Poderes Opuesto Galata 5,16,26
Poderes Opuesto Galata 5,16,26
Poderes Opuesto Galata 5,16,26
GÁLATAS 5:16-26
Para este estudio Pablo va a expresar y contrastar el tremendo antagonismo entre el Espíritu y la
carne; es decir, el vivir EN Cristo, con un andar y un vivir continuamente regulado por la acción e
influencia del Espíritu Santo, con los deseos del Espíritu o el vivir y andar en la condición natural y
NO redimida o regenerada del ser humano, con los deseos carnales.
Romanos 8:9 “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que
el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es
de él.”
1ª Corintios 6:19-20 “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el
cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis
sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro
espíritu, los cuales son de Dios.”
Hay un Principio Espiritual en estos versículos, y es el Andar o vivir controlados por el Espíritu,
es decir, como una Nueva Criatura, 2ª Corintios 5:17 “De modo que, si alguno está en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”, PERO
encontramos una Oposición entre nuestro espíritu (lo que está siendo santificado), y nuestra
carne (nuestra naturaleza caída o pecaminosa)
NO hay nada, absolutamente nada en común entre el Espíritu de Dios y las tendencias,
deseos y operaciones de la carne; salvo que ambas luchan a la vez que cohabitan en
nosotros, hasta que muramos y partamos a la Presencia del Señor, o ÉL Venga en Gloria
antes y seamos glorificados.
El Espíritu de Dios NO se preocupa por mejorar las tendencias naturales y carnales del hombre,
sino que las tiene directamente por muertas, gracias a la muerte de Cristo en la Cruz.
Vida de esclavitud a nuestros deseos o Vida de libertad bajo el control de Dios; ¿Cuál
prefieres?
Por ello, dentro de todos y cada uno de nosotros (cristianos) hay un terrible conflicto, en el
cual NO podemos hacerle frente según nuestras fuerzas; y es el que el mismo Pablo
padeció y sufrió y describe en Romanos 7; ya que dentro de cada cristiano viven y habitan
2 naturalezas (la vieja y pecaminosa y la nueva y espiritual), y lo hacen en una incesante
lucha de intereses contradictorios.
Romanos 7:15-24 «Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo
que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De
manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que,
en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el
hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si
hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que,
queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre
interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela
contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis
miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?»
1.- Con un Diagnóstico Real, NO basado en nuestro engañoso y perverso corazón, sino a
través de la meditación de la Palabra de Dios, la cual es Viva y eficaz. Hebreos 4:12
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de
dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los
tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. ”
2.- Con el auxilio del Parakleto, del Espíritu Santo, NO contristándolo y andando
continuamente por ÉL, estando muertos con Cristo a la carne
El Versículo 18 (el cual tiene cierto paralelismo con Romanos 6) nos dice que los santificados NO
están bajo la Ley, sino en un nivel más alto, están dentro de la esfera de la Gracia.
La Ley NO tiene nada que ver ni nada que hacer allí donde el fruto de la Obra de Cristo se vivifica
plenamente en la vida del creyente por continua operación del Espíritu Santo.
APLICACIÓN
Pablo comienza con las Obras (pues demandan acción u omisión por parte de la persona)
naturales, manifiestas y obvias de la Carne, las cuales distorsionan nuestra relación para
con Dios, y para contra el prójimo.
Ayudar a los gálatas a distinguir entre los asquerosos y perversos brotes de la carne NO
regenerada, y el bendito fruto que produce el Espíritu Santo en la vida de los genuinos
creyentes que se han entregado al Señor.
Gálatas 5:19-21 «Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a
estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que
practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.»
Pablo procede a dar una repugnante lista de pecados característicos de una humanidad
NO redimida, y los clasifica en 3 áreas o grupos: pecados de índole sexual, de índole
religioso y de relaciones humanas.
Se puede ver además otras listas, como Romanos 1:24-32 o 1ª Corintios 6:9-10
Morris lo define como “el desconocimiento de las normas aceptadas… una conducta
que no conoce la restricción. “Lascivia puede ser considerada como una impureza
pública y abierta.” Un hombre puede ser inmundo y ocultar su pecado, y no se
convierte en libertinaje hasta que se sorprende ante la decencia pública” (Lightfoot)
William Barclay escribió de esta palabra lujuria, la palabra griega aselgeia: “La gran
característica de aselgeia es esta el mal hombre por lo general trata de ocultar su
pecado, más el hombre que tiene aselgeia en su alma no le importa mucho los
choques de la opinión pública, siempre y cuando pueda satisfacer sus deseos
“Barclay también escribió,” En muchos sentidos aselgeia es la palabra más fea en la
lista de los pecados del Nuevo Testamento. “Vivimos en una cultura increíblemente
muy lasciva, sin embargo, el Espíritu Santo nunca guía a nadie en libertinaje
Idolatría, alude a la sustitución del culto a Dios por una figura o un ídolo, que se antepone
a Dios en nuestro corazón (Ver Hechos 19:19, Apocalipsis 13:15, 2ª Tesalonicenses 2:4)
Hechicería («Pharmakia» de ahí se deriva farmacia), que alude al empleo de drogas, artes
mágicas como ocultismo, brujería y magia, las cuales facilitaban la comunicación con sus
falsas deidades.
La caída de Génesis 3 supuso que el «yo humano» marcase su propio rumbo sin someterse a
Dios y a SU Voluntad, así como tampoco tener o tomar en consideración hacia el semejante.
La buena educación, o la disciplina de una sociedad bien ordenada y establecida pudiera
apaciguar o frenar algo, está claro que partimos desde una actitud de rebeldía frente a Dios, y en
oposición frente al prójimo.
Contiendas y herejías ,… fruto de un corrupto enojo. Vemos que hay enemistades que
resultan en contiendas y pleitos, celos (son un resentimiento odioso), iras (explosiones
súbitas e incontroladas de hostilidad carentes de dominio propio)
Borracheras y orgías a ídolos paganos
«Y OTRAS COSAS SEMEJANTES» alude a que la lista No acaba ahí, podría perfectamente
seguir.
Por el fruto se conocerá al árbol (Mateo 7:15-23, y por eso la Biblia nos manda a auto
examinarnos para ver si estamos en la fe (2ª Corintios 13:5), ya que la Gracia y el Perdón de Dios
está disponible para todos, como en la parábola del Hijo Pródigo, que NO resistió más vivir en
pecado y volvió arrepentido y humillado a casa de su padre.
Pablo ahora, va a contrastar esta repulsiva lista con el FRUTO DEL ESPÍRITU, es decir, con el
resultado natural de depender y de andar en el Espíritu Santo, que es quien los produce, y NO
nosotros por nuestros esfuerzos.
Gálatas 5:22-23 «Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.»
Cuando el Espíritu Santo controla, gobierna y dirige la vida del creyente, da como resultado, o
produce en él 9 características o aptitudes conectadas entre sí, y que Cristo las llevó al clímax
durante SU vida terrenal aquí; por algo el Espíritu Santo nos está haciendo cada vez más como El
Hijo y menos como nosotros, como dice en Romanos 8:29 (Santificación)
Sólo (repetimos, sólo) en Cristo se ha manifestado de una forma continua, total y plenamente el
Fruto del Espíritu; PERO cualquiera que sea guiado por el ES, que sea santificado por ÉL,
también llevará el Fruto del Espíritu
Es Jesús viviendo SU Vida en Nosotros, a través nuestro, y por eso debemos permanecer en ÉL
como dice en Juan 15:4.
CONTRA TALES COSAS NO HAY LEY, NO necesita una Ley externa para producir
aptitudes o una conducta que agrade a Dios.
Pablo va ahora a citar un versículo que se puede entender a la luz de Romanos 6:1-11
Gálatas 5:24 «Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y
deseos»
En la CRUZ de Cristo se llevó a cabo nuestra muerte en la carne, poniendo fin a su poder para
reinar sobre los creyentes
Aunque la carne ya ha sido ejecutada (en la Cruz con Cristo), aun libramos una batalla espiritual
dentro de cada uno (Ver Romanos 7.14-25); la cual seremos librados de ella en la Glorificación
(ver Romanos 8:23), Aunque si andamos en el Espíritu podemos agradar a Dios en este mundo.
Cuando Cristo fue crucificado, el creyente fue crucificado al mismo tiempo, y ha sido unido al
cristo vivo (resucitado y ascendido); y la Victoria sólo se obtiene rindiéndose a ÉL, NO luchando
con la Ley.
NO es mortificación de la carne en sí como hacían los ascetas, sino el fin de ella con sus
pasiones y malos deseos en la Muerte de Cristo.
Romanos 6:2-11 «En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo
viviremos aún en ÉL? ¿O NO sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús,
hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte
por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la
semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto,
que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con ÉL, para que el cuerpo del pecado
sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido
justificado del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con
ÉL; sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya NO muere; la muerte NO se
enseñorea más de ÉL. Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en
cuanto vive, para Dios vive. Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos
para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.»
Gálatas 2:20 «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya NO vivo yo, mas vive Cristo en
mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a
sí mismo por mí.»
Para finalizar este estudio, Pablo lo hará casi de la misma forma como lo comenzó en el Versículo
16; es decir, ANDANDO POR EL ESPÍRITU, pero con un matiz diferente
Gálatas 5:25-26 «Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. NO nos
hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.»
Si en Gálatas 5:16 la palabra era «Peripateo», donde se nos da el principio de andar; ahora en
este versículo es «Stoichomen» que alude algo más, es decir, avanzar o dar un paso en orden, a
caminar junto a ÉL (al Espíritu), codo con codo en una correcta formación, en unidad de acción y
pensamiento para alcanzar la victoria frente a las divisiones causadas por el legalismo
El Versículo 26 viene a ser una introducción al Capítulo 6, y en otra traducción dice así:
“NO dejemos que la vanidad nos lleve a irritarnos y a envidiarnos unos a otros”
Filipenses 2:3 «Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad,
estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo»
El Espíritu Santo nos impulsa a la bondad, a la generosidad, al servicio, a la mansedumbre; y a la
vez, nuestra carne es tremendamente egoísta y egocéntrica
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