Atelier
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También llamado lifting japonés, es una técnica de masaje milenaria, la cual viene relacionada
con la medicina tradicional china.
Proviene de la rama Tui Na , Masaje de origen chino que usa amasar, presionar, hacer rodar,
sacudir y extender el cuerpo. El objetivo del tui na es regular el qi (energía vital) y el flujo
sanguíneo, y mejorar el funcionamiento de los tendones, los huesos y las articulaciones.
El Kobido es una técnica de masaje manual para el rostro de origen oriental de gran tradición
milenaria utilizada por los samuráis para recuperar el nivel físico, energético y mental, y
posteriormente utilizado por las emperatrices de la época para resaltar y mantener su belleza.
El masaje facial japonés tiene muchos autores e interpretaciones, por lo que es imposible tener
un patrón del todo fiel.
El KO BI DO, conocido como KOBIDO, “Masaje de la Juventud” o “Antiguo Camino de la Belleza”
nace del ANMA un antiguo sistema tradicional de terapia de masaje japonés.
Los Samuráis eran una especie de ejército creado en Japón en el siglo VIII inicialmente formada
por campesinos, destinados a sofocar revueltas y cuidar de los campos y de las fronteras.
Solamente en el siglo X es cuando empiezan a ganar poder e importancia dentro de la sociedad
japonesa.
Durante los siguientes años se produjeron innumerables conflictos entre los clanes locales No se
sabe exactamente en qué momento los Samuráis llevan para sus clanes la parte facial de la
técnica
Los Samuráis pasaron a utilizar la técnica del masaje facial para calmar la mente, potenciar su
fuerza interior y recuperarse tras las batallas. Manteniéndola en secreto muy bien guardada en
sus clanes como tradición pasando de generación en generación hasta casi finales del siglo XV.
En el año de 1472 la emperatriz Niwata Asako, esposa del emperador Go-Tsuchimikado Tennō
que reinó de 1464 hasta el año de 1500, tomó conocimiento de la técnica de masaje de los
Samuráis denominada Kobido, exigiendo aplicarlo en su familia.
Desde entonces adoptó como práctica usual este tratamiento de belleza único y exclusivo para la
familia imperial japonesa y para la élite del imperio.
Entonces solo los que trabajan aplicando el Kobido y la familia imperial son los poseedores del
conocimiento de la técnica.
Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la economía Japonesa comenzó a florecer
durante la década de 1950, el maestro de la 25ª generación de Kobido se trasladó a Ginza,
Tokio, para establecer una clínica nueva y muy exclusiva. Esta clínica se dedicó al alojamiento y
tratamiento de los ricos y famosos.
Durante la vida del maestro Ito, sólo acogió a tres aprendices. En 1990, uno de estos aprendices,
Shogo Mochizuki, comenzó a enseñar en Estados Unidos.
BENEFICIOS DEL MASAJE KOBIDO
Reduce y corrige: del mismo modo que el ejercicio reafirma y tonifica el cuerpo, el Masaje Facial
Japonés fortalece y tonifica la musculatura facial ayudando a prevenir la flacidez y las arrugas.
Ayuda: el Masaje Facial Japonés incrementa la temperatura de la piel. Eso facilita la liberación
de toxinas. Al aumentar la temperatura se activa el sistema linfático, lo que le permite transportar
y eliminar más eficientemente las bacterias y las toxinas de las células de la piel.
Regula: el Masaje Facial Japonés aumenta la capacidad de la piel para retener la hidratación
creando una barrera emoliente contra la evaporación.
Libera: el Masaje Facial Japonés libera las contracturas del tejido muscular, permitiendo una
buena irrigación sanguínea por toda la superficie del rostro. Esto aporta oxígeno y nutrientes
hasta las células de la piel. Únicamente cuando la circulación sanguínea se ve mejorada
las células de la piel pueden repararse y rejuvenecerse por sí mismas.
l Kobido se puede realizar en un futón, en una silla reclinable o en una camilla de masaje, el
ambiente debe ser tranquilo, la iluminación tenue, la temperatura agradable y, además, se puede
añadir una música relajante.
Se utilizan aceites vegetales y aceites esenciales puros para la manipulación del rostro y es, en
la fase de estimulación, donde empieza toda una serie de movimientos cuyo, único, fin es relajar
los músculos contraídos favoreciendo, así, la eliminación de arrugas y la recuperación del
aspecto de la piel; cuando los músculos están relajados la sangre circula libremente por ellos
recibiendo, de esta manera, todos sus beneficios, por lo que el Kobido es eficaz para que
las células de la piel puedan repararse y rejuvenecerse por sí solas. El masaje facial japonés es,
también, de gran utilidad para las manchas de la edad, para la piel grasa o seca, el acné, las
migrañas o el dolor en la articulación de la mandíbula.
El masaje kobido utiliza diferentes técnicas y maniobras de digito puntura y shiatsu, puntos
específicos para equilibrar la energía, disminuir dolores y estrés.
Un masaje facial de shiatsu proporciona a la cara flexibilidad y tono para expresarse. Además
mejora la percepción, pues actúa sobre los cinco órganos de los sentidos que se encuentran en
ella.
Al tener en cuenta las relaciones entre la cara y el resto del cuerpo, permite aliviar y tratar
ciertas dolencias, rebajar el estrés, activar los procesos de sanación del propio cuerpo, ganar
claridad mental, mejorar el estado de ánimo y optimizar la relación con uno mismo y con el
entorno.
PUNTOS UTILIZADOS
CON QUE SE REALIZA EL MASAJE KOBIDO?
El masaje kobido se realiza con aceites vegetales y aceites esenciales.
Los aceites vegetales son aquellos que son extraídos de semillas o de frutos compuestos
principalmente por ácidos grasos insaturados. Por ejemplo, los aceites que provienen de las
semillas de girasol, o de las nueces entran dentro de esta clasificación
Los aceites vegetales son aquellos que pueden aplicarse directo sobre la piel sin problemas por
ejemplo aceite de jojoba, aceite de coco, aceite de rosa mosqueta, etc
Aceite de jojoba: El aceite de jojoba penetra muy bien en la piel, tiene además propiedades
antioxidantes y se considera un producto muy valioso para prevenir las arrugas y neutralizar
los radicales libres. También se recomienda mucho como remedio para el acné y para tratar
pieles grasas y sensibles.
Aceite de rosa moqueta: es uno de los aceites regeneradores e hidratantes más potentes
para la piel: ayuda a la eliminación de manchas, cicatrices y estrías. Contiene ácidos
esenciales como el omega 6, omega 3 y linoléico, y antioxidantes y vitaminas como la
vitamina A.