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Medios de extinción adecuados: Dióxido de carbono, polvo químico seco o sofocar con arena. No utilizar agua. Usar aparatos de presión positiva y equipo de
respiración (MSHA/NIOSH o equivalente) y equipo de protección completo.
Los residuos pueden ser pirofórica y auto encender. Personal de limpieza requiere ropa de protección, googles y respiradores para polvo/niebla.
Puede haber riesgo de explosión cuando el material está en suspensión en el aire en áreas o equipos cerrados y expuesto a chispas, calor o llamas, por lo que se
debe evitar la formación de nubes de polvo. El polvo fino dispersado en el aire en concentraciones suficientes y en presencia de una fuente de ignición representa
un peligro potencial de explosión de polvo.
Los contenedores se pueden humedecer utilizando agua para apagar el fuego circundante en zonas ventiladas. El polvo humedecido si se calienta puede emitir
gases. Aleje el embalaje y el polvo humedecido de los materiales combustibles y del polvo seco y almacénelos en una zona perfectamente ventilada.
Evite las escorrentías hacia el alcantarillado.
En caso de derrame o fuga: El material derramado puede ser resbaladizo, recolectar y depositarlo en recipiente adecuado para poder desecharlo. Si se produce una
nube de polvo debido a algún tipo de derrame, retire todas las fuentes de ignición como chispas, flamas o descargas estáticas para evitar que el polvo se incendie.
Procure crear la menor cantidad de polvo posible durante la limpieza. Limpie el material derramado con una escoba y un recogedor no metálicos. Guárdelo para
desecharlo. Para limpiar los derrames, puede ser útil algún compuesto de limpieza basado en aceite.
Eliminación de desechos: No tirar los residuos por el desagüe. Si no se puede reciclar, elimínese conforme a la normativa local.