Alteraciones de Aceite Vegetal en Procesos de Fritura
Alteraciones de Aceite Vegetal en Procesos de Fritura
Alteraciones de Aceite Vegetal en Procesos de Fritura
Dentro de las propiedades químicas a las que se hace seguimiento en los aceites se destacan
los índices de acidez, saponificación, yodo, y peróxido, así como el contenido de materiales
insolubles y compuestos polares totales. El índice de acidez índica el grado de hidrólisis que
sufrió el aceite durante el proceso de fritura. La presencia de ácidos grasos en el aceite
disminuye el punto de humo del aceite y favorece el oscurecimiento; mientras que los demás
productos hidrolíticos no modifican la coloración del aceite.
El índice de peróxido permite identificar de forma indirecta el grado de oxidación del aceite
antes de la evaluación organoléptica. En las primeras etapas de oxidación se producen
hidroperóxidos, aún en condiciones de almacenamiento, indicador de descomposición en el
aceite fresco. En el caso de los ACUs, el índice de peróxido puede variar significativamente, y
disminuir con el tiempo de freído debido a la transformación continua de los hidroperóxidos
en aldehídos, cetonas, entre otros [73].
Producción de ACUs
La producción de ACUs a nivel mundial varía de acuerdo a las costumbres gastronómicas del
país y a su población, tal como se presenta en la Tabla 1-1.
Según estos reportes, los mayores productores anuales per cápita son Irlanda, Estados Unidos
e Inglaterra.
CANTIDA
Relación
D
PAÍS FUENTE ACEITE DE COCINA USADO Habitantes - producción
(millones
(kg/hab. Año)
t/año)
Irlanda Colza 0.15 4593100 33.31
Estados Unidos Soja 10 316017000 31.64
Inglaterra Soja y Cañóla 1.6 53012456 30.18
Malasia Palma 0.5 29628392 16.88
Japón Soja, Palma, y grasa animal 0.57 126919659 4.49
Canadá Grasa animal y Cañóla 0.12 33476688 3.58
China Grasa animal y aceite de ensalada 4.5 1339724852 3.36
Taiwán Soja, Palma y manteca de Cerdo. 0.07 23476640 2.98
Unión Europea Colza y Girasol 1 508191116 1.97
Comparativamente, China y la Unión Europea presentan consumos per capita más bajos aun
cuando su población es la más alta respecto a los regiones evaluadas. Debido a los altos
volúmenes generados, estos residuos representan un gran desafío de manejo y disposición
final para las ciudades y grandes centros urbanos alrededor del mundo. En Colombia, la
situación no es muy diferente pues el consumo anual de aceite vegetal estimado para el 2016
es alrededor de 1598,9 miles de toneladas [12]. Si se considera que cerca del 30% del aceite
consumido se desecha como aceite de cocina usado [13], se puede estimar una generación de
ACUs de alrededor de 479 mil toneladas anuales y un consumo per cápita de alrededor de 10
kg/año. Estos grandes volúmenes de desechos se convierten en una gran problemática para la
capital del país pues, según estudios socio-económicos [34], el 47% de los establecimientos de
comidas del país se encuentran localizados en la ciudad de Bogotá. En la Tabla 1-2 se presenta
una clasificación y caracterización del tipo de establecimientos que ofrecen servicios de
comida en la ciudad de Bogotá.
En Colombia, los ACUs generados en la ciudad (alrededor del 4%) se utiliza para la elaboración
de alimentos para animales o en la producción de biodiésel. En particular, el uso como
alimento para animales representa un riego para la salud pública, pues estos aceites acumulan
los subproductos tóxicos generados durante la cocción, los cuales son posteriormente
transferidos a los humanos a través del consumo de carnes o lácteos. Las consecuencias
negativas en la salud pública a través del consumo indirecto han sido verificadas [44]. Como
consecuencia de esto, el uso de los ACUs como alimento animal está prohibido en Europa,
debido al riego de trasmitir priones generadores de la enfermedades neurológicas (e. g.
enfermedad de las vacas locas) [45].
C ARACTERÍSTICAS QUÍMICAS
Los aceites vegetales y las grasas animales, además de ser fuentes significantes de
energía, tienen otras importantes funciones vitales, como ser constituyentes de
estructuras celulares y contribuir como vehículo para absorción de vitaminas
liposolubles y minerales (Lamela, 2005). Un aspecto importante para tener éxito en la
formulación de raciones para pollos de engorde, es el conocimiento de la
concentración energética de diferentes fuentes de lípidos, permitiendo aportar
suficiente energía para que las aves expresen su potencial genético en un mejor
comportamiento productivo (Mack, 2005). El objetivo de este estudio fue investigar el
efecto de la sustitución de grasa de fritura por aceite vegetal y la concentración de
energía en dietas, sobre el comportamiento productivo de pollos de
engorde(Salinas-Chavira et al., 2016).
En rumiantes son de uso común las grasas inertes, mal llamadas protegidas o by-pass, que
engloban aquellos productos caracterizados por tener un efecto inhibitorio mínimo sobre los
microorganismos del rumen. Actualmente se comercializan dos tipos: las grasas cálcicas y las
grasas parcialmente hidrogenadas.