Amparo Remate Sandra Villanueva
Amparo Remate Sandra Villanueva
Amparo Remate Sandra Villanueva
AMPARO INDIRECTO.
ESCRITO INICIAL.
P R E S E N T E:
SANDRA VILLANUEVA VAZQUEZ, por mi propio derecho y con el carácter de Quejoso, señalando como
domicilio para oír y recibir todo tipo de notificaciones y documentos el Boletín Judicial de este H. Juzgado
autorizando en términos del artículo 12 de la Ley de Amparo al Licenciado en Derecho Guillermo Jesús
Juárez Ortega con número de cédula profesional 12425230, autorizando para oír y recibir todo tipo de
notificaciones y documentos a los C.C. Ana María Miranda Torres, Mónica Zendejas Martínez, Arturo
Pérez Cancino y Humberto Iram Cuevas García para los mismos efectos, así mismo solicito la autorización
de medios electrónicos para la revisión del expediente, ante Usted respetuosamente comparecemos para
exponer:
Por medio del presente y con fundamento en los artículos 4, 14, 16, 103, 107 fracción III, INCISO a), b),
FRACCION V y demás relativos y aplicables de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, así como del artículo 1 fracción I, 2, 107 al 124 y demás relativos y aplicables de la Ley de
Amparo Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, vengo a solicitar LA PROTECCION DE LA JUSTICIA FEDERAL, por los actos efectuados por
LAS AUTORIDADES ORDENADORAS Y EJECUTORIAS QUE SERÁN ENUNCIADAS A CONTINUACIÓN,
mediante el proceso de ejecución y remate y la orden de desalojo; los cuales de ser ejecutados serían de
difícil reparación y afectan mis Derechos Humanos y las Garantías Constitucionales que se desprenden de
ellos.
En cumplimiento con el artículo 108 de la Ley de Amparo Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos manifiesto lo siguiente:
La persona JAIME ANDRES CASTAÑEDA LÓPEZ con domicilio en: Av. Insurgentes Sur número 1647,
Piso 7, Colonia San José Insurgentes, Delegación Benito Juárez, Ciudad de México C.p. 03900. Domicilio
señalado por el actor en autos.
1.- Lo es el Juez Sexagésimo Tercero de lo Civil de Proceso Escrito del Tribunal Superior de Justicia de la
Ciudad de México.
1.- Juez Segundo de lo Civil de Cuautitlán, con residencia en Cuautitlán Izcalli, Estado de
México; con domicilio en: AV. TRANSFORMACIÓN, S/N, ESQ. CON ASOCIACIÓN
NACIONAL DE INDUSTRIALES. ZONA INDUSTRIAL CUAMATLA. CUAUTITLÁN
IZCALLI, MÉXICO. C. P. 54730.
3.- Juez Tercero de lo Civil de Cuautitlán, con residencia en Cuautitlán Izcalli, Estado de
México; con domicilio en: AV. TRANSFORMACIÓN, S/N, ESQ. CON ASOCIACIÓN
NACIONAL DE INDUSTRIALES. ZONA INDUSTRIAL CUAMATLA. CUAUTITLÁN
IZCALLI, MÉXICO. C. P. 54730.
Respecto al Juzgado Sexagésimo Tercero de lo Civil de Proceso Escrito del Tribunal Superior de
Justicia de la Ciudad de México en su calidad de autoridad ordenadora se señala como acto reclamado
la orden de desalojo de manera forzosa, en los autos que componen el juicio ESPECIAL
HIPOTECARIO con número 288/2021 promovido por el ahora tercero interesado, en contra de SANDRA
VILLANUEVA VAZQUEZ, ante la responsable ordenadora, mismo que conforme a una interpretación
gramatical y literal del artículo 107, fracción IV de la Ley de Amparo vigente, se compone de un
conjunto de actos procesales que redundan en una serie de violaciones procesales cuya
trascendencia afectan la esfera jurídica del ahora quejoso.
MANIFIESTO BAJO PROTESTA DE DECIR VERDAD QUE LOS SIGUIENTES ANTECEDENTES, HECHOS
Y CONCEPTOS DE VIOLACIÓN SON CIERTOS.
V.- PRECEPTOS CONSTITUCIONALES VIOLADOS. - se han violado un perjuicio 1°, 4°, 8°, 14°, 16°, 17°de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 2, 3 y 11.1 del Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 8º de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos denominado Pacto de San José de Costa Rica
Esta violación se me causa en relación con el Artículo 14 Constitucional que dispone que a ninguna ley se
dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna. Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus
propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente
establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las
Leyes expedidas con anterioridad al hecho.
Lo anterior toda vez que el Juez no tuvo porque autorizar el desalojo del inmueble puesto que el mismo no se
encuentra adjudicado, pues mediante sentencia dictada por la OCTAVA SALA CIVIL DEL TRIBUNAL
SUPERIOR DE JUSTICIA DEL DISTRITO FEDERAL, DENTRO DEL TOCA 521/2015, la cual resolvió:
PRIMERO. - Han sido parcialmente fundados los agravios expresados en el presente recurso de apelación; en
consecuencia:
Primero. - Se ordena reponer el procedimiento de remate, de conformidad con las reglas atientes al
caso previstas en el Código de Procedimientos Civiles para el distrito Federal.
Segundo. - Notifíquese…
CUARTO. - NOTIFIQUESE…
Lo anterior pues se consideró dentro de esta sentencia que el avalúo parcticado pque sirvió de base para el
remate no cumplió con las reglas de la prueba pericial, por ende se dejo insubsitente la adjudicación. Bajo ese
argumento el juez no podía haber ordenado el desalojo del inmueble. Pues requiere primro ser adjudicado. Es
por ello que se viola en mi perjiicio el artículo 14 constitucional.
En razón de los hechos vertidos en la presente demanda el suscrito afirma que se han violado mis garantías
constitucionales contenidas en los artículos 1°, 4°, 8°, 14°, 16°, 17°de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, 2, 3 y 11.1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 8º de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos denominado Pacto de San José de Costa Rica, ya que la orden de entrega de la
vivienda no se encuentra fundada ni motivada toda vez que se violaría mis garantías constitucionales de Seguridad
Jurídica y de Debido Proceso, toda vez que dicho acto reclamado no cumple con los elementos que la ley adjetiva
requiere.
La orden de desalojo de manera forzosa es violatoria a las garantías constitucionales de la suscrita, pues carece de la
fundamentación y motivación exigida por la Carta Magna, pues ordena poner en disposición de la accionante el
inmueble en cuestión, sin existir escritura de adjudicación, cabe destacar que toda transmisión debe ser formalizada, y
no se puede dejar al arbitrio de las partes la aplicación de la norma ya sea subjetiva o procesal, tal y como lo dispone el
numeral 581 del Código de Procedimientos Civiles de la Ciudad de México: “Al declarar aprobado el remate, mandará
el Juez que dentro de los tres días siguientes, se otorgue a favor del comprador la escritura de adjudicación
correspondiente, en los términos de su postura y que se le entreguen los bienes rematados” . Si bien es cierto que las
convenciones mercantiles, las partes se obligan en los términos y las condiciones en las que uno quiso obligarse, tal y
como lo dicta el artículo 78 del Código de Comercio:
Artículo 78.- En las convenciones mercantiles cada uno se obliga en la manera y términos que aparezcan que
quiso obligarse, sin que la validez del acto comercial dependa de la observancia de formalidades o requisitos
determinados.
No obstante, también lo es que los procedimientos establecidos en las leyes adjetivas aplicables al caso en particular son
objeto de interés público, toda vez que ellas se rigen por los preceptos que norman al debido proceso; que constituye
un derecho humano garantizado en la Constitución Política en el artículo 17, por lo que la juzgadora está en aptitud de
determinar la procedencia o no de la acción intentada por la accionante; así como dictar las cargas procesales que las
partes están obligadas a cumplir.
Luego entonces, la solicitud hecha por la accionante referente a que se le pusiera en posesión material el inmueble sin
existir la escritura correspondiente y que esta misma se haya ordenado es notoriamente violatoria al precepto en cita;
vulnerando el principio de congruencia que debe regir en toda resolución judicial, ya que el juez A Quo incurrió en tal
violación al omitir y no estudiar apropiadamente las actuaciones tales como la sentencia interlocutoria de remate en
donde se aprueba la adjudicación directa en favor de la accionante, y que en las misma se ordena lo dispuesto por el
numeral 581 en cita, tal y como se desprende de los autos que conforman el juicio original; así como en buscar variar o
modificar sus propias determinaciones después de firmados, situaciones que los juzgadores tienen prohibido en
términos del artículo 84 del Código de Procedimientos Civiles de la Ciudad de México. De lo anterior es evidente una
falta grave al principio de congruencia que rige a toda resolución judicial, ya que el juzgador no hace una consideración
exhaustiva a los hechos constitutivos del proceso de ejecución, por lo que ese H. Juzgado violenta las disposiciones
señaladas en el artículo 81 del Código de Procedimientos Civiles aplicable
Época: Octava Época Registro: 224049 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación Tomo VII, Enero de 1991 Materia(s): Administrativa Tesis:
Página: 362
En todo procedimiento judicial debe cuidarse que se cumpla con el principio de congruencia al resolver la
controversia planteada, que en esencia está referido a que la sentencia sea congruente no sólo consigo misma
sino también con la litis, lo cual estriba en que al resolverse dicha controversia se haga atendiendo a lo
planteado por las partes, sin omitir nada, ni añadir cuestiones no hechas valer, ni contener consideraciones
contrarias entre sí o con los puntos resolutivos.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo en revisión
731/90. Hidroequipos y Motores, S. A. 25 de abril de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: Samuel Hernández
Viazcán. Secretario: Aristeo Martínez Cruz.
Nota: Este criterio ha integrado la jurisprudencia I.1o.A. J/9, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo VIII, agosto de 1998, página 764, de rubro: "PRINCIPIO DE
CONGRUENCIA. QUE DEBE PREVALECER EN TODA RESOLUCIÓN JUDICIAL.”
En ese orden de ideas, es menester manifestar que la accionante al solicitar la orden de desalojo en base a una
jurisprudencia que se señalara con posterioridad así como la ejecución de dicha orden es contraria al espíritu del 14
constitucional, párrafo primero y del 217 párrafo cuarto de la ley de Amparo vigente, mismas que prohíben la
retroactividad de la norma y de las jurisprudencias con carácter de obligatoria en perjuicio de persona alguna . En el caso
que nos compete, el Juez no puedo sustentar que se ordene la entrega de los bienes antes de la formalización de la
escritura de adjudicación púes con dicha determinación se violó el debido proceso y se deja al arbitrio de la parte actora
la aplicación de la norma, destacando que en la audiencia de remate se ordenó el tiramiento de la escritura de
adjudicación y posterior a ello la entrega de los bienes rematados, tal y como el juez se encontraba obligado a ordenarlo
conforme al artículo 581 de la Ley Adjetiva antes Citada.
No obstante, la tesis jurisprudencial que pretende usar la accionante para sustentar su solicitud es de aplicación
obligatoria en términos del artículo 271 párrafos primero, segundo y tercero, también lo es que la publicación y entrada
en vigor de dicha tesis corresponde a las fechas 12 de julio del 2019 y 15 de julio del 2019 respectivamente, es evidente
que la accionante busca hacer uso retroactivo de dicha tesis en detrimento del demandado, situación prohibida por los
numerales señalados al principio del presente párrafo. Para muestra de ello trascribimos la tesis en cuestión:
De los artículos 525, 582, 589 y 590 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, aplicable para la
Ciudad de México, así como 574 y 575 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Jalisco, se advierte que la
escrituración no constituye un requisito necesario para que pueda ordenarse la desocupación de la finca con objeto
de poner al adjudicatario en posesión del bien, porque las ventas judiciales son procedimientos de ejecución forzada
que tienen lugar cuando el obligado no satisface voluntariamente su obligación, después de haber sido condenado al
cumplimiento en una sentencia que ha causado ejecutoria; el remate judicial es una venta de bienes mediante un
procedimiento de subasta pública, que culmina normalmente con la adjudicación de las cosas rematadas al mejor
postor y con el pago al acreedor, con el producto de la venta. En este sentido, la actuación judicial autónoma
denominada adjudicación es una etapa del remate, mediante la cual se adjudica el bien a favor del acreedor o
ejecutante, pues constituye una determinación que establece un derecho sustantivo de propiedad a favor del
adjudicatario. En la medida en que jurídicamente con ese acto se actualiza la incorporación de la cosa rematada al
patrimonio del adjudicatario, pero la eficacia de la venta judicial, a diferencia de cualquier otra venta, está
condicionada a que el postor consigne el precio total del remate, pues a partir de ese momento la venta judicial es
perfecta y, por ende, obligatoria, tan es así que después de ello el deudor está obligado a firmar la escritura
correspondiente, entregando además los títulos de propiedad y el bien rematado, lo que debe acontecer aun ante su
rebeldía, ya que de darse el caso, el juzgador está obligado a firmar la escritura correspondiente y dictar las medidas
que procedan a fin de entregar al comprador judicial el bien adjudicado. De ahí que aunque la venta judicial debe
formalizarse a través de la escritura pública correspondiente y, por orden lógico, primero se debería proceder a la
escrituración y entrega de los títulos de propiedad, para que después se ponga en posesión del adjudicatario el bien
rematado, nada impide que primero se le ponga en posesión y después se firme la escritura correspondiente, porque
una vez que la adjudicación por remate judicial se perfecciona con el pago del precio, el ejecutado pierde la propiedad
del bien, la cual es adquirida por el adjudicatario, de manera que el hecho de que la venta no conste en escritura no le
puede parar perjuicio al comprador judicial, pues su derecho no deriva ni se constituye a partir de que se otorgue la
escritura de adjudicación, sino que surge de la venta misma cuando se perfecciona en el momento en que el licitador
hace el pago total del precio, momento en que adquiere plenamente la propiedad del inmueble, aun cuando ésta no
conste en escritura pública. Por tanto, la formalización de la escritura de adjudicación no constituye una restricción al
derecho de posesión contenido como uno de los atributos de la propiedad, por lo que no hay razón para negar al
adjudicatario el derecho a disfrutar la posesión útil de su derecho real de propiedad adquirido en una venta judicial
perfecta.
PRIMERA SALA
Contradicción de tesis 420/2018. Entre las sustentadas por el Pleno en Materia Civil del Primer Circuito y el Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito. 10 de abril de 2019. Mayoría de cuatro votos de los Ministros
Norma Lucía Piña Hernández, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Juan Luis González
Alcántara Carrancá. Disidente: Luis María Aguilar Morales. Ponente: Norma Lucía Piña Hernández. Secretario: César
de la Rosa Zubrán.
El emitido por el Pleno en Materia Civil del Primer Circuito, al resolver la contradicción de tesis 4/2016, que dio origen
a la jurisprudencia PC.I.C. J/38 C (10a.), de título y subtítulo: "ADJUDICACIÓN DE BIENES INMUEBLES EN EJECUCIÓN DE
SENTENCIA. PARA QUE PUEDAN ENTREGARSE AL ADJUDICATARIO ES NECESARIA SU PREVIA ESCRITURACIÓN.",
publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 35, Tomo II, octubre de 2016,
página 966, con número de registro digital: 2012872.
El emitido por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, al resolver el amparo en revisión
462/2017, que dio origen a la tesis III.2o.C.96 C (10a.), de título y subtítulo: "REMATE. NO EXISTE PROHIBICIÓN LEGAL
DE ENTREGAR EL BIEN INMUEBLE ADJUDICADO EN EL JUICIO, PREVIAMENTE A LA EXPEDICIÓN DE LA ESCRITURA
CORRESPONDIENTE (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE JALISCO).", publicada en el Semanario Judicial de la Federación del
viernes 9 de noviembre de 2018 a las 10:20 horas y en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima
Época, Libro 60, Tomo III, noviembre de 2018, página 2408, con número de registro digital: 2018352.
Tesis de jurisprudencia 37/2019 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada de tres
de mayo de dos mil diecinueve.
Esta tesis se publicó el viernes 12 de julio de 2019 a las 10:19 horas en el Semanario Judicial de la Federación y, por
ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 15 de julio de 2019, para los efectos previstos en el
punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.
De la parte subrayada y resaltada se desprende que la publicación y entrada en vigor de dicha tesis es posterior a la
fecha en que se emitió la resolución de adjudicación del bien, por lo tanto es menester señalar que el juez de origen
debió atender a la forma de proceder de los remates conforme lo señala la Ley Adjetiva, y al tiramiento de la escritura
correspondiente y a la entrega del bien.
De dichos numerales se desprende de forma taxativa que otorgada la escritura se darán al comprador los títulos de
propiedad correspondientes apremiando al deudor en entregarlos, poniendo a disposición del comprador los mismos;
por lo tanto, es indispensable contar con la escritura de adjudicación para ordenar poner a disposición de la
adjudicataria el bien inmueble objeto de la controversia.
El otorgamiento de la escritura ante notario público, cuando se trata de ventas judiciales, cuya adjudicación se ha hecho
en favor del ejecutante, se requiere para perfeccionar la trasmisión del dominio, ya que la sentencia de adjudicación
solo tiene el carácter de justo título a favor del adjudicatario, puesto que esa escritura contiene una relación de los
antecedentes del litigio y las cláusulas concernientes al acatamiento de la resolución judicial que ordenó su
otorgamiento; si bien la adjudicación no es sino una modalidad de los remates, que esencialmente consisten en la venta
judicial de lo embargado, para hacer pago con su producto al actor que obtuvo en juicio, también lo es que existe una
diferencia entre los remates y la adjudicación, ya que en los primeros, puede ser un tercero el adquirente y entonces
necesita garantizar el importe de las posturas, mientras que en la adjudicación, el actor que la obtiene, goza de
determinados derechos productos del justo título que constituye la resolución de adjudicación, atendiendo a la garantía
nacida de su crédito, debidamente reconocido y definido por una sentencia. La elevación a escritura pública de los
títulos traslativos de dominio y las operaciones que de cualquiera manera constituyan una afectación a inmuebles,
tienen por finalidad que la oficina del registro lleve un control absoluto, en lo que toca a tales operaciones, con objeto
de poder, en cualquier momento, definir qué personas son propietarias de ciertos bienes y evitar en lo posible, fraudes
en daño de terceros. Luego entonces, dicha resolución, al ser solamente un justo título, carece de los elementos
necesarios para efectos de reconocerle la calidad de título de propiedad, por lo que para requerir la posesión material,
necesita previamente la titularidad del bien, cosa que con dicha resolución de adjudicación no acontece.
Como en la sentencia de adjudicación se define e identifica el bien inmueble o los bienes que corresponden a los
herederos, por consiguiente, tal resolución constituye justo título para reclamar lo conducente, e incluso
intentar la plenaria de posesión. Así, no es un requisito para el ejercicio de tal acción, la formalidad postrer de
que la referida adjudicación conste en escritura pública, o que antes se intentara la entrega o ejecución material
y jurídica de los bienes ante el Juez del conocimiento de la sucesión, en razón a que la procedencia de la acción
en comento se supedita sólo a que el accionante cuente con un justo título o documento que conforme a
derecho sea bastante para transferirle el dominio. Por ende, la sentencia de adjudicación de bienes hereditarios,
una vez que ha causado ejecutoria, constituye indiscutible y legalmente título justo suficiente para evidenciar la
causa generadora de la posesión que como acto fundamental sirve para ejercitar la referida acción real.
Amparo directo 707/2008. Mario Pedroza Sánchez. 17 de septiembre de 2008. Unanimidad de votos. Ponente:
Virgilio A. Solorio Campos. Secretaria: Claudia Consuelos Cortés
Artículo 581.- Al declarar aprobado el remate, mandará el juez que dentro de los tres días siguientes, se
otorgue a favor del comprador la escritura de adjudicación correspondiente, en los términos de su postura y
que se le entreguen los bienes rematados.
Artículo 590.- Otorgada la escritura se darán al comprador los títulos de propiedad, apremiando, en su caso, al
deudor para que los entregue, y se pondrán los bienes a disposición del mismo comprador, dándose para ello
las órdenes necesarias, aun las de desocupación de fincas habitadas por el deudor o terceros que no tuvieren
contrato para acreditar el uso, en los términos que fija el Código Civil. Se le dará a conocer como dueño a las
personas que él mismo designe.
De dichos numerales se desprende que otorgada la escritura se darán al comprador los títulos de propiedad
correspondientes apremiando al deudor en entregarlos, poniendo a disposición del comprador los mismos; por lo tanto,
resultaba indispensable contar con la escritura de adjudicación para ordenar poner a disposición de la adjudicataria el
bien inmueble objeto dela controversia.
Época: Novena Época Registro: 201928 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Tipo de Tesis: Aislada Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo IV, Julio de 1996 Materia(s): Civil Tesis: I.3o.C.111 C Página: 421
REMATE. ES REQUISITO INDISPENSABLE QUE ESTE OTORGADA LA ESCRITURA RESPECTIVA, PARA QUE SE DECRETE LA
PROCEDENCIA DE LA TOMA DE POSESION DE UN INMUEBLE ADJUDICADO EN.
En virtud de que el artículo 590 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal en su parte inicial,
textualmente establece: "OTORGADA LA ESCRITURA SE...", ello obviamente implica que aun cuando ese dispositivo
legal establezca varios supuestos, resulta que para que tenga aplicación lo establecido en el mismo y concretamente
lo que pretende la parte recurrente, en el sentido de que se le ponga en posesión del bien que se le adjudicó, debe
estar previamente otorgada la escritura pública de dicha adjudicación; por tanto, resulta falso que para tal efecto sea
ocioso dicho otorgamiento de escritura, por el hecho de que el inmueble adjudicado se encuentra en posesión de una
persona que no justifica derecho alguno para ello, puesto que contrariamente a lo que se sostiene, de acuerdo con el
procedimiento establecido legalmente para un remate judicial, para la toma de posesión de un inmueble adjudicado
se requiere en forma imperativa el otorgamiento de la escritura respectiva.
Amparo en revisión 1133/96. Ezequiel Moreno Ruedas. 13 de junio de 1996. Unanimidad de votos. Ponente: José
Becerra Santiago. Secretario: Miguel Vélez Martínez.
Nota: Esta tesis fue objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 183/2014, desechada por notoriamente
improcedente, mediante acuerdo de 29 de mayo de 2014.
En base a lo anterior el desalojo llevado a cabo por las ejecutoras resulta ilegal y violatorio de las garantías y derechos
humanos del suscrito, cabe resaltar que el Juez A Quo se encontraba obligado conforme a nuestra Carta Magna a
promover y respetar los derechos humanos y las garantías constitucionales, y no lo hizo pues no analizo las constancias
que conforman el expediente de origen en relación con lo estipulado en la ley Adjetiva, además violento el principio de
congruencia en detrimento del suscrito.
No dejo de manifestar que si bien es cierto el suscrito me constituí en mora y por ello fui demandado y vencido en juicio,
ello no implica que las autoridades en concreto el Juez A Quo actúe deliberadamente en favorecer a la parte actora, y en
detrimento de mis garantías constitucionales, pues el suscrito merezco el mismo trato que mi contraparte frente a la
Ley, ello en atención a que el suscrito busco la negociación con la parte actora para liquidar lo condenado, con
fundamento en la nueva Ley Constitucional de Derechos Humanos y sus Garantías de la Ciudad de México, que en su
artículo 60° en su primera parte establece que: “Para evitar que los desalojos forzosos o lanzamientos, violen, entre
otros derechos, el derecho a una vivienda adecuada, podrán llevarse a cabo sólo en casos excepcionales. Antes de
realizarse, las personas que serán desalojadas tienen el derecho a: no ser discriminadas, que se estudien todas las
demás posibilidades que permitan evitar o minimizar la necesidad de recurrir a la fuerza….
Por ello solicitó se regresen las cosas al estado que guardaban antes de la orden de desalojo, se ordene el tiramiento
de la escritura de adjudicación correspondiente, y se cumplan las formalidades del procedimiento. Pues esta
autoridad y todas no pueden argumentar que no tendría caso hacerlo, y preguntarse y formular argumentos en base a
demostrar que en nada serviría a mis intereses pues ello implicaría violar la constitución.
Por todo lo anterior solicito a esta autoridad que para poder resolver esta demanda solicite copias certificadas a quien
corresponda de todo lo actuado referente al procedimiento de remate y lanzamiento forzoso respectivo y al momento
de resolver esta demanda de garantías se me conceda el Amparo y Protección de la Justicia de la Unión para efectos de
que se ordene a la responsable dicte nueva resolución en la que se reparen las violaciones causadas al suscrito, y en la
que sí es el caso se dejen a salvo los derechos de la parte actora o se nos absuelva de las prestaciones reclamadas.
En razón de los hechos vertidos en la presente demanda el suscrito afirma que se han violado mis garantías
constitucionales contenidas en los artículos 1°, 4°, 8°, 14°, 16°, 17°de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, 2, 3 y 11.1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, 8º de la Convención Americana sobre Derechos Humanos denominado Pacto de San José
de Costa Rica, no se puede ejecutar la orden de desalojo toda vez que se violaría mis derechos humanos de
Administrar Inmediata Justicia, toda vez que la accionante no cumplió con los elementos que la ley
adjetiva requiere.
Toda vez que el Juez no debió de adjudicar directamente el inmueble materia de esta controversia a
la parte actora, pues un requisito indispensable para que opere, es lo establecido en los artículo 55, 486, 569
y 569 bis del Código de Procedimientos Civiles del Distrito Federal, y a que si bien la finalidad de las
leyes procesales es que los particulares obtengan eficacia y pronta justicia, también lo es que las normas de
procedimiento no puedan alterarse, modificarse o alterarse conforme a lo dispuesto en el artículo 55 del
cuerpo legal citado, por lo que no es posible dejar de atender a los requisitos exigidos para la adjudicación
directa pues la tramitación y resolución de los asuntos debe ajustarse a las disposiciones contempladas en
el código adjetivo de la materia.
Es así que la parte actora solicita la adjudicación del inmueble hipotecado la única forma en
la que lo puede adjudicar a su favor es el procedimiento de Remate de acuerdo a lo dispuesto por los
Artículos 486 y 488 del Código de Procedimientos Civiles del Distrito Federal, en este orden de ideas
el artículo 569 bis señala que cuando el monto liquido de la condena fuere superior al valor de los
bienes embargados previamente valuados en términos del artículo anterior (o sea el artículo 569), y
este último artículo, establece que el avalúo se practicara de acuerdo con las reglas de la prueba
pericial.
ARTICULO 569
El avalúo se practicará de acuerdo con las reglas establecidas para la prueba pericial. Si
fueren más de dos los peritos valuadores no habrá necesidad de nombrar tercero en
discordia.
(ADICIONADO, G.O. 10 DE SEPTIEMBRE DE 2009)
ARTICULO 569 BIS
Cuando el monto líquido de la condena fuere superior al valor de los bienes embargados
previamente valuados en términos del artículo anterior, y del 166certificado de
gravámenes no aparecieren otros acreedores, el ejecutante podrá optar por la
adjudicación directa de los bienes que haya a su favor al valor fijado en el avalúo.
Así entonces la parte actora exhibe un avalúo que no sigue las reglas de la prueba pericial establecidas en el
Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal por lo tanto no debió de causar convicción alguna en
el Juez A quo, ya que en primer lugar de este avaluó se desprende que el perito nuca se constituyó en mi
domicilio para valuar el inmueble, por lo tanto como un perito puede valuar un inmueble sin siquiera haber
entrado al inmueble.
En segundo lugar ya que en el avaluó no hace mención detallada del inmueble que se va a rematar ya
que solo se compara con los inmuebles que se encuentran a su alrededor y no detalla específicamente
si mi inmueble tiene ampliaciones o terminados que pueden subir el costo del mismo, y al no hacer
mención de los detalles del inmueble no se puede DETERMINAR un precio REAL del mencionado
inmueble, de igual manera el avaluó hace referencia de los elementos de construcción menciona que
supone que son zapatas de concreto armado, ya que el valuador solo se basa en el avaluó de la
constructora y no fue a verificar en verdad de que materiales está construido el inmueble, de igual
manera hace mención que las tuberías son de cobre lo que el valuador no verifico ya que todos los
inmuebles sus tuberías son de PVC,por lo que se puede probar que en ningún momento el perito fue a
checar el inmueble para poder hacer su dictamen, por lo que el dictamen es ilegal ya que no cumple
con las formalidades que marca la ley.
Es claro que en términos del artículo 569 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal
los avalúos que se presenten para llevar a cabo los remates deberán llevarse a cabo conforme a las
reglas previstas en dicha ley adjetiva para la práctica de la prueba pericial, sin embargo, en términos
de los artículos 293 y 346 del mismo ordenamiento legal, se requieren conocimientos especiales para
la práctica de dicha prueba, y tener conocimientos especiales significa que a través de dichos
conocimientos el perito en forma PERSONAL, PROFESIONAL E IMPARCIAL, verifique hechos, objetos
o personas dentro de su área profesional que le permitan instruir al JUEZ SOBRE LA VERDAD
TÉCNICA QUE SE BUSCA, en este caso sobre el VALOR REAL DE UNA VIVIENDA DE LA CUAL EN
TÉRMINOS DEL CONTRATO DE CRÉDITO Y DEL CONTRATO DE COMPRA-VENTA TAMBIÉN TIENE
INTEGRADOS EN FORMA IDIVISIBLE LA PARTE DE COPROPIEDAD QUE LE CORRESPONDE POR
LAS ÁREAS COMUNES DE LA PRIVADA DONDE SE UBICA Y DE LAS ÁREAS COMUNES DEL
CONJUNTO HABITACIONAL AL QUE PERTENECE.
Por lo anterior, si bien es cierto, los suscritos no objetamos en tiempo el avalúo exhibido por la parte
actora, ES MÁS CIERTO que EL AQUO no puede violar los principios básicos sobre los cuales deben
practicarse los avalúos ya que su práctica obedece a las reglas de la prueba pericial y el artículo 347
del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal señala en sus fracciones I y II, que
cuando se OFRECE LA PRUEBA y el caso es que el REMATE es un PROCEDIMIENTO (QUE ESTÁ
SUJETO A LAS REGLAS GENERALES DEL PROCEDIMIENTO MARCADAS POR EL CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL), pues resulta que la parte actora nunca
señaló al A QUO los puntos sobre los que debe versar dicho avalúo.
SIN PERJUICIO DE LO ANTERIOR, SE DESTACA QUE EL JUEZ INFERIOR DEBIÓ TENER CLARO QUE
EL OBJETO DE LA REALIZACIÓN DEL AVALÚO ES OBTENER UN “VALOR REAL” DEL INMUEBLE Y
NO EL VALOR QUE MÁS LE CONVENGA A LA PARTE ACTORA, RAZÓN SUFICIENTE POR LA QUE NO
SE PUDO ADJUDICAR EL INMUEBLE DE FORMA DIRECTA.
[TA]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro IV, Enero de 2012, Tomo 5; Pág. 4585
La peritación es una actividad procesal desarrollada, con motivo de encargo judicial, por
personas distintas de las partes del proceso, especialmente calificadas por sus conocimientos
técnicos, artísticos o científicos, mediante la cual se suministran al Juez argumentos o razones
para la formación de su convencimiento respecto de ciertos hechos cuya percepción o
entendimiento escapa a las aptitudes del común de las personas. Así tenemos, como notas
distintivas de esta probanza judicial, las siguientes: 1. Es una actividad humana, porque
consiste en la intervención transitoria, en el proceso, de personas que deben realizar ciertos
actos para rendir posteriormente un dictamen; 2. Es una actividad procesal, porque debe ocurrir
con motivo de un procedimiento; 3. Es una actividad de personas especialmente calificadas en
razón de su técnica, ciencia, conocimientos de arte o de su experiencia en materias que no son
conocidas por el común de las personas; 4. Exige un encargo judicial previo; 5. Debe versar
sobre hechos y no sobre cuestiones jurídicas ni sobre exposiciones abstractas que no incidan
en la verificación, valoración o interpretación de los hechos del proceso; 6. Los hechos deben
ser especiales, en razón de sus condiciones técnicas, artísticas o científicas, cuya verificación,
valoración e interpretación no sea posible con los conocimientos ordinarios de personas
medianamente cultas y de Jueces cuya preparación es fundamentalmente jurídica; 7. Es una
declaración de ciencia, toda vez que el perito expone lo que sabe por percepción y deducción o
inducción de los hechos sobre los cuales versa su dictamen, sin pretender ningún efecto
jurídico concreto con su exposición; 8. Esa declaración contiene una operación valorativa ya
que esencialmente es un concepto o dictamen técnico, artístico o científico de lo que el perito
deduce sobre la existencia, características, apreciación del hecho, sus causas, efectos y no una
simple narración de sus percepciones, y 9. Es un medio de convicción.
Amparo directo 99/2011. Georgina Adriana Carrillo Figueroa. 19 de mayo de 2011. Unanimidad
de votos. Ponente: Víctor Francisco Mota Cienfuegos. Secretario: Salvador Andrés González
Bárcena.
Quiero manifestar que al haberse aprobado la adjudicación directa a favor de mi contraparte se causaron en
mi perjuicio agravios al Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal.
Como primer punto se desprende que la parte actora en el escrito inicial de demanda demanda no pidió en
alguna de sus prestaciones que si la parte demandada no hacia pago de las prestaciones reclamadas se
adjudicara directamente el inmueble, sino que pidió que en caso de que no se haga pago de las cantidades
reclamadas, se proceda al remate en pública almoneda de los bienes que conforman la hipoteca
otorgada en garantía y con su partido se haga pago a la actora, circunstancia anterior que el a quo no
tomo en consideración, y cabe señalar que un Juez no puede violar sus propias determinaciones .
En ese mismo sentido el Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, establece en
claramente cuál va a ser el procedimiento de ejecución en un juicio hipotecario.
Así, es mi derecho del tanto, adquirir la propiedad y si se adjudica en forma directa resulta que
se violan mis derechos procesales, sobre todo porque ya se había establecido el procedimiento del
remate en publica almoneda.
En virtud de lo anterior, deberá de declararse improcedente la adjudicación directa de mi
vivienda a favor de la parte actora, para que se de continuidad al procedimiento de ejecución en el cual
el suscrito pueda ser parte como postor, ya que así se estableció por Su Señoría en la Sentencia
Definitiva y con esto se establece la necesidad de agotar el procedimiento de publicación de edictos
para convocar postores.
Por otra parte, el Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal en el apartado DEL JUICIO
HIPOTECARIO, arts. (468 a 488) claramente establece los requisitos y formas en que ha de llevarse o
seguirse el juicio hipotecario, luego si en el artículo 488 se señala que “en el caso de la adjudicación
prevista en el segundo párrafo del artículo 2916 del Código Civil, se deberá solicitar avalúo del bien
para fijar el precio que corresponda a la cosa en el momento de exigirse el pago, debiéndose aplicar
en lo conducente lo señalado en el artículo 486 de este ordenamiento” , hay que señalar que en el
segundo párrafo del artículo 2916 del Código Civil se establece “Puede también convenir con el deudor en
que se le adjudique en el precio que se fije al exigirse la deuda, pero no al constituirse la hipoteca.
Este convenio no puede perjudicar los derechos de tercero”, con lo que se deja ver que la única forma en
que la actora se puede adjudicar mi vivienda es como lo señala el propio artículo 488 del Código de
Procedimientos Civiles es a través del procedimiento del remate como lo dispone el artículo 486 del mismo
ordenamiento que versa que para el remate se procederá de la siguiente forma, y enumera VI fracciones para
establecer la preparación del remate.
En este mismo orden de ideas, al analizar si una norma respeta la garantía de igualdad, al juzgador
constitucional no le compete examinar la oportunidad del criterio adoptado por el legislador, ni su mayor o
menor adecuación al fin que la norma persigue, ni decidir si la medida cuestionada es la mejor de las que
podían aplicarse, pues le corresponde en definitiva apreciar situaciones distintas en las que sea procedente y
tratar desigualmente a los destinatarios de la norma. Sin embargo, el margen de maniobra del legislador se
ve restringido cuando: a) el criterio diferenciador importa un trato desigual en cuanto al goce de otros
derechos y libertades protegidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, EN
EFECTO, ANTE LA ILEGALIDAD DE LA RESOLUCIÓN CONTRA LA QUE SE INTERPONE EL
PRESENTE JUICIO DE GARANTÍAS SE VIOLAN EN MI PERJUICIO LAS GARANTÍAS DE LEGALIDAD Y
AUDIENCIA PREVISTAS POR LOS ARTÍCULO 14 Y 16 CONSTITUCIONALES ASÍ COMO MIS
DERECHOS HUMANOS PREVISTOS EN EL ARTÍCULO 1 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y ESTO ME DEJA EN UN PLANO DE DESIGUALDAD JURÍDICA
VIOLENTÁNDOSE MI GARANTÍA DE IGUALDAD y b) el criterio diferenciador sea de los expresamente
prohibidos en la propia Carta Magna. En efecto, el artículo 1o., primer párrafo, constitucional contiene una
afirmación general de la garantía de igualdad en el disfrute de las garantías individuales, por virtud de la cual
dicho precepto salvaguarda a los individuos ubicados en situaciones comparables, de toda discriminación en
el goce de los derechos y libertades que la propia Ley Fundamental otorga, lo que implica que el legislador
debe ser especialmente cuidadoso al momento de someter a individuos o grupos de individuos a regímenes
jurídicos diferenciados, cuando con ello incida en el ejercicio de los derechos y libertades que la Constitución
les reconoce. Por su parte, el tercer párrafo del artículo 1o. constitucional establece la prohibición de
discriminar por los motivos que expresamente enumera, y de cualquier otro modo que implique un
menoscabo para la dignidad humana o para los derechos y libertades de las personas. Estas prohibiciones
de discriminación tienen como fin, y generalmente como medio, la paridad en el trato a los individuos cuya
nota distintiva sea alguno de tales criterios, los que, por tanto, sólo en forma excepcional pueden utilizarse
como elementos de diferenciación jurídica de trato, a menos que ésta constituya una acción afirmativa
tendiente a compensar la situación desventajosa en la que históricamente se han encontrado ciertos grupos.
Por tanto, tratándose de normas diferenciadoras que incidan en el goce de garantías individuales, así como
en el caso de aquellas que descansen en alguno de los criterios enumerados en el tercer párrafo del indicado
artículo 1o. y que no constituyan acciones afirmativas, se impone la necesidad de usar, en el juicio de
legitimidad constitucional, un cañón mucho más estricto que implique rigor respecto a las exigencias
materiales de la proporcionalidad, dado que en tales casos la propia Constitución impone una regla de
tratamiento igual, que sólo admite excepciones cuando se busque satisfacer una finalidad
constitucionalmente imperativa y exige medios estrechamente ajustados a esa finalidad.
Así entonces, podemos definir que el principio de igualdad tiene un carácter complejo en tanto
subyace a toda la estructura constitucional y se encuentra positivizado en múltiples preceptos de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que constituyen sus aplicaciones concretas, tales
como los artículos 1o., primer y tercer párrafos, 2o., apartado B, 4o., 13, 14, 17, 31, fracción IV, y 123,
apartado A, fracción VII. Esto es, los preceptos constitucionales referidos constituyen normas particulares de
igualdad que imponen obligaciones o deberes específicos a los poderes públicos en relación con el principio
indicado; sin embargo, tales poderes, en particular el legislador, están vinculados al principio general de
igualdad, establecido, entre otros, en el artículo 16 constitucional, en tanto que éste prohíbe actuar con
exceso de poder o arbitrariamente. Ahora bien, este principio, como límite a la actividad del legislador, no
postula la paridad entre todos los individuos, ni implica necesariamente una igualdad material o económica
real, sino que exige razonabilidad en la diferencia de trato, como criterio básico para la producción normativa.
Así, del referido principio derivan dos normas que vinculan específicamente al legislador ordinario: por un
lado, un mandamiento de trato igual en supuestos de hecho equivalentes, salvo que exista un fundamento
objetivo y razonable que permita darles uno desigual y, por el otro, un mandato de tratamiento desigual, que
obliga al legislador a establecer diferencias entre supuestos de hecho distintos cuando la propia Constitución
las imponga. De esta forma, para que las diferencias normativas puedan considerarse apegadas al principio
de igualdad es indispensable que exista una justificación objetiva y razonable, de acuerdo con estándares y
juicios de valor generalmente aceptados, cuya pertinencia debe apreciarse en relación con la finalidad y
efectos de la medida considerada, debiendo concurrir una relación de proporcionalidad entre los medios
empleados y la finalidad perseguida.
Novena Época, Registro: 191136, Instancia: Pleno, Tesis Aislada, Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, XII, Septiembre de 2000, Materia(s): Constitucional, Tesis: P. CXXXIII/2000,
Página: 27.IGUALDAD. LOS CONCEPTOS DE VIOLACIÓN QUE SE HAGAN VALER RESPECTO A LA
GARANTÍA PREVISTA EN EL ARTÍCULO 1o. DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL, NO PUEDEN
ENTENDERSE SI NO ES EN RELACIÓN DIRECTA CON LAS LIBERTADES QUE ÉSTA CONSAGRA. Si
bien es cierto que las garantías que otorga la Constitución Federal sólo pueden restringirse por disposición de
la propia Ley Fundamental o por otra ley a la que la misma remita, también lo es que los conceptos de
violación que haga valer el quejoso en el juicio de amparo, respecto al artículo 1o. de la Carta Magna que
prevé la garantía de igualdad, sólo pueden entenderse en relación directa con las libertades que la propia
Constitución consagra. Esto es, la violación que se produciría, en su caso, al artículo 1o. sólo puede advertirse
de un estudio conjunto de dicho ordinal con la correlativa libertad que se arguye violada.
Amparo en revisión 295/99. Colegio Mexicano de Licenciados en Administración, A.C. 8 de mayo de 2000.
Unanimidad de diez votos. Ausente: José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: Miguel Ángel Ramírez González.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy cinco de septiembre en curso, aprobó, con el número
CXXXIII/2000, la tesis aislada que antecede; y determinó que la votación es idónea para integrar tesis
jurisprudencial. México, Distrito Federal, a cinco de septiembre de dos mil.
Novena Época, Registro: 169439, Instancia: Segunda Sala, Tesis Aislada, Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, XXVII, Junio de 2008, Materia(s): Constitucional, Tesis: 2a. LXXXII/2008,
Página: 448.PRINCIPIO GENERAL DE IGUALDAD. SU CONTENIDO Y ALCANCE. El principio de igualdad
tiene un carácter complejo en tanto subyace a toda la estructura constitucional y se encuentra positivizado en
múltiples preceptos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que constituyen sus
aplicaciones concretas, tales como los artículos 1o., primer y tercer párrafos, 2o., apartado B, 4o., 13, 14, 17,
31, fracción IV, y 123, apartado A, fracción VII. Esto es, los preceptos constitucionales referidos constituyen
normas particulares de igualdad que imponen obligaciones o deberes específicos a los poderes públicos en
relación con el principio indicado; sin embargo, tales poderes, en particular el legislador, están vinculados al
principio general de igualdad, establecido, entre otros, en el artículo 16 constitucional, en tanto que éste
prohíbe actuar con exceso de poder o arbitrariamente. Ahora bien, este principio, como límite a la actividad
del legislador, no postula la paridad entre todos los individuos, ni implica necesariamente una igualdad
material o económica real, sino que exige razonabilidad en la diferencia de trato, como criterio básico para la
producción normativa. Así, del referido principio derivan dos normas que vinculan específicamente al
legislador ordinario: por un lado, un mandamiento de trato igual en supuestos de hecho equivalentes, salvo
que exista un fundamento objetivo y razonable que permita darles uno desigual y, por el otro, un mandato de
tratamiento desigual, que obliga al legislador a establecer diferencias entre supuestos de hecho distintos
cuando la propia Constitución las imponga. De esta forma, para que las diferencias normativas puedan
considerarse apegadas al principio de igualdad es indispensable que exista una justificación objetiva y
razonable, de acuerdo con estándares y juicios de valor generalmente aceptados, cuya pertinencia debe
apreciarse en relación con la finalidad y efectos de la medida considerada, debiendo concurrir una relación de
proporcionalidad entre los medios empleados y la finalidad perseguida.
Amparo en revisión 1834/2004. El Florido California, S.A. de C.V. 7 de mayo de 2008. Mayoría de tres votos.
Disidentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano y Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Sergio Salvador
Aguirre Anguiano. Secretarios: Martha Elba Hurtado Ferrer, Fabiana Estrada Tena e Israel Flores Rodríguez.
Amparo en revisión 1207/2006. Inmuebles Gómez, S.A. de C.V. 7 de mayo de 2008. Mayoría de tres votos.
Disidentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano y Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Mariano Azuela
Güitrón. Secretarios: Martha Elba Hurtado Ferrer, Fabiana Estrada Tena e Israel Flores Rodríguez.
Amparo en revisión 1260/2006. Eduser Inmobiliaria, S.A. de C.V. 7 de mayo de 2008. Mayoría de tres votos.
Disidentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano y Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Genaro David
Góngora Pimentel. Secretarios: Martha Elba Hurtado Ferrer, Fabiana Estrada Tena e Israel Flores Rodríguez.
Amparo en revisión 1351/2006. Metalmec, S.A. de C.V. y otras. 7 de mayo de 2008. Mayoría de tres votos.
Disidentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano y Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Margarita Beatriz
Luna Ramos. Secretarios: Martha Elba Hurtado Ferrer, Fabiana Estrada Tena e Israel Flores Rodríguez.
Amparo en revisión 1700/2006. Integración de Servicios en Salud, S.A. de C.V. 7 de mayo de 2008. Mayoría
de tres votos. Disidentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano y Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente:
Genaro David Góngora Pimentel. Secretarios: Martha Elba Hurtado Ferrer, Fabiana Estrada Tena e Israel
Flores Rodríguez.
Ya que en el avaluó no hace mención detallada del inmueble ya que solo se compara con los
inmuebles que se encuentran a su alrededor y no detalla específicamente si mi inmueble tiene ampliaciones
o terminados que pueden subir el costo del mismo, y al no hacer mención de los detalles del inmueble no se
puede DETERMINAR un precio REAL del mencionado inmueble, pues contrario a lo argumentado por la
responsable, el avaluó hace referencia de los elementos de construcción menciona que supone que son
zapatas de concreto armado, ya que el valuador solo se basa en el avaluó de la constructora y no fue a
verificar en verdad de que materiales está construido el inmueble, de igual manera hace mención que las
tuberías son de cobre lo que el valuador no verifico ya que todos los inmuebles sus tuberías son de
PVC, por lo que se puede probar que en ningún momento el perito fue a checar el inmueble para poder hacer
su dictamen, por lo que el dictamen es ilegal ya que no cumple con las formalidades que marca la ley.
Es claro que en términos del artículo 569 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito
Federal los avalúos que se presenten para llevar a cabo los remates deberán llevarse a cabo conforme a las
reglas previstas en dicha ley adjetiva para la práctica de la prueba pericial, sin embargo, en términos de los
artículos 293 y 346 del mismo ordenamiento legal, se requieren conocimientos especiales para la práctica de
dicha prueba, y tener conocimientos especiales significa que a través de dichos conocimientos el perito en
forma PERSONAL, PROFESIONAL E IMPARCIAL, verifique hechos, objetos o personas dentro de su
área profesional que le permitan instruir al JUEZ SOBRE LA VERDAD TÉCNICA QUE SE BUSCA, en
este caso sobre el VALOR REAL DE UNA VIVIENDA DE LA CUAL EN TÉRMINOS DEL CONTRATO DE
CRÉDITO Y DEL CONTRATO DE COMPRA-VENTA TAMBIÉN TIENE INTEGRADOS EN FORMA
IDIVISIBLE LA PARTE DE COPROPIEDAD QUE LE CORRESPONDE POR LAS ÁREAS COMUNES DE
LA PRIVADA DONDE SE UBICA Y DE LAS ÁREAS COMUNES DEL CONJUNTO HABITACIONAL AL
QUE PERTENECE.
Así entonces tenemos que de acuerdo al Tratado de San José ratificado por el Senado de la
República, resulta que EL DERECHO A LA VIVIENDA ES UN DERECHO HUMANO y que precisamente
despojarme de mi vivienda SIN QUE SE RESPETEN LAS FORMALIDADES Y SE OBSERVE ESTRICTA
OBEDIENCIA A LAS LEYES, PERO SOBRE TODO A GARANTIZAR QUE NO SE ME VIOLEN MIS
DERECHOS HUMANOS, la autoridad responsable al emitir una declaración en la que no se analizan los
artículos 14 y 16 de la constitución cuando los mismos también SON DERECHOS HUMANOS, pues resulta
evidente que me ha violado mis derechos constitucionales, sobre todo el previsto en el artículo 1 de nuestra
carta magna.
“… Artículo 17. Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su
derecho.
Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para
impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta,
completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales.
Las leyes preverán mecanismos alternativos de solución de controversias. En la materia penal regularán su
aplicación, asegurarán la reparación del daño y establecerán los casos en los que se requerirá supervisión
judicial.
Las sentencias que pongan fin a los procedimientos orales deberán ser explicadas en audiencia pública previa
citación de las partes.
Las leyes federales y locales establecerán los medios necesarios para que se garantice la
independencia de los tribunales y la plena ejecución de sus resoluciones.
La Federación, los Estados y el Distrito Federal garantizarán la existencia de un servicio de defensoría pública
de calidad para la población y asegurarán las condiciones para un servicio profesional de carrera para los
defensores. Las percepciones de los defensores no podrán ser inferiores a las que correspondan a los
agentes del Ministerio Público.
Nadie puede ser aprisionado por deudas de carácter puramente civil…”
Aunado a lo anterior, tenemos que la responsable emitió una resolución con base en un
procedimiento inconstitucional, tal y como se desprende de lo siguiente.
Pues, al momento de dictar sentencia de remate cometió diversas irregularidades que se mencionan a
continuación; pues de los artículos 468, 469, 470, 471, 473, 476, 479, 480, 481, 482, 483, 484, 485, 486,
487, 488, relativos a la sustanciación del Juicio Especial Hipotecario, previstas en el Código de
Procedimientos Civiles del Distrito Federal, se desprende que los mismos violan mis derechos humanos y
garantías individuales que salvaguarda la constitución política y los Tratados Internacionales de los que
México forma parte, por lo que desde este momento ataco dichos artículos de inconstitucionales, pues el
Procedimiento Especial Hipotecario fue creado para ejecutar la garantía hipotecaria, favoreciendo la Usura.
De los artículos antes citados, se desprende que para poder iniciar un procedimiento especial se
interpone un escrito de demanda, una vez interpuesta, el juez ordena que se inscriba en el Registro Público
de la Propiedad, ya inscrito se manda a emplazar al demandado, quien tiene un plazo de 15 días para
contestar la demanda o reconvenir, 9 días para contestar la reconvención y 3 días para contestar. El juez
marca una fecha para que se lleve a cabo la audiencia de ley, si hay pruebas que no estén preparadas se
puede diferir la audiencia de desahogo de pruebas, en la cual las partes van a alegar lo que a su derecho
convenga; finalmente, se cita a las partes para escuchar la resolución del juez, en un término de 8 días y
hasta 8 días más si el expediente es voluminoso.
El Juicio Especial Hipotecario, será procedente cuando un procedimiento verse sobre la constitución,
ampliación, registro, cancelación, pago, prelación o extinción de una hipoteca.
Por lo anterior, si bien es cierto, el suscrito fui condenado al pago de las prestaciones reclamadas
por la actora en su escrito inicial de demanda, no es posible me sea privado de mi derecho a una vivienda
digna y decorosa, pues el A quo deja de lado la interpretación del artículo 1 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos que dice:
“… Artículo 1.- Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las
personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta
Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo
ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo
las condiciones que esta Constitución establece.
Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de
conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la
materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más
amplia.
Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la
obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos
humanos de conformidad con los principios de universalidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el
Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a
los derechos humanos, en los términos que establezca la ley…”
En principio, y por razón de mandato constitucional, de manera preliminar conviene señalar que,
acorde con lo dispuesto por el artículo 1 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su
última reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el diez de junio de dos mil once, vigente a partir
del once siguiente, en términos de su tercer párrafo, corresponde a esta autoridad Judicial, en el ámbito de su
competencia, promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los
principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.
En consecuencia, en aras de dicho principio, conforme al cual y en términos del párrafo segundo del
dispositivo constitucional en cita, así como en los ordinales 1° y 2° de la Declaración Universal de Derechos
Humanos; 1° y 2° de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, se debe favorecer en todo tiempo
a las personas la protección más amplia, por lo que, el Poder Judicial al ejercer un control de
convencionalidad ex oficio en materia de derechos humanos deberá realizar: una interpretación conforme en
sentido amplio del orden jurídico a la luz y respecto de los derechos humanos reconocidos en la Carta Magna
y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte; una interpretación conforme en
sentido estricto, lo que significa que al existir varias interpretaciones jurídicamente válidas los juzgadores
partiendo de la presunción de constitucionalidad de las leyes deben preferir aquella que hace a la ley acorde
a los derechos humanos reconocidos en la Constitución y tratados internacionales; y una inaplicación de la
ley cuando las alternativas anteriores no son posibles; de ahí que, de estimar la existencia de una violación a
los referidos derechos humanos, se procederá a sancionar y reparar la misma, en los términos que
establezca la ley para ello, las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con
la Constitución General de la República y con los tratados internacionales de la materia, favoreciendo en todo
tiempo las personas la protección más amplia.
Sirve de apoyo a lo anterior la tesis aislada XIX/2011, sustentada por la sexta Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, visible en la Página 2918, del Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, libro IV, enero de 2012, Décima Época, intitulada:
Así como la tesis aislada LXIX/2011, sustentada por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, visible en la página 552, del Semanario Judicial de la Federación y su Gacetas, Libro III, Diciembre
de 2011, Décima Época, de rubro y texto siguientes:
Así en los términos del artículo 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la
Constitución y los Tratados Internacionales como los transcritos anteriormente SON LA LEY SUPREMA DE
LA REPÚBLICA MEXICANA y está obligado cualquier Juez o autoridad en los términos del párrafo tercero
del artículo 1 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos a respetar estrictamente los
derechos humanos reconocidos por los tratados internacionales anteriormente transcritos, así como las
garantías que otorga la Constitución como lo es la prevista por el artículo 4 párrafo séptimo que señala que
toda persona tiene derecho a una vivienda digna y decorosa.
En este orden de ideas, en materia de Derecho a la vivienda es muy importante prever mecanismos
necesarios para dotar de transparencia a las acciones de los poderes públicos con el fin de evitar un
funcionamiento corrupto de los mecanismos necesarios para acceder a una vivienda construida con
financiamiento público.
Desde una perspectiva más general, derecho a la vivienda se desprende también un derecho a no ser
desposeído arbitrariamente de ella, de modo que algunos derechos de rango inferior tendrán que ceder o
acordarse a este derecho fundamental.
IX.- SUSPENSIÓN DEL ACTO RECLAMADO.- En términos de los artículos 122, 124, 130, 131, y demás
relativos de la Ley de Amparo vigente, solicito se me conceda la Suspensión del Acto Reclamado referente a
la orden de desalojo decretada por el Juez responsable y que ya ha quedado especificada en la presente,
solicitando que las responsables ordenen se mantengan las cosas en el estado en que se encuentran hasta
en tanto se resuelva el fondo de este asunto, así mismo solicito me sea expedida copia certificada de la
suspensión que decrete esta H. Autoridad.
PRIMERO. - Tenerme por presentado con este escrito, con la calidad con que me ostento, con copias
anexas, demandando el AMPARO Y PROTECCION DE LA JUSTICIA DE LA UNION.
SEGUNDO. - Tener como lugar del suscrito para oír y recibir toda clase de notificaciones el domicilio antes
indicado, y para los mismos efectos a las personas mencionadas.
TERCERO. - Seguidos los trámites de Ley, dictar Sentencia en la que se declare que la Justicia de la Unión
me ampara y protege.
PROTESTO LO NECESARIO.