Vivir Del Estado
Vivir Del Estado
Vivir Del Estado
Nuestro país en épocas democráticas durante el siglo XX, siempre contó con
un estado benefactor. Educación, salud y muchos servicios de acceso gratuito,
nos diferenciaron de otros países de la región.
Esto a tal punto que, desde 1983 hasta la actualidad, podemos hablar de
generaciones de personas y familias desarrolladas en un contexto de
desaliento al trabajo formal o informal que, a cambio de esto, viven de
subsidios del estado y ese es el tema que nos ocupa hoy.
Vivir del estado se ha vuelto toda una industria. Los pocos grupos que antes
accedían a esta ayuda para sobrevivir hoy pasaron a ser asociaciones que
tienen nombre y apellido y su principal trabajo es ir a movilizaciones. Cortar
calles, cortar puentes, rutas, caminos, accesos y salidas de las ciudades
parece ser la tarea que los ocupa.
Y viendo esta situación, todos los que nos esforzamos, todos los días
concurrimos a nuestras labores y contribuimos a este estado enorme,
concluimos que no se puede vivir del estado. No se puede seguir incorporando
gente que viva de la misma "teta" porque no es constructivo, porque es
insostenible y sobre todo, porque un día se va a agotar.
La educación
Volver a ser dignos, nos va a llevar mucho trabajo, pero tenemos que empezar
ya.
Sin personas que creen, proyecten, trabajen por sus ideales y contribuyan a la
sociedad no podremos convertirnos en el país que deseamos y necesitamos. Y
sobre todo, que se eduquen y trabajen.