Documento 3.1 - Anatomía Del Sistema Nervioso 1
Documento 3.1 - Anatomía Del Sistema Nervioso 1
Documento 3.1 - Anatomía Del Sistema Nervioso 1
El Sistema Nervioso (SN) del ser humano representa la culminación de innumerables cambios
evolutivos ocurridos a través de una continua serie de adaptaciones al medio ambiente en respuesta a nuevas
necesidades funcionales del organismo. Dichos cambios han desarrollado un sistema capaz y eficiente en la
interpretación y respuesta a la gran variedad de estímulos físicos, químicos y biológicos a los cuales está
sometido el organismo. El ser humano puede pensar, razonar y crear gracias a uno de los más elaborados
mecanismos nerviosos de todos los seres vivientes. Este sistema nervioso consta de una organización
estructural extensa y compleja, que permite captar los cambios que se producen tanto en el medio externo
como interno del individuo, correlacionarlos e integrarlos, de modo que ese individuo reaccione en la forma
más adecuada a dichos cambios y pueda seguir subsistiendo como tal.
Por razones didácticas, el sistema nervioso se divide para su estudio en dos principales componentes
de acuerdo a criterios anatómicos: el Sistema Nervioso Central (SNC) y el Sistema Nervioso Periférico (SNP). El
primero, compuesto por dos partes, está alojado en un estuche óseo formado por los huesos del cráneo
(cavidad craneal) y por las vértebras (canal vertebral). La parte contenida en el cráneo se denomina encéfalo
(literalmente, “dentro de la cabeza”) y lo constituyen los segmentos cerebro, cerebelo y tronco encefálico. La
porción protegida por las vértebras se llama médula espinal y ocupa el canal vertebral. En cambio, el SNP es
aquel que queda fuera del estuche óseo mencionado y está constituido por nervios, ganglios y receptores; en
otras palabras, es aquel que media la conexión entre los elementos del SNC y los medios externo e interno.
Otra forma de estudiar el SN es distinguir una parte de él dirigida a relacionar al organismo con el
mundo que le rodea, de modo tal que le permite percibir estímulos externos y ejecutar movimientos; esta
parte es conocida como el Sistema Nervioso de la Vida de Relación/Animal; y otra parte, el Sistema Nervioso
Autónomo/Vegetativo, destinada a los fenómenos de nutrición, secreciones, mantención de la temperatura
corporal, etc., todas funciones que ocurren sin mediación de la voluntad. Durante mucho tiempo se pensó que
ambos SN estaban separados anatómicamente, lo cual es inexacto pues en realidad en muchas partes no son
distinguibles uno de otro. Dada esta dificultad, se prefiere comenzar el estudio empleando la división
anatómica; sin embargo, para más adelante entender el funcionamiento de las vías nerviosas es necesario
tener en cuenta la división funcional. Entonces, el Sistema Nervioso Autónomo (SNA) tiene componentes tanto
en el SNC como SNP. El SNA se encarga de la inervación de vísceras, numerosas mucosas, músculo liso en
forma de túnicas musculares, y todas las glándulas. El presente capítulo versará mayoritariamente sobre el
SNC, mencionando al SNP sólo en lo referente a los nervios craneales (en el curso del segundo semestre esto
será abordado más en profundidad).
En términos generales se puede decir que el SN está constituido por un sólo tipo de tejido: el tejido
nervioso, el cual consta a su vez de dos tipos de células: las neuronas y las células de neuroglia. Las neuronas
tienen a su cargo la función de captar y transmitir los impulsos nerviosos dentro del SN, mientras que las
células de neuroglia (o glías) tienen a su cargo las funciones de soporte estructural, aporte de material para el
metabolismo de las neuronas, defensa y protección.
Las neuronas se caracterizan por sus intrincadas ramificaciones, las cuales irradian desde el cuerpo
celular (soma neuronal); este último contiene retículo endoplasmático (sustancia de Nissl), mitocondrias,
aparato de Golgi, neurotúbulos y núcleo con nucléolo Fig 1. Las prolongaciones o procesos que conducen
impulsos hacia el cuerpo celular se denominan dendritas y se caracterizan por ser muy numerosas y por
extenderse, generalmente, a cortas distancias del soma Fig 2. Aquellos procesos que conducen impulsos desde
el cuerpo celular a otras regiones se denominan axones/neuritos, y se caracterizan por ser únicos, es decir,
uno para cada neurona y bastante largos en algunos casos Fig 3. Estos últimos, sin embargo, después de
emerger del soma neuronal pueden ramificarse dando lugar a ramas colaterales que en general salen en
ángulo recto con respecto del axón. El axón de algunas neuronas se recubre de una vaina de mielina,
constituida por la membrana de una célula glial (oligodendrocito en el SNC y célula de Schwann en el SNP) y
una sustancia que contiene gran cantidad de lípidos producida por ésta. Esta mielina suele presentarse a
intervalos regulares a lo largo del axón; los lugares donde ella no se observa son los nodos de Ranvier; estas
estructuras son de gran importancia en la velocidad y tipo de conducción nerviosa y están presentes en axones
mielinizados, mientras que los axones amielínicos carecen de estas estructuras. Cuando axones se agrupan
formando manojos, resulta un haz/tracto/fascículo en el SNC o nervio en el SNP.
La neurona es una célula altamente especializada y capaz de ser estimulada (irritabilidad). Además, es
capaz de conducir los impulsos a lo largo de sus prolongaciones (conductibilidad). Las neuronas suelen ser
clasificadas de acuerdo a la forma que tienen en pseudounipolares/en T, bipolares o multipolares. Si se
considera la función que desempeñan ellas dentro del circuito de conducción del impulso nervioso, podrán ser
sensitivas/aferentes, motoras/eferentes o intercalares/de asociación/interneuronas. Las neuronas pueden
formar cadenas a lo largo de las cuales los impulsos nerviosos transcurren; aquellos puntos en los cuales una
neurona se relaciona con otra tanto anatómica como funcionalmente, reciben el nombre de sinapsis,
estructura de gran importancia funcional que determina el sentido de transmisión de los impulsos nerviosos.
Aquellas estructuras anatómicas a través de las cuales las neuronas sensitivas captan las variaciones
locales que se producen en el medio ambiente externo o interno del individuo, se denominan receptores.
Según sea la localización que tenga el receptor en el cuerpo humano, será la denominación general que
reciban, así aquellos receptores que están en la piel son denominados exteroceptores (terminaciones libres del
dolor, corpúsculos de Pacini, corpúsculos de Meissner, etc), mientras que aquellos que están en los músculos,
tendones y articulaciones (husos neuromusculares y órgano tendinoso de Golgi) se denominan propioceptores,
y sensan la posición espacial del organismo y grado de tensión de estructuras del aparato locomotor (por
ejemplo, usted puede cerrar los ojos y aun así tener conciencia de la posición en la que se encuentran sus pies);
finalmente, aquellos receptores emplazados en la pared de vísceras se denominan interoceptores, y se
encargan de censar el estado y grado de distensión de vísceras (cuán dilatada está la vejiga urinaria, por
ejemplo). También existen tipos particulares de estos receptores que alcanzan elevada especialización y que
forman parte de los órganos de los sentidos especiales (visión, audición, equilibrio, gusto y olfato).
La función principal del SN es detectar e interpretar los cambios que suceden alrededor del individuo,
así como aquellos que comprometen su medio interno, para elaborar una respuesta global, armónica,
coordinada y congruente al evento detectado, que favorezca la supervivencia del organismo.
Lectura Complementaria:
- “Anatomía con Orientación Clínica”, Moore; 6°, 7° o 8° edición, págs. 46-65.