Nardacchione - Resumen
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(1880-2001)
GABRIEL NARDACCHIONE
INTRODUCCIÓN
Recorrido a contramano de otras organizaciones del Movimiento Obrero: tardía
sindicalización que empezó más bien como una asociación de profesionales
liberales antiperonistas que luego de la caída de Perón, hacia la década del 60, se
masificaron y acercaron al peronismo.
“…el objetivo del artículo apunta a revisar la historia del sindicalismo docente,
intentando arribar a una sistematización socio-histórica estructurada en cinco
dimensiones: a) su relación con el Estado y con el sistema político; b) sus
reivindicaciones; c) su pertenencia jurisdiccional y su relación con el sistema
educativo; d) sus formas de organización y de acción sindical y e) sus tradiciones
ideológicas y políticas. (…) el artículo se organizará en cinco capítulos que destacan
las principales etapas de su historia: a) el origen de las asociaciones (1880-1943); b)
la influencia del peronismo (1943-1955); c) la reconstitución de las asociaciones y la
sanción del estatuto docente (1955-1966); d) la radicalización sindical y su
unificación nacional (1966-1983) y e) la reconstrucción del sindicalismo en
democracia (1983-2001).”
EL ORIGEN DE LAS ASOCIACIONES DOCENTES (1880-1943)
Desarrollo gremial débil y fragmentado en diferentes provincias hacia fines del
siglo XIX, una profesión que no tenía reconocimiento material, con salarios bajos,
pagados irregularmente e inestabilidad laboral. Mayoría de mujeres y provenientes
de la clase media-baja que se dedicaban a eso para ascender socialmente.
Sus puestos de trabajo estaban fuertemente controlados por el Estado, que los
podía reemplazar en cualquier momento sin que pudieran hacer nada.
La diferencia entre sus certificaciones, lugar y nivel de trabajo dificultaba su
asociación.
Gozaban sin embargo de gran prestigio social ya que eran vistos como letrados,
funcionarios públicos dotados de saber y autoridad que ayudaban a las personas
impartiendo conocimientos.
La asociación más grande de esta época fue la Confederación Nacional de Maestros
que tuvo presencia en Capital Federal y varias provincias. Tenían una relación
cordial con el Estado, de autonomía relativa, defensores del sistema educativo tal
cual estaba, y se limitaban a negociar salarios más que nada. Estaban políticamente
ligados al Partido Socialista.
“…las asociaciones postulaban reivindicaciones específicas: críticas en los
periódicos educativos o peticiones dirigidas a las autoridades del sistema. En
primer lugar, los funcionarios del sistema (Directores de escuela, Inspectores, etc.)
expresaban sus reclamos en revistas como "La Educación" o "El maestro popular",
o en los Congresos de las Sociedades Populares. Varios de ellos ejercieron influencia
sobre la creación o el fortalecimiento de las asociaciones docentes (…) Sus críticas y
sus propuestas alternativas generalmente se diluían dentro del sistema educativo.
(…) eran más de orden pedagógico (flexibilización de la relación maestro-alumno) o
estructurales del sistema (…), que de orden sindical.”
Estaban en una dicotomía entre apoyarse en sectores de la sociedad para
aumentar la fuerza de sus reclamos o no hacerlo para no comprometer su
autonomía política. Por esto el Estado podía generalmente doblegar sus reclamos.
LA INFLUENCIA DEL GOBIERNO PERONISTA SOBRE LOS SINDICATOS (1943-1955)
El peronismo intervino al CNE para centralizar la gestión educativa en el nuevo
Ministerio de Educación, creo un sindicato nacional único al cual los docentes
debían afiliarse para acceder a derechos y mejoras laborales. Hubo suspensiones y
persecuciones de militantes de las asociaciones, presión para afiliar a los docentes
al PJ. No obstante, la intervención que suscitó más controversia fue la sanción del
Estatuto de los Docentes "del General J.D. Perón" (por Decreto 28719/47,
posteriormente por Ley Parlamentaria 9/54). Aunque introducía la carrera
docente, lo cual daba estabilidad a sus miembros, la medida fue rechazada
firmemente por la mayoría de los docentes.
El colectivo docente se volvió reaccionario defendiendo el modelo liberal-
normalista de la educación tradicional fundado con la ley 1.420.
“La introducción de la educación religiosa en las escuelas públicas y la influencia
creciente de la Iglesia reforzaron las reivindicaciones liberales a favor de la
neutralidad religiosa en el seno del sistema educativo.”
LA SANCION DEL ESTATUTO Y EL AUGE DE LOS SINDICATOS DOCENTES (1955-
1966)
Restauración de las estructuras y valores tradicionales de los docentes, el
normalísmo-liberal, pero con una transformación de sus asociaciones sindicales al
sancionarse el estatuto docente y consolidar los derechos laborales que había
tenido con el peronismo.
Estatuto docente Ley 14473/58 cimento la profesionalización docente, su
organización gremial y mejoro su estándar de vida: “El Estatuto se ligaba: a) al
funcionamiento del sistema educativo y b) a los derechos laborales docentes. En el
primer caso, se aprobó la participación docente dentro de la administración escolar
(Juntas de evaluación y de disciplina), el mejoramiento de las condiciones
pedagógicas y los principios democráticos que guiaban la relación maestro-
alumno, la institucionalización de la carrera docente (mediante criterios
profesionales y no políticos), el acceso y la promoción al cargo docente por
concurso (con publicación de candidaturas) y la estabilidad del cargo docente
(según el criterio de concentración de funciones). En el segundo caso, se favoreció
la libre agremiación sindical, la actualización anual de los salarios y de las
jubilaciones, los suplementos por antigüedad, el derecho al cambio de función sin
reducción salarial, el derecho al perfeccionamiento profesional mediante licencias
para formación y un año sabático cada 10 años, el derecho a la ausencia por
enfermedad y a las vacaciones pagas.”
“Durante este período comenzó la transformación de las asociaciones en
sindicatos. Las reivindicaciones, ligadas al perfeccionamiento del sistema y a la
estricta defensa de la situación profesional-docente, se tradujeron en defensa de
los derechos del sector. El modelo de organización y de acción sindical abandonó la
pura reivindicación pedagógico-educativa. La meta de sus organizaciones se
organizó alrededor de la defensa de los derechos docentes, beneficiados por la
sanción del Estatuto.”
LA RADICALIZACION SINDICAL, EL PROCESO DE UNIFICACION NACIONAL Y LA
REPRESION POLITICA (1966-1983)
Se perfilan dos orientaciones en entre los docentes: profesionalistas y sindicalistas.
Esto en el marco de una coyuntura de extrema radicalización política a fines de los
60’ y principios de los 70’, bajo el imperio de la dictadura de la Revolución
Argentina.
“La unidad en la acción significaba actuar en conjunto contra el régimen militar de
J.C. Onganía y su reforma educativa. Tanto para liberales-democráticos como para
grupos de izquierda, dicha unidad era necesaria. Había acuerdo sobre las
reivindicaciones salariales, estatutarias, jubilatorias y de defensa de la escuela
públicaix. No obstante, había desacuerdo con relación al ritmo que tenía que tener
el proceso de unidad.”
La tendencia a la unificación era inevitable: “La radicalización de los actores y la
aceleración de los tiempos políticos (con una dictadura que abandonaba el
escenario) condujeron al proceso definitivo de unidad sindical. El primer Congreso
de Unidad, convocado para agosto de 1973 en Huerta Grande (Córdoba), agrupó
100 organizaciones de todo el país.”
Se paso del docente como profesional del conocimiento al docente como
trabajador de la educación: “Existían acuerdos y diferencias. Los acuerdos se
referían a las cuestiones pedagógico-educativas. Allí, dos definiciones dogmáticas
compartidas ubicaron a la educación como un derecho social y al Estado como
garante del cumplimiento de dicho derecho: "la educación única, común,
obligatoria, gratuita, científica y no dogmática" y "la responsabilidad
imprescriptible, delegada, e inalienable del Estado sobre la educación". Por otra
parte, las diferencias se referían a las posiciones políticas y sindicales. En cuanto a
la relación con la actividad política, se pasó de la idea de "no admitir ningún tipo de
actividad política de partido" a "garantizar, en la actividad sindical, una separación
absoluta con cualquier tipo de actividad política". En cuanto a la participación en la
administración escolar, se pasó de una participación en tanto individuos a una
participación como organizaciones. Sobre la solidaridad sindical, se determinó que
"todo conflicto de una organización de base debe ser asumido por la organización
nacional".”
En lo que concierne a la organización, gano el sector profesionalista al imponer el
modelo de confederación, separada de la CGT y el gremialismo peronista. Hacia
adentro también se garantizó la “democracia sindical” desechando el clásico
modelo peronista de verticalismo con liderazgo fuerte.
“…el mito de la fundación de la CTERA fue forjado sobre: a) sus principios
fundamentales (tanto pedagógicos como políticos y sindicales) y b) sus formas
organizativas internas. La lucha sindical, dentro de un contexto político agitado,
añadía otros elementos que caracterizaron su modalidad de acción: el aumento
progresivo de la huelga (24, 48 y 72hs), la tendencia de sus dirigentes a no negociar
sin el apoyo de las bases y el respeto a la autonomía provincial. En otros términos,
el poder de abajo hacia arriba.”
El gobierno peronista del 73’ se manejo de la misma manera que en los años 40’,
favoreciendo a sindicato propio y presionando al resto, aunque ya no con tanta
eficacia por el desarrollo que había tenido el sector, lo que resulto en batallas
judiciales y negociaciones más equilibradas.
Este proceso fue interrumpido por la dictadura militar: “Sobre los sindicatos
hubieron dos modalidades de anulación sistemática de sus prácticas: a) a través de
la suspensión de las actividades sindicales y b) a través del terrorismo de Estado,
mediante la persecución, detención y desaparición de sus principales dirigentes. (…)
Se calcula unos 600 militantes docentes desaparecidos, y muchos sufrieron el exilio
o la suspensión de su actividad. La CTERA ya era una organización con bajos
recursos y poca capacidad organizativa. En ese marco represivo, las consecuencias
fueron devastadoras, anulando de hecho su funcionamiento, reduciéndose a una
red de defensa de los derechos humanos.”.