Poemas Matemáticos

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Los números, las letras y la vida

(Antología de poemas matemáticos)

Para Lucy Covelli,


quien docentemente me instruyó
en el amor entre los números y las letras.

Selección hecha por Julián D’Alessandro

1
LA CLASE DE MATEMÁTICA

Logaritmo y raíces cuadradas.


Laberinto de números. Me envuelve
con su monótona voz, el álgebra.
Pero tu recuerdo aparece. Y el número calla.

Calla el teorema su indiscutible razón


y oigo la música de tu palabra.
Calla la recta en su camino largo
y veo la vereda de tu casa.
Entre los ángulos alfa y beta
tu figura de mujer se alza.
Una ecuación a resolver:
¿Qué harás mañana?
A más B giran y giran
como en el baile, ayer,
tu vestido giraba.
Tu boca, tu pequeña boca
se burla de mí en un diagrama.
Ya no puedo pensar en un segmento
o en el trazado de una figura plana.
Porque entre el cateto y la hipotenusa
se asoma tu frescura de manzana.
Pitágoras duerme, allí en el libro,
avergonzado, un sueño de fantasmas,
Y en su lugar, un corazón de tinta
azula de amor esta mañana.

María Guadalupe Allasia


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CANTO A LAS MATEMÁTICAS

Odiándoos
con esa ferocidad con que yo sabía hacerlo,
después de todo, ya me habéis conquistado
porque suspende y coge, sin avisarlo
la velocidad de vuestro esternón incalculable.
Aquí está la perpetuidad realizada en signos.
La entrega peligrosa de lo cierto y el enigma.

Inmovilízome
y, entendedor, formo parte de lo terreno al estudiaros.
Las cosas adquieren cierto colorido y voz en su ejercicio
-cobra doble vida la materia-
el mundo parece que entrega sus cimientos
dice su misterio, su secreto
y el espíritu contraído para apretar, se expande luego
en un estado de depuración indefinible.
Tuyo es el saber, tuyo lo indecible.

Este es el flanco de sensibilidad por donde lo velado pega


es el otro lado del océano, asumamos
para que los peces digas, cómo era en verdad
antes de los días y los años.
Aquí está la gran comba del espacio
ya utilizada con carreteras y tranvías
su audaz constitución, unitaria, eléctrica y temprana
su gran capacidad, donde todo es apretado de existencias
porque nada sobra y nada se desgrana.

Aquí lo superfluo, si llega


habrá de contraerse al límite, apretarse
para no pasar de menos
porque en esta mole de altitudes se desvanece la espuma
y sólo quedan las cosas endurecidas, fuertes, valederas.
Nociones que alcanzan puertas para ir
Y cifras de carácter personal que pueden existir.

Las matemáticas tienen ansiedad a veces


cierta sed de revelación
en serie de espacios, más profundidades, por infinito.
Su tipo glacial, su anchuroso mundo de esfera y aires
puede llegar a emocionarse
a gozarse sin palabras, solo
o a enrojecer de gritos cuando lo esperado acierta
-no lo creía-
3
su tipo glacial, sus grandes ojos inmutables y severos
pueden llegar a la emoción y al ansia.

Ahora comprendo y me convenzo


¡oh torres!
de la sutil conciencia de la arista
de lo novedoso de sus miembros
de lo exacto
de lo justamente necesario de su verbo
de la actitud del número
del orden de vivir del término.

Y con un costado abierto


y el otro en abstinencia
legiones de formas y de cifras me han venido a encontrar
debilitado de saber
su docta sentencia
lo grave de su lengua
lo inviolado de su escrito
y su tremenda, difícil de llevar
-soberbia infalibilidad papal-.

Ernesto Gutiérrez
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TEORÍA DE CONJUNTOS

Cada cuerpo tiene


su armonía y
su desarmonía.
En algunos casos
la suma de armonías
puede ser casi
empalagosa.
En otros
el conjunto
de desarmonías
produce algo mejor
que la belleza.

Mario Benedetti
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TEOREMA DEL SOLITARIO

Tomemos una cifra imaginaria


cero
y un hombre imaginario
uno
el cero no existe
pero él cree que sí
el dos se queda siempre
en
uno
el uno existe
pero nadie le cree.

Leopoldo Castilla

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CUENTAS CLARAS

Un día más es un día menos.

Es decir,
que cada día es más
y cada día es menos.

Por ende,
no hay suma que no reste,
no hay resta que no sume.

Queda,
limpio como una aventura,

el día.

Juan Octavio Prenz


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ESCRITO CON TIZA

Uno le dice a Cero que la nada existe


Cero replica que Uno tampoco existe
porque el amor nos da la misma naturaleza

Cero más Uno somos Dos le dice


y se van por el pizarrón tomados de la mano

Dos se besan debajo de los pupitres


Dos son Uno cerca del borrador agazapado
y Uno es Cero mi vida.

Detrás de todo gran amor la nada acecha

Óscar Hahn
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8
DÉCIMA POESÍA VERTICAL - XX

Si esto es uno
¿qué será dos?

No es tan solo uno más uno,


a veces es dos
y no deja de ser uno.
Como a veces uno
no deja tampoco de ser dos.

Las cuentas de la realidad no son claras


o por lo menos no lo es
nuestra lectura de sus resultados.
Se nos escapa así
lo que hay entre uno y uno,
se nos escapa lo que hay
simplemente adentro de uno,
se nos escapa
lo que hay en menos uno,
se nos escapa el cero
que circunvala o acompaña siempre
a uno y a dos.

La rosa, ¿es una?


El amor, ¿es dos?
El poema, ¿es ninguno?

Roberto Juarroz
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LA SUMA

Ante la cal de una pared que nada


nos veda imaginar como infinita
un hombre se ha sentado y premedita
trazar con rigurosa pincelada
en la blanca pared el mundo entero:
puertas, balanzas, tártaros, jacintos,
ángeles, bibliotecas, laberintos,
anclas, Uxmal, el infinito, el cero.
Puebla de formas la pared. La suerte,
que de curiosos dones no es avara,
le permite dar fin a su porfía.
En el preciso instante de la muerte
descubre que esa vasta algarabía
de líneas es la imagen de su cara.

Jorge Luis Borges


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ASÍ SOÑÉ YO LA VERDAD

Kepler miró llorando los cinco poliedros


encajados uno en otro, sistemáticos, perfectos,
en orden musical hasta la gran esfera.

Amó al dodecaedro, lloró al icosaedro


por sus inconsecuencias y sus complicaciones
adorables y raras, pero, ¡ay!, tan necesarias,
pues no cabe idear más sólidos perfectos
que los cinco sabidos, cuando hay tres dimensiones.

Pensó, mirando el cielo matemático, lejos,


que quizá le faltara una lágrima al miedo.
La lloró cristalina: depositó el silencio,
y aquel metapoliedro, geometría del sueño,
no pensable y a un tiempo normalmente correcto,
restableció sin ruido la paz del gran sistema.

No cabía, es sabido, según lo que decían,


más orden que el dictado. Mas él soñó: pensaba.
Eran más que razones: las razones ardían.
Estaba equivocado, mas los astros giraban.
Su sistema era sólo, según lo presentido,
el orden no pensado de un mundo enloquecido,
y él buscaba el defecto del bello teorema.
Lo claro coincidía de hecho con el espanto
y en la nada, la nada le besaba a lo exacto.

Gabriel Celaya
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PRUEBA DE ARQUÍMEDES

Si te hundiera en una tina,


vería el volumen que desplazas.
Si te colgara de un pie,
hasta qué punto eres un bulto.

Estoy perplejo porque eres.


Porque eres eso, eso y más que eso.
¿Acabaré de entenderte?
Te muerdo y sólo te desprendo un grito.
Te aprieto y vuelas en una carcajada.
¿Dónde está el alma, dicen los cirujanos?
¿Quién eres tú, digo yo?

Me fui de bruces en tus ojos.


No tenían fondo.

Gabriel Zaid
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ALGORITMOS

Sistema experto
te seduce el viento entre los sauces
inundando el tiempo
nuestro algoritmo
ordenador de sueños.

Nidos del hierro


Tus anillos sangrientos
Hemoglobina

Y esclava del lenguaje


en libertad
adentro de una jaula ilimitada
cuentas de dos
en dos
binariamente
olvidando la suma con los dedos
impalpable aritmética
de diodos.

Atardeceres húmedos de besos


abres los ojos
sin pensar
sabiendo que el mundo
se recrea
en nuestro abrazo.

Arturo Álvarez Sosa


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ODA A LOS NÚMEROS

Qué sed
de saber cuánto!
Qué hambre
de saber
cuántas
estrellas tiene el cielo!

Nos pasamos
la infancia
contando piedras, plantas,
dedos, arenas, dientes,
la juventud contando
pétalos, cabelleras.
Contamos
los colores, los años,
las vidas y los besos,
en el campo
los bueyes, en el mar
las olas. Los navíos
se hicieron cifras que se fecundaban.
Los números parían.
Las ciudades
eran miles, millones,
el trigo centenares
de unidades que adentro
tenían otros números pequeños,
más pequeños que un grano.
El tiempo se hizo número.
La luz fue numerada
y por más que corrió con el sonido
fue su velocidad un 37.
Nos rodearon los números.
Cerrábamos la puerta,
de noche, fatigados,
llegaba un 800,
por debajo,
hasta entrar con nosotros en la cama,
y en el sueño
los 4000 y los 77
picándonos la frente
con sus martillos o sus alicates.
Los 5
agregándose
hasta entrar en el mar o en el delirio,
hasta que el sol saluda con su cero
y nos vamos corriendo
a la oficina,
al taller,

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a la fábrica,
a comenzar de nuevo el infinito
número 1 de cada día.
Tuvimos, hombre, tiempo
para que nuestra sed
fuera saciándose,
el ancestral deseo
de enumerar las cosas
y sumarlas,
de reducirlas hasta
hacerlas polvo,
arenales de números.
Fuimos
empapelando el mundo
con números y nombres,
pero
las cosas existían,
se fugaban
del número,
enloquecían en sus cantidades,
se evaporaban
dejando
su olor o su recuerdo
y quedaban los números vacíos.
Por eso,
para ti
quiero las cosas.
Los números
que se vayan a la cárcel,
que se muevan
en columnas cerradas
procreando
hasta darnos la suma
de la totalidad de infinito.
Para ti sólo quiero
que aquellos
números del camino
te defiendan
y que tú los defiendas.
La cifra semanal de tu salario
se desarrolle hasta cubrir tu pecho.
Y del número 2 en que se enlazan
tu cuerpo y el de la mujer amada
salgan los ojos pares de tus hijos
a contar otra vez
las antiguas estrellas
Y las innumerables
espigas
que llenarán la tierra transformada.

Pablo Neruda
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A LA LÍNEA

A ti, contorno de la gracia humana,


recta, curva, bailable geometría,
delirante en la luz, caligrafía
que diluye la niebla más liviana.
A ti, sumisa cuanto más tirana,
misteriosa de flor y astronomía,
imprescindible al sueño y la poesía,
urgente al curso que tu ley dimana.
A ti, bella expresión de lo distinto,
complejidad, araña, laberinto
donde se mueve presa la figura.
El infinito azul es tu palacio.
Te canta el punto ardiendo en el espacio
A ti, andamio y sostén de la Pintura.

Rafael Alberti
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CÍRCULO

Trazado con carbones


y encerrando un cuadrado,
un triángulo,
una piedra imán,
un sello
donde se lee un nombre,
dos talismanes
y un castillo ruinoso,
es la ruta cabalística
de la eternidad,
el infinito, el espacio,
lo desconocido
del tiempo, de lo oculto,
de las apelaciones
y despedidas de los genios.

Vacío,
es el ojo abierto,
con un punto en el centro,
la figura de la Revelación:
“Y dijo Dios, hágase la luz.”

Alberto Girri
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POEMA PROBLEMA

Si un torturador
torturó a 15 personas
y se le murieron 6
¿cuántas le quedan?

Roberto Jorge Santoro


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18
EQUIS

Mientras caminaba
ayer
de vuelta a casa
me di a pensar
de golpe
un cálculo y tro-
pecé

Nueve por menos dos


más equis igual a

Ayer
mientras andaba
camino a casa
me di a pensar
en esa vez
que…

y no tuve la respuesta

a la raíz de menos
nueve y dieciséis
avos.

NO HAY CASO
No consigo despejar la incógnita

¿Acaso
tiene que ser negativo
otra vez
el resultado?

Equis tal que equis,


n pertenece a los números imaginarios.

Rafael de Santo
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EL UNO NONES

El uno total menos


plenicorrupto nones consentido apenas por el cero
que al ido tiempo torna con sus catervas súcubos sexuales y su fauna de olvido

El uno yo subánima
aunque insepulto intacto bajo sus multicriptas con trasfondos de arcadas
que auto nutre sus ecos de sumo experto en nada
mientras crece en abismo

El uno solo en uno


res de azar que se orea ante la noche en busca de sus límites perros
y tornasol lamido por innúmeros podres se interllaga lo oscuro de su yo todo uno
crucipendiente sólo de sí mismo

Oliverio Girondo
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XLVIII

Tengo ahora 70 soles peruanos.


Cojo la penúltima moneda, la que suena
69 veces púnicas.
Y he aquí, al finalizar su rol,
quemase toda y arde llameante,
llameante,
redonda entre mis tímpanos alucinados.

Ella, siendo 69, dase contra 70;


luego escala 71, rebota en 72.
Y así se multiplica y espejea impertérrita
en todos los demás piñones.

Ella, vibrando y forcejeando,


pegando grittttos,
soltando arduos, chisporroteantes silencios,
orinándose de natural grandor,
en unánimes postes surgentes,
acaba por ser todos los guarismos,
la vida entera.

César Vallejo

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CONJUNTO VACÍO

La cuadratura del circulo no le daba.


Nunca pudo encontrar el triptongo de un monosílabo.
Por querer tocar la theta de gama apenas logró rozarle la omega a épsilon.
Buscó la raíz cuadrada de la germinación del poroto.
Se le había perdido el sujeto tácito.
Menos por menos seguía siendo menos.
Padecía de una aguda esdrújula bastante grave.
H2O y dijo “hundido”.
La regla de tres no le parecía nada simple…
Si hasta el orden de los factores le alteraba el producto.

Analía S. Costa

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