Pero Querias Ser Doctor
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130 pag.
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La presentación y disposición de, Pero querías ser doctor son propiedad del autor.
Famoso Mentor
Robert Friedland
Steve Jobs
Su maestra de primaria, Ms. Duncan
Oprah Winfrey
Platón
Aristóteles
Sócrates
Platón
Aristóteles
Alejandro Magno
Steve Jobs
Mark Zuckerberg
Max Talmey
Albert Einstein
Almroth Wright
Alexander Fleming
Isaac Barrow
Isaac Newton
Dennis William Sciama
Stephen Hawking
Jeff Bezos Sam Walton
¿Qué te quiero decir con esto? Básicamente esta regla se repite con
miles y miles de personas famosas que lograron un impacto importante en la
sociedad. No espero que tú lo hagas, puede que no sea tu objetivo, pero verás
que estas personas alcanzaron sus propósitos y metas debido a que se
Tipos de mentores:
Libros
Presenciales
Cursos
Cursos/talleres/conferencias en línea
Hay que estar atento a tu entorno, ¿cómo sabes que un niño es más listo
que los otros niños? Debido a su nivel de percepción, ellos notan cosas que
los otros no. En la medicina, como en cualquier otro aspecto de tu vida, es
preferible que prestes atención. ¿Cómo lograrlo? Hay diferentes métodos,
quizás el que más conozcas sea la meditación, que te ayuda a relajarte.
Tómate al menos cinco o diez minutos durante tu día, ya sea en la mañana o
en la noche, para solo respirar, estar al tanto de tu entorno, trata de no pensar
en nada. ¡Ojo!, ¡no estoy diciendo que sea fácil, lo más probable es que tu
mente comience a divagar más pronto de lo que crees! No dejes de tratar o
utiliza algún otro método que creas que te puede funcionar.
¿Para qué te va a ayudar tener un nivel de percepción alto? En la
biología básica hay un principio fundamental, el cual lo hemos visto a lo
largo de la historia, no es el más inteligente ni el más fuerte el que sobrevive,
sino el que se adapta. A lo largo de tu vida te vas a tener que adaptar a
diferentes situaciones y escenarios: algunos buenos, otros malos,
dependiendo de cómo reacciones ante ellos será el resultado. Pongamos un
ejemplo:
Toda tu vida has estudiado o seguido una rutina, ya sea de estudio o
ejercicio, que te ha funcionado hasta este momento; de pronto ves que tu
rendimiento no es el mismo, porque las circunstancias han cambiado. Como
decía Albert Einstein, “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo
mismo”. Miles de veces nos enfrascamos en una idea necia que no nos ha
servido hasta el momento, por lo que dependiendo de las circunstancias
tenemos que detenernos a evaluar la situación.
La mentalidad de una gran mayoría de la población es que las cosas son
blancas o negras. Tienes que aprender que la vida no es así, hace miles de
años fallar era considerado algo terrible. Hoy en día veo mucho
emprendimiento, ganas de crear un “impacto” en la sociedad, aunque la
mayoría de las personas no saben qué quieren decir cuando les preguntas
sobre ello. Atrévete a fallar en el intento, utiliza diferentes métodos para
Adam Smith
Inversionista
Autoempleado
Esta jerarquía se aprende sí o sí, ya sea por las buenas o por las malas, y
esta última incluye los llamados encierros o guardias de castigo.
¿Por qué sería diferente en esta profesión, si es que las jerarquías en
su mayoría se obtienen con el pasar de los años y el conocimiento que se
acumula a lo largo de los mismos? Los de menor grado estamos para
aprender y los de mayor, para enseñar. Claro nunca faltará alguien con mayor
rango que tú que sea una persona no grata y le guste hacerte sufrir, pero ese
es un tema que tocaremos más adelante.
Si estas dos palabras son diferentes caras de una misma moneda ¿qué
pasaría si se entrena a aquellos que carecen de habilidades para que mejoren
las mismas y, por ende, el entendimiento de sus propios conocimientos?
Kruger y Dunning encontraron exactamente eso en un experimento. Lo que
pasó fue que enseñaron a aquellos que tenían pocas habilidades en
razonamiento lógico para desempeñarse significativamente mejor, lo cual
llevó a que se disminuyera su extrema confianza en dicha tarea, aunque no de
manera total. Entonces, una de las maneras para hacer que aquellos que creen
que se desempeñan de manera increíble en un trabajo, aquello que los haría
recapacitar sobre su desempeño, es enseñarlos a mejorar sus habilidades y a
que se den cuenta de que no lo son.
El descubrimiento de que la incompetencia causa extrema confianza
deja con un buen sabor de boca. Debido a que cuanto más estudiamos un
tema en específico y nos desempeñamos en el mismo nos volvemos mejores
al realizarlo y de manera proporcional aumenta nuestro conocimiento.
Piénsalo así: cuando comienzas a suturar, por decir un tarea rutinaria, tu nivel
de habilidad es prácticamente nulo y tu confianza es mucho mayor a lo que
debería ser (estás teniendo demasiada confianza en ti). A medida que tu
habilidad prospera, la confianza en ti mismo aumenta también, pero, en
menor medida, seguro piensas: “no soy tan bueno como creí” (si es que eres
sincero contigo mismo, claro está), por lo que eventualmente a un nivel
mayor de habilidad la confianza que tienes en ti mismo en cierto punto hace
match con el nivel real que posees para desempeñar una tarea. Lo más
peligroso en este ámbito es cuando apenas cuentas con conocimientos
superficiales sobre el tema, porque seguramente, como se explicó, la
confianza en ti mismo es mayor a la habilidad que posees para desenvolverte.
Este ejemplo es tan sencillo que lo puedes reproducir en cualquier lugar,
por eso te invito a que la próxima vez que estés con tus amigos comentes
sobre un tema cualquiera, digamos jugar fútbol, manejar, ligar, etcétera. El
truco está en preguntar quién de ellos se cree que es mejor que la población
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Datos de 2001 a 2016
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Complicado, ¿no?
Sinceramente todo comenzó en una cena donde por azares del destino
coincidí con el chef de Talento, reconocido restaurante en Guadalajara,
Jalisco, quien me inspiró para escribir este libro. Una vez con la idea en la
cabeza, me imaginé que sería fácil realizarlo, me dije a mí mismo: “¿Qué tan
difícil puede ser? Soy un apasionado de la lectura y en algunas ocasiones he
tenido el gusto por escribir”. A un amigo que ya había escrito un libro a su
corta edad, de 22-23 años, le pregunté cómo iniciarlo y observé también lo
que hacía para generar el contenido (él realizaba entrevistas), fue así como
me vino esta idea a la cabeza.
Comencé a entrevistar a médicos de estratos socioeconómicos
diferentes y con visiones del mundo totalmente contrarias a primera vista,
desde un capitalista despiadado hasta uno que predica amor y paz. Mi
sorpresa fue aún más grande cuando les hacía la pregunta: “Para ti, ¿qué es el
éxito?” Si nunca te has planteado este cuestionamiento y no tienes una
respuesta clara, ¿cómo piensas llegar a él?
Escríbelo en una frase que no pase de diez palabras:
_____________________________________________________________________
Este texto tiene como base uno de los aspectos relacionados con la
profesión médica, derivado de un punto que me canso de escuchar en
múltiples conversaciones: el doctor x es el mejor cirujano del país, el doctor y
es el mejor internista del continente. Y siempre me pregunto, ¿con qué
seguridad lo afirmas?, ¿en qué hechos te basas para decirlo?, ¿no estarás
menospreciando el trabajo de los demás?
Por más que he interrogado y buscado alguna manera factible de medir
estos comentarios me encuentro con la disyuntiva entre lo objetivo y lo
subjetivo de la percepción de las personas. Bueno y malo son cuestiones
subjetivas. Lo que para x puede resultar favorable para y es perjudicial. Por
fin, después de meses de búsqueda, entrevistas y encuestas a personal de la
salud, encontré una respuesta que satisfacía mi deseo de entendimiento sobre
este tema.
Ashish Jha, un profesor de Harvard, realizó la encuesta que tanto
anhelaba y los resultados fueron de cierta manera inesperados. Sinceramente
no creo que haya mucha diferencia entre un médico y otro al alcanzar un
nivel de presión dentro de los límites normales con farmacoterapia. Cuando
tienes hipertensión, rara vez alguien preguntará quién es el doctor que mejor
maneja la presión de sus pacientes, quién tiene los mejores índices de control
de glicemia en pacientes diabéticos. Todos estos resultados se basan no solo
en la calidad del médico, sino en múltiples factores que conciernen al
paciente como, por ejemplo, si sigue las especificaciones del tratamiento,
entre otras variables.
Por esta razón, Ashish Jha decidió realizar una encuesta en Twitter. El
margen de los resultados está limitado a aquellos con los que el profesor tiene
contacto, el número de veces que fue compartido su tuit y otras limitaciones.
Sin embargo, menciona otras limitantes en las cuales reconoce que pudiera
haber médicos que no son capaces o incluso son perjudiciales para la salud
del paciente; aunque la mayoría que lo logra, después de tantos filtros para
llegar a ser galeno, suele estar curtido por la experiencia y el conocimiento.
Claro que cuando suceden este tipo de eventos hay que acudir a
medicina laboral o epidemiológica, según se maneje el hospital donde ocurra,
pero ya puedes estar un poco más tranquilo si es que llegas a sufrir un
accidente como este.
Sin lugar a dudas de los primeros objetos con los que relacionamos la
palabra doctor o médico es con la bata blanca. Desde nuestro primer día de
clases nos hacen portarla con orgullo y mantenerla lo más limpia posible
contra toda adversidad; nuestra fiel compañera de profesión es como una
capa con la cual nos convertimos en súper héroes para poder salvar a los
enfermos.
El uso es tan cotidiano que no nos percatamos a ciencia cierta de cómo
nuestra vestimenta influye directa o indirectamente en nuestros pacientes;
más de alguna vez nos habremos quejado por el uso de la misma, argumentar
su uso racional y no todo el tiempo en el hospital, incluso en esos meses de
verano donde el calor es extenuante e intentan justificarte sin convencerte
totalmente con argumentos válidos del porqué del uso de la bata o el buen
vestir en los médicos juega un papel en la relación médico-paciente.
Diversos estudios se han realizado a lo largo del mundo; en 2015 se hizo
el más grande hasta entonces, pues se llevaron a cabo 6,280 encuestas, de las
cuales 4,062 se llenaron de manera correcta y se analizaron. ¿Qué intentaba
mostrar este estudio? Pretendía resolver la incógnita de si la vestimenta con la
que atendemos al paciente influye en la satisfacción del mismo, en sus
expectativas y preferencias.
La primera impresión que damos al paciente, según la hipótesis
presentada en diversos artículos, puede mejorar la experiencia, la relación
médico-paciente e, incluso, la adherencia al tratamiento que les indicamos. Si
nuestra función es preservar la salud del enfermo, es obvio que nos interesa
brindar una mejor atención, establecer una mejor relación, ya que el paciente
no es solo la enfermedad, el entorno también juega un papel fundamental.
Las encuestas se llevaron a cabo con fotos donde se mostraba a la misma
persona como médico con diferentes vestimentas:
Para no caer en anclaje dando de esta manera predilección por algún tipo
de gestos, iluminación u otros, se dispuso de la misma persona y el mismo
fotógrafo para reducir el riesgo de que esto ocurriera.
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Causas de la resistencia
Prescripción inadecuada
Infinidad de médicos llegan a recetar estos medicamentos sin siquiera
tener una indicación clara. Incluso cuando se presenta una infección por
bacteria, el tratamiento empírico en múltiples ocasiones no es el adecuado
para la bacteria que ataca a nuestro paciente, además de que la duración del
tratamiento tampoco es la correcta. El ejemplo más claro, y que me preocupa
mucho, es un cuadro de infección de vías respiratorias: revisas al paciente y
tú sabes que lo más probable, simplemente por estadística, es que la infección
sea de origen viral; no obstante, hay quienes se atreven a recetar con gran
seguridad un antibiótico para estos padecimientos. Prescriben antibióticos a
diestra y siniestra como si fueran dulces indicando dos, tres o hasta cuatro
diferentes medicamentes para ver cuál funciona y no quedar como el médico
que no le recetó nada a su paciente. Diversos estudios señalan que las
indicaciones terapéuticas en cuanto a agente y terapia antibacterial son
inapropiados en 30% a 50% de los casos (Aslam et al., 2018; who, 2014).
También está el típico paciente que llega a pedir que le recetes
antibióticos sin saber cómo funcionan o si tienen alguna indicación para su
uso. Por otro lado, como sabemos, esta industria es un negocio, a fin de
cuentas, por ejemplo, en los consultorios anexos a farmacias los médicos se
ven casi obligados a recetar lo que sea, porque esto juega un papel en sus
ingresos.
El escenario económico
Solo en Estados Unidos se registran anualmente 99 mil muertes por
bacterias resistentes a antibióticos adquiridas en hospital. En 2006, cerca de
50 mil norteamericanos murieron por dos de estas enfermedades: neumonía y
sepsis. Los pacientes hospitalarios con infecciones resistentes a antibióticos
necesitan quedarse al menos 13 días, lo que aumenta en 8 millones de días en
hospitales cada año. En total, pérdidas económicas cercanas a 20 billones de
dólares han sido registradas en Estados Unidos, mientras que 35 billones de
dólares anualmente se pierden debido a la baja productividad asociada a
infecciones por bacterias resistentes.
De acuerdo con los analistas de la Corporación de Desarrollo e
Investigación (Research and Development Corporation), uno de los peores
escenarios que podríamos ver en los siguientes años sería que nos quedemos
sin antibióticos para tratar infecciones. En este escenario el déficit económico
sería por lo menos de 120 trillones de dólares (3 trillones por año), lo cual es
equivalente al gasto anual de Estados Unidos en el sector salud, poco más
que el pib de Reino Unido en 2017. En general la población total se verá
gravemente afectada (Aslam et al., 2018). Como se puede ver el crecimiento
económico mundial disminuiría sumiéndonos en una posible crisis
Daniel: Uno de los temas del G20 de 2017 fue la resistencia a los
antibióticos, es un tema que se le compara con el calentamiento global, pero
no tiene la difusión como este último, ¿a qué cree que se deba?
Dr. Macías: Sin duda alguna a la falta de conciencia. Como bien lo
mencionaste, es una crisis de proporciones colosales, se debe en parte a que
no se toman las medidas necesarias para mitigar el problema y que los
antibióticos es algo que se da por hecho, siendo que estos apenas se
descubrieron hace un siglo. Este tipo de medicamentos, sin duda, nos
ayudaron a desarrollar la medicina como la conocemos hoy en día y las
personas no tienen idea del grave problema. Estos fármacos nos han ayudado
a desarrollar nuevas y mejores técnicas no solo quirúrgicas, sino también de
laboratorio.
Esta última ha sido estudiada en gran medida. Sus defensores alegan que
gracias a ello se puede ver la evolución del paciente, dar un seguimiento
continuo, preparar al joven médico para lo que la profesión le demandará en
un futuro. Por otro lado, la evidencia científica nos arroja que el cansancio
por la falta de sueño afecta la ejecución de las tareas.41 La fatiga, sin duda,
puede causar que el médico incluso se pueda dañar a sí mismo, es común que
estos últimos causen accidentes de tráfico posterior a una guardia sin dormir.
También afecta el humor poniéndolos de malas, disminuye la curva de
aprendizaje, la memoria no funciona de manera correcta, entre otras. Solo
piénsalo, ¿te dejarías operar por un cirujano que no ha dormido en 30 horas?
Brian Goldman, en su conferencia “Doctors Make Mistakes. Can We
Talk about It?”, hace una referencia excelente, la cual hace mediante una
comparación con el béisbol. El porcentaje de bateo de un jugador profesional
es de 300/1000, es decir, que de cada mil pelotas lanzadas batea 300 sin ser
atrapado; aquellos que batean 400/1000 sin ser atrapado llegan a ser
considerados leyendas. En cuanto a la medicina, en comparación con los
cirujanos, como cardiocirujanos, neurocirujanos, cirujanos pediatras,
sinceramente nadie sabe la tasa de éxito de sus procedimientos.
Uno como estudiante de medicina comienza con la esperanza de
aprender todo, así nunca fallarás, serás una eminencia, salvarás todas las
vidas que crucen tu camino. La realidad es que seguimos siendo humanos y
lamentablemente no tenemos una tasa de resolver de 1000/1000. Siempre
habrá algún caso difícil y justamente llegan cuando tu ego se empieza a
Querido medico a los 18, llevas espernado una infinidad para estudiar
medicina, seguramente parte de tu amor nacio por ver Dr. House y Greys
Anatomy.
Por todos aquellos que han aguantado nuestro mal humor en periodo
de exámenes, nuestros ratos de aislamiento, a nuestros padres y por todos los
que nos han visto en este camino, por los que no nos verán acabarlo, por
todas esas personas que nos aportaron sus padecimientos para que tuviéramos
conocimiento, por los que dejan su hogar para perseguir sus sueños. Por los
pacientes, todo tu esfuerzo es por y para ellos.
Éxito.
Gladwell, M. (2011). Fuera de serie: por qué unas personas tienen éxito
y otras no (Outliers). México: Editorial Debolsillo, pp. 13-27.
Usla, H. (2019). “El sector salud representa el 5.6% del pib de México”.
El Financiero. Tomado de
https://www.elfinanciero.com.mx/economia/el-sector-salud-
representa-el-5-6-del-pib-de-mexico