El Diseno Teatral Iluminacion Vestuario
El Diseno Teatral Iluminacion Vestuario
El Diseno Teatral Iluminacion Vestuario
EL DISEÑO TEATRAL
ILUMINACIÓN, VESTUARIO Y ESCENOGRAFÍA
HERRAMIENTAS
PARA LOS TÉCNICOS EN
ARTES ESCÉNICAS
EL DISEÑO TEATRAL
ILUMINACIÓN, VESTUARIO Y ESCENOGRAFÍA
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de la Región Metropolitana (CNCA RM).
Agrupación de Diseñadores, Técnicos y Realizadores Escénicos (ADTRES).
Especialistas: Ricardo Romero Pérez, Sergio Zapata Brunet y Rodrigo Bazaes Nieto.
Editores técnicos: Belén Abarza Castillo, José Luis Cifuentes Soto y Tania García Villanueva.
Edición general CNCA RM: Lídice Varas Albornoz.
Diseño y diagramación: Aracelli Salinas Vargas, Bestiario Estudio de Diseño.
Impresión: LOM.
7 INTRODUCCIÓN
9 SOBRE LOS AUTORES
11 NOTA DE LOS EDITORES
C
uando se acude a un espectáculo teatral, el mayor interés del pú-
blico se centra en la historia y en los personajes; por el contrario, la
puesta en escena y los elementos que la componen pasan desaper-
cibidos, quizá debido a un desconocimiento general de estas áreas y
de sus procesos, pero sobre todo, porque su trabajo consiste en crear una
ilusión en la que no se noten los hilos de su ejecución.
Aparecen los actores y se observa que cada uno lleva una vestimenta
única que sintetiza su personalidad. Estos personajes dicen su primer
texto y nos damos cuenta que la obra ha comenzado.
INTRODUCCIÓN 7
No se trata de restar mérito a los actores y su interpretación; por el con-
trario, todos estos elementos potencian y construyen el espacio escénico
para contar una historia y permitir que el espectador pueda apreciar el
transcurso dramático de la obra.
Esta publicación y en particular este tomo busca ser un aporte para que
los artistas, compañías independientes y centros culturales puedan vi-
sualizar las complejidades del proceso creativo y, a su vez, tener referen-
cias a la hora de enfrentar uno propio.
E
l tomo centra su interés en cada una de las disciplinas artísticas que
componen el diseño teatral –iluminación, vestuario y escenografía– y
busca explicar, junto con sus diferentes etapas, los procesos creati-
vos únicos que logran conjugarse en una sola puesta en escena inal.
Si bien, en este volumen se presentan paso a paso las etapas del proceso
de creación, sabemos que no hay fórmulas secretas. Quisimos, por el con-
trario, recoger las experiencias únicas e irrepetibles, poniendo énfasis en
el proceso personal de análisis y ejecución para enfrentar una puesta en
escena, entendiendo que esto es resultado de un aprendizaje, madurez y
creatividad propia del diseñador.
P
ara hablar de diseño de iluminación primero debemos saber qué es
la luz, ya que este fenómeno físico será manipulado y aplicado con
un nuevo sentido y una función estética especíica, convirtiéndose
en una de las partes esenciales del fenómeno escénico.
D
urante las primeras semanas se toman las decisiones iniciales en torno
a las ideas que se quieren realizar. Se establece principalmente el con-
cepto, el lenguaje y los objetivos, siendo éstos la base para la futura
construcción de la visualidad requerida por la puesta en escena.
Viabilidad
Uno de los factores a analizar es la viabilidad de la propuesta técnica, es
decir ¿cómo será posible concretar una idea de acuerdo a los presupues-
tos, condiciones técnicas y plazos estimados para desarrollar el proyec-
to? Estas son preguntas que surgen durante el proceso de diseño, enten-
diendo la estrecha relación de la iluminación con los factores técnicos, y
si bien, idealmente no debería ser un elemento de este proceso creativo,
ya que por deinición corresponde a lo técnico, sí puede afectar el desa-
rrollo de la propuesta porque se relaciona con la cantidad de instrumental
y calidad del mismo.
Otro de los referentes esenciales tiene que ver con estudiar el espacio es-
cénico, los recursos técnicos, pero sobre todo, la disposición del instru-
mental a través de un constante trabajo de observación y relexión. Perso-
Finalmente, uno de los referentes más importantes son las otras propues-
tas. Tanto el diseñador de escenografía como el de vestuario, en procesos
similares y atendiendo a las diferencias particulares de cada área, crean
su propuesta y al inal del proceso entregan el material gráico al director
de la obra y al diseñador de iluminación, siendo este último quien termine
de desarrollar la imagen inal (bocetos deinitivos) a través de su inter-
vención gráica.
L
a planta de luces es la representación gráica de la disposición y sim-
bología del instrumental lumínico y la guía con la cual el iluminador
realizará el traspaso de información al equipo técnico de iluminación
para entender y ejecutar un montaje de luces.
E
l diseño ya está listo: ha sido aprobado por el director y ensayado por
los actores. El paso siguiente es el montaje de luces. Para el correc-
to y óptimo montaje del instrumental, lo primero y más importante
es la supervisión y que la información gráica de la planta de luces
sea entendida por el equipo técnico encargado del montaje. Comprender
cada posición de la planta de luces, permitirá que la instalación de focos
sea más clara.
Una vez que los focos están montados, se enfrenta la tarea de deinir la
dirección especíica de cada instrumento. Por lo general, cada foco tiene
un propósito, con el objetivo de crear la imagen correcta a nivel de forma
y visibilidad. Hay equipos que son montados para una escena especíica,
mientras hay otros que funcionan durante todo el montaje.
El guión de luces
El guión de luces puede entenderse como todos los pasos lumínicos que
tiene una obra de principio a in. Hay obras que contemplan dos o tres
cambios de luz, mientras que otras pueden incluir más de cien, de ahí la
importancia del ensayo técnico y la programación de la consola de ilumi-
nación, donde se pone a prueba el tiempo, ritmo y diseño.
Cabe destacar que si bien la literalidad del texto aporta dando una guía
teórica, lo más productivo es escuchar a las personas que participan
del montaje respecto de cómo ellos ven y entienden el texto con que se
está trabajando.
Imagen 8: Una de las escenas de Las Huachas. Dirección: Alexis Moreno, 2008.
E
n este intento por describir y plantear un tipo de metodología de
trabajo en relación al diseño de iluminación, y aunque suene lejano,
creo tiende a coincidir en el ordenamiento base para la creación. Re-
conozco las diferentes reacciones ante los estímulos lumínicos y sus
posibles aplicaciones. En pos de no formalizar estas reacciones, propon-
go este texto como un inicio, el cual debe ser replanteado por todo aquel
que tenga un interés en la creación lumínica.
Siendo esto uno de los elementos más relevantes a la hora de crear imá-
genes lumínicas: su “no materia”, su temporalidad y la posibilidad de
virtualidad. Elementos esenciales para las mentes inquietas y creativas,
ávidas de imágenes y realidades diversas, visualizando en la luz oportuni-
dades de crear las suyas propias.
E
n escena, el vestuario no es ropa que se pone, mucho menos un dis-
fraz; por el contrario, cuando el actor se viste lo hace para dar cuen-
ta de las cualidades, la personalidad y el contexto donde se sitúa el
personaje que representa.
El vestuario en el escenario
En la vida cotidiana, las personas disponen de una variedad de prendas para
combinar. Pero no en el teatro; aquí, las vestimentas tienen otro signiicado,
con funciones muy diferentes a las realizadas por el vestido en la vida social.
Por esta razón, cada una de las decisiones que toma el diseñador es clave,
ya que el vestuario que elabora para un personaje tiene posibilidad de mos-
E
l diseñador de vestuario es clave en la realización. Cada una de las
decisiones que toma impacta en los personajes, la escena y en la
atmósfera teatral. Una mala elección desentonará la obra y tornará
inverosímil al personaje; mientras que un diseño acertado, permite
generar un diálogo con el espectador a través de códigos que entregan
información adicional sobre aquellos aspectos del personaje que no sería
posible decir de otra manera que no sea a través del vestuario.
Imagen 13: Galileo, mensajero de las estrellas. Dirección: Raúl Osorio, 1993.
E
l proceso creativo variará según el proyecto al que pertenece. De
eso depende la complejidad de la propuesta y su prolongación en el
tiempo. La propuesta es guiada por el director y son diversos los fac-
tores que determinan el proceso, por ejemplo, la cantidad de actores
y el presupuesto.
Imagen 14: Boceto de Martín o cómo él se enamoró del marido de ella. Dirección:
Agathe Alexis, 1992.
Los bocetos los debe entender cualquier persona, idealmente deben ser
artísticos y claros y no dibujos como los que hacen los modistos, que des-
pués se deben interpretar. En general, cada personaje tiene un boceto
que señala las medidas y un segundo boceto con las indicaciones.
Cabe destacar que no se debe permitir que inluya la opinión de los acto-
res en el diseño de vestuario, ya que la visualidad es una decisión directa
entre diseñador y el director.
D
esde mi formación como diseñador teatral y en el ejercicio práctico
de trabajar con directores, instituciones y compañías muy diver-
sas, ha surgido de manera permanente la pregunta acerca de la
deinición del diseño escénico, especíicamente sobre cuáles son
los límites artísticos y disciplinares si es posible, mediante ciertos pro-
cedimientos, elaborar un método de diseño escenográico que asegure
no solo su cualidad de objeto artístico, sino también de sistema visual.
Sistema de representación,
representación de sistema
Una segunda idea que puede ayudar a la producción de conocimiento de la
escenografía, es incorporar a su estudio el término sistema, en dos senti-
dos. Por un lado, “sistema” como acto y forma de representar mediante in-
initas posibilidades visuales. Éstas deben ser materia consciente durante
todo el proceso de creación, cualquiera que este sea, pues cada una de sus
M
e gusta pensar que la deinición de escenografía compete a to-
dos los elementos visuales de una representación. Sin embargo,
su especialización ha derivado en la deinición de sus aspectos
estético-espaciales.
El discurso escenográico
Imagen 17: Pabellón Chile Expo Shanghai 2010. Proyecto que busca un equilibrio
entre escenografía y exposición, arte y comunicación.
Espacio escénico
La escenografía teatral debe ser la respuesta a un territorio, a las carac-
terísticas de un recinto o a las condiciones técnico-espaciales ofrecidas
para hacer posible una relación entre público y espectáculo. Una sesión
de intercambio entre co-creadores y espectadores, en tanto que son co-
dependientes de un acto deinido como escénico.
D
esde dos perspectivas, una empírica y otra teórica, respecto del
ejercicio de la disciplina, no creo posible concebir el proceso de
creación de una escenografía de una manera única. El intento, si
fuese posible concretarlo, debería estar mediado y deinido por las
características del proyecto y el origen del mismo, su particularidades
dramáticas, el autor, el director, los intérpretes, los recursos materiales,
el impacto deseado, las premisas creativas, las elecciones y desafíos es-
téticos que propongan los equipos, etcétera.
Este enfoque totalizador ha sido guiado por una voluntad, muchas ve-
ces cientíica, que interpreta las etapas del diseño mediante el teatro de
tradición, dejando fuera los logros procedimentales de procesos y expe-
riencias divergentes. No creo que sea posible lograr la deinición de un
método objetivo, cuando lo que necesitaremos, la mayoría de las veces,
será realizar operaciones inductivas por sobre las deductivas; es decir,
recorridos interpretativos, intuitivos y críticos, inalmente subjetivos.
Muchas han sido las misiones del teatro y, por lo tanto, las funciones de la
escenografía tras el objetivo de educar, entretener, denunciar, ilosofar,
ilusionar, provocar, etcétera. Son muchas, y detrás de ellas siempre habrá
responsables de organizar sus aspectos visuales. Para intentar detectar
indicadores comunes a muchas de estas experiencias, describo tres tipos
de procesos creativos donde debe saber insertarse el diseñador. Dichas
categorías pueden facilitar la elección de caminos, así como dimensionar
nuestras competencias personales, técnicas, metódicas y artísticas, an-
tes de llevar a cabo las etapas de concepción, materialización e integra-
ción de la escenografía.
Proceso tradicional
Gran parte de los montajes teatrales que vemos corresponden a las for-
mas más legitimadas del teatro; su estética y convenciones relejan las
Proceso de laboratorio
Proceso de laboratorio es un término adecuado para deinir proyectos
que requieren periodos más largos de elaboración y que son posibles lle-
Imagen 20: Gemelos. Dirección: Compañía La Troppa, 1999. El largo proceso de di-
seño fue de la mano de la adaptación de El gran cuaderno (Agota Kristof) y debió
encontrar y desechar múltiples propuestas estéticas y conceptuales antes de lle-
gar al teatro en miniatura.
Imagen 21: Sin Sangre. Dirección: Compañía Teatro Cinema, 2007. La escenografía
hace dialogar lenguajes y dispositivos multimediales y mecánicos, generando un re-
sultado que fusiona teatro y cine.
Proceso experimental
El interés por la exploración escénica que caracterizó a todo el siglo XX, la
inluencia de las vanguardias artísticas, la ilosofía, la semiología teatral, el
desarrollo de la escenotecnia, el nacimiento de nuevos paradigmas del cono-
cimiento y de la creación, han sido grandes estimulantes para muchas de las
teatralidades experimentales, generando muy diversas prácticas escénicas.
Aun cuando podamos confundir el resultado estético con una imagen rup-
turista, ésta no necesariamente guarda relación con este tipo de accio-
nes. Puede darse el caso que propuestas llamadas experimentales tan
solo estén eligiendo y explotando códigos que el tiempo ha convenciona-
lizado como formas (y contenidos) discrepantes o subversivos; sobre todo
por las categorías estéticas que usa, sus referentes y temáticas. Lo im-
portante es el territorio intermedio entre las premisas iniciales y la forma
inal, pudiendo desconocerse del todo las primeras, aun cuando sea difícil
no ser guiados y desaiados por unos cuantos enunciados.
Todos estos ejemplos nos dicen que, a diferencia de otros resultados es-
cenográicos históricos, aquí se busca invitarnos a aceptar nuevas formas
de habitar y percibir la magnitud y atmósfera escénicas. La deinición de
sistema y subsistema visual de representación, en este caso, puede poner-
se a prueba al buscar solo fragmentación y desorganización. Es una tarea
un tanto incierta y ambivalente desde la perspectiva del análisis sistémico,
puesto que, tratándose de arte, coniamos en que todo es discurso y todo
conlleva un mensaje, por lo que estará recreando, a su manera, una reali-
dad nueva, aunque sea mediante correlatos que solo existen en el mundo
interno e íntimo de sus autores; manifestaciones del arte, mayoritariamen-
te comprendidas en el contexto de la posmodernidad y que proponen desa-
iar los límites del diseño escénico y las artes en general.
L
a escenografía puede ser deinida como un sistema de represen-
tación visual, temporal y espacial, organizado y significante, in-
tegrado a la definición de teatro como representación y expre-
sión cultural, localizada y reactiva a un presente en permanente
evolución histórica. Puede encontrar sus referentes y analogías en
la realidad, interpretando y sintetizando formas, modelos y sistemas,
con lo que consigue integrarse como subsistema codependiente de un
sistema visual totalizador, finalmente interpretado y decodificado por
el espectador.