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Laudo Arbitral
Este documento resume un caso legal sobre la nulidad de un procedimiento de conciliación y arbitraje laboral. El Tribunal Supremo falló a favor de la Caja Petrolera de Salud al revocar el fallo de una corte inferior y declarar que el juez de trabajo solo tiene competencia para la ejecución de laudos arbitrales, no para revisar su validez. El laudo arbitral tiene el carácter de sentencia ejecutoriada una vez concluido el proceso administrativo de conciliación y arbitraje.
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Este documento resume un caso legal sobre la nulidad de un procedimiento de conciliación y arbitraje laboral. El Tribunal Supremo falló a favor de la Caja Petrolera de Salud al revocar el fallo de una corte inferior y declarar que el juez de trabajo solo tiene competencia para la ejecución de laudos arbitrales, no para revisar su validez. El laudo arbitral tiene el carácter de sentencia ejecutoriada una vez concluido el proceso administrativo de conciliación y arbitraje.
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SALA SOCIAL Y ADMINISTRATIVA LIQUIDADORA
AUTO SUPREMO Nº 067/2013
EXPEDIENTE: S.796/2008 PARTES: Caja Petrolera de Salud c/ Inspector del Trabajo y miembros del Tribunal Arbitral PROCESO: Nulidad de Procedimiento de conciliación, arbitraje y laudo arbitral DISTRITO: Cochabamba ******************************************************************************************* *** VISTOS: El recurso de casación de fojas 343 a 346, interpuesto por Rodolfo Marañon Ponce y Ever Rolando Vila Rivera en representación legal de la Caja Petrolera de Salud, del Auto de Vista Nº 355/2008 de 13 de noviembre de 2008 de fojas 337 a 339 y vuelta, pronunciado por la Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba, dentro del proceso de nulidad de procedimiento de conciliación, arbitraje y laudo arbitral seguido por la Caja Petrolera de Salud contra el Inspector del Trabajo y miembros del Tribunal Arbitral, José Tardío Marín, Cesar Vladimir Villarroel Franco, Rosa Margarita Montán de Quiroga y Víctor Hugo Ugarte Sejas, el memorial de contestación, los antecedentes del proceso, y CONSIDERANDO I: Que tramitado el proceso de nulidad de procedimiento de conciliación, arbitraje y laudo arbitral, la Jueza de Partido Primero del Trabajo y Seguridad Social del Distrito Judicial de Cochabamba, emitió el Auto de 20 de septiembre de 2006 (fojas 303 a 305), declarando sin lugar a la excepción previa de IMCOMPETENCIA interpuesta por el señor Víctor Hugo Ugarte Sejas en su condición de miembro del Tribunal Arbitral. En grado de apelación, la Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba, emitió el Auto de Vista Nº 355/2008 de 13 de noviembre del 2008 (fojas 337 a 339 y vuelta), REVOCANDO el Auto de 20 de septiembre de 2006 y deliberando en el fondo declara PROBADA la excepción previa de incompetencia interpuesta por el señor Víctor Hugo Ugarte Sejas en su condición de Miembro del Tribunal Arbitral, en base al siguiente argumento de orden legal: El artículo 218 del Código Procesal del Trabajo determina que los laudos arbitrales comportan una verdadera Sentencia y que serán ejecutados por la judicatura laboral en los mismos términos que una Sentencia judicial ejecutoriada es decir, no existe otra instancia legal ordinaria para su revisión, en esa misma línea señala la Sentencia Constitucional 0041/2005-R de 10 de enero de 2005. Que, contra el referido Auto de Vista, Rodolfo Marañon Ponce y Ever Rolando Vila Rivera en representación legal de la Caja Petrolera de Salud, interpusieron recurso de casación, cursante a fojas 343 a 346 en el que acusan: Refieren que no acudieron ante la Judicatura Laboral en procura de la tutela de sus derechos sino observando el procedimiento conciliatorio arbitral, buscando la nulidad no solo del laudo arbitral sino de las actuaciones previas a la resolución, porque se realizaron en una ilegal y errónea aplicación de las normas laborales. Manifiestan que el sustento legal de la Sentencia Constitucional Nº 1672/2003- R de 24 de noviembre de 2003 no fue comprendida por el Tribunal de Apelación con la claridad y coherencia como fue comprendida por el Tribunal A quo. Agregan que se tergiversó la demanda, porque de una demanda de nulidad de procedimiento conciliatorio arbitral y laudo arbitral, la convirtieron en una demanda de nulidad de laudo, pretendiendo en base al significado que da el diccionario de Derecho Usual de Guillermo Cabanellas, intentando excluir lo dispuesto por el artículo 61 del Código Adjetivo Laboral. Refieren que el Auto de Vista Nº 355/2008 efectuó una errónea interpretación del artículo 43 inciso b) con relación al artículo 61 del Código Procesal del Trabajo, el artículo 152 numeral 2 de la Ley de Organización Judicial y violación del artículo 44 de la Ley Nº 1836 por haber omitido el carácter vinculante y obligatorio de la Sentencia Constitucional Nº 1672/2003 de 23 de noviembre de 2003. Añade que la Sentencia Constitucional Nº 1672/2003-R de 24 de noviembre de 2003 también es obligatoria y de carácter vinculante para el Tribunal Constitucional y que así emerjan nuevas Sentencias Constitucionales posteriores, éstas no hacen desparecer la primera que se encuentra al igual que las posteriores dotada de obligatoriedad y efecto vinculante. Finaliza el memorial pidiendo se CASE el Auto de vista recurrido y declare improbada la excepción de incompetencia opuesta por Víctor Hugo Ugarte Sejas, con costas. CONSIDERANDO II: Que así expuestos los fundamentos del recurso de casación, para su resolución es menester realizar las siguientes consideraciones: Es importante considerar que el instituto jurídico de la conciliación previsto por el artículo 105 de la Ley General del Trabajo se estableció a fin de dar soluciones a las disidencias de los trabajadores con el empleador, instaurando la conciliación ante el Inspector del Trabajo, quien dentro de las 24 horas de recibido el pliego de reclamaciones hará conocer al patrono, exigiendo a las partes a constituirse dentro de las 72 horas con dos representantes por cada lado a fin de integrar la Junta de Conciliación; en caso de no llegar a un acuerdo conciliatorio y habiendo agotado todos los esfuerzos para alcanzar la conciliación, el conflicto será resuelto por el Tribunal Arbitral que estará compuesto por un miembro por cada parte, presidido por el Director del Ministerio de Trabajo, de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 112 de la Ley General del Trabajo, el Tribunal Arbitral deberá reunirse dentro de las 48 horas de la notificación con las partes para organizarlos, posteriormente hará comparecer y escuchará a las partes procurando un avenimiento; recibirá la causa a prueba si fuere necesario, con un término máximo de 7 días y dictará laudo dentro de los 15 días posteriores. La decisión del Tribunal conforme el artículo 113 de la Ley General de Trabajo concordante con el artículo 157 del Reglamento de la Ley General del Trabajo se tomara por mayoría absoluta de votos, y será obligatoria para las partes, estas decisiones son inapelables en consideración de que los laudos arbitrales son asimilados en eficacia a los convenios colectivos y en respeto la autonomía de la voluntad de las partes. El Código Procesal del Trabajo en su Libro II, Titulo V Capítulo Tercero bajo el epígrafe: “de la ejecución de la sentencia” ha establecido un acápite especial con relación al carácter y ejecución del laudo arbitral, en su artículo 218 señalando lo siguiente: “…En virtud a que los Tribunales Arbitrales en los conflictos colectivos son de naturaleza transitoria, los laudos arbitrales por comportar verdaderas sentencias a tenor del Artículo 157 del Reglamento de la Ley General del Trabajo, serán ejecutados por la Judicatura Laboral, en los mismos términos que una sentencia social ejecutoriada y de conformidad al presente Capítulo”. En la misma línea y a fin de dar adecuada solución a los conflictos, los legisladores han previsto el artículo 219 del Código Procesal del Trabajo que dispone: “Para el efecto del Artículo anterior, los trabajadores involucrados en el Laudo Arbitral, por si o por intermedio de sus dirigentes sindicales, se apersonarán ante el Juez del Trabajo acompañando copia legalizada de dicho Laudo, pidiendo las ejecuciones del mismo.” De lo que se infiere que cuando se refiere a procesos de conciliación el Juez ordinario de Trabajo y Seguridad Social exclusivamente interviene para la ejecución y cumplimiento del laudo arbitral de la misma manera que interviene en las Sentencias judiciales ejecutoriadas. Tratándose el proceso de conciliación, arbitraje y laudo arbitral, en proceso administrativo especial ante instancia administrativa no judicial, establecido para el efecto un procedimiento y forma de realizar este proceso, en el cual no se contempla la intervención del órgano jurisdiccional. Ahora bien, se comprende por Sentencia ejecutoriada aquella susceptible de ejecutarse, que deriva del latín complere y significa llevar a efecto una orden, un deber, un encargo, un deseo, una promesa; por tanto, la Sentencia ejecutoriada lleva consigo, respecto de la autoridad responsable, el carácter de una orden y de un deber procedente. La autoridad responsable, al recibir la orden de cumplir, ha de acatar y observar el deber a su cargo, consistente en darle eficacia práctica a lo que se ordena en la ejecutoria. Entonces la realización de los efectos del laudo arbitral que tiene el carácter de una Sentencia ejecutoriada, engendra el deber de hacer cumplir para el Juez de Trabajo y Seguridad Social, porque ya no admite recurso judicial alguno, y se puede exigir el cumplimiento incidental o iniciar demanda ejecutiva. Se dice que la causa está "ejecutoriada", cuando ya han concluido todos los trámites legales produciendo además el efecto jurídico de cosa juzgada que ya causó estado, ya quedó firme, es decir que no se puede modificar, a fin de que se obtenga una situación de certeza, la ejecutoria es una de las aplicaciones del principio de eventualidad o preclusión, mediante el cual, el proceso se divide en secciones, se desarrolla por etapas y es menester, en vía de método, que el paso de un estado a otro clausure el anterior, quedando los actos procesales ya cumplidos sin posibilidad de volver sobre ellos, pues de lo contrario podrían repetirse y el proceso no lograría progreso alguno en el entendido que se debe respetar la autonomía del procedimiento arbitral fijado y, en este sentido, una concepción excesivamente amplia de la revisión judicial de los laudos supondría desnaturalizar la esencia de la institución arbitral y, en sentido más amplio, del principio de autotutela colectiva de las partes. Como el laudo arbitral no está sujeto a una instancia superior solo corresponde el cumplimiento del mismo y esa es la tarea que se otorga a la Judicatura Laboral para abrir competencia. Con referencia a que no acudieron ante la Judicatura Laboral en procura de la tutela de sus derechos sino observando el procedimiento conciliatorio, arbitral buscando la nulidad no solo del laudo arbitral sino de las actuaciones previas a la resolución, porque se realizaron en una ilegal y errónea aplicación de las normas laborales, resulta pertinente aclarar que las observaciones al procedimiento tuvieron que realizarlas en la oportunidad procesal correspondiente, es decir que no habiendo sido reclamados el procedimiento de conciliación y el procedimiento arbitral oportunamente, el error se tendrá por convalidado (principio de convalidación) y consiguientemente, precluido el derecho. Es decir, que "frente a la necesidad de obtener actos procesales válidos y no nulos, se halla la necesidad de obtener actos procesales firmes, sobre los cuales pueda consolidarse el derecho", como lo afirma el tratadista Eduardo Couture, (Fundamentos de Derecho Procesal Civil), lo que significa que si la parte que se creyere afectada no impugna mediante los recursos que la ley le franquea y deja vencer los términos de interposición, sin hacerlo, debe presumirse que la supuesta nulidad no le perjudica gravemente y que renuncia a los medios de impugnación, operándose la preclusión de su etapa procesal, no pudiendo acusar vicios de nulidad en una resolución que tiene el carácter de cosa juzgada que no se hubieren reclamado ante el Tribunal Arbitral. El artículo 43 del Código Procesal del Trabajo dispone que: “Los Jueces de Trabajo y Seguridad Social, tienen competencia para conocer en primera instancia: b) De las acciones sociales individuales o colectivas, suscitadas como emergencia de la aplicación de las leyes laborales, de los convenios, de los Laudos Arbitrales, del Código de Seguridad Social en los casos previstos en dicho cuerpo de leyes, su reglamento y demás prescripciones legales conexas a ambos…” (sic), del texto transcrito se infiere que los jueces de Trabajo y Seguridad Social tienen competencia entre otras, la de hacer cumplir la resolución del laudo arbitral; con relación al artículo 61 del Código Procesal del Trabajo que a la letra dispone: “Las controversias sociales que no tengan señalado un procedimiento especial, se tramitarán conforme al procedimiento laboral común para los procesos establecidos en este Código cualquiera que sea su naturaleza.” en el caso de autos y teniendo señalado un procedimiento especial de conciliación, arbitraje y laudo arbitral, no puede tramitarse conforme a procedimiento laboral, es decir la judicatura laboral no tiene competencia para conocer esas controversias reservando el procedimiento administrativo señalado para el efecto al Ministerio de Trabajo, extremo corroborado por el artículo 152 numeral 2 de la Ley de Organización Judicial. Considerando que el desarrollo de la jurisprudencia es dinámica y que no puede ser pétrea en virtud a que la misma se desarrolla en relación con la interpretación de la norma vinculada a la realidad de los hechos que se producen en la sociedad debiendo responder al contexto que se produce, la Sentencia Constitucional Nº 0041/2005-R de 10 de enero de 2005 vinculante con la Sentencia Constitucional Nº 1111/2006-R constituye en jurisprudencia de preferente aplicación en relación de la Sentencia Constitucional Nº 1672/2003 de 23 de noviembre de 2003. En cuanto a que se hubiera vulnerado el artículo 44 de la Ley Nº 1836 no resulta evidente pues el mismo recurrente reconoce que el Auto de Vista recurrido fundamentó su resolución en base a la Sentencia Constitucional Nº 0041/2005-R de 10 de enero de 2005. Que, en este marco legal, se concluye que el Auto de Vista recurrido se ajusta a las normas legales en vigencia y no se observa violación de norma legal alguna; al contrario, realiza una correcta interpretación y aplicación de las normas legales citadas. Por consiguiente, habiendo el Tribunal de Alzada, obrado sin incurrir en las violaciones acusadas en el recurso, corresponde resolver conforme previene el artículo 273 del Código de Procedimiento Civil, con la facultad remisiva prevista en el artículo 252 del Código Procesal del Trabajo. POR TANTO: La Sala Social y Administrativa Liquidadora del Supremo Tribunal de Justicia, con la facultad prevista en la Disposición Transitoria Octava y el numeral 1 del parágrafo I del artículo 42, ambos de la Ley del Órgano Judicial, así como del artículo 8 de la Ley Nº 212 de 23 de diciembre de 2011, declara INFUNDADO el recurso de casación de fojas 343 a 346, con costas. MAGISTRADA RELATORA: Dra. María Arminda Ríos García REGÍSTRESE, NOTIFÍQUESE Y DEVUÉLVASE. Fdo. Dra. Carmen Nuñez Villegas
Fdo. Dra. María Arminda Ríos García
Fdo. Dr. Delfín Humberto Betancourt Chinchilla
Sucre, 6 de marzo de 2013
Ante mí: Abog. Soraya Ortega Aparicio. Secretaria de Sala Social y Administrativa Liquidadora
El proceso ejecutivo en la jurisdicción de lo contencioso administrativo: Reflexiones en torno a los antecedentes y aspectos procesales resueltos por la jurisdicción de lo contencioso administrativo en procesos ejecutivos