Los Pactos Interprovinciales
Los Pactos Interprovinciales
Los Pactos Interprovinciales
Art. 1°
Art. 2°
Allanados, como han sido todos los obstáculos que entorpecían la amistad y buena
armonía, entre la Provincia de Buenos Ayres, Entre Ríos y Santa Fe, en una guerra cruel y
sangrienta, por la ambición y criminalidad de los malos hombres que habían usurpado el
mando de la Nación, o, burlado las instrucciones de los Pueblos que representaban en
Congreso, cesarán las hostilidades desde hoy, retirándose las divisiones beligerantes de
Santa Fe y Entre Ríos, a sus respectivas Provincias.
Art. 3°
Los Gobernadores de Santa Fe y Entre Ríos, por sí, y a nombre de sus Provincias,
recuerdan a la heroica Provincia de Buenos Aires, cuna de la libertad de la Nación, el
estado difícil y peligroso, a que se ven reducidos aquellos Pueblos hermanos, por la
invasión con que los amenaza una Potencia extranjera, que con respetables fuerzas,
oprime la Provincia aliada de la Banda Oriental. Dejan a la reflexión de unos ciudadanos
tan interesados en la independencia y felicidad nacional el calcular los sacrificios que
costará á los de aquellas Provincias atacadas el resistir un Ejército imponente, careciendo
de recursos, y aguardan de su generosidad y patriotismo auxilios proporcionados á lo
arduo de la empresa, ciertos de alcanzar pronto cuanto quepa en la esfera de lo posible.
Art. 4°
En los ríos de Uruguay y Paraná navegarán únicamente los Buques de las Provincias
amigas, cuyas costas sean bañadas por dichos Ríos.
El Comercio continuará en los términos que hasta aquí reservándose á la decisión de los
Diputados en congreso cualesquiera reforma que sobre el particular solicitaren las partes
contratantes.
Art. 6°
Podrán volver a sus respectivas Provincias aquellos Individuos que por diferencia de
opiniones políticas hayan pasado a la de Buenos Aires, ó de esta a aquellas, aun cuando
hubieren tomado armas, y peleado en contra de sus compatriotas: serán repuestos al
goce de sus propiedades en el estado que se encontraren, y se echará un velo a todo lo
pasado.
Art. 6°
Art. 7°
Art. 8°
Será libre el comercio de Armas y municiones de guerra de todas clases en las Provincias
federadas.
Art. 9°
Los Prisioneros de guerra de una y otra parte serán puestos en libertad después de
ratificada esta convención para que se restituyen a sus respectivos Ejércitos o Provincias.
Art. 10°
Aunque las partes contratantes están convencidas de que todos los artículos arriba
expresados son conformes con los sentimientos y deseos del Exmo. Ser. Cap. Gral. De la
Banda Oriental Dn. José Artigas, según lo ha expuesto el Sor. Gov.or de Entre-Ríos, que
dice hallarse con instrucciones privadas de dicho Sor Exmo. para este caso no teniendo
suficientes poderes en forma, se ha acordado remitirle copia de esta acta, para que siendo
de su agrado entable desde luego las relaciones q.e puedan convenir á los intereses de la
Provincia de su mando, cuya incorporación á las demás federadas, se miraría como un
dichoso acontecimiento.
Art. 11°
A las cuarenta y ocho horas de ratificadas estos tratados por la Junta de Electores dará
principio á su retirada el Ejército federal hasta pasar el Arroyo del Medio.
Art. 12°
En el término de dos días, o antes si fuere posible será ratificada esta convención por la
muy Honorable Junta de Representantes.
1°) Queda sancionada una paz firme, verdadera amistad y unión entre las cuatro
provincias contratantes, cuya recíproca libertad, independencia, representación y
derechos se reconocen y deben guardarse entre sí en igualdad de términos como están
hoy de hecho constituidas, sin que por este acto solemne se gradúen renunciados los que
defiende Santa Fe sobre el territorio de Entre Ríos, por documentos legítimos y amparos
superiores, cuya reclamación legal, como las competentes a las demás de los suyos y
respectivos, son el soberano legitimo Congreso General, de todas las provincias en la
oportunidad que presente el orden de los sucesos americanos en su perfecta tranquilidad
y absoluta cesación de oscilaciones políticas, cuyas innovaciones convenientes serán
obedecidas, como emanadas de la Soberanía Nacional.
2°) Si los españoles, portugueses o cualquier otro poder extranjero invadiese o dividiese la
integridad del territorio nacional, todas inmediatamente pondrán en ejercicio su poder y
recursos para arrojarlo de él, sin perjuicio de hacer oficialmente al gobierno agresor las
reclamaciones que estime justas y oportunas.
3°) Subsiste la misma liga contra cualquier poder de los designados, que incida en igual
defecto contra el territorio particular o jurisdicción que cada una de las cuatro provincias
disfruta de buena fe, en pacífica posesión, según las demarcaciones y términos
respectivos, quedando divisorios provisoriamente de la del Entre Ríos y Corrientes, los
arroyos Guayquiraró Miriñay, y Tranquera de Loreto, con el territorio de Misiones, sin
perjuicio del derecho que defiende Santa Fe, de las cincuenta leguas que su representante
dice corresponderle por su fundación, y fueron deslindadas hasta los mojones, o al menos
hasta el río Corrientes, como los que tenga esta provincia a su favor, cuya decisión queda
al Soberano Congreso General.
4°) Ligan los mismos deberes contra todo poder americano que pretende usurpar por las
armas los derechos detallados en el artículo 19. En cuya virtud, si alguna o todas las demás
provincias de la Nación atacaren con fuerzas a cualquiera de las cuatro amigas, se les
harán por todas en unión las más serias y formales protestas sobre su agresión, y caso de
ser desatendidas, irán en su auxilio las otras tres, facilitando mas a la invadida todos los
recursos que necesite, que deberán satisfacerse por ésta, concluida la guerra, a los plazos
que se estipulen.
4°) Si la provincia invadida hubiese dado mérito a ello, en juicio de las tres éstas entonces
interpondrán su mediación para con la agresora, a fin de que se evite la guerra; y si ésta se
prestase en conformidad, estará obligada a darle la satisfacción necesaria, y si no correrá
la suerte que ella misma ha provocado; más si este caso fuese a la inversa, obrarán las tres
provincias consecuentes a lo acordado en el artículo anterior.
6°) Ninguna de las provincias contratantes podrá declararse guerra u hostilidad, ni a otra
cualquiera de las del territorio de la Nación, sin acuerdo y consentimiento de las otras
tres, por medio de diputados autorizados a ese objeto, que a presencia y examen de las
causales que puedan ocurrir, la decida, y sin que antes de verificarse un suceso tan
funesto se pidan las satisfacciones correspondientes a las que se sospechen haber faltado
a sus deberes respectivos.
8°) Queda igualmente libre el comercio marítimo en todas las direcciones y destinos en
buques nacionales, sin poder ser obligados a mandarlos abonar derechos, descargar para
vender sus mercaderías o frutos por pretexto alguno por los gobiernos de las cuatro
provincias, cuyo puertos subsisten habilitados en los mismos términos; sólo sí, por obviar
el perjudicial abuso del contrabando, podrán ser reconocidos por los guardas costas
respectivos, como sus licencias, guías y demás documentos con que se deban navegar,
siendo decomiso lo que venga fuera de ellos.
9°) Buenos Aires, por un principio de generosidad y buena correspondencia con el actual
gobernador del Entre Ríos y el de Corrientes, da por condenados, sucedidos y cancelados,
cuantos cargos puede hacer y reclamaciones justas, por los enormes gastos que le obligó
causar la temeraria invasión del finado Ramírez, consagrando gustoso todos sus sacrificios
al inestimable ídolo de la paz entre hermanos americanos, unidos con tan íntimas como
sagradas relaciones, y esperando sólo la paga de la gratitud a los esmeros que ha
prodigado a su logro.
13°) No considerando útil el estado de indigencia y devastación en que están envueltas las
provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes por dilatadas guerras civiles que han
soportado a costa de sangre, desembolsos, ruinas y sacrificios de todo género, su
concurrencia al diminuto Congreso reunido en Córdoba, menos conveniente a las
circunstancias presentes nacionales, y al de separarse la de Buenos Aires, única en regular
aptitud respectiva para sostener los enormes gastos de un Congreso, sus empresas
marciales y en sostén de sus naciente autoridad, quedan mutuamente ligadas a seguir la
marcha política adoptada por aquella en el punto de no entrar en Congreso por ahora, sin
previamente arreglarse, debiendo en consecuencia la (de) Santa Fe retirar su diputado de
Córdoba.
15°) El territorio de Misiones queda libre para formarse su gobierno y para reclamar la
protección de cualquiera de las provincias contratantes.
17°) Los presentes artículos serán ratificados por los Gobiernos de Santa Fe y Entre Ríos,
en el término de dos días, y en el de veinte, por los de Buenos Aires y Corrientes.
Acordados y sancionados en la ciudad capital de la provincia de Santa Fe de la Vera Cruz
desde el 15 de enero hasta hoy, 25 del mismo año del Señor de 1822, trece de la libertad
del Sud.
2° Las provincias de Santa Fé, Buenos Aires y Entre Ríos se obligan a resistir cualquier
invasión extranjera que se haga, bien sea en el territorio de cada una de las tres provincias
contratantes, o de cualquier otra de las tres que componen el Estado argentino.
3° Las provincias de Santa Fé, Buenos Aires y Entre Ríos se ligan y constituyen en alianza
ofensiva y defensiva contra toda agresión de parte de cualquiera de las demás provincias
de la República (lo que Dios no permita), que amenace la integridad e independencia de
sus respectivos territorios.
7° Prometen no dar asilo a ningún criminal que se acoja a una de ellas, huyendo de las
otras dos por delito, cualquiera que sea, y ponerlo a disposición del gobierno respectivo
que lo reclame como tal. Entendiéndose que el presente artículo sólo regirá con respecto
a los que se hagan criminales después de la ratificación y publicación de este tratado.
9° Los frutos y efectos de cualquier especie que se importen o exporten del territorio o
puertos de una provincia a otra por agua o por tierra, no pagarán más derechos que si
fuesen importados por los naturales de la provincia, adonde o de donde se exportan o
importan.
10° No se concederá en una provincia derecho, gracia, privilegio o exención a las personas
y propiedades de los naturales de ella, que no se conceda a los habitantes de las otras dos.
11° Teniendo presente que alguna de las provincias contratantes ha determinado por ley
que nadie puede ejercer en ella la primera magistratura sino sus hijos respectivamente, se
exceptúa de dicho caso y otros de igual naturaleza que fueren establecidos por leyes
especiales entendiéndose que en caso de hacerse por una provincia alguna excepción, ha
de extenderse a los naturales y propiedades de las otras dos aliadas.
12° Cualquiera provincia de la República que quiera entrar en la liga que forman las
litorales, será admitida con arreglo a lo que establece la segunda base del artículo primero
de la citada convención preliminar celebrada en Santa Fé a veintitrés de febrero del
pasado año ejecutándose este acto con el expreso y unánime consentimiento de cada una
de las demás provincias federales.
13° Si llegare el caso de ser atacada la libertad e independencia de alguna de las tres
provincias litorales, por alguna otra de las que no entran al presente en la declaración, o
por otro cualquier poder extraño, la auxiliarán las otras dos provincias litorales con
cuantos recursos y elementos están en la esfera de su poder, según la clase de la invasión,
procurando que las tropas que envíen las provincias auxiliares sean bien vestidas, armadas
y municionadas, y que marchen con sus respectivos jefes y oficiales. Se acordará por
separado la suma de dinero con que para este caso deba contribuir cada provincia.
14° Las fuerzas terrestres o marítimas, que según el artículo anterior se envien en auxilio
de la Provincia invadida, deberán obrar con sujeción al gobierno de ésta, mientras pisen su
territorio y naveguen sus ríos en clase de auxiliares.
15° Interin dure el presente estado de cosas, y mientras no se establezca la paz pública de
todas las provincias de la República residirá en la capital de Santa Fe una comisión
compuesta de un diputado por cada una de las tres provincias litorales, cuya
denominación será «Comisión representativa de los gobierno de las provincias litorales de
la República Argentina», cuyos diputados podrán ser removidos al arbitrio de sus
respectivos gobiernos, cuando lo juzguen conveniente, nombrando otros inmediatamente
en su lugar.
2° Hacer declaraciones de guerra contra cualquier otro poder a nombre de las tres
provincias litorales toda vez que estén acordes en que se haga tal declaración.
4° Determinar el contingente de tropas con que cada una de las provincias alistadas daba
contribuir conforme al tenor del artículo trece.
5° Invitar a todas las demás provincias de la República cuando estén en plena libertad y
tranquilidad, a reunirse en federación con las tres litorales; y a que por medio de un
congreso general federativo se arregle la administración general del país, bajo el sistema
federal, su comercio interior y exterior, su navegación, el cobro y distribución de las rentas
generales y el pago de la deuda de la República, consultando del mejor modo posible la
seguridad y engrandecimiento general de la República, su crédito interior y exterior y la
soberanía, libertad e independencia de cada una de las provincias.
Art. 17: El presente tratado deberá ser ratificado a los tres días por el gobierno de Santa
Fé, a los seis por el de Entre Ríos y a los treinta por el gobierno de Buenos Aires. Dado en
la ciudad de Santa Fé á cuatro días del mes de enero del ario de Nuestro Señor, de mil
ochocientos treinta y uno.
ARTICULO ADICIONAL
Dado en la ciudad de Santa Fé a cuatro días del mes de enero del año de Nuestro Señor,
de mil ochocientos treinta y uno.
Teniendo por objeto acercar el día de la reunión de un Congreso General que con arreglo
a los tratados existentes y al voto unánime de todos los pueblos de la República, ha de
sancionar la Constitución política que regularice las relaciones que deben existir entre
todos los pueblos argentinos como pertenecientes a una misma familia, que establezca y
defina los altos poderes nacionales y afiance el orden y prosperidad interior y la
respetabilidad exterior de la Nación.
Siendo necesario allanar previamente las dificultades que pueden ofrecerse en la práctica
para la reunión del Congreso, proveer a los medios mas eficaces de mantener la
tranquilidad interior, la seguridad de la República y la representación de su soberanía
durante el periodo constituyente. Teniendo presente las necesidades y los votos de los
pueblos que nos han confiado su dirección, e invocando la protección de Dios, fuente de
toda razón y de toda justicia. Hemos acordado y adoptado las resoluciones siguientes:
3. – Estando previsto en el artículo 9 del tratado referido los arbitrios que deben mejorar
la condición del comercio interior y recíproco de las diversas provincias argentinas y
habiéndose notado por una larga experiencia los funestos efectos que produce el sistema
restrictivo seguido en algunas de ellas, queda establecido que los artículos de producción
o fabricación nacional o extranjera así como los ganados de toda especie que pasen por el
territorio de una provincia a otra serán libres de los derechos llamados de tránsito,
siéndolo también los carruajes, buques o bestias en que se transportan y que ningún
derecho podrá imponérseles en adelante, cualquiera que sea su denominación, por el
hecho de transitar el territorio.
5. – Siendo todas las provincias iguales en derechos como miembros de la Nación, queda
establecido que el Congreso Constituyente se formará con dos diputados por cada
provincia.
8. – Una vez elegidos los diputados e incorporados al Congreso no podrán ser juzgados por
sus opiniones ni acusados por ningún motivo, ni autoridad alguna hasta que no esté
sancionada la Constitución. Sus personas serán inviolables durante este período. Pero
cualquiera de las provincias podrá retirar sus diputados cuando lo creyere oportuno,
debiendo, en este caso, sustituirlos inmediatamente.
11. – La convocación del Congreso se hará para la ciudad de Santa Fe, hasta que, reunido e
instalado, él mismo determine el lugar de su residencia.
12. – Sancionada la constitución y las leyes orgánicas que fueren necesarias para ponerla
en práctica- será comunicada por el Presidente del Congreso al Encargado de las
Relaciones Exteriores de la Confederación y éste la promulgará inmediatamente como Ley
de la Nación, haciéndola cumplir y observar. En seguida será nombrado el Presidente
Constitucional de la República y el Congreso Constituyente cerrará sus sesiones dejando a
cargo del Ejecutivo poner en ejercicio las leyes orgánicas que hubiese sancionado.
14. Si, lo que Dios no permita, la paz interior de la República fuese perturbada por
hostilidades abiertas entre una u otra provincia, o por sublevaciones armadas dentro de la
misma provincia, queda autorizado el encargado de las Relaciones Exteriores para
emplear todas las medidas que su prudencia y acendrado patriotismo le sugieran para
restablecer la paz sosteniendo las autoridades legalmente constituidas; para lo cual los
demás gobernadores prestarán su cooperación y ayuda en conformidad con el tratado del
4 de enero de 1831.
16. Será de las atribuciones del Encargado de las Relaciones Exteriores: reglamentar la
navegación de los ríos interiores de la República, de modo que se consulten los intereses y
seguridad del territorio y de las rentas fiscales; y lo será igualmente la administración de
correos, la creación y mejora de los caminos públicos y de postas de bueyes para el
transporte de mercaderías.
17. Conviniendo para la mayor respetabilidad y acierto de los actos del Encargado de las
Relaciones Exteriores, en la dirección de los negocios nacionales, durante el período
constituyente, el que haya establecido cerca de su persona un Consejo de Estado con el
cual pueda consultar los casos que le parezcan graves, queda facultado el Excmo. Señor
para constituirlo, nombrando a los ciudadanos argentinos que por su saber y prudencia
pueden desempeñar dignamente su elevado cargo, sin limitación de número.
18. Atendidas las importantes atribuciones que por este convenio recibe el Excmo. Señor
Encargado de las Relaciones Exteriores, se resuelve que su título sea de Director Provisorio
de la República Argentina.
19. Para sufragar los gastos que demande la administración de los negocios nacionales
declarados en este Acuerdo, las provincias concurrirán proporcionalmente con el
producto de sus aduanas exteriores hasta la instalación de las autoridades
constitucionales, a quienes exclusivamente competerá el establecimiento permanente de
los impuestos nacionales.
Dado en San Nicolás de los Arroyos a los treinta y un días del mes de mayo del año mil
ochocientos cincuenta y dos.
Justo J. de Urquiza, por las provincias de Entre Ríos y Catamarca – Vicente López –
Benjamín Virasoro – Pablo Lucera – Nazario Benavides – Celedonio Gutiérrez – Pedro P.
Segura – Manuel Taboada – Manuel Vicente Bustos – Domingo Crespo.
31 de Mayo de 1852.
Orígenes de la Constitución de 1853.
31/05/1852 Acuerdo de San Nicolás convocando a un Congreso Constituyente.
5° En el caso que la convención provincial manifieste que tiene que hacer reformas en la
Constitución mencionada, esas reformas serán comunicadas al Gobierno Nacional para
que, presentadas al Congreso Federal Legislativo, decida en convocación de una
convención ad-hoc que las tome en consideración y a la cual la provincia de Buenos Aires
se obliga a enviar a sus diputados con arreglo a su población, debiendo acatar lo que esta
convención así integrada decida definitivamente salvándose la integridad del territorio de
Buenos Aires que no podrá ser dividido, sin el consentimiento de su legislatura.
7° Todas las propiedades de la provincia que le dan sus leyes particulares como sus
establecimientos públicos de cualquier clase y género que sean, seguirán correspondiendo
a la provincia de Buenos Aires, y serán gobernados y legislados por la autoridad de la
provincia.
8° Se exceptúa del artículo anterior la Aduana que, como por la Constitución federal
corresponden las aduanas exteriores a la Nación, queda convenido en razón de ser casi en
su totalidad las que forman las rentas de Buenos Aires, que la Nación garante a la
provincia de Buenos Aires su presupuesto de 1859 hasta cinco años después de su
incorporación, para cubrir sus gastos inclusive su deuda interior y exterior.
9° Las leyes actuales de aduanas de Buenos Aires sobre el comercio exterior seguirán
rigiendo hasta que el Congreso Nacional, revisando las tarifas de aduana de la
Confederación y Buenos Aires, establezca la que ha de regir para todas las aduanas
exteriores.
10° Quedando establecido por el presente pacto, un perpetuo olvido de todas las causas
que han producido nuestra desgraciada desunión, ningún ciudadano argentino será
molestado por hechos u opiniones políticas durante la separación temporal de Buenos
Aires, ni confiscados sus bienes por las mismas causas conforme a las constituciones de
ambas partes.
13° Todos los generales, jefes y oficiales del Ejército de Buenos Aires dados de baja desde
1852, y que estuviesen actualmente al servicio de la Confederación, serán restablecidos
en su antigüedad, rango y goce de sus sueldos, pudiendo residir en la provincia o en la
Confederación, según les conviniere.
14° La República del Paraguay, cuya garantía ha sido solicitada tanto por el Exmo. Señor
Presidente de la Confederación Argentina, cuanto por el Exmo. Gobierno de Buenos Aires,
garante el cumplimiento de lo estipulado en este convenio.
15° El presente convenio será sometido al Exmo. Señor Presidente de la República del
Paraguay, para la ratificación del artículo precedente en el término de cuarenta días, o
antes si fuera posible.
Francisco S. López – Tomás Guido – Carlos Tejedor – Juan E. Pedernera – Juan Bautista
Peña – Daniel Aráoz.
Suprimir «de las Aduanas», y agregar después de exportación hasta 1866 «con arreglo a lo
estatuido en el inciso 1° del artículo 64».
Suprimir «gratuita, y las constituciones provinciales serán revisadas por el Congreso antes
de su promulgación».
«El Gobierno Federal interviene en el territorio de las Provincias para garantir la forma
republicana de gobierno, o repeler las invasiones exteriores, y a requisición de sus
autoridades constituidas para sostenerlas o restablecerlas, si hubiesen sido depuestas por
la sedición, o invasión de otra Provincia».
Agregar al final “sin que en ningún caso puedan concederse preferencias a un puerto
respecto de otro, por medio de leyes o reglamentos de comercio».
Agregar al final «y los esclavos que de cualquier modo se introduzcan quedan libres por el
solo hecho de pisar el territorio de la República».
Suprimir «pasados diez años desde el día en que la juren los pueblos».
10. Agregar después del artículo 31, los artículos siguientes con la numeración que
corresponda:
«El Congreso Federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o establezcan
sobre ella la jurisdicción federal.»
«Los Jueces de las Cortes Federales no podrán serlo al mismo tiempo de los Tribunales de
Provincia, ni del Servicio Federal, tanto en lo civil como en lo militar, da residencia en la
Provincia en que se ejerza y que no sea la del domicilio habitual del empleado,
entendiéndose esto para los efectos de optar a empleos en la Provincia en que
accidentalmente se encuentre.»
Suprimir «por la Capital seis» y poner «por la Provincia de Buenos Aires doce».
Agregar al final «y ser natural de la Provincia que lo elija, o con dos años de residencia
inmediata en ella».
Sustituirlo así «Sólo ella ejerce el derecho de acusar ante el Senado, al Presidente,
Vicepresidente, sus Ministros y a los miembros de la Corte Suprema y demás Tribunales
inferiores de la Nación, en las causas de responsabilidad que se intenten contra ellos por
el mal desempeño o por delito en el ejercicio de sus funciones, o por crímenes comunes;
después de haber conocido de ellos y declarado haber lugar a la formación de causa por
mayoría de las dos terceras partes de sus miembros presentes”.
Agregar al final «y ser natural de la Provincia que lo elija, o con dos años de residencia
inmediata en ella».
Suprimirlo totalmente.
«Legislar sobre las Aduanas exteriores y restablecer los derechos de importación, los
cuales, así como las avaluaciones sobre que recaigan, serán uniformes en toda la Nación;
bien entendido, que ésta, así como las demás contribuciones nacionales, podrán ser
satisfechas en la moneda que fuese corriente en las Provincias respectivas, por su justo
equivalente. Establecer igualmente los derechos de exportación hasta 1866, en cuya fecha
cesarán como impuesto Nacional, no pudiendo serlo provincial».
Al inciso 9°, agregarle al final: «sin que puedan suprimirse las Aduanas exteriores que
existan en cada provincia al tiempo de su incorporación».
Al inciso 11, agregarle: «sin que tales códigos alteren las jurisdicciones locales,
correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o provinciales, según que las
cosas o las personas cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones», y después de la palabra
«ciudadanía» agregar «con sujeción al principio de la ciudadanía natural, así como etc.,
etc.».
Suprimir el inciso 20, y poner en reemplazo del inciso 23, lo siguiente: «El Presidente
tendrá facultad para llenar las vacantes de los empleos que requieran el acuerdo del
Senado, y que ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en comisión, que
expirarán al fin de la próxima Legislatura».
18. Al artículo ochenta y seis, ésta:
Sustituirlo por lo siguiente: «El Poder Judicial de la Nación será ejercido por una Corte
Suprema de Justicia y por los demás Tribunales Inferiores, que el Congreso estableciere en
el territorio de la Nación”.
Suprimirle de los conflictos «entre los diferentes poderes públicos de una misma
Provincia, de los recursos de fuerza», y reemplazar la parte final del artículo, desde donde
dice: «entre una Provincia y sus propios vecinos, y entre una Provincia y un Estado o
ciudadano extranjero», por esto, «y entre una Provincia o sus vecinos contra un Estado o
ciudadano extranjero», y agregar además: «con la reserva hecha en el inciso 11 del
artículo 64», después de la frase «que versen sobre puntos regidos por la Constitución».