EZEQUIEL
EZEQUIEL
EZEQUIEL
La parábola es sin duda una de las maneras en las que Yahweh nos habla las cosas mas preciosas y
escondidas en Su Palabra: Jesucristo. ...Cosas que ojo no vio ni oído oyó, ni han subido en corazón
de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman... 1Corintios 9.
En esta ultima entrega sobre el libro de Ezequiel, el profeta sacerdote, encontramos un nuevo
sacerdocio llamado sacerdocio de Sadoc. Sadoc fue el sacerdote que permaneció fiel al rey David
en la revuelta que hubo contra él para usurpar su trono. Finalmente fue hecho sumo sacerdote. Es
una estirpe de sacerdotes procedentes de la tribu de Leví que se separaron de ellos cuando estos
se apartaron del Camino y de las ordenanzas, sirviendo a los requerimientos del pueblo, en lugar
de obedecer el ministerio que Dios les había dado, y dando culto a distintos dioses y proyectos
religiosos de los que se suponían eran pueblo de Dios, pero hicieron según su parecer. Sadoc sin
embargo permaneció fiel al rey David, que simboliza a Cristo.
Este comportamiento de satisfacer a las ovejas en lugar de pastorearlas, aun está vivo hoy, y un
ejemplo es el espíritu del ecumenismo hipócrita, el engaño del vaticano a los católicos con su
catecismo hecho de manos de hombre y no de Dios, o el engaño de los testigos a sus seguidores
con doctrinas falsas, y casi todas las ramas de la cristiandad por no mencionar la sinagoga de
Satanás que no acepta a su propio Mesías, aunque ya hay muchos que le están recibiendo en el
Israel literal.
Son constantes las quejas del pueblo de Dios sobre la incompetencia espiritual de sus pastores y
líderes, sin embargo, a modo de Sadoc, existen muchos sacerdotes, hermanos que siguen siendo
fieles a Dios y a Su Palabra, y no buscan agradarse a si mismos en sus propios proyectos religiosos
o a la carne de las ovejas que les caen bien, o a las que están sometidas a ellos; sino que son fieles
al Evangelio y a la justicia del Señor Jesucristo.
Para la construcción del templo interior del alma, es necesario que aquellos que están liderando, o
simplemente predicando el Evangelio, capaciten y enseñen a los creyentes las herramientas
necesarias para que puedan construir en su interior ese templo del Dios vivo. La Palabra nos
muestra que si predicamos la sana doctrina de la Biblia en Cristo, va a venir al creyente la unción
de 1Juan 2:27 que le va enseñar durante su vida, todas las cosas que son verdaderas del Señor, lo
cual, al parecer no les interesa a muchos líderes religiosos porque pierden la capacidad de
manipulación de las mentes de los creyentes, pero no solo esto, sino que miles de creyentes no
quieren abandonar la comodidad de su iglesia que se lo da todo hecho y les dan la bienvenida y les
acogen como miembros, aunque sus doctrinas sean del anti-Cristo, y me estoy refiriendo a las
propias iglesias cristianas, lo cual siendo cristiano me duele denunciar pero es la verdad, y la
verdad nos hará libres. Cada uno es libre de hacerse su propia reforma espiritual hasta que de la
mano del Señor llegue a la Verdad, la cual de nuevo libera al que la busca.
La iglesia en el mundo necesita una, mas que renovación, demolición y re-construcción sobre el
cimiento o fundamento de Cristo y Su Palabra. No obstante como los cristianos están
abandonando todas las denominaciones, sean católicos o protestantes, el Espíritu Santo como dice
la Escritura está pastoreando a todos aquellos que buscan la Verdad en Cristo que es la Palabra de
Dios. ...Yahweh te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y
serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan. Isaías 58:11
(leer el cap. completo, y hacerlo para obtener esta bendición), Ezequiel 34 completo, y ...Porque
así ha dicho Yahweh el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré...
Ezequiel 33:11.
Este estudio le aportará las herramientas espirituales para la capacitación personal y de cada
hermano como templo del Dios vivo y que luego puedan congregarse para la alabanza y para la
Cena en memoria del Señor Jesucristo, además de para la predicación, la evangelización, las obras
y el sacerdocio.
1En el año veinticinco de nuestro cautiverio, al principio del año, a los diez del mes, a los catorce
años después que la ciudad fue herida (conquistada), en aquel mismo día fue sobre mí la mano de
Yahweh, y llevóme allá.
Nuestro cautiverio es un estado en el que nos pone el Señor previo a la conversión para que
veamos que somos esclavos del pecado y del mundo. La ciudad conquistada, la Jerusalén del alma,
que es la que Dios quiere liberar. El Señor envía al cautiverio de Su pueblo también y de igual
modo a los profetas y pastores para que puedan advertirles y exhortarles, buen ejemplo era Juan
bautista que vivía en el desierto a modo de cautiverio de santificación, hasta que fue llamado para
su privilegiado ministerio.
2En visiones de Dios me llevó a la tierra de Israel, y púsome sobre un monte muy alto, sobre el
cual había como edificio de una ciudad, al mediodía. 3Llevóme allí, y he aquí un varón, cuyo
aspecto era como aspecto de metal; y tenía un cordel de lino en su mano, y una caña de medir; y
él estaba a la puerta. 4Y hablóme aquel varón, diciendo: Hijo de hombre, mira con tus ojos, y oye
con tus oídos, y pon tu corazón a todas las cosas que te muestro; porque para que yo te las
mostrase eres traído aquí. Cuenta todo lo que ves a la casa de Israel.
Eh aquí la actitud que pide Dios a aquellos que reciben visión, sueños y revelaciones Suyas, que
pongan su corazón en ellas y que las cuenten al pueblo del Señor. El que calla es excluido de la
revelación.
EL MURO
5Y he aquí, un muro fuera de la casa; y la caña de medir que aquel varón tenía en la mano, era de
seis codos de a codo y palmo; y midió la anchura del edificio de una caña, y la altura, de otra caña.
6Después vino a la puerta que daba cara hacia el oriente, y subió por sus gradas, y midió el un
poste de la puerta, de una caña de anchura, y el otro poste de otra caña en ancho. 7Y cada cámara
tenía una caña de largo, y una caña de ancho; y entre las cámaras había cinco codos de ancho; y
cada poste de la puerta junto a la entrada de la puerta por dentro, una caña.
Cada cámara recuerda a ...he ido a preparar moradas para vosotros... También es la separación
entre las almas o las vidas de los hermanos, es la intimidad con Dios de cada uno.
8Midió asimismo la entrada de la puerta por de dentro, una caña. 9Midió luego la entrada del
portal, de ocho codos, y sus postes de dos codos; y la puerta del portal estaba por de dentro.
10Y la puerta de hacia el oriente tenía tres cámaras de cada parte, todas tres de una medida;
también de una medida los portales de cada parte.
La puerta hacia el oriente representa la nueva orientación hacia Dios de nuestra mente.
11Midió la anchura de la entrada de la puerta, de diez codos; y la longitud del portal de trece
codos.
El portal es la primera parte del proceso de acercamiento a Dios de una persona. Hay trece, igual
que había trece en el aposento alto, hasta que Cristo expulsó al diablo, y quedaron doce,
igualmente el hombre ha de expulsar al diablo del interior de su alma por el poder de Cristo. No
obstante es que los doce apóstoles o las doce tribus, mas el Mesías suman trece. Trece significa
que el Señor está liderando como cabeza a las doce tribus, a los doce apóstoles que si los
sumamos serías veinticinco con el Señor.
12El espacio delante de las cámaras, de un codo de la una parte, y de otro codo de la otra; y cada
cámara tenía seis codos de una parte, y seis codos de otra. 13Y midió la puerta desde el techo de
la una cámara hasta el techo de la otra, veinticinco codos de anchura, puerta contra puerta. 14E
hizo los postes de sesenta codos, cada poste del atrio y del portal todo alrededor.
Hizo el Señor el proyecto con unos postes de gran envergadura cercana a los treinta metros de
alto, como un edificio de diez plantas de alto cada poste. La similitud con estas medidas es lo que
los discípulos mostraban al Señor en el templo de Herodes la envergadura, a lo que el Señor
contesto que no quedaría piedra sobre piedra. Esta edificación de gran envergadura ha de ser
construida interiormente en humildad y de cara a Dios, no a los demás. La grandeza del discípulo
está en servir en la obra de Cristo.
Los cincuenta codos entre la entrada y adentro en el hombre simbolizan la ancianidad, cincuenta
años. Algunos la alcanza muy pronto en pocos años de camino con el Señor, pero no es normal,
posiblemente en realidad sólo lo alcanzó en treinta años nuestro Señor, a Quien no obstante le
recriminaron los necios ...aún no tienes cincuenta años y has visto a Abraham... A veces
conferimos ancianidad espiritual a hermanos que por su celo del Señor parecen haberla alcanzado,
pero luego por sus hechos, actitudes, falta de paciencia con los nuevos hermanos, falta de
misericordia, vemos que no es así, y que aún necesitan ser pastoreados. Ya no se acuerdan de
como eran ellos, y del trabajo que han dado a los ancianos que les ayudaron al principio. A veces la
culpa es de los mismos ancianos que por afinidad en la carne confieren esa supuesta ancianidad a
hermanos, a los cuales anuncian como tales entre la iglesia o entre nuevos discípulos, pero luego
resultan ser ovejas descarriadas, o ni siquiera son ovejas.
17Llevóme luego al atrio exterior, y he aquí, había cámaras, y solado hecho al atrio en derredor:
treinta cámaras había alrededor en aquel atrio. 18Y el solado al lado de las puertas, en proporción
a la longitud de los portales, era el enlosado más bajo. 19Y midió la anchura desde la delantera de
la puerta de abajo hasta la delantera del atrio interior por fuera, de cien codos hacia el oriente y el
norte. 20Y de la puerta que estaba hacia el norte en el atrio exterior, midió su longitud y su
anchura. 21Y sus cámaras eran tres de una parte, y tres de otra, y sus postes y sus arcos eran como
de medida de la puerta primera: cincuenta codos su longitud, y veinticinco su anchura. 22Y sus
ventanas, y sus arcos, y sus palmas eran conforme a la medida de la puerta que estaba hacia el
oriente; y se subía a ella por siete gradas, y delante de ellas estaban sus arcos.
La puerta hacia el norte en el atrio exterior es la comunicación con el poder de Dios, de igual
medida que la puerta del oriente que es la comunicación con Su presencia. Las siete gradas son los
pasos en el crecimiento del cristiano, hasta su perfeccionamiento. Dios no puede darnos toda Su
fuerza en el ministerio, sino que hemos de alcanzar el séptimo grado de humildad y estabilidad.
Lea el estudio sobre La Virtud.
23La puerta del atrio interior estaba enfrente de la puerta hacia el norte, y así al oriente: y midió
de puerta a puerta cien codos.
El atrio interior simboliza el centro del hombre que una vez con Dios, tiene su puerta, su acceso
hacia el norte que es el poder. Hacia el oriente, ya hemos visto que es hacia Dios en Espíritu, de
donde viene la luz.
24Llevóme después hacia el mediodía, y he aquí una puerta hacia el mediodía: y midió sus portales
y sus arcos conforme a estas medidas. 25Y tenía sus ventanas y sus arcos alrededor, como las
ventanas; la longitud era de cincuenta codos, y la anchura de veinticinco codos. 26Sus gradas eran
de siete peldaños, con sus arcos delante de ellas; y tenía palmas, una de una parte, y otra de la
otra, en sus postes. 27Y había puerta de hacia el mediodía del atrio interior: y midió de puerta a
puerta hacia el mediodía cien codos.
Igualmente que la del norte y la del oriente, la puerta del sur que simboliza nuestra humildad,
tiene siete peldaños de aprendizaje. Algunos hombres y mujeres, incluso en Cristo, no suben ni el
primer peldaño. Hay dos puertas hacia el sur, la del atrio interior y la del exterior, una enfrente de
la otra. Con ello tenemos como en las otras dos puertas dos aprendizajes, uno para nuestra actitud
hacia afuera, para con nuestro prójimo y otra para con el Señor, en nuestro interior, en paciencia,
en humildad, en poder, etc.
Estas dos actitudes, una con el Señor y otra con el prójimo no significa que tengan un distinto fin
en cuanto a nuestro corazón, sino que con el Señor de entrada ya podemos confiar y estamos en
paz, con nuestro prójimo tenemos que probar los espíritus, pasar años, y muchas experiencias y
siempre nos encontraremos con la carne. Nos encontramos con nuestra propia carne, nuestro yo,
por eso hay comprender y tener paciencia y misericordia con nuestros hermanos y con los
enemigos porque Dios es misericordioso. No debemos perder la esperanza, debemos orar, hablar,
discutir, exhortar y todo lo que está en nuestras manos, pero las cosas las hace el Señor. Por ello
hay que ser precavidos con nuestro prójimo y con nuestro hermanos hasta que por sus hechos los
conozcamos bien, y esto no tiene que ver con el amor de Dios hacia ellos que ha de ser
incondicional.
EL ATRIO INTERIOR
28Metióme después en el atrio de adentro a la puerta del mediodía, y midió la puerta del
mediodía conforme a estas medidas. 29Sus cámaras, y sus postes y sus arcos, eran conforme a
estas medidas, y tenía sus ventanas y sus arcos alrededor: la longitud era de cincuenta codos, y de
veinticinco codos la anchura. 30Y los arcos alrededor eran de veinticinco codos de largo, y cinco
codos de ancho. 31Y sus arcos caían afuera al atrio, con palmas en sus postes; y sus gradas eran de
ocho escalones.
Las gradas son de 8 peldaños significa que para que el cristiano acceda al interior del templo, a la
presencia de Dios, debe subir primero siete estados de crecimiento, siendo el octavo la acción de
caminar el Camino. Esto en cada uno de los tres accesos, norte, sur y oriente con lo que significan
cada uno de ellos y que ya hemos visto.
32Y llevóme al atrio interior hacia el oriente, y midió la puerta conforme a estas medidas. 33Eran
sus cámaras, y sus postes, y sus arcos, conforme a estas medidas: y tenía sus ventanas y sus arcos
alrededor: la longitud era de cincuenta codos, y la anchura de veinticinco codos. 34Y sus arcos
caían afuera al atrio, con palmas en sus postes de una parte y otra: y sus gradas eran de ocho
escalones.
En cada puerta se repite ocho. Habiendo alcanzado los siete pasos del hombre en Cristo se
encamina a la obra del ministerio que Dios le otorga.
35Llevóme luego a la puerta del norte, y midió conforme a estas medidas: 36Sus cámaras, sus
postes, sus arcos y sus ventanas alrededor; la longitud era de cincuenta codos, y de veinticinco
codos el ancho. 37Y sus postes caían fuera al atrio, con palmas a cada uno de sus postes de una
parte y otra: y sus gradas eran de ocho peldaños.
En las tres puertas, como vimos anteriormente y que aquí conviene de nuevo recordar, es el
oriente hacia lo espiritual, norte hacia el poder de la mente, sur la humildad a la que hay que llevar
a la carne. Ocho tras siete niveles en cada uno de estos apartados de nuestro ser: espíritu, alma,
mente y cuerpo. 1Tesalonicenses 5:23.
38Y había allí una cámara, y su puerta con postes de portales; allí lavarán el holocausto. 39Y en la
entrada de la puerta había dos mesas a una parte, y otras dos de la otra, para degollar sobre ellas
el holocausto, y la expiación y el sacrificio por el pecado. 40Y al lado por de fuera de las gradas, a la
entrada de la puerta del norte, había dos mesas; y al otro lado que estaba a la entrada de la
puerta, dos mesas. 41Cuatro mesas de la una parte, y cuatro mesas de la otra parte al lado de la
puerta; ocho mesas, sobre las cuales degollarán. 42Y las cuatro mesas para el holocausto eran de
piedras labradas, de un codo y medio de longitud, y codo y medio de ancho, y de altura de un
codo: sobre éstas pondrán las herramientas con que degollarán el holocausto y el sacrificio. 43Y
dentro, ganchos, de un palmo, dispuestos por todo alrededor; y sobre las mesas la carne de la
ofrenda.
Es al norte donde se llevan a cabo el holocausto y la expiación, esto es por el poder de Dios, la
autoridad del perdón y la misericordia son de Yahweh. De nuevo ocho mesas de sacrificio, que
simbolizan la necesidad de Cristo como salvador en cada uno de los siete estados de crecimiento y
en el comienzo del ministerio del hombre. Todo lo que hagamos, todos nuestros proyectos,
nuestras ideas han de ser bendecidos por Cristo para que son sean ídolos. Si el hombre hace sus
propios proyectos, hijos, sin Cristo, no alcanza la santidad, ni la amistad de Dios, y no es confiable,
Dios no contará con él para Su obra.
44Y fuera de la puerta interior, en el atrio de adentro que estaba al lado de la puerta del norte,
estaban las cámaras de los cantores, las cuales miraban hacia el mediodía: una estaba al lado de la
puerta del oriente que miraba hacia el norte. 45Y dijome: Esta cámara que mira hacia el mediodía
es de los sacerdotes que tienen la guarda del templo. 46Y la cámara que mira hacia el norte es de
los sacerdotes que tienen la guarda del altar; estos son los hijos de Sadoc, los cuales son llamados
de los hijos de Leví al Señor, para ministrarle.
De nuevo en la zona norte están las cámaras de los cantores, los que hacen la alabanza al Señor, al
norte, junto a su fuerza, y Su poder, pero mirando al sur, en humildad, para reconocer en Él la
autoridad y buscar Su alegría en la alabanza, pues el Señor se mueve en medio de la alabanza de
su pueblo. Por tanto nosotros debemos alabar al Señor de continuo en nuestra intimidad y
también exteriorizarlo para dar testimonio de ello a otros, de que el Señor es digno de alabanza.
Las iglesias que no hacen alabanza se secan espiritualmente, de igual modo las almas que de
corazón no alaban al Señor, se secan. Es una demostración del amor a Dios. Y este es uno de los
pilares fundamentales en la construcción del templo interior.
Relacionado con la alabanza está la guarda del templo, del altar, esto es entregado en manos de
los hijos de Sadoc. Es decir que la guarda del templo se nos concede si somos Sadoc y si alabamos
al Señor, entonces Él nos guarda a nosotros.
47Y midió el atrio, cien codos de longitud, y la anchura cien codos cuadrados; y el altar estaba
delante de la casa. 48Y llevóme al pórtico del templo, y midió cada poste del pórtico, cinco codos
de una parte, y cinco codos de otra; y la anchura de la puerta tres codos de una parte, y tres codos
de otra. 49La longitud del pórtico veinte codos, y la anchura once codos, al cual subían por gradas:
y había columnas junto a los postes, una de un lado, y otra de otro.
El altar delante de la casa, no dentro del edificio del lugar santo y del santísimo. Esto significa que
el hombre, una vez a creído en Cristo, debe sacar su testimonio fuera de su corazón para la
"bendición de los oyentes", al altar, como ...sacrificio de labios que confiesan su nombre...
EL TEMPLO
1Metiome luego en el templo, y midió los postes, siendo el ancho seis codos de una parte, y seis
codos de otra, que era la anchura del tabernáculo. 2Y la anchura de la puerta era de diez codos, y
los lados de la puerta, de cinco codos de una parte, y cinco del otra. Y midió su longitud, de
cuarenta codos, y la anchura de veinte codos. 3Y pasó al interior, y midió cada poste de la puerta,
de dos codos; y la puerta, de seis codos; y la anchura de la entrada, de siete codos. 4Midió
también su longitud, de veinte codos, y la anchura de veinte codos, delante del templo; y díjome:
Este es el lugar santísimo.
No se habla de velo, ni del arca, quizá el Señor nos hace reflexionar aquí en la parábola de nuestro
templo del alma, una vez Cristo está en el trono y es el sumo sacerdote Melquisedeq-Sadoc, ya no
es necesario pues tenemos la puerta abierta a la presencia del Espíritu Santo, del Padre, en Cristo.
Y el arca del pacto es nuestra propia mente, donde está su Ley espiritual y la presencia de Dios, es
con nosotros en espíritu, no en la Ley de las ordenanzas. Nos lo recuerda Pablo. Lea el estudio
Bíblico sobre el Velo.
Sí hermanos, el lugar Santísimo es nuestro corazón, nuestro espíritu, en nuestra alma, o ¿no sabéis
que somos templo de Dios, y que el Espíritu Santo mora en nosotros?. 1Corintios 3:16. ¿Amén?
5Después midió el muro de la casa, de seis codos; y de cuatro codos la anchura de las cámaras, en
torno de la casa alrededor.
El muro de la casa es algo muy importante para la visión del alma, de nuestra mente, de nuestra
vida, familia, iglesia. La casa ha de estar bien protegida porque la lucha es contra principados y
potestades de los aires. Es la coraza. La oración y la fe son las que consiguen levantar este muro de
seis codos, siendo seis el número del mundo, es la altura para parar los ataques del mundo.
6Y las cámaras eran cámara sobre cámara, treinta y tres por orden; y entraban modillones en la
pared de la casa alrededor, sobre los que las cámaras estribasen, para que no estribasen en la
pared de la casa.
Cada cámara en nosotros significa un apartado de nuestra vida que debemos gobernar en la
mente. Nuestra relación con Dios, con nuestra familia, esposos, hijos, padres, los hermanos
espirituales, la iglesia, el trabajo, la salud, la alimentación, el deporte, etc. Hay mas anchura en las
de más arriba simbólicamente porque son las que dedicamos al Señor, al estar mas cerca del cielo.
En la iglesia representan la morada que el Señor nos ha preparado a cada uno en Su templo
eterno, el cielo de arriba.
También vemos en las cámaras otra vez la promesa del Señor en Su templo: ...en la casa de mi
padre muchas moradas hay... ...voy pues a preparar lugar para vosotros... Juan 14:2.
7Y había mayor anchura y vuelta en las cámaras a lo más alto; el caracol de la casa subía muy alto
alrededor por dentro de la casa; por tanto, la casa tenía más anchura arriba; y de la cámara baja se
subía a la alta por en medio. 8Y miré la altura de la casa alrededor: los cimientos de las cámaras
eran de una caña entera de seis codos de grandor. 9Y la anchura de la pared de afuera de las
cámaras era de cinco codos, y el espacio que quedaba de las cámaras de la casa por dentro.
Estas son las cámaras o lugar para nosotros en el templo del alma de Dios.
10Y entre las cámaras había anchura de veinte codos por todos lados alrededor de la casa. 11La
puerta de cada cámara salía al espacio que quedaba; una puerta hacia el norte, y otra puerta hacia
el mediodía; y el ancho del espacio que quedaba era de cinco codos por todo alrededor. 12Y el
edificio que estaba delante del apartamiento al lado de hacia el occidente era de setenta codos; y
la pared del edificio, de cinco codos de anchura alrededor, y noventa codos de largo. 13Y midió la
casa, cien codos de largo: y el apartamiento y el edificio, y sus paredes, de longitud de cien codos.
14Y la anchura de la delantera de la casa, y del apartamiento al oriente, de cien codos. 15Y midió
la longitud del edificio que estaba delante del apartamiento que había detrás de él, y las cámaras
de una parte y otra, cien codos; y el templo de dentro, y los portales del atrio. 16Los umbrales y las
ventanas estrechas, y las cámaras, tres en derredor a la parte delantera, todo cubierto de madera
desde el suelo hasta las ventanas; y las ventanas también cubiertas. 17Encima de sobre la puerta,
y hasta la casa de dentro, y de fuera, y por toda la pared en derredor por dentro y por fuera, tomó
medidas.
Todo es medido y ordenado, todo está en el conocimiento del Señor, nada de lo que hacemos se
esconde a Sus ojos. Todo cubierto de madera, la piel del árbol, que somos nosotros, nuestro
cuerpo.
Este es el edificio que está al occidente, simboliza la construcción de la vida del hombre en la
iglesia en la historia del mundo. Es lo que hemos hecho con lo que Dios nos ha dado. Todos
debemos reflexionar sobre esto.
18Y estaba labrada con querubines y palmas: entre querubín y querubín una palma; y cada
querubín tenía dos rostros; 19Un rostro de hombre hacia la palma de la una parte, y rostro de león
hacia la palma de la otra parte, por toda la casa alrededor. 20Desde el suelo hasta encima de la
puerta había querubines labrados y palmeras, por toda la pared del templo.
La pared labrada de querubines y palmeras. Una contradicción a primera vista con el segundo
mandamiento de no hacer imagen, del mismo modo que los querubines del arca y de la entrada
del templo. Sin embargo es por orden de Dios. La explicación es sencilla, es necesario recordarle al
hombre que en el templo está ante la presencia de Dios, pero no solo esto, es que el hombre está
destituido de la gloria de Dios. Cuando el hombre, Adán, pecó fue echado él y su mente-Eva, del
paraíso representado por las palmas o palmeras, por ello se le cerró el acceso a la presencia de
Dios y fueron puestos querubines con espadas que impedían el regreso a Edén.
Edén es también la nueva Jerusalén, es también el templo de Dios, pero sobre todo representa la
amistad personal con Dios. Sólo se vuelve a Edén tras haber creído ante Dios, en el sacrificio de la
Cruz de Cristo. Mientras tanto, los querubines anuncian que no hay acceso a Su presencia, son
puestos para temor, imposible de adorar, no son dioses, ni ídolos, sino seres guardianes, para que
el hombre tema ente la santidad si no se ha arrepentido, que sepa que no está sólo y que hay
seres mayores que él. Para franquear esta guardia hay que venir a Dios vestidos con la Sangre de
Cristo.
21Cada poste del templo era cuadrado, y la delantera del santuario era como la otra delantera.
22La altura del altar de madera era de tres codos, y su longitud de dos codos; y sus esquinas, su
superficie, y sus paredes, eran de madera. Y dijome: Esta es la mesa que está delante de Yahweh.
23Y el templo y el santuario tenían dos portadas. 24Y en cada portada había dos puertas que se
volvían: dos puertas en la una portada, y otras dos en la otra. 25Y en las puertas del templo había
labrados de querubines y palmas, así como estaban hechos en las paredes; y grueso madero sobre
la delantera de la entrada de fuera. 26Y había ventanas estrechas, y palmas de una y otra parte
por los lados de la entrada, y de la casa, y por las vigas.
TEXTO BÍBLICO: EZEQUIEL CAPÍTULO 42
EL ATRIO EXTERIOR
1Me trajo luego al atrio exterior hacia el norte, y me llevó a la cámara que estaba delante del
espacio abierto que quedaba enfrente del edificio, hacia el norte. 2Por delante de la puerta del
norte su longitud era de cien codos, y el ancho de cincuenta codos. 3Frente a los veinte codos que
había en el atrio interior, y enfrente del enlosado que había en el atrio exterior, estaban las
cámaras, las unas enfrente de las otras en tres pisos. 4Y delante de las cámaras había un corredor
de diez codos de ancho hacia adentro, con una vía de un codo; y sus puertas daban al norte. 5Y las
cámaras más altas eran más estrechas; porque las galerías quitaban de ellas más que de las bajas y
de las de en medio del edificio. 6Porque estaban en tres pisos, y no tenían columnas como las
columnas de los atrios; por tanto, eran más estrechas que las de abajo y las de en medio, desde el
suelo.
Los tres pisos también nos recuerda a nuestros tres componentes: cuerpo, alma y espíritu. En cada
planta dedicamos las cámaras que hay, que son las partes de nuestra mente, a una de las tres
partes. La planta baja podría ser a las cosas del cuerpo, la primera planta a las propias de la mente
y los sentimiento y la tercera y más cercana al cielo al las cosas del Espíritu.
7Y el muro que estaba afuera enfrente de las cámaras, hacia el atrio exterior delante de las
cámaras, tenía cincuenta codos de largo.
El muro de afuera de cincuenta codos, es la protección que como ancianos del Señor hemos de
construirnos para caminar el este mundo, a la manera de un matrix, donde somos perseguidos por
el sistema, tal y como nuestro Señor ya nos anunció que nos pasaría por causa de Su nombre.
8Porque la longitud de las cámaras del atrio de afuera era de cincuenta codos; y delante de la
fachada del templo había cien codos. 9Y debajo de las cámaras estaba la entrada al lado oriental,
para entrar en él desde el atrio exterior. 10A lo largo del muro del atrio, hacia el oriente, enfrente
del espacio abierto, y delante del edificio, había cámaras. 11Y el corredor que había delante de
ellas era semejante al de las cámaras que estaban hacia el norte; tanto su longitud como su ancho
eran lo mismo, y todas sus salidas, conforme a sus puertas y conforme a sus entradas. 12Así
también eran las puertas de las cámaras que estaban hacia el sur; había una puerta al comienzo
del corredor que había enfrente del muro al lado oriental, para quien entraba en las cámaras. 13Y
me dijo: Las cámaras del norte y las del sur, que están delante del espacio abierto, son cámaras
santas en las cuales los sacerdotes que se acercan a Yahweh comerán las santas ofrendas; allí
pondrán las ofrendas santas, la ofrenda y la expiación y el sacrifico por el pecado, porque el lugar
es santo. 14Cuando los sacerdotes entren, no saldrán del lugar santo al atrio exterior, sino que allí
dejarán sus vestiduras con que ministran, porque son santas; y se vestirán otros vestidos, y así se
acercarán a lo que es del pueblo.
Los sacerdotes comerán las revelaciones y ofrendas del Señor en cámaras santas, esto es, en
recogimiento, el la intimidad como en la oración, el ejemplo que nos da el Maestro cuando nos
enseña a orar en los evangelios, hasta que hayamos discernido el alimento sólido espiritual.
¡Tome la Santa Cena! en sus cámaras con sus hermanos íntimos o solos si no tienen a nadie, con
tal de dar la gloria al Señor: ...en memoria Suya...
Además cuando salgan para estar con los demás del pueblo, que aun no son santos, se vestirán
otras vestiduras, es decir que se camuflarán entre la gente para no llamar la atención y sólo
destacar cuando hay que hablar el Evangelio. Además unas son las vestiduras en la presencia de
Dios, y otras en el mundo, donde el Señor nos tiene que proveer de una cobertura que nos libre
siempre del mal y de la contaminación espiritual y pecaminosa de la sociedad tan estupenda y
moral que tenemos. Especialmente una cobertura-unción que nos enseñe siempre, hasta que
venga en Su reino.
15Y luego que acabó las medidas de la casa de adentro, me sacó por el camino de la puerta que
miraba hacia el oriente, y lo midió todo alrededor. 16Midió el lado oriental con la caña de medir,
quinientas cañas de la caña de medir alrededor. 17Midió al lado del norte, quinientas cañas de la
caña de medir alrededor. 18Midió al lado del sur, quinientas cañas de la caña de medir. 19Rodeó
al lado del occidente, y midió quinientas cañas de la caña de medir. 20A los cuatro lados lo midió;
tenía un muro todo alrededor, de quinientas cañas de longitud y quinientas cañas de ancho, para
hacer separación entre el santuario y el lugar profano.
Y siguiendo con el enfoque que estoy presentando de las instrucciones que encontramos para
edificar nuestro templo interior del alma, este muro de unos 150m de largo por cada fachada en
cuadrado simboliza y hace la separación de nuestra alma y de nuestra mente con respecto al
mundo. Debe ser consciente quien quiera vivir con Dios, mientras se esté en este mundo, que es
necesario santificar la mente, lo que pensamos, lo que leemos, lo que vemos, lo que hacemos, a lo
que dedicamos nuestro tiempo. Este es un requisito imprescindible para dos cosas: una poder
permanecer en la santidad espiritual y limpieza mental, la otra para que Dios nos hable. Si nuestra
mente está ocupada con lo “profano” Dios no nos puede dar Su luz y revelarnos nada, por el
contrario, si buscamos la santidad, si amamos las cosas de Dios entonces Dios puede y se agrada
en compartir con nosotros Sus maravillas.
Entiéndase por santidad, todo aquello que agrada a Dios, todo lo que es bueno y natural delante
de Dios. Por ejemplo: desde luego dedicarse a la predicación, la oración, y todo lo relacionado con
el servicio espiritual a Dios y a los hermanos, los que ya lo son como los que aún no son y que
descubriremos por la predicación. Pero también cosas típicas de cada día, como compartir nuestro
tiempo con la familia, los hijos, la relación matrimonial, ayudar a nuestro prójimo, el deporte, leer,
el trabajo bien hecho y honrado, disfrutar de la naturaleza, y en todo esto una dedicación que no
sea absorbente, que no se anteponga a nuestra relación con Cristo, y en la que podamos dar buen
testimonio a nuestro prójimo.
TEXTO BÍBLICO: EZEQUIEL CAPÍTULO 43
1Me llevó luego a la puerta, a la puerta que mira hacia el oriente; 2y he aquí la gloria del Dios de
Israel, que venía del oriente; y su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra
resplandecía a causa de su gloria. 3Y el aspecto de lo que vi era como una visión, como aquella
visión que vi cuando vine para destruir la ciudad; y las visiones eran como la visión que vi junto al
río Quebar; y me postré sobre mi rostro. 4Y la gloria de Yahweh entró en la casa por la vía de la
puerta que daba al oriente. 5Y me alzó el Espíritu y me llevó al atrio interior; y he aquí que la gloria
de Yahweh llenó la casa.
La gloria de Dios llena el templo cuando Cristo llena el alma del hombre.
Como no podría ser de otro modo, la gloria de Dios, Su presencia, Su Santo Espíritu viene al alma
que ama al Señor y le busca en todos sus caminos. Incondicionalmente, un alma, la del cristiano
que ha de luchar en medio de las persecuciones, en medio de la batalla espiritual de cada día,
sobre todo cuando se encuentra a ras del suelo, derribado pero no destruido como dice Pablo, es
entonces cuando a modo de Jacob hemos de luchar con Dios para que nos bendiga. Esa es la
actitud que busca Dios en el alma del hombre que de verdad le ama, que no se rinda, que luche,
que sea valiente, y si nos faltan estas cualidades, que nos faltan a todos, pidámoslas al Padre en
Cristo, porque Él nos concede todo lo que pidamos espiritualmente.
6Y oí uno que me hablaba desde la casa; y un varón estaba junto a mí, 7y me dijo: Hijo de hombre,
este es el lugar de mi trono, el lugar donde posaré las plantas de mis pies, en el cual habitaré entre
los hijos de Israel para siempre; y nunca más profanará la casa de Israel mi santo nombre, ni ellos
ni sus reyes, con sus fornicaciones, ni con los cuerpos muertos de sus reyes en sus lugares altos.
8Porque poniendo ellos su umbral junto a mi umbral, y su contrafuerte junto a mi contrafuerte,
mediando sólo una pared entre mí y ellos, han contaminado mi santo nombre con sus
abominaciones que hicieron; por tanto, los consumí en mi furor. 9Ahora arrojarán lejos de mí sus
fornicaciones, y los cuerpos muertos de sus reyes, y habitaré en medio de ellos para siempre.
Cristo nos dice: Tu alma es el lugar de mi trono, el lugar donde posaré las plantas de mis pies,
porque ya es tierra santa, del mismo modo que el Señor le dijo a Moisés en el monte cuando le
pidió que se descalzara. Pero hay mas, cuando uno se puede descalzar, y me refiero al apresto del
Evangelio, es cuando donde se está, es decir, con quien se está, es tierra santa, alma y mente
santa, entonces hemos llegado a un lugar-casa donde diremos: ...paz a vosotros... y
encontraremos un hijo de paz.
10Tú, hijo de hombre, muestra a la casa de Israel esta casa, y avergüéncense de sus pecados; y
midan el diseño de ella. 11Y si se avergonzaren de todo lo que han hecho, hazles entender el
diseño de la casa, su disposición, sus salidas y sus entradas, y todas sus formas, y todas sus
descripciones, y todas sus configuraciones, y todas sus leyes; y descríbelo delante de sus ojos, para
que guarden toda su forma y todas sus reglas, y las pongan por obra. 12Esta es la ley de la casa:
Sobre la cumbre del monte, el recinto entero, todo en derredor, será santísimo. He aquí que esta
es la ley de la casa.
"Si se avergonzaren"; esta es la condición que pone el Señor al hombre para que le sea mostrado
el templo, que como ya hemos visto simboliza el interior de nuestra alma es decir la intimidad, la
amistad personal y el amor de Dios. El esencia espiritual ideal de la persona que es de Dios. Si no
hay arrepentimiento, y aquí queda bien claro, si no cambiamos la mente-alma, no se puede
entender con el entendimiento que da Dios.
El Señor hace santísimo todo el lugar, que simboliza Su presencia y donde habitan aquellos que le
aman; los que han obtenido acceso al Padre por la Puerta, que es Cristo.
13Estas son las medidas del altar por codos (el codo de a codo y palmo menor). La base, de un
codo, y de un codo el ancho; y su remate por su borde alrededor, de un palmo. Este será el zócalo
del altar. 14Y desde la base, sobre el suelo, hasta el lugar de abajo, dos codos, y la anchura de un
codo; y desde la cornisa menor hasta la cornisa mayor, cuatro codos, y el ancho de un codo. 15El
altar era de cuatro codos, y encima del altar había cuatro cuernos. 16Y el altar tenía doce codos de
largo, y doce de ancho, cuadrado a sus cuatro lados. 17El descanso era de catorce codos de
longitud y catorce de anchura en sus cuatro lados, y de medio codo el borde alrededor; y la base
de un codo por todos lados; y sus gradas estaban al oriente. 18Y me dijo: Hijo de hombre, así ha
dicho Yahweh el Señor: Estas son las ordenanzas del altar el día en que sea hecho, para ofrecer
holocausto sobre él y para esparcir sobre él sangre. 19A los sacerdotes levitas que son del linaje de
Sadoc, que se acerquen a mí, dice Yahweh el Señor, para ministrar ante mí, darás un becerro de la
vacada para expiación. 20Y tomarás de su sangre, y pondrás en los cuatro cuernos del altar, y en
las cuatro esquinas del descanso, y en el borde alrededor; así lo limpiarás y purificarás. 21Tomarás
luego el becerro de la expiación, y lo quemarás conforme a la ley de la casa, fuera del santuario.
Una vez hemos construido el templo interior, y hemos decidido caminar con Dios de la mano de
Cristo; y esto lo sabe Dios si es verdad; se nos enseña ha construir el altar, un lugar que en el
hombre pasa a ser un ministerio espiritual, donde se nos aceptará como sacrificio de inter-cesión
diaria junto Cristo, en Su yugo, ya no por los pecados que son limpiados exclusivamente por la cruz
de Cristo, sino para la unción de la iglesia. Él engloba todos los sacrificios que había en la antigua
ordenanza. El nuevo sacrificio del sacerdocio sólo lo pueden hacer aquellos que son sacerdotes
según el orden de Sadoc, según el orden de Melquisedec, según el orden de Yahshua el Mesías
Jesucristo, los que son fieles ante Dios, en realidad todo cristiano ha de serlo. Vea el estudio sobre
el sacerdocio.
22Al segundo día ofrecerás un macho cabrío sin defecto, para expiación; y purificarán el altar
como lo purificaron con el becerro. 23Cuando acabes de expiar, ofrecerás un becerro de la vacada
sin defecto, y un carnero sin tacha de la manada; 24y los ofrecerás delante de Yahweh, y los
sacerdotes echarán sal sobre ellos, y los ofrecerán en holocausto a Yahweh. 25Por siete días
sacrificarán un macho cabrío cada día en expiación; asimismo sacrificarán el becerro de la vacada y
un carnero sin tacha del rebaño. 26Por siete días harán expiación por el altar, y lo limpiarán, y así
lo consagrarán. 27Y acabados estos días, del octavo día en adelante, los sacerdotes sacrificarán
sobre el altar vuestros holocaustos y vuestras ofrendas de paz; y me seréis aceptos, dice Yahweh
el Señor.
Primero está la santificación del altar durante 7 días; cuando esto ya está hecho comienza la del
pueblo. Esto no es otra cosa que el tiempo de construcción interior del sacerdote en cuanto a
aprender su sacerdocio del Señor. Luego a partir del 8 se dedica al pueblo. Primero tenemos que
santificarnos y prepararnos para poder servir a nuestro prójimo, en realidad para la predicación
basta con haber recibido a Cristo para dar testimonio de Él, pero para capacitar a los creyentes en
templos vivos hace falta una enseñanza que haga que Cristo se forme en ellos, hasta los siete
peldaños, luego caminarán el octavo.
Cristo engloba todos los sacrificios de la Ley, los de purificación y los de santificación, además de
los de la expiación por el pecado. En Cristo se ha cumplido la Ley, por eso el que tiene a Cristo,
tiene la vida.
EL SACERDOCIO DE SADOC
1Me hizo volver hacia la puerta exterior del santuario, la cual mira hacia el oriente; y estaba
cerrada. 2Y me dijo Yahweh: Esta puerta estará cerrada; no se abrirá, ni entrará por ella hombre,
porque Yahweh Dios de Israel entró por ella; estará, por tanto, cerrada. 3En cuanto al príncipe, por
ser el príncipe, él se sentará allí para comer pan delante de Yahweh; por el vestíbulo de la puerta
entrará, y por ese mismo camino saldrá.
La puerta del oriente, de nuevo representa el acceso a la presencia del Señor, pues el oriente es
por donde sale el sol, por donde amanece, por donde le amanece al hombre simbólicamente la luz
de Dios. El hombre no tiene acceso a Dios porque se apartó de él desde Edén (La nueva Jerusalén).
Pero la esperanza está en que el príncipe (Jesucristo) si entra y come, esto es, se alimenta y es el
pan de Yahweh, por el vestíbulo, entra y salió de la presencia de Dios para venir al mundo y hacer
Su obra redentora, llevando las almas de aquellos que son herederos, esto es, príncipes del reino
de Dios, a la presencia del Padre, a sus tronos. Estos príncipes somos todos aquellos que creemos
en Su cruz, a los cuales se nos llama para acceder con Él a la presencia del Padre, sólo tenemos
que creer y obrar consecuentemente.La puerta, Cristo, está abierta para todos los que quieran.
4Y me llevó hacia la puerta del norte por delante de la casa; y miré, y he aquí la gloria de Yahweh
había llenado la casa de Yahweh; y me postré sobre mi rostro. 5Y me dijo Yahweh: Hijo de hombre,
pon atención, y mira con tus ojos, y oye con tus oídos todo lo que yo hablo contigo sobre todas las
ordenanzas de la casa de Yahweh, y todas sus leyes; y pon atención a las entradas de la casa, y a
todas las salidas del santuario.
Aunque parezca obvio, este párrafo se refiere a los ojos y a los oídos espirituales, los cuales no
tienen aquellos que no obedecen a Dios. Para recibirlos hay que caminar en el Camino de Cristo.
Todas las ordenanzas de la casa de Yahweh y leyes, mas las entradas y salidas, se refiere al alma
del discípulo, a que viva una vida de santidad, que haga la Palabra de Dios, no solo la escuche, o la
predique. Que guarde las entradas para que no entren potestades espirituales del enemigo, y las
salidas al mundo, para que no se contamine el, ni el templo-alma-mente.
6Y dirás a los rebeldes, a la casa de Israel: Así ha dicho Yahweh el Señor: Basta ya de todas
vuestras abominaciones, oh casa de Israel; 7de traer extranjeros, incircuncisos de corazón e
incircuncisos de carne, para estar en mi santuario y para contaminar mi casa; de ofrecer mi pan, la
grosura y la sangre, y de invalidar mi pacto con todas vuestras abominaciones.
Los extranjeros, los incircuncisos de corazón y carne, son Judíos y Gentiles que no creen en Cristo,
por lo tanto son anti-Cristo, no creen a Dios ni hacen Su Palabra.
8Pues no habéis guardado lo establecido acerca de mis cosas santas, sino que habéis puesto
extranjeros como guardas de las ordenanzas en mi santuario.
Estos guardas extranjeros son gente que no es santa, pueden ser escribas, fariseos, sacerdotes,
pastores, obispos, papas, todo tipo de gente a priori santa, pero que no lo es, y sin embargo son
los encargados de representar al pueblo espiritual de Dios, y los que alimentan con su levadura
envenenada y mortal a un pueblo ciego, sordo y muerto al Espíritu. Advertidos estamos pues,
depende de la iglesia aceptar a sus líderes, a aquellos de cualquier comportamiento, de cualquier
doctrina. La Biblia y Espíritu Santo que la Reveló por medio de ángeles y que concuerdan, es el
filtro por el que el hombre debe pasar toda doctrina y a toda persona, pues es la mente de
Cristo. ...mas nosotros tenemos las mente de Cristo... 1Corintios 2:16. Lea también Hebreos 10:16.
Si Ud. no tiene la mente de Cristo, no es de Él, si este es su caso, ore, arrepiéntase cambie su
mente, Cristo se la dará.
9Así ha dicho Yahweh el Señor: Ningún hijo de extranjero, incircunciso de corazón e incircunciso
de carne, entrará en mi santuario, de todos los hijos de extranjeros que están entre los hijos de
Israel. 10Y los levitas que se apartaron de mí cuando Israel se alejó de mí, yéndose tras sus ídolos,
llevarán su iniquidad. 11Y servirán en mi santuario como porteros a las puertas de la casa y
sirvientes en la casa; ellos matarán el holocausto y la víctima para el pueblo, y estarán ante él para
servirle. 12Por cuanto les sirvieron delante de sus ídolos, y fueron a la casa de Israel por
tropezadero de maldad; por tanto, he alzado mi mano y jurado, dice Yahweh el Señor, que ellos
llevarán su iniquidad. 13No se acercarán a mí para servirme como sacerdotes, ni se acercarán a
ninguna de mis cosas santas, a mis cosas santísimas, sino que llevarán su vergüenza y las
abominaciones que hicieron. 14Les pondré, pues, por guardas encargados de la custodia de la
casa, para todo el servicio de ella, y para todo lo que en ella haya de hacerse. 15Mas los
sacerdotes levitas hijos de Sadoc, que guardaron el ordenamiento del santuario cuando los hijos
de Israel se apartaron de mí, ellos se acercarán para ministrar ante mí, y delante de mí estarán
para ofrecerme la grosura y la sangre, dice Yahweh el Señor.
La revelación de este texto es lo simbólico del sacerdocio de Sadoc, que representa a aquellos que
aunque su iglesia, su sinagoga, o su religión, hagan lo que no es de Dios, ellos se apartan y siguen
el Camino de Dios en Cristo, haciendo y obedeciendo Su Palabra en santidad. Estos son los
verdaderos circuncidados espiritualmente, hombres y mujeres que circuncidan su corazón y su
oído, espiritualmente para amar a Dios, para agradar a Dios, nuestro amado.
La sociedad del hombre, la humanidad al completo, tiene leyes diferentes en cada nación, a modo
de Babel. El hombre, que no ha cambiado en su esencia desde entonces, sigue ignorando la justicia
de Dios y haciendo la suya propia, buen ejemplo de ello son los políticos, que hacen según les
conviene. Cuando enseñemos a nuestros hermanos, debemos enseñarles a diferenciar entre los
santo y lo profano, a discernir espiritualmente, a pensar con la mente de Cristo comparándola con
las leyes, costumbres y tradiciones de las naciones, las cuales son variadas.
25No se acercarán a hombre muerto para contaminarse; pero por padre o madre, hijo o hija,
hermano, o hermana que no haya tenido marido, sí podrán contaminarse. 26Y después de su
purificación, le contarán siete días.
Hombre muerto es todo aquél que rechaza la Biblia, la Palabra de Dios, que es enemigo
abiertamente de Dios, con ellos no debemos compartir nuestra amistad, aunque debemos convivir
en la sociedad y ayudarles cuando estén en necesidad, para que vean el amor de Dios, que en
Cristo nos enseña a amar a nuestros enemigos. Con la familia mas cercana debemos compartir
nuestras vidas pero cuando dejemos de estar con ellos y vengamos a la presencia del Señor,
oraremos por ellos para su conversión a Dios y por nosotros mismos para que seamos limpiados
de sus ideas y maneras contrarias al Espíritu de Cristo. Por siete días simboliza hasta que veamos
que nada de ellos, del mundo, nos ha manchados los pies, espiritualmente, que nada de ellos, del
mundo, ha quedado en nuestras mentes.
27Y el día que entre al santuario, al atrio interior, para ministrar en el santuario, ofrecerá su
expiación, dice Yahweh el Señor. 28Y habrá para ellos heredad; yo seré su heredad, pero no les
daréis posesión en Israel; yo soy su posesión.
Este es para mi sin duda un de los versículos mas preciosos de la Biblia. Aquellos que quieran que
Yahweh les haga sus íntimos, han de ministrar a Cristo a la manera fiel del linaje de Sadoc, para
que Yahweh sea nuestra heredad y nuestra posesión mas preciada.
29La ofrenda y la expiación y el sacrificio por el pecado comerán, y toda cosa consagrada en Israel
será de ellos. 30Y las primicias de todos los primeros frutos de todo, y toda ofrenda de todo lo que
se presente de todas vuestras ofrendas, será de los sacerdotes; asimismo daréis al sacerdote las
primicias de todas vuestras masas, para que repose la bendición en vuestras casas. 31Ninguna
cosa mortecina ni desgarrada, así de aves como de animales, comerán los sacerdotes.
Cristo es nuestra ofrenda y su cruz nuestra expiación y sacrificio por el pecado, a Él comeremos,
tomando el pan y el vino en memoria Suya, como Él nos pidió: ...el que come mi carne y bebe mi
sangre, en mÍ permanece, y yo en él... Juan 6.56.
El nuevo sacerdocio del cristiano ofrece sacrificio de labios que confiesan Su nombre (Jesús es el
Señor), y también su propia vida por los hermanos, nuestra alma en el altar de Dios a cambio de la
unción y de Su amor por ellos. Un sacerdocio de todo cristiano, pues …una nación de reyes y
sacerdotes para Dios su Padre… ha adquirido por medio de la sangre de Su cruz.
Por lo tanto este sacerdocio de Sadoc, así como el de Melquisedec, componen las cualidades del
sacerdote nuevo que Dios construye en el hombre para que viva una vida de santidad, que disfrute
y sea parte de las cosas santas de Dios como parte de su vida. …Sobrellevad los unos las cargas de
los otros… Gálatas 6:2, sacerdocio del amor de Dios …no hay mayor amor que este; que uno ponga
su vida por los hermanos, pero si uno tiene bienes de este mundo y cierra su puerta contra él,
¿cómo mora el amor en el?...1Juan 3:16.
1Cuando repartáis por suertes la tierra en heredad, apartaréis una porción para Yahweh, que le
consagraréis en la tierra, de longitud de veinticinco mil cañas y diez mil de ancho; esto será
santificado en todo su territorio alrededor. 2De esto será para el santuario quinientas cañas de
longitud y quinientas de ancho, en cuadro alrededor; y cincuenta codos en derredor para sus
ejidos. 3Y de esta medida medirás en longitud veinticinco mil cañas, y en ancho diez mil, en lo cual
estará el santuario y el lugar santísimo. 4Lo consagrado de esta tierra será para los sacerdotes,
ministros del santuario, que se acercan para ministrar a Yahweh; y servirá de lugar para sus casas,
y como recinto sagrado para el santuario.
¿Es su casa un lugar santo? No me refiero sólo a su alma, sino al ambiente espiritual que se vive en
su vivienda, la cual ha de ser santa. Si su casa es santa es iglesia de Cristo, en ella podrán disfrutar
de la compañía de sus hermanos y sus familias y especialmente de la compañía del Señor en
medio de todos: este es reino de Dios. ...el reino de Dios está entre vosotros... Lucas 17:21.
Si entendemos espiritualmente como tierra nuestra alma, la cual es el templo del Dios vivo,
entenderemos que el Señor nos pide la parte consagrada en nuestro corazón para Él. Que sea Él
en centro de nuestra vida, nuestro amado, del cual procedan nuestras acciones, donde están el
santuario y el lugar santísimo. Esta es nuestra parte especial de nuestra tierra. Los que se acercan
son los que aman a Dios, los que se esfuerzan en agradar a Dios para estar en Su presencia.
5Asimismo veinticinco mil cañas de longitud y diez mil de ancho, lo cual será para los levitas
ministros de la casa, como posesión para sí, con veinte cámaras. 6Para propiedad de la ciudad
señalaréis cinco mil de anchura y veinticinco mil de longitud, delante de lo que se apartó para el
santuario; será para toda la casa de Israel. 7Y la parte del príncipe estará junto a lo que se apartó
para el santuario, de uno y otro lado, y junto a la posesión de la ciudad, delante de lo que se
apartó para el santuario, y delante de la posesión de la ciudad, desde el extremo occidental hasta
el extremo oriental, y la longitud será desde el límite occidental hasta el límite oriental. 8Esta
tierra tendrá por posesión en Israel, y nunca más mis príncipes oprimirán a mi pueblo; y darán la
tierra a la casa de Israel conforme a sus tribus. 9Así ha dicho Yahweh el Señor: ¡Basta ya, oh
príncipes de Israel! Dejad la violencia y la rapiña. Haced juicio y justicia; quitad vuestras
imposiciones de sobre mi pueblo, dice Yahweh el Señor. 10Balanzas justas, efa justo, y bato justo
tendréis.
La honradez y la verdad son joyas que el cristiano ha de lucir, para que sea digno representante de
Dios. ¿Cuantos se llaman cristianos y no son honrados, ni confiables? Esto no puede ser así. Este
texto significa que aunque el mundo en el que vivimos no es justo ni honrado, nosotros hemos de
andar rectamente, aunque a nuestro prójimo no le parezca normal, y además debemos usar esta
nuestra actitud, la cual procede de haber consagrado nuestra tierra, nuestro corazón, como
testimonio a ellos. Esta es una herramienta que abrirá puerta para la predicación, nuestro propio
testimonio justo, el cual abrirá las puertas a aquellos que no conocen al Señor, dará pie a dar
motivo de nuestra fe y supondrá una llamada de atención para ellos.
Hay también un llamamiento a los líderes de Israel para que dejen la violencia.
11El efa y el bato serán de una misma medida: que el bato tenga la décima parte del homer, y la
décima parte del homer el efa; la medida de ellos será según el homer. 12Y el siclo será de veinte
geras. Veinte siclos, veinticinco siclos, quince siclos, os serán una mina. 13Esta será la ofrenda que
ofreceréis: la sexta parte de un efa por cada homer del trigo, y la sexta parte de un efa por cada
homer de la cebada. 14La ordenanza para el aceite será que ofreceréis un bato de aceite, que es la
décima parte de un coro; diez batos harán un homer; porque diez batos son un homer. 15Y una
cordera del rebaño de doscientas, de las engordadas de Israel, para sacrificio, y para holocausto y
para ofrendas de paz, para expiación por ellos, dice Yahweh el Señor. 16Todo el pueblo de la tierra
estará obligado a dar esta ofrenda para el príncipe de Israel. 17Mas al príncipe corresponderá el
dar el holocausto y el sacrificio y la libación en las fiestas solemnes, en las lunas nuevas, en los días
de reposo y en todas las fiestas de la casa de Israel; él dispondrá la expiación, la ofrenda, el
holocausto y las ofrendas de paz, para hacer expiación por la casa de Israel.
Jesucristo es el príncipe del Israel simbólico, toda la Iglesia del mundo. A Él correspondió dar, y dio,
el sacrificio y el holocausto en su propia carne clavada en la cruz. A nosotros, de todas las naciones
de la tierra, nos corresponde partir el pan y tomar el vino ante el cielo, cada vez que lo hagamos,
como ofrenda al Señor.
Pero hermanos, de nuevo y también para esta cuestión, es necesario que vivamos en justicia y
honradez para que nuestra ofrenda sea aceptada. Esta justicia y honradez no es sólo dineraria,
sino espiritual. No podemos dar a unos mas que a otros en el amor de Cristo, no podemos
anteponer nuestro trato espiritual a unos mas por que nos caen mejor en la carne que a otros que
nos gustan menos, y esto es típico en las iglesias, religiones, sinagogas etc. En Cristo todos somos
cuerpo de Cristo, y aunque las coyunturas son con unos y no con otros, el amor de Cristo, la
amistad y el trato fraternal, la ayuda mutua, la hospitalidad y la misericordia han de ser iguales
para con todos, sin hacer acepción de personas. Muchos he conocido que sólo trataban
fraternalmente a los que admiraban, o bien a los que eran eminentes, a los ricos, a los de su
profesión, etc, una vergüenza en el cuerpo de Cristo, mientras que a los de clase mas baja, los que
no están a la moda, o no tienen conocimientos, no les trataban igual, sino con autoridad, sin
perdonar sus “imperfecciones”.
Seguramente ante Dios todos somos iguales, todos somos pecadores, todos necesitamos de la
sangre de Su Hijo Jesucristo para perdón de nuestras rebeliones, enemistades y pecados ante Dios.
La pena es que los que enseñan, no enseñan esto, no le dan importancia porque hacen lo mismo.
Si esto hacen, cuando buscan la presencia del Señor, ¿cómo serán aceptos?, si no hacen justicia
con los hermanos, sus medidas espirituales no son justas, no serán aceptos.
18Así ha dicho Yahweh el Señor: El mes primero, el día primero del mes, tomarás de la vacada un
becerro sin defecto, y purificarás el santuario. 19Y el sacerdote tomará de la sangre de la
expiación, y pondrá sobre los postes de la casa, y sobre los cuatro ángulos del descanso del altar, y
sobre los postes de las puertas del atrio interior. 20Así harás el séptimo día del mes para los que
pecaron por error y por engaño, y harás expiación por la casa.
Habla de los que pecaron por error o por engaño. Cuantos católicos, protestantes, judíos, árabes,
gentes de fe, que creen en el Dios de Abraham, que aman a Dios, pero por error, por el engaño de
los lobos, por la levadura de los escribas, fariseos, pastores, imanes y líderes que solo buscan las
almas para sacar provecho de ellos, pecan y hacen la religión vana. Todos estos que tienen un
corazón de Dios, pero han sido engañados por el engañador, que a todos engaña, tienen que
encontrarse con Cristo.
21El mes primero, a los catorce días del mes, tendréis la pascua, fiesta de siete días; se comerá
pan sin levadura. 22Aquel día el príncipe sacrificará por sí mismo y por todo el pueblo de la tierra,
un becerro por el pecado. 23Y en los siete días de la fiesta solemne ofrecerá holocausto a Yahweh,
siete becerros y siete carneros sin defecto, cada día de los siete días; y por el pecado un macho
cabrío cada día. 24Y con cada becerro ofrecerá ofrenda de un efa, y con cada carnero un efa; y por
cada efa un hin de aceite. 25En el mes séptimo, a los quince días del mes, en la fiesta, hará como
en estos siete días en cuanto a la expiación, en cuanto al holocausto, en cuanto al presente y en
cuanto al aceite.
Cristo llevó la culpa de todos nuestros pecados y los clavó en la cruz pagando por todo el pueblo
de la tierra. Cristo es ahora en nosotros, los siete días de la semana, y de nuestra vida, el continuo
y diario salvador. Con cada becerro, un efa y un hin de aceite. Ahora nuestro aceite es la unción
del Espíritu Santo y nuestra fiesta el pan y el vino de la Santa Cena.
La puerta del atrio interior al oriente es la que está en línea recta desde el altar y el templo, es la
intimidad con Dios de nuestro sacerdocio hacia el prójimo, y el séptimo día cuando venga el
príncipe tendremos reposo y se abrirá. La luna que no tiene luz en si misma, simboliza al cristiano
que no tiene luz propia pero refleja la luz de Dios que si tiene luz propia; esto es cuando el hombre
ha recibido a Cristo, entonces se abre para con él la puerta del atrio interior, porque traemos
dentro al príncipe. No se cerrará hasta la tarde, cuando venga el esposo a buscar a las vírgenes,
como en la parábola, los que tengan aceite para sus lámparas-almas, tendrán luz y se irán con el
esposo, los que no hayan conseguido su aceite se quedarán en la oscuridad eterna. Compren
aceite con sus oraciones, fe, predicación, testimonio, sacerdocio de sus almas machacadas como
aceitunas que lo destilan, acciones, amor de Dios, etc.
3Asimismo adorará el pueblo de la tierra delante de Yahweh, a la entrada de la puerta, en los días
de reposo y en las lunas nuevas. 4El holocausto que el príncipe ofrecerá a Yahweh en el día de
reposo será seis corderos sin defecto, y un carnero sin tacha; 5y por ofrenda un efa con cada
carnero; y con cada cordero una ofrenda conforme a sus posibilidades, y un hin de aceite con el
efa. 6Mas el día de la luna nueva, un becerro sin tacha de la vacada, seis corderos, y un carnero;
deberán ser sin defecto. 7Y hará ofrenda de un efa con el becerro, y un efa con cada carnero; pero
con los corderos, conforme a sus posibilidades; y un hin de aceite por cada efa. 8Y cuando el
príncipe entrare, entrará por el camino del portal de la puerta, y por el mismo camino saldrá.
9Mas cuando el pueblo de la tierra entrare delante de Yahweh en las fiestas, el que entrare por la
puerta del norte saldrá por la puerta del sur, y el que entrare por la puerta del sur saldrá por la
puerta del norte; no volverá por la puerta por donde entró, sino que saldrá por la de enfrente de
ella. 10Y el príncipe, cuando ellos entraren, entrará en medio de ellos; y cuando ellos salieren, él
saldrá.
El pueblo somos cada uno. Cuando entramos delante de Dios. La entrada y salida por puertas
opuestas es que no debemos mirar hacia atrás, en nuestra carne, ni acordarnos de nuestros
pecados, de los que nos hemos ya arrepentido, sino no tendríamos por Cristo acceso al Padre.
Como el alma-mujer de Lot, para no quedarse estatua de sal, sin el Espíritu. El príncipe, Cristo, está
con nosotros cuando buscamos al Padre en nuestra intimidad, en nuestras oraciones y en nuestros
ministerios, en la Santa Cena, etc, que es las fiestas de Yahweh, Cristo entra en medio de nosotros
y sale con nosotros, siendo fiel a la Palabra que luego pronunciaría en el Evangelio: ...y eh aquí que
estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo... y Él es la Puerta y el Camino, y el único
mediador, sin Él no hay acceso a Dios, sino los querubines que impiden el acceso. Nuestra ofrenda
de nuestra alma siempre será según nuestras posibilidades y Cristo descargará sobre nosotros sólo
el peso de su yugo que podamos llevar.
11Y en las fiestas y en las asambleas solemnes será la ofrenda un efa con cada becerro, y un efa
con cada carnero; y con los corderos, conforme a sus posibilidades; y un hin de aceite con cada
efa. 12Mas cuando el príncipe libremente hiciere holocausto u ofrendas de paz a Yahweh, le
abrirán la puerta que mira al oriente, y hará su holocausto y sus ofrendas de paz, como hace en el
día de reposo; después saldrá, y cerrarán la puerta después que saliere. 13Y ofrecerás en sacrificio
a Yahweh cada día en holocausto un cordero de un año sin defecto; cada mañana lo sacrificarás.
14Y con él harás todas las mañanas ofrenda de la sexta parte de un efa, y la tercera parte de un
hin de aceite para mezclar con la flor de harina; ofrenda para Yahweh continuamente, por
estatuto perpetuo. 15Ofrecerán, pues, el cordero y la ofrenda y el aceite, todas las mañanas en
holocausto continuo.
Sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedeq en la actitud fiel de Sadoc. Este es el
sacerdocio perpetuo de Cristo en cuanto a la expiación por nuestro pecado, haciendo que por la fe
seamos salvos cada día habiéndose ofrecido en la cruz de una vez para siempre, está
intercediendo ante el Padre por nosotros perpetuamente, su Sangre es nuestra vestidura santa. Él
ha derramado su Espíritu para vestirnos de santidad, cuando le amamos a Él de verdad y para
demostrárselo hemos de vestirnos por nuestra parte de lino fino, blanco y resplandeciente que
son las acciones justas de los santos.
16Así ha dicho Yahweh el Señor: Si el príncipe diere parte de su heredad a sus hijos, será de ellos;
posesión de ellos será por herencia. 17Mas si de su heredad diere parte a alguno de sus siervos,
será de él hasta el año del jubileo, y volverá al príncipe; mas su herencia será de sus hijos. 18Y el
príncipe no tomará nada de la herencia del pueblo, para no defraudarlos de su posesión; de lo que
él posee dará herencia a sus hijos, a fin de que ninguno de mi pueblo sea echado de su posesión.
"Si el príncipe diere de su heredad a sus hijos" nos revela en el Antiguo Testamento que Cristo da
de su heredad a aquellos que a la manera de Juan 1 son hechos hijos de Dios, los cuales
heredaremos el Reino con Él, que para eso mismo murió por nosotros. Ahora bien, a los que se
quedan en la situación de siervos, los que tienen un don de Dios, pero su corazón no es recto
delante de Él, aunque hagan milagros en su nombre, ...no os conozco... será sólo hasta el año del
jubileo que simboliza la redención, la venida del Reino de Dios, pero la herencia será de los hijos.
19Me trajo después por la entrada que estaba hacia la puerta, a las cámaras santas de los
sacerdotes, las cuales miraban al norte, y vi que había allí un lugar en el fondo del lado de
occidente. 20Y me dijo: Este es el lugar donde los sacerdotes cocerán la ofrenda por el pecado y la
expiación; allí cocerán la ofrenda, para no sacarla al atrio exterior, santificando así al pueblo. 21Y
luego me sacó al atrio exterior, y me llevó por los cuatro rincones del atrio; y en cada rincón había
un patio. 22En los cuatro rincones del atrio había patios cercados, de cuarenta codos de longitud y
treinta de ancho; una misma medida tenían los cuatro. 23Y había una pared alrededor de ellos,
alrededor de los cuatro, y abajo fogones alrededor de las paredes. 24Y me dijo: Estas son las
cocinas, donde los servidores de la casa cocerán la ofrenda del pueblo.
La puerta es Cristo, la puerta está abierta sólo en el séptimo día, cuando el cristiano ha entrado en
el reposo del Señor, los otros seis días, cuando el hombre está ocupado en la construcción de su
vida carnal, la puerta está cerrada. También dice que adorará el Príncipe; este es Jesús, el único
que puede abrir la puerta y es la puerta para que los sacerdotes, aquellos que ofrecen sus vidas a
Dios, tengan acceso al Padre, pero no solo esto, sino para que los que se arrepienten tengan
acceso al Padre, los que ofrecen los sacrificios son los que aceptan a Cristo como su cordero
redentor. Los que por sus obras de los seis días pretenden obtener la salvación no obtienen la
entrada, pues no tienen descanso, están en la ansiedad de la: obtención de la aceptación por sus
obras y esfuerzos personales. Y esto incluye tanto los de moral, los de religión como los de obras
buenas. De nuevo un esfuerzo anti-Cristo.
1Me hizo volver luego a la entrada de la casa; y he aquí aguas que salían de debajo del umbral de
la casa hacia el oriente; porque la fachada de la casa estaba al oriente, y las aguas descendían de
debajo, hacia el lado derecho de la casa, al sur del altar.
De vosotros fluirán ríos de agua viva. Ríos que proceden del Espíritu, que fluyen para nuestro
prójimo, y manan de aquél que es nuestro oriente, nuestro amanecer, la luz del mundo. La
fachada de nuestra alma, está hacia el oriente, hacia el Señor. Las aguas del amor de Dios en el
Evangelio, descienden al sur, hacia los débiles, los pecadores.
2Y me sacó por el camino de la puerta del norte, y me hizo dar la vuelta por el camino exterior,
fuera de la puerta, al camino de la que mira al oriente; y vi que las aguas salían del lado derecho.
3Y salió el varón hacia el oriente, llevando un cordel en su mano; y midió mil codos, y me hizo
pasar por las aguas hasta los tobillos. 4Midió otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta las
rodillas. Midió luego otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos. 5Midió otros mil, y
era ya un río que yo no podía pasar, porque las aguas habían crecido de manera que el río no se
podía pasar sino a nado. 6Y me dijo: ¿Has visto, hijo de hombre? Después me llevó, y me hizo
volver por la ribera del río.7Y volviendo yo, vi que en la ribera del río había muchísimos árboles a
uno y otro lado. 8Y me dijo: Estas aguas salen a la región del oriente, y descenderán al Arabá, y
entrarán en el mar; y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas. 9Y toda alma viviente que
nadare por dondequiera que entraren estos dos ríos, vivirá; y habrá muchísimos peces por haber
entrado allá estas aguas, y recibirán sanidad; y vivirá todo lo que entrare en este río.
Las aguas salen hacia el oriente en busca del Señor, pero también aquí vemos una profecía sobre
la conversión de los hijos de Ismael, el Arabá, de hecho muchos islámicos se están convirtiendo a
Cristo, Quien obviamente también es su salvador.
Muchísimos árboles a uno y otro lado del río, en las riberas, de igual forma que en Apocalipsis
22:2.
Seguidamente las aguas entran en el mundo, en el mar, donde nacen por la predicación
muchísimos peces: ...os haré pescadores de hombres... todo lo que entrare en el Evangelio vivirá.
10Y junto a él estarán los pescadores, y desde En-gadi hasta En-eglaim será su tendedero de redes;
y por sus especies serán los peces tan numerosos como los peces del Mar Grande. 11Sus pantanos
y sus lagunas no se sanearán; quedarán para salinas. 12Y junto al río, en la ribera, a uno y otro
lado, crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. A su tiempo
madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para
medicina.
Junto al rió del Evangelio estarán los discípulos pescadores. Por sus especies es por sus
nacionalidades, y razas, de todas ellas vendrán a buscar al Señor, los peces, almas del mar grande,
el mundo, la sociedad de al humanidad global. ...id y predicad a todas las naciones... ...yo estaré
con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo...
Los pantanos y lagunas ya no serán el lugar donde beberemos sino directamente del manantial del
río del Agua Viva de Cristo, de Su Espíritu. Para salinas es la sal de la tierra, somos esa sal, si
hablamos de Él, si de nuestra boca sale Cristo, si hacemos ...sacrificio de labios que confiesan Su
nombre...
Toda clase de árboles frutales somos todos de todas las naciones, cada alma en particular, sus
hojas de la Biblia, la Palabra de Dios nunca caerá por lo que no nos falta el fruto.
A su tiempo maduramos, es el crecimiento del cristiano que da Dios por medio de Su Santo
Espíritu, porque las aguas salen de nuestro corazón en espíritu y nuestro fruto para comer por
nuestro prójimo y la hoja de la Palabra de Dios que salga de nuestra boca, para medicina de
resurrección, la salvación de Cristo que tantas veces acompaña sanidad física.
13Así ha dicho Yahweh el Señor: Estos son los límites en que repartiréis la tierra por heredad entre
las doce tribus de Israel. José tendrá dos partes
Las dos partes de José son la parte de los judíos y la parte de los gentiles, ya que los dos hijos de
José son mitad de José y mitad de su mujer del mundo, del Faraón.
14Y la heredaréis así los unos como los otros; por ella alcé mi mano jurando que la había de dar a
vuestros padres; por tanto, esta será la tierra de vuestra heredad. 15Y este será el límite de la
tierra hacia el lado del norte; desde el Mar Grande, camino de Hetlón viniendo a Zedad, 16Hamat,
Berota, Sibraim, que está entre el límite de Damasco y el límite de Hamat; Hazar-haticón, que es el
límite de Haurán. 17Y será el límite del norte desde el mar hasta Hazar-enán en el límite de
Damasco al norte, y al límite de Hamat al lado del norte. 18Del lado del oriente, en medio de
Haurán y de Damasco, y de Galaad y de la tierra de Israel, al Jordán; esto mediréis de límite hasta
el mar oriental. 19Del lado meridional, hacia el sur, desde Tamar hasta las aguas de las rencillas;
desde Cades y el arroyo hasta el Mar Grande; y esto será el lado meridional, al sur. 20Del lado del
occidente el Mar Grande será el límite hasta enfrente de la entrada de Hamat; este será el lado
occidental. 21Repartiréis, pues, esta tierra entre vosotros según las tribus de Israel. 22Y echaréis
sobre ella suertes por heredad para vosotros, y para los extranjeros que moran entre vosotros,
que entre vosotros han engendrado hijos; y los tendréis como naturales entre los hijos de Israel;
echarán suertes con vosotros para tener heredad entre las tribus de Israel. 23En la tribu en que
morare el extranjero, allí le daréis su heredad, ha dicho Yahweh el Señor.
1Y estos son los nombres de las tribus: Desde la extremidad septentrional por la vía de Hethlon
viniendo a Hamath, Haser-enon, al término de Damasco, al norte, al término de Hamath: tendrá
Dan una parte, siendo sus extremidades al oriente y al occidente.
2Y junto al término de Dan, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Aser una parte.
3Y junto al término de Aser, desde el lado oriental hasta la parte de la mar, Nephtalí, otra.
4Y junto al término de Nephtalí, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Manasés, otra.
5Y junto al término de Manasés, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Ephraim, otra.
6Y junto al término de Ephraim, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Rubén, otra.
7Y junto al término de Rubén, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Judá, otra.
8Y junto al término de Judá, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, será la suerte que
apartaréis de veinticinco mil cañas de anchura, y de longitud como cualquiera de las otras partes
es á saber, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar; y el santuario estará en medio de
ella.
9La suerte que apartaréis para Yahweh, será de longitud de veinticinco mil cañas, y de diez mil de
ancho.
10Y allí será la suerte santa de los sacerdotes, de veinticinco mil cañas al norte, y de diez mil de
anchura al occidente, y de diez mil de ancho al oriente, y de veinticinco mil de longitud al
mediodía: y el santuario de Yahweh estará en medio de ella.
11Los sacerdotes santificados de los hijos de Sadoc, que guardaron mi observancia, que no erraron
cuando erraron los hijos de Israel, como erraron los Levitas.
12Ellos tendrán por suerte, apartada en la partición de la tierra, la parte santísima, junto al
término de los Levitas.
La fidelidad al Señor hace que aquellos sacerdotes que Le siguen tendrán la parte santísima del
corazón de los hombres a los que aman en Cristo. Fruto del sacerdocio de Sadoc. Oremos pues
para que el Señor envíe obreros a Su mies, un ejercito de Sadoc.
13Y la de los Levitas, al lado del término de los sacerdotes, será de veinticinco mil cañas de
longitud, y de diez mil de anchura: toda la longitud de veinticinco mil, y la anchura de diez mil.
14No venderán de ello, ni permutarán, ni traspasarán las primicias de la tierra: porque es cosa
consagrada a Yahweh.
15Y las cinco mil cañas de anchura que quedan de las veinticinco mil, serán profanas, para la
ciudad, para habitación y para ejido; y la ciudad estará en medio.
16Y estas serán sus medidas: a la parte del norte cuatro mil y quinientas cañas, y a la parte del
mediodía cuatro mil y quinientas, y a la parte del oriente cuatro mil y quinientas, y a la parte del
occidente cuatro mil y quinientas.
17Y el ejido de la ciudad será al norte de doscientas y cincuenta cañas, y al mediodía de doscientas
y cincuenta, y al oriente de doscientas y cincuenta, y de doscientas y cincuenta al occidente.
18Y lo que quedare de longitud delante de la suerte santa, diez mil cañas al oriente y diez mil al
occidente, que será lo que quedará de la suerte santa, será para sembrar para los que sirven á la
ciudad.
Los que sirven a la ciudad del alma, tendrán por heredad tierra que sembrar, esto son almas a las
que predicar.
19Y los que servirán a la ciudad, serán de todas las tribus de Israel.
20Todo el apartado de veinticinco mil cañas por veinticinco mil en cuadro, apartaréis por suerte
para el santuario, y para la posesión de la ciudad.
21Y del príncipe será lo que quedare de la una parte y de la otra de la suerte santa, y de la
posesión de la ciudad, es a saber, delante de las veinticinco mil cañas de la suerte hasta el término
oriental, y al occidente delante de las veinticinco mil hasta el término occidental, delante de las
partes dichas será del príncipe: y suerte santa será; y el santuario de la casa estará en medio de
ella.
22Y desde la posesión de los Levitas, y desde la posesión de la ciudad, en medio estará lo que
pertenecerá al príncipe. Entre el término de Judá y el término de Benjamín estará la suerte del
príncipe.
Eh aquí Jerusalén entre los dos términos, la ciudad del príncipe, la ciudad del gran Rey.
23Cuanto a las demás tribus, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, tendrá Benjamín
una parte.
24Y junto al término de Benjamín, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Simeón,
otra.
25Y junto al término de Simeón, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Issachâr, otra.
26Y junto al término de Issachâr, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Zabulón, otra.
27Y junto al término de Zabulón, desde la parte del oriente hasta la parte de la mar, Gad, otra.
28Y junto al término de Gad, á la parte del austro, al mediodía, será el término desde Tamar hasta
las aguas de las rencillas, y desde Cades y el arroyo hasta la gran mar.
29Esta es la tierra que partiréis por suertes en heredad á las tribus de Israel, y estas son sus
porciones, ha dicho el Señor Yahweh.
30Y estas son las salidas de la ciudad á la parte del norte, cuatro mil y quinientas cañas por
medida.
31Y las puertas de la ciudad serán según los nombres de las tribus de Israel: tres puertas al norte:
la puerta de Rubén, una; la puerta de Judá, otra; la puerta de Leví, otra.
32Y a la parte del oriente cuatro mil y quinientas cañas, y tres puertas: la puerta de José, una; la
puerta de Benjamín, otra; la puerta de Dan, otra.
33Y a la parte del mediodía, cuatro mil y quinientas cañas por medida, y tres puertas: la puerta de
Simeón, una; la puerta de Issachâr, otra; la puerta de Zabulón, otra.
34Y a la parte del occidente cuatro mil y quinientas cañas, y sus tres puertas: la puerta de Gad,
una; la puerta de Aser, otra; la puerta de Nephtalí, otra.
35En derredor tendrá dieciocho mil cañas. Y el nombre de la ciudad desde aquel día será Yahweh
Shamma.
En los dos siguientes bloques vemos resumidos los nombres y las tribus y de la repartición de la
tierra. El primer bloque, donde José no se menciona pero si sus dos hijos Manasés y Ephraim, es el
símbolo de que al igual que José gobernó para Faraón, esto es que gobernó su carne, y aquél que
gobierna su carne gobierna su espíritu, por ello el otro hijo toma el lugar de Leví, el cual hereda al
mismo Yahweh como heredad, como el mismo Dios dice en el texto. Al mismo tiempo la presencia
de los hijos de José simboliza el acceso de los gentiles en la heredad del Israel de Dios.
Dan Aser Nephtalí Manasés Ephraim Rubén Judá Benjamín Simeón Issachar Zabulón Gad
En el segundo bloque vemos el nombre de los 12 hijos de Jacob en las 12 puertas, en grupos de
tres, cada uno en el lugar que le corresponde: Al norte los tres mas poderosos e importantes,
Rubén el primogénito, Judá que trae a Cristo y Leví el sacerdocio. Al oriente buscando la luz del
Señor a José el amado de Jacob y su amado hermano el mas pequeño y predilecto Benjamín, el
fuerte y el débil, el líder y el humilde. Al sur o mediodía a los tres menos relevantes y al occidente
Aser que trae el pan para el mundo con sus hermanos, como dijo Jacob en su bendición de sus
hijos en Génesis 49.
Rubén Judá Leví José Benjamín Dan Simeón Issachar Zabulón Gad Aser Nephtali
Pueden ver el plano del templo de Ezequiel en la mayoría de sus Biblias en las páginas finales.
Ud. quiere conocer a Dios, pero sabe que el camino no es por la religión organizada, ni por las
sectas, ni por la sociedad. El mundo ha fracasado. ...Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo,
sino por los que me diste; porque tuyos son... San Juan 17:9. Oración de Jesús.
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Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su
nombre: Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Profecía de Isaías 9:6.
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Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi. Palabras de Jesucristo.
Evangelio según San Juan 14:6.
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Si de verdad busca Ud. a Dios, comience hoy una nueva vida, de la verdadera mano de Dios. El
Evangelio es el mensaje para todas las naciones, sin importar la raza, la procedencia ni la cultura.
Dios es el Salvador de aquellos de la humanidad que le abren su corazón.