Descartes (Refinado)

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DESCARTES

René Descartes (1596-1650) es considerado el padre de la filosofía moderna, que transcurre desde el XVI hasta la
primera mitad del XIX. Esta filosofía se desarrolla en abierto enfrentamiento con la cultura medieval, ya que en el
XIV se había producido la crisis de la Escolástica y durante los dos siglos siguientes se afianza la toma de conciencia
de la imposibilidad de compatibilizar razón y fe. Como resultado de ello surge la filosofía moderna que afirma la
autonomía de la razón, principio supremo para el hombre.

La Filosofía Moderna se centra en la investigación sobre el problema del conocimiento, centrándose en estas tres
cuestiones: ¿Tiene el ser humano capacidad para conocer la verdad?, ¿Qué características debe tener el conocimiento
para ser verdadero? ¿Cuáles son los límites del conocimiento? Destacan 2 corrientes filosóficas en esta época:

Racionalismo: se desarrolla en la Europa continental, sus principales representantes son Descartes, Spinoza y
Leibniz. Considera a la razón como el origen de nuestro conocimiento válido y verdadero, afirma la existencia
de ideas innatas y su modelo de ciencia es la matemática.

Empirismo: se desarrolla en las Islas Británicas, sus máximos representantes son Locke, Berkeley y Hume.
Se caracteriza porque considera que todo nuestro conocimiento procede de la experiencia, niega la existencia
de ideas innatas y su modelo de ciencia es la física.

Todo este predominio de la epistemología y el intento de que la ciencia sea independiente de la religión se ve reflejado
en la obra de Descartes ya que la temática central es encontrar una garantía racional de dicho conocimiento científico.
De su obra destaca El Discurso del Método, relato que narra la vida de Descartes y las circunstancias que tuvo que
atravesar para alcanzar un método que uniese todo el saber.

Durante su época ocurre la Guerra de los Treinta años, que acaba con la Paz de Westfalia, significando el fin de la
hegemonía de los Habsburgo, el inicio de la decadencia de España y el ascenso de Francia a primera potencia mundial.

La organización social era estamental: el rey, la nobleza y el alto clero, y el estamento popular.

En lo religioso, hay enfrentamiento entre la Reforma protestante y la Contrarreforma católica destacando la orden de
los Jesuitas, con los que Descartes se formó, dedicados al fortalecimiento de la fe católica frente al protestantismo.
Además, Descartes, en su obra, demostró que Dios existía. Lo hizo como base para crear su idea innata de perfección,
la cual fundamenta la existencia de la res extensa.

Es el siglo del Barroco, movimiento que afecta a todas las artes, que utiliza de forma artificiosa numerosos elementos
decorativos para promover la fe de los fieles y exaltar el poder del monarca, y que en literatura transmitió una
pesimista concepción del ser humano. Esto llevará al humanismo, movimiento que valora al ser humano y a su
condición, siendo este el centro de todas las cosas. Ante esto, Descartes nos plantea un dualismo antropológico
formado por la res extensa y la res cogitans.

1. Epistemología y metafísica

(Redactarlo sin enumerar, natural) Descartes es racionalista, confía en la razón y piensa que, guiada por el método
adecuado, puede alcanzar el conocimiento. Además, la razón se presenta mediante la intuición y la deducción. Él
construye un método que consta de diferentes reglas:

1. Evidencia: no admitir como verdadera cosa alguna sin conocer con evidencia lo que es. Lo evidente se nos presenta
de forma clara y distinta.

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2. Análisis: dividir cada una de las dificultades en tantas partes como se pueda. Para alcanzar una certeza verdadera se
ha de partir de lo simple.

3. Síntesis: conducir ordenadamente los pensamientos comenzando por los más simples hasta los más complejos, lo
que se hace mediante la deducción, método por el cual se procede lógicamente de lo universal a lo particular.

4. Enumeración: revisión y recuento de las verdades obtenidas para asegurarse de que son verdad.

Antes de aplicar el método, Descartes duda metódicamente. La duda metódica la usa para poder analizar desde cero
todos los conocimientos que hasta ahora tenía como ciertos para comprobar si existe algo verdadero.

Lo primero de lo que duda es de los datos sensoriales, dudando de la veracidad del conocimiento que nos
proporcionan nuestros sentidos. La segunda razón de la que duda es la imposibilidad de distinguir el sueño de la
realidad. Puede además también existir un genio maligno que nos haga ver con evidencia algo que no lo es.

Descartes hace uso de esta duda para superar el escepticismo y encontrar una proposición que resista cualquier duda.
Construir un edificio estable del saber requiere tener unos fundamentos, unos pilares estables. La duda es
consecuencia de la primera regla del método, ya que se ha de admitir como verdadero lo que sea claro y distinto. Esta
es una de las máximas expresiones del racionalismo, ya que para esta corriente sólo se puede admitir como ciertas
aquellas creencias que han sido revisadas por la razón.

Según Descartes, una idea es clara duando se halla presente y manifiesta un espíritu atento, y distinta cuando es tan
precisa y diferente de las demás que no contiene en sí nada más que lo que es claro.

Con su método rechaza todo aquello que él tenía como cierto, provenga de los sentidos o del conocimiento. Y al dudar
de todo descubre que hay algo que no se puede dudar: que él está dudando, y por tanto está pensando, por lo tanto
existe como sustancia pensante, "Pienso, luego existo" (Cogito, ergo sum)

Así deduce el Primer Principio de la filosofía que buscaba, la primera verdad. La proposición hallada es clara y
evidente, osea, que no puede dudarse su veracidad en absoluto. Por lo tanto, se deduce que existimos como seres
pensantes.

Afirma que su yo consiste en puro pensamiento, el pensamiento se compone de ideas. Descartes propone 3 tipos de
ideas: adventicias (provienen de lo captado en el mundo físico, esta idea equivaldría al pensamiento), facticias
(creadas por el mismo pensamiento y compuestas de dos o más adventicias, equivale al mundo) e innatas (las que
tenemos de nacimiento y que son simples y abstractas, la de infinito equivale a Dios).

Afirma que hay una parte de nosotros cuya misión es pensar (res cogitans, sustancia pensante). Para él, la sustancia es
aquello que no necesita de otra cosa para existir. Existen 3 sustancias: res cogitans, res extensa (sustancia extensa) y
la res infinita (sustancia infinita). De la existencia de la res cogitans y la res extensa se muestra el dualismo
antropológico de Descartes: la sustancia pensante o alma, que es inmaterial, y la sustancia extensa, el cuerpo.

Descartes, por tanto, trata de demostrar la existencia de Dios partiendo de la idea de Dios, ayudándose de:

El argumento ontológico de San Anselmo, que lo formula así: si tengo en mi mente


la idea de Dios y lo concibo como el ser más perfecto que pueda pensarse, entre sus
perfecciones habrá de encontrarse la existencia, pues de lo contrario no sería el ser más
perfecto que pueda pensarse, y siempre podría pensar en otro más perfecto.

El argumento noológico de San Agustín, que dice así: la idea de ser infinito que poseo en mi mente tiene
tanta realidad objetiva que necesita una causa que posea al menos la misma realidad formal. De manera que ha
de existir un ser infinito como causa de la idea de un ser infinito en mi mente.
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La 3ª vía tomista: La realidad contingente de nuestra existencia requiere un fundamento necesario y este
fundamento es Dios.

Dios existe, no solo como ideas en el sujeto, sino como una realidad exterior a este, que es su fundamento y su causa.
Dios es definido por Descartes como sustancia infinita.

La existencia del mundo y de nuestro cuerpo la demuestra a partir de la idea de Dios. Estando como estamos
inclinados a pensar que todas nuestras percepciones sensibles provienen de un mundo de realidades físicas que existe
realmente, y siendo esta una inclinación puesta en nosotros por quien es la causa de todo (Dios) y siendo este Ser
bueno y veraz, no puede permitir que vivamos engañados respecto a esta convicción tan fuerte. Por ello existe el
mundo físico, tal y como estamos inclinados a pensar. Su atributo es la extensión. A este mundo se le conoce como
sustancia extensa. Es una realidad creada por Dios e independiente del pensamiento.

De esta realidad física sólo se pueden conocer con precisión científica sus cualidades matematizables: figura y
movimiento.

La física de Descartes es un determinismo mecanicista, el mundo está regido por unas leyes naturales necesarias que
explican y causan todos los fenómenos físicos y hacen que funcione como un perfecto mecanismo al que
sencillamente en un comienzo “dieron cuerda”.

El hecho de hacer independientes las dos sustancia finitas (cuerpo y pensamiento) es lo que se llama dualismo
cartesiano, que es absolutamente necesario si quiere salvaguardar la libertad del alma, ya que el cuerpo está sometido
al determinismo de la naturaleza. Sin embargo también le creará alguna contrariedad, como el problema “mal
resuelto” de la unión de las dos sustancias en el hombre.

2. Descartes y Nietzsche

Descartes y Nietzsche han sido dos de los filósofos más importantes de occidente, marcando el pensamiento del
mismo. El primero inaugura la Modernidad y el segundo la clausura, al suponer el inicio de la posmodernidad.

En el plano ontológico la realidad cartesiana, con marcado acento cristiano, parte de la existencia de dos mundos: el
terrenal y el celestial. Nietzsche critica esta dualidad, porque entiende que el cristianismo al situar el valor de la
realidad fuera de este mundo, lo está despreciando. Para Nietzsche sólo hay una realidad y es en la que vivimos y la
única forma de acceder a ella es mediante los sentidos.

Para Descartes la realidad misma y su pensamiento se sustentan sobre cuestiones metafísicas como la existencia de
Dios y las “ideas innatas”. Para el alemán, estos conceptos junto a otros como: alma, pecado, inmortalidad, etc. Son
falsos y lo único que hacen es negar la existencia y valor de este mundo. De ahí que uno de los pilares de su
pensamiento sea la “transvaloración de valores”. Esto es, crear una moral nueva y fuerte de corte terrenal para
abandonar la moral débil, propia del cristianismo, que ha envenenado nuestra vida desde hace más de dos mil años.

A nivel epistemológico para Descartes existe un método inspirado en las matemáticas que nos conduce a la verdad y
que, guiado por la razón, nos proporcionará el conocimiento riguroso de la realidad. Descartes entendía que, si todas
las personas aplicaban dicho método a la realidad, todos llegarían a las mismas conclusiones, por lo que existe una
verdad absoluta. Para Nietzsche no hay una afirmación de verdad absoluta, pues entendía que la mejor forma de
conocer no es la razón, sino los sentidos, ya que nos muestran la realidad tal y cual es: múltiple y cambiante. Además,
Nietzsche entiende que, si el conocimiento depende de los sentidos, las conclusiones a las que lleguemos todas las
personas serán distintas y no habrá una verdad única, sino muchas.

Otra diferencia la encontramos en el uso del lenguaje, mientras Descartes lo ve como una herramienta al servicio de la
razón y cuida su buen uso, Nietzsche ve dicho uso del lenguaje como un enmascarador de la realidad que momifica la
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vida y niega la verdad de los sentidos. Es por ello por lo que propone un uso libre de este con la poesía y la metáfora,
pues es la mejor forma de entender la realidad cambiante que nos rodea.

En el plano antropológico el francés mantiene la idea de la existencia de dos sustancias en el ser humano a las que
denomina res cogitans y res extensa (alma y cuerpo). Identifica al ser humano con el alma, ya que esta posee la razón,
que es la facultad que nos permite conocer lo real. Y el cuerpo lo concibe como una mera máquina cuya función
principal es mantener la vida. Para el francés, ambos elementos se unen por la glándula pineal. El alemán, en cambio,
concibe al ser humano como un ser único cuya realidad es absolutamente material y, por tanto, perteneciente a este
mundo. No existe la separación alma-cuerpo, porque lo único que hay es el cuerpo y el alma no existe.

Pregunta 2 - Epistemología

Este fragmento, perteneciente a El discurso del método, pertenece al pensamiento epistemológico de Descartes, ya que
trata sobre el conocimiento en el hombre y cómo encontrar un método que proporcione objetividad y validez a dicho
conocimiento.

(Redactarlo sin enumerar) Al inicio de su planteamiento epistemológico, Descartes pretende escapar del escepticismo,
ya que quiere fundamentar las ciencias. Por tanto, en este fragmento, Descartes, pretende explicar cómo es posible
alcanzar el conocimiento y superar el escepticismo a través de un método racional. Además, deja claro que el elemento
que nos guiará hacia el conocimiento verdadero es la razón. Descartes crea unas reglas a seguir para poder alcanzar el
conocimiento, que son las siguientes:

1. Evidencia: consiste en no admitir como verdadera cosa alguna sin conocer con evidencia lo que es. Es necesario
tener en cuenta que lo evidente se nos presenta de forma clara y distinta.

2. Análisis: consiste en dividir cada una de las dificultades en tantas partes como se pueda, ya que para alcanzar una
certeza verdadera se ha de partir de lo simple.

3. Síntesis: se basa en conducir ordenadamente los pensamientos comenzando por los más simples hasta los más
complejos, lo que se hace mediante la deducción, método por el cual se procede lógicamente de lo universal a lo
particular.

4. Enumeración: consiste en una revisión y un recuento de las verdades obtenidas para asegurarse de que son verdad.

Para aplicar el método, Descartes hace uso de la duda metódica, que se diferencia de la escéptica porque está
acompañada de un método. La usa para poder analizar desde cero todos los conocimientos que hasta ahora tenía como
ciertos para comprobar si existe algo verdadero. Por tanto, Descartes hace uso de esta duda para superar el
escepticismo y encontrar una proposición que resista cualquier duda. Además, la duda es consecuencia de la primera
regla del método, ya que se ha de admitir como verdadero lo que sea claro y distinto.

Según Descartes, una idea es clara cuando se halla presente y manifiesta un espíritu atento, y distinta cuando es tan
precisa y diferente de las demás que no contiene en sí nada más que lo que es claro.

Lo primero de lo que duda es de los datos sensoriales, osea, de la veracidad del conocimiento que nos proporcionan
nuestros sentidos. La segunda razón de la que duda es la imposibilidad de distinguir el sueño de la realidad. Por
último, también puede existir un genio maligno que nos haga ver con evidencia algo que no lo es.

Así deduce el Primer Principio de la filosofía que buscaba, la primera verdad. La proposición hallada es totalmente
evidente, ya que no puede dudarse su veracidad en absoluto, y es el hecho de si dudamos, pensamos, por lo que
existimos como seres pensantes: pienso, luego existo (Cogito, ergo sum).

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«Así un niño instruido en aritmética, habiendo realizado una suma según las reglas pertinentes puede estar seguro de
haber alcanzado todo aquello de que es capaz el ingenio humano en lo relacionado con la suma que él examina». En
este fragmento nos muestra cómo Descartes considera que el método es objetivo y universal. (El fragmento ha de
quedar más natural, por lo que se debería de colocar tras una explicación, por ejemplo).

Pregunta 2 - Metafísica

Este fragmento, perteneciente a El discurso del método, pertenece al pensamiento metafísico de Descartes, ya que nos
habla principalmente sobre su primera verdad, la sustancia pensante.

En este fragmento, Descartes nos muestra que con la duda metódica, ha logrado encontrar una verdad evidente, y es
que existimos como sustancia pensante. Dudando de todo, encontró una cosa de la que no podía dudar, y es que si
dudaba, por tanto pensaba, y al pensar existía como cosa pensante: pienso, luego existo (Cogito, ergo sum),
considerándose este el punto de partida de su filosofía metafísica.

(Explicarlo sin paréntesis) Para Descartes, la sustancia es aquello que no necesita de otra cosa para existir. Considera
que existe la sustancia infinita (Dios, es infinito, su atributo es la infinitud), y otras dos sustancias que son finitas, que
son lo que son gracias a la acción divina: sustancia extensa (mundo exterior, es material, su atributo es la extensión),
sustancia pensante (alma, es inmaterial, atributo = pensamiento).
Establece que el pensamiento se compone de tres tipos de ideas: adventicias (provienen de lo captado en el mundo
físico, caballo), facticias (creadas por el mismo pensamiento y compuestas de dos o más ideas adventicias, unicornio)
e innatas (las que tenemos de nacimiento y que son simples y abstractas, infinito).

«Y habiéndome percatado que nada hay en pienso, luego soy que me asegure que digo la verdad». En este fragmento,
Descartes nos muestra que ha descubierto algo en lo que no podía dudar, y es que existe como sustancia pensante.

(Si se me queda corta esta parte meter cosillas de la de arriba [COMENTARIOS])

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