Disolución de Organizaciones Sindicales

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DISOLUCIÓN DE ORGANIZACIONES SINDICALES

La organización sindical es autónoma para determinar el fin de sus actividades, ya


sea de carácter temporal (suspensión) o definitivo (disolución). Tratando de tutelar
esta libertad, el Convenio 87 establece, que «las organizaciones de trabajadores
no están sujetas a disolución o suspensión por vía administrativa» (artículo 4). Nos
hace ver, en primer lugar, que «el principio básico en esta materia es el de que los
sindicatos se disuelven voluntariamente, por las causas y en las condiciones
previstas en sus estatutos». Y, en segundo lugar, que se garantiza que la vida del
sindicato no pueda ser afectada por resoluciones administrativas, lo que proscribe
la acción del Poder Ejecutivo en este terreno.
La LRCT considera tres formas de disolución de las organizaciones sindicales:
1. Las acordadas voluntariamente por los miembros de la organización
aludida (disolución autónoma).- Nos encontramos ante los supuestos de
fusión o absorción y acuerdo de la mayoría absoluta de sus miembros,
adoptado en Asamblea General1 o fuera de ella, acreditado por las
correspondientes firmas, o por cumplirse cualquiera de los eventos
previstos en el estatuto para este efecto. Llama la atención que en este
punto se considere que el acuerdo puede ser adoptado incluso fuera de la
Asamblea General, órgano al que se le otorga tal facultad expresamente en
el artículo 22.c) de la LRCT.
2. Las ordenadas por el Poder Judicial (disolución heterónoma).- En el
segundo caso, la disolución judicial deberá fundarse en las causales
previstas para la disolución de las asociaciones civiles (artículos 94 a 96 del
Código Civil. Las causales para la disolución serán las siguientes:
 Cuando el sindicato no pueda funcionar según su estatuto;
 Cuando la organización sea declarada en quiebra; 2
 Cuando sus fines o actividades sean contrarios al orden público o las
buenas costumbres
En la actualidad está vigente el camino previsto por el artículo 96 del Código
Civil para las disoluciones judiciales a pedido de parte interesada, con la
peculiaridad de que no se requiere que el caso suba en consulta a la Corte
Superior si no es apelado, ya que la remisión es sólo para lo aplicable; y del
artículo 33 de la LRCT se puede deducir que cabe que el proceso termine con
una sentencia de primera instancia al hablar de que esta puede quedar

1
En el caso de organizaciones sindicales complejas, el órgano competente será el Congreso (en función de
que para ellas rige todo lo previsto para los sindicatos en lo que sea aplicable, según el artículo 38 de la
LRCT).
2
En caso de suspensión de pagos, señala el artículo 95 del Código Civil, el consejo directivo debe
solicitar la quiebra de la organización, conforme a la ley de la materia y bajo responsabilidad ante
los acreedores por los daños y perjuicios que resultasen por la omisión.
consentida. Resultando así mucho más sencilla la disolución de una asociación
común y corriente que la de una organización sindical.
3. Las derivadas de la liquidación de la empresa, cuando se trata de
sindicatos de éste ámbito (artículo 33 de la LRCT).-La decisión es
sustraída de los ámbitos autónomo y judicial, operando automáticamente y
de pleno derecho cuando se produce la liquidación de la empresa que le
daba sustento al sujeto colectivo. En el ámbito funcionarial, no existe una
disposición que regule expresamente el tema aquí estudiado, tan sólo se
dispone que, ante la falta de algún requisito legal, el Jefe del Registro, de
oficio o a pedido de parte interesada, remitirá los antecedentes de
inscripción a la Corte Suprema, para efecto de la disolución judicial
correspondiente (artículo 21 del DS 003).

La distribución del patrimonio de la organización sindical disuelta


Una vez disuelta una organización sindical por las vías autónoma o heterónoma, el
patrimonio que resulte de realizar sus activos y pagar sus pasivos, será adjudicado
por el liquidador a quienes hayan sido designados para tal efecto por el estatuto o
por la asamblea general correspondiente. De no haberse efectuado tal
designación, se adjudicará a la Beneficencia Pública del domicilio del sindicato o a
una institución u organización de utilidad social oficialmente reconocida. 3
Lo primero que puede deducirse del régimen previsto para la distribución del
patrimonio de la organización sindical disuelta es que en ningún caso este podrá
ser distribuido entre sus afiliados, lo que resulta coherente en gran parte con el
carácter de institución sin fines de lucro que poseen las organizaciones sindicales.
Si bien es cierto que en mucho este patrimonio está compuesto por las
aportaciones de sus afiliados, lo que en cierta medida legitimaría un reclamo sobre
el mismo, concordamos con el tenor legal puesto que al mencionado carácter
ajeno al lucro de la organización hay que agregar, tanto que las cuotas sindicales
no son la única ni, muchas veces, la mayor fuente de ingresos, cuanto que hay
que impedir a toda costa que por cualquier motivo el interés pecuniario sea el que
guíe finalmente la decisión disolutoría. Ahora bien, habría que dejar en claro al
respecto que cuando la disolución se produzca por fusión o absorción, lo normal
será que los órganos legitimados o el propio estatuto atribuyan el patrimonio de la
organización u organizaciones que desaparecen a la nueva que se crea o a la que
absorbe. Lo segundo que habría que destacarse sobre el particular es la limitación
impuesta por el legislador al liquidador, a quien no se le autorizaría a señalar como
destinataria de este patrimonio a otra organización sindical, puesto que se le
delimitan las organizaciones destinatarias de este patrimonio en torno a la

3
artículo 34 de la LRCT.
Beneficencia Pública y otras organizaciones de utilidad social oficialmente
reconocidas.
ORGANIZACIONES SINDICALES DE GRADO SUPERIOR
En atención a su ubicación en una escala jerárquica organizativa, los sindicatos
pueden ser de primer grado (sindicatos de empresa, de actividad, de gremio, de
oficios varios) y las organizaciones sindicales de grado superior, como son las
Federaciones y Confederaciones. Pero tratando de jerarquías y grados debemos
expresar que la Constitución de 1993, no dice nada en relación a la organización
de Federaciones y Confederaciones de trabajadores, por lo que necesariamente
debemos recurrir al artículo dos, inciso 13 de la mencionada Constitución
Política del Estado y recordar que: “Toda persona tiene derecho: ... a asociarse
y a constituir fundaciones y diversas formas de organización jurídica sin fines de
lucro, sin autorización previa y con arreglo a ley”. No pueden ser disueltas por
resolución administrativa.(48- 49)
En nuestro país el D.L. Nº 25593, en su Artículo 36º, señala que para constituir
una federación se requiere la unión de no menos de dos sindicatos registrados
de la misma actividad o clase (50). Los sindicatos conformantes o
adherentes de una federación deben ser del mismo tipo de actividad, pues la
formación de federaciones por actividad profesional, hace posible la negociación
colectiva por ramas de actividad. Orden que es razonable y que no podría tomarse
como pretexto para argumentar un atentado a la libertad sindical; pues en caso de
conformar federaciones con sindicatos de diferentes formas de actividad, se
correría el riesgo de desconocimiento o descuido en alguno de los puntos que
interesan a los grupos sindicales que representan; situación que si afectaría la
libertad y responsabilidad sindical.
Teniendo como espacio la libertad sindical referida, debemos expresar también
que “los sindicatos y federaciones podrán retirarse de las respectivas
organizaciones de grado superior en cualquier momento, aunque exista pacto en
contrario” (Artículo 37º del D.L. Nº 25593).
Artículo 36.- Para constituir una federación se requiere la unión de no menos de
dos (2) sindicatos registrados de la misma actividad o clase. Para constituir una
confederación se requiere la unión de no menos de dos (2) federaciones
registradas.
Artículo 37.- Los sindicatos y federaciones podrán retirarse de las respectivas
organizaciones de grado superior en cualquier momento, aunque exista pacto en
contrario.
Artículo 38.- Las federaciones y confederaciones se rigen por todo lo dispuesto
para los sindicatos, en lo que les sea aplicable.
Artículo 39.- La cancelación del registro, la disolución o la liquidación de una
federación o confederación no afecta la subsistencia de las organizaciones de
grado inferior que la conforman.
Artículos del Texto Único Ordenado de la Ley de Relaciones Colectivas de
Trabajo Decreto Supremo Nro. 010-2013-TR

REGISTRO DE FEDERACIONES Y CONFEDERACIONES


Los requisitos para el registro de los organismos sindicales de grado superior ante
el Ministerio de trabajo y Promoción Social, son los mismos que para los
sindicatos (51), en lo referente a la asamblea constituyente y estatutos. La
diferencia la encontramos en el número de sindicatos adherentes (02 del mismo
tipo de actividad) y el acuerdo de los mismos para constituir estos organismos de
nivel superior. Acuerdo que significa la libertad y voluntad de adhesión de los
afiliados. Resulta conveniente asentar que los estatutos que rijan en estas
federaciones o confederaciones se sujetan a los requisitos estipulados para la
formación de un sindicato; únicamente se añadirá lo relativo a las condiciones
impuestas para la admisión de nuevos asociados y la forma en que sus miembros
estarán representados tanto en la mesa directiva que sea electa como en las
asambleas que se efectúen en los períodos establecidos.
El Decreto Supremo Nº 009 del 03 de Mayo de 1961 sobre “normas relativas a la
constitución de organizaciones sindicales”, derogados por el D.L. Nº 25593 y su
reglamento D.S. Nº 011-92-TR; nos indican antecedentes que nos sirven
de derrotero para cumplir los requisitos que rigen la formación y registro de los
organismos sindicales de grado superior. Así en su Artículo 24º nos decía: “Es
obligatorio del registro de las federaciones y confederaciones”. La solicitud de
registro de estas organizaciones deberá presentarse a la Autoridad de Trabajo
correspondiente acompañada de tres ejemplares de los documentos siguientes:
a. Los Estatutos, con especificación de la forma en que sus componentes
están representados en la Junta Directiva y en la Asamblea de Delegados.
(52)
b. Copia legalizada del acta de constitución y de las actas de las Asambleas
Generales de los sindicatos o de las federaciones en las que consta el
acuerdo de integrar el organismo de grado superior; y,
c. La lista completa con el nombre y domicilio de todos y cada uno de los
sindicatos o federaciones adherentes.

El Artículo 11º y el Artículo 20º, también del D.S. Nº 009-61-TR, rezaban: “Los
indicados documentos deben ser legalizados por notario público o, a falta de éste,
por el Juez de Paz, o certificados por los miembros de la Junta Directiva, bajo su
responsabilidad”.
“El presente decreto comprende a los empleados obreros y empleados de la
actividad privada. Los servidores sujetos a estatutos especiales estarán regidos
por su propia ley”.

LA CANCELACIÓN DEL REGISTRO SINDICAL

La cancelación administrativa del registro sindical como equivalente de la


disolución administrativa En el régimen sindical peruano, el principal lastre que
encontrábamos en este campo no iba por el lado de la disolución propiamente
dicha, sino que estaba referida a un acto equivalente o que produce los mismos
efectos que está en el caso de la LRCT: la cancelación del registro sindical por la
Autoridad Administrativa de Trabajo, que operaba por pérdida de alguno de los
requisitos exigidos para su constitución o subsistencia. La comprobación del
incumplimiento de estos requisitos correspondía también a la misma autoridad
antes mencionada (artículo 20 de la LRCT original). La razón de que hagamos tal
equivalencia responde al hecho de que, verificada esta cancelación, el sindicato
perdía su personería gremial como representante del conjunto de trabajadores,
aunque continua «subsistiendo, sin embargo, su personería para otros efectos
hasta su eventual disolución» (artículo 20 de la LRCT original).

La oscura redacción de la norma no enervaba el resultado principal de privar


administrativamente al sindicato de su capacidad de actuación en los principales
ámbitos que le corresponden en el mundo laboral, por lo que esta potestad
administrativa viciaba de invalidez la actuación de la autoridad registral, como lo
ha señalado la OIT y la doctrina nacional (OIT 2006: 147, párrafo 685; y, Rendón
Vásquez 1994: 67-68).117 Así lo ha reconocido expresamente el Comité de
Libertad Sindical y le ha solicitado al gobierno “que la legislación sea modificada
de manera que la cancelación del registro de un sindicato sólo sea posible por vía
judicial” (OIT 2006: 147, párrafo 687).
Sobre el particular, habría que precisar que el requisito que daba lugar a la
potestad de cancelación era sólo el del número mínimo de afiliados, puesto que es
el que se menciona en la norma que habla de las exigencias necesarias para la
constitución o subsistencia del sindicato; sin que se haya podido extender tal
facultad a los casos en que la Autoridad Administrativa de Trabajo detecte una
infracción distinta, como podía ser vulnerar las prohibiciones del artículo 11 de la
LRCT respecto de las actividades de los sindicatos (dedicarse institucionalmente a
asuntos de política partidaria, distribuir directa o indirectamente rentas o bienes del
patrimonio sindical, etc.). En estos supuestos, lo que tuvo que hacer la Autoridad
Administrativa es ponerlos en conocimiento del Ministerio Público para que este
inicie el trámite de disolución.
Sin embargo, la figura antes mencionada ha sido modificada por la Ley 27912, ya
que tal como menciona el nuevo texto del artículo 20 de la LRCT, la cancelación
del registro por pérdida de los requisitos constitutivos sólo se efectuará después
de la disolución del sindicato, la misma que requerirá de declaración judicial
previa. Es decir, actualmente es necesario iniciar un proceso judicial para que en
tal sede se compruebe la pérdida de dichos requisitos. Sin duda, se trata de una
reforma que elimina una de las modalidades de injerencia más graves del Estado,
por lo que debe ser resaltada como un avance en el respeto del principio de
autonomía sindical.
Finalmente, hay que mencionar que el artículo 24 del DS 011 establece la
posibilidad de solicitar un nuevo registro transcurridos al menos seis meses de
expedido el procedimiento que resolvió la cancelación; lo que ha sido también
cuestionado por la OIT que considera -con toda justificación- que debe poder
obtenerse la inscripción de inmediato, tan pronto se subsanó el motivo que dio
origen a su cancelación (OIT 2006: 295, párrafo 688).

El registro previamente validado solo podrá cancelarse en caso de:

 En caso de disolución.
 Por dejar de cumplir los requisitos que establecen las normas.
Sera la Junta de Conciliación y Arbitraje quien resuelva acerca de la cancelación
del registro de un sindicato.
Cancelación del registro o anulación de la personalidad jurídica es cuando. El
Comité ha señalado que la cancelación o exclusión del registro de una
organización por el registrador de sindicatos equivale a su suspensión o disolución
por vía administrativa.
La cancelación del registro sindical que de hecho implica la suspensión de sus
actividades – por vía administrativa de una organización sindical como
consecuencia de un conflicto interno viola gravemente los principios de la libertad
sindical y concretamente el artículo 4 del Convenio núm. 87 que dispone que las
organizaciones de trabajadores y de empleadores no están sujetas a disolución
por vía administrativa.
Las medidas de cancelación del registro, aunque se justifiquen, no deberían
excluir la posibilidad de que un sindicato solicite su registro en el momento en que
se restablezca una situación de normalidad.
Una legislación por la que el ministro puede, a su total discreción y sin derecho de
apelación ante los tribunales, ordenar la anulación del registro de un sindicato, es
contraria a los principios de libertad sindical.

EXP. N.º 02111-2010-PA/TC LIMA


SINDICATO UNIFICADO DE TRABAJADORES DE LA ELECTRICIDAD Y
ACTIVIDADES CONEXAS DE LIMA Y CALLAO (SUTREL)

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 24 días del mes de enero de 2012, el Tribunal Constitucional en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los magistrados Álvarez
Miranda, Urviola Hani, Vergara Gotelli, Mesía Ramírez, Beaumont Callirgos, Calle
Hayen y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia, con los fundamentos de voto
de los magistrados Urviola Hani, Mesía Ramírez y Eto Cruz, que se agregan.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por el Sindicato Unificado
de Trabajadores de la Electricidad y Actividades Conexas de Lima y Callao
(SUTREL) contra la resolución de fecha 30 de noviembre de 2009, expedida por la
Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima que, revocando la
apelada, declaró improcedente la demanda de autos.

ANTECEDENTES
Con fecha 7 de octubre de 2008, el Sindicato Unificado de Trabajadores
de la Electricidad y Actividades Conexas de Lima y Callao (SUTREL) interpone
demanda de amparo contra la Empresa de Distribución Eléctrica de Lima Norte -
EDELNOR S.A.A. y contra la Compañía Americana de Multiservicios Perú - CAM
PERÚ S.R.L., solicitando que se reconozca la relación laboral de sus afiliados con
la primera de las mencionadas, el cumplimiento de las conclusiones de la
investigación de la Autoridad Administrativa de Trabajo que ordena el pase a las
planillas de dicha empresa, así como el pago de los beneficios vigentes en la
misma, alegando la violación de sus derechos al trabajo, a la igualdad y a la no
discriminación, a la asociación y a la libertad sindical individual y colectiva.
Refiere el sindicato accionante que, desde el mes de mayo del año 2000,
la empresa concesionaria EDELNOR S.A.A., del grupo empresarial Endesa, ha
venido desplazando ilegalmente parte de sus funciones y áreas de trabajo a una
supuesta subsidiaria y contratista denominada CAM PERÚ S.R.L., la cual también
pertenece a dicho grupo empresarial. Al respecto, indica que ante el aumento de
las áreas y el personal desplazados, decidieron conformar una sección sindical del
SUTREL en la empresa CAM PERÚ S.R.L, la misma que ésta se negó a
reconocer, oponiéndose a otorgar permisos a los delegados, a efectuar los
descuentos sindicales, a participar en las negociaciones colectivas, entre otras
afectaciones a la libertad sindical, bajo el argumento de que la referida empresa
no pertenecía al sector eléctrico, lo cual fue reiteradamente admitido por la
Autoridad Administrativa de Trabajo.
Menciona, asimismo, que con fecha 27 de noviembre de 2007, la
Autoridad Administrativa de Trabajo, luego de una inspección realizada en la
empresa CAM PERÚ S.R.L., emitió el Informe de Investigación N.º 13577-2007-
MTPE/2/12.3, a través del cual constató la existencia de fundados elementos que
demostraban la existencia de una desnaturalización en la tercerización de
servicios establecida entre CAM PERÚ y EDELNOR, concluyendo que era de
aplicación al caso lo dispuesto en el artículo 4-B del Decreto Supremo N.º 003-
2002-TR, Norma que establece disposiciones para la aplicación de las Leyes Nº
27626 y 27696 (Leyes que regulan la actividad de las empresas especiales de
servicios y de las cooperativas de trabajadores) -agregado por el Decreto
Supremo N.º 020-2007-TR-, el cual señala que cuando la contratación de servicios
implica una simple provisión de personal, ello ocasiona que los trabajadores
desplazados tengan una relación de trabajo directa con la empresa principal.
Del mismo modo, señala que, como consecuencia de una inspección similar
llevada a cabo en la empresa EDELNOR S.A.A., la Autoridad Administrativa de
Trabajo emitió el Informe N.º 3870-2008-MTPE/2/12.3, su fecha 24 de abril de
2008, en el que verificó nuevamente la existencia de la aludida desnaturalización,
concluyendo que la empresa inspeccionada no había cumplido con la medida
inspectiva de requerimiento adoptada con fecha 17 de abril de 2008 (registro de
trabajadores en planillas y entrega de boletas de pago). Como consecuencia de
ello, refiere que la Autoridad Administrativa de Trabajo inició un procedimiento
sancionador a la empresa inspeccionada que culminó con el Acta de Infracción N.º
1281-2008-MTPE/2/12.3, a través de la cual se le impuso una multa por haber
infringido las normas laborales materia de verificación (registro de trabajadores en
planillas y entrega de boletas de pago) respecto de 43 trabajadores.
En atención a todo ello, el sindicato accionante estima que existen suficientes
elementos probatorios que demuestran la existencia de un “fraude a la
subcontratación” en el presente caso, pese a lo cual la empresa EDELNOR S.A.A.
se resiste a cumplir el requerimiento formulado por las autoridades administrativas
para que los trabajadores desplazados sean incorporado en las planillas de la
empresa principal.
Con fecha 7 de noviembre de 2008, la empresa EDELNOR S.A.A.
contesta la demanda, solicitando que la misma sea declarada improcedente o
infundada, en la inteligencia de que la misma no reúne los requisitos establecidos
en la ley. Sostiene, al respecto, que no se ha cumplido con agotar la vía
administrativa previa contra la Resolución Directoral N.º 545-2008-MTPE/2/2.3
emitida por la Autoridad de Inspección (la cual ordena la incorporación a planillas
de los trabajadores mencionados en la demanda de amparo), dado que la
empresa ha solicitado la nulidad de dicho pronunciamiento por afectar el debido
proceso, conforme lo acredita con la documentación pertinente. Asimismo, refiere
que la relación de trabajadores cuya incorporación a planillas se pretende en la
demanda de amparo (que contiene el nombre de 57 trabajadores) difiere de la
relación comprendida, a su vez, en la resolución administrativa emitida por la
Autoridad Administrativa de Trabajo (que sólo contempla una lista de 43
trabajadores). En tal sentido, aduce que a través del proceso de amparo no
pueden extenderse los efectos de una resolución administrativa, que no es firme ni
definitiva, a trabajadores que no formaron parte de la misma. Por último, alega que
no ha existido ningún acto de tercerización fraudulenta, como lo sostiene la parte
demandante, dado que ésta ha reconocido la plena validez de la relación laboral
entablada con CAM PERÚ S.R.L. al haber tenido una activa participación sindical
en dicha empresa.
Con fecha 29 de diciembre de 2008, la empresa CAM PERÚ S.R.L.
contesta la demanda, solicitando que la misma sea declarada improcedente o
infundada, al estimar que a través del amparo no se puede declarar la aplicación
de una resolución administrativa que no ha causado estado y cuya ejecución no se
ha intentado en la vía que corresponde. De otro lado, niega que haya existido una
tercerización fraudulenta, ya que todas las personas mencionadas en la demanda
de amparo prestan servicios para la empresa CAM PERÚ S.R.L., en cuyas
planillas se encuentran registradas desde hace varios años. Asimismo, agrega que
la referida empresa no ha participado en ninguna de las dos resoluciones
administrativas que ordenan a EDELNOR S.A.A. la incorporación a planillas de un
total de 43 trabajadores y le imponen una multa. Antes por el contrario, refiere que
en el procedimiento que se le siguió a CAM PERÚ S.R.L. se produjo el
archivamiento de la inspección. Por último, afirma que al no ser CAM PERÚ S.R.L.
una empresa que pertenezca al sector eléctrico, sus trabajadores no pueden estar
representados por el sindicato de rama de actividad recurrente.
Con fecha 26 de enero de 2009, el Cuadragésimo Sexto Juzgado Civil de
la Corte Superior de Justicia de Lima declara fundada en parte la demanda,
ordenando a la empresa EDELNOR que cumpla con restituir a sus planillas y
entregar boletas de pago a 43 de los trabajadores incluidos en la demanda; e
infundada respecto de los demás trabajadores, en el entendido de que al no estar
comprendidos en el acta de inspección, no estaba acreditada su relación laboral
con la referida empresa; así como en el extremo en que se solicita la imposición
de multa y cancelación de los registros de CAM PERÚ S.R.L.
Con fecha 30 de noviembre de 2009, la Cuarta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, revocando la apelada, declara improcedente la
demanda, por considerar que de todas las pruebas acompañadas a la misma no
fluye que el sindicato demandante haya requerido a la Autoridad Administrativa de
Trabajo la ejecución de lo decidido por ésta; además de estar pendiente de
resolución, en otro proceso de amparo, iniciado por la empresa demandada, la
validez de la decisión de la Autoridad Administrativa de Trabajo que ordenaba la
incorporación en planillas; así como por estimar que el procedimiento de cese
colectivo por causas objetivas requiere del trámite a que se refiere el Capítulo VII
del Título I de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral, por lo que su
inicio no constituye una afectación real y efectiva a los derechos invocados.

FUNDAMENTOS
§1. Delimitación del petitorio
1. El objeto de la presente demanda de amparo consiste en que, como
consecuencia de la verificación del supuesto fraude a la tercerización operado
entre las empresas demandadas, se reconozca la relación laboral entre los
afiliados del SUTREL y la empresa EDELNOR S.A.A., y en consecuencia, se
ordene la inscripción de dichos trabajadores en las planillas de la referida
empresa, la entrega de sus respectivas boletas de pago, la imposición de una
multa y la cancelación de los registros de la empresa CAM PERÚ S.R.L. Por su
parte, las empresas demandadas niegan que dicho acto fraudulento se haya
configurado y, en su lugar, aseguran que las resoluciones administrativas
invocadas por la parte demandante no han causado estado, por lo cual resulta
erróneo pretender su cumplimiento a través de un proceso constitucional como el
de autos.
§2. Justificación del proceso de amparo como vía idónea para resolver la
presente causa
2. De conformidad con el artículo 5º inciso 2) del Código Procesal
Constitucional, el proceso de amparo está configurado en nuestro ordenamiento
jurídico como un proceso subsidiario y excepcional al no proceder cuando
“[e]xistan vías procedimentales específicas, igualmente satisfactorias, para la
protección del derecho constitucional amenazado o vulnerado (…)”. De esta
forma, se busca que el proceso de amparo atienda causas verdaderamente
urgentes y perentorias que requieran una tutela especial o diferenciada, en los
términos en que esto viene exigido por el artículo 25º de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos.
3. Bajo dicho temperamento, este Colegiado, en la STC N.º 0206-2005-PA/TC,
ha establecido aquellos lineamientos jurídicos que permiten delimitar las
pretensiones en materia laboral que merecen protección a través del proceso de
amparo. Así, en el fundamento 13 de la sentencia en referencia, que tiene la
calidad de precedente vinculante, este Tribunal ha señalado que “(…) todo acto
lesivo, no justificado o irrazonable, que afecte a los trabajadores sindicalizados y a
sus dirigentes y que haga impracticable el funcionamiento del sindicato, deberá
ser reparado”.

4. Sobre este punto, el sindicato accionante alega a su favor que el proceso de


amparo en materia laboral se encuentra habilitado excepcionalmente para resolver
aquellos casos que encierran una afectación a la libertad sindical, conforme a lo
establecido en el precedente vinculante antes aludido.
5. Ciertamente, este Tribunal comparte la posición asumida por el sindicato
demandante, cuando afirma que la vía del amparo es la idónea para resolver la
presente causa, en la medida en que uno de los agravios denunciados en la
demanda, y que a su juicio derivaría del supuesto “fraude a la subcontratación”
operado entre las empresas demandadas, radica en la imposibilidad que tiene el
SUTREL para plantear sus reclamos sindicales en la empresa CAM PERÚ S.R.L.,
pues ésta arguye que al no pertenecer al sector eléctrico, sus trabajadores no
podrían estar representados por dicha organización sindical, que es una de rama
de actividad. Vistas así las cosas, este Tribunal considera que la afectación prima
facie de la libertad sindical como requisito para acudir excepcionalmente a la vía
del amparo, está debidamente acreditada.
6. En suma, y habiendo resuelto estas cuestiones procesales previas, el
Tribunal concluye que corresponde entrar a resolver el fondo del asunto.

§3. Delimitación de los hechos controvertidos en el presente caso


7. El sindicato recurrente afirma en su demanda que tanto CAM PERÚ S.R.L
(la empresa tercerizadora) así como EDELNOR S.A.A. (la empresa principal) han
sido objeto de sendas inspecciones laborales por parte de la Autoridad
Administrativa de Trabajo, al interior de las cuales, según aduce, se ha llegado a
demostrar fehacientemente que la tercerización realizada entre ambas empresas
se ha desnaturalizado, evidencia en base a la cual solicita que su demanda de
amparo sea estimada. Por su parte, las empresas demandadas cuestionan el
hecho de que la resolución administrativa cuya exigibilidad se pretende a través
del presente proceso, no haya causado estado, al haberse interpuesto contra ella
un recurso de nulidad en la vía administrativa.
8. Así las cosas, este Tribunal estima que, a fin de lograr una cabal
comprensión de los hechos que rodean al presente caso, es preciso realizar una
descripción clara y detallada de los mismos, y en particular, de aquellos que
atañen a los procedimientos de inspección laboral que han tenido lugar en sede
administrativa. Atendiendo a esta finalidad, el Tribunal Constitucional considera
que tales hechos pueden quedar expuestos de la siguiente manera:
Ø Con fecha 27 de noviembre de 2007, la Dirección Regional de Trabajo y
Promoción del Empleo de Lima - Callao emitió el Informe de Actuaciones
Inspectivas de Investigación recaído en la Orden de Inspección N.º 13577-2007-
MTPE/2/12.3 (obrante a fojas 104), seguido a la empresa CAM PERÚ S.R.L., a
través del cual se constató que existían fundados elementos probatorios que
demostraban la existencia de una desnaturalización de la tercerización de
servicios en la relación contractual entablada entre las empresas CAM PERÚ
S.R.L. y EDELNOR S.A.A., tales como: a) que CAM PERÚ no cuenta con sus
propios recursos financieros, técnicos o materiales, al quedar comprobado que
utiliza la infraestructura, equipos mobiliarios y servicios que son propiedad de
EDELNOR S.A.A.; b) que no existe una plena subordinación de los trabajadores
de la empresa inspeccionada, al estar en muchos casos supeditados a órdenes o
directivas de la empresa EDELNOR S.A.A.; c) que la empresa inspeccionada no
asume las tareas contratadas por su cuenta y riesgo, entre otros. En base a todo
ello, la Dirección Regional de Trabajo concluyó que era de aplicación al caso lo
dispuesto en el artículo 4-B del Decreto Supremo N.º 003-2002-TR, agregado por
el Decreto Supremo N.º 020-2007-TR. Asimismo, este informe recomendó la
emisión de una orden de inspección similar para la empresa EDELNOR S.A.A.
Ø Siendo ello así, con fecha 24 de abril de 2008, la Dirección Regional de
Trabajo y Promoción del Empleo expidió el Informe de Actuaciones Inspectivas
recaído en la Orden de Inspección N.º 3870-2008-MTPE/2/12.3 (obrante a fojas
120), seguido a la empresa EDELNOR S.A.A., a través del cual se volvió a
verificar la desnaturalización antes aludida. Asimismo, este informe constató que
la empresa inspeccionada no había cumplido con la medida inspectiva de
requerimiento adoptada con fecha 17 de abril de 2008, referida al registro de
trabajadores en planillas y entrega de boletas de pago, razón por la cual se
resolvió elaborar el Acta de Infracción N.º 1281-2008-MTPE/2/12.3 (obrante a
fojas 134), que propuso la imposición de una multa para la mencionada empresa.
Ø En vista de ello, con fecha 21 de mayo de 2008, la Tercera Sub Dirección de
Inspección Laboral resolvió iniciar procedimiento sancionador a la empresa
EDELNOR S.A.A. conforme a lo establecido en el inciso a) del artículo 45º de la
Ley N.º 28806 (Exp. N.º 396-2008-MTPE/2/12.330), ordenando la notificación del
Acta de Infracción correspondiente a la referida empresa, a fin de que presente los
descargos que estimara pertinentes, así como a los trabajadores afectados y a la
organización sindical implicada.
Ø Una vez merituado los descargos, con fecha 30 de junio de 2008, la Tercera
Sub Dirección de Inspección Laboral emitió la Resolución Sub Directoral N.º 681-
2008-MTPE/2/12.330 (obrante a fojas 147), que resolvió ordenar a la empresa
inspeccionada EDELNOR S.A.A. cumplir con subsanar las infracciones que
habían sido materia de sanción, imponiéndole la multa correspondiente. Cabe
señalar que esta resolución precisó que los inspectores de trabajo habían
procedido conforme a lo establecido en el artículo 47º de la Ley N.º 28806, el cual
establece que “(…) los hechos constatados por los servidores de la Inspección del
Trabajo que se formalicen en las Actas de Infracción observando los requisitos
establecidos merecen fe, sin perjuicio de las pruebas que puedan aportar los
sujetos responsables, en defensa de sus respectivos derechos e intereses (…)”.
Ø A su turno, con fecha 10 de septiembre de 2008, la Dirección de Inspección
Laboral, mediante Resolución Directoral N.º 545-2008-MTPE/2/12.3 (obrante a
fojas 151), confirmó la Resolución Sub Directoral antes aludida, señalando que “la
misma ha causado estado, toda vez que, contra las resoluciones de segunda
instancia, no procede medio impugnatorio alguno al haberse agotado la vía
administrativa (…)”.
9. Posteriormente a ello, se advierte que, con fecha 06 de octubre de 2008, la
empresa EDELNOR S.A.A. presentó un escrito (obrante a fojas 273) a través del
cual solicitó la nulidad de la Resolución Directoral N.º 545-2008-MTPE/2/12.3 por
violar sus derechos al debido procedimiento y de defensa, alegando que la
inspección laboral de autos no se había realizado en su empresa sino en las
instalaciones de CAM PERÚ S.R.L y sosteniendo que los inspectores debieron
notificar a EDELNOR S.A.A. de las actuaciones seguidas en CAM PERÚ S.R.L.
No obstante ello, se aprecia también que, con fecha 19 de febrero de 2009, la
Dirección Regional de Trabajo de Lima emitió el Auto Directoral N.º 005-2009-
MTPE/2/12.1 (obrante a fojas 723), a través del cual resolvió declarar no ha lugar
la solicitud de nulidad formulada por la empresa EDELNOR S.A.A.

§4. Análisis de la controversia. Sobre la desnaturalización de la tercerización de


servicios operada entre las empresas EDELNOR S.A.A. y CAM PERÚ S.R.L.
10. De las instrumentales obrantes en autos, se aprecia que el Ministerio de
Trabajo y Promoción del Empleo, a través de su Dirección de Inspección Laboral,
comprobó que la tercerización de servicios efectuada entre las empresas CAM
PERÚ S.R.L. y EDELNOR S.A.A. había devenido en fraudulenta, conclusión a la
cual llegó luego de seguir los procedimientos establecidos en la Ley N.º 28806,
Ley General de Inspección del Trabajo. En mérito a ello, este Tribunal considera
que las diligencias efectuadas por dicha autoridad administrativa, al estar dentro
del ámbito de sus competencias, tienen plena eficacia probatoria a los efectos del
presente proceso de amparo.
11. Así pues, de lo observado en las inspecciones y resoluciones emitidas por la
Autoridad Administrativa, se aprecia claramente que la relación contractual de
tercerización operada entre las empresas EDELNOR S.A.A. y CAM PERÚ S.R.L.
ha sido objeto de una desnaturalización, en los términos en que esto viene
determinado por la ley de la materia; y ello básicamente, como ya se precisó, pues
en dichas inspecciones se determinó: a) que CAM PERÚ no cuenta con sus
propios recursos financieros, técnicos o materiales, al quedar comprobado que
utiliza la infraestructura, equipos mobiliarios y servicios que son propiedad de
EDELNOR S.A.A.; b) que no existe una plena subordinación de los trabajadores
de la empresa inspeccionada, al estar en muchos casos supeditados a órdenes o
directivas de la empresa EDELNOR S.A.A.; y c) que la empresa inspeccionada no
asume las tareas contratadas por su cuenta y riesgo, entre otros. En mérito a
dichas actuaciones y a la certeza que las mismas generan sobre la
desnaturalización producida, corresponde pues que este Colegiado estime la
demanda y ordene, en aplicación a lo dispuesto en el artículo 4-B del Decreto
Supremo N.º 003-2002-TR, la incorporación de los trabajadores recurrentes a
planillas de la empresa EDELNOR.
12. Por otro lado, en relación a la pretensión de cancelación de los registros de la
empresa CAM PERÚ S.R.L., conviene tener en cuenta que, según el artículo 5º de
la Ley N.º 29245, “[l]os contratos de tercerización que no cumplan con los
requisitos señalados en los artículos 2 y 3 de la presente Ley y que impliquen una
simple provisión de personal, originan (…) la cancelación del registro a que se
refiere el artículo 8 de la presente Ley, sin perjuicio de las demás sanciones
establecidas en las normas correspondientes” (énfasis agregado). No obstante
ello, este Colegiado advierte que, si bien la referida cancelación constituye una
consecuencia legalmente necesaria tras la constatación de un supuesto de
tercerización fraudulenta, ello no puede ser dilucidado a través del presente
proceso por ser una cuestión ajena a la tutela que brinda el proceso de amparo.

§5. Sobre la afectación de los derechos invocados en la demanda, como


consecuencia del “fraude a la subcontratación” operado por las empresas CAM
PERÚ S.R.L. y EDELNOR S.A.A.
13. Es evidente para este Tribunal que la configuración de un supuesto de
tercerización fraudulenta, no solo conlleva el incumplimiento de una norma de
carácter laboral, sino que implica también, y en lo que interesa al presente proceso
de amparo, la afectación de una serie de derechos constitucionales del sindicato
recurrente y a sus representados, situación que merece ser analizada por este
Colegiado para ser debidamente reparada a través de esta sentencia.
14. En tal sentido, a juicio de este Tribunal, cuando el artículo 4-B del Decreto
Supremo N.º 003-2002-TR, dispone que la desnaturalización de un contrato de
tercerización origina que los trabajadores desplazados tengan una relación de
trabajo directa con la empresa principal, es porque valora implícitamente que en
tales supuestos el objetivo o “justificación subyacente” a la tercerización
(consistente en la generación de una mayor competitividad en el mercado a través
de la descentralización productiva) no ha sido el (único) móvil de la tercerización
efectuada, al haber tenido como propósito subalterno el disminuir o anular los
derechos laborales de los trabajadores. En dicho contexto, cuando una empresa
(principal) subcontrata a otra (tercerizadora), pero sigue manteniendo aquélla el
poder de dirección sobre los trabajadores, y la función o actividad tercerizadase
sigue realizando en los ambientes de la empresa principal y con los bienes y
recursos de ésta, y a su cuenta y riesgo, resulta evidente que dicha
subcontratación resulta incompatible con nuestra Constitución.
15. Así, desde un punto de vista constitucional, es claro para este Colegiado que,
al margen de lo establecido en la ley de la materia, una operación
(subcontratación fraudulenta) que no tiene otro fin que el aumento de las
ganancias empresariales, a costa de la ilegítima disminución de los derechos de
los trabajadores (y no mediante la búsqueda real de la eficiencia empresarial), se
encuentra completamente vedada. Y ello no sólo, porque en este caso desaparece
la finalidad constitucional y legal que justifica la intervención en los derechos
fundamentales de los trabajadores, que inevitablemente se produce con la
utilización de la tercerización, sino porque la finalidad oculta tras el fraude en la
subcontratación representa un supuesto de “instrumentalización” de la dignidad de
los trabajadores, inadmisible en el Estado Constitucional.

§6. De las órdenes impartidas en la presente sentencia


16. Por último, resulta censurable para este Colegiado que la empresa
EDELNOR S.A.A. se haya negado a presentar las planillas de los trabajadores
restantes del sindicato recurrente ante las autoridades administrativas de trabajo.
Esta situación de renuencia, a todas luces injustificada, ha impedido que dichos
trabajadores puedan ser incluidos en un acta de inspección similar a la que dio
origen al presente proceso, y así por esa vía, ser reparados en sus derechos en la
vía constitucional; mientras que la empresa EDELNOR S.A.A., por esa negativa,
sólo se ha visto compelida a pagar una multa ante la Autoridad Administrativa de
Trabajo, según consta de la Resolución Sub Directoral N.º
1249-2008-MTPE/2/12.310, su fecha 03 de septiembre de 2008 (obrante a fojas
709).
Esta arbitrariedad manifiesta debe ser enfáticamente rechazada por este Tribunal,
siendo preciso que el Ministerio de Trabajo adopte todos los recaudos que fueran
necesarios, en su función de inspección laboral, a fin de que la demandada
EDELNOR S.A.A. cumpla con presentar las planillas de los catorce (14)
trabajadores restantes y pueda determinarse en dicha vía si se encuentran en la
misma situación que los trabajadores incluidos en el acta de inspección laboral
emitida por el Ministerio de Trabajo (Resolución Directoral N.º
545-2008-MTPE/2/12.3); en cuyo caso deberá dárseles el mismo tratamiento
establecido en la presente sentencia.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú.
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda de amparo de autos, por haberse
acreditado la vulneración de los derechos del demandante al trabajo, a la igualdad
y a la libertad sindical; en consecuencia,
2. ORDENAR a la empresa EDELNOR S.A.A. incorporar a los miembros del
sindicato recurrente en su libro de planillas, comprendidos en la Resolución
Directoral N.º 545-2008-MTPE/2/12.3, en el plazo máximo de dos (2) días de
notificada la presente sentencia, bajo apercibimiento de aplicarse los apremios
previstos en el artículo 22º del Código Procesal Constitucional, con el abono de las
costas y los costos del proceso en la etapa de ejecución de sentencia.
3. Notificar al Ministerio de Trabajo a efectos de que atienda a lo dispuesto en
el fundamento 16 de esta sentencia.
4. Declarar IMPROCEDENTE los extremos relacionados con la cancelación de
los registros de CAM PERÚ S.R.L. y con la imposición de la multa solicitada, de
acuerdo a lo señalado en el fundamento 12 supra.
Publíquese y notifíquese.
SS.
ÁLVAREZ MIRANDA
URVIOLA HANI
VERGARA GOTELLI
MESÍA RAMÍREZ
BEAUMONT CALLIRGOS
CALLE HAYEN
ETO CRUZ

EXP. N.° 00149-2012-PA/TC PIURA


SINDICATO DE TRABAJADORES DE ELECTRONORESTE S.A. REGIÓN GRAU

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 28 días del mes de noviembre de 2012, la Sala Primera del
Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados, Urviola Hani, Vergara
Gotelli y Calle Hayen, pronuncia la siguiente sentencia
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por el Sindicato de Trabajadores de
Electronoreste S.A. Región Grau contra la sentencia expedida por la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Justicia de Piura, de fojas 460, su fecha 28 de
octubre de 2011, que declaró infundada la demanda de autos.
ANTECEDENTES
Mediante demanda de fecha 24 de agosto de 2010 y escrito subsanatorio de
fecha 13 de septiembre de 2010, el Sindicato recurrente interpone demanda de
amparo contra Electronoroeste S.A. (ENOSA) y Rafetec Contratistas Generales
S.A.C; solicitando que cesen las amenazas a sus derechos constitucionales al
trabajo, a la estabilidad laboral, a la participación en las utilidades, a la libertad
sindical y a la negociación colectiva, y que en consecuencia se declare la
inaplicabilidad del contrato de tercerización N.º 130-2010/ /ELECTRONOROESTE
S.A., de fecha 19 de abril de 2010, celebrado entre la emplazada y la empresa
Rafatec Contratistas Generales S.A.C; sobre “Servicio de actividades de
mantenimiento, operaciones y atención de emergencias. Pequeñas ampliaciones y
remodelaciones del Sistema de Distribución de las empresas del Grupo Distriluz”
en la Zona I (Piura – Alto Piura y Bajo Piura) y en Zona II (Sullana – Paita), así
como el abono de los costos del proceso. Refieren que la aplicación del contrato
citado afectaría a los técnicos sindicalizados que laboran en el área de
emergencia de la Unidad de Distribución de Piura de la Gerencia de Distribución:
don César Augusto Silva Yarlequé, don Darwin Ubillús Manrique, don Javier
Espinoza Pardo, don Alez Guerrero Ramírez, don Oscar Briceño Ayala, don
Eduardo Zapata Sullón, don Miguel Palacios Celi, don José Macalupu Jiménez,
don Roger Reátegui Rategui y don Segundo Nima Acha; de las diferentes
Unidades de Negocios de Paita: don Julio Zapata Yovera y don Henry Ávila
Chavez; a los técnicos que han sido repuestos por mandato judicial: don Daniel
Alexander Espinoza Mendoza, don Fredy Omar Rufasto Vásquez, don Roberto
Wun Alcocer, don Percy Ruiz Yamunaque y don Rigoberto Masquez Lescano; de
la Unidad de Negocios de Sullana: don Marcelino Guzmán Morán, don Junior
Ipanaqué Varillas, don Willian Castillo Infante y don Carlos Mitac Herrera, de la
Unidad de Negocios de Sechura del Bajo Piura: don Jorge de los Santos y de la
Unidad de Negocios Chulucanas del Alto Piura: a don Ernesto Aguilar Huamán,
por cuanto podría traer como consecuencia el despido de trabajadores afiliados o
su disminución, la misma que conduciría a la cancelación del Registro del
Sindicato y su consecuente desaparición como organismo gremial, lo que
sostienen ya habría ocurrido en anterior oportunidad. Agregan que el personal de
la empresa tercerizadora laborará en operaciones productivas que se encuentran
a cargo del personal técnico de la emplazada, por lo que la tercerización de
servicios ha sido realizada con la única intención y/o efecto de limitar y/o
perjudicar la libertad sindical de los recurrentes.

El representante de la empresa ENOSA propone la excepción de prescripción y


contesta la demanda señalando que este tipo de reclamos sobre supuestas
violaciones de sus derechos sindicales por parte del Sindicato ya ha sido
anteriormente materia de inspección por la Autoridad Administrativa de Trabajo, a
través del Exp. N.º AI-708-2009-DRTPE-PIURA-SDNCIHSO, inspección en la cual
se realizaron las respectivas diligencias de las cuales participaron los dirigentes
sindicales, concluyéndose mediante el respectivo Informe Final de Actuación
Inspectiva que no se había desnaturalizado la intermediación y tercerización
denunciada por el Sindicato, expediente que a la fecha se encuentra archivado.
Respecto a la amenaza o merma en sus remuneraciones por aplicación de este
sistema, precisa que con los medios probatorios presentados en autos se puede
verificar que los supuestos afectados se mantienen en sus mismos niveles
laborales y perciben sus remuneraciones sin modificación alguna; asimismo
sostienen que la tercerización de algunas de sus actividades se encuentra
debidamente amparada en las disposiciones legales sobre la materia y se
sustenta en una serie de razones técnicas de las cuales los demandantes tienen
conocimiento; por otra parte, la demandada señala que el crecimiento económico
de la región, proveniente de grandes inversiones en el campo industrial y de
comercio, ha significado el incremento de clientes y, por ende, de la demanda de
energía eléctrica, y que para cumplir con este objetivo se requiere incrementar la
infraestructura de redes, principalmente la de distribución, lo que genera una
mayor actividad necesaria para atender las actividades corrientes del negocio; y
que aunado a ello las exigencias del Organismo Supervisor de Energía traen
consigo mayor actividad en las remodelaciones, actividades de mantenimiento y
atención oportunas de reclamos y/o emergencia. Por otro lado están las directivas
dictadas por FONAFE prohibiendo la contratación y/o nombramiento de nuevo
personal, limitaciones que se producen en todas las empresas del Estado Ley N.º
24948 y en todos los organismos del Estado, es por ello que el servicio es
atendido para algunas actividades con personal propio y, según necesidad,
especialización o incrementos de actividades, vía contratos de tercerización.
El gerente general de RAFATEC formula nulidad de todo lo actuado a efectos de
que se le proceda a notificar válidamente a su representada, a fin de poder ejercer
su derecho de defensa.
El Segundo Juzgado Civil de Piura, con fecha 10 de enero de 2011, declaró
infundada la nulidad propuesta por RAFETEC; con fecha 3 de marzo de 2011,
declaró infundada la excepción propuesta; con fecha 22 de agosto de 2011,
declaró infundada la demanda por estimar que la tercerización significa para las
organizaciones un ahorro de costos, siendo que una de las ventajas estratégicas
que se ofrece a las empresas que deciden implementar un outsourcing es el
conocimiento de las tecnologías, el acceso a mejores procesos o eficiencias que le
ofrece la empresa tercerizadora al poder aprender sobre procedimientos de
gestión más eficientes. No obstante el Sindicato demandante ha confundido las
figuras de intermediación con la figura de tercerización, las mismas que son
distintas.
La Sala Superior competente confirmó la apelada por considerar que no se ha
probado en autos que con los efectos contractuales, el desenvolvimiento de las
operaciones y la realización de actividades por la empresa RAFETEC se pueda
llegar a afectar las labores de los trabajadores.
El Sindicato recurrente interpone recurso de agravio constitucional en contra de la
sentencia de vista con los mismos argumentos de la demanda.

FUNDAMENTOS
1) Delimitación del petitorio
El Sindicato recurrente solicita que cesen las amenazas a sus derechos
constitucionales al trabajo, a la estabilidad laboral, a la participación en las
utilidades, a la libertad sindical y a la negociación colectiva, y que en consecuencia
se declare la inaplicabilidad del contrato de tercerización N.º 130-2010/
/ELECTRONOROESTE S.A., de fecha 19 de abril de 2010, celebrado entre la
emplazada y la empresa Rafatec Contratistas Generales S.A.C., por cuanto dicha
aplicación conllevaría despidos al interior del Sindicato.
2) Consideraciones previas
En atención al precedente establecido en la STC 00206-2005-PA/TC, el proceso
de amparo constituye la vía idónea, eficaz y satisfactoria para proteger el derecho
a la libertad sindical en caso de que su ejercicio sea amenazado de manera cierta
e inminente o vulnerado de manera manifiesta.

3) Sobre la afectación del derecho al trabajo

3.1 Argumentos del sindicato demandante


El Sindicato sostiene que se está amenazando su derecho al trabajo, toda
vez que la aplicación del contrato de tercerización celebrado por su empleadora
afectaría a los técnicos sindicalizados que laboran en el área de emergencia de la
Unidad de Distribución de Piura, por cuanto estos serían reemplazados por los
trabajadores de la empresa tercerizadora de forma paulatina.
3.2 Argumentos de la empresa emplazada
La parte demandada argumenta que el contrato de tercerización no afecta el
derecho al trabajo del Sindicato, tal como ya ha sido corroborado por la Autoridad
Administrativa de Trabajo, la misma que determinó que no se había
desnaturalizado la intermediación y tercerización denunciada por el Sindicato.
3.3. Consideraciones del Tribunal Constitucional
3.3.1. El artículo 22º de la Constitución Política del Perú establece que: “El
trabajo es un deber y un derecho. Es base del bienestar social y medio de
realización de una persona”. Mientras que el artículo 27º de la carta magna señala
que: “La ley otorga al trabajador adecuada protección contra el despido arbitrario”.
En tal sentido, cabe resaltar que el contenido esencial del derecho al
trabajo implica dos aspectos: el de acceder a un puesto de trabajo, por una parte
y, por otra, el derecho a no ser despedido sino por causa justa. En el primer caso,
el derecho al trabajo supone la adopción por parte del Estado de una política
orientada a que la población acceda a un puesto de trabajo; si bien hay que
precisar que la satisfacción de este aspecto implica un desarrollo progresivo y
según las posibilidades económicas del Estado. El segundo aspecto trata del
derecho al trabajo entendido como proscripción de ser despedido salvo por causa
justa.
3.3.2 El Tribunal Constitucional, en reiterada línea jurisprudencial (cf. STC N.°
2593-2003-AA/TC, 3125-2004-AA/TC y 05259-2008-AA/TC), ha señalado que
para que pueda tutelarse los derechos vulnerados a través de los procesos
constitucionales, la amenaza de violación de un derecho constitucional debe ser
cierta y de inminente realización; es decir, el perjuicio debe ser real, efectivo,
tangible, concreto e ineludible, excluyendo del amparo aquellos perjuicios que
escapan a una captación objetiva. En consecuencia, para que sea considerada
cierta, la amenaza debe estar fundada en hechos reales y de inminente
realización, esto es, que el perjuicio ocurra en un futuro inmediato, y no en uno
remoto. A su vez, el perjuicio que se ocasione en el futuro debe ser real (es decir,
que inequívocamente menoscabará alguno de los derechos tutelados); tangible
(que se perciba de manera precisa), e ineludible (que implique irremediablemente
una violación concreta).

3.3.3 Del análisis del caso de autos, se desprende que la “amenaza” que
sustentaría la pretensión del Sindicato recurrente no cumple los requisitos antes
señalados. En efecto, aunque el Sindicato refiere que la aplicación del contrato de
tercerización N.º 130-2010/ /ELECTRONOROESTE S.A., de fecha 19 de abril de
2010 afectaría el derecho al trabajo de los técnicos sindicalizados que laboran en
el área de emergencia de la Unidad de Distribución de Piura, por cuanto el
personal de la empresa tercerizadora laborará en operaciones productivas que se
encuentran a cargo del personal técnico de la emplazada, también es cierto que
ello, por sí mismo, no convierte tal contrato en una amenaza cierta e inminente,
por cuanto de acuerdo a lo señalado en el Decreto Supremo N.º 006-2008-TR,
Reglamento de la Ley N.º 29245 y del Decreto Legislativo N. 1038, que regulan los
servicios de tercerización, la tercerización
Es una forma de organización empresarial por la que una empresa
principal encarga o delega el desarrollo de una o más partes de su actividad
principal a una o más empresas tercerizadoras, que le proveen de obras o
servicios vinculados o integrados a la misma.
3.3.4 En autos no obra instrumental alguna de la cual se desprenda que el
citado contrato, por sí mismo, implique que sea arbitrario o lesivo de los derechos
que alega el Sindicato.
3.3.5 En consecuencia la amenaza invocada se sustenta en una suposición de
los posibles actos a realizar por la emplazada, observándose que no se
encuentran indicios de que la demandada pretenda despedir a los trabajadores
que laboran en el área de emergencia de la Unidad de Distribución de Piura de la
Gerencia de Distribución, por lo que dicho contrato no implica que se vaya a
atentar contra los derechos constitucionales invocados, ni que ello sucedería en el
futuro. Más aún cuando de la conclusión del Informe Final de Actuaciones
Inspectivas, de fecha 10 de enero de 2011 (ff. 360 a 363), se concluye que la
inspeccionada cumple con lo requerido por la Autoridad Administrativa de Trabajo,
respecto al contrato de locación de servicios celebrado entre otros con la empresa
Rafetec Contratistas Generales S.A.C.
3.3.6. Por lo expuesto, este Tribunal declara que en el presente caso no
se ha acreditado que la amenaza denunciada sea cierta o inminente o que se
haya vulnerado los derechos al trabajo, a la estabilidad laboral, a la participación
en las utilidades, a la libertad sindical y a la negociación colectiva, por lo que no
procede estimar la presente demanda.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú.

HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda, porque no se ha acreditado que el contrato de
tercerización N.º 130-2010/ELECTRONOROESTE S.A vulnere los derechos
alegados.
Publíquese y notifíquese.
SS.
URVIOLA HANI
VERGARA GOTELLI
CALLE HAYEN

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