Los Chakras y Nuestras Emociones

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Los chakras y nuestras emociones

Fitness

Jueves 11 de Junio de 2020

Es sabido que en Occidente se maneja la idea de que nuestro cuerpo es materia y nada
más, pero no es así. No estamos compuestos únicamente de un cuerpo físico con tejido
conectivo y órganos, sino que también contamos con un cuerpo mental, un cuerpo
emocional y un cuerpo energético movido, justamente, por las emociones.

El término chakra viene del sánscrito (lengua clásica de la India) que significa rueda. Son
nuestros centros energéticos y existen siete principales, distribuidos a lo largo de la
columna vertebral, que juntos forman la columna del cuerpo sutil, mejor conocida como
Sushumna Nadi. Esta columna del cuerpo energético está conectada con la columna física
a través de la médula espinal. A su vez, los chakras se van conectando unos con otros
gracias a los Nadis o canales energéticos.

La palabra “nadi” viene del sánscrito que significa tubo o arteria y forman, junto con los
chakras, el sistema energético no material. A través de este, circula la información
emocional y el prana o energía vital. Una de las formas en las que nuestro cuerpo absorbe
esta energía vital es gracias a nuestra respiración. Cuando la respiración es deficiente,
claramente nos sentimos más cansados de lo normal, nuestras emociones se encuentran
en un vaivén difícil de controlar, estamos más susceptibles a reaccionar de manera
exagerada ante cualquier evento, no podemos pensar con claridad, no podemos tener un
sueño reparador, incrementan el estrés y la ansiedad.

Es por esta razón que hacemos tanto énfasis en la respiración cuando practicamos yoga y
mindfulness, ya que, si permitimos que el prana deje de circular correctamente,
desequilibramos nuestro cuerpo energético y las emociones se ven cada vez más
afectadas.

Cada chakra trabaja una emoción diferente y al activarlos de diferentes formas, una de
ellas la disciplina del yoga, funcionan como una herramienta de sanación para continuar en
el camino de conectar cuerpo, mente y alma.

A continuación, les presento una descripción general de cada chakra y una pregunta que
lo involucra para que se la contesten a ustedes mismos de manera personal y sin censura,
con la finalidad de identificar aquello que necesitan sanar, tomándolo no como una
debilidad, sino como un área de oportunidad para mejorar y acercarnos un poco más cada
día a experimentar armonía, ecuanimidad y paz duradera en nuestra vida.
Te recomiendo anotar todas tus respuestas para que las guardes como un registro y
puedas compararlas, quizá un mes después, con los avances que has logrado. Además,
vas a escribir un plan de acción con las decisiones que deberías de tomar para comenzar
a solucionar y sanar esa emoción. Y, como cualquier proceso de sanación, comienza
identificando el primer paso para lograr eso que tanto deseas.

1. Muladhara: es el chakra raíz, color rojo, localizado en la base de la columna, que


nos conecta con la tierra y nos ayuda a tener autoconfianza, dominio personal,
estabilidad y equilibrio.
Pregunta: ¿En qué áreas de mi vida pierdo estabilidad y por qué?

2. Svadhisthana: es el chakra de la creatividad y de la sensibilidad, color naranja,


localizado dos dedos por debajo del ombligo, que nos enseña a fluir como el agua.
Es bueno tener estructura y control en nuestra vida, pero también es importante
reconocer que, cuando algo no depende de nosotros, hay que aprender a soltarlo.
Pregunta: ¿Qué tengo ganas con todo mi corazón de hacer y no me lo he permitido
por culpa, por miedo a que me juzguen, por miedo a lo que pensarán otros de mí o
por limitaciones que me han impuesto desde pequeño?

3. Manipura: es el chakra de la voluntad, color amarillo, localizado en el plexo solar,


que trabaja nuestro fuego interno, nuestra fuerza de voluntad y nuestro poder
personal.
Pregunta: ¿Qué tan seguido permito que otros decidan por mí y en qué
circunstancias?

4. Anahata: es el chakra del corazón, color verde, localizado al centro del pecho, y
nos enseña el amor y la compasión hacia otros seres vivos y hacia nosotros
mismos, y la importancia del perdón para romper con las ataduras que nos generan
las impurezas mentales, permitiéndonos experimentar una sensación de libertad.
Este chakra funciona como un puente para unir y equilibrar, a través de la
respiración, los tres primeros chakras de energía más densa (terrenal) con los
últimos tres chakras de energía más sutil (espiritual).
Pregunta: ¿A quién no he podido perdonar y qué emociones me ha producido esta
situación? Debo de entender que el perdón es una decisión que me liberará a mí
mismo de emociones negativas.

5. Vishuddha: es el chakra del sonido, color azul, localizado a la altura de la


garganta, que nos enseña no únicamente a comunicarnos y expresarnos con otros
seres vivos, sino a escucharnos a nosotros mismos para saber qué es lo que
realmente deseamos.
Pregunta: ¿En qué áreas de mi vida no me sé expresar y por qué?

6. Ajna: es el chakra de la intuición, color índigo, localizado en el entrecejo.


Conocido también como el tercer ojo, este chakra nos da luz para aprender a
escuchar nuestra sabia voz interna.
Pregunta: ¿En qué ocasiones no he hecho caso a mi voz interna y que sucedió?

7. Sahasrara: es el chakra que nos conecta con el poder superior, color violeta o
blanco, localizado en la corona de la cabeza. Funciona como un receptáculo para
escuchar, en silencio, todas las respuestas que nos llegan del universo cuando
nuestra mente terrenal ya no encuentra solución.
Pregunta: ¿Qué situación en mi vida me di cuenta de que fue realmente un milagro,
una obra de mi Ser Superior, del Universo?
 

Apliquemos estas enseñanzas milenarias de Oriente, perfectamente demostradas, para


aprender a sanarnos a nosotros mismos y tener una vida más plena, tomando lo mejor de
ambos mundos.

Namasté Namaskar,
Françoise Brailovsky
Programa ITAM Wellbeing

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