La Comprensión Lectora

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La comprensión lectora.

Leer consiste en la comprensión de un mensaje codificado


mediante símbolos; dichos símbolos generalmente están
representados por letras o cifras. Esta definición nos puede resultar
abstracta e incompleta, en cierto modo, cuando abordamos el tema
del analfabetismo total frente al analfabetismo funcional. El
primero consiste en la carencia de preparación (sistemática o
asistemática) y el conocimiento necesario para descifrar un texto
escrito. El segundo se refiere a la pérdida de la destreza de lectura
previamente adquirida. Este fenómeno puede ser producto de un
entorno cultural muy limitado y del consecuente desuso.
2. LA COMPRENSIÓN ORAL Y LA COMPRENSIÓN ESCRITA La
comprensión del lenguaje oral depende de la percepción de los
sonidos y del conocimiento del idioma que se habla, Perelló y Peres
(1977). El oyente reconoce las combinaciones posibles de los
fonemas y morfemas de su idioma, por lo cual puede suplir el resto
de los no percibidos y formar las diferentes frases; este es el
llamado principio de integración. Este principio también puede
aplicarse a la lectura, en el sentido de que un lector avanzado, con
un gran cúmulo de términos en su sistema lexical, puede
desarrollar. Arrieta, B. y Meza, R.: La comprensión lectora y la
redacción en estudiantes universitarios Revista Iberoamericana de
Educación (ISSN: 1681-5653) 2 aún más tanto la rapidez en la
lectura como la comprensión de lo leído, ya que no tendrá
necesidad de detenerse a deletrear, sino que un vistazo breve a la
página escrita le resultaría suficiente.

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ESTRUCTURA DEL PÁRRAFO

El párrafo es un concepto muy importante en cualquier texto. Se trata de


una unidad significativa que empieza con mayúscula y termina con un
punto y aparte. Presenta una idea principal organizada de manera
coherente y va acompañada de ideas secundarias que ayudan a precisar
y sustentar su contenido.
Para conocer más sobre este tema nos guiaremos en el capítulo 5 del
libro “Cómo se escribe” de María Teresa Serafini quien muestra los
diferentes tipos de párrafos, según su estructura, cómo se construye
cada uno de ellos y los errores más frecuentes al redactarlos. 

Párrafo de enumeración
Está constituido por una lista de propiedades que describen un mismo
objeto, hecho o idea, y por una frase organizadora (o idea principal), que
indica al lector la estructura del párrafo. Esta frase puede aparecer antes
o después de la lista, y ser de tres tipos diferentes:
Frase/recuento:
La frase organizadora dice cuántos elementos la siguen.
Ejemplo: En mi jardín sembré tres clases de rosas, la primera…, la
segunda…, la tercera…
Frase/síntesis:
La frase organizadora muestra lo que se va a encontrar en la lista pues
presenta cada elemento brevemente.
Frase/encuadramiento:
La frase organizadora permite intuir que seguirá una lista.
Para construir un párrafo de enumeración se deben usar conectores que
ayuden a posicionar los elementos en la lista u organizar los elementos
del más frecuente al más raro, del más importante al menos importante,
del más extraño al más obvio y del más alto al más bajo, etc.
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Párrafo de secuencia
Los elementos se presentan generalmente en un orden temporal,
por medio de letras o de números sucesivos. Este tipo de párrafo es
muy frecuente cuando se dan instrucciones o en textos científicos.
Lo importante para su construcción, es tener claro el proceso que
se va a describir.
Párrafo de comparación/contraste
Se dan a conocer las semejanzas y diferencias entre dos o más
objetos, personas, sucesos, situaciones, etc. Al iniciar el párrafo se
introduce una frase que compara los dos objetos y luego se sigue
con uno de estos dos esquemas:
Desarrollo por descripciones por contrapuestas:
Se analiza cada una de las categorías por separado, comparando los
objetos y mostrando sus diferencias.
Desarrollo por descripciones separadas
Se analiza cada objeto de forma separada.
Párrafo de desarrollo de un concepto
En este tipo de párrafo hay una idea principal que generalmente se
encuentra al principio o al final de éste. Ejemplo:
La jirafa posee una anatomía extraordinaria. Tiene un cuello
larguísimo, y cada ejemplar posee un pelaje exclusivo, diferente del
de sus semejantes (las manchas de la piel son como nuestras
huellas dactilares). Su desproporcionado cuello tiene, como el
nuestro, tan sólo siete vértebras, pero muy alargadas. Finalmente,
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de la cabeza del macho sobresalen unos extraños cuernecillos con
los que golpea a sus rivales en celo.
Para su escritura es necesario tener una buena organización de la
información y empezar o terminar con la idea principal y
argumentarla o ejemplificarla por medio de elementos que sigan un
orden determinado: por ejemplo, atendiendo a su importancia o a
sus dimensiones.
Párrafo de enunciado/solución de un problema
En este párrafo se usa la manera retórica de plantear y solucionar
un problema. Es usado en los textos de tipo descriptivo y científico.
Consta de dos partes: En la primera se presenta el problema y en la
segunda la solución. Para este esquema existen las siguientes
variantes:
 a) Forma completa, el problema se expresa con claridad y va
seguido por una solución igualmente explícita.
 b) Contraposición de soluciones, el problema se expresa con
claridad, pero va seguido por hipótesis de solución
contrapuestas.
 c) Omisión de solución, se expresa el problema, pero la
solución queda sobreentendida.
 d) Omisión del problema. Se expresa la solución, pero se
sobreentiende el problema.
 Párrafo de desarrollo de un concepto
 En este tipo de párrafo hay una idea principal que
generalmente se encuentra al principio o al final de éste.
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 Ejemplo:
 La jirafa posee una anatomía extraordinaria. Tiene un cuello
larguísimo, y cada ejemplar posee un pelaje exclusivo,
diferente del de sus semejantes (las manchas de la piel son
como nuestras huellas dactilares). Su desproporcionada cuello
tiene, como el nuestro, tan sólo siete vértebras, pero muy
alargadas. Finalmente, de la cabeza del macho sobresalen
unos extraños cuernecillos con los que golpea a sus rivales en
celo.
 Para su escritura es necesario tener una buena organización
de la información y empezar o terminar con la idea principal y
argumentarla o ejemplificarla por medio de elementos que
sigan un orden determinado: por ejemplo, atendiendo a su
importancia o a sus dimensiones.
 Párrafo de enunciado/solución de un problema
 En este párrafo se usa la manera retórica de plantear y
solucionar un problema. Es usado en los textos de tipo
descriptivo y científico. Consta de dos partes: En la primera se
presenta el problema y en la segunda la solución. Para este
esquema existen las siguientes variantes:
 a) Forma completa, el problema se expresa con claridad y va
seguido por una solución igualmente explícita.
 b) Contraposición de soluciones, el problema se expresa con
claridad, pero va seguido por hipótesis de solución
contrapuestas.
 5
 6
 c) Omisión de solución, se expresa el problema, pero la
solución queda sobreentendida.
 d) Omisión del problema. Se expresa la solución, pero se
sobreentiende el problema.

 Ejemplos:
Causa: porque, ya que, como resultado de, debido a
Efecto: por eso, por consiguiente, /para + verbo, así, por lo
tanto, consecuentemente, si...entonces
Ejemplos de párrafos de causa:
Mucha gente se mudó hacia Canadá desde Europa durante el
siglo XIX porque ellos tuvieron muy pobres condiciones de
vida en Europa.
Ejemplos de párrafos de efecto:
Las condiciones de vida en Europa fueron terribles. Por eso,
mucha gente se mudó a Canadá en busca de mejores
condiciones de vida.
Ejemplos de párrafos de causa – efecto:
Un joven con alto consumo de alcohol (causa) decidió
conducir el auto de su padre, pero perdió el control del
vehículo en una curva y chocó contra un árbol (efecto).
Ejemplo de un párrafo.
El tratamiento del colonialismo cultural ha sido uno de los
problemas centrales para la posibilidad de la crítica literaria
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hispanoamericana. ¿Existe una política cultural global
impuesta desde el centro que sea correlativa a su política
económica o, en el otro extremo, existe una auténtica cultura
americana autóctona que requiera la salvación a través de sus
intelectuales? Estos dos problemas pueden ser también
traducidos, desde una lectura política de la literatura
latinoamericana, como el asunto de la nación la autonomía
relativa de la periferia, respecto al centro y el asunto del
indigenismo o más en general, la identidad tal como estos se
desarrollan en nuestra literatura...
Estrategias para la lectura comprensiva.
Vuelve a leer el texto
1.- Normalmente al leer un texto por primera vez nos quedaremos
con la idea principal. Si luego queremos profundizar, volver a leerlo
es una de las mejores opciones ya que cuando sabemos de qué
trata, los detalles que en un principio pudimos pasar por alto serán
mucho más obvios tras la segunda lectura.

2. Usa tu conocimiento previo


La información que vamos aprendiendo en el transcurso de nuestra
vida puede resultarnos de mucha ayuda para afrontar nuevas
situaciones. De igual modo, cuando vayamos a leer un texto, estos
conocimientos previos son de suma importancia pues pueden
facilitar la comprensión del mismo.

3. Lee entre líneas, usa las pistas del contexto


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Cuando nos encontramos inmersos en la lectura de un texto y
tenemos problemas con el significado de una palabra pero no
disponemos de herramientas para averiguar su significado,
debemos fijarnos en las partes del texto que la rodean. De esto
precisamente es de lo que hablamos cuando nos referimos a ‘las
pistas del contexto’. Este método consiste en la comprensión de
una palabra cuyo significado desconocemos ubicándola en contexto
con el resto del texto. Debemos ser capaces de leer entre líneas, al
final todo se basa en emplear la lógica.

4. Piensa en voz alta


Todo adquiere mayor sentido cuando lo decimos en voz alta puesto
que es mucho más sencillo entender algo cuando se explica
mediante la voz en lugar de leyendo para uno mismo. Si leemos
algo y resulta que no lo hemos comprendido por completo,
repetirlo en voz alta es una idea a tener en cuenta.

5. Haz un resumen
Cuando terminamos de leer puede que alguno de los detalles no
hayan quedado del todo claros. En este caso reunir los datos más
importantes del texto tales como los personajes, el motivo, los
problemas, los resultados… puede servir como ayuda para llenar
esos pequeños huecos argumentales que no quedaron
completamente claros durante la primera lectura.

6. Ubica las palabras claves


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Afrontar un texto no es una tarea fácil. Ponerse a escribir sin seguir
ningún tipo de estructura o sin tener en cuenta los elementos que
forman parte del relato narrativo sería un error. Normalmente los
escritores colocan palabras claves, palabras que se repiten a lo
largo del texto y que ayudan al lector a prestar mayor atención de
manera inconsciente en eso que el autor quiere remarcar. Ubicar
esas palabras clave puede resultar de gran ayuda para la
comprensión del texto.

7. Haz predicciones
Algo que siempre está en nuestra mente es la expectativa,
expectativa ante cualquier cosa. Hacer predicciones de cómo
terminará el texto nos ayudará a involucrarnos en el mismo.

8. Visualiza
Una idea que verdaderamente puede ayudarnos a la hora de
comprender un texto es crear nuestras propias imágenes mentales
de eso que estamos leyendo.

9. Organizadores de texto
A la hora de estudiar o comprender un texto de mayor extensión,
los organizadores de texto pueden convertirse en nuestros mayores
aliados. Puede que los conozcamos como mapas conceptuales, algo
muy parecido a un resumen del texto pero más ordenado. En estos
mapas tomaríamos los datos más relevantes los cuales uniríamos
mediante conexiones con sus respectivos conceptos. Si existe
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alguna relación entre un concepto y otro, resulta muy positivo
hacer una conexión entre ellos o una jerarquía que ayude a ver de
una manera gráfica cómo uno afecta al otro y viceversa.

10. Evalúa lo aprendido


Una vez hayamos leído el texto en cuestión, verificar si lo hemos
entendido todo o si por el contrario existen partes que nos hayan
costado más, es muy importante para lograr una total comprensión
del texto. Si existe algo que no haya quedado del todo claro y
somos conscientes de ello desde un principio, es mucho mejor
percatarse de ello a tiempo para poder corregirlo.

11. Cuestiona el texto


A medida que vayamos leyendo debemos tomarnos el tiempo que
sea necesario para cuestionar el contenido. Realizar preguntas
acerca de lo que estamos leyendo nos ayudará a comprender su
planteamiento al mismo tiempo que puede proporcionarnos una
nueva perspectiva. Si nos cuestionamos eso que hemos leído,
seremos capaces de interpretar mucho mejor el relato.

12. ¡Para!
No somos máquinas por lo que de la misma manera que nuestros
músculos se cansan después de realizar una actividad física,
nuestros ojos y nuestra mente también pueden sentir ese
cansancio. Tras largos periodos de tiempo leyendo sin apenas
descanso, lo más probable es que nuestra compresión y atención
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disminuyan considerablemente. Lo más aconsejable en estos casos
es parar y tomar un descanso realizando otro tipo de actividad que
nada tenga que ver con la lectura.

13. Monitorea y repara tu entendimiento


Como lectores tenemos que estar concentrados en eso que
estamos leyendo poniendo toda nuestra atención en el relato para
poder comprender su argumento. Si se diese el caso de que no
acabamos de entender lo que hemos leído, debemos parar e
intentar reparar esa falta de entendimiento. Podemos comenzar
por releer eso que no ha quedado del todo claro y si todavía
tenemos dificultades siempre podemos buscar soluciones
alternativas como pedir ayuda a alguien que sí entienda el
contenido del texto.

14. Parafrasea
Una excelente idea que podemos llevar a cabo cuando no tenemos
muy claro algún concepto de un texto, es tratar de repetir eso que
acabamos de leer pero empleando nuestras propias palabras.

15. Toma apuntes


Los apuntes son una parte importante del aprendizaje puesto que
nos sirven de repaso. Sirven para ubicar los puntos importantes del
texto y para organizar la estructura del mismo. Unas notas
realizadas a mano nos ayudarán a tener las ideas mucho más claras
y ordenadas.
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16. Ajusta el ritmo en el que lees
Es muy probable que cuando comencemos a leer un texto vayamos
mucho más rápido pero conforme avancemos en el relato el ritmo
de lectura disminuya ya que nuestra mente se cansa antes.
Llegados a este punto no debemos agobiarnos, la comprensión es
más importante que la velocidad. Aquí el que comprende gana.

17. Ten prioridad por alguna información


Este es un punto importante ya que en algunas ocasiones los
autores además de dar a conocer la idea principal de su relato
también mencionan una serie de detalles que de una forma u otra
sirven para complementar la idea principal aunque no sean del
todo relevantes para su comprensión. Esto puede terminar
confundiendo al lector y para evitar que esto suceda, cuando nos
encontremos ante un texto bastante extenso y lleno de
información, lo más aconsejable es que nos centremos en buscar lo
que nos interesa y una vez hayamos comprendido la idea principal
pasemos a prestar mayor atención a los pequeños detalles.

18. Proponte un objetivo como lector


Para muchos leer resulta apasionante y para otros es simplemente
una actividad más. Lo que sí que es un hecho que puede afectar
tanto a ávidos lectores como a personas que dediquen menos
tiempo a la lectura, es que a la larga leer por leer no resulta nada
placentero. Lo mejor que podemos hacer para no acabar hastiados
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por la lectura es marcarnos una serie de objetivos, escoger temas
que nos interesen y saber cuándo tomar un descanso.
19. Conexiones textuales
Para tener una mayor comprensión del texto no es suficiente con
leerlo. También es necesario detectar relaciones dentro del propio
relato en el caso de que éste fuera bastante extenso. Los
conectores ayudan mucho para llevar a cabo esta labor puesto que
nos pueden resultar muy útiles a la hora de obtener una
comprensión integral de lo que estamos leyendo.

20. Haz una lectura rápida


Una manera sencilla de interpretar y conocer la idea principal de un
texto en un primer momento, es realizando una lectura rápida y
superficial que sirva para obtener una idea general de lo que ocurre
en la historia.

21. Para, Resume, Pregunta


Una vez hayamos concluido la lectura, debemos hacer tres cosas
que nos servirán para averiguar si hemos entendido el texto en
cuestión. Estos tres pasos consisten en detenerse a reflexionar lo
que acabamos de leer, hacer un pequeño resumen del contenido y
finalmente pasar a plantearnos una serie de preguntas en relación
al argumento. Esto se traduce en una mejor comprensión del texto
puesto que durante su lectura hemos.
La sistematización de la lectura
Una vez acontecida la práctica, la sistematización es un proceso
participativo que permite ordenar lo acontecido, recuperar así la
memoria histórica, interpretarla, aprender nuevos conocimientos y
compartirlos con otras personas.
Uso de las macro reglas.
Se entiende por macro reglas textuales las operaciones cognitivas
que realiza el lector u oyente con el fin de extraer la información
relevante de un texto y poder así formular el tema del que trata.
Supresión u omisión: dada una secuencia de proposiciones, se
suprime la información que no es necesaria para interpretar lo que
sigue en el texto. En el ejemplo [Pasó una chica. Llevaba un vestido
verde. De repente, tropezó.], se puede suprimir la proposición
[Llevaba un vestido verde], porque el resto del discurso no
presupone esa información, ya que no desempeña un papel en la
interpretación de las oraciones; por lo tanto, no figurará en la
formulación del resumen o macroestructura del texto.
Selección: se selecciona la información relevante dentro del sentido
global del discurso; constituye el reverso de la operación anterior.
En el ejemplo presentado, se seleccionarían las proposiciones [Pasó
una chica] y [De repente, tropezó] porque son necesarias para
construir el sentido global o tema del discurso: el texto del ejemplo
trata de una chica que tropieza.
Generalización: se abstraen las características particulares de una
serie de objetos, lugares o personas, extrayendo lo que es común
(de este modo, se suelen sustituir los hipónimos por un
hiperónimo). Del ejemplo [En el suelo había una muñeca, y un tren
de madera. Dispersos se encontraban también algunos puzles], se
puede derivar una macroproposición como [En el suelo había
juguetes], que constituye el tema del discurso o macroestructura a
partir de la generalización.
Integración o construcción: se funden en uno dos conceptos
constitutivos; el concepto que resume la secuencia no
necesariamente tiene que estar presente en el texto, porque forma
parte de nuestro conocimiento del mundo. En el ejemplo [Fui a la
estación. Compré un billete. Me acerqué al andén. Subí al tren. El
tren partió.], al aplicar la regla de construcción se obtiene la
siguiente macroproposición: [Viajé en tren].
La coherencia y la cohesión.
La cohesión precede necesariamente a la coherencia. Hay una
diferencia entre los dos términos: la cohesión se logra cuando las
oraciones están conectados a nivel de oración, mientras que la
coherencia se logra cuando las ideas están conectadas. Además, la
cohesión se centra en la gramática y el estilo de su trabajo.
1- Coherencia y cohesión
Los textos son una secuencia estructurada de palabras que se
ordenan en enunciados, los que formando una cadena, generan al
texto.
El enunciado es una unidad formada por una secuencia de palabras
y que comunica un significado completo.
Ejemplo: "Las mujeres y hombres del Paleolítico superior se
dedicaron a la recolección, la caza y marisqueo".
2- La coherencia
Es la unidad semántica de un texto. En otras palabras, es la
conexión necesaria que debe existir entre las ideas que presenta un
texto para desarrollar el tema.
Ejemplo: La mudanza de María
Cuando llegó María con sus cuadros después comió la ensalada
porque no mañana.
El texto que acabas de leer sería caracterizado por cualquier lector
como un texto incoherente, porque no tiene unidad en las ideas
que entrega, ni tampoco entrega alguna posibilidad de ordenarlas
jerárquicamente (tal vez lo único que podríamos decir de él es que
cada planteamiento se desprende del anterior y así sucesivamente
en una cadena sin fin, a menos que el lector se aburra, como
probablemente sucederá).
La coherencia de un texto se funda sobre la base de que los
elementos presentes en él permanecen a lo largo de todo el
mensaje. Ahora bien, en algunas tendencias literarias donde se
utiliza la "escritura automática" y la "corriente de la consciencia" el
texto puede presentar un aspecto de incoherencia, pero eso no es
así, porque esos textos están construidos de manera tal que es
posible asignarles un tema y una unidad, aunque ésta sea de una
naturaleza distinta a la que estamos habituados.
Para que un texto sea coherente debe mantener un mismo tema y
todos los elementos que lo componen tienen que apuntar a ese
tema. En otras palabras, podemos decir que un texto es coherente
cuando cada una de las partes que lo conforman está relacionada
con el tema central.
Coherencia global: Para que un texto sea coherente, debe tener un
tema central, y todas las ideas, principales y secundarias, deben
estar siempre relacionadas con esa idea.
Coherencia local: Todas las ideas deben organizarse de manera
ordenada y lógica, es decir, debe haber una secuencia interna que
nos permita seguir el texto y lograr una mejor comprensión de la
información.
La coherencia local se manifiesta a través de la presencia o ausencia
de ciertos elementos, los que permiten relacionar las diferentes
oraciones que conforman el texto.
Estas relaciones particulares y locales se denominan cohesión. La
cohesión, por lo tanto, corresponde a la red de relaciones de
significado que se establecen dentro de un texto por medio de
diferentes mecanismos, con el objetivo de contribuir a su
coherencia local y global.
3- La cohesión: Para que exista coherencia los elementos del texto
deben estar relacionados entre sí y conformar entre ellos una idea
única y unitaria. Desde el punto de vista formal, la coherencia se
basa en el funcionamiento de una serie de recursos para constituir
relaciones entre los elementos de un texto.

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