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Cuaresma - Domingo de Ramos

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CUARESMA

¿Qué es la cuaresma?
La Cuaresma es el tiempo litúrgico de
conversión, que marca la Iglesia para
prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es
tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados
y de cambiar algo de nosotros para ser mejores
y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma dura 40 días; comienza el
Miércoles de Ceniza y termina antes de la
Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo.
A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el
ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión,
de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.
La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo
de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia.
Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica
penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse un
espíritu penitencial y de conversión.
¿Cómo vivir la Cuaresma?
1. Arrepintiéndome de mis pecados y confesándome
Pensar en qué he ofendido a Dios, Nuestro Señor, si me duele haberlo ofendido, si realmente estoy
arrepentido. Éste es un muy buen momento del año para llevar a cabo una confesión preparada y de
corazón. Revisa los mandamientos de Dios y de la Iglesia para poder hacer una buena confesión. Ayúdate
de un libro para estructurar tu confesión. Busca el tiempo para llevarla a cabo.
2. Luchando por cambiar
Analiza tu conducta para conocer en qué estás fallando. Hazte propósitos para cumplir día con día y revisa
en la noche si lo lograste. Recuerda no ponerte demasiados porque te va a ser muy difícil cumplirlos todos.
Hay que subir las escaleras de un escalón en un escalón, no se puede subir toda de un brinco. Conoce cuál
es tu defecto dominante y haz un plan para luchar contra éste. Tu plan debe ser realista, práctico y concreto
para poderlo cumplir.
3. Haciendo sacrificios
La palabra sacrificio viene del latín sacrum-facere, que significa "hacer sagrado". Entonces, hacer un
sacrificio es hacer una cosa sagrada, es decir, ofrecerla a Dios por amor. Hacer sacrificio es ofrecer a Dios,
porque lo amas, cosas que te cuestan trabajo. Por ejemplo, ser amable con el vecino que no te simpatiza
o ayudar a otro en su trabajo. A cada uno de nosotros hay algo que nos cuesta trabajo hacer en la vida de
todos los días. Si esto se lo ofrecemos a Dios por amor, estamos haciendo sacrificio.
4. Haciendo oración
Aprovecha estos días para orar, para platicar con Dios, para decirle que lo quieres y que quieres estar con
Él. Te puedes ayudar de un buen libro de meditación para Cuaresma. Puedes leer en la Biblia pasajes
relacionados con la Cuaresma.

AYUNO Y ABSTINENCIA
Es una doctrina tradicional de la espiritualidad Cristiana que es un componente del
arrepentimiento, de alejarse del pecado y volverse a Dios, incluye alguna forma de penitencia,
sin la cual al Cristiano le es difícil permanecer en el camino angosto y ser salvado ( Jer 18:11,
25:5; Ez 18:30, 33:11-15; Jl 2:12; Mt 3:2; Mt 4:17; He 2:38 ). Cristo mismo dijo que sus
discípulos ayunarían una vez que Él partiera ( Lc 5:35 ). La ley general de la penitencia, por
ello, es parte de la ley de Dios para el hombre.
La Iglesia por su parte ha especificado ciertas formas de penitencia, para asegurarse de que los católicos
hagan algo, como lo requiere la ley divina, y a la vez hacerle más fácil al católico cumplir la obligación.
El Código de Derecho Canónico de 1983 especifíca las obligaciones de los católicos de Rito Latino
(Los católicos de Rito Oriental tienen sus propias prácticas penitenciales como se especifica en
el Código Canónico de las Iglesias Orientales).
Canon 1250 En la Iglesia universal, son días y tiempos penitenciales todos los viernes del año y el
tiempo de cuaresma.
Canon 1251 Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la
abstinencia de carne o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y
abstinencia se guardarán el Miercoles de Ceniza y el Viernes Santo.
Canon 1252 La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años; la del ayuno, a todos
los mayores de edad, hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años. Cuiden sin embargo los pastores
de almas y los padres de que también se formen en un auténtico espíritu de penitencia quienes, por no
haber alcanzado la edad, no están obligados al ayuno o a la abstinencia.
Canon 1253 La Conferencia Episcopal puede determinar con más detalle el modo de observar el ayuno
y la abstinencia, así como sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por
obras de caridad y prácticas de piedad.
La Iglesia tiene por lo tanto, dos formas oficiales de prácticas penitenciales - tres si se incluye el ayuno
Eucarístico de una hora antes de la Comunión.
Abstinencia: La ley de abstinencia exige a un Católico de 14 años de edad y hasta su muerte, a
abstenerse de comer carne los Viernes en honor a la Pasión de Jesús el Viernes Santo. La carne es
considerada carne y órganos de mamíferos y aves de corral. También se encuentran prohibidas las
sopas y cremas de ellos. Peces de mar y de agua dulce, anfibios, reptiles y mariscos son permitidos, así
como productos derivados de animales como margarina y gelatina sin sabor a carne.
LOS SÍMBOLOS EN LA CUARESMA
• La ceniza: “Convertíos a mí de todo corazón” (Jl 2,12).
• La Cruz: “El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se
venga conmigo” (Lc 9, 23).
• El Ayuno solidario: “Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán” (Mt 9,
15).
• El camino: “Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y
le dijo: “Sígueme” (Lc 5,27).

¿Qué celebramos el Domingo de Ramos?


Con el Domingo de Ramos comienza la Semana
Santa. En esta ocasión se recuerda la entrada
triunfal de Jesús en Jerusalén en medio de una
multitud que lo aclamó como el Mesías.
Si bien este año las circunstancias son especiales
por la pandemia del coronavirus COVID-19, el
Domingo de Ramos se caracteriza por la bendición
de las palmas, la procesión, la Misa y la lectura del
relato de la Pasión durante la Eucaristía.
Además, se entrecruzan las dos tradiciones litúrgicas que han dado origen a esta celebración: la de
Jerusalén y la de Roma.
En la tradición litúrgica de Jerusalén se recuerda el gesto profético de Jesús siendo aclamado al
ingresar como Rey de Paz y el Mesías y después condenado para el cumplimiento de las profecías.
El Evangelio de San Mateo narra que la gente alfombraba el camino por el que pasaría Cristo
y gritaba: "Bendito el que viene como Rey en nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en lo
alto".
Los fieles que participan en la procesión, tradición que data del siglo IV en Jerusalén, deben
llevar en las manos ramos de palma, olivos u otros árboles, y entonar cantos adecuados. Los
sacerdotes y los ministros, llevando también ramos, deben marchar delante del pueblo.
La bendición de los ramos y palmas tiene lugar antes de la procesión. También se debe instruir
a los fieles cristianos a que conserven en sus casas, junto a las cruces o cuadros religiosos, los
ramos bendecidos como recuerdo de la victoria pascual del Señor Jesús.
La segunda tradición litúrgica es la de Roma, la cual nos invita a entrar conscientemente en la
Semana Santa de la Pasión gloriosa y amorosa de Cristo, anticipando la proclamación del
misterio en el Evangelio de Mateo (26:14-27:66).
Para el bien espiritual de los fieles, conviene que se lea por entero la narración de la Pasión y
que no se omitan las lecturas que la preceden. Terminada la lectura de la Pasión no debe
omitirse la homilía.
SÍMBOLOS DEL DOMINGO DE RAMOS
1. La reunión. El primer signo es el de una reunión inhabitual en el exterior de la iglesia . Es
una convocatoria de los fieles que debe resaltar por su carácter festivo y popular.
2. El desarrollo. A diferencia de otros domingos, el de Ramos tiene un desenvolvimiento
original y pedagógico para introducir en la dinámica del misterio pascual: bendición de los
ramos, proclamación de la entrada solemne en Jerusalén, procesión a la iglesia, lectura de la
pasión, para terminar en la Eucaristía del Resucitado.
3. Los ramos. Como indican las oraciones de bendición, los
ramos son destinados ante todo a festejar a Cristo Rey y a aclamar
el triunfo de Cristo. Habría que resaltar con algún gesto festivo,
por ejemplo levantando los ramos uniformemente en algunos
momentos del canto, su significado de aclamación. El altar o la
cruz podrían estar adornados con algunos ramos.
4. La cruz. En torno a ella se reúnen los fieles. Podría ser una cruz grande, artística, bella, que
sería llevada por varias personas, adultos y niños.
5. La procesión. Es una de las raras veces que este gesto
colectivo se propone a los cristianos en domingo. Si no es
posible realizar la procesión con toda la asamblea, al
menos debe hacerse en alguna representación de sus
componentes: niños, jóvenes, adultos, ancianos,
religiosas, etc. Es la procesión litúrgica más significativa
de toda la Semana Santa .
6. La Pasión. Es parte muy importante de la celebración. Puede ayudar a su recta proclamación
la diversidad de lectores, las diferentes actitudes de la asamblea (sentados de pie, inclinados, de
rodillas), las aclamaciones cantadas en algunas partes, incluso donde sea posible, los distintos
lugares de lectura: ambón, altar, junto a la cruz.

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