EL PENSAMIENTO DE Rafael Berbín Caraballo
EL PENSAMIENTO DE Rafael Berbín Caraballo
EL PENSAMIENTO DE Rafael Berbín Caraballo
PENSAMIENTO
DE
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el PENSAMIENTO
.. DE
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.. por
.. Rafael Bervín Farías
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IV
EL PENSAMIENTO DE
RAFAEL BERBÍN CARABALLO
por Rafael Bervín Farías
© Fundación Illustratum
San Antonio de Los Altos, 2021
Dibujos: Rafael Bervín Farías
Diagramación y diseño de portada: Centauro 212
Este tomo forma parte de la Colección
1. NOTAS DE LA VIDA
2. FAMILIA Y DEMOCRACIA EN VERSOS
3. POESÍAS: MI CORAZÓN REVELADO
4. EL PENSAMIENTO DE RAFAEL BERBÍN CARABALLO
Edición: Fundación Illustratum
Impresión: Miguel Ángel García e hijo impresores, C.A.
Impreso en Venezuela / Printed in Venezuela
A la Venezuela
luchadora, nacionalista,
democrática e institucional.
.
ÍNDICE
..
..
..
.
.................................. 7
................................ 11
EL PENSAMIENTO DE ... 19
I- ............................... 21
DEMOCRACIA: LIBERTAD Y JUSTICIA SOCIAL .......... 23
El fin y los medios ......................... 25
La lucha por la democracia ................... 26
En defensa de la democracia .................. 28
El cisma adeco ........................... 31
Principios doctrinarios ...................... 34
Madurez reposada ........................ 37
II - ........................... 41
VENEZOLANO Y SUCRENSE ..................... 43
La patria chica ........................... 44
Nación, patria y país ........................ 45
III - ............................... 47
LIDERAZGO SOCIAL ......................... 49
Conciencia ciudadana ...................... 51
IV - .............................. 53
LAS RAÍCES DE UN ROBLE ..................... 55
RETRATO DE RAFAEL BERBÍN CARABALLO ........... 57
Conciencia de familia ...................... 59
Unidad Familiar .......................... 61
V- ............................ 63
............................... 69
......................... 74
.
7
PRÓLOGO
..
..................... PróLOGo
..
..
.
En ocasión del
y a veintiún meses de la partida de su distinguida esposa, nos sen-
timos orgullosos de editar los escritos de ambos en cuatro tomos: «No-
tas », «Familia y Democracia », «Poesías,
» y «EL PENSAMIENTO DE »; los dos
primeros, previamente publicados en una modesta edición de pocos ejem-
plares, y los dos últimos, completamente inéditos. Con la publicación
de estas obras en forma de colección pretendemos darlas a conocer más
allá del ámbito familiar en el que parte de ellos fueron presentados hace
más de dos décadas.
Y es que en los álgidos momentos que vive nuestro país se hace im-
prescindible inculcar los verdaderos valores que representan nuestra idio-
sincrasia, que nos hablan de la importancia de consolidar las bases y
principios de la familia, y que sirven de referencia en la lucha que to-
dos los venezolanos debemos mantener por recuperar nuestra democra-
cia. En el caso de «EL PENSAMIENTO DE », ahon-
damos en esta pretensión. No solo exponemos la doctrina de vida de su
protagonista, expresada a través de sus documentos, sus actos y su re-
corrido vital; sino que intentamos interpretar su concepción sobre cua-
tro aspectos fundamentales del ser humano como individuo: el valor de
la familia, su inserción en la sociedad, el significado de la nacionali-
dad y, desde un punto de vista holístico, la teoría y praxis política.
El que Rafael Berbín dejara el mundo terrenal a la temprana edad
de sesenta y dos años nos privó de lo que, seguramente, hubiera sido
un invaluable acervo documental; no pudo plasmar su pensamiento
en sus escritos con la profusión que hubiera podido hacerlo de haber
dispuesto de mayor sosiego y de más tiempo. Sin embargo, a través de
los pocos documentos legados y, mayormente, del testimonio de su ejem-
plo, podemos entender cuál fue su filosofía en estas materias y cómo
entendió su propósito de vida.
Como es lógico suponer, el presente ensayo no está exento del com-
ponente condicionador de la relación filial que tenemos con el perso-
naje estudiado. No obstante, nuestra aproximación está fundamenta-
da en sus escritos y decires, y enmarcada por el testimonio de su con-
ducta. No hay, entonces, equívocos posibles en la interpretación de su
pensamiento; mucho más cuando este está perfectamente alineado con
su trayectoria de vida. Familia, sociedad, nación, país; conceptos que
Rafael Berbín no solo entendió a la perfección, sino que, a través de su
.....................
accionar, les dio a cada uno la importancia que a cada uno correspon-
día, sin bemoles, sin condicionamientos, ni medias tintas. Para él, es-
tas nociones no eran solo ideas; eran también parte consustancial de
su ser, como padre, como ciudadano, como venezolano y como demó-
crata.
Queda en evidencia al verificar su trayectoria de vida y al repasar
concienzudamente estos escritos, que Rafael Berbín Caraballo fue un
hombre a carta cabal; cuya honorabilidad nunca fue puesta en duda.
De conducta frontal y vertical; con una trayectoria admirable que lo
llevó de la orfandad y la minusvalía social a convertirse en padre ejem-
plar, en un político influyente en su ámbito, en motivo de admiración
para todo aquel que tuvo oportunidad de tratarlo, y en ejemplo de vida
para todos sus descendientes y relacionados. Por esta razón, represen-
ta una gran responsabilidad a la par de un privilegio el acometer el
presente trabajo; el cual afrontamos con la mayor humildad y el más
profundo respeto.
8
9
..................... PróLOGo
10
EL PENSAMIENTO DE .....................
11
1
Terminada la Guerra Federal y tras el mandato de Falcón, mientras se alternaban hasta
seis encargados en la Presidencia de la República, el gobierno de las provincias, ahora
estados, estaba en manos de hombres sin capacidad moral ni intelectual; lo que propicia-
ba que cualquier analfabeto aspirara a dirigir su propio feudo. Eran tiempos de caudillos
y montoneras, y se peleaba más por fidelidades que por ideales.
Tierra Firme en la que engendra tres hijas: María, Lucía y Benita, que
terminaron apellidándose Martínez; luego, cuando pasa largo de los
cincuenta años de edad, se casa con una joven mujer de Blancolugar
de veinticuatro. Juana Caraballo Tineo era la tercera de cuatro herma-
nos, otra hembra y dos varones; para quien sus padres habían apresta-
do un mejor futuro.
Aunque no tenían muchos recursos, la habían mandado a estudiar en
Carúpano. La habían escogido entre sus hermanos para que se educara; ade-
más de aprender a tejer, coser... y se había convertido en toda una señorita.
.....................
Pero, así es el destino: se casó con Parico y fue a parar a ese monte, tuvo
a sus hijos en las peores condiciones y murió joven.2
Efectivamente, después de traer al mundo a Rafael Antonio, Car-
men (Carmela), Teodora Justina y Ramona Margarita, cuando su pri-
mer hijo cuenta apenas ocho años, Juana muere en la paupérrima vi-
vienda apartada de todo contacto humano en la que transcurrió su vida
de casada, que no alcanzó a una década.
Por algún tiempo, el pequeño Rafael se hizo cargo de sus herma-
nas «pasando todo lo que unos niños de esa edad podían pasar en una
hacienda como esa»,3 ya que su papá no estaba en disposición de cui-
darlos. Meses después, Liona Tineo se llevó a las dos niñas menores, y
Rafael y Carmela se fueron a vivir a Santafé con María Martínez, la hi-
ja mayor de Parico. Esta medio-hermana, que quería mucho a Rafael,
no pudo evitar que fuera maltratado por su esposo, Emiliano Rodríguez,
un sobrino de su papá quien lo convirtió, prácticamente, en un peón a
su cargo.
Tenía ese señor un negocio donde puso a trabajar a Rafael. Debía cargar
cajas con las que casi no podía; buscar agua, leña, pasto para los burros.
Dormía con los animales en un rancho, lejos de la casa. Debía cuidar los
EL PENSAMIENTO DE
2
«Notas de la vida», 2021 (NDLV), p. 35.
3
NDLV, p. 29.
12 4
Idem.
cho, al mudarse a Blancolugar con su abuela, los lleva consigo. 13
A comienzos de 1942, el joven sucrense conoce en Blancolugar a la
..................... BIOGRAFÍA
que será su compañera de toda su vida, Delia Farías Márquez; una
hermosa muchacha de quince años recientemente llegada al pueblo,
con quien se casa en noviembre de ese mismo año, cuando él cuenta
veintiuno y ella dieciséis.5 El matrimonio se instala en la modesta casa
de los padres de Delia, y Rafael comparte las responsabilidades de ma-
nutención del hogar, trabajando duro, como siempre lo había hecho.
Rafael hacía los negocios que podía para mantenernos. Compraba gallinas,
huevos y cochinos, y los vendía en Caripito. Él mismo beneficiaba los co-
chinos. Compraba cuatro o cinco cada semana y los mataba todos en una
sola noche, conseguía un ayudante y amanecía trabajando.6
En esos ajetreados menesteres transcurrieron los primeros años, du-
rante los cuales Rafael Berbín comienza a interesarse en otros asuntos.
Tal como refiere su esposa, a partir de 1944 «Rafael se iba involucrando
cada vez más en la política».7
A partir de 1945 cambia radicalmente la situación del país cuando
un golpe de Estado cívico-militar —que será conocido como la Revolu-
ción de Octubre— instala en el gobierno a Rómulo Betancourt;8 quien
era el líder indiscutido de Acción Democrática, un partido socialde-
mócrata fundado cuatro años atrás en el que Rafael militaba. Por ese
tiempo se inicia una confrontación que lo coloca en la mira de los ad-
versarios uerredistas del gobierno.
Transcurridos algunos meses, ya en 1947, y como reconocimiento a
sus aportes para la estabilización del nuevo régimen, el joven de vein-
tiséis años es empleado como Celador de Rentas Municipales adscrito
al Ministerio de Hacienda y destacado en la localidad sucrense de Can-
gua; y, posteriormente, en circunstancias anecdóticas,9 es nombrado
Oficial de Policía ad honorem en Blancolugar. Pero, luego de poco más
de un año, el gobierno del recién electo Rómulo Gallegos, quien había
tomado posesión hacía solo nueve meses, es depuesto por un golpe mi-
5
NDLV, pp. 23-28.
6
NDLV, p. 38.
7
NDLV, p. 39.
8
«Familia y democracia en versos», 2021 (FDV), p. 17.
9
NDLV, pp. 44-45.
litar. Se instala entonces una Junta Militar de Gobierno y Rafael es
despedido de su empleo. Vuelven los tiempos de penuria económica.
Luego del asesinato en 1950 de Carlos Delgado Chalbaud, presi-
dente de la Junta Militar, Marcos Pérez Jiménez instaura un nuevo ré-
gimen de persecución política que desconoce toda oposición. A partir de
entonces, Rafael se involucra directamente en la lucha clandestina con-
tra la dictadura.
La disidencia de los grupos democráticos era perseguida con saña, y la
militancia de Rafael era de primera línea; las misiones que le eran enco-
.....................
mendadas por los dirigentes del Partido implicaban grandes riesgos que
Rafael aceptaba sin dudar. Permanentemente viajaba entre pueblos y case-
ríos; bien para asistir a reuniones clandestinas donde se planeaban las ac-
ciones a seguir, bien para llevar a cabo las acciones planeadas. 10
Una de esas acciones iba a tener lugar el Día de la Raza de 1951;
se planeaba un golpe cívico-militar contra el régimen dictatorial, y a
Rafael y su grupo les fue asignada la tarea de tomar el aeropuerto de
Carúpano. Abortado el plan en el último minuto, Rafael pudo evitar ser
capturado; pero, tras las detenciones que se produjeron, su nombre fi-
gura entre los sospechosos de haber participado en la intentona y su
casa en Canchunchú es allanada por la Guardia Nacional. Él no estu-
vo ahí, ni lograron encontrar nada.11
La persecución contra los sospechosos de rebelión no cesaba y, por el
contrario, se acentuaba cada vez más. No era fácil vivir así: Rafael, evitan-
do ser capturado y, a la vez, procurando el sustento para la familia. 12
Pero luego, la situación se agrava: Rafael es denunciado por espías
del gobierno y ya no es solo sospechoso, ahora «tenían algo en su con-
tra». Deja, entonces, su estado natal y se dirige a Monagas, donde as-
pira conseguir trabajo para paliar la crítica situación económica en
EL PENSAMIENTO DE
10
NDLV, p. 49.
11
NDLV, pp. 53-56.
12
NDLV, p. 56.
14 13
NDLV, p. 59.
Cuando se llevan a cabo las elecciones para la designación de una 15
Asamblea Constituyente, Rafael Berbín se infiltra en el partido de go-
..................... BIOGRAFÍA
bierno; desde allí hace esfuerzos por asegurar la victoria opositora y
coordina la protesta organizada por Acción Democrática, que había si-
do ilegalizada.14 Pero tras el fraude que da la victoria a la opción ofi-
cialista, se consolida el gobierno dictatorial; ahora presidido oficial-
mente por Pérez Jiménez.15 A partir de entonces transcurren cinco lar-
gos años de lucha, durante los cuales se intentaba cambiar la suerte del
país. La vida cotidiana, sin embargo, continuaba.
Rafael repartía su tiempo entre los gallos, sus peligrosas misiones políti-
cas y el canto de galerón. Ya había alcanzado renombre como cantor de
altos quilates. A tal punto, que por esos días se celebró un velorio en el
Club Social Bolívar donde iban a competir varios estados y Rafael fue in-
vitado en representación de Monagas. Cantaron toda la noche. A las cinco
de la mañana, Rafael fue sacado en hombros del Club. Había derrotado a
los mejores cantadores de galerón del país.16
Pérez Jiménez había asumido «constitucionalmente» en 1953 para
un período de cinco años como Presidente de la República, por lo que
debían realizarse elecciones en 1957; pero el régimen no lo permite y
convoca, en cambio, un plebiscito que decidiría su permanencia o no
en el poder. El fraudulento resultado que lo dio como ganador, provocó
que las protestas estudiantiles que se venían realizando se intensificaran
tras el frustrado movimiento militar del primero de enero de 1958. La
Junta Patriótica emitió entonces un manifiesto: «Pueblo y Ejército uni-
dos contra la usurpación». La madrugada del veintitrés de enero de
1958, Pérez Jiménez huyó del país.17
El derrocamiento del régimen militar representó para Rafael no solo
la concreción del objetivo de su lucha; es decir, la institución de la de-
mocracia. Representó también el reinicio de su desempeño en funciones
públicas. Es nombrado Comandante de Policía del Distrito Bolívar de
Monagas con sede en Caripito, cargo que desempeña entre noviembre
de 1958 y septiembre de 1959; de allí pasa a ejercer como Jefe Civil del
Municipio Punceres del mismo estado, en Quiriquire, hasta octubre de
14
NDLV, pp. 60-61.
15
FDV, p. 18.
16
NDLV, p. 68.
17
FDV, p. 18.
1961. Luego es destacado en el entonces Territorio Federal Delta Ama-
curo. Primero, como Comandante de Policía de Tucupita; y dos meses
después, en diciembre del mismo año, es designado Prefecto del Depar-
tamento Pedernales. Ejerce la máxima autoridad civil de la isla por más
de dos años, hasta abril de 1964, cuando es requerido en Caracas para
integrar la Escolta Civil del presidente Raúl Leoni (1964-1969).18 Tras
mudarse a la capital en compañía de toda su familia, en estos cinco
años recorre ampliamente el territorio nacional y viaja a Chile y Perú
en 1967; siempre en comisión de servicio.
.....................
Carlos Andrés Pérez; llenando con su liderazgo los vacíos que pudiera
dejar la excelente maquinaria proselitista adeca. Además del arduo y
serio trabajo que siempre realizaba, su mística y carisma eran sus me-
jores herramientas; al respecto escribiría su orgullosa esposa:
El aprecio y consideración que le tenían, era porque él se lo ganaba. Por-
que al igual que tenía un gran carácter, también sabía ser muy amable; era
18
Documento consignado por Rafael Berbín Caraballo a la Contraloría General de la Repú-
blica en 1978. Arch. RBF.
16 19
FDV, pp. 42 y 93.
amigo de los amigos. Cuando era tiempo de campaña electoral, se metía
por todos esos barrios y se ganaba a la gente; por todas partes formaba
17
comités y muchísima gente lo seguía.20
..................... BIOGRAFÍA
Se logra un triunfo contundente y Rafael Berbín estará de vuelta en
funciones gubernamentales. Tras una breve pasantía como Fiscal en el
INOS, en 1975 es designado Agente Especial de la Prefectura caraque-
ña en el Departamento Libertador; y, por último, en 1978, es transferi-
do como Comisionado a la Secretaría General de Gobierno de la Go-
bernación del Distrito Federal.21 Esto, hasta que Acción Democrática
abandona el poder en marzo de 1979 luego de la frustrante derrota
sufrida por el candidato adeco, Luis Piñerúa Ordaz, quien hubiera ga-
rantizado el retorno de las políticas ortodoxas en la línea estructural del
partido.
De nuevo en la oposición, Rafael Berbín se distancia de las activi-
dades políticas. A partir de entonces se integra como parte del equipo de
seguridad de la Corporación Venezolana de la Electrónica, Corvenel,
una empresa privada con importantes contratos militares y compromi-
sos con diferentes entes gubernamentales, en la que tenía participación
la familia Moreno, emparentada con el expresidente Leoni. Luego de
tres años, en 1982, cuando la empresa confronta problemas financieros
y debe cerrar, Rafael se dedica temporalmente al comercio.
La campaña para las elecciones presidenciales de 1983 no es asu-
mida por el veterano político con el mismo entusiasmo ni con la misma
pasión con los que acostumbraba afrontar este tipo de contiendas. Más
allá de las virtudes o defectos del candidato escogido —quien resultará
abrumadoramente victorioso—,22 Rafael Berbín se había decepciona-
do de los lineamientos que a lo interno del partido buscaban desplazar
a la corriente betancourista; la cual era considerada por él como la
custodia de los valores y principios acciondemocratistas que, a su vez,
procuraban la consolidación de la democracia que tanto había cos-
tado construir.
No obstante, y tal como le había sido insistentemente solicitado por
importantes dirigentes regionales que no se resignaban a perder a un
20
Manuscrito de Delia Farías de Berbín, 2010. Arch. RBF.
21
Documento consignado por Rafael Berbín Caraballo a la Contraloría General de la Repú-
blica en 1978. Arch. RBF.
22
FDV, p. 118.
eficaz líder, planificaba incorporarse en corto plazo a la campaña elec-
toral de manera activa; de hecho, ya había adelantado diligencias en
ese sentido. Consideraba que una vez que se consiguiera la victoria, po-
dría acompañar a la desplazada ortodoxia adeca en la diatriba inter-
na por el rescate de la doctrina originaria del partido.
No tuvo tiempo de intervenir en tales disputas. En horas de la noche
del viernes cuatro de noviembre de 1983, con apenas sesenta y dos años,
cuatro meses y diecinueve días de vida, muere de un infarto al corazón
en Caracas.23 Sus restos reposan en el Cementerio del Este de esa mis-
.....................
ma ciudad.
EL PENSAMIENTO DE
18 23
NDLV, pp. 79 y 80.
EL PENSAMIENTO DE
20
EL PENSAMIENTO DE .....................
21
I-
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..................... I -
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.. «Dichoso aquel que corriendo por en-
.. tre los escollos de la guerra y la política,
. Simón Bolívar
22
EL PENSAMIENTO DE .....................
23
..
..
..
.
..................... I -
Aproximarse al pensamiento y accionar político de Rafael Berbín es
estudiar la historia reciente de nuestro país. Pero es también un repaso a
los escritos de Protágoras, de Platón, de Aristóteles, de Tomás Moro; así
como a los enunciados de San Agustín y de Santo Tomás de Aquino,
quienes, con casi nueve siglos de distancia entre sí, nos hablan de la mis-
ma obligación de cada hombre de desarrollar sus códigos morales para
regir su comportamiento. De allí que esta aproximación sea, igualmente,
la corroboración de que la política y la ética pueden coexistir en armonía
y elevarse hasta alcanzar los estratos de la cotidianidad.
El hombre ejerce rectamente las operaciones que le son propias cuando
obra conforme a la virtud, porque la virtud de cada cosa es lo que hace bue-
no al que la posee, así como a sus operaciones [...]. La recompensa de la
virtud es la felicidad que la bondad divina concede al hombre.1
Felicidad reflejada en la tranquilidad de conciencia; en la seguridad de
saberse gobernado por la virtud, por la moral, por la ética. Esa tranquili-
dad que Rafael Berbín jamás sacrificó por ninguna conveniencia circuns-
tancial; ni en su vida privada, ni en los arduos avatares de la política por
los cuales tuvo que transitar.
Siendo un joven de veintitrés años, ingresa a la política activa de la ma-
no de Acción Democrática; un partido socialdemócrata fundado tres años
atrás que abogaba por la concreción de las libertades públicas.2 Sus premi-
sas eran el justo provecho de la riqueza petrolera con el mejoramiento del
nivel de vida de las clases populares y la democratización de la propiedad
1
Tomás de Aquino en «Compendio de Teología», 1985, pp. 138-139.
2
Hablar de libertades en la época era casi una utopía. Con una tradición de liderazgos au-
toritarios y después de la reciente experiencia gomecista, el común de las personas no
relacionaba el término con la realidad política del país. Había, sin embargo, una joven élite
intelectual que había propugnado tales libertades; la denominada Generación del Veintio-
cho, de la cual surgió la dirigencia de los principales partidos políticos que comenzaron a
surgir, Acción Democrática entre ellos.
rural a través de la Reforma Agraria; además de la conquista de libertades
políticas con la institución del voto directo y universal para la elección del
Presidente de la República,3 lo cual no ocurría desde 1897.4
He aquí dos conceptos que Rafael Berbín ciertamente profundizó a
lo largo de su vida: libertad y justicia. No era el sucrense, ni aun cuando
joven, un hombre que asumiera posiciones por imposición de opiniones
ajenas; por el contrario, se hacía de sus propias nociones y afirmaba sus
convicciones.
.....................
3
Manuel V. Magallanes en «Partidos políticos venezolanos», 1959, (PPV) pp. 122-138.
4
El último presidente electo por voto universal había sido Ignacio Andrade; en unas cues-
tionadas elecciones cuyas dispares condiciones dieron al candidato oficialista el 99,34 %
de los votos. «Presidentes Constitucionales de Venezuela», 2020 (PCDV), p. 292.
5
FDV, p. 100.
EL PENSAMIENTO DE
6
Es evidente que nuestro personaje conocía el concepto de justicia en sus diferentes acep-
ciones. El hecho de que cite en sus escritos, por una parte, a Juan Pablo II y a Víctor Hu-
go, habla del aspecto social implícito en ella; pero su referencia a Voltaire, un filósofo de
profundo pensamiento, así como al racionalista Bachelard, o, incluso, al irreverente Mo-
liere —un sociólogo prestado a la dramaturgia—, nos da la certeza de que interpretaba
ampliamente este valor. Es seguro, por ello, que conocía su concepto genérico que la de-
fine como «el componente de rectitud que gobierna la conducta humana y nos obliga a
respetar los derechos de los demás; es saber decidir a quién le pertenece una cosa por
derecho». «El gobierno en la historia», 2017 (EGH), p. 290.
7
EGH, p. 294. Más delante ahondaremos en el tema. Infra, p. 35.
8
Se afirma que «solo quien ejerce plenamente su libertad disfruta del reconocimiento de su
dignidad como persona». Aunque hay quienes consideran que la palabra libertad ha sido
24 de la que más se ha abusado en los tiempos que corren. EGH, pp. 295-299.
preferente entre las opciones planteadas».9 Esto es, la autodeterminación 25
personal aplicada al conjunto de la sociedad. Entra aquí, entonces, el te-
ma de las libertades políticas, entendidas hoy por la generalidad de las
personas; pero que entonces, cuando Rafael y sus compañeros iniciaban
su lucha, constituía un concepto etéreo y lejano. Hoy sabemos que esta
es, ante todo, un derecho a la libre determinación que nos permite ex-
presarnos en relación al tipo de organización social a la que deseamos
..................... I -
pertenecer y a la normativa que debe regirla. Sin restricciones de ningún
poder constituido, especialmente en la elección de las autoridades de go-
bierno.10 A eso, lo llamamos democracia.
EL FIN Y LOS MEDIOS
9
EGH, p. 295.
10
EGH, p. 299.
11
Bautizada de esa forma, aunque técnicamente se había consumado un golpe de Estado
cívico-militar.
12
En el caso del líder uerredista de Blancolugar, donde vivía Rafael, privaban también otras
razones. Tal como afirma Delia Farías en sus Notas, «Liberato Moya, hacía en el pueblo
lo que le daba la gana y tenía muchísimos trapos sucios»; ante lo cual, Rafael «no tenía
miedo de decirle las verdades». NDLV. p. 40. Esto habla no solo de la valentía del joven
de veinticinco años enfrentado al poder, sino de su temprana concepción de la justicia.
No hubo, sin embargo, mayor demostración de apertura y libertad de
opinión que en dicha Asamblea cuyos debates, presididos por Andrés Eloy
Blanco, eran transmitidos por radio y constituían un aleccionador ejem-
plo de ejercicio democrático. Allí se confrontaban las posiciones de los
diferentes sectores, las cuales se transferían a la población que las escu-
chaba y seguía. La Junta, por otra parte, ante la inestabilidad política reinan-
te, sí tendía a visualizar la oposición a sus políticas como acciones per-
turbadoras que atentaban contra el sistema instituido. La primera experien-
cia política de Rafael Berbín, entonces, va a ser en defensa de un proyecto
.....................
13
NDLV, p. 40.
14
Gallegos, respaldado exclusivamente por A.D., obtiene el 74,47 % de los votos. Sus opo-
nentes en las elecciones celebradas el 14 de diciembre fueron Rafael Caldera (COPEI),
22,40 %; y Gustavo Machado (Partido Comunista), 3,13 %. PCDV, pp. 345 y 347.
15
En 1937, durante el gobierno de López Contreras, Betancourt había sido incluido en la lis-
ta de «comunistas» que por disposición constitucional debían ser expatriados. Esto res-
pondía a que seis años antes había fundado la Agrupación Revolucionaria de Izquierdas,
(ARDI) que generó entonces el «Plan de Barranquilla», un documento de análisis político
con enfoque marxista. Cuando funda en 1936 el Partido Democrático Nacional (PDN),
ya se había distanciado de esta tendencia, orientando su doctrina hacia la teoría socialde-
26 mócrata, la cual asumirá y definirá con sus propios aportes. PCDV, pp. 363 y 364.
do aquel que intentara alterar las bases sociopolíticas del orden preexis- 27
tente. Y en los tres años precedentes, ciertamente, Acción Democrática
lo había hecho. Había desplazado a las oligarquías tradicionales y, con
la implementación del voto directo y universal —que incluía a mujeres y
analfabetas—, había propiciado la irrupción de las masas populares en
el juego político, empoderado a un amplio sector de la población antes
ignorado.
..................... I -
No tardó mucho la Junta Militar de Gobierno en mostrar su verda-
dero talante. Dos años después es asesinado su presidente, Carlos Del-
gado Chalbaud, y se implanta un régimen de persecución contra todos
los opositores, incluidos los líderes del sector democrático que antes
había cohabitado con el gobierno en busca de lograr la realización de
elecciones. Hasta ese momento, los militantes de estos partidos, espe-
cialmente los uerredistas, habían colaborado espontáneamente con la Jun-
ta, antagonizando a los sectores que conformaban la resistencia al régi-
men. Pero a partir de ahora no hubo disimulos: el autoritarismo trocó en
dictadura y Rafael Berbín se involucra de lleno en los intentos por de-
rrocarla,16 al igual que lo hacen sus antiguos antagonistas.
Los ocho años transcurridos a partir de 1950 van a representar su
más intensa lucha por el establecimiento de la democracia; ya la había
conocido, la había transitado, aunque fugaz y superficialmente, y la había
asumido como el sistema de gobierno que quería para su país. La doctrina
socialdemócrata, con la que se familiariza en sus encuentros partidistas
y, muy probablemente, con lecturas y consultas —si algo caracterizaba a
Rafael era su hambre de conocimiento—, complementan su instrucción;
le dan base a su ideario. Pero cuando se vive una dictadura, cuando se
está inmerso en la lucha por los derechos más elementales como lo son
la vida y la libertad, es sumamente difícil teorizar conceptos políticos.
Se defiende la vida, se procura la libertad, y se da por ganada la batalla si
se sale ileso del combate que las conquista; incluso, si simplemente se
sobrevive a ella.
Esa fue la razón por la cual, en el intento por derrocar a la dictadura
perezjimenista se congregaron en una sola causa los más disímiles ideales17
16
NDLV, pp. 49-51.
17
De hecho, los más combativos opositores al régimen fueron los acciodemocratistas y los
comunistas. Sus militantes fueron los más perseguidos y de sus filas salieron las más
.......
y, evidentemente, también muy distintos y distantes intereses. Jamás
podrían compaginarse los principios esgrimidos por el sector democrá-
tico de entonces, representado por Acción Democrática, COPEI y U.R.D.,
con la agenda de quienes poco después de instaurada la democracia la
atacaron con saña. El Partido Comunista,18 desde el principio, así como
sus derivados socialistas después, jamás concibieron una sociedad plu-
ralista; por lo que nunca se sumaron al juego abierto de la democracia.
Instituida esta, se va a dar inicio a una nueva confrontación, ahora ideo-
lógica, pero igualmente armada.
.....................
EN DEFENSA DE LA DEMOCRACIA
..................... I -
defensa. Sus convicciones democráticas y civilismo republicano deben
haberse solidificado en tales circunstancias.
El gobierno de Betancourt, que supo defender con firmeza la demo-
cracia recién constituida, reafirma las bases institucionales de la Repú-
blica permitiendo la realización de elecciones en 1963.23 El equipo del
recién electo presidente Leoni, va a reclamar la presencia de Rafael en
Caracas para asumir la delicada tarea de resguardar su integridad física,
como miembro de su Escolta Civil. Su sobria personalidad y el denue-
do puesto en el desempeño de sus responsabilidades, lo hacen merece-
dor del aprecio del mandatario. Es en esta época en la que Caraballo,24
tal vez, alcanzó su madurez política. Es entonces cuando tiene oportu-
nidad de compartir regularmente con funcionarios de alto nivel, políti-
cos de mayor influencia y personajes de más alta formación; pero no
como un integrante del cuerpo de resguardo —que no representaba una
posición de privilegio—, sino como un adeco de «uña en el rabo» con
un carisma particular, un liderazgo innato y una inmensa sed de conoci-
mientos.
En esos tiempos, la democracia, cuyos preceptos conocía ya a fondo
21
El 24 de junio de 1960 se produce una explosión en Los Próceres al paso de la caravana
presidencial; Betancourt solo sufre heridas menores. Las investigaciones determinaron
que el responsable de dicho atentado fue el dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo...
22
En 1962 se producen los alzamientos militares con filiación comunista conocidos como el
Carupanazo (4-5 mayo) y el Porteñazo (2-6 junio), este último con saldo de más de 400
muertos y 700 heridos. Al año siguiente (29 septiembre 1963) tiene lugar el asalto guerri-
llero al tren Los Teques-El Encanto donde mueren cinco guardias nacionales y son heri-
dos de gravedad dos mujeres y dos niños. PCDV, p. 367.
23
A estas elecciones A.D. asiste dividida (AD-Gobierno / AD-Oposición). Leoni, respalda-
do por la primera, obtiene el 32,81 % de los votos. Sus principales oponentes fueron Ra-
fael Caldera (COPEI), 20,19 %; Jóvito Villalba (U.R.D., M.E.N.I. y P.S.V.), 18,89 %;
Arturo Uslar Pietri (P.F.N.), 16,08 %; y Wolfgang Larrazábal (F.D.P.) 9,43 %. PCDV, pp.
374, 375 y 377.
24
Por ser el «Berbín» muy poco conocido, en el Palacio se asumía que era el segundo nom-
bre de Rafael; por lo que era nombrado, tal como los demás, por su apellido: Caraballo.
y cuyas virtudes había aprendido a valorar, seguía siendo atacada des-
de dos frentes: la derecha militarista y la izquierda de filiación comunista.
En relación a la primera amenaza, más soterrada, Rafael Berbín tuvo un
papel importante en la conjura de un golpe de Estado que se estaba ges-
tando en la Armada. Alertado por su cuñado Manuel Farías, maestre téc-
nico de la Marina, donde tenía lugar el movimiento que pretendía la aso-
nada, coordinó la entrevista de este con el mismísimo Presidente de la
República; lo que propició que la intentona fuera evitada.25
El golpismo fue perdiendo terreno, no así los planes guerrilleros. [Estos,
.....................
25
Testimonio personal de Manuel Farías Márquez (Abril 2016).
26
Jesús Sanoja Hernández en «Entre golpes y revoluciones», 2007 (EGR), t. II, p. 104.
27
El desembarco tenía por objeto fortalecer al frente guerrillero del cerro El Bachiller en
Miranda y demostró la ya manifiesta intromisión de Fidel Castro en la política nacional.
PCDV, p. 377.
30 28
EGR, t. II, p. 106.
Pero no nos desviemos de nuestro objetivo de estudio. Volvamos a 31
la visión que tuvo Rafael Berbín de la situación política venezolana de
finales de los años sesenta; aunque debemos agradecer a Dios el que un
nacionalista sin estridencias y activo militante de la democracia como él,
no haya testificado esta aberración, insospechada por entonces.
EL CISMA ADECO
..................... I -
Cuando se acerca el período eleccionario de 1968, Acción Demo-
crática sufre su tercera división,29 la más importante de su historia. En
esta ocasión el cisma fue mayúsculo; involucraba, por una parte, al Pre-
sidente y al Secretario General del partido —Prieto Figueroa y Paz Ga-
larraga, respectivamente—; y por la otra, a la dirigencia tradicional, a la
ortodoxia encabezada por Rómulo Betancourt. Fue una prueba de fuego
para la militancia adeca.
La circunstancia de ser el doctor Prieto un dirigente con méritos acumula-
dos durante toda la existencia del Partido, aunada a su condición de educa-
dor respetable y respetado dentro y fuera de la organización, a la par que
persona reconocida como intachable en el campo de las luchas por la cau-
sa popular, creó en gran parte de la militancia acciondemocratista a nivel
de base un serio problema de carácter sentimental; sobre todo en razón de
la especie que se puso a circular al decirse que Prieto había sido víctima
de sus compañeros de la Dirección Nacional al desconocérsele la nomi-
29
La primera división había tenido lugar en 1960 y respondió a razones ideológicas. Un im-
portante grupo de sus militantes manifiestan su simpatía por la revolución cubana y se alí-
nean con la doctrina marxista-leninista. La ortodoxia adeca, representada entonces por el
presidente Betancourt, Raúl Leoni, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Gonzalo Barrios y Jesús
Ángel Paz Galarraga, deslindaron al partido de esta tendencia; ratificando los preceptos
de la socialdemocracia. Esto propició la creación del Movimiento de Izquierda Revolu-
cionaria (MIR) por parte de Domingo Alberto Rangel y Gumersindo Rodríguez; quienes
fueron expulsados de A.D., junto a los dirigentes juveniles Américo Martín, Moisés Mo-
leiro y Héctor Pérez Marcano. El nuevo partido político de izquierda no participó en la si-
guiente contienda electoral; y, por el contrario, su ala más radical se acogió a la lucha ar-
mada y se atrincheró en el cerro «El Bachiller». La segunda división tuvo que ver con el
liderazgo interno de la organización. «Esa fue la separación planteada por un grupo de di-
rigentes nacionales que pensaba en Raúl Ramos Giménez como candidato presidencial
para las elecciones de 1963, la cual arrastró a un calificado número de dirigentes seccionales
que se agrupó en la organización denominada AD-Oposición». David Morales Bello en
«Acción Democrática, ayer, hoy y mañana», 1976 (ADAHM), pp. 28-33. Raúl Leoni fue
inscrito por AD-Gobierno y representado por la tarjeta negra, ya que el Consejo Supremo
Electoral determinó que el que obtuviese mayor cantidad de votos en 1963 recuperaría el
color blanco como enseña —Ramos Giménez utilizó el plateado que luego representará
al PRIN—. El lema mayoritario fue entonces: «Por tu blanca, vota negro».
nación presidencial que suponían sus partidarios ganada por él, antes de
cumplirse el proceso interno de elecciones conducentes a la Convención
Nacional encargada de escoger al candidato presidencial del Partido. 30
Es lógico presumir cuál sería el desconcierto y confusión reinantes
en la dirigencia media adeca. Es válido pensar que Rafael Berbín, hom-
bre de convicciones propias, más allá de la opinión de Betancourt, un lí-
der a quien respetaba, se veía en la obligación de asumir una posición
razonada. No le fue difícil. Habiendo sido testigo de los estragos causa-
dos por la izquierda radical; y conocedor de los desafueros del régimen
.....................
30
ADAHM, pp. 36-37.
31
Karl Marx y Friedrich Engels en «Manifiesto Comunista», 2007, p. 58.
32 32
ADAHM, p. 37.
arrepentirán después, / cuando no haya solución, / ya no obtendrán el per-
dón / si todo está consumado / porque todo conjurado / muere como lo que
33
son.33
La principal consecuencia de ese acontecimiento, de la división del
partido, era de esperarse. El riesgo de que Acción Democrática saliera
del poder luego de tal escisión era enorme, y eso lo sabía Rafael Berbín;
..................... I -
quién, conocedor de las veleidades del comportamiento humano, inten-
taba entonces con su prosa llamar a la sindéresis.
Está el pueblo en el poder, / gana y seguirá ganando, / manda y seguirá man-
dando / mientras haya algo que hacer. / Tenemos que responder / con voz
firme, clara y franca / que esta nación no se estanca / ni que quieran los
traidores; / aquí van los vencedores / con las dos tarjetas blancas. / Al pue-
blo venezolano / le hago la recordatoria / para que haga memoria / y trace
muy bien sus planos. / Asimismo voy al grano / haciéndoselo saber / que el
pueblo está en el poder, / guiado por su partido; / más vale mal conocido /
que, bueno por conocer.34
Invocaba Rafael Berbín un valor que para él era sacrosanto: la leal-
tad. Pero no una lealtad ciega a líderes ductores; sino a la debida a los
principios propios del militante adeco:
¿Verdad que tú de A.D. fuiste, / marinero, campesino? / Ven a seguir el
camino, / aquel que tú mismo hiciste. / Cierto que tú me dijiste / que es la
doctrina que quieres; / mira que hoy libre tú eres / por la buena fe que
arrancas. / A votar con las dos blancas / los hombres y las mujeres. / Para
hablar de libertades / de una forma pragmática, / lo hace Acción Demo-
crática / con hechos y con verdades. / «No admitimos falsedades» / es fra-
se de camorreros, / saltimbanquis, maromeros. / Con esta verdad no peco:
/ A la carga los adecos, / a cumplir con sus deberes.35
Como un reconocimiento a la labor realizada por el partido desde el
gobierno betancourista y a la excelente gestión del presidente Leoni, los
dos candidatos salidos de las filas adecas —Gonzalo Barrios y Luis Bel-
trán Prieto— sumaron más del 57 % de la votación. Sin embargo, el hecho
de que Betancourt se hubiera radicado en Berna con el propósito de no
interferir directamente en la política venezolana —aunque se manifestó a
favor de Barrios—, y de que Leoni no haya asumido posición pública
33
FDV, p. 83.
34
FDV, p. 67.
35
FDV, p. 72.
por la prohibición estatutaria del partido,36 dejó en manos de la dirigen-
cia media la orientación de la militancia; la cual se dividió entre ambas
opciones. Tal coyuntura fue aprovechada por uno de los candidatos en
discordia, Rafael Caldera, para alzarse con el triunfo,37 con una diferencia
de menos del 1 % de los votos sobre Barrios (32.906 / 3.720.660).38
PRINCIPIOS DOCTRINARIOS
36
Los militantes adecos electos o designados para ejercer funciones ejecutivas o judiciales
de alto nivel eran relevados de disciplina partidista durante el ejercicio de sus funciones;
por lo que no debían inmiscuirse en asuntos internos del partido. Así lo establecían sus
estatutos: «Los militantes no podrán ejercer simultáneamente cargos de dirección parti-
dista y cargos de las ramas ejecutiva y judicial del Poder Público». Estatutos, 1970, art.
131.
EL PENSAMIENTO DE
37
En las elecciones celebradas el 1 de diciembre de 1968, Caldera resulta victorioso con el
29,13 % de los votos; mientras Gonzalo Barrios (A.D.) obtuvo el 28,24 %; Miguel Ángel
Burelli (U.R.D. y F.D.P.), el 22,22 %; y Prieto Figueroa (M.E.P.), el 19,34 %. PCDV, pp.
384, 385 y 387.
38
Es de destacar la honorable y cívica actitud tanto del presidente Leoni como de Gonzalo
Barrios, quienes reconocieron sin dudar el triunfo de Caldera, a pesar de que había argu-
mentos para una revisión —se habló de algunos «detalles» en los distritos Iribarren, de
Lara, y Pedraza, de Barinas—. El presidente Leoni garantizó que se entregaría el poder
al vencedor, aunque este hubiera ganado por un solo voto; Barrios, por su parte, aseguró
que era preferible una derrota dudosa a un triunfo cuestionable. ADAHM, p. 38.
39
FDV, p. 75.
40
Desde su fundación, COPEI fue considerado como una organización no solo conserva-
34 dora, sino aristocrática; a diferencia de A.D., un partido de raíces populares. Es conocida
de la Organización Demócrata-Cristiana de América Latina y Presidente 35
del Comité Mundial de la Democracia Cristiana;41 la cual propugnaba un
mayor entendimiento entre todas las sociedades del mundo. Esta discre-
pancia se hará manifiesta cuando el nuevo mandatario sustituya la «doc-
trina Betancourt» —que establecía un «cordón profiláctico» en torno a
las dictaduras personalistas, tanto de izquierda como de derecha— por
una «solidaridad pluralista» que reconocía gobiernos de facto y promo-
..................... I -
vía la cooperación entre regímenes políticos de diferente ideología.42
Acción Democrática se definió desde su fundación como un parti-
do nacional y nacionalista, opuesto, sin embargo, al «aislacionismo alde-
ano»: «Un partido venezolano, con sus raíces hundidas en la tierra vene-
zolana, pero receptivo a las inquietudes y perspectivas universales, apto
para incorporar a su repertorio de ideas y de planes las experiencias so-
ciales útiles que se realicen en cualquier otro país».43 Siempre fue, además,
policlasista y, por ende, opuesto al sectarismo marxista de la preeminen-
cia del proletariado y su idílica «sociedad sin clases». Pero el centro me-
dular de su doctrina responde a los postulados de la Socialdemocracia;
entendida esta como un balance entre la democracia liberal que garan-
tiza al ciudadano sus libertades individuales, y, desde el punto de vista
económico, la intervención del Estado bajo un esquema keynesiano44 en
el marco del respeto la propiedad privada y la iniciativa individual.
Esta doctrina, estos conceptos que no necesariamente era maneja-
dos por el común de los adecos, fue, seguramente, estudiada a fondo
por Rafael Berbín en su insaciable búsqueda de conocimientos y en su
responsable manejo de su militancia acciondemocratista. Sin embargo,
más allá de la justicia social implícita en estos preceptos, su principal
motivación y más intenso activismo estaba centrado en la democracia
misma; en la preservación del sistema de gobierno que, sabía, siempre
45
Supra, p. 16.
46
Se refiere al Censo de Población de 1971. Se hace manifiesta la conciencia cívica de Ra-
fael Berbín; en su correcta percepción, la realización de dicho censo no era responsabi-
lidad del gobierno copeyano, sino del país en su conjunto.
47
FDV, p. 97.
48
Carlos Andrés obtiene el 48,70 % de los votos. Sus principales oponentes en las eleccio-
nes celebradas el 9 de diciembre de 1973 fueron Lorenzo Fernández (COPEI), 36,70 %;
Jesús Ángel Paz Galarraga (MEP), 5,07 %; José Vicente Rangel (MAS), 4,26 %; y Jó-
vito Villalba (URD), 3,07 %. AD y COPEI concentran más del 85 % de la preferencia de
los votantes; es el inicio del bipartidismo que durará veinte años. PCDV, pp. 394 y 397.
36 49
FDV, p. 113.
Tal victoria representó para Rafael una experiencia inédita. La in- 37
tensa campaña que desplegó desde su posición como Subsecretario de
Organización de Acción Democrática en la Parroquia Sucre de Caracas
se vio recompensada con el éxito electoral; por primera vez se había de-
dicado a tal actividad de manera casi exclusiva.
Pueblo, ¿quieres gobernar / con candidato decente?; / compórtate inteli-
..................... I -
gente, / no te dejes engañar. / No hay mucho que pensar / mirándolo como
es, / pongamos el interés, / el que sea suficiente, / y tendrás tu presidente /
llamado Carlos Andrés.50
Pero es paradójicamente durante este período presidencial, durante
la gestión del Presidente por el que tanto trabajó y al que tanto había
encomiado en sus escritos, cuando va a testificar el relajamiento de al-
gunos valores, para él irrenunciables, por parte del tren ejecutivo del
Gocho. Nunca se ha podido constatar la participación del extrovertido
presidente en alguna irregularidad —por nuestra parte la descartamos—;
pero, ciertamente, no se alineó cuando le fue requerido en la lucha frontal
contra la corrupción planteada por la corriente histórica encabezada por
Betancourt y Luis Piñerúa Ordaz. Esto abrirá una brecha a lo interno del
partido que va a perdurar, incluso, hasta después de la muerte de su fun-
dador; en ella, Rafael Berbín defenderá su posición como siempre hizo,
con voz clara y la frente en alto.
MADUREZ REPOSADA
50
FDV, p. 114.
51
EGR, t. II, p. 112.
su paisano sucrense que representaba los valores que él defendía; este,
sin embargo, fue derrotado por el candidato copeyano.52 Tras esta coyun-
tura se debilitó la posición de la ortodoxia adeísta, ocasionando la rele-
gación de los dirigentes que la representaban, Betancourt incluido, a un
disimulado ostracismo. Como era de esperarse, Rafael Berbín no se plie-
ga a la tendencia dominante; hace más bien un elegante mutis, dedicán-
dose de nuevo a la actividad privada.
Pero no se apoltrona ni se desentiende de las premisas esgrimidas
para retomar el cauce perdido; acompañando a un minoritario grupo de
.....................
52
En las elecciones celebradas el 3 de diciembre de 1978, Luis Herrera Campins (COPEI)
resulta victorioso con el 46,64 % de los votos; mientras Piñerúa obtuvo el 43,31 %; José
V. Rangel (M.A.S.), el 5,18 %; Diego Arria (Causa Común), el 1,69 %; Prieto Figueroa
(M.E.P.), el 1,12 %; y los otros cinco candidatos, el 2,06 %. PCDV, pp. 403, 404 y 407.
53
Discurso de proclamación de Luis Piñerúa como candidato de A.D., agosto 1977.
38 54
Idem.
nueva ley sancionada un año después;55 pírrica concesión que no llena- 39
ba las expectativas del momento histórico que se vivía. Aun así, era una
cruzada que debía realizarse inicialmente a lo interno, para después mo-
vilizar la maquinaria del partido en su defensa.56 Pero no hubo tal voluntad
y la iniciativa, que pudo haber sido un catalizador del soterrado malestar
de la mayoría, no se concretó. No podemos decir que tales reformas,
por sí mismas, habrían evitado el salto al vacío de dos décadas después.
..................... I -
Lo que sí está claro, es que había necesidad de corregir importantes en-
tuertos del sistema democrático representativo y bipartidista que se ha-
cían cada vez más perturbadores.
De eso estaba consciente Rafael Berbín. Sabía, igualmente, que los
problemas había que afrontarlos y solucionarlos, para adelantarse a sus
posibles consecuencias. Las aguas tranquilas pueden esconder torbellinos
en sus entrañas.
¿Hay motivos suficientes para enturbiar el límpido, vivo y bello presente
con el espectro del mañana? ¡Indudablemente! y aquí se juega el destino
del hombre.57
Por ello no cejaba en su intento por generar conciencia en relación a
que la política, además de estar regida por la ética, debía estar asociada
al bienestar social, por una parte, y adecuada a las demandas de la socie-
dad civil, por otra. El pueblo puede ser el mejor aliado o el más acérrimo
enemigo; eso depende de la dirección que tome el torrente de las aguas.
Y es responsabilidad de la dirigencia política el encauzarlas en beneficio
del país, y como único mecanismo para su autodefensa.
Además de las manifestaciones que en este sentido debe haber hecho
en su entorno partidista —de las cuales solo podemos deducir su con-
tenido—, hubo dos aspectos sobre los que dejó su criterio de manera
escrita; aunque, como hemos dicho con reiteración, muy escuetamente.
En un aspecto polémico de filosofía política, habla de las perversiones
del «desacertado liberalismo». Podemos colegir que al asociarlo a la Re-
55
Estas se realizan el 3 de junio de 1979 y son las primeras elecciones municipales separa-
das de las presidenciales desde 1947. «Los Salias, municipio y ciudad», 2021 (LSMC), p.
63.
56
El reducido segmento de la Sociedad Civil que también lo demandaba, no tenía mecanis-
mos entonces para canalizar su descontento. Esta desconexión entre la dirigencia política
y la ciudadanía tendrá consecuencias en un futuro cercano.
57
Rafael Berbín Caraballo en «Utopías desmentidas», FDV, p. 34.
volución Francesa,58 no se refiere a los preceptos defendidos por esta
ideología, sino a la forma en que la misma fue concebida y conducida
por los jacobinos, derivando en el sanguinario régimen del Terror.59 El
liberalismo, como cualquier otra doctrina política, debe responder a una
lógica, no a impulsos incontrolados de vísceras revolucionarias.
El otro aspecto sobre el que el ya maduro y reposado político fijó
posición escrita tiene que ver con la reelección presidencial. Utiliza como
ejemplo la negativa de Betancourt a esta posibilidad —ofrecida al gua-
tireño al volver de su autoexilio bernés en 1972—,60 dejando claro que
.....................
58
FDV, p. 33.
59
EGH, pp. 157-158.
60
PCDV, p. 366.
40 61
FDV, p. 118.
41
II -
..
..
..
..
..
..
..................... II -
..
..
..
..
..
..
..
..
..
..
..
..
..
..
..
..
..
..
..
.. «Nadie ama a su patria por ser grande,
..................... II -
go de casi toda su vida. Lo hizo en defensa de los ideales sembrados en
su espíritu, por el bienestar de los suyos, y por el país al que consagró
su lucha. Ese país con el que se identificaba y del que fue un represen-
tante genuino. Hombre de honor, hombre de carácter, hombre trabaja-
dor; de convicciones sólidas y accionar abierto, sin mezquindades y sin
disimulos. Un venezolano cabal. Siempre estuvo presente en su verbo el
elogio a las bondades de nuestra tierra, a la belleza de su naturaleza, a lo
heroico de su historia y a lo digno de su pueblo. Tuvo oportunidad de
conocer otras latitudes, pero no había ocasión en que no manifestara su
venezolanidad, su agradecimiento por pertenecer a esta Tierra de Gracia
que era su cuna y su hogar. Un país al que recorrió en casi toda su exten-
sión y del cual estudió su historia y sus costumbres; poniendo prioritario
interés en relacionarse con su gente.
Especialmente esto último. Nunca denigró del pueblo llano —«un
pueblo de valientes»—1 y, por el contrario, sentía por él un sincero respeto.
Con una convicción democrática auténtica, confiaba en su madurez para
la toma de sus propias decisiones. Los escritos en los que lo convoca a
hacerlo, así lo reflejan:
Mi pueblo venezolano, / tienes la oportunidad / de hacer toda realidad; / la
solución, en tus manos.2
Oh, pueblo venezolano, / como buen nacionalista / vamos hacia la conquis-
ta / de un futuro no lejano.3
Aquí mi mente se sacia / impulsando a un pueblo sano / para luchar como
hermanos, / como es la democracia.4
1
FDV, p. 55.
2
FDV, p. 109.
3
FDV, p. 63.
4
FDV, p. 64.
Oh, mujer venezolana / del célebre patriotismo, / te admiro por tu civismo
/ porque eres de intención sana.5
No hay medianías ni hipocresía en su manifestación de hermandad y
confianza, o cuando decía «mi humilde pueblo, en ti pienso».6 Esto, por-
que se sabe integrante, él mismo, de ese pueblo al que se dirige. Nunca
pretendió encumbrarse a posiciones de privilegio ni despreció sus orí-
genes, de los cuales se sentía orgulloso. Era venezolano, sí; un venezo-
lano de Oriente, sucrense de origen y por convicción.
.....................
LA PATRIA CHICA
rano [...]. / Y fue Santa Inés, / la flor inmortal, / que el Dios celestial / ben-
dijo después.9
Pero, no por ello dejaba de rendirle respetuosa reverencia a la Vir-
gen de Coromoto, dándole el sitial que le correspondía como patrona de
5
FDV, p. 66.
6
FDV, p. 102.
7
FDV, p. 55.
8
FDV, p. 52.
44 9
FDV, pp. 35-36.
Venezuela. En resumidas cuentas, Rafael Berbín entendía su nacionali- 45
dad tanto desde la perspectiva regional como desde el enfoque integral
que lo hacía parte del país. Eso sí, entendiendo que la patria era sinóni-
mo de identidad y raigambre, por lo que debía mantener su idiosincra-
sia por encima de influencias extranjerizantes.
A ti, juventud hermosa / de este pueblo soberano, / piensa a lo venezolano
/ con tu mente virtuosa. / Si eres de humilde choza / lucha por nuestra ban-
dera; / que sienta la patria entera / la heroicidad de tu acción: / liquidar sin
compasión / las doctrinas extranjeras.10
..................... II -
NACIÓN, PATRIA Y PAÍS
10
FDV, p. 84.
11
EGH, p. 266.
12
GEIC, t. 9, p. 3086.
no hay dudas, desde el punto de vista jurídico y por tradición centena-
ria, es un país.
Resta, entonces, la etérea definición de patria. El DRAE la describe
como la «tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente
ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos». En-
tra en este concepto un componente discrecional a cada persona; por-
que, más allá de los vínculos jurídicos o históricos que unan al indivi-
duo con la nación a la que pertenece, estos deben ir acompañados del
afecto que este le tenga. Se puede ser nacional de un país y no conside-
.....................
rarlo como «la patria». Por ello se habla de «patria» cuando se enarbolan
los valores de una nación; por ello se esgrimen los valores «patrióticos»
para resguardar la soberanía de un país. Por ello, Bolívar fue enfático al
manifestar: «Cuando el clarín de la patria llama, hasta el llanto de la ma-
dre calla». Pero debemos ser muy cuidadosos en nuestras manifestacio-
nes de afecto a «la patria»; entre el patriotismo y el patrioterismo hay una
delgada línea cruzada por el adoctrinamiento y el fanatismo.
Podemos intentar, entonces, interpretar la concepción que de estos
términos tuvo Rafael Berbín Caraballo. Algo que se hace más que mani-
fiesto y nos sirve de valiosa referencia es la claridad de sus objetivos po-
líticos; el principal de ellos, asegurarse de que Venezuela tuviera un go-
bierno libre y democrático, de que se consolidara como un país polí-
ticamente estable. Sin embargo, en sus escritos, distribuidos en más de
ciento veinte folios, no utiliza el término país para referirse a Venezuela;
en contrapartida, la nombra como «nación» en veinte ocasiones, y como
«patria» en seis. Por supuesto que Rafael Berbín conocía la diferencia
conceptual de los tres vocablos; pero esto nos deja claro cuál era su cri-
terio: Para él, «país», «nación» y «patria» eran una sola cosa. Venezuela,
país; Venezuela, nación; y Venezuela, patria. No hay para un hombre con
EL PENSAMIENTO DE
46
47
III -
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..................... III -
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..
.. «La base de todas las sociedades gran-
.. des y duraderas ha consistido, no en la
.. mutua voluntad de los hombres, sino en
.. el recíproco temor».
. Thomas Hobbes
48
EL PENSAMIENTO DE .....................
49
..
..
..
.
..................... III -
«Toda actividad humana transcurre dentro de la sociedad, sin que
pueda nadie sustraerse a su influjo».1 Simmel pareciera recitar un pleo-
nasmo sin mayor significación; pero no es así. Como él mismo lo resalta,
tal relación está determinada por la influencia que la sociedad ejerce so-
bre el individuo y, en la misma proporción, por la huella que con su accio-
nar dejan los individuos en su conjunto sobre la sociedad. Nadie puede,
entonces, sustraerse del influjo de la sociedad que lo rodea; pero tampoco
puede una sociedad deslindarse de la influencia que sobre ella ejercen los
hombres que la integran, incluso en su cotidianidad. Ahora bien, cuando
un individuo traspasa los límites de esta cotidianidad y se destaca de en-
tre el conjunto de sus pares, ya no solo será parte de la contribución glo-
bal en la forja de dicha sociedad, sino que puede constituirse en un duc-
tor por sí mismo. A estos individuos los llamamos líderes.
Como en el mundo castrense, donde no puede haber ejército sin ge-
nerales, en cada sociedad los líderes constituyen la vanguardia que guía,
orienta y dirige al grueso de la población. No vamos a extendernos en
consideraciones relacionadas con el complejo concepto de liderazgo; 2
no vamos a hacerlo más allá de la simple calificación de idóneos o no, de
buenos y malos liderazgos. Cuando un líder de rígida condición moral
promueve los valores que enaltecen a la sociedad que encabeza, cuando
persigue como norte su progreso y el mejoramiento de sus condiciones,
o la consecución de un propósito determinado; ejerce un liderazgo po-
sitivo. Cuando, por el contrario, antepone intereses personales o grupa-
les ajenos al conjunto como un todo, o si estos intereses no responden a
1
Georg Simmel en «El conflicto», 2002, p. 93.
2
Solo es necesario resaltar que cuando hablamos de liderazgo nos referimos a la capaci-
dad de influir sobre personas pensantes y autónomas; no de la imposición de una voluntad
por medio de circunstanciales condiciones de ascendencia o poder. Someter o chantajear
nunca serán sinónimos de liderizar.
principios éticos, o cuando no asume con seriedad, dedicación, firmeza
y responsabilidad su papel; siempre va a redundar en un liderazgo nega-
tivo. No cualquiera puede guiar a un conglomerado y, en todo caso, tal
oportunidad debe asumirse más como un privilegio que como una gracia.
Además, para ello se debe estar preparado, porque ser líder no es fácil.
Rafael Berbín Caraballo lo fue. No ejerció su liderazgo para promo-
ver su imagen personal, ya que nunca optó a cargos electivos; aunque
procuró siempre que su actividad proselitista diera como resultado el triun-
fo de su partido, de la tendencia que defendía. Eso hacen los políticos, y
.....................
él lo era. Por supuesto que buscaba ser nombrado a algún cargo públi-
co como resultado de esta tarea, era un político de profesión; y esta es
también, cuando se respeta el aspecto meritocrático, la forma más sana
de compensar un esfuerzo voluntario. La ecuación, sin embargo, no se
resume a trabajo proselitista y recompensa burocrática. Aunque es la
fórmula universal para entender la oferta electoral; lógicamente, no se cir-
cunscribe a ello. Rafael Berbín lo sabía. Había —y hay— dos aspec-
tos que complementan esta relación del político con la sociedad y que,
eventualmente, se anteponen a tales intereses; estos son la concreción
de objetivos y, no menos importante, la generación de conciencia.
Con relación a lo primero, tal como referimos previamente, Rafael
Berbín siempre persiguió como líder político un objetivo central: la con-
solidación de la democracia como el mejor sistema de gobierno. Su con-
vicción en este sentido era absoluta.
Si la democracia / fuera universal / no hubiese ese mal, / destrucción, des-
gracia. / Pueblos y naciones / igual cantarían, / pues entonarían / himnos y
canciones.3
Y la forma más directa, más efectiva, de lograr su estabilización era
EL PENSAMIENTO DE
50 3
FDV, p. 38.
les quita / el derecho de vivir. / Que no vuelvan a venir / con frases pro-
selitistas.4
51
No hay posibilidad alguna de que una sociedad se identifique con
sus gobernantes si estos no promueven su bienestar.
Los que anduvieron cambiando / era su eslogan de otrora, / ¿qué irán a
ofrecer ahora / si el cambio nos está ahogando? / Esto solo es recordando
/ con la mejor intención / que no haya equivocación / intentándonos com-
..................... III -
prar; / ya no nos van a engañar, / si engañaron la nación.5
Para que este apoyo se concretara, la democracia debía ofrecer a
ese pueblo la oportunidad de mejorar sus condiciones de vida; y ese era
un objetivo primario de Rafael Berbín, no solo como propósito electoral
que llevara a la victoria a su partido; sino como un compromiso con sus
compatriotas, a quienes convocaba a acompañarlo en tal tarea.
El que sea partidario / de la miseria acabar, / que venga a filas cerrar / sin
que manden emisario.6
Y no era una simple premisa. En tales circunstancias, se colocaba a
la vanguardia de la lucha por aligerar las penurias de comunidades, fami-
lias o individuos, direccionando la solución hacia los canales más idóneos
y asegurándose de que los resultados buscados fueran alcanzados. Así
ejercía su liderazgo político, lo cual lo convertía también en un dirigente
popular. Por ello era seguido y respetado.
CONCIENCIA CIUDADANA
4
FDV, p. 100.
5
Idem.
6
FDV, p. 111.
alma. Por tanto, es preciso estar protegidos contra la tiranía de las opinio-
nes y de los sentimientos predominantes.7
Pero existe un numeroso sector de la sociedad —en algunos casos
mayoritario— que se autoimpone tal tiranía al no expresar su propia opi-
nión por temor a confrontar esos «sentimientos predominantes». Por ello
se genera una resistencia natural al cambio de paradigmas y las conduc-
tas arraigadas en una sociedad son tan difíciles de modificar. Schopen-
hauer lo plantea de forma lapidaria: «Lo que más odia el rebaño es a aquel
que piensa de modo distinto. No es tanto la opinión en sí, sino la osadía
.....................
7
EGH, p. 461.
8
Arthur Schopenahuer en «El mundo como voluntad y representación», 1985, t. II, p. 127.
9
FDV, pp. 57-58.
52 10
Teoría de la Pertenencia (Belonggingness) de Roy Baumeister y Mark Leary.
53
IV -
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.. «Quien atenta contra la familia no
.. sabe lo que hace, porque no sabe lo que
.. deshace».
..................... IV -
Rafael Berbín Caraballo es, en mucho, una hechura de sí mismo; se
convirtió en hombre bajo los preceptos que él mismo definió. Perdió a
su madre en la niñez, por lo que su influencia en este sentido fue reduci-
da; aunque a lo largo de su vida recordaba sus enseñanzas, el amoroso
cariño con el que se las daba y su impulso e incentivo para hacerse hom-
bre de bien. Habiendo sido formada y educada para convertirse en «toda
una señorita», Juana fue para Rafael, en ese corto tiempo, su más impor-
tante orientadora.1 Su imagen se convirtió en representación de la devo-
ción que demostraría a lo largo de su vida por la figura de la madre.
Madre, ya llegó la hora / de reclamar tu derecho: / llevar prendido en tu pe-
cho / una perla encantadora, / que la estrella precursora / te guíe a la eter-
nidad. / Tu pureza y lealtad / de ejemplo imperecedero, / que te canten los
jilgueros / bienestar, felicidad. / Madre Eva, la creadora, / madre la Virgen
María, / madre autora de mis días, / oh, tú, madre encantadora. / Madre del
día y la hora / que alumbró mi nacimiento, / madre de gracia que ostento, /
madre de la creación, / madre de esta versación, / madre que me dio el sus-
tento.2
Su padre, Rafael Berbín Suniaga, en cambio, no representó un ejemplo
de virtudes. Fue un hombre rudo e iletrado sin un concepto definido de
familia. No hemos podido ahondar más en la investigación sobre sus an-
danzas tempranas más allá del hecho de haber sido «revolucionario» en
Margarita durante sus años mozos, y de que engendró tres hijas una vez
que se trasladó a Tierra Firme, para luego distanciarse de ellas. No cono-
cemos los pormenores de ese primer hogar que formó, si es que este lo
fue; pero, aparentemente, nunca se consolidó como familia. El hecho de
1
Rafael siempre veneró la imagen de su mamá, de quien guardaba vagos pero gratos
recuerdos. La recordaba débil y convaleciente, pero siempre dedicada y cariñosa. Ella le
había enseñado sus primeras letras y lo impulsaba a estudiar «para que fuera un gran
doctor». NDLV, p. 33.
2
FDV, pp. 26-27.
no haberles dado a sus hijas su apellido, habla de ello.
Después de esta separación, Parico constituye formalmente, ahora
sí, una familia. Cuenta ya cincuenta y cinco años de edad cuando se ca-
sa con Juana Caraballo, treinta y un años más joven que él, «para que lo
cuidara cuando estuviera viejo»; esto, según sus propias palabras.3 Es
difícil no percibir tal actitud con desagrado. ¿Qué valores podía interna-
lizar este margariteño para menospreciar de esa forma el vínculo matri-
monial, evidenciando, además, tal manifestación de egoísmo? No pode-
mos saberlo. Aun conociendo de sus dos apellidos, no sabemos tam-
.....................
poco, sin embargo, si formó parte de una familia constituida como Dios
manda, o no. Y hay más todavía. Luego de la muerte de Juana, dejó a sus
tres hijas menores a cargo de su hermano, un niño de ocho años a quien
decía que el hombre se hacía trabajando; «que lo mismo vivía el que es-
tudiaba que el que no lo hacía. Que él no sabía leer ni escribir y ¡mira
todo lo que había vivido!».4
Ese fue el padre de Rafael, quien murió a los noventa años, cuando él
era ya un hombre casado, con cinco hijos y treinta y cuatro años de edad;
con un criterio bien formado en relación a lo que significaba ser un buen
hombre. Pero a pesar de lo dicho, a pesar de la manifiesta carencia de
buen juicio de Parico en no pocos aspectos, Rafael siempre tuvo por él un
profundo respeto.5 No debe haber sido injustificado tal sentimiento; su
papá forzosamente debió haber manifestado alguna virtud que ameritara
tal deferencia. La ascendencia que Parico mantenía sobre su único hijo
varón debía radicar, además del obligante hecho de ser su padre, en la
imagen de hombría y bravura que proyectaba. Desde pequeño le había
inculcado que «no podía tenerle miedo a nada»; que «así se hacían los
hombres, como él se había formado».6 Este fue un ejemplo que forjó su
carácter y le sirvió de guía en los difíciles trances que enfrentará a lo largo
EL PENSAMIENTO DE
3
Testimonio personal, referido en manuscrito de Delia de Berbín, c.2011. Arch. RBF.
4
NDLV, p. 33.
5
En los meses postreros de su padre, cuando este estaba enfermo y casi ciego, y a pesar
de la crítica situación económica en la que se encontraba su familia en la época (1955),
Rafael Antonio rescató a Parico y lo llevó a vivir consigo. NDLV, p. 65. Delia Severina
ratifica ese aprecio en varios episodios de la narración que hace en «Notas de la vida»:
«Rafael quería y respetaba mucho a su papá»; «No es que a Rafael le faltara carácter, lo
tenía y muy fuerte; pero respetaba mucho a su papá». NDLV, pp. 33 y 35.
56 6
Idem.
57
..................... IV -
RAFAEL BERBÍN CARABALLO
01 / RBF, 2020
.....................
EL PENSAMIENTO DE
58
Esto, no obstante, no explica de dónde surge el sólido concepto de 59
familia que se formó Rafael. Si nos es permitido conjeturar, podemos
entenderlo, más bien, como una conjunción de factores que lo indujeron
a ello.
CONCIENCIA DE FAMILIA
..................... IV -
No es algo menor el que un joven huérfano de madre y, si no aban-
donado, por lo menos desatendido por su padre, haya conformado un
grupo familiar al que inculcó sólidos valores morales y éticos, en un marco
de cariño, de respeto, de pertenencia, de solidaridad y de compromiso.
Tales valores no surgen de la nada. Especialmente en el ambiente de de-
sapego que, tal como describe Delia Farías de Berbín, reinaba en esos
lugares y por esos tiempos.
Cuando yo era una adolescente, veía a mucha gente que no tenía familia; y
si la tenían, no sabían dónde, ni tenían ningún contacto con ellos. Padres,
hijos, hermanos que no se trataban...7
Más allá de las cualidades humanas de Rafael Berbín, evidentemen-
te destacables, en su niñez y juventud debe haber recibido formación y
orientación en este sentido. Ya hablamos de la particular visión de su pa-
dre en relación al vínculo matrimonial, pero no conocemos cuál fue su
concepción de familia; no es descartable pensar que, además del respe-
to que seguramente exigía, pudo haberle transmitido algunas de las pre-
misas por las que posteriormente se rigió Rafael. Esto es reforzado por
el hecho de que María Martínez, su hija mayor, quien igualmente pudo
haberlas recibido de su papá, haya acogido a sus hermanos cuando es-
tos quedaron solos. Podríamos presumir también que ella pudo haberle
transferido o inspirado alguno de estos valores; de manera explícita o
por medio de su ejemplo.
Algo similar pudo haber sucedido cuando Rafael, ya adolescente, va
a vivir con Liona Tineo. A pesar de que es maltratado por su tío —tal co-
mo había pasado con su medio-cuñado—,8 es muy probable que su abue-
la le haya sembrado valores relacionados con la familia. No podemos sa-
berlo, pero no es descartable. Esas figuras: su papá, su hermana y su
abuela —además de su mamá, por supuesto—, pudieron haber influido,
7
NDLV, p. 87.
8
NDLV, pp. 29-33.
en mayor o menor medida, en lo que iba a representar para Rafael for-
mar su propio grupo familiar. El aprendizaje definitivo, el más influyen-
te, creemos, debió haber provenido del que habían constituido sus sue-
gros.9 El matrimonio conformado por Ricardo Farías y Verónica Már-
quez —quienes ya contaban cinco hijos cuando él los conoce— repre-
sentó para Rafael, de veintiún años entonces, un ejemplo tangible de lo
que debía ser una familia; esto, además, debió haber sido reforzado por
la mayor de estos hijos, su ahora esposa, quien, seguramente, colaboró
en esta percepción.
.....................
9
Cuando hablamos de «más influyente» lo hacemos sabiendo que no fue exclusivo. Rafael
ya tenía valores familiares acentuados para esa época, tal como lo demuestra el que por
entonces se había mudado junto a su padre y hermanas con su abuela; y cuando su papá
fue denostado por los Tineo, se lo llevó junto a sus hermanas con él. NDLV, p. 35.
10
FDV, p. 38.
11
FDV, p. 23.
60 12
EGH, p. 400.
individualidad; es la consideración debida a los derechos de nuestros se- 61
mejantes. Esto hace al ser humano, más humano. El énfasis puesto en el
respeto a los padres y personas mayores, respondía a la continuación de
una tradición largamente arraigada en nuestras costumbres. Por último,
como complemento de ese respeto, estuvieron siempre presentes la so-
lidaridad y el compromiso; que, por una parte, nos llaman a involucrar-
..................... IV -
nos en las necesidades de nuestros semejantes y, por otra, nos obligan a
cumplir con nuestros deberes y hacer honor a nuestra palabra.
Me siento meditabundo / al ver un hogar dichoso, / regocijado de gozo /
por una madre cumplida; / esa es la ley de la vida, / lo más bello y más
grandioso.13
UNIDAD FAMILIAR
13
FDV, p. 25.
14
Navegantes del Magallanes B.B.C., el mejor equipo de la Liga Venezolana de Beisbol
Profesional. En la opinión de Rafael Berbín —que compartimos—, la unidad de propósi-
tos puede ser mellada por la confrontación de principios doctrinarios. Además del aspec-
to político; la religión y el deporte eventualmente pueden convertirse en agentes distor-
sionadores de dicha unidad.
los valores comunes y, sobre todo, de solidaridad con los propósitos
del conjunto; es decir, del bien común de la familia. Pero nunca supuso
el establecimiento de un pensamiento hegemónico en temas ajenos a es-
tos propósitos. Rafael Berbín Caraballo, como hombre de firme criterio
y hecho según sus propios preceptos, entendía perfectamente el concep-
to de individualidad; comprendía que cada uno de sus once hijos era un
mundo en sí mismo. Por esa razón, su relación con cada uno de ellos era
unipersonal; conocía y reconocía sus personalidades, motivaciones y
preferencias, y les daba —en la medida de sus posibilidades— la aten-
.....................
62
63
V-
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..................... V -
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..
.. Extrajimos de los escritos de Rafael
Berbín Caraballo algunas frases que
.. reflejan su concepción sobre diferentes
.. temas. Sirvan estas como una muestra
.. de su profundo pensamiento acerca de lo
.. complejo de la vida.
.
64
EL PENSAMIENTO DE .....................
.
..
..
..
65
..................... V -
66
EL PENSAMIENTO DE .....................
APÉNDICE
67
..................... CRONOLOGÍA
68
EL PENSAMIENTO DE .....................
69
CRONOLOGÍA
..
..................... CRONOLOGÍA
..
..
.
. Nace en Corozal de Las Tablas, Sucre, Rafael Antonio Berbín
Caraballo, p. 11; NDLV, p. 29 y FDV, p. 13.
. Muere en Corozal de Las Tablas Juana Caraballo de Berbín, p.
12 y NDLV, p. 29.
. Rafael Berbín se va a vivir con su media-hermana paterna, Ma-
ría Martínez, en Santafé, Sucre, p. 12 y NDLV, p. 29.
. Rafael Berbín se va a vivir con su abuela materna en Blancolu-
gar, Sucre, p. 13 y NDLV, p. 30.
. Rafael Berbín se trae a su papá y a sus hermanas de Santafé a
Blancolugar, p. 33.
. Se conocen en Blancolugar Delia Farías Márquez y Rafael Ber-
bín Caraballo, p. 23.
. Rafael Berbín se muda junto a su papá y sus hermanas de Blan-
colugar a Corozal de Las Tablas, p. 13 y NDLV, p. 33.
. Matrimonio civil de Delia Farías y Rafael Berbín, celebrado en
San José de Areocuar, Sucre. Se radican en Blancolugar, p. 13 y
NDLV, pp. 27, 28, 34 y 35.
. Rafael Berbín comienza a participar de manera activa en la po-
lítica como militante de Acción Democrática, p. 13; NDLV, pp.
37-39 y tp.
. Rafael Berbín es nombrado Celador de la Renta Municipal de
Licores, p. 13 y NDLV, p. 44.
. En circunstancias anecdóticas, Rafael Berbín es nombrado
Oficial de Policía Ad Honorem en Blancolugar, p. 13 y NDLV,
pp. 44-45.
. La familia Berbín Farías se muda a Carúpano, Sucre, junto a la
familia Farías Márquez, NDLV, p. 44.
. Con la caída del gobierno constitucional de Rómulo Gallegos,
Rafael Berbín es despedido de la Renta de Licores, p. 14 y NDLV,
p. 45.
. Rafael Berbín inicia la lucha clandestina contra la dictadura mi-
.....................
..................... CRONOLOGÍA
Rafael Berbín participa en las actividades organizadas por Ac-
ción Democrática contra el plebiscito que pretendía extender el
mandato de Pérez Jiménez, NDLV, pp. 69-70.
. Tras la caída del régimen perezjimenista, Rafael Berbín es nom-
brado Primer Comandante de la Policía de Caripito, p. 15 y 28; y
NDLV, p. 70.
. Rafael Berbín es nombrado Prefecto de Quiriquire, p. 15 y NDLV,
p. 71.
. Rafael Berbín es nombrado Comandante de Policía de Tucupi-
ta, Delta Amacuro, p. 15 y NDLV, p. 71.
. Rafael Berbín es nombrado Jefe Civil de Pedernales, Delta Ama-
curo, p. 15 y NDLV, p. 71.
. La familia Berbín Farías se muda a Pedernales, NDLV, p. 71.
. Rafael Berbín es designado como parte del cuerpo de seguridad
del presidente Leoni y es asignado a la Escolta Civil en Caracas,
p. 16 y NDLV, p. 74.
. Rafael Berbín se traslada a Caracas, tp.
. La familia Berbín Farías se muda a Caracas, NDLV, p. 74.
. Rafael Berbín y Manuel Farías Márquez tienen una importante
participación en la develación de un intento de golpe de Estado
contra el presidente Leoni, pp. 29-30.
. Matrimonio eclesiástico de Delia Farías Márquez y Rafael Ber-
bín Caraballo, celebrado en Caracas, NDLV, p. 28.
. Se produce la más importante división de Acción Democrática,
y Rafael Berbín asume posición firme a favor de la ortodoxia
del partido, pp. 31-33.
. Rafael Berbín escribe numerosas poesías para la campaña
electoral de 1968, en favor de Gonzalo Barrios, pp. 32-33 y FDV,
pp. 47-92.
. Con el cambio de gobierno, Rafael Berbín renuncia a la Escolta
Civil de la Presidencia, p. 16; NDLV, p. 75 y tp.
. Rafael Berbín emprende un proyecto privado en Puerto Cabello,
p. 16.
. La familia Berbín Farías se muda a Puerto Cabello y se radica
en Rancho Grande, FDV, p. 14.
.
.....................
..................... CRONOLOGÍA
de Jaime Lusinchi, pp. 17-18.
. Muere en Caracas Rafael Berbín Caraballo, p. 18; NDLV, pp.
76-78 y PMCR, pp. 33-34.
. Se publica por primera vez «Familia y Democracia en versos»
una recopilación de las poesías de Rafael Berbín Caraballo, p. 7.
. Se publica por primera vez «Notas de la Vida», una serie de
escritos de Delia Farías de Berbín que relatan su vida y la de su
esposo, Rafael Berbín Caraballo, p. 7.
. En ocasión de la conmemoración de los veinte años de la muer-
te de Rafael Berbín Caraballo se publica «Dos vidas, una his-
toria», un libro que compendia las dos publicaciones anteriores,
NDLV, p. 7.
. Muere en Carrizal a los noventa y dos años de edad Delia Farías
de Berbín, honorable viuda de Rafael Berbín Caraballo, NDLV,
p. 112.
. Se conmemora el Centenario de Rafael Berbín con la publicación
de la «Colección Centenario Rafael Berbín Caraballo».
..
..
..
.
ANDRADE, Ignacio, 24 CAMACHO, José, 35
.....................
70
HERRERA CAMPINS, Luis, 38
BERVÍN FARÍAS, Rafael, 8
HOBBES, Thomas, 47
BETANCOURT, Rómulo, 13, 17, 25, 26, 28,
JUAN PABLO II, 24
29, 31, 32, 33, 35, 37, 38, 40
BLANCO, Andrés Eloy, 26, 35 KEYNES, John, 35
BOLÍVAR, Simón, 21, 44, 46 LARRAZÁBAL, Wolfgang, 28, 29
BURELLI RIVAS, Miguel, 34 LEARY, Mark, 52
74 CALDERA, Rafael, 26, 28, 29, 34, 40 LEONI, Raúl, 16, 17, 29, 31, 33, 34, 71
LÓPEZ CONTRERAS, Eleazar, 26 PIÑERÚA ORDAZ, Luis, 17, 37, 38, 72 75
LUSINCHI, Jaime, 37, 73 PLATÓN, 23