10 Hábitos de Estudio para Aprender Mejor

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10 hábitos de estudio para aprender mejor

Los hábitos de estudio pueden presentarse de muchas formas diferentes de acuerdo con las


necesidades particulares de cada estudiante. A continuación te presentamos 10 de los más
populares:
1. Organización del tiempo
La organización del tiempo es uno de los hábitos de
estudio más recomendables. Es importante que
distribuyas apropiadamente el tiempo que dedicas a
estudiar diariamente, tomando en cuenta los períodos
de descanso, las pausas para comer y el resto de tus
compromisos diarios.
Por ejemplo, si luego de cumplir con todos tus
deberes cotidianos notas que dispones de unas cuatro
horas libres, puedes destinar dos de ellas a tu
aprendizaje.

Si estudias de manera desordenada, tus niveles de estrés aumentarán y tu


productividad disminuirá. Por ello, una organización apropiada es muy importante.
2. Tener un lugar de estudio apropiado
Si deseas garantizar los mejores resultados y la
máxima retención de la información al
momento de estudiar, debes contar con un
espacio de estudio apropiado.

Estudiar en tu café favorito o en el parque de


tu localidad puede parecer una buena idea. Sin
embargo, la cantidad de distracciones
presentes en dichos lugares influirán
negativamente en tu aprendizaje.

Lo mejor es contar con un sitio tranquilo, cómodo, silencioso, seguro y con una
iluminación apropiada en el que no seamos interrumpidos y no haya distracciones.

3. Utilizar técnicas de estudio


Las técnicas de estudio son elementos muy importantes y útiles para incrementar la
productividad, y ayudar a distribuir el tiempo de la forma más apropiada.

La técnica Pomodoro es un gran


ejemplo de ello. Este método consiste
en dividir el tiempo de estudio en
intervalos de 25 minutos llamados
Pomodoros, los cuales se encuentran
separados por descansos de cinco
minutos.
Luego de cinco Pomodoros, se toma un
descanso de 15 minutos y se inicia nuevamente. Al aplicar estas metodologías, podrás
organizar tus sesiones de estudio de forma eficiente, incrementar tu concentración y lograr
una mayor productividad.

4. Definir objetivos
Establecer objetivos es uno de los hábitos de estudio más beneficiosos. Al definir lo que se
desea lograr en un plazo de estudio determinado, resulta más sencillo cumplir con ello.
Por ejemplo, si nos proponemos aprender
una lección completa de una asignatura en
dos horas, tendremos que esforzarnos para
memorizarla totalmente en ese lapso de
tiempo.

Esto no solo mejora la capacidad de


concentración del estudiante, también
aumenta el autoestima y la autoconfianza,
ya que cumplir con nuestros objetivos nos
hace sentir bien con nosotros mismos.

5. Descartar las distracciones


Las distracciones son un gran obstáculo al momento de
estudiar. Por ello, aprender cómo hacerlas a un lado es
uno de los hábitos de estudio más beneficiosos.

Al momento de estudiar, es necesario silenciar los


teléfonos, apagar la televisión, cerrar sesión en las
redes sociales, desconectar las consolas de videojuegos
y eliminar cualquier elemento que pueda distraernos.
De esta forma, será posible enfocarse únicamente en el
aprendizaje y garantizar la máxima retención de la
información.

6. Tomar descansos programados


Los descansos son uno de los puntos más
importantes durante las sesiones de estudio.
Tomar descansos regulares y programados
ayuda a disminuir el estrés y evitar la fatiga
cerebral al permitir que la mente se alivie
por unos minutos.

Gracias a esto, es posible mantener la


disposición para aprender durante más tiempo y absorber conocimientos de forma más
eficiente.

7. Diversificar los temas de estudio


Diversificar los temas de estudio es uno de
los mejores hábitos para evadir el
cansancio y la fatiga mental, pues se evita
la monotonía.

Por ejemplo, una buena idea puede ser


llevar a cabo estudios teóricos durante
25 minutos, luego tomar un breve
descanso y proceder a hacer prácticas
durante otros 25 minutos, descansar
nuevamente y volver a repasar el contenido teórico.

8. Poner atención en clase


Si deseas obtener los mejores resultados durante
tus sesiones de estudio, será necesario que estés
atento en tus clases y saques el máximo provecho
posible a las mismas.

Asegúrate de poner atención al docente, tomar


apuntes organizados, coherentes y con buena
información, así como hacer todas las preguntas
que consideres prudentes. De esta forma, podrás
gozar de un mayor entendimiento sobre el tema
al momento de estudiar.

9. Nunca estudiar con hambre ni con sueño


Para que nuestro cerebro funcione de manera apropiada,
es necesario que le otorguemos todos los nutrientes
necesarios. Así, tendrás una mayor capacidad de
concentración y podrás retener la información con mayor
facilidad.

Por ello, es importante que evites estudiar cuando tengas


hambre, o posponer las horas del almuerzo para estudiar
por más tiempo.

Las necesidades fisiológicas influyen sobre la


capacidad de concentración del individuo. A causa de
esto, siempre debes priorizar tu alimentación y asegurarte de estar satisfecho antes de
empezar a aprender.
De la misma forma, nunca debes estudiar con sueño. La somnolencia anula la capacidad del
cerebro para concentrarse y absorber nuevos conocimientos.

A causa de ello, mantener una rutina de sueño saludable contribuye de manera notoria


al momento de desarrollar buenos hábitos de estudio.
10. Distribuye el aprendizaje apropiadamente
Distribuir el aprendizaje y ser constante con el mismo es uno de los hábitos de estudio más
eficientes.
Si estudias mucho para un examen pocos días antes del mismo, puede que lo apruebes,
pero la información desaparecerá de tu memoria poco tiempo después. Por lo tanto, en
realidad no habrás aprendido de manera apropiada.
Del mismo modo, si estudias una lección una vez y no vuelves a repasarla, la información
no permanecerá en tu cerebro por mucho tiempo.

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