TUTELA JENIFER Enviar 14102020

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HONORABLE

JUEZ CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL CIRCUITO DE SANTA MARTA (Reparto)


Ciudad

CON SOLICITUD DE MEDIDA CAUTELAR


REF. Acción de tutela promovida por JENNIFFER MARIA DEL TORO GRANADOS, contra
la Unidad Nacional de Protección (UNP).

JENNIFER MARIA DEL TORO GRANADOS, mayor de edad, domiciliada y residente en


Santa Marta, en la carrera 16 D N° 7-42, identificada con la Cédula de Ciudadanía número
1082864441 de Santa Marta (Magdalena), obrando en mi calidad de Líder Social y
Defensora de Derechos Humanos, promuevo por medio del presente ACCION
CONSTITUCIONAL DE TUTELA, contra la UNIDAD NACIONAL DE PROTECCION (UNP),
por flagrante violación a mis derechos constitucionales al DEBIDO PROCESO,
PARTICIPACIÓN POLÍTICA, A LA SEGURIDAD, A LA VIDA Y A LA INTEGRIDAD
PERSONAL.

La acción de tutela tiene como fundamentos fácticos, los que a continuación me permito
reseñar así:

I. HECHOS

1) Ejerzo labor de Líder Social y Defensora de Derechos Humanos, en el Distrito de


Santa Marta; labor por la cual he sido amenazada de muerte, amenazas de las cuales
tienen conocimiento las autoridades competentes, tal como se acreditará con las
pruebas que se adjuntan al presente.

2. Señor juez, todo el reportorio de violencia política ejercido en mi contra es producto del
intenso trabajo social y político que he desarrollado en el departamento del Magdalena, a
lo largo de 12 años he acompañado procesos de reivindicación de los derechos de
mujeres y campesinos, hemos fundado y fortalecido procesos organizativos populares,
ambientalistas desde donde hemos promovido distintas iniciativas por la defensa de los
derechos humanos y la construcción de paz en nuestra región. Estas iniciativas han sido
públicamente reconocidas al punto que en el 2019 recibí a través del decreto de honor
0619 de la Gobernación del Magdalena la medalla de honor al mérito como ciudadana
ilustre por los aportes, esfuerzos y dedicación en procura del bienestar y mejoramiento de
la calidad de vida de los magdalenenses.

Desde el 2015 me dispuse a acompañar como asesora a la asociación campesina de la


cuenca del río Don Diego, en 2016 promoví la defensa del territorio sagrado de los 4
pueblos indígenas de la sierra nevada al denunciar la construcción inconsulta de una
hidroeléctrica en un río que hace parte de la línea negra; en 2018 además de fortalecer la
veeduría ciudadana del corregimiento de Taganga brindé asesoría técnica en litigios
estratégicos para la defensa del territorio denunciando desde el Congreso de la República
los impactos socioculturales asociados a la construcción de infraestructura portuaria en
esta zona del litoral Caribe, y posicionando en el ATLAS GLOBAL DE JUSTICIA
AMBIENTAL DE LA UNIÓN EUROPEA el conflicto socioambiental en Taganga.

Como estudiosa de los temas de género lideré en el 2019 la coordinación técnica del
Estudio de caracterización del delito de trata de personas y explotación sexual de niños,
niñas y adolescentes en el departamento, y durante el 2018 coordinamos como sociedad
civil la evaluación de la política pública de equidad de género de Santa Marta, y el avance
del plan de desarrollo distrital en materia de equidad para las mujeres.

Acompañamos a las mujeres en sus exigencias de justicia, por eso hemos denunciado a
funcionarios públicos involucrados en delitos de violencia sexual; y buscando siempre
mejorar los mecanismos de acceso a la justicia, creamos el primer sistema de alertas de
feminicidio en la región Caribe “ALERTA VIOLETA” que es un mecanismo desde el que
exigimos celeridad en los casos de violencia basada en género que cumplen los criterios
de cronicidad, frecuencia e intensidad; el sistema ha permitido que en pocas semanas
decenas de mujeres accedan a la justicia.

Todos estos esfuerzos son el producto de una búsqueda decidida de justicia, social,
ambiental y de género que permita profundizar la democracia en la región en la que nací.
Señor Juez, no quiero tener el trágico destino de mi amigo y compañero de militancia
política dentro de la Colombia Humana, Alejandro Llinás, quien luego de denunciar el
actuar criminal de los grupos neo-paramilitares en la zona rural del distrito, terminó siendo
asesinado en su parcela ubicada en las estribaciones de la Sierra Nevada el pasado 24
de abril de 2020.

Señor juez, sepa que en vida Alejandro dejó constancia de sus denuncias. El día de su
sepelio sus perpetradores dieron la orden de que nadie podía acompañarlo en sus honras
fúnebres. Recibimos llamadas en donde se nos alertaba sobre la presencia de
paramilitares en la zona, quienes tenían órdenes precisas de hacer inteligencia,
seguimiento e identificación de las personas presentes en la funeraria.

Al día siguiente de sepultar a nuestro compañero, me vi obligada a salir huyendo de mi


casa en medio de la noche, a razón de llamadas y mensajes en los que me alertaron
sobre la orden impartida de asesinarme, por eso tuve que huir.

Con Alejandro compartimos agendas políticas, sociales y ambientales, en la zona rural de


Guachaca y Taganga, y trabajamos en la construcción de veedurías ciudadanas
ambientales para ambas zonas.

He acompañado como sector de un movimiento político el Comité departamental y distrital


de paro, lideramos la primera encuesta distrital sobre percepción de la labor policial,
hemos denunciado desde el Frente Amplio de Mujeres hechos de abuso policial, y hemos
convocado a la ciudadanía a manifestarse pacíficamente en contra de este delito.
Producto de estas denuncias muchos ciudadanos se han atrevido a ejercer su derecho a
la reunión y manifestación pacífica; incluyendo sectores de la población históricamente
excluidos e invisibilizados, como los trabajadores informales que asumen la ciudadanía
para reclamar sus derechos. Por estas acciones fui nuevamente amenazada; el día 12 de
septiembre a las 10:22 pm recibí llamadas de personas que me informaron que un
miembro del Clan del Golfo actualmente privado de la libertad dio la orden de asesinarme.

El Frente Amplio de Mujeres, y todas las organizaciones sociales de las que hago parte
representan a un amplio número de ciudadanos a los que continuamente se les violan sus
derechos, es por eso que recurren a las organizaciones de la sociedad civil para buscar
respaldo y acompañamiento.

2) Dada la gravedad de las amenazas en mi contra, la Doctora NAYARA VARGAS


LESACA, Defensora del Pueblo-Regional Magdalena, mediante documento del cual
se adjunta copia al presente, con radicado No. 20200060201085141, de calenda 05
de mayo de 2020, dirigido al Doctor ORLANDO ACUÑA GALLEGO, Coordinador
Regional Caribe UNP, indicó lo que se transcribe in extenso a continuación:

(…)

Es consabida la función de la Defensoría del Pueblo de velar por el ejercicio y vigencia


de los derechos humanos, emanada del artículo 282 de la Constitución Política, la Ley
24 de 1992 y en virtud del Decreto 025 de 2014, que faculta a las Defensorías del
Pueblo Regionales para “Hacer recomendaciones y observaciones a las autoridades y
a los particulares en caso de amenaza o violación de los derechos humanos y velar
por su promoción y ejercicio con el fin de garantizar el cumplimiento y efectividad de la
acción Defensoríal” En tal sentido, este despacho se permite comunicarle que hemos
tenido conocimiento de la amenaza y orden de muerte contra la señora JENNIFFER
MARIA DEL TORO GRANADOS, quien ejerce la labor de lideresa y defensora de
derechos humanos en el Distrito de Santa Marta. La señora JENNIFFER se entera de
que la van a matar porque una persona cercana a ella que también ejerce liderazgo le
informa que no podía dejar llegar el amanecer pues la iban a matar. Esta situación
resulta para este Despacho de suma preocupación pues no es la primera amenaza
que la líder recibe pero si es la primera vez que le dan fecha y hora en que van a
materializar su muerte. Esta líder ha presentado ya ante la Fiscalía procesos por
amenazas sin embargo hasta la fecha no se han obtenido resultados favorables en las
investigaciones. Considera este despacho necesario dar traslado de los hechos
ocurridos y solicitamos muy respetuosamente que en atención a la gravedad de la
denuncia se adelanten las investigaciones del caso. Agradecemos su colaboración en
imprimir celeridad a este caso. La señora JENNIFFER, puede ser ubicada en el
número de celular 3222195588. Por último, en atención a las prescripciones del
artículo 15 y 17 de la Ley 24 de 1992 que establecen: Artículo 15. “Todas las
autoridades públicas así como los particulares a quienes se les haya atribuido o
adjudicado la prestación de un servicio público, deberán suministrar la información
necesaria para el efectivo ejercicio de las funciones del Defensor, sin que les sea
posible oponer reserva alguna, salvo los casos que la Constitución lo disponga. La
información deberá ser suministrada en un plazo máximo de cinco días.” Artículo 17.
“la negativa o negligencia de un funcionario o servidor público que impida o dificulte el
desarrollo de las funciones de la Defensoría del Pueblo constituirá causal de
DEFENSORIA DEL PUEBLO Radicado: 20200060201084881 Fecha radicado: 2020-
05-05 mala conducta que será sancionada con la destitución del cargo, sin perjuicio de
las sanciones penales a que haya lugar”.

3) En respuesta al documento reseñado en precedencia, el 12 de junio de 2020, se


remitió respuesta a la Defensoría del Pueblo-Regional Magdalena, por parte del señor
CARLOS ALIRIO SILVA JIMENEZ, funcionario de la UNP, a través de la cuenta
carlos.silva@unp.gop.co en la cual se indicó por la accionada:

(…)

“Asunto: Respuesta a radicado No. 20200060201085141 – nuevos hechos de


amenazas – caso señora Jennifer María del Toro Granados- EXT20-00034694

Respetada doctora Nayara, reciba un cordial saludo.

En atención a su comunicación enviada a la Unidad Nacional de Protección, mediante


la cual da a conocer nuevos hechos de amenazas en contra de la señora JENNIFFER
MARIA DEL TORO GRANADOS, identificada con la cédula de ciudadanía No.
1082864441, me permito informar lo siguiente:

Revisadas las bases de datos, se evidencia que la Unidad Nacional de Protección


tiene conocimiento del caso de la señora Jennifer María a quien se le realizó un
estudio de nivel de riesgo, cuyo resultado fue presentado al Grupo de Valoración
Preliminar-GVP,quien ponderó el nivel de riesgo; posteriormente, el caso será
expuesto ante el Comité de Evaluación de Riesgo y Recomendación de Medidas –
CERREM [1] , este comité es el encargado de validar el nivel de riego y recomendar
las medidas de protección si hay lugar a las mismas, al Director de la UNP quien las
adoptará o se apartará mediante acto administrativo, de conformidad con lo
establecido en el artículo 2.4.1.2.40, del decreto 1066 de 2015.

Adicionalmente, los documentos fueron puestos en conocimiento del analista a cargo


del proceso.

Cualquier inquietud que se presente o información adicional, estamos en disposición


de atender a todas aquellas personas interesadas en ser acogidos por el Programa de
Prevención y Protección que coordina está Unidad en la carrera 63 No. 14 – 97 primer
piso Puente Aranda en la ciudad de Bogotá, o mediante correo electrónico. A través
de la cuenta correspondencia@unp.gov.co. Recuerde que puede elevar una PQRSD
(Petición, queja, reclamo, sugerencia, denuncia o felicitación) ante la entidad, a través
de nuestra línea gratuita 018000118228 o directamente con los asesores del Grupo
Atención al Ciudadano al (1) 4269800 opción 1, en días hábiles en el horario de 08:00
a.m. a 05:00 p.m.”.

Se aclara que la justificación de la reserva que tiene la documentación bajo la custodia


de la UNP está soportada en normas específicas, comenzando por la que estipulo el
propio legislador al ordenarle al Gobierno la creación de este programa, contenida en
la ley 418 de 1997, esta que fue traslada al decreto que la reglamenta hoy Decreto
1066 de 2015. Por lo cual se solicita emplear la siguiente:

Sobre el particular, se comunica que la información tratada en esta respuesta esta


cobijada bajo la RESERVA LEGAL según lo dispone el artículo 72 y 83 de la ley 418
de 1997; el numeral 13 del artículo 2.4.1.2.2 y numeral 3 del artículo 2.4.1.2.47 del
Decreto 1066 de 2015; el artículo 18 y 19 de la ley 1712 de 2014; los numerales 2 y 3
del artículo 5, y el artículo 24 de la ley 1437 de 2011 Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo – CPACA. Ante lo cual exhortamos
a seguir manteniéndola por las implicaciones de orden legal que conlleva su
inadecuada divulgación.

Es de anotar, que la justificación que se está aplicando es sobre el derecho a la


intimidad y al buen nombre, mientras que la información de la UNP al mantener la
reserva, es en razón a que con la divulgación se puede afectar la seguridad personal,
la vida e integridad de los peticionarios de protección y posteriormente de los acogidos
con protección”.

4) Es de precisar, que con anterioridad al oficio antes reseñado, se remitió por la


Defensora del Pueblo-Regional Magdalena, Doctora NAYARA VARGAS LESACA,
documento del cual se adjunta copia al presente, con radicado No.
20200060200668741, de calenda 12 de marzo de 2020, dirigido al Doctor ORLANDO
ACUÑA GALLEGO, Coordinador Regional Caribe UNP, en el que consignó:

En tal sentido, este despacho ha tenido conocimiento del caso de amenazas en contra
de la señora JENNIFFER DEL TORO GRANADOS, identificada con cedula de
ciudadanía N° 1.082.864.441, residente en la Carrera 16D #7- 49 Santa Marta, con
numero de celular 3222195588, quien presenta queja contra la Unidad Nacional de
Protección por dilatación injustificada de la realización de su estudio de riesgo.

En hechos motivo de investigación la quejosa y un grupo de lideresas de la ciudad


recibieron panfleto amenazante que de manera inmediata fue denunciado ante las
autoridades competentes.

Del relato de la quejosa se extrae lo siguiente: "Desde la unp la analista Carolina


Montañés se comunicó conmigo para pedirme unos documentos pero a la fecha no
me han informado nada ni me han dado fecha de estudio. Con el panfleto del día 19
de enero, es la tercera amenaza que recibo en contra de mi vida. Nunca consideré la
posibilidad de solicitar estudio de riesgo, pero ante la gravedad de las amenazas y el
alto perfil de las personas que he denunciado en mis acciones políticas, siento temor,
sobre todo porque el día 31 de enero en medio de un plantón recibí nuevas
agresiones verbales y físicas por parte de seguidores del Diputado Julio David
Alzamora, hechos que fueron debidamente denunciados en la fiscalía. A pesar de la
gravedad de mi situación, mi caso no ha recibido un tratamiento prioritario por parte de
la UNP. Menciono a continuación la cadena de hechos que denotan, por lo menos
desinterés o negligencia institucional:

1) El día 21 de enero radiqué formulario y certificados que acreditan mi pertenencia y


funciones dentro de 4 organizaciones sociales del departamento, entre ellas, como
dirigente departamental del movimiento político Colombia Humana (movimiento que
como usted bien sabe se declaró en oposición al gobierno nacional) como asesora de
la fundación calidad humana, como asesora de la veeduría ciudadana Taganga
despierta, y asesora de la asociación campesina de la cuenca del río Don Diego. El
día 28 de enero recibí un correo en el que me solicitan enviar, además, el certificado
de cámara de comercio de la fundación calidad humana. El documento fue enviado el
día 30 de enero. Transcurrido casi un mes, exactamente el día 27 de Febrero, recibo
un nuevo correo en el que me indican que el certificado de cámara de comercio
estaba "borroso" y me pidieron volver a mandar ese papel. Encuentro desconcertante
que tarden un mes para pedir subsanar un documento, cuando lo que está en juego
es la vida de una mujer defensora de Derechos Humanos. Aun así, lo envié
nuevamente. "

Se da traslado de la queja y se solicita muy respetuosamente informar a este


despacho cual es el estado actual del proceso de la señora”.

5) El día 23 de septiembre se llevó a cabo una mesa de trabajo a través de una


plataforma virtual de la Gobernación del Magdalena, en la que participaron entre otros,
el secretario del interior del departamento, un delegado de la UNP, la defensora
regional del pueblo, el Comandante de la policía metropolitana de Santa Marta, la
secretaria de seguridad y convivencia del distrito, y la jefe de la oficina de paz,
derechos humanos y posconflicto del departamento del Magdalena. El tema fue el
relacionado con mi seguridad, en desarrollo de la misma, se precisó por un funcionario
de la Unidad Nacional de Protección, que existía una resolución que se encontraba
para la firma del Director de la UNP, en la que se designaban medidas de protección,
no obstante, no he sido notificada de acto administrativo alguno.

6) Aunado a las comunicaciones sin respuesta por parte de la accionada antes


reseñadas, se remitió por la Defensora del Pueblo-Regional Magdalena, Doctora
NAYARA VARGAS LESACA, documento del cual se adjunta copia al presente, con
radicado No. 20200060202415701, de calenda 15 de septiembre de 2020, dirigido al
Doctor ORLANDO ACUÑA GALLEGO, Coordinador Regional Caribe UNP, en el que
consignó:

(…)

Referencia: SOLICITUD DE MEDIDAS DE PROTECCION URGENTES PARA LIDER


SOCIAL JENNIFFER DEL TORO

Respetado Coordinador:

En cumplimiento de nuestra misión Constitucional de impulsar la efectividad de los


Derechos Humanos en el marco del Estado Social de Derecho a la luz de las
previsiones del artículo 282 de la Constitución Política en concordancia con la Ley 24
de 1992 y Decreto 025 de 2014, me permito informarle que hemos recibido denuncia
presentada por escrito que cuentan las amenazas recientes en contra de la vida e
integridad personal de la líder JENNIFFER DEL TORO GRANADOS, identificada con
cedula de ciudadanía nro 1082864441, residente en la calle Cra 16d nro 7 42 barrio
obreros de esta ciudad, con numero de celular 3222195588, correo electrónico
frenteampliodemujeresong@gmail.com.

Se adjunta como anexo la denuncia presentada con el relato completo de los hechos
sobrevinientes de amenazas.

Es de suma preocupación para este despacho los hechos de amenazas recurrentes


en contra de la líder JENNIFFER DEL TORO GRANADOS por lo que solicitamos que
dentro del marco de sus competencias adelante la investigación pertinente e imprima
celeridad a la misma e informe a esta Agencia Regional el trámite impartido respecto a
denuncias interpuestas por la mencionada líder.

Lo anterior a fin de velar por la protección de la vida e integridad personal del


ciudadano y su núcleo familiar, y requerir de la entidad que usted representa una
implementación de medidas de protección adecuadas y eficaces para garantizar sus
derechos, los de su núcleo familiar y comunitario; y de esta manera mitigar el riesgo y
evitar que se repitan casos como los denunciados por esta entidad a través de la
Magistratura Moral durante el año 2019 y lo que va corrido de la presente anualidad.

La información sobre la gestión adelantada en esta solicitud se requiere con carácter


urgente, de acuerdo con lo señalado en el artículo 15 de la Ley 24 de 1992”.

7) En respuesta a requerimiento por parte de la Defensoría del Pueblo-Regional


Magdalena, mediante oficio E-2020-004933, de calenda 13 de mayo de 2020, signado
por la Doctora ANABEL ZUÑIGA CÉSPEDES, Jefe Oficina de Paz Atención a
Víctimas DDHH y Postconflicto, de la Gobernación del Magdalena, se consignó lo que
se transcribe a continuación:

(…)

Señora
NAYARA VARGAS LESACA
Defensora Del Pueblo Regional Magdalena
E.S.D.

Ref.: Respuesta a requerimiento por riesgo de Líder Social por amenazas Radicado:
20200060201091391

Cordial saludo,

Para la administración departamental la vida de los defensores y defensoras de los DDHH es


sagrada y nuestro compromiso por garantizar su ejercicio de liderazgo en todo el territorio
magdalenense es integral.

Por ello, las acciones emprendidas desde la gobernación, por orientación clara y expresa del
señor gobernador Dr. CARLOS CAICEDO respecto de la protección de la vida de la lideresa
JENNIFFER DEL TORO, comienzan desde el inicio del periodo de gobierno una vez se tuvo
conocimiento de los hechos en los que a través de un panfleto mencionaban su nombre y el de
otras lideresas, generando la amenaza de acabar con sus vidas; inmediatamente se realizó un
consejo de seguridad el que produjo como resultado la activación de la ruta para la protección
de la vida de líderes sociales, poniendo en conocimiento de las autoridades policivas, militares
y a la Unidad Nacional de Protección el caso de la mencionada líder.

El día 28 del mes de abril del 2020 la UNP por medio de correo electrónico allego a la Oficina
de Paz de la administración departamental el formulario y la solicitud de datos de la señorita
Jennifer Del Toro para el contacto e inicio del proceso de estudio de riesgo como respuesta a
la activación de la ruta para la protección de la vida; una vez se conocieron los nuevos hechos
por los cual la lideresa fue objeto de amenazas por vía telefónica en medio de las honras
fúnebres del líder social asesinado Alejandro Llinas q.e.p.d, de forma inmediata se ofició a la
Policía Metropolitana y a la Unidad Nacional de Protección y en el mismo sentido se solicitó a
la Alta Consejería para la Paz del Distrito de Santa Marta la realización de un subcomité de
Prevención y Protección en conjunto con la activación de las Ayudas Humanitarias de ser
necesario. El comité fue realizado el día 12 del presente mes y año y el día 11 del corriente fue
enviada la respuesta por parte de la UNP, a la Oficina de Paz informando que la líder cuenta
con una orden de trabajo activa, la cual una vez culminado el proceso de recopilación y
análisis de la información por parte de la Dependencia competente será agendada para ser
presentada ante el Grupo de Valoración Preliminar – GVP y posteriormente al CERREM.

Estas acciones han sido emprendidas con el firme propósito de que se le garantice la vida no
solo a la lideresa en mención sino a todos los ciudadanos que ejercen el liderazgo comunitario
y la defensa de los DDHH en el territorio.

Esperamos haber contribuido de manera satisfactoria a las inquietudes planteadas en su


requerimiento. Cualquier información adicional puede dirigirse a nuestro correo
pazyconvivencia@magdalena.gov.co”
8) Pese a las reiteradas denuncias por las amenazas en mi contra, y la solicitud por parte
de la Doctora Nayara Vargas Lesaca, gestión de la Oficina de Paz Atención a Víctimas
DDHH y Postconflicto, de la Gobernación del Magdalena, no he obtenido respuesta
por parte de la accionada, omisión que me expone, por lo que ante el inminente
peligro en que me encuentro se torna procedente el amparo de tutela solicitado.

II. DERECHOS VULNERADOS

Se me han vulnerado los derechos constitucionales al DEBIDO PROCESO, A LA


SEGURIDAD, A LA VIDA Y A LA INTEGRIDAD PERSONAL:

Con relación al primero de los derechos conculcados, es decir, DEBIDO PROCESO, se torna
evidente si se considera que no he sido notificada de las resultas del estudio de mi nivel de
riesgo, pese a la supuesta existencia de un acto administrativo pendiente de una firma,
conducta por demás reprochable, omisiva de la accionada.

CON RELACIÓN AL DERECHO A LA SEGURIDAD Y LA VIDA


Dada la omisión de la accionada, ya que ha transcurrido en demasía el tiempo desde que se
activó la ruta de protección, ha sido reiterada la insistencia por parte de la Defensora del
Pueblo Regional-Magdalena, teniendo en cuenta las alertas tempranas en donde se
evidencia el riesgo inminente en que me encuentro. No obstante, la accionada ha sido
renuente a definir mi nivel de riesgo y determinar las medidas de protección que garanticen
el libre ejercicio y goce de mis derechos.
Fundamento la solicitud de concepción de la tutela, en los precedentes jurisprudenciales de
la máxima guardiana de la Constitución, que respecto del derecho a la Seguridad y la Vida
ha precisado:

(…)

EL DERECHO A LA SEGURIDAD PERSONAL Y LOS CRITERIOS PARA EVALUAR SU


AMENAZA O VULNERACIÓN. REITERACIÓN DE JURISPRUDENCIA 1.

(…)

1. El artículo 2° de la Constitución Política establece como principios fundamentales del


Estado “asegurar la convivencia pacífica” y “proteger a todas las personas residentes en
Colombia, en su vida”. De este modo, todos los poderes y órganos del Estado tienen el
deber de proteger la vida de todas las personas y de preservar las condiciones para que
estas lleven una existencia tranquila, libre de amenazas y de zozobras exorbitantes. Por lo
tanto, cuando un individuo se encuentra en una situación de riesgo predecible que pone en
entredicho su vida o integridad personal, el Estado tiene la obligación de adoptar las
medidas tendientes para evitar que el peligro que recae sobre ella se materialice.

De esta manera, el derecho a la seguridad personal está íntimamente ligado con el derecho
a la vida establecido en el artículo 11 de la Carta, ya que este es de carácter fundamental
e “inviolable”. Así, salvaguardar la vida de las personas que se encuentran bajo amenaza es
una responsabilidad inalienable del Estado.

2. Colombia ha ratificado diferentes tratados internacionales de derechos humanos que


buscan proteger la seguridad personal y la vida. Por ejemplo, el artículo 9° del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) establece que “todo individuo tiene
derecho a la libertad y a la seguridad personales.”. Así mismo, la Convención Americana

1 Las consideraciones contenidas en el presente acápite son parcialmente retomadas de las sentencias T-399 de
2018, T-666 de 2017 y T-924 de 2014, todas con ponencia de la Magistrada Sustanciadora.
sobre Derechos Humanos dispone en su artículo 7° que “toda persona tiene derecho a la
libertad y a la seguridad personales”.

Por lo tanto, las obligaciones del Estado en relación con la garantía del derecho a la
seguridad personal se desprenden de la Constitución y de las normas internacionales sobre
derechos humanos. Además, estos deberes cobran especial importancia en el caso de
ciertos sujetos que, dada su condición o contexto, son titulares de especial protección en
virtud de mandatos constitucionales y del derecho internacional vigente.

3. Esta Corporación ha establecido en múltiples ocasiones que la seguridad es un


principio rector de la Carta Política, de manera que ha desarrollado una línea
jurisprudencial relacionada con sus conceptos. De esta forma, en Sentencia T-981 de 20012
esta Corporación se refirió a la situación de una auxiliar de enfermería a la que se le negó un
traslado laboral, a pesar de que el motivo de este consistía en que era víctima de amenazas.
En esa ocasión este Tribunal sostuvo que el Estado debe responder “a las demandas de
atención de manera cierta y efectiva” cuando tenga conocimiento de amenazas “sobre la
[vida] y tranquilidad de individuos o grupos que habitan zonas de confrontación o que
desarrollan actividades de riesgo en los términos del conflicto”. Señaló además que es
inexcusable que el Estado pretenda cumplir con sus deberes limitándose a señalar su
imposibilidad para prestar la ayuda requerida”.

La Corte Constitucional en recientes pronunciamiento ha fijado algunos criterios acerca de la


situación actual de los líderes sociales en Colombia; en sentencia T - 205 de 2018 precisó:

“Para esta Sala, dicha tardanza resulta a todas luces desproporcionada, teniendo en cuenta
el tipo de solicitud que se está estudiando, en tanto que, en el transcurso de esos seis
meses el peticionario habría podido sufrir un atentado contra su integridad física o su vida y
la de su grupo familiar. No obstante, para la Sala también es claro que la UNP no es la única
entidad que tiene a su cargo la materialización de las medidas de protección y en ese
sentido, no es ella quien debe, exclusivamente, responder a tiempo las solicitudes hechas
por un defensor o defensora de derechos humanos en el marco de la evaluación de riesgo
en el que se pueda encontrar dicha población. Esto es importante, pues resulta necesario
que aquellas instituciones públicas, involucradas de alguna manera en la resolución de
solicitudes de medidas de protección, trabajen de manera mancomunada con la UNP para
que la respuesta y valoración que se les brinde a los defensores y defensoras de Derechos
Humanos sean prontas, eficaces y respetuosas de los límites de tiempo fijadas por el
legislador.
Al respecto, en su Informe Anual sobre la situación de los defensores de dichos derechos en
Colombia, la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos (en adelante OACNUDH) advierte que:

(i) Dentro de los desafíos para la implementación del Acuerdo Final de Paz con las FARC-
EP, se encuentran los ataques contra defensores de los derechos humanos. La OACNUDH
afirmó estar extremadamente preocupada por el aumento de asesinatos de defensores,
incluyendo a líderes(as) sociales y comunitarios(as). Al respecto señala que:

“En 2017, la OACNUDH registró 441 ataques, incluyendo 121 asesinatos. (…) el 64 por
ciento de los asesinatos ocurrieron en las Zonas más Afectadas por el Conflicto (ZOMAC) 4
y en zonas con una presencia histórica de las FARC-EP. El vacío de poder que dejaron las
FARC-EP después de su desmovilización; la falta de una presencia estatal integral; y
demoras en la implementación del Acuerdo permitieron el ingreso de grupos ilegales y
grupos criminales a las zonas, los cuales buscaban asumir el control de las economías
ilegales aún existentes, provocando un aumento de la violencia. Aparentemente, varias
víctimas fueron asesinadas por apoyar las políticas derivadas del Acuerdo, como la
sustitución de cultivos ilícitos y la reforma rural integral. Esto constituye una nueva tendencia
en los móviles de los asesinatos. En años anteriores la mayoría de los defensores de

2 M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.


derechos humanos fueron asesinados por oponerse a las políticas de gobierno, no por
apoyarlas”. (ii) Así mismo, respecto al estado de la protección de los defensores de
Derechos Humanos, el informe indica que: “Es importante destacar que mediante la directiva
002 de 2017, la Procuraduría General de la Nación anunció que utilizaría sus facultades
administrativas y disciplinarias para abordar la estigmatización de los defensores de
derechos humanos y la inacción de las autoridades municipales, departamentales o
nacionales para protegerlos.

(…)
19. La OACNUDH reconoce los esfuerzos de la Unidad Nacional de Protección del
Ministerio del Interior por proteger a los defensores de derechos humanos, pero señala que
4 defensores que estaban bajo protección de la Unidad (todos contaban con escoltas)
fueron asesinados en 2017. Las víctimas con escoltas fueron asesinadas cuando los
escoltas no estaban presentes, lo que indica que el uso de escoltas sí evita los atentados.
También parece que los recortes presupuestales que ha sufrido la Unidad han tenido un
impacto negativo en los esquemas de protección”.

(iii) En consecuencia, el informe recomienda:


“(…) reforzar el enfoque de género en la valoración de las amenazas a los defensores de
derechos humanos, así como un análisis de las amenazas en ámbitos rurales, dada la
prevalencia de asesinatos en estas zonas. (…) 21. La OACNUDH recomienda que se
modifiquen las medidas de protección en zonas rurales y que se fortalezcan las medidas de
protección colectiva, como lasguardias indígenas y afrocolombianas, como medio de
protección individual y territorial” (negrillas fuera de texto). Aunado a lo anterior, advierte la
necesidad de que el Estado colombiano procure adoptar medidas integrales para prevenir
este aumento en los ataques contra defensores de Derechos Humanos; de esta manera,
menciona el informe que: “Algunos de los asesinatos de defensores de derechos humanos,
especialmente aquellos en antiguas zonas de influencia de las FARC-EP, se podrían haber
evitado con una respuesta oportuna y coordinada del Estado a la implementación del
Acuerdo, priorizando los derechos de la población. La débil presencia estatal en estas zonas
genera la falta de acceso de las comunidades a derechos y oportunidades para vincularse a
esquemas económicos legales. Por lo tanto, aumenta la pobreza y contribuye al desarrollo o
persistencia de economías ilícitas, lo cual facilita la formación o entrada de organizaciones
delictivas y de grupos armados ilegales que compiten por el control de éstas, generando
corrupción y niveles endémicos de violencia” (Negrillas fuera de texto).

Adicionalmente, agrega:

“Las medidas de protección tienen limitaciones, puesto que los defensores de derechos
humanos seguirán corriendo riesgos si no se abordan los factores estructurales de la
pobreza multidimensional, las economías ilícitas, los vacíos de poder y la falta de presencia
estatal” (Negrillas fuera de texto)

En providencia T-339 de 2018, la corporación en cita expresó que: “Esta sentencia también
estableció que el Estado debe cumplir con las siguientes obligaciones para garantizar el
derecho a la seguridad personal: “La obligación de identificar el riesgo extraordinario que se
cierne sobre una persona, una familia o un grupo de personas, así como la de advertir
oportuna y claramente sobre su existencia a los afectados. Por eso, no siempre es
necesario que la protección sea solicitada por el interesado. La obligación de valorar, con
base en un estudio cuidadoso de cada situación individual, la existencia, las características
(especificidad, carácter individualizable, concreción, etc.) y el origen o fuente del riesgo que
se ha identificado. La obligación de definir oportunamente las medidas y medios de
protección específicos, adecuados y suficientes para evitar que el riesgo extraordinario
identificado se materialice. La obligación de asignar tales medios y adoptar dichas medidas,
también de manera oportuna y en forma ajustada a las circunstancias de cada caso, en
forma tal que la protección sea eficaz”.
En el caso concreto es evidente la violación a los derechos invocados, si en consideración se
tiene que no se cumplió con los lineamientos de la H. Corte Constitucional, relacionadas con
el análisis y la prontitud en que se debe efectuar el análisis de la situación de las personas
que ameritan un esquema de protección, violándose de contera mis derechos constitucionales
al DEBIDO PROCESO, A LA SEGURIDAD, A LA VIDA Y A LA INTEGRIDAD PERSONAL.

La UNP, vulnera mis derechos fundamentales a la vida, a la integridad física, a la libertad, a la


igualdad y a la seguridad personal del accionante, debido a la tardanza injustificada para
resolver mi solicitud de protección de medidas de protección.

III. PETICIONES

SOLICITUD DE MEDIDA CAUTELAR

Solicito como medida cautelar se ordene a la accionada que en el término que determine ese
Despacho, se implemente un esquema de protección consistente en un vehículo blindado,
dos hombres de protección un chaleco antibalas y un radio de comunicación, y se mantenga
dicha medida hasta tanto, con la diligencia debida se realice el estudio del nivel de riesgo de
la suscrita y se determine por la accionada previos análisis de mi seguridad las medidas que
se deban implementar. Solicitud que se fundamenta en el inminente peligro en que me
encuentro y dada la actitud pasiva, omisiva y reprochable con la que la UNP ha tratado mi
caso, exponiéndome a la concreción del riesgo en que me encuentro, y como garantía de mis
derechos, dado que me encuentro limitada en mis actividades por falta de protección.

SOLICITUD SIN CARÁCTER DE MEDIDA CAUTELAR

Solicito que en el plazo que considere ese Despacho Judicial, se ordene a la Agencia
Nacional de Protección, adopte las acciones necesarias a efecto de que se realice un análisis
minucioso de la situación de seguridad que afrontó y se expida debidamente sustentado el
acto administrativo que decida mi situación y las medidas de protección que mi nivel de
riesgo amerite, a efecto de determinar acudir o no ante la jurisdicción de lo contencioso
administrativo.

Su señoría le solicito muy respetuosamente tenga en cuenta las últimas alertas tempranas
emitidas por la DEFENSORÍA DEL PUEBLO REGIONAL MAGDALENA No. 044 2019.

IV. PRUEBAS

Solicito tener en cuenta las fotocopias que aportó:


1. Oficio radicado No. 20200060201085141, de calenda 05 de mayo de 2020, signado
por la Doctora NAYARA VARGAS LESACA, Defensora del Pueblo-Regional
Magdalena.
2. Pantallazo del correo del 12 de junio de 2020, mediante el cual se remitió respuesta a
la Defensoría del Pueblo-Regional Magdalena, por parte del señor CARLOS ALIRIO
SILVA JIMENEZ, funcionario de la UNP, a través de la cuenta
carlos.silva@unp.gop.co

3. Oficio con radicado No. 20200060200668741, de calenda 12 de marzo de 2020,


dirigido al Doctor ORLANDO ACUÑA GALLEGO, Coordinador Regional Caribe UNP,
firmado por la Doctora NAYARA VARGAS LESACA, Defensora del Pueblo-Regional
Magdalena.

4. Oficio signado por la Defensora del Pueblo-Regional Magdalena, Doctora NAYARA


VARGAS LESACA, con radicado No. 20200060202415701, de calenda 15 de
septiembre de 2020, dirigido al Doctor ORLANDO ACUÑA GALLEGO, Coordinador
Regional Caribe UNP.
5. Oficio E-2020-004933, de calenda 13 de mayo de 2020, signado por la Doctora
ANABEL ZUÑIGA CÉSPEDES, Jefe Oficina de Paz Atención a Víctimas DDHH y
Postconflicto, de la Gobernación del Magdalena
6. Las que el Despacho considere pertinentes.

V. JURAMENTO

Juro que no he presentado Acción de Tutela por estos mismos hechos ante ninguna
autoridad competente.

VI. NOTIFICACIONES

Las recibiré en la Carrera 16 D No. 7-49 Barrio Obrero de la ciudad de Santa Marta
Magdalena o a mi correo electrónico frenteampliodemujersong@gmail.com celular:
3222195588

La accionada en la Carrera 63 # 14 - 97 Bogotá, D.C, correo electrónico,


notificacionesjudiciales@unp.gov.co  y/o  noti.judiciales@unp.gov.co

Atentamente,

JENNIFER MARIA DEL TORO GRANADOS


Defensora de Derechos Humanos Líder Social

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