor

poética de Castro: Mujer, sexualidad e identidad9. Pero también se habla del color, de

identificarse como mujeres de color, de descubrir sus raíces indígenas y su mestizaje. Además, se

aprecia la actitud rebelde y desafiante en los versos 7 al 10 en donde “se traspasan los bordes.”

Estos bordes, verjas y mallas aluden al origen chicano de Anzaldúa , un pueblo doblemente

mestizo (mezcla indígena/ español y su doble nacionalidad mexicana-estadounidense). Sin

embargo, también hace referencia a la preferencia sexual tanto de Anzaldúa como de Castro,

quienes eran lesbianas, ya que los gays y lesbianas representan un grupo frecuentemente

segregado, marginado y atacado. Anzaldúa era consciente de que había que saltar esas vallas,

esos obstáculos, para ser escuchada: "the lesbian of color is not only invisible, she does not even

exist. Our speech too is inaudible. We speak tongues like the outcast and the insane" (26). Sin

duda alguna, la influencia de Anzaldúa tuvo resonancia en el tono y el mensaje de la poesía de

Castro. Anzaldúa incitaba a las mujeres a escribir y aconsejaba que "to touch more people, the

9
Dichos temas se discuten a a lo largo del presente trabajo en diferentes Capítulos.
22

personal realities and the social must be evoked not through rhetoric but through blood and pus

and sweat... I say mujer mágica, empty yourself into new ways of perceiving the world, shock

your readers into the same. Stop the chatter inside their heads" (34).

"Punzante dedo en la llaga" en el verso 12 hace referencia al proceso doloroso que

conlleva en muchas ocasiones el auto-descubrimiento, el encontrarse a sí misma, sus raíces,

realidades y conflictos. Sin embargo, aunque resulta ser un proceso duro, esas palabras son

tiernas como las palabras sabias de una madre. Anzaldúa es presentada como una maestra, una

maestra que como la antítesis "que nos marca y nos ubica/ desubicándonos en esta especie" (vv

15-16) muestra, era capaz de ayudar a otras mujeres a ubicarse dentro de su tiempo y espacio

aunque esto significara salirse de los márgenes establecidos por la sociedad y a escribir más allá

de lo que estaba "permitido" escribir. Anzaldúa creía que era necesario escribir "of what most

links us with life, the sensation of the body, the images seen by the eye, the expansion of the

psyche in tranquility: moments of high intensity, its movements, sounds, thoughts" (34).

Influenciada por escritoras como Anzaldúa, Castro tuvo que re-descubrirse a sí misma, su

color, su historia, su razón de ser poeta. De esta misma manera, buscaba influenciar a las mujeres

a que redescubrieran su realidad, su identidad y que fueran capaces de desafiar las dificultades

que se les presentaran y las limitantaciones que se les impusieran. Tanto la poesía de Castro

como la de Anzaldúa constituyen instrumentos didácticos y desafiantes a verdades impuestas y

ocultas. Ambas escritoras sabían que la poesía tiene un potencial revolucionario y ambas

buscaban reivindicar la identidad femenina de una u otra manera. Castro explora la realidad de la

mujer desde distintos ángulos y no duda en mostrar su descontento ante la desigualdad que viven

muchas mujeres día a día. Nos quita una cómoda venda de los ojos; nos desnuda una verdad que

debemos reconocer si queremos cambiarla. Castro no tiene tapujos ni límites para denunciar
23

injusticias y eleva su voz en nombre de todas aquellas mujeres silenciadas. No obstante, la poeta

guarda la esperanza de que a través de su poesía las mujeres puedan verse reflejadas en sus

versos y exigir el lugar que les corresponde.


24

CAPÍTULO III

MUJER Y SEXUALIDAD

Female-focused violence also represents a hidden obstacle to economic and social


development. By sapping women’s energy, undermining their confidence, and
compromising their health, gender violence deprives society of women’s full participation
(Heise et al. 4).

3.1 Represión y Abuso Sexual

Castro no se limita a “pintar” cuadros ideales de la mujer y su sexualidad. Su poesía

denuncia la “cosificación” femenina y la castración sexual que sufren algunas las mujeres. La

poeta alza la voz por un grupo de mujeres que sufren en silencio y en soledad las secuelas de la

violencia sexual y el abuso. Aunque se percibe un tono amargo en torno a la sexualidad en

algunos de sus poemas, esto no significa que su obra ataque a la sexualidad heterosexual y la

tilde de violenta en su totalidad. Sin embargo, sí deja en claro que muchas niñas y mujeres día a

día luchan por no ser víctimas de las garras del abuso sexual. Asimismo, Castro indagó la

percepción que las mujeres y la sociedad tienen acerca de la sexualidad femenina. Al hacerlo, la

poeta se encontró con mujeres alejadas y ajenas a su propia sexualidad, a sus propios cuerpos, al

erotismo:

III

¿Es QUE ACASO NOS ALEJAMOS DEL EROTISMO

porque conocimos el sexo

como un acto de violencia sexual

¿o era la violencia un acto sexual?10

10
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la violencia contra la mujer -especialmente la ejercida por su

pareja- y la violencia sexual constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos
25

5 Conocimos lo prohibido antes que todo

nuestros padres y nuestros hermanos

nuestros amigos

todos jugaban como gallos de pelea

Después nuestras madres

10 nos enseñaron a callar

(Callar…

¡Ah! ¡Las paredes de las casas bonitas

Cayendo con sus secretos!)

Por eso inventamos las bombas

15 -así los enemigos eran otros y no,

nosotros-

Crecimos alejadas de nuestros cuerpos

“sucios y pecaminosos”

y nos latigában-mos en silencio

20 al sentir la sangre del deseo

acechándonos

Aprendimos a cerrar los ojos

cuando se aproximaba otro

cuerpo

de las mujeres. Según esta misma organización, entre el 15% y un 71% de las mujeres de 15 a 49 años refirieron

haber sufrido violencia física y/o sexual por parte de su pareja en algún momento de su vida.
26

25 apagábamos la luz

internándonos cada vez en ese Hoyo

laberíntico

del cual somos hijas

En nuestra enajenación

30 huimos de nuestra lengua

cercenando los labios

Y en la oscuridad de los dioses de la violencia

siguieron apoderándose de nuestros sueños

tornándolos pesadillas.

(Quizás la sangre 23-24)

En los versos 1 al 4, la voz poética comienza preguntándose del porqué del alejamiento

de la identidad sexual de las mujeres, incluyéndose también a sí misma en esta pregunta. La voz

poética culpa a la violencia de la separación que las mujeres tienen respecto a sus cuerpos.

Siguiendo esta idea, se crea una relación directa entre sexo y violencia. El dilema ahora es

establecer cuál precede a cuál, el sexo a la violencia o la violencia al sexo. ¿Acaso es violento el

sexo o es el sexo una forma de violencia? Parece ser tan fuerte el vínculo entre estos dos

elementos que cuesta establecer la dinámica en la que se complementan. El hecho es que la voz

poética nos presenta la otra cara de la sexualidad: el sexo como acto de dominación y

agresividad. Deja de lado el erotismo idealizado que parece no ser una realidad para todas las

mujeres. Es importante hacer énfasis en cuál es la intención de la poeta al presentar al sexo como
27

un acto violento. Y es que lejos de generalizar que todos los hombres son violentos o que todas

las relaciones íntimas heterosexuales son agresivas, lo que la poeta busca es desnudar una

realidad que con mucha frecuencia es ignorada. La escritora, a través de su grito poético le

recuerda al lector o lectora que la violencia sexual existe aún y cuando se esté alejado de esa

realidad y que es importante hablarlo, y aún más trascendental combatirla.

Los versos 17 al 21 describen el alejamiento que las mujeres sufren de sus cuerpos

debido a la idea de que el sexo es impuro e indecoroso. Dentro del comportamiento “debido” de

la mujer, esta debe procurar mantenerse alejada de su sexualidad puesto que lo contrario se ve

como un comportamiento indebido. Además, el verso 19 crea un juego de palabras que sirve para

señalar el auto desprecio que las mujeres tienen hacia sus cuerpos y al erotismo debido a la

censura impuesta por la sociedad: “y nos latigában-mos”. La colocación de la desinencia “-mos”

en segundo lugar implica que el “-mos” es el resultado del “latigában”. Es decir, la auto censura

es simplemente el resultado de la presión social que se ejerce sobre las mujeres para controlar su

comportamiento sexual. El deseo, algo natural en los seres humanos, termina siendo reprimido

por las mujeres (“al sentir la sangre del deseo”) debido a la censura a la que han sido expuestas.

Esta auto represión se ve plasmada en los versos 21 al 25: “aprendimos a cerrar los ojos/

cuando se aproximaba otro cuerpo/apagábamos la luz”. La voz poética pasa luego a hacer un

reclamo a su sociedad directamente: “internándonos cada vez en ese Hoyo/ laberíntico/ del cual

somos hijas” (vv.25-27). La H mayúscula en “Hoyo” que puede simbolizar a Honduras, del cual

se identifica como hija. Es un “Hoyo laberíntico,” ya que buscar una salida a dicha autocensura

puede ser complicado en una sociedad que promueve la misma. Sin embargo, buscar una salida a

esta auto-censura es complicado especialmente cuando el silencio parece ser inculcado desde el

hogar y estar adherido a una determinada cultura: "(Después nuestras madres/ nos enseñaron a
28

callar / (Callar…/ ¡Ah! ¡Las paredes de las casas bonitas/ Cayendo con sus secretos!)" (vv. 9-13).

Así lo confirman Heise et al. al asegurar que:

As difficult and intractable as other health issues are, violence against women may even

be more so. Deeply embedded attitudes about male-female relations, social taboos against

discussing “private matters” in public, and the lack of a “technological fix” all work

against a solution. Although violence against women is almost universal, its patterns and

its causes can be fully understood and remedied only in specific social and cultural

contexts. (4)

Desafiar las pretensiones impuestas sobre las mujeres puede ser un intrincado camino.

Por eso, muchas mujeres han optado por “cercenarse los labios” (vv. 29) y se han silenciado ante

algo que parece normal. Al final, lo que debería ser un sueño se vuelve pesadilla gracias a “los

dioses de la violencia” (v. 30), a aquellos hombres que han hecho del acto sexual un infierno por

el abuso, el maltrato, la violación, la falta de comprensión y la desigualdad.

VI

POR ESO

no nos debería sorprender

nuestra incapacidad

para reconocer

5 los sonidos

de un orgasmo

-gritar

¿es signo de placer o de tortura?-

Y cuando yacían nuestros cuerpos


29

10 en las veredas

mutilados

sin lengua

se escuchaba a otras mujeres decir

¿y qué esperaba?

15 con esa faldita tan cortita...

y el escote tan bajo ...

¡rezando no andaba!

¡Bien matadas estábamos!

-¿ Y Ricci Mabel,

20 también lo merecía?-

Crecimos al compás

del son

que nos tocaban

"en el país de

25 no me acuerdo...

un pasito para aquí, un pasito para allá

¡ ay! qué miedo me da...'

(Quizás la sangre 28)

De nuevo, Castro arremete contra la violencia que afecta a las mujeres. Denuncia la

violencia y el miedo en el que a muchas mujeres les toca vivir. El grito que debería representar

placer, representa dolor. Las mujeres que han sido víctimas de la violencia sexual son incapaces

de reconocer los sonidos de un orgasmo ya que el grito simboliza miedo, experiencias


30

traumáticas, sentimientos de culpa y nunca placer. Los versos 8 al 16 son una fuerte crítica a la

postura tomada por la sociedad en general cuando las mujeres son víctimas de violación o abuso.

En muchas ocasiones se acusa a la víctima y se excusa al agresor sexual. En este caso, Castro de

manera acertada logra captar la "voz popular" de nuestras sociedades donde culpamos a las

mujeres por ser ultrajadas: "¿y qué esperaba?/ con esa falda tan cortita.../y el escote tan bajo.../

¡rezando no andaba!" (vv.13-16). Irónicamente, son las mujeres quienes suelen adoptar estas

actitudes en contra de la mujer. Es por eso que en estos versos Castro apunta con el dedo de su

palabra a las mujeres quienes en lugar de ser solidarias, terminan siendo inquisidoras en contra

de su mismo género. Tristemente, en muchas ocasiones, las mujeres que han sido víctimas de

abuso terminan por internalizar esa culpabilización de la cual son víctimas. Esta actitud machista

ha ocasionado malestar en las mujeres en todo el mundo. Tal es así que en el año 2011 se originó

un movimiento en contra de esta cultura patriarcal llamado "The Slutwalk" o "La Marcha de las

Putas" en español. El 24 de enero de 2011 un policía de Toronto en una conferencia sobre

seguridad civil dijo que: “women should avoid dressing like sluts in order not to be victimized”

(Slutwalk Toronto). Esto desató la ira en las mujeres presentes y en las mujeres canadienses en

general que pronto organizaron una marcha en donde las mujeres se vistieron de manera

provocativa y exigieron que no se culpe a las mujeres de los atracos sexuales de los cuales son

víctimas por su manera de vestir o actuar. Esta marcha fue rِápidamente copiada por muchos

países alrededor del mundo. Y es que esta culpabilización de las víctimas de la violencia sexual

parece ser una epidemia mundial. Esto provoca que por miedo a ser culpadas y estigmatizadas,

las víctimas de violación tengan miedo a denunciar a sus agresores.

Siguiendo esta misma idea, los versos 18 y 19 recuerdan el caso de Ricci Mabel, una

adolescente que fue violada y asesinada en 1991 y es uno de los casos más recordados por la
31

población hondureña. Hacia el final del poema, la poeta lamenta que las mujeres tengan que

acomodarse a las circunstancias y vivir con miedo en lugar de cambiarlas.

Asimismo, Castro explora el menstruo de la mujer y cómo esta transición de niña a mujer

afecta la manera en que la mujer es percibida por los hombres.

PARA LAS MUJERES

la sangre tiene dos caras

la que nos convirtió en mujer

la que nos convirtió en víctimas

5 Jamás

logramos comprender

por qué a los doce años

desaparecieron los juegos

limpios de la niñez

10 y nuestros

Incipientes pechos

tiernos

obligaron a los hombres

a convertirse en bestias

15 El simple hecho de convertirnos en mujer

les hacía cruzar la línea a lo salvaje

–pero los animales jamás nos atacaron-


32

aprendimos a defendernos con una joroba

que escondía el busto

20 una vez más

el silencio

nuestra única defensa

Hubiéramos querido ser invisibles

éramos invisibles-

(Quizás la sangre 35-36)

Castro tiene las agallas para indagar sobre un tema obviado, un tema que las mismas las

mujeres evaden. La sangre menstrual al igual que la sangre del parto es un tema tabú. Sin

embargo, Castro sabe que con su poesía punzante ella es capaz de romper ese tabú y así enfrentar

la violencia sexual que acecha a niñas y mujeres por igual. Castro no tiene tapujos y destapa una

realidad escalofriante.

La transición de mujer a niña puede conllevar para muchas mujeres un infierno. Los

juegos se acaban y las miradas acechan. La niña que se vuelve mujer pasa de ser algo que

proteger a un objeto de deseo en muchos casos impuros, porque encierra en sí misma una doble

condición de la castidad y la inocencia casi infantil y la voluptuosidad propia de una mujer. La

violencia sexual contra mujeres y niñas es un problema de salud pública a nivel mundial. Por

ejemplo, datos de estudios realizados en Estados Unidos revelan cifras escalofriantes. De

acuerdo a Peters et al., “In the United States, for example, studies show that 27 to 62 percent of

women recall at least one incident of sexual abuse that occured before they were 18” (citado en

Heise et al. 138). Algunos hombres se convierten en bestias ante la transformación que sufre una
33

niña al convertirse en mujer, el desenfrenado deseo los convierte en seres salvajes. Tanto indigna

este comportamiento de los hombres a la poeta que llega incluso a insinuar de manera irónica y a

través de su concurrente uso de parentésis la inferioridad de hombres depravados en

comparación a los animales quienes a pesar de su naturaleza salvaje “jamás nos atacaron” (v.17).

Ante las miradas perturbadoras y los deseos incontrolados de algunos hombres, las niñas

aprenden a avergonzarse de sus cuerpos, a sentirse alejadas de su identidad como mujeres y

como seres sexuales: “aprendimos a defendernos con una joroba/ que escondía el busto” (vv.18-

19). La vergüenza de la pubertad queda claramente reflejada con el deseo de la invisibilidad:

“hubiéramos querido ser invisibles” (v. 23). De nuevo, mediante el uso de paréntesis, Castro

logra comunicarnos un mensaje más profundo, nos comunica la invisibilidad de la mujer, la

invisibilidad en una sociedad que sistemáticamente ignora el flagelo de la violencia sexual que

deja sin voz ni derechos a sus víctimas. Las niñas van asimilando su cosificación, como si fuera

algo normal. Irónica y tristemente, las personas que ejercen este acoso y violencia sexual contra

las niñas son personas cercanas a ellas como así lo sugieren Watts y Zimmerman al afirmar que:

“[t]he most common perpetrator of child sexual abuse is a father or another male family

member…most perpetrators are male and known to the victim” (1235). El silencio es,

nuevamente, la mejor salida para la mujer debido al estigma y vergüenza social que

potencialmente puede generar la denuncia por parte de la víctima. El silencio las vuelve

invisibles, como si su sufrimiento, valor y respeto no existieran; como si no fuese necesario

hacer justicia, como si el abuso nunca hubiese sucedido. El estigma social que recae sobre la

mujer es una carga muy pesada; especialmente cuando la sociedad crea construcciones sociales

acerca de las expectativas que las mujeres deben llenar en un determinado grupo social.

3.2 Erotismo y Sensualidad


34

Castro hace mucho énfasis en la violencia y el estigma que sufren las mujeres, su poesía

también está cargada de erotismo y sensualidad. La escritora celebra la sexualidad femenina sin

prejuicio alguno. No hay miedos ni tapujos en la manera en que Castro expresa el placer

femenino. En muchos de sus poemas, la mujer ya no es objeto sino sujeto, dueña de su cuerpo y

su sexualidad. En su poemario Celebración de mujeres Castro describe de manera sutil el

encuentro sexual desde una perspectiva femenina y emocional.

III

Tu cuerpo

sigue aprisionándome

Me aferro a vos

Con este desesperado afán

5 por verte

-eternamente tuya-

El dolor

cruza la agonía

y florecen los espejos

10 igual que el día

del canto y la verdad

Mi cuerpo de mujer

se une al tuyo

en las palabras

15 el amor

deja libres mariposas


35

en el vientre

La soledad se llena

de colores grandes

20 con el espasmo íntimo

de nuestro Ser.

(Celebración de mujeres 59)

Se describe la turbación producida por el deseo, que produce frenesí, desespero. Es la voz

de una mujer apasionada, enamorada. Es la voz de una mujer que ha encontrado refugio y

amparo en su amante. Esta pasión es tal que es incluso capaz de apaciguar el dolor y la agonía de

la voz poética. El florecimiento de los espejos en el verso 9 simboliza un redescubrimiento de sí

misma. Un despertar a su propia identidad. De acuerdo a la Enciclopedia de Símbolos, el espejo

es “símbolo de conocimiento, incluso el de sí mismo, la conciencia, la verdad y la claridad”

(166). Producto del florecimiento de una esencia propia, esta mujer ha sido capaz de salir de las

tinieblas a la claridad del día, a encontrar una verdad. El encuentro constituye una transición de

la dolencia al esplendor; es más que un acto sexual, es una unión espiritual.

Existe una exaltación del cuerpo de la mujer, un cuerpo que asume su sexualidad sin

miedo alguno, una mujer que siente, que vibra. Los dos cuerpos se vuelven uno, la unión ha sido

consumada. El encuentro también está cargado de palabras, palabras que tienen un poder

liberador y transformador. El lenguaje se convierte en un medio redentor de emociones y

sensaciones, en donde las palabras crean una conexión, dan alas a la ilusión. La transformación

personal y sexual por la que atraviesa esta mujer es representada a través de las mariposas,

símbolo de renacimiento y transformación psíquica. Las mariposas son un reflejo de la sensación

de libertad por la que esta mujer atraviesa como producto de su relación con su amante.
36

El encuentro es sublime, transforma lo escaso en abundante, lo vacío lo llena, lo sombrío

lo colorea. El “Ser” del verso 21 ya no es un “Ser” individual, es un “Ser” colectivo, la unión ha

producido una fusión de cuerpos y pasiones. Mediante el “espasmo íntimo” se idealiza el

encuentro de dos amantes, se combina lo tierno con lo sensual, lo carnal con lo espiritual. Se

transmuta la agonía en placer y la soledad en pasión.

Castro analiza la realidad sexual de las mujeres en su país y hace un reclamo frontal a los

convencionalismos sociales y religiosos que han creado estigmas alrededor de la sexualidad

femenina. Los poemas son crudos y perturbadores pero fieles a la realidad. Castro nos revela

verdades crueles y dolorosas ya que aunque no sea esta la horrible realidad de todas las mujeres,

sí es la de muchas en muchos países, ya que la violencia sexual en contra de las mujeres no se

restringe a un país o a una sociedad. La violencia sexual en contra de la mujer no conoce

fronteras, idiomas ni religones, es un problema que nos concierne a todos. El mérito de Castro

recae en su valor de expresarse sin restricción alguna, de elevar la voz en nombre de muchas

mujeres que no tienen la libertad ni el valor de romper el silencio causado por el abuso y la

indiferencia.

3.3 Homosexualidad

Castro era abiertamente lesbiana y su poesía era consecuente con su vida privada. Castro

"sale del closet" a nivel literario con su poemario Quizás la sangre. Como ella misma afirma:

Quizás la sangre… vuelve mi discurso político y público hacia lo personal,

logrando de esa manera que mis opciones personales, en este caso mi preferencia

sexual, se vuelva una postura política que me libera permitiéndome ser

públicamente la persona que soy en privado... me ha permitido verme

directamente al espejo y soltar cualquier tipo de vergüenza cultural o religiosa que


37

me había impedido, hasta entonces, vivir en paz conmigo misma. (“Nuestro

Canto”)

Castro hizo lo que muy pocos poetas han hecho en Centroamérica: hablar de

homosexualidad. Castro desnuda una realidad lésbica en una sociedad donde no hay espacio para

ello. La poeta nos adentra al mundo del amor lésbico, destapa una realidad que muy pocos

quieren oír, pero de la que Castro sabía que era necesario hablar. En la tercera parte de su

poemario Quizás la sangre..., la poeta, llena de ira, desafía a una sociedad que no la ha sabido

comprender, que la ha juzgado, criticado y rechazado por amar a otra mujer. Con una voz y

actitud combativa, Castro tiene la valentía de reclamar su derecho de amar y vivir una vida libre

de prejuicios, y le habla al lector de sus conflictos, sus arrepentimientos y lo que conlleva a

desafiar los convencionalismos sociales.

VI

CUANDO DESCUBRIMOS EL AMOR

era demasiado tarde

los parques vacíos

temblaban de ausencia

5 añoraban los besos furtivos

de los amantes

la ciudad

fría cenicienta

yacía moribunda

10 en el letargo
38

¿Cómo se va de la redondez

de la metáfora

a estos puntiagudos vértices de la palabra?

¿Cómo saltar este abismo?

15 cruzar nuestro océano

encontrar los gestos comunes

¿Cómo hilvanar tu mundo con el mío?

Porque

dos mujeres amándose

20 están condenadas a quemarse

en el fuego eterno de la verdad

Por eso nos enseñaron desde pequeñas

Que ni tú ni yo teníamos derecho para el amor

Por eso nos adiestraron para que un día

25 camináramos vestidas de blanco

para orgullo del padre

que nos entregaba

y del hombre que nos desfloraba

(Quizás la sangre 49).


39

Llena de nostalgia, la voz poética añora el tiempo perdido, el tiempo que no pudo

compartir con la mujer amada "la fría cenicienta/yacía moribunda/ en el letargo" (vv. 8-10). Ese

letargo fue producido por los convencionalismos sociales establecidos y escritos en piedra. En

los versos 11 al 13 la metáfora es redonda porque es un recurso literario que requiere cierta

destreza, y el círculo representa la forma perfecta para algunos; pero las palabras que nacen de

esa profunda necesidad de expresar el descontento y enojo son filosas por lo que se contraponen

a lo estético. Los vértices son puntiagudos por estar cargados de una veracidad y fuerza

desafiante. Tal es así que Horno Delgado llega a describir el discurso de Castro como "cortante y

afilado" (132). La imposibilidad de hacer su vida junto a la mujer que ama lleva a la voz poética

a reclamar la condena, el rechazo, la lesbofobia y los fundamentalismos religiosos de los cuales

son víctimas aquellas personas que han decidido amar a una persona de su mismo sexo: "Porque/

dos mujeres amándose/ están condenadas a quemarse/ en el fuego eterno de la verdad" (vv. 18-

21). Los últimos versos de este poema son un reclamo frontal al sistema patriarcal que marca e

impone una sola forma de amor y realización personal de una mujer: aquella que siempre va de

la mano de un hombre.

Castro expresa su rabia e inconformismo ante el señalamiento y las imposiciones sociales

que no encajan con su vida y sentir. Tal es así que Guifarro describe la poesía de Castro como

una "ruptura con la tradición patriarcal, desafiante ante los prejuicios, donde los miedos

quedaron trabados en los cercos de púas, machucados y revolcados en el lodo perverso del

patriarca"(12). Esta liberación personal reflejada en Quizás la sangre se puede percibir de

manera más concreta en su obra póstuma Desnuda y sin tregua. En Desnuda y sin tregua se lee

a una mujer lesbiana completamente emancipada de los prejucios y los miedos. La poeta ha

optado por hacer caso omiso a una sociedad y sistema que no supo comprenderla; ha decidido
40

desestimar lo que otros piensen de su homosexualidad como así se puede apreciar en su poema

"Para que nadie hable".

Para que nadie hable

Para que nadie

enturbie nuestro amor

unjo mis manos

con tu líquida pasión

5 prisionera

de tus besos

finalmente unidas

en las tardes de verano

Para que nadie hable

10 ni bien ni mal de nuestra vida

juntas

armamos días eternos

con los aros de los años

compartidos

15 -papeles que otros niegan

y dioses aceptan-

esta vida nuestra

no tiene juez

ni presidente
41

20 porque la hacemos

vos y yo

con nuestros llantos

-carreritas de hospital

infusiones dolorosas

25 y esperanzas-

porque esta vida nuestra

la construimos

sólo para nosotras

qué importa entonces

30 lo que digan las noticias

el veto fálico de un destructor

de sueños

si mi amor entre tus brazos

35 igual que el sol

(Desnuda y sin tregua 85)

"Para que nadie hable" comienza con un tono suave y pausado en donde la voz poética se

dirige a su amada y la invita a vivir sin inhibición alguna su vida juntas. Este poema retrata la

realidad de muchas parejas homosexuales que día a día luchan por un reconocimiento social y

una regulación legal que les permita llevar una vida plena como parejas. No obstante, a pesar de

las dificultades y el rechazo que muchas parejas sufren, este poema es un reflejo del amor y

comprensión que la poeta vive junto a su compañera. Los versos 15 -16 hacen referencia
42

mediante un tono irónico al debate actual acerca de la legalización de matrimonios del mismo

sexo: " -papeles que otros niegan/ y dioses aceptan-".

Estos versos se refieren a la posición moralista que suelen asumir algunas personas ante

el amor lésbico u homosexual; sin embargo la parte “y dioses aceptan” sugiere que lo que para

los hombres puede estar mal, para los seres superiores (Dios o dioses) no lo es necesariamente,

porque después de todo el amor –incluso el amor homosexual- es una manifestación de las

divinidades, de quienes rigen el universo. El tono de la voz poética cambia a partir del verso 17

en donde de forma irreverente rechaza la necesidad de contar con la aprobación de autoridades o

símbolos de autoridad para amar. Nuevamente, el amor surge como un motor que crea el mundo,

que modifica el universo. Ese amor entre la poeta y su amada también crea un mundo privado,

íntimo, un mundo donde ellas se protegen mutuamente de las agresiones del mundo, un lugar

común donde pueden ser ellas libremente. A partir de los versos 22 al 25, se describen algunos

elementos que ayudan a conformar ese mundo interno. Estos mismos versos están cargados de

emotividad autobiográfica11 : “con nuestros llantos/ -carreritas de hospital/ infusiones dolorosas/

y esperanzas-”, dicha adversidad le hizo patente el amor y la abnegación de la amada a la cual

intenta agradecer, proteger y consolar a lo largo del poema. La aprobación para su amor se

justifica en el día a día, en los momentos dolorosos, en su lucha por la vida ante la muerte. El

amor es infinito y aunque su unión no sea social ni legalmente aceptada, la vida es de ellas y de

nadie más.

"Para que no hablen" es el reflejo de una dura realidad que muchas parejas viven día a día

en un mundo en donde persisten los prejuicios y faltan la tolerancia y el respeto al derecho ajeno.

Sin embargo, este poema demuestra que la falta de aceptación y comprensión de la sociedad no

11
Amanda Castro fue diagnosticada con enfisema pulmonar en 1994, lo que en 2010 le provocó la muerte.
43

limita el amor y la unión de dos seres que han decidido emprender un solo camino. Castro

asumió la responsabilidad de alzar la voz por todas aquéllas personas que han sido y son

marginalizadas por su orientación sexual. Castro a través de su poesía ha asumido una lucha

contra la indiferencia, la intolerancia y la injusticia.

Así, Castro reclamaba un despertar y un accionar para cambiar la realidad ya que era

consciente de que la poesía es capaz de transformar estructuras culturales y sociales. En su

poesía, la poeta crea un espacio para el debate político e intelectual; se convierte en la voz

pública de aquellas mujeres silenciadas, celebra la fuerza y el valor de la mujer y defiende

aquellos amores prohibidos por el estigma y la homofobia.

Castro busca reivindicar el lugar y el valor de la mujer en la sociedad. A través de su

poesía lo hace de manera frontal y sin miedos, rompe tabúes y destapa oídos sordos. Su labor es

noble y necesaria en una sociedad donde prevalece la desigualdad de género y la homofobia.

Para Heise et al., “efforts to protect women must be strengthened and expanded at local and

national levels…This means challenging the social attitudes and beliefs that undergrid male

violence and renegotiating the meaning of gender and sexuality and the balance of power

between women and men at all levels of society” (5). La poesía de Castro es un desafío a la

tradición, idiosincrasia y status quo de su país. Su poesía es un espejo de la realidad y un

promotor de la igualdad y la libertad. La poesía de Castro asume un compromiso social, político

y didáctico; es una poesía reivindicadora, liberadora y desafiante que busca promover la equidad

de género, la comprensión, la justicia y la tolerancia.


44

CAPÍTULO IV

RECONSTRUCCIÓN DE UNA IDENTIDAD

4.1 Nostalgia y añoranza

La poesía de Amanda Castro es un espejo. No solamente es un espejo de realidades

sociales como se puede percibir en los dos capítulos anteriores sino que también es un espejo

autobiográfico. La poeta, usa su poesía como una manera de reconstruir su identidad; su

identidad como mujer, como lesbiana, como centroamericana y como hondureña. Castro le

escribe a Honduras, su país natal, con un anhelo de descubrir sus raíces y como una manera de

rendir tributo a su país. Castro quien emigró a Estados Unidos nunca pudo sacudirse la nostalgia

y la soledad del destierro. Con un tono agridulce Castro dibuja y desdibuja a un país que le

ocasionaba sentimientos encontrados de amor y frustración. Podemos apreciar la crisis de

identidad por la cual Castro atravesó al leer la presentación de su libro La otra cara del sol, en

donde comparte su confusión y frustración al no encontrar "su lugar" ni dentro ni fuera de su

país:

En 1985, salí de Honduras con el pre-texto de ir a estudiar a los Estados Unidos,

pero la verdad es que yo me fui, porque allí, (en Honduras) me estaba muriendo...

A pesar de ser un lugar de sueños e ilusiones, era imposible vivir en Honduras.

Había -hay- demasiadas cosas que nos cortaban las alas: el miedo, el terror, la

pobreza, la impunidad de los gobiernos corruptos, la indiferencia de la gente que

no había sido afectada por la violencia político-militar...Así, el doce de agosto de

1985 di ese paso en el vacío sin saber que se trataba de un tropiezo mortal. Desde

entonces afloraron mis contradicciones de manera más vehemente: no podía vivir

en Honduras y ser lo que quería ser (que todavía no sé lo que es) pero en Estados
45

Unidos tampoco vivía... La vida con sus vueltas de trompo loco le da a una

medicinas que son peores que el padecimiento. Allá en el norte mi condición de

ser indeseado e irrespetado no cambió mucho; aunque parecía, al principio, no ser

tan evidente. De pronto, me descubrí completamente extraviada y fuera de lugar.

Y tengo ya doce años haciéndome la gran pregunta que nos hacemos tantas

desterradas: "¿es que acaso no hay lugar para nosotras?" y me contesto con la

misma frase con que se contesta Rosita la mujer K' iché guatemalteca, en la

película El Norte "Tal vez solo muertos vamos a encontrar un lugar.” (12)

Castro, aturdida por su identidad resquebrajada y perdida busca consuelo y escape en su poesía

en donde es evidente su aproximación a sus raíces y su proceso de "buscar paz" con todo aquello

que dejó atrás en su país. Esto es evidente en su poema "La Celebración."

La Celebración

a Honduras

1. En este armario a cuatro candados

2. el fuego de nuestro amor se acrecienta

3. -violento

4. desesperado-

4. En las paredes largas de mi soledad

6. tus ojitos taladran mi memoria.

(Celebración de mujeres 63)

El armario a cuatro candados del primer verso simboliza la encrucijada interior sin salida en la

que la poeta se encuentra; no hay salida, no hay una respuesta para su confusión. Sin embargo,

en medio de la confusión, hay algo que parece estar claro para la poeta y es su amor que va
46

creciendo por el país que ha dejado. El recuerdo por los suyos y su tierra parece ser su única

compañía: "En las paredes largas de mi soledad/ tus ojitos taladran mi memoria" (vv.5-6). En el

poema IV de su poemario Poemas de amor propio y propio amor llena de nostalgia la poeta se

pregunta qué es lo que la tiene alejada de ese país que anhela pero del que al mismo tiempo

huye:

IV

Aquí tengo enredado en los ojos

un acorde de marimbas

que el viejo eduardo guardó pensando en mí

-pensando en vos-

5 ni siquiera alcancé a verte el nombre

en esta música

pero suena como vos

-santa bárbara, tal vez-

comayagua

10 la paz

la esperanza

¿qué importa?

-sueña como vos-

Todavía no entiendo

15 lo que me entre-tiene aquí


47

¿vos?

¿la de los sueños?

o este terrible horror de verte morir

20 de saber que nunca vas a irte

de saberte aquí adentro

en el armario cerrado

allá lejos sobres los puentes

de saberte más Honda que el verso

25 más mía que Dios

de saberte

a ciencia cierta

(Poemas de amor propio y de propio amor 67)

La marimba mencionada en el verso 2 es un instrumento musical tradicional en

Centroamérica (aunque es usado en muchos otros países también). Es un instrumento de

percusión parecido al xilófono está hecho a base de madera y al golpear las distintas láminas de

maderas de distintos tamaños que posee, se producen sonidos musicales. La marimba en este

poema sirve para alimentar el recuerdo de su país a la poeta: "Aquí tengo enredado en los ojos/

un acorde de marimbas/ que el viejo eduardo guardó pensando en mí/ -pensando en vos-" (vv.1-

4). Mediante el uso de sinestesia, el recuerdo del sonido de la marimba ayuda a la poeta a recrear

imágenes sensoriales: "ni si quiera alcancé a verte el nombre/ en esta música/ pero suena como

vos". El verso 4 “-pensando en vos-” es una dedicatoria directa a Honduras, la poeta se asegura

de elevar a un primer plano la dedicatoria de este poema a su país.


48

En seguida, el sonido/recuerdo de la marimba lleva a la poeta en un recorrido por su

país, tratando de identificar de donde proviene este grato recuerdo: "-santa bárbara, tal vez-/

comayagua/ la paz/ la esperanza/ ¿qué importa?/-sueña como vos-" (vv.8-13). Santa Bárbara, La

Paz, y Comayagua son departamentos de Honduras ubicados en el occidente y centro del país

respectivamente. La Esperanza es la cabecera del departamento de Intibucá el cual está ubicado

al occidente del país. En estos departamentos el uso de la marimba es muy común y algunos de

sus habitantes viven de la producción y uso de la marimba.

Además, mediante el uso de la técnica parentética constantemente usada por la poeta para

lograr elevar su mensaje a un primer plano la poeta crea un juego de palabras en el verso “sueña

como vos-” (v. 13). La palabra que corresponde es “suena” como vos, el sonido de la marimba

suena como Honduras, le trae el recuerdo de su música. No obstante, la poeta prefiere comparar

ese sonido con un sueño que le permite volar y soñar. Su país, se ha convertido en ese “lugar

seguro” donde puede viajar dentro de ese armario: “de saberte aquí adentro/ en el armario

cerrado” (vv.21-22). De nuevo, aparece el armario como símbolo de la encrucijada en la cual

constantemente vive lo que la hace luchar con el recuerdo y el destierro. Dentro de ese armario

están esos recuerdos que si bien es cierto la atormentan también la sustentan en su soledad.

Este dulce sueño lleva a la poeta a añorar sus raíces y se pregunta: "Todavía no entiendo/

lo que me entre-tiene aquí/ ¿vos?/ ¿la de los sueños?/ o este terrible horror de verte morir/ o la

simple confianza de saber que nunca vas a irte" (vv. 14-20). La confusión de no sentirse a gusto

ni dentro ni fuera de su país la llevan a buscar en realidad cuál es el motivo de su ausencia. ¿Son

acaso sus sueños los que la han alejado de los suyos y de lo suyo? ¿O es acaso la frustración que

le causa ver a su país sumido en interminables luchas lo que la ha hecho huir? Lo cierto es que la

poeta sabe que a fin de cuentas, su país es el único lugar que puede dar por sentado, que aun
49

estando lejos es el único lugar al que realmente pertenece a pesar de los muchos defectos que

pueda tener: "o la simple confianza de saber que nunca vas a irte/ de saberte aquí adentro/ (vv.

19-21).

La poeta veía en Honduras no una patria sino más bien una "matria", para ella la patria

tenía nombre de mujer: "…para mí Honduras no es una patria, es mi matria, es la que me nutre

como mujer, es la que me da leche, es la que me da la tierra, la que me da el sustento, la que me

da esa gana de ser" ( “Entrevista con Amanda Castro” 247). Es por eso que al referirse a

Honduras lo hace usando adjetivos femeninos: "de saberte más Honda que el verso/ más mía que

de Dios/ de saberte/ a ciencia cierta" (vv. 24-27). Este poema es el espejo de lo que Castro

compartía en la presentación de su poemario La otra cara del Sol, en donde es evidente el

conflicto por el cual la poeta atravesaba al vivir fuera de su país y la "otroredad" que

experimentaba como consecuencia del destierro.

"Honda" en el verso 24 escrita inusualmente con "H" mayúscula hace referencia a

Honduras. Hay un juego de palabras en donde se hace referencia a Honduras que significa

profundidad. Existe un anhelo de parte de la poeta por conocer a ciencia cierta a su matria, de

conocerla a fondo, de encontrar sus verdaderas raíces. Es por esta razón que Castro ha decidido

emprender un viaje hacia sus raíces, y para eso ha escogido hacerlo a través de sus raíces

indígenas.

4.2 Raíces Indígenas

Creo firmemente que la poesía en todas sus manifestaciones es la única que puede

ayudarnos a recobrar nuestra historia, a hilvanar nuestra conciencia con las

palabras y el recuerdo, que no muere y tampoco perdona.

(Castro “Nuestro Canto”)


50

En su poemario Onironautas Castro se da a la tarea de buscar sus raíces indígenas y

comprender mejor a su matria como resultado del choque cultural que sufrió al vivir en Estados

Unidos. Aunque de una manera amarga, este choque cultural la llevó a “conocerla más Honda”

como así lo añoraba en su poema anterior. Onironautas para Castro es una manera de escudriñar

el pasado para comprenderse mejor frente a un espejo y entender el presente. Como ella misma

explica,

El racismo sufrido en el norte, me obligó a buscar mis raíces indígenas y a

comprender el híbrido que soy: mujer mestiza producto de la violación del blanco

contra la india, mujer migrante para quien a veces el inglés es más fácil que el

español, mujer hecha de retazos de esperanzas puestas en el alma por otros/as que

estuvieron de paso también en el norte, allí todos reconstruimos como pudimos, lo

mejor, lo que amábamos de nuestras culturas. Yo opté por la raíz indígena esa

mitología hermosa que se refleja en Onironautas; adopté tanto creencias religiosas

como posturas políticas también hibridas. (“Entrevista con Amanda Castro” 246)

Onironautas resulta un tanto complicado de descifrar ya que como la poeta misma afirma

es un híbrido de distintas creencias religiosas y políticas. Sin embargo, resulta una fascinante

inmersión en un mundo que pocos conocemos: el mundo de los chamanes, del Popol Vuh, y el

pensamiento mítico. En fin, el mundo se enfoca desde una perspectiva distinta a la cual estamos

acostumbrados a verlo. Pero sobre todo, se le da una voz al mundo indígena, cuyas creencias por

muchos años han sido ignoradas en un mundo de mestizos, pero en donde realmente la mayor

parte de latinoamericanos tenemos nuestras raíces. Castro logra hilvanar un poco de historia, de
51

mito y de fantasía en sus poemas en Onironautas. En su poema “La Creación” Castro se inspira

en la versión de la creación del universo del Popol Vuh12 y en los elementos clásicos griegos:

La Creación

En el principio

era el sueño

y con sus sueños

Los espíritus

5 tejieron las canciones

Los espíritus creadores descubrieron los poderes

de la chicha13 y el tabaco

y fue así como la vida aprendió a soñar

Primero

10 Soñó el fuego

que existía en el vientre de la mujer

12
“El Popol Vuh o libro de la comunidad es un libro que fue producido en la década de 1520 por letrados maya

K’iché que fueron alfabetizados por sacerdotes que buscaron cristianizar el mundo indígena. Estos letrados usaron el

alfabeto latino para reconfigurar su idioma nativo y rescatar la cosmogonía maya. El manuscrito fue recuperado

entre 1702-1715 en Chichicastenango, Guatemala, por el sacerdote Francisco Ximénez, quien transcribió el texto

original al Español y otra vez al K’iché. La copia original se ha perdido hoy y sólo contamos con la transcripción de

Ximénez, la cual se encuentra en la biblioteca Newberry de Chicago, IL, EEUU.” (“Viaje a los orígenes” Del Valle

Escalante 361).
13
Bebida alcohólica derivada de la fermentación del maíz.
52

Con el fuego vino la luz

y la tiniebla

El fuego estalló en mil planetas

15 El sol y la luna

Después soñó el aire

Y su oxígeno mantenedor del fuego

El aire desató la ventisca

y dispersó los planetas

20 Más tarde vino el agua

que controlaba el fuego

Pero vio la vida

que el fuego, el aire y el agua

vivían en el vacío

25 y creó la tierra

para darles un hogar

Así nacieron los cuatro elementos básicos

para la vida

En el sueño de la tierra el sueño del agua

30 hizo surgir al mar

los peces
53

los árboles

los animales

y las flores

35 En el sueño de la tierra el sueño del fuego

hizo surgir los volcanes

las montañas

y las islas

En el sueño de la tierra el sueño del aire

40 hizo surgir las nubes

los truenos

y las lluvias

Y con las lluvias nació el sueño

de El Maíz

45 Después

los espíritus creadores hablaron con la vida

dándole un libro muy viejo

lleno de datos y figuras

diciendo:

50 Éste es Libro de los Libros

en él encontrarás
54

la forma de soñar nuestra existencia

cuando terminés de leerlo

habrás soñado nuestros cuerpos

55 -Esta es la historia del pueblo K’iché-

Y fue así como la vida soñó

Los seres de maíz

-los hombres de maíz-

-las mujeres de maíz-

60 los ancianos

y los niños

Y a cada ser

La vida le dio

Una porción de los cuatro elementos básicos

65 Y la libertad de usarlos a su albedrío

Y hubo seres que fueron todo aire

y se desvanecieron enseguida

Otros fueron todo agua

y el maíz se les pudría en las entrañas

70 Otros eran todo fuego

y cada cosa que tocaban se quemaba

Los últimos eran todo tierra


55

ellos acumulaban la tierra

olvidándose de sembrar el maíz

75 y perecían

Y vio la vida

que los seres de su sueño

no habían comprendido

el propósito de su existencia

80 entonces se alejó

dejándolos

abandonados a su muerte

(Onironautas 11-12)

“La creación” se inspira en varios hechos narrados en el Popol Vuh junto con una

versión de la creación que parte de los cuatro elementos clásicos griegos: el fuego, el aire, el

agua y la tierra. Sin embargo, la versión de Castro, aunque toma elementos del Popol Vuh, estos

sirven como una inspiración y no son necesariamente fieles a los contados en este. Los primeros

versos recuerdan a los progenitores mencionados en dicho libro:

Solamente había inmovilidad y silencio en la oscuridad, en la noche. Sólo el

Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, los Progenitores, estaban en el agua

rodeados de claridad. Estaban ocultos bajo plumas verdes y azules.

Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gugumatz, en la

oscuridad, en la noche, y hablaron entre sí Tepeu y Gugumatz. Hablaron, pues,

consultando entre sí y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y


56

su pensamiento. Entonces se manifestó con claridad, mientras meditaban, que

cuando amaneciera debía aparecer el hombre. Entonces dispusieron la creación y

crecimiento de los árboles y los bejucos y el nacimiento de la vida y la claridad en

acción del hombre. Se dispuso así en las tinieblas y en la noche por el Corazón del

Cielo, que se llama Huracán. (35-35)

Los versos 1 al 4 narran los “sueños” de los espíritus quienes al tejer canciones sueñan

con la creación y es así como sueñan con crear vida: “y fue así como la vida aprendió a soñar”

(vv. 8). Estos espíritus al igual que los progenitores mencionados en el Popol Vuh se ponen de

acuerdo en el proyecto de la creación, es decir, antes de que la creación se ejecute existe en

principio “el verbo”. En el caso del Popol Vuh los progenitores hablan entre sí, en el caso de “La

Creación” “los espíritus tejieron las canciones” (v. 5). Ya sea por medio de palabras o por medio

de canciones, existe el elemento de una comunicación previo a la creación de cualquier cosa, en

este caso, el universo. Castro tenía una fascinación por entender este fenómeno: “Si se pone a

analizar muchas cosmogonías, religiones y prácticas espirituales, se da cuenta que –En el

principio era el verbo y el verbo era Dios- hay una conciencia anterior, esa pregunta que

hacemos los poetas: ¿De dónde vienen las palabras?” (“Entrevista con Amanda Castro” 244).

Una vez que ha existido el verbo, que los espíritus han cantado y soñado lo que han de crear,

Castro crea una cronología de la aparición de los cuatro elementos que forman el universo. Los

versos 9 al 27 recrean la manera en cómo surgen estos cuatro elementos. Aunque el poema está

cargado de reverberaciones popolvúhicas, estos elementos básicos ni su orden en el poema

provienen del Popol Vuh ya que en dicho libro primero se crea la tierra y luego los animales y

los hombres. En el poema, el primer elemento en aparecer es el fuego, luego el aire, seguido del
57

agua y finalmente aparece la tierra. El sueño juega un papel fundamental en el proceso de la

formación del cosmos. La vida sueña la creación del universo.

Los cuatro elementos son soñados, es la forma en la que nacen. Los versos 9-11 dan un

lugar prominente a la mujer en la creación. La mujer en este caso no es creada, no es un sujeto

pasivo sino que forma parte del proceso de la creación. El fuego (soñado por la vida) nace del

vientre de la mujer: “Primero/ soñó el fuego/ que existía en el vientre de la mujer.” El fuego

producto del vientre femenino es lo que da inicio a una serie de acontecimientos en donde surgen

el resto de los elementos. El rol de la mujer es protagónico, la mujer es iniciadora de la creación,

que deriva en la creación de luz y de los planetas, el sol y la luna. La vida pasa a soñar (lo mismo

que crear) el aire, el cual es mantenedor del fuego y al mismo tiempo creó el agua para lograr un

equilibro del fuego. Finalmente, el fuego, el aire, y el agua necesitan un lugar para existir, es por

eso que la vida creó la tierra. Luego, a lo largo de los versos 29 al 44 la poeta continúa con una

detallada descripción de los demás elementos que surgieron después de los cuatro elementos

básicos. Explica cómo surgieron los animales, las flores, las montañas, la lluvia, etc. Sin

embargo, de suma importancia son los versos 30 al 44 ya que en estos versos se mencionan

elementos que son de mucho valor en la cultura maya más que en otras culturas: los truenos, la

lluvia y el maíz. De acuerdo a Laughton, “El dios de la lluvia, el trueno, y el rayo era conocido

por los mayas como Chac, y como muchas otras deidades, era adorado y temido al mismo

tiempo. La lluvia que traía era necesaria para que crecieran las cosechas, pero si caía con

demasiada fuerza también podía destruirlas” (76). El maíz por su parte era de vital importancia

en el mundo maya, tanto así que su deidad más importante era Hun Hunahpu, dios del maíz

quien reinaba sobre el maíz, su cultivo más importante (Laughton 80).


58

Los versos 45- 55 hacen referencia al Popol Vuh una vez más: “Después/ los espíritus

creadores hablaron con la vida/ dándole un libro muy viejo/lleno de datos y figuras/ diciendo:/

éste es el Libro de los Libros/ en él encontrarás/ la forma de soñar nuestra existencia/ cuando

terminés de leerlo/ habrás soñado nuestros cuerpos-Esta es la historia del pueblo K’iché”. El

poema sugiere una manera “fantástica” mediante la cual los espíritus creadores hablan con la

vida y proporciona un libro para “soñar” su existencia. De acuerdo a Recinos, el Popol Vuh fue

descubierto por el padre fray Francisco Ximénez, de la Orden de Santo Domingo que había

llegado a Guatemala proveniente de España en 1688. Gracias a la cercanía y confianza de la que

gozaba Ximénez con los indios, estos le dieron a conocer un libro escrito poco después de la

conquista española. El libro estaba escrito en quiché con auxilio del alfabeto español. Al darse

cuenta de la importancia de este escrito el padre Ximénez se dedicó a traducirlo y estudiarlo (13-

14). El Popol Vuh habría sobrevivido gracias a la tradición oral del pueblo quiché y habría sido

plasmado de manera escrita después de la colonización.

Los versos 56 al 58 narran un episodio relevante del Popol Vuh en donde se crean los

primeros hombres del maíz. Al principio del Popol Vuh se narra cómo los progenitores habían

intentado crear seres que les adoraran, e intentaron crear seres de barro: “de tierra, de lodo

hicieron la carne, porque se deshacía, estaba blando, no tenía movimiento, no tenía fuerza, se

caía, estaba aguado, no movía la cabeza, la cara se le iba para un lado, tenía velada la vista, no

podía ver hacia atrás. Al principio hablaba, pero no tenía entendimiento. Rápidamente se

humedeció dentro del agua y no se pudo sostener” (40). Luego, tras ese fracaso, los progenitores

intentaron crear seres que les adoraran una vez más y los crearon de madera:

Entonces hablaron y dijeron la verdad: -Buenos saldrán sus muñecos de madera;

hablarán y conversarán sobre la faz de la tierra…Existieron y se multiplicaron;


59

tuvieron hijas, tuvieron hijos los muñecos de palo; pero no tenían alma ni

entendimiento, no se acordaban de su creador, de su formador…y por eso cayeron

en desgracia. Fue solamente un ensayo, un intento de hacer hombres. Hablaban al

principio pero su cara estaba enjuta; sus pies y sus manos no tenían consistencia;

no tenían sangre, ni sustancia ni humedad, ni gordura… (43)

En la tercera parte del Popol Vuh los progenitores, los formadores y los creadores, que se

llamaban Tepeu y Gucumatz vuelven a intentar crear seres que fueran “vasallos civilizados”

(143) y quienes habrían de habitar la superficie de la tierra

Se juntaron, llegaron y celebraron consejo en la oscuridad y en la noche; luego

buscaron y discutieron, y aquí reflexionaron y pensaron. De esta manera salieron

a la luz claramente sus decisiones y encontraron y descubrieron lo que debía

entrar en la carne del hombre…Y así encontraron la comida y ésta fue la que

entró en la carne del hombre creado, del hombre formado; ésta fue su sangre, de

ésta se hizo la sangre del hombre. Así entró el maíz (en la formación del hombre)

por obra de los progenitores… De maíz amarillo y maíz blanco se hizo su carne;

de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre. Únicamente

masa de maíz entró en la carne de nuestros padres, los cuatro hombres que fueron

creados. (114-45)

Los versos 66 al 71 son un recordatorio de lo que les pasó a los hombres de barro y de madera

que por una u otra razón no lograban llegar a ser esos seres merecedores de persistir en la tierra.

Los de barro, no tenían la consistencia física para sobrevivir, y los de madera, carecían de

sentimientos y no se acordaban de sus progenitores ocasionando su desaparición. Castro, recurre

a otras maneras creativas de retratar este fenómeno: “y hubo seres que fueron todo aire/ y se
60

desvanecieron enseguida/ otros fueron todo agua/ y el maíz se les podría en la entrañas/ otros

eran todo fuego/ y cada cosa que tocaban se quemaba/ los últimos eran todo tierra /ellos

acumulaban la tierra/ olvidándose de sembrar el maíz/ y perecían”.

El primer grupo no logra su subsistencia como resultado de su naturaleza (el aire, el agua,

y fuego) pero el último grupo falla a causa de su ignorancia al no saber utilizar la tierra, por lo

que perecieron. Vale notar que así como los elementos básicos (el agua, el fuego, el aire, la

tierra) son elementos de la creación también pueden funcionar como elementos de destrucción

cuando no se da un buen uso o no se reconocen los beneficios de estos. De acuerdo a la poeta a

estos seres se le había dado “una porción de los cuatro elementos básicos/ la libertad de usarlos a

su albedrío” (64-65). Sin embargo, como se puede apreciar en los versos 66-71 ninguno de los

seres supo administrar esos elementos básicos por lo que se desvanecieron, pudrieron, quemaron

y perecieron. El mensaje es claro: los seres que no sepan equilibrar y no conozcan a profundidad

los elementos básicos y que no sepan arraigarse a sus raíces y a sus “creadores” no perdurarán en

la tierra: “Y vio la vida/ que los seres de su sueño/no habían comprendido el propósito de su

existencia/ entonces se alejó/ dejándolos/ abandonados a su muerte” (76-82).

Castro logra crear una teoría de la creación híbrida, es un intento poético de mezclar sus

raíces mesoamericanas con una visión occidental de los elementos básicos. Para Castro,

Onironautas es un intento de construir una identidad mixta, ya que al fin y al cabo ella

consideraba que eso es lo que somos los latinoamericanos, los mestizos: el resultado de un

choque de culturas. Sin embargo, el mestizo ha resurgido como una identidad independiente, en

donde el cruce de culturas se ha vuelto casi intangible. De acuerdo a De Castro,

Mestizaje permitted Latin American thinkers to claim for their countries the racial

unity of a nation as conceived of in European thought. Mestizaje or, better said,


61

the discourse of mestizaje, thus became a way for the three numerically dominant

traces living in the Americas-white, Amerindian, and black- to become

incorporated into the same national project: they would commingle to form a new

mestizo race, in which the constitutive qualities of each original race would

contribute to and form a new and different whole. (19)

Sin embargo, como Castro lo sugiere con su poesía es importante recobrar y reconocer nuestra

historia y hacerla parte de nuestra conciencia puesto que quien no sabe de dónde viene

difícilmente sabrá hacia donde se dirige. Es importante que en los países latinoamericanos, los

centroamericanos (en los que Castro se enfocaba más) se recobre el elemento indígena como

parte de la identidad nacional, ya que como lo señala Chapman nuestras ideas y concepciones

acerca del mundo indígena y de nuestro pasado son escasas:

El conocimiento generalizado entre los hondureños de cierta educación acerca de

aquella época y de los indios contemporáneos, se concreta en una serie de

imágenes desdibujadas e inconexas, la mayoría de las veces simbolizadas por una

serie de vocablos: los mayas, Copán; los lencas, Lempira (¡por supuesto!), los

chorotegas… Pero no existe una idea adecuada de qué relaciones histórico-

geográficas había entre los indios de la época, ni cómo eran sus modos de vida, ni

qué consecuencias acarreó para su existencia la conquista española. (7)

Para Del Valle Escalante la literatura indígena es sumamente importante ya que el viaje a

los orígenes nos invita a reflexionar sobre los orígenes ancestrales “iniciando recorridos

imaginarios hacia el pasado, evocándolo con el propósito de recobrar memorias u otros

elementos discursivos que puedan ser empleados para trascender la experiencia colonial vivida

en el presente… En ese recorrido ‘para atrás’, se llega hasta un pasado donde los pobladores
62

recogen elementos que dignifican su subjetividad. ” (“Viaje a los orígenes” 352). Castro

dignifica así la memoria histórica maya y vuelve visibles y tangibles a las comunidades

indígenas y les proporciona a la vez una voz y un espacio en la memoria histórica de las raíces de

una nación.

La poesía de Castro es un proyecto reivindicativo que busca recobrar una identidad

cultural milenaria presente en los países latinoamericanos pero invisible a los intereses

nacionales. Amanda busca rescatar los orígenes primigenios que han sido reprimidos a causa de

la colonización, la modernización, y la alienación sufrida por los pueblos indígenas como así lo

señala Del Valle Escalante: “la opresión colonial redujo estos aspectos del mundo indígena a

modo de imponer nuevas formas de sociabilidad que buscaron borrar y detener el desarrollo

cultural de los primeros pueblos…la memoria del yo poético mediante el viaje a los orígenes,

importa en la medida que sirve para reactivar y vindicar recuerdos reprimidos…Afirmar ese

pasado y estos elementos culturales sirve, pues, para desinvisibilizar esa experiencia marginal”

(“Viaje a los orígenes” 362). En el poema “IK” Castro busca descifrar estos recuerdos oprimidos

al buscar la guía del señor del viento para comprender esos orígenes primigenios:

IK

Háblame

Señor

del Viento

y de la tempestad

5 viejo abuelo

háblame

para que pueda recordar


63

el principio

y comprender

el final

Señor de los recuerdos

revélame la historia de los ancianos

cuando éramos limpios

y corríamos por los montes

15 junto a los ciervos

antes de que naciera el maíz

y éramos sólo el sueño de los chamanes

cuando éramos libres

y nuestra lengua era eterna

20 y nuestros pasos no habían marcado

el camino de la sangre

Háblame del Quetzal14

con su vuelo vegetal

y su canto de ecos

25 Háblame Señor del Viento

14
Ave nacional de Guatemala. La moneda de Guatemala también es llamada Quetzal en honor a esta ave que

abunda en este país y México. Las plumas de estas aves eran usadas desde los tiempos más antiguos de los mayas

(Recinos 34).
64

que quiero recordar el principio

para volver al final.

(Onironautas 46)

En “IK” la poeta se convierte en un Chamán, o sea una persona que domina las técnicas

necesarias para comunicarse con los dioses y los espíritus. Luxton y Balam explican lo que

implica ser un chamán:

El chamán es capaz de ver las causas de una enfermedad y curar con sola la

explicación. Él, o ella, es capaz de recuperar las almas perdidas y de leer los

pensamientos de la gente. Tiene poderes de clarividencia y telepatía; puede ver el

futuro…los poderes de un chamán pueden encaminarse a remediar circunstancias

individuales. Los puede utilizar para curar a una persona enferma o para adivinar

el futuro de un individuo, o para repeler la brujería. Del mismo modo, estos

poderes pueden expresarse como consejos para una comunidad entera o como

remedio para desórdenes en la vida política…El proceder de un chamán consiste

de técnicas muy precisas de aprendizaje. …Una vez que ha comenzado y ha sido

‘elegido’ por una primera visión, el novicio no puede desafiar los espíritus de los

abuelos y regresar a su sensibilidad anterior…Debe dominar las técnicas para

comunicarse a voluntad con el mundo de los espíritus…Simultáneamente,

aprende las tradiciones y los cantos de su pueblo, los nombres, y las cualidades de

los espíritus…Los poderes visionarios que logra gradualmente se deben templar

con un conocimiento extraordinario de su cultura y sus costumbres. (35-37)


65

La chamán (es decir la poeta) trata de entablar comunicación con el “viejo abuelo” (v.5)

para poder comprender el principio para así entender el presente y ver el futuro de su pueblo

(vv. 7-10). Como buena chamán, la poeta debe tener un conocimiento amplio de su cultura,

costumbres e historia y buscar el conocimiento en el “Señor del Viento”. Los versos 11-21

constituyen una descripción cronológica del antes y después de la conquista española. Esta

chamán necesita saber cómo era la vida cuando “éramos libres/ y nuestra lengua era eterna”

(vv.17-18). Es decir, cuando no habían sido esclavizados y obligados a aprender el castellano,

cuando mantenían su esencia. Esta chamán que es una mestiza, anhela ver ese pasado en donde

las lenguas indígenas no eran oprimidas, donde se adoraba a los dioses con libertad y “nuestros

pasos no habían marcado/ el camino de la sangre” (vv-20-21). El camino de la sangre hace

referencia a la conquista que arrebató a los nativos del continente americano, sus vidas, sus

tierras, sus costumbres y sus creencias. Por ejemplo, Newson sugiere que durante la conquista

“la población indígena de Honduras se redujo en un 95% en un período de cincuenta años”

(80). Esto a consecuencia de enfermedades, de la esclavitud y de la guerra que trajo consigo la

conquista. Al respecto Chamberlain señala que: “Not only had natives taken in war been

enslaved under law, but illegal slave raids were made against peaceful towns. Many Indians,

first from Trujillo, and after 1534 from Higueras, were carried to the West Indies to be sold…

the majority seem to have been taken with little pretense to legality” (120). El dolor que le

ocasiona a esta chamán el trágico pasado de su pueblo la lleva a añorar esos días de libertad,

recordar al Quetzal, ave emblemática en el mundo maya. El poema culmina de la misma manera

en que comienza: pidiendo “poder recordar el principio/ para volver al final” (vv.25-27).

Castro logra recrear mediante palabras y sueños (como así lo sugiere el nombre de su

poemario Onironautas) el pasado desde una perspectiva indígena ya que como Del Valle
66

Escalante argumenta, “Muchas veces, incluso, las especificidades culturales y lingüísticas

indígenas han sido vistas e interpretadas como obstáculo a un deseado sueño de modernidad que

implica borrar o erradicar esas especificidades a manera de concretarla” (“Desafíos

Postcoloniales” 545). Con Onironautas, Castro hace de la mitología indígena un actor

fundamental en la redefinición de la historia y de la identidad nacional. Trata de generar una

conciencia colectiva del protagonismo que deben de tener las comunidades indígenas en nuestra

conciencia y memoria histórica.


67

CAPÍTULO V

MUERTE

5.1 Incertidumbre ante la muerte

Amanda Castro murió el 18 de Marzo en Tegucigalpa, Honduras a los 48 años de edad a

causa de una enfermedad pulmonar. A sus 28 años, Castro fue diagnosticada con una enfermedad

pulmonar la cual de acuerdo a los médicos le permitiría vivir solamente 5 años más. Su ímpetu

por la vida hizo que Castro pudiera vivir hasta sus 48 años. Esta convivencia y miedo por la

muerte la llevaron a escribir a esa mujer “la de los ojos grandes/ y el vestido rojo” (“Diles” vv. 8-

9): la muerte. Al referirse a su poemario El Paso de la muerte Amanda expresa que: “la segunda

parte del libro reúne los poemas que, a manera de preparación, he escrito para adelantarme a la

muerte, para salirle al paso, reconstruyendo con símbolos mis pulmones hechos pedazos y estas

ansias de vivir y de hacer cosas, habitada de palabras. Poemas de catarsis que sin reparar tejidos

devuelven a mis manos, con las plumas la esperanza. El paso de la muerte ha sido mi

reconciliación con mi vida y con mi muerte” (“Nuestro Canto”). Castro, de manera inusual y

muy dolorosa plasma sus miedos ante su inminente muerte:

Y qué pasaría si hablara…

Y qué pasaría si hablara de mi muerte

sería la terapia de perder el miedo

o la simple resignación a la nada

o volver a las preocupaciones existenciales

5 de la pubertad

quererle ganar la partida a dios

o dejar de correr
68

enrollarme en esta esquina

hasta que se me alargue el cuerpo

10 y me salgan alas

O simplemente

mirarme en el espejo

y reconocer de una vez

lo minúsculo de esta existencia

15 Me pregunto…

Me pregunto una vez más

si estoy lista para vos

abandonarme a tus brazos

-ya no imaginarte de lejos

20 sino hablarte al oído-

y descubro que aún le temo a la muerte

Me veo de pie

junto a ese hombre vestido de blanco

hablando una lengua doblemente inentendible

25 mostrándome las perforaciones que marcan

este pasito lento que me aterra

-mis pulmones hechos pedazos-

y yo con estas ganas de vivir


69

que también me aterran

(El paso de la muerte 65-66)

Queda evidenciado en este poema el miedo y la incertidumbre que embargaban a la

poeta. La poesía se ha convertido en una fuga de escape para exteriorizar el terror y la

inseguridad que le ocasiona el partir de este mundo. Sin embargo, la poeta no sabe si es valor o

resignación o temor lo que la lleva a afrontar su realidad: “o la simple resignación a la nada…/O

simplemente/ mirarme en el espejo/ y reconocer de una vez / lo minúsculo de la existencia” (3).

El espejo (símbolo castriano) es su poesía en la que ella se ve reflejada, ella, su realidad y lo que

la rodea. Pero al mirarse en este espejo la poeta se asombra al darse cuenta de lo frágil y fugaz

que es la vida. Su vida se le va de entre las manos y no sabe si está lista para dejar que esa mujer,

la muerte, se la lleve: “Me pregunto una vez más/ si estoy lista para vos/ abandonarme a tus

brazos” (vv.16-18).

El uso del paréntesis en los versos 19-20 alerta al lector de la importancia de los

mismos. De acuerdo a la práctica castriana de expresar las ideas más importantes en esa suerte de

“apartes”. En ese sentido la poeta se imagina cómo sería el encuentro con la muerte y contrasta la

lejanía del pensamiento con la cercanía del hecho: “-ya no imaginarte de lejos/ sino hablarte al

oído-”. Castro, imaginaba cómo sería ese momento en donde la muerte dejaría de ser una idea o

un miedo y se convertiría en una realidad. Al recrear esto en su imaginación la poeta se contesta

a sí misma y se da cuenta de que no está lista: “y descubro que aún le temo la muerte” (v.21).

Este verso, el más fuerte de este poema, está cargado de sinceridad y de desahogo. Aunque al

principio del poema se nota una intención de “perder el miedo” (v. 2), es evidente que el temor

persiste. En seguida, Castro se imagina cómo sería el día de su muerte cuando su alma se
70

desprenda de su humanidad: “Me veo de pie/ junto a ese hombre vestido de blanco” (vv. 22-23)

y se imagina a ese hombre mostrando los pulmones que la están matando: “mostrándome las

perforaciones que marcan /este pasito lento que me aterra/ -mis pulmones hechos pedazos-” (vv.

25-27). El poema concluye con otro tipo de miedo: la desesperación de querer vivir y no poder.

La impotencia de verse minúscula ante su sentencia inescapable de la muerte.

5.2. La poesía, la muerte, la nada

En su poema “Diles” la poeta dice adiós sintetizando sus miedos y satisfacciones y

hablando de la muerte y la poesía, dos fieles acompañantes en su vida:

Diles…

Cuando vengan a preguntarte por mí

diles que me fui

en el vuelo más tierno

al lugar del retorno

5 Diles

que me he marchado con ella

la que siempre me acompañó

y el vestido rojo

10 Que me he marchado

sumida en su regazo

a-largando palabras como ella


71

Ella

la que venía a seducirme por las noches

15 envuelta en siluetas de ecos indescifrables

ella

la única a la que amé

la que me mantuvo con vida

en los años amargos

20 la de los labios tenues y manos cálidas

Diles que me he marchado

como se marchan los niños de casa

cargados de determinación

miedo e incertidumbre

25 Diles que llegó el día de quemar el ombligo

y enterrar lo incomprensible

de plantar un árbol

y reunirme con el hijo que nunca tuve

Diles

30 que me entregué en silencio

con la dignidad de los que han sido elegidos


72

para saltar el trapecio

que en mi estación temporaria

gocé del buen guaro

35 que aprendí de los gatos

su murmullo-erotismo

de mi perra el aullido estremecedor

de la noche a presentir el peligro

que amé

40 y que en la cama reí

en la piel de una caricia

Diles que me he marchado con ella

la única que me amó sin pedir nada

la que era Todo

45 todos

todas

–la-poesía-la muerte-la nada-

(El paso de la muerte 83-85)

“Diles” es una despedida y es el último poema de su libro El paso de la muerte. La poeta

ha dejado plasmado en este poema no solo sus miedos ante la muerte sino también sus

satisfacciones. Los versos entrelazan a la poesía y a la muerte de manera que se contraponen

elementos como el amor y el miedo y la frustración y la satisfacción. Aunque no queda claro a

quién se dirige la voz poética, “Diles” está escrito a manera de carta para que cuando “vengan a
73

preguntarte por mí” (v. 1) esta persona pueda dar testimonio de la vida de la poeta. La poeta

quien se ha preparado para ese “vuelo al más tierno/ al lugar del retorno” deja claro que se

marcha junto a dos mujeres: la muerte y la poesía: “Diles que me he marchado con ella/ la que

siempre me acompañó/ la de los ojos grandes/ y el vestido rojo” (vv.5-9). Al nacer, lo único claro

que los seres humanos tenemos es que algún día pereceremos. Castro, al sentir tan de cerca a esta

mujer se da cuenta que siempre ha estado ahí, aunque ahora, está más cerca que nunca. Castro ha

llegado a personificar a la muerte y la describe de “ojos grandes/ y el vestido rojo” (vv.8-9). Los

ojos grandes dan la impresión de una persona al acecho, y es que es así justamente como Castro

se sentía: al acecho de que le arrebataran ese último suspiro que la llevaría en ese viaje incierto.

El vestido rojo da una idea de sangre, esa sangre que se relaciona con la idea de la muerte. Los

versos 13 al 15 sugieren el temor que la poeta sentía en la soledad de sus noches en donde el

miedo y la incertidumbre la agobiaban. Inmediatamente, el “ella” cambia en el verso 16 y pasa a

referirse a la poesía, a esa fiel compañera que la sostuvo en los momentos más difíciles de su

vida: “la única a la que amé/la que me mantuvo con vida/ en los años más amargos/ la de los

labios tenues y manos cálidas” (vv. 17-20).

Los versos 21-41 generan un contraste de sentimiento de tristeza y alegría. Los versos 21-

28 son sombríos y desconsoladores: “Diles que me he marchado/ como se marchan los niños de

casa/ cargados de determinación/ miedo e incertidumbre” (vv.21-24). Sin embargo, los versos

29-41 son una remembranza de imágenes esperanzadoras que transmiten un cierto consuelo ante

la dignidad con que la poeta enfrenta su realidad. Además, la poeta comparte hermosos recuerdos

que nos hacen creer como lectores que no todo ha sido dolor, sino que también hubo alegrías,

satisfacción y gozo: “Diles/ que me entregué en silencio/ con la dignidad de los que han sido

elegidos/para saltar del trapecio/ que en mi estación temporaria/ gocé del buen guaro…que amé/
74

y que en la cama reí/en la piel de una caricia” (vv.29-41). Finalmente, la poeta dice adiós no sin

antes despedirse de una manera dulce y humana de su acompañante la poesía. Esa poesía que le

sirvió de desahogo en sus días de angustia y de espejo en sus días de confusión. Esa fiel

acompañante que la inmortalizó y la ayudó a transformar el entorno que la rodeaba. La poesía

para Amanda lo era todo: “la única que me amó sin pedir nada/ la que era Todo/todos/todas”

(vv.42-46). La poesía universal e imperecedera se vuelve un todo, incluso con la muerte y es así

como “-la poesía-la muerte- la nada-” se amalgaman y forman una sola entidad en ese viaje

incierto que emprendió Castro. Así es como Castro le rinde tributo no solo a la muerte sino a la

poesía que la acompañó y que le dio fuerzas ante una vida a la sombra de la muerte. Su poemario

El paso de la muerte resulta una reflexión fascinante sobre la vida y la muerte.


75

CAPÍTULO VI

CONCLUSIONES

La poesía de Amanda Castro puede definirse como una poesía avivadora de conciencias.

Es poesía real, viva, latente y consecuente con la realidad. Castro hace uso del discurso poético

para promover una conciencia social que sea capaz de generar cambio, renovación y

transformación. La escritora presenta el perfecto ejemplo de poeta que " desmiente los

estereotipos de la escritura femenina como sentimental y de escasa trascendencia" (Gold "Volver

a imaginarlas" 10). Y es que como lo señala Umaña, "...el arte sólo alcanza su plena dimensión

cuando se comparte. Cuando por razones no siempre racionales, se convierte en revelador espejo

en el cual todos podemos reconocer, en una u otra forma un conjunto de aspiraciones, anhelos,

frustraciones y esperanzas colectivas" ("La palabra” 13). Este es justamente el caso de la poesía

de Castro, el lector o la lectora pueden sentirse identificados de una u otra manera con el mensaje

inherente en la poesía. Una mujer puede identificarse por su indignación ante la objetificación

de la cual es o ha sido objeto; una persona homosexual puede identificarse con la rabia e

impotencia de no ser aceptada a causa de su preferencia sexual; un inmigrante puede verse

reflejado en los versos nostálgicos y melancólicos que generó el destierro en la poeta; cualquier

centroamericano (o latinoamericano) puede ver sus orígenes indígenas descubiertos en

Onironautas y cualquier ser humano puede verse confrontado con la realidad inevitable e

inaplazable de la muerte.

La poesía de Castro es de principio a fin un espejo. Un espejo de las vivencias y creencias

de la poeta y un espejo de la realidad de las mujeres, de su país y de la vida en general. Castro

era consciente del poder que la poesía tenía de ser usada correctamente. Castro sabía que la

poesía es un arma poderosa contra la indiferencia y las injusticias. La poesía para Castro era un
76

espacio de libertad, de expresión y de liberación capaz de tener un efecto multiplicador en

quienes pudieran leerla. A través de su poesía Castro busca “empoderar” a las mujeres. Busca

crear conciencia de la dura realidad que muchas mujeres viven y hace un llamado a que las

mujeres levanten la cabeza, a que las mujeres velen por el bienestar y derechos de otras mujeres.

Castro buscaba reivindicación. Reivindicación de la mujer, de su voz, de sus derechos, de su

sexualidad, y de su vida. Y es que como Rich asegura, "poetry is above all a concentration of the

power of language, which is the power of our ultimate relation to everything in the

universe...Think of the deprivation of women living for centuries without poetry that spoke of

women together, of women alone, of women as anything but the fantasies of men" (citado en

Montefiore 7). La poesía de Castro se convierte en un espacio para y por las mujeres. Es un

espejo en donde se retrata a la mujer sin importar si el retrato es agradable o no, es simplemente

real.

Uno de los temas que hacen sobresalir a Castro es el valor que tuvo al escribir poesía

lésbica. La sociedad hondureña es una sociedad sumamente conservadora y religiosa por lo que

el homosexualismo es aún un tabú y los debates alrededor de dicho tema son muy reducidos.

Castro no escribe solo acerca de su amor por otra mujer sino que también escribe poesía erótica

desde una perspectiva lesbiana. Aunque ese tema no se explora en esta tesis, su poemario

póstumo Desnuda y sin Tregua está en gran parte dedicado al encuentro sexual entre dos

mujeres. Castro se convierte así en un ícono de la comunidad homosexual en Honduras. Y es que

Castro no se limita a "admitir" que es lesbiana. De forma tajante, efectiva y directa Castro

reclama su derecho como ser humano a amar y a ser respetada sin importar su preferencia sexual.

En cuanto al tema de identidad, Onironautas, fue de acuerdo a la misma Castro, uno de

sus poemarios más ambiciosos. Y es que es un poemario lleno de historia, fantasía, mitología e
77

identidad. Este poemario que busca indagar en las raíces indígenas es de suma importancia ya

que le da una voz a esa historia indígena que no ha encontrado su fuerza y lugar en la memoria

histórico en muchos países latinoamericanos. Castro con su poesía logra reivindicar las raíces

indígenas y da un lugar en la historia a su mitología y creencias.

El tema de la muerte, a pesar de ser un tema crudo y abrumador para la mayoría de las

personas, aparece humanizado en la poesía castriana. Castro, quien no esconde su miedo e

incertidumbre ante la muerte, intenta aferrarse a la vida mediante su poesía y de algún modo

convivir con la muerte la cual tarde o temprano, se la llevaría en sus brazos. Para cualquier

persona, leer los versos que Castro le dedica a la muerte, no deja de ser un recordatorio de que

todas las personas están expuestas a la muerte y que vale la pena aprovechar cada minuto en este

mundo. Es desgarrador leer el terror y las ganas de vivir que la poeta expresaba en su poesía. Su

acercamiento poético a la muerte es realmente genuino, humanizante y valiente. Para Castro,

cualquier acontecimiento que ocurriera a su alrededor era fuente de inspiración. La muerte no fue

la excepción y su poemario El paso de la muerte constituye un verdadero tributo a la muerte y

una despedida a sus seres queridos.

Como se mencionó en la introduccción de este trabajo, estos cuatro temas están presentes

a lo largo de toda su obra poética. Sin embargo, hay más temas que explorar y vale la pena que

sean analizados. Por ejemplo, la violencia en Centroamérica durante la guerra fría y el erotismo

lésbico, entre otros. De hecho, los mismos temas discutidos en este trabajo pueden ser

expandidos y estudiados mucho más a fondo. Por ejemplo, se puede expandir en la mitología

maya empleada en su poesía o las vivencias del ser migrante o incluso el feminismo en la poesía

de Castro. La poesía de Castro es fascinante y hay mucho por hacer con su obra.
78

Este trabajo pretende exponer el trabajo de Castro para que su legado salga del

anonimato, para que más personas conozcan su poesía y expandan en su análisis. Sin embargo,

es igualmente importante escribir acerca de la vida de Castro. Su poesía es el fiel reflejo de su

vida y como Gold sugiere, el conocer más acerca de su vida nos permitirá "reconocer las

diferentes circunstancias, constreñimientos y expectativas que la sociedad ha creado tanto para

los hombres como para las mujeres. Solo así podremos volver con una nueva perspectiva a la

problemática histórico-literaria: releer y tratar de comprender la particularidad de las voces

femeninas” (12). Castro hizo mucho por las letras y el arte de su país. Fue una promotora cultural

inclaudicable y fue una gran defensora de los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBT.

Por ejemplo, Castro fue la fundadora de "Ixbalam Editores ", editorial que tenía como fin

difundir la escritura de las mujeres. En fin, el estudio de su vida promete ser un área fascinante

de estudio.
79

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Castro, Amanda. La otra cara del sol. Tegucigalpa: Guardabarranco, 2001. Impreso.

---. Celebración de mujeres: Premio poesía 1993, juegos florales de Centroamérica, México y el

Caribe. 2a ed. Tegucigalpa: Guardabarranco, 1996. Impreso.

---. Desnuda y sin tregua. Honduras: Red Lésbica Cattrachas, 2010. Impreso.

---. “Entrevista con Amanda Castro en Tegucigalpa.” Entrevista por Jackson Cálix Barahona.

Confluencias 27.2 (2010): 241-49. Impreso.

---. “Nuestro canto permitirá dar testimonio de nuestra presencia y de nuestra postura ante el

dolor humano…” Entrevista por Salvador Madrid. Bitácora del Párvulo. n.p., 2010.

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---. Quizás la sangre.... Tegucigalpa: Guardabarranco, 2001. Impreso.

---. Onironautas. Guatemala: Letra Negra, 2001. Impreso.

Escaja, Tina. "Reflexiones sobre un adverbio: Quizás la sangre...de Amanda Castro." Homenaje

a Amanda Castro: Poeta de la reivindicación. Ed. María del Mar López-Cabrales. Fort

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De Castro, Juan E. Mestizo Nations: Culture, Race, and Conformity in Latin American

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Del Valle Escalante, Emilio. “Discursos mayas y desafíos postcoloniales en Guatemala: Luis de
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Lión y El Tiempo Principia en Xibalbá.” Revista Iberoamericana 72.215-216 (2006):

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82

VITA

Graduate School
Southern Illinois University

Diana Patricia Pacheco Montoya

dianapacheco@siu.edu

Universidad Nacional Pedagógica Francisco Morazán


Bachelor of Arts, TESOL December, 2009

Special Honors and Awards:


Cum Laude

Thesis Title:
“Mujer, sexualidad, identidad y muerte en la poesía de Amanda Castro”

Major Professor: Dr. Lourdes Albuixech

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