La Hematopoyesis

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Hematopoyesis

La hematopoyesis es la formación de las células sanguíneas. En condiciones


normales existe una coordinación entre su formación y su destrucción. Los
hematíes viven una media de 120 días, los granulocitos 6 a 8 horas, y las
plaquetas 7 a 10 días, mientras que los linfocitos pueden tener una vida muy
prolongada, algunos sobreviven años. Para mantener unas cifras normales
de células sanguíneas es necesario que se estén produciendo
constantemente células nuevas. En la fase embrionaria las células
hematopoyéticas derivan del mesénquima primitivo (saco vitelino) y de la
región aortagonadal-mesonefros (AGM). A partir de la sexta semana de vida
intrauterina, la hematopoyesis tiene lugar en el hígado, bazo y timo,
persistiendo hasta el décimo mes, aunque a lo largo de toda la vida existe
una pequeña capacidad hematopoyética, que en circunstancias patológicas
es capaz de expresarse, como en la metaplasia mieloide hepatoesplénica..

En el adulto, la hematopoyesis tiene lugar en la médula ósea localizada en


los huesos planos del esqueleto axial (cráneo, costillas, esternón, vértebras y
pelvis) y en algunas epífisis de los huesos largos (fémur, húmero). La
cantidad de médula hematopoyética varía a lo largo de los años, siendo al
comienzo de la edad adulta un 75% del total de la celularidad medular, y
descendiendo hasta un 25% en la vejez, donde la grasa medular aumenta
hasta un 75%. En la médula ósea se pueden distinguir varios
compartimentos morfológico-funcionales .

Funciones de la hematopoyesis
Las células sanguíneas viven por muy poco tiempo, en promedio varios días
o incluso meses. Este tiempo es relativamente breve, por lo que deben
producirse células sanguíneas de manera constante.
En un adulto sano, la producción puede alcanzar unas 200.000 millones de
eritrocitos y 70.000 millones de neutrófilos. Esta producción masiva tiene
lugar (en los adultos) en la médula ósea y recibe el nombre de
hematopoyesis. El término deriva de las raíces hemat, que significa sangre
y poyesis que significa formación.
Los precursores de los linfocitos también tienen su origen en la médula
ósea. No obstante, estos elementos dejan casi inmediatamente la zona y
migran hasta el timo, donde llevan a cabo el proceso de maduración –
denominado linfopoyesis.
Del mismo modo, existen términos para describir de manera individual la
formación de los elementos sanguíneos: eritropoyesis para los eritrocitos y
trombopoyesis para las plaquetas.
El éxito de la hematopoyesis depende principalmente de la disponibilidad de
elementos esenciales que actúan como cofactores en procesos
indispensable,s como la producción de proteínas y de ácidos nucleicos. Entre
estos nutrientes encontramos las vitaminas B6, B12, ácido fólico, hierro,
entre otros.

Fases
Fase mesoblástica
Históricamente, se creía que todo el proceso de hematopoyesis tenía lugar
en los islotes sanguíneos del mesodermo extraembrionario en el saco
vitelino.
Hoy en día, se conoce que solo los eritroblastos se desarrollan en dicha
zona, y que las células troncales hematopoyéticas o stem cells surgen en
una fuente cercana a la aorta.
De esta manera, las primeras evidencias de hematopoyesis se pueden
rastrear hasta el mesénquima del saco vitelino y del pedículo de fijación.
Las células troncales se ubican en la región hepática, aproximadamente a la
quinta semana de gestación. El proceso es transitorio y finaliza entre la sexta
y la octava semana de gestación.

Fase hepática
A partir de la cuarta y la quinta semana del proceso de gestación empiezan
a aparecer eritoblastos, granulocitos y monocitos en el tejido hepático del
feto en desarrollo.

El hígado es el órgano principal de la hematopoyesis durante la vida del feto,


y logra mantener su actividad hasta las primeras semanas del nacimiento del
bebé.

En el tercer mes del desarrollo del embrión, el hígado alcanza su punto


máximo en cuanto a la actividad de la eritropoyesis y la granulopoyesis. Al
finalizar esta etapa breve, estas células primitivas desaparecen en su
totalidad.

En el adulto es posible que la hematopoyesis en el hígado se active de


nuevo, y se habla de hematopoyesis extramedular.

Para que ocurra este fenómeno, el cuerpo tiene que enfrentar ciertas
patologías y adversidades, como las anemias hemolíticas congénitas o los
síndromes mieloproliferativos. En estos casos de extrema necesidad, tanto el
hígado como el vaso pueden retomar su función hematopoyética.

Órganos secundarios en fase hepática


Posteriormente, ocurre el desarrollo megacariocítico, aunado a la actividad
esplénica de la eritropoyesis, granulopoyesis y linfopoyesis. También se
detecta actividad hematopoyética en los ganglios linfáticos y en el timo, pero
en menor grado.

Se observa una disminución de manera gradual de la actividad esplénica y


con esto acaba la granulopoyesis. En el feto, el timo es el primer órgano
que forma parte del sistema linfático en desarrollarse.

En algunas especies de mamíferos, puede demostrarse la formación de


células sanguíneas en el bazo, durante toda la vida del individuo.
Fase mieloide

Cercano al quinto mes de desarrollo, los islotes ubicados en las células


mesenquimáticas empiezan a producir células sanguíneas de todos los tipos.

La producción medular inicia con la osificación y con el desarrollo de médula


en el interior del hueso. El primer hueso en exhibir actividad hematopoyética
medular es la clavícula, seguido de la rápida osificación del resto de los
componentes del esqueleto.

Se observa un aumento de la actividad en la médula ósea, generando una


médula roja en extremo hiperplásica. A mediados del sexto mes la médula
se convierte en el sitio principal de la hematopoyesis

ERITROPOYESIS
Surgen dos tipos de células progenitoras
unipotenciales de la CFU-GEMM:
1. Unidades formadoras eritrocíticas explosivas
(BFU-E)
2. Unidades formadoras de colonias eritrocíticas
(CFU-E)
Cuando la cantidad circulante de glóbulos rojos es baja, el riñón produce
una elevada concentración de eritropoyetina que activa a las CFU-GEMM
para que se diferencien en BFU-E, las cuales experimentan actividad
mitótica y forman un gran número de CFU-E, el cual forma el primer
precursor de eritrocitos identificable:
proeritoblasto.
Proeritroblasto: núcleo redondo, red de
cromatina: fina, mitosis. Citoplasma grisazul agrupado en la periferia
Eritroblasto basófilo: núcleo igual que el anterior pero la red de cromatina
es más gruesa; mitosis. Citoplasma similar al anterior pero con fondo
ligeramente rosado.
Eritroblasto policromatófilo: núcleo redondo, tinción densa, red de
cromatina muy densa; mitosis.
Citoplasma rosa amarillento en un fondo azulado.
Eritroblasto ortocromatófilo: núcleo pequeño, redondo, denso, excéntrico
o elongado, sin mitosis. Se le puede observar expulsando el núcleo.
Citoplasma rosa en un fondo azulado claro.
Reticulocito: sin núcleo. Igual que el eritrocito maduro.
Eritrocito: sin núcleo. Citoplasma rosa
GRANULOCITOPOYESIS
Los tres tipos de granulocitos derivan de sus propias células madre.
Cada una de estas células madre es un descendiente de la célula madre
pluripotencial CFU-GEMM.
Por consiguiente la CFU-Eo, del linaje de los eosinófilos, y la CFU-Ba , del
linaje de los basófilos, sufren división celular y dan lugar a la célula precursora
o mieloblasto.
Los neutrófilos se originan en la célula madre bipotencial, CFU-GM, cuya
mitosis produce dos células madre unipotenciales, CFU-G(de la línea de los
neutrófilos) y CFU-M (del linaje de los monocitos).
Los mieloblastos son precursores de los tres tipos de granulocitos.
Los mieloblastos se dividen por mitosis y crean promielocitos que a su
vez, se dividen para formar mielocitos. Es en la etapa de mielocito cuando
se encuentran gránulos específicos y pueden reconocerse las tres líneas de
granulocitos
MONOCITOPOYESIS
Los monocitos comparten sus células bipotenciales con los neutrófilos.
La CFU-GM sufre mitosis y da lugar a CFU-G y CFU-M (monoblastos).
La progenie de CFU-M son los promonocitos, que tienen un núcleo en
forma de riñón localizado en forma acéntrica.
En el transcurso de un día o dos , los monocitos recién formados
penetran en espacios del tejido conjuntivo del cuerpo y se diferencian en
macrófagos.
FORMACIÓN DE PLAQUETAS
El progenitor unipotencial de plaquetas, CFU-Meg, da lugar a una célula
muy grande, el megacarioblasto, cuyo núcleo único tiene varios lóbulos.
El megacarioblasto se someten a endomitosis, en la cual no se divide la
célula, sino se torna más grande y el núcleo se vuelve poliploide, hasta 64N.
Los megacarioblastos se diferencian en megacariocitos,
que son células grandes, cada una con un núcleo lóbulo único.
Cada megacariocito puede formar varios miles de plaquetas (trombocitos)
LINFOPOYESIS
La célula madre pluripotencial CFU-Ly forma las dos células progenitoras
uipotenciales CFU-LyB y CFU-LyT.
CFU-LyB en médula ósea da origen a los linfocitos B con capacidad
inmunitaria, que expresan marcadores de superficie específicos, incluidos
los anticuerpos.
CFU-LyT se somete a mitosis y forman células T con capacidad
inmunitaria que se desplazan a la corteza del timo en donde proliferan,
maduran y comienzan a expresar marcadores de
superficie celular.

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