Tema 2 Ok Documentos Centro y Programación
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La acción educativa del centro tiene lugar en un espacio físico concreto y se sirve de unos
recursos materiales determinados. Por ello, una adecuada organización del ambiente, incluyendo
espacios y recursos materiales, facilitará la consecución de los objetivos educativos.
Es necesario que el espacio escolar tenga en cuenta las necesidades de los niños, que les permita
hacerlo suyo y situarse en él a partir de sus experiencias y relaciones con objetos y personas.
Para cumplir con estas condiciones, el espacio, su distribución y las dependencias del centro de
educación infantil deben adecuarse a las variadas y cambiantes necesidades de los niños.
Las diferentes zonas de actividad en el centro de educación infantil y la organización del tiempo,
cumplen una función estimulante y potenciadora de los aprendizajes, pero realmente no existe
una organización espacial y temporal que se pueda considerar como modelo o ideal. Cada
educador ha de buscar la más adecuada a las características de su grupo y a sus condiciones
materiales.
¿Qué aspectos hay que tener en cuenta para planificar la actividad en la Escuela
Infantil? Los aspectos más relevantes para realizar la planificación de las actividades serán: el
horario, los diferentes tipos de actividades a realizar y la organización de dichas actividades.
Veamos detalladamente cada uno de ellos.
El horario va a ser un elemento importante en la organización escolar, al regir y disponer
el desarrollo práctico de todas las actividades de la escuela, organizando tiempos, materiales y
elementos personales.
Lo primero que debemos plantearnos a la hora de optar por una distribución del tiempo
en la educación infantil es pensar en respetar los ritmos individuales de los niños y niñas, ritmos
que presentarán una mayor diversidad en las edades más tempranas. Para ofrecer un horario
adecuado a los más pequeños se ha de considerar:
El tiempo de acogida. En algunas escuelas los educadores se encuentran en el mismo
espacio (un recibidor, un pasillo amplio con correpasillos y juguetes atractivos) durante la
primera media hora de la mañana hasta que llega el momento de dirigirse a las diferentes aulas.
El tiempo de entrada. Es importante que los niños acudan a la escuela sin tensiones. A
veces, en el momento de vestirse y de desayunar surgen conflictos que no pueden resolverse
adecuadamente si hay un horario rígido de entrada a la escuela. Si es posible se puede
establecer un margen de unos 30 minutos para la entrada en el aula que se irá normalizando de
manera espontánea según avanza el curso.
El momento de salida. El momento de la despedida es tan importante como el del
encuentro, deben cuidarse tanto los saludos, gestos y complicidades colectivos, como los
individuales. En algunas escuelas no es complicado permitir que antes de salir sea el adulto que
viene a buscar al niño quien le cambie el calzado y le ponga el abrigo. De esta manera también
hay previsto un tiempo diario para la relación informal con las familias.
El calendario. Se puede mostrar cierta flexibilidad en el momento de la incorporación
del niño a la escuela.
PLANIFICACIÓN DE RECURSOS
¿Qué tipos de actividades debemos realizar? ¿Cómo las organizaremos?
Tipos de actividades: dentro del horario escolar se pueden distinguir distintos tipos de actividades,
algunas tienen una presencia habitual en la jornada escolar y otras se realizan de forma más
esporádica. Las actividades pueden clasificarse en función de diferentes parámetros tales como los
objetivos educativos que persiguen o el ámbito de experiencia al que corresponden.
Actividades cotidianas: Las actividades cotidianas o rutinas son aquellas que tienen una
presencia fija en el horario escolar y giran en torno a los saludos, la comida, el aseo y el sueño.
Estas actividades marcan los cortes de tiempo en el ritmo diario y se repiten muchas veces. A
través de las actividades cotidianas los niños pueden prever lo que va a ocurrir en cada momento
del día y pueden hacer sus propuestas. Las actividades que se repiten van complicándose y
enriqueciéndose con los gestos o canciones que anuncian su llegada o su final. Así vamos
construyendo un horario en el que los rituales tranquilizan y a la vez aportan la base que sustenta
nuevas propuestas.
Actividades ocasionales: Las actividades ocasionales son aquellas que complementan a las
cotidianas. Pueden estar programadas de manera que respondan a un proyecto o improvisadas a
partir de un interés que súbitamente ha surgido en el grupo. Una vez que está establecido un
horario que responde a los ritmos y necesidades infantiles, es posible incluir en él actividades no
cotidianas. Ejemplos de actividades ocasionales son las celebraciones, las fiestas, las visitas
inesperadas, el uso de un material sugerente imprevisto, etc. En la escuela infantil pueden
desarrollarse muy diversas actividades tales como:
PLANIFICACIÓN DE MENUS
Sabemos que la dieta debe ser variada y equilibrada y que debe ser dictada desde las
necesidades nutricionales, debe constar de cinco comidas diarias, desayuno, almuerzo a media
mañana, comida, merienda y cena.
Las horas de la comida deberán ser cuidadosamente planificadas desde el punto de vista
pedagógico por los educadores sin olvidar que, en los niños, los momentos de la comida son
fuente de desfrute de contactos estimulantes y bases relacionales de los futuros contactos
adulto/niño. Los educadores deben incluir estos momentos en el marco de los procesos educativos
globales que se desarrollan en la escuela infantil. La consideración educativa de las horas de
comer es un elemento que propicia la experimentación y el progreso de los niños en cuanto a que
puede favorecer el desarrollo de una gran cantidad de hábitos, destrezas, actitudes y conceptos:
ámbito sensorial, discriminación de sabores – olores – temperaturas, etc, ámbito motriz en cuanto
al dominio corporal, coordinación óculo-manual, destrezas, disociación mono- brazo, presión,
precisión y masticación. Ámbito lingüístico sobre la ampliación del vocabulario básico,
conocimiento y verbalización de utensilios y tipos de alimentos. Ámbito social, desarrollo socio-
afectivo y emocional con sus iguales y adultos, adquisición de hábitos y conseguir adaptarse
progresivamente a los alimentos. Ámbito cognitivo, adquisición de conceptos como lleno-vacío,
frío-caliente, poco/mucho.
Veamos ahora los principios que debemos tener en cuenta para confeccionar menús en la
escuela infantil:
• La ración: dar una ración suficiente de alimentos ajustada a las necesidades nutritivas
de los niños.
• Dieta variada: debe evitarse la monotonía y acostumbrar al niño a nuevos sabores,
olores, formas y texturas en los diferentes alimentos.
• Presentación: los alimentos deben estar presentados de forma atractiva.
• Menús semanales: en la planificación de menús semanales es conveniente confeccionar
un plato para cada día que cubra el 50 % de las necesidades alimentarias del niño y que
se complementa con el primer plato y el postre.
• Qué incluir: La dieta infantil debe incluir a diario: leche, huevos, patatas, hortalizas,
cítricos, fruta, pan y azúcar. Debe incorporar pescado cuatro días a la semana, carne tres
días a la semana y dos veces por semana arroz y pastas.
• Qué evitar: En la dieta infantil deben evitarse las carnes grasas, los quesos fuertes y todo
alimento excesivamente especiado y condimentado.
• En casa: Se debe informar a la familia de los menús para que siga la alimentación de sus
hijos y la complete adecuadamente en casa.
Almuerzo, a media mañana, en el aula, los mayores algo de fruta o un bocadillo pequeño,
leche con galletas los más pequeños, y biberón o una papilla en el aula de bebés.
La comida, horario de 12:30 y las 14 horas, irá seguida de una siesta o periodo de
descanso.
La merienda, entre las 16 h a 18 h puede ser semejante al almuerzo.
La cena, ligera se complementa con los alimentos que no han tomado a mediodía.
El horario debe de ser respetado como referente temporal del niño desde muy pequeño y que
influye en la organización de sus actividades y en sus ritmos internos.
Tanto la planificación de los horarios como la de los espacios y los materiales de la escuela
deben partir de la adecuación a las características de los ritmos del niño. La actividad adecuada
y el necesario descanso constituyen factores de salud infantil. Para todo ello, será necesario
conocer las principales características del sueño y sus trastornos, para prevenirlos y tener
informadas a las familias.
Las condiciones ambientales en las que se desarrolla la actividad escolar ejercen una
notable influencia en el rendimiento de los niños. Esta influencia ha de ser tenida en cuenta y se
ha de procurar que las condiciones ambientales favorezcan la actividad saludable de los niños y
prevengan la fatiga.
A continuación vamos a analizar cómo pueden optimizarse las condiciones del aula.
Iluminación: una buena iluminación tiende a favorecer la atención y a evitar la fatiga. La luz natural
es la más apropiada, siendo ideal que a determinadas horas entre el sol en la clase. También es
conveniente usar persianas o cortinas graduables que permitan dosificar la luz natural.
Temperatura y ventilación: lo importante mantener una temperatura homogénea en la
escuela, aproximadamente entre 20ºC y 22ºC.
Ambientación: en cuanto al color de las paredes se recomiendan los colores claros que
evitan una excesiva estimulación y fatiga visual, usar mejor pinturas lavables.
¿Cómo han de ser los espacios dedicados al descanso?
El lugar donde se va a dormir de la escuela infantil debe ser un espacio tranquilo, que no se
vea alterado por ningún tipo de ruido.
El aula de bebés -de 0 a 1 año- debe disponer de una zona aislada para que mientras unos
niños
duermen, otros permanezcan despiertos.
En otras aulas debe existir un lugar para el descanso de los más mayores dotado con
colchonetas y hamacas, habilitado en la propia clase. La colchoneta, la tumbona o la cuna en la
que el niño descansa han de ser de uso individual. No debe ser ni demasiado dura ni demasiado
blanda. El material debe ser transpirable y su composición preferiblemente natural. Además, es
conveniente que los niños dispongan de una sábana o manta para abrigarse.
¿Cómo ha de ser el momento de ir a dormir?
El sueño diurno no requiere una oscuridad total aunque sí algo de penumbra. Esto a los
niños/as les ayuda a diferenciar entre el día y la noche, entre la vigilia y el sueño.
El lugar en el que duerme debe ser reconocible por el niño/a, así como los objetos que
acompañan al sueño. Se puede ir indicando al niño que llega la hora de dormir a través de
actividades más relajadas, actividades de limpieza, recogiendo los juguetes, bajando las persianas
o preparando las colchonetas o las hamacas. Los educadores deben ayudar a los niños a dormirse
mediante técnicas de relajación, entonando canciones de cuna, leyéndoles un cuento o
facilitándoles un objeto de transición.
Al acostarse es importante descalzarse y desprenderse de algo de ropa, lo que facilita la
libertad de movimientos. El momento de despertar debe ser placentero lo que se consigue si ese
despertar es espontáneo.
Programa.
Concreta los objetivos del plan en una realidad determinada y para un tiempo preciso. En
él se marcan las prioridades de intervención, se establecen los recursos y se diseñan las acciones
para conseguir las estrategias diseñadas en el plan.
Proyecto.
Corresponde con una intervención individualizada que concreta las intervenciones del
programa. En él se definen objetivos, se establecen procesos y recursos para alcanzarlos por
medio de actuaciones coordinadas y relacionadas entre sí.
Actuaciones.
Son las acciones que coordinadas entre sí permiten alcanzar los objetivos indicados en el
proyecto. El tipo de documentos que hemos visto en los apartados anteriores eran específicos
para centros educativos, es decir, en el ámbito formal. En otros ámbitos, la programación se
toma de forma diferente.
En el caso de centros de ámbito de educación no formal, deben realizar programaciones o
proyectos siempre que lleven a cabo programas de atención, independientemente del ámbito en
el que se actúe.
En estos documentos se expresan por escrito nuestras intenciones, los objetivos que nos
proponemos, los medios que disponemos, los recursos que necesitamos. Se planifica la acción
educativa que pretendemos poner en marcha, se le da sentido, y constituyen instrumentos que
orientan el trabajo de los profesionales que están implicados en dichas programaciones.
Fuera del marco escolar, los proyectos suelen ser la forma de llevar a la práctica los planes
y los programas de intervención de instituciones u organismos que se dedican a promover
acciones educativas, de ocio, culturales, sociales, y dedicadas a la infancia.
El centro educativo es una organización que funciona. Lo primero que puede observarse
en un centro es su funcionamiento, las actividades que se realizan. Todas estas actividades
están recogidas en los documentos del centro.
La organización de una escuela infantil y de cualquier centro educativo se recoge en
una serie de documentos que son necesarios para su funcionamiento. En lo que se refiere a la
escuela infantil como todo centro educativo, tiene que contemplar los siguientes:
a) Proyecto Educativo de
Centro.
b) Propuesta Pedagógica.
c) Programación didáctica.
d) Adaptación curricular.
¿En qué consiste este documento? "Los centro educativos elaborarán al principio de
cada curso un Plan General Anual que recoja todos los aspectos relativos a la organización y
funcionamiento del centro, incluidos los proyectos, el currículo, las normas, y todos los planes
de actuación acordados y aprobados." Artículo 125 de la LOE.
En él deben figurar, entre otros, la propuesta de distribución horaria y la dedicación
de los educadores.
Su contenido se refiere a:
✤ LA PROPUESTA PEDAGOGICA