Los Xilófagos Marinos Están Integrados Por Dos Grandes Grupos, Los Moluscos y Los

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que es el principal motivo de su introducción en las casas.

La pareja penetra en la
estructura de la madera elegida para su futuro nido, perforando directamente la madera o
entrando por las fisuras o fendas que presente. Sus necesidades de humedad
corresponden a un contenido de humedad de la madera del 15 %, que es el límite máximo
para su ataque. Las perforaciones de entrada están siempre tapadas por una secreción que
forma una película fina, quedando así el orificio casi invisible. Es bastante difícil localizar
sus nidos. La madera atacada presenta en su interior cavidades o cámaras unidas entre sí
por tuneles de sección circular con un diámetro que permite el paso del cuerpo de las
termitas. El aspecto de la destrucción de la madera es muy parecido al daño causado por el
Reticulitermes lucifugus, pero actúan con más rapidez.

CUADRO RESUMEN DE INSECTOS XILÓFAGOS

Nombre Nombre vulgar Especie Contenido de Forma y tamaño Serrín


científico de madera humedad del ataque - galerías

Reticulitermes termitas frondosa y Húmeda laminar -


lucifugas (subterráneas) conífera > 18% 1 - 2 mm

Criptotermis termitas frondosa y Seca laminar -


brevis (de madera conífera < 18% 1 - 2 mm
seca)

Cerambícidos carcoma conífera 8 - 40% elípticas basto


grande 3, 6 y 9 mm

Líctidos polilla frondosa Seca circular muy fino


< 18% 1 - 1,5 mm

Anóbidos carcoma frondosa y cualquier circular granular


conífera contenido 1 - 3 mm

Curculionidos gorgojo frondosa y Húmeda circular granular


conífera > 18% 1 - 2 mm

- Los xilófagos marinos están integrados por dos grandes grupos, los moluscos y los
crustáceos. Dentro de los moluscos xilófagos sólo presenta cierta importancia en España
la familia de los Teredinidos y principalmente el género Teredo. Son hermafroditas y su
reproducción se puede realizar de dos formas. En la primera, que es la del Teredo navalis,
la fertilización de las larvas y su desarrollo se produce en el interior del molusco adulto.
Posteriormente expulsan las larvas al exterior junto con el agua procedente de las
branquias. En la segunda forma de fertilización el individuo adulto expulsa conjuntamente
los huevos y los espermas; la fecundación se produce en el agua del mar. Por medio de
una sustancia viscosa, denominada "biso" segregada por una glándula de su pie, se fijan a
la madera y posteriormente abren orificios de sección circular de 0,5 a 1 mm de diámetro.
El Teredo empieza a desarrollarse, aumenta de tamaño, vive en el interior de la madera
durante toda su vida y nunca la abandona.

En cuanto a los crustáceos xilófagos su ciclo de vida comienza cuando el macho fecunda
a la hembra en el interior de la madera. La hembra pone los huevos que tienen el mismo
aspecto que el de los individuos adultos, pero con un tamaño menor. Se diferencian de los
moluscos en que no se encuentran aprisionados en el interior de la madera, sino que
pueden moverse libremente en su interior. La degradación que producen es visible
exteriormente y es muy diferente a la causada por los moluscos. Actúan en masa (una
madera con una gran infectacción puede tener de 300 a 400 individuos), abren galerías con
longitudes inferiores a 1 cm y con diámetros de 2 mm, dejando la madera prácticamente
cribada (tienen el aspecto de un panal). El ataque sobre la madera se concentra
generalmente sobre la zona del nivel medio de las mareas y el de la baja mar, por lo cual
los pilotes de las construcciones marinas tienden a tomar la forma característica de “reloj de
arena”. La velocidad del ataque es inferior a la producida por los Teredos.
FUEGO

La madera, al estar formada por carbono, es un material combustible y susceptible de ser


degradada por el fuego. La degradación se produce mediante reacciones químicas
(combustión) que disminuyen paulatinamente su sección resistente y pueden provocar su
total destrucción, en función de la duración de su exposición al fuego. La combustión de la
madera se produce al combinarse, mediante la acción del calor, sus principales
componentes, el carbono y el hidrógeno, con el oxígeno para producir, respectivamente,
anhídrido carbónico y agua.

Muchos de los materiales que se emplean normalmente en la construcción no son


combustibles (no aportan alimento al desarrollo del incendio), sin embargo, ninguno es a
prueba de fuego. Las estructuras metálicas se dilatan y retuercen rápidamente en un
incendio, produciendo el colapso del edificio al perder su resistencia. El hormigón armado
se resquebraja con el calor y más aún cuando se enfría rápidamente al ser mojado por el
agua de las mangueras de los extintores. A pesar de que la madera sea un material
inflamable a temperaturas relativamente bajas, en relación con las que se producen en un
incendio, es más seguro de lo que la gente cree:
- su baja conductividad térmica hace que la temperatura disminuya hacia el interior
- la carbonización superficial que se produce impide por una parte la salida de gases y por
otra la penetración del calor
- y al ser despreciable su dilatación térmica no actúa sobre las estructuras y no las
deforma.

La acción del fuego sobre la madera se evalúa con dos conceptos básicos que hacen
referencia a los materiales individuales (reacción al fuego) y a los elementos estructurales
(resistencia al fuego).

- La Reacción al fuego es el alimento que un material puede aportar al fuego y al desarrollo


del incendio. Es un índice de la capacidad del material para favorecer el desarrollo del
incendio. En definitiva evalúa como se comporta un material frente al fuego para determinar
si el material es combustible o incombustible.

- La Resistencia al fuego de un elemento constructivo es el tiempo durante el cuál es capaz


de cumplir la función para la cual ha sido colocado en el edificio. En función de las
propiedades que satisfaga el elemento se clasificara como estable al fuego (EF), parallamas
(PF) o resistente al fuego (RF).

Todo ello indica, que no debe rechazarse apriori la madera como material constructivo, por
razones de su comportamiento al fuego al compararla con otros materiales, ya que
correctamente utilizada puede ofrecer condiciones adecuadas de seguridad, dentro de las
consideraciones de tipo económico que rigen en una construcción.
DEGRADACIÓN PRODUCIDA POR COMPUESTOS QUÍMICOS

La madera es un material muy resistente a un gran número de compuestos químicos. En la


industria de fabricación de elementos químicos es uno de los materiales preferido para
numerosas aplicaciones que van desde depósitos o contenedores de productos hasta
edificios de madera en donde se guardan los productos químicos. Un ejemplo clásico son
los depósitos de sal que se utilizan para eliminar la nieve y el hielo de las carreteras. La
madera de duramen es, en general, más resistente que la de albura, debido a que es más
difícil que penetren en ella. Los compuestos químicos pueden modificar la resistencia de la
madera de dos formas diferentes:

- Aumentando sus dimensiones o hinchazón (el aumento de su contenido de


humedad origina la disminución de sus propiedades resistentes), cuya acción es
reversible. En este grupo incluiríamos el agua, los alcoholes y otros líquidos
orgánicos (por ejemplo las acetonas) que no reaccionan químicamente con la
madera.
- Produciendo cambios permanentes e irreversibles en la estructura de la madera
debido a la modificación de alguno de sus componentes.

Los álcalis disminuyen las propiedades de la madera al provocar la disolución de la lignina y


de la hemicelulosa. Las soluciones alcalinas son más destructivas que las ácidas, y las
frondosas son, generalmente, más susceptibles de ser atacadas. Su ataque es diferente
según actúe sobre toda la masa (piezas totalmente sumergidas en las soluciones), sólo en
la superficie (recipientes o tubos fabricados con madera) o sobre las fibras. Las coníferas
son más resistentes que las frondosas y son casi tan resistentes a la corrosión como los
aceros especiales. La resistencia a la corrosión se puede medir calculando la pérdida de
peso por unidad de volumen o utilizando el valor del pH como un índice de la corrosión.

Los ácidos producen la hidrólisis de la celulosa de la madera, causando una pérdida


permanente de su resistencia mecánica. El valor del pH, al igual que en los álcalis, también
se puede utilizar para evaluar la acción corrosiva de los ácidos. Las sales de hierro, que se
producen puntualmente en las piezas unidas con placas metálicas, con pernios y otros
elementos, son muy ácidas y originan una hidrólisis de la madera en presencia de agua
libre. Esta acción se acelera con la humedad, y la presencia de oxígeno puede jugar un
importante papel. Este defecto no se produce en maderas correctamente secadas.

La acción de las sales alcalinas o ácidas se puede predecir en función del pH. En la
inmensa mayoría de los casos las sales neutras no producen ninguna degradación sobre la
madera. Las sales ácidas se pueden considerar como ácidos débiles y no tendrán una
acción importante sobre la resistencia de la madera. Las sales alcalinas se pueden
considerar perjudiciales para la madera, y su acción se puede considerar similar a la de los
álcalis débiles.

Las condiciones más adecuadas para el uso de la madera en contacto con compuestos
químicos son las siguientes:

- el pH de las soluciones se encuentra entre 2 y 11.


- la temperatura es inferior a 50 ºC
- no existe contacto con agentes químicos oxidantes.
DURABILIDAD NATURAL E IMPREGNABILIDAD

La durabilidad natural se define como la resistencia intrínseca de la madera frente


degradaciones que pueden producir los agentes destructores de la madera. Dentro del
tejido leñoso pueden diferenciarse dos zonas: el duramen, en el interior del tronco, y la
albura, en el exterior. La formación del duramen se caracteriza por modificaciones
anatómicas y químicas. Las modificaciones anatómicas, tanto en las frondosas como en las
coníferas, se traducen en una obturación total o parcial de los tejidos encargados de
transportar la savia. Las modificaciones químicas tienen lugar al impregnarse las células
con otros productos naturales producidos por el árbol (resinas, aceites, taninos, gomas,
sustancias solubles, hidratos de carbono polisacáridos, alcaloides, etc) que al oxidarse le
suelen dar un característico color oscuro, que se suele apreciar con más claridad en
algunas coníferas

La duraminización protege a la madera contra los ataques de los hongos e insectos


xilófagos, por el taponamiento e impregnación de los tejidos de la madera con sustancias
que tienen un cierto valor antiséptico. La madera de duramen no sólo es más oscura (en la
mayoría de las especies), sino que también es más densa y resistente a los ataques de
origen biológico; mientras que la madera de albura suele ser más clara, generalmente
blanco amarillenta, más porosa y blanda, y menos valiosa para algunas aplicaciones. Sin
embargo, desde el punto de vista de los tratamientos, la albura suele ser más fácil de tratar
y de trabajar en la mayor parte de los procesos de elaboración y desintegración mecánica.

Existe mucha información sobre este tema, que se está recopilando en documentos
normativos europeos, cuyas dos normas principales son la UNE EN 350-1 “Durabilidad de
la madera y de los materiales derivados de la madera. Durabilidad natural de la madera
maciza. Parte 1: Guía para los principios de ensayo y clasificación de la durabilidad natural
de la madera”, y la UNE EN 350-2 “Durabilidad de la madera y de los materiales derivados
de la madera. Durabilidad natural de la madera maciza. Parte 2: Guía de la durabilidad
natural y de la impregnabilidad de especies de madera seleccionadas por su importancia en
Europa”.

La impregnabilidad de una especie evalúa la capacidad que presenta para que un líquido
(por ejemplo un protector) pueda entrar en su interior. En todos los sistemas de tratamiento,
con la excepción del de difusión que utiliza como vehículo el agua que contiene la madera,
la cantidad de producto que entra en la pieza está muy relacionada con su estructura
anatómica (la dimensión, la forma y el número de células por unidad de volumen; y la
habilidad de las mismas para transportar líquidos). En general la madera de albura se
impregna con más facilidad independientemente del comportamiento que tenga su madera
de duramen; aunque existen casos puntuales en los que es muy difícil impregnar la madera
de albura.

En el libro publicado por AITIM “Protección preventiva de la madera” (enlace) se han


incorporado tablas de durabilidad natural e valores de impregnabilidad para las 250
especies más utilizadas.

PROTECCIÓN DE LA MADERA CONTRA ORGANISMOS XILÓFAGOS

Una vez elegida la especie de madera y conocidas sus propiedades de durabilidad natural e
impregnabilidad, la protección preventiva de la madera engloba tanto a la protección química
como a la correcta instalación del elemento de madera. Dependiendo del lugar de aplicación y
de la especie de madera que elijamos, cada una de ellas tendrá más o menos peso. En
algunos caso unas medidas de tipo constructivo adecuadas serán suficientes, en otros casos
será necesario complementarlas con la incorporación de productos químicos.

La protección química se enfoca a introducir la cantidad de producto protector necesaria en


función de las degradaciones o riesgos a que pueda estar sometida (clases de riesgo). Mientras
que las medidas constructivas o los detalles constructivos tratan de aminorar o de eliminar las
posibles degradaciones que pueden alterar a la madera, por lo general no son efectivas contra
los insectos xilófagos, pero tienen una gran influencia beneficiosa contra los hongos xilófagos,
las termitas y la acción de las inclemencias atmosféricas.

Los aspectos más importantes que integran la protección preventiva son los siguientes:

- Clases de riesgo.
- Revisión de las medidas constructivas.
- Productos protectores
- Métodos de tratamiento.
- Elección del tipo de protección.
- Duración del tratamiento
- Certificado de calidad de la madera tratada.
- Ejemplos de diferentes aplicaciones
- Normalización
- Sellos de Calidad
- Legislación
- Suministradores

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