2.2 Hallar El Espacio para El Aprendizaje
2.2 Hallar El Espacio para El Aprendizaje
2.2 Hallar El Espacio para El Aprendizaje
CAPITULO 11
s p ar a
, . , . áre as de P intur a o los lug are
L a director a y los profesores h a bl a ron nuev a mente de los lu facil ver espacios corno las os p r ctiv idades es-
sido est a blecid
lectura en .grupo que h a n
a a a
g a res de su tr a b ajo person al y de l a s r a zones que los h a cí a n nte de
i s P rofesores no ven ex a ct a me
l
precisos. Los profesores a firm a ron que no los utiliz a b an cu a n pecíficas. Aunque tod?s o 1 a cl a se, existen alg unos pro ble ma s
do los niños est a b a n en cl ase sino a ntes o después qe l a jorn ad a ·smo modo el esp acio de re
, b � bl ; ���
�� su visuali��ción cl a r a. Ci'ert a s áre�
a
��: ��if��o e/ s
l
escol a r L a director a volvió al aul a y entró y sa lió qe l as áre as s
��
s a o 1 s �JOS.,
de los profesores, mir a ndo en torno desde l a a ltur a de los niños. te menos v1s1bles que otr a
l a organ1z a c1on esp a cial
Sugirió que los tres reflexion a r a n conjunt a mente a cerc a del es . so'n l a s m�s descuid ad as en
p acio de l a cl ase tom ando primero algun as medid as que les
permitier an conocer el t a m año del esp acio de que est a b a n h a
blando. PROFESOR COMO LUGAR
VISION DEL ESPACIO DEL
Los profesores tom a ron las dimensiones del aui a y c alcula DE APRENDIZAJE
ron su superficie mientr a s l a director a medí a y c a lcul a b a el es 1 s ad
n aquel l a :
p acio reservado par a los profesores. Cu a ndo comp a r a ron sus Los profesores que tr ab aj a n � � : ���� � a b���-
n es zon as q
queñ a se o l vid a ron de dos_ gr�
0
d atos Louise y J a ck se qued aron sorprendidos. De repente lum nos porque vieron
z 1e por los
_ do ut1T,zadas en el aprend1
a
comprendieron por qué l a h a bit ación result a b a t an pequeñ a . ,
a
o
'.
s1 fuer an muros.
as de tr b a ·o com
L as zon a s reserv ad a s y no utiliz a das dur a nte l a jorn ad a escol a r, l as lindes de su� propi a s are y pro fesores j amás
como �i �iño
Por algun a r a zon actu aron
s
represent a b a n c a si un a tercer a p a rte del tot a l del esp acio dispo
nible y ellos h a bí a n dispuesto un a big arr ado entorno de· a pren
diz aje en los dos tercios rest a ntes. Luego, sin a dvértirlo, c ad a
vez que tr ataron de reorden ar l a cl ase, a ctu a ron como si no
existier a el áre a a ellos dedic a da. Seguí a n org aniz ando un a Fig. 2.2.- Un momento basta
cl ase dem a si ado pequeñ a dentro de un esp acio físico mucho para dotar convenientemente
más amplio. Si se les hubiera ocurrido emple ar p ar a a ctivid ades una mesa para el trabajo de
de aprendiz aje el espacio de l a s áre as reserv a d as, h a brí a n podi los niños.
do consagr ar ese esp acio, a ntes y después de l a jorn ad a escol a r,
p ar a la planificación y l a prep ar ación. Podrí a n h aber reorgani
z a do a sí l a h a bit ación de modo que todo el esp acio y el mobi
li a rio qued aran dispuestos como áre a de aprendiz aje de los
niños a mpli a ndo así el aul a y brind a ndo m a yor flexibilidad
par a el trab ajo y los movimientos di a rios.
pudieran utilizar para su trabajo los mismos espacios aunque VISUALIZAR ALGO MAS QUE CUATRO ESQUINAS
no los emplearan conjuntamente. Una vez que establecieron las
fronteras de sus propias áreas de trabajo fue como si esa zona Hay muchos espacios desdeñados en las aulas que podrían
hubiese desaparecido. Aunque necesitaban desesperadamente servir para librerías, trabajos manuales, grupos de lectura u
más espacio utilizable, tales áreas permanecieron intocables y otras actividades especializadas. Cuando un profesor mira en
sin utilizar durante toda la jornada escolar. torno, a la búsqueda de espacios protegidos para establecer
Muchos ambientes de aprendizaje parecerían mayores si los
compartieran profesores y alumnos. El espacio de la tarifT)a
puede ser dotado para la actividad de los niños con materiales
dispuestos en envases que sirvan también para transportarlos.
Por la mañana y en un momento, puede disponerse la mesa.
La misma zona queda libre para el trabajo de los profesores
cuando sean provisionalmente retirados los envases cph los ma
teriales para los niños y se reemplacen por los instrumentos y
materiales del profesor extraídos de su propio conte,r,edor. Has
ta la mesa del profesor puede convertirse en superficie de tra-
. bajo durante la jornada escolar, si los utensilios de los niños se
hallan organizados de modo que puedan retirarse fácilmente al
final del día. Los clasificadores de materiales del profesor re
sultan también útiles en los cambios rápidos del espacio del
niño al espacio del profesor
11
Fig. 2.8.- Los niños pueden
hallar sus propios rincones.
nificación o a la discusión de proyectos. No se precisa cambio tará las posibilidades de una proporción del espacio de la clase
de muebles para uno u otro uso del espacio, mayor que la anterior. , .
,
Cabe establecer en el centro un area dotada para propos1tos
especiales. Paneles divisorios bajos o estanterías �efi��n el es
EL CENTRO DEL AULA pacio sin bloquear la visión. El centr<? de la ha�1tac1on es_un
buen lugar para un expositor de mensaJes y boletines, horarios,
El centro del aula es un ca·so especial del enfoque totaliza 'programas y otros avisos accesibles para consulta,f\ecuen�e du
dor en su disposición. Algo tiene que dificulta a los profeso rante el día. Los muebles altos pueden resultar ut1les all1 para
res la consideración de sus posibilidades en el mismo nivel que definir áreas de trabajo y establecer lugares de paso; su longi
el resto de la sala. Aunque otros e�pacios puedan ,hallarse divi tlld puede bloquear la visión en una, pero no en todas las direc-
didos en áreas bien definidas y dotadas, el centro del aula sigue
siendo, a menudo, un espacio amplio y homogéneo. Puede es
tar lleno de mesas o bancas o haber quedado vacío. Tales dis
posiciones dejan sólo el perímetro del entorno p�ra su organi-
Fig. 2.18.- Un mueble alto es
.-' útil para definir lugares de
paso.
:
1 -
PENSAR PRIMERO EN LOS ASIENTOS bancas de �odo que los niños puedan entrar y salir de sus pla
zas. Los restantes muebles que podrían definir espacios y con
En algunos ambientes de aprendizaje se estima importante tener materiales son entonces dispuestos al margen del grupo
que cada niño tenga una mesa propia, mientras que en otros de mesas o- bancos e incluso se precisa más espacio entre los
no se considera decisiva la propiedad personal de estos espa muebles para que los niños puedan tener acceso a los materia
cios. En ciertas aulas hay ocasiones en que cada niño necesita les. Aunque es posible que la mayoría de estas zonas dispues
estar sentado ante una mesa; en otras el empleo de lugares para tas para ei movimiento sean reducidas, en conjunto restan para
el trabajo cambia y fluye a lo largo del día. Diferentes estilos su empleo buena parte del espacio potencial de aprendizaje.
de organización tienden a crear distintos esquemas para sen Resulta muy limitada la zona que queda para el desarrollo y la
tarse que contribuyen al diseño del resto del espacio del aula. dotación de áreas más pequeñas.
Cuando el asiento permanente para cada niño constituye Las formas flexibles de proporcionar asientos p.ara todos son
una prioridad en la disposición del aula, la organización espa muy diversas. Los espacios se pueden utilizar de más de una
cial se inicia a menudo con la colocación de las mesas o bancos manera: en momentos diferentes y para distintas personas, y es
y la posterior organización gira en torno de los asientos perma posible disponer los materiales muy cerca de los espacios de
nentes. Cuando todos ellos se concentran en una zona se pre trabajo. La planificación de la disposición del aula puede em
cisa un considerable espacio para la separación de las mesas o pezar con la división y la organización de todo el lugar disponi
ble para pr9pósitos múltiples y luego distribuir los asientos
dentro de esos espacios. Algunos profesores para quienes los
asientos específicos resultan importantes, dispersan las mesas o
los bancos por toda el aula de modo que cada uno funciona en
algún espacio de aprendizaje definido y dotado. Sin embargo,
los asientos también deben resultar accesibles cuando parece
necesario que todos los niños se encuentren sentados al mismo
tiempo. En tales ambientes, la dotación de lugares para el tra
bajo es parte de la organización espacial en vez de constituir un
proceso separado.
fombrada resulta mucho más amplia y se halla localizada en el ción de cerramiento-de algunas áreas y se despeja la apertura
centro, sus bordes pueden convertirse en las fronteras de la cla
se real con sus áreas establecidas para los asientos, mientras en otras. El° desplazamiento de muebles definidores de espacio
que las zonas no cubiertas por la alfombra quedan para otros hacia una disposición en diagonal aquí o allá dentro del entor
no suaviza asimismo la dureza de la colocación en ángulo recto
usos. Pero una alfombra es, a fin de cuentas, simplemente un o en paralelo. Una concepción flexible del alineamiento de los
espacio en el suelo. Quizá sea útil aprovechar la ventaja de que sea muebles brinda una mayor variedad en los lugares de trabajo _ Y
blanda. y amortigüe los ruidos, pero esto no significa que el es puede contribuir a lograr un mejor uso de más espacios del aula.
pacio alfombrado no pueda ser dividido en áreas más pequeñas
para actividades de aprendizaje. Además se pueden colocar
muebles sin tomar en -consideración los bordes de la alfombra,
de modo que los espacios se hallen definidos por éstos más que PENSAR QUE LOS ELEMENTOS FIJADOS A LA PARED
SON ESPECIALES
por aquélla. Parte del suelo alfombrado puede ser incluida jun
to con espacio de suelo no cubierto en áreas definidas y dota
das, y cabe disponer superficies más reducidas de! espacio al Los elementos que se hallan fijados a la pared son considera
fombrado para lograr áreas de trabajo silencioso con destino a dos, a menudo, muy especiales y jamás susceptibles de altera
pequeños grupos o a individuos. ción u ocultamiento. Percibidos de esta manera, pueden deter
minar la organización espacial de un ambiente, robando a me
nudo uno o dos metros utilizables de la estancia. _ Para acceder
PENSAR QUE LOS MUEBLES DEBEN COLOCARSE PARALELOS a estos elementos queda, frente a ellos, un espacio no utilizado.
Pero hay otros modos de concebir estos elemer:itos. En algu
nos casos pueden montarse y trasladarse a otros s1t1os. _ Cuando
En algunos ambientes de aprendizaje, sobre todo en aquellos
que son rectangulares, los profesores parecen estimar como ne han de permanecer en su lugar y se necesita más _espa�io de
cesario disponer el mobiliario siguiendo un esquema cuadrado. aprendizaje, quizá sea mejor �l?quear parte de una l1breria que
Todo se halla alineado en relación con la pared más próxima o tener acceso a toda la_ superf1c1e de los estantes. �uede que sea
dispuesto en paralelo con una u otra pared, incl_us_o cuando el preciso desdeñar te�po_ralmente los �le11;�ntos f1j�dos a _la pa
mobiliario está a una cierta distancia de cualquiera de ellas. red, con objeto de d1senar una organ1zac1�n ':.spac1al que in�lu
Pero la colocación en diagonal de algunos muebles puede lo ya todo el espacio del entorno. Tras el diseno de la organ1za
ción espacial básica, el profesor puede hallar modos de u!1l1zar _ _
grar unas divisiones eficaces del aula. En ocasiones la disposi _
ción en diagonal proporciona un mayor espacio Litjlizable; así el equipamiento fijado a la pared en la medida de lo posible Y
dentro de semejante diseño, pero no a expensas del espacio _
una concentración y una definición distintas revelan nuevas
pequeñas áreas para el aprendizaje. La definición de zonas de adecuado para las actividades de aprendizaje. , sin. . . r
paso resulta, con frecuencia, mejorada mediante el cambio del Pueden colocarse mesas contra una estanter 1a el1min �
ángulo de una estantería o de un armario. Se aumeflta la sensa- toda su capacidad de almacenamiento. Los alumnos tendran
entonces acceso a algunas partes de ésta, cuyos anaqueles supe
riores pueden contener el materia! �equerido en la _me_sa.
. Es posible emplear en una act1v1 _ <!ad de aprendizaje el es ·
J?�
cio frente a muebles cerrados, del mismo modo a como se utili
za otro espacio. Para evitar la interrupción de las actividades de
Fig. 2.22.-- La disposición en · aprendizaje pueden emplearse los elementos f1Jados __ de la pared
diagonal de los muebles da lu usados _para almacenamiento a largo pla�o, de f�rma que no
gar a una variedad de espacios. sea necesario abrir sus puertas durante el d 1a. Es posible el acceso
cuando no se esté utilizando el espacio. Por añadidura, los �l�
mentos fijados a la pared pueden contribuir, a veces, a definir
58 El ambiente de aprendizaje: diseño y organizacióp 1 Hallar el espacio para el aprendizaje
59
Fig. 2.25.- Los elementos fi Fig. 2.26.- Desde el nivel del
jados a la pared pueden ser ojo del niñ0 los profesores
incorporados a las áreas de ac pueden ver por qué son poco
tividad. utilizados algunos espacios.
El espacio desde la perspectiva del niño Hay una diferencia considerable entre el espacio visto desde
la altura del adulto y su aparien.cia desde niveles inferiores del
E� un ambiente de aprendizaje ,-os niños evitan a veces ojo. Casi en cualquier ambiente de aprendizaje dispuesto para
terminadas áreas mientras se produce una gran. dema de
nd� de niños, los adultos sólo pueden entender las sugerencias, los
otras que al p_rofesor no le parecen atrayentes. Ciertas efectos y las invitaciones a una conducta que hace la organiza
son lu�ar de disputas y tensiones que no se muestr;an en zonas
_ otras. ·ción espacial desde los ojos y la situación de los niños. Son mu
Los n mos parecen concentrarse mejor en su trabajo en ciertas chos los acontecimientos, de otra manera enigmáticos, que se
1 ' hacen comprensibles de este modo, incluyendo el empleo esca-
60 El ambiente de aprendizaje: diseño y organización Hallar el espacio para el aprendizaje 61
1
niño para hacer frente a las expectativas coriductuales.
Cualquier ambiente de conducta que sitúa a la� personas de
modo que se enfrentan en torno de una mesa o 'de un círculo
de sillas invita a la interacción social como la charla y el reco
nocimiento. Si la mesa se halla además abastecida, las persona�
sentadas en ella se ven estimuladas a participar con aquellm Cos,orn D
materiales en alguna actividad común y a hablar al respecto.
En contraste, el espacio privado aisla a los individuos de la esti
mulación de otros y hace más fácil que los niños se concentren
en tareas individuales exigentes. 3 La observación de la organi
zación espacial desde la perspectiva del niño ayuda al profeso1
a comprender que los alumnos que están trabajando en espa·
cios sociales experimentan una gran dificultad en comportarse
como si se encontraran en un área privada. Los pr'ofesores que
entienden esta situación pueden organizar el espa�io para apro·
vechar las áreas pequeñas, desarrollando zonas privadas que po
drían parecer demasiado pequeñas para grupos de niños.
3 Elizabeth JON ES, Dimensions of Teaching-Learnlng Environments: HandbooA i=ig. 2.28.- El plano básico de la planta muestra todos los elementos
for Teachers, Pasadena: Pacific Oaks College Brookstore, 1973, p. 15. fijados a la pared.
64 El ambiente de aprendizaje: diseño y organización Hallar el espacio para el aprendizaje 65
1. El primer paso para obtener un plano a escala de ¡a planta — ¿Hay zonas de hacinamiento? ¿V aría con el tiempo la
consiste en realizar una medición precisa. Mida y anote las aglomeración?
dimensiones del entorno y los lugares y tamaño de todos — ¿Qué lugares son utilizados por los niños al desplazarse?
los elementos que se encuentren fijos permanentemente. — ¿Qué zonas de paso utilizan los alumnos para instalarse
Puede que existan armarios y estructuras grandes que ha en sus puestos?
yan permanecido en su lugar tradicional desde que la habi
tación fue amueblada por vez primera, pero éstos no hay
que incluirlos en el plano de la planta. Quizá ofrezcan op
ciones para una disposición del espacio cuando se advierta
su carácter desplazante.
2. Con las mediciones como referencia, trace el plano de Id
planta con todos sus rasgos permanentes. La escala requie
re ser bastante amplia para que sean fáciles de manejar los
dibujos de los muebles, pero no tanto que el plano resulte
engorroso por su tamaño. Con una escala 1:50 (1 cm =
0,50 m), la mayoría de los ambientes de aprendizaje pue
den ser dibujados en una hoja de papel 40 X 55 cm. El pa
pel cuadriculado a 5 mm facilita la tarea de realizar esta
escala.
3. Para dibujar los muebles tome mediciones precisas de cada
unidad. Mida la longitud y la anchura mayor de cada mue
ble, por lo común en la base. Luego trace sus siluetas en la
misma escala utilizada en el plano. Recorte los dibujos en
papel oscuro que resaltará sobre el papel más claro del pla
no de la planta. Incluya los muebles más diversos porque
todos, hasta sillas, banquetas, bastidores de libros y cojines
para el suelo, consumen espacio. Debe hallarse representa
da cada pieza del mobiliario para poder obtener una ima
gen realista de espacios, pasos y lugares para actividades
dentro de la habitación.
4. Disponga los dibujos de los muebles sobre el plano, pero
sin adherirlos, hasta obtener una representación de la dis
posición actual.
5. Estudie cuidadosamente su disposición. Considerando todo
el espacio, examine las utilizaciones de las áreas dentro del
entorno.
— ¿Qué espacios resultan siempre accesibles a los niños?
— ¿Qué zonas son empleadas ocasionalmente por los
alumnos?
— ¿Qué lugares son utilizados rara vez por los niños? Fig. 2 .2 9 .— Un ensayo de d isp osición de los m uebles sobre e l piano
— ¿Qué espacios resultan siempre inaccesibles a los chicos? básico de la planta.
66 El ambiente de aprendizaje: diseño y organización