Haroldo de Campos - Critica
Haroldo de Campos - Critica
Haroldo de Campos - Critica
,::~
oEX.ESJS.
t \I'I ' T 1 ~
Haroldo de Campos, Don de poesía
ENSAYOS CRÍTICOS SOBRE SU OBR1\
LISA BLOCK DE BEI-IAR,
COORDINACIÓN
HAROLDO DE CAMPOS,
DoN DE PoEsíA
ENSAYOS CRÍTICOS SOBRE SU OBRA.
/ ...; ' :-
;_:,j Embajada de B~~sil
-b J!: _· .· · ' en Montevt~eo
PRESENTACIÓN
8
formación. Cuando Arnaldo Saraiva considera la actualidad ele
Las jor~adas resultaron escasas para exponer y discutir las
los temas relativos al nacionalismo en los años setenta y ochenta,
d · , d sobre los diV.ersos temas que, 1a .toa b arcable
conferencias
la proliferación de estudios sobre la noción de nación,
pro ~cclon e Haroldo multiplica; las sesiones fueron filmadas
nacionalidad y la prescindencia de los mismos en los textos
en vld.eos que I saac Behar conserva cuidadosamente ;
post.enorm en te, :ranscritas por sus autores, apareciera)~ literarios, contrasta la importancia del libro de Ha roldo O S eqiieslro
do Barroco na Formafiio da Literatura brasileira: o Caso Gregório de
~blicadas en la pnmera edición peruana de Haroldo de Campos
Mattos, con la inconsistencia que, sobre esos mismos tenns
on de Poesía, y se vuelven a publicar en esta segunda edició~
nacionales abundan en lengua portuguesa. Carlos P ellegrin o,
uruguaya.
quien supo compartir con H aroldo frecuentes instancias de
, ~ueron di~s e~ _los que nos complacíamos con la presencia y amistad y de fe poéticas, tiende a ilustrar una ascesis de la palabra
,\Ctlva p attlclpacJOn de Tania Franco-Ca,ralh ' ' a 1·, esta b a con por la que, en poesía, accede a un significado que va más allá de
?os~tros, ahora ya n.o está. Nos queda, entre sus realizaciones límites semánticos y definiciones convencional es, una
!?numeras, sus aprecladas reflexiones, desde la perspectiva de la transgresión y trascendencia que observa en Ciropedia, Galáxias y
literatura comparada, sobre la decisiva contribución que la obra Finistmmdo, obras en las que los excesos poéticos alcanzan "el
de Haroldo aporta a la presencia de la literatura brasilera en el gozoso afán demiúrgico" que las desbordan. Los análisis de K.
contexto de otras literaturas, a los diálogos que entabla con la Alfons Knauth exploran las andanzas transidiomáticas de quien
natur~l!da~, de quien la~ conoce y convoca. A partir de una él considera uno de los "mayores heraldos en el campo de la
aproxlma~JOn comparatJsta y testi monial, Elisabeth Walth . - poesía poliglótica". Desde su especialización, deliberadamente
Bense, qll1e.n par~clpo,
· · ' d esde el principio, por razones biográficas
er transdisciplinaria, reconoce en el hablante postbabélico que es
en l~s marufestacwnes. d~ la poesía concreta, proporciona datos Haroldo, en esa llamativa variedad de idiomas que le son propios,
precisos sobre su surguruento y una relación personal y poética su "idiomaterno", apto para retornar a un estaclio cultural ante-
que se afianza con la producción alemana, así como con la estética rior a los castigos y el exilio. Desde esta perspectiva multilingual
de Max Bense. Las especulaciones de Beneclito N unes apt·oXJ· y a partir de los diez modelos que construye, Knauth describe y
d d · ·, , . man
es. e. ~u VISion filosófica, una poética del pensamiento y de 1~ define, la obra de Haroldo en relación con otras obras d el
posl?tlidad de pasar del pensar de Haroldo a su poesía, de las multilingüismo lit erario. B oris Schnaiderman examina los
meditactones de una poesía "histórica y críticamente considerada" aspectos transcrfadores más relevantes en las traducciones de
com o e.s 1a suya, ~ 1a que susclta · y sugiere. En una línea' de ' Haroldo, deteniéndose en aquellos que revelaron la poesía rusa
pensanliento .seme¡ante, Horácio Costa se propone abordar la moderna en portugués, traducciones en las que él mismo
vastedad yvanedad de "la producción algo proteica y multiforme" colaboró, recordando diálogos y' anécdotas de momentos
de un poeta que se ~ncuentra en el centro mismo de la cultura compartidos, ilustrando con ejemplos paralelos el refinamiento
que cuenta, las premtsas de un poeta-ideólogo y tem peramental extremo con que Haroldo trata y logra trasladar los recursos
¿· se sustraen a las articulaciones de una 1,og1ca
que . 1mpuesta
. y sonoros del ruso original en su recreación en portugués. Se detiene
l~cu~en los esquemas establecidos de una hjstoria que esos especialmente en la poesía que Maiakóvski dedica "A Sierguéi
pnnclpws reordenan según criterios en discusiót1 y trans- Iessiénin", un poema sobre el suicidio de un poeta que anticipa
11
18
ter.ior, antes que el. que~rantarniento de lenguas dispersara a los amor Semítico" titula Ha roldo las páginas que preceden al poema,
hablantes y las artJculacJOn~s fracturaran la unidad de las Ideas transcreado al portugués, primero, transcrito consecutivamente
en meras p~labras. Ri.tos y gritos, aires y bailes, vestigios ele una en caracteres hebreos, seguido por la reproducción facsimi lar de
cultura arcatca emergt~n~o en el cruce de alguna improvisación, sus manuscritos, sus borradores que alternan y sedimentan
en el gesto de un oficto mesperado, a partir del enfrentamiento vocablos en portugués y en hebreo, trazos que codifican según
amable, amistoso, pero que no deroga sino destaca las diferencias sus propias claves, vacilaciones y certe~as, llaves, ~i~os _Y ~e~ales,_
con el fin de integrarlas. en la bellísima edición póstuma de Eden. Un triptzco bzblzco. Allt
apunta, entre referencias eruditas del pas~do y le~~ras m~s
Por la. dilecta atención de Isidra Solari, viejas ceremonias _ recientes, comentarios preambulares de qUJen estudio, ad.emas
desconoCidas aun por quienes las observaban sin saberlo_ fueron del hebreo profundo, numerosas traducciones del poema con
celebradas discretamente por los pobladores del S 1 rigor extremo y sabe de vanidades y vicios de otros versos que
I d'f' a to.
n J erentes a los ~igores de la intemperie invernal, parecían no requieren el "recorte rítmico-prosódico", en un caso, o el
recobrar, desaparectd.os o que nunca existieron, viejos templos, ambiente "agreste de lirismo del original", en otro,
aquellos cuando el tJempo, su devenir o sus inclemencias, no fundamentando las opcio nes de una traducción basada, más que
co~taban. En l~s c~lles de la ciudad, entre luces fugaces y sombras en la discutible lealtad literal, en el juego de aliteraciones,
mas ?.mal desdibu¡adas, una fascinación inesperada transformaba asonancias, paronomasias y rimas que se corresponden con. "a
en sltlos fantásticos la belleza inesperada del paisaje habitual. 4
habilíssima orqmstraraoJónica do original bebraico" y que son comeudo
Hubo canelOnes, contrapuntos, pasos de danzas, desfiles, desafíos, primordial de quien asume, "poeta del poeta", como d ecía
mucha gente que, sorprendida por la conjunción paradójicamente Haroldo de Novalis, la misión de " desocultar la lengua pura".
e~pec~~cular que_ contemplaba y donde participaba a la par,
dtscurrta apresurandose desde los barrios con una animación Por medio de esa forja de ilusiones que el teatro habilita, una
que terminó en la plaza, en sus alrededores, o tal vez no terminó. actriz, ] ulia Vadey, intentaría, sin declamar, recuperar en el
prodigio vocal del Cantar las virtualidades de l~ voz .~ue aún n~
U na mañana, al .fina~izar las deliberaciones sobre la poesía se pronuncia, las energías oraculares de una aruc~lac10n que esta
c?~creta que es la tlummada realización de la armonía dual y a punto de producirse, logrando, seguramente sm premedttarlo,
vts!Onaria de Haroldo, sobre su gesto de "escm;er' que es una atisbos de intemporalidad: esa dimensión sin confines que el
forma de ver- esa "volonté d'écrire en peintre", diría Yves Bonnefo, Cantar convoca por medio de silencios, cambios de pronombres,
d . 'b' ),
e q~en o.~ta por escrt Jt como si fuera un pintor -, se suscitó de personajes, ¿quién habla?, de género ¿el amado o la ama~~?,
una .discuswn en torno a la integración lúcida y necesaria de los de la misma flor que cambia de azucena a rosa, a nardo o ltrto,
sentJd~s entre sí: al orig~n visual, teatral, que es, en propiedad, el de un verso al otro. No solo por esos paisajes inesperados, los
de te~~~· Int_ente r~sum.tr algunas conjeturas sobre una posible pasajes repentinos, las mudanzas bruscas, las indecisiones
transtcton btblica-litúrgtca-histriónica-filosófica del "Cantar de discursivas propias de un poema muy anúguo y solariego, el Cantar
los .C~n.tares" (Shir Ha-Shinln) en la tramcreaciót1 de Haroldo que logra esa suerte de apelación a las causas ideales "que pueb.lan la
redimm~ - por e.l pas~j~ a .tr~vés. ~e dos o más lenguas - el pesar eternidad", decía Borges, una vocación previa a toda m ter-
del castJgo, la dtspers!On tdiomatJca, la diáspora. "Un canto de
20
21
pretación, "una digresión filopoeticosófica", diría Haroldo en mientras un lance de dados apueste a la fortuna que, por suerte,
otro contexto, la voz univershl, casi sin voz, del amo r-en-canto es circular como el verso.
el encanto del sentimiento que es anhelo, que es naturaleza de ];;
naturaleza, entre rosas y lirios, valles y Jágómas. El superlativo A manera de epígrafe o de colo fón, com o si diera por
hebr:o, que el Rey de Reyes réclama desde el título dado a la concluida su obra para volver a empezar, en un par de versos
poes1a, o de la propia dignidad mu y breves, sin complacencia, Haroldo confiesa el cabal e
. . de su título de rey ~ y sa b'10, que
consagra y profana la vtgencla prevaleciente del arquetipo, en el inacabable quehacer poético: ya hizo de todo lo que se puede
cantar, ~n los cantares, en los cántaros fragmentados, quebrados hacer con las p ala bras y, sin embargo, no se trata de una
como stmbolos claudicación sino de un anuncio: hacer d e nada. Sincera, la
. .que , por q ue. b ra d os, se separan para reuru·rse
por gracia de la Interpretación, en la traducción magistral en 1a confesión irónica suena a preterición, una figura tan contradicto ria
• , t: ,
compren ~~on que, compartida, recuerda su sentido fuerte. No como el quiasmo en cruz, que dice una verdad y la niega al mismo
sorprendía q~~· de una maestría a otra, Julia p asa ra a hacer otro tiempo, sin dejar de decirla, sin el pesar ni la desazón de quien,
tanto con Mmzma Moralia: abrumado por libros, propios o ajenos, escribió o leyó en exceso
("la chair est triste, hélas"), sino reivindicando su decisión de silencio,
previo a la opción por volver al Principio, cuando la palabra y la
já fi z de tuda com as palavras acción no se distinguían. Antes que nada, el poeta quiere decit;
agora eu quera fa zer de nada
quiere decir y hacer de todo con las palabras, como (se) dijo e
hizo entonces, recordando los numerosos matices del blanco,
Tal
. vez la fractura lógica y la especularidad' eru'gtna,' u·ca que hasta la hoja a la espera de un nombre, 5 una creencia o creación
atravtesa de. punta a punta este pronunciamiento categórico, el que se suceden y alternan en la apuesta del sentido o en los
cruce en quiasmo que configura la contradicción dividida entre arcanos de su origen, el trance caósmico que se escinde para
vers~s aparen.temente opuestos, cifra una equis 0 dos. Entre otros transformar por el trámite verbal, el desorde n en belleza, un
sentidos, el s1gn~ d~ p~r (X) multiplica y la letra equis (X) una tránsito en el que ambas tra nsaccion es contraen un mismo
letra o dos, ~na Incogruta a resolver o el enigma que, similar al compromiso de iniciación. Una oscilación entre decir-hacer y
que desc~nc1erta en la palabra ''ptyx' (que pretendió "inventa r" decir-no-hacer que, anticipándose a las teorías del lenguaje y sus
~aliarme) Y de la que la equis es insignia, apunta en la serie ritos performativos, se ocupa de las dualidades de esa acció n,
nmada de una piedra (onyx), una laguna mítica y llorosa com o el menos dialéctica p or ar te y parte prosódicas, más simbólica, más
valle (S!yx), para alli desaparecer: se dice y se anula; " 1111¡ P!J'X' inaugural.
aneg~da en la ~ada sonora ("le Néant s'honore"). E l vocablo: Concomitante, la acción dramatú.rgica y ecuménica del Odin,
se~e¡ante al ob¡eto que designa, apa rece y desaparece entre la concurrencia escénica de voces, de idiomas, d e destrezas
soru~os tan afines. que, al repetirse, se confunden y, por repetidos, artísticas dis pares y reunidas, visuales, danzadas, acrobáticas,
s~pnmen su sentido: "aboli bibclot d'inanité sonare". La aliteración musicales, literarias, populares, esas convergencias que funda su
dice Y se anula a la vez, porque lo dice, y entrambas acciones la teatro, coincidieron en un encuentro que se propuso poner de
belleza permanece. Ni la belleza ni el a7.ar pod rán ser abolidos relieve la configuración coreográfica de la obra de H arold o,
22 23
entencliendo, más que el arte de la danza, el arte de representar intemporal, definitivo, inalterable, indudable", una fuerza oceánica
un baile en el papel por medib de signos, como se representa un y telúrica que generaba Haroldo en cada encuentro, en su entorno.
canto por medio de notas, una acepción que no admitiría No es difícil reconocer los desafueros de una escritura que
fácilmente Ezra Pound pero que bien le convendría a "la danza regis tra y revela, al mismo ti empo, en el mismo espacio, la
del intelecto entre las palabras", la "logopéia" que nombra v emoción intelectual y gozosa de sonidos habitados por ideas, la
de finé o, como le gustaba reformular a Haroldo, feliz de traslada,r inminencia de parábolas en palabras que deparan la felicidad de
al portugués la música del verso y la coreografía de la sintaxis a la una voz a punto de ser dicha. Como si después de ha ber
página. espacia/izarlo en las figuras d e la poesía concreta todas las
Si bien el enunciado "Desde una poética de la traducción propiedades que definen la condición verbal, visual y aura\ de las
hacia los orígenes de la poesía", una consigna que congregó a palabras, se impugnara el anuncio de quien adve rtía, en la
los participantes del Encuentro, pretendia abrazar dos extre~os condensación poética, los indicios de un arte que comenzaba a
de la realización, la formulación se prestaba para abarcar la obra disolverse al b orde de la reflexión teórica o en las debilidades de
de Haroldo, la doble visión estética y teórica, visual y verbal de un pensamiento que se retrae al margen de la acción. Al
una misma concepción poética, que no sabe escindir - que es emprender una aventura textual que partía de la poética de la
también cercenar - una de otra. Como decía Edmond J abes, traducción y llegaba a los orígenes de la poesía recorría un
"Smurs siamoises, séparées par la téte, la pensée el la poé.rie", afligido por itin erario que, una vez más, visitaba de un extremo al otro,
las clivisiones impuestas por una razón que segmenta la unidad atravesando el orbe de obras que, como las de Haro ldo, no
fraternal en sectores, por una lógica que clivide y separa y a la desconoce fronteras artísticas, territoriales ni temporales, sino
que Haroldo nunca condescendió. para ¡·evocarlas, llegando hasta los límites par~ sorteado~, c.on el
deseo de ir más allá, o más atrás, en un m1srno mov1m1ento,
Aunque ambiciosa, por tratarse de Haroldo, la propuesta no
como si deambulara por las profundidades de un espacio donde
fue desmesurada ya que, al acontecer en su presencia y ante su
sondeaba profunclidades aún mayores sin ignorar los riesgos que
obra, la desmesura forma parte de esa medida suprema que es la
acechan a la indefinición, al abismo del sentido que no cesa,
suya, "una forma del genio haroldodecamposiano en su
infinito más incierto cuanto menos nítidos son sus bordes.
fulguración poético-pensante", en palabras de Jacques D errida/ )
quien celebraba las expansiones geniales de un amigo repentino ¿Cómo superar las incertidumbres de la indefinición de las
que descubría gracias a un par de encuentros amistosos, palabras que no se dicen, que se escriben en silencio entre
lamentándose de no haberse visto antes y visto más seguido. silencios, contra las que se debat~ Edmond Jabes cuando
Una escasez que Derrida resolvía bíblicamente al comprobar que, comprende que "Nous ne connaissons, r/11 si!ellce, que ce qm la paro/e
en la ausencia y aun a distancia, se verificaba el cruce de peut nous en dire".H Para evitar ese silencio que, en acorde con la
coincidencias e intereses, el mantenimiento intenso y menos dicción se trivializa en un blanco de la escritura, las palabras de
prolongado de un diálogo sin fin, convirtiendo la ausencia en Harold~ se aglutinan por una fuerza de atracción similar a la que
desafío de amistad y deseo de aprender de su "saber absoluto, rige los tropismos. Un orden natural habilita el regreso adonde
se confunde el principio de la creación con la creación del
25
24
asimilando la continuidad oral a la in interrupción gráfica, de la misma
principio, olvidando en un di~, por efímero y cotidiano, el tiempo
manera que sortea los límites idiomáticos si estos le impiden atravesar
y la p recisión de sus medidas:
las fronteras de una lengua, como si se manejara dentro de una sola
lengua, para hacer poco caso de ellas cuando son más sever~s que
no jornalário no horáriodiáriosemanáriomensárioanuário jorn:~l á rio las aduanas que interceptan el pasaje, obstruyendo otros pasc!Je.f que
Walter Benjamín convirtió, a partir de las estructuras de_ una
arquitectura rígida, desde entonces y para siempre, en un espaciO en
A su modo, las coincidencias del encuentro clirimían la fugacidad
convencional de las cronologías, pretendiendo la utopía de querer movimiento.
radicar, aunque fuera solo por un breve tiempo, cierta intemporalidad : Según sus afinidades poéticas, las p~la~ras se yuxtapone.~,
se proyectaba concentrar en un lugar, en una casa, en esos escasos liman sus bordes, concilian las contrad1cc10nes de la rejlexton
días, autores y lectores, artistas y filósofos, poetas y críticos, atender amparando, a la par, la imagen y la idea, poesía y poética y, en tre
a la par sus distintas procedencias, entender su cliversidad de icliomas ambas, atravesándolas, la traducción. Los textos de un poeta se
sin atenuar las diferencias que la propia obra de H aroldo provoca. entrecruzan con textos de o tros poetas. Haroldo transcrea - en
Como si fuera posible conciliar tanta variedad en una sola instancia, colaboración con su hermano Augusto de Campos, con sus
se trataba de inducir, por la poesía, ese instante privado de tiempo amigos D écio Pignatari y Boris Schn~id~r~an_- a Ezra Pound,
que dejaría vislumbrar algún resplandor de eternidad; divisar en la James Joyce, Arnault D aniel, Dante Aligh1e~1, G1.ac~mo Leopardi,
coincidencia espacial, temporal, que el encuentro propicia, una Stéphane Mallarmé, Vladimir Maiakovsk1, ha1ka1, poemas del
tentativa de universalidad, la tentación de infinito que constituye teatro n ó japo nés, de Brecht, de Octavio Paz: "N~m se1~?re a
el marco contradictorio y marca (de) su o bra. Suspendidas las poest'a 11asce do tácito diálogo do poeta com a _linguagem.. H a m~swe.r em
circunstancias- geográficas,.cronológicas -, resaltados los modelos que se necessita do diálogo coJJJ outro poeta, a mtertext11altdade nao apenas
- estéticos y epistemológicos -, tal vez se multipli carían las dos versos, mas também dos Jazedores de versos. (.. .) se comJerte em
correspondencias que siguen irradiando los brillos que la imaginación intertJivencialidade", dice Emir Rodríguez Monegal en "Blanco/
del poeta filtra en la bn;vedad del verso o en las metamorfosis de Branco: Transblanco",9 un crítico que ha favo recido, él mi sm o,
su verbalidad en lúcida expansión. con su trabajo, con su vida, como pocos, como H aroldo, con
H aroldo, el diálogo colectivo " por personas interpuestas" e.ntre
La tend encia haroldiana a con traer palabras, como si
dos culturas que, la brasilera y la hispanohablante, dcm~s1ado
contrajeran matrimonio, muestra la flexibilidad de procedimientos
cercanas, parecían encontrar en la relativa incomprens1on de
aglutinantes que no todas las lenguas practican, una extensió n
que H aroldo estimula al dar crecimiento de un término en o tro, lenguas el pretexto para no acercarse.
como si se opusiera a la terminación que término implica, para Esa serie extensa de poetas no pretende más que seguir, en _parte,
pasar los límites del léxi co (un inventario establecido) y se el inventario de una pasión poética compartida a fin d~ d~¡ar en
decidiera a poner fin a los límites del lenguaje o ponerlos en último término sus transcreaciones personales del Eclestastes y del
evidencia. Como si las palabras puestas en serie fueran una sola, Génesi.r, del Cantar de los Cantare.r, los libros a los que ~a dedicad_~ el
su escritura se per mite sortear los blancos intervocabulares, fervor laico de su invención literaria y la gracia erudlta de la cntlca
--~-- -----,.--
27
26
filológica que la anima. Des~ués de haber "dialogado" en secreto simultáneas que la lengua reserva, también en la Hislon'a de la eternidad,
con la poesía de tantos idiorrias y de haber difundido su versión de Borges y su narrador atribuyen a los teólogos la convicción de que
otros poetas, Haroldo orienta su búsqueda hacia una lengua para él "la conservación de este mundo es una perpetua creación)' que los
nueva, la más antigua, el hebreo que le permite, una vez más, regre.rar verbos conservar y crear, tan enemistados aquí, son sinónimos en el
- que es movimiento natural del verso-, retJettira los orígenes de la cielo". En la narración la atribución cuenta Más Allá, y en esa eternidad
poesía, a los orígenes del mundo, por medio de la traducción, una permanece. Es a esa región que Benjamín acerca la funci~n edénica
traslación, que es también "traducción", "metáfora", el desplazamiento de la traducción, la transcreación que dobla el texto y de¡a asomar,
astral y poético que anticipa el "poema-constelación" y sus enigmas en ese pliegue, las contradictorias discrepancias semánticas que, por
anafóricos. Gracias a las ambivalencias de una tarea doble que, al práctica y desgaste, se disimulan en la llamada "lengua de partida".
realizarse, contrae en la misma acción en la misma dicción Una lectura que no se diferencia de la escritura, restituyendo
' ' sentidos, redimiendo los que se habían soslayado. Al pasar un
significados antagónicos, se produce una labor que abarca dos
labores indisociables cumplidas al mismo tiempo. Es decisivo para texto de un idioma a otro idioma no solo soporta la versión
Benjamín que "Die Atifgabe", la tarea que nombra y encara la "extranjera" sino que, al tolerarla, la sustenta mediante una
traducción, signifique "renuncia" y "enunciación", un nombre (¡ue solvencia literaria que apuntala en la mención su pluralidad de
deviene emblema de la tarea del traductor al denotar significados sentidos.
contrarios, como si por contrarios no se opusieran sino que fueran Si la creencia en la creación por la palabra dicha - al principio
lo mismo, y la contrariedad o le fuera propicia o ni siquiera existiera. _ y en la diáspora infligida por los idiomas - después -, son los
No es privativa del idioma alemán esa potencia semántica de un dos mitos fundacionales del lenguaje que coexisten y se oponen
término que se contradice consigo mismo, la posibilidad de expresar en el Gémsis, la prudencia del poeta suele salvar coexistencia y
un oximoron en una sola palabra, una plurivocidad que se ha oposición por medio de la transcreación: la con junción casi
reconocido como uno de los resortes q ue anima el pensamiento secreta que combina lengua del original y de la traducción,
filosófico pero, sobre todo, es fuente de las ambigüedades que la resueltas en una misma transacción verbocreadora. Por esa
poesía requiere, favorece y que las hace a ambas, filosofía y poesía, "felicidad" performativa que la poesía instaura, la gestión restituye
intraducibles. El narrador de Borges, desconstruccionista avcmt-la parte de la materialidad del signo, rescatando su sustancia sonora
lettre, decía en "El informe de Brodie" que, en el áspero idioma de y gráfica de las inadvertencias a que las reduce la función
los yahoos, cada palabra podía significar un significado y su contrario, mediadora, el fm instrumental que las somete y no es su mela.
una significación doble y discorde que no debería maravillarnos en La resistencia a usar el lenguaje recupera en la palabra la cosa -
exceso- es un anglófono el que habla- ya que, '"en nuestra lengua' en hebreo no se diferencian - identificando ver, verbo y verdad.
el verbo to cleave vale por hendir y adherir". Una inconsecuencia Un ánimo poético común consiente la complicidad inteligente que
semántica que determina los recursos de una poética que, en español, la traducción requiere y, a partir de esa afinidad dichosa, el traductor
en inglés o en cualquier otra lengua, le es propia. se empeña en restablecer la unión edénica que el quiebre en idiomas
había interrumpido. Semejante al primer movimiento oral que pre-
Si, al leer el informe redactado por D avid Brodie, el lector no cede a la pronunciación ele una vocal, esa aspiración previa, preverbal,
de bería sorprenderse ante las disc repancias semán ticas y
28 29
hace posible "entrever el fulgor mesiánico", atisba r la lengua pura aun ante la mirada del lector, escasamente avisado en ambas lenguas.
que presentía Benjamín y en la que H aroldo, su lector venturoso, E n lugar _ o además - de investigar un parentesco histórico. o
también confía confiriendo a una sospecha de experiencia, pre-nomi- etimológico, al transcrear el Génesis, el poeta se pro~o~e. de¡ar
nal, indecible, la (trans)misión angelical que anuncia la lengua adánica- entrever esa lengua previa y primordial, en su prop1o 1dioma,
edénica, difundiéndola. Así entendida, más que la facultad intelectual "hebraizando" el portugtiés, ampliándolo hasta la desmesura de sus
de un saber idiomático imitado por otro saber, la operación de osibilidades bajo el impacto de la lengua extraña y haciendo que
traducir implica la comprensión interior y anterior, la virtud del genio tos pasos de esa coreografía sintáctica y_la m~sica fonoser_ná~tica
capaz de asir y reunir los fragmentos que la significación había del texto hebreo reverberen en portugues. As1 pone en pra.ct1ca la
segmentado y dispersado. "minúcia artesa~ial da /inguagem", imbricando e ntidade s
Antes de dar lugar a teorías lingüisricas todavía vigentes, replicando verbovocovisuales que estratifican y prolongan sensaciones y sentidos
la referencia hebrea sin impugnarla, el poeta ya hacía del decir-hacer conjugados.
y lo decía, o lo mostraba, analógica mente y mención similar. En las No se trata solo de mitigar por · m edio del ejerc1c1o de la
variaciones diagramáticas de la poesía concreta, en los recursos ele traducción la angustia o ansiedad de influencia de la que la teoría
"iluminación icónica" - la ilustrada variante con que H aroldo califica crítica se ha preocupado discontinuamente sino, sin descartarla,
la abducción, que bien administraba dentro y fuera de las teorías de de un deseo de re-unión ancestral, la vieja nostalgia de lograr la
Charles S. Peirce. En una etapa diferente, pero consecutiva a esa integración inicial que inquieta al poeta, atento a superar las
vocación por estrechar en una misma figura texto e imagen, persiste diferencias o, tal vez, suspenderlas, dejarlas en suspenso hasta
en su afán por acercar palabras superponiendo un texto a otro texto, cierto punto, en...el espacio, derivánd~las a otra especie, casi_en el
una sobreescritura la suya que, con procedimientos diversos y cielo como una constelación o vanas. En un derrotero aun en
mate riales disímiles, se propone consumar la restitución ele la blan~o un destino y un libro que aún están por hacerse, el v iejo
unidad inefable en el espacio consagrado por la Escritura - Goeth~ ve un "Arco iris blanco" - nos cuenta Haroldo - 10 cuando
también en plural y sagrada - superando las fraccio nes d e la el prodigio de la mañana le reveló la luz en blanco anterio r o
eternidad en historias o de la universalidad en idi omas. posterior al espectro de colores reunidos en un color que es todos
En nombre de otro idioma el poeta se remite al G é nesis, los colores. E l Blanco de Octavio Paz, el poema de un poeta, la
intentando restablecer, a través de su traducción la solidaridad traducción de otro y la correspondencia alternada con E mi r
'
original del verb o y la acción. La transcreació n, que es un entablan, como diría de una partida de ajedrez, ese Xadrez de es!rela.r
compromiso asumido por el poeta, compromete por lo menos a que ahora juegan a alturas que no alcanzan " las cu~1~ res del blanco
dos poetas y dos lenguas o más. "Estudar IIJJJa líng11a nova é rlescobn'r glacial" que admiraba Jabes, los matices de una pagma que espera
uma nova poesía enquanto fazer diferenciado. Estudar o hebraico sign~ficr)/(1 ser escrita. Blanco en Bronco, un poema en "otro poema, de otra
ademais, poder comerarpelo comero" revela Ha roldo en la introducción textura y o tra radicalización fó nica, aunque incren)lemente paralelo
de su Bere'shit, a cena da origem, un título que mantiene la concepción al texto inicia1" .11
incoativa del hebreo que el portugués trasluce, una m arca el e Nostalgias de un " idioma terno", la entidad preling~ís ti ca
ag ua en la página, indicios de au tenticidad que no se d esvanecen donde se radicarían la matriz y materia del idio ma, en un tiempo
30 31
pasado anterior al desastre que estrella la lu7. en líneas y voces dispares, escruta su "propia lengua"- idioma no es otra cosa - hasta encontrar
tendiendo a oponerse, como si fuera posible enemistar el mundo las resonancias ancestrales, ecos de voces no escrit-as "acrecentando
por una parte y su referencia por otra, las palabras contntlas imágenes, en nuestra lengua una fascinación semítica imprevista".
las lenguas divididas y rivales, el sonido contra el sentido, escritura Hostigando convenciones demasiado endurecidas, saca chispas
contra presencia, teoría contra poesía, la flor que nace y vive en el
a las palabras que estallan, hacen fuego o juegos de palabr~s,
tiempo de una antología: crisantempo. 12
encendiendo matices inesperados en antiguas metáforas, tesonanctas
Por las obras que rubrica Haroldo, FiniSIJttmdo, Galaxias y por anagramáticas que dan lugar a combinaciones im~en ~adas. Son
las que no le son ajenas, Eclesiastés, Génesis, reinicia el viaje hacia estrategias atávicas de la motivación con tra una arbJtranedad que,
las nebulosas del Principio, la intrépida aventura textual que lo atenuada, entre signos, nunca cede tanto como se desea. D e la misma
embarca, como a Odisea: manera dice Haroldo que Martín Buber, al traducir con Franz
Rosenzweig la BibHa, decidía "Ir hasta los límites de la lengua alemana
para encontrar, dentro de su ámbito, las correspondencias con el
A beira-vista
da ínsula ansiada - vendo já hebreo".
o alcam;ávcl Éden ao quasc
E l poeta cuestiona los cimientos de su propia lengua ~
toque da mao (...). 13
estremece la sintaxis, si es construcción lógica; las palabras, s1
tienen límites; los sonidos, si son solo Hterales, para que sean
Navegar hacia el pasado, del que poco se sabe, como "Nao sabemos musicales. Al traducir, una lengua hace pasar por su órbita otra
do MaY' como repite una y otra vez en su poema "Thálassa, lengua, una especie de tráfico de influencias astrales, verbales, de
Thálassa" 14 aunque se rectifique a medias: "E11 nada sei do Mar, mas o diferencias, un cruzamiento de hierros, un duelo, el desafío de
Poema o supre". Un regreso azaroso en cuyo transcurso las palabras un término final, parcial que entra en universalidad, al entrar en
se desintegran para reunirse en nuevas cosmogonías, retomando el poesía como si entrara en religión. Si dos lenguas se cruzan,
viaje para orientarlo hacia la morada del origen como espadas en otra lengua, entre Words/ siJlords, sus palabras
vuelven sobre sí, no se suman, se resumen en un círculo al filo
E Tu, Arvore da Linguagem, de la unidad que, semejante al cero, cifra la ausencia y la totalidad.
Mae do Verbo Cero o círculo, una serie que empieza por uno y vuelve a cmpe7.ar
Cujas raízes se prendem no umbigo do Ma r' ~ re-unida, como el sol del filósofo que es todas las estrellas, y cada
El comienzo, aunque se dice tal, literal, empezó pero como si estrella es todas las estrellas y el sol.
continuara, como si ya hubiera empezado antes. Ya se dijo: "e cometo
Va en busca de los trazos más profundos de un palimpsesto
aqui eme[O aqui este COmefOe 1""CC0171CfO", repetido tantas Veces, traspasando
oral, de la inscripción anterior a la escritura y a la vista, huellas
el último viaje, su J:li1ismundo: "ali/ onde comera ainji-anqucada/ fronteira
genealógicas de una lengua en otra, cuando la práctica de traducir,
do extracéu". E l espectro de una luz creada de la nada, antes que
como la de escribir, acomete la pluralidad de sentidos y sonidos
nada, juega con los ecos del nombre que la crea, aparece y se oculta
que pone a salvo la ambivalente continuidad de la literatura.
solo para volver a aparecer. Como el Rey de Reyes, que cita, Haroldo
33
32
Más que una aventura paradójica, al acercarse a la unidad, una y Haroldo vuelve a encontrar en las voces del hebreo bíblico la
única, por vía de las numerósas diversidades, el poeta emprende la contracción semántica que descubre, por la traducción, "una
responsabilidad de una cruzada constante, siguiendo el ancho y ajeno metáfora cosmológica" - son sus palabras -: sbamáyim por
rumbo de .la creación para descubrir en sus peculiaridades las "fógoágua", los elementos com,bin~dos en '.' céu", una s·í~1tesis
analogías, verificar en las palabras los pensamientos, en la palabra etimológica que atnbuye a Rasht, qUJen mencwna la creaCion del
escrita la palabra dicha o, al revés, la iconocidad en cada una de ellas cielo (sbamáyim) por medio del "fuego" y el "agua", la dualidad
y en la cadena de letras, sonidos en libertad, una misión y mís6ca instaurada desde el Principio pero resuelta en Unidad.
poéticas unidas, de grafías, sonidos verbales, musicales, experiencias Si uno de Jo s primeros preceptos bíblicos sentencia la
sensoriales, intelectuales, todo en uno. A l anali7.ar las reducciones interdicción de los ídolos falsos como fetiches, execrando
que enriquecen de sentidos la poesía oriental, Haroldo reconocía en contrahechuras que imitan y veneran imágenes; si otra f.tlosofía,
la síntesis del haikai, despojado del exotismo gratuito con que la en sus orígenes, deploró la imitación de copias porque se alejan
visión occidental se conforma, 16 la suma y compendio de una obra varios grados de la verdad, las inscripciones de Haroldo o~servan,
entera y ~n la estructura del ideograma, tmo de sus emblemas. contradiciéndolas, la severidad de ambas reservas. Atendtdas por
La escasez de vocablos - "la parcimoni a vocabular" -, las recursos poéticos que su disposición artística e intelectual no
concisiones e imprecisio nes sintácticas a la par, la exclusión de admite como antagónicos, las concilia en poesía. La visión literal
flexiones pronominales, verbales, en un Extremo Oriente; en y la revisión semántica de su imagina~ión simbóli ca ~onjeturan,
otro más Cercano, pero igualmente orien tal y original, las en un instante - sin tiempo -, la seme¡anza de las Imagenes y la
variaciones léxicas y aperturas gramaticales que, por omisión de condición desemejante de la escritura en una fusión analógica,
vocales, la escritura bíblica ha consagrado, habilitando la mayor lúdica, espléndida. Sus escritos teóricos alternados con s~ ob~a
libertad hermenéutica. Menos antigua, la "condensación" poética poética, las convergencias de sus transcreaciones, .la cahgraf1a
con que el alemán (Ve!Jdicbttmg da también nombre y definición ideogramatical que configura la visualidad y verbalidad en una
a la poesía, coinciden en el fervor transcreador de Haroldo, en misma emergencia relevan la previsión profética que Haroldo, el
una suerte de "teología de las letras" de quien no vacila en acceder poeta que sabe, emblematiza en escritura y e1~, un verso, ve::
a la trascendencia por medio de una síntesis. La síntesis absoluta "escrever é uma forma de/ ver'. Gracias a su revelac10n, la evtdencJa
con prescindencia de "accidentes gramaticales" que marcan las epigramática del poema no es casualidad sino pura coincidencia.
circunstancias, una unión primera que trasciende las diferencias, en
procura de esa unidad inaugural de la que el final forma parte: "mJ
poetica: uma arte''. 17
No es solo privilegio del extranjero o de un ángel extraño -
que salvaguarda desde el silencio de la traducción o de la poesía
- la posibilidad de advertir los tropismos de una palabra que se
vuelve sobre sí misma y de descubrir, en el fondo, las reservas
arcanas que la familiaridad de los signos contribuye a ocultar.
34
Notas:
EL CENTRO CULTURAL
1
INTERNACIONAL DE SALTO EN LA
Mallarmé. "Réponse a des enquétes". Omurcs comhli:te.r. Gallimard Paris
1945. P. 871 r ' ' ., VISITA DE HAROLDO DE CAMPOS
2
de Campos. "Ad riana ascende a nuvem de Magalhiies". E n Block de
Behar & de Campos. Ar/n(ma Contrem.r..FI~{~Illclltos de obm. i\lbedrío, México,
2001. P. 11. Isidra S olmi
3
D e Campos .. Ede11~ Um lliptico bíblico. Supervisiio editorial J. Guinsburg. Centro Cultural Intemacional de Salto
E?n. Perspectiva, Sao Paulo, 2004. ·
4
Idem. P. 110.
' )abes. <;c1 Sllit son COI/11. Fata fvfo rgana. Francia, 1978. P. t 08
e o ··
'· D,e ampos. "H ege 1 poeta" . Arco-lm Bnmcr1. Imago, Rio de Janeiro,
1997. ~ 64 o Pound. ABC rf Readü¡g. Routledge, London, 1934. E l Centro Cultural Internacional de Salto tiene una histo ria
7
Dernda. "Chaque fois, c'est-a-dire, et pounant, Haroldo ... " (25/5/96). que merece ser contada. Se fundó con el propósito de dar cabida
~n Hommagcm a Haroldo de Campos. PUC-SP, 1996. Se publicaron 300 a hechos culturales notables pero que a veces pueden parecer
e¡emplares que no se comercializan.
6
Jabes. Ull Htmnger a11ec, sot/J le lmu, 1111 liure de petit fom~ttl. Gallim ard íntimos, cotidianos, inclusive humildes y que revelan en sí mismos
Paris, 1989. ' cualidades memorables de los pueblos ya que perpetúan su apego
"En Paz & De Campos. Tmmblcmco (cm tomo a Blanco de Ortci/Jio Pai). Ed . a valores universales de civilidad.
Guanabara, Rio de Janeiro, 1986. P. 11.
1
" D e Campos. "O arco-iris branco de Goethe". O Arco-f1is Bmnm Las actividades del Centro se proyectaban largamente, con el
Op. cit. P. 15. .
11 cuidado y la atención que esto implicaba, sin -embargo se sucedían
Rod ríguez Monegal. " B!anco/I3ranco: T ransbla nco". En Paz & D e Cam-
pos. Tmnsblanco {cm tomo a Blanco de Octavio Pa~\. Op. cit. P. 12 con afortunadas coincidencias que contenian, como d enomi-
12 . V ·
D e Campos. Cmantempo No esparo mrvo nasce PI/l. Ed. Perspectiva, Sao nador común no previsto, la amistad.
Paulo, 1998.
13
Ídem. P. 57. La perspectiva que nos da esta historia ayuda a d efinir mejor
14
De Campos. Transidemciones/Tnmsidemroes. Recopi!aciún de Eduardo Milán los aco ntecim ientos, cómo se fu ero n suced ie nd o, ya que
Y Manuel Ulacia. Ed. E l Tucán de Vi rginia J\iléxico 1987
" Ídem. P. 22. ' ' . respondían a los mismos valores de pertenencia que habían
"'D e Ca mpos. " H a1cm:
. . H omenagem a Sin tese". A mte no brm.zonlc do pnmírel. justificado la fundación del Centro.
Ed. Perspectiva, Siio Pauto, 1977. ·
17
D e Campos. Cn"sanfe~~lj>o. Op. cit. P. 61. En el mes de agosto de 1990 se inauguraron oficialmente las
actividades del Centro y se tomó como hito inicial ofrecer un
homenaje a Adolfo Bioy Casares en la ciudad de Sal to.
Se conmemoraban los cincuenta años del cuento "T lo n,
Uqbar, Orbis Tertius", en el que Jorge Luis Borges a pie de
página consignara una fecha y un lugar: "Salto O riental 1940".
Un pretexto d e celebración circunstancial insuperable.
36
37
, "~IOn". n~s indicaba un lugar geográfico y señalaba con Los encuentros literarios, se organizaron en una vieja estación
enfas1s, a~1m1smo, una amistad legendaria rio platense: la de
abandonada de trenes. La vieja "Estación del Puerto" cobró así
Borges, Bwy Casares y Enrique Amorim.
vida, con las paredes todavía empapadas de las aguas de la última
. El.cuen to, que ata a tres amigos y menciona, además, creciente del río Uruguay como si éste hubiera decidido no irse
mtencJ_onadamente "Salto Oriental" como lugar de origen, era todavía; otras se organizaron en "Las Nubes", en el anfiteatro
demas1ado revelador y significativo en ,su co ntenido como para donde Enrique Amorim había filmado muchas de sus películas.
qu: no fuera la síntesis ideal de lo que nosotros ta m bién Todo s los lugares se parecían a escenarios de una literatura
estabamos buscando. fantástica viva.
Leído ahora, este fragmento de Barthes parece tomar como Al coger al lector de la mano, el poeta lo guía en aventura de
o bjeto de reflexión la obra de Haroldo de Campos, texto plural, la imaginación y en la memoria de los textos. O sea, en lo tod~vía
sistema galáctico, que se constituye en un conjunto estructurado no dicho (porque dicho de otro modo) establece el recorndo.
pero no cerrado, con varias en tradas, y que toma por medida Sin e m bargo, cuando el viaje se concretiza en la palabra
"l'infini du langage", mejor dicho, las posibiJjdades infinitas de intencionadamente elegida e intencionadamente dispuesta, el lec-
los lenguajes. Texto reversible que se puede reescribir y re- tor está solo. Si las relaciones aludidas redimensionan una primera
representar bajo varios ángulos. lectura del poema, las otras que establece y que pertenecen al
dominio de su experiencia dan todavía al texto otra transitiviclad.
L a lectura subsecuente es un intento, p recario, de apreciar,
según sugiere Barthes, de qué plural está hecho. Pero persigue, Es precisamente en la trascendencia textual del texto, en "tu do
sobre todo, la propia obra de H aroldo, que nos indica sendas en que 0 coloca em relac;:ao, manifesta o u secreta, com outros textos"
su recorrido, tomando como base la integración e n sí misma y (como lo ruce Gérard Genette) donde el poema de Haroldo se
las formas como decide interactuar en el sistema literario. lee no como el "último viaje", el de Ulises (o la última aventura,
la d e Mallarmé), sino como el primero en el dominio d e la
creación, mezcla, según J. L. Borges, de "olvido y recuerdo ele lo
1. El poeta trans-gresor que leemos".
En Finismundo - a tÍ/tima viagem, se lee: La tópica sirve también al lector que la retoma aún más
libremente, en una dirección circular tal como está aludida en
Tentar o niio tentado -
" Le D on du Poeme":
expatriado esco njuro aos deuses- lares.
Re-
incidir na partida. Ousar - um poema comec;a
7
húbris-propulso - o mar por onde ele rermina
atrás do mar.r'
El poema de Haroldo, una experiencia de viaje para el lector,
es el irucio del tránsito por un universo de referencias recreadas,
51
50
aunque elíptica y concisa, en una sintaxis caracterizada por la destrucció n, como en el recuerdo el olvido. La tradició n se forma
suspensión, con palabras que realizan recorridos etimo lógicos y se transforma en los elementos que la alteran, siempre en otras
para resurgir como nuevas, bajo forma olvidada. combinaciones.
D e Walter Benja min a Marx y a Max Bense, de Mallarmé y "Quels textes accepterais-je d'écrire (de re-écrirc), de désirer,
Pound y Joyce y Cummings a Oswald y a Gregó rio de Mattos, de d'avancer comme une force dans ce mo nde qui est le míen?"
los lai's proven zales a los ideogramas asiáti cos, de Goethe a preguntará Barthes en el mismo S/ Z.
Macunaíma, de Sousandrade a Vallejo, de Heráclito a Cactano, se
diseña el trayecto con preferencias sintomáticas.
peirce (proust?)
Nada es aleatorio. Todo lo contrario, las elecciones traducen
más que afinidad o empatía, pues indician un movimiento de horácio, ocles
inserción en el sistema literario que quiere imprimirle nuevas
direcciones. La actitud es crítica y creadora a la vez: la disgregación o que vai da palavra stella
propuesta es otra forma de integración. E l mismo autor lo explica
a paJavra S tyx
en su " Ensaio de meta- metalinguagem" - el estudio d e V. V. marx
Ivanov sobre el poema de Khlébnikov de 1989:8
num relampago o tigre atrás da cor<;a
(sousandrade)
Al seleccionar un texto, el crítico exhibe un determinado repertorio, practica
un corte sobre el acervo lirerario, le impone un pun to de vista ordenador.
Cuando se detiene sobre un autor del pasado, la nueva lectura que hace es o que acresce
una nueva ordenaciém de las posibilidades combi natorias del sistema resta
literario, un aumento de información a través de la mani pulación o riginal (nos sentidos)9
de los elementos del repertorio dado. Cuando se vuelve hacia un poeta
actual (en este caso, Velimír Khlébnikov, el que más experiencias hace en
poesía rusa moderna, atento como ninguno a las solicitudes del futuro), dirá el poeta en "A educac;:aó dos cinco sentidos".
amplía ese repertorio, con la incorporación ele nuevos elementos de La tradición se rehace en la creación: "hambre de fo rma",
combinación no previsro~ antes en él y que la obra innovadora propone (o
como está en Xadrez de Estrelas, 10 registro del recorrido textual.
re-propone), pues, a veces, se trata de reactivar, modificándolos o no,
elementos combinatorio ~ olvidados o marginados.
Perspectiva, 1991 .
1 ~ H arolelo ele Campos. "i\ palavra vermelha ele Hoeldcrlin". E n A Arte 110
1969.
17
H aroldo de Campos. "Texto e História". En A Opertifrto do Texto. Siio
Paulo, Perspectiva, 1976.
RELACIONES DE
HAROLDO DE CAMPOS CON LOS
POETASCONCRETOSALEMANESY
ESPECIALMENTE CON
MAX BENSE
UNA GUÍA PARA LA CONSTRUCCIÓN DE
SU HISTORIA
Aparte del catálogo, apareció la antología "Konkrete poesie Haroldo siempre trató de combinar actividades teóricas y
international", del rot 2 1, una de las primeras antologías de poéticas. En marzo de 1967, Max Bense tuvo la oport1.midad de
poemas concretos en el mundo. Algunos autores, especialmente los hablar acerca de poesía concreta en el Goethe Intitute de Paris,
escandinavos, pudieron estar presentes en la inauguración y así en donde Lily Greenham recitó varios textos concretos. ·¡ ,as
conocerse personalmente. actividades viajeras de aquellos años fueron, a mi parecer, muy
intensas.
. E n marzo de 1966, Max Bense había sido invitado para
maugurar otra exposición de poesía concreta, en ciudad de O tro evento notable, en 1964, fue qu e Georg Nces de
México, y dar conferencias sobre estética y teoría de los textos Erlangen hizo sus primeras gráficas computacionales y las envió
en la Universidad de la Ciudad de México. Math ias Goeritz, a Max Bense, quien se entusiasmó con esta nueva posibilidad y
arquitecto, historiador de arte, pintor y poeta, quien murió en las expuso en 1965 en la "Studiengalerie". En el rot 19 publicamos
1990, sólo cuatro meses después de Max Bense, había organizado "Computer-grafik", con programas de Georg Nees y el texto
la exhibición, que fue ampliamente frecuentada y discutida. teórico estético "Projekte generativer Aesthetik", de Max Bense.
Cuatro años más tarde Georg Nees obtuvo el grado de Ph. D.
80 81
por su disertació n " Generative computergrafik". Aunque este de Haroldo y Augusto de Campos, Joao Cabra! de Mel o Neto y
método de construcción g ráfica interesaba sobremanera a Max José Lino Grünewald. En mayo de ese año, luego de un accidente
Bense, éste lo bautizó como "arte artificial" para distinguirlo del automovilístico serio, Haroldo nos escribió sobre una nueva
arte convencional y por la oposición de algunos artistas y críticos posibilidad de dictar conferencias en la EscoJa Superior de
de arte que no estaban dispuestos a considerar como obras de D esenho Industrial en Rio.
arte los resultados de una computadora. Al mismo tiempo, Frieder
En marzo de 1970 Max Bense, junto a Eugen Gomringer y el
Nake, un joven matemático de la Universidad de Stuttgart,
director de la "K.unstverein Stuttgart" habían inaugurado una
produjo una obra gráfica con el uso de la computadora. Nees y
gran exposición de poesía concreta. Otras exposici ones,
Nake, expusieron su g ráfica en la librería de Wendeun N iedlich
o rganizadas por Hansjorg Mayer, por ejemplo, habían tenido
en Stuttgart. ·
lugar en Amsterdam.
Haroldo de Campos entró en contacto con la técnica
En este período H aroldo permaneció cinco meses en Estados
electrónica en Nueva York, a través de Marshall McLuhan. Max
Unidos. Mientras tanto, "Pequeña estética abstracta", traducida
Bense, por su parte, se refirió a menudo a "la existencia técnica
por J. Guinsburg, Ingrid Domin y Haroldo, había aparecido en
del arte moderno" y acogió todos los experimentos hechos en
la "Edito ra Perspectiva" de Sao Paulo. E l libro contiene un ensayo
aquel momento. Pero se rehusó a utilizar la computadora o
completo del o riginal y también una pequeña antología de los
cualquier máquina o motor, al punto que nunca manejó un auto.
textos de Max Bense titulada "Pequeña antología Bensiana", que
En la primavera de 1969, con la ayuda de una beca, H aroldo ya había sido publicada en revistas y diarios brasileros. En su
vino a París por varias semanas, visitó por primera vez a Francis muy profunda introducción, Haroldo señalaba los puntos en
Pongc en Niza y Bar-sur-Loup. Conocía bien y admiraba los común entre la estética de Bense y otras concepciones estéticas
trabajos de Ponge y había publicado su traducción de "L'araignée". y texto-teóricas de las actividades artísticas modernas. Llamaba la
Pero Haroldo no pudo venir a Stuttgart y nosotros no pudimos ir atención sobre estos puntos por existir evidentes intenciones similares
a París, para vernos nuevamente. E n nuestras cartas, en ese período, de parte de su grupo. Esta introd ucción, con el bello título "Um-
los temas que prevalecieron fueron la preparación de la traducción bral para Max Bense", permanece hasta ahora como uno de los
brasilera de "Kleine abstrakte Aesthetik" y la planificación de una más importantes análisis de su estética.
nueva visita a Brasil que, como señalé antes, no pudo llevarse a
Durante su viaje a París, en la pri mavera de 1972, no nos
cabo.
encontramos con Haroldo, pero en setiembre del mismo año
En enero de 1970, sin embargo, H aroldo regresó una vez reg resó con su esposa Carmen, y esta vez vinieron a vernos a
más a Europa. Se quedó en París primero y luego vino a Stuttgart Stuttgart. Nuevas invitaciones de Carmen Portinho y de otros
por algunos días, fue una reunión estimulante y llena de alegría no pudieron llevarnos a Brasil y perdimos las esperanzas de ver
para todos nosotros. Al mes siguiente Ludwig Harig y yo editamos a nuestros amigos brasileros en su tierra de nuevo. Pero el
el Festschrift "Muster moglicher Welter" con ocasión del intercambio de escritos y libros continuó e hicimos algunos
cumpleaños número 60 de Max Bense. Contenía contribuciones
82 83
proyectos para publicar librar en Stuttgart o en Sao Paulo, que nunca Quiero enfatizar que las relaciones de Haroldo de Campos y su
se concretaron. grupo en Estados Unidos, Japón y Europa, y particularmente con
Max Bense y otros poetas ~oncretos alemanes, jugaron sin lugar a
En enero de 1976, Haroldo y Carmen vinieron a Stuttgart
dudas un importante papel en este aspecto.
una vez más y en febrero, también Augusto y su esposa e hijo
pasaron dos días con nosotros. El próximo encuentro en Stuttgart Pero quisiera repetir que el arte y la poesía concreta nunca
con Haroldo, Carmen y su hijo Iván tuvo lugar en enero de fueron eventos nacionales sino internacionales, contrariamente
1977. Siete años más tarde, en noviembre de 1984, H arol do a ciertas afirmaciones. Dado que, casi simultáneamente, estas
regresó a Stuttgart a vernos. En los ochenta, Max Bense y yo nuevas formas se desarrollaron en todo el mundo a partir de los
permanecimos gran parte del tiempo en Provence, en una casita mismos precursores: MaUarmé, Joyce, Gertrude Stein y muchos
en el pueblo Suzette. otros ya mencionados con anterioridad, y tuvieron como
resultado textos similares. Este fue un hecho muy sorprendente,
El 4 de julio de 1985, Haroldo, acompañado de Ines üscki-
pero quizás no tanto si uno considera las nuevas facilidades que
Dépré, vino por algunas horas desde Aix-en-Provence a vernos.
proporciona la comunicación en La ciencia y Las ar tes. Finalmente,
Fue para nosotros motivo de mucha alegría verlo nuevamente y
quiero citar una frase de Francis Ponge, que Max Bense tomó
tuvimos la usual conversación intensa con él.
como motto para su libro "Programmierung des Schonen.
E l 23 de septiembre de 1988, Max Bense inauguró una g ran Allgemeine Texttheorie und Textaesthetik", de 1960, que expresa
exposición de poesía concreta, de nuestra propia colección, en también adecuadamente la intención de los " noigandres" y la de
la nueva "Stiftung für konkrete Kunst" en Reutlingen, un lugar Haroldo de Campos: "De manera que, al no poder representar
no lejano a Stuttgart. Allí también se mostraron libros, escritos y una realidad del mundo concreto (o espiritual), un texto debe
afiches de nuestros amigos brasileros. Luego de la exposición, primero alcanzar la realidad de su propio mundo, es decir, el de
donamos nuestra colección "Stiftung" de modo de facilitar el los textos".
acceso a estos trabajos a los interesados. Con la e~hibición, Max
Bense puso, diría yo, un digno final a sus propias actividades en el
campo de la poesía concreta.
Hoy, los poetas o escritores concretos no tienen la misma
presencia que tenían en los sesenta, pero los movimie ntos
concretos existen y son reapreciados por medio de numerosas
exhibiciones.
Realmente me parece que están más vivos de lo que
generalmente se piensa. En Jos sesenta, sólo pequeños círculos
conocían la poesía concreta, pero ahora penetra en la conciencia
de un público mucho más amplio.
84
NOTA INSERTADA A MANO
!
... aún no mencioné a Almir Mariguier, quien vino desde Rio ENCONTRO EM AUSTIN
a estudiar en la Hochschule für G estaltung de Ulm con Max
Bense y Max Bill, en 1954. Benedito Ntmes
Universidade Federal do Paró
Sus pinturas fueron expuestas ya en 1958 en la "Stuttgart
Galerie Gamheide 26". Su exposición, que fue inaugurada por
Max Bense, marca un verdadero inicio de los contactos con el
arte brasilero. Mariguier, quien después de terminados sus estudios No comec;o de 81, p rofessores VISitantes num mesmo
trabajó en Ulm, llegó más tarde a ser profesor en la Academia de programa de literatura brasileira, na Universidade do Texas, em
Bellas Artes de Hamburgo, ciudad en la que aún vive junto a su Austin, encontramo-nos, eu e H aroldo de Campos, sob o céu
esposa alemana. friorento de um indeciso inverno texano. Visitei-o num fim de
tarde; primeiro locatário do apartamento, já familiarizado com
as suas JJJater bugs, foi indi ferente a essas "baratas legionárias",
"minúsculos abantesmas" a povoar o cotidiano de Austinéia
Desvairada, que li para o poeta, de um livro entao em andamento,
Passagem para o Poético (Filosofia e Poesia em Heidegger), um ou
talvez dais capítulos referentes a concepc;ao heideggeriana da
linguagem e da -poesia, em uma de cujas fo ntes principais, Aus
einem Gesprach von der Jprache (De uma conversac;ao da linguagem),
já tinha ele se adentrado. Da nossa estirada conversa, por entre
pausas da leitura, ficou-me na lembranc;a, por todos esses anos,
a proposta de H aroldo para que travássemos os dois, algum dia,
urna conversac;ao inter-corrente aqueJa, diálogo dentro de tal
diálogo, concc~ntrico a sua matéria.
Se o projeto nao se realizou, a culpa foi toda de urna falsa
expectativa minha. Aguardei que algo em prosa, no genero
ensaístico, viesse da parte do meu interlocutor. Hoje percebo
que ele encetou a discussao sem demora, ali mesmo em Austin;
mas o fez tomando a palavra em Aisthesis, Kharis: Iki - koan -
(glosa heideggeriana para Benedito Nunes), poema de Auslinéia
Desvairada, inserto em A Educafiio dos Cinco Sentidos (1985).
86 87
A reflexao a desenrolaf - se nesta minha achega a obra de dizer da linguagem. Toda a filosofia de H eidegger, na sua etapa
H aroldo de Campos - um escólio talvez impertinente, com a final uma recusa da filosofia em nome de urna hermeneutica da
canhcstra generalidade que soem ter as glosas filosóficas a textos ünguagem, enguanto interpretar;:ao do ser como único objeto
poéticos, é uma tardía resposta do pretexto ao diálogo que do pensamento, baseou-se efetivamente num escutar, numa
motivou o citado poema-comentário: auscultar;:ao da palavra escrita, dos textos fundamentais de poetas
e ft.lósofo s.
J\ISTHESIS, KHARIS: I K 1 A situar;:ao interlocutória de Aus einem Ge.rpracb IJ0/1 der Sprach -
Zwiscben einem Japaner tmd einetJJ Fragenr!en (De urna conversar;:ao
koan (g!o.rct beiri~P,_~e1iana) da linguagem - entre um japones e um inquiridor), recolhida em
pcml /mmlito nmw.r
Untmngs Z.!trSpmcbe, remonta ao diálogo que H eidegger entreteve
se hcidegger tivessc olhado com o professor Tezuka, da Universidade Imperial de Tóquio,
para o ideograma quando este o visitou na década de 50; era um dos últimos
enguanto escutava o discípulo discípulos do filósofo alemao, o Conde Shuzo Kuki, já entao
japones n'Q
(como pound olhou para ming t:lA sollua falecido, e Tanabé, entre outros que o haviam freqüentado muito
com o olho cubista de gaudier-brzeska antes da publicar;:ao de Jein und Z eit (1927), quando ele ainda
depois de dar ouvido a fenoUosa) ~:JI;;_ colaborava nos Seminários de Edmund Husserl. Essa ünhagem
teria visto que a cerejeira cereja kuto ba ¡:¡ .:7JiC de alunos da terra do Sol Nascente justificava a visita; lembrada
das ding dingt
florchameja por Heidegger, a controvérsia amigável que outrora mantivera
no espa<;o indecidível com o Conde Kuki sobre a aplicabilidade
da palavra
iki da Estética européia aarte japonesa que este último postulava,
motivou a conversar;:ao com Tezuka. Semelhante tentativa, na
Nesse poema, exemplar em mais de um sentido, na obra de época de planetarizar;:ao, da técnica, exportando o modo de vida
Haroldo de Campos, segundo mais adiante se verá, e qu e da sociedade industrial para todos os recantos do mundo, punba
delineando a situar;:ao interlocutória do escrito heideggeriano, em risco, segundo o inquiridor, a identidade da maneira japonesa
também sintetiza a complexa problemática da linguagem aí de ser, por efeito do mesmo espírito das línguas européias que
retrar;:ada, o pretexto a que me refi ro, dentro de enunciar;:ao impedía H eidegger de compreender, no momento daquela já
hipotética articulada dos seus treze versos, é a conseqüente remota controvérsia da década de 20, o sentido de iki, familiar
falencia do filóso fo no entendimento de iki, do signi ficado dessa ao velho mestre nipónico, que procurara aplicar aestética, depois
palavra que !he escapou, por nao ter olhado para o ideograma de repensá-la feno menologicamente, ao estudo da arte de seu
respectivo, enguanto escutava o discípulo discorrer acerca do país. Tal advertencia orientará o confronto dos dois professores.
significado dessa palavra. Se olhasse, teria visto que a ccrejcira
Toda a complexa, ambígua, e também tantas vezes equívoca,
cereja - koto ba. E n ao olho u, porque o ouvir, o escutar,
prob lemática do filósofo de Freiburg, pos terior a Analítica r!o
prevaleceu sobre o ver como atitude tomada relativamente ao
88 89
Dasein, comprime-se nesse diálogo que, cm ambos os interlocutores A primeira nota¡;ao exemplar do poema de Haroldo de Cam-
conduzido pelo empenho! de contornarem, tao-só através do pos é a res"erva crítica a poesía do pensamento assim formulada,
pensamento arrimado alinguagem, as estmturas conceptuais que os em que implica a hipótese da falencia do filósofo no
confinaram em mundos culturalmente estanques, repete, sob o .entendimento da palavra iki. Ora, também o nosso interlocutor
resguardo das "destrui¡;oes" encadeadas da i'vktafísica e da Estética, tem incessantemente visado, quer na sua crias;ao própria por meio
o passo para trás na dire¡;ao do ser, origem esquecida e também do "verso salto, fecundante" ou do versiprosa galático, quer no
princípio do novo comes;o do pensar - de um pensar essencialmente transplante da cria¡;ao em lingua estrangeira por meio da tradu¡;ao,
poético, tanto nao represen-tacional, como nao proposicional, liberto 0 que também pode chamar-se de poesía do pensamento. Por que
da hegemónica dominancia das categorías lógico-gramaticais. Já entao a cri tica? Uma breve recapitula¡;ao dos dois caminhos da
prenunciável em sua for¡;a remanente, mas inefetivo, e desse modo prática meditante, exercida por Heidegger como hermeneuta da
ainda por vir, esse pensar poético, rlicbtend Denken, difuso porém linguagem, poderá esclarece-lo.
profuso, enraizado ora na poiesis das línguas, ora no surto da palavra
O primeiro caminho é a "escuta renovada" da palavra grega
que nomeando funda o ser, possibilitaria, seja que o interpretemos
nos pré-socráticos para sondar-lhes o pensamento inaugural,
no sentido de pensamento póético, ou no sentido de poesía do
ainda vizinho da origem que a Filosofia como Metafísica sufocou.
pensamento, ambos compatíveis com as oscilantes formulas;oes
do filósofo, o dizer essencial da linguagem, longe da expressao
o segundo, dirigido a interpreta¡;ao de poetas preferencíais - d e
Holderlin a Rilke, de Stefan George a Trakl - é tambem uma
das vivencias, a faJar-nos sempre, principalmente nos textos d os
escuta de seus textos, como meio de deixar faJar a linguagem.
pensadores poetas e naqueles dos poetas da p oesía, de urna
U m e outro, qu~ pressupoem a instaura¡;ao do ser pela linguagem,
mesma correspondencia entre o homem e o ser.
pressupoem igualmente, segundo a linha de pensamento
Na trilha dessa correspondencia, poderíam os interlocutores desenvolvida sobretudo nos ensaios de UntenJ;egs z:!n· Spracbe, que
compreender que o significado de iki, algo assim como Gras;a, a acompanham o Aus einem Gespracb von der Spracbe, uma
Kharis grega, para o japones, a verdade da arte, é independente fundamentas;ao em círculo; a linguagem instaura o ser, mas é o
da Estética, e que a palavra com que na lingua de Tezuka se apelo desse mesmo ser que a funda e que nos poe a dialogar
nomeia a linguagem, koto ba - pétalas de flores surgidas do com ela. Por outro lado, nao exclusivamente ínter-humano, esse
exultante esplendor de gras;a - é, para o mestre alemao, a verdade diálogo está na dependencia do mesmo apelo, do qual o poeta
da mesma linguagem, índependentemente d a Lingüística, e éo Mensageiro. Destarte, o acesso dialogal que tem o filósofo a
incompatível com o idioma da Metafísica que nos deu Spracb, essencia da linguagem, assim realizado como um faJar escutado,
glossa, /íngua e /inguagem. sem outra medias;ao além da escuta ao ser que provoca o esfors;o
Anterior ao apofantico, na sugestao de Marc Ricbir, essa mesmo de ausculta¡;ao dos textos, dispensaría o caráter de signo
verdade, raíz do poético, é o que a linguagem diz mostrando ou da palavra.
o que ela mostra dizendo. Estaría aí, em última análise, a poesía Eis ande bate a restris;ao do autor de Signantia: quase coeltmt, que
do pensamento pela hermeneutica buscada, e que só se mostra no tem reals;ado, como poeta e como ensaísta, a visibiUdade, a
dizer essencial a quem sabe ouvi-lo quando ausculta a palavra. corporeidade e a espacialidad e da palavra poética enquanto signo.
90 l)l
Heidegger nao olhou para o ideograma, termo apenas mencionado, mesma palavra, jogo, urna das mais eminentes do pensamento
de raspao, na conversa dos ctois professores. Se pudesse ter olhado heideggeriano da última fase, que lhe permitiu juntar semelhan~as
como olho de quem conhece - nesse caso, o de Tezuka, que só se numa só expressao, Zeit-Spiei-Rau111 (espa~o de jogo do tempo), da
limitou aos vocábulos pronunciados, sem ao menos informar o essencializa~ao do ser, é, como grande metáfora, palavra de poeta,
seu colega acerca da insuficiencia cli sso- teria captado a epifania na da mesma família ele outras tantas figuras constelares - clareira,
carnadura dos signos pictográficos, isto é, que a cerejeira cereja, velamento, iluminador, Quadripartite- que sao, ao mesmo tempo,
coisa que nao se pode discernir, apenas, auscultando o dizer da conceitos-limite da medita~ao do pensador, e tropos do seu
palavra. E teria percebido m ais, po sta que m etafórico é o personalíssimo estilo filosófico, a cuja órbita de confluencia poética,
funcionamento do ideograma, a metáfora Jlor th(.lJmja, verdadeiro pertencem as verbaliza~6es de substantivos, a exemplo de Die f,f~e/1
solo do pensamento feito poesía, ou da poesia do pensamento. we/tet (o mundo mundeia) , Die Zeit zeitigt (o tempo tempora), Das
Em consonancia com essa sua nota~ao, o poema de que tratamos Di11g di11gt (a coisa coiseia). "Heidegger, observa com justeza Henri
indica-nos a carga sensível, sígnica, de o nde floresce, na obra de Meschonnic, est une aventure poétique arrivée a la Jant,JUe allemande.
Haroldo de Campos, a poesía do pensamento que tem o seu Ses commentaires de poemes font des para-poemes..." (Chemins
con traforte na metáfora: do chao verbal dos significados ao subsolo perdus chez H eidegger, in Le Signe et le Poeme, p. 379). E parapoéLicos
dos componentes rítmico-semanticos, dos acordes de som e de sao os comentários do filósofo apoesía, glosando o poema com o
sentido, ao relevo gráfico da palavra escrita. "Meisterludi ensinou- poema, porque ao excluir a constitui~ao simbólica da linguagem,
lhe o peso das vogais/ P/uvia e di/11vi/ sombra e umbra/ penum- ele excluiu, ipso jacto, a metalinguagem. D aí a aporía da prá6ca
bra" (Ciropéclia ou a Educa~ao do Príncipe). Ensinou o poeta a meditante do filósofo, empenhado em fazer faJar a linguagem
descer ao pré-categorial e ao pré-reflexivo, a esse ínfero, a esse limbo (Z,!fllJ Wort komm~. Nesse limite hermeneutico ou se retorna ao
do pensamen to, oscilante entre a língua e a palavra, entre o semiótico conceito, e assim ao elemento reflexivo, o que Heidegger quer
e o semantico, que um Giorgio Agambem chama de in fancia da evitar juntamente coma metalinguagem, o u se concede iniciativa
linguagem. aspalavras, numa passagem A Mallarmé da Filosofia a poesia.
Tendo rejeitado a dualidade do significado e do significante, Agora podemos perceber que o nono verso de Aistbesi.r, Kha~is:
como sombra metafísica do ente, H eidegger coloco u sob suspeita, Iki é urna cita~ao irónica da tautología poéLica D as D ing dingt,
pela mesma razao, a metáfora. Segundo ele, uma réplica da tentativa de topología do ser. A coisa coiseia como a cerejeira
"separa~ao do sensível e do nao sensível como dois domínios cereja e a flor chameja. A ironía da cita~ao nessa glosa
auto-subsistentes" (Satz von Grund, pp. 88-89). Quando ele diz heideggeriana, que como koan se ap resenta, faz ver que o
que "o metafórico só existe no interior da m etafísi ca", está pensador de Ser e Tempo chegou pelo es tilo auric ular de sua
concedendo demais a metafísica -esquecido de tudo o que o última filosofía - mais hebraico do que grcgo, segundo observa
pensamento dos pré-socráúcos eleve a metáfora - e concedendo Marlene Zarader (La dette impemée -Heidegger ct l'beritage bébraique) -
pouco a metáfora, como se esquecesse que ela é o ato próprio da ao escrever Das Di ng clingt, a um resultado análogo aqueJe a que já
linguagem, a sua energeia, para dize-lo com Humboldt, ou o princípio chegara um estilo de poesía medido pela visualidade cubista e pela
do seu jogo, para dize-lo com Wi ttgenstein . Dá-se porém que essa inteligencia chinesa:
92 93
que a Filosofia chegou ao seu acabamento, ao auge de suas
(como pound olhou !para miuga)l soUua possibilidades enguanto Metafísica, e que a poesia universal, no
com olllo cubista de gaudier-brzeska sentido da mistura de generas e formas de expressao, do prosaico
depois de dar ouvido a fenollosa)
. e do poético, a que se referiu o romantico F riedrich Schlegel,
passou a conjugar estilos e heran¡;as poéticas do passado.
Nesse passo, a glosa de Haroldo de Campos amp lia-se Mas em Haroldo de Campos, a proximidade entre poesia e
sutilmente a um dos principais temas De uma com;ersariio da pensamento, conforme atesta a sua glosa hei-deggeriana, faz-se
!inguagem: o perigo de descaracteriza<;ao da cultura do Extremo- a custa da reflexao introduzida no jogo da linguagem, o que
Oriente, devido aexpansao planetária da técnica, e que, segundo Heidegger nao admitiria. De ande se conclui que na obra de
o professor Tezuka, atingiuRashomon, o filme de Kurosawa, mais meu interlocutor, em constante dialoga<;ao com pensadores-
ocidental que oriental. Os dois professores esqueceram de poetas como Heráclito e Al Ghazali, e com poetas-pensadores
considerar a contraparte desse processo iniciada no século XlX como Dante, Goethe e Leopardi, a poesia do pensamento, tanto
pela retroje<;ao da cultura intelectual e espiritual do Extremo- na cria¡;ao quanto na tradu¡;ao recriadora, complementa-se pelo
Oriente na européia, canalizada por Pound e Fenollosa para a pensamento da poesia, histórica e criticamente considerada.
poesia no tempo de sua modernidade.
Isso tuda levado em canta, se agora meditarmos no título do
poema de Haroldo de Campos, Aisthesis, Khatú: Iki, veremos
que a ironia do comentário se prolonga na ironia da História: as
duas matrizes gregas, a profana aisthesis e a kbarú sacra!, sao postas
em correspondencia com iki que as sintetiza. Levando-nos para
fora do ambito do poema, essa corres-pondencia assinala o
alcance histórico dessas matrizes. Última nota¡;ao do
exemplarismo dos versos que examinamos, o seu título é um
emblema da proximidade entre poesia e pen-samento, ou, se
quisermos, entre poesia e ftlosofia. "Poetar e pensar necessitam-
se mutuamente ..." (Dicbten und denken braucben einander. .. ). Podemos
acrescentar que se necessitam mutuamente ainda mais depois
REVISIÓN:
DINÁMICA DE
HAROLDO DE CAMPOS
EN LA CULTURA BRASILEÑA
Horcício Costa
Universidad Fedei'Cl! de México
entre los vectores del rigor minimalizante y la diseminación barroca, niio é o Brasil. / Nenhum Brasil existe. E acaso existinio os bmsileiros?''.
como también como una característica temperamental de un poeta-
7
Véase, a ese respecto, la correspondencia entre Mario de Andracle y
D rummond, q ue antecede la publicación de ./1/gtlllla Poesia, primera obra
ideólogo quien, sin abdicar de su propia trayectoria, se encuentra de Drummond (1930); véase también el encomiás tico artículo "A Poesía
abierto a los vientos, no eliseos, siempre complejos, tan complejos, cm 1930", en el q ue ya en 1931 Mario de And radc resalta la importancia
de la historia actual. del joven Drummo nd en el panoramada de la poesía brasilei1a de entonces
(este ensayo fue reunido en Aspectos da Litemltmt J3msilcim, Sao Paulo, Mar-
tins, 1931 y republicado en C(/rlos Drtllllllllllld de A11dmtlti - ¡.:o rfllllfl Ciitira;
Ciudad de México, junio d e 1991 org. Sonia Brayner. Rio de Janeiro, Civiliz;u;:ao Brasileira, 1978). Asim ismo,
para comptenclerse más ampliamente la importancia de la personalicl:~d ele
1\•lario ele Andrade para Drummond, léase el poema "1\.Jário de Andrade
desee aos infcrnos", tributo que Drumri1ond dedica a su maestro en la
ocasión de su muerte, incluido en / J Rosa do Povo (1945).
~ Para dejar más explícita la amargura de Mari o de Andradc, transcribo t:n
portugués el pasa je referido de "Meditac;?ío sobre o Tietc":
Gonzalo Agm/ar
Universidad de Buenos Aires
La intervención de la política es tan fuerte en GreJJe que violenta Los que no tienen parte son, en este caso, los trabajado res y
el espacio tradicional del poema y lo quiebra, creando dos super- los poetas, y ambas posiciones no admiten una identi fi cación
ficies superpuestas que entran - gracias al calco - en una relació n inmediata entre sí. Si la proposición de que los poetas deberían
de figura-fondo. E l vínculo entre estos dos mundos es paradó jico: tener parte resulta exagerada, se debe más que nada a los tiem pos
122 123
que corren . Porque basta comparar los inicios del siglo XX y los atacado", la estratagema de Odisea brilla como otm testimoruo de
p rincipios de nuestro siglo, para ver que lo que hoy parece su astucia. ¿Qué significa que un poema de una sola palabra haya
exagerado un siglo atrás resultaba irrefutable. Es más, los poetas llevado cincuenta años de realización? ¿Cómo puede ser leído en
escribían como si tuvieran parte: Pablo Neruda llegó a ser un poeta clave política? Traduzcámoslo así: "nadie quiere tomar parte". Si no
para las multitudes y recitó sus poemas en estadios de fútbol, queremos leer con un solo ojo (como Polifemo), debemos admitir
Ezra P ound buscó desesperadamente transformarse en un que la frase es ambigua y que tiene que ser leída en diversas direcciones:
consejero de Estado, Carlos D rummond de Andrade se definió "nadie quiere tomar parte" puede ser retraducido, entonces, corno
como "um homem partido" (lo que, en este contexto, sigrufica el poeta, imitando a Ulises, se hace pasar por nir(f!,llém y, con esa
tener parte en más de un lugar), Vladimir Maiacóvski dialogó en estratagema, toma parte, aunque nosotros creamos c¡ue no lo hace.
sus poemas de igual a igual con Lerun. La poesía actual, en cambio, En el sujeto, podemos decir parafraseando a D écio, importa lo que
parte de otra constatación: el poeta no tiene parte. ¿Para qué un no es suj eto.
político va a recurrir a la mediació n del poeta si los medios le
El poema puede leerse en contraptmto con "sem saída" (2000),
ofrecen una lingua franca más di recta y menos densa? ¿Para qué
que cierra el libro desde la contratapa. Como advierte el mismo
van a fundar los profesio nales de la política su acción también
autor, " estampael o na quarta capa" esta' " quase J:tora do ,.1vro" .
en un lenguaje tan aparentemente alejado, d enso, negaúvo y
extem poráneo como el de la poesía? ¿Será que "o6ns" es la salida? O, para plantearlo en términos de
expoesía y de régimen estético: ¿cómo se sale, cómo se abandona
Todavía en Creve, el fondo - el grito colecLivo ele la huelga - la falta si no hay ninguna plenitud a la que retornar, si la
acompaña al poeta, y la promesa ele la integración - la mutación sustracción y la exterioridad nos mantienen en la pura carencia,
del expoeta en poeta - se mantiene encendida en el horizonte en el "sin" y en el "ninguérn"? ¿Cómo salir, digo, si lo que nos
utópico. "Póstudo", en ese caso, muestra - junto con o tros queda es la melancolia que, como recuerda Agamben, sólo nos
poemas- un cambio en el problema: cada vez la salida del poema "comunica con su o bjeto bajo la forma de la negación y la
es más d ifícil , cada vez es más difícil tocar la realidad con el carencia", aunque entregándonos epifanías de lo inasib le? 11 011ti.r
poema. En u n camino cada vez más lóbrego, más cercano al debe ser leído, enton ces, como trasfo ndo de la poética de J\ugusto
luto y a las catacumbas, la poesía de Augusto de Campos se y por eso lleva esas fechas desm esuradas: es la soberanía del
acerca más - aco mpañada por el ángel de la melancolía ele H..ilke sujeto poético que se despoja a sí mismo y que, como Odisco,
- a la negatividad. E n el último poemario de Augusto de Cam- llega a la comunidad por el camino de ningué1Jl. ·
pos, Nao, el primer poema lleva una fecha extraña: 1953-2003.
El poema no da la sensación de haber llevado cincuenta años de
trabajo: su título es "oi)ns " y en él se puede leer dificultosamente Tercera proposición: la potencia del E ros
la traducción de la palabra griega al portugués: "ninguém". El Si la estrategia de Augusto de Campos se vincula con la slt.rlraccir5n,
término remite a la Odisea de H omero, cuando su héroe logra la de Décio Pignatari tiene que ver con la mostración ('mostrar'
escaparse de Polifemo diciéndole que se llama "oi?nc; ". Cuando etimológicamente tiene la misma raíz que 'monstruo' y 'mente'). Por
Polifemo abandona su guarida, denunciando que "nadie lo había eso los outdoors son el espacio adecuado para su poesía y uno de sus
124 125
poemas más conocidos, "Beba coca cola", mima y satiriza un slo~~a11 público, (]Ue se po ne en escena, y la del poema que deviene tuerpo,
en un cartel publicitario. E~ un acierto, además, que en la versión organismo vivo, hasta en la letra como en las tem pra nas "pernas ern
musical que hizo Gilberto Mendes la composición termine con un M" de "O jogral e a prostituta negra". Abyección obscena del cuerpo
eructo o que, cuando D écio lea el "Manifiesto antro pófago" de desnudado: tal vez sea por eso la abundancia de penes que, en sus
O swald de A ndrade, lo haga masticando obscenamente porque lo poemas, violen tan la letra, el texto y la moral como en "sa petite
que se muestra, en gigantescos clo.re-ups, es lo abyecto que se intenta raison vi rile", "Bibeló" y hasta en la " t" de "morte" de la lanza del
ocultar. Ya en un poema de juventud, "O lobisomen", se combinaba Q uijote, que también admite esta lectura. La fuerza de este bios hace,
audacia poética y moral en unos versos que se dirigían hacia las además, que, de todos los poetas de Noigandres, sea D écio, tal vez
fronteras mismas de lo humano (el lobisomen) para interrogarse con Ro naldo Azeredo, el más tendiente a la disoi ución de la forma,
sobre cómo se construye un sujeto con los res tos y los dctrillls: al momento en que la vida se presenta frente a la forma
desba ratá ndola o poniéndola en cuestión. Sátiro satírico, pantero.r,
E arrancou minha pele sem sangue Décio Pignatari es el poeta del Eros, de las "infinitas carnes rernas" 13
E parriu cncoberto com ela que trae a escena lo obsceno y que ríe, mastica y fornica, con Lodo el
Atirando-mc os poros na cara cuerpo, en el poema.
r.. ·l
N ao sou ciio, nao sou gente - SOLl Eu . Ninguna politica puede fundarse en esta pulsión erótica que lo
contamina todo. Y en esta contradicció n se basa el acto de mostrar
de la poesía de D écio. Una contradicción insalvable, pero sin em-
Décio reinventa en sus poemas al homb re desde lo m ínimo
bargo necesaria, y_que funda el escándalo de lo que el propio poeta
vital o rgánico po niendo de relieve Jos procesos orgán icos de
denomina "ideología poética". "Mas o que vem a ser a ideologia
deglució n y deyección. Como sentenció en uno de sus poemas:
poética? - se pregunta él en uno de sus libros de ensayo - É um
"a fome fez o homem faJar".
pique, um "dive", um mergulho, um pulso, uma pulsiío, um impulso
Fue Augusto de Campos quien denominó las composiciones que nasce do sentime nto de carnac;:ao, encarnac;:iío e reencarnac;:ao
de Décio " biopoemas" en una conversación que tuvimos unos da palavra em relac;:ao a vida". 14 E sta pulsión es el mnalus del
años atrás. La deno minación vale tanto para "U FE" o "Beba organismo que "quer perdurar" y su insistencia en querer "repet(ir)".
coca cola", ambos de 1957, como para "organismo" (1960), Un organismo que se abre en la O, que abre sus piernas, sus bocas
"omphalos" o "alfabeto vertical", poemas co mpuestos muchos y sus orificios: "abrir os carpos". Obrar y abrir el poema, mostrar
años después. Se trata, para retomar una di ferencia griega que la carne que fue suprimida, plasmar al o rganismo como orgasmo.
releva Giorgio Agamben, no de la zoé (el hecho de vivir común a E n su ensayo "Mostrar e demonstrar", en el que mues tra la
todos los vivientes) sino de bios, la manera ele vivir propia ele un superioridad del primero sobre el segundo, Décio escribe que "abrir
individuo o ele un grupo al estilo que les es pro pi o, la vida en la os vaos da sensibilidade através da palavra, na palavra, tem tanta
polis. 12 Este espacio biológico del poema es, en D écio Pignatari forc;:a ideológica quanto fazer pregac;:oes políticas de resistencia e
enton ces, la ar ticulación de dos dimensiones en el espacio común libertac;:ao". 15 Y esta es la lectura no politica, hasta antipolítica si se
(comunitario) del biopoema: la dimensió n ele lo abyecto que se hace
126 127
no meio a fome
quiere, pero con paradójic~s efectos politicos, que piden y hacen
sus poemas. · nomcio a fome
Cuarta proposición : la p o tencia del comienzo y del afuera Pero la apuesta política más poderosa de su poesía no estará
en este poema sino, paradójicamente, en una serie de textos que
, ~inalmente, H aroldo de Campos - a diferencia de Augusto y
Haroldo em pieza a escribir sólo dos años después, en 1963, y a
D ecJO - plantea menos inconvenientes a la hora de hablar ele
la que pone el título de livro de ensat"os / galáxias. Porque si basta
poesía y política porc¡ue fue, ele los tres, quien no solo tuvo más
ese entonces el poeta había cultivado la for ma cristal, es decir
p ar ticipació n en la es fera pública propiamente política sino
autosuficiente y cerrada sobre sí, con las Galáxias se p ropone
también el que más se preocupó co n los potenciales efectos
escribir un libro abierto, sin un fi nal p redeterminado, atento a
políticos del trabajo del concretismo con la lengua poéti ca. No
las circunstancias y moldeado por el azar, articulado alrededor
sólo eso sino que la irrupción ele la lírica participante, a principios
de una idea básica: el poema como cuaderno de bitácora en la
de los años sesenta, tuvo efectos más radicales y p erdurables en
que el lenguaje y el cuerpo (linguaviagem y linguacoJjJo) se inscriben
lo q ue sería su o bra futura. No escapa al lector de Xadrez de
en una página. No un stream of comciousness, como se ha dicho
estrelas, el libro que reúne la producción de Harolclo entre 1949 y
comparándolo con Joyce, sino un strean1 of langu{¡ge y un strem11 of
1974, el cambio que significa el poema "Servidao de passagcm"
borfy, o mejor, un stream of corporal langllage porque todas la.s
después de la fase ortodoxa del concretismo de los ai'íos cincuenta.
palabras son invención del poeta, pero a partir de los diferentes
El mismo autor señala este cambio con una inversión en el
espacios públicos que atraviesa, espacios de performance cor-
subtitulo que organiza al libro en partes: si la referida a los poemas
poral, algunos muy con notados políticamente, como en la
concretos visuales se denomina " fo me de forma", la serie que
segunda galáxia "reza, calla y trabaja". E ran Jos tiempos en los
abre "servidao' ' (un poema de la fase participan te) se llama
que el " lance de dados" del concretismo ortodoxo dejaba paso
" fo rma de fo me", como si la indigencia (los tiempos de indigencia
a1 " acaso , - como se tJ.tu1a uno d e los poemas de Augusto de
de los que hablaba H olderlin) fuera el reverso de la fo rma y su
1963 -, eran los tiempos en que sólo los propios poetas concretos
condición. P oem a antivisual, que extrae su encan to de la
habían comprendido la inviabilidad del co ncretismo y preparaban
oralización repetitiva y caleidoscópica, "Servidao ele passagem"
salidas inventivas, aunque mantuvieran una defensa cerrada de
se pregunta sobre el lugar del hombre y de la poesía, arLiculados
sus postulados porque la literatura brasileña todavía no había
entre sí por la capacidad poética y adánica de nombrar, de ins ti tuir
incorporado sus innovaciones. E ran los tiempos en que la
un comienzo con ese acto, que será uno de los núcleos ele la poética
teleología histórica se revelaba como revolución y, por lo tanto,
haroldiana desde o a mago do ó mega y "nascemorre" has ta sus H aroldo imaginó con las Galáxias un principio de composición
transcreaciones de La Biblia, D ante y H omero. ·
que pudiera inscribirse en esa constelación: un libro de mil y una
pág1nas que se fuera escribiendo, en apuntes cotidianos, hasta alcanzar
nomeio o nome épicamente la liberación social, lingüística y política.
nomeio o homem
128 129
E l epígrafe general de la ~bra, se sabe, está tomado de Mallarmé. solo gesto. José Marú o Vladimir Maiacóvski, por poner dos
El ensayo "T .a acción restring1cla" de Mallarmé es una respuesta a la ejemplos. Uno de los dramas del siglo X.,'[ consistió, en cierto
visita de un "camarada" que le señala al poeta "la necesidad de modo, en que la refundación de la política estuvo cada vez más
actuar". "La generación- responde Mallarmé- parece poco agitada", limitada a las exigencias de la acción y cada vez menos a las de la
por lo que toda acción directa deba ser suplantada por una práctica lengua. Pero ya en los versos de los poetas civiles puede leerse
diferida y restringida. La "acción restringida" es la respuesta de que no se puede hacer política con una lengua estereotipada,
Mallarmé a la pregunta revolucionaria y política por excelencia: "¿qué convencional y gastada. La estrategia de Haroldo fue, entonces,
hacer?". En tiempos ele "desinterés político", sólo cabe convertirse encarar la poesía civil con el arsenal experimental de la poesía de
en un hist1ión ele la hoja en blanco ("el hombre prosigue negro sobre vanguardia. En "oda (explícita) en defensa de la poesía en el día
blanco") y experimentar allí los movimientos imaginarios de lo so- de san Iukács" defendió la indiscernibilidad de la lengua y la acción
cial mediante la ficción. Sin embargo, cuando Haroldo de Campos ("no distingues / la ~anza del danzante") y su condición
inicia las Ga/áxias, en 1963, la época está lejos de desinLcresarse por oximorónica recuperando lo abyecto, que tanto le había
la acción política (el mismo Haroldo estaba aplicando el "salto interesado en "Servidao de passagem": "elitista piraña de la
participativo" de la poesía concreta) . La acción diferida del poema basura". En tiempos de "névoa-de-nadas" en el que "nem mesmo
todavía no anulaba su posible dimensión épica, como lo muestra la há escolhas" posibles ("iehudá amihai", Crisanlempo), el poema
descripción del proceso de composición que hace Haroldo de Cam- guarda en su interior las elecciones del poeta y la bbertad de la
pos al fmalizar las Caláxias trece años después: "si primero lo concebí lengua. En "o anjo esquerdo da historia", uno de sus poemas
como una serie de insinuaciones épicas, hoy, retrospectivamente, yo más intensos, en el que recupera el aliento cabralino para hablar
tendería a verlas como una insinuación épica e¡u e se resolvió en una de lo más urgente y, una vez más, el léxico de "Servidao de
epifanía". Este repliegue hacia lo epifánico (a la luz autónoma que passagem", se lee:
irradia un texto) es la otra cara de la frustración de la sabela política.
Entre 1963 y 1976, años en que se escriben estos poemas en prosa,
destinatários de urna
la derrota de los movimientos progresistas y el endurecimiento de agra (magra)
la dictadura militar en Brasil frustran esas "insinuaciones épicas" o re (dis)(forme) forma
utópicas. -fome- a-
grária: ei-
La aceptación de este cierre, q(te Haroldo conceptualizaría los gregária
comunidade de meeiros
con el término de pós-utópico, no significa que en su obra abandone
do nada
todas las lecciones que dejaba la experiencia de Caláxias. Y, entre
otras, la lección política que podría resumi rse en lo siguiente:
que si la política y la poesía son hoy exteriores entre sí es porque En estos versos forma-fome están, como en un ideograma,
el fundamento de la poesía, que es la lengua, es ignorado por la yuxtapuestos y forman la galaxia que, si por el lado político conecta
política. En la modernidad, los poetas-políticos fueron los que con "reforma" y "comunidade", por el lad o poético se ab re a las
refundaron la comunidad y la lengua al mismo tiempo y en un dislocaciones de " re (dis)(forme) forma" y a los recorridos
130 131
' .
paragramatlcos d e " agra)), ,,magra'' , " agraria , . , . u na ve;>;
, . ,, , " gregana de intercambio como en la economía, ni ·tampoco conjuntas corno
más, "comunidad e de meeiros d o nada", el poeta busca en el taller. Funcionan más bien como el don, tal corno lo analizó
denodadamente dar- contra la segregación- su palabra, "no meio", Maree! Mauss: un obsequio que no está hecho con fines de
allí donde la poesía imagina una comunidad posible. intercambio o de compensación, en el que hay, en palabras de Bat.aille,
"una propiedad positiva de la pérdida". 17 Componer un poema es,
al mismo tiempo, inventar el espacio indeterminado en el que los
Quinta proposición: el hacer colectivo otros intervienen. Así es como Haroldo subraya el Canto Segundo
Sería de todos modos un error considerar a los poetas de Os Lusiadas de Carnoes descubriendo un haikn de Basho y
separadamente y no como escribía Décio en 1950 como una dándonos a los lectores un reacjymade de Cunoes, o como Décio
"ronda d'amigos (dirás: rosa)", o como decía con socarronería Pignatari reescribe "Un coup de dés" desde el perpetua r del deseo
Haroldo, casi cuarenta años después, en "jubilário trintenário": erótico de "La siesta de un fauno" en mal/armé viekong.
"Vai daí que exsurgiram como horda de unhos esses trt~s - e Ejemplos de esta creación colectiva sin homogeneidad se
pareciam trezentos! - os tri genios vocalistas" . 16 En sus textos de encuentran también en los poemas de Augusto de Campos. En
los años cincuenta los poetas concretos insistieron con el trabajo O pttlsar, de 1975, Augusto crea un nuevo signo que se produce
grupal, con un taller en el que los poemas se proyectaban y se por la superposición de una -o y una -e, materia lizadas
discutían, instancia que se derivaba tanto de la supresión elocutoria tipográficamente como una luna y una esllUella respectivamente.
del yo mallarmeana como de la invención colectiva propia de los En esa época, Augusto trabajaba con el sistema letraset y, en el
movimientos de vanguardia. Pero nos equivocaríamos si viéramos caso de O pulsar, utilizó una tipografía del diseñador Mil ton Glaser.
esto solamente como otro capítulo de la formación de grupos Fue el mismo Glaser quien, en una oportunidad, escribió: "Hay
para irrumpir en el campo literario. Se trata de algo, en cambio, un libro maravilloso llamado El Don, donde un antropólogo fse
que no abandonó jamás la obra ni de Augusto, ni de D écio ni de refiere obviamente a MaussJ habla sobre una costumbre en una
Haroldo: la invención colectiva o, mejor, la creación de una sociedad donde los dones son intercambiables, pero no se pueden
comunidad de invención. conservar. Tienen que pasarse a otro. J ~a idea de trás de esto es
E l hacer colectivo no es, desde esta perspectiva, el trabajo en que todos los involucrados en este proceso - ya sea recibiendo
común, como llegó a plantearse en la época del concrctismo un don o pasándolo - quedan comprometidos a establecer un
ortodoxo. En los manifiestos de la década del cincuenta y en el vínculo. Si tú das algo a alguien, ellos tienen una relació n contigo.
cuarto número de Noigandres sobrevolaba la idea del taller y de Ellos lo pasan a alguien más, y esa otra persona también tiene
que podían discutirse problemas de composición poética para una relación contigo. Para mí, artistas y educadores realizan esta
hallar soluciones conjuntas y automáticas. En las transcreaciones de función en la sociedad, creando lo que yo podría llamar receptividad
Haroldo o en las intraducciones de Augusto, en cambio, el hacer a la comunidad'.
colectivo no trabaja necesariamente con la anuencia del otro: son Corno los letrasets no siempre consignaban los autores, sólo
haceres que confluyen en un mismo espacio pero que no dejan de tiempo después Augusto vino a enterarse de que el célebre
tener independencia entre sí. No son colaboraciones recíprocas ni diseñador había sido el creador de esa tipog rafía. Pero más
132
dos deserdados:
importante que los nombres/ue el hecho de que se apoyó en una
o anti-higienico
creación ajena para hacerla significar dentro de su prop1o poema. gueto dos
En un nuevo don de la cadena, el poema fue después musicalizado sem-saída
por Caetano Veloso. Este hacer coleétivo supone una.comunidad: dos excluídos pelo
deus-sistema
Augusto de Campos usa a Glaser porque el acto ~reauvo nunca es cana esmagacla
individual: sea en las traducciones, sea en sus prop1as creaCiones, los pela moenda
poemas son dispositivos de invención para la comunidad por venir. pela roda dentada
dos enjeitaclos:
No la expresión de un sujeto sustancial sino la máscara q ue crea el
um mundo-pesames
vínculo cuando pasa de mano en mano. de pequenos
cidadaos-menos
de gente-gado 18
Sexta proposición: el hacer político
Tengo la sensación, llegando ya al final del trabajo, que E.tlta Otra vez el léxico de "Servidao", como si los restos de la
la dimensión ya no de lo político (esto es, del fundamento) stno lírica participaciva quedaran todavía como pro mesa e invención.
de la política propiamente dicha, su bacer en la comunidad. No Y, como innovación político-temática, el surgimiento de la
hay política si no se interviene en la contingencia, si n o se produ~ cuestión de la ciudadanía, que seria uno de los temas del Harolclo
ce el milagro de la acción - para decirlo con palabras de Arendt -, st de los noventa: o tra vez, ¿cómo hacer poesía con los "cidadaos-
no se responde a la pregunta política po r excelencia: "¿qué menos" porque el poeta también es un "cidadao-menos"?, ¿cómo
hacer?". Se t rata de salir de la sustracción, de abandonar la hacer poemas so br e y en tiem pos d e indigencia? El
negatividad para retornar a la posicividad que exige la acc!~n "procedimento menos", como escribió el propio H aroldo en
política. Parece, sin embargo, que tanto A~gu.s_to como ~~c1o ''Arte pobre, tiempo de pobreza, poesía menos", es aquí la salida,
prefieren mantenerse en la fuerza de contrad1ccton de lo poeuco, logrando articular cuestiones de naturaleza literaria, de raigambre
sosteniendo una exterioridad negativa en el caso de Augusto, o histórica y de praxis poütica.
un gasto orgánico y erótico en el de Décio. Haroldo, en .cambio,
Vuelvo al poema con el que inicié la charla: Pó.rt11do. Desde el
sobrepasó el límite, se excedió, y trabajó tanto con caneto nes de
punto de vista de la acción, puede ser leído como el momento
agitación partidarias como con el lenguaje banal ~e los " podres
histórico en el que se cierra una dimensió n de la política ("agora
poderes". En un poema que publicó durante los anos noventa en
póstudo") como se la entendía hasta ese momento, y la apertura de
Folba de Séio Paulo, "circum-lóquio (pur troppo non allegro) sobre o
una nueva etapa, todavía indefinida, en la que lo político debe
neoliberalismo terceiro-mundista", se lee:
redefinirse. Pese a eso, el poema termina con una afirmación
gozosa del cambio y la indeterminación. Una lección del sentido.
(a T al vez, ento nces, antes que hacerle hablar al po e ma
contramundo inmediatamente el lenguaje d e la política, haya que acercarse
o mundo-nao
" mundo d io" primero a esta política del lenguaje. Y, después, no pedirle nada
134 135
más: porque entonces le corresponde al lector, soberano, ata r los 2002.
4 La observación de J-P.Sartre está contenida en su ensayo "Malla rmé (1842-
cabos de una experiencia que, hoy po r hoy, nos resulta dilaceran te: 1898)" incluido en El cmit01:Y Sil lengt~rye_y ot1vs fexfo.r-. \'it11alirm.r IX (Buenos
la que une el poema con la política. Aires, Losada, 1973, p. 145): "Mallarmé no es, no será anarqu ista; él rechaza
roda acción singular; su vio lencia -lo digo sin ironía- es ran íntegra y tan
desesperada que se torna calma idea de violencia. N o, él no hará saltar el
mundo: lo colocará entre paréntesis".
5 E l texto fu e publicado en O E stado de Sao Paulo, 8.7.1943 y fue recogido
por Gen ese Andrade en Feim das Sextas, Rio de J aneiro, Globo, 2006, p. 75.
N otas:
en Q11e boras scio? (Ensaios), Sao Paulo, Companhia das Letras, 1987, p. 62.
l En J. Ranciere: "The aesthetic revolution ami its outcomes (Emplotment_s
of Autonomy ancl Heternomy)" en New Left Revicw, 11\, March-Apnl
136
" En "Cagc: chancc: change", en 1\ugusto de Campos: O olllictilim, Siio
Paulo, Companhia das letras, 1986, p. 224.
O NACIONALISMO
111
En b/ rle.racuerrlo (Polílimy jilosofla), Buenos Aires, Nueva Visión, 1996, p. LITERÁRIO BRASILEIRO
45.
11
Según la fórmula de Giorgio Agamben, la melancolía "comunica con su ouos
objeto bajo la forma de la negación y la carencia". En ese proceso, ws tient: LIVRES CAMPOS LITERÁRIOS DE
Agamben, nos entrega epifanías de lo inasible. Ver b.rtrmda.r, l\bdrid, Editora
Nacional, 2002, p. 29.
12
HAROLDO
Agamben.
IJ "Valor do poema" incluido en Poma, pois époc.ria (1950-1 975) Poti;•·tc (1976-
"' Haroldo de Campos: Ctistmlelllpo 110 esparo C/11'1'0 llf/.rce "'"• Sao Paulo,
Perspectiva, 1998, p. 165. O nacionalismo está de volta, eterno retorno. Talvcz nao tanto
17 Georges Bataille: f "'' pmte 1/HIIdila, Barcelona, Icaria, 1985, p. 21.
no Brasil, onde ainda se vivem as consequencias da satura<;ao (e
'g Traducción de Arturo Carrera: "(a/ contramundo el/mundo de ning(m
da suturas:ao) naci o nali sta, provocada já pelo discurso de
modo / -mundo perro- / de los desheredados: / el antihigiénico / guettu
de los / sin-salida / de los excluidos por el/ dios-sistema / caña triturada voluntariosos intelectuais do tempo de J~~tnio /Jango, já pelo
/ por la molienda / por la rueda dentada / ele los abandonados: / un discurso de cívicos e militares que por volta dos anos 70 puseram
mundo-pésames / de pequeños / ciudadanos-menos / de gente-ganado". a circular o slogan "Brasil, ame-o ou deixe-o", slogan que nao
impedia que se vissem abrigados a fugir do Brasil muitos
brasileiros e esttangeiros que o amavam, e que ficassem no Brasil,
e até no seu governo, muitos brasileiros que o traíam.
Mas o nacionalismo está na moda, um pouco por todo o
planeta, embora pares:a mais insistente em certas áreas da Europa
(Uniao Soviética, Jugos lávia, vários países da Comunidade
Europeia, nomeadamente a Espanha) ou da África, incluindo a
dos países em que a língua portuguesa é oficial.
Assim, nao admira que prolifere a produc;:ao de estudos em
torno das no<;6es de na<;ao, nacionalidade, nacionalismo. Uma
obra publicada no ano passado por EJ. Hobsbawm, Naroe.r e
Nacionalismo desde 1780 (Cambridge, 1990) fez o inventário de
grand es estudos que em anos rela tiva mente recen tes se
escreveram sobre essas noc;:oes, entre os quais os de C. Tilly (A
ForltlafiiO dos E.rtados Nacionais na Europa Ocidental, Princeron,
1975), J. Szücs (Estudos sobre Narao e Historia, Budapeste, 1981),
138 13<)
E. Gellner (Na¡oe.r e Nadorwli.rmo, Oxford, 1983), e A. D. Smith Nenh uma destas ob ras tem a relevancia d a de H aroldo dc
(Teoria.r do Nacionalismo, Londres, 1983). Qualquer de nós pocleria Campos O Seque.rtro do Barroco na Forma¡ao da l.J'teratura Bra.rileim:
5
acrescentar a essa lista outros nomes e ti tulos, fossem por excmplo 0 Caso Gregório de Niatto.r. Escrito a partir de 1978 (um ensaio
os de Jürgen Habermas (Identidarle.r Nacionai.r e Pó.r-Nacionai.r, título publicado na "Colóquio-Letras", No 62, julbo de 1981, já continba
de urna coleccioea de quatro textos editada em Madrid em 1989), o essencial do livro), sem o sentido de oportunismo que revelam
de Jacques.D errida ("Nacionalidade e Nacionalismo Filosófico", tantas obras inspiradas pelos valores nacionalistas, este ensaio
título de urna conferencia feita no ano de 1985 em Montevideo parece, a primeira vista, debru<;ar-se apenas sobre a teoría e uma
e ali editada em 1987) ou do portugues José Fernandes Fafc obra de António Candido, que confronta com o caso particular
(Na¡ao: Fim ott Metamoifo.re, Lisboa, 1990). do poeta Gregório de Mattos. Mas, iniciada a leitura, rapidamente
nos damos conta de que ele p6e em causa muito mais do que o
Se invoco estes nomes e títulos, nao é só para sugeri r a
ensaíst;'l paulistano ou do que o poeta bahiano, porque reflecte
actualidade da questao nacionalista, é também para sugerir que,
sobre quest6es como a das origens da literatura brasilcira, da
p ublicando-se tantos estudos teóricos e genéricos sobre essa
orienta<;ao da historiografia literária brasileira, do nacionalismo
questao, quase nenhum se detém especialmente sobre o campo
literário brasileiro, e, afi na!, da teoría da literatura brasileira, ou
literário, como se a história, a política, a ideologia, nao deixasscm
da teoría da literatura, sem mais.
marcas nos textos literários, ou co mo se as literaturas nao dessem
as melhores ou m ais complexas imagen s do que se chama Seria interessante, mas aqui despropositado, ver como todas
"consciencia nacional". No entanto, o nacio nalismo literário tcm essas quest6es se articulam no referido ensaio. Mas nao é dificil
u ltimamente fascinado, el pour cause ... , alguns e n sa ís tas notar que elas surgem naturalmente na argumenta<;ao cerrada e
relacionados com a lite ratu ra de línguas minoritária s (por metodologicamente diversificada que Haroldo desenvolve con-
exemplo: o galego, o catalao, o vasco), ou com a litera tura de tra os p rincípios e os modelos defendidos por António Candido
novas países, ou de velhos países em busca da dignidade nacio nal, na Forma¡ao da Literatura Brasileira (Niomento.r Deá.riiJo.r), que no
o u d e comunidades em !uta pela sua autonomia. entanto considera o m ais lúcido ensaio pu blicado sobre a
evolu<;ao literária brasileira, ou "obra capital (e, por isso mesmo,
No espa<;o da língua portuguesa, tornou-se quase obrigatória
merecedora nao de culto reverencial, o b nub ilante, m as de
nas últimas décadas a reflexao sobre os inícios ou a defini<;ao
discussao critica que lhe r esponda as instiga<;Üe s m ais
d as li teraturas angolana, m o<;ambica na, caboverdi"aoa e
provocativas)".6
saotomense; mas também assistimos na década da 80 a polémica
sobre a "literatura a<;oriana"; 1 e no Brasil desde os anos 60 que Na sua leitura " desconstrutora", H aroldo insurge-se contra a
se publicam estudos como os de Eduardo Portella, l .iteralm'Cl e exclusao, o "sequestro", do Barroco e de Gregório de Mattos
Realidade Naciona/,2 de Afranio Coutinho, A Tradi¡iio Afortmwla levado a cabo por J\ntónio Candido, que p rivilegiaría, como um
(O Espírito de Nacionalidade na Ctitica Br'Clsi!eira),3 e de Fritz Teixeira romantico, as fun <;6es emotiva e referencial da linguagem, em
de Salles, Literat11ra e Consciéncia NacionaL 4 detrimento das fun<;6es poética e metalinguística; e insmge-se
contra a sua visao "substancialista" da evolu<;ao literária, que
correspondería "a um ideal metafísico d e entifica<;ao nacional",?
140
e que o levaría a empenhar-se no "desvelarnento evolutivo- duas concepc;:6es de nacionalismo literário (urna preocupada com
'
gradualista da 'individualidade nacional"',x ou a "demarcar, ele a "encarnac;:ao !iterária do espírito nacional", com o "significado
modo encadeado e coerente, o roteiro da 'encarnac;:ao literária pleno", hipostasiado em "espírito" ou "carácter nacional", e com
do espírito nacional"'Y a origem simples, "dada de urna vez por todas" e "datável", ou
coma "identiclade conclusa" e com a tradic;:ao, outra preocupada
Para Haroldo de Campos, nao há "formac;:ao" litcrária
com os processos, as transformac;:oes, as rupturas, as diferen<_;:as
brasileira, porque há "transformac;:ao"; nao há urna "parousia"
e com a "antitradic;:ao, eversiva, fragmentária".
literária do Logos nacional brasileiro, porque há na literatura
brasileira "momentos de ruptura e de transgressao"; 10 nem há A teoria de Harolclo vem tornar impossíveis (se nao mesmo
uma origem simples e clatável da literatura brasileira, porque a ridículas) outras teorías que correm ern portugues (mas nao só)
sua origem só pode ser "vertiginosa", isto é, só se torna visível sobre o nacionaljsmo literário ou sobre literaturas nacionais, e
em "salto" e " tranformac;:ao",11 ou só pode ser "adulta": nomeadamente sob re a perioclizac;:ao, ou sobre o início da
literatura brasileira, que alguns datam de Pero Vaz ele Caminha
(1500), outros dos padres jesuítas (1549, 1550), m1tros de Bento
Nossa literatura, articulando-se com o Barroco, nao tcvc il!j{/11cia (i11-já11J, o
que nao faJa). Nao teve origem 'simples'. Nunca foi i11-jorll/e. Já 'nasccu' Teixeira (1601), outros dos Árcades mineiros (segunda metade
adulta, jon11ada, no plano dos valores estéticos, falando o código mais do sec. XVIII), nao faltando os que o clatam da Independencia
elaborado da época. 12 (1822), do Romantismo (1836) e até do Modernismo (1922). O
curioso é que, com tantas datas propostas, as historias e manuais
Ve-se bem a que distancia se coloca Haroldo ele Campos ele de literatura bra~ileira comecem invatiavelmente com a literatura
historiadores e ensaístas tao "primários" como Afranio Coutinho, quinhentista ele viagens, ou que vários historiadores e ensaístas
que infantilmente cliscorreu sobre os primeiros "vagidos" nem se interroguem sobre os critérios que permitem falar em
literários brasileiros, mas também se ve como ele subvertc urna "literatura b rasileira", e outros se contracligam até na inclusao
teoría de um ensaísta tao justamente prestigiado como António ou na exclusao de autores e obras.
Candido, q ue num momento de rara infelicidade chegou a
conceber a literatura brasileira como "galho secunclário da Em todo o caso, parece-me que Haroldo se aproximaría mais
portuguesa, por sua vez arbusto de segunda orclem no jardim de António Canclido se tivesse de considerar diacronica ou
das Musas .. .''.13 quantitativamente as cliferenc;:as em relac;:ao aos paradigmas
europeus que foi gerando a produc;:ao Jjterária brasileira ou dos
Na oposic;:ao de Harolclo ao autor da Formapio da I itera/11m brasileiros (adjectivo que levanta naturalmente alguns problemas
Bmsi/eira (e, acrescentemos, ao co-auto r da Presenra da Litera!ttm ou equívocos) . Aliás, embora nao fosse esse o seu escopo, talvez
Brasileira), mas nao ao autor de A Dialéctica da J\!lalandmc~em, puclesse te r ido mais longe no questioname nto d e outros
tornam-se evidentes duas concepc;:oes estéticas (mna romantica, "sequestros" ele que dá conta a rormarao da L iteratura Brasileim, e
outra moderna), duas concepc;:oes da literatura e da historiografía que foram feítos em nome do nacionalismo.
!iterária (uma substancialista, essencialista, historicista e rectilínea,
outra dialéctica, carnavalizante, transgressora e descontínua), e
142 143
Sem esse questionamento, radical, nao admira que o próprio regional, local, aliás bem mais visível nas paisagens ou nos su jeitos
Haroldo subscreva passagen~ tao problemáticas como estas: do que nos textos.
"Nossa litera tura, articulando- se com o Barroco, nao tcve As prímeiras obras que se ocupam da produc;:ao literária de
infancia"; "Gregório de Mattos/ ... / nosso maior poeta barroco brasiJeiros, sejam notícías, comentários, compendios, fl orilégio s
(e um dos maiores de toda nossa li teratura" 14 ••• O que que num ou histórias, associam sempre Portugal e Brasil, e concebem
caso ou neutro permite , . Q ua 1 a
· f a1ar cm " nossa " , " no sso":> sempre a produ<;ao brasileira como prolongamento ou apcndice
extensao ou o conteúdo desse possessivo? O que que autoriza da portuguesa, até porque nunca se deb ruc;:am sobre a literatura
ou legítima o seu uso? (oral) em linguas indígenas ou africanas. Nem Bouterwck
A resposta a essas questoes implica obviamente a rcflexao (Geschischte der portugiesiscben Poesie und Beredsamkeit, 1805) nem
sobre a essencía do nacional, e sobre a sua articula<;ao por baixo Simonde de Sismondi (De la Littérature du Midi de I'EnrojJe, 1812),
com o regional, e por cima com o internacional. Ora a pergunta nem Ferdinand Denis (Résumé de I'Histoil'e Littéraire du Port11gal el
"o que é urna na<;ao" já se sabe que nao tem uma res posta simples, dtl Brésil, 1826, onde se diz que a literatura b rasileira "nasce no
porque, como lembrou Derrida, a nos;ao de na<;ao (e a his tória sec: A.'VII" ou come<;a "por relatos imperfeitos do sec. XVI" ), ~'
de urna n a<;ao) "nao se confunde nem coma do pavo, nem com nem O. Schlichthorst (O Rio de Janeiro como é, 1829), nem Garrett
a da ra<;a, nem com a do Estado, embora a cada passo se ctuze (Bosqu~jo da História da Poesía e Língua Portugmsa, 1826), nem
com ela e de lugar aos mais graves equívocos". 15 D omingos José Gonc;:alves de Magalhaes (Discurso sobre a Hislória
da Literatura do Brasil, 1836, ande se diz que est-'1 literatura nao
Seria inoportuno reflectir aquí sobre essa no<;ao, mas justificar-
tem "um carácter nacional pronunciado, que a di stinga da
se-ao certamente algumas consideras;6es teóricas sobre o
portuguesa"), 18 nem Varnhagen, Ferdinand Wolf ou mesmo
nacionalismo literário em geral e sobre o naciona]jsmo literário
Fernandes Pinheiro discorrem sobre uma literatura brasileira
brasileiro em particular.
plenamente aut6noma ou índependente daportuguesa; quando
A no<;ao de literaturas nacionais é relativamente recente. 11' muito, preveem-na ou desejam-na. É so com Silvio Romero e a
Podemos datá-la da segunda metade do sec. XIX, qua ndo o sua História da Literatura Brasileira (1888) que se constrói urna
conceíto de na<;ao como Estado foi substituído pelo conceito de nova visao do fenómeno literário brasileiro que, evidentemente,
nac;:ao como povo ou como etnia; e podemos relacíoná-la com se distingue do fenómeno politice. E se no sec. XIX decorreram
as teorías do Romantismo, ou com a concep<;ao das literaturas várias décadas entre o g rito do Ipiranga ou a Independencia do
populares. Antes dísso, era possível usar em estudos Uterários Brasil e a concepc;:ao de urna emancipada literatura brasileira, na
qualificac;:oes aparentemente nacionalistas, mas de modo ncnhum segunda metade do sec. XX assistimos no mundo da língua
com o carácter ou a semantica que tem em nosso dias. Os portuguesa a grotescas teorizac;:oes sobre as literaturas nacionais
adjectivos "brasiliense" ou "brasileiro", por exemplo, associados de países que acabavam de chegar a independencia; da no itc
ao substantivo "literatura" nao comec;:aram por marcar uma para o dia passamos da concepc;:ao de literatura colonial ou
diferen<;a estrutural, sistémica ou nacional, porque come<;aram ultramarina portuguesa para a de literatura nacional africana rle
por assinalar apenas urna particularidade conjuntural, acidental, expresstio portuguesa, ou para a de literatura em língua pmtuguesa de
144 145
urna nac;ao africana (as pe(JUenas variac;6es nas designac;oes Mas, pensando na literatura brasileira, Jean-Michel Massa
podern implicar complexas diferenc;as ideológicas). insinuou que deve ser incluído neJa tudo o que "foi dito" sobre o
Brasil. 21 J á Luciana Stegagnci Picchio entendeu que só as obras
Terá mudado tao rapidarnente o paradigma estetlco,
de escritores "nascidos ou amadurecidos dentro de coordenadas
linguístico, e estilístico, dos textos, ou mudou só a ordem e o
culturais brasileiras". 22 E António Candido defendeu que a
programa que se impós ou alguns quiseram impor a sua leitura e
literatura brasileira é constituída por obras que se inscrevern num
produc;ao? E ern que medida é que urna importante mudanc;a
específico sistema comunicativo e histórico-cultural, 23 o que exige
política afetou a qualidade literátia dos textos ante rio res ou
a ponderac;ao de vários factores linguísticos, estilisticos, temáticos,
posteriores? Adrnitindo que as mudanc;as literárias nao
ideológicos, históricos, sociológicos, etc.
acompanham necessariamente nern bomologicamente as
mudanc;as políticas, diplomáticas, administrativas e económicas, Como se torna patente, a questao de urna literatura nacional,
mesmo as implícitas na passagem de urna colónia a um país, ou do nacionalismo literário, conduz facilmente a controvérsia,
conviria reflectir sobre os cri té rios que determinam a e ao equívoco. Por rnais critérios que se invoquem para definir
nacionalizac;ao literária, e sobre as vantagens e desvantagens dessa urna ou outro, chegar-se-á sempre a evidencia da sobre-
nacionalizac;ao. determinac;ao de um critério politico, que deveria repugnar a quem
tenha urna noc;ao mínimamente correcta do que é a literatura
Ora, é evidente que o critério ou os critérios que determinam
(que, é verdade, nao paira acima da história e da ideología, pois
a qualificac;ao nacionalista da literatura pouco ou nada terao que
as atravessa, ou é por elas atravessada). Por isso é que nao faltan
ver coma estética literária ou coma língua que a produz, porque
vozes autorizadas_a insurgir-se contra o nacionalismo literário,
tem antes de mais que ver com o quadro politico e ideológico
ou contra a su a televancia e operatividade. No momento histórico
ern que se quer ver inscrita essa literatura. Urna literatura nacional
em que ele cornec;ava a impor-se na Europa, com o Romancismo,
pode valer-se de várias línguas, como de vúrios estilos; e uma só
foi lago combatido por Goethe, que em 1827 e 1828 se
língua pode servir a várias literaturas nacionais, ideia que alguns
empenhou na teorizac;ao e na defesa do conceito de JJJe!tliteratm~
modernistas brasileiros tinbam dificuldade ern aceitar, mas que
tao caro aos actuais comparacistas. 24 E muito antes da voga das
agora ninguém discute.
teorias da intertextualidade, já Fernando Pessoa ousava escrever
Fátima Mendonc;a dizia há anos (hoje deve ter mudado de com ironía: "O conjunto da literatura portuguesa/ ... / quase
opiniao) que a literatura moc;ambicana era aquela que respcitava nuncaé portuguesa. É provenc;al, italiana, espanhola e francesa,
ou servía o conceito de moc;ambicanidade, e que este era definido ocasionalmente inglesa". 25 (E haveria que perguntar se a literatura
pelo Movimento de Libertac;ao Nacional. 19 Alfredo Margarido, francesa, ou outra, nao é consideravelmente latina ou grega).
pensando nao no caso do Brasil mas no d os países que surgiram Mais recentemente, também nao faltou coragern (e lucidez) a
das colónias africanas de Portugal, apo ntou tres "regras mínimas" Octavio Paz para deixar estas palavras aentrada de urna antología
para enquadrar autores (ou obras) nurna literatura nacional: de poesía mexicana: ''A expressao poesía mexicana é ambígua [...]
0
origern geográfica, integrac;ao étnica e opc;ao política.Z É discutível a existencia de uma poesía francesa, alema ou inglesa;
nao o é a realidade da poesía barroca, rornantica ou sirnbolista". 2('
146 147
Claro que a realidade esté,tico-literária dá-se também com estar, de preferencia, até mesmo a frente dos grandes centros
. " 27
realidades sociais e culturais; Claro que podemos concebcr sem europeus e norte-amencanos .
dificuldade a articulac;:ao entre o local, o regional, o nacional e o Quem assim falava ignorava o esforc;:o que desde há décadas
universal; como também dizia Pessoa, "o meu quintal em Lisboa
vem fazendo Haroldo (e Augusto) de Campos para instaurar no
está ao mesmo tempo em Lisboa, em Portugal e na Europa" (e
Brasil a "tradic;:ao de novo", ou tao só para rever, recuperar ou
no planeta). Mas nao te~hamos dú~idas : qt~al quer liter.atura iluminar vários autores e obras da literatura brasileira, de Gregório
nacional é primeiramente hteratura, e so acessonamente naciOnal.
de Mattos a Sousandrade e Oswald. Como Oswald, ele nao quer
Nao é 0 ser nacional que melhor a justifica, é o ser hteratura. E
que essa literatura seja apenas urna literatura de importac;:ao, e
se se ve alguma vantagem (escolar, pedagógica, pragmática) em
tudo faz para que, pelo menos na esfera da criac;:ao arústica ou
conceber "cortes" ou fronteiras nacionais no vasto corpus da literária, o Brasil nao tenha relógios atrasados nem tenha qualquer
literatura mundial, se é útil medir e analisar as especificidades
dívida externa. Daí também o seu empenho em abrir e m anter
literárias de urna comunidade nacional, parece mesquinha, para abertas múltiplas e sólidas vías de comunicac;:ao internacionais,
nao dizer fascistizante, a enfatizac;:ao nacionalista da literatura, e
sem as quais até habitantes da aldeia global poderao continuar a
parece contrário ao espíri to da lite_ratura o esforc;:o para parecer-se com os da aldeia tribal.
nacionalmente ou, pior ainda, nacwnalisttcamente a 1solar.
Homem de um tempo de surpreendentes aberturas de
Conhecem-se exemplos de obras e de escritores que, como
fronteiras e quedas de muros políticos, ou ele espectaculares
Beckett, pertencem a mais de um país ou de urna li~eratura. _Na
progressos em todo o tipo de comunicac;:oes a distancia, Haroldo
realidade, nenhum bom livro, nenhum verdadeJro escntor de Campos, que nasceu no Brasil mas descende de famílias de
pertence a urna só pátria, porqu~ pertence, mai s_ até do que a outros quadrantes, tem passado a vida a combater nas fronteiras
pátria da sua língua, a todos os let tor~s que o queuam ~u que o ilimitadas da literatura e das idéias, produzindo obras de diversa
leiam. De resto, tal vez os grandes escntores de qualquer llteratura espécie, empenhando-se no conhecimento de várias linguagens,
(pensemos em Shakespeare, em Cervantes, em Moliere, em_ Ec;:a
verbais e nao verbais, ou de diversas línguas ingles, frances, alemao,
de Queiroz, em Machado de Assis ...) tenham tanto de nac10nal
iltaliano, russo, japones, hebraico, occitanico, etc. Atento como
como de anti-nacional, ou sejam nacionais porque souberam
poucos brasileiros a produc;:ao cultural de vários países, mas sem
opor-se a tradic;:oes nacionais ... nunca esguecer a brasileira intel ectual do seu tempo que nao
Creio que também encontramos esse tipo de opostc;:ao no receia mergulhar na antiguidade (as vezes tao moderna, como
poeta, ensaísta, ficcionista e tradutor Haroldo de Camp~s, :¡ue sugeriu Pound) da Biblia, dos trovadores, de Dante, Haroldo de
nao é só no seu O Sequestro do Barrom ... Por 1sso m esmo, ¡a pode Campos é sobretudo um criador fascinado pela explorac;:ao dos
sofrer ataques como o que nao há muito lhe fez o pro~essor limites ou pelo novo, que o d esafia ou que ele desafia:
uruguaio Nicteroy Argáílaraz, que falou no "esforc;:o quase comtco Destino: o desatino
dos irmaos Campos -competenússimos e brilhantes tecrucamente o nao-mapeado Finismundo: ali
onde come<;a a infranqueada
_ e de outros em fazer urna Literatura de exporlafliO, em pretender, fronteira do extracéu.
a forc;:a, estar em dia com o mundo, ser cosmopolita, em resumo,
148
Um objetivo deste tipo obriga !
a recusa da "ideología .
do
8
Id., p. 28.
''Id., p. 36.
centro" de que falou Habermas, e que se confunde com a 1
" Id., p. 62.
"ideología nacional", o u com a "ideología nacionalista", o u com 11
Id., p. 64.
12 Id., ibid.
o etnocentrismo, ou com o "verocentrismo" de que também
13 Fon!laftlo da l..itemiiii'(J Bm.riltim, cit., p. 9.
dao conta algumas teorías da história literária do Brasil. Haroldo 14 Op. cit., p. 35.
de Campos prefere mover-se entre o nacional e o internacional, 15 "Nacionalidad y nacionalismo filosófico", in Di.reminario-Lrt
entre o antigo e o novíssimo, entre a importa<_;:ao e a exporta<_;:ao, Descons/mcción, Montevideo, XYZ Editores, 1987, pp. 28-29.
16Foi A lbert Thibaudet o primeiro a chamar a aten<;ao para csse facto; na
entre o centrífugo e o centrípeto. E preferindo o transito, o transe,
sua obra Púysiolt~gie de la Critiqtte (Paris, Nizet, 1830) ele escrevcu
a viagem, sempre recome<_;:ável, como a do seu Odisseu, apoiando- · textualmente: "pendant deux cent ans les ecrivains cux-mémes paraissaienr
se em prefixos como "poli", "pluri", "multi" (por exemplo: ignorer qu'ils sont d'un pays determiné" (ed. de 1971, p. 180).
17 París, Lecointe et Durcy, 1816, p. XIX e p. 527, respectivamente.
"polifacetado", "poliglota", "pluriforme", "multimodo"), ele
~~ Ri o de Jane1ro,· F"une1a<;ao - easa de Rui I3arbosa, 1944, p. 44.
lembra-nos, a partir desses nomes, e desde logo do seu nome 19 b.r111rlio.r Por/Jtgtmes e Ajiiccmo.r, Campinas, No. 7, lo semestre, 198(
plural, que há mais espa(_(OS do que os concebidos até hoje pela 156. l, p.
nossa frágil ftlosofia ou pelos nossos pobres nacionalismos. 2'1 Co/oq11io-Letms, No. 13, Lisboa, Maio, 1983, p. 63.
21"Le patrimoine cult~rel des cinq nations Jusophones d 'J\frique", in
Actas du VIII Congres de 1'/\ssociation Internationale de Littérature
Commparée, Budapeste, Akademai Kiado,p. 271 .
22 La 1.iterafttm Bm.rillrma, Milo, Sensoul/ J\ccademia, 1972, p. 1O.
2 .1 V
. a mtro el u<yao
H' - " , e so 1)t'etud o a sua pnmem1
. . parte ("Literatura como
sistema") de Forma<;ao da Literatura Brasilcira, pp. 25A2. As ideias de
António Cindido foram retomadas e pedagogicamenre reelaboradas por
Fernando Cristóvao, em Cmzeiro do S11/, a Norte (Lisboa, Imprensa Nacional-
Casa da Moeda, 1983).
Notas: 24 Veja-se, a propósito, o volume coletivo 117e/tlitemfttr tlllrl Volk.rlitmtfttr
Carlos Pe/legrino
Unit1ersidad de la Rep1íblica, Monletltdco
POES!A MULTILINGU.A.L
Et tous ensemble
Dans cet hotel Maté:r·iales
Savons la langue
Comme a Babel
(G.A., Hotel.r, en ./1/coo/s) Figura 1
158
159
La pluralidad de los idiomas más que separar reúne, a causa
de la reticulación del mundo mediante los
IV"
''"' ¡o·•••"•J:f'o~r••,., .,,., ,.•u• •n~ oro 'l•• ''" to•J O'• ••
· ~~·•• • ~'"ll " ' .,.'l ~ ;- • ~~~.•. 1~~ 11 ¡~ 0 ~:o, .. ''"'~'·
cetle pbmse en 111éandre.r qui s 'r1cbemim ¡;ers w fin perplexe ' ' ' ' ' lo'o~ r ~o; t "'~• :•,. !ojo >f•o•o oM.ull t<,olco...,.,col•'" ~~ ~· • 1•• u:.rN"' Ol ...'or · ~• f u Tu'h
:~::.:;:::',\''"'"'''' "''" ,,...,..,. llo'" G.,.~, ,,... ' " ;,n. ' ' '""~•J :•"'" ••~• ~"'" "'"' ~'"" ...:, o'IJII
d'imt(ges ciltllionnel/es, ronce.r (soliloques polémiqms) Too<O : . .. ..,.;,.¡: ...... OU 0 ~ 0 o~o {I , J 0 ~1 0~0 f'*VJ(,¡ j ol ~ol
,guide nécroma11t qni s'éctit arborescente Impre.rsion d'A(tiqm ''"' j •··~·~·J· ~. ~.~.,........ "' ..,,,·~~·f•l ··~· ., '''" u. ... t-... ,.~··· ''~""-
• "' o•ot.Ot.o oo h w .~ol • lo~o o Jo. lm.,.. ,.. oiNhJo " ' ' .... ..,..,~,,
1• '~'"" '''''-'-"'uuohto .. u..o tot,.... 'l.v..., ..... ,. ,~ , , •..
... .... .. ,u '' ":~t •J: Cl .. ;._ ,, ,.,..,~ ,.¡ ~ . ....... t h ¡,..,
n t. Uo'o l h -o ~o lo"""' \'<U ~w...,o oo o 4 0 0( ~1 ~
•>oo<:oo. •••l.r•.c.''"''" "'d'' ''
, ,.,,¡ ..... 11. ;·
e cO!IIe mi sano morlijicato: l oo• o io<nolto): l' orco co, olo 'to ,.!"'",o.'ol'~ tol.o ltoo• ._n, to o o,.,.•, , ,., •.o,oot•. :. •~:oc•
,....... , ..~ ,, ,,_,. ...¡t·''·"'"'''"'"'''-""'':""""',.'··
fe, per concluderc, 1111 Charles Pope ~·• u no >. =~ •..-:• :•'"• ... , •••~no ,.¡,.~~ '"' o, ;~ "' ' lt~· •
"'' ·' "''' "' 'uJo•no lr.lo • "-•"~~ • lo M "'I!I IJ.
11
(J-.oof:o '"~' '• ~ OI·•H> to~ • lo No t
e·,., ...~.,.,.,_, w·· ~ .~ " ' ""''-'
..••~. ............. ~· · '••• \lo
(1111 Tory anarchist), in the collectivisation o f poetry >'~••••~ boU ' '""''"''); O ¡o,l:t; ' ' " · lh~o <o ..- n • , , ... 1 <111
•"'•• l' to• ofo orob'""' '~'<-' " (IH• •""''•' •ho ·:;, .,:0 ,~o t•"'
o ....,. .. , • •
u , ., ,,~ ., ~,..,. ·, .,,,
oggi, Pop-poet, in que.rta cripta, pcr que.rto jeu de motsl: 1 : • •·• :•~h ..,O)< ( o""' .., ,.,...,,. o ~jo ,.., . n·o <AM to • "• •
-~ . ~
¡ l
..-• •~-
~
-' ' 1¡; i .}-
.
1 ....-;
idiomas, primero el l a ti no, lu ego l os de m ás, h asta el
• ....'
-~ ~ ¡ i
' ' ·i -~
''
.
-¡¡
.,•' !
-~
¡ !i~ 1
~
• -~
~:;:!;
~ ~ ·'.. !, ' ....~--
1i ¡.
-~ ~ -~. i ~
_
l _,
i.~
í·a ~
-~ ...,_
descono cimiento. Se trata de una verdadera parodia d e la
l .E,. l ¡;·~ L> ¡
l ~
con fusión babélica .
:: .• f i .. n 1. ~ 1 • ij ~-
• .
't ' ~
i · ~!
~ '-
-~ i • -~ =' _,~
",., -~ ~ :.
¡ f~
}
-~
f., En la Commedia dell 'Arte, las comedias de Moliere y el
_,
• i. , ~ ~
.
~ V
-~, ..-::
~
..1
ri
~ -~
!
>
~ ·¡•~
·i
¡ ~ .:!
H
.. :
*
~ '.¡,
Théatre de la Foire, el macarro nismo es puesto en escena en el
;·
'<
1i
w
I
¡¡, _¡¡ ~ o~ 1 ~
_,
~~ ~ ! ., t ·~ sentido propio de la palabra.
"
E. Sanguineti transformó la macarronea tradicionalmente
Figura 4 burlesca en un tipo de poesía grotesca, es decir seria y cómica
simultáneamente. "Questo g rotesque triste(...) teatro anatomico"
164 '1 65
- es la fórmula que designa el j\)ego eró tico de las lenguas en la nel mczzo: nel mez.zo del cammino: nel
mez.z.o
cavidad bucal de su U/'imParr 1~ultilingual (T/1.1:). En A-ronnc,
della mía carne:
un poema heptal.ingual, Sanguineti coloca el. logos políglota al car la bouche est le commencement:
principio, al centro y al fin de su existencia, parodiando a la vez nel mio principio
el Génesis, el 1-'cmst, La Divina Commcdia, Fin de partie y E/ Aleph. e la mia bocea: paree qu'il y a opposition: paradigme:
Además la palabra políglota pasa a la música pura e impura del la bouchc:
l'anus:
cuerpo, a las sílabas simplemente sonoras que salen tanto de la in my beginning: aleph: is my encl:
boca como del ano. Esas sílabas no obstante pueden llevar a una ein gespensr gcht um:
semantización aproximativa: "ette" como "pette", "trompettc"
3.
(véase Dante, Injemo XXI, "avea del cut fatto trombetta"); A- l'uomo ha un centro: qui est le sexe:
ronne como "A-ronronne", como "A-ronza", como "t\-chaconne" en méso en: le phallus:
o como ''A-maccARONico". nel mio centro e il mio cc~o~po:
nel mio principio e la mia parola: n~l mio
A -ronne, dedicado a un músico, es un poema polifónico y centro e la mia bocea: nella m ía fine: am ende:
políglota cuya lengua básica es imposible de determinar. (Figura in my end: run: is m y
beginning:
4) J'{üne du mort sort par le pied:
par l'anus: nella mia fine
war das won:
A-rO/lile in 111)' end is my muscles:
per Luciano Berio ette, conne, ronne:
1.
a: ah: ha: hamm: anfang: La suspensión de los idiomas en la música también es una
in principio: nel mio meta de las Galáxias de Haroldo de Campos. Las Galáxias se
princtpto: presentan igualmente como una macarronea, "esta macartoníacla
am anfang: in my beginning:
ach: in principio enu
em malal.ingua", donde "o portogalo algavarianclo-se esperante
das wort: en arché en: o brasiUsco e este babelório todo desbordele em sarrapapel"
verbum: am anfang war: in p rincipio (cadavrescn'to) . El "brasilisco-barrouco-babelório" acaba en un
erat: dcr sinn: caro: nel mio principio: o lógos: e la mia
canto puro que silencia un eventual sentido semántico del poema:
carne:
am anfang w ar: in principio: die krafr: "meu canto nao conta um conto só canta como cantar". La
dietar: transposición musical de las Ga/áxias por Livio Tragtenbe rg,
nelmio principio: estrenada en este simposio, demuestra con maestría el principio
2.
enunciado al final de cadavrescrito. Al lado del aspecto musical, la
nel mezzo: in medio: poliglotía de las Ga/áxias tiene también un carácter teatral, cuya
nel mio me<:zn: ou commence?: ncl mio corpo: importancia fundamental para la obra de H aroldo resalta Jacó
ou commence le corps humain?
Guinsburg en su comunicación. El gesto mímico es concomitante
166 167
1
a cada acto poliglota, como lo sugjere Mario Wandruska,' y esto es
más visible aún en el hábito macarrónico.
Hay una variante estructural del modelo lúdico: la realiza la
poesía concreta. La fórmula del "mínimo múltiplo comum"
(Plano-Piloto) faci lita el manejo del multilingüismo.A 1 mismo .i i i i
l.i . 1 i
tiempo lleva al arte de ser políglota en una sola palabra, una de i i il. i DO 000\70 ... ceaTel
las mayores performancias que produjo la "Palabrás". io
e
Nns u 1 e~ceéeeee
raterra terr
Pero hay también un índice de la naturaleza de los signos: la Nvs i s eeeeeeeee aroterra ter
N as o
"- eeeeeeeee
constante de la N nasal que en las dos series está realizada por N a .se:: eeeeeeeee raraterra te
Nus e rraroterra t
una mayúscula. N e>
N2 s
(K. R;-.., rlt.·fi. orraraterra
r;..,,¡{h(A/1)
Nos .]) terrcuatorra
Un procedimiento más complejo es la mutual inscripción vi- t .J),'(¡ O ?,a .. f.,.,. J
sual de textos equivalentes de idi omas diferentes. Son (k. r::~o..)
l.ir .1 N t\;l!b.lt:/0 t " UU UUHU U U H UU1 IC n11111 1 UUIU I W OlllllG N ct. ~
completamente congruentes las palabras alemana "Übersetzung" S u~. N
~
N
W
NIUU J llHlHl tU
IJ
11
lllt
U H
ftUlJ~U
U UUUl.l 11
U o.I U fJI U
11
tt
l tl tfi U lllllll l W _...,,._. loGoii
1111
ll IT
U
H
Wlfl.
'N 1'11
•ft-'{~
.... CU4 '-'
U,
corvos". 7 (Figura 5)
De ese modo el texto políglota llega a ser una especie de
móvil donde se experimentan el intercambio y las posibilidades Figura 5
168
J(j<J
combinatorias entre y dentro de las series verbales. Es el principio
mismo del pemmtierbarer text de Her man de V ries 8 con sus
di námicas líneas cuadrilinguales - "rati onali tcit ratio nalitiü
...... ~ oC..y ..._,
rationalité rationality "- que pueden Uevar a nuevas combinaciones
1 interlineares como "rationaJité gekitzelt produced vorm". Es el
principio también de la reciente creación ambi ental de Ian
1 H amilton Finlay para la exposición Metropolis en el Martin
t 1'
Gropius-Bau de Berlin: entre dos filas de columnas verbales el
1
~
,1
' lector-acto r-espectador-amante puede embarcarse en la aventura
! combinatoria de c;ythera, un texto bilingüe que se construye
l
i
paseando por "AIR LUFT IN BLAUE IN BLUE LEAF BJ .ATf
A BARQUE EINE BARKE ... ". No hay sentido único para el
¡
i
t am ante del bilingüismo, el texto cam bia segú n el modo de
t \ circulación. (Figura 6)
fj i
\
1 Un texto homónimo de dos idio mas lo realiza D écio Pig natari
.¡ en su poema Yerra, magistralmente analizado por HaroJdo de
1 Campos como un texto que se genera automáticamente mediante
\ efectos de feedb ack. Cumpli mento y comp le men t o esa
interpretación . A mi parecer, Terra representa tam bién u n
continuo verbivocovisual circulando en tre el portugués y el
italiano; visualiza la exterritorialización del autor brasileño de
/~ --·~···............ origen italiano: el foso marítimo entre "terra" y "terra" y la
..,..,. ...
~ ~
j
1
1
w~·
..,.....
..,..""""' ...4. ~ ....
~1\' •tf''l
-- reunión de la "terra" italiana a la " terra" brasileña en la línea
final, "terraraterra", que es el resultado de la "arada" del mar
entre am bas tierras. Ese proceso es mediado por el tercer idioma
("ter") implicado en Terra, esto es el latín subyacente tanto al
1 italiano como al portut,>ués. (Figura 5)
.... r• - · -
Un poema poligloto paronomástico es Vivere de S.J. Scbmidt. 9
El poeta cruza los verbos francés e ital iano (así como latino) en
un solo verbo sintético para manifestar a la vez la equivalencia y
la mínima diferencia entre las palabras, su denotación común y
Figura 6 sus connotaciones divergentes. Una línea acompaña visualmente
la estructura verbal con unas irregularidades: una sinuosidad y
170 171
una interrupción. Es la desviación, por mínima que sea, que constit-uye
la vida de las lenguas o la vida tciut court. (Figura 7)
Al lado de las convergencias interlingües est{t la divergencia
contrastiva. Cario Belloli da un ejemplo muy ilustrativo con su
Acbtung sorriso. 10 La palabra alemana repetida infinitamente ocupa
casi toda la página; se le opone la palabra italiana con un mínimo
espacio visual y un máximo efecto poético. (Figura 8)
Un contraste interlingüe concerniente a la estructura material
de la palabra lo presenta E.E. Cummings con el n° 59 de los 73
poems: (Figura 8)
59 '1
1
V
who is this e
dai r
nty e.
rnadcmoiselle
rhe o
f hcr
luminous
se
if
a shy(an
if a
whis
pcr a where
a hidi
ng)cst
meta
ph
or (Figura 7)
?la ]une
172 173
Mientras las palabras inglesas del poema resultan quebradas por
el encabalgamiento entre los versos, las palabras francesas "maclc-
rnoiselle" y "la !une" se quedan totalmente intactas. D e ese modo la
whu ~" thi~
d..
palabra extranjera resulta más familiar que la materna que se dcsarúcula
nty
nudtrno i ~:lle completamente y lleva al lector a repensar la múltiple articulación de
thto su lengua.
luminous
como "Pegaso" es una palabra "puente" interlingual, pero no IJIItÓI ¡i~n1 ~o~nr dírec:titu'l U"t6t dan~ 11n (' sutrc ¡l!o ~ cr. ti!Ufl ollo.II(O
t !IU<"Iti!IIU IIlf flf'C
ou 111 .:un1 '"ttc "" plus h()URtr u:l(ln le UJ ..:'eH·
humanista, sino infantil, la primera palabra del bebé <-1ue repro- J ,{;oeSt'liH'ItllU\(U)lCh!u lrquti .J'iiJvi_r:lirnl¡ )-
l llti)U
ath11u ril.. n
t l luu
I!I~I'IU
oiJ~u•
td •~ t"
olluc•
tif tri que p.u txcmplc
11Ulhe11UU't Olol U\) JVCI\lt
duce ontogenéticamente las primeras fases articulato rias del Jlt'f~ f vidtmnltln uul~ri \0\11 1'+111 r.t .au en
J tlll w• ft( ll looJ\wt;lflfl o'-h'"'tiCI "
uMltnii"C' 'lort ~Y id(!mnlrt\t l'uun i. uvoir nt· o lfri••IJtll lill"'dllfliot..,.,.oiJU
lenguaje humano: la repetición de vocales (a/a) y la articulación rh.u 1-lt)w¡;tr. id ititrc d'tc:'hantilltw-. le n.::mnc
J.ms ..,.,. « vrit ,,,¡,Jinnt jtnq11'i phu rH:n tle·
odt.wtltu• rcr.w'''"' """'l~n
oO••ifu tchw•ito
, ..,. ....~o;. .. . dl.. .._l!l t'l
tltl..,tl~u.
Ball y "Monsieur Monsjo le coq" de Kurt Schwitters, "(der) mit dir riuc 11nd wcnn "'ncckchrc dann uhl'lc .,,.~;~~.
rn in dir :ln~ff'tt du hcil1t 1kh nid~ot mchr Nh·
10 f ... Wan l<,lowo"' t ltowo"'
tlt. .. u o odt"'' "'d'l'"'•t•
, ..,. ... , ., o.J.,.an ,.,.,. , ,,
•<~. llt•rut ¡¡nJ von clu~rtic,ct'l\ rnchr dcr l i trll
sein em Stock macht hic haec hoc". Poe ta s alemanes y il\ scii\CI'II K11 ..f drm ro,msnntcu bit ni,hu-
mtltr Y~Jn tidhtrwn si ' "'-~'"Ím4nrr•chwichcr ah
francófonos compiten en flatulencias poéticas - "dein Steif3bein r•n,lrn. f.t~ttlel wic cincrlci wu. Zcic und Lcid
,¡,.,t Sdhstttu w¡¡cnanntt. Oh allu t'nd~:n.
quillt", "pette comme un poete allemand", "pffft petle pffft pelle tt ,..,..,,, ooJI\olon
0\,.,..,, ' """''''
oüow on
pffft pette pffft" (Tristan Tzara y Richard .Huelsenbcck en su Jb·,ulv~ .¡ At~ /.¡ 1 .:/'."' u
hl}rÁ. ... ,".;{.t ,..,J./ -
Dialog!fc d'un cocher et d'tme alouette).
di. 14th. ( T"J.I •~•·
Además ele los idiomas infantiles y corporales los dadaístas J~ú. i~~~
hablan lenguas animales, como el "cricri" del grillo o el "hi.iho
hi.iho" del cochero con su caballo en el mismo Dictlogue. Mezclan
caóticamente los idiomas, por ejemplo el francés, el inglés y el
alemán en el Poeme simultané de Huelsenbeck, Tzara y Janko.
Sin embargo, el nonsense turbulento de los dadaístas contiene un
resto de sentido: es el aspecto de la actividad intercul tural común,
(Figum 9)
de la "performance" interlingual, que asume una función muy
positiva - al contrario de los soliloquios de Beckett y casi análoga a
la función cosmopolita del Re1~a (que se refiere a la producción
176 177
colectiva de los surrealistas). Los dadaístas reivindican " une act.ivité
moderne internationale" , dirigida contra la guerra ("aucune relation
avec la guerre"). Son solidarios en la polémica políglota contra el
mundo y la cultura de mierda; en la flora intestinal de sus poemas
brotan nuevas flores estilisticas: "Dada kam aus dem Leib cines
Pferds als Blumenkorb" (Dialogue) . Se trata de la primera poesía
anal en los anales de la poesía. 13
Hay un eco de ese multilingüismo anal en las Caláxia.r de
Haroldo de Campos:
_.. o
....r...-
n....:r.tHo,
- 1 1indlon1, dltl t'u\UIJt',
To;..u..o,4o,.,.,~ floc.._l
H•.""-M..io••nJ Moc->b'
..,. ....lf .... . .. .,....n •. -.ü
mais urna vez junto ao mar polifluxbórboro po livozb;írbaro polúphloisbos
polyfizzyboisterous weitaufrauschend fluctissonante esse mar esse mar esse
oo-.,.ilfll ,., ,....a.., u~;.~~ ..••••_ ,."
}<l'u<-11
t-kolilli•• o. .... ,. ..........""'" mar esse martexto por guem os signos dobram marujand o num esruário
O:l¡'oft4"<TII"'Puut~ill
Eo14fNIJrvlllll
""'""'1 """"•-._.,.~,r
p, ....... "'fW;'""-'!' .....«
.....u.-n(
....111 de papel num mortuário num monstruário de papel múrmur-rúmor- remur-
o!~=:.::."t;~
8Min<,'f"'"'hr4'1.... 0 1 ~1if,
.. Qo;•J• .... , -
Toh....t<l ,., ~"' 't"'"''"•
Wm~'f"'t.lt• ~•lornoO.It
u. r.- •:..01•• ,., .-.,, , munhante escribalbuciando voce converte esres signos-sinos num dobre
r ..., . _ ,·híolo.O..... Vbol'......:n.it,'t""l'u)ol
\1olllM4i...._ ..... """tf!t-~
lt:-."::;';.:!,':"Ñ=~··
Jc r pdootiJolol..,._,t
T....-co pl•ott ooiNW<" J
numa dobra de finados enfim nada de papel estes signos voce os ergue
uz:JY~.~.:";;!,.';".,~.;~"'~'·
Al"ll..... lti •<I..,IÑfl_.rll
Jooui.. C••,..., k\.<01\t>oUf, con t ra tu as ru inas ou tuas ruinas contra estes signos balbucilente
_
Q\jln.. dtoih.611tr.,.,.lofto, l .~; bt>I! JU ..... I , IIIrltP\,
1tol'tut,I6 No11l
lli•ol .... oo,u4cw,.,...,.,,
Uot~~r, oq;,.WO".!::.':n....;.. '.,.-ru.-. ~.~t;:~~:"'¡,·..::!~ .. ,... solo letrcando a sóbrio neste eldorido fe lclorado latinoamargo tua ba rrouca
"'.... ~ ........... , .. ...a;.a.k
Cl!ttl.<• ..•!k dliotot'.l."""· mortopopéia ibericaña na primeira posi<¡;ao do amor ela erguc os joelhos
:JotoWNou'l Uolll-, t& dl(lloollc••·ul •
.... . ~
palavras comvivem no mesmo mar de sarga<¡;os da memória é dizer que
o~ -..-ii;ío t. ¡o..., lo:r "'J''ho!o1; l•otouoiN otol;l"''~'"' ~ 11-.(olo-1 •
e 1 1\11 JI w c~ob
1 ...-..! ~"' lf.Oh, .,.. do>k•); ( oh a linguagem é urna água de barrela urna borra ele baixela e gue a tela se
l.tnllo~dl ' "'' ~ m P••
entretela a tela e rudo se entremela na mesma charada cha ramela de
""''' " t lorr.o~~o), ulull hJ •t.,•lil-111; ¡.,¡)n u·l: ''""¡•J:
.,
C".,_;IY'ok' l:\.r,..olo 1 •ci•n.... ll...i; I11>11UII):
l.c••( •)!l: lrorK l~ "· 1, C.. charonhas carantonhas ou carantelas que trelam e taramelam o pesardelo
de um babuino bebedo e seus palradisos pastificiosos terroresccndo os
t-•lfW• •
•w•J: VV.•t iol ,r,¡ 11·•~· iloo\ \el
t. r 1 .~oc "'•\•t ""' '" ,~~..,..,.., ,,)u, ~ fes tins fl oriletos pois a li nguagem é lavagem é resíduo de d renagern é
'""'' '1: th lo, lo A , l o J)
italiano y latín.
En otro texto de las Galáxias figura un fauno dionisíaco, o n....u q~·· ..,. Jtu\~,
-.t~dt V & tbW ~G • tort.o
Yl". u mc.t.reU aa pbrt.o '
• lancu de •i .. eAbi¡;.a
"todocoberto de racimos" (mais uma ve:?) así como un polonés •¡u• d• Yivo o ttu·na tnllrLtJ,
.........
instruir a sus correligionarios con autos y poemas en portugués,
----
. . ....... }\oto¡
WI"A-.. IH...._.
español y latín. Es muy significativo que Anchieta pasa ra los
lh1ftl'iut ()'cirl!.:l•
últimos años de su vida en la Capitania pentecostal de "Espíritu
.........
pH-.rtncw
..... _
.... .......
~ ,..,.. ¡·a.~~os.
olloal~,.....
.__
o~> o-~ Santo", a la cual consagró por lo demás una de sus moralidades
.... ....
t•t'.... lul
,,Y,..,..._,~ t.....W.~,W.,.-Iitr,.6f'di&IWhol«rN.X
--
...__,M
Apollinaire y Cendrars aprovecharon la poliglotía del Espíritu
pentecostal para ilustrar su concepto simultaneísta (e n
IOttz.n•1 ,_ .. ,~.nW~t,,~tOl.C·r......-u.~lom•(.,.
,.. ,..••, ~A.owiu•..G·"-~·. ~!ilirio lflt,(VI\. }4 tU).
combinación con los modelos babélico y dionisíaco). Sin em-
bargo la poliglotía resulta más temática que práctica, más intra-
J'&h 111 bol'(! jo¡ A~in qunll ho ¡'L11tu ?")llr Ir ~~.c-~iq¡¡~
T l •ci• 'I'Tt p1rvif:!1 .111~1Jre l'Cnurrne doU.tn<e
que interlingual. 16
Ccn, dt mu~li~ :v¡~ tYr !f <;:ni i 11 V«;1 Cru,
O Tour Eiffel
•••• ¡,,
.:::. ..
T (. .. )
........ O Babel!
S Et c¡uelques mille ans plus tard, c'esr roí aussi q ui rc-
tombais en langues de fcu sur les Apótres rassemblés
dans ton église
f (B. C.,Tot~~; en Poi!mes élastiqms)
Figura 14
188 189
Los modelos humanista y cosm opolita
D esde la Edad Media y aún más desde el Renacimiento, el
humani smo, paralelamente al cristianismo, produjo un S/1'1t( L IANEl.JhO
(,,,) ~..._
multilingüismo latino-griego-vulgar. 121 cosmpolitismo tanto ele PNt uma 'VOl um númc.ro 10 tcleCom::
la ilustración como de la civilización técnica ampli ó ese ti6flt-2 ,0, , , 7 . ..
EftO Ar clt que n "•v•m moldu de- •l&.,it.D10Jl
MARIHOKI LINOTYl'B
europeas, luego "exóticas". Sucedieron los conceptos inter- y 1 1 1 S ,oO ,,• LE .JOURNAL LA PRENSA
Para este modelo las lenguas humanas son una parte integ rante
del lenguaje cósmico universal. El lenguaje cósmico ya exis te
fuera y an tes del lenguaje humano, bajo la especie de ruidos natu-
rales, canto "ornitopoético", rumores de las olas, olores, colores
de flores, fulgor es y vib rac iones. Los idi omas humanos
comunican entre sí y co n el cosmos, en el modo semántico-
social y el modo poético. Sus unidades semánticas se traducen,
las poéticas solamente se transmiten ("traduisible" vs. "trans-
missible") . Entre los idiomas humanos y cósmicos hay una
multitud sin límite de comunicaciones posibles, una cantidad de
"multiples possibles".
cerrado (o), los omónadas y nómadas al mismo tiempo; .. .tu "'"' d.•• ,.,
Caleidocosmos de Haroldo de Campos, a este respecto, funciona
de manera bastante similar: es una palabra puente multilingual y
representa la dinámica de los contrarios ("lixo/luxo"), del orden o
,.,. rythme P. l !iilt-nCP.
o
,, ou~ l· la? !hit ...
entre letras, que permite una expansión hacia palabras completas . planciAri• r.1~1ica
P'/11 QUvidof, mQIUb
W?plau"tbia
de varios idiomas o un despliegue de energías fónicas/létricas "' nbl;..
muu qu:tm l t ouvc? qw.•h
(Ilse y Pierre Garnier, ie); ie podría leerse también como un Gt ..cotdc\do IN tNlJ
(rnc.not?) CJUC petfcito pltctto
4e tiruh1
interlingüismo matrimonial de sus autores alemana y francés, jria dt ncuróniM ·~nitu11
upilu de vtnu1u '1lll iJ
0 1 C.Cot dOJ. tcu.t c«ll? muu
cuyos nombres y apellido contienen ambos ese diptongo; mudt cn1rc silérw::ios JHÚcuis
Figura 19
198
199
-mediante composiciones numéricas, con solamenlc un lítulo
verbal, p.e. la apropiación poética de los elementos básicos del
pónlo rhd
código del computador (P. Garnier, 0/1);
codo rtocorrcmc
-mediante la disolución en puro lenguaje icónico, con todo lo
más un título verbal (P Garnier, Le lac). 19 (Figura 20)
Pongamos en tre paréntesis Le lac de Garnier y Espero que
mi discurso haya sido " riocorrente". consideremos al final el
pan/ha rhei (Heráclito revisitado) de Haroldo de Campos. En el
"riocorriente" confluyen los idiomas, el ponugnés y el griego, el
inglés "riverr un" (que Agradezco a "La Librelia" de Bonn m a!Jlable
aytffla, a figura como palimpsesto de Ftime,gatts /Fake) y el italiano
(it. U7'erner Davier tmas sttgerencias literarias y a Rodrigo Z11leta una
"ri" + port. "ocorrente"). Los dos últimos dan una revisión cdtica
del ll1an11scrito. significación circular a ese río. Todo varía y todo es
lo mismo. Igual los idiomas. (Figura 20)
Fig ura 20
200
17 201
Notas: Véase Dirk J::Ioeges, Alfes uelo~jjimscb. Die Eisenbahn - vom schoncn
1
~ngeheuer zut: J\s~1erik ~ler Geschwincl igkeit, Rheinbach -Merzbach, 1984.
El diseño es de Wolfgang Sprenger; el mont:tjc verbivocovisu:tl es mío. Les mol.r el/ hbcJte.futmutes, M1lano, 1919; reproducido también en: Pino
2
Hay relativamente pocos estudios sobre elmultilingüismo literario. Entre Masnata, Poma vis1va, Roma, 1984, p. 26S.
19
los más importantes destaco LeonarJ Forster, Tbe poet:r lougue.r, Multilin- I.a ma~ona ' d e 1os ~extos citados
· de Garnier están, acompa 11ados de
gualism in Litera tu re, Cambridge 1970. Se trata de una inrcresanre revista comenranos. . .'
en la rec1én
.
p ll
bli cad a .a~to1ogm
' ¡..e .rpat1t1hs111e
· · m cbclllill.f, de
q ue procede por épocas históricas, no por puntos de vista sistemáticos. Il~e ~t .P1eue Gar~11e r? dans les E dltlons Corp Puce, Amiens, 1990. i\
3
El texto se encuentra en E mmet Williams, A u tmtbolr~~)' of roucrete fllll:l~y, pwposao de la Ed1ronal Corps Puce recuerdo una expresión de Haroldo
Stuttgart, 1967. de Campos D ¡cf,tm~~.rm~~.
· · la
4
.· .que llamó, en una, . e 11treVIsta· con 1a rev1sta·
Die Mebr.rpmcbigkeil des Meuscbm, M ünchen, 1979, p. S1. poes1a concreta «a pulga na camisa da cu ltu ra brasilcirm>. Una afinidad más
enr~e l~s dos poetas, CU)'a envergadura cusmopoética, cntretando, está en
5 El texto está en la revista Akzente, Heft 4, 1972, p. 309.
6
En:Dicbf1111gsling 17-18, 1989/90, S. 118. razon Inversa a ese understatemen r.
7Augusto de Campos, A JJ/arge//1 da 111mge111, Sao Paulo, 1989, p. 62.
M En: At!f ei111/Jorf! Aspekte visueller Poesie und visueller Musik,
13oris Sclmaiderman
Universidadc de Sao Pmt!o
Pero no me propuso una tarea absurda. Ezra Pound tradujo "nos" japo neses,
en una época en c¡ue todavía no se había iniciado en el estudio del ideograma,
o en q ue es taría en una fase rudimentaria de ese estudio, usando el texto
(versión) intermedia rio del orientalista Í'enollosa, ilum inado po r su
prodigiosa intuición. El resultado, como poesía, supera sin comparación al
del competente sinólogo )' niponista Arthur Waley, y acabó incluso por
instigar el teatro creativo de Yeats (At tbe Ha11'H Wdl, 1916). Sin tener la
pretensión de repetir en el campo de la traducción de la poesía las hazañas
204
poundianas, no cabe duda que de este caso-paradigma resulta toda una 205
didáctica.
1 Según. cu~nta H aroldo en el estudio que cité hace poco, él
qu:~aba Jntngado con la obra de Maiakóvski: sus escritos de
Desp ués, en varios trechos se refiere a la lectura que hizo poetJca, que pudo leer traducidos, mostraban un creador bien
cuando el poema estaba todavía en borrador. Sin embargo, lo co~~ciente de que la poesía trata con lenguaje concentrado al
que el poeta no dice es que, aunque él había estudiado hasta maXJmo, de que el poeta debe ser un constructor de lenguaje.
entonces poco más de tres meses en un curso de iniciación de Pe r?, cuando leía traducciones de sus poemas en le~guas
lengua rusa, pude dar algunas poquísimas sugerencias, tal era la occtdentales,
•
aparecía en casi todas
<
un poeta' de COITIJCJO,
· · un
calidad de su trabajo. enusor de slogans fáciles y muchas veces banales. Tratando de
res~lver el enigma y animado por unas poquísimas traducciones
D e allí nació una colaboración y una convivencia que se occtdentales (en el estudio mencionado, él se refiere particu-
extendieron a su hermano Augusto de Campos, otro gran larment~ al traductor alem~n Karl Dedecius), Haroldo se dispuso
traductor de poesía para el portugués.
a est~dt a~- el ruso, tentendo como o bj etivo p ri ncipal la
A veces me parece increíble que nuestro trabajo de grupo se aproXJmacton con la obra de Maiakóvski.
haya desarrollado tan armoniosamente, sin dificultades de Después que me trajo la traducción del poema sobre el suicidio
ninguna especie. Creo que en la histOria de la traducción fueron de Iess~~nin, percibí que había en él extremo virtuosismo, con la
pocos los casos en que esto fue posible, pues casi siempre surgen recreacton de recursos sonoros del o riginal. Este comien%a así:
cuestiones personales, cornpetencias, rivalidades.
Con respec to a nosotros hubo realmente una comple- Vi uchli,
mentación operativa, pudimos completar en grupo aquello que kak govoritsia,
nos faltaba individualmente y la amist.'ld personal acompañó de v mir inói.
cerca este tipo de realización.
Pusrotá ...
La atracción que Maiakóvski ejercía sobre Haroldo y sus Lctitie,
v zviózki vrié:dvaias.
compañeros de generación es comprensible. Estábamos en 1961,
cuando el interés de los poetas del concretismo paulista por el
Pues bien, en la trad ucción de H aroldo aparece así:
constructivismo, por las manifes taciones d e un espíritu
geométrico que aparece en el arte moderno en las fo rmas más Voce partiu,
variadas, fue acompañado de una identificación con las grandes como se diz,
esperanzas de la izquierda de la época. Era el tiempo en que para outro mundo.
Décio Pignatari hablaba del "salto contenidístico-semántico- V'acuo ...
participante" de la poesía concreta y agregaba: "La onza va a dar Voce sobe,
un salto". 2 Este espíritu era evidente en cada uno de los poetas en tremeado as estrelas.
del grupo.
206
207
Lo s diversos pasos del poema fueron anal iz ados por siendo religiosos, debemos agradecer al cielo cuando eso sucede.
Maiakóvski en su radiografía de ese texto, el ensayo "Como fazer Pues lo q ue más se en cuentra es la vieja cantinela sobre lo
versos?". 3 Este ensayo permite comprender mejor el trabajo del intraducible de la poesía. Así, el norteamericano Samuel Cbar-
poeta, pero, al mismo tiempo, da al traductor una responsabilidad ters, en un libro sobre Maiakóvski," trató de disculparse de Jos
mayor, haciéndose imperativo conseguir en la lengua de llegada parcos resultados de sus traducciones, afirmando: " ... inglés y
aquello que fue realizado en la lengua de partida y que estaba tan ruso no _son len~u.as compati bles.E IIas tienen tan poco
claramente expuesto por el artista creador.Fue éste el desafío voc_abulano Y_ gramatlca en común que, si se intenta reproducir
que el traductor brasileño aceptó. Después de aceptar y vencer la nma y el n_tmo_ del ruso, el significado es distorsionado, y si
este desafío, expuso su trabajo de poeta en el estudio que cité este es trad uCJdo literalmente, se pierde la forma poética". Vaya,
hace poco.Sin entrar en mayo res detalles, quiero recordar que ¿acaso el portugués y el ruso tienen mayo res afinid ades de
aquel trecho del original, "v zviózki vriézivaias", sumado al inicio "vocabulario y gramática"? Me parece que no. Es todo un
fuerte y al mismo tiempo en tono coloqui al, exigía algo problema de realización poética.Así, en la traducción de un
correspondiente en la lengua de llegada, sin lo cual el poema fam?so_ slo~an publicitario de Maiakóvski, Cbarters escribe,
quedaría débil, invertebrado.Y fue eso lo que Haroldo consiguió: expl.icatlvo: 'You need no more/tban tbe mosselprom store".
Pe_r~, cómo suena directa e incisiva, mucho más próxima del
Vocc partiu, ongmal, la traducción de H aroldo: "O bom? No mosselprom!"
como se diz,
para outro mLmdo. En mi estadía en Moscú en 1972, me encontré con una
especi_alista en uteratura latinoamericana, que estaba empeñada
Vácuo ... en estimular a algunos poetas cubanos a repetir lo que Haroldo
Voce sobe,
y Augusto de Campos habían hecho, con mi colaboración. Pues
entremcado as estrelas.
bien, los textos que ella me mostró me parecieron bien pobres y,
sobretodo~ muy presos a la poética tradicional. Cuando observé
Recuerdo que Roman Jakob son y su esposa, Krystyna esto, m e_ respondió: "Mire, es un problema de lengua. El
Pomorska, cuando estuvieron con nosotros en Sao Paulo en 1968, portugues se pres ta mucho más que el españ ol para una
hablaban del deslumbramiento que les causó la revelación de tra_nspo~ición creativa". Francamente, yo no creo en eso. H ay
aquel texto en portugués y, sobretodo, la solución "entremeado qwen d1ga que la sonoridad del portugués se aproxima bastante
as estrelas" para "v zviózki vriézivaias". En realidad, Haroldo del ruso. Pero, en todos los idio mas, es una cuestión de encontrar
había conseguido hacer cantar el portugués con acento ruso, al el tono exacto para la traducción poética y escoger en el repertorio
punto de que un ruso como Jakobson encontraba en el texto de la lengua aquello que nos da lo correspondiente al original
traducido el sonido de su lengua-madre. que se está traduciendo.
¿Afmidad entre lenguas tan diferentes? Si, no hay duda, pero A partir de las traducciones de Maiakóvski, abrimos el camino
esta afinidad sólo puede ser descubierta por los poetas, y, aun no para la poesía rusa moderna en general. Nuestro abordaje de esa
poesía tenía como eje dorsal los textos de Kbl éb n ik 0 , , y
208
Maiakóvs ki, cuya obra se acc¡:rcaba más a lo que b uscábamos. 209
Pero justam en te el trabajo con es tos dos poetas fa cilitó la M Nuestro trabajo tenía a veces mucho de ¡'úbilo· , d e ep1·f:an1a. ·
e acuerdo ~hora de la alegría con que Haroldo me telefoneó
aproximación con otros bien diferentes, lo que permitió construir
para c~~un1~arme el final que h a bía consegu ido para la
una antología bastan te a mplia. Así, después ele Poemas de traducc10n de ' ki· , escnto
·
Maiakóvsk/' publicamos a seis manos Poesía RJ/Sa lv1odema. 6 , . . . Carta a Tatiana Iácovleva" de Mru'
, a kovs
en Pans ~ ding1do a una rusa emigrada y que él incitaba a regresar
Trabajáb amos frecue nteme n te e n un clima d e g ran a la patna. El poema es magnífico, ciertamente uno de los m:
entusiasmo. Muchas soluciones eran discutidas por teléfo no, había bellos de Maiakóvski y tiene un granel fina/e, sin el cual quedar·;~
una impregnación c o n stan t e por el traba jo po é tico. total~nente desequilibrado. D espués d e t razar innúmeras
Evidentemente, no es posible creer en estos días en inspiración, solucJOnes, Haroldo llegó al siguiente resultado:
por lo menos en el sentido que los románticos da ban a ese
término. Pero, podemos hablar como Jakobson en "configuración Voce nao q uer?
subliminar en poesía". 7 Hiberne entiio, parte.
(No rol dos vilipendios
Esto es, el artista creador articula a su modo las estructuras marquemos:
poéticas de su lengua y muchas d e las soluciones acaban surgiendo m ais urna X). De qualquer modo
inconscientemen te. Y esta "configuración subliminar" opera um dia
verdaderos milagros, algo que llega a parecer sobrenatural. vou tomar-te -
sozinha
o u com a cidade de Paris.
Como eje mplo, se puede citar un aditamento de Roman
Jako bson a la edición brasileña de su estudio referido hace poco,
donde llama la atenció n por el hecho de que, en la traducción En
. .
el texto original, no arnrece esa X , pero ·SJ. M aJa
. l<OVS
. l{).
del poema "O g rilo" de Khlébni kov, Augusto de Campos empleó, e~c~bJese en portugués y trabajase con los elementos gráficos
fon1co s y sem antJcos
' · d e nuest ra lengua, ciertam en te habría'
en los prim eros versos, las cinco eles o riginales, sin ningún e
conocimiento, por deficiencias d e comunicación entre el Brasil y apro_v:chado aquella X tan sonora y g ráficamente tan bonita en
la pag¡na.
Rusia, de los comentarios que el poeta había hech o sob re la
importancia que esas letras tenían para el esqueleto del texto. Se Hubo ~c.asiones en que el verso traducido sonaba más fuerte
no ta, pues, que un poeta habla a o tro sin necesidad de la que el o n g.mal, pero esto nos parece hablar d e "ley de las
explicación que se hace para el lector. co~pens.acJOnes en poesía". Q ui ere decir, si yo no con sigo
E n el prefacio para la segunda edición de Poesía Rma lvlor/(:rna, reprodu~1r todos los procesos constructivos de un poeta en todos
los pas~¡e~ en que e11 os aparecen, debo agregar en otros
' pasajes
cito el caso de un poema de Siemión Gud7.enko, incluido en el
libro y que h abía sido deformado por la censura soviética, pero procedi!Tilentos que son inherentes al trabajo creador del origi-
nal.
qu e H aro ldo de Campos tradujo suprimi endo aquell a s
deformaciones, sin saber nada de ese problema editorial. Uno de los ejemplos más bellos de que me acuerdo es el
verso ''A d d 0 ·
or uruverso numa fava", que aparece en la traducció n
211
210
de Haroldo del poema de Pasternák, " Definic;:ao de poesia" . Cuando fui a Moscú en 1965, no lo encontré pues estaba de
1
Pasternák nos clice ahí que la poesía está en los objetos, en el vacaciones en el interior, pero le dejé una carta en que manifestaba
mundo y no sólo en las palabras. A eso se debe aquel "A da r do mi in terés p or su poesía. Por respuesta, me envió innúmeros
universo numa fava". Pero el verso mencionado no tiene en el materiales y muchos poemas suyos dactilografiados. Su poesía
o riginal la misma fuerza y grandeza, está más li~ado _a lo regional nos impresionó desde el comienzo y él es el poeta vivo que tiene
y a lo descriptivo ; el hallazgo de Haroldo c.on~nbuyo pa.r~ que el mayor espacio en nuestra antología.
concepto de poema tuviese aquella grandtostdad exqutstta, que Después de eso, enviamos copias de sus poemas a varios
es típica de Pasternák. amigos en Europa Occidental y, d e ese m odo, cier tamente
Es una costumbre decir que la lengua po rtuguesa es la "tumba contribuimos para su divulgación en el mundo. H oy, con la
del pensamiento", lo que es verdad si pen~amos en las dificul:ades glasnost, es un poeta reconocido públicamente pero hasta el
que un texto brasileño encuentra para circular fuera del prus. pres~gio qu_e tien e e~ su país se debe mucho a la clivulgación que
se ruzo d e el en Occidente, durante los cerca de treinta años en
Pero el simple hecho de que n osotros estemos aquí, tratando
que vivió en el ostracismo. U na vida admirable, de fidelidad
de la o b ra de un poe ta b rasileño, muestra que esta verdad es
incondicional a la poesía, que llegaba casi a la auto-inmolación .
bastante relativa y esto fue reafirmado por el clima de nuestro
L o estético, en el caso, estaba aliad o a una postura ética
encuentro y, particularmente, por los que me antecediero n.
inquebrantable.
Puedo ilustrar este hecho con un paso más de nuestra actividad
El interés apasionado de Haroldo y Augus to por la poesía de
de traductores. Haroldo estuvo en Checoslovaquia en 1964, poco
tantos o tros países y, de mi parte, la ocupación con o tros sectores
antes d el golpe d e es tado en Brasil. En ese pa ís tu v.o. la
d e la literatura rusa, n os desviaron de un esfuerzo continuo en
oportunidad d e conversar con una funcionaria de los servtct?s
este campo. Sin embargo, los años que pasamos trabaja ndo con
culturales soviéticos, que, a propósito de poesía de vanguarclia,
los textos de poesía rusa y también con los estudios de esa lengua
le habló mucho de un poeta ruso prácticamente desconocido en
que Haroldo y Augusto emprendieron conmigo, me d ejaron para
la U nión Soviética. Se trataba de Guenácli Ngui, tchuvache de
siempre el más grato recuerdo.
nacimiento y que había pasado a escribir en rus~ (los tchu:aches
son un pueblo con cerca de un millón y mediO de habitantes Por eso mism o, quiero recordar un poco más cóm o eso
establecido en la región del Valga) . Pero, próxim o de Pasternák ocurrió a partir de 1961. Augusto, Haroldo y Décio Pignatari
por ocasión del escándalo del P remio N obel, él no c~nseguía fueron a mi casa, presentados por nuestro am igo común, Anata!
publicar nada e n ruso. Sus verso s eran muy c?n ocidos : n Rosenfeld, un nombre importante de nuestros estudios literarios,
traducció n, en Polonia, Checoslovaquia, Yugoslavia y Hungna, que salió joven de Alemania, huyendo del nazismo y que se ruzo
pero en Moscú, donde estaba viviendo, era un ilustre desconoci~o escritor en el Brasil. Acordé con H aroldo clases de ruso los días
y enfrentaba grandes problemas para asegurar s~ sobrevtvenc~a. sábados. Poco después, Augusto de Campos se matriculó en el
Por o tro lado, el Occidente en ese entonces cas1 n o lo conocta. Curso Libre de Ruso que había sido creado recientemente en la
Universidad de Sao Paulo y del cual yo era el único profesor.
212
Mi trabajo didáctico dirigido a los dos poetas se wferenciaba proverbios animó nuestros trabajos con las declina i
213
evidentemente del usual. En el trecho que leí en el inicio de esta los t 'bl b e ones o con
ern es ver os rusos de movimiento Fue P . 1
charla, Haroldo recuerda como en esa época eran parcos sus d' d ¡ · · , or e¡emp o un
~a e g ~na cuando_ llevé para la clase el proverbio .Nievino ~inó
conocimientos de la lengua rusa. Su objetivo principal no era
tJmovato pzanstvo (el vmo es inocente culpable es la borrad )'
llegar a comunicarse oralmente, sino el de estudiar los textos donde vinó d . b' , , lera '
esigna tam Ién aguarw ente (como en ·1 1 .
poéticos. En el proceso de aprendizaje él se dewcaba con ahínco pop~a~ . e engu~e
y sin resistencia al tra bajo d e m em o riz ar las ca tegoría s
gramaticales. Tanto Haroldo como Augusto recibieron mejor y ¡Aquel énfasi~ en las i m arca, es tá claro, la sonoridad del dicho
que los demás alumnos aquella carga de banalidades: Juan. fue a a palabra vmó contenida en las dos pala b ras ad ,, .
reconsutuye 1 ti 1 , N ) acen tes,
la escuela, Vera fue al supermercado y así sucesivamente. ., . , ~ e m o ogJa. ievíni (inocente) es aquel que no
bebJO. Vm~valt (culpable) es quien exageró con la bebida. Fueron
Después de algún tiempo, percibí lo que estaba sucediendo.
es~os traba¡os _con los proverbios rusos los que m e permitieron
Al final de cada lección, había uno o dos proverbios y eso hacía
senalar~ _en el libro A poética Rltsa de Maiakóvski atravé.r de Sita rosa
para ambos más soportable toda la carga de insipidez, pues el la relacwn de la poesía moderna con la tradición popular y PI ,
proverbio les daba la oportunidad de asimilar un hecho de el t · ' · a 1ora
c~n act~ conunuo con lo popular, gracias a Jerusa, dio má;
lenguaje y poesía. Todo el resto, además del placer que ellos tenían consisten cia a estas preocupaciones.
en asimil ar las es tr ucturas de la lengua, era una especie de
preparación de aquellos momentos felices. Algunos de esos En fin, no c~nsig~ s~parar mucho vida y poesía. Cuanto más
proverbios los dejaban simplemente en éxtasis. La posibilidad pre:ente la poesia, mas nca es la vida. y todo esto, evidentemente
de trabajar con aquellas sentencias como textos poéticos superába esta muy liga~o a, la presencia de H aroldo, a la convivenci;
todos los otros inconvenientes: el profesor sin experiencia constan:e con_ el, aun en las ocasiones en que estamos separados
por la wstanCJa. '
didáctica, el método tradicional del compendio, etc.
Felizmente, eso ocurrió antes que los cursos de lengua fuesen N utas :
invadidos por los métodos audio-visuales que, aplicad os 1
En "A O - d , .
mecánicamente, muchas veces se volvían una versión modernosa 2D , . p _Pera<;ao o texto ' Editora Perspectiva Siio Paulo 1976
ecJo Jgnatari. "Situa<;iio a tu ¡ d · ' . , · .' ·
y apare ntemente más so fi sticada que el ba- be-bi-bo-bu del No 1' 1962. a a poesla no Brastl . Revis ta 1nvcn<;iio,
comienzo de siglo. Así, cuando los alumnos reclamaban del uso .l E n Bo ris Schnaiderman A p -~ · r/, lv!. . k .
Perspectiva, Sao Paulo: 1971. oe lea e tila OIJJskt tltmvés de .rtt j;ro.rtl. Editora
de los compendios y exigían métodos más modernos, sobretodo 4
A nn e Samuel Charters. 1 /o ve_ tb Jt . ,r , / / . . . ,
en 1968, yo siempre me acordaba con cariño de aquel compenwo Brik Fa
:
S e· e O~JI 0 V wdulllr 1\tfmakov.rki ti/Id LJ!i
rrar traus lroux, N ueva York, 1979.
5
francés, tan anticuado y tan poético, con aquella recompensa de
los proverbios rimados, al final de cada lección.
P EdJtor~ Tem~o Brasileiro, Río de Janeiro, 1967. Edición ampli d . E' ¡· .
erspecova, Sao Paulo, 1982. a a. e ltUJ a
c. E~itora Civiliza<;ao Brasileira, Río de Janeiro 1968 E 1' . , .
La reacció n de Haroldo y Augusto a los proverbios hizo que ;dltora Brasiliense, Sao Paulo, 1985. ' . e ICion ampbada:
yo buscase otros para enriquecer las clases y así la poesía de los ~f "Configura<;ao verbal sublimi nar em oesía"
Lm...l!,iií.rtica. Poética. Ci!le!lla. Editora Perspccdva, S~o' I~~~~~~~l~;~).Jakobson,
O CAOS E A METAMORFOSE: QUASE
MO RTE.
MEU TIO O IAUARETE E A LEITURA
DE HAROLDO DE CAMPOS
Biagio D/Jn,gelo
Pontifícia Universidarle Cató/it·a de Scio Pan/o
sem repetic;:ao. Haroldo de Campos, relacionando a forc,:a da co~tmu~ gerando f~bulas, metamorfoseando-se na comunicac;:ao
atualidade do relato rosiano mais com o romance balzaquiano ~a tnqwetude d.o v1~er e do morrer, no desejo de compreensao
do que com os experimentalismos de Robbe-Grillet, é consciente para es_sa o b.ngac,:ao, para essa possibilidade certa, para essa
da "manipulac;:ao" sobre a linguagem que Rosa opera. Talvez eventualidade tnelutável que consome, na espera e no desespero
Rosa nao fosse consciente, entretanto, d o destino des sa os nossos d.ias" (Finazzi-Agró, 2006, p. 26). '
"manipulac;:ao" textual e lingüística. Se Ovídio exalta a estória e
o mito como produtor de estórias, finalizadas nao tanto a urna
~m: vez aceite o nexo entre Morte e Linguagem, uma vez marcada a
justificac;:ao pedagógica, quanto acapacidade reprodutiva e infinita dJstan~Ja enr_re O homem e o animal, devemos cnriio nos interrogar sobre
da literatura como reservatório de mitos e arquivos, para com~ e p~ss~vel tcstemunhar, como podemos, a fina l, representar, na lingua
Guimaraes Rosa, a manifestac;:ao ficcional da rnetamorfose (do que e propna do ~omem, esse Fim, essa experiencia extrema que ;, 05
a?uarda, ~as q~e nao podemos guardar e, sohretudo, transmitir a os outros?
onceiro, que passa pela linguagem) é a declarac;ao de urna tragédia. Com efe1to, nos podemos fazer, sim, experiencia da morte, mas apenas
Trata-se da tragédia do "limite", no sentido de narrac;:ao do limite. como n:orre do(s) outro(s), s.em conseguir todavía pensar, pensar realmente
Como superar esse limite humano senao por rneio de um ser- o q~e e esse nada, esse ab1smo engolindo a nossa existencia. (Fm~lzzi-
Agro, 2006, p. 26) . ·
onc,:a, um ser-diferente, e narrá-lo?
6 homem dóido... 6 homem dóido ... Eu- on~a! Nhum? So u o di abo nao. Semente _num caso, a expc:nencia da morte do (s) ou Lro(s)
Mece é que é diabo, o boca-torta. Mece é ruim, ruim, fe io. Diabo? Capaz po?e ~prop n ar- se do espac;:? discursivo para a experiencia da
que cu seja ... Eu moro em rancho sem paredes... (...) Mas eu suu onc,:a. propna morte: na ficc;:ao. E no lugar da ficc;:ao c¡ue se pode
Jaguarete tia meu, irmao de minha mae, rutira... Meus parentes! Meus
oferecer urna voz fictícia, enigmática, equívoca (mas que nao
paren tes! ... Oi, me dá sua mao aqui ... D á sua mao, deixa eu pegar... Só um
226
parece im p ossível). Nessa vor, agora "impura", cocxistem a 227
identidade corro m pida e desagregada, e a fa la híbrida que
pretende explicar a Marte, por meio de urna linguagem Sheraz~de do sertao, o sobrinho do Iauarete, declara a forc;a
ontologicamente fronteiric;a que, necessariamcnte, tem que ser da n arra tiva e da linguagem: metamorfoseando a fa!a e a
urna "metamorfose", .isto é, urna morfología que visita o além. personagem, confirma o caos e a morte, mas afirma
Com raúio, Clara Rowland, sublinhando a fo rc;a figurativa da contemporaneamente
.• . , o pod er- d o --r ·
.L CXto e a vida na catástrofe e'
metamorfose em "Me u tio o l auarete", retoma a .imagem do no s1lenc10.
Minotauro como o mo nstro misterioso ao centro do Labirinto.
E m um caleidoscópio de mitos e imagens que passam de Ovídio
a Borges, o once.iro, como a personagem borgiana ele Asterióo,
BIBLIOGRAFIA
to rna-se, assim, o centro d o Labirinto do ser tiio, e o seu
deslocamento de um lugar a outro do serriio, é um "intercambio Campos, Haroldo de. A linguagcm do lauaretc· In· Mct li
_ ' · · a nguagem e
entre palavra e morte", um jogo perigoso que acaba no silencio Olltras_ met~s. Sao Paulo: Perspectiva, 1992, p. 57-63.
do pós-metamorfose. Fmazz1-Agro, Ettore. U m lugar do tam h d .
UFMG, 2001. an o o m undo. Belo Honzonte:
Finazzi-Agró, Ettore. A voz de q uem . · d' .
"M · I ., . mot rc. 0 In 1c1o e a testemLmha cm
Aniquilar o narrador é aniquilar a narra<;iio, o cspa<;o sobre o qual agiria. Vol~~~l020~u6raret2e ~In: o ClXO e a roda. Belo Horizonte: Editora urrviG,
(.. .) A destrui<;iio do narrador, a morte da palavra, por es~a claustrofóbica ' 'p. 5 32.
coincidencia entre sujeito, espa<;o, voz e texto, é também a destruis;ao da Guimariies Rosa, Joiio. Meu tio o Iauaretc. In: Estas E stóri as S ed Ri
situa<;iio narrativa que era condi<;iio de existencia para os dois interlocutores de JaneJ ro: N ova Frontcira, 2001. p. 191-235 · · · 0
(Rowland, 2006, p. 80). Lerninski, Paulo. Meta form osc. Urna via~~m pelo im _ , .
Siio Paulo: Iluminuras, 1994. agtnarw grego.
O·vi!dt iol• PCubllio Na1~o~e. Le ~cta~orfosi. Com texto emlatim e um ensaio
d e a o a vmo. armo: Emaud1, 1994.
Ao afina] a narrac;ao se clestrói - numa intcrrupc;ao da fala Ro wland, Clara. 'Loup, si on jouait au loup)' - D' ' 1 1 -
que é urna entrada a um mundo de vozes onomatopéicas, em 'IVfeu T' · . ., _ . · la ogo, pa avra e mortc
J • lo o lauarete de Joao Guunaraes Rosa. In: DUi\RTE Lélia
significativas de seu valo r ancestral, profundamente míLico - fica I_arrelra (O rg.) As Máscaras de Perséfone: figuras;oes da mor;e n·l~
Itteraturas de ling ua p o t B ¡ . •
o Texto, um Texto que nao aceita a nao-narrabilidade. O Text·o . r ug ucsa. e 0 Honzonrc: PucMinas· Rio ¡ .
J ane1ro: Bruxedo, 2006, p. 41-83. ·' u:
aceita, sim, as diluic;oes, as suspensoes, as indefin.ic;oes, mas nao Z umthor, Paul. I ntrod us;ao a poesi a oral. Sao Paulo: Hucitec, 1997.
pode admitir o próprio suicídio. Por isso, concluimos com as
palavras emblemáticas de Haroldo de Campos:
Notas:
O oncciro, mcio bugrc, desfia sem parar a sua faJa, contando casos de I'Iiru . -
on<;as e de :zagaieiros, bebendo cacha<;a, tentando entreter o hóspedc e , o as as Clta<;oes seriio dessa edi<;iio, indicadas a¡)cnas f1elos números da··
pagtnas. · • ·'
fazé-lo dormir, com algum propósito maligno que sua conversa ora vela,
o ra desvela" (Campos, 1992, p. 59).
HAROLDO DE CAMPOS:
UNA CRÍTICA TRANSCULTURAL.
HISTORICIDAD Y LITERATURA
.)onia l3rcryner
Universidad Federal de Río de )cmeiro
Esta búsqueda hacia lo inteligible de su tiempo hi?.o que un El conjunto de ensayos respecto a O swald de Andrad e
concepto como el de "obra abierta" - esa porosidad de la obra sobresale por su carácter dinámico y excitante intelectualmente
de arte - sea percibido con ingeniosa rapidez, en el centro de las en cuanto a cualquier pensamiento sobre la cultura y la literatu ra.
discusiones internacionales, antes incluso de su mayor divulgador, Se .tra.t~ de un.a critica estética de tramlació11 (Bartbes) y no de
Umberto Eco. 2 Son investigaciones que convergen y trabajan en ~a nacwn contJ~ua: su _uempo y su ri tmo, su singularidad y su
la cultura y el lenguaje como sistemas no monolíticos, cuyo código ~'1st~ma d~ sentido, .e~tan fuera de los dogmatismos vectoriales.
lingüístico transformacional es capaz de hacer que un mensa¡e D .1me co~o clas1 f1cas, te d iré qué eres", ya afirmaba el
se traduzca de un sistema a otro. antlnormatJvo Roland Barthes, 6 refiriéndose a! desafío extremo
que encierra toda la construcción de una taxonomía.
Véase cómo R. Jakobson, la mayor fu ente de producción
intelectual en el campo del lenguaje de nuestro siglo, elucida esa El análisis de la estilística miramarina hecha po r H aroldo de Cam-
vertiente metodológica de alcance amplio y fecundo: pos cap:a e.~ :'~evorar'~ paródico en el momento vivo de su perfor-
mance linguJs!lca y es, lSomórficamente, una operación metacrítica:
el corte metonímico cubo-futuris ta asegura de nuevo al crítico
Toda la colectividad lingüística dispone de: (1) estrucruras las unas más
explícitas y las otras más elípticas, con una serie de grados que aseguran la posibilidades ~e un vislumbre de la historiografía litera ria capaz de
transición entre los puntos extremos de lo explícito y d e lo elíp tico; (2) rever sus relacwnes de contigüidad para religar vínculos con tiempos
una al ternativa in tencional d e estilos más arcaicos y más mod ernos; (3)
una d iferencia manifiesta entre las reglas del discurso ceremonial, tenso,
~fin~s, elevando~ ;~us mayo~es no por inexorable sucesió n tempo-
relajado y totalmente distendido3 Y aquí trope:.:amos con uno de los tópicos ral, smo por elecc1on. T.S. Elwt se ha expresado co n justeza sobre el
más actuales y complejos d el ámbito histó rico-literario: el del texro como tema: "Necesitamos de un ojo capaz de ver el pasado en su sitio
234 235
con sus nítidas diferencias respecto al presente, pero tan lleno de
l
vida, que deberá parecer tan presente hacia nosotms como el presente Pensar históricamente es realizar una tarea política. Todo el
mismo. He aquí el ojo crítico". Y Borges no ha sid o mucho menos elegir traduce un acto de decisión que debe ser tomado mediante
agudo y hechicero en "Kafka y sus precursores". El planteamiento elección metodológica, rigor de análisis, valoraciones consistentes,
y la realización de una "poética sincrónica" - véase A Atte no Horizonte perspectiva desde el campo intelectual. La relación dialéctica re-
do Provável- es el reflejo de ese linaje de invención que hace temblar gional/universal es, para nosotros, brasileños y latinoamericanos,
el paradigma de la consagración historicista e inaugura " un tiempo una ecuación delicada, para no decir peligrosa. Al apuntar hacia
real que independe de lo aparente" (Pound). la Antropofagia como una apropiación transcultural de la historia,
una "transvaloración", Haroldo de Campos se pone en el eje
E l instrumental teórico escogido por el crítico para realizar esa
intersemiótico de la comunicación expresando su deseo dialógico
delicada operación analítica será capaz de dialogar con la actualidad
de alteridad: no conquistaremos jamás un lugar en la historia si
de su vislumbre. Se trata de la discursión poética planteada por R.
él no es logrado a través de los caminos de la diferencia, hecho
Jakobson respecto al eje metafórico-metonímico de la literatura, un de desarreglos, rehaciendo un recorrido que va por atajos pisados
largo recorrido de ese pensamiento preocupado de discernir los
por nuestros propios pies. D e ahí que algu nos "puntos-eventos"
meandros de la construcción en el suelo del lenguaje. La radicalización
pasan a ser apropiaciones personalisimas del universo cultural.
cubo-futurista de Oswald se capta en su ritmo de carácter elíptico,
Las discrepancias del intertexto hacen aflorar sublimaciones
alusivo. Dicha ruptura en el sistema de los signos - un "arte en el
cas tradoras, organi zan y d esorgani zan cualqui er v eleidad
horizonte de lo probable" - es ahora absorbida como el devorar
definitiva, llámense Oswald de Andrade, Sousandrade o Gregório
antropofágico practicado por la cultura brasileña, no "normalizada",
de Mattos.
sobre el arte internacional, poseedora de luces creadoras y
soportando, necesariamente, revisiones en su sistema axiológico. La osadía de la praxis cultural de Haroldo de Campos inyectaba
contradicciones en el pensamiento en ebullición, divulgando
La teoría de los géneros es ampliamente enfocada en la " novela-
textos d e tenor revolucionario, ideológico y estético en un
invención" Serqftm Ponte-Grande, donde el reconocimiento de la gran
momento de crisis de la libertad y de la acción. E ditar Oswald de
narrativa sintagmática se hace sobre aquella "desarticulación" de la
Andrade, discutirlo, representarlo en aquel entonces no tenía el
forma novelesca tradicional. La novela o swaldiana va a soportar
mismo sentido y riesgo: significaba tomar partido, asumir
una confrontación metodológica actualísima con el concepto de
posiciones, atreverse a realizar la difícil tarea de decir no.
alejamiento, de dialogismo, de parodia, provenientes de la crítica
formalista rusa y, en especial, bajtiniana. En "Epas y novela", texto
escrito por Bajtín sobre el asunto, en 1941, la cuestión de los géneros
de que se trata revela la contemporaneidad de los análisis:
Parodia y carnaval fue la respuesta carnavalizad a a esa conciencia poética que los modernistas
Habrá sido Emir probablemente quien reveló el barroco brasileños dieron al fa lso problema del colonialismo cultural. t\1 subrayar,
desfachatadamente, que todo proceso de asimilación es canibalístico, los
además del tono paródico y carnavalizado de la obra d e Haroldo a ntropó fagos no sólo desacralizaron los modelos, si no que también
de Campos. Hasta entonces en Brasil no se hablaba sino de un desacralizaron la actividad poética misma.
poeta apolineo, abstracto en su concretud, casi desangrado en
sus relaciones c o n la realida d. Las llam ad as " p atrulh as E ntendemos fácilmente que tanto la actividad pJética, cuanto
.ideologicas" no daban tregua a la poesía concreta desde los años la actividad crítica de H aroldo (ambas incluyen la del traductor)
cincuenta. El paródico poema "Oda (explicita) en defensa de la son herederas de esta actitud crítica de la vanguardia brasileña de
poesía en el día de San Lukács" de Haroldo de Campos representa los años veinte, treinta. No es difícil reconocer el pare~tesco de
la respuesta satírica a este momento de intolerancia politica (de este hilo con las concepciones del neobarroco de Severo Sarduy,
parte de los intelectuales) que se proyecta a toda la cultura. y más: con la práctica y la teo ría de una poética barroca de Lezama
Ro dríguez Monegal nos reveló un H a roldo di o nisíaco, Lima.
desbordante (lo que no excluye al apolineo):
243
242
Si hay una constante formal que puede_c~racterizar la producció1~ siJU.~.~Iic:l de nuestra galaxia. El punto culminante del tema traducción (todavía
en nuestra América, esta se encontrara en el fo ndo cultJsra-concepnst.t del en vida de E mir) fue la edición de la obra Transblanco, entusiastamente
Barroco gongorin 0 (y también quevediano) " rransculturado" en nu~stras
acompañada p or él. El libro reúne en intenso diálogo a H a roldo de
literaturas excéntricas por figuras mareantes de poetas como la m exicana
Sor Juana Inés de la Cruz, el brasileño <?rcgó rio de Manos, _cl.~eruano_ Campos, Octavio Paz y Emir Rodríguez Monegal, principalmente.
e, aVI·CC¡e.,,• el colombiano Hernando
·
Dommguez Cama~go, pata solo c1ta1
\ 1 · j f1
- 1acervo mnemónico del pasac o co o n1a \'a
En el estudio introductorio "Blanco/Bt:anco: Transblanco" (que
esos nom b res c¡ue remontan '1 . . habrá sido uno de sus últimos trabajos) ve Emir en parte realizada
exasperac1on · ' del Barr·oco
, , el hibridismo
· erotofág1co. y ommde\'orante,
" en
su más grande utopía: el diálogo entre las dos Américas Qa de lengua
nuestras latitudes, ha hecho hablar a Lezama L1ma de un ar te de la
conrraco nquista).'
portuguesa y la española). Todos saben cuánto luchó por tornar
posible un diálogo casi inexistente. Por eso Transblanco es al fin y
Entre Emir y Ha roldo existió un paideuma común: Dante, Goethe, al cabo un blanco en parte alcanzado. Subraya allí que las dos
Vi eira, Sor Juana, Mallarmé, Valéry,Joyce, Cummings,Joiio Cabra! áreas del mundo americano suelen desconocerse con "olímpica
de Mela Neto Caetano Veloso, Pessoa, Borges y más Borges, Paz, desatención", lo que refuerza en contra la actitud de admiración
la Biblia ... son ~lgunas de las estrellas de este cielo. Hasta osaría decir y de hechizo por las matrices coloniales. H ace un elenco de los
que las Galaxias son una radicalización de la ficción poético-ensayística, pocos mo mentos en que el diálogo se estableció en los cinco
de lo que Borges hace a su manera. En un artículo de ~ 967, ~~bla siglos de América: cita a Sor Juana Inés de la Cruz contes tando
H aroldo de su Libro de Ensayos - Galaxias - lo que es smtomauco. al Padre Vieira, en su "Carta Atenagórica"; muestra a Gregório
Así describ e el Libro: de Mattos, brasileño, y al poeta peruano Juan del Valle Caviedes
sirviéndose de las mismas fuentes retóricas del barroco español;
o José de Alencar, con su O gaúcho, incorporándose al vasto t"Or-
Trata-se de un texto en mosaico ou constelar, previsto pa~a c~rca d: cem
páginas móveis, intercambiáveis á leirura (des ras ape~as a pnme!r~ e a ulnma
pus literario ri o plate n se; el utopismo li te rari o de Rod ó
·
se nan1 fi1xas, formantes)
(- . Un'a
.• vértebra
. semantica. hga
. . essas
; . pagmas
... . sol~~ras:
encontrando eco en Canaa del brasileño G ra¡;:a Aranha; Jorge
a idéia do livro como viagem e da VJagem como hvro. Penplo e palimpsesto. Amado de l~ primera fase, siendo leído en Buenos Aires; pero
Em torno dela, como limalha, temática cm redo r ele uma h~ste 1ma~tada,
sobre todo destaca un Mário de Andrade lector de Borges y un
os materiais: 0 visto, o o uvido, o vivido, o !ido. Uma fabulas:ao sem fabula.
Um presente de presen<;:as co-presentes.
5 O swald de Andrade que reconoce a finidades con Oliverio
Girando. En el presente subraya el esfuerw de Antonio Candido;
y, más que todo, el diálogo establecido entre Haroldo de Cam-
Traducción / tradición pos y Octavio Paz, esa conjunción galáctica que permite la
La conciencia del texto que contiene otros textos, además de la m etamorfosis de "Blanco en Branco". 6 Lamentablemente el
noción de la concretud, de la materialidad del lenguaje, engendraron librito Transblanco sale publicado en el 86 con un conmovido
probablemente la teoría de la traducción de textos poéticos como h o menaje de Haroldo a Emir. La muerte física de Emir
transcreació n. Otra vez tenemos "armada la carpa" y los inte rrumpió, en parte, un proyecto tan intenso d e in te r-
encontramos juntos, a los amigos, hablando sobre 1~ poética de la vivencialidad. Digo en parte porque, si se trata de una amistad
traducción, en Yale, como en Sao Paulo, o en otro stt:J.o cualqutera hecha de presencia y palabras, al faltar la presencia física queda,
por supuesto, la palabra escrita. Cabe a nosotros mantenerla viva,
244
seguir tornando posible su utor,ía, lo que Haroldo, estoy set,rura,
sigue brillantemente realizando. HAROLDO DE CAMPOS
E O TEATRO
Jacó G'11ins!JIIrg
Brasileiro. Río de Janeiro, 62, 1980. Número monográfico: "Sobre a paródia". mo tor conhecido e apaixonadamente discutido de urna nova
5 Haroldo de Campos, "Livro de ensaios". Revista T/;eroaJJmicmw, P ittsburgh, linguagem poética no Brasil, o concretismo, H aroldo de Cam-
98-99, Enero-Junio, 1977, p. 41. pos foi chamada a contribuir criticamente e a intervir nas
'' Emir Rodríguez Monegal, "Bianco/Branco: Transblanco". En Octavio
Paz y , Haroldo de Campos, Transblcmco (e111 tomo a Octcwio Ptl:{). Río de
discussoes que acompanharam os ensaios e a exibic,:ao desta
J aneiro, G uanabara, 1986, pp. 11-17. montagem cenicamente revolucionária, e boje histórica, quer por
trazer a evidencia as potencialidades teatrais de urna d ramaturgia
relegada pela crítica a irrepresentabilidade no palco, quer por
1
246 247
instaurar o espac;:o cenico de urna ousada renovac;:ao do estilo de escritura. O resultado deste trabalho ern colaborac;:ao foi urna
montagem no teatro brasileiro. Nao obstante isso, o interesse de encenac;:ao que fez da poética cenica, como já o incitava a literária,
um dos principais paladinos d a campan ha de releitu ra e um e feti vo trampolim para o mergulho no fundo escu ro e
revalorizac;:ao da obra oswaldiana seria explicável, julgou-se, üio- primevo da linguagern, na tentativa de recaptura de urna língua
somente por sua preocupac;:ao com tudo o que dissesse respeito dos co m ec;:os. D e fato, o propó sito tea tral nao era, como
a personalidade e as criac;:oes do inventor de Sercifim, tratando-se, tampouco fo ra o textual, o de recons truir ou mimetizar a
pois, de um envolvimento antes literário e crítico ou, quando imagís tica, a n arrativa, a sintaxe e as significac;:oes da criac;:ao
muito, de urna afinidade estética. bíblica, tao apenas na suas filiac;:oes religiosas, históricas e na
vegetac;:ao interpretativa, anedótica e folclórica que cnvolveu o
Novo contato de H aroldo de Campos com o teatro deu-se
seu tronco poético cm milenios de tradic;:ao, porém ch egar, por
muitos anos depois, a propósito de um texto bíblico, os versículos
meio de sua carnac;:ao e expressao linguística, a de urn hebraico
do Génese, transcriados pelo poeta brasileiro. Bia Lessa sentiu-se
do poc;:o dos ternpos, a uma espécie de verbo-ac;:ao das origens.
tentada a encenar o texto e pos-se a trabalhar co m o poeta-
Bereshith. Génese. Poi o que se viu a origem se tornou cena: A
tradutor no projeto, que veio a constituir-se cm A Cena da Or{~e/11.
Cma da Otigem. A invocac;:ao, no ritual cenico, das palavras do
Desta vez, tampouco, a focalizac;:ao fundamental, pelo menos
princípio pela arqffé hebraica, remeteu o verso transcriado em
de início, nao havia sido o palco. Mas, ainda assi m, cabe assinalar
cena a um teatro-mundo, na dinarnica dos sonssax, das vozes-
urna mudanc;:a no caráter da relac;:ao. O engajamento do escritor
sopro, nurn parrejamento o rigarnico, lumen-luminescente, do ato
com o trabalho de teatralizac;:ao foi bastante estreito, nao apenas
inaugural do ser; nao só em um ca rpo transterreno de J\dam
do ponto d e v ista da ad a p tac;:ao teatral do poema, mas
K admon, Hermes e Afrodite do ser humano, a fundir com a
principalmente sob o angula da versao cenica.
cabala d os significantes hebraicos a pureza primordial dos
Em que conte o esforc;:o básico da encenadora para traduzir significados adamicos, como do corpus entrópico do cosmos
de urna Unguagem para outra a cornposic;:ao bíblica, e o que isto no lance de dados do comcc;:ar.Ato primeiro do verbo, reverbo
lhe exigiu nao foi pouco pela própria natureza do relato e pela do ato um. Origem da cena no palco: Giulia Gam, Livio, Lu cilla,
rarefac;:ao religiosa e quase metafísica do discurso hebraico que o H azan , na recriac;:ao drama-poesis da celebrante e do vate.
lhe dá forma, tao expurgado de metáforas e dramaticidade míticas,
A subsequente ligac;:ao de Haroldo de Campos com Gerald
to rno u-se perceptível o aporte e a participac;:ao do poeta na
T hornas e as manifestac;:oes de simpatiapelas rcalizac;:oes des te diretor
transcriac;:ao teatral. Para os que puderam acompanhar de algum
foram tomadas principalmente sob a perspectiva da arnizade e de
modo esta elaborac;:ao conjunta, ficou evidente o fascínio que o
uma sintonía de suas poéticas e audácia experimental na busca de
criador literário comec;:ava a sentir ante a metamorfose ensejada
inter-linguagens e re-leituras transcriativas. Mas esta empatia tal vez
pelo palco, permitindo-lhe transmutar a palavra, de sua abstrata
exprima algo mais no que diz respeito a H aroldo de Campos e a
solidao sonora, em verbo/imagem/som corporificados ao vivo
seu processo de descoberta ou, quem sabe, de re~escoberta da
e capazes de urna comnnicac;:ao por todos os sentidos do corpo
projec;:ao e do discurso teatrais como formas expressivas que se
no aqui-agora. Em suma, numa síntese de ac;:ao poética concreta
relacionarn ao seu próprio projeto poético. A traca intelectual e
para o que jazia, ainda que belamente, como potencialidade na
248
artística como di retor e o seu elenco talvez tenham estimulado o Na verdade, tuda em Graal, modos de es truturac;ao e
poeta a aproximar-se mais da caixinha mágica que o atraía com os agenciamento das máscaras-simbolos-pois elas o sao mais do
seus prodigios desde longe. Nada como o teatro tem o poder de c¡ue propriamente personagens, e de suas relac;oes dialogi zadas
fundir em quanta de representac;oes e significac;ocs, carpo do su jeito tema vocac;ao para a especificidade teatral. Seus actantes clamam
e do objeto, palavra da oralidade e da escritura, sonoridade do pela materializac;ao cenica, p,ois somente neJa adquircm
verbo, da música e do ruído. O prec;o des te poder, sem dúvida, é o configurac;ao e sentido completos. E de gue este é o escapo do
sacrifício de sua corporificac;ao na ara ritual da presentidade. Mas o autor, nao nos deixa dúvida, desde lago, a leitura da pec;a. Se, ao
apelo do teatro a urna poética e a um poeta do poder alquímico de le-la, o fizemos corretamente e nao estamos sobre-inter pretando,
urna poesía do espacial concretizada na linguagem do carpo e no o próprio anúncio no frontispício de c¡ue o seu desenrolar se
carpo da linguagem do estar-aí, é urna tentac;ao fáustica. dará em " Dois Atas e Cenas", associa urna re ferencia a ordem
E de fato, sob a magia simpática deste contato, Harolclo de tradicional das construc;oes dramatúrgicas e urna alusao, no
Campos remontou por sua vasta produc;ao de poeta, crítico e mínimo estranha, senao heterodoxa, quanto a arc¡uitetura e
pensador, para r ecobrar um escritura eletiva que permanecera temporalizac;ao do texto, na medida em que sao nomeadas por
na sombra de seu percurso como um desencanto dramático. u m plural indefinido: Cenas. Quer nos parecer que já neste regisLro
de inten<;oes dramatúrgicas se coloca urna promessa de ab ertura
Mais do que texto de urna tentativa, Gmal, L~~enda de 11111 Cá/it·e,
estética em um pro jeto de teatra lid a dc. A excepcional
composto em 1952, vai além do Anto do Possesso (1948-1950),
compacidade dos enunciados do poema nao deve enganar. Trata-
exprimindo urna afinidade congenia! do poeta com a teatralidade.
se de poesía, mas de poesía que pretende consubstanciar o setl
O subtítulo da pec;a o evidencia: " Bufotragédia". J\gui é
poder de ernissao e a sua forma fmal além da linha da escritura,
signi ficante a contraposic;ao entre um genero tao marcado pela
no gesto da atuac;ao e nas vozes encarnadas no palco.
máscara e ges tualidade do cómico que sua ex pressao só se
completa no tablado e o outro, que é urna das fo rmas m aiores Sim, porque o discurso se apresenta inteiramente assumido e
da poesía dramáti ca. Em que pese a c¡ualidade poético-li tcrária distribuído pelos coros, comparsas e protagonistas, em um jogo
da criac;ao haroldiana, estes dais generas só poclem ser fundidos de fa! as entre as d1·amatis personae que as entrama, nao pela intriga
no palco. Nao que a escritura nao o fac;a a seu modo, com os prosaica das situac;oes, porémpelo embale poético das tensoes.
recursos de um teatro mental, mas se em geral ela é insuficiente É isto, e nao apenas a grossa materialidade das figurac;oes
para a plena explicitac;ao do dramático, neste caso a sua econornia grotescas, que lhe infunde peso dramático específico, fazendo
está intrínsecamente voltada para a cena. E a questao aquí vai Graal descer da aura lírica, com ela, ánremmtsarondinaalúvia, para
adiante do fato de se apontar, com a acoplagem realizada, para a os praticáveis da cena, deixando patente q ue só o teatro pode
tragicomédia, ou seja, para aquela unidade de composic;ao que, realizar o seu espac;ointrinseco de rep resentac;ao. J'~claro c¡ue,
indepen-dentemente de seu uso histórico ou estilístico, conjumina m eseta de destilac;oes simbolistas e carnavalizac;ao oswaldiana,
tudo q uanto o teatro faz e sobre o que ele versa. esta bufotragédia mefistofáustica nao exibe personagens civís
com carteira de identidade psicológica e direito a autonomía de
arbitrio, que aparecem de terno e gravata no tablado realista.
250 251
Fundamentalmente, o que se in~ ti tui aqui, soba figura actancial de M.O.R.T.E., na encenas:ao de Gerald T homas. Como seria inevitável
Graal, é o poeta inventor e a poesia da invens:ao, no empenho do em se tra tando de H aroldo de Campos, poeta maior cujo trabalha
procurar-se e do fazer-se em confronto com as fors:as inerciais e/ inventivo sempre caminha com botas de sete léguas teóricas, aflora
ou repressoras da memória, do comércio linguístico e social, do aí, cm termos de metalinguagem crítica, urna clara con sciencia de
contragolpe dos interesses, do pragmatismo objetivista, das sedus:oes teatro, e como também seria de esperar, urna ops:ao por um certo
dos lugares-comuns do repertório de Eros. Assaltado pelo mundo teatro. Um teatro que é o de hoje, com todas as revolucionárias
do cotidiano, ele só se entrega a fonte de sua inspiras:a?, acima e transformas:oes que as suas formas de expressao sofreram com o
além da fala desgastada dos valores de traca e de uso. E o drama advento das experimeota~6es da vanguarda histórica e, sobretudo,
do poeta no teatro da poesia. do movimento cenico após a segunda Guerra Mundial, desde o
' " eume em Teatro do Absu rdo até Grotowsky e Kantor. Nao é preciso retomar
Mas, (]Uand o o poeta se faz um com a aureamusa,
o debate fllosófico e estético em torno do pós-modernismo, nem
ti", tas:a e sangue de crias:ao, a poesía volta a dizer "sim". Assim,
refazer o itinerário do crítico em A M.O.R.T.E. E O PARANGOLÉ
Graal só poderia terminar, como de fato termina, vencida a maior
para constatar a sua profunda consonancia com os omeletes amoda
das tentas:oes, a luciferiana toda-luz das raz6es, cm um desenlace
de T homas nas bufo tragificas:oes que carnavalizam o Hamlet de
dramático que é, na verdade, um enlace: a palavra é rompida a
Shakespeare no Hamm de Beckett, jogando-o em um picadeiro
margem do silencio, para que nass:a urna nova linguagem poética.
dramático ande pode virar, na versao paródica de Augusto de
Núpcias: áureamusarondianaalúvia/ eu meemmimtimesmo.
Campos, Camelot, Príncipe da Sinamarga. Este jogo histrionico
A respeito das vicissitudes do ar tista a procura da livre com o amargo desespero já rodo piava ostensivamente na clans:a
expressao criativa no azul de Glaux, caberia referir o sen sentido grotesca da solidao e da alienas:ao nos diálogos de G'raal. Tal qua]
textual as palavras de Stephan D édalus em Retmto do Artista no Post-S cript11m que Ha roldo de Campos escreve acerca do In-
Ouando Jovem: Memoriam de Thomas a Samuel Beckett (em Fi111 deJogo) , salta aos
olhos que o texto de 1952 nao um "fim de linha". Muito ao
Vou tentar exprimir-me por algum modo de vida ou de arte, tao livremente
contrário, trata-se da linha de um início que se revela a luz de urna
quanto possa e de modo tiio completo quanto possa, empregando para a teatralidade, ao modo de Thomas e Kantor, disposta a ir além de
minha defesa apenas as armas que eu me permito usar: silencio, exilio e todos os limites do imaginário e de exercer toda a "crucldade"
sutileza.' · trágica e comica para engendrar as imagens, as coalescencias
exp ressivas e simbólicas da alogicidade e da contingencia da
Haro ldo de Campos as invocou, ao comenta r as raízes
condis:ao humana. A provocas:ao criativa destas formas reponta
instigadoras de sua pe~a. a cada observas:ao sobre A M.O.R.T.E. Sem dúvida o poeta está
A teatralidade deste texto, cálice em vidro-pele de vi bras:ües no domínio de Dionísio, onde o viver e o morrer sao ligados
líricas, só transpareceu ao poeta agora, no reencontro do autor pelo mesmo princípio ativo e ele o transfere, em metamorfose
com a destinas:ao de sua obra: a cena . E que isso se deu no metalínguistica, para a sua interpretas:ao. Recusa-se a ver na
ambito nao apenas das relas:oes ocultas com a musa do teatro montagem apenas urna dans:a do fim, do nada depois de tuda.
comprova-se nela reflexao que e fe tuo u a propósi to de Sem vincular o seu pensamento e o sentido explícito da dires:ao de
252 253
Gerald Thomas a uma necessidade positiva ou a uma razao dialética, force a imagem do ator, seu autor: aquele que falta pelo corpo
discerne em seu nexo, citando Bloch, um "pulso" de esperanc;a. com o espírito. No foco: o poeta.
Aliás , já o título do ensaio o anuncia 1\ M.O.R.T.E. r~ O Galcíxias expandindo-se em Xadres de Estrelas, a obra de
PARANGOLÉ, fazendo taxativamente a remessa a celebrac;ao H aroldo de Campos tem a dimensao poética da palavra cm ato,
fecundante das forc;as criativas na vida e na arte na performance no papel e na cena.
sinestésica do artista carioca. E a invocac;ao da vida-obra de
O iticica é tanto menos gratuita quanto identifica no teatro do
régúseur da ópera seca o mesmo princípio e elan de rigorosa
composic;ao construtivista com o rito iniciático dos sentidos "na
festa barroquizante do carnaval" . "Evoé!" é o grito que o poeta
ouve ecoar. E ele faz coro: 'que chova sobre a nossa poesía".
O apelo é entusiástico e quem o inspira é o poeta criador que
se superpoe ao espectador crítico, dando voz e gesto ao chamado,
desta vez, da cena. Pois, com o poder das águas, comec;a a se !he
propor, nao mais como urna difusa Glaux do fundo, porém
impositivamente, no proscenio, a simbiose com a linguagem do
teatro. De fato, Haroldo de Campos elabora neste momento,
em sua oficina de invenc;oes, um tríptico poético-dramático-crítico
sob o tema do Fausto. Sao tres versoes do mesmo topos urdindo
as duas cenas da transcriac;ao haroldiana do texto de Goethe,2
barroco-medieval, comas clivagens simbolistas de Graal e alguns Notas:
quadros hiper-realistas. O intento, ou melhor, a te ntac;ao é faze- 1
James Joyce. Rctmto do Artis1t1 q11anrlo .fovem. Trad. José Gi ralda Vieira,
lo reverberar sobre si próprio em um auto da criac;ao e da danac;ao, Edi<;oes da Livraria d o Globo, Porto Alegre, 1946, p. 243.
2
pelo que o projeto faz imaginar. E se é permitido aventurar-se Haroldo de Campos. D e11s e o Diabo 110 Frm.rto de Coetbe. Ed. Perspectiva,
mais um pouco, talvez se possa entrever n es ta montagem Sao Paulo, 1981.
prismática, nao apenas a triluciferac;ao das faces do pactário e
dos estilos de suas máscaras, mas, acima de tudo, a transluciferac;ao
de sua alegoria pelo jogo mefistofársico de suas alegorizac;oes.
Linguagem efetiva de teatro a encenar-se como teatro de
linguagens, parece dispar de tal m od o os seus es pclhos de
representac;ao que o caleidoscópio de im agens temátizadas en
EL ÁRBOL MILENARIO
(OCTAVIO PAZ Y
HAROLDO DE CMIPOS)
Manuel Ulacia
1
Ahora bien, si la palabra " topos" significa en griego lugar, Si nos referimos, por ejemplo, a la fo rma en la que el poeta integra los
diálogos que establece o bservaremos que la atracció n simultánea, en sus
"topoema" significa entonces, el lugar del poema. En las mismas
inicios como poeta, por una poesía "pura" y una "comprometida", lo lleva
notas que acompañan la edición de los Topoemas, Octavio Paz a la formulació n de una poética "impura" . De la misma manera Paz absorbe,
dice: "los seis poemas son signos (sinos) hacia ... Marie José y un simultáneamente, la tradición moderna de lengua inglesa y el surrealismo.
grupo de arnigos". 33 Es decir, los poemas son signos que se abren Mientras la primera le da un ejemplo de concisión y economía en la creación
del poema, la segunda opera en el sentido contrario: le ayuda a liberar la
hacia otra dimensión: la otredad y el metalenguaje. imaginación. Siguiendo este raciocinio, su relació n con o riente fun ciona
Si el primero de los poemas, "Palma de viajero" está más binariamente. En tanto que los poetas del extremo oriente le enseñan un
tipo de poesía breve en la cual la experiencia de la revelación se da a partir
cercano a los caligramas que crearían Apollinaire, Huidobro o el del silencio, en la mitología y arte hind(res Paz encuentra el absoluto
mismo Tablada, inspirados en la escritura oriental, los o tros cinco expresado a través de la proliferación caótica de las formas. Ese mismo
están más cerca de la poesía concreta. Por ejemplo, "Parábola fenómeno aparece al escribir Piedm del sol: la abundancia de imágenes del
barroco en lengua española hace catálisis con la visión ideogtamática del
del movimiento ", inspirado en el capítulo 56 de RqJmela de mundo precolombino. Esta fo rma de establecer diálogos dicotómicos
Cortázar, recuerda tanto por la disposición tipográfica sobre la continúa com o una constante a lo largo de su obra poética. Por ejemplo,
página, como la secuencia de afirmaciones y negaciones que se en su libro Ho111e1Jt!)eyprqfnnaciom.r, Paz fusiona el clasicismo de un Quevedo
con la lección dada po r la vanguardia, especialmente por Pi casso )'
dan en un espacio abierto a poemas de Haroldo de Campos
D uchamp. Y en su libro Blnnco, amalgama, una vez más, la lectura q ue
tales como " fome de forma" o " nascemo rre".34 Se podrían dar haría de Mallarmé con la tradición tántrica de la India. 1\ este tema me
o tros ejemplos. Creo que no es necesario. referí en el ensayo "Octavio Paz o el árbol milenario", México: Revista
.lie111pre, Nos. 1949 y 1950, 31 de octubre de 1990 y 7 de noviembre de
Me he referido: hasta ahora, al diálogo que mantiene O ctavio 1990.
2
Paz con Haroldo de Cam pos. Sin duda alguna, la obra poética y En un ensayo titulado "D e la Poesía concreta a Galaxias y Finisml!ndo", el
teórica del brasileño ayudan al mexicano a amalgamar dos poeta brasileño se refiere a las obras que alimentarían la suya. Dentro de la
histo ria de la poesía brasileña es heredero de aquella tradición que surge
tradi ciones que h abían alimentado su o bra desde los años con Sousandrade, se reafirma con el Modernismo del '22 -movimiento
cuarenta, en las cuales están presentes una crítica al discurso y liderado po r Oswald de Andrade y Mario de Anclrade- se prolonga en los
una meditación sobre el carácter ideogramático de la poesía. Me años treinta en poetas como D rummond y JV!urilo M endes, reaparece con
Cabra] de Melo Neto y vuelve a reafirmarse con la irrupció n de la Poesía
refiero a la que inaugura Un coup de dés de Mallarmé en occidente Concreta. D e la tradición francesa, una figura tutelar y constante en todo
y la de la poesía oriental, en la cual la concisión y la brevedad son el desarrollo de su obra es Mallarmé. En su escritura encuentra um1 sintaxis
fundamentales para la creación del poema. En los poemas ele subversiva, un léxico enigmático y la inusitada revolución temporal y espacial
Haroldo de Campos, O ctavio Paz encuentra esa metáfora del que produciría en todo occidente Un cot¡p de dis. O tros in terlocutOres de
esa tradición serían el Apollinaire de I~llre Océan y de los Calligmllllllt.f y el
ideograma y esa crítica al discurso poético de Occidente que Saint Jo hn Perse barroquizante. De la lengua inglesa, las ob ras de Ezra
tanto le preocuparía. A la luz de este análisis sería importante Pound,James Joyce y E. E. Cummings son fundamentales. D e la del primero,
analizar las huellas que deja el poeta mexicano en la obra teórica tomará el método ideogramático; de la del segundo las texturas sonoras de
la lengua que aparecen en el Finnegans IPake, -texturas q ue también encuentra
y poética del brasileño. Pero eso merecería otro ensayo.
en la obra de Maiakóvski- y del tercero, los aspectos visuales del leng uaje.
266 267
Además, en toda su obra se p uede o bservar la presencia del barroco ibérico, 21' En Poe111ns, p. 447. E l poema ' j uventud" dice: " E l salto ele la ola/más
represen tado por la galaxia: Góng orá, Camiies y Vieira y desde luego el blanca/ cada hora/más verd e/cada d ía/ más joven / la muerte."
diálogo constante co n los otros poetas del Movimiento Concreto: D écio 27
En Tm11.rblallco, p. 96.
Pignatari y su hermano Augusto de Campos. 2
" fbirl, p. 102.
3 Esta correspo ndencia está publicada en la edición de la traducció n que 29
E n Poe11111S, p. 694.
hace Haroldo de Campos de Bln11co de O ctavio Pa~. En: Octavio Pn y )U !bid, p. 693.
movimiento como una sucesión d e instantes q ue se abren hacia la o tredacl. Palma d e viajero; Julio y Aurora, Parábola del m o\~miento; Ramón y Ana,
1
' Trcmsbla11co, pp. 97-98. Nagar juna; Charles y Brena, Ideograma de libertad; Antonio y Margarita,
7
!bid. Monumen to refersible; Carlos y Rita, Cifra".
"M e refiero a las composiciones b reves incluidas en Co11dirión de 1111bc (19'14), 34
Estos poemas aparecen incluidos en la antología de E mmett Williams,
a lo s que confo rman la serie titulada Piedm.r s11elta.r (1955) y desde luego a AnA11tbologyof Concrete Poell)'· New York, Something Else Press Inc., 1967.
o tros pertenecientes a Salama11rlm (1 958-1961).
9 Trcmsblnnco, pp. 96-97. La an tología que cita Pa ~ de Emm ett Williams se
titula A11 nntholop,y of concrete poct~y. N ew York: Som ething El se Press l nc.,
1967.
10 Octav io Paz, El arco y In lim. México: Fo ndo de Cultura Eco nó mica,
1976, p. 157.
22 O ctavio Paz. Disco.r 1
!Ú11rdes. México, E d iciones Era, 1968. Este libro nunca
ha sido reimpreso.
2.l !bid. Forro interior de la portada.
24 Haroldo D e Campos, "A O bra de Arre Aberra", en Teolia da poe.ria crwcrt:fa.
LiTJio Traglenberg"
I
Severo Sarduy em texto sobre a poesía de Haroldo de Cam-
pos refere-se a viagem das Galáxias como um "exilio através das
ilhas que sao como parenteses no livro do mar". 1 Do Livro-mar
299
ao Livro-areia de Borges e ao Livro-cósmico, imantado, aí-lá, apenas esquematismo. Na verdade o ponto mais importante na
palpita em suspensao o vocábulo galático. Como num grande transposic,:ao do temp11s escritura! para o tempus musical é o da
sistema de forc,:as onde interagem os impulsos e pulsoes cm reverberac,:ao paralela de outros sistemas inseridos no cócligo que
colisoes, o texto galático recusa a mednica da gramática, ocorre concorrtitaotemeote no instante da fruic,:ao do leitor e do
propendo um jorro de corposvocábulos num contínuo jogo ouvinte; sendo que essa reverberac;:ao é a expressao da
amoroso de palavras-imagens. particularidade do próprio cócligo. Ou seja, aquilo que o leitor
transforma em percepc;:ao de imagens e musicalidade na leitura,
Como um cosmos, os formantes móveis de Galáxia.r (apenas o
e que também o ouvinte conver te em imagem e espacialidacle,
formante inicial e o final sao fixos) movimentam-se grosso modo
b em como a relac;:ao - que se estabelece de forma cliferenciada -
em duas hipérboles principais: a primeira, onde o fazer e desfazer
entre memória de leitura e memória auclitiva.
do texto é a própria viagem do texto e sua medida de composic,:ao;
a segunda é composta- sempre com urna mirada de largo espectro Procurando capturar os fo r mantes que impulsionam os
e a distancia - por m eteoritos textuais expelidos para fora do diversos sentidos na fruic;:ao do texto, desloquei a id éia d e
círculo de gravitac,:ao principal do sistema e que contém cápsulas isomorfismo para urna func;:ao transitiva no meu processo de
de viagens corporificadas em situac,:oes vivida-imaginadas que traduc,:ao de signos. De elemento p ropulsor, o resultado
percorrem percursos caóticos. isomórfico, ou o conjunto de iden tidades isomórficas, se
construiria a partir da desmontagem do texto poético em sua
Essas duas direc,:oes principais trincam-se constantemente na
nova conformac,:ao na estrutura musical; isto é, de estrutura glo-
individualidade do vocábulo, ou ainda, na a r ticulac,:ao
bal de partida para característica constitutiva principal da estrutura
probabilística de um mar de códigos quebrando na praia. Entao,
de chegada, observando as adaptac;:oes necessárias no novo
como capturar essas articulac,:oes nodais e colocá-las no tempo-
espac,:o musical? código.
No fund o, o processo utilizado foi de des locamen to do
Boa parte do pensamento composicional nos días de hoje
parametro de isomorfia de conceito globalizante para bali za
tem privilegiado o fenómeno quantitativo na articulac,:ao estrutural.
permanente das estruturas locais, disseminando assim o conceito,
I sso tem direcionado a procura dos eixos e parametros que
que ganha urna func,:ao mais fecunda no processo como
baseiam a arqu itetura do tempo-espac,:omusical. É comum
incorrer na tentac,:ao da estatística, da estocástica. " -Ah ... a mística característica com11m nos elementos.
dos números...". É justamente na relac,:ao entre quantificac,:ao e O impulso d e Galáxias como perpetmtm JJJobi/e abriga clois
qualificac,:ao que se operam as sínteses principais no sistema de movimentos contrastantes, mas nao contraclitórios. Ao mesmo
partida adorado, que é, no caso da estatística, o numérico. Esse é tempo em que o desenvolvimento e a construc,:ao do texto se dá
o divisor de águas da pertinencia, é o momento em que a idéia por acidentes colisoes f6nico-semanticas ligadas a urna pcrcepc,:ao
de isomorfismo só se impoe se o objeto que sofre sua influencia instantaneísta, este processo está relacionado intrínsecamente a
adquire q ualidades específicas em seu sistema de signos resultantes um mesmo procedimento básico, unificador e irradiador. Essa
dessa projec,:ao estrutural. Em suma, se na transposic,:ao nao há tensao entre a atrac;:ao gravitacional que exerce esse conceito
300 301
nuclear e as explosoes reverberativas do instante (verdadeiros sonoros a sequencias amplas de conglomerados de sons e
enclaves nodais) como unidad~ de desenvolvimento, é o campo silencios, etc. De forma similar a um céu nublado em movimento
magnético onde se instala a idéia de isomorfismo. Portanto, por nao direcionado, comas formac;oes nebulosas se interpenetrando
choque essa idéia processa a ampliac;ao e redm;:ao dos elementos e se transformando nessa interac;ao. E cada formaote/nuvem, a
do texto, engendrando na utilizac;ao sonora das palav ras sua exemplo de um móbile, optando entre as várias possibilidades,
identidade isomórfica: meta texto. por um encontro· ou pela dissoluc;ao no tempo-espac;o. Esse
rleslizamento do continuum temporal se extende também ao
trabalho com o texto. Galáxias, ao mesmo tempo que rompe
A garganta como lupa com as estruturas continuas da gramática coloquial, serve-se dela
Para além da tentac;ao estatística que oferece Galáxias ao olho - nao sem urna ponta de perversao lingüística - de seus elementos
de músico, "o compositor é o olho que imagina o ouvido",2 a d e ligac;ao (como artigos, preposic;oes e pronomes) por exemplo;
primeira constatac;ao é a de que o tempo musical deve, mais do para de urna forma a la rearfymade expor as vértebras de sua
que comportar as simultaneidades desse texto pluridimensional, construc;ao, fazendo um uso brutalista dessa mesma gramática
introduzi-las de forma nao-discursiva. Procurando urna coloquial que, em última análise, nos remete a concretude da
temporalidade que se construa de forma a absorver a geografia palavra.
crispada de um texto que está se fazendo, em transito e que nao Penteando o texto a contrapelo (desmontando para remontar),
comporta repouso ou conclusao em seu d evir. Essa tempo- buscando o peso e potencial de cada elemento no contimmm tex-
ralidade nao deve apenas representar a vertigem verbal-visual do tual, assim inicio_u-se a operac;ao de reconhecimento do olbo de
texto com referencias diretas a memória auditiva, mas ser capaz compositor. Essa operac;ao possibilitou a identificac;ao de alguns
de elaborar-se como nao-direcionamento, isto é, liv re de módulos de seqüencias resultantes, entre outros procedimento-s,
parametros fixos de temporalidade (relac;ao pulso/ ocorrencia) de aliterac;oes e paranomásias. Esses módulos divididos
que construam padroes quantitativos de tempo. Sendo assim, principalmente por suas características sonoras foram a base de
essa transitividade (que também embute a idéia de funcionalidade delimitac;ao dos formantes: séries de base. Novas seqüencias de
que privilegia á fato e nao e reftréncia), deve extender-se ao processo nebulosas criaram um precário mapeamento nao totalmente fixo
composicional e a forma de realizac;ao da composic;:ao como um de cada formante/página de Galáxias. Essa leitura, da garganta
todo. como lupa, da unidade fónica como determinante principal (sem
Pasto que a estruturac;ao global dos elementos mus1ca1s e abandonar as reverberac;oes paralelas semantico-visuais) da
textuais se baseia num mesmo princípio (que desliza e nao sofre manipulac;ao do texto, fez emergir diferentes possibilidades de
complementariedade de um desenvolvimento, seja ele motívico, leituras rítmicas e sobreposic;oes textuais. A partir dessas séries
temático, etc.), a quesüio de relacionamento entre as partes abole de base se deu a desmontagem/ remontagem por proces sos
de saída a idéia de casualidade como arbítrio. Isto é, a ordem dos aditivos e de subtrac;ao, bem como de sobreposic;ao:
fatores nao altera o resultado. Antiteleologismo. Assim a mise en
oetrvre pode partir de qualquer ponto: de um soma conglomerados e aqui me mes;o quando se vive sob a espécie da viagem o q ue importa·1
302 303
instrumentos situac;:oes sonoras e o retorno a est;~ea zero mas nunca inerte
enrii.o a decupagem da macro ao micro mas sao vários níveis de macro e
num outro mo mento:
micro do livro a página ao soma alterac;:ii.o da aliterac;:ao a seqüencias e aí a
matemática tornando concreta uma percepc;:iio sonora identificando
e aquí me mec;:o quando se vive sob a espécie da viagem o que importa aglomerac;:ocs nebulosas séries de base como aquelas que adorno ouvia
em mahler e que nao tema nada a ver com série de doze sons e mais com
o jogo da memória do ouvinte e a parti r dessas nebulosas fragmentos do
a própria interferencia gráfica no texto, relaciona num primeiro
fragmento a decomposic;:ii.o e o buraco negro a interferencia mas semprc a
momento, olho e ouvido; de forma que o tempo que o olho leva o ralidade sempre de olho nos objetivos a ordem cosmológica do rexto e a
para percorrer as palavras que estao riscadas (e que nao serao garganta como lupa o som como descoberta e entao gertrude stein cm
pronunciadas) , determina a pausa entre as palavras descobertas four saints in three acts e a tensao dos artigos c prcposic;:oes pinc;ados
gerando uma fa la relutante nao revelan te pré-espirro textual epif:ini ca e
e que seriio pronunciadas. Esse ritmo resultante oferece a fria congelante ao mesmo tempo q ue aos poucos revela a sua metamorfosc
vantagem de mesclar naturalidade e arbitrariedade (exitac;:ao) na ambulante como se fossemos foca ndo o o bjeto-período como tclescópio
leitura, bem como de nao estar relacionada a nenhuma outra do fragmento e as qualidades fossem se aprescntando até a conformac;ño
completa da constelac;:iio que antes se encabria parcialmente um tcmpo
ordem te mp oral condicionante em ter m os de micro e
nublado a noiva finalmente despida da gramática neutra quascarticulada e
macro forma. como em con·ente alternada uma matemática similar expelindo as
A disposic;:ao temporal do texto pode obedecer a pad róes intervenc;:ocs sonoras que compoe o sarampo estelar que vai se formando
uma matemática de quatro operac;:oes soman do subtraindo dividindo
tanto horizontais como verticais, da monodia a polifonia, do multiplicando dentro de um céu delimitado 48 unidades de tempo n(uncro
monólogo a varias vozes a varios monólogos a varias vo¿es. análogo aos de linhas cm média por fragmen to de textO que cm circular
idade se adensa e se rarefaz segundo urna aplicac;:ao meio caótica dessas
Nao existindo nenhuma relac;:ao de dependencia entre as contas que sao a arquitctura pré-concebida e que nao tem ncnhum propósito
partes vocais e instrumentais, posto que estao participando de esti lístico que emerge involuntariamente com sua matemática rasa e fun·
um mesmo processo nao teleológico, nao existe também relac;:ao damental sujeito as manipulac;oes imprevisíveis de uma outra ordem
matemática que o engloba de passagem em transformac;:üo dessa forma
de comentário e complementatiedade no encadeamento dos materiais abole-se na continuidadc sonora as rupturas e se recupera o dcslizamento
sonoros e textuais. Relacionados, por urna espécie código DNA vcrbalingual do texto em sua for m idável coloquialidade e como essa
comum, os formantes da composic;:ao interagem no devir sonoro operac;:ao básica aditiva se assemelha as séries numéricas conhccidas cla
nao so fre da necessidade de um comec;o e um fim é uma linha composta
de forma centrífuga na composic;:ao de um céu em movimento
ao infinito por pontos suspensa por uma conta que nao tem fim um papo
que, a urna simples lufada de vento, pode ter sua conformac;:ao no rcmpo-espac;:o sem hora prá comec;:ar prá acabar
completamente alterada.
Todo ello sin hacer referencia a las numerosas traducciones De este modo, lo que existe de polémico en sus ensayos crítico-
que hizo de otros poetas, como instrumentos fundam entales para históricos o de inventivo en sus experimentos de traducción
argumentaciones en ensayos de crítica o teoría literaria, entre los parecen pasar a lo largo de aquello que es cualidad esencial del
que destacan Kurt Schwiters, Gomringer, Palazzeschi, Ungaretti, poeta, esto es, el sentido de la función poética del lenguaje que
Bashó Katsue Marianne Moore, Arno Holz, Brecht, Hoelderlin, se desprende del texto literario como operación reconfiguradora
' ' de la sensibilidad.
etc.
Si a esta relación de obras se le suma la participación decisiva No en vano fueron dos de sus libros de crítica pensados
en la propagación de un movimiento literario d e grandes explícitamente en la articulación entre texto y poética.
repercusiones para la historia posterior de la literatura brasileña En el primero, A Arte no H01izonte do Provávei, de 1969, sus
-el Concretismo -,es posible comprender el grado de importancia seis partes son designaciones de poéticas, ya sea de lo fortuito,
que tuvo, y tiene, la presencia de Haroldo de Campos en la
literatura contemporánea del Brasil. Una presencia que, aunque
308 }09
de lo precario, de la brevedad, de lfl traducción, de la vanguardia el magnífico es un triple recinto de pájaros violeta y o ro su cola se abre en
lobulados espacios florales no se sabría por dónde ella comienza ni dónde
o de la sincronía. ella termina.
En el segundo, A Operarao do Texto, de 1976, a partir de páginas
que son, como dice el poeta, "una 'provocación' sincrónica a la
El anterior es un fragmento de la obra Galáxias, que acompañó
historia", Poe, Maiakóvski, H oelderlin, Saussure, la poesía
al poeta desde inicios de los años sesenta, por diez años, y fue
dramática japonesa, los novísimos poetas italianos y una
con figu rada en libro veinte años después. O, con las propias
reconstrucción arqueológica del barroco, todos los e nsayos
palabras de H aroldo de Campos, en nota escrita en 1983 para el
asumen la perspectiva de una prevalencia de la operación textual
lib ro de 1984:
como matriz de la invención literaria. Y las primeras palabras de
este libro sitúan, de manera cortante, el tipo de crítica deseada
por el autor: [...] el formante inicial de lasgdaxim (fin/ comienzo: "y comienzo aquí") es
de 1963; el terminal (fin/ comienzo: "cierro encierro"), de 1973. Texro
imaginado en el extremar de los límites de la poesía y de la prosa, pulsión
Este libro pertenece a la modalidad de crítica que Bauclelaire llamaba parcitd, bioescritural en expansión galáctica entre esos dos formames cambiables
la única que verdaderamente le interesaba (como hace poco recordaban, y cambiantes (teniendo por imán temático el viaje como libro o el libro
coincidentemente, Octavio Paz en Los hijos del lilllo y Roben G reer Cohn como viaje, y por eso mismo entendido también como un "libro de
en Nodes) . Quien mejor la definió fue W:tlter Benjamin en un aforismo (de ensayos"), hoy retrospectivamente, tendería a verlo como una insinuación
A Téc11ica do Crítico e111 13 Teses): "Quien no es capaz de tomar partido, debe épica que se resolvió en una epifánica.
callar".
La operación del texto, aquí, es un ejercicio jubilatorio. Cuando tanws La lectura de este pasaje de la obra, además de confirmar la
clasifican y esquematizan, es bueno que alguien o algunos restituyan a la apreciación retrospectiva del poeta, donde el desarrollo épico es
crítica su dimensión heurística.
sorprendido desde la primera frase (y la sorpresa es de la escritura,
cuyo movimiento va imponiendo el brotar de epifanías), sirve
II para acentuar mejor aquella cualidad ya tantas veces referida de,
a la manera de Mallarmé, dar "la iniciativa a las palabras",
recobrando, en el espacio estricto del texto, la dependencia fun-
[...] empezaba a encadenarse un epos dónde do nde dónde me sien to tan
oculto como aquella sombra tan remoto como a<1uel ignoto encresparse
damental entre cierta biografía y su registro poético.
de o nda cuántas máscaras hasta llegar al papel cuántas personae hasta llegar
Cualidad que hace convergir elementos del metalenguaje que,
a la desnudez única del papel para la lucha desnuda de lo blanco frente a lo
blanco el blanco es un lenguaje que se estructura como el lenguaje sus aún así, no son contrarios a la proliferación del lenguaje, de una
signos señalan con señas y designios son señales estos signos que se diseñan historia del lenguaje, cuyos fragmentos son recogidos en los
en flujo continuo y de cada pausa serpea un sesgo de pos1bles en cada intersticios de los biogrcifemas, máscaras que son nombradas como
retaw murmura un pleno de probables el silabario ilegible hormiguea como
un casi de donde el libro arrulla la primera plúmula del libro viable que
personae de aquellos pasajes entre el ego y el ¡¡go scriptor de Valéry.
por poco parlotea y despluma y se calla insinúo la_c~rteza ele un sign~ is~a
exlibris para la nada que deslumbre de esa lengua taclta la tughra de sohman
1
310 31 1
De este modo, si la meditación acerca del propio movimiento abierta de recreación. En una traducción de esa natumleza, se tmdlfce el
propio signo, o sea, su materialidad misma (propiedades sonoras, imágenes
del lenguaje funciona como matriz de significaciones, las imágenes visuales, en fin, todo aquello que forma, según Charles Morris, la iconicidad
recurrentes de pájaros y árboles recubren y flexionan el cálculo del signo estético, entendiendo como .rigno icónico aquel "que es de cierta
de la reflexión, estableciendo, de una vez por todas, la manera similar a lo que denota''). El significad o, el parámen·o semántico,
será tan solamente el hito clemarcatorio del lugar de la empresa recread ora.
dependencia entre el decir y el hacer, o su intención, por recuperar Se está, por lo tanto, en el lado opuesto de la llamada traducción literal.
silenciosamente una expresión de Valéry. Pero se trata una
dependencia que tiene como horizonte "la nada que deslumbra
de esa lengua tácita" y que, por eso, no se resuelve en términos En este precioso texto intitulado "Da Tradu<;:ao como Cria<;ao
de significados: así como la "tughra de soUmán", "se abre en e como Crítica", escrito en 1962, pubUcado en 1963 en revista y
lobulados espacios florales no se sabría dónde ella comienza ni luego como parte del libro Metalinguagem e Outras Nietas, de 1992,
dónde ella termina". es posible confirmar la observación anterior.
Siendo así, entre comienzo y fin, el lenguaje asume su eminente Siendo un ensayo que reivindica la prominencia de Odorico
dominio entre los fragmentos biográficos: el de la circularidad, Mendes, quien tradujo a Homero y Virgilio en el siglo XIX, y
que, en su versión poética, ejerce un enorme poder centrípeto, yendo contra la jable convemte de una historiografía literaria que
arrastrando y haciendo convergir todo. El movimiento contrario, insistía, e insiste, en ver las traducciones de aquel escritor como
el centrífugo, es sinónimo de lo que termina por ser explicitación desvíos "monstruosos" de una supuesta literalidad, Haroldo de
teórico-crítica de la conciencia de la fuerza representada por las Campos percibe de forma contraria la cuestión de la traducibilidad
tensiones de la circularidad. Por eso, el trabajo de traducción y de la poesía. A l optar por la recreación, o transcreació11, como preferirá
crítica, sinónimos de esa explicitación, cuando surge, viene más tarde, el poeta establece la dependencia estricta entre la lectura
informado por aquel mismo poder centrípeto. y la propia creación poética. Leer poesía ya no como operación
descifradora de significados, sino como recifradora de estructuras
del lenguaje, donde los elementos semánticos son tomados en el
III más alto g rado de intensidad, el del signo poético.
Sin embargo, una opción de este orden solamente podría
Admitida la tesis de la imposibilidad en principio de la traducción de textos ocurrir, como ocurre, en la convergencia de una amplia
creativos, nos parece que esta engendra el corolario de la posibilidad, experiencia con el hacer poético, y un hacer poético que
también en principio, de la recreación de esos texros. Tendremos, como
quiere Bense, en otra lengua, distinta información estética, autónoma, pero privilegiase la materiaUdad del lenguaje del que son ejemplares
ambas estarán ligadas entre sí por una relación de isomorfía: serán diferentes los productos resultantes de la fase de experimentación más radi-
en cuanto a lenguaje, pero, como los cuerpos isomorfos, se cristalizarán cal de la Poesía Concreta; de una larga convivencia con la propia
dentro de un mismo sistema.
historia de la poesía, sobre todo en sus más agudos períodos de
Entonces, para nosotros, traducción de textos creativos será siempre renovació n, ya sea en referencia a la poesía en general o a la
recreación, o creación paralela, autónoma pero recíproca. Cuanto más lleno poesía brasileña en particular y, aún más, con el ampUo cuadro
de dificultades un texto, más recreable, más seductor como posibilidad de las modernas teorizaciones acerca de lo poético.
312 3 13
Por eiJo, se comprende que los soportes teóricos de este ensayo traducción operada por el escritor marañense le sirve como punto
sean autores como Fabri o Max Bense, quienes consiguen calificar de partida para la reflexión sobre la condición de la crítica ele
la calidad de información que se da en el tránsito del lenguaje poesía en el Brasil, llegando también a proponer un derrotero
poético; que su ejemplo mayor de recreación sea Ezra Pound, pedagógico para su aprendizaje, que se traduce, finalmente, como
cuyo "camino poético", según Haroldo de Campos, " fue siempre un "laboratorio de textos". La lectura crítica de la poesía, como
marcado por aventuras de traducción, mediante las que el poeta varias veces repite, sería hecha "vía traducción" porque permitiría
criticaba su propio instrumento lingüístico, sometiéndolo a las el desmontar y remontar de la máquina de la creación a la que se
más variadas dicciones, y reunia material para sus poemas en refiere. Y su conclusión sobre la lectura de las traduccion es de
preparación", y que los ejemplos brasileños incluyan desde Joao Odorico Mendes revela el alcance, no solamente crítico sino
Cabra) hasta Oswald de Andrade, de iVIemón'as Sentimentais de jodo también historiográfico, que vislumbra:
Miramar e Sera.fim Ponte Grande, Mário de Andrade, de lvfamnaíma,
y Joao Guimaraes Rosa, de Grande Sertao: Veredas. Teóricos y
Naturalmente, la lectura de las traducciones de Odorico es una lectum
creadores para quienes, o sobre quienes, la creación de la poesía, bizarra y difícil (más difícil que el original, o pina, co n alguna ironía, Jo:lo
o de la prosa de creación, envuelve siempre el cuestionamiento Ribeiro, quien lo encaró comprensivamenre). Pero en la historia creativa
de los límites del lenguaje y de la comunicabilidad y, por Jo tanto, de la poesía brasileña, una historia que se ha de hacer, muchas veces, por
versos, fragmentos de poemas, " piedras-de-toque", antes que poemas
de lo difícil como parámetro de la lectura y de la crítica poéticas.
enteros, él tiene un lugar asegurado. Y para quien se introduzca en su
Del mismo modo en q ue la crítica es parcial porque está teoría de la traducció n, expuesta fragmentariamenre en los comentarios a
los cantos traducidos, esa lectura se transformará en una intrigante aventura,
atravesada por el sentido de lo poético, que ya se acentuó como que permitirá acompañar los éxitos y fracasos (más fracasos q ue éxitos tal
cualidad, así también la traducción, que busca restaurar en otra vez) del poeta en la tarea que se enco mendó y en el ámbito ele su lenguaje
lengua tal sentido, es crítica no de amplios y rarificados de convenciones y factura especiales; pues, distintamente a lo que le pareció
a Sílvio Romero, el hecho de que el marañense se haya entregado a su
significados sino de elementos concretos de construcción. O
faena en frío ("sin emoción") y abastecido de un "sistema preconcebido"
como dice Haroldo de Campos : es, a nuestro modo de ver, precisamente lo que hay de más seductor en su
empresa.
De acuerdo o no con la argumentación cerrada del poeta, D os libros publicados por Haroldo de Campos en los años
que, aún así, llega a ser equilibrada y justa cuando, al final del noventa, O Arco-Í1is Branco. Ensaios de Literatura e Cultura, de 1997,
libro, apunta el desvío -enriquecedor del propio Antonio Candido y la reunión de poemas Crisantempo. No Esparo CunJo Nasce Um,
320 321
de 1998, sirven para mostrar, de modo cabal, la convergencia de generados en el absurdo y en la paradoja, invenciones tipográficas,
los sentidos poético e histórico del lenguaje, al mismo tiempo aprovechamiento del material sonoro y de las posibilidades del
que, el pour cause, demuestran la universalidad de su práctica y de campo visual, que solamente más tarde serían retomadas de )
su reflexión. manera sistemática, aunque no siempre con tanto éxito, por los
En el primero, reuniendo ensayos que se distribuyen por varios revolucionarios del futurismo y del dadaísmo". Y lo que llama
dominios lingüístico-culturales (el alemán, el chino, el español y muestra, rea lmente un ilu minador recorrido por aquel la
el francés), la crítica de la poesía se realiza "vía traducción", para complejidad, va ofreciendo al lector atento los índices con los
usar la expresión preferida por el poeta, dejando siempre entrever que sea posible recon figurar, muy apa rte del espacio concreto
las entrañas de la máquina de la creación, como éltnismo decía del poema, el tiempo o la curva del tiempo que describe, donde
en el texto sobre traducción y crítica de 1962, y, también de la función poética, po r eso mismo, es intensificad a por la
acuerdo con los primeros postulados del texto, obligando a metalingüistica, como ocurre en el siguiente texto, O Teixugo
repasar una historicidad que parece congeniar con la operación Estético, y que funciona como leitmotiv de todo el ensayo: ~
poética.
D e este modo, en el primero de esos dominios, por ejemplo, Um teixugo
scmou-se num sabugo
Goethe, Amo H olz, Morgenstern, Stramm, Kafka y Brecht no
no meio do refugo
son escogidos por una supuesta representatividad en el d01ninio
al que pertenecen, sino por el desafío que ofrecen, ya sea como Por que
textualidad o como articuladores de una historicidad sustancial A final?
O lunádco
de la poesía. Y qué decir sobre un texto tan sorprendente como scgredou-me
H egel Poeta - que 01nití intencionalmente en la relación de autores estático
abordados en este dominio del libro -, donde parece releer, a
O re-
partir de las entrañas revueltas del filósofo, la relación iluminadora finado animal
entre "poésie et pensé abstraite" que Paul Valéry fue capaz de acima
observar en el ensayo fundamental de 1939. agiu por amor a rima."
En el ensayo más antiguo recogido en este dominio, aquel
sobre Christian Morgenstern, cuya primera publicación es de El comentario de H aroldo de Campos es de por sí un bel lo
1958, ya se percibe la lectura de la poesía, de una poesía del ejemplo de cómo la crítica de la poesía, es decir, su lectura por la
nonsense como esta que, vía traducción, no se satisface con la traducción crítica, puede realizar la sutura fundamen tal entre lo
paráfrasis fácil de los significados, sino que, por el contrario, concreto del poema, su espacio constructor, y su fisura histórica,
busca enfrentar la complejidad de versos que, para citar al poeta- tiempo de la poesía. D ice así:
crítico-traductor, "revelan una serie de experiencias con
deformaciones de palabras, palabras-baúl, efectos de humor
322 32]
También en este poema Morgenstern desecha una sátira cruel al esteticismo convergencia: la del espacio-tiem po que está tanto en una
parnasiano, a la cadena ele la rima cultivada como piedra fi losofal de lo
curvatura como en la frágil delicadeza que, hace muchos at1os,
poético. Traduje IWiesel (comadreja) por teixugo para mantener lo in usitado
de la rima y comunicar la atmósfera iró nica. En los tres primeros versos - en texto de 1962 y aquí citado, veía como tarea principal del
presentación del "teixugo estético"- huí de la letra del original y armé un poeta-crítico-traductor: he aquí la poesía reunida en C1iscmle117po.
esquema bast.1nte grotesco, pero que, de cieno modo, la secuencia auto riza. No Esparo Curvo Nasce Um. Las razones de un maestro en el
En el original, hay un aura de scudobucolismo: la "comadreja estética" se
centro de la literatura.
sienta en un guijarro, cercada por el rumor del arroyo. M:ís o menos como
(en un loltr de.force) :
Um teixu-
go sentou-se num seixo
ii sombra de um freixo.
Adliana Contreras
Hugo 13onaldi
HAROLDO DE CAMPOS Y LA
TRADICIÓN LITERARIA
Tatlia Fraf/co-Carvalhal 45
ENCONTRO EM AUSTIN
Bemdilo Nmm 85
REVISIÓN: DINÁMICA DE
HAROLDO DE CAMPOS
EN LA CULTURA BRASILEÑA
H orácio Costa 95
O NACIONALISMO LTTERÁRIO
BRASILEIRO OU OS UVRES CAMPOS
LITERÁRIOS DE HAROLDO
Arnaldo J'araiva 137
HAROLDO DE CAMPOS: HAROLDO ORAL (MALAMÁGICA DE
LA POESÍA MÁS ALLÁ VAGAMUNDO)
DE SUS LÍMITES Jcmsa Pires Ferreira 269
Cados Pellegrino 151
O AFA DE IR ALÉM DE ...
HAROLDO DE CAMPOS EN EL Nelson Ase/m· 279
CONTEXTO DE LA POESÍA
GALAXIAS, WORK IN PROGRESS,
POLÍGLOTA BARROCO
K. A!fons Knauth 155 Roberto Echavarren 287
HAROLDO DE CAMPOS E
O TEATRO
Jacó Guinsburg 245
www.tradínco.com .uy··~~r