Teorías Sobre La Adquisición Del Lenguaje

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

Teorías sobre la adquisición del lenguaje

TEORIA INNATISTA
Una de las más conocidas es la teoría innatista, cuyo máximo exponente defensor
es el lingüista, filósofo y activista estadounidense Noam Chomsky, el mismo que
contradijo las ideas del conductismo.
Según este renombrado lingüista, existe un dispositivo innato ubicado en el
cerebro, llamado Dispositivo de Adquisición del Lenguaje, que permite aprender y
usar el lenguaje de manera casi instintiva. Lo que hace defender también la
existencia de una Gramática Universal, puesto que el hecho de que haya tal
dispositivo comprueba que hay unos principios generales de la gramática que son
universales para todos los seres humanos. Una raíz esencial en cualquier idioma.
Las bases del innatismo
Las personas que siguen esta creencia postulan que el lenguaje es algo innato del
ser humano y, por tanto, no es algo aprendido, tal y como sí sostiene el
conductismo. Esto quiere decir que el lenguaje se adquiere porque los seres
humanos estamos programados biológicamente para ello, independientemente del
grado de dificultad que tenga la lengua que se aprenda. Teniendo en cuenta las
investigaciones de Chomsky, los niños nacen con una capacidad innata para el
habla.
Algunos de los principios que defiende esta teoría frente a otras son los siguientes:
El aprendizaje del lenguaje es algo específico del ser humano.
Las emisiones verbales de los niños no son respuestas aprendidas de otras
personas.
La imitación tiene poco impacto en el momento de aprender el lenguaje.

TEORIA CONDUCTISTA
El conductismo es una teoría psicológica que postula que el proceso de
aprendizaje de una lengua, al igual que cualquier otro proceso de aprendizaje
humano, es el resultado de una suma de hábitos. El aprendizaje es consecuencia
de la imitación y la repetición de una serie de respuestas a unos estímulos
concretos; su éxito o fracaso depende del grado de aceptación que dichas
respuestas encuentren en el entorno de la persona.
Entre los años cuarenta y sesenta del siglo XX, los estudios de adquisición de
lenguas estuvieron dominados por la corriente conductista; la ya clásica obra
Verbal Behavior de B. F. Skinner es uno de los más importantes intentos de
construcción de un modelo conductista del comportamiento humano. Según esta
teoría, todo se aprende mediante el proceso de ensayo y error: el sujeto emite una
respuesta a un estímulo (observable o no); posteriormente, si el aprendiente
recibe una recompensa (verbal o no verbal) a su respuesta, esta queda reforzada
de manera positiva y, tras varias repeticiones, se consolida como forma de
conducta; si, por el contrario, es «castigado» por haber dado una determinada
respuesta, esta se debilita hasta desaparecer como forma de conducta. De
acuerdo con la descripción de B. F. Skinner «el comportamiento verbal, como
cualquier otro comportamiento humano, está marcado por sus consecuencias». M.
Baralo (1999), al realizar una revisión de la teorías de aprendizaje de segundas
lenguas, afirma: «[Según esta teoría] todo niño es una tabula rasa que no aporta
nada al proceso, y que depende para aprender de los estímulos que reciba del
exterior, del medio en que está inmerso. (...) la cantidad y la calidad del lingüístico
(...) serán dos factores de gran efecto y consecuencia en el éxito que cada niño
consiga en el aprendizaje de su lengua».
A pesar del atractivo que en su momento levantó el conductismo, es indudable
que ofrece una explicación parcial de cómo se aprende una lengua, ya que no da
respuesta a aspectos más complejos y abstractos como, por ejemplo, la capacidad
creativa del lenguaje (creamos oraciones nuevas que no son producto de la
imitación). A grandes rasgos, el impacto de las teorías conductistas se vio frenado
por dos frentes: desde la lingüística, como resultado del desarrollo de la hipótesis
innatista encabezada por N. Chomsky y desde la psicología cognitiva, debido a
planteamientos como el enfoque del código cognitivo que pretendía aplicar los
postulados generativistas a la didáctica de lenguas.

TEORIA COGNITIVA
Esta teoría defiende que el origen del lenguaje está íntimamente vinculado con el
desarrollo cognitivo, de tal forma que el niño aprenderá a hablar sólo cuando
acceda a un determinado nivel de desarrollo cognitivo.
En otras palabras: el bebé comenzará a hablar solamente cuando posea un cierto
nivel de inteligencia; además, el conocimiento lingüístico que posea dependerá del
conocimiento que tenga del mundo.
Su estudio y sus teorías se basan en las funciones que cumpliría el lenguaje en el
niño. Por lo que distingue las frases dichas por los niños en dos grandes grupos:
las del lenguaje egocéntrico y las del lenguaje socializado.
En el lenguaje egocéntrico, el niño no se preocupa de su interlocutor, ni si alguien
lo está escuchando. No intenta influenciar ni modificar a un individuo a partir de su
mensaje. Generalmente habla de sí mismo o de temas de su interés.
TEORIA DE LA INTERACCION SOCIAL
La teoría de Vygotsky no solamente abarca el desarrollo del lenguaje sino también
el de otros procesos mentales superiores incluyendo todas las formas de
inteligencia y memoria. Su trabajo teórico ha influido en los estudios sobre el
desarrollo cognitivo infantil, especialmente sobre los procesos de memoria, la
solución de problemas y la relación entre lenguaje y pensamiento (Wertsch, 1985).
El desarrollo del niño en el lenguaje hablado, escrito y de los sistemas numéricos
es equiparado a los cambios culturales en el uso y dominio de esos sistemas de
signos. La teoría de Vygotsky descansa sobre la premisa fundamental de que el
desarrollo tiene lugar en un nivel social, dentro del contexto cultural. El niño
interiorizaría los procesos mentales que inicialmente se harían evidentes en las
actividades sociales, pasando del plano social al individual. El mismo principio
puede aplicarse al aprendizaje escolar. La posición de Vygotsky es que el
funcionamiento individual está determinado exclusivamente por el funcionamiento
social y que la estructura de los procesos mentales de un individuo refleja el medio
social del cual se derivan. A pesar de afirmar que el lenguaje y el pensamiento
tienen raíces separadas y que se desarrollan de forma independiente durante un
tiempo, Vygotsky mantenía que el desarrollo intelectual del niño es contingente a
su dominio de los medios sociales de pensamiento, es decir, del lenguaje. La
interacción social, derivada de la cultura en un momento dado o de la perspectiva
histórica, en algún sentido crea el lenguaje.

MODELOS CONEXIONISTAS
A raíz del surgimiento de la gramática universal (GU) de Noam Chosmky (1957) se
produjeron diversas reacciones críticas en el campo de la lingüística. Los teóricos
funcionalistas defendieron que el estudio de los fenómenos de las lenguas no
debe restringirse a la descripción pura de la estructura gramatical de las
oraciones, sino que era necesario considerar las funciones generales que se
cumplen en el proceso social (ver Escuela de Praga). En el mismo periodo se
fundaría la primera escuela de pensamiento conexionista dentro de la
neurociencia, la cual afirma que funciones mentales como el aprendizaje se
originan en la forma en que las neuronas se interconectan y transmiten
información en el cerebro (Shanks,1993). En ese tiempo surgió también la
psicolingüística moderna con una fuerte influencia de la teoría gramática
generativa-transformacional (Chomsky, 1957) que buscaba explicar cómo se
produce, adquiere y pierde el lenguaje. El conexionismo hizo una fuerte crítica a la
teoría de Noam Chomsky debido a que ésta planteaba la existencia de un sistema
de reglas, principios y condiciones sobre cómo los individuos adquieren y usan
una lengua.
Chomsky (1957) se basó en el razonamiento de que la mente humana posee de
forma innata un mecanismo predictivo que permite adquirir cualquier lengua. A
este mecanismo innato Chomsky lo llamó gramática universal; que permite la
formación de oraciones y la colocación de las palabras en el orden adecuado a
pesar de que exista pobreza en el estímulo lingüístico recibido, y también facilita
saber qué expresiones son correctas o aceptables y cuáles no en el idioma que
dominen los hablantes.
Para 1987 los críticos conexionistas de esta teoría rechazaron los postulados de
Chomsky y afirmaron que las redes que se forman entre las neuronas no
requerían el uso de normas o reglas, sin embargo para entonces Chomsky ya
había presentado el marco teórico de principios y parámetros, así como el
programa minimista, los cuales parten de la preponderancia del léxico (Farías,
2002). Ambas teorizaciones suponen que el orden combinatorio de las palabras de
una oración es el centro de estudio de la estructura de las lenguas. En estos
nuevos postulados teóricos Chomsky (1980) ponderó el orden de las palabras
aduciendo que el contenido de la lengua se deriva de la interacción de los rasgos
El conexionismo y el estudio del lenguaje de las palabras bajo ciertos parámetros
generales. Estos parámetros serían el lexicón o diccionario mental que posee
cada hablante, la numeración (proceso de elección de cada componente al
hablar), componente computacional (combinación de palabras), materialización
(separación de los sonidos de las palabras), forma fónica (interpretación del
sonido que el hablante escucha) y forma lógica (interpretación del significado de lo
que ha escuchado el hablante).

También podría gustarte