Popular Oaxaqueña

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Hay 

canciones que se han vuelto un referente alrededor del mundo por la


peculiaridad del ritmo y de la métrica que componen toda la melodía. Otras, por la
esencia y el mensaje que transmiten las letras inspiradas incluso, en animales de
la región.

La Sandunga
Es una canción del Istmo de Tehuantepec, se canta en zapoteco, náhuatl y
español. El origen de la palabra sandunga es incierto, pero la traducción que le
dan en la región es equivalente a “música profunda”. Esta canción es como el
himno de los istmeños, incluso, de muchos oaxaqueños.
La canción cuenta la historia de Máximo Ramón, un político del Istmo que no vio
morir a su madre. Al llegar al lecho donde se encontraba exclamó; “¡ay, mamá!…
ay por Dios, por qué no pediste al Altísimo que te conservara unas horas más,
para que te hubiese visto viva por última vez?… ¡ay mamá, por Dios!
¡Ay! Sandunga, Sandunga
Mamá por Dios.
Sandunga, no seas ingrata,
Mamá de mi corazón.

La Martiniana
Fue reinterpretada de un son huasteco por el escritor oaxaqueño Andrés
Henestrosa. La canción se convirtió en un canto popular mexicano que celebra la
cultura indígena con orgullo y tiene una estrofa que siempre causa mucho
sentimiento:
No me llores, no, no me llores, no,
Porque si lloras yo peno,
En cambio si tú me cantas
Yo siempre vivo, y nunca muero.

La Llorona
Al igual que La Bamba en Veracruz, son referentes universales de la cultura
musical mexicana. La letra de la canción refleja dolor y amor al mismo tiempo, lo
que deja ver en cierta medida la idea que tenía el mexicano prehispánico acerca
de la muerte y de los espíritus.
Ha sido interpretada por grandes voces mexicanas y parte de las estrofas de la
versión actual se le atribuyen a Andrés Henestrosa, la letra está inspirada en la
antigua leyenda de la llorona.
Muchos historiadores aseguran que fue la canción favorita de Frida Kahlo, por lo
tanto, es el tema principal de la película hecha en honor a la artista. Aquí una
estrofa de la canción, desde la voz de Natalia Lafourcade:
Hermoso huipil llevabas, llorona
Que la virgen te creí…
Dios nunca muere
Es un vals mexicano compuesto por Macedonio Alcalá en 1868. Esta canción es
considerada en todo Oaxaca como un himno de vida y esperanza.
La canción está inspirada en la gratitud que tiene Alcalá hacia Dios, cuentan que
se encontraba muy enfermo y además empobrecido, durante esa mala etapa de
su vida recibió 12 pesos en plata. A raíz de esto, se pudo mantener.
En 1955 fue hecha una versión por Vicente Garrido para que la interpretara Pedro
Infante. La primer estrofa de la canción es:
Muere el sol en los montes
Con la luz que agoniza
Pues la vida en su prisa
Nos conduce a morir
Canción Mixteca
Las letras de esta canción refleja la nostalgia que sufren muchos mexicanos al
dejar sus pueblos de origen en busca de futuros más prometedores o en busca de
sueños. Fue escrita en 1915, por el oaxaqueño José López Albarez, como
consecuencia de su propia experiencia migratoria. El autor fue parte de este
fenómeno, al igual que miles de mixtecos.
La canción ha ganado numerosos concursos alrededor del mundo por su letra. A
continuación una estrofa:
¡Oh Tierra del Sol! Suspiro por verte
Ahora que lejos yo vivo sin luz, sin amor
Y al verme tan solo y triste cual hoja al viento
Quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento

https://www.eldictamen.mx/oaxaca/estas-son-las-canciones-oaxaquenas-que-han-
hecho-vibrar-al-mundo/

Belleza regional descrita en las chilenas


A mediados del siglo XIX, la fiebre del oro desatada en California provocó
migraciones masivas de ciudadanos latinoamericanos que, a su paso por los
puertos de Guerrero y Oaxaca, dejaron tras de sí bailes como la cueca chilena,
que originó el género conocido como chilena (oaxaqueña y también
guerrerense). La chilena oaxaqueña tradicional se divide en varias partes que
alternan solos instrumentales con coplas cantadas, las cuales suelen ser
estrofas de cuatro versos con rimas alternadas entre el segundo y el cuarto
verso, y un estribillo. Usualmente las chilenas describen la belleza de
determinada región geográfica, aunque también abundan las de temática
amorosa.

La alineación original para interpretar chilenas oaxaqueñas constaba de


instrumentos de aliento o guitarra, bajo quinto, violín y —en ocasiones— arpa. Sin
embargo, a mediados del siglo XX se popularizó la interpretación con una
alienación formada por dos guitarras y un requinto, más propia del bolero. Entre
las chilenas oaxaqueñas más famosas se encuentran La putlequita (escrita por
Prudencio Navarrete), El negro chimeco (escrita por Macario Luviano) y, por
supuesto, las escritas por el prolífico Álvaro Carrillo, como La yerbabuena, El
bravero, El negro de la costa y, sobre todo, Pinotepa.
La canción tradicional istmeña
En la primera mitad del siglo XX se volvieron célebres en la música de
Oaxaca piezas como La sandunga —canción tradicional del istmo de
Tehuantepec, con versos en español, zapoteco y náhuatl, aunque los más
conocidos son de la autoría de Máximo Ramón Ortiz (1816-1855)—, Dios nunca
muere —emblemático vals compuesto en 1868 por Macedonio Alcalá (1831-1869)
—, Nereidas —danzón compuesto en 1932 por Amador Pérez Torres (1902-1976)
— y La martiniana —son tradicional cuya letra más conocida es de la autoría del
escritor Andrés Henestrosa (1906-2008)—.
ambién, a lo largo del pasado siglo, el repertorio de canciones del istmo de
Tehuantepec —sobre todo en la zona de Juchitán— se vio enriquecido con obras
como Tu nuzabi zaguixe (El que la debe, la paga) de Eustaquio Jiménez Girón
(1906-1981), Naila de Jesús Chuy Rasgado (1907-1948), Xquenda de Manuel
Reyes Cabrera (1910-1980), Benita Stine’ de Juan Jiménez Hernández, también
conocido como Juan Stubi, y Juchiteca, Lucero de la mañana, Canto zapoteca, La
petrona y otros temas compuestos o adaptados por Saúl Martínez (1914-1969),
llamado El trovador del recuerdo.
La tradición afromexicana en la música de Oaxaca
Por su parte, en la zona de la franja costera que corre desde Acapulco (Guerrero)
hasta Puerto Ángel (Oaxaca) y que se conoce como la Costa Chica —región
donde predomina la población afrodescendiente— encontramos bailes
tradicionales vinculados con la actividad ganadera, como la Danza del tigre y
la Danza del toro de petate; el sincretismo religioso, como la Danza de los
diablos, la Danza de los chareos (variante regional de la famosa Danza de moros
y cristianos) y la Danza de los tejorones viejos, o el inflexible dominio español
durante la Colonia, como la interesante Danza de la tortuga, donde los personajes
principales son “el Pancho”, capataz que —látigo en mano— reprime a los demás
danzantes, y
“la Minga”, esposa del Pancho, que ofrece insistentemente su hija (una muñeca) al
público.
Si el elegido rechaza la muñeca, la Minga llama al Pancho para que castigue a
quien se atrevió a despreciar a su hija; si la persona acepta la muñeca, el Pancho
llega corriendo para reclamarle que esté seduciendo a su hija. El castigo consiste
en bailar con la Minga (que a la sazón es un hombre disfrazado de la mujer más
fea que pueda existir). Caso de no aceptar, se debe entregar un donativo
monetario para comprarles bebidas a los danzantes. Mientras tanto, la tortuga
baila alrededor de los demás personajes y, al final, simula un desove. Los huevos
de tortuga que este danzante deposita en el suelo son recogidos por el Pancho,
quien lo ofrece al español, esto es, a algún personaje importante invitado al
festejo.
El son de artesa, legado cultural de la esclavitud
También en la zona costera encontramos el son de artesa. Tiene su origen en
las danzas y bailes de los esclavos africanos desembarcados en las costas
oaxaqueñas. Este baile —donde se alternan consecutivamente secciones
instrumentales (interpretadas con violín, guitarra sexta y tambor) y secciones
cantadas— debe su nombre a la artesa, un cajón de madera de grandes
dimensiones que tiene labradas en sus extremos las figuras de la cabeza y la cola
de algún animal, y que se coloca boca abajo sobre el suelo para que el eco de las
pisadas de los danzantes sobre su superficie cree un efecto de resonancia.

Entre los sones de artesa representativos del estado se encuentran El chile suelto,
El pescador, La malagueña curreña, Mariquita María, El zapatero y La petenera. A
su vez, en la región deI istmo de Tehuantepec (que abarca parte de Oaxaca,
Veracruz, Tabasco y Chiapas) y la Cuenca del Papaloapan (que abarca el norte
de Oaxaca, el sureste de Puebla y el centro de Veracruz) destaca la presencia del
huapango istmeño, interpretado con jaranas, arpa y violín, mientras que en la zona
centro la música de Oaxaca se caracteriza por el predominio de temas
interpretados con marimba.

https://musicaenmexico.com.mx/musica-mexicana/la-musica-tradicional-de-
oaxaca/

Víctor Manuel Roldán Lorenzo


(1985 - .)
Víctor Manuel Roldán Lorenzo como lo bautizaron sus padres nace en la ciudad
de Oaxaca el día 13 de Mayo de 1985, inicia su carrera musical a los 15 años de
edad en el Seminario Pontificio de la Santa Cruz en donde desarrolló las
habilidades musicales que su padre le había heredado, tiempo después decide
estudiar el bachillerato en el Colegio de Educación Tecnológica Antonio de León y
se integra a la Rondalla de la institución en donde destaca como Requintista,
meses después lo invitan a participar en la Rondalla Romántica Antequera en
donde asiste 2 años consecutivos a los Concursos Nacionales de Rondallas
celebrados en la Ciudad de Jalapa, Ver.
En el 2002 realiza sus estudios en el Instituto Tecnológico de Oaxaca en donde
conoce al Ing. Raúl Sánchez Lavariega quien lo invita a pertenecer
al Grupo Sentimientos y se integra como Requinto, un año después realiza su
primer grabación profesional en los estudios Audio Logic con el disco titulado (Un
poco mas. para amar y vivir)
Después de haber realizado la grabación realiza una presentación con el Grupo
Sentimientos en el estado de Nuevo León (2003)y en el 2004 se lleva a cabo su
segunda grabación profesional como Requintista en el mismo grupo con el disco
titulado(Eres todo en mi).
Después de este año se retira del grupo por cuestiones laborales, sin embargo, en
el 2005 se integra a la Rondalla Nauhyotzin de la Universidad del Golfo
de México como Requintista y participa en diferentes eventos a nivel estatal y
nacional dentro de los cuales obtiene varios reconocimientos por su destacada
participación y por parte del público pero principalmente de sus compañeros con
quienes comparte escenarios en:
Jalapa, Ver. (2006) 14º. Concurso Nacional de Rondallas
Puebla de los Ángeles (2005) Concurso Nacional de Rondallas
Monterrey (2005) Concurso Nacional de Rondallas
Poza Rica (2006) Concurso de Rondallas UGM, segundo lugar y mejor requinto.
Jalapa, Ver. (2007) 15º. Concurso Nacional de Rondallas
Tiempo después comienza a recuperar cada una de sus letras que desde sus
inicios escribió. y que con sus experiencias musicales y emocionales redactó.
Es a partir del año 2008 que Víctor Roldán da inicio a un proyecto nuevo,
innovador y versátil y funda el Grupo Cuásares en donde parte de su repertorio
musical incluía letras de sus canciones.
Con el inicio de esta nueva etapa en su desarrollo profesional se propone llevar a
un estudio de grabación su música y sus letras para inmortalizarlas en un
esplendido disco el cuál después de varios meses de estudio y ensayo logra llevar
a cabo.
El 4 de Septiembre del 2009 contacta a su amigo Ángel de Jesús ex integrante del
Grupo Sentimientos y comienza a grabar 10 temas que a lo largo de 10 años ha
escrito y es así como surge el disco titulado (Rompiendo Esquemas.) que incluye
ritmos y canciones totalmente inéditas dentro de los cuáles podemos destacar el
Ska, Bolero, Balada y Balada Rítmica, Strelaguer, Chilena, Duranguense, Funk y
Bosanova.
1.- Como una flor (Víctor Roldán)
2.- Mujer (Víctor Roldán)
3.- Dialogar (Víctor Roldán)
4.- No me importa nada (Víctor Roldán)
5.- Confusiones (Víctor Roldán)
6.- Mi estampado (Víctor Roldán)
7.- Cuando fui a tu pueblo (Víctor Roldán)
8.- Debes saber (Víctor Roldán)
9.- Para ti con desprecio (Víctor Roldán)
10.- Aléjate (Víctor Roldán)
Víctor Roldán ha participado en gran cantidad de eventos y festivales a lo largo de
su trayectoria musical y artística, ha compartido escenarios con grandes músicos y
compositores de toda la república, además ha sido participe de
diferentes organizaciones musicales: estudiantinas, tríos,
rondallas, grupos y conjuntos en las cuales siempre se ha destacado por su
habilidad en su instrumento que desde hace ya 10 años ha perfeccionado: el
Requinto.
Con la producción de su primer disco de su propia autoría e inspiración, pasa a
integrarse a los compositores que tiene nuestro estado de Oaxaca. que se
destacan por su magistral composición y sobre todo por su sentido artístico y
filosófico de la vida. Cada letra y cada palabra describen sus experiencias y sus
vivencias que con amor se han presentado a lo largo de sus vidas y que
seguramente van acompañadas por algún recuerdo que una bonita tarde o una
espléndida mujer les ha dejado.

RODOLFO VILLEGAS BOLAÑOS


(1950 – 2004)
Heredero de la afición por la música, desde muy temprana edad, Rodolfo Villegas
Bolaños aprendió los primeros acordes en la guitarra y el violín y compuso su
primera canción "Me paseo por el Mundo".
Compartió escenarios con Ramiro Zamora García y Pastor Pérez Ignacio con
quienes integró el Trío Emperador, popularizando temas como:
"Mujer Oaxaqueña", "Que Fácil", "Yo le canto a la Mujer", "El Necio", "Todo por
servir se acaba", "Quiero que sepas", "El pueblo del beso" y muchas más.
Héctor Martell y su Trio Santo Domingo
(1934 - .)
A sus 75 años, Héctor Martell se conserva activo, vivaz, muy consiente y
apasionado; con un lenguaje corporal tremendo, se alegra de la visita de
DESPERTAR a su hábitat. A pregunta específica, responde a carcajadas: "Yo no
tengo años; los vivo y los dejo que se vayan". Y en efecto, el prolífico compositor
aparenta menos años de los que después confesó tener, en un desliz de la amena
conversación. Considerado un icono de la música romántica, enfila la charla
al amor, pero sin un plan premeditado; simplemente hablando con pasión, inicia:
"Yo le pregunto a la gente y ahorita te lo pregunto a ti: ¿Qué es primero,
la inteligencia o la conciencia?". Al responderle que la conciencia, dice: "Claro. Yo
digo que la conciencia. Cuando fui una semilla de tres micras, tuve la conciencia
de querer vivir. Y de la cantidad enorme de semillas que venían conmigo, yo pude
llegar a vencer para fecundar el óvulo de mi madre."Yo tenía la conciencia de
querer vivir, pero no la inteligencia, porque de haberla tenido, no nazco", apunta
entre grandes carcajadas, "ahí tienes, primero es la conciencia". Y abunda: "La
mayoría de la gente que habitamos en esta tierra, no sabemos mucho de nada.
Por ejemplo, hablamos del amor y no tenemos ni idea de lo que realmente es.

JESUS "CHUY" RASGADO


(1907 – 1948)
Nació este compositor istmeño en la población de Ixtaltepec, ex -distrito de
Juchitán, del Estado de Oaxaca, el día 7 de enero del año de 1907.
Sus padres fueron doña Mónica Rasgado, originaria del mismo pueblo
descendiente de una familia de músicos y, del español Cayetano Irigoyen,
procedente de una familia de bohemios, que allá en la madre patria se destacaron
por las bellas letras.
Ambos se conocieron en la Ciudad de Acayucan del estado de Veracruz, cuando
ella hacia sus viajes llevando mercancía de la región a dicho estado, tal como se
acostumbra en la actualidad, fruto de aquel cariño entre una zapoteca y un
español es nuestro gran compositor.
Así vio la luz heredando las cualidades de sus progenitores, que se fusionaron en
el: ¡la música y la inspiración...! que mas tarde lo llevaron a la gloria de la fama en
nuestra región, y conforme se va conociendo por medio de sus canciones, su
nombre y su figura se va agigantando hasta colocarse al igual que otros
compositores que han dado gloria a nuestro país.
La fatalidad del destino hizo que al poco tiempo de nacido, su padre lo
abandonara para no saberse más de él, quedó al cuidado de su madre. Así
transcurrió su vida al lado de aquella mujer que lo mimaba con besos y lo
acariciaba, él inocentemente, sin darse cuenta todavía de su existencia, de igual
manera correspondía aquella caricia maternal, con sonrisas, agitando levemente
las manos, tal parecía que aquella mujer presentía que al niño que quería
entrañablemente, tenía con el tiempo que ser un gran personaje.
Personas supersticiosas que lo conocieron de niño, llegaron a decir que no iba a
lograr porque veían en sus manifestaciones sosas sobresalientes. La madre desde
aquellos momentos le prodigó más cuidado para que no sufriera nada en
su infancia.
En plena revolución su madre unió su vida al señor Mateo Castillo, y debido
disturbios políticos, abandonaron el pueblo de Ixtaltepec y fueron a establecerse
en el pueblo de Santo Domingo Petapa, llevando nuestro compositor de escasos 4
años.
A la edad de ocho años lo enviaron a la escuela del lugar, en donde aprendió a
leer y a escribir, formaban juntamente con otros niños de su edad un grupo que
alegremente cantaba rimas en sus juegos y canciones infantiles, solamente
estudió hasta el segundo año de primaria, por la muerte de su padre adoptivo; su
madre quedó sin recursos, por lo que se dedicó a ayudar a su madre para el
sostenimiento de la casa, por medio de trabajos que él podía hacer.
Conforme iba creciendo, y en los momentos de descanso después del trabajo,
hacía con ayuda de algún utensilio cajitas de madera, flautas de carrizo o de
higuerilla y cuernos, sencillos instrumentos que tocaba frecuentemente entonando
una canción, no había pieza nueva que no aprendía con sólo oírla una o dos
veces. Un selor le regaló un cilindro de boca y con él hacía maravillas ejecutando
piezas de moda, así como sones regionales.
En las noches estrelladas y debido al calor del trópico, toda su familia salía a
descansar en el patio de la casa bajo los árboles. Jesús entonces tocaba sus
sencillos instrumentos con más alegría, que se oían en la vecindad y todos
repetían : "Ese niño con el tiempo tendrá que ser un buen músico".
Cuando había fiestas, concurría a ellas, no como los demás niños a correr y jugar
entre la muchedumbre y hacer mil travesuras, sino que gran parte lo dedicaba a
oír la música que ejecutaba la banda o marimba del lugar. La música lo llamaba y
Jesús poco a poco se iba acercando para dar una sorpresa y consagrarse como
músico auténtico.
A la edad de doce años, viendo los componentes de la banda de músicos del lugar
que le gustaba estar entre ellos, le ofrecieron trabajo y así tocó sus primeros
instrumentos: la tambora y los platillos. Su primera actuación fue magnífica,
dejando sorprendidos a sus compañeros.
A los quince años, pensando en su madre y en la mujer amada y por las
vicisitudes que pasan a los jóvenes en sus innumerables aventuras amorosas,
escribió la letra y música de su primera canción, nacida del corazón para aquella
mujer que le embriagó de besos, de esos besos que se reciben llenos de
promesas, llenos de miel, y que más tarde se esfuman en la nada, en el olvido.
Naila se titula esta canción.
Su primera canción Naila pronto se difundió en la región, las renombradas
marimbas y orquestas la tocaron, llegaron a afirmarla como la canción de la
época, a él acudieron muchos directores de orquesta para comprar piezas y
ofrecerle que los dirigiera, pero de Santo Domingo Petapa, pueblo que él quería
nunca quiso separarse.

Ante la insistencia de sus amigos, emprendió varias giras por diferentes pueblos, y
puede decirse que no hubo pueblo por más pequeño que fuere, que no visitara.
Siempre llegaba de incógnito, vestía con sencillez, y cuando alguien lo descubría,
él siempre respondía que no era Jesús Rasgado. Al poco tiempo entraba entre los
músicos de la banda y tocaba las bellas canciones, como él sabía hacerlo; al
momento se ponía en pie y lo aplaudían con delirio, formaban a su alrededor una
muchedumbre ansiosa de conocer al hombre que era para el Istmo algo grande
por su música. Le estimaban mucho y le ofrecían terminada la fiesta, descansar en
la casa de algún amigo, él siempre rehusaba, y sin que se dieran cuenta se
ausentaba, para ir a otro pueblo, siempre solo, sin instrumento, no le importaban
las caminatas ni las inclemencias del tiempo, así recorría los pueblos
sucesivamente.
Pero siempre regresaba a Santo Domingo Petapa, es que aquí había dos seres
que le atraían, su madre y la mujer de sus sueños.
Sus giras no solo las realizó en las ciudades y pueblecillos, sino que se interno en
las cumbres de las montañas, allí donde vive el indio que por herencia es artista,
donde durante quince años formó y dirigió las bandas de música de la región mixe:
Totontepec, Juquila, Yalalag, Malacatepec, Zacatepec, Izcuintepec, Tutla, Santa
Catarina, Mazatlán, Camotlán y Cacalotepec.
Esta banda que él enseño, en el año de 1938 en la feria indígena del estado,
ocupó el primer lugar. El ciudadano gobernador constitucional del estado, general
Vicente González Fernández, lo felicitó y le dijo que quería para sí por su gran
labor, él siempre humilde, como Bartolomé de las Casas, respondió: "Mejor vida
para los indios del Zempoaltepec, destrucción del caciquismo en aquella región,
más escuelas y maestros."
Era humilde, no quería para él nada, solamente quería para los indios, a los
hermanos a quien él quiso levantar en alto, para que vieran el horizonte,
incorporarse a la cultura y contribuir con su arte a aumentar el folklor mexicano.
Los mixes, aquella raza indómita que nunca se sometieron a los conquistadores,
lo querían y lo consideraban como su guía y su protector; Jesús Rasgado cumplía
con sus hermanos y no hubo un momento que no saliera a la defensa del indio y,
en fin, de la clase humilde.
Al que esto escribe le dijo un día: "Profesor, usted que me conoce y sabe de mi
trabajo, lo que he hecho en la región mixe, no habrá otro que lo haga." Tal parece
que lo veo con aquella frente despejada, los ojos vivaces, referirse de su trabajo y
de sus amigos los mixes, a quienes quiso hasta los últimos momentos de su vida.
El licenciado Juan Solorza, paisano suyo, en un artículo de la prensa lo declaró
"misionero de las cumbres del Zempoaltepec y del Suchiate", refiriendose a la
gran obra que realizó entre los mixes, entre los zapotecas y entre los pueblos del
estado de Chiapas.
Se ausentaba de Santo Domingo Petapa durante dos o tres meses pero
regresaba, para ver a su madre, a sus hermanas y amigos; era una alegría
contarlo entre ellos; un día, los miembros de la banda de música del lugar, lo
invitaron para que bajo su dirección dieran una audición en la población de
Guevea de Humboldt, vecina población de Santo Domingo Petapa, enclavada
entre la sierra, entre árboles y bosques, donde con motivo de la fiesta titular del
lugar concurría una caravana de muchachas, él rehusaba y ante su negativa
rotunda, consiguieron que la mujer que quería lo convenciera. Para ir juntos a
aquella fiesta. Ante la súplica de aquella mujer, accedió nuestro compositor, y el
día señalado, salieron para aquella población. Iba un poco cansado por el calor
sofocante, en el primer arroyuelo del camino se dio un baño, al mismo tiempo que
su hermano Armando mataba una paloma, la novia hizo con este animalito una
comida que almorzó. Este fue el momento decisivo en que él vio la bondad de
aquella mujer a quien el destino le tenía reservada.
Al regreso de aquella población, Jesús Rasgado contrajo matrimonio con aquella
mujer, Elodia Sosa Celaya, hija de una familia honorable de la población de Santo
Domingo Petapa.
Su matrimonio fue un acontecimiento social, a el concurrieron muchas marimbas y
bandas de la región, principalmente indígenas del Zempoaltepec.
Nuevamente regreso al distrito mixe, pero esta vez acompañado de la mujer
amada.
Por enfermedad de su señora madre requerían su presencia, lo que motivó a su
hermano Armando lo fuera a traer; así bajó de las cumbres y siguiendo por los
bosques y valles llegó la oscuridad, siguieron caminando los dos hermanos, el
cielo despejado, miles de estrellas brillaban en el firmamento, la luna brillaba en su
plenitud. En aquellas cumbres y en horas avanzadas de la noche se sentó bajo un
árbol y sacando de su bolsillo un pedazo de papel, viendo las estrellas, escribió la
letra y música de su canción éxito "La misma noche", que pronto se dio a conocer
en la región, llegando a competir en un concurso raiofonico por una de las
estaciones de la capital de la República, ocupando dicha canción el séptimo lugar.
No fue firmada por nuestro compositor, sino como autor anónimo, saliendo en
primer lugar en aquella ocasión la canción ""Palabras de mujer" del gran
compositor Agustín Lara. Así paso a los cancioneros y se difundió por todo el país,
muchas personas encontrándose ante una marimba piden la ejecución de la
canción "La misma noche".
Estando de moda esta canción dirigió una marimba en la población de Santo
Domingo Petapa, quien lo bautizó con el nombre de conjunto musical "La misma
noche". Actualmente lo dirige su hermano Armando Rasgado, de igual manera
músico excelente.
Así surgieron otras canciones, siempre llenas de emoción, ternura, alegría y dolor;
en cada una de ellas imprimió un gran sentido de tristeza, en donde se nota que
no canta por simple cantar, sino nacidas del fondo del corazón, ¡música
sentimental que conmueve todo el ser! Sus canciones cumbres fueron un total de
treinta y seis, además muchas fúnebres y misas cantadas a Santo Domingo de
Guzmán y a San Juan Degollado. Aquí solamente se encuentran las principales:
"Naila", "La misma noche", "Somos tres", "Cruel destino", "La vida es un
momento", "Punto final", "Vida y amor", "Penúltimo beso", "Vuelve otra vez",
"Altivez", "Emperatriz", "Renunciación", "Benita López Chente", "María Cristina",
"Tehuanita".
Una semana antes de su muerte compuso la canción "Cruel destino", fue a
cantarla a su esposa, tal parecía que nuestro gran compositor presentía que la
muerte se le acercaba, así en aquella canción le anunciaba su despedida.
Algunas de estas canciones ya se encuentran grabadas por el Trío Montealbán de
los hermanos Ordaz, que actualmente ocupan un lugar prominente.
De la parte norte del Istmo llegaron muchos elementos y llevaron a nuestro
compositor por el estado de Veracruz y por el Distrito de Tuxtepec, donde enseñó
a varias marimbas y orquestas; en este distrito es una hacienda, que se ignora su
nombre, estrenó muchas canciones, unas conocidas y otras que se ignoran, entre
éstas "Sinfonía oaxaqueña", inspirada en el árbol del tule, que lo describe así: "El
corazón de Oaxaca es el centro del árbol, sus ramas las distintas regiones que la
forman; en cada ramas pájaros que cantan y hablan el lenguaje de sus
antepasados: los mixtecos, los zapotecos, los mixes, los zoques, los chontales, los
chatinos, los triquis, los chocholtecas, los popolacos. De las glorias de Mitla,
Montealbán y Guiengola, las maravilas de las cumbres y de las costas,
acompañados de otros miles y miles de pajaritos del espacio, todos pidiendo al
Creador, la abundancia de los campos y el triunfo de sus razas."
En el año de 1946 en sus frecuentes visitas al pueblo Ixtaltepec, en la fiesta
pueblerina, descubrió un trío de jóvenes, que cantaban al público sus canciones
favoritas, humildemente vestidos, que ejecutaban la guitarra con habilidad;
descubrió en ellos aptitudes musicales, los ayudó. Así emprendieron giiras en
todas las ferias de la región, poco a poco bajo su dirección se perfeccionaron tanto
en la voz como en la parte instrumental.
Durante mucho tiempo cantaron sus canciones, así los llevó a la ciudad
de México y con ayuda de algunos amigos de la región actuaron en teatros. Al
poco tiempo nuestro compositor se enferma y se interna en un hospital y donde se
recupera; siguieron actuando hasta que el licenciado Manuel R.
Palacios, gerente de los Ferrocarriles Nacionales les extendió pasajes para
efectuar una gira en la República. Regresaron al pueblo de Santo Domingo Petapa
una semana justamente antes de su muerte, en la plaza pública del lugar
cantaron, el pueblo entero aplaudió al director y al trío.
Para continuar el camino para el pueblo de Ixtaltepec, pasaron por la ciudad de
Matías Romero, sus amigos le invitaron a permanecer en el lugar, para enseñar y
tocar con las marimbas, lo llevaron al pueblo de Mogoñé, donde le hicieron un
homenaje, al día siguiente se traslado por invitación de alguno de sus amigos al
pueblo de San Juan Guidxicobi, al casamiento de uno de los componentes de la
banda de música de aquel lugar, donde le sorprendió la muerte.
Murió el 28 de Septiembre de 1948 en la Villa de San Juan Guidxicobi, a
consecuencia de una congestión cerebral. Al momento enviaron la noticia a Santo
Domingo Petapa, donde radican sus hermanos Armando, Josué, Alicia y Dominga,
así como su señora esposa, quienes al momento y acompañados por varios
hombres lo trajeron para darle sepultura. Todos sus amigos, amistades y niños,
pasaron por su capilla, y a las cinco horas del día 29 de septiembre, en imponente
duelo, todo el pueblo lo acompañó al panteón del lugar. Al frente cien niños de la
escuela con una gran corona de flores con la inscripción "Al compositor istmeño
Jesús Rasgado". Dos bandas de músicos ejecutaban marchas fúnebres. Niños,
mujeres y hombres lloraban, ¡lloraba un pueblo entero! Ante su tumba junto a la de
su madrecita, su hermano Armando Rasgado habló: "Madre querida hoy venimos
a dejar a tu lado al hijo que quisiste en tu vida, Jesús Rasgado. Tus hijos que aún
quedamos seguiremos tus consejos, en ser buenos. Habló, habló, hasta que las
lagrimas se lo impidieron.
En seguida el profesor Leopoldo Castillo Meneses, quien en brillante oración
fúnebre arrancó lágrimas de la concurrencia. El pueblo lloraba, un silencio invadía
después. Allá lejos del eco de las campanas de la iglesia del lugar redoblaron por
muchas horas. El viento de vez en cuando rugía y llevaba la noticia a lo lejano.
La banda de música que él dirigió por un tiempo comenzó a tocar la canción
titulada "La vida es un momento". Así poco a poco la caja se perdía en la fosa. La
música cada vez mas triste, mas triste, mas triste y con pausa repetía: "Así es la
vida, no hay que llorar, así es la vida, no hay que llorar. La vida es un momento y
nada mas".
Nadie quería abandonar aquella tumba del compositor istmeño Jesús Rasgado, el
pueblo no sabía que hacer, quería permanecer eternamente junto a él.
Allá en el poniente el sol ya no brillaba, una nube lo cubrió y quedó en tinieblas. Es
que la tierra y con ella la noche recibían a nuestro gran compositor istmeño Chú
rasgado.
Al escribir estas líneas, mi ser se oprime en tristeza y mis ojos dejan caer unas
lágrimas por el amigo, por Chú Rasgado.
La noticia cundió a los cuatro vientos, el Istmo perdía uno de sus hijos predilectos,
perdía a Chú Rasgado.
El profesor Cayetano González Santos, catedrático de literatura de la Escuela
normal de Comitancillo, escribio un articulo dando a conocer la noticia al Istmo,
diciendo que "Las marimbas lloran, que las marimbas están de luto. ¿por qué? Por
que Jesús Rasgado ha muerto.
Todas las marimbas de la región estuvieron efectivamente de luto, colocaron
crespones negros en sus portadas.
A los nueve días, tal como se acostumbra en la región, llego el Trio Montealban,
fueron a llorarle a su tumba, cantaron sus canciones y juraron darlas a conocer al
país. Hoy vemos que la mayoría de sus canciones se encuentran registradas en la
Secretaria de Educación Publica. El Trio Montealban, que nuestro compositor
formo, las ha grabado en discos y las cantan en teatros, radio y televisión. Así el
Istmo, el Estado de Oaxaca y el país entero se está dando cuenta del gran
compositor Jesús Rasgado.
Álvaro Carrillo Alarcón
(1919 – 1969)
Álvaro Carrillo Alarcón nace en el poblado de Cacahuatepec, Oaxaca, el 2 de
Diciembre de 1919. Sus padres fueron: José María Carrillo Jiménez y Candelaria
Morales de Carrillo, quiénes procrearon a cuatro hijos: Álvaro. Seledoneo, Porfirio
y Rosa María, los cuales quedaron huérfanos de madre a muy temprana edad y
fueron adoptados por la que fuera la segunda esposa de don José María, la Sra.
Teodora Alarcón y de la cuál, el maestro Carrillo toma su segundo apellido, en
agradecimiento por el cariño con que ella cuidó de él y de sus hermanos desde su
infancia.Aunque no se conocen antecedentes de herencia musical entre los
padres y abuelos del maestro Carrillo, él demostró a muy temprana edad su
talento como compositor de canciones regionales, como la "Chilena", que es el
tipo de música de la zona de la Costa Chica de Oaxaca, su tierra natal, en la cual
ligan los versos de corte alegre y picaresco, con el sentir romántico y bravío de los
costeños. También tuvo el don de la afinidad con el estudio, lo que lo llevó a
recibirse de Ingeniero Agrónomo en la entonces, Escuela Nacional
de Agricultura de Chapingo, universidad en la cual conoció y desarrolló el que en
ese entonces se llamó Bolero Romántico Moderno y que le inspirara grandes
canciones que han logrado mantenerse en el gusto popular a través de los
años..El amor, el sentimiento y la poética honestidad con que el maestro e
ingeniero Álvaro Carrillo trató sus canciones, así como el gran conocimiento y
talento musical con que fue dotado, provocaron que su música traspasara las
fronteras, no sólo de su país, sino la de los cinco continentes, ya que sus
canciones son escuchadas en todo el mundo y en casi todos los idiomas.
Trágicamente, el 3 de Abril de 1969, el maestro Carrillo perdió la vida en un
accidente automovilístico, acontecido en el kilómetro 19 de la autopista México-
Cuernavaca, cuando regresaba de asistir a la toma de posesión, en Chilpancingo,
del entonces gobernador del Estado de Guerrero, Caritino Maldonado. Junto con
él, también perdió la vida su amada esposa Ana María Incháustegui de Carrillo y el
chofer que les acompañaba..Entre las canciones más conocidas del maestro
Carrillo se recuerdan: Sabor a Mí, La Mentira (también conocida como "Se te
Olvida"), Un Poco Más, El Andariego, Luz de Luna, orgullo, Dos Horas, Seguiré mi
Viaje, Pinotepa, Amor Mío, Eso Merece un Trago, Cancionero, La Hierbabuena,
Yo Después, Un Minuto de Amor, Diariamente, Puedo Fallar, Un Segundo
Después, Ya No Estás, No Te Vayas...No... y muchas otras que fueron
interpretadas, entre otros artistas, por: Marco Antonio Muñìz, Pedro Vargas, Frank
Sinatra, Doris Day, Percy Faith, María Victoria, Linda Arce, Los Panchos, Los
Duendes, Los Santos, Los Ases, Los Hermanos Reyes y Teresita, José José,
étc... pero sobre todo por su inseparable amigo: Pepe Jara, "El Trovador Solitario".
Para finalizar, cabe remarcar, que le sobreviven sus hijos: Álvaro, Mario Alberto,
Ena Marisa y Georgina Lorena
 
 
 
 
https://www.monografias.com/trabajos78/breve-resena-compositores-oaxaquenos-
mexico/breve-resena-compositores-oaxaquenos-mexico.shtml

El nostálgico, José López Alavés

Nació en Huajuapan de León en 1889. Desde niño estudió música y formó


parte de la banda infantil del mismo lugar, donde tocaba el clarinete. Cuando
tenía 18 años se trasladó a la Ciudad de México para formarse como un
profesional, donde obtuvo una beca que le otorgó la Secretaría de Educación
Pública; gracias a ella pudo conocer a grandes personalidades de la música,
como al director de orquesta Julián Carrillo.
En 1915 puso letra a una antigua creación suya, cuando, enlistado en la
Revolución, se encontraba en Querétaro -muy lejos de su tierra natal. Tres años
después, dicha composición, que llevaba por nombre Canción Mixteca,
rompería fronteras. Su fama creció gracias a que ganó el “Primer concurso de la
Canción Mexicana”, organizado por el periódico El Universal. 
No exageramos al decir que esta obra tuvo un alcance extraordinario, ya que
Rodolfo Neri Vela, el primer mexicano en visitar el espacio exterior, la escuchó
cuando se encontraba ahí, a cientos de kilómetros de la tierra que lo vio
nacer. Por lo que, literalmente, se ha convertido en una canción fuera de este
mundo.      
El trágico, Jesús “Chu” Rasgado
¿Has sufrido por un amor no correspondido? Pues estos sentimientos, que todos
hemos vivido en algún momento, fueron inmortalizados por “Chu” Rasgado; no
en vano se le conoce como “el poeta del dolor”.
Nació en la región del Istmo de Tehuantepec en 1907. No tuvo la posibilidad de
estudiar, por lo que truncó la primaria; pero eso no le impidió desarrollar sus
habilidades musicales. Su canción más famosa es Nayla, misma que compuso
cuando trabajaba en una banda local, a los 15 años. Pocos autores son tan
versátiles como lo fue Rasgado, ya que compuso piezas de diversos géneros,
como el tango y el foxtrot. 
Falleció a los 41 años, pero pocos días antes compuso su última canción
titulada Cruel destino, misma que hablaba de una despedida inevitable; se piensa
que el “Chu” predijo su propia muerte.    
El romántico, Álvaro Carrillo
Todos hemos escuchado alguna canción de este autor, ya que compuso una gran
cantidad y en la mayoría de ellas impregnó su sello personal: una veta
romántica. Si no nos crees escucha ésta, su obra más famosa, interpretada por
el mismísimo Luis Miguel. 
Álvaro Carrillo nació en San Juan Cacahuatepec, en la Costa Chica de Oaxaca, en
1919. Desde niño tuvo contacto con la música, y en su juventud gustaba de
escuchar trovas y boleros. A pesar de su formación como ingeniero
agrónomo, decidió dedicarse a la música y buscó una oportunidad en la
radiodifusora del momento, la XEW. 
Alcanzó la fama cuando los tríos más reconocidos comenzaron a cantar sus
canciones, tales como El andariego, Luz de luna y La Mentira. Esta última fue
interpretada por el icónico Frank Sinatra; la versión en inglés tiene por
nombre Yellow days.
El nacionalista, Ignacio Fernández Esperón “Tata Nacho”
Nació en la Ciudad de Oaxaca en 1894. Aprendió a tocar el piano de la sobrina
de Macedonio Alcalá -nuestro siguiente autor. El “Tata Nacho” empezó a
componer en los tiempos de la Revolución. La mayoría de sus canciones nos
recuerdan este capítulo de la historia; quizá, por su sencilla estructura
musical. Puedes comprobarlo, con tus propios oídos, escuchando su primera
composición, Adiós mi chaparrita.
Radicó en Estados Unidos y Europa, donde aprendió música de los grandes
maestros y se hizo de famosas amistades. A su regreso al país, fue nombrado
director de la Orquesta Típica de la Ciudad de México. Y resulta sorprendente
ver cómo, aún después de haber conocido tantos países, las obras del “Tata
Nacho” siempre nos remontan a su tan anhelada tierra natal. 
Es probable que durante tu infancia hayas conocido otra de sus piezas musicales.
Si veías El Chavo del 8, recordarás la canción que don Ramón y el Prof.
Jirafales le enseñaban al Chavo y a Quico, respectivamente, a tocar en la
guitarra. Esa que dice “Quiero ver, otra vez…” Exacto, esa.  

El inmortal, Macedonio Alcalá


Su principal carta de presentación es el bellísimo vals Dios nunca muere,
mismo que ha sido considerado el himno popular de Oaxaca. 
Nació en Putla, Villa de Guerrero, en 1831. Fue miembro de una familia de bajos
recursos económicos, por lo que trabajó arduamente para pagarse las clases
particulares de música, hasta que el gobierno del estado le otorgó una beca para
estudiar en la capital del país.
A su regreso a Oaxaca fue nombrado director de la Banda Estatal de Música. Y,
aunque la pobreza siempre lo aquejaba, buscaba por todas las maneras sostener
a su familia. Entre otras desventuras, sufrió de problemas hepáticos, por lo que
estando muy grave de salud compuso la canción que lo llevaría a la
inmortalidad.  
Los oaxaqueños se han identificado con este vals al grado de catalogarlo como
su himno. Está siempre presente cuando alguien abandona este mundo y, en el
panteón, cuando bajan su cuerpo a la sepultura.
Ahora que ya conoces la música oaxaqueña… ¿sabes ya cuál es tu canción
favorita?
 
https://revistaquixe.com/2021/04/17/musica-del-corazon-5-compositores-
oaxaquenos-que-deberias-conocer/

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