ORACIONES Del P.callejas
ORACIONES Del P.callejas
ORACIONES Del P.callejas
gonzalo callejas
ORACIÓN DE AUTOLIBERACIÓN
Dios mío en nombre de Jesucristo, con tu autoridad desaloja de mi cuerpo todo espíritu inmundo, purifica mi mente de
toda obsesión con tu Santa Luz iluminadora; restaura mi corazón de toda pasión con la santa gracia de amor del Espíritu
Santo. Amen. (Volver al índice)
ORACIÓN DE PERDÓN
Por los méritos de la preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercepción de María Santísima imploro la
Gracia del Espíritu Santo para:
Perdonar a mi Dios y Creador por todas las veces que me sentí abandonado de Él, defraudado, o traicionado en los
momentos más trágicos de mi vida, donde no supe percibir su presencia.
También imploro la Gracia de poderme perdonar a mi mismo por las veces que pequé, haciéndome daño a mí mismo, a
mis seres más queridos o a los demás hermanos en Cristo o al corazón de mi Padre Dios.
Por último suplico la facultad de poder perdonar a los que me han hecho daño en mi vida, desde el momento de mi
concepción pasando por cada una de las etapas de mi crecimiento y maduración hasta el momento actual de mi vida, sin
importar si son familiares, amigos, conocidos o adversarios.
Por la Gracia de Dios yo los perdono a todos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. (Volver al
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Señor Jesús vengo a tu presencia para pedirte la gracia de poder perdonar a un consagrado tuyo, el cual por sus propias
debilidades, por las circunstancias en las que se formó, tal vez por las crisis de fe por las que está pasando y ante todo
por las insinuaciones del maligno, ha dejado la práctica de la virtud y se ha entregado a vivir las pasiones de la carne,
desedificando a la Iglesia y escandalizando a las almas débiles. Reconozco que durante mucho tiempo le guarde rencor y
tal vez deseo de venganza, porque esperaba de él tanta santidad como la que hay en Ti, pero ahora comprendo que tu
viniste a fundar una Iglesia para acoger a los pecadores y por eso la cimentaste sobre pecadores, porque si la hubiera
cimentado sobre los ángeles, muchas almas débiles no se hubieran atrevido acercarse a seres tan perfectos y gloriosos,
temiendo que de ellos recibiría una justicia implacable y no la misericordia de aquel que dijo yo no vine a buscar a los
justos, sino a los pecadores. Por tanto Señor Jesús, yo perdono las debilidades de tu siervo y te pido que Tú también le
concedas las Gracias de Tú perdón y ante todo su conversión, para que así no pueda ser condenado por el daño que me
hizo, sino que algún día todos juntos podamos disfrutar de la dulzura de tu amor por toda la eternidad en el Reino de
Nuestro Padre Dios. Amén (volver al índice)
Señor Jesús que reprendiste a tus Apóstoles diciendo: “¿porqué tenéis miedo, hombres de poca Fe?”(Mt. 8,26), y les
mostraste que tu poder estaba por encima de las tormentas, de las enfermedades, de los demonios y hasta de la misma
muerte. Te pido de todo corazón alejes de mi alma todo tipo de temor, de fobia y no me dejes llegar jamás a la crisis de
pánico, pues yo reconozco que todo poder en el cielo, en la tierra y en el abismo, dobla rodilla frente a Ti.
Dígnate Señor mandarles con tu autoridad divina a todas las tormentas que en mi vida se levantaren ese portentoso
“¡Calla, enmudece!”(Mc. 4-39), para que acrecentada mi Fe en Ti, pueda caminar en adelante sobre las aguas de las
dificultades, sin zozobrar en la fe como lo hizo Pedro. Amén. (Volver al índice)
Santísima Virgen María tu sabes con cuanto desprecio, bajeza y repugnancia me miro a mí mismo(a), pues no encuentro
en mí sino defectos, yo te pido Madre Santa que me enseñes a mirar las obras grandes que el Todopoderoso ha hecho
en mí, que me conceda la gracia de valorarme en lo que valgo ante los ojos de Dios, que es la vida misma de tu Hijo
Jesucristo. Que me ayudes a cambiar a una actitud positiva y de alabanza perpetua, para poder proclamar con mi alma la
grandeza del Señor, que se alegró en las pequeñeces de esta criatura suya que soy yo, y así pueda alegrarse mi espíritu
en Dios mi Salvador que ha mirado todas las humillaciones que he sufrido durante mi vida, y las cuenta en el cielo como
méritos riquísimos o joyas que adornan las almas de sus escogidos. Gracias Dios mío, porque al menos me has librado de
la soberbia de los potentados, evitando así que fuese destronada y que me enseñes a ver que aunque tenga pobreza en
virtudes, belleza, o facultades eso también ha evitado que haya sido despedida vacía, como los ricos del mundo lo serán
en tu presencia. Amén. (Volver al índice)
ORACIÓN DE RENUNCIA A BRUJERIA
En Nombre de Nuestro Señor Jesucristo renuncio a Satanás a toda brujería o hechicería, espiritismo o adivinación que
haya practicado o que haya mandado a hacer.
Por el poder de la Sangre de Cristo y de su gloriosa Cruz yo le arrebato a Satanás toda autoridad, pacto o consagración, o
cualquier tipo de derecho que por estos pecados tenga sobre mi mente, mi corazón, mi cuerpo, mi alma, mi espíritu,
sobre mi familia, sobre mi economía, o cualquier otro poder que pueda tener por los pecados de mis antepasados si
ellos practicaron o recurrieron a las artes de las tinieblas.
Por último decreto que toda esta autoridad que hoy le arrebato a Satanás en nombre de Jesucristo sea quebrantada,
aniquilada y destruida en el Nombre de Dios Padre Omnipotente, en el Nombre de Dios Hijo Redentor del mundo, en el
Nombre de Dios Espíritu Santo Defensor, por la intercesión de la Gloriosísima siempre Virgen María y mediante el
ministerio de los Arcángeles San Miguel, San Gabriel y San Rafael. Amén. (Volver al índice)
En Nombre de Nuestro Señor Jesucristo prohibimos a todo ángel caído, engendro diabólico, criatura de tinieblas, a todos
los espíritus perdidos, reuniones de brujas, grupos satánicos o emisarios de sus asociados, perturbar la paz de nuestros
hogares, impedir nuestro descanso nocturno o hacernos daño y vengarse de nosotros, en nuestros trabajos, en nuestras
familias, en nuestros bienes espirituales y materiales, o a través de cualquier persona, animal o cosa. Rompemos todo
pacto, consagración, maldición, maleficio o envidia que estén originando dichas presencias tenebrosas en nuestra
morada.
Sellamos y cerramos con la preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo cualquier puerta por donde estos seres
malignos estén ingresando en nuestras vidas y las clausuramos con los sellos de las puertas de la Iglesia Católica y
confesamos que el infierno no puede prevalecer contra ellas. Amén. (Volver al índice)
En el nombre de Nuestro Señor Jesucristo y en virtud de la fuerza del Sacramento del Matrimonio, yo clamo y reclamo el
corazón de mi esposo(a) N.N. y expulso del corazón de mi esposo(a) a N.N. que intenta separar lo que Dios ha unido.
En el nombre de Nuestro Señor Jesucristo y en virtud de la fuerza del Sacramento del Matrimonio, rompo todo maleficio
de división matrimonial, de incompatibilidad sexual y de infidelidad pasional.
Consagro mi hogar y mi matrimonio a la custodia de Jesús, José y María para que ellos restablezcan la paz, el amor y la
fidelidad del hogar de Nazaret. Amén. (Volver al índice)
En Nombre de Nuestro Señor Jesucristo por la fuerza imperial de su Gloriosa Sangre rompo, desato, desencadeno,
aniquilo, extermino, deshago y destruyo cualquier acción diabólica conjurada a forma de bloqueo, inapetencia sexual,
frigidez, precocidad, esterilidad, impotencia, incompatibilidad o enfermedad genital impuesta por brujos, hechiceros,
chamanes o satánicos, que esté encaminada a impedir la sana sexualidad entre mi conyugue N.N. y yo, buscando
separar lo que Dios unió por el sagrado vínculo del matrimonio, el cual renuevo y vitalizo delante de mi Padre Dios por la
Gracia de Nuestro Señor Jesucristo y en la unidad del Espíritu Santo, por el poder que tiene la Iglesia de atar y desatar
con la intercesión de María Santísima y bajo el ministerio de los Santos Arcángeles San Miguel, San Gabriel y San Rafael,
y por los méritos de todos los Santos del cielo. Amén. (Volver al índice)
ORACIÓN DE ROMPIMIENTO
En el Nombre de JESUCRISTO, EL SEÑOR, y por los méritos de SU preciosa SANGRE, rompo y disuelvo cada maldición,
embrujo, sello, hechizo, brujería, vínculo, trampa, lazo, ardid, mentira, escollo, obstáculo, decepción, desviación,
distracción, influencia o cadena espiritual, espíritu de sueño que me quiera obstruir la oración; también cada
enfermedad de nuestro cuerpo, alma, mente, que pueda alcanzarnos, directamente o a través de cualquiera personas,
animal o cosas, o por cualquier espíritu que se haga presente en nosotros por nuestros propios pecados o
equivocaciones, o los de nuestras generaciones anteriores. Amén. (Volver al índice)
En el nombre de Nuestro Señor Jesucristo rompo toda opresión diabólica que haya en mi mente, en mi cabeza, en mis
ojos y en todo mi entendimiento y rompo toda opresión diabólica que tratando de atar mis facultades, las cuales
consagro al servicio de Nuestro Dios y Señor, Padre de Jesucristo Nuestro Señor y en fe me coloco Su armadura. Me ciño
el cinturón de la verdad y el casco de la salvación; tomo el escudo de la fe para apagar las flechas incendiarias del
demonio y la espada del Espíritu Santo que es la Palabra de Dios. Amén. (Volver al índice)
ORACIÓN PARA DEHACER BRUJERÍA QUE ATACA LA BOCA DEL ESTÓMAGO (BRUJERÍA INGERIDA)
En nombre de Nuestro Señor Jesucristo, por la fuerza del sacramento del bautismo significada en esta agua que voy a
tomar, sean limpiadas todas mis entrañas de cualquier incursión diabólica que quiera afectar la salud de mi mente, de
mi cuerpo o de mi alma. Queden rotos todos los vínculos de pecado y de maldad que me están atando, por la
Preciosísima pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y esto se realice en el nombre de Dios Padre
Omnipotente, en el nombre de Dios Hijo Redentor del mundo, en el nombre de Dios Espíritu Santo Defensor, y por el
poder de atar y desatar que tiene la Santa Madre Iglesia Católica, por la intercesión de la gloriosísima siempre Virgen
María y mediante el ministerio de los Santos Arcángeles San Miguel, San Gabriel y San Rafael. Amén. (Volver al índice)
En nombre de Nuestro Señor Jesucristo, rompo, desato y destruyo cualquier brujería, hechicería o maldición que estén
afectando estos (mis) órganos y reclamo la salud en nombre de la Sangre de Cristo y que nos ha lavado de nuestros
pecados. Y suplico a Nuestro Dios restaure los órganos dañados por la acción diabólica, en el nombre de Dios Padre
Omnipotente, en el nombre de Dios Hijo Redentor del mundo, en el nombre de Dios Espíritu Santo Defensor y por el
poder de atar y desatar que tiene la Santa Madre Iglesia Católica, por la intercesión de la gloriosísima siempre Virgen
María y mediante el ministerio de los Santos Arcángeles San Miguel, San Gabriel y San Rafael. Amén. (Volver al índice)
Santísima Trinidad Padre, Hijo y Espíritu Santo, despliego tu justicia sobre la cabeza de todos los brujos que practican las
artes oscuras del vudú, para infringir el sufrimiento en la carne de tus hijos, y reclamo la justicia de la ley del talión de
Éxodo 21,23 -25, Levítico 24, 18-20 y Deuteronomio 19, 21, para que se hagan llaga viva en ellos mismos cada lágrima,
quejido, sufrimiento y dolor emanado de cualquiera de tus hijos que haya sido dañado por la magia de trasferencia, a
través de clavamientos de muñecos de cera, de paja y de trapo o cualquier otro material, de fotografías, de velones,
pentagramas, y trozos de carne o cualquier otro elemento que represente a sus víctimas. Después de que hayas
ejecutado Señor el exterminio de esta raza de impíos, como lo decretaste en Éxodo 22, 17 y Levítico 20, 27, te
suplicamos procedas a destruir, aniquilar y exterminar, todos los clavamientos espirituales en la carne, alma y espíritu de
tus hijos, para que te glorifiquen por haber roto estos yugos satánicos, y estas cargas insoportables del abismo porque
en adelante solo aceptamos y nos gloriamos de llevar el yugo llevadero y la carga ligera de la cruz que Tu Hijo nos quiera
compartir. No obstante como tu Hijo nos ha enseñado a perdonar y amar a nuestros enemigos, te autorizamos a usar los
méritos de todos estos sufrimientos provocados a través del vudú, a favor de la conversión de aquellos hijos de las
tinieblas que sean propensos a recibir la gracia de tu luz, para que así no sean condenados a causa de las maldades que
nos hicieron, pues en este mismo momento les otorgamos nuestro perdón, en el Nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén. (Volver al índice)
ORACIÓN PARA ALCANZAR LA SANACIÓN FÍSICA DE SÍ MISMO
Señor Jesucristo que enviaste a tus discípulos a predicar el evangelio de la vida, y que les diste poder para obrar grandes
prodigios en tu Nombre y los alentaste diciéndoles: "todo lo que le pidáis a mi Padre o a Mí en mi Nombre se os
concederá", "las obras que Yo hago y aún mayores vosotros las haréis". Es más nos diste la orden de que fuéramos por el
mundo sanando enfermos, limpiando leprosos y resucitando muertos. Hoy te pedimos Señor por este hermano al cual
hemos evangelizado en su lecho de dolor, junto con sus familiares, para que lo libres de las puertas del abismo, y le
concedas la gracia de la salud de su cuerpo como signo de la salud eterna que Tú prometiste a los que creyesen y por
eso con la autoridad de los Hijos de Dios pronunciamos las palabras del profeta Ezequiel 37, 3-5: "Sopla Espíritu divino
sobre estos huesos secos, cúbranse de tendones, de músculo y de carne e infunde espíritu de vida" sobre este hermano,
para que con su testimonio de sanidad, pueda Glorificar la grandeza de Nuestro Dios, y el poder de sus Hijos. Te damos
gracias Señor porque sabemos que nos has escuchado, te pedimos que las maravillas que hoy has obrado no sean
atribuidas a nosotros tus humildes siervos, sino que solo a tu Nombre sea dada la Gloria. Amén. (Volver al índice)
Señor Jesucristo que enviaste a tus discípulos a predicar el evangelio de la vida, y que les diste poder para obrar grandes
prodigios en tu Nombre y los alentaste diciéndoles: "todo lo que le pidáis a mi Padre o a Mí en mi Nombre se os
concederá", "las obras que Yo hago y aún mayores vosotros las haréis". Es más nos diste la orden de que fuéramos por el
mundo sanando enfermos, limpiando leprosos y resucitando muertos. Hoy te pedimos Señor por este hermano al cual
hemos evangelizado en su lecho de dolor, junto con sus familiares, para que lo libres de las puertas del abismo, y le
concedas la gracia de la salud de su cuerpo como signo de la salud eterna que Tú prometiste a los que creyesen y por
eso con la autoridad de los Hijos de Dios pronunciamos las palabras del profeta Ezequiel 37, 3-5: "Sopla Espíritu divino
sobre estos huesos secos, cúbranse de tendones, de músculo y de carne e infunde espíritu de vida" sobre este hermano,
para que con su testimonio de sanidad, pueda Glorificar la grandeza de Nuestro Dios, y el poder de sus Hijos. Te damos
gracias Señor porque sabemos que nos has escuchado, te pedimos que las maravillas que hoy has obrado no sean
atribuidas a nosotros tus humildes siervos, sino que solo a tu Nombre sea dada la Gloria. Amén. (Volver al índice)
En el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, por el Poder de su Preciosa Sangre y de su Santa Cruz, rompo, desato y
disuelvo, toda envidia, maldición o maleficio que haya recaído sobre mi economía a causa de la maldad de mis
enemigos, de mis propias infidelidades al no cumplir con el diezmo para la Iglesia o por los pecados e injusticias de mis
antepasados que puedan estar impidiendo las bendiciones económicas que Dios tenga para mí.
Lavo con la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo toda contaminación espiritual que haya recaído sobre mis bienes
económicos a causa de los pecados que con ellos hayan cometido las personas que me los dieron o los que yo he
cometido con ellos.
Invoco la Providencia de Dios sobre mi patrimonio, para que la Bendición de Dios lo multiplique y lo haga rendir y me
comprometo desde este mismo instante a separar el 10% de todos mis ingresos para darlos a la Iglesia.
Por último nombro a la Santísima Virgen María administradora de todas mis pertenecías para que con ellas me alcance
la riqueza eterna del Reino de su Hijo. Amén. (Volver al índice)
Dios Padre y Creador nuestro, Tú hiciste la mente del hombre como sede para Tu sabiduría, ciencia y entendimiento,
para que guiados por Tu luz maravillosa buscásemos siempre la verdad que proviene de Ti, te pedimos que envíes el
fuego del Espíritu Santo sobre este siervo (sobre mí) que es (porque soy) atormentado en sus (mis) pensamientos con
terribles obsesiones, infundidas por el príncipe de las tinieblas. Dígnate con esta llama de amor viva a liberar la (mi)
mente de este hermano por el que oramos, de todo espíritu maligno que lo (me) incite a pecar contra tu ley. Amén.
(Volver al índice)
Jesús vive, Jesús reina, Jesús impera en mi mente y en Su nombre bloqueamos y deshacemos todo control mental que
me estén haciendo y consagro mis pensamientos y mis decisiones al Espíritu Santo para que sólo sea Él quien me inspire
y gobierne, mientras dure mi peregrinación en esta tierra. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. (Volver al índice)
Padre Eterno que creaste la mente del hombre para que fuera capaz de buscar la verdad, y que encarnaste a la Verdad
que es Jesucristo Nuestro Señor para que nos predicase el camino que conduce a la vida, te imploramos envíes la fuerza
de tu Espíritu divino para que recree las neuronas de esta mente sobre la cual estamos orando, y faculte este cerebro
para pensar con claridad, para aprender con agilidad y para razonar con tranquilidad, de forma que te Glorifique con sus
meditaciones, te alabe aprendiendo cánticos inspirados, y predique las maravillas de Tu poder contándole a sus
hermanos que lo sanaste de sus enfermedades y le devolviste la luz a su entendimiento, por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén. (Volver al índice)
En nombre de nuestro Señor Jesucristo y por el poder del Sacramento del matrimonio, expulso de N.N. (mencione el
nombre de esposa(o) o hijo(a) al que quiere liberar) a todo espíritu de drogadicción o de alcoholismo o de rebeldía, y le
ordeno que se vaya lejos de mi hogar, santificado por el sacramento del matrimonio, y que no vuelva a atormentar más
a mi familia. Y todo esto lo decreto en nombre de Dios Padre Omnipotente, en el nombre de Dios Hijo Redentor del
mundo, en el nombre de Dios Espíritu Santo Defensor, y por el poder de atar y desatar que tiene la Santa Madre Iglesia
Católica, por la intercesión de la gloriosísima siempre Virgen María y mediante el ministerio de los Santos Arcángeles San
Miguel, San Gabriel y San Rafael. Amén. (Volver al índice)
Dios de Fuerza y Majestad, invocamos Tu Trinital poder para que tu brazo destrone a los poderosos y enaltezca a los
humildes. Anula Señor los poderes satánicos de los hijos de la perdición que con la soberbia de los lobos, se precipitan
sobre tu rebaño. Ata, encadena, amordaza, quema, clava y traspasa con los brazos de tu justicia a toda reunión de brujos
o brujas, chamanes o sectas satánicas, o a cualquier otro que se enorgullezca de servir al príncipe de este mundo y que
embriagados por la soberbia, se insolentan contra Tu Trono de Gloria y majestad. Recaiga sobre ellos su propia sangres,
pues le dieron la espalda a tu misericordia y se regocijan en el sufrimiento de tus hijos, concédeles gustar sus propias
invenciones para que retorciéndose en los sufrimientos que ellos maquinaron, si todavía son propensos a la conversión
clamen tu misericordia de rodillas, antes de que se enfrenten a la ira de tu justicia en el juicio final. Amén (volver al
índice)
Santísima Trinidad que anhelas que todas tus criaturas tiendan hacia Ti, te pedimos muestres tu luz maravillosa a todas
las almas que aún vagan por este lugar por no haber escuchado de Ti. Que hoy por los méritos de tu Hijo, todos tus
Santos y las oraciones de tu Iglesia, emprendan su camino de purificación todos estos hermanos errabundos, y sean
liberados de todas las cadenas que los atan a este mundo y así puedan disfrutar de la riqueza infinita de tu presencia.
También te pedimos que si Tú consideras que no son dignos de tu luz por haberse revelado a tus amorosos
llamamientos, o por haberse consagrado a la maldad, sean desalojados de este lugar de forma que nunca jamás puedan
volver a molestar a tus hijos, ni a influir en este mundo. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. (Volver al
índice)
Señor Jesucristo me pongo en tu presencia después de este día de apostolado siguiendo tu mandato de ir por el mundo
sanando a los enfermos. Solo Tú sabes Señor cuanto sufrimiento hemos visto hoy y hemos intentado consolar. Te doy
gracias porque has estado grande con nosotros y estamos alegres, mas sin embargo Tú sabes que es inevitable recibir
heridas en el campo de batalla, por eso vengo a Ti Señor, para entregarte toda la contaminación espiritual que haya
podido adquirir durante el ejercicio de mi ministerio.
Te entrego Señor todo lo que se me haya podido adherir a mi mente: pensamientos de incredulidad, de blasfemia, de
duda, de liviandad, y te pido que devuelvas a mi mente la pureza que debe tener. Te ruego que limpies mis oídos de
todo lo que haya podido contaminarlos en los ambientes donde estuve, de mensajes subliminales en la música que
escuche, de chismes o calumnias que haya podido oír, de comentarios morbosos o de palabras insultantes o mal
sonantes, e incluso de todas las mentiras que haya podido percibir.
Descontamina mi boca de todo insulto, de toda falta a la verdad y de todo aquello que vaya en contra de tus
enseñanzas. Limpia mi nariz si ha aspirado el olor pútrido que produce el pecado y la contaminación infernal que aqueja
a mis hermanos.
Esclarece mi garganta si ha sido afectada para que no pueda cantarte y para que no pueda entonar tus misericordias.
Purifica mi corazón de todos los odios, rencores, resentimientos, tristezas, depresiones y angustias por las que he orado
hoy, para que cuando llegue a mi hogar solo haya en el tu amor para seguir repartiéndolo con generosidad.
Limpia Señor mi estómago de los vicios de la gula, de la ansiedad y de cualquier enfermedad espiritual inoculada en la
comida o en la bebida por los agentes de maldad. Limpia Señor mi genitalidad de los vicios de la lujuria, de la
homosexualidad y de la depravación que haya podido contraer al orar por mis hermanos enfermos.
Por último limpia mis extremidades de toda cadena que quiera impedir mis pasos por el camino de la caridad y de la
santidad, o que quiera atar mis manos, para que no las extienda sobre los que sufren. Descontamina también mi
economía para que Satanás no pueda vengarse por este apostolado haciendo escasear mis ingresos. Limpia también a
mis seres queridos si a través de mi pudo llegar a ellos cualquier maldad que haya podido contraer en mi apostolado.
Que toda esta contaminación espiritual que hoy te entrego Señor Jesús, vuelva al abismo de donde vino ingeniada por
Satanás para torturar a tus ovejas, y en tu Nombre y en tu Sangre me declaro sanado (a), liberado (a) y restaurado (a).
Amén.
Nota: recomiendo encarecidamente que en el momento en que se haga mención de cada parte de nuestro cuerpo
impongamos nuestras propias manos sobre ella, y las signemos con el símbolo de la Santa Cruz usando agua o aceite
exorcizado. (Volver al índice)
ORACIÓN DE SANACIÓN DE CONSCIENCIA PARA ANTES DE CONFESARSE
Padre Celestial ante quien todas las circunstancias tenemos que dar cuenta de la vida que tú nos diste, y de cómo
administramos los talentos que con tanto amor nos adornaste, te suplico tengas misericordia de mí pobre pecador en
este momento en que me dispongo a examinar mi consciencia, auxíliame con la presencia de tu Santo Espíritu con el
cual sondeas los abismos de miseria, y dame la gracia de ver caer las escamas de mis ojos que me impiden ver mis
pecados con la profundidad y gravedad con la que Tú los ves, para que arrepentido y con propósito de cambiar pueda
recibir el perdón de manos de tus Sacerdotes. Señor Jesucristo, Tú que moriste por mis pecados, concédeme la gracia de
alejar de mí la soberbia que intenta hacerme creer que soy perfecto, la vergüenza que intenta hacerme justificar mis
malas acciones y la cobardía que impide enfrentarme a mis pasiones, para que en el momento en que reciba la
absolución de Dios, a través del Sacramento de la Confesión, reciba del Santo Espíritu las gracias necesarias para nunca
más volver a lastimar el corazón de mi dulce Dios, y para que pueda recuperar mi dignidad de Hijo que había perdido por
mis pecados. Amén. (Volver al índice)
ORACIÓN DE SELLAMIENTO
Sello con la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, el fuego del Espíritu Santo y el Manto de la Santísima Virgen María, mi
cuerpo, alma y espíritu, mis seres queridos y mis pertenencias para que no puedan ser afectados por las fuerzas del mal
a causa del apostolado que hoy voy a realizar orando por los enfermos. Dame señor un corazón humilde para poder ser
un instrumento dócil de tu misericordia, que allí donde yo ponga mis manos sean tus brazos poderosos los que
restauren la salud que perdimos por nuestro pecado, no permitas Señor que penetre la soberbia en mi corazón
atribuyéndome a mí mismo las maravillas que sé que vas a obrar, sino que al final de mi jornada diga de mí, siervo inútil
soy, pues solo he hecho lo que tenía obligación de hacer. Madre mía Santísima acompáñame y dame las palabras de
consuelo para inyectar esperanza, Fe y confianza en los enfermos que visitare, para que estas virtudes faciliten la acción
milagrosa del Espíritu del Señor. Que San Miguel, San Gabriel y San Rafael me iluminen, guíen y defiendan durante este
apostolado, por Jesucristo Nuestro Señor. Amen. (Volver al índice)
Señor Dios mío, solo Tú "tienes poder sobre la vida y sobre la muerte, de hacer bajar hacia las puertas del abismo y de
subir desde allí" (Sab. 16, 13), yo reconozco "que no fue Dios quien hizo la muerte, ni puede regocijarse en la destrucción
de los vivientes" (Sab. 3). Sino que la muerte Señor es fruto de nuestro pecado y de nuestra rebeldía, y es por eso que
"mucho cuesta a los ojos de Yahveh, la muerte de los que le aman" (Sal. 116, 15). Hago pues este acto de conformidad
con tu voluntad, y si Tú consideras que mi vida ya es fruto madura que debe cosecharse para la eternidad, me abrazo
Señor a tus designios como Cristo abrazó y besó su cruz, pues tengo certeza de que si Tú decretas que es hora de mi
paso de esta vida a la inmortal, es lo que más conviene para mi alma y para aquellos a los que amo, pues allí desde el
cielo, que por tu misericordia espero alcanzar, podré interceder por los que quedan en este valle de lágrimas para que
podamos reunirnos en el banquete celestial, alrededor de tu mesa como hijos que disfrutan en la presencia de su Padre
Dios. Amén. (Volver al índice)
Os conjuramos en nombre de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Volad en nuestro socorro!
Os conjuramos por todas las heridas de Nuestro Señor Jesucristo. Volad en nuestro socorro!
Os conjuramos por todas las torturas de Nuestro Señor Jesucristo. Volad en nuestro socorro!
Os conjuramos en nombre del amor de Dios por nosotros tan pobres. Volad en nuestro socorro!
Os conjuramos en nombre de la fidelidad de Dios para con nosotros tan pobres. Volad en nuestro socorro!
Os conjuramos en nombre de la misericordia de Dios para con nosotros tan pobres. Volad en nuestro socorro!
Os conjuramos en nombre de María Reina del Cielo y de la tierra. Volad en nuestro socorro!
Os conjuramos en nombre de María, Madre de Dios y Madre nuestra. Volad en nuestro socorro!
Os conjuramos por vuestra fuerza combativa por el Reino de Dios. Volad en nuestro socorro!
Os conjuramos, a mostrarnos el camino hacia la puerta de la vida: el Corazón abierto de Nuestro Señor!
Porque hemos recibido en herencia el Corazón Inmaculado de María la Virgen Purísima y vuestra Reina.
TÚ eres el Príncipe de las milicias celestiales, el vencedor del dragón infernal, has recibido de Dios la fuerza y el poder
para aniquilar por medio de la humildad el orgullo de los poderes de las tinieblas. Te conjuramos, suscita en nosotros la
auténtica humildad del corazón, la fidelidad inquebrantable, para cumplir siempre la voluntad de Dios, la fortaleza en el
sufrimiento y las necesidades, ¡ayúdanos a subsistir delante del tribunal de Dios!
Tu eres el Ángel de la Encarnación, el mensajero fiel de Dios, abre nuestros oídos para captar los más pequeños signos y
llamamientos del Corazón amante de Nuestro Señor; Permanece siempre delante de nuestros ojos, te conjuramos, para
que comprendamos correctamente la palabra de Dios y la sigamos y obedezcamos y para cumplir aquello que Dios
quiere de nosotros. ¡Haznos vigilantes en la espera del Señor para que no nos encuentre dormidos cuando llegue!
Ayúdanos hermanos grandes y santos, servidores como nosotros delante de Dios! Protégenos contra nosotros mismos,
contra nuestra cobardía y tibieza, contra nuestro egoísmo y nuestra avaricia, contra nuestra envidia y desconfianza,
contra nuestra suficiencia y comodidad, contra nuestro deseo de ser apreciados! Deslíganos de los lazos del pecado y de
toda atadura al mundo! Desata la venda que nosotros mismos hemos anudado sobre nuestros ojos, para dispensarnos
de ver la miseria que nos rodea, y poder mirar nuestro propio yo, sin incomodarnos y con conmiseración.
Clava en nuestro corazón el aguijón de la Santa Inquietud de Dios, para que no cesemos jamás de buscarlo con pasión,
contrición y amor!
Busca en nosotros las lágrimas de vuestra Reina vertidas por nuestra causa!
Busca en nosotros la imagen de Dios destrozada, desteñida, deteriorada, imagen a la cual Dios quiso crearnos por amor.
Ayúdanos en la lucha contra los poderes de las tinieblas que nos rodean y nos oprimen solapadamente.
Ayúdanos para que ninguno de nosotros se pierda, y para que un día, gozosos, podamos reunirnos en la felicidad eterna!
San Miguel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!
San Rafael, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!
San Gabriel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!
Seres queridos, sobre mis pertenencias o sobre cualquier cosa que pueda hacerme daño, por los
pecados o equivocaciones de mis generaciones pasadas, por la envidia de mis enemigos o por
mis propios pecados o equivocaciones.
En nombre de Jesucristo el Señor, por el poder de sus gloriosas llagas y de su Santa Cruz,
rompo y disuelvo toda cadena de pecados de soberbia, lujuria, envidia, codicia, gula, pereza o
ira cometidos por mis padres, mis abuelos, mis bisabuelos, mis tatarabuelos y todas las demás
generaciones hasta la primera que esté consignada en el libro de la vida, que me estén afectando
a mí en mi proceder o en mi vida espiritual o social y le pido a Nuestro Señor Jesús que ponga
un dique de su Preciosísimos Cuerpo y Sangre que impida que los delitos, culpas y castigos que
hayan merecido mis antepasados me puedan afectar a mí o a mi futura descendencia.
Ahora coloco la Cruz de Jesucristo entre mi persona y todas las generaciones de mi árbol
genealógico, y reclamo en nombre de Jesucristo que no haya comunicación directa entre
ninguna de estas generaciones con mi persona, ni con la de mis seres queridos o mis
pertenencias.
Y la paz de Nuestro Señor Jesucristo. María Inmaculada revísteme de la luz, poder, unción y
fuerza de tu Fe. Padre Eterno por favor ordena a los Santos Arcángeles, Ángeles y a todos los
Santos que nos asistan de ahora en adelante, gracias Jesús por tu Sangre y por tu vida y por ser
mi sabiduría, mi justicia, mi santificación, y mi redención. Yo me rindo al misterio de tu Santo
Espíritu y recibo con respeto y reverencia tu verdadero sellamiento, cubrimiento y protección.
¡Oh! San Miguel Arcángel con tu luz ilumínanos, con tus alas protégenos y con tu espada y
escudo defiéndenos. Amén.
DESPUÉS DE ENUNCIAR EL PRIMER MISTERIO SE DIRÁ:
Padre Eterno te presentamos todas las obras, virtudes y sufrimientos, de tu Hijo Jesús para
pagar las deudas de nuestros ancestros si te ofendieron en materia de Fe, si se desviaron hacia la
idolatría, superstición, la práctica de artes oscuras, o si dieron culto a Satanás; queden saldadas
pues las deudas de nuestras generaciones por los méritos de la vida, pasión, muerte y
resurrección de tu Hijo Jesucristo, para que los presentes y los que en el futuro nazcan no
puedan inclinarse a este tipo de maldades, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Pueden introducirse otro tipo de pecados contra la Fe que usted sepa que hayan cometido sus
ancestros como blasfemia, sacrificios humanos, sectas satánicas, espiritismo, etc. Después de
terminar esta oración se rezará el padre nuestro, las 10 ave marías y el gloria
correspondientes.
Padre Eterno te presentamos todas las obras, virtudes y sufrimientos, de tu Hijo Jesús para
pagar las deudas de nuestros ancestros si te ofendieron en materia de Esperanza, si se desviaron
hacia el desprecio a la vida, el suicidio, la desesperación, la inculpación a Dios, la rebeldía;
queden saldadas pues las deudas de nuestras generaciones por los méritos de la vida, pasión,
muerte y resurrección de tu Hijo Jesucristo, para que los presentes y los que en el futuro nazcan
no puedan inclinarse a este tipo de maldades, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Pueden introducirse otro tipo de pecados contra la esperanza como arriesgar innecesariamente
la vida, practicar juegos suicidas como la ruleta rusa, etc. Después de terminar esta oración se
rezará el padre nuestro, las 10 avemarías y la gloria correspondientes.
DESPUÉS DE ENUNCIAR EL TERCER MISTERIO SE DIRÁ:
Padre Eterno te presentamos todas las obras, virtudes y sufrimientos, de tu Hijo Jesús para
pagar las deudas de nuestros ancestros si te ofendieron en materia de Caridad, cometiendo
homicidio, aborto, despreciando a los pobres, siendo racistas, calumniando, propagando
chismes, o jurando en vano para damnificar en un juicio al prójimo, queden saldadas pues las
deudas de nuestras generaciones por los méritos de la vida, pasión, muerte
Y la resurrección de tu Hijo Jesucristo, para que los presentes y los que en el futuro nazcan no
puedan inclinarse a este tipo de maldades, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Pueden introducirse otro tipo de pecados contra la caridad como la tendencia a insultar, la ira,
críticas destructivas, la violencia, narcotráfico, guerrilla, paramilitarismo, sicariato,
secuestro, violación, etc. Después de terminar esta oración se rezará el padre nuestro, las 10
avemarías y el gloria correspondientes.
Padre Eterno te presentamos todas las obras, virtudes y sufrimientos, de tu Hijo Jesús para
pagar las deudas de nuestros ancestros si te ofendieron en materia de Pureza, con pecados de
adulterio, de fornicación, de masturbación, de homosexualidad, de travestismo, queden saldadas
pues las deudas de nuestras generaciones por los méritos de la vida, pasión, muerte y
resurrección de tu Hijo Jesucristo, para que los presentes y los que en el futuro nazcan no
puedan inclinarse a este tipo de maldades, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Pueden introducirse otro tipo de pecados contra la pureza como la pederastia, la zoofilia, la
necrofilia, gerontofilia, fetichismo, etc. Después de terminar esta oración se rezará el padre
nuestro, las 10 avemarías y el gloria correspondientes.
Padre Eterno te presentamos todas las obras, virtudes y sufrimientos, de tu Hijo Jesús para
pagar las deudas de nuestros ancestros si te ofendieron en materia de desprendimiento de las
cosas terrenas, con pecados de codicia, avaricia, de ambición, de robo, de estafa, queden
saldadas pues las deudas de nuestras generaciones por los méritos de la vida, pasión, muerte y
resurrección de tu Hijo Jesucristo, para que los presentes y los que en el futuro nazcan no
puedan inclinarse a este tipo de maldades, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Pueden introducirse otro tipo de pecados contra el desprendimiento de las cosas terrenas como
amor desmedido a los lujos, despilfarro en modificaciones estéticas, despilfarros en vicios
como el alcohol, el juego, la droga, la prostitución, etc. Después de terminar esta oración se
rezará el padre nuestro, las 10 avemarías y el gloria correspondientes.