Bilbao y La Experiencia Liebertaria de América.2003

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Clara Alicia Jalif de Bertranou
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Francisco Biilbao
y la experiencia libertaria de América
La propuesta de una filosofia americana
Unjvcrsidad
Nacional de Cuyo
Unlrsrsidad Nacl~nalde Cuyo (Mendoza. República Argentina)
Rector: Dra. Maria Yictona Gbmez de Erice
Viccrrector:tng. Agr. Arturo Somoza
Sec. de Ext. Universitaria: Mag. Rosa Maria Fader de Guliiazii

EDlUNC Editorial de la Universidad Nacianal de Cuyo


Director: Prof. Rcnk Gotthelf
Francisco Bilbao
g la experiencia libertaria de América
La propuesta de una filocofia americana

La publiciiciiin dc esta obra ha sido recomendada


por el Comité Editorial dc la LT.N.Cuyu

Clara Alicia Jalif de Bertranou

ZDILTNC
Mendoza, 2003
Contenido

Francisca Bilbao y la experiencia libertaria de América


La propuesta de una filosofía arncricana Agradecimientos .....................,..........................................................9
Introduccion ........................................................................................................ 11
4 ,

Clara Alicia Jalif de Bestranou


I. El escritor y la obra ............... ...................................................................... 47
Primera edición. Mendoza 2003 II. El fragor de una vida ...................................................................... ........... 6.5

Diseño de cubierta e interior. Dpto. de Diseño


ILI. Marco general de sus ideas. El juego categorial de oposiciones:
. . .,
Ascsoria de Estrlo: EDIUNC civilizacion y barhane ......................................... ............................. .... ...... 125
Serie: América Latina no 14 IV Pensainiento politico y fundamentncion ontológica de la libertad ...... ...... 141
V Esbozo de una filosofia de la h~storia..................................................... 151

Jalif de Rertranou, Clara Alicia


Vi. Del peso de las creencias a la edad de la raziin ............ ....................... ...... 171
Francisco Bilbao y la experiencia libertaria de Amf rica : la propuesta de VIL La unidad de América .................................................. . . . . . . . 189
una filosofia americana / Clara Alicia Jalif de Bcrtranou. -- la. ed. -- Vil. Racionalisrno y utopía ...... .......................................... ......... . . . . 207
Mendoza, EDIUNC, 2003. K La constmcción de una "filosofía americana" .............. .................. ........... 225
327 p. : 31 cm. -(América latina, n" 14).
Conclusiones ........... .. ................................................. ......... ........................ 235
Aptndice documental ..................................... .... ... ....................................... ... 241
ISBN 950-39-0152-9
. .
Bibliografia ............................................................................................... 293
Bilbao. Francisco %fiIosofia latinoamericana 3,filósofos critica e lndice ............................................................................................................ 315
interpretación vnAmérica Latina.

o
Impreso en Argentina - Priilted rri Arxcntitio
ISBN 950-39-01 52-9
Qiicda heclio el deposito que marca la ley 1 1.723
-i EDTUNC, 2003
Centro ZTnirters~tario,5500 Mcndoza
Rephblrca Argentina
A la memoria del poeta
José J a l f Balnzaceda, mi padre.
Para Armando 1) nuestra descendencia.
Agradecimientos

Hace años, dentro dc tin equipo de investigación, recibí del Dr. A m r o


Andrks Roig e! csiiinulo para ocuparme de las ideas de Francisco Bilbao.
Este libro es el resultado, y a cstc maestro de la filosofin latinoamericana
debo su paciente y rigurosa lectura, como así también sugerencias que me
pcrrnitieron ampliar la mirada. Vaya para él mi p r o f ~ ~ n dyo sincero
reconocimiento.

Mi gratitud también a colegas y amigos que, para este recorrido,


me ayudaron con sus libros y apuntes, can sus conocimientos y su valiosa
amistad. Igual gesto agradecido debo a Ea Editorial de la Universidad Nacional
de C u y o - E D W C .

Finalmente quiero dejas constancia del perseverante apoyo de


Armando, mi esposo, quien mt:alentó a finalizar estas paginas.
Introducción

Las pigrnas de esta. investigación trenen por objeto de estudio la


polemica figura de Francisco Bilbao, chiteno por nacimiento y americano
por vocación y son un esfi~erzopos analizar y dar sistematicidad a sus ideas
filosbfico-politicas. Constiniycron cllas la objcrivación dc un plexo de valores
de un sector social que pujaba por un proyecto nacional, cuyo derrotero
atraviesa el siglo XIX. con éxitos y fracasos.

Consideramos que nuestras paginas vienen a llenar un vacio en Ia


producción bibliografica sobre el asunto. Esta, durante el rnismo siglo XIX,
se caracteriza por la vacuidad mas asombrosa expresada en la lisonja
desmedida o c l rechazo calumnioso aisn miicho inis allá dc su muerte. Así
hallalnos por un Iado a quienes han escrito panegíricos, exaltando su vigor
intelectual y politico; y, pol- otro, a aquellos que, desde sectores conservadores.
lo han condenado sin inas. Unos y otros ajenos a todo intento sereno de
lectura. No es éste el caso en la bibliografia a medida que transcurre el
siglo XX, cntrc las que cabe mencionar a Julio César Jobet con su Iibro
Precursores del pensamiento social en Chile (1 9 5 5 ) ' , donde dedica un
capitulo a nuestro autor, tinilado Francisco Bilbao, ideólogo y tribuno
de la democracia. Una dkcada después Elías Ugarte Figueroa publica
Francisca Bilbao, agitador y blasfemo ( 1965j2,con cl indicativo subtitulo
de Ensu-vo ~ u c i o p ~ i iyt ibiugrbjrco
~~ sobre i i i i hnnihre y s u época.
Escrito sin sotucion de continuidad, narra las viciciiudes dc la vida del
personaje con lenguaje colorido y abiertas simpatias, siguiendo un orden

' JULIO C L ~ A RJOULT. I ~ e c u r s o r e sdel pensamiento social r n Cbilc Col Sabcr. n" 2
Santiagci dc Cliilc. Fdirorral Unii.crsrtarra, 1955
- t 114s UGAK'TL TIGUI HOh. Frsneisco Bilbao, afiitadnr y hlarremo Santiago dc Chrlc.
EditorioI Lnivcrsiinria 1965
ctonológico, donde no se eluden los juicios de valor y cl comentario sobre relacionados con Bilbaa, considerado el precursor de los derechos del pueblo
cicrtos topicos. Pocos años después, cn 1971, Julio ScpUIveda Rondancili y del espiritu democrático cn Chile. Se trata, en fin, de rescatar una figura
edita Francisco Bilbao, precursor del socialismo. Bosquejo de su olvidada por la historia oficial, segiin manifiesta el autor.
vida, d e sus obras y d e su tiempo3. cuyo ambicioso titulo no se
corresponde con el contenido. Se trata de un resumen de los aspectos En cI terreno abierto por el estudio de las ideas, Pierse-Luc Abramson
biográficos ya dados a conocer por la bibfiografia precedente, en este caso publicó en 1999 el volumen Las utopías sociales en América Latina en
acompañado por un extenso apéndice donde se reimprimen diversos escritos el siglo XTX7. fruto de una tesis doctoral, dando cabida en un capitulo a las
de Bilbao, inas algunos documentos de la época. figuras más actrvas de los sttcesos que tuvieron lugar en Chile entre 1848 y
1852. Tres son 10s nombres con c1 correspondiente repaso biográfico: José
Un jalón importante cn la bibliografía posterior es el libro de Alberto J. Victorino Lastania, Santiago Arcos y Bilbao. Si bien estas paginas no aportan
Varona, Francisco Bilbao, revolucionario de América (197314. mayor novedad, rcsiiltan interesantes porque el lector puede poner en paralclo
Compuesto de tres partes, en la primera y inas extensa estudia su vida; en lo pensado en otros paises dc América Latina durante el siglo.
la segunda, igualmente extensa, realiza una glosa dc sus principales escritos;
y en la tercera, inuy brevc, su labor periodistica. Junto a la mención de estas obras es preciso citar un libro más reciente
debido a las investigaciones de Ana María Stiiven: La seducción d e un
La historiadora y politóloga argentina Marta Pena de Matsushita publicó orden. Las elites y la construcción de Chile en las polémicas
cn 1985 Romanticismo y política5, su tesis doctoral, en la cual, despues cu1turaIes y políticas del siglo XZX "ZOOO), cuyas ideas básicas fueron
de un analisis del romanticismo en sus raíces europeas, estudia el adelantadas en un brevc articulo tituIado Polémica y cz,lturrr politica
romaníicismo en Hispanoamérica, dedicándole la quinta parte a su expresibn chrlena, 1840-18509. Dentro del marco de las polémicas que estudia en
en Chile. Es dentro de la misma que toma c1 caso de Francisco Bilbao y la el libro dedica un capitulo a Bilbao y la aparicihn de su escrito SociahiIidud
Sociedad de la Igualdad, a quien asigna un capitulo desde el punto de vista ctiilena, al quc sitúa la autora como prueba o compulsa del espíritu de
de las tendencias políticas en el país trasandino, ubicándolo dentro del ralcrrincia y tnas alli de 30s tiinites de1 consenso posible en la socicdad de su
socialismo radical. tiempo.

En 1998 Gonzalo Fernández Meriggio publicó Francisco Bilbao, En la bibl iogratia mencionada no hay una sistematización por problemas
héroe rornhntico de Américah, historia del inquicto pensador, desde su y temas que atraviesan rl corpiis bilbaíno al modo corno hemos pretendido
niiicz liasta su muerte, a lo largo de ocho capitulas en los que se abre al hacerlo aqui, alendiendo al examen de sus fundamentos ideol6gicos y su
abanico del circulo de amistades, influencias y aconteciinientos historicos Iigazón con principios filosoficos. Ello nos ha conducido a analizar sus

' JuLia SFPU~.VEUA RUNDANELLI.Francisco Bilbao, precurarir drl socialismo. Easqucjo ' PiaRRF-LUC ALIRAMSON, Lar utopías sociales cn America Latina en e l siglo XIX Trad
de su >ida. d a sus obras t d e su ticmpo Santiago dc Chilc, Ed~cioncsUoccancgra, 1971 de Jorgc Albcrto Luis Padin Vidcla M l x i c o , FCE., 1949
' ALnknro J. VARONA.Francisco Bilbao, revnlucinnario d e hrnbrira. Bucnos Aircs, Ed A N 4 M A R ~STUVFN
A V., La acduccirin de un ordcn. Lni elítes y la canrtrucción de
Excclsior. 1973 Chile en las polemicas culturalcr y politicas del siglo SIX Santiago dc Chilc.
MARTA P E N A D E M r \ ~ s u s ~ ~liomnnticismo
'r~, y pnlitica Rucnas Aircs, CIN?LE, 1985. Universidad Catolica dc Chilc. 2000
" G W N Z A L OP E R N A N I I ~ Z MERIGGIO, Francisca Rithao. héroe romántico de AmCrica ' Idcrn. Pu1t:niicri I' ~ s i l f i i r lpolirrco
i chilenu, 1840-IRSTi, cn Historia, r o t . 25, 1 990. p. 229-
Valparaiso, Casa Editorial dc Valparai~a, 19911 253.
propuestas liberales introduciendo una perspectiva histórica en el estudio es una idca central invocada a la hora de fundamentar la Iibehtad y la
filosófico, con el fin de señalar que sus discursos no podrían ser comprendidos igualdad. Lacke, por ejemplo, nos dice cn su Ensayo sobre el gobierna
fuera del acaecer que jalona sus días. Esos discursos atraviesan un tiempo civil que "La libertad natural del hombre consiste en no verse sornctido a
dado y en ellos mismos pucden leerse sus luchas a través de las criticas, Ias ningUn otro poder superior sobre la tierra, y en no encontrarse bajo la
refomulacioncs categoriales y las justificaciones de un pensamiento que voluntad y la autoridad legislativa de ningún hombre, no reconociendo
emergía socialmente con fuerza inaudita, por y para una realidad, y con una otra ley para su conducta que la de la Naturaleza" (capitulo IV, De ¡a
práctica inherente. Sus escritos proclaman y anuncian un proyecto global esclavitud, $ 21).
de organización de la sociedad, un esfuerzo por asir el futuro.
La naturaleza cs así tambiCn fuente inetafísica de la racionalidad y
El examen de los fundamentos del pensamiento de Bilbao nos remite dc su Ctica. Corno dice André Vachct:
permanentemente a la matriz ideológica de lo que conocemos como ... el iiuturalisnio liberul da nacilliienro u iina anti-opologia que
liberalismo. Dada l a amplitud con que eI témino ha srda tomado a lo largo rnouentru en la rnz8n 10s I~tcesnecesarias pasa comprender In
de los tiempos, se imponen algunas consideraciones con el fin de precisar condirciu del individuo -v realizar la conquista de! mundo. El 110mbi-e
nuestro uso. dLvfntt~~ de trrt poder de perfeccioilamiento sobre el orden naturul y
de /asjlrerzas necesarias para su coirguista.

Dentro del proceso de secnlarizaciiin de la socrcdad que se inicia con


ta modernidad aparecen los primeros teoricos quc colocan como centro de
Y agrega mis adelante:
La concepción del hombre su libertad y. a partir de ella, la negacion del Cado hombre dísfru fa de .Tu naturaleza, -v tiende a ente~iderlacoma
origen divino dcl podcr, que dara paso, simultáneamente, a la hipótesis de1 u ~ poder
t air~ónorno.Por lo mismo, la razbn no es fruscendenfe u /
pacto social. Se establece así, sobre cualquier otro principio, la libertad del individuo. no es colectivn, sino particular a cada Iiombre. La rozri)i.
como la relucidii con fa t~aturalezu,son datos aronrrzados. Cada
individuo en todas sus proyecciones, de la cual emanan, al mismo tiempo,
per.Tcina colistiiriye uitn totalidad de cada irno de ellos y al mismo
sus derechos materiales y espirituales. Parte fundamental de esos derechos tiempo la sintesis udeclrndaln.
serán la libre elección de las formas politicas y el acceso a Ias oportunidades
económicas para disfrutar de la riqucza forjada por su trabajo. La autonornia Bien se ve que el hombre, como su razón, y la felicidad, pertenecen
y la independencia ponen al hombre a recaudo del absolutismo del poder, de Ilcno a la naturaleza, pues su realizacion sc inscribe en el dominio
sea éste religioso, potitico, moral o económico. terrenal. La felicidad ya no será una recompensa a alcanzar cn Ia vida
sobrenatural; cs un fin que pertcncce a [ a historia de este mundo, dc
Despojado del deber de la obediencia ciega, e l hombre qucda libre acuerdo a lo que en la misma naturaleza le esta permitido, sin violentarla
para hallar las claves de su futuro crecimiento, en el cual el dominio sobre en sus leyes.
la naturaleza no ser6 un aspecto menor. Se plantea la necesidad de conocer
el mundo en 10 quc de naturaleza tiene, según sus leyes, pero na para En la vertiente utilitarista del liberalismo la felicidad dependeri
sujetarse a él, sino para dominarlo y utilizarlo. La naturaleza, despojada fundamentalmente de las condiciones materiales que rodean la vida de
de carácter mágico, se convierte en medio para las acciones efícaccs, en A P C D R VATHFT.
~ 1.a idcolcizia liberal. Trad dc Pablo Fcrnhndcz Albaladcjo t.t.al. Prblogo
pos del desarrollo y l a riqueza, con Ia paradoja de quc csa misma naturaleza Jc Hcnri Lcfcbvrc Madrid, Ed. l:undamcnros, 1971, 0.77-78.
los seres humanos; por ello atribuirá gran importancia, por ejemplo, a la En este proceso de secularización progresiva el hombre se ve
saIud fisica satisfactoria y a disponer de un nivel mínimo de prosperidad enfrentado a su suerte y ésta dependerá ahora de sus propios esfuerzos,
econbmical'. La felicidad es, de este modo. el criterio ktico último para siguiendo la naturaleza y sus deseos. Los logros dependerán de su
juzgar el bien y el mal, lo beneficioso y 10 dañino, que en la perspectiva responsabilidad y del ejercicio de su voluntad de dominio, circunscriptas
universalista del hedonismo será entendida como felicidad para el conjunto ambas a las posibilidades concretas que sc le presentan. Se trata de una
de la colectividad, tal como fue vista por dos de sus mayores teorices: John realización a la medida dcI hombre que ya nada tiene que ves con el
Stuart Mil1 y Jeremy Bentham, y que aparece también en Adam Smith, auxilio celestial, donde un ser extraterrenal otorgaba, merced a la gracia,
quien en su conocida obra La riqueza d e las naciones dice quc el la felicidad; una felicidad quc si no podia espesarse cn este mundo bien
verdadero criterio itico consiste P I I la felicidad de /a colectit.idad". podia alcanzarse en un más allá.
Por eso dice también Locke en su Carta sobre la tolerancia que el
gobernante no puede ordenar ...citnnfo le plazca de cuailra costd El mundo, amplio y venturoso, es el escenario de las acciones y cl
indtferente existe. E inmcdiatamcntc agrega: limite 'de éstas está dado por la 1cy natural; lcy que es el fundamento ktico
de la vida y principio de autoridad al momento de juzgarla, pues se identifica
La regia y medida de todo legislacidn es .el bierr~strirpiiblico. J J si
algo no resulta pravechoso a la comuriidad, auaqire sea cosu
en el interior del ser humano con la razón. Es más, la naturaleza se expresa
indiferente no debe ser instituida como le-v. cn el hombre por la razón, y de ésta deriva la felrcidad hasta el extremo de
que toda vida desgraciada lo es por desconocimienta, ignorancia y ausencia
Una felicidad o bienestar que en la mayoría de los autores se logra por dc luces para advertu el verdadero rumbo de la naturaleza y sus leyes.
la lucha y el esfuerzo. Algo que no se satisface de una vez y para siempre. Lockc le atribuía a la razón, por cjernplo, el carácter de Ultimo juez y iíl timo
sino trabajosamente, por la cadena miiltiple de deseos y necesidades cn el guía en todos los asuntos.
transcurso de la vida de individuos y sociedades. Hobbes en su Leviathan
la expresaba del siguiente inodo. aunque refcrido al individuo, su fucrza y su Dos cuestiones se desprenden de estas ideas: 1. El mal es fruto de la
poder: ignorancia, que dcbe ser erradicado mediante la educación y Fa puesta en
acto de las capacidades narurales. 2. La Iibertad es obrar según las pautas
I,a felicidad es uita pvogr~siBnrontitrua del deseo de ur~objeto a de la razón y no puede confundirse con cl Iibertinaje y la anarquia; ella es la
otro; alcuiizor el pi-iniero no es más que el medio de alcanzar el
sepundo. La cui4.r~estrj en qiie eJ oryeto Jet deseo del hombre no rs el
respuesta obediente de un orden. Vachct nos dice:
goce tiriico +v momentaneo, siiso la segiiric!cti! pern~unet~ie de i-wlizor En resirrnen, con hacer lao de su razhn, el hombre puede ser feliz: y
Los
S ~ I Sd c , s e o ~ j ~ i l f ! ~ . i~oErrnrariosy las tenclencicrs naturales
i r ~actos hacer uso de su rmún sign$ccr descubrir sus propia.7 leyes, que soii
iie todos Io F fto~nlire.~ se dirigen no ~610a sniisfacei. los de.~eos,sino las de IaJelicfdnd.Puru ello hay que manrener un cálcuki constante
ianrbie~~ a asegurarse tina vida feliz"?. pura programar' la v ;da y ajustur los medios a losjines. Este cúlculo
se extiende -le frodos ¡os ucfos del hombre. desde el disfrute de u11
eroiismo hábilmetite dosificado y refinado, como aparece en Les
liaisons d angereuses de Laclos, hasta la provisión del eronomisru y
l 1 F~huciscoVr;Rr,nnn, Intrnduqáo aos fundamentos filosóficos do liberalisma. Trad.
iieielfinanciero.La razóri iiiz~udeiodos los sectores de la vida Iiumana,
dc Catticrinc M Marhicu. San Pablo. Nobcl, IOLi5, p. ? S
Ibid, p 31 hace ruzerrable loda experierrcia y suma los di.~tininplace re.^ pain
l ' Cttado por V A C ~ I I : ~ , cit., p. X 3
oyi orgnn izar lu jelicidad.
Y añade completando la idca: Estas ideas tuvieron como consecuencia directa e1 desplazaniiento
del Estado paternalista, guc consideraba a los ciudadanos como hijos menores
Esfe rrncilki,~siqier-e iuIa consectiei?cia q l i e IW a converlirse C I I t / n
dogmcr del pensnm iento d.el siglo XIyIIJ JJ c/c iodo el li!ieralisnio. e! de edad que no podian decidir sobre lo más conveniente y valioso para sus
progreso del iitdii~icirto1. de la socied(~dclepertd~.del desnrrollo ¿le lela vidas. Paradojalmente sc les coartaba su libertad y poder de decisión en
del cotroc~niirrito La acurnt/lnciuii de saber dererrniircr el
ruziiii +ih "defensa", se crcia argurnentativan~ente,de los "derechos naturalesm'.Las
progreso I t ~ t n i a i ~yo suciril. equivaleirte n Iu jeliciíiad indii:ldual v órdenes e instrucciones emanaban dc una autoridad ajena a la voluntad de
colcclii~u14. los ciudadanos y su cumplimiento estaba apoyado por un sistema de premios
y casrigos.
El tiempo se convierte, de cstc modo, en un baluartc det ser humano.
Es el lapso en el cual se pueden desarrollar sus potencialidades. Pleno de El dcsplazaii~iento,decíamos, se produjo por la fiIosoíia del derecho
positividad, deja de ser el espacio sepulcral y sc abre al fuhiro colilo naiural que cambió radicalmente aquel cuerpo de ideas. Desde el citado Locke
instrumento para la fclicidad terrena. donde la n o c i ~ nde progrcso hace su liasta Kant inclusive sc insistih ahora
entrada de la mano de la ductilidad dc la naturaleza humana, a traves de la
qi ie el; In .~ociedad,oi-guiiizodu J eg'~1InIm priiictliins rcrcioiiales, a
educacibn y las institr~ciones'~.
Asi por ejemplo, rrn pensador como Tusgot
c~rrilqrizerprnhrhici0ii. drmoizíio o ocoiiejo le ciehc pwceder la
concebía prei~iisuqite calla i~rienlhrorle Iri sociedad dehe ser. r~cutioc~clu como
la historia iwiijersal conio el progreso canstarlte. uirirqire lento, dc Iu iitirl~ctirnlni~rrtee niucli1rf1qlic rro ireceslta del mnndcrto sirpei.iorprira
razu hriniarin corno ilri gigaiiir?scn lodo, u ~raijésde jieriorlos r l ~ f i n r i -yuc rs !o l n ~ i , e i i ,i i t i l ~i)J e i l f ~ J O ~prim
ti L;I. S e p i i ~esre tnodelo
U I I ~ I - ~ F C1JIe~ cnEma
~ ~ ~ ~ j*
S rie ri.isis, hacia irna riiglorpe~:fi.cciÓn"'. ~?nli!icri~irr.ihv, eJ Estado e,~tCíoblzgad~11 proliihir- qtie se !rafe ri
sirs cii/durlntias cnnln iiifios qi(c rrecrsitn~tde lrtio tirlelri 1' ci no
i i i ~ ~ i ~ eelr~In i ie.~fcm
r rle s i ~ji~rcios
s niora1e.r. Dc n q i i i s ~despreiide Ira
En la misma direccibii uptiiilista se pronunciaron los enciclopedistas,
irfeen dc qrir a los Itoiiihrcs les dehc d es pcrnrilicio expresar
confiados en que el hombrc cs un ser perfectible, es decir. susceptible de un ahiel-tnnieri~elo que jlterrsuii y dispuriei. Iihrenietize de sus $rerzns
progreso quc no tenia limites, eri cuyo inarco Ia po~esiónde bicncs y, dentro virulrs riii' ~11.rhicize.~1:'I rerotiocf~nirnto& IR autn~rnrniamora/ en
de ella. la propiedad individual, contribuiría a la satisfaccibn, el bicnesíar, la c u r l ; ~cri~ri~iOclrriioes, en cseiiciil. cl reco~~ociniieri to cie que In socredcrd
libertad, y, por qué no, a la fclicidad. Coma apunta John Bury: c.iilrl, rr~riepcndir~itani~iife de! liststalko, c(~,%ppcine de los niedios de l~iclici
coiirrcr la ~ ( f ~ o l o gque i n j~~srtficci ciprincipio "todo ~ s t perrnrtido u " .ib
la prupiedud iiidiriiidrial cs c o ~ z d i c i ~ ~i
indisperisoble pura e1 goce pnsec kis saiiric~ii&,.~ 'stecesnriu.~para hocer ohservlrr Ins iiorinas
total cit. los pi.ocli,rtns de/ ti-nbajo hziriiutro: In prnpiedrrd es la medida ~itornlesEl niniitmi~irieritode /lo morcrl c.7 lifrt asiinto r k la .~ociedod
de 111 1Eherrad la lilierfnd .ES Iu 711 edida cie In prnpieclud.
J!
cSi~i1(fcrntilEn, esci/cEn, coiiiiriii(/~clesreligiosas, e l c ) y no de los
Orgario.~ policiacos o los serv~ciose s t a t a k e s I h .
De ahi que para rcaljzar la felicidad general baste con ilionteizer 11i
propiedud y. consecsrentemente, la iiber-tud en loda s z r exteilsiúrt Los tcóricos dcl dercche natriral cstablecieron una clara lima de
t~ott~r~~l'~. división cntrc cl espacio de! ordcn civil y cl orden estatal dcsdc una noción
V A C H ~ Top. c i t . p 103. dcl podcr que tenía pos principio Ia exclusión de la guerra cntre los individuos
'' Cfr. JOHN BCKY,!,a idea de profreso Madrid. A l i a n ~ a , 1977, p 153
' ' lhid, p 133, '$ M I J A I LM A L I S H T Vtintologia
, d c l a filosofia politicn (La dncfrina iusnaturalísta dc
" l b i d , p Eht, los s i ~ l o sX V I I - ? I V I I I ) hTcuico, Univcrc1d:id r2uicinomn dcl Esliide dc M ~ x i c a . l907. p. 1 1
y el otorgamiento a cada uno de aquello que fuera merecedor. Esto hltirno, El autos mcncionado, Arturo Ardao, ha distinguido dentro de1
de tan difjcil resoluciiin, quedaba zanjado merced a Ia idea dc que cada uno racional ismo [res direcciones que, a su entender, son a la vez etapas.
sería legitimo recipiendario en virtud de su talento y laboriosidad, en un CTnrrprimem, nos dice, apegud¿~a la ,fe tradicrona/, irna sepncla,
claro rechazo de los privilegios hereditarios y estamentales, para lo cual que Iu abandorla p r o aferraridose a la diibinidad concebidn por lu
requirieron garantías juridicas que asegurasen los derechos de los ciudadanos razdn; una rercera que elude o rechaza el concepto niismo de Dios.
y la vigencia de la justicia social". El resultado fue Ia alta estima por el De una a otra dir~ccibnel racíonalismo se exacerba, exi-isrienclo
derecho, la importancia del constitucionalisrno, la fuerza de la Iey, la valía toduvia, desde esre punto de visrn. diversos grados en el interior de
cada uira de ellas. Eti el siglo XFIII se nsiste a /a roroizacióij del
del principio de la soberanía del pueblo, la divisibn de poderes en el régimen
procrso2'.
republicano, el autogobierno en cuestiones morales. la tolerancia en materia
religiosa y la genuina igualdad. Cuestiones todas que aparecen condensadas
Dc estas tres direcciones interesa para nuestros fines la segunda,
en las textos de Bilbao.
pues cs a1Ii"dondedcbe situarse a Bilbao, aunque conviene detenemos en el
paso de la primera a ésta.
Esta "apoteocis de la razón", por usar una expresion de Robert
Mausi, dio curso a lo que conocemos como racionalisme. Proccso que
La inicial dirección comienza con el surgimiento mismo de la
comenzo en el momento mismo de la ruptura del orden teoIogico medieval
modernidad y puede ser caracterizada como un racionalismo teista, quc
y dentro del cual se pudo desarrollar el liberalismo como un aspecto
halla su punto más alto cn el siglo XVII. Separa el imbito de Ia razón dcl de
filosbfico-politrca y económico, bajo los Einearnientos a los que hemos
la fc revelada, pero sin romper con ella, mhs bien sujeto a ella, en un proceso
hecho referencia. No menos interesante ha sido el racionalismo
quc atraviesa distintos grados: de la distinción de aquelIos ámbitos paca a Ia
filosófico-religioso como crítica del dogmatismo religioso que tuvo su
aplicación de [a razón a las verdades de la fe -donde la primera no puede
centro doctrinario en la negación de "toda tevcIaciÓn sobrenatural", al
contradecir a la segunda-, y, por Último, se llega a identificar la retigibn
decir dc Arturo Ardao, desde la tcsis dcl libre examen de l a conciencia
cristiana con la religión natural, es decir. aquella que mana de la razón. Dice
a la luz de la razon2".
Ardao:

El procesa por el quc la teologia revelada será suplantada por Ia teología Las ,figitrrrsn ~ i c+icus
s del hwnaiiisnia rei~ncenti.~tu,c h d e el siglo
racional, hasta cuIminar cn el ateismo, dura siglos; y esta duración se explica XV al XF'II, desde ;Zlicolhs de Cusa a Bacoti, pasa pido por M o ~ i ~ a i g r i c
Sátrchez, Rarniu, Bruno, Gíriileo, -plratonistas, escGp~icos,
por las diferentes etapas del proceso y conflicto en el que se desenvuelve la e.~pei'ínientalistm-siguen afiliados a la t-eligiosiclnd cri.~tianu,sea
religiosidad europea moderna. Quizá la forma más visible y de mayores caibllca, prolestonte, o, cn rjgor, ningirna de nmhas. Espfritus
consccucncias haya sido la reforma protestante, reafirmando el teisrno, pcro profunn'amenfe críticos, se mantienen. empero, respeluosos de la
en plena consofidación dcE sujeto y su racionalidad. Puente, a su vez, entre r~velnción.aut1yii.e ln interpreten a su modo y aicitque este modo
las formas dcl racionalismo. coridz~zcnn Ea hcterodo-rie o a la hogurru2!.

'' Ihid , p. 13
' V R T V R O ARDAO,Racionalismo y lihrralisma en e l Uruguay Montcvidco, Unrvcrsidad ?' .
Ibid p. ?O.
dc la Rcpublica. 1962 Scguimos al autor cn csias considcracroncs. Ibld,, p. 26
Tres nombres sobresalen conio ejemplos dc cada una de las instancias: Dcntro del desarrolla hjstórico de este distanciamiento entre razón y
Descartes, Lockc y Samucl Clarke, este ultimo ya como paso y transición fe, Lockc, ttna vcz más, ocupa un lugar de inflexibn. como hemos apuntado
hacia cI racionalisino deista. precedentemente. Su motivación inicial en cl cxamcn del entendimiento
humano arranca de la cuestión de si métodos tan exitosoc como los dc la
Tal como sc evidencia en los textos de Descartes, la razón tiene sus fisica pueden ser aplicados al campo de la moral y la religión. Dc este
propios liinites. qrie se circiinscriben a la evidencia racional. Más alli de interés deriva aquel que le hizo célebre sobre la naturaleza y cl alcance del
ella sc haITan las verdades de la fe en las que es necesario creer aUn por conocirnienlo.
encima d ~ alca?~ce
l dc niiestrci espirifu". Si Dios ocupa un lugar porquc
asi lo dice la ieologia revelada, tambiin 10 ocupara siguiendo los pasos de la En su ensayo piistumo Sobre la conducta del entendimiento
razón,pues la subjetividad humana necesita de un fundamento Último de su (escrito en 1697), Locke manifiesta la idea de que para llegar a la vcrdad
certeza, que remite a Dios igualmente: hay que liberarse de todos los prejuicios, estudiando un problema dcsdc
todos los puntos de vista, dado que los prejuicios falsean el raciocinio. Este
La res cogiians ~ i oesrri segtlrrr de si mi.wni ~ n u srillu de/ momeriro
pensamiento no es sino la certera que [e llevci a escribir su renombrado
prest'irr~'.Pero c,rt¿riricertrdr~rribre,qite siri-ge y pilede .urrgrr sdio criti
dnirrlc elpcizsurprcg-itiila expi-esnmente por sti propia certeza. r'ent iie Ensayo sobrc cl cntcndimiente humano. Sabido es que allí concibe.
opirestruiwnre a 10 cel?idirnihl-cde rrriu nrnnipo~encíít.In que no me es dcjando arris cl innatismo dc [as idcas, al cspiritu como una tabla rasa y La
propio prrcisamerife sriio que le es pr0pia al otro ík mi mismo, al sensación como el punto de inicio de toda noción. De la sensacihn sc derivan
Dio,$ iric~intprerurhlc.Por eso e,?por lo qzie d ~ c l u r uD e . ~ c a r f ~In. ~ . las primcras idcas, llamadas "idcas siniples", y luego de la conteniplacion.
si11,jelividad-fiiijrnpuede esrai- ciertu d e si misnia solo ctrr~ndr} De la fragua de unas y otras se origina el conocimiento, teniendo siempre
odqckliliere esto cer?idumbl-edel pockr qrie le es opite.~!oy por medio
del C Ila1 es tu firrl dunt entri dcl ficticri niente rlesde .sieniprc".
como fuente la sensación. Sin embargo, dos ideas escapan al origen sensible:
eI conocimiento de nuestra propia existencia, que se obticnc por intuición: y
El Dioios cnrtesirtiro es el Dios d e lus -fil¿isofos.Y ~ i oel Dios de la la existencia de Dios, que se logra por demostración. gracias a nuestras
rei~elcrcion.nprrhendrrio ven 1i-k. Descartes, "en cuanto fíliisofo ", rro facultades. Se trata en este ultimo caso de una verdad que se obtiene
vilqc!'u 10 1 Jogm as r h ln Igle,\.ia. Sir condlrcin persorrcr¡,ficrifen ellos
6,s z i r i o svreiia ac~p!ncrÚ~t".
dcductivainenre a partir de nosotros misinos y del conocimiento indubitable
de nuestra existencia. En el Etisayo, libra IV, cap. X, 4 1, nos dicc
De esta cita qucrernos destacar la ultima frase por lo que significa de claraniente:
actitud pasiva en matcria de doginas. pcro el párrafo expresa también, desde u e no ?los diu iririgrrirm idpus iiinnrcrs ucerca de si rnismu;
A t ( ~ ~ y Dios
el punto de vista racional, la tensión en el binomio hombrelDros: cl ser hiirnano airrlqlre I I U iiiiprirnid eri riiresfm ntente niiigtrnus ~.amctercsoriginales
se capta a si mismo en su potencia, mas tarnbikn en su impotencia en en que po~f(irrmos Ieei- sir e.ris?encia. sir1 ~mbargo,como nos provevd
rle ~.~.sn.~facultndes (le qrie estú dora& rtuesira nierite, nu se hu
contraposición con Dios, cn cuanto es medida dc sil finitud.
quedado siti festirnoiiio de si mi.wno, puesto q i ~ etenentris sentidos.
percepciri~i,v rnrrnci?rrn, jtno podernos cnrecer de luna prlielia claro
de sli e2ri.írrticii~, tnieritrns Ilei~ernoscurr ilos íi nosoti-os m irmos.
'' Ibrd.. p 27
'' W ~ L T C SRC I I U ~El~ .Dinr de la nictafkica moderna Trad dc F~ladclTri Linnrcs Mkxico,
FCE., 1961, p . 7 5 - ? h . Y concluyc cl parágrafo con estas palabras:
" l h ~ i d ,p , 50. Lo dcsiacado cs dcl auior.
Por lo tanto, para rnosmur que somos capaces de conocer es decir, Concerning the Unchangeable Obligations of Natural Religion and
capaces de tener la certidumbre de que hay UPI Dios. y para mostrar the Truth and Certainty of the Christian Revelation. En esta ultima
cBino podemos alcaitzar semejante certeza, m e parece que no es
obra expresa:
preciso ir mas allíi de nosotros mismos y de c.se c o ~ i a c f m i e n ~ o
iridubituble que tenemos de nuestra propia exis~encia*~. que los preceptos de la religión cristiana se acuerdan perfectamente
bien con las ideas naturales que nosotros tenemos de la Divinidad,
que son muy apropiados para perfeccionar nuestra naturaleza y
El poder de nuestras facultades, cs decir, de la razón, quedaba elevado
hacer la felicidad común del genero humano; es decir, que la religidn
a su mas alto grado. Conoccmos, via intuición, que hay algtín ser real-v que el cristiana, considerada .simplemc~irecomo un sistema completo y
no ser rio puede producir ninglin ser real. Resulta así evidente que desde ordenado de nroraf, do~idrse enciienrratt reunidos los mas beIlos -v
la eternidad tia habido algo y que lo que no es desde Jo eternidad ha In.7 mejore.^ preceptos que Ius diversas escuelas de Jfilosojia sólo han
tenido comienzo,y por lo tanto debe haber sido originado por alguien: &do s e p ~ r a d a t n e n f-v~ la m-orín de las veces con muchu
imperfeccirjn;y cloirde e~tosprecepto~r. son suministrados sin Ia menor
Es preciso pzres, agregarci, gue lafuente eterna de todo ser tenga que mezcla de ni~iguirade esas pricticas super.~ticrosasy absurdas que
s m larriente y pri~icipiooriginalde toda potencia. de manera que ese se ericrinirabai?entre los anri.q~tusfilós~fos~. que Ia reIigiOn cristiana,
Ser eterr~oteriga que ser el mlls podero.~o". digo, consiclErcrdu soIamenie bajo este punto de vista, merece que
todos los deictas que se precian de reflexionar, de razonar, d e obrar
La revelación por la gracia quedaba suplantada por la "revelación consecuentemente, de ulia maiieru que resporida o . ~ u principies.
s se
natural"', operada por y desde nosotros mismos, sin llegar a la ruptura con coloquen bajo su disciplina y la abracen,puesm que lo menos qsre de
aquklla: ella seplrede decir es que es el m i s bello si'itema de moral, la mejor
secta de,filo.~ofinque jamá.s ftuyn aparecido en el mundo y que es
Asi, partiendo de la consirleraciciri de rrosoh.os mkmos -v acerca de lo completarnenfe verosímil en si mi.cma, itdependien~ementede los
qrre infali blemente eilcnntramus en nuestra propia cotistituciún, testimonios e-xtenzos que priiebaii s u origen celesre.
iriresti-u ya2811tios co*idrrce u1 curiueimiento de ~ l \ . fverdad
u evidente
y segura: que ha})uir Ser eferno, el más poderoso y el nias sapiente, y
Y como prucba dc la conformidad entre religión cristiana y razón
poco impurfa si a algr~ienIEI viene un gana Ilarnurle DIOS".
dirá:
Dentro de la aceptacihn de la teología revelada, sin contradecir los la manera y las circidns!anciaspartic~ilare.~
con las crtales la religión
pasos del racionalismo que se impone, Samuel Clarke asumira Ea defensa cristiana enseña esros deberes y propone estos morivos, armonizan
exactamente con Ias Iuces de la recta razbn y can las de la pura
de la seligibn natural racional, que para el coincidía con fa revelada, dentro
naturaleza2".
del marco de crítica al materialismo y el determinismo rnecanicista.
Precisamente dos de sus obras principales se titulan A Demonstration
El paso siguiente en esta transformación cstari dado por los deistas,
of the Being and Attributes of God. Hobbes, Spinoza and Their
quienes al amparo dc las luces de la razón, prescindirán de la revelación,
Followers, donde polemiza con los filbsofos mencionados, y A Discourse
para apoyarse sólo en la religión natural. El proccso que conduce hacia esta
etapa y su punto mas alto sc alcanzara en Europa, con Inglaterra en Ia
?" JLIITV LCICKC, Ensayo sobre el entendimiento humano Trad dc Edmundo O'Gorman.
MCXICO.t:FF.. 1956. p 6 2 1 apcmira dcl camino. cn los inicios de1 siglo XVIII y la aparicióii de los
'- Ibrd p 622
'" l h i ~ .l p 6 2 3 'Y Citado por Ardao. op. cii., p. 3 1-32, Lo destacado cs nucstro
F ~ ~ s c r s rBrt
c i nno

"librepensadares". Momento en e1 que la filosofia reemplaza a la religión miseria al pueblo, liberar el espíritu y defender al ciudadano dc los poderes
positiva, aunque dentro de las características del Dios cristiano de la tradición injustos. Todo cllo bajo el aInparri de Ia rcligion natural. Tema recurrente en
occidcntal. Dice Ardae: la literatura de Ia cpoca s e r l la protesta contra las injusticias, el
E¡ deíj.mo hujo el cnal &te se ~nonifjesta[el racionalismo iTurninista de1 estrernecimEento por los pobres, la creacion de un nuevo orden, y Ia confianza
siglo XVIII]. serb -n,~i. err iil!ima ~nstatrcin,írna ser~rlurizaciór~
u en cl futuro, desde et trasfondo de la exaltación del genio nacional y popular.
s e g i t n h gl-ndo del teisnio ci-istia~io,?.asonierido a uncr priniel-n En este sentido dice Marta Pena de Matsushita:
i ó ~eli tci~nzn$los0ficode ac~rielloscryerrtes de /a Gp0r.n
t - r d ~ t ~ ~ cpor
hni.i.ocrriu. De,fiiiidni?ienfuliiltpnr!aircio es Irr Iiewricia intelecfrra~ (le Herdel: a
F S Z Iidra de 1111 ge~iionurionul o Volksgcist, gztc crnimci el
1 1 - O V ~ de
de.~rri+roll~ de crrrh nuci(jny se r-evela como prltrcipio ilii .ificuiltc de
E1 feniiineno atraviesa dcsdc el deisino inglés, con los nombres de fudus las inunif~riucinri~s IPIOMI, r~ligiosay ürlisficn
d~ 311 CI/IIIII'LI
Bolingbroke, Pope y Paine, hasta e1 dcismo alemgn de Lessing y Kanl, De tal conrepío se d~rivar-oriirria v i s i d ~ de i la Iintoi-ia como expresibn
pasando por el francks. -1 más infltiyente en America Latina- de Voltaire [le e.ws rridiiidualidndex riacio~irrlcsy el coiiz,encimiento (le qlre el
y Rousseau. Del primero de éstos, hablamos de Voltairc. trascenderán dos espiritu nncioiial sblo padia ser captado loiriediarii~ko i~ituicirin.Sr
aspcctos: su acendrado anticlericalismo y cI respiardo de Jesús, despojado ha Iiahlado de H e r d ~ rcomo del "pudre del roriianrici.srno nacional':
por e~?cotiIror.~~ E I I El CI CUIICPPIO de una lii\pi.~iECi?
de 10 Irirrnarridad
dc su divinidad, pero arquetipo de maestro. Dos aspcctos que se reflejan en
en pi~ehloseiirenri'icin conso rin plnii de 10 creaciún. Ccrdn pirehlo
la obra dc Bilbao. rteirc irun .Terre de I'LES~O.Sque IO cle/irren "v caracfel-izan.y debe, así.
P S ~ O X U I : F CJIOI. cum-erl.(ir d~~I;ap~r.~oní~lidrrd, pues de esa deperrde e¡
Scrá cl sigIo XIX el rilomento en el que confluirán estas dos direcciones ci,nrplirnieiiio de .su misirjn espec$ca.
del racionalismo, junto a la tercera, ya cn plcno agnosticismo y ateísmo.
Dos instancias manifiestan la penetración d c estas direcciones: cl Aspectos éstos que vereinos lucgo reflejados en Arntrica Latina, con
roinanticisrno y el positivismo, qucdando reservado para éste la terccra particular knfasis en los cscritos de Bilbao. Peto la autora agrega inmediatamente
dirección que niencionainos. Así, dusantc el romanticismo pemanecc Ia iina cucstion que adquicrc especial sigificación en nuestro autor:
idea de Dios, cl Dios dcl deisrno, mientras que en el positivisino dcsapai-ece
Con todn cllo, Hern"Er dejrj plnnt~udoitrr i ~ i t e i . r o ~ n n t e ~ f i r n r l ~ ~ r i i e n ~ u l .
o directamente se la nicga dcsde posiciones materialistas, del misma modo de curucter Iirsrórico, que rnarcb la preoczrpaciún rornhnrica
que se desdeña la metafísica. j c i m o IIegli a ser 10 que es?"
postei-ior: la i-enlidí~clpre.~eiife,

Dentro dcl amplio inovimiento romántico, con sus míiltiplcs y complejos Pregunta que adquirió en América una extraordinaria dimensión,
caracteres. que se extendi6 a lo largo de Alemania, IngIaterra y Francia, fundamentalmente hacia mcdiados del siglo XIX, ya cn plena etapa
fundamentalmente, desdc fincs dcl siglo XVIII hasta mediados del siglo romántica.
XIX, se produce una idcniificación coii el Rbemlrsmo, tonto en el plcsno
social conlo en el litercrrio3'.Tdentificacion donde la raz6n sera puesta al Pero volvamos a aquel espírih~de compasión por los miserables y
servicio de causas quc se consideraran nobles, con el fin de sacar de la desposeídos que recorre la cpoca y que impregna las expresiones del
racionalismo deista, csta vez en la voz dc tres representantes franceses por
'" Ibid. p 37
'' Rncirn PICARD, El romanticismo social Trad dc Blanca Chaccl Mi.uico, FCE , 1917,p 21. '? Pena dc Matsushiia. np. cit. p. 2 5
Ilo que interesa para nuestro Bilbao. Ellos son Felicite Lamennais, JuIes periódico L'Avenir (14 de octubre de 1830 al 15 de noviembre de 183 1),
Michelet y Edgar Quinet. del que será su principal redactor. Y cn la línea de la obra de 1829 sostendra
que hay dos principios que deben unirse: Dios y la libertad porque ambos no
El abate Lamennais (1 782- 1854), de controvertido pensamiento, se son incompatibles. El periódico intentaba sentar las bases de reconciliación
inicib en la vida política y religiosa como monarquico y ultramontano, entre Ea Iglesia y el liberalismo, un hecho que molestó al poder laico y
apologista de la religión y defensor declarado de la autoridad papa1 y de las eclesiástico al sostener los distintos tipos de libertades: de conciencia, de
tradiciones. Es la etapa en la quc colabora can Chateaubrisind y Louis de prensa. de enseñanza, de asociación, de sufragio y la supresión de la
Bonald en el periódico Conscrvateur y se haIla cercano a Joseph de centralización e instalación de la república. PauI Janet dice:
Maistre. A este momento pertenece su Ensayo sobre la indiferencia en L iberré pai- I 'Eglise, mais au.~..riliberté pour 1'Eglise, voiI2 laformule
materia de religión, obra en cuatro volúmenes, que publico entre 18 17 y nouvelle que vencritproposer I'abhe de Lamennais. hri I'un ni Iautre
1824, con gran éxito en los círculos católicos franceses y la aprobación de ne seron pussibles tant que I 'Eglise resiera enchainée ou pouvoir
León XII. Tenía por prcmisa que todas las creencias ejcrcian infl ucncia en civil3d.
el bienestar dc la sociedad y que las mismas eran de importancia fundamental
en este sentido. Condena, como el titulo de la obra 10 enuncia, e2 indiferentismo De esta apreciacibn derivará Lamennais la primera idea de la
religioso, afirmando que sólo podia haber una verdad y ksta estaba del lado separación dc Iglesia y Estado. La formula, sostenida luego por los grupos
de Fa Iglesia. La autoridad de la razón general provenia de Dios y Dios se la más Iibertarios, opucstos al cristianismo, frie primitivamente invención del
habia confiado a la Iglesia, siendo su expresión la voz de1 papa. Es evidente partido católico3-'.Pese a las buenas intenciones del periódico y su mentor,
que desde tales bases se atacaba el principio del libre examcn y la autoridad el papa da a conocer su encíclica Mirari vos, en 1832, donde condena el
dc la razón individual, afirmada por cl racionalismo dcI siglo XVIII y su pensainiento de Larnennais y sus amigos e inmediatamente deja de aparecer
encarnacihn en la Revolución Francesa. la publicación. El nicle0 de ideas aparece condensado en la propuesta de
volver al cristianismo original y primero, volcado hacia los pobres y débiles,
Entre 1828 y 1832 Lamennais experimenta un cambio paulatino. como un moda de restaurar el mismo cristianismo y darle un rumbo
Periodo dc transición que cstará marcado por lo que se conoce como venturoso.
cato1icismo liberal, ya que busca reconcilias la Iglesia con los principios del
IiberaFismo, en nombre de la restauración mora! y espiritual de la sociedad'?. Clausurado el periódico Larnmnais se dedica a escribir PaIabras de
Abandona las doctrinas autoritarias y realistas en un acercamiento a las un creyente, que aparece en 1834. Momento en e1 que comenzará a
doctrinas revolucionarias y democráticas. Se aleja de los príncipes para I experimentar su definitivo alejamiento de la IgIesia. Ese mismo año recibisii,
volverse al pueblo, nos dice Paul Janet. El cambio ya se anuncia en su obra para su sorpresa, una segunda condena con la cnciclica Síngulari nos,
Des progrPls de la rcligion et de la luttc contre I'EgIise, de 1829, y en pues piensa quc se trata de un libro politico, de ninguna manera contrario al
la correspondencia de la época. Vincula ahora el liberalismo con cl pensamiento papal. Escrito al modo de versicuIos biblicos, está dedicado al
cristianismo por las fuerzas emaincipatosias a que dan lugar. Es el momento pueblo, a aquellos en medio de In miseria que os cupo heredar, como
cn cI que crea, junto a Montalernbcrt, el abate Gerbe~y Lacordafre, el
" Cfr FALILJANET, La philosophic d e Lamennais Faris, Ancicnnc Lihraric Ccrncr Bail1ii.r~
ct CIC , 11190.
p 5 5 y SS.

SR
pequeña sombra de un irbol para el que Ira trabajodo toda In maiiann a Los parhgrafos siguientes discurren sobre distintos tcmas. pero. como
los r q o s de Ftn sol nbr-asador. cn L'Avenir, remiten a Dios cn ciianto fuente de amor, reino que es preciso
restaurar cn cl mundo para desalojar cl odio sembrado por los dkspotas. La
El libro condcna el poder de los injustos, declara a Dios y a Cristo marcha dc [ a libertad es lenta y se gana como gana el pan el hombre: con el
protectores de los oprimidos e indefensos; afirma la igualdad de los hoinbres sudni. de sti ,JE.enre. (# XXXIII).
ante Dios; lamenta la pérdida de la felrcidad que reinaba en la antigüedad.
cuando el Yerba expnndrú la semilla diviila. pues la tierra se ha tornado Cuatro años mas tarde Lamennais publica, en 1838. El libro del
tenehrusn,v.fi.ia; proclama la fortaleza de los dCbiles si se unen, y el derecho pueblo (LP), dondc manticnc cl cuerpo de ideas referido. Vuelve a hablarle
a la propiedad. Por lo dcinas. sienta la idea de que la pobrcza no emana de al pueblo. destinatario dirccto de su paIabta, del mismo modo que 10 hará
Dios, sino quc es fruto de la ~ o r m p c i o rj)~ irr codicia de los hombres. en obras posteriores, como la quc tituló Sobre el pasado y e3 porvenir
Pero el deseo libertario del abate va mis alla y en los parágrafos XIX, XX del piicblo, de 1841, dedicadas una y otra a. los desherecfudos, segíln
y XXI entrará dc lleno en el tema del poder politico, su legitimidad c nos dice, indicando por pucblo
ilcgitiinidad, donde cuestiona a reyes y principes: lo clase dorniriudn eri nposicidi~roii la ciase dorni~~adoi*a; la
en oposicidri coi? la políticamente lihre
puiiticnrnente e.~rlrai~a

como hace constar en el capitulo I T de ccta última. A ellos les habla: ?*o
os enseñaré el c ~ n z i r ~yo
o, OS diré la verdad roda (LP. $ IV) para

E jninediatamente agrega: liberarlos de las cadenas que los oprimen, pucs nirrgtiii honrhreperltrnece
a otro honrhl-e, ya que son iorios igzraIes por- nn!irruleza.
Y errtended qlre los reyes s o i ~Ireclios pni-a los pzieblus; no los pirehlos
para Im re,vee. ( $ X I X ) .
E1 libro del pucbIo se divide en dos partes proporcionadas: la
Dos parágrafoc más adclante y contra la hipocresía de los quc sosticncn primera cstá dedicada a I a enseñanza de 10s descchos; la segunda a la de
quc el pueblo es incapaz de conocer lo quc lc conviene y debe tenérsele les deberes. De su lcctura surge claramente que
bajo tutcla, en plena adhesión a las teorías contractualistas exclamará: C'evr rriir oeziiw d 'erlseig~~eniciit, irn libr:gé &S droifs et rie.7 rlpvnirs
de IRclEmocraíic. trrr catkliisme socialisre, ppariagE err seiíc Ieqons el
No os creo Diosparo queJuSseis rebaño de algurios Iiornbres. Os creh
rédigk irtmirioi~ttellrn~ciir soris irrre forme ti-& sii?iplr. dr ~nniaiki-Pci
pava ql(e i ' i v i t s ~ r slibres, eii snciecfod. coriro henr~a?zos;
4' el het-»iajia
r e i i d r ~ILJ ~iucrrjtlt' e.rpo~&e
Jilciletner;~acr essible ri turrs ".
tio iierie drreclio pnra imponer sri i,olun!od n szr hcrit~ano.Los
hcrriianos se mren entre s i por convenios recíprocos, y esos cnnveilim
sor; los ijiiicos que tienen fuerza de ley; esfn lev es la que dehcn
JJ
Esa doctrina simple puede decirse que se reducc a explicitar que el
respelar. e ~ n ~ p e dqire i r sen i'ioladu, porqire es la salvaguardia de mal social no cs un mal necesario. Proviene de dos causas quc pucdcn
todos, la voliintad y el intcrks de todos. ( 4 XXI)''. mudarse: el cgoismo humano, por una parte; y, por otra, la ignorancia dcl

UOUTARO,Lamcnnais. S n v i r c t rcr doctrincs Paris, Pcrrin ct C'rc., i913, 1 3.


CIIARLE':
p InR
o económica. civil, y politica. que La~nennaisse encargara de candcnar cn
pueblo, que acepta su condiciiin como una fatalidad. Si desaparecicsen
estos tres Ordenes.
10s dos nos haFlariamos ante una sociedad perfecta3! No hay m i s señor
que Dins y su voluntad es que todos sean libres, para lo cual deberán
Sir pcnsainiento seguira la vía de la radicalizacibn y el alejarnienzo
prestarse ayuda fraternaria unos a otros, respetando la vida, la Iibertad, y
progresivo de la Tglesia, y cn csta direccidn debe verse su obra ya citada,
la propiedad. El camino para salir de la sujecibn es la union, Ia asociación:
Sobre el pasado y el porvenir del pueblo, donde, con u n lcnguaje claro
lo que uno solo n o puede hacer. pueden hacerlo diez, y si se unen
y simple. expone una teoría cspiritiialjsta del progreso, en el marco dc la
mil, le hnrán mejor aun. (LP, # XV).
reafinnacibn de sus idcas sociales. con una doble finalidad: 1. Trabajar para
volver a los hombres rnejorcs y mis dichosos. 2. Desenmascarar la idea de
Por otra parte, la familia es el elemento "primitivo" dc la sociedad.
que los sufrimientos que causan los vicios dc la sociedad son inevitables.
Las relaciones que la constituyen son anteriores a las leyes positivas. Su
objete principal es perpetuar, par medio de la reproduccidn de los
Tscs son las preguntas que articulan cl desarrollo de la obra: cuil cs la
individuos, la gran familia humana. (LP, 6 XII). Y aquí coloca Lamennais
ley de[ progreso, cómo esta ley se ha manifestado c n las edades o etapas
por encima de la familia a la patria, y, por sobre ésta, a la humanidad, dado
dcl pasado. y cttrll es el camino quc dcbcri scguir en el futuro; temas quc
que el género humano es uno por esencia y el orden perfecto tendrá
cxponc cn dieciscis breves capitulas.
lugar cuando las naciones formen s810 una grande y única sociedad.
(LP, XIII). Es desde este pensamiento quc condena toda guerra enzre
La ley del progreso es definida cn el capítulo catorce como Lri
naciones, bajo la idea de que cada una de ellas,
evolirciijn del género iircnrcrna eii ILF lihei-rnd. por el deseni)oli~iiniento
segUn sil indole. el territorio, el clima qtre habita, tiene una mision sinirtltciiien de 10 inteligencia del amor4''. El desenvolvimiento dc la
especial, que le asigna la Providencia pasa la m& completa perfecci~n intcligcncia. nos dice. posee dos ramas: una que atañc al organisino. y otra
de la (Ibid.)
a su ser espiritual. De ellas se ocupa la cicncia y el derecho: Ln cieilrici
ernuncipn al hnrnhrv de la escloi~irirdde la nntrrraleza; el derecho de Irr
Esta idea de una misión especial de cada pueblo debe vinculársela
esclrrvrfuddel hontbre. Mas para que se cumpla aquella evolución cn formri
con el pensamiento herderiano al que hemos hecho referencia y por la
coinplcta es preciso también el desenvn!viiniento del ainor, que consicic en
resonancia que ten& en los escritos de Bilbao al momento de escribir sus
el esfucrzo dc la voluntad Iiacin la eterna .Justicin, en el amor a Dios y a
obras, especialmente las de madurez, en donde expresa la tarea que le cabe
los seres humanos, sin lo cual quedarían nulos los beneficios de la cicncia y
a America para ejemplo de la humanidad.
del derecho.
Cuando en 1839 escribe su panfleto titulado De: la esclavitud
Este breve repaso de !as ideas de Larnennais nos pcmite apreciar el
moderna diri que la esclavitud no ha sido abolida y tiene nueva modalidad
mil-ibo del racionalisn~o,csta vez en la palabra de quien tuviera, desdc el
-tanto o más penosa- en lo que se denomina proletariado, por lo que acusa
punto dc vista doctrinario, una profunda influencia en Bilbao. El cuadro
a la sociedad de ser opresiva e injusta. La esclavitud antigua, tan aborrecible,
dcbc coinpletarsc con al menos una sucinta referencia a !os ya mencionados
ha sido modificada, pero no destruida. Persiste bajo tres formas: doméstica
"' Ciirsivas dcl .autor.

33
Michelet y Quinet, quienes convirtieron en tribuna política sus ciirsos en el aparece también Juana de Arco como el verdadero espíritu de lucha y
CoIlCge de France y estuvicson llainados también a cjcrcer influencia en arrojo dc Francia y cl símbolo dc sus idcalcs patrióticos y deinocrhticas.
nuestro pensador. Ambas simbologias -Francia y Juana de Arco- debieron infundir una viva
impresion en el espíritu de Bilbao al momento de componer sus páginas
Michelet (1 798-1 8741, uno de los primeros y más grandes histonadores sobrc cI dcstino dc A~nkricay la exaltación dc Santa Rosa de Lima, aspcctos
franceses, nacionalista y romántico, enseña historia y filosofía desde inuy que dejamos sólo coino indicación.
joven en la Ecole NormaIz Supérieurc, al mismo tiempo que escribe varios
textos escolares para la enseñanza. Por csa época descubre a Vico (1 668- Hacia el fina! de la década del 30 Michelet experimenta un cambio
1744), a quien tcndrá por maestro y de quien traduce los Principi di Scicnza inducido quizi por crisis de caricter personal. Se aleja del cristianismo y se
Nuova, obra cuya filosofia de la histeria dejará una huelIa indelcble en torna un militante del progreso deinocrático, marcado por una creencia. de
Michctet, especialmente en la concepción de la historia como proceso dc [a alto tono mcsianico, en ese progreso y una creciente hostilidad hacia la
lucha del hombre contra la fatalidad. Iglesia y el clero, coiiio pone d e ii~aniiicstocn sus claccs en cl Collkge dc
France y en su Iibro Du pretre, de la femme et de la famille (1845).
Opucsto Vico a1 cartesianismo y al modo de conocimiento de la razón Cuestiones que le acarrearán cl enfrcntamicnto con Pos jcsuitas y la
fisica, sosicnia que el hombre sólo puede entender lo que él mismo realiza, suspensibn de sus clases cn cncro dc 1848. En este Libro plantea quc cl
que es su propia realidad. Y dado que lo rcat cs juszamentc Eo opuesto a lo sacerdote divide a la familia porque captura el alma de la mujer, dividiendo
claro y distinto, busca cn el eshidio dc los mitos, cl análisis de los lenguajes, el ainor que l e debe al esposo. Pero es prcciso recordar que ese
las creencias religiosas, Ios usos juridicos y las costumbres, conocer la enfrentamiento también se precipita por la publicacihn de sil pequeño libro
actividad instintiva quc es común a todos los pucblos, los gobierna y dirige Le peaple, en 1 X46.
su razón. Tal es Ia ciencia nueva que impresiona a Miclielet y quc subyace
en su Introduction á l'histoire universelle, de 1831, y cn trabajos La priinera mitad de este oyiúsculo, referida a la esclavitud y el odio.
posteriores. Dice Danicl Halevy: contienc un analisis de la sociedad industrial moderna donde muestra cóino
Toirfe sa vie, nnus le verrons occup; par le probidme que Eco a pose: las clases sociales se explotan unas a otras, con antagonismos irreconciliables,
Que devicnr 1'honlme. quaird Ies rnyihes ne 1 'inspirenl plus? Est-il en el proceso por sobrevivir dcntro del tejido socioeconómico"?.
pnssibIe de créer poirv l'hornrne de iiolaveaux tn,vthcs? L'hornmr,
i 'hunrairi t i mndmnes sauront-ils se sarivei. par I 'iiivet~tiotid 'ifn La segunda mitad plantea que cl burguks ha perdido el contacto con el
nrii~vcaumjdhr. ou dispcrruiiront-ils &lis une ca~as~rnplre~'" pueblo, traicionando su iradici6n revolucionaria, en una suertc de
conflagración donde todas las clases se odian entre si. Se toma imprescindible
En 1831 Michclct publica, dcspues de un viaje a Italia, su Histoire cl amor que, como cntre niños, perinita la convivencia de ricos y pobres,
rornaine, antesala de su inonumental Histoire de France, que publicó donde aquéllos depongan su vanidad y éstos olviden su envidia, bajo las
entre 1833-1846 y 1855-1 867, que abarca liasta la época dc Luis XVI, en enseñanzas del amor y de la fe en la patria4>.Michelct habla de Francia.
donde Francia aparccc emergiendo desde cl fonda de las tinieblas coma sufre. Halcvy dice:
una victoria sobre el determinismo geográfico y racial. En esta obra mayor '! E n h i i x ~\tfrr.so~.Tn ihr Finland Station: a Sludy i n thc Writinz and Actiog History
Ncw York, Farrar, Straus zind Giroux, 1971, p. 33-34
" DAYIFLHALLVY,Jules Michclct. Paris, Hachcttc, 1928, p . 3 7 - 3 8 '' Ibid , p 35
Poirr la prerniese,fni.~~ 11 se dGtri~~rrie de.^ ige.r pririlit$~, hnrhoi.rs. 11 En 10s alios siguientes y después de un largo viaje a Alemania, produce
coiisidil-P 10 Frarice 17tnder.rte el, qrr tror~ire-t-illdes honimes pliis
:ig

heret~x,pit4.s Iihres, tiri progrfs? No11 pus. II iloir urrfre chose, la


una serie paralela dc ~scritossobre historia literaria de Francia en el medioevo
cki"~Eirrs. [...] Lu Fronce nzodcrrne rt perdic
trisresse ar I'cl,~ser~~issrme~it y sobre poiítica y filosofía dc la historia. Alarmado por el peIigro de una
ces i-ichcsscs.Les seri~ititd~s dii inoiide niridet~iic.te1 piritii-vuid Ptre le hegemonía prusiana y la naturalcza agresiva de su nacionalicmo. publica
tirre des p~vrnit.rsckr~pitresddu PeiipleU. L' Allemagne et la Révolutien ( 1 8 3 1 ); Systeme politique de
I'Allemagnc. Avertissement la rnonarchie de 1830 y nutnerosos
Y en páginas mis adelante dice el autor: artículos en la Reme des Deux Mandes. De esta época es también su
K r u 1111 U v a l r E I I S P Z K I I c/Lle
~ l?ris!oire IF 'rsi pus fnifr par les poenia Gpico, escrito en prosa, AhasvCrirs (1 833). sucric de epopeya mfstica
i~zdivi~iualitk.s, gt i 'elle es/ prodi~if e pura 1 'expcl-ze17cedes i~i(rsrssr-7.
par de [a humanidad, y su amistad con Lainennais. M n ~ e Récamicr,
. Sainte-
la logiqire de In ilie cnllectíve: .. ." Beuve, Chntcriubriand, y otras personalidades dc la época.

A las masas dedicara sus esfuerzos de historiador. para instruir a los A la publicación de u libro Unitf morale des peuplcs rnodernes
hombres y fortificar sus espíritus en todas las obras que se wcederán, aUii le succdcra la publicacibn de su obra iilhs importante: Le Génie des
en aquella5 dedicadas a tcmas de la naturaleza: L'Oiseau (1X56), Clnsecte religions. en 1842, en la ciial expresa su simpatía por todas las religiones
(1858), La Mcr (18151) y La Montagnc (1 869). Sabe que los hechos sin prontrnciarse por ninguna, y donde taiubikn dcstaea la base religiosa de
desnudos no se pueden narrar, que Tiay sieinpre una ~nterpretaciiiny en él todas las ~Évilizacioi-ics.pero al niisino ticilipo se produce la radicalizaci~n
esa intcrprctacihn ticiic carictcr sinfhnico, coino cuando cscribc la Histoire de sus puntos dc vista sobre el catolicismo y la glorificación del pueblo
dc la Révolution francaisc (sictc voiumcncs publicados ciiirc 1847 y 1853). Crancés como el lugar de la democracia por excelencia.
dondc rl triunfo dc In Jlistici~sc imponc sobre Ia Gi.ac-icr,es decir sobre cl
dogina cristiano y cI podes arbitrario dc la monarquia. Hacia el comienzo de la dkcada del 40 ocupa una catcdra en el Gollkge
de Ftwnce para enseñar literatura europea meridional. Fruto de estas c t ases
Estrecho amigo de Michelet y participe de su racionalisino dernocritico, será la publicación de una de sus obras tnis popuIarcs: Lcs Revolutions
Edgar Quinet (1803-1 875) se destaca conro filósofo, poera, historiador y d'ItaIic (1x48).Manticnc dcsde esa cátedra itna actitud beligerante contra
político, con una importante contribttción al desarrollo del libcralismo franckc. el catolicismo y los jesuitas, cl apoyo a las naciones oprimidas de Europa. la
exaltaci9n dc la Revolución Francesa, la separación dc la Iglesia y el Estado,
Estudiante dc dcreclio cn Paris, pronto se sintio atraído por la filosofia la critica a la infalibilidad del papa, y la defensa de la soberanía del pueblo.
alemana y bajo esas circiinstancias tradujo la obra de Herdcr Ideen xur Temas quc no tardan en succirar la oposicion enconada de los grupos
Philosophic der Geschichte der Mcnschheit, quc gublicb cn tscs ultratnontanos, pcsc a la adhesión dcl estudiantado, hasta las silpresión de
volúmenes en 1825, precedida por una Introducciiin que le vali8 diversos sus clases. Con la rcvelución del 48 volverá a ellas, seguido por una juventud
reconocimientos, enírc ellos cl del propio Goethe, y la atencion dc entusiasta, en las qiic abogará por la segencracibn republicana de Francia.
Chateaubriand y Victor Cousrn. quien recibiii el escrito como el debut de un incursiona sirnu1i;ineailiente en la vlda iiiilitar y politica cn apoyo del 48.
gran escritor. Demanda ahora tainbiin la separaciiin dc la cscuefa y la Iglesia, en defensa
" Halcvy, op. cit., p . 9'1-t00 de una educacibn nacional. obligatoria, gratuita y laica. Temas que cxpone
" Ibid.. p. 104. en su opúsculo LTnseigncment du peuple (1850).
pov Lacordaire .v Mort ialembert conrra Lamennais. represensudu en
El golpe de estado de Luis Napolebn, en diciembre de 1851, le forzará
la erniyracicin argentrna por. Félix Frias4'.
a un largo exilio, casi hasta e1 fina1 de sus días, primero en Brusclas y luego
en Suiza, hasta Pa caida del Iinperio en 1870, cuando volverá a la actividad
De estas mes corrientes, para Ingenieros fa que tuvo mayor predominio
politica ante la Asamblea Nacional, ahora como diputado republicnno. Los
fue la liberal en el periodo cunsn?ictivo, donde confluyen el abate francés,
años dc cxilio están inarcados por una actividad febriI de escritor,
Michclci y Quinet hacia la izquierda sansirnoniana. A modo de conclusión
especialmente de obras de carácter histórico y filosofico que despiertan la
dcl parágrafo drce el autor:
admiración de su público Icctor, sin desfallecer en la idea dc que las
costuinbres republicanas cran el alma de todas las naciones, no obstante el fi intrresniite s~ñrilrri-Irr)liaciDn Innreiriiaisiann de los dos hombres
qire.figrrraron pocos añns desprie.~ee los extremos de 10 rrueva Ii~cha
pesirnismo ante los hcchos. Actitud que depuso en sus Últimos años frente
~.eiigiosnargentina, posado el 52. De la ramn Lanie~inais-Qiritiet
a los avances de la ciencia. que le ayudaron a restaurar su fe en la humanidad, snIe Fraiicisco Bilbao: de la ramo Larnennais-MorifalcmBeri sulr
especiaImcnte en dos obras: La Creation (1 870) y L'Esprit noaveau Fdix Frin a''.
( 1 8741, último ensayo de síntesis dc su pcnsainiento filosófico y social.
Mas la presencia de Lamennais y su escuela no se extendió sólo cn
Ademhs dc la influencia que tuvieron estas ideas -nos referimos a las América. También lo hizo en Espafisi y una prueba de ello fue la traducción
tres personalidades francesas- sobre Bilbao, cabe vcr cn ellas Ea fuerza que renlizcj Mariano JosC de Lama. e1 famoso Fígaro, de las Palabras de
doctrinaria quc sc extendio en los paises dc Ainérica, especialmente en la un creyente, que circulo igualmcntc cn tierras americanas. Con todo, debe
región del Rio dc la Plata. De ello dio cuenta José Ingenieros en La indicarse que independienterncntc dc csta versión, en la profusión de libros
evolucihn de las ideas argentinas, el primero que scparnos, quien expresa franceses que llegaban, no es aventurado decir que las obras de1 abate
que junto a las inffucncias sansiinonianas. dtirante quince años, se hallan circularon en sus tcxtos originales, de quien se tomaron contenidos -no
tnmbien las piirumeiite liberales J' las del cristinnisino sociril. a traves podía fa1tar el tenla dc la fraternidad y del aiiior entre los seres humanos-,
de tres corrientes que ncftisrr-un coujurtbninerr~eeii In r-ei~oliiddndel 48. pero por sobre todo su estilo biblico. Celina Ester C. dc CariIla nos dice:
EEPas son:
I,u prueha evirien/e d~ que lus priginus de Lnnientinis Ilegarnir a
1" Ln m a , socirrlisla y jacnbi~in,representau'a por cl saiisimoizi.rtno corilngior su u r h r y , niiic¡rus veces, uiin su acerito san caracterisrico,
~t~ sin que esta Última
dc Lei-o7r.r J. sit irbcrior v a i . i r ~ ijnluiis~~rirrria. las i l e ~ i err qiic se dcstncan
s pr0pici.l: (¡e lelas rsct-itoi-esar-geritiirn.~
~ ~!¿?S
llegara a niiestra región. presente en Alberdi y Echevema. despires cie 183rlJn.

2" Ln otro. liberal j.gii.niidiita, coiz Michelcr cr Ict crrbe:a, ciGa riibs
cni-arterizado, etl la entigrclciriri a Cliilr, jire LTr-e~it~Fi~lrielLOpe-, Y si de afinidades sc trata, cs preciso mencionar, para la autora, los
convergiiri a ellr~la corr.ierrtc noticlerical de Quirirt. nombres de Echcvcrria. Alberdi. Juan Mnria Gutiérrez, sin qitc falte la
3" Ln !ei.cera.a.cristinria sociíil, i ~ n r i d a(le Icr ei~olrici0iidemoc.i.áfica
!!
scfcrcncia a Bilbao. Contiiiua dic~endo:
de L~nmei~~rnis rleritro cleI carolick~no.Surgieron de ella clns ramer
aiitagbriicas La zriiu ri-istiaira-ntrricafólicn, gire sigriiú u Lurrictinctis. "' JorF Isr,ExiEiiris. l.* rvnluciiin dr las ideas ar~enliiins.Buciios Aircc. Ed. Fuiurn, l961,
p. 304
rrcerrrii~chsccnda tvcJ: ~ n i sn Leruirx ,v a Qlrir~ct, que [ z r i w por " Ibid.. p. 309.
d i s c ~ j ~ i ~n lFruilcisco
n Rillino; la ofrcr, carcjlico-liberal, .~oste~ildcl 'TCELINA ESTERC. Dr. CIIKI!.I.A. L r ~ f l i c ~ i ~ ~elu iK~i o dt f~ri Pl(/r¿i.cn Revista dc Airtoria de
las Ideas. Tuciiman. ii" I , I W O , p. 69.
Cirandn se roma irn pensamiento de Lamettirais por Io corntirl sc toma El racionaIismo roinantico, extendido a Amerrca Latina, sin que falic
runilii&ii srr acento trcrilisrico. Biretias tniiesfrcls s@encuenrruti err la importante mención dc Juan Montalvo, tuvo en Francisco Bilbao su
pigifins dc Jriair Muriu Ftrtiirre: y Alb~rdi.El pcirrcrjo jinal íjuc
representante inayor, en la vcriicntc deista, durante el siglo XIX, con la
parn el discurso ínrruglwul drl Sal611Lirerar-iv
G t r r i é r i . ~e~+crrbih
{iF835] parece ifispirndo en el cupEtulo XXXII de Ins PaIabras y, afirmación dc la rcligión natural y todo lo que de esa afirmación podía
AIberdi -Iiircri ejemp Io de lectitms de Lamcnnais- lo rernt.0~1en las desprenderse.
artículns titulados Profecías y Política (esre tiltfmosirve de pr.rjlogo a
la trnducciói~~ i cEl libro del pueblo, obra ri ki cual IInma "izuetw El pcnsatiiiento de Bilbao encierra las claves culturales de toda una
cu!eci~rno'')~~. época. Aiinquc pertcnccc al romanticismo, hace uso de categorias propias
de su tieinpo. pero tanlbiin utiliza aquellas provenientes de la Ilustración
Es que al parecer Alberdi fiie cl traductor oculto dc la abra, quc que, rcscmaniizadas, se proyectan con una nueva significación. De esas
aparecio publicada en El Iniciador de Montevideo, en 1 X39, coino lo hace resulta la niác importante,
categorías la oposición cii~tli;cicitj~r/bn~+hc~~'ie
constar lngenicroc. pero la idca de una nueva sociedad polilica y económica como un proccso
de humanizacion Ic llcva al usa de owas categorías que se desprenden de
La cxtensibn dcl ascendiente larnennesiano parece haberse dado más esa oposición. Luc~s/igiior-ancia,rtp~hIicaJ~nonarquia, racionalismo/
a11i dcl lugar y dc las fechas aludidas, pucs t a m b i h se ha mostrado su piagi+eso/crlrcrso; pirehlos/t.chañu ; espii-ilri nr orier.~lo/
~raciiciorzali~nzo,.
contribtición en las ideas del héroe cubano por antono~nasia.José Marti. .cspi~-itiirnedtei~rrl: lib~ral/cortsesvndol-/;11b e i - l a d / ~ r r ! o l i c i s ion;
desde su niñez hasta la madurez, llegando incluso hasta la identificaciiin. iiidependencin/dc.perideiicio; ernaiici~~acicinJopi-esih, cludadnnusí
José L. Mas, estudioso del tema, nos dice: esclnvos; ctc., pueblan sus escritos.
EI prnsrrn~it.iitode Mcri?i csti uniinurIu pur iiila rel?yicisii/u(rrde ~ e n c i a l
que .Fe rradiccc en iino prriciica scculur de plriitcipio.~~ I I C D 10 F cvul Desde los tcxtos, cn un primer rnoiiiento, la leyenda "nccra" cs
resulta idCizrica a la expiiesfa por Lanzcnriais. MartI cree e11 un M C ~ S asignable a la accihn dc España y la Iglesia en Ainhica. cn cuanto fucrzas
nllá supi.crs.rnsihIc cotrro erupa siipcrinr del pei;feccionurnicnfn "barbaras" que liabrian sido causa del atraso y opresrón dc los pucblos. Sin
hirmctt~o.L v r~/ii-nzu ilescfe sil prii?t~raohra, io continriu I'iucieiido eri
sus ciniriccr~y rJ<j(~ corislcrtzcia dc ello e11 sil ~Illinioyerisnniieiito. Se
embargo, crccmos quc cn una segunda instancia y sin abandonar aquella
?rata tanibiSir de uiiu ti~asceridt.ncict histdrica jqsociul. pues nl Icycnda, los valores qzre la Francia inodelica representaba para la sociedad
sziperacw es~~il-ifrraliiiei~t~, el hon~bre justo d(i ejerilplo a 10.7 denríí.7 J. en sus mezas deseadas, son subvertidos por las acciancs iinperiales que esa
con~l-ihtq.~. coi1 S ? { bid.^ J , C O J I S E I rnzierte. nl progreso rotnl de ICI nación cumple en Europa y en México, atribuyendo poder "civilizador" a
it~ri~iairidn~l.coiisiderada colno u11 cuerpo r i ~ i . ~ f i Eii r n ambos nuestro propio destino americano, scgiin las idcas enunciadas por el autor.
peirsndore~ la idea de la iiiircrre. seitticin crlstianameiite corno
sitprenw sucrrfic~o,es el acin qrre cirlniiitu la existencia del lionrbre 'I,
nie~liniirrel ciicrl Gsro ciicorira sil vercladero seritido5". Evidenciamos en los cscritos dos etapas en las que si bien Bilbao no
modifica las categorias socialcs que utiliza, si ainplia el horizonte dc sus
"'Ibid.. p. 70,
dectinatacios. Ya no será exclusivaiiicntc la sociedad chilena, sino la Aiiiérica
O' JOSL L. MAS,E t tr r i i , t t r i ri I o i d r . c i l o ~ i rrlc
~ .los: Murri Sii ideniiffr.rir.itiri crin I-TR.Lriiricnririi.i .c. toda con su fusuro republicano.
el roniaiiiicisiriu .~oriril.cii Cuadernos ,\mericanos, inarzo:abi.i~, 1975. ii" 7. pp. 1 12-1 13.
Tambicii dct autor: Susi; Mnrri E / irirnunricisnro swciril, Ideiii. marzoiabril, 1974. n o 2. p p .
F60-lbl.
En nuestro trabajo aludimos a la hctcrogeneidad social reconocida en preocupación. Asi. mientras en algunos casos, como el de Arturo Andrés
los textos del escritor anic una polarización dc fuerzas antagonicas en las Roig, la reflexión filosbfica sobrc AmErica Latina va de la mano con la
que unos pretenden un espacio que otros han ocupado. Esta heterogeneidad investigación historiográfica de las ideas, en otros. como Leopoldo Zea, se
es palpable cn el moniento de la produccibn discussiva de Bilbao, como vc claro que 10 historiografico cedc su puesto a la filosofia de la historia de
también en el fin propuesto. Sostenernos que el autor aspira a asumir la Latinoamerica. De todo el avance historiografico, sea de tipo histórico
representación de las voccs silenciadas y, por lo mismo, ocultas. Por este tradicional o movido pornucvas inquietudes, resulta sin embargo la necesidad
motivo el escritor es en la obra un critico de la razón politica epoca1 y, al de contar, para los principales representantcc del pensamiento
mismo tiempo, un incitador de la configuración dc lo qiic llama iiri "l~osnbrc latinoamericano, con obras de conjunto a la altura de la invcstigacion actual,
nuevo". que abarquen: la biografia intelectlial; la exposicjón integral y la interpretación
dc siis obras; la coinpulsa de las influencias europeas, no para hacerlas la
Hcmos reconsiderado los tcxtos de Bilbao dentro del marco del clavc dc la interpretacibn, sino para observar la posiblc originalidad de
desarrollo de las ideas latinoamericanas y la critica de !a saziin politica que nuestros pensadores cn cl conjunto dil continente, cn su tpoca y su corriente,
mencionamos, junto a las propuestas hechas en cl siglo XIX. En este sentido y en gcncral; el anilisis de la historiografía sobre el asunto: y los aspectos
nos ha guiado Ia confecciiin de un trabajo qiic asuma crÍticamente al peiisador bibliográficos como guia para una lectura más detallada o para nucvas
dentro dc un nivcl dc objetividad cientifica. investigaciones. Aunqrie ~xistcnpublicaciones sobrc Bilbao, como las que
hcmos senalado, sc carece de una obra con las caracteristicas que sc han
Al valor cn si de las obras, como ícstimonio del pensar propia dcl indicado. Creeiiios quc nuestro trabajo encuadra dentro de los objetivos
racionalisii~oroinantico, que justifican su cstudio, podemos agregar otras aludidns. a los qiic sc une que cs un autor prcsente a la vez en la vida
razoiies sr arrojamos una mirada temporal más amplia. Es que nuestro estudio intelectual dc Chile, Argentina. Peru y Uruguay, sea por residcncia activa
pucde ponerse también en sclación con el estado de la historiografia. El (y combativa), sea por via dc influencia.
estudio del pensainiento latinoaincricano se desarrolla desde mediados del
siglo XIX, pero en sil aspccto filosOfico sc acentua y se incremcntsi Tres son las hipotesis que han guiado nuestra investigacibn: 1 . Bilbao
materialniente a partir dc la dicada de 1940. Esto coincide con una dedicación no fue un teorico dc la politica, sino un hombre de acción. y, cn ese sentido,
más intensa a la filosofía cn los circulos académicos de América Latina y su palabra escrita es un recurso -prohahleinente el inás importante-,
una proliferacion de cátedras, revistas y publicaciones. no conocida antes. orientado en csa direccihn. De iiiancra entonces que la separación entre
Surgen asi los primeros panorainas de la filosofía cn México, Argentina, sus discurses y su práctrca scriapues artificiosa. Tampoco habria crrcularidad
Brasil, Pcril, Uniguay, Bolivia, y otros paiscs. elaborados con bagaje ticnico o paralelrsrno cntre attibos. sino un inisino nivel de hori~ontalidadcn cl que
de esa intcnsificrición de los estudios filosoficos. La atención a la historia no cabria diierenciacion. al mcnos en el sentido en que hemos intcnrado
del pensamiento latinoamericano no ha hecho sino increinentarse desde inostrarlo. Discursos y prictica eran accioncs orientadas intencionalmentc
cntonccs, coino lo atcstigua la bibliografin existente. A la vez, las encrgias al logro de una cotrdiancidad mejor en su calidad. 2. En el autor la apelación
de la dedicación lntinoamcricanista en las ultimas dkcadas se han derivado discursiva a Europa. como contrapunto de Amkrica, corre a la par de la
tanibién al probleii~aquc plantca la existencia de la filosofia latinoamcricaiia. siiuacibn politica en ambos polos. Es ésta la que forja cl contrapunto Amkrical
su autenticidad, características y razón de ser, problema que se expresa Europa. En aiiibos casos la fucnre de normalidad social y económica estaria
también cn la filosofia dc la ltbcración y otras variedades de la ~nismri asegurada por un poder político dc tipo democrático. Por csta razon lo político
no se circunscribe en Bilbao a la organizaci~njuridica corno si de suyo esta Los escritos dan cucnta dc aspectos teóricos y valorativos especificas,
pudicsc resolver los conflictos sociales. Intentamos mostrar que aqvella se_efinel momento, que permiten marcar los niveles de integración y ruptura
forma política implica un orden más amplio de decisiones, como por cjemplo, con los marcos teóricos y filosóficos dc su tiempo, así como la diacronía en
el derecho a la propiedad privada y a la educaciiin. 3. Bilbao pertencce de cl Iapso d c la vida dc Bilbao. Por otra parte, las continuidades,
lleno al rnoviiniento de la llamada "scgunda emancipacion" o "emancipación discontinuidades y desplazamientos dan lugar a una periodización dentro de
mental", que tuvo sus primeros desarrollos importantes en los paises la producción drscursiva. En verdad, y como ocurrc con toda verdadera
americanos desde 1830 cn adelante, es decir. con los pensadores románticos. lcct~ira,leer a Francisco Bilbao implica reescribirlo. Su pcnsainiento, si bien
Con ellos aparece la propuesta de una "filosofia arncricana". problcmatica tiene clementes quc la cxccdcn, es una respuesta a su propio tiempo, del
que se mantiene vigentc en nuestro pensador. cual no es posible desgajarla. Urgido por los acanteciinicntos, cab a1-Ea con
cllos y para cllos. Dc nhi quc podamos decir que es einineníeinente politico,
Desde el punto de vista inetodológico hemos procedido a detectar la como lo cc su cniinciación misma.
relación entre las ideas dc B~lbaoy los fenómenos históricos y sociales de
su tiempo, valiéndonos dc una serie de elementos provenientes de los aportes
realizados por las ciencias del lenguajc, desde los cuales es posible abordar
el pensamiento en su inanifestacion a nivel discursivo. Hernos traiado de
scinsectar el discurso hilbaiiio. cn lo que tiene de filosbfico, cn el sistema de
conexiones de la Epoca donde, por una parte, sc nos muestra como una
forma dc objetivacion cultural. y, por otra, se adviertc su faz como discurso
político.

Todo discurso se articula cn torno a oposiciones simbólicas que pueden


ser denominadas categorías histbrico-sociales. dotadas de una carga
valorativa. Las misinas permiten descubrir la presencia de un juega de
rccanocimientos y rechazos respecto de la heterogeneidad social. Las
catcgorias posecn, enronces, una función epistemológica de organización
de los campos semánticos de un corpus dado, y una función axiológica de
transmisión e imposición de convicciones relativas al deber ser, por lo cual
cutnplcn un papel dc regulación y orientación dc la praxis.

Las palabras de Bilbao encierran las claves culturales de su época,


deciamos, en las que se entrecruzan valores y disvalores de un mundo
cambiante escindido en dos posturas políticas fucrtemente encontradas:
pipiolos y pelucones.
2, Los catecismos laicos y SU perdurabilidad Francisco Suárez, Juan de Mariana y Francisco de Vitoria, en la medida
en los escritos hiIbaínos que no contradecian los postulados independentistas y a1 mismo ticrnpo
servían para captar la atención de sectores menos proclives a los cambios.
Los catccisinos laicos nacen hacia el último tercio del siglo XVlII y se Esto es le que sucede con el Catecismo politico cristiano, aparecido en
difuridcn cn los albores dcl siglo XUC. Los hallamos en Francia para exponer Chilc en Coma manuscrita hacia 1X 1Os, en vísperas de la constitución de la
las ideas de la Revolucibn Francesa {así por cjemplo. Volney escribe un Primera Junta dc Gobierno, cl 18 dc scticnlbrc dcl mismo año! SS vvcrdadcro
Catecismo revoIucionario en 1793), en España con motivo de la autor, escudado tras el seudóniino dc José Amor dc la Patria, quc no ha
Ilustraci8n, y, nahiraiinente, en América. Sin crnbargo es preciso recordar podido scr develado hasta cl moincnto -aunque se presume que podría
que los liubo Iibertarios y realistas. En el caso dc 10s primeras -cuya forma Iiaber sido cl iiiendocino Juan Martincz de Rozas. o Jaiine de Sudañez o
y contenido se tomó para inculcar las idcas dcinocráticas e independentistas- Ziidañcz", utiliza la forma catcquística dc silogisinos concatcnados, con
se cxponia el naciiniento de los nuevos cstados nacionales, los nuevos aIusroncs bíblicas y las doctrinas populistasRsobre la autoridad; clcincnros
modelos politicos y adininistrativos. las idcas sobre la libertad, los derechos que para atgunos críticos se inscrihrian cn la tradicibn neocscolástica". Sin
Iiumanos hcchoc cxplicitos por la inisma Francia. la independencia y lajusticia einbargo. el fondo ideológico del escrito se sitila de lleno en el módrrlo liberal
social, como así tarnbién las aspiraciones sobrc c1 futuro que imaginaban ilustrado, dado que remite de inodo directo al ideario politico legado por Ia
aquellos Iiornbrcs iluininados, Los filósofos de la Ilustración, entrc ellos Revolución Francesa. Hugo Cancino Troncoso dice al respecto:
Rousscau, Voltnire, Montesquieu, y tantos más, aparecieron comentados El oprinrisru de
sr~.li~iriiiei~ro Icr lihcr-rncl. la coiivcicatoria a In Irtchu
en [os ~atccicmosdcstinadoc a afianzar la independencia. especialmcntc en r.orihu lodn opr~.siÚny despolisrno. lu tiacicirr del Iroirihre ronio
lo que se refiere a idcas sobrc Ia democracia, el contrato social, la soberanía ciududniirr y rro co~rtosiihdiru su11 coinpo~ici~res inregi-ailres (fe1
popular. la voluntad gcncral. la tolerancia, los derechos Iiumanos y la I ~ g ~ i aprditiro
je iIe I(i R~~volrtrEOit Fiurrcrsu, c/c la que su iiai~ibrer?o
se a l i t ~ kr,r r i n q i w sti riiscirisu i(ii~olÚgicos i Iru dtl/arlo sri iniprwitu e11
separación de. los poderes públicos. En algunos casos se publicaban las
obras de esos mismos filósofos con idkntico propósito, conlo ocurrió en el
esle f e.vt o "'
Rio de la Plata cuando Masiano Moreno publicó la traducción dc EI
S~~ililnresobscrvacioncs son validas para el Catecismo de los
Contrato social. En el Prblogo exprcsó la intenciiin de reimpriniir aquellos
patriotas, cuyo autor. el sacerdote patriota Camilo Hcnriqucz, lo publicara
lihros de polirica que s~ Itaii inirndo sieinpre como el cntecismn d~ Ins
pueblos l i h m . Moreno se sentía compelido n cllo porquc todo ciitdcrckrno
' Hay d(ia cdicioncs Pcnrio GODOY,El espíritu de la prensa chilena Sanllngo dc Chilc.
esti nhlignclo n c30tnirnicai+10.7 l~tcesy sus conocimieii~os.pues si c n h
1847, pp 16-43. RichRno D o h o i u , El Cniccismo politico cristiano Snntiaga dc Cliilc,
Jror~rhreilo conoce lo qrre vcrle, Io que pirede jm /u que se le debe, nuei7as Imprcnin Univcr~ilario. 1'14;. Sobrc cf mismo. WALT~.R H n ~ l s c uT~l'ihiDOlA, FI Catccirmo
tlusioiles slicedei-cjn a las unlrgirus ,... y, en ese caso, será tal iiei nirc=r./ra pnlílico cristiano. Las idpas v l a &poca:l810. Srintiaga dc Clirlc, Ed. Andris Oclio, 1976.
Ht,r;o Cn\crro T~oncriso.LI C I I I L , C IPTU IIÍ~I I ~L I>I ( I 1~1111i10( 1 R 10)- CI L ~ I J L , L I (le
. I ~1I0 1( I
suerte nzriciui- de tircrilos, sin destniii- k i lirnnia3. pciti iutrrs ( 1 KI?) v rl riticiii\o (le III Rev~lircirj~~
Fruirresn trn CIrilc. cn LcopuIdn Zca (coord ).
Amprica Latina ante [a Kc\olucicin F r a n c c ~ a !vlcxico. CNAM. 1993. pp 109-124
DIINOSC~,
' CFr R i c ' ~ ~ i i c i E l cntcci~mopolitico-cristiana, op. cil
Aprovechando las idcas provenientes de la escofástica que podían ~ b l d .p. 1 1 8
rcrorzar cl mcnsa-le Ultimo, los catecismas incluyeron a veces las tcsis dc ' C f t H A V I ~ C HETPINDOLA. O P CII.. IATMC E Y Z h G U I R R r , ldcarin y ruta df la
cmancipacihn chilena Santiago dc Clitlc, Fd Universitaria, 1957, pp. 104-IUS
MARIASO MORLRU, Doctrina drrnucritica Col Rlbliolcca Argcntiiia Uucnos Aircs, Cnncordanioc cnn I d intcrprcinciott d c H Cancino Troncoso, op cil
A

Librcria La l a c u l l a d , 1915, p 29R-199. '" CChvrtvn TRoNCnSIJ. op cit p 1 1 8 .


en El Monitor Araucano -periódico de su propia creación- en 18 13". En dias. Consciente de esc pedagogismo, Bilbao echará mano de diferentes
este peribdico, como en La Aurora de Chile -del cual fue tambien creador estrategias discursivas quc no siempre sc traducirán en una transparencia
y director-, y en el Semanario Republicano, se manifiesta a favor de Ia
del texto. Esas estratcgiac son parte de un proceso modernizador que tiene
causa independcntista y para ello apela at elenco de la llustracion francesa. sus anteccdcnies en el proyecto ilustrado y surcara todo el siglo XIX, aunquc
Firme admirador de Rousseau, no dudó en situar la soberanía en el pueblo, con divcrsas especificidades. A propósito de estc tema vale la pena recordar
al cual habia que educar y ejercitar en los principios de la libertad y la las siguientes palabras del escritor panameño Ricrturte Sofcr:
igualdad, coino de otras virtudes civicas". Aspectos en cuya elaboración
puso cspccial cuidado al rcdactar el Catecismo, sin renunciar de licno a Ia Las cateci.~tnmndel periodo independentisia no represerrtan, con
t o h , m i s qire Ia iniciuciúir de 1uil proceso "chnfeqiiís!ico",moral y
tradición neo-escolastica y cristiana, aunquc pucsta ksta al servicio dc los
pofírico. c-0 cirIrriirracj0~i,slrperad~siiu ciertos formas, se observo
ideales que inencionamos. a prtncipios del [siglo]XXcii Irr obru Iiherzrlj:jncubina de/ argeri ~itlo
Agusliri Alvnre,: Etl~plpn.~ anteriores de e . ~ ~ ~ r o cIns
e s co~isiiri~yerotl:
o
La apelación a figuras bíblicas, máximas evangklicas y a los padres eri ChiIe, el libro de F ~ ~ n c k Bilbao,
co qtiicn ~rurisfigtlrriel carecisnio
de l a Iglesia en ambos catecismos puedc ser Éntcrprctada por un lado como liberal elez~átldolual ra~igoupo~e&icode El EvangeIio Americano.
el deseo de una ruptura no violenta con la tradición, o, por 10 menos. aspirando En Mb,~ico,la obr-ri de JnsE Muria Luis Mora, Catecismo Político d e
la Federacibn Mexicana, (1831), qrle Iincc servir o fospropG.siiosdel
a ponerfa al scrvrcio dc la nucva causa; y por otro. como la apelaciiin a iin
fedevali.~moliberal, j 1 eii confra de/ cen~ralisrnoconservcrdo~:¡as
rccurso retórico destinado s ampliar el circulo de: los destinatarios. En todo otrora
idejns ,fornius ciin'ljcticn.~ ernpleaclas con fines ieoI~igi~*us.
Et1
caso, bqjo Ins ,for-mas canonizndas del discurso neo-escnlrisfico, Cliile, el Catecismo Potítico y Moral de Lustarrin, qrrc romo el
emergen las conceptiralizaciones centrales del discurso de lo Catecisnio Republicano de Alberto Soles. eii Brr1~~il11885). c.xpresati
Revolucióir .francesal3. idénticn prenrzrpaci0rr proselitistcr, repi~hlicaiiay demncrrjrica.
Purinmb. ~ i o j i ~ e
ajena al proceso: la ohrcr de Jtuta Arosemei~n,
Principios de Moral Política redactadas en un Catecismo (1842-
Con el paso de los años se pcrdió la forma de los catecismos, pero
1849). iiitenra serilcri- la,^ buses de u1111nrr>mlpoliticn, hoririumente
tuvieron una singular vigencia cl cctilo y las consignas ideológicas. Asi es impreg?radcr de ler]~irb/icu~~i,s~noy ~iberulisnioIJ.
dable leer en Bilbao, dentro dcl cnsayo poIitico, aquel espiritu catequístico
mcdiante Ia intercalación de breves preguntas y rcspucstas que, aunque no Por lo que al momento romántico se refiere, dicc Fernando Alegría:
estaban destinadas a la memorizacibn mechnica, si denotan un propósito
El discilrso de Lastrrrria en la irraugitruciUn de la Sncieúud Literaria
pedagogico y didáctico dedicado a inculcar cl idcal libertario frances. Los
-3 de mayo cJe 184.2- marca el pidnru eil gite la ctfltitrn cliilena se
ensayos del chileno bien puedcii considerarse jnrnersos en un proyecto iridepeidizu de las cndertas coloniales J~ se vuelve fiacia las arras
cultural basado en una pedagogía de los scctorcs populares, como lo fi~eron . ~ Eirropa pii hztsca de iluevas ir!flirencius qire varr a
i ~ a c i o n ede
otros escritos de la ipoca. Ediccai. nl soberuno diria Sarmiento en aquellos pmvncar. más tarde, el riacinz~eirtode rrlia iirernturu origiir~ol'~.

N ' CRISTIAS GAZMIJR t RIVEROS, Lihso.~r irlens puliricns {rrrncc.~u.vcrr Iri ge.ituritin dc Irr
iirdr.penilcnciri eii C h i l ~ cn, I,iro~oi.~o Z E R (coord.), America Latina a n t ~tii RcvnluciOn
" JUSTO AROSEMENA. Apuntarnientos para la Introducción de Ins Ciencias Moralcs y
Francesa. cd. cit., p. Sih lo da como aparccido cn 181 1. Politicas. Edicioii, Prólogo c lntroduccibn dc Ricauric Solcr Panamá, Ediciancs dc [a Rcvista
" Cfr. R . h i ; ~S i 1 . v ~CASTRO (cd.), Escritos priliticni de Camilo Hcnriquez. Santiago dc Ktirrrs. 1968, p 12-13,
Chilc. Universidad dc Chilc, 1960.
l 1 F E R N A N ~ OALECRIA, Origciics de! rornanlir.i~mo rn Clille. Bello. Surmiento, ~risturrru,
cn
" CASCINOTRONCOSO, op. cit.. p . 127. Cuadernos Americanos, vol. XXXV, no S scticrnbrc-octubrc. 1945. p 1 8 8 .
ELESCRlf OR Y L,\ OBRA

nación. 3. Consideración detenida de si mismas, exumeli de coirciencia La segunda generación romantica se caracteriza, según el criterio dc
l...] acaso oplimisla y enfatico, pero dde rodas layas examen, esto es, Carilla, por scr una genernción otxcrnizadora y poleri~istu (aunque eslo
unaIisis de lo que el chileno siente frente a sus deniás hermanos del zíllinza, rnbs en relacton crl aspecto social que al estriciumente literrni~)?~.
o ~ ~ .ello bajo el trasfondo del liberalismo y del
contiaenle a r n e r ~ c a i ~Todo Momento cn el que el ensayo será una floración destacada. Prosa, continua
movimiento romintico, aunque ellos sintieran que Cste, como corriente diciendo Carilla, que enfila hncru el contenido socio!, o el fono disctrrsivu,
Iiteraria, ya había tenido en Europa su momento de esplendor. o la labor h i s ~ o r i o g r ~ # i cEl ~ . central será ahora el hombre y sus
a ~tema
probIcmas, que repercutirh en la obra literaria e incluso Ea determinarán. Si
A propósito del romanticismo literario recordemos que Pedro de representantes se trata, desfilan los nombres de Carlos Guido Spano,
Hcnriqrtez Ureña en su conocida obra Las corrientes literarias en la Juan Monralvo, Ricardo Palma, José Hernándcz, Lucio Mansilla, Jorge
América Hispánica distinguib dos generaciones: romanticismo y Isaacs, Olegario Andrade, Eugenio Mana de Hostos, y no son todos. Nacidos
anarquía (1830-1 8601, y periodo de organización (1 860- 1 890), llegando entre 1830 y 1840, ven la luz en los años de iniciacihn del romanticismo en
-como bien se ve- a 10 que ha sido considerado el momento de apogeo el continente.
del positivismo. Siguiendo con csta particion, pero afinando la perspectiva,
Emilio CariIEa nos ha hablado de la existencia de tres generaciones en la Sin preguntarnos por la tercera generación, que no interesa para
literatura hispanoamericana. Gei~eraciones-nos dice- percepiibles nuestro tema. confundida ya con los alborcs del modernismo, cabe
i n i s al13 de la contiiicriciad de iin signo, can cai-ncseres indicador~s cuestionar la ubicación de Bilhao cn la primera dc las generaciones
de su individualidncf?'.Una primera generación, que corresponde a la mencionadas. Es cierto que por año de nacimiento le corrcsponderia tal
ctapa de penetración del movirnicnto romántico, cs aquella cuyos ubicación, mas por el carácter de los temas que aborda, por perspectivas
miembros nacen entrc f 810 y 1820. Despiertan a la vocación literaria y por el género dcsde el que lo hace, Bilbao esta mas cerca de la segunda
tempranamente y representan las líneas más i m p o t t a n t c s del generacibn. Sus obras, más alla de los primeras escritas juveniles, son
romanticismo. Dice Carilla: escritas dcspuks de promediado el siglo y no guardan puntos de contacto
con el intimismo de la primera generacibn. Hemos afirmado que sus obras
Predominio dc !o sentimenral y del color local (paivujey hombre). el
perfil politico sor.Iul ("'literclfurasocial'y, el periodismo pvli~icoy son escritos circunstancialcs y lo hemos hecho porque entendemos que a
yanfleturio, I í g a h de rnaticru e.~lrcchaa la kpoca urrierior. Es través de ellas se pueden advertir las circunstancias sociales y políticas
fambiin época de relieve costirrnhrista eri Icl obra laterciria'?. que dieron paso a su pluma y que se corresponden, a su vez, con las
etapas del pensamiento liberal, marcadas por la consolidación del ascenso
Los nombres más psornjncntes son:Esteban Echcvcrria, Femiin Tom, de las burguesías nacionales. Momento en el que el liberalismo había
Hilario Ascasubi, Juan María Gutiérsez, Domingo Faustino Sarmiento, alcanzado cierta base de sustentacj~neconomica, pero no había alcanzado
Vicente Fidel López, José Victorino Lastarria, entre otros, además de aún preeminencia ideológica. El fuerte reclamo por la libertad ya no seria
nuestro Bilbao. un grito en el vacío, sino que estaria pautado por ciertas exigencias y
condiciones para su ejercicio. Sobre el particular, no seria inoportuno
'"Ibid.. D. t 93
I' EL romanticismn cn l a Ambtica Hisphnica. Madrid. Grcdos. 1957, p.
EMILIDCAR~LI,A,
365. L' Ibid., p. 367
" lbid. p. 366. " Ibid.
mencionar a Arturo Andrés Roig cuando nos dice a propósito de Juan 4. Las marcas de la escritura
Montalvo que
Hernos dicho que dos son las formas dc la escritura bilbaina: el
A riiedindos del siglo XIX el d$rso .tbcompl~jomoz.iniiento roii~infico
hnhia sido despla:ndo por riii rnciorrnlisino qrie se declnmhn ensayo2' y el articulo pcriodistico, e incluso algunos de aquellos ensayos
"es~~iritzralisrn" y enfi-e~itado coi; ksrr, por las prirneras fueron publicados en periódicos, como sucedih con Sociabilidlrd chilei~n,
fcst#cioneL~del posiiivisnro2'.
~iioii! que apareeib en el perihdico El Crepúsculo, de tan corta vida. De unos
y otros podria dccirsc lo que ha expresado Rohert Mead:
La prosa y la idcologia de Bilbao, fucrtcmcntc roriiántica, pero teñida Reflejo del Irirnloi-J.rle icr pei-sorrrilir¡(~ílde str uirfoi:el erlscyo toirihr4ri
indudablemente dc racionatisrno. mucstra cn todo caso la arnplihd del rvinipcrrrr Irr Itistoi-fcidndde t o d ~ci-crrc.i0iihzrtii~iiin.s i e i i h asi e ~ j ~ ~ j o
romaniicismo y los distintos grados en que fue asumido. Con un elenco j o , D empañndo+del periodo histórico eil que
gt-irtide o p e q ~ ~ ~ lclnrri
sencillo de ideas su escritura cs una forma de práctica social y como tal I711)P el ~ ~ I ! T o ~ ~ ' .

es representativa dc un momento Iiistorico dctcrminado. Es mis, ella


misma es histórica. El prisina desde el cual rcoriza, mira y enjuicia sti Lo que Mead plantea cs qiie más allá del texto -de singular y
tiempo es una conslruccjón que respondc a una perspectiva temporal primario valor-, el ensayo nos catapulta hacia lo que ha sido llamado cl
particular, al mismo tiempo qiie es exprcsióii dc un grupo social. En tal cxti-atexto. donde cs posible leer las marchas y contramarchas d c la
sentido podcmos afirmar quc sus cscritos se inscriben dentro de las liistoria, dc sus conflictos y de su entramado vital. Este ensamblaje nos
prácticas discursivas del modelo libcral. Modelo que. por otra parte. no permite afirmar quc los cscritos d e Bilbao se inscriben en la quc
fue hornogénco y cii su interior ofrccc matices. Dentro del inisino podríamos llamar "literatura de coinbatc". Una literatura que apela a
funcionará como nn dispositivo disparador la confianza cn las posibilidades diversas estrategias discursivas y retbsicas que lc conficrcil a su prosa
moviIizadoras dc la escritura con vistas a poner en práctica el progreso un carácter peculiar. Es quc las IucIias en el plano político y las disputas
social. En tal sentido csa confianza es un aspecto del imaginario social
escrito y oral dc un grupo quc dcscaba la rnodernizacihn sobre una :-Con la ;cncraciOn rninaniica comicnza cti atribos lados ric Id CoidiFlcra dc los Andcs. tnnto cii
Chilc critiiu cn cl Rio dc L a Plata. cl cni'iyri dii cuntcnido frlosofico-social. corrcspondicnd~id
estructiira d e clases q u e can la independencia no habia variado luan Rauiisin Alhcidi. a quicn tiahrcniri\ dc ciiar m i s dc una vcz. con su Fra~mcntliprctiminar
drasticainente. al efludio de[ derecho. c l mcritii inau~urald n la rcgiiiii r:oplatciisc Fn cl cxlcncci Prtfdiici
sc cncaíga c i auior dc indicar, tnxnlivaincntc, quc nos cnconirdiniii antc uti cnca-o. un cnsayo
Harro sririplis~us,sitr dttdu 4 i c e Arturn Asdao- cruii Iujilosofín de la al qtic trtula Frazrnentri, c., dccir, cEcorm. mtrndo, quc iicnc l a impronta dc la provicortcdacl,
sin prctcndcr scr palabra uliima y ccrradn Sc trata dc uii cscrltu dc juventud. pcro. por sobrc
hivtnr-ia,v In ~ociologinq i ~ eiiljiil-rirnhnn esa c o i ~ c ~ p ~ i (perai r r : de PSE
iodo. para la jiivcntiid, para IOF CsplriLuS nUrboC Escrilor y publico ~c h'illan cn \iiuacioii dc
sinipIi.snro ancctbci i.siri rit atraccihn y . F I ~,fi~ertut ' t ~ PI C S P ~ I . ~ Ide
E I la aprcndcr a lo largo dcl ticmpo, por csta rnzan solicita rritiroi ctilohorrrdoi~.i.dondc unos v
generncirin roi?r~rrtrcrr'~. otro<, autor v kcctor. pucdan aprcndcr cn cl csfucrzo dc aproximncion a una rcalidad quc, como
~ I L CArturo Aildris R o I ~ $, 0 A I P I I E C C ( I ~ I Ocnirncnreiiieiile propiw El cn+ayo. caractcrizndo v
dcflnido dcsdc l ~ lsc i r a i , CF cn cl tcxto albcrdiano dcfinidii dcsdc la filosofia y la poliiica E!
.
.'cnqavoa"cs cn c ~ t ccairi v cniciidcinos qric iarnbicn pdrd Bilhao una forma discitrsiva quc
cxprc5a cl cnqaio dc la nacinn o dc tina n x r t i n Clr Artuio Andrcs Koig, il'ririrn~enlo i elliprii
dcl ~ I I ~ IOI II / C ~ ( ~ ~ i l e n O!u~fi!~~<i-sot
rd~i 101 eii .~Ir.~erilrnrr,cn yumen a [l. Pucbta. Mrxict?,
25 Rol(,. El p c n s a m i e n t ~~ o c i a td c Juan M o n t a l v o . S u í I.rcciunes a[
ARTLRO A ~ D R T ? nov dic , 1969. n" 8, p 42-47,
puchln Col Tcmas Quito, Uilivcrsidad hiidina Siinon Rolivar/Corporacroii Editora Nacicrnal, " RORLRT G MT%D. B r e l e historia del cnqara hispanoamericano Mfxico. Edicroncs dc

1995, p IU Andrca. 1956, p 10 b i i a ~ c ,adcrnas, Jusc Lurs G ~ U L L - M A R T I \ 'Tenria ~~, del pnsayo Col
" Ariuno. RacionaIismo y liberalismo en el Uruguay Ld Cit , p 93 Ciiadcmos dc C u a d c r n o ~ .11" i MCxico, UNAM. 1092
Los textos engendran ntwjos textos. La interdixcursiviclad se instoIn 11. E1 fragor de una vida
en el centro de la prodz~cidnliteraria para irradiar: desde ulli. los
postirlados de unu cultura qlre se hace eti los fextos, y que es ellu
misma texto fnagorable c infinitoJ3.

Bilbrro. simple escritor hihlrco. ci ipecesininteligible


coiiio Lacilnza.ern iiii p o i i ornrior'or: era el pl'it11er
oracIor popular de sti iiempo. ronio Lnstarriu ercr Icr
primerci espacfcr delel prrl-lnr~ienfo.

Benjamín V~cufiaMackenna,
Los girandinos chilenos

1. Primeros años, teatro de diferentes


ensayos constitucionales

N Francisco dc Salcs Bilbao hace su entrada en el escenario polirico,


social e intelectual chileno con la gcncracion de 1 842, como hemos indicado.
Nacido en Santiago e[ 9 dc cncro de 1823, isrumpe cn la vida cuando la
nacion no ha consolidado a i ~ nsu proceso indepcndcntista, con los sucesivos
ensayos constihicionaies de 18 12, 1814, 18 18 y 1 822 -que estabtccieron
gobiernos de fuerte carácter centralista- cn cl intento progresivo dc
incorporacion de los conceptos de soberanía popular, dc gobierno republicano
y rcprcscritativo y. cn general, de las nuevas ideas politicas quc se enfrentaban
a la monnrqiiiri absoluta y al espiritu colonial Iiispano. Enfrentamiento quc
tuvo su primera expresión en el Cabildo Abierto del 18 de setiembre dc
1810 a travks de la designación de la Priincsa Jiinta Nacional de Gobicrno.
Bilbao nace el mismo aiio dc la renuncia de Bernardo O'Higgins al titulo dc
Director Supremo, cuando todavía la nación no ha finalizado su lucha contra
España. cn un proceso revotucionario que se cxtendera hasta IR24 con la
Iiberaciiin de Chitoé.
" PODERTI, ap. cir., p. 97.

64
EL F M G O R DE UNA VIDA

La guerra emancipatoria si bien involucrh n toda la sociedad, no Ilcgo Las luchas entre estas dos tendencias surcarian todo cf siglo X1X
a alterar la estructura social. permaneciendo en manos de la aristocracia cl hasta bien cntrado el siglo XX con la definitiva constitución dc los partidos
controI de todos los resortes nacionaIes. Aquellas constitucioncs, que se politicos inodernos.
I sucedieron unas a otras, ponían en evidencia el corte tradicional del cuerpo
El nombre de pipiolos y pelucones qire osrentahnn -continúa
jurídico; y el pais, envuelto cn distintos enfrentamientos bélicos, conservarh diciendo Echa;?-, era la fornza despet.rji'u con que uiros a otros se
l
l su caracter rural, con una fuerte división de clases. Situación que sc c.alificabari. por la in~porlancinsocial de los pipiolvs y por las
I prolongará durante todo el siglo XIX. grandes pelucas empolvadas que or,qrrlloscimente Ilei~ubn Icr
aristocraciu coloniaP.
En 1823, precisamente, Juan Egaña, con experiencia en otras proyectos
constrtucionales, toma a su cargo el proyccto de elaborar una nueva carta A esta versión podríamos agregar la dc Gabriel Salazar Vergara, quien
magna que, lejos de rccoger las necesidades dcl pais, mostraría la inviabilidad dice:
dc sus pastulados. La misma duraria unos pocos mcscs antes dc ser dejada D~rrcrntela d6cnda cle 1820 se desar-i-0116 un niovimiento social y
de lado. político que podrinmos llamar "de izquierda", gfle llegO a ser
rnaj)oi?!ario Estaba constitr~idopor los "hrtnranoiiieY " de la época,
Bilbao crece en un ambiente de agitaciiin política que daria lugar a q ~ l eentorice*q eran ilamndos "pipiolos ". Quiéiies eran estos
pipiolos.? Fi/izckrnieritaltrreiite,ptqlieiíos empresur.ios. parct.leros.
dos tendencias opucstas de gran importancia: pipiolos y peluconcs. La primera,
c/racarerus, cirrefios de qiriiitas, pirqirii~eros,arrescinos, peqtrerins
permeada y permeable a los principios de la Revoluci~nFrancesa y del i~~d~urriuies ideiilngos y pirhliristns. O seo, iti~arnezclu clE
y o/gi~;.iiiros
republicanismo que cobraba berza cn Europa, haria suyo !os conccptoc de clase nierlia t*itrulcon c l a s ~ p o p ~ espectu~rtienie
~la~ Gente de 'medio
libcrtad e iguaIdad. Agrupaba en sus filas a personas niodestas de la incipiente pelo'. eri lorin ca~n..filer.on co~iser-i~ac/urcs ope/iicones,y los gruridcs
burguesía, a ta juventud ardorosa y. cn general, a aqucllos de escasa conterc.irtriies los qrie Ins Iimrtizuron corno pipiolos. porque runndo
representación social. Dice Rene León Echaiz: ihari u los hodqones o comer o tomar no pediali con vo: grilesa
/icores ojaninnes i m p u r ~ a h... s sitio gtie coir voz nids bien baja -conio
Los cuu~iillosde Iri niievn tendeticia, desarrollaron en Cl~ileirnn el pío pio de k r ~ jiollitos-
s pediunJr1110.~ del pais: mistelas, asrollados,
vigorosa ac fiilidad, tendiente a obtener eri lo posible h reforma de la cazut.las de ave, cltacolies o crgirardiente3.
orgalrlincióir .rticicil, n fin de abrir paso a uria Repiblica
dentocrciricn. en ahteria prigna con el regimen cnioi~ialrecien
Pero no eran estas las únicas divisiones politicas, pues habian también
ex fingirido'.
federales y aranqueros. Grupos, todos ellos, con los que se encantro al
Llcgar al poder como Dirccror Supremo (marzo de 1823) Ramón Frcire
La segunda tendencia, ubicada en el extremo ideológico opuesto,
(1787-1 85 11, sucesor dc O'Higghs. Freire, un caudillo militar, cn quien
nucleaba a La aristocracia quc hundía sus raíces cn la sociedad colonial, a
algunos veían e! encumbramiento dc los grupos pipiolos, quiso introducir
las personas adineradas y al grueso del clero que vcia con temor la amenaza
de sus prerrogativas econóinicas, sociales y politicas. De espiritu
Ibid., p. 1 1. JAIME EIZAGUIRRL apunta quc cl nombre dc "pipiolos" fuc sinonirno dc novatos
conservador, temiari a todo aquello que pudiera arrebatarle sus privilegios. o incxpcrtos. cn Historia dc lar instituciones politicas y sociales de Chile. Santtago,
Ed Universitaria, 1994. p . 7 h
R E N ~L E ~ NECHAIZ.Evoluri6n hirtdrica de los partidos politicos chilenos. 2". Bd G A R R I C LS A L A Z A R V L R C ~ ~ K A
Co-unturas
, politicas importantes cn la hiptriria de
Rucnos Aircs-Santiago, Ed Francisco dc Aguirrc, 1971, p. 10. Chile Santiago, ILNDFP, Prograinn Urbano. 1989. s!p
reformas liberales a Ia constituci6n dc 1823 que preparaba Egaña, pero sin impagos a militme.~ n h~rroci-aras,acarrearon una grave
iiie,~rnhilidndguhernativu'.
éxito. con la sola exccpcion de la abolición de Ia esclavitud.Tan regresiva
era que ilcgnba a incursionar en la reglamentación de la vida privada de los
ciudadanos" por eso, como hcmos dicho. tiivo una efímera duración, pucs
Sobrc el cIiina y las consecuencias de estos ensayas constitucionales
el mismo Freire, en un golpe de estado, ordenó suspenderla en una asonada se ha dicho:
que contb con el apoyo y colabocación del patriciado chileno. A3 momcnto El racinnutismo riel sirlo XYIIl ({[repreparri /u indepeiirierlcirr de Inr
cowcspendió una situacion de anarquía y desordcn. cuyo punta culminante Coloriias fue i(rlla riztrign prcfiiiitln revoliicihn de! pensnnrieirtu ylie
fue la renuncia del Director Suprcmo cn 1826. En junio de este misino año perietrh err todos los cjmhitos del convivir hi.stól-ico, iitcliisa eri el
propio clero de soda In Anlkricn Jiispuna. Bnsfe cnn recordar en
una asamblea proclamó una nueva conctitucion. de caracter fedcral, dcrogada
MExico a( cura Morelos, ei7 Cei~trnuméricanlfi.li~~ci.~ccnii Lienda y
al poco tiempo. Goicoechea. cii Ar~ciitiriani deuii Gre,qurio F~iiies U F r u ~ ,
Ca,vetrrno Rodrigue: y en riiiest~upnís, a Camilu Henriquez y al
Pese a la fugacidad dc sil vigencia el federalisma había despertado cari Biiigo D. Jrran Yo vorro. Para el racionali,sino IR n o m a jirridicn
simpatías cn las zonas alejadas de Santiago. Dice Jaime Eizagurrrc: es y dehe ser sinipleincinte iin procliicro de la razciii. sin relacibii
alguna cori E! proceso h z s f h r - i ~ ' n~ i, cutr ¡u reulidud ecrinúmicu o
LOS celos de Coqtiii?tho -v Coiict.pci4ii ,freirfr a Irr I~ege~iruiiica crrltiri.al .El co~ireriidode ia iq.ei-ci rair s¿ilo el rlehe[i.J ser iiiecll
sniltiagiri~inIiallnroti eti diclio sistemu itrr rialiirai rlcsuho~u:y los sefinlado por In i-ri:vii. De esta suerte se confeccioiiaron
adoradores de Icl Iibertad absrrsrcta, el niedio de conihatir el ~ i n d e r coristitucioiies totalri~etire i.c.li~(/usco,t In i4ealidaci sncial del
estu !al, sintbolo paiw ellos de la tii-a~iinJnsE Miguel Itifurite se monienio. La Con,~tiiirci&rimoralistcr de 1823 j1 el ensayo de
trun.Fforrrib e?i e/ lia/adiri d d iiireimoideurro Ohfiivo qiie el ~ o i ~ g r e s r i F~d~rrrlismo d.inocrcidco de 1826 represenran pr~ducfusgenuinos
de 1826 nlwohcri-íi la ol)licaciBri cri el prik del sisrenra,le&ral se de este rcirioricrlismci ,jrlridico: pi-eteiidieroii estructirrar
irornhrara -cr~litucorifi.~~irircncnrgurln de rerlacrcri- lo tiireva Curta politrcar~icrtfeol pais de acircrdo col1 rdn esquema rucional que
Pnfitica. ~ n i e te de Iu rerrlidc~dIiistóricuh.
~ ~ r e . ~ c iiritnln~eri
Y más adclantc continila:
Con la renuncia de Fi-eirey el ascenso al poder dcl General Francisca
Elprqvectn consiiiircioirrrl se iiwpii-0 en la Ccrrra rnt,..ricario de 1824
Antonio Pinto (1 765- 18583, dc incIinaciones liberales, el grupo pipiolo
qire era ioi retiredo de 10 ( i EEUU.
~ Pero el Congreso no Ilegb a
despucliw sil P S ~ Ldio,
I porque Ius I t oi-nras fedeinle.7 ,va en vigencia
,
encontraria el camina expedito para llevar a la práctica sus ideas, que
hn hiarr cnl/.~adagi-ai.e.7 perf lrrfiaciones. hallaron expresiiin en la constitucibn redactada en 1828 por obra del liberal
cspafiol JosS Joaquin de Mara (1 783-1 864). Se ha dicho que la misma
A In iri i.ei:~ncle EEiJU. eii vire I I fecleraciúir
~ usocih u rrece procincicis
rcprescntó el paso nzis decisivo Izacia la u ~ ~ u n i z a c i odejnitivn
n de 10
untes scparlrdas, eii Chile la nplicrrciúri llcl sisleinn pi-odry o Iu
desiti!cgr-uctiiride uir pcr;s uc-.eirtifadomenteirrtirario La escasez de Repiiblicn'.
reciwsus propios de las proi~iiicinsvtu frrlrn dcfuculfarles cuncerlidns
uf Eleczrfiiw,qtte se iviu sicpedifnJo por' i / i t Congreso qrie era pasro
rie ¡as i-eticillnsy la grriri crixis rie ir hiici~nifa ptibtica gire dejuha
' EIZAGUIRRE.op. cit.. p. 75.
'' Jui.ro Hrise GOVZALFZ,150 ailos de evoluci6n institucional 7' cd Santiago. Ed Antlrks
Ocllo. 1990. p. 29-30,
' Echai?., op cit.. p 12. ' Ibid , p 35

ti8
Mora, espaiiol de origen. habia abandonado su país por el absolutismo su vida se sentiría identificado con el ideario contenido en aquella constih~cion
de Fernando VI1 y despuhs de residir en Inglaterra y la Argentina fue invitado que aseguraba la libertad personal y de cxprcsibn, los derechos de propiedad,
por Pinto como colaborador del Ministerio del Interior y puesto frente al proclamaba la igualdad ante Fa ley y eliminaba la figura del mayorazgo. La
Liceo de Chilc. Imbuido de las ideas liberales francesas, prestó entusiasta respuesta a estas ideas liberales pos paste del grupo pclucón fuc su triunfo
ayuda a los reclamos del gobernante y a la concrecibn de la nueva en la batalla de Lircay (17 dc abril dc 1830), con el saldo de m i s de dosrnrl
constituc16n8. soldados y oficiales asesinados. El gobierne quedaba nuevamente en manos
de la oligarquía conservadora, ciiy o predominio se extendió durante las
Por aquellos años Don Rafael Bilbao. padre de Francisco, fue miembro presidencias de José Joaquin Prieto ( E 83 1-184 1 ), Manuel Bulnes ( 1 84 1-
de la convención constituyente donde expresó sus ideas Iibcralcs cn la 185 1) y ManueI Montt ( 185 1 - 1 86 1 ), con la figura prcpondcrante de Diego
materia. Su hijo Manuel lo recuerda cn cstas timinos: Portales como Ministro de Estado hasta su asesinato en 1837.
En política no admrtjn o ~ punto o de parrida que /u sobernttin
El orden establecido con la constitución liberal seria suprimido. viielto
poprtlar como hure de los pnnicres y leve.^. Eir religioii cro mas
rristitriio qlte cutdlico. Admitierldo Ia creencia en Ir,s dogmas era a foja cero por la cñncelaci8n dc los adelantos sentados con la supresihn de
enemigo iie los abusos de! ccatolicrsmo En siis dudas ncurria con las Libertades individuales y de expresión, Ia censura de libros (en manos del
mfr~cr~er~cia á consultar los c/erei-miitaciones del Evangelio -v cnnln clcro) y el rcstablecirniento de tos mayorazgos, cntrc otras medidas
cnrisecz~encia afnclihn todo uqtrella erz qire el catolici.~mmse tetshgradas. Se iinplantaba cn c! país una férrea dictadura, cuya codificacibn
a p a r r n b a de el. Purtrd~t-iode lu Iihertad de ciil!os, de In del
cristalizo en la Carta Magna dc 1833, debida a las ideas conservadoras y
per~.rumiento: e~remigodel poder temporal d~ los Popcls y de la
irifnlihilidad poirt!ficea. CoritraRo cí Iii isi(ki tnondsticn, coi~irariocj
auroritarias de Mariano Egaña, y que habría de regir los destinos de la
la os~ei~~arrciriii rcl(iiosa Ei.rr, eri iitia palabr-u. ziir cr-istiaiio qire nación por noventa y dos largns años.
adrniiio el ccrrolici.~ntomas por. ofecto [sic] de ehucucioi~p i e de
ci-ee~~cio. Prrii2saha siis cipriiioriw con roda In f&g honradez que solo Estrechado cl panorama político a la hegemonía de una sola corricntc,
se eticireirirrr eri l n , ~hircitus rcptrhliccrtios. Clilro por la @ cl grupo pipiolo prácticamente desaparecí0 bajo la figura dominante y
ubiegacion por e! deher: Esicas irlca.~que crcrr1 Ir$.$ del pu~ticloliberal excluyente del ininistro Portales, con su protección a las clases altas dc la
en [(/$128. crcari-eti n sus prohor?zbi*csel diciodo popirlnr de Ir esees'.
sociedad y sus prcrsogativaslO.No es esta la apreciacibn que hace la
historiogsaría conservadora, la que ha señalado:
Una vez finalizada la convenciiin, en enero de 1 829, Don Rafael paso
a ocupar el cargo de Gobcmador local e Intendente dc Santiago. Francisca, Ajerios u Itrri/hrrrciorr~sredrrcns librescis ,v sdlu arertius u la,^
desde muy niño, crecería en un hogar altamente politizado, donde bebió tiecesidach reo le.^ del CIIile de entance.7, loLvr~orrsritiij~m~es dc 1833
hziscaroil la fdrm ula Iegn I capaz rie traer la armori in entre 10.7 poderes
ideas Iibcralcs que dejaron una huella indeleble en su espíritu y durante toda prihlicns 1.rvitur roi~tuel ricspotisnin como la l i c e n c i u i ' .

a Cfr MICUI.L LCIb AMCiN4TCGVI. D o n JosP Joaquin de Mora. Apuntes biogrfkfiroa Y esa misma bibliografía ha indicado Ios elcrnentos sobre lw que se
Saiitiago, Irnprcnta ?Jacional, 18x8
" MANCCLBLLBAO. 1'iltlr di. I;rlinc~.ico Brfhuri. cn Francisco Bilbao, Ohriis complctaa. Ed apoyó el rigimcn portaliano para su éxito:
c i t . p. XV. Rcspctamos la urtografia original. En adclantc las citas quc corrc\pondcn a cstas
Obras cuaiido sc rcficrcii o Francisco Rtlbaci sc idciiiilican ~ o l a i n c n t ccon cl volumcn y cl '" ECIIAIZ.op. cit.. pp. 17-1 R .
niirncro dc pigiiia. " R E .c i l . , p. 101.
E Y ~ A G ~ I R op.
El. kKAC;r)R DE L'NA VIDA
i
a) la sxisterzcia de una socieci~drncialmente homogknea. que supo Ante una situacibn como la aludida, en 1834 Don Rafael, dcl bando de
suJii- indemne de 10s twivene.~d e lu guerra de iiideperndenc~rcrsir] los pcrdcdoses, fue obligado a cxiliarse en Lima; destino en el que lo
perder s r i estrricri~rnjerurquicu y sii Ciáhito de u'iscipli~ia;b) el acompañó Francisco cuando apenas contaba con once años de edad. Pese
preclomir~iocfe trria ciuse aris~ocrLiticusobria J J nniante del orden que
a su aniigun hegemonin econ6niica Jiabicl logrado uñadir despirés
a las circunstancias, aquel tiempo no fue dc ostracismo político para el
de lo separaciún de E.~paña,el corrtrol cib.~olittusobre la viJu i
indoblegable padre. Reunido con otros cxitiados continuó a la distancia la
polifica: cj la iiiflirencio mor-nlizudnra de! clero; d) la icimenta ble lucha por los ideales. Micntras, Francisco proseguía sus estudios en la ciudad
experiericia r-~cogjdacon 1o.v emtr,~onpremnifrrírment~ d~m~rrbticns. que Io habia acogido, dondc permaneció hasta 1839, año en cl que le fue
qrie trajeroii eii todos los espiritus coiiscieti~esel anhela de un permitido a su padre regresar al país después de la batalla de Yungay (20 dc
r&irnen ardioi-iturro qiie sal!-aro al puís de l o de.siirtepcibn Iu
enero de 1831)). Esa batalla signifjcb el triunfo de Chilc frcnie a Ia
annt-qziía ".
Confederación Peruano-Boliviana, contienda en la cual Don Rafael, desde
el exilio. había prestado servicios pairibticos.
Aspectos todos quc se encargarin de impugnar los grupos liberales
actuantes como parte dcl slcrtrl qrdo imperante.
2. Regreso a Chile. Formación inteIcctual
Esc supuesto "orden" que distinguió a la nación del resto dc los paises
A partir dc 1839 Francisco fue alumno del Instituto Nacional, donde
dcE continente fue a costa de acallar sistematicainente toda oposición y cl
hizo cstudios supcriorcs. Cabc recordar quc la Universidad de Chile se
mantenimiento de las diferencias de clases, con escasa o nula movilidad
crea en 1842 sobre la base de la Real Universidad de San Felipe, siendo su
social durante el siglo. AIfredo JoseIyn-Holt cn un cugercnte libro lia dicho:
primer rector Andrés Bello, quien permaneció en el cargo desde 1843 hasta
... el peyfil del puis dtlrniitt~tudo 10 cerittiria.frre Irr pe~~isreticiu del 1865, aiio de su mucrte.
~ ello el prers'ornfriin de la élire trudicioiaal, [....]Lo
or-deti s o c r a l ~curi
que suele oparecei. conio estuciu, por tnrrtu. no es rnhs qtre uit poder.
La Universidad de San Felipe, fundada en 1738 y que cornenzii su
nligrir-yi~ico que ricride a co~fufun~firse con itncr estrucfiiro
siiptiestnnie~ifeiniperso~icrl.El ~ ~ t a como d o fa1 rio era ofro coso que efectiva actividad cnisc 175 1 y 1758. había Ilcnado una necesidad del Nuevo
tin insfrrimento o¡ sen.iclci de wra élite social ciiyn base de poder Reine cuando los estudios conventuales (dominicos y jesuitas) se tornaron
residi6 en la esrrucrurci social mds que erz PI npnl-ato propinmenfe insuficientes porque en las facultades mayores sólo podía cursarse teologia
estatal, .siendo este siltimo súlo iiri instrumento an.rrliur de la en Chile y para los otros cstudios los alumnos debían trasladarse a Lima.
oliLqorqirin Una universidad con todas las facultades de la época (que inclt~iatambién
leyes, medicina y matemhticas) concitaba el interes no s6lo de los propios
Y mas adclante cicrra el pirrafo con concluyentes palabras: ..-,/ileIn habitantes sino taiiibién de rioplatenses y paraguayos, por la cercanía y
d i l e , y con ella el orden ~radiciriilal,y izo el estudo administrativo. Ir costos cconómicos. Se ha afirmado que
pri~ici/>nlfi~erznpoIitica n la vez que In priiiciprrl $lente de estabilidad
social'3. EII l'liile y en cl Rio dc la Picitcr Iiabin uiza aiigi/.~riosacscnsec cie
uhogudos, iridrspe~isuhlespurrr trna correcta adt~rii~isti.acrúrsde
jrrsricia. [.. .] ,lGcficos con ,foi-riiacihii~iniver.ritni-¡acoiisfitrrl~nuna
" Ihid. p 45 rareza y no liabiu In posiliilidold de Fncoriirai. 1111 inge~ileroo un
" AI.~-UI;DOJDSELYN-HOLT LErl:I,II;R, El p e w de la noche. N u e s t r a Irfigil fortalcra
histhrica Santiago. Aricl. 1997, pp 27-29
arquirecrn en iringuna parte. Eri sitmn, esias &ficultades en la la hom del cambio. es iiecii: ~ B m ologrur.ori instititciotiulizarse Iclelrs
nhrencirin de grndris perturbaba el desarrr~llocillturul de la regio~t'~. que venicrti de la segirpf[/nm mid del siglo W I I I ' ' .

Con todo, su creación no fue fácil y sc logró despues de un cuarto de Por inspiracibn del propio Salas, de J i ~ Egaña
n y de Camilo Henríquez
siglo de tratativas que los estudiantes, merced al pago dc un canon, pudiesen surgía la institución quc vio clausurada sus pumas entre las acontccirnientos
aprovechar sus ciirsos. Estos en la Facultad dc Artes seguían a AristóteFes, dc Rancagua (octubrc de 1814) con la derrota patriota a manos de las
como era costumbre de la época; en teología se basaban en los textos fuerzas realistas, y el triunfo en la batalla de Chacabuco (febrero de 18 17),
tomistas; en leyes, concretamente en dcrecho comim, seguían a Justiniano, feclra a partir de Ia cual cstarian dadas las condiciones para reabrirlas.
y en medicina a Hipócratcs y Galeno"". Hecho quc se cancrctó el20 de julio de 18 19, abarcando todos los grados
de la enseñanza. El Znsrituto surgía pues consustanciado con las ideas de ,

Con la llcgada del nuevo siglo esta enscfianza, dc corte tan tradicional independencia cuando sus fundadores, sin abandonar la reIigosidad católica,
y alejada dc los avances de los conocimientos alcanzados en los centros comenzaban a pcnsar en la importancia de un ccntro de estudios quc ayudara
europeos. se hizo insuficicntc. Los patriotas. imbuidos de una ideología a la construcción de la naciente repiiblica. Ivhn Jaksic dice:
renovadora merced a los principios de la RevoluciÓn Francesa primero, y Eitligli~~ied stnnhrds. rhese niejl [los
eai.fi* ili~iefe~ntli-cetitur:~
lucgo por influjo del cuerpo doctrinario del liberalismo. no tardaron cn fundadores] as ivell as otliei:~iir chui.gc of'h~iildingthe iiew repiihlic
reaccionar ante el estado de las instituciones de enseñanza superior. Sin w e howid tradiriuri ur~drr Catlrolic ripbrirlgirlg. T/ie iiistirzitions
b ~ j

que las cosas variaran drásticamente y sobre la base dc Ea Academia de 11iey created ?/ten i-c;flecred sonir of ~Jieiiowlli loyalrics lo Iioth
San Luis, creada por Mariuel de Salas eii 1797, el Convictorio Carolino de ~-PI~o!~~~ 011d ~l~e Ilisfitt~to,fni. ii~slarzce.corttin~(rdtlo
; I I JiTr u d i t i ~ n
ordni?i ministel-s of /l?e fiitli, h311 IIYIS rtew IO the e,i.tent thcrf j i \iras
Nobles, cl Seminario de Santiago y la Unjvcrsidad de Sm Felipe, se creb en
coiiceived as o .fi,nriorneiifu& nafioiml-oriented schovl. It iw aIso
18 13 el Instituto Nacional, que representaría el proyecto educativo mis run aiid siaffiid h?~clei-prneli. altl~oligl~ iii l ~ ~ r meusiire
ge tliis M'IIS out
importante de la llamada Patria Vieja (1 8 10-18 14)". Sobre sus origenes of iiecessi(v. Srirdcnts a ~ i dpr?fe.~,surswerp reqirirr~ftri artcrid mass
nos dicc Sol Serrano: iiul(v aiid lo give rheir. coiife.~.~inri periodically".
E¡ Iirstitato Nrrcionul ,fue# coircehido originalmerrte como la
itrstitticirin modelo qsie servirin de rnafriz pnra el coqicnto de la Con todo, hacia la dicada del 20, con los holnbres fucrtes del momento
edi~ccicibriprihlicu. Todos los iiii~eleseducativos, forios los campos -Bernardo O'Higgins y Raiirbn Frcire-, el Ensiituto ingresaba en una etapa
I ; cl~itivoy stt aplicacid~r.e ~ t n h n ~
riel S C ~ ~ ESU compmndidos
r en exle de scculari7ación dc la enseñanza. con la inclusibn de matemiticas y ciencias,
micr.oiiiiii~er 7 0 idenl. Por ellu, s t i jtridncidn e.7 u n nront ento
sin descontar, claro csta, la penetracion de ideas francesas provenientes dc

-
privile~iuclopclra ve^ 10s elenieii~usde coiirinuidad qite opernroii a
la Ideol~gia".

l 4 ROCAND(1 .
M t ~ t . 41:1 ct al Historia dc 1s Cnivcrsidad d e CIiile. Sanlingo. Edicioiics dc l7 SOL SERRANU, Univcrsidad nlicibn. Cliile en e l ~ i p l oS I X Santid~ci. Ed Univcrsitarra.
la e'nircrsidad dc ChiEc. 1997. p Z K Vcisc adcrn>s. Joqr: TDRIBIU ~ I EL D IN~.
a instrucci6n 1943, p. 7 9
pública en Chitc desde *u5 i i r i ~ c n c s hasta la rundacihn de l a Universírlad d e San ' * Jaksrc. op cii , p 15
Fclipc Santrago, E9O5 " El proccso dc scculnrizaciCiii dc la cnccñnnza ticnc sus antcccdcntcs a partir d c la cxpulsion dc

'' MELLAFZ. op. c i t . p. 33 10s Icsuitas cn 1767 con la rcal provisioii dc C a r l n ~111 dcl 5 d c o ~ t u b r cdcl mismo ano TFr
'', lbrd , p 37. Vcasc tanibicn l v n J ~ n ~ ~ r hcadernic
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EL FRAGOR DE UNA VIDA

Se estaba antc iin nuevo cuerpo conceptual sin haber renunciado a la dejar de asentar sus recaudos criiicos a la misma escuela. Habian tomado
tradicibn, cspecialinente religiosa. ya fuere por convicciiin o por estrategia contacto con ella durante los años de estadía en inglaicrra y sin estar
social y politica. Lo cierto es que figuras como José Miguel Varas (1 807- alineados obsccuentemente, la utilizaron en sus clases??.Mora hizo lo propio
1833)-autor del primer texto de filosofia en español escrito en Chile, titulado tanto en Perir como en Bolivia desptrEs dc su deportación de Chile. Fruto de
Lecciones elementales de moral-, aunque renovador en sus puntos de cse interés, especialmente en los dos mayores reprcsentantcs, Tliomas Reíd
vista, eludía los aspectos conirarios a la doctrina catoiica a pcsar de inspirarse .( 17 10-1796) y Dugald Stewart (1753-1 X28), fue su obra Cursos de lógica
en Rousscau. Dada la. tensión entre el Estado y la Iglesia, no era prudente y ética según la escuela de Edimburgo (18321, preparado en Chile y
para ningun intelectual adoptar posturas e x t r c n ~ a s ~ ~ . publicado cn el Peni. Ademis estaba empapado del eclecticisino franccc
de Roger-Collard, Théodore Jouffroy y Victor Cousin, aunque mantenía
El proceso de secuIarizacibn de los contenidos y oricnracion de la una pmdentc distancia". Iván Jaksic nos dice que lo que lo atraía de la
cnseñanza tuvo un momento favorable durante el breve rcctorado del fiIosofia cscoccsa. tanto coino a Bello. eran !os aspectos morales y ella
científico fsancts Charles Lozier, de formación matemitica. quien impulsó estaria destlnada a c~jerccruna influencia perdurable en Ins circulos
el cultivo de las ciencias naturales: mas también de las ideas filosbficas ~hiIcnos?~.
adscriptas a la Ideologia. El cuerpo doctrinario de esta corricntc, con su
infasis en el origcn scnsible de las ideas segbn la orientación de CondilIac, En 1832 Maniiel Montt. Juan Godoy y Ventura Marin encararon una
resultaba congmente con los posíulados cientificos. La nueva tendencia, reforma curricular en cl Instituto, y dentro de ese iiiarco Marin prepar6,
que sc imponía con fuerza tainbikn en cl Río de la Plata durante la jefatura junto can José Miguel Varas. la obra Elementos de la filosofía del espititu
dc Bcrnardino Rivadavia, venia a ser totalmcntc renovadora al suplantar humano, cuya pubIicacion e n dos volúmcncs sc hizo en 1834 y 1835. La
Ios siglos de exclusivo escolasticismo y planzcar qiic el coiiociiniento derivaba mxma ticne significativa importancia porque marca el alejamiento de la
de la expcsiencia, con lo cual se elirninnban entidades mctafisicas que para ldeolagia y el comienzo dc la versión francesa, real~zadapor Cousin, dc la
cl momento resultaban añejas. Con este espíritu Ventura Marin (1 806-1 877) cscuela escocesa y de la filocofia alemana. Jaksic cree ver en csta obra
publicaría en 1830 su texto Elementos de ideología, cuyo titula pone de dos aspectos irnportaiitcs: por un lado que Ia influencia fiIosÓfica europea
inanificsto la influcncia que la Ideologia comenzaba a tener e n la nación". tenia su impacto en el pensatniento chileno. Por otro, muestra que Ia filosofía
chilena se expandía hacia la incorporacibn de autores laicos, dentro de un
Por otra partc, BclIo y Mora, ambos incorporados a Ia docencia y marco de rcspeto por la doctrina católica quc lcc llcvnba a eludir el
aunque con suerte diversa. introdujeron Ia filosofía escocesa dcl sentido escepticismo". Rcspeto o temor, le cierto es quc [a filosofía y, en general la
comiin -con su énfasis en la induccion y el enfoque experimental-, sin cnseñanza, marchaban paiilatinamente hacia la laicizaciiin, aunque dc un
modo muy prudente, tan prudente coino para provocar la exasperación de
?II
Jn~sic.op. cit.. p. 17 y SS.
" Sohrc las difcrcncias cntrc Varas y Marin, lbid., p. 20: Yei de.rpirc their rrpmenicni o n las mentes inas liberales. cuya cxprcsión inas viva llegara a ser nuestro
Ideolox~:i'grnei-rilb: 1Gri.a.v uiiil Msrrin hnd some JiJferennc oii t i i e siihjccr u[ h d i e l . Tliey Francisco.
oitrfiitrrl strcli rli/$ei.eiicc.i in srprirolc coinriienr.r nt nhc end #r t h ~ t rt c r t h r ~ o k . Tlreri- iiinst
fiindunrrnrnl disligieimeni concrined Unvid !!irme. bvhose ~,kcpricisinMmriri cunsidcrrd rt '! Mora pcrmanccio cn lnglalcrra cnirc 1 R23 y I K2h. Bcllo cnirc l X l O y 1829. fecha a partir
thrent lo thr i~clrionu{ Guti. Vrii-tis i i w s iiri! exrrcrk (111 rrnhclieirier: hit; he saw on(v idc.rili.sni dc la cual coinicnza su dcfíniiiva radicaciiin cn Chilc.
iiliei'r, !If~rrrririsriw ob;er.tioiiitliI~skcprirism. Tlicii- disrigreemeni dirl iroi trirsrrntl rhr w l l s rif '' J n ~ s i c ,op. c l i , p , 22
ihe Insrirriru, l r r r ri.b :tjoriir recrilled in 1834, /he! rertaii~!rharhorcrl disqtrieiiiig r l ~ n ~ g l i r s :' Ibid , p 23
lihoiir $he rr~l;l>liw~t ut ~ h r i r .nwrk. !' Ihid , p 25
La influyente figura de Andrés Bello, aún dcntro de sus inclinaciones los filósofos y teóricos dc la Revolución Francesa. Textos de Vico, Gibbon,
conservadoras, es una presencia en Chile desde iodo punto de vista Volncy, Rousseau, Cousin y Voltaire le resultaban conocidos, como también
renovadora. Había cursado estudios de filosofía en Caracas y antes de los Evangelios, que seran fuente de frecuente cita en sus escritos. Asimismo
1810 -fecha en la que emprende viaje a Inglaterra- habia manifcstado su habia pasado por las páginas de La Araucana de Ercilla, y de manos del
inclinación por la filosofia inglesa. Entre 1 S02 y 1807 habia traducido cl liberal peruano Pascua1 Cuevas -afincado ~Iandestinamenteen Chile-, habia
Ensayo sobre el entendimiento hclmana de John Locke. p cuando inicia rccibido un ejemplar de El libro del pueblo, de Camennais, de quicn se
su viaje lo hace con un bucn bagaje dc conocimientos sobre la filosofia convertirá cn devoto lector y traductor cuando a los vcinte años vierte al
insular. Durante los diccinueve años de rcsidcncia su contacto con la Filosofia españo1 su obra La esclavitud
escocesa dejará una hueIIa indclcble cn sus puntos de vista, que se traducirán
igualmente en el plana educativo, especialmente a través de su desempeño Mente inquieta y alma al pulso de la liistoria, comienza en el Instituto
en la Universidad dc Chile2fi. Nacional sus cursos de Dcrecho Piiblico Constitucional y de Gentes, Latín
y Filocofia. Hay indicaciones en el sentido de que fue alumno de Bello en
Otra f gura destacada de la época que ayuda a recomponer el arnbienze los cursos de Derecho. de Lactania cn los de Historia. y del argentino
intelectual del Instituto Nacional, es Rainón Briceño (1814-1910), quien Vicente Fidel Lopcz en los de FiIosofia'". Armando Donoso lo recuerda así:
tambikn se desempeñci en Pos claustros de la novel Universidad de Chile. Cunto esfuciiaiite Bilhuo nn descolid curr extruordinnrin psecocirhd
En cl Instituto Nacional sucedió a Antonio Varas en el curso de filosofia. En IRIvez P Q I * ~ I I uttes
C ~ t adechado de memoria,
Q M C 11t1 i n ~ p r e s i o i ~ io~ iin

su Curso de filosofía moderna, dedicado a ética y filnsofia del derecho, era $4 ri rejrexii~otim ido Crrlosopartidario del racionalisnroJIosÚ~co.
se muestra íntimamente preocupado por el problema de Dios y los deberes hirscabu urdreriberneirre 1111 corisuelo para el turbellinn de sss dudas
1' de sus clsrudicaciones espirit~iales'~.
humanos en la línea de Ia ya instalada filosolia del sentido común.
Considcraba a la religiosidad cristiana como un elemcnto necesario para la
felicidad de los individuos y de la vida de las sociedadesz7.Aspecto este
3. La generacion del 42 y Ia pubIicación de
quc cn un clima de preponderancia de la Iglesia CatOlica permitió que el
"Sociabilidad chilena"
texto fuera varias veces editado y que la figura de sil autor tuviera una
Con el inicio de la dicada de3 40 el país comienza una ctapa de inusitada
importancia considerable en la ensefianza de la filosofía durante largos años.
efervescencia intelectual. Confluyen en el momento la herencia liberal de
Este es el clima intelectual en el que Francisco Bilbao viene a inscstarse José Joaquin de Mora, la presencia gravitante de Bello, y la actividad de los
al comenzar sus estudios en el Instituto Nacional. Durante sus jóvenes años
emigrados argentinos: Domingo Faustino Sarmiento, Vicente Fidel LOpez y
en Lima había ya tenido contacto con ideas filosóficas, particularmente con Juan Bautista AIberdi. Se agrega a ello la llegada dc lrbros franceses que
avivan las ideas y contrihuyen todos juntos -aquéllos y estos-a la fomacion
"'Sohrc cl dc<arrollo dc la insiituciiin pucdc consuliarsc: Luis GALDAMES,La Univ~rsidadde
de una conciencia nacional, de la cual Lastarria será ejemplo ilustrativo,
Chile. 1843-1934 Santiago, 1934: ( ~ L ' I C L E R M OI:CLIÚ CRUZ,La Universidad de Chilc:
Universidad de America. Santiago, 1953; M A X ~ MPACHECO O G ~ M E Z La
, Univcrridad de
Chilc Santiago, 1953: lvnv JAKSIC y SOL SmRnnn. In iIre Srnwce o j ihe Ycrricin Tlie 'VAKMANDO DCINOSO.Bilbaa y su tiempo Saniiago, Zig-zag, 1'113. p. 22 y SS.
E.rluhfi.ivhrnenl uiirl Con.rolidri/ion of ilie Unr~.er.rirlrid rle Clii/t., 1842-79. cn Hiapanir "' PEVRw PABLO FIGUEROA, Historia dc Franci~coBilbao 2'. cd. Santiago, lmprcnta dc
Amcrican Hintorical Rc\.icw. vol 70, n 1 . Schtuary 1990. pp 139-171 "El Corrco". 1898, p. 75.
!" JAKSIC, Aradcmic RebeIr ..., p. 33 y s c "' DONOSO,op. cft , p 2 3 .
pero junto a é l 11alIamas las figuras de José Joaquín Valkjo (Jotabeche), som eierse ci un gusta apocado a -berza de s u t i l ~ z ~Al
s . coiltrurio,
Salvador Sanfuentes y nuestro Bilbao. Ese fermento intelectual cristaliza, dehe Iiacer hablar r o h s los seniimieritos de la ~raiuraIezahrlmana. ?m
reflejar tod~.sIus afecciones de Iu mulriiud, gice en defiiitiva es el
hacia 1842, en la llamada Sociedad Literaria. fundada por ex-alumnos del
mejor juez, 110 rle los procedimieiiios de( arte sino de SUS efectn.7.
instituto Nacional, quienes eligen coiiio Director al joven Lastania, de 25
años, Ya con el mismo nombre de Sociedad Literaria sc habia organizado
Y agregaba:
en 1839 un grupo de profcsoses del Instituto que se propusieron e l cultivo
de las letras, pcro también se dedicaron a Ia practica de la historia. No ha,^ sobre la tierra pueblos qlre tengm romo los americwrios irna
Integraban el p p o fundador, cuyo reglamento aprobaron y firmaron el 17 necesídad niris imperio.ra de ser ariginnle.~eri sti literar~tra,perqiie
~ n d u.rirs
. ~ mod$caciones 1e.v son peciiliares Y, nada tienen de cornlin
de abril, figuras como las siguientes: Manuel Montt, Antonio Varas, Andrés
cnri Ins grfe c n n s t l t r ~ ~ ) ela
n originalidnrl Viejo M14ildo. La
Antonio de Gorbea, José Miguel Barriga, Francisco de Borja Solar, Josi irattirafeza utnericaiia, lrin proniirtente .cn slr.~,formas,fui1 ni/eva en
Luis Borgoño, Tomás Zentena, Domingo Tagle. José M. Novoa, JosC Vtccnte sits Iierrnosos atui>fris, permanece virgen, todnvia no hu sido
Rustillos, Josi: Zcgcrs y el mismo Lastarria3'. Aunque Ia. corporacion tuvo interrogada, ngitarda qiie el ingeiiin de sus hvos explute IuLvveriero.7
corta vida, pues su iiltima reunión cs de octubre de 184 1. ayuda a reconstruir inep~eblesde hhelleza can que le briiida. QUE de recursos ofrece11 u
iauestra dedicuc i0rr los n~ccsiciadessociales y niorale.\. de nittiitros
el clima en el que aparecía la nueva Sociedad.
pucblos, sirs prencirpacioiies, sus costlrrnbresy sus ser?timien tos!".
En sesión del 3 de mayo de aquel año de 1842 pronunció Lastarria el
El texto indicaha ?a existencia dc cm vacio, el vacio de una literatura
discurso inaugural y aiinque las palabras pasaron inadvertidas para el conjiinto
propia, y era mis bien un proyecto dc litcrahlra nacional. El antihispanismo
de la socicdad, estaría Ilamado a una siembra perdurable. La pieza oratoria
le lleva a dcsconocer todo antecedente en rnatcria de creaciones intelectuales.
poseia un carhcter inaugural que cxcede el heclio fomial de la apemira de
el mismo sentimiento que embargaría a Sarmiento, por ejemplo, o a nuestro
sesioncs. Era propósito fundamental incitar al cultivo de una literaiura
Bilbao. Se trataba también de un proyecto popular que. lejos de encerrarse
vernácula y atender a la piircza del Ienguaje. Se deseaba iniciar una tradición
en circuloc cxclusivos, debia atender a todas las voces presentes en la
que no podía tener sus antecedentes en la cultura cspañola porque ésta era
sociedad y tambikn smvir a ellas. Acepta Lastarria quc la purcza del lenguaje
hija del oscurantismo y del atraso. Con elocuencia decía Lastarria en aquel
dcbc scr preservada y recomienda la lectura de autores españoles (unica
discurso:
concesión a España), pcro los inodelos de pensamiento estin tomados de la
F~ierzaes qire serriri us rii.igiirales; ten enios dcrrtru cit. tiire.vri-nsocie1111d literatura francesa, a la cual tampoco se dcsca imitar servilrnente3'. Se
lodos los cienientos par# serlo. para cnniierlii- ~iueslralitei-attdrn en tienc Ia convicción de quc ArnCsica posee algo nuevo y distinto para ofrecer.
la ex;nrcsidn airtérrlrcri (/ennsrsrrlr aacioiralidnd. L..]
Ir nncionaliclcrd
merced a una realidad diferente, y su captacibn daria lugar, necesariancntc,
de irno literatura corrsisir en qiie leiign uno \)ida prolxa, eil gire seo
fielrneitte lri csranrpa tie sir corbcter; (/e ese curucter-que reprodricir.4 a una literatura tambikn diferente.
laitto 111 cjoi- ni ieiifross r niás
~ popitlni: Es precisa gi/e Iri litercrfrrrano
S E R el e.rclt{siiw pairiniuri~o de una clase privilegiah, qsie nu s e
e l ~ c i r r r een t ~ i lc i l ~ t i / r iestrecho, porque entonces acabara por
'' Citado por SI [.VA C A ~ T Rnp~cir
, .p 5 16
" M ~ I J R I C EFR,\YSSE, ,Vuriuiial~iitte tJi Iintkrrritric
nrrtioriulc la gdni.sririon t hilicnnr rlr 184:.
'"RnUi S i l VA C ~ s m oPanorimn
, literario d e Chile. Santiago, Ed. Uiiivcrsilnria. 19111.p cn Claudc Dumas (coinp.), Nntinnalismc et littérature en Eipagnc e l cn Ainerique
5 1 5 y ss latine au XIXe. siPglc. Francc. UnivirsiiC Lillc III, 1982, p 1x6
EL FRAGOR DE UNA VIDA

participaron Andrés Bcllo -quien había prometido un articulo para cada que ha recogido la posteridad: la primera cs entre Andrés Bello y José
nijmero-, sus hijos Francisco y Carlos, y Mercedes Masín de Solar. María Nuñez con Sarmiento, a raíz de la publicación de Pedro Fernández
Garfias, titulada Ejercicios populares de la lengua castellana; la segunda,
El año 1842 fue pródigo en otras publicaciones periódicas que se referida al rornantlcjsrno. tuvo lugar entre Vicente Fidel Lopez y Antonio
multiplicaron al son de tos intereses intelectuales. Sarmiento ÉUt: redactor, Garcia Reyes; la tercera, entre Sarmiento y V a l E c j ~ ~ ~ .
como es conocido, de EP Mercurio de Valparaiso; cl colombiano Juan
Garcia del Río dirigió la revista El Museo de Ambas Américas, que Bilbao participó activamente de la Sociedad Literaria como secretario.
aparecib regularmente entre encro y diciembre de aquel año; otros Formo parte del grupo rnicial que redactii cl reglamento de la misma, c
colaboraron con la Gaceta del Comercio, y Vicente Fidel Lopcz fuc cl incluso estuvo a cargo de aspectos contables del presupucsto. Asistió
responsable de la Revista de Valparaiso, fundada en febrero. Las páginas asiduamente a Ias sesiones dc trabajo y lc cupo la responsabilidad de actuar
servían, incluso, para las poléinicas que se entrecruzaban entrc los miembros tambikn en ocasiones como presidente y vicepresidente durante la realización
de ellas.
de esta generaci~n,pues si compartían algunas premisas bisicas. la
interpretacion y los modos dc llevarlas a cabo a mcnudo Eos separaban3'.
Ana Maria Stuven señala que En el marco de la actividad desplegada, Bilbao escribio el trabajo
Sociabilidad chileiia, antecedente de Ea historia dcl ensayo en Chilc. Bien
Se ~r-citode etncrAfoinrude cli(ilogoy dispura que abarca a toda la c I m ~ se ha dicho que a partir de allí "su nombre definitivamente dejó de ser
opinni~lede Iu sociedad. PS decir: la clase dirigente, sobre los
de~conocido"~'.Contaba a la sazón con 21 años, edad temprana para
diversos temas qtte preocstpaij para la consoIidur.ldn tanto de 10
t1nciOtt romo del Estado chileno, en uria arena que reconoce In encarar cI escandalo que provocó.
I ~ p ' t i miiiaiacd de ln di.setisi8n irr telecfrial.
El texto abre una brecha critica, de fuerte virulencia, contra e1 cstado
Y agrega: La polémica -fue tln medio de expresicin de Ins formas de postracihn en el que se hallaba la sociedad de su tiempo, sobre el cual
de consenso existelire al inteiaioi*de 10 cicrse dirigenre clrileiia, rrsí conto tendremos la oportunidad dc volver. Por el momento digamos que hay dos
de las jormas de disenso prisiblr". Sc trataba pucs de polémicas quc aspectos basicos que se enjuician: la miseria, poszcrgación y pobreza de un
expresaban el disenso pera dentro de marcos consensuales básicos, entrc alto porcentaje de la población, y la responsabilidad quc le cabe dc ese
los cuales no cran un ingrcdicnrc menor la adhesiiin a la forma republicana hecho a la Iglesia Catolica. Símbolos ambos de la barbaric enquistada en
de gobierno y la atribución a la Iglesia de un papel ordenador de la sociedad Chile coino resabio hispanico. Aspectos que se mantendrán coma una
y sus costumbres40.Aspecto este Último contra el que se rebelari Bilbao, constante de denuncia en Ia producción escrita del autor, junto a la
como enseguida vcremos. Lo cicrto cs que tres son las polémicas escritas identificación con cl ideario liberal francis, donde la libertad es la meta
suprema de aspiraci~nde los pueblos y la democracia su realización.
' ~ N O K R C R ~PINII.I,A.
O 1.9 cnntrnverria filoliigica dc IR42 Saniiago, Universidad dc Chilc,
1945; vCasc tambicn dct autor La gentracibn chilena de 1842 Ed. cit.; Ricardo Latcliam,
Lrrr irlras del moi,irnientti liieruriri d r 1842, cn Atcnca, mayo d c 1942, n 203, pp. 178-180,
" P r x i r L A ct a l , 1847. Panorama y significación del movimiento literario. Santiago,
Ed. dc la Univcrsided dc Chilc, 1942, p. 12 y SS. Tainbifn Siurcn. prrx~im
Bcrnnrdo Suhcrcascu~,N(~~rrr r(mnli.rriiri lirerurici. reali.5nio ,v irrii,c./t rn Chile (f 850-1860). cn
Revista d e critica literaria latinoamcricnna. Lima. 1979, ii. 9, pp 11-32.
'' RICARDO LOPCZ M L ~ ~ OLZa, salvacibn de [a América. Francisco Bilbao y ta
intervenciin Francesa en Mexico MCxica, Ccntro dc Invcsiigacion Cicntifica liig Jorgc L.
'" S-rfvrs. Po1r;niicri c i i l r i i i . ~poliricrr cliilciia, I H Q O - I 8 5 O , op. cit., p. 229.
Tamayo. AC, 1995. p 4 8
*" Ibid., p 230
EL FRACIOU DE GNA VIDA

Iloviernn las ~nnlclicieries hosra tal extrenlo que In atttorldcrci


La publicacion de Socicttirlidad cltileria provocó un revuelo y
o prnliibir los pur-rocos t-iirales I L ~
de Sanrirrp I i ~ d ~Oe
erlr.~i[i.riicc~
conmoción de proporciones en la clase dirigente. A los tres días de su liherrad de exromi~lgí~i a su ullrolo cri ni/ror. W Gobier-~iofivorecib
aparición el autor fue acusado de blasfema, inmoral y sedicioso. y cl 20 de ahierlnmenfe 10s alarnias de q ~ u i ~ i i eatacahurr
s con chisines ja
junio se le inicio juicio. La juventud de Francisco no impidió que C1 misnio nrirlmuraciones U aqirrl i~ti~chrrcEro indefenso cfe ijeintirin años,
asumiera su defensa. En l a oportunidad recibió el aliento y estimillo del apasio~radrjy varonil cuino srri joveir héroe de iqpenda. Qiré rnai~oi-
antiguo revolucionario, Don Rafael. quicn en una misiva, escrita el 16 de gluri(1 yodiu d~seai.iin r.~cri(orcasi adokiice~~te purlr s ~triiiitfil;
i y rit
~ i o i n b r e ., Q i ~ étvus qllr el escciiidafo -v fa e.i-altacidn de si^^
junio de 1844. reproducida por Manticl Bilbao. le expresaba:
Bn~raliaqLre liubiera sido ac~csndopnra qrie ¡u
itnptf,~riarloi.~~s.~
Qciei.ido hrjo: Hov he snhirh q i r ~tii escrito hn sidn ucusado. Es a~~ristnddr los 51-ns !cjiei-a a su al i-cci'edui. ['iic] irrt cei-co de ncerci eri
riecesario alinin peilsni- solrrrnentc un la iieferlsn, qitc .Ten lucidu J. szi defelisa para qrlc iriterrtut-ari r-engctrle de los tllrr-njes ck szis
~1

-fiuiclacfa rriniiro se p u e h . No iml~or!nel qiie sras cnno'etiaclo. Desde rw~mi,yos.Ilp In iioclie a In ~nañcrnaBilhao se hizo ~Efebre, evcritor
{riego tee i i c a r - ~ oMCi' ,l.ILICIIO L A SEHF,VPB.dD. LA ~ ~ O D L - R A C ~ ~ ~ N . djscutido -v wriltir de In deo os r i t t e i ~ n ~ ~ ~ .
TRA.VQdflLlf>~ln DE TL1 FSPIRITU. decc tr cirr e11 todus 1118 espl-í=ciorie.~,
VALOR MI:CFIO. inmediatainente fuc separado del Institute Nacional prohibicndosclc
No i7asri rnin/il,arecer.coinn trri criirii~lal.vinr, como iiri Iionibre qirc izo asistir a clases e inclusa entrar en el establecimiento. Copias del escrito
ha ci-eido r'feiider- ri rfndie, S / N 0 A L L'O:LfTR,iRIO. I'Al7ORECER .i LI! fucron quemadas en cl patio de la carccl para escarmiento dcl reo y de
If U:MA.Vl!3.4 LI OPRIhnfTD-I. cualquier otro que osara transgrcdir los limites dc lo decihlc. Con razbn
Marlrrnu fe rernitirC a[yinios lluios pardo In d e f e i i s ~17, dime crr 10 gtie dice Ana Maria Stuven:
V L ~ppueclo ser iifil. Sdbes que r.c arria col1 terniirn esto Iinstn.
Sociabilid(id chileiia colistiti-?e L I I I ejenrplo Litil pura d~~itostr-al-
jOjrrlií pirdier-u ir.h prrsencicli- In (l~fensn! Peino no pitcrf~seprrrui-rii~ [...]qzie lu polémicu efirtiiwnietite tenín lirnii~~. opemhan
J, qiie ~ I l o s

de nqrripor rnotiia.7 poderosos que mr lo impiclcn. C I I i ! Si pudierti, ,ifE eii situac>idil percihidu conici dr ainerfara n i o ~i~uloresqire
S E N T ~ R ~A'ATU L..I DO E,V EL ;L ~ ~ N Cdel
O acrr.rndu. srrs~eiitahriii/u rsfrzicti,ra dep0cit.r e inspir.ubcrli In crccidi~poli~ica.'~.

Iiyn. 1. vrzlnr: Es la I ~ P Zprintera qire vas R


R ~ p i r o ,rr-(~~~qlilliducI,
dcsenipaifar rin arlo piihlico J d e niitclin i n ~ p o r t a n c i ~porot IZI
Y agrega más adelante:
porlUeiiir:Tt¿,fr.etitrr.rgirido pnrqirr iro has coiiietido crirrren. .dTREDfTA Sociabilidad chilciia es, corno bien S P ir Ilcriri~jeii Irr +oca, fin escrito
Q U E ERES A41 HI.JO. Eir ¡os nirii:ores coriflic?os,trtliiqiiilo y i~olienre: rcalmctite rei~ol~icioiicri-io, jJn yire ninencrzci el pnder d e d e la
esto 10 di 10 conviccion iniirnu de hahei- olirado hie,i4'. proposjcidri de triria rrrteila nicrnera de iri!rrpi.etar el posado, (ie
diag-rrosticnr el presente y (feconcebir el.fitlirro.E.r decir, propone 3iIF
El escandaloso episodio fue descripto por Armando Donoso en iiiieilo suher ycim itri nireilopodeP.

pintorescas palabras:
En su aIegato Bilbao rebatió las acusaciones de1 fiscal reafirmando
Eti rl la sociellad ile Sut~tiugridel crfio cirai.13nraV, cuatln
sciio cfe
sus juicios y la dciknsa dc los desposeídos y marginados de la sociedad.
cq"'(i dicha publicnci0n como guilrii-rn de fiitlgo eii iirr churco
l-lirviei-oii las npiiiioiie.~err rorrio. se exaltaron los ii~inius.
ii.niiq~~ilo.
A R M A N D O DOKOSO. op.cit.. pp 24-25
'' STCYEN, op. cit.. p. 247,
" MANULL cti 1-rancisco Bilbao. Obras Completas, cd c i t . I , pp XXV11-XXVlII
BILL~AO.
"' lbid . p. Z4R.
En la plaza y en la sala artesanos, miembros del pueblo, y estudiantes del Bien puede decirse que el siglo XJX fue en Europa el siglo del
Instituto Nacional le acompañaban, quienes al recibir la condena por surgimiento dc 10s socialismos. El término socialismo comenzó a usarse en
"blasfeino e inmoral" y obligado a pagar mil doscientos pesos de multa, Inglaterra hacia 1835 para señalar la intencibn de introducir mayor igualdad
solventaron la deuda y llevaron su figura en andas. Habían hallado un en la sociedad, con la cspcranza de una vida mis justa. Con ese ideal surgio
lider que, mediantc sus ideas y su palabra, ponía en cuestión la autoridad a la par otra idea como medio para alcanzarlo: la de asociación para beneficio
eclesiástica y su connivencia con la clase dirigente; proponia, en suma, mutuo de todos, frente a la competencia y la libre empresa. Ideólogos como
subvertir los valores establecidos y alterar la estructura de clases Saint-Siinon (1 760- 1825), Auguste Blanqui (1 805-1 88 1), Charles Fourier
consolidada desde los tiempos de la Colonia. Como dato para tener idea (1772-1837), Louís Blanc ( 1 8 11 -1 882) y Robert Owcn (1771-1 858)
de la confrontación que se vivía, digamos quc los conservadores, ligados expresaron ese anhelo de igualdad que liberase de la opresión social, antes
a Ia Iglesia, fundaron aquel año La Revista Católíca, dependiente de la que Marx diera a coneccr su socialismo cientifico. Los antecedcntcs
Curia, en defensa del orden que se ponía en tela dc juicio y para refutas lo inmediatos de este igualitarismo se remontan al siglo XVTIT con la noción
sostenido en Sociabilidad clrileaa. ilustrada de que los seres humanos ticnen el derecho natural a la felicidad y
de la que Franqois Noel Babeuf (1760-1 7971, más conocido coma Gracchus
Bilbao, obligado por las circunstancias, se trasladii a Valparaíso. donde Babeuf, fuera uno de los paladines a través de su insistencia cn el principio
residía su familia. Trabajó unos meses en la redaccibn del periódico La de igualdad, a 10 que IlarnO "el primer deseo de Ia naturalezanq7.Junto con
Gaceta del Comercio, hasta que finalmente, el 6 de octubre de ese aiio, sus amigos Darthé y Bounarrotti creo en 1796 una organización secreta
se embarcó nimbo a Francia en una travesía que duro hasta e1 24 de febrero que culrninb cn un intento revolucionario conocido como la Conspiración de
dc 1845. Le acompañaban sus amigos Francisco y Manuel Antonio Matta. los Iguales, que provoco su arresto y condena a muerte. En su periódico Le
Instalados cn e1 barrio latino de París, Francisco Bilbao iniciaba un nuevo Tribune du Peuple expuso sus idcas comunistas, con el objeto de fundar
l a República de los Igualcs, aunque fracasó en sus intentospsácticos. AIbert
capituio cn su vida.
S. Lindemann nos dice quc [He] was concerned witlil fhe moral aspects
4. Estancia en Parh. Un nuevo despertar intelectual of ' j%ir '"distribu tion ratt er tl~art~ 4 t hthe pro mi se.^ of liberation ~ h r ugli
o
endlesslj~increased productivity. Y agrega:
Poco se sabe de aquellos años de Francisco y el testimonio mayor son I n a relared iilay, hrs ideal com unet sfate as concerned witlt equal
las palabras de su hermano Manuel, quicn se valió de su diario intimo para distrihliffori.and igtiot-ed coilective praductian. He mvisioned tt~e
redactarlas. La estadía en Paris le abrió la posibilidad de retomar estudios, shopkeeper aiid oriisnit as beireficiaries of a sfate-coiitrolled
carnmunitv of goods: he did nor look to state-drrecred, cenfralized.
que efectub en el Cellege de France. La ciudad era un fermento de nuevas
and rarionuiized prodricfive unirs4'.
ideas y acontecimientos que su mente fue absorbiendo con inusitada
devoción. La idea de la necesidad del cambio social carnpeaba por doquier
y constituia una fuente renovada de inspiración para quien tanto l o anhelaba,
como Lo habia puesto de manifiesto en su Sociabilidad. Nada le haría " Rabcur sc distrngui6 iarnbrin por su oposición a la propiedad privada, a la quc cansidcrb cl
primcr obsticuIo para la igualdad y la fclictdad, Cfr. Albcrt S. Lindcrnann. A H i s t o r ~of
perder el horizonte dc su Chile natal y en el país de origen convergerán European Socialism Ncw Ijavcn-Landon, Yaic Univcrsity Prcss, 1983, p. 23 y SS.. a quicn
todas las nuevas ideas y cxperiencias por las que incursionari. scguimos cn Estas lincas.
" Ibid., p. 24.
Et. FRAGOR DE UNA VIDA

!
Una cuestión que con cl proceso de industrialización sc venia de1 trabajo. Sin rechazar esos procesos, su empeño cstuvo dirigido a crear
imponiendo y a la que no scrian indiferentes muchas inteligencias de la una vida n ~ h sdigna para los trabajadores, ba-io un cierto paternalisn~o
época. scmcjante a la econamia moral prc-industrial, que expuso cn sil escrito Una
nueva concepción de Ia sociedad, dc 1813. En sii fhbrica textil de New
De los socialistas utópicos que hemos mencionado, Charles Fourier fue Lanarck, en Escocia, introdujo incjores condiciones sociales para sus
el mas radicalizado de todas y el que con vchcrncncia rechazaba el miembros. corno escuclas para niños y adultos, recreaciiin dcspriirs de las
indusrnalisrno, en favor de Ia actividad apicola. Dc extrañas ideas, no escap6 labores, mejores viviendas, el fin del trabajo infantil, mcnos horas laborables,
a las burlas p sorna dc sus contempor~neos,pero refleja su epoca y algunas y condiciones iiiás saludables y scgura5. Un aspecto destacable dc su
de las idcas quc la Ilustración puso en circulación, como las de .'razón" y pcnsaniiento reside en que no estaba convencido de las bondades del sisiemn
"naturaSeza". En cfccto. su propuesta se basaba en una teoría de la naturaleza dc la libre einprcsa fundado en cl csfuerzo individual como regulador dcl
liurnana, centrada cn el principio de asociaciiin que remitia a ta voluntad de bienestar general. Más bien le temia a sus consecuencias y, en cainbio,
Dios. Ese principio dc asociaci~npodia dar lupar n una sociedad nueva, quc
proponía la cooperación armoniosa y la planificación racional, teniendo en
orientase las pasrones en un sentido positivo y beneficioso para todos.
cuenta que el fin superior de toda socicdad debía ser la mayor felicidad
para el mayor número dc sus miembros. De este niodo "la cooperación
Foiiricr gustaba llamarse a si mismo e1 "Mcsjas de la Razón" para I
I social" reemplazaría "la cornpetencia individuallcta", que tenia resultados
señalar su papel en la ~onstnicciónde una nueva socicdad de seres felices. desmctivoc, y actuaria coino malla de contención para los que se hallaban
donde el trabajo no representara el yugo y la opresibn, a la que llamo hiera dcl sisrema productivo. pautado por el uso dc las máquinas en
"falanstcrio". Los falansterios eran unidades sociales autosustcntables, que 1 coinrrnidadec cooperativas, Asi. el principio de asociacion se presentaba
debían cstar integradas por 1620 miembros, cuyo nimero se obtcnia dc 8 10 1
canio el incjor modo dc acabar con la pobreza.
tipos psicológicos multiplicados por cada uno de los dos scxos. Firme defensor
de la liberación sexual y femenina. fue un crítico de la sociedad patriarcal y
Fracasado su proyecto cn Europa, Owen trasladó su experiencia dc
de toda forma dc oprcsion que conspirara contra la felicidad dc los seres
Escocia a Estados Unidos, donde fundó Ncw Harmony. en Indiana. siemprc
huiiianos. Conio cxpresa Lindcmann.
bajo la idea de crcar ctnpresas cooperativas autosuficientcs. George L.
I n rhc phalui~.stt;r-eths-e would he ilo pool: 11.7 nien1 hers woiikíl ruiige Mosse dice de ellas:
jroni thuse o/'co~ii#orfnhle incnr~ielo 11icise ?f rclntiiu ajflidence. Thr
Esras nsociuc!ories no teiiiair ya que ohrtrcnr srilt~r ~ i ioficio cu,vos
keevpornt itlas tliat tJte.~edjfferences ~ r o u / dnot cojirrihi~rclo eiiyy unri'
niieinhrns jiiescn parte de 10 sociedad compitiesen en ellrr; Neii,
str-!fe hrrt rniher lo iiuiural Jtnrnioiy Ly sa(jqfj'iiig d i f f ~ r~~r nt ~ t~t u n u t
Lunarck?, Neiu Hcirrnoi- debíair ser isia.~d~ virrud nirtosii/iciertie eii
~iecrls~'.
ci riiai- (le la sociedad cumpefitiva.

Pos otra parte, Robei-t Owen emprendiii con exito la industria textil,
Y agrcga:
contribuyó a las crecientes ideas socialistas con su proyecto de las "ciudades
cooperativas", en las quc los procesos de industrializacibn estaban Pura Rnhert O i i ~ ierrr
l i~~~prportrrn!~
Ea ~~n-trir/.tio en el seittidv crisliclrio
incoi-poradoscon la finalidad de dar mayor felicidad a sus miembros a traves siiw como pafle (le urin teoi-in sobre las influencias del medio ~ i !ui
El cui-~icrci.del Iionibr~*ciepe~rdiadel medio eit el qrre
i l i h in~i~imuiin
'' Ihid., p. 42 isiviíi. Eii í>slo tio S P I V ~ U C/C riada e¡ ci-istiarii.~~?io erci n ~ ihien
, ~ t~tr
f
impedimento, pnrqrre se centraha en los pecados del hornhre, Tailto como la de crear los mencionados talleres sociales, basados en el espiritu
la sociedad capitalista como el crfstianismn se eguit~ocahon.La
asociativo, cuyos capitales surgirían del Estado y de empréstitos.
soltrridn era wra sociedad edifiado sobre el principio de
nsociucidn. Ln motivaciDir del beneficio desuparecería el
moi)imieiirn de mercuncias se produciría a rravés de intercambios de Más radical que su figura resulta la dc Louis Augustc Blanqui,
1
vdares de frnbujo equi~alcnies'~. revolucionario y conspirador en su larga vida. Odiado por la burguesía y la
aristocracia, pero enaltecido por 10s pobres de París, pasá la mitad de su
Bien puede apreciarse que Owen no rechazaba la sociedad industrial. existencia cn prisión y la otra mitad envuelto en la agitación revolucionaria.
sino sus efectos negativos. Confiaba cn el progreso y en la cicncia, y, por esa misma razón, nunca
abandonó las esperanzas dc cambio social, politico y económico, fundadas
Tampoco pensaba que la sociedad industrial era un mal el conde de e n la idea de una naturaleza humana perfectible. Sin embargo esos cambios
Saint-Simon, a la que concebía cama la etapa superior de la historia y para no serían resultado de un proceso de industrialización que desgranaria sus
ello indagaba cuil debía ser su principio ordenador y los ~bstáculosque sc beneficios en toda la sociedad. Fuertemente ~nclinadopor los pobres, no
oponían a su desarrollo. E1 desenvolvimiento de la producción debia ser la creía que los ricos fueran capaces de compartir sus fortunas por medios
base de la sociedad y la solución de sus problemas. Para e110 defendía las 1 pacíficos, de modo que sólo quedaba e1 camino de la revolución. en la cual
bondades de la propiedad privada y la mejora de las clases populares, aunque la vioIencia resultaba inevitable'?. No se cambiaría la situacibn del
rechazaba Ia igualdad social y económica. Amigo dc financistas, proletariado por medios pacíficos y graduales, sino por caminos más rápidos
especuladorcs y hombres de ciencia, estaba perstiadido de que la sociedad y cñectivas, como era la revolucion, pues era e s t b i 1 trabajar deniro de Icr
podia llegar a manipularse del mismo modo que la naturaleza,a través de la 1 sociedad existeiire: el nbjelii~odebiu ser sietnpre un coup de force
acción dc dirigentes, donde ya no haría falta cl Estador1. inrnedia~o". Producida la revolución, debia seguir una dictadura dcl
proletariado para sacarle todo poder a la burguesía. Dc allí en mas la
Estas ideas contrastaban con las dcl socialista Louis Blanc, de activa educación y la asociación económica podrian sacar al puebla de Ta esclavitud
presencia en la revolución dc 1848, para qujcn no podia prescindirse del a la que se hallaha somctido.
Estado, cuyo mayor papel se centraba cn la planificación. Pensaba que un
estado democrático, con sus podercs c)-jecutivoy legislativo, resolveria las Con esta rapida sintesis queremos indicar que las ideas socialistas eii
distorsioncs sociales, aunque con el fin de limitar su poder apelase a ia Europa cstaban extcndidas en su núcleo fundamental (la igualdad y el derecho
creación dc talleres sociales, núcleos cooperativos que asegurarían el trabajo a la felicidad), y aunque Bilbao no participó directamcntc de sus firas, ellas
de todos y, con ello, la participacibn politica y económica de la sociedad.

En sus obras La organización del trabajo (1839) y El derecho al


i eran ya un patrimonio común que se respiraba en el aire de la época. Por
otra parte, aquel núcleo fundamental era compartido con cl liberalismo, en
cuyo módulo ideológico hcmos situado a Francisco.
trabajo (1848) se hallan contenidas sus ideas fundamentales en las que i
deficndc la necesidad dc nacionalizar los bancos y los medios de produccibn,
1 A los dos meses de instalado en París comenzó n tomar cursos de
Astronomía, Química, GcologÍa, Matemáticas, EconomiaPofitica e hglfs.
'"GEORGE L. MOSCE, L a cultura eurnpca del sigIo X I X Trad. dc Josi: ManucI Alvnrcz
Flbrcs. Rarcclona, Ed. Aricl. S.A., 1997, p 19 1 ri L!NDI-MANN,ay. cit.. p . 74 y ss
" Ibid., p 196. " MOSSF,
OP. C I ~ . , p. 2 0 3 .

92
Por ese entonces trabó amistad con Julcs Michelet y Edgard Quinet, quienes desear la liberación de lo quc con mayúscula nombrará como la Humanidad.
junto a Lamcnnais se constittiiran en sus mentores franceses. A los cursos Ricardo Lbpez Muiioz nos dice:
de los do'; primeros -que gozaban de gran prestigio, como hcmos Indicado- Los conocinire~rtosy e.iperi~ticiasacurnriluclns diirante s ~ ccsiancia
asistiii en el College de Francc. Michelet cnseñaba la historia de Francia, y rri P m i ~lo i l ~ i ~ n l aw ireajirrnar slr idenrificacirin con los hirmildes~s
Quinct impartia sus lecciones con cl nornbrc de "El Cristianismo y la los sqjr~zgudos.Mes uiln. compreiidi~qrie sirs airlieIos de Iihei?nd e
Rcvolución Francesa", nmhas itnidos, nos dice Manuel Bilbao. en Irr iden Igualdad para m i l su parria formabuti parre de itn gran movimiento
de -lelcarrce rnuridiul; J. qrie lus denruilu'us dejusticia e igitaldad de lox
de presentnr comn resrilisrda de sirs deniosrrnciones la niurchn de Ira
desposeidos [/e CI~ile1)de A niérica La fina, se eritrelc~zahaircoii /U.F
hurnaiiidad al trczilez de los siglos de los cririieries y de los e r r o ~ s moi~íniienta.rde lib~r-aribnde iodo el tnirirdo5:.
Armando Donoso en su obra Bilbao y su tiempo ha creido ver un cierto
paralelismo entre cl derrotero intelectual dc Quinet y cl joven Francisca. Es d mismo sentimiento que sc traduce en la indignación ante cl asedio
pues ambos habian comenzado sus laborcs de escritor traduciendo obras de potciicias extranjeras a nacloncc mlis debilcs, como cuando en mayo dc
que precedieron a sus propias paginas5'. Lo cierto cs que debió considerar 1847 se dirige al rey dc Francia después dcl combate de Obligado exigikndole
un pnvilcgio la amistad con fíguras tan notables y con su admirado Lnmennais,
quicn se hallaba ya en el crepUsculo dc su vida y de quien tradu-10 Los i respetar la soberanía de la Argentina, cn una actitud que volvei-einos a
encontrar ante la agi-csión e invasión de la misina nación a MCxico.
Evangelios con un prólogo dc su autoria.
Xesulrurlos de ese ~liscipulrirlu-dice Alberto J . Varona- jitei.011 10s Dc cse inisrno año es su brcve ensayo Los Al-rr~dcunos,donde asume
. ~ Bilbao Irizo n l rsputiol de Los evnngelios cnir
t r n d s t c c ~ o i ~ cque la defcnsa de los grupos indigenas dc su patria, en una actitud que contrasta
rejlesinncs [le Lanleiiiiais (1846-1847) 19 lus R c f l ~ x i o n e sa la con la dc otros inteIcctuales amcricanos. quc reducian la vida de los mismos
irnitacihn de Cristo de Lntttcnnais ( I 846- 1847). P~rtcneceri,
a exprcsianes de barbarie y no trepidaban en abogar por su exterminio.
Igiialr~ieiite,n csto.~años P I Prefacio a los Evangelios (IX46), qiie
pernlaireció inSrirto Iinsrn sti pirhlicaciúii prisrzinin eii 1865. y s l o
Bilbao lamenta el abandono en cl que se encuentran, exalta su bravura y
colrhornciories eii La RFfornie, periOcIicojit?idodnpo7. Lame~inais". prnponc "regenerarlos'" incorposándoJoc a la civilización, pero respetando
sus tradiciones y cultura.
Par aqucllas días cscuchb también los discursos de Mcril-i Lacordairc
m la catcdral de Natre Dame, y las conferencias de Jules Sirnón sobre el En octubrc de aquel mismo año Bilbao se alejará de París para
estoicismo romano. Trabó conocimiento con Pierre Lcroux y Victor Cousin. recorrer distintas regiones de Europa. Visita Praga, Viena, recorre el
con los poetas dc la libertad Picrre-Jean Bkrangct y Adam Mickiewics, y Danublo, Munich, los Alpes tiroleses, Venecia, Padua, Milan (donde
dialogó con David Dangcrs, Charlcs Didier. Edouard Charton y Louis dcparte con Alejandro Manzoni), las Apeninos, Génova, Livorno, Pisa,
Reynaud, segun nos cucnta su hermano Manuel. De esta época data tainbikn FLarencia, Civita Vecchia y Roma, para regresar a Paris cn junio del año
su lcchira de Hegel y de algunos socialistas utópicos, como Louis BIanc y siguiente, en 1 X4X5',cuando estalla la insurrección popular. Este fue el
Fourier. A travi-Sde emigrados y refugiados conoció las penurias de otros año de culrninaciiin dc los rnovimicntos revolucionarios después dc las
I
pueblos oprimidos dc la misma Europa y dcl resto del orbe, que le harán giierras nnpoIeOnicas y rnarccí c1 final de la Cpoca dc la Restauración.
" hl Rri R ~ U .cn Franciíco I31lbao. Ohras completar, cd. cit., p. XLIV.
l
.
Doviso, op ci! p. 49 y c+ " L O P E Z MIINOZ. op. cit., p , .í l .
'I
<a Lio~oso,op. cit.. p . 5 6 .
"' \',\aci\,~. Francisco nilhao, rrvolucinnnrio de AmCrica. cd C I I , p 47
EL FRAGOR DE U N A VtDA

se derrtdinhrr. Quiirer renairicin el rncrtido de sil legiúiz. Eilhcrri escribe


La mayor parte de Europa (con la excepcibn de los paises cscandinaves,
Rusia, Inglaterra y Portugal) sc vio envuelta en el trepidar de las luchas, l erito!ices: La Francia va a faItar a su palabra. La Francia va a mentir: la
Francia se suicida para el porvenirm.
que en cada pais tuvieron su propia especificidad. Se ha dicho que en 1
Francia fue de carácter político y social; unificadora en Alemania; No obstante los acontecimientos que le harán experimentar una gran
nacionalista en Polonia; patriótica en Hungria; independentista y desilusión, Francisco permanece un año mas en Paris, peto hacia fines de
unificante en Italia; liberal progresista en España y separatista en 1849 sc embarca rumbo a Chilc y en la travesia escribe los Boletines del
A ~ s t r i a ' ~Divcrsas
. razones precipitaron los acontecimientos, segUn la l espíritu, que publicara n ~ h ctarde, en el mes dc mayo de 1 850. Su hermano
opinión de historiadores: 1. Causas económicas, como las crisis agrícolas Manucl recuerda el hecho con las siguientes palabras: Regresó á In América
que hicieron perder cosechas vitales pasa el sostenimiento de la población, I con el n l a a erickida de espernilzus por el porvenir de Chile .v rrplerrr
y afectaron a [a vez [as precios y los salarios; y la crisis financiera. 2. de desilusiones i.espec10 la Frailcia y u lu Europa eiifera".
Causas políticas, coino el reclamo de mayores libertades, cl sufragio
universal y el fin de [as desigualdades jurídicas, econbmicas y culturales, S. Segundo retorno a Chile. Creación de Ia
junto a la ncccsidad de un gobierno republicano. 3. Causas sociales Sociedad de la Igualdad
crnanadas de las clases inferiores, la pequeña burguesia y el proletariado.
quienes se levantaron contra cl poder de la aristocracia y su sitial de Después de una larga travesía llegO Bilbao al pucrto de Valparaíso el
privilegio. 2 de fcbrcro de 1 850. Había vivido en Francia la Revolución de 1848, quc
La ruidu de Liii.7 Felipe, etr Fehrero de ese año -dice Armando habfa dado lugar a Ia Republica, y la organización de un partido politico
Donos*. n ~ i ~prulotiguha
i irna situncirin de vucilaciones e denoininado "democrata" o "radical". Durante el lustro de ausencia cn Chile
incertidiilirnibre. En Itulia, Carlos Alherfo [rey de Cerdeña] p r e t e i i h algunas cosas habían cambiado. La expansibn comercial había dado Iugar a
emnncipur a In Penin~rslrkua lo cabeza de una revolucirin ardorosa. la aparicrbn dc nuevos grupos sociales con el acrcccntamientr, de Ia
En Reim se suceden las agitnciotie.~e.~tudiarrtile,~, mientras la I
población urbana y la disminución de la población rural". El hecho habia
Hi~rigriay /u Po!oniu~fica.~an erF siis pl-o)fectosliber f arios. C/arnan
en el riorr~d~ lralicr los irniversifui-iosrontrn el papado, mienfras en
gcncrado ciertos cambios en las cosnimbres y en cl nivel cultural de la
Trieslc el cjhrcito logro difícilmeitre aplacar las asoizadas callejeras. población, lo que se tradujo en una mayor conciencia critica de la situación
Wli instaiite se preriso que Fra~iciauiailial-h u Hilngria y Polo~iIa. imperante, guiada, a. su vcz, por deseos de cambio. La tradicional calma
Siil eniharp, rro sticede mi: la Conve~icicirise de,eseiztieríde y no social comenzaba a alterarse. La asccndcntc burguesía
irrteriiiene. Curlos Alher-to no consigzie el Iriui~fn,mientras e!
gohirrno frniicé.~uj?tirla al pnpndo. Los ~notfnesse mulfiplicon Grndirnlrnenfe conierizri a inrnni- coricieiicin de clase Compreidici
Paris. El desyubierito amenaza desquiciar el orden. Cuando la que era irrzn clase social ~Jifrrei~tede 10s dcniús: se dio cireiirn qlre en
iiis~rrrccciú~i de la Coniirna estalla. Bllhoo iio abandona un inatcsnte e! co~iglo~nerado sncinl ~ciiiawia ,fiiriclórl propia ciqvu irnportniiciu
crecin y se hncia cado cli'cz rncis itoioria. Percibió lurnbiin que en
u Qiiincr qice ha sido riorirbrado coronel e11u ~ i alegiin de !u Guardia
.Viaciotial. EII las bal-r-iccrdasdel 25 de Jitnio sucumben quince m i l Cliile e.ri.~tian&er-:as de &versa iirllole que de tina u otra niariero
Jioinbres. Triiti!fala Cr,nvencióii F.7 todo loti cn.~tillode ilusiones que
"' DONO?^. op cit., p. 58-59
" M. BILBAO,cn Frai~ciscoBrlhao, Obras completas, ed. crt , p LXXI.
59CON SO LE^ CABEZA SAECIII.Z-ALRORUOZ. Loa nrrivirnian/ris rci~uliicioiinria.i c n 111 Eiiropri "'HLRXANR . 4 x l i ~ ~ iNFCOCHFA,
' Hiftaria del movimiento obrero en Chilc Concepción,
~ ~ I .1 1x48. cn Javicr Parcdcs (coord 1. Ilistoria conternporPnea Madrtd.
R P J ~ U I I I U1830 Ed Lar, 1986. p 7 5
Actas, 1990, p 83 y ss
EL FRAGOR DE UKA VIDA

ohstaci~lizobrril sir desarrollo -v el desarrollo del creciente La sesihn dc apertura ha'nia estado presidida por el diputado y ex
cnpi~rrlisrnonl ctlai estaha viiacrrlada". Ministro dc Justicia Salvador Sanfuentes, por Santiago Pérez Larrain como
vicepresidente, y como sccretarios Manuel Recabarren 4irigente de la
La aristocracia, dueña dc las tierras y de mentalidad tradicional, se juventud liberal-, y Benjamin Viciiña Mackenna, quien sólo contaba dieciocho
hallaba anccstralrncntc vinculada al clero y opuesta a toda alteración del añosG7.Los fines principales que animaban a todos ellos, según Vicuña
orden establecido. Por su parte, Ia clase mcdia y la burguesía pujaban por Mackenna, eran: sostener por medios legales a los representantes de la
una democratización y reforma social, aunque sin actuar como un bloque 1 oposfciiin en la C h a t a de Diputados; propagar las ideas democráticas;
homog&nca.Igmlmcntc habían llcgado cicmplares del libro de Alphonse de l secundar la acción de la prcnsa Iiheral en el espíritu de las masas; y mantener
Lamartine Historia de los girondinos, que habia contribuida a la difusion la unión de los buenos patriotashR.
de las ideas liberales entre los jóvenes chilenos sobre los cuales Lastarria
ejercía un liderazgo indiscutido. La obra, que habia despertado tanto interks, La agrupación fire conocida tarnbiin burlescamente como Club de la
se dice que fue discutida y analizada en tertulias que se realizaban en casas Patagua, nombre dado por los grupos quc sc oponían a sus ideas, y que
particulares o en la redaccion del periódico pipiolo E1 Progresom. El apoyaban la candidatura presidencial de Manuel Monir. Se originó cn una
entusiasmo era tal que muchos jóvcncs se identifjcaron con las figuras expresibn utilizada por Rafael Vial cn la sesión inaugural, quien refiriendose
girandinas y adoptaron los nombres de los personajes. Lastarria fue Brissot; a la unión de todos los liberales habla dicho: ....sdlo de esa manera
Manuel Recabarren fue Barboroux; Domingo Santa María adopzó el de consegirirernos qrre /os hr-azos del rirbol de la libei?acJ, coino los de la
Louvct: Euscbio Lillo el dc Rougct dc Lisle; Santiago Arcos fue Marat, y patagtra, se ni-migueli en e / str e10 para sustenrarn~s'~.
nucstro Francisco, a su llegada, se convirtio en Vcrgniaud".
I
1 Miembro activa dcl Club fue Santiago Arcos (1 822-1874), a quien
Para exasperación de los grupos pelucones y como expresión de ese veremos como compañero de proyccto en este tramo dc la vida de Bilbao.
mismo liberalismo, se habia formado el Club de la Refonna eI 29 de octubre Arcos habia nacido en Santiago, pero se habia criado y cducado en Francia,
de 1849, que llcgaria a tcncr distintas filiales, y cuyos pestulados fucson los donde su padrc pensaba fomarlo como hombre de negocios, pero sus
signientes: 1. Suprcsibn del estado dc sitio y facultades cxtrnordinarias; 2. inclinaciones no correspondicron a ese anhelo. Ingresado en la masonería
Elaboración de una nueva constitzici0n política; 3. Abolicibn de la reelección en la misma Francia y afiliado a las logias de Londres y de EEUU, estaba
del Presidente de la República; 4. Descentralización administrativa; 5 . Poder consustanciado con los principios humanitarios que trató dc difundir y aplicar
Judicial elegido por el pueblo; 6. Responsabilidad de los ministros dc Estado: a su regreso a Cliile. Se ha dicho de C1 que
7.Ampliación del derecho de sufragio; 8. Libertad dc imprcnta; 9. Abolición
Los utopisra~arnohlahan su meilte donde de.sfilnhaii Ins ideales de
dc los fueroshh. i2foru, Camparrelln, Saii~t-Simon.Eoicriei; Oweil. Comte. Enfantini
[sic] -v de otros sotiadores qile hnbía IeirJo eii u11periodo en que mrq
pocos vibraban coii ellosn'.
" lbid
" CRISTIANGAZML'RI,El "4S7* chileno. Iguatitarios, reformistas radicalcq, masones y "' FERNANDOPIYTO LAGARRICUE. La masoncrla. Su inffuencia en Chile. Ensayo
hombcroq 2' Ed Saniiago. Ed Universitaria, 1999. p. 3 3 . bistbrico,político y social Santiago. 6d. Orbc, 1966. p 147 y ss
A , girondinos chilenns Prólogo d c Crisiiin Gazmuri.
"' B C U I A M I \VICUYAM A C K C ~ NLOS ""ibiid., p. 148.
Saniiagn. Ed Univcrsitarta, 1989, p 5 1 y SE [bid., p. 149.
"" ECH41Z. Op E l 1 , p 23 "' Lbid , p. 150
Desde l a primera sesión los miembros de la Sociedad acordaron tratarse redacción cstaba a cargo de Eusebio Lillo, pera en el que colaboraban
dc ciudadanos. Arcos y Zapiola redactaron sus estatutos y reglarncntos, y Arcos, Manriel y Francisco BiEbao, y JosC Victorino Lastarria, desde sus
gracias a una idea de Bilbao sc adoptó como fórmula de a d r n ~ s h nel lema lsr páginas iniciales no oculto aquella oposición y a todo lo que expresaba el
soheranicr de fn rnzDn Como autoridad de uuroridades; la soberanía peluconisrno. Sc trataba de una sociedad republicana estructurada por
del pueblo como base de roda politicn; y el amor y la .fraternidad secciones de 24 individuos cada una. que formaban una red territorialfio.
universal como vida moral. Al respecto es dable observar que cn un Cada scccion cstaba numerada y correspondia a un barrio de Santiago,
medio tan reIigioso anteponer la autoridad de la razón a los dogmas de la aunque en los mcses siguientes también se formaron sedes en Vatparaiso,
Iglesia Catblica y convertir el derecho al sufragio en universal hizo de la Los Andes, San Felipe, La Serena y, quizá, Talca". La formacibn y función
Cocicdad una agrupación pelkmica desdc sus iniciosTg.que bien pronto fue de la misma constituia un hecho inedito en Cliile que no guardaba punto
combatida con toda sana. Pese a ello, su cjemplo cundió y con el tiempo se: de comparación con antiguas tertulias políticas. Por otra parte, y como
crearon sociedades similares, como el CIub dc la Opinión, dc Valparaiso, dice Cristián Gazmuri,
que ya existía hacia 1858. de ideas liberales, de base popular y oposición a i-rsidl~niiornhle la siriirliti(d entre Ia Socieclnd de la Igiiuldad jqlos
Manuel Mantt; la Saciedad Republicana del Pueblo, fundada cn 1864 por clzrhes I-epirhlicuitos,fiaricrse~que Ar-COJJ Bilhan coiiocieroii. Mcjs
Ambrosio Larrccheda; la Sociedad de la Tgualdad dc VaIparaiso, constihiida rodni~ia,siriiilirild Inclirso ron 10s cluhe.~rei~olr/cionariosde 1789,
cl 2 de dicieinbrc dc 1872 para difundir las ideas liberales; la Socicdad rumbien inrc,qruri»s por h i r r g u e . ~ ~progrcsistns
.~ y artesaiios,
Republicana Francisco Bilbao de VaIparaiso, creada en 1873 y emulo de la en secciones. cori retiiiion~ssseccioriule.~
cfivirlido.~ 1,grn era le,^, etc ".
antigua Sociedad dc la Igualdad; la Sociedad Francisco Bilbao de Coroncl,
nacida en 1878 c integrada por obreros, con fines similares a la antcrior; y Sc trataba dc una sociedad de caWcter público, ni secrctani violcnta,
la Sociedad de la IguaIdad de Chilc, creada por Malaquias Concha el 10 de pero con objetivos reformjstas, cuyo ideario le parecc a Gazmuri vago,
diciembre dc 1886. que adoptó los principios dc la primera Socicdad de la cuando opina:
Igualdad"'. Mas e1 camino abierto por Arcos, Bilbao y los entusiastas cotislifirin irrio rliezcla de lugures coriizrries del irfcarin del pipioluje
precursores no se redujo a estas sociedades. También se deja sentir cn toclo cl-i~llnmás radical. con elemeiiros ideuldgicos repr~hlicciiioF ,i~
el movimiento reformista cliiIcne del que participaron la burguesía progresista IRS lonraclos del inzrrgi~rnrir~
popirli,~ del '446'' ~uropeoJ J de aigirnos
y las clascs populares en lo que fue el Partido Radical (IX57), e1 Partido liberales. C-rrtúiiro-socia le.^ y socinlistas zitbpicos, nriterioresS3.
Democriiico ( 1 887-1960] y e! Partido Obrcro Socialista Francisco Bilbao
( 1 898-1902). Afirmación con la quc no concrirdamos enteramente, pues si se mira
la historia social y política del país no se puede menos que aceptar las
La Sociedad de la Igualdad original no parecc haber tenido necesidades planteadas por los igualitarios y aunque la voz de éstos fue
aspiraciones político-partidarias definidas, pcro desde ya que sus ideas en sus comienzos un g r ~ t oahogado por la represión, en el futuro mediato
se constituyó e n un precedente importante dc las rcformas q u e
estaban cerca de los grupos pipiolos y manifestaron una decidida oposicion
paulatinainente encaró el siglo, especialmente en el aspecto social, Ilevado
al gobierno y a la candidatura presidcncral de Manucl Montt. El amigo
del pueblo, iirgano pcriodistico con el que contó la Sociedad. cuya
'VAROSA. op, cit.. p. 114
'* lbid.. p. 1 18-1 IP.
EL FRAGOR DE I'h'A VIDA

por manos progresistas. Por otra parte significb la impción de nuevos algunos manifiestos que aparecieron en un boletin manuscrito llamado El
grupos sociales, hasta el momento marginados, con su incipiente conciencia Igitalitarin, y luego reproducido en La Barra, el periódico reaparecido
política acerca de su lugar en la saciedad y dc sus libertades y derechos. despues del levantarnicnto del estado de sitio a los cuarcnta días de los
aunque 10 hicieran guiados por jóvenes burgueses. El despertar de csta episodiosE5.El cspiritu de oposición no habia sido acallado y tuvo su eclosi~n
conciencia debió ser un hecho inédito y, como bien reconoce e! historiador en la jornada del 20 dc abril de 1 85 1, en e t que le cupo destacada actuación a
citado, Bilbao. Ese día el gnipo opositor al gobierno dc Manuel Bulnes trató de tomar
Socre~lc~d
flz de Igzialdad Iiahia ifflcfdr3.rierido una nina f p m a cri tre el poder con el apoyo del regimiento dc Vatdivia, secundados por el Coronel
una nuevn forma de sociabilidad politica, de ~arcicterpopuli~~frc J. Pedro Alcantara Urriola, quien murió en e1 cnfrcntainiento. En las barricadas
nroderiiizunre, abierta n sectores popr~laresy tlti rjrgatio insricnientul callejeras -las primeras en la historia del pais-, se batió lo m i s granado de la
de Iircha contingente coiltra el gobrerrro, jifiirunciada por lu Socicdad de Fa Igualdad, dirigidos por Josi: Miguel Carrera Fontecilla, Manucf
oposicidri oli~arquica!: ert parriculai; por el grupo del ex ministro Rccabarrcn, Eusebio Lillo, Benjamín Vicuña Mackenna y nuestro Bilbao.
P7alu.
Fracasados en su intento y aplastados por las fuerzas tcalcs al gobierno,
A partir dc mediados dcI año 1850 la Sociedad tomó un enfrcntamiento se inicio la persecucibn dc los revolucionarios, algunos de los cuales salvaron
más abierto con el gobierno y así se expresaba en su periódico La Rarsa, que sus vidas bajo la protección dc padrcs agustinos en sus conventos. En los
habia pasado a reemplazar a El amigo del puehlo. Los ~n~einbros de la mcses siguientes Bilbao iniciaba una nueva etapa cn su vida, exiliandose en
Sociedad comenzaron a marchar por las calles de la ciudad manifestando
e1 Pcni, hacia donde embarcó el 18 de julio de 1851.
aquella oposición, quc sc hizo más virulenta con la proclainación de la
candidatura de Montt el 20 de octubre. Desde eI mes de junio Arcos habia 6. Años de lucha en el Perú y segundo viaje a Europa
dejado de participar dc la Sociedad y clprotagonisrno mayor cstaba en inanas
de Bilbao. La enconada oposicibn de los bandos detcnninó que cl 7 de Con l a ruptura del ordcii colonial el PertLi cxpesimentó una
novieinbrc del mismo año se declarase cl cstado de sitio y dos dias después, fragmentación politica quc dio origen a una iricstabilidad que habria de
concretamente cl 9 de noviembre. se dictaha por decreto la disolución de !a prolongarse durante muchas décadas. La ausencia de un poder político
Sociedad. Un aspecto de no poca iiliportancia acerca dc la persecución dc consolidado hizo presa al pais dc jefes militares y fricciones oligarquicas
los igualitarias habia sido tambikn el enfrentamiento con la Iglesia Católica y -a menudo envueltos en contiendas y guerras civiles-, con abicrta
las criticas a la jerarquia eclesiástica y sus modos de proceder. Pero es preciso incapacidad para integrar políticamente a la pohlacibn. A lo largo del
adatar que de este espintu antagónico no participaron todos los miembros. El siglo XIX la caracteristica inás salientc fue la inestabilidad por un lado,
enfrcntamiento mayos se habia dado con motivo de la publicación de 10s y. por otro. un proccso de feudalizacihn social y económica. La sucesion
Boletines del espíritu de Bilbao, a raiz de lo cual recibió la ex comunión. de caudillos ocupando cada uno a su turno el poder, la situación de
anarquía, las divisiones internas y cl clientelismo politico, al margen de
Con Fa disolución de la Sociedad muchos de sus miembros fucron las grandcs mayorías y el sojuzgamiento de éstas, tcrrninaron por
encarcelados, algunos exiliados, y otros debieron ocultarse. Este fue el caso invertebrar e! pais.
de Francisco, quien luego pasó a la clandcstinidad y dcsde donde publicó
Esta.r coprdiciones, dice Jirlio Cotler, p~rrnitiemnel ascenso social cEri indígena. que, pcse a haber sido abolido por San Martin y Bolívar, se
las capu.~medias. proyo~ciorranci~ a los caudillos s o l d u h , oliciales, restableció bajo distintas modalidades. Dice NeSson Manrique: Los irldios
Jiriicio~iario.~e i.dee¿ilogos -los célebr~splurr~ifems-, posrctolies a
denominaron "Reptiblica" a este trabujo Jbrzndo, lo cual e- presa
partir de lus q i ~ se
p podian obtener las prehendns nece~.ariaspara
escrrlur en la jercrrqtrici sociul. Esto significO el reaconiodnmienlo de cabalmente qué representaba parn ellos el niteve poder sztrgido Iue,qo
/a relación patrh-clferite conio .finidamento poSirico de la de la caída del orcien coloriicii hispanoR? Con justicia dicc este autor que
orgnnización social de In nuciciri~R~piiblicuXh. ,ri bien en el Peni iio íodos los pobres+so17 indios, por. ddinición todm los
indios son pohiwgO.La desigualdad dc este grupo étnico, inmensamcnte
La suerte de aquellas clientelas quedaba librada a los vaivenes dc mayoritario, cctaba basada cn las ideas racistas antiindigcnas (Iuego también
los éxitos y fracasos de los caudillos, 10 que permitía el constante cambia scrian destinatarios los negros y "coolies" o inmigrantes chinos), provenientes
de bandos. Continúa diciendo Cotler: de la colonia y prolongada durante la Republica, pcse a que formalmente
Arite Ici frrltci de
i i ~ grripo
i burg~tkscuplc de ejercer la Itegemonia e
tuvo siis modos de contradicción con las sucesivas constitricioncs. Estas,
inipoiier su lev der~trode 1ifn niorro irisritr~cio~tnl,
la poliiira pel-irana fruto dc ideas rnhs liberales, se enfrentaban con la ideologia conservadora
3'eit generul la hi.~ppnrioamericunairrstihrciona/izh el clienteluje J de las clascs mas adineradas y poderosas. Se sumaba a ello el poder
cuudiilismo personnlisra. rei~lralizuiidumi las,fosmcss coloniales de omnímodo de la Iglesia. con sus ingentes riquezas y sus modos de
u'omiiraciÓiix', acrccentarlas. en connivencia con aquellas clascs.
agravadas por cl '"cnrolamientoforzado" (tal Ia institución) de los indigcnas,
puestos a luchar entrc si por los ejército en pugna. Por otra parte el peso El desfasajc entre la funesta realidad y lo que mentes más esclarecidas
de esa hcrcncia colonial fue mas allá de lo quc las mentes liberales podian proponían se expreso e n las dos fuerzas encontradas: liberales y
esperar. El mantenimiento dcl tributo indígena, abolido por San Martin eI conscn~adores.Estos últimos lo que en verdad deseaban era la perduraciiin
primer año dc la indcpcndencia (1 82 P $, fuc rcstituido poco tiempo despuis del orden patrimonial con unEstado centralizado cn la figura dc un gobemantc
(1826) para encarar el dispendio del erario púbIico, bajo el nombrc fnertc que garantizara el ordenamiento tradicional mediante la expoliación
eufemístico de "contribución personal". Hasta 1839 fue pagado pos los de las clases m i s bajas.
indígenas y las "castas" (integrantes dc los grupos no indias), pero en Eri rCrniiiio.~g~neralcs.dice Julio Cotler, conscrvndores Iiheral~.~
1840 los blancos y mestizos fueron eximidos de la obligacjón, en abierta prnp~~giiabuii -formas coiitrnpitesias de orgnnizncihn sor-icll 'I,
injusticia contra aquéllos, los indigcnas"". pcilificn, orulfiirdnae dcti-lis de ellas inter-~se.7concrelos de Iris
difererr~cssectores qzie pretendiari hegemonizur la nialirechrr
soc.ie(/ad Mien [ras los cnnservudor~.\+eeir faiiza hari lu necesidad (le
Resabio dc Ia Colonia en los días de la República fue la continuación inipuner o~d-denj+zr~iidnri,rnediwte eljortulecimiento rlcl priricipru
dc otra institución. la "mjta", crigida sobre la explotación gratuita del trabajo de nutoridad y ubedie~lcinu r i i t Estadri re.~arl.~ta c i itrspirac~ún
~
diviiro. los lihei~ulcs irisistiair eil la necesidad [le pi.onrover j1
X6 JULIO CCIJLER,C I ~ S P eslado
S, naciiin en el Pcrit. tí'. Ed. Lima. Insiituto dc Esiudios gcne/.rrli:ar- Irr pui-iicipaciciri cirrdndaria a r~iriltiple.~ i ~ i i ~ e l e so,-fin de
Pcruanoc, 1892, p . 73.
.
" Ihid p 71. rohrisfecer c F e~pit-itl~ rivico y ICI I ~ ~ I ~ I I I ' UrI~C ~Z ~~ u b l i c adel
n aE . ~ f u ( l o ~ ' .
""~r.snx M A ~ K I Q U L1-Iistoria
. de l a Rcpúhlica. Lima. COFIDE. 1995. p . 42. El aiitor
indica quc cl ri-gimcn Fuc abolido por Ramón Castilla cn 1854, ...rrproi.c~,lrand(> Ir1 hoiiarizn "" ibid.. p. 44.
fisctrl gcirci.<rdc~ pcir los i r n p z s u ~~~/ r , igiiaiin 1' r,orrio lrnu iirirric0rci dc grinni- r i p u y pripiilui eii srt '"' .
Ihid p 47
gltrrrtd C ( I I I ? T I I Rll/inil Frlieiiiqiir. 'N C'UTLI'R. (!p. cit.. p. 75
para dar indicios dcl clima intelectual de Lima, en cuyo seno vino a dar
quicn en I 852 dio a conocer su novcla El Tnquisidor Mayor o Historia
Bilbaoq8.
de unes amores y, en 1857 la Historia de Salaverry. Lastarria escribió
varias de siis obras y Vicuna Mackcnna se interno en la emancipación
A1 arribar sc hallaba en sus comienzos el gobierno del General Josi:
nacional con su obra La Revolución de Independencia en el Perll, que
Rufino Echenique. Habían pasado los días del primer gobierno (1845-185 1)
publtco en 1860. Tiempo m i s tarde llegó Eiigenio Maria de Hostos, con su
del General Ramón Cactiila (1796-1 867). Este, de origen étnico mestizo,
predica cn favor de la libertad de su patria. El ilustre puertorriqueño ejerció
el periodismo en E1 Nacional, dondc expuso con claridad sus ideas. De
había participado dcl ejército de San Martin y fue de los caudillos rnilitarcs
aquel momento dice Luis Albcrto Sánchez: el más poderoso, pues entre 1 844 y 1867 ocupó diversos cargos, siendo dos
veces presidente. Maneje el pais con mano férrca para contcner las
Se producía, pue.7. en el Pei-tí, entre los anos de 1844 v 1864. uii diferentes insurrecciones, pero al mismo tieinpe con cicrto grado de Iibcrtad
-fenómeno de I M ~ S C I I I I I I ~ ~de
C ~n.~imilacirjn
Ó~, íiirerte de esc~ielasy
para la expresión dc opiniones; pcrmirió el funcionamiento rcgular del
tenriencias e.rtrurj~rcrs,como rio se hahia pre.~entadoirz~i~cu, rii
dtii-ante los (fías de In yirrrra eniuncipadoraT. Congreso, sin jntcrferencias, e incluso llamo a colaborar cn los cargos
gubernativos a personas de posiciones polizicns distintas. además de
Fructificaba le que el reconocido Ricardo Palma ( 1 833- 19 19) en su administrar con orden las finanzas públicasq0. que en ese cntonces
obra La Bohemia de mi tiempo llamo "una filoxera literaria", cuyo cuadro comenzaron a incrcmcntarse con la explotación y comercio del guano.
sería integrado por c l mismo Palina, autor de las inolvidables Tradiciones
peruanas, del drama Rodil y de tantas bellas páginas; Carlos Augusto José Rufino Echenique (1808-18971, antiguo militar de la gesta
Salaverry ( 1 830-1 891), c1 más conocido poeta romántico, autor de dramas independcntista, en 185 1 fue elegido presidente en elecciones apoyado por
como Ladrones de alto rango, Atahualpa o la conquista del Perú y cl propio Castilla -quien luego seria su enemigw, y por eI Club Progresista.
Abel o pescador americano; Maniicl Nicolas Corpancho (1 830-1 863)- Aunque durante su gobierno se promulgó el cbdigo civil, la ley d c
de cuyas manos surgieron El poeta cruzado y E1 Templario; José Arnaldo enjuiciamiento civil, la censtrucción del fcrrocarri1 de Arica a Tacna y se
Márqucz (183 1-1904, quien canto a La Bandera de Ayacuchn, en honor intentaron organizar cscuelas normales, Sa corrupción, el fraudc económico
a la gesta emancipadora y produ-joel drama sentimental Pablo o Ia familia y el enriquecimiento ilicito minaron su popularidad y sirvieron de pretcxto
del mendigo; Clemente Althaus (1835-18811, con su Ultimo canto de para la rebelión dc Castilla en 1 854. Debido a la venalidad la deuda interna
Safo; Luis Benjamin Cisneros (1 837-19041, autor dc El Pabellón Peruano,
S A N C ~ I ELa L , literatura del PcrU. Ed. cit.. p . 9X, dicc: Untr nrrevu ieolidad implicri t i i i
Alfredo el sevillano y Julia o escenas de la vida en Lima; y Fernando cuniliia l u ~ u lrlc la nrentnlirlud. :Vu hustca Iu rrnn<furniuciún del réginirn puliricu. Si i r t i s i m
Velarde, e1 poeta espanos 'transterrado, quien junto a Corpancho editó en alirrri h a mrntr. s i no SP rchun ntrpvus hrises crnnbniicas jm espiritzrule.~.en \.uno se mittlnrii &J
efiqiretu politicu. Lii Ind~~pcnilenria no Iiiibiu uIt~,ruriorl lutifiindio tri rl r6:iimr.n de- s~ire3i.iriii.
1853 la obra Lira patriótica del Perú. Colección escogida de poesías n p ~ n u s si sc Fiuhiri riirevido a decretrir lo "fihertrirl iit virntrr*.~", / u qiie inipiicohii Iir
nacionales desde antes de la proclamación de la independencia hasta .virh.vis?ericiu de 111 e.v~li~w"~rd (riho!ida ,s~iloe11 I8S.i. P V I . I . U Z O ? I ~ . TdemtigUgir~ti nz Us y !le / i ( i i .
rnoti~~oa de jiisiiciril. fui- otra parte, la cducuciDii se~riiriinspirudu pnr los mismus i i l ~ u t e s .1.u
el día, antología que rncluia composiciones desde los tiempos de San Martin csr.silrisricu virreinrrl tru Iruliiri vurrurla niiiclio. Hustu ertrn mriius ugirdos los pcrfi!~.vllcl
y Bolivar hasta el momento en que fue compilada, destinada a levantar el iniriudo crt 17+YS, en pleno i.irreiiinro. Por tirnrri. las rlisciepanr?iuu incidiuii
c.i-pri-inicirtirli~s~r~~~
rri I<i riilj~~tivo, en lo puiriincniul, en lu costiimbre. Y eru iihi en doiide se e,rrubu duiido Iri
espíritu patriótico contra Bolivia. La rnencitin dc aquellos hombres de la h~itul!unrh,v e ~ ~ r o i i i i í h .
bohemia podría continuar porquc fueron mis, pero con lo asentado baste HERACI,IORO'IILLA- P~i-tiY Bolivia, cn Lcslic Rctlicll (Ed.), Historia dc AmCrica Latina
Uarcclona, Ed. Critica, 1991, vol. 6, p. 21 7.
"' SASCHFZ, La literatura peruana. Asunciún del Paraguay, bd. Guarania, 1951, 1. VI. p. 15
EL FRAGOR DE U V A YIDh

consolidada habia pasado de casi S millones de pcsos al finalizar cl mandato tres meses. Al cabo de este tiempo, en reunión realizada con cl Presidente
dc Castilla, n más de 23 millones de pesos, equivalentc a aproximadamente Echenique y bajo la palabra de no inmiscuirse en los asuntos internos de4
5 niillones de libras esterlina^"'^. Con su autoridad dc historiógrafo Jorge país, ccsaba la ordcn de prisión.
Basadre dice de aquel momento:
El estnilicio popi,lai- de 1854 presenta caracrerisricas qr4e lo Mcses mis tardc se dedicaría a escribir su obra ya mencionada, Santa
.~irrgtilusizan.Rompe con wnn paz de Iiileve caifos. Descoiroce ini Rosa de Lima. Estudios sobre su vida, publicada en Lima cn 18521L''?.
régimen l e ~ a l m e n i eelegirlo. provisto de abundantes recursos La exaltacion de [a Santa no fue a la postre un hecho ingenuo y crédulo dcI
rconónricos, arfininlsti*ntri~os bPlicos y gice e.rtnharr apena7 en Iu autor, aunque sincero, pues le serviria para la critica de las costumbres de
rnirnd del atempo coi.i-cspoiidieiire a sii mnrrdato. Se tziie ron irn la socicdad limeña y poner, en alambicado discurso, sus ideas sobre la
ser?tido .social. Reflejn, a su tnaliern, ial mo vimienlo de iclecrs europeo
regcneracion social. El escrito, por sobre su lectura textuai, resulta de un
coi1 p ~ c c c i n i i americnnas:
~.~ es enronces cticri~doS P hrrhla por vrr
prinlei-rr eii el P e r ~ ide "rojos" 'I, "socirrlisfos" Sir coritenidr~ insoslayable voltaje politico'O'.
niultitrrd~riario lo difei-ei~cia del fiiccioiiulisniri i i i i l i i t r r . qiie
rnipeclireñece ofi-os jorirodus 1ii.rthrírns *! einrrge luri patenie eir JCI Mas allá de su palabra vehemente y su rara prosa, Bilbao era una
nnnl-yriin de J8421U1. personalidad sensible en la cual calaban hondo las miserias sociales y
políticas, como habia puesto de manifiesto en susjuveniles páginas. Tainpoco
Los primcros ticmpos dc instalado en Liina Bilbao los uiilizci para olvidaria tomar su mirada sobre Chile n pesar del tiempo y la lcjania. Así Io
reflexionar sobre su patria. Convencido de sus ideas y apreciacioncc volvió expresb en respuesta a la carta pública que le enviara Santiago Arcos cuando
a publicar en El Comercio, el 9 de agostn de 1 X5 1, su articulo Necesidad en 1853 dio a conocer La revolución en ChiIe y los mensajes del
IJL' llna rgfbrmn, pero no tardo cn iiivolucrarse e n la situaci~ninterna del proscripto, dondc vueIvc su reflexibn sobre los días de la Sociedad de la
Peni, donde fundó la Socicdad Republicana para '"abolir la esclavitud y Igualdad y e l comportamicnto del Partido Liberal, al quc criticaba porque,
fortificar cl rucioi~rrlismo",según sus palabras. En su cspiritu, deseoso de cncabczada por Lasiarria cn la Cimara, no habia visto al pucblo. a la igualdad,
igualdad, le iinpresionaba fuertemente el earicter estamental de la sociedad como fin. ~nstrumcntaliz,indolo.
peruana, con 10s altos privilegios de unos pocos, y la situación de esrlavittid
y pobrcza dcl gnieso de la población. Bilbao pcdia la abolicibn de la esclavitud Simultáneainente desde La Revista Independiente atacii la
y de la mita para disgusta del canhigo conservador Bartolorne Herrera, a compci0n del régimen gobernante en la nación de asilo. La Revista habia
la sazon Ministro de Justicia y de Gobierno de Echenique, y asi lo expresó sido fundada por Manuel Bilbao coino pcribdjco cientifico y literario en
nuestro autor cn cl articulo publicado el 17 dc setiembre dc 185 1 cn El 1853. Alberto J. Varona dice de ella:
Comercio, titulado La n'efinicidn. Fuc cntonces cuando supo de una orden
M i s qtre imu revisfu de 10 jziventi~rfpentuno. fue ittia pirblicacihn de
de captura por lo que sus palabras cuestionaban. Enterado a tiempo, pudo
la j ~ ~ i ~zld
~ e ro171in
n licca de A m&-icn A-rpil-Ú a srr- "ór~aira de
e-~cliisii~o
asilarse cn la Lcgacion Francesa que estaba a cargo de ULises Ratti Menton. lrr,Jrlve~~fud....co!~.ragrndaal clllfivo de la literurzrra urnerrcana ': En
a quien exprcs9 por escrito la gratitud, y dondc pcrmanecib por espacio de
.": FRANCISCO B I ~ . B A OSanta
, Rosa de Lima. Estudios sobre su vida. Lrma. Iniprcnta dcl
"'"ibid., p , 219 Corrca, 1-45:,
"" JORGI, RAPADRC, Histasia dc la Repibliia del Perú. 1822-1833 Lima. Ed '"' Cfr S O L ~ M ULLPP,
N l'hree Chilean Thinkers. WaicrEao, Ontario, McGiII Univcrsity,
ünivcr*iinria, 1969, 1. !V. p. 82. 1975, pp. 26-27,
enemigos? Loa esclavos de Roma, los que e.~pecuIancon la temor y pesar a Bilbao desde el primer momento de su llcgada. Sin cmbargo
ignorancia de /osprdehlos, los qire viven de Ieu abjeccibn de lo snzdn, alli se instaló, con el deseo cxpreso de ver a SUS antiguos maestros. Quinet
los jesuita,~,los jrailes, Ins laca-vos de eslos, los q i t p esconden su
y Michclet, ambos ya destituidos de sus citcdras y en el destierro, como lo
frclite entre las cen iras y sus ttianos en sangre: lodos estos seres que
no llevan una iden grande en su mente ni rin senbirnierila noble eJi el estaba también Victor Huga y otros mentores dcZ liberalismo. Poco tiempo
cormdn; roda esa caterva miser.uble que reme la Iie, que odiu el permaneció en la ciudad, pues sc traslad6 si Belgica para visitar a Quinet, y
progreso, que persigrle a los hijos del piichlo. qrle arroja la ilenanma posteriormente recorrib algunas ciudades de Italia, antes de rcgresar
baba de 1(1 impotencia a Ios apbsioles de la verdad, a los sacerdotes nuevamente a Paris y emprender el regreso a América. Esta vez el destino
de ici RI(C*VO'"l. seria Buenos Aires, a donde llegó cn abril de 1857.

Alvarado, muerto prematuramente, habia sido colaborador del periódico Poco se cabe de los dos años de Bilbao en Europa, pero desdc el
El Porvenir, donde también expreso su inquietud por la marcha dc la punto de vista dc las ideas es quizá la etapa dc mayor trascendencia porque
revolución triunfante en La Palma al afirmar: desdc alli hizo expreso su arncricanismo, que por otra parte nunca había
Lra revol~ccidnI I U Ira priricipiado. No Iiu sido para vui-iur un honibre estado dormido. Durantc su estancia formuló sus primeras reflexiones en
por otro Iiornbsc.; rio nos ulircinemos coi1 d trlupfo de I,n Palma; nlli temo a Ca unidad americana que se insertan en una tradición benernirita.
fiu vt.ncir10 sulo Cclstjllcr, pero alli no hu rriunfocio /a revuh¿cid~ique Dice Ricardo López Muñoz:
no esríi eit elplonio, sino eri las ideus"'.
Gi silprimer-escrito, Movimiento social d e los pueblos de la América
meridional. reductuclo eiz Bruselcrs eli 1856, Iluma a la unidad de lo
Dos años rcsidio Bilbao cn Europa (1855- 1 857). Dcspukc d c cpte denotniila "Niiestra América" - es guiri el primer
pcrmancccr un brcvc ticrnpo cn Londres sc traslado a París. Napokón 111. latiiroamericano que acuña esta de$tiiciÓir para Arnérica del Sur:
apodado "cl Pcqucfio", gobernaba Francia con investidura de emperador Explico lus motivacioiies: el de.rarrollo cie la Iihertad. la igttaldad y
(1 852-1870). Fruto de su ambición e impertinencia fue la invasión a México la jusricia entre los pireblos. También por primera vez insinun el
(1 862-1867], donde c o l o c ~como emperador a Maximiliano y de todo lo peligro del expansioiiisnio norteamericario sobre Anririca Latina"'.
cual expresaría Francisco su profundo desagrado y consternacjón en escritos
posteriores De la contraposición entrc el Norte y el Sur continentales será un
precursor que se adelantaba en casi medio siglo al: ArieI de Josk Enrique
A la etapa, conocida también como dcl Scgundo hperio, corresponde Rodó, sin mengua del mérito de éste. Y tan importante como este antecedente
cl coinicnzo dc Ia revotución industrial en Francia, que Napoleón apoyo en seria otro escrito leido en París en junio de 1856 con su proyecto de uniiin
su desarrollo con la crcacion de instituciones de crédito, establecimiento del latinoamericana: Iniciativa d e la América. Idea de un Congreso Federal
Iibrc comercio, tendido de vías fkrreas, e importancia de la clase obrera qiie de las Repúblicas, en el que advierte el expansionismo de EEUU sobre
favoreció para así canalizarla en su beneficio. Simultanearnente se imponía las repúblicas hispanoamericanas y la necesidad dc unión de las mismas
un régimen dc control social no cxcnto dc tenor, que habria de causarle como contrapeso geopolítico.

""ASAI)KT. op. cit.. 129-130. Reproducido cn D. Sobrcvilla, i b i d , p . 131


I1l op c i t . p 117.
RASADRE. 11' L ~ P E MUNOE,
Z rip cit., p. 60.
7. Residencia en Euenos Aires y compremiso del puerto bonaerense y conlribuia a acrecentar sus deudas, especialmente
can nuevas causas con cl Brasil. Bartolome Mitre encarnaba las ideas secesionistas y así lo
expresaba en un articulo que publico en el periodico El Nacional, en e1 que
Aproximarse a las costas del Rio de la Plata en 1857 dcbió producirle no trcpidaba en ahogar por la separación definitiva dc Buenos Aires y Ia
a Bilbao cierto regocijo porqiIc allí residía su familia. afectada pos la constitución de un estado independiente. la "Repuhlica dcI Rio de la Plata".
proscripción cn Chile. Hacia siete años que no veía a su madre y el Sin cmbargo. siinult5ncainente. surgía cn cl seno de la ciudad una fucrza
acercamiento a ella era también un simbolo y una realidad de cercania con opositora a la desmembtaci0n nacional, el Partido Federal Reformista, mas
la patria. conocido como "chupandino", cuy a jefatura cra ocupada por Nicolás Antonio
Calvo. Integraban el mismo Carlos Guido Spano. Antonio Zinny, Miguel
La Pirgentina había vivido ya los acontecimientos dc Caseros quc Navarro Viola, Tomhs Iriarte. Adeodato de Gondra. Francisco J. Muñiz.
depusicron el gobicrno de Juan Manucl de Rosas y transitaba los dias de la Luis Josk de la Pcña y Jnse Hcrnindez. entre otros. A sus filas vino a
Confcdesación. Comenzaba e l mnrncnto de lo que ha sido llamado la encolumnarsc Francisco Bilbao una vez llegado al país. Sobre estos hechos
"organización nacional", cn un duro proceso dc luchas intcrnas signado por afirma Ernesto Palacio:
el enfrentamiento de fuerzas unitarias y federales, el "partido de Buenos Deslle priircipios de 18.56 er~ipezrin gci;filarse ~ i i iprrrtidu iuie
Aires" y el "partido de las provincias". como Icc llamara Juan Bairtista oposición cpe teiiiu por drprro a La Reforma Pacifica. dirlgid~>par
Albetdi. dn~iNicoMs Calvo. E.~teperiddico .rostenio -corno lo indicaba sir
ironihr-e- I(z nece'ridad rlc urju coirciliacirin cori Purai~á.meclilarrre la
rcilisidii de la Coiistiiilcló~ide Sarrtn Fe En el estad] clc r.raltoc.1011
La cxcesiva concentración dc la tierra había dado lugar a la existencia
c/c lo.7 e.vpirir~1.s-jOtnerrtadn rlrniagúgrcrrnieiiie por Iu $ ~ c c i h r
de una oligarquia quc detentaba igualmente el poder poiitico. originando una "irIfraV-ciiaiqiiicr pusicrdir moderori(~1. concilicrfr>ricifrimahu ~ I I I
cxtcnsa clasc popular sin peso en la toma dc decisiones. La desigualdad c~rrlincter.de traicr rirr , ckr(ivs Ir13 ngraigins peníiiipiites. Ello e,rplic~rla
cntre el desarrollo económico de la portuaria Buenos Aircs y el rcsto de las i~irrrl~iicia qrie ndqiiiriu enronce.7 la litcl~apoliticn. agrrribacrrlrr en el
regiones producía incqrtidades en la distribrición de tos recursos y era un grtipo de Iiomhr~snltevos que errti-aha cti crcciúw por pi qfcin de gunar
factor clave para el funcionainicnto de la dcrnocracia.Buenos Aires contaba pcisiciones. Desrollabu Surmiento por su intcmperuricia verbal-v sus
gr~iialicladcs. gire le gnriaroii el calíjicaalii de "loco". Lomo Calvo
con cl núcleo urbano mas iiuzncroso y la mayos riqueza. Su posiciún dc se re$riero u1 g r ~ i p ogoheisunte diciendo que cru 101 "cirrirlo
predoininio alimentaba los deseos unitarios de constituirla en capital de la ~ ~ e q ~ t e~fuccioso
ño, e jnrwlerrriire", rrriu "pandilla'; quedules el lFEOfP
nacihn, aunque no faltaban las propuestas separatistas. Las actitudes (le ' ) P ( I I T ~ ~ J I E I - o s "que
, ksios re(rzIcarnn aporlajido a s t ~ sczirttrincafzte.~
beligerantes atravesaron aquclloc años mucho más allá dc la sanción de la "chirpnnclirios". aliurcin rr rrnn sirpttesto aficcibri a ai~darde j t t e y a .
Constitución de 1853 y la ciicccion dc Justo Josi de Usquiza integrando la "chicpa?irln", en 1n.v cqfE.~.Lny princnipalespersonqjes de esle grirpo
fónnula presidencial con Salvador Maria del Carril como viccprccidente. cn ernrr don Lnreiizo Torres. cpre hnbin efectuado iina itueiw lrcon~,ersi¿in,
Ins gerrei-ales Escaiud~~ e elarte, Migrel CnnS y el chile~ioFrrri~circc
febrero de 1854.
BilhrroLFr.

La discola Buenos Aircs se daba en mayo de ese mismo año su propia


constitucion corno estado independiente, hccho qiic dificultaba la vida dc la "' ERKESTO Phl ciu. lfistorin de la Argentina 1511-1943. Biicnos Aircs, Pcña Lillo
Confcdcracion que, con penurias .económicas. no contaba con las rentas Editor, 1674, libro FV. p. 170.
La activa personalidad politica no le permitía a Bilbao el descanso ni historia. publicado en Bucnos Aires ese mismo afia"'. Por esa epoca
la indiferencia donde fuere que estuviese. Fue en esas circunstancias, el llegaría a formar cl Club Racionalista y se enrolaba en la masonería, al
mismo año de su lIegada, que creb La Revista del Nuevo Mundo, tiempo que organizaba una asociación de paraguayos con el fin de luchar
redactada en su mayor parte por su misma pluma. Sobre elIa cxpresó en su por la libertad dc ese país.
momento Ricardo Ro-jas: I

Mientras tanto el enfrentamiento entre la ciudad porteña y la


La Revista del Nuevo Mundo, dirigida por Froncjsco Bilhan ..., se
encaminaba, segUn la vocación filo'ibfica de su director. a la Confederacion urquicista durante 1 8 5 9 vivia momentos graves. El
propaganda del liberulismo dernocraricn. Podemos d ~ c i rque esta gobernador de Buenos Aires, Valeníín Alsina, tanto como los confederados,
nuesira primera revista deJilosoJíatl".
Iia sido, cronol¿l~camente, estaban dispuestos a no ceder terreno cn sus posiciones. Los opositores a
Mitre, Sannicnto y Alsina, reunidos en el Partido Federal Reformista,
Sobre el hecho quisiéramos remarcar esta última frase por la sufrían persecuciones y casi todos se refugiaban en Parana. Bilbao, quien
importancia que reviste. Con relación a los propósitos de la publicacibn dice se hallaba desde los inicios del año en esta ciudad, h e encargado por
su hermano Manuel: Fija por. puntos de partida la rejeileracidn moral, Urquiza de la redacción dcI perihdico El Nacional Argentino (julio de
ln emaacipucion de la razon, y para /u politica alza la bandera de ln 1859), que hasta eI momento habia estado en manos de Lucio V.
nacionalidad, proclamnndo la union de Buenos Aires a l re-esto de la donde llegb a escribir algo más dc un centenar de articuIos.
Co~federaciOn"'. Con tan altos propbsitos no pocos enemigos hallaria Aparecido entre 1853 y 1859. en sus paglnas escribieron los hombres
pronto su decidida participación en el bando de los confederados. Hasta más notables dc la GonfederaciOn. En esa ciudad Bilbao participb del
diciembre de aquel año permaneció al frente de la Revista. Con fecha 29 grupo de escritores y literatos de lo que se conoce coma "segunda
de diciembrc de 1857 Bilbao escribía las palabras de cese. Dos tazones generacibn romántica argentina"' '9 que Ricardo Rojas llamara
aludía ante la circunstancia: un nUmero no suficiente de suscriptores y el "generacibn de los conctituycntes". Se trataba, en algunos casos, de
mal estado de su salud. Dejaba impresos casi tres decenas de articulos. personalidades que comenzaron a actuar en tomo a 1837, pero llegaban a
Pero su actividad dc publicista no se detuvo, pues continuó en la redacción su plenitud por los años posteriores a Caseros. Otros, como los que Lucio
del periódico El Orden hasta los primeros dias de setiembre de 1 858[16. V. Mansilla llamo "los hombres de Paraná", eran más jóvenes, pues habían
fecha en la que renuncia porque el editor se niega a publicarle su articulo El nacido en su mayoría en la década del 30. Ellos fueron: Miguel Navarro
confIicfo ~elijiaso,como nos informa Manuel. Allí escribió poco más dc VioIa (1 830-1 890), Vicente Gregorio Quesada (1830-1 91 31, José María
dos centenares de articulos, dc corte político y de acuerdo al suceder dc los Zuviria ( 1 830- 189 1), José Hernándcz (1 834- 1886), Olegario Victor
acontecimientos. Junto a csta actividad periodistica participa, con ci poeta Andrade (1 83 9- 1882) y Carlos Guido Spano (1 827- 1918)Iz0.Sobre los de
uruguayo Heraclio C. Fajardo, en la constitución del Ateneo del Plata y cl mayor edad. como de los m i s jóvenes, dice Dicge F. Prii: La generacirin
Liceo Argentino. sociedades literarias que nucleaban a grupos intelectuales. de los Constituyentes estd dentro de la atmosfera del historicismo
En el Liceo, Bilbao leyó en noviembre de 1858 su trabajo La ley de Ici
"'R i c ~ R n nROJAS,Historia de la litcritusa argentina Bucnos Aircs, Ed Guillcrrno Krafi "' VARONA. O p cit., p. 160.
Lrmiiada, 1960, t. VIII, p 598. ""BEATRIZ Boscn, Urquiza y su tiempo Bucnos Aircs, Eudcba. 1971, p 474.
' ' ' M A N U E LRIT.RAO,DP cit., p. CLX. Ci.nuDro L HULET. /,u s ~ g r ~ n dRenai.nciOn
o rorninticli urgsnfincr. cn Cuadernos
11' Manuel Bilbao nos dEcc quc colabar0 hasta el mcs dc agosto, pcrn scgún cs dablc comprobar, Americanns. Mcxico. U N A M , no 1 , 1960, pp 232-248
continuaron saliendo articulas hasta IDS primeros dias dc sciicmbrc dc csc aiio IL'' VARDVA,O P . C I I , p. 163
El. FRAGOR DE CNA V [ U A

romciniico. arrngue con Itn senrído niris realistcr y Iibernl que e n los tarde, !a Revista Masónica Americana, publicaciones cn donde se
~ ñ o si n u z o ~ ' ~ ' . expanian ideas sociales quc circulaban en Sa época':' y con las cuales
guardaba afinidad Francisco.
Pero volvamos a los hechos históricos. Sin conciliación posible, las
partes en conflicto se enfrentaron finalmente el23 de octubre dc 1839 en la Ale-jadn dcfinitiva~r-ientcde la poljtica interna dcl Río de la Plata. su
batalIa de Cepeda, dende las fuerzas urquicistas se iml-iusieron sobrc las influencia llegó tambien a los jhvenes uruguayo^'^^, corno se deja. scntir en
cnemigas y Mitre quedó derrotado. Francisco tenia ya síntomas dc la publicación oriental Ea Aurora ( 1 863). Tuvo alli contacto ~specialmentc
iubcrculosis y. scgún Manuel BiIbao, se encontraba en muy mal estado, no con Angel F. Costa, B. A. Jardin y el poeta ya citado, HeracEio C. Fajardo.
obstante continuó al frentc del periódico dos meses mas, hasta que, representanres del movimiento racionalista.
agudizadas las diferencias con Urquiza, fue separado del cargo. La ruptura
lo dezcmhb a regresar a Buenos Aires y alejarse de las cuestiones politicas El alejamiento inencionado no Be impidio continuar la tarea de publicista,
internas. desilusionado de las idas y vueltas del poder, sin renunciar a sus cuando. indignado por los asedios extranjeros a dns naciones de h C r i c a
ideas, quc continuó exponiendo en artículos periodísticos y libros. Entre 1
Latina, redactó La América en peligro, obra quc publicb en 1862. Espaiia
1860 y 186 1 publicó cii La Reforma Pacifica. Hizo lo propio en la Revista había invadido y anexado a la Republica Dominicana (1861) y Francia
del Parani, peri~dicode historia. literatura. legislación y economía pelitica, incursionaba cn MExico (1 862) con sus tropas para instalar alli a Fernando
fundado por Vicense G.Quesada, que comcnzó a apareccr cl28 de febrero Maxinliliano dc Habshurgo, casado con Ea princesa belga Carlota Amalia.
de 1 86 1 y llegó a publicar ocho entregas de scsenta paginas. Bilbao pubiicó La voz de Bilbao se alzaba, casi solitariamcnte, para condenar cl
alli El desrel.rado. Sobrc la importancia dc esta publicación dice Ricardo cxpansionismo europco y todo tipo de expansionismo y agresión. Actitud
Rojas: ! qtic tarnbiin sostuvo cuando España, en 1864, tomó las islas Chinchas del
... ln Revista del Paranii Jil~wrecEÚu las letrn~aryeiitiric~s.no sólo err Peni. Un heclro quc no era nucvo en sil prédica, pcro que confirmaba tina
AnrEricu. sino rn E~ii-opn.p r ~ esrableciri
s i~tia esprcie de irr[er~.crrnbio vez inñs su solidaridad con las naciones de América Latina. además dc
amistosu con El Correo de Ultramar, grte en Paris cfirigin Jus& M. insistir en las condiciones sociales, idcologicas y religiosas quc eran los
Tu~.l-esCoicedo. A ello dehenios, en purte, la oleirciúii qlre esíe
periijdico Iiirponuomericnno prestó u los escritores urgentinos,
'" i l \ r ; r L M G i \ i i \ c z , I.or preciirsosrr del socialismo cn !a Repiiblica A r g s n t i n a
13ucnii5 Aircq, 1-3 \';tnguardia, 19 17. p. 10 y S < . Cfr Dardo Cuncn. El primer periodismo
especialinen f P u los p ~ ~ h l i c i s íde
a , ~Pcli~atiú.C I ~ , V ~ hiogrcfia
.T Caicedo obrero y sncialista c n l a h r ~ c n t i n i Bucnos Alrc<, La Vanguardta, 1945 El aiilor trata, por
t~rcvihib"~'. ordcn dc nparicion, los disiintos pcri(idicos obrcrob y s a c i a ~ i s i a ~E'.t prinicro cs El Proletarin
( 1 K dc abnl dc 1838). quc ~c llama d E I mismo pcrtiidico dc ncgoq Sc proponia scsvir a la c l a ~ c
dc color. El ,irtesano apnrccib cl 1 dc niarzo dc 1 8 6 3 y r c dcfinia comn scinannrio
En 1863 Bilbao colaborb con El Artesano, antcccdente del primer cnciclopi.dicn, propoiiiSndasc tratar icmas dc artcr, indiistnac. agriculiura. cconomia poliiica
pcriodismo obrcro cn el Rio de la Plata, escribiendo cl articuIo 1,u Ley. Este y r u r ~ l ,CICIICI~IF, IiIcr~Ii~ro, c~tadisllca.administrncibn. Irigicnc y "dcmis conncimicntos iitilcí"
I.iicron cnlaboradorcs Aniatlca Jacqiics y Alcjo Pcyrcl. El 7 0 dc rulto dc 1867 fuc su iilnima
periodico habia sido creado por Bartnlomé Victory y Suarez (1 833-1 X97), cntrcga. Lc + i r u c n o i r w pcriódicor. como E1 Trahajadnr (scticmhrc dc 1872). ir^\ noos
~nmigrantcespañol, quien tambitn dirigib La Crónica del Progreso y, rnás d c s p u c ~Le R c v o t u t i o n ~ i r cI U dc lulio dc 1875), El Pciroleo, aniinrmo 4 h i i m i i r i ~ r i ~ o
aparccc cl ?U dc ahrll dc 1875 Fn 1x78 aparccc L a Lu7 quc afirmaba Fcr orpano d c las clascs
nrolctariaq En 1879 i n l c El Dcucamisadn. \uhiitiiladn "periódico rojo"', c irnprcro rii csc
"' Dtcc;u t. PRO, Hiatnria del pensamicnio liEosiifico argentino Ciradcrno 1 Mcndoza, color, que hacc profesión dc fc socialista.
Universidad Nacional dc Cuyo. Facullad dc Filaaoiia y Lctrns, l07?+p 164 "' A H T U RAKI)AD,
~ Origcnrr de l a influencia de Renlin en rC U r u ~ u a y Scrie. 11, Lstudios
'" ROJAS. op cii., t . 1'111. p 587-588. Aiiotn cl autor quc Caiccdo cscrrhró ras biogralias dc y Tcsiimoiiios, Mnntcvzdco, Insiituto Nacional dc l n v c s t i ~ a c i o n c s y Archivos Literarios,
Qucqada, I.úpcz. Albcrdt, Juana Maniicla Gorriti y o i r o ~argcniinos 1955.
causas del atraso y penurias vividas. La publicación de la obra dio lugar a la 111. Marco general de sus ideas.
respuesta combativa de José Manuel Estrada, expuesta en E1 catolicismo El j aego categorial de oposiciones:
y la democracia. RefutaciOn a La América en peligro, del Sr. D. Francisco civilización y barbarie
Bilbao (1862)Iz5.

Otros escritos se sucedieron, pese a su estado de salud, ya muy


agravado. En 1862 rcdacto también el ensayo La contra pastoral, realizó
una jntroducci~na la Vida de Jesús de Erncsto Renin. de cuya iraducciíin
se hizo cargo, titulada La revoliicirin religiosa (1864) y sus Estudios En esla obra de reconsirucci0n v venganza n o
religioso.^, publicados póstumamente por Manuel cn sus Obras completas. contemos con los honthi-es del pusrtrio: los tro~icus
Igualmente colaboro durante 1864, cn diversas oportunidades, con el añosas y carcomidos produjeron ya siis fíores de
nrorna deletkreo y sus,filitcrs de sabor nmargo. E Qile
periódico El Pueblo. Ese año dio a conocer la obra mayor de sus riltirnos
dias, El evangelio americano, compendie y testamento de sus ideas. El i)engan íírholes nriews a dar-flures nzievas J . fnitas
19 de fcbrero de 1865 fallecía en Lujin. Provincia de Buenos Aires, irirevas! ,Los viejos a la tumba, lo.^ jevrnes a la obra!
acompañado de su esposa Pilar Guida Spano, con quien habia contraido
enlace en 1863, y de su hermano Manuel. Este, al terminar su biografia Manuel Gon7ález Prada.
para las Obras completas, hizo el vivido recuerdo que transcribimos: Discuii~oen pl Polireamn, 1888.

Iniciador del racionaiismo en Amer-icn, arrasrró iinn vida sin


descaiiso, iitchando sin cesar cnrilru toda r~ppresion Anatemirodo
1. El pasado americano
por el clero, maldecido por las fanatico.~.coridenaih muerte poi-
los poderes civiles, peregrinando de ciudad en ciwhcl, de puehlo en
puehlo, soportando hambres, pi-isioiies y de.~tierros,surcando los Con el inicio dcl siglo XIX el pasado colonial srncricano se prcsenta
mares en husca de una tierra ddo~idepesur, lorfurndo por las cn las nuevas naciones conio un hecho grave, no ineramcntc en términos
defeeeiones. su afma triu~ifósin doblegarse u i ~iilsratice, Firme en sus económicos y poIiticos, sino social por la condición dc pueblos de un territorio
ideas, las sirvió con In p IIIIPIU,la palabra y /a espada; J~despues de comun que comienzan a visualizarsc en calidad de ancestraImente asediados.
rnnta lucha, de tanto cbkz saboreado, siicumhr¿i de-fatiga. cilaado el
Asi acontece en Chile con hombrcs que, nutridos en parte por la lectura de
c u ~ r p ono ~irvo~firerrasparaclibergar esa alma que vol6 u refundir.ve
en el Ser de 10s Seres. dqiurido en la tierra un reguero de luz por obras introducidas por José Antonio de Rojas e incentivados par la resistencia
donde los pireblos pudiesen encaminarse al parniso de la quc Buenos Aires habia apuesto a los invasores ~nglesesen 1806, comienzan
humaniriind, -la RepUhlican2". a gestar el movimiento emancipador.

Lo que nos hacia dependientes en tiempos de Ia corona española no


era nuestra relacion politica con el poder central, dado el aspccto más
':' JosC MANUELEsTRAOA, El ratolici.smo y l a dcmacricia. Refutacibn a La Anrgrica rn cvrdente, sina nuestra condicion dc subordinados, con una actitud ncgativa
peligro, del Sr. D. Francisco Bilban, cn Obras Bucnos Aircri. P. Igbn, vol 1, pp. 111-2X2 compartida quc bloqueaba toda posible rebeldía.
'1" MANI:LL UILRAD. OP C I ~ . . p C L X l X
MARCOGI-KFRAL DE sus ID FA^...

Algiinos csctitos. que pueden estimarse como bascs ideológicas dc la peninsulares que con afán no tardaron en progresar al frente del comcrcio
independencia chilena, aspiraban a revertiaeste candicionarnicnto, como sc en Santrago del Nuevo Extrerno. En poco tiempo fi~eronconstituyendo una
expusiera en los catecismos laicos. Nuestros movimientos dc indcpcndencia nueva aristocracia al desposarse con miembros dc las antiguas familias, por
fueron así la primera manifestacibn orgánica de la valoraciOn que la vida lo que e? grupo hcgemonico vio ampliado discretamente su número. En
americana cobraba. Mas esos moviinientos. frutos de líneas reformista5 c manos de sus dcscendrentes estuvo la responsnbilrdad de los hechos po!iticos
innovadoras en cada una de las naciones quc surgían, no resultaron siempre consumados en 1810 que permitieron el paso del Cabildo -instihición
expresión de lineas populares, como podria suponersc. En la inayaria la protectora de aquclloc grupos-. a la conszinición dc la Primera Junta Nacional
lucha fuc IIcvadn a cabo por grupos esencia1mcntc aristocráticos, integrados de Gobierno y. fundamentalmente. al establccirniento del Primer Congreso
por crioElos y españoles prósperos, poseedores dc la ticrra y c! coizzercio. Nacional. cn 18 1 1. cn cF que serian figuras prominentes Salas y Bernardo
Quedaban en la periferia dc las decisiones los grupos inedios, integrados O 'Higgins.
por empleados adminisiraiivos dependientes de aquéllos, y tos grupos
populares. traba.iadorcs (le los campos y [as ciudades al servicio dc patrones, 2. Bilbao y la idea de una nueva naciiin
ocupada en menesteres para la subsistencia. En térnzinos generales, la
pobrcza cconomica y social se conjugaba hostilmcntc con el abandono Como sc desprende de los aspectos quc señalamos. la cancelacion
intelectual del cual las mayorías no escapaban. Va Manucl dc Salas, del vinculo político qiic Hisprinoainérica mantenia con España por Iñs guerras
verdadero precursor de la indcp~ndcnciachilena, habia dedicado sus de indepcndcncia no significo e l inicio de etapas quc nilestras sociedades
discursos y sir plan de operaciones al intcnto de subsanario. Las revoluciones sintieran ~otidtanatncntccomo mejores y cualitativamentc distingiiibles. Si
indcpcndentistas marcaron el final dc una kpoca continental. comi~na csioc cl esfuerzo de los hombres notables en cada una de ellas estaba dirigido
pueblos: la perdida de la legitimidad del régiincn colonial. Sin crnluargo. conforme a una nueva idea del Dcrccho, la sociedad en su conjunto continuo
algiinos honibres con intereses políticos consideraban que no se había dado cl transcurso de los dias afcctada por problemas que distaban de ser
csa perdida de legitimidad para los grupos que con poder socral. econijmico novedosos y miichas vcces aqucjada por cruentas luchas internas. Al avanzar
y cducativo conducían la vida de estas naciones. el siglo XIX la cornprcnsihn de diclios probleinas se instalaba cn una nueva
dimensión q u e ya no pertenecia pura y exclusivainente a! orden político.
Prestigiosos historiadores de la vida chilcna como Miguel Luis sino al de las exigencias sociales. Dentro de estas coordcnadas emergieron
Ainunategui, Diego Barros Arana y el propio Lastarria han coincidido en individualidadcs qiie pertenecían a una burguesía cuya condición social les
señalar la dicotomia soclal que el tiempo fuc acentuando en esta nación. habia permitido una educacion a1 alcance de ciertas familias, con poder
Por un lado sc hallaba la gran masa coiiformada por la servidumbre indigcna economico, aunque con desventuras políticas. Esas adversidades lcs harían
y los "infcliccs mestilos prolctarios", condenados a una "perpetua y conocer cl exilio cn mas de una ocasión ante el empeíio dc establecer un
desesperante esclavitiid disimulada". según la expresibn lastarriana. Por nuevo Estado modificador de la situacion vrgente, quc sc Ics apasecia tanto
otro, el patriciado, aiccte al lujo y al gasto. apegado pcrscvcrantcinente a o más injusta que en los tiempos previos a las declaraciones de independcncia.
las iradicioncs. que habia mantenido y acrecentado su influencia por unioncs
inairin~onialcsventajosas. Sin embargo, a fincs dcF siglo XVIII y principios Por lo demas. la vivencia de una situación de crisis. qiie aquejaba pos
dcl siguiente el trabaja laborioso dc la tierra favoreció la región central; igual al orden social y al individual, no cra privativa de los hombrcs
situacion econóinica que pcmitiú la instalacion de gnrpoc inmigratnrio~ americanos. En Europa los avatares políticos hacianproclainar a los teoricos
la exigencia de un fundamento cspiritual, anclado en la razón, para una y la uniiin de fuerzas. Es decir, que a una situacihn socia1 y política dada
nueva estructura social. Por este motivo cs apreciable en los romanticos, era posible oponer una situación social y politica deseada, de ruptura con
como lo era en los ilustrados, una actitud eticista que sostenía que las la división entrc una cultura superior y una inferior. Pesarosamente se
instituciones y reformas sociales por sí solas no conllevarian la felicidad lanzaba impulsado por el sentimiento de angustia de vcr a las naciones
mientras no se lograra una nueva disposición espiritual, que era calificada quebraniadas por el atraso y la barbarie. Buscaba con todas las fuerzas
de auténtica civilización. Esta fue la posicibn que adoptaron representantes realizar la civilizacion, hasta el momento sólo un anhelo con fecha dc
del movirnicnto socialista cristiano, integrado por los ya mencionados nacimiento cn el grito de independencia americano. Su accibn. alimentada
Lamennais, Michelet y Quinet. mediadores de la legitimacibn entre el discurso por el entorno familiar y las ideas paternas, queria contribuir al cambio de
bilbaíno y la religión natural. El mismo Saint-Simon, cuyo evangelio era la las estructuras vigentes. Acudía al discurso de los teóricos franceses que
hermandad entrc los Iiombres. en 1 X24 le cscribia a Comte que todo intento había leido con fruición, alimcntada por la amistad personal. Sin
de ordenar las instituciones le parecía algo cornico mientras no surgiera organizacibn no habría Estado y sin ambos tainpoco libestad. Esta resultaba
ninguna nueva organización espiritual de la sociedad. el fruto del espiritu moderno, cuyo paso previo era la autoconciencia de
una situación de sujecihn que era posible torcer como realidad impuesta
De la Icctura de sus textos resulta evidente quc Bilbao trataba de temporaltnente. En este sentido, cl recurso 5i los pensadores europeos
difundir eI potencial emancipatorio de la "luz de la razóny*,nucleado en las debe ser apreciado desde la pcrspcctiva dc la accion de tendencias sociales
palabras libertad, igualdad y fraternidad. Su critica a la sociedad que aspiraban a desarrollar no solo una vocaci9n nacional, sino la nación
contemporhnea estaba impulsada por una visión social en la cual los valores misma bajo un reordenamiento de la propiedad privada, la tierra y sus
y las normas de la vida cotidiana impcdían la realización de los valores modos de producción. La tarca rcqueria adoptar medidas para lograr la
revolucionarios y progresistas. Las frases encendidas, pasionales y hasta educación publica -cuya ley se dictará cn ChiIc en 1860-, sin trabas de
exaltadas estaban dirigidas a cuestionar las cstnicturas de las sociedadcc orden confesional, pero con acentuado carácter ético.
americanas, en cspecial la chilena, y las articulaciones decisorias de tipo
vertical y jerirquico que las vertebraban. Las élites operaban cubriendo La fragmentación de la sociedad en dos bloques, estrecho uno, pcro
el espectro de las relaciones sociales, ya dcsde el Estado, como desde poderoso; grande y numcroso el otro, aunque sojuzgado, exigia tzn nuevo
fuera, por una legitimación cruenta de su poder en enfrentamientos bélicos ordcn para el cual debía contarse con la comprensión de: la situacion de
y por un sistema educativo restringido y selectivo, dest~nadoa los dominado. A esrc tipo de movilización espiritual apuntaban los escritos
descendientes de esas mismas éli~es.A los que sc añadían la organizacibn bilbainos. Pero no bastaba con ese despertar, era precisa la participación cn
agrícola y las elernentalcs manufacturas que producian los obreros y peones gnipos de a c c i ~ ndirecta, que nivieran existencia insíitucional. La creación
mediante un sistema servil, y la division de las ideas políticas. Asimismo, de la aIudida Sociedad de Ia Igualdad aspiraba, precisamente, a liberar al
Bilbao culpaba a csas élites en uso del poder de gencrar una serie de hoinbrc moral y materialmente, por eso nucleaba artesanos. Sobre esta
accioncs destinadas a prevalecer cn su condición hegembnica. Sus palabras sociedad debemos decir, aunque parezca paradojico, quc sc apoyaba en el
evidencian un racionalismo critico a partir de condiciones sociales estimadas criterio de la diversidad social y la tolerancia ideológica, por lo que el nombre
como negativas y aspirantes a un nuevo orden, a l cual se juzgaba mis venía a significar, según nuestro entender, la voluntad de ser reconocidos
justo. En otras palabras, Bilbao entendía los problemas de su tiempo como como iguales en el derecho a pensar y decidir política y socialmente.
consecuencia dc situaciones adversas. superables por la razbn, el trabajo Asumiendo el lugar de una conciencia opositora indignada, convertira a la
MARCO
GENERAL DT. SI;S IDEAS ...

sociedad chilena en el modclo de trmsformaciOn posible (y con ello al resto encapsulado, todo cl ideario de la RevoluciOn Francesa: la cancelación del
de Hispanoamerica) porque entendía que esa sociedad cra el modelo pasado, que consideraban vergonzante, la aspiración a un futuro que sc les
indeseable de una organización fundada en la ausencia de libertad, de igualdad aparecia como pronsisorio, la palabra ardiente. la aspiración a fa conducción
y de fraternidad. Asi pues. intentaba organizar una sociedad de iguales para dc la sociedad para producir los cambios ncccsarios para el logra de una
dar curso a la libertad. Este era el nucleo a partir del cual el puñado de economía próspcra en una nacion feliz. En fin, la univcrsalidad de estos
hombres que Ic rodeaban comenzaba a dar cuerpo a las ideas liberales, que propbsitos Ics parccio la meta venturosa que podría alcanzar una sociedad,
se le aparecían como una nueva ideologia destinada a satisfacer las Sin embarga las cspcranzas no llegaron a constituir un proyecto en el sentido
necesidades presentes y futuras. Primordialmente se trataba de establecer de elaboración de una actividad programática conforme a objetivos mas o
l a posibilidad de la igualdad en caIidad de paso previo y fundamental para menos realizables. En este sentido, las acciones que Bilbaa llcvó a cabo por
cualquier nueva configuración política. Esta propuesta se veía obligada a los principios del liberalismo cn AmErica eran paralelas y simultáneas a Ias
proyectar una doble vía de accion. Pretendía ganar el espacio de[ podcr marchas y contramarchas que ese ideario tuvo en Europa, principalmcnre
politico y, ademis, transformar la sociedad en sus aspectos productivos, ya en Francia, una vez descolorida la revolución. No obstante, Bilbao pcnsó
fueran econBmicos o culturales. Apuntaba pues a una doble emancipación: hasta su muerte que podia ser llevado a cabo, como lo testimonian sus
la individual y la social, conio condición adecuada y necesaria para aquC1Ia. Últimos escritos.
No obstante, estos hombrcs. en su afán por apresurar los cambios que
deseaban, identificaban las causas en las dos fuerzas conservadoras,España 3. Ernancipacihn mental y juego categorial
y Ia Iglesia Católica, sin tener en cuenta quc la vida de los pueblos cs mas de oposiciones: civilización y barbarie
compleja y que los hilos que articulan su entramado no son tan manifiestos
ni lineales. La liberación que proponían no estaba exenta, por lo demas, de "Sombras de la ignorancia", "temor" y "abuso político" eran las notas
cierto espíritu conservador por cuanto buscaba una religiiin más auténtica, del tiempo de Ea barbaric. Mas csc tiempo, quc pertenecía al pasado en
"natural" o de 10s ticrnpos de Jesucristo. Pedian, en fin. un estado secular algunas sociedades, convivía en AmCrica con el tiempo bilbaíno. Asi lo
respaldado tan sóio cn una idea natural de Dios, anterior a toda actitud percibía el escritor. La edad media del espíritu tenia dcntro dc si la posibilidad
confesional. La organizacibn eclesiástica y su ktica social era objeto de la de alcanzar momentos más fclices, de acucrdo con la eticidad de la religión
criiica más acerba quc hasta el momento había sufrido. Instalados en Ea natural y la pIenitud de la razón o civilización. Ya el historiador britanico
etapa de la sazón, estos jóvenes usaban la palabra y la organizacion cn Edward Gibbon había manifestado su afecto por la historia para enseñanza
sociedades para reclamar la libertad dc pensamiento, la Ijbertad de expresión, de las cdades futtiras antc el triunfo de la barbarie. Y ésta es tambicn la
una socicdad política y cconbmicamente más justa y el termino de las leccibn que recoge nuestro autor.
diferencias. Discutian y objetaban las jerarquias establecidas para proponer
otras rcglas de juego quc cstirnaban más equitativas. En esta tarea se Bilbao protagoniza en Chile la esperanza de un tiempo mejor, al que
empeñaron contra todo aquelto que frenara su realización. El procesamiento hubiera sido posible acceder cambiando la estructura social y económica.
y el exilio fueron a veces las consecuencias, pero no se amilanaron en los El suyo era un proyecto que distaba enorrnementc de lo quc con desdén
lugares de adopción y transfirieron a ellos la pasión revolucienaria. Tal la considcraba el proyecto de los ricos. Esta actitud por cierto no hubiese
accibn desplegada a su turno en Lima y Buenos Aires por Bilbao, como tenido lugar sin admitir Ea atta significación de la vida humana y la
hemos visto. Se podria decir que en ellos cstá, aunque de un modo posibilidad de mejorarla en su existencia diaria. Hay un texto de
Hoy eclips~sd~ la 114: trunsfipiracioiies de la irfea. i~zterrc~nos de la
considerable extensión que desde las palabras iniciales descubre su nociOn irrclrd que ci(breir de rii~iehlasel espacio, de iiiid$erericia al mundo
de historicidad quc hallamos en el folleto El gohierilo de la libertad. A "v y ue sirine~jetlu la Iiumanidnd eii el dolor. Pero s i e m p r ~Ja ceiltellu
¡os electores. En él se refiere a la aurora de la nueva vida que aparece fiqitivo reoparece solire las agitas de uii dilrti~io,Ú sobre las aiirra,~
S O ~ P Pel mundo americano. para no engañar por mds tiempo a la
ensnngrcnradas de los rnonurnenfn.7 del crimen.
providencia traicionada y a lo Iihertad viiipendiadn. Dado que el
escrito, del cual ya hemos hecho mención, estaba destinado a prcparar a Y en líneas siguientes completará la idea: Lo qzre m i s retarda el
los electores antc una convención que reformaría la constitución peruana udi~enimierriode la Repiihlicn en los inreljjeilcias, es la rnrierte del
de 1839, Bilbao rcitcra, al igual que en la mayoría de sus escritos, el sentinlien !o Iiumailo en los corrizoizes la ene?~nci0rrde /a ilo Ittl~tad.
JJ

carácter exhortativo: (1. 235).

Todo hoinbre es soberuno y es por eso que tiene el derecho y el deber


Este sentido dc la historia rnarca C! grado de optimismo que embargaba
de pensar en la cnsn pzihlicn (res-publica). [...l. La indiferriicia eir el
pensaniierrio, In Erichlenciu en el crir.a:ón, Iu irierciu en iu vuluntrid
a Bilbao, pese a las dificultades, y que le acompañará en su rnaltrecha
es la yire caracieriza a los pr~ehlosdecrépitos y esclavos. El estudio. existencia, porque "la anarquia es siempre transitoria". La creencia en un
1 ~ 1c n r i h d . eI aabnjo e.7 lo que cal-actcrisa R los paebios libres y futuro mejor, triunfador sobre el diluvio o las minas, seria la realización de la
e . ~236).
~ ~ i ? ? l (l. . idea de repcblica, con un Estado organizador de sus funciones -
hndamcnlalmente la educación, la salud y cl crtdito-. y benefactor de la
Sin embargo, cstc alto dcstino no sc alcanzaría sin comenzar pos la rnrseia (1,240). Lo quc pone al descubierto con su discurso cs que la opresiva
libertad de pensamiento y la "suspensión de nuestros juicios anteriores" sjiuaci8n de America -a veces llamada por C1 "cesarismo" o "autocracia
para recibir la nueva luz, aunque estas instancias suponían al mismo tiempo absoluta", no le era intrinseca; que esa realidad negativa era circunstancial,
la rcstauraciiin de una moral exzraviada que atendiera a Ea "solidaridad tcnia su historia y podía ser superada. Para eso era necesario apelar al
natural dc todo lo crcado". De allí sir queja: El mundo vaga eir in h i ~ f n r i a esfuerzo, la voluntad y la determinación. con el fin dc desandarla. Ya e1
como u i r plr~netadcL~fi.nzado,... . Y inás adelante agregara: La i-efornia sigIo X W había rechazado la opinibn arraigada de que hay crertos principios
social debe e m p e z a r por n o s o t r o s , y eii iiosotros por la innatos o nociones primarias. Las facultades dcl hombre se desarrollaban
despreocirpación de In inteligencia. (1, 236-7). Así, para Bilbao, nacido con la experiencia y el medio ambiente era su escenario. Los escritos instan
en la coyuntura dc la Ilustración y e1 Romanticrsmo. pcnsar racionalmcnie a buscar la oportunidad dc escuchar al futuro y hallar el propio camino. En.
era. sobre todo, pensar libre de prejuicios y pcnsar críticamcntc rcspccto el primer escrito polCrnico que hemos citado, Sociabilidud chilena. habia
de la realidad circundante. La filosofia de la historia que atraviesa sus planteado unos años más tardc y coincidentemente con Juan Bautista Alberdi,
escritos, cuestihn que desplegaremos mas adelante, alude invariableniente quc si nuestro origen estaba en la revoluciiin de la independencia, nuestro
a la triplc dimensión de pasado, prcscnte y futuro. En cfecto, en su caso dcber era "completarla". Nitestra obligacibn, no realizada por O'Higgins,
el pasado ofrccía la Iccción dc lo quc debia cambiarse, el presente l a era "afirmar la iójica de la soberania popular de donde había salido." (1,25).
voluntad de realización, y el futuro la posibilidad de alcanzar un mundo Esta nueva ctapa era planteada como una otra revolucibn que, anilogamente
nuevo, iina cocicdad difcrcntc. Sugestivos parrafos del inisino escrito dan al argentino, apelaba a Ia cmancipaciiin mental, en este caso bajo la forma
cucnia dc lo quc crccmos advertir: de la "duda", de la interrogacibn, ante el tribunal inequívoco de la razón:
Ei7t1-e nosofros In idea culminante como /rerederos de la revoliiciOn es- que distaba dc ser mínima y de los sujetos una conciencia solidaria que
c o m p l e t a r l ~ .Completar la revoiucióii es apoyar- lo dernocrocio en el tenía en cuenta las diferencias sociales y las disparidades economjcas. La
espirihr y Ia fierro, en /o edecacióil ); la propiedad (1, 34). Después de nueva forma de gobierno trataría de crear una organizacion dc la vida social
esras palabras resulta pertinente señalar que la mentada revolución no seria que, subsanando las desventuras históricas, permitiera a los hombres vivir
obra de la violencia, sino fundamentalmente del Derecho, es decir dc la en una sociedad mejor, una sociedad feliz. conforme a los dictados de [a
razón aplicada a la legislación. verdadera civilización. Bilbao no aceptaba ningún tipo de determinismos. ni
tampoco justificaciones de los hechos acaecidos; de aqui que sus escritos
La interpretación quc cfectuó de los escritores rrancescs h e la de sean invariablemente un entramado de juicios de valor. Con sus ideas, su
una teoría moral a partir de Ia cual fuese posible cstablccer una forma de activismo político y el modela de sociedad scptrblicana que proponía, mostraba
gobierno paradigrnática Lcjas estaba Bilbao de hallar una justificación del al mismo tieinpo su carictcr histórico. temporal. rontrngcnte y modificable,
estado de cosas en America, especialnicnte en la conjuncion dct poder y la cuestioncs sobre Ias que volvcrcmos. -4 travCs de sus cscritos crcia poder
riqueza, y la cxplicablc, aunquc injustificada negación de los derechos civiles inducir a rcchazar el fatalismo dc las miserias. En su celo por lograr las
para rodos los ciudadanos, como la ausencia de una fonna democrhica de metas republicanas, acusaba de opresora y rctardataria la presencia de
gobierno. En El movimiento racial de los pueblos de la América grupos conservadores +ntre los que jncluia al cIer+, configuradorcs dc
Meridional diri casi al pasar que la libertad individualista -afincada, por las instiiucioncs de su tiempo. Esas instituciones como forma eran para
otra parte, en la Arnkrica del Norte-, equivale al egoirnio, a diferencia de la Bilbao incapaces de dar cabida a las virtudes republicanas y democraticas.
Libertad como unidad qrie es "justicia", que cs "amor". La mayor consigna De tal manera entonces que la probleinaticidad de la que daba cuenta se
quizá esta en el cuando, cn u n signo de rcnovada detcrrninacion desarrollaba en un doble nivel: entre los habitai~icso matcria del tejido social,
cmancipadora. afimiara que la independencia de Chilc y AmCrica seria y entre instituciones o fonnas de dicho tejido.
obra de los mismos americanos, sin esperar la ayuda de sociedades
extranjeras. Un cainbio que debia realizarse mis que a escala de tratadas o No cabc duda alguna quc ta posición critica que Bilbao asume cc
pactos político-militares, a los cualcs no dejaba de otorgar un lugar cmincntc, mueve en torno a un cjc axjol8gico que propone un modelo de socicdad
en el interior de cada sociedad y en el ligamen con las otras. fundado sobre la voluntad de hombres libres, iguales y fraternales que crecen
y se educan. a su vez. en una sociedad con dichas características y a la cual
Así, podemos adelantar, sin error de inrerprciacion, que la eIlos mismos nutren con esas notas. Debc tcncrse en cuenta que la palabra
generalización dc las razones o causas dc la conflictiva vida amencana. "sociabilidad", empleada cn SU primer cscrito, como es dable recordar, era
vista por Bilbao desdc el prisma dc la civiliracibn y la barbarie, estaba sinónimo de civilizaci6n y su n e g a c i ~ nconstituía un acto de barbarie. Por lo
oriclitada por tina filosoiia mesianica. empapada de entusiasmo politico. demás c1 término pone cn cvidencia la visión social de algunos romanticos.
que prcvalccia sobre una lectura pesimista. Esti claro que intentaba
incorporar idcas con el fin de mejorar matcrial y cspiritualrncntc a las Con el racionalisino en sus manos, Bilbao hacia frente al conscrvatismo
hombres para combatir el infortunio y las limitacioiics socioculturales. liispanoamericano. El llamado a la ~onstmcciónde una nricibn liberal cn su
Interpretaba entonces que la intervención pública dc los hoinhrcs de gobicrno ideario y republicana cn su forma, convocaba a grupos sociales
en la vida dc los ciudadanos scria evaluada como un elemcnto positivo dcl heterogkneos. Esiaba persuadido dc Ea neces~dadde contar con una base
accionar politico. Nada de cntraño tiene que reclamara del Estado una accihn social amplia en la que incluía a las grandes masas populares, desde los
"rotos" en adelante, a quienes elevaba a un plano de igualdad con el resto Como habia invocado con palabras voltcrianas al comenzar SociahiItducl
de la ciudadanía. La emancipacion por las a m a s tan sólo habia significado chileno: Descendx ddu hotií des cieux, aicgtiste vériie!.
un comienzo en las luchas por la consoIidación del Estado nacional. Pero,
en este scnúdo. daba también un paso más: prolongaba las aspiracioncs de Un propósito ejemplificador se lee en sus paginas, a veces combinado
las fuerzas políticas que desde la independencia tcnian por horizonte común con una prosa irónica, como hemos indicado. Cuando cscribe con desairc
la unidad americana. Nos parece importante agregar que para BiIbao habia para sus adversarios hace uso de un recurso puesto al servicio de dos
una sola definición de civilizaci6n, la de los pueblos que buscan su propio conceptos que parecen cstar a la hiasc: l a valoración de lo "bajo", o para él
gobicrno en beneficio de todos; y una sola barbarie, la de aquellos quc inal supuestaniente bárbaro, y el dcsco dc otorgarle voz. De aqni que sus
obstaculizaban esa civilización. Cabe señalar que, a diferencia de la visibn textos sean un cxtenso alegato sobre la libertad y la condición humana y
romintica sarmientina y aiberdiana sobre nuestro suelo, Bilbao restringía su que busquen una permancnte violación del orden esrablecido al denunciar
pesimismo sólo a los hombres -no a determinacioncs geográficas-, y el encubrimiento de la asimctria de las relaciones reales entre los hombres.
tampoco a todos ellos, sino a una porción recortada de los mismos: a los Bilbao se visualizaba a si mismo como cl puente entse dos edades, entre dos
servrdores de l a barbarie. El hombre no era naturalmente pcrvetso, su formas: la colonial y lamoderna, pero al revalorizar lo antagónico él mismo
quehacer bien podia corregirse, pues de CI se podian esperar actos vimiosos es visto -dcsdc los grupos conservadares y religiosos-, como un
si se dejaba guiar por la luz de la razón y la experiencia. Estimaba que el revolucionario transgresor en un doble nivel: en el dc su propia condicion de
funcionamiento de la sociedad le ofrecia la dicotomia civilizaciónharbarie y hombre culto, y en e1 dc lo cstablecido. Cuando Bilbao rcdacta sus escritos
la posibilidad de identificarla con dos grupos sociatec bien definidos. Lo quc no lo hace en calidad de teórico, sino como miembro activo de la vida politica.
va a rcalizar es, precisamente, darlc a csa polaridad no sólo la condición de Buscaba el efccto rapido y conrundente bajo una palabra definitotia e n sus
catcgorias descriptivas, sino tambitn explicativas del proccsa histórico valoraciones; mas sentida en sus aspiracioncs que medida en los pasos a
americano en general y chileno cn particu t ar. seguir. El clima socral quc nutría sus preocupaciones era. e? parte, e l mismo
que se alteraba y conrnocionaba por sus escritos y 10 haria motivo de
Nucstro autor era un ~ntelectualcon un vocabulario en buena medida persecuciones.
dieciochcsca, que se habia propuesto escribir para ser leido por un segmento
amplio dc la ciudadania. La difusión de las nuevas ideas era su meta mas Bilbao escribe apremiado por los que él consideraba enemigos de la
concreta y cxplicita en el empeño de escritor. Esa actividad era un dispositivo civilización. Cree comprender su condición de americano y que cc preciso
politico para la 1novili;raci~nsocial, cuyo imaginario estaba puesto en la una voluntad hacedora para la realización de esa misma americanidad, pero
representación dc una realidad mejor. La opacidad de las rclrrciones de se dirige con imprudencia hacia la parte dominante de la sociedad y, por
poder se hallaba, como se ha dicho, en cl presente y en el pasado; en un sobrc todo, hacia la fuerza dc nuestras instituciones tradicienales. Un aspccto
pasado que se perdía en !os ticinpos de la colonia, pucs arrancaba con el que a otros romlinticos no sc les pasará por alto y scra, a la postre, para el
inicio de la conquista española. la causa del frustrado éxito dc sus afanes. Cuando cscribe Sociabilidad
chilena cs juzgado, quiza, no por atacar s "pelucones" y ciérigos, sino por
En sus textos, un deseo de libertad y de justicia, de amor por la darse cuenta y manifestar que la emancipación no habia terminado aun de
humanidad. son el núcleo de isna nueva actitud religiosa, inspirada sobrc realizarse y que la razón aincricana proveia al hoinbrc dc la dccisión para
todo en Lamennais. destinada a cancelar l a ignorancia, la pobreza y el odio. lograrIo. Es menester no olvidar, por otra parte, que la vida literaria dc
nifestro autor se inscribe en el marco de una América decimonónica que Dentro de las líneas del liberalismo decimonónico y quizi bajo riesgo
mantenía frente a Europa una actitud de rcbcldia y dc acercamiento, con un de una apretada consideración. afirtnarnos que Bilbao -y junto con él otros
movimiento muchas vcces pendular, que dari lugar a aspectos que veremos rnfeinbros generacionales- expresaron un liberalismo reformista y hasta
más adelante. rcvolucionario en la medida en quc concibieron al gobierno como agcnte
liberador-inctusive redistrihuidor dc riqueza- y npt~mistaen la concepción
Como ha afirmado Roger Picard, y cn cicrta medida puedc afim~arse antropolbgica al pensar a los su-~ctoen términos de creaturas natural e
de nuestro autor, dentro dcl variado cspirrm revotucionario -del que los intrínsecamente razonables y perfectibles.
socialistas dccimonónicos se jactaron-, había afinidades innegables. Esto
cxplica la congrucncla entre el amor al pueblo, la ayuda que se deseaba No debe pcnsarsc cn Bilbao como un mcro rcflejo de1 pensainiento
prestar a los dkbiles y oprimidos, asi como las aspiraciones de una hurnanitarista francés. Vale mas considerarlo parte del movimiento
transformación social que engastaba en los ideales de 17X9. EE mismo autor racionalista retnantico cuyo ccntro fiic París, pero con proycccioncs que se
ha señalado el espíritu apocalíptico y salvacionista de Ios escritos de extendieron a Europa y América. Esto cxplica el lenguaje emancipado, cl
Lamennais, tan paipablc, por lo demás, en tas palabras de Bilbao acerca del scntirse ciudadanos dc un inundo de opresibn qiie dcbia mejorarse, devotos
presente de combate y sufrimientos que para él estaba huirfano de propulsores de una socicdad que recrin coincnzaba. Con toda caben las
predestinacion. El papel activo que nos asignaba desde las piginas juveniles diferencias q ~ i cel siglo XiX experimentó por el mismo proceso dc los
no dccrecc cn las obras dc madurcz y cn csa dinámica hasta los elementos acontcciinientos históricos cn uno y otro continente y la maduración de 1ñc
gcograficos jugaban su papel. junto a la "amonia de las razas" incorporadas idcas.
cn nucstra vida. El protagoilrsmo crapucs co2cctivo. Su condicibn, la libertad
y la unián para las naciones y cntrc las naciones, ya quc sin Iibcriaci la unibn Ni ateo ni anticristiano en sus escritos, pero si enccndidarncntc
resitltaba anarqr~ia,y unión sin libertad tan sólo despotismo. anticlericat. Bilbao sc hacia eco inilitantc, hacia el final de sils dias, de la
masnnetia dc su Cpoca, como hcmcis dicho, y al terna dcdiccí diversos
La afirmación de lo nacional abarcaba en Bilbao todo el arco social, discursos. Por caminos hereticos intentaba formar la canciencia de lo que
inas principalmente las masas populares "iluminadas" por la razón. Sabia llamaba una nueva Epoca. en oposición a las antiguas tradiciancs h~spinicas
cuáles eran los aIcances de los grupos sociales y con roininiico y cristiano y al sentimiento rclsgioso cat~lico.No obstante. sus scfcrcncia~al pasado
estremecimiento convocaba a los sectores humildes. La reforma de la son sucintas y sin rasgos analiticos pausados. No es alcatorio decir que ese
sociedad en nombre dc la fraternidad y lajusticia debia tener pues un aIcance sentimiento de iiiodernidat1 que le arrastraba pasianalrnente sc vcia a si
total. La critica a los scctores aristocráticos y terratenientes no la hacia con mismo como la vanguardia quc sc cxponia a las cxpcricncias de una sociedad
el fin de enqjcnar la ptopjcdad privada, a diferencia de algunos socialistas. (Chile c Hispanoam6rica. simplemente Arnkricapara el) quc no habia tenido
En su cspiritu liberal la aspiración estaba en que todos contaran con el lugar.
bcncficio dc la tierra productiva pasa liberarse de la miseria. Todo ello con
palabras que inarcan, con ampulosidad reiórica, el alcance que en sus textos
tienen las categorías de civilización y barbarie.
JY.Pensamiento político y
fundarnentación ontolbgica
de la libertad

La Iiliertad del homl~reen socredd cotrsWte en no


ser someririo a otro pncicr Iegislativo que e! q u se
~
esrciblece por corlsen/fmiento cleiirro riel Estado, ni
n l p m a , ni n Ins lirnitncioiics
u1 domiirio de ijol~ri~tad
de -9 ulgiiiia, liiem de las qrie ese poder Iegi.~Ilatiiw
dicte de u c i ( ~ r d or . v i ! /u comisidn qire se le ira
coiifiodo

John Locke. Ensayo sobre el gobierno civil

J . Doble vertiente de1 concepto de libertad

De una primera aproximación a los textos de Bilbao puede Eograrse la


iiiipresion de una cierta anarquía íilosofica quc no scria mas quc reflejo de
un pensamiento desdibujado en sus origenes. Sin embargo. la relectura de
los misinos pucdc rornpcr cl círculo dc cstas apreciaciones para encontrar
algunas cuestiones con raices m i s lejanas que la de los maestros por él
citados -Michelet, Quinct y Larnennaic, fundamentalmente-, y lograr una
sisiematizacjon mayor. Este seria el caso de la idea de libertad individual
sujeta a las condiciones naturales de los hombres en consonancia con la
racionalidad que los hermana, expuesto en su c i ~ a d otexto El gobierno de
Iu liber.!ad. A los elec!oi-es.
La libertad, que en sus escritos tiene, en primer lugar, carácter En ese continerire que ahraza todos los climas y todas las lariiirdes.
eri donde rudas las,formas ge:eogr$?cas distribuidos en grande, como
contestatario, no es concebida sólo dc un modo negativo como ausencia de
para servir de ciciia á las graildcs naciones, en donde 30s i~iejdsideas
sujeción a un principio. Entendía Bilbao que la libcrtad se adecua a una de la Europa clesupareceri bajo el desprecio, eri donde viven h . r
norma que, en cuanto derecho positivo. no había sido ahn escrita en su nncionalidudes que ~ i oharr podido a/rontar Ius invasini~es
sociedad. De aquí entonces que la libertad ruviese el doble fin de la aplai~di'dus,e.7 rrllí p i e dehe nacer la relijion ttnive~.valy iiefiniiivu
crnancipación o liberación y la de la auto-determinacjbn, cuyo elemento del por-venil: Ja Iiherrad en el pudel: en In conciencia. .en lo ~ioci¿lii.
forjador era la razón. Estaba unida a l a ley y ésta al ejercicio de Sa razón el lipa completo del ciudaclai~o iritegral; en irnn palabra. la
s o b ~ m n i ude la ley?. de la libertad (1, 179).
quc debia logsarse en la humanidad como estadio superior y avanzado de la
felicidad. Lejos estamos pues dc las interpretaciones de Hobbcs y de Filmer
Como se advertira, Ia visión que presenta Bilbao se mueve en la
que signaron una etapa del liberalismo curopeo. En el primero por su idea
de una naturaleza humana perversa y en c1 scgundo por su concepción de contraposición EuropalAmérica para explicar las sociedades que habitan
ta libertad como ausencia de ataduras.
en uno y otro confin con la intención de arpumcntar m favor de los cambios
que desca para estas tierras americanas. Pero la cuestión no se limita a lo
No se tratn 4 i c e Bilbao- de medir la altlrra de( sol de la libt*rtuden señalado. Del hccho dc que hay una pluralidad dc sociedades humanas
el mericliaila de Puris, iri eii el de cilalquier otra cupilnl ( I d viejo
inferirii que las leyes quc gobiernan a las misinas no obedecen a una oscura
tnuiido W vcrdud~i-omei-idiairo es el de la coiicieiicia, y en arlelurite
este sera el qiie grric hacia la lihertnd los pueblos de la Amenca JPI
fatalidad y por 10 mismo deben adccuarse a las necesidades quc ellas
Siid LU sei-vididmbre mrircrl q i i ~Iu arrtoridud del viejo mitnrfn 17o.r planteen. Bilbao se sirve sobre este punto dc la concepcion de la sociedad
jmponiu, Iia cnido .feliznicnie para nosotros. Despi(És de haher elaborada por Montesquieu. En efecto, por sobrc la ley natural que hermana
rr holido lu nror iarquia con n~ie.~fr-u perra d~ Icr itiiiependencia, nos a los hombres como scrcs racionales libres, las leyes positivas deberán
qrreduba crrin (Irte destr-tiir el reiiio rnomi de los pti~blosettrvpeos adaptarse a los caracteres diferentes de Ios pueblos. Si la ley natural tiene
(1, 172).
carácter de principio irrefutable, las sociedades deberin dictar sus leyes en
calidad de aplicaciones practicas de dicho principiot. La confrontación que
La recuperación de la Tibcrtad primcra, signada por el amor fraternario,
efectúa entre lo que de hecho ha sucedido cn Amética y lo que debería
perdida cn cl tiempo, necesitaba el paso de un estadio de liberación o suceder, determina que Bilbao transite constantemente la doblc dimensión
emancipación especificamente en tres campos: poIitico, ccontjmico y social. de lo descriptivo y lo prescriptivo, eludiendo explicaciones históricas lineales
Por ello proponía un poder civil articuIada a partir dc un régimen republicano, bajo las que correría el riesgo de incursionar en argumentaciones de tipo
una asignación dc limas en calidad de propiedad privada que permitiese causal o mecánicas, por las cuales las situaciones pasadas aparecerian como
vencer un sistema de explotacihn de la mano de obra agricola, y una neccsariac. El recurso a elementos Iiistóricos esta siempre puesto en el
superación dc la división de grupos sociales enfrentados por diferencias marco de una evaluacion negativa de !o aconiccido. Afirmamos qiie, en
valorativas. Superada esta oscura etapa la sociedad habria dc recobrar la toda caso. Ias alusiones al pasado desde una perspectiva descriptiva, tienen
autentica libertad que para Bilbao tenia sentida poner cn tCrminos
declamatorios:
' Pero contrariamente a Montcsquicu, Bilbao no sostcndsi estas argumcniaciones sobrc cl
Si, el rnismo Dios ha preparado ese hogarlicrra el niteilo Ghiesis de la clima y cl arnh~cnicpara infcnr quc el gobicrno dcbia pcrtcncccr a la clasc mclor o aristocracia.
lrbertali hidnta~ia. Bilbao rccogc cl "dcrccl~ohistorrco" apoyado cn la gcografin, agrcginíndolc cl "dcrcclro natural"
igualitarista. dc caractcr volicriano. sin accptnr. como rcsulta obvio, Ins idcas monárquicas
en Bilbao el sentido de abrir paso a lo que considera debería ser su sociedad, En el mismo escrito distinguirá dos ámbitos de leyes: una divina, que
porque se mueve siemprc con categorías axiológicas para contraponer lo cs la libertad, y otra plural, que son las leyes humanas que los hombres
negativo a lo positivo; lo birbaro a lo civilizado; Io injusto a lo justo; lo sancionan; éstas a su juicio, debian estar en consonancia con ese primer
indeseable a lo deseable. Es en este sentido que 61, y junto con él los orden: La ley divina es ii~mzifahky sograda; la ley humnna es variable
idcóIogos a los cuales recurre, sc presenta corno el verdadcro o auténtico y respetable (1, 248).
custodio del orden natural. con lo cual invierte el discurso de sus opositores
porque en definitiva serian cstos mismos los que invocando cl derecho natural Visualizaba la libertad como el indiscutible axioma que poseía el carácter
lo habrÍan traicionado. de máxima ley, a la cual, en su condición dc bien supremo. debían adecuarsc
todas las demás. Un aspecto que puede vincuIarce con el desarrollo temático
¿Cuáles son las formas de gobierno que a la postre distingue y cuál es que Locke expusiera en el Ensayo sobre el entendimiento humana,
la deseable? pero que tambitn aparece en el Rousseau defensor dcl ordcn constitucional,
combatiente del despotismo y la tiranía; y en apreciable punto de encuentro
En cl texto citado se advierten dos modos de conccbir la libertad: con la tcoria de la libertad de conciencia quc el inglés tratara en el Ensayo
como ernancipacihn y como sujccibn a la ley. El escrito en su totalidad es sobre la tolerancia.
quizi Ia exposición m i s orghnica y, n nuestro juicio, mas ordenada y
sistemática que pudo legrar de sus ideas. Entiende allí que la condición Bilbao con su teoría del gohierno o democracia no delegada aludia a
siite ytcrr iron para el gobierno de la libertad es cl c,jercicio directo del un protagonismo politico según el cual la libertad tendria un anclaje ético de
poder por parte del pueblo, sin delegaciones o mediaciones. Desde el obediencia a las leyes que los inismos protagonistas elaboran, para c~ntrolñr
punto dc vista del que ostenta cl poder la delegación dc la soberania era la desmesura de los podcrcs Individuales. Y esta eticidad tendría a su vcz
una "usurpación"'. un "crimen", un engaño para legitimar e1 despotismo. una fundamcntnciOn antropológica: Sin nri pensamie~tto-dice-, que es )ni
Desde el acto del quc delega era la enajenación de la libertad y la indiijidiictlidad impenetrable, no seria responsab!e, sería un rnieniliro
ahdicacibn de la soberanía: de otra ser: tina niiquinn movida por estrafio (gente, no tendria d e ~ t i l l o ,
personnlidad, ni porveir ir (1, 253).
E/ qite delegu su pensnniienro Ó-facultad de pensur -dirá-. abdica la
snhera-aniu de si, razóii y, se convierte en tnstrzirnento de1 delegado E1
que rlelegu s i r jilicjo O Juciiitad de j~/zgni:-en lo relniiw a si misrno,
Un leve kantismo no declarado y quizá inconsciente sobrcvuela los
nbriicu sir concieiiria. El que delega s i r voli~ntadsc coirvierre en párrafos siguicntcs: Elpensainiei?to es la ilisihn de la IDEA. La visidn de
incíqi~iiwo c.~clctiso. lu ideu es lu I-eguladora de la vida, es el gobierno de si mismo. e.7 la
soheranín intrnsmisihle (1, 253-4). Y a continuacion:
Y mas adelante agrega: Ln sobaranía se mctn[fiesta por el poder La .~oberanioO Ja visi0n irrniariei~tey permanente de lo iden dc
de hncer- Irr /e? por el pnriei- cie c¿pplicarla-v por el poder de ejec~ttarla libertad y si, ericornacirin en la persona, es pires el gobierno del
(1, 246). Vcmos asi que sólo en cl cjercicio de la Iibcrtad se llegaba para cl hombre y el gobierno de los ptiebios. Esa saberunía es IG Iegi~lncirin
autor a ser auténticarncntc libre, al convertimos en princspio y fin del ordcn. o el pensaazienro.
Lo soherariin no p11ed.e n'ercgarse, a.ri como rro se puede negar- el Digamos, en primer Fugar. que la palabra democracra, t a n
peifsumiairo E/ que i r i e ~ ael peiuumien~o,PIEiL'SA qrre lo niega y frecuentemente usual en cf vncabulario politico del siglo XIX, tiene en Bilbao
pensando que lo i i i e p , c.~.stngfiiniariclo gire piensa (1, 254).
dos niveles y quc ante todo predomina un significado valorativo, destinado a
la movilización política de los lectores, que cc impone por sobre el rigor
i,Cuil cs cl antiguo y discutido papcl politico que Ic asigna a las
tcórico que el lector actual pretcnderia hallar. Hoy diriamos quc la intención
mayorias?
persuasiva se vislumbra en cl carácter enaltecedor y encomiasiico con cl
que la adornaba para oponer la forma democrática de gobierno a las formas
Desde el siglo XVi? cuando el principio del gobierno de la mayoría
desphticas, como impositivas de las normas de conducta para los ciudadanos.
comcnzii a cobrar un ascntimicnto más extendido a pazir del célcbrc ensayo
Pero bajo esas formas abominablemente barbaras latia para el autor una
lockeano sobsc el gobicrno civil, cl conccpto dc soberanía popular hallará su
base social y económica por substrato.
culminación práctica en la RevoluciBn Francesa. Pasado el fervor
indcpendentista americano, 10s románticos conservarán la idea en el plano Es fundainentaltncntc a la luz del tcxto que venimos citando, El
politico. y en el caso de Bilbao de un modo mis cxaltado quc cn otros dc sus
gobierno de Ici lihei-tnd. que se 1ogr;i me-jor su idca de dernocracja. sobre
coetineos por la mentada concepcj8n de una democracia sin delegaciones.
la base del rechazo de forriias autocráticas -cnírc las que incluye la
Nuestro autor. con rcfcrcncia al iodo y a las partes, dira: Ln sohei-an;~
deniocracia representativa-, y el pronunciamiento por la participacion directa
reside etr ¡a nncih~t.e n los grirpos ri asaciaciones prrrrinles en que se
cn Ia crcnción dc las nosriias dc la sociedad. Al describir los modos de
divide In iincióii J. eli los iiicliuidiios (1, 255).
acción directa dcl pueblo destacaba [a iinportancia del protagonismo de
base que a Cstc lc correspondía a través de la forrnaci~nde "tribtrnados"
Notoriainente pospone las partes a la vigcncia tic Ia totaIidad cn La
encargados de ser el foro para la discusión de las necesidades politicas,
medida cn quc la libcrtad no sólo concedc derechos sino tainbiin deberes
sociales y econ0micas, independientemente del contenido final quc dichas
de c a r i c t e r social. Par lo d c n ~ i s ,la nación tendria, en ese sentido,
normas tuvicscn. aunque, naturalmente, entendía que el pueblo no podia
prec~nincnciapor sobrc los dcrcchos de las asociaciones y estas por sobre
traicionar sus propios deseos. Introducia entonces de un modo dirccto la
los hombres que las conforman. La mayoría. Ilainada pueblo, "pucblo rnundo"
critica que los roinánticos ejercieran sobre el despotismo de los ilustrados y
en algunos de sus escritos. señalaría las prioridades en las decisiones publicas
la vieja idca de un gobierno para el pueblo sin el pucblo.
a tomar.
Mas Bilbao no siilo sc movi6 en e[ terreno de una propuccra discursiva
2. Democracia e ideario liberal del concepto dc democracia. Pasa apreciarla es posible partir dcl tcxto
mencionado acudiendo a otros con el fin dc ampliar la significacibn que
Detengámonos brevemente sobre el conccpro dc democracia que
para C I tenia. En este caso se liga con el ideario dcl Iibemlismo decimonónico
recorre los tcxtos bilbaínos con la aclaracihn previa que cl autor einpEe0
en cuanto corriente de idcas que cubria aspcctos politicos y econóinicos
especialmente cn algunos escritos el concepto d e repiiblica,
fundanientalmente. por oposicibn a formas arcaizantcs dcl poder en los dos
fundamcntaimente en una primera etapa, aunque luego parccc alcjarsc de
ámbitos, tal como enrcndia se habia desarrollado Fa ctapa de doininación
su zitilización para rcfcrirsc concrctaniente a lo que llainó "deinncracia
española y sus prolongaciones despues de las movimientos de indepcndcncia.
directa". segiin ya heinos apuntado.
EI liheralisino politico y econóiiiico que proponía no soln estaba ligado a la
modalidad propia del Estado que garantizaba los derechos humanos que reclamaba una rccstmctusacibn dcl mismo. Sin dudas, la cxigencia de
innlienables, enunciados por la Revolución Francesa, como la libertad de estos últimos se vincula con el tema de la participaciiin entre los cuales se
pensamiento y acción, la protección de la vida, la viabiIidad de relaciones de incluía el mismo. De la critica que realizaba al pasado y a las éhites
produccrón econ6mica distintas, sino tambikn la acción eficaz dcl Estado gobernantes, apoyado en 10s filosofos, puede decirse que Bilbao proponia la
que, lejos dc ser prescindente, era capaz de llevar a cabo medidas positivas instauracjon de un sistema de gobierno democrático sobre la basc dcl
en e[ plano de la educacihn, la salud y e1 crédito, con el fin de beneficiar a conccpto de participación, el cual es aludido como sedistribución dcl podcr
las mayorias en su condicibn de pobreza, para compartir los niveles decisorios. invirtiendo la situación dada hasta ese
momento Es decir, la formulación y el control de las normas dadas desde
El democratisrno de Bilbao se ascntaba sobre tres exigencias mínimas, 10s grupos licgemónicos hacia cl pueblo, debja cambiar por mecanismos
scgún puede colegirse de sus trabajos: 1) La igualdad de todos los hombres que permitieran la marcha desde este hacia 10; niveles ejecutivos. Mas no
y, por consiguiente, la disolución dc los grupos o sectores de privilcgjo en proponia una simple inversibn sino una superacibn de situaciones sociales
cuanto fuerzas que actuaban por sobre el interes de las mayorjas. 2) La antagónicas porque entendia que la democracia permitiría una ampliación y
existencia de un gobierno Eticamente distinto. 3) La divisiiin tripartita de un redishlbución dc las accioncs deliberativas y decisorias donde cada individuo
gobierno, cuyo amhito £undamental estaría centrado en la tarea legislativa tcndria su influencia en las determinaciones políticas a emprender.
por ser ese el lugar de la participacibn directa,
En su revisión critica del presente y del pasado de América, Bilbao
Esta apretada dcontologia dcl sistema democrático que reclamaba se aludia a una situación de negación de la participacibn, a pesar del cambie
ajustaba al doble juego de la evaluación que realizaba: desde su prcsente que dcbcría habcrse operado en el paco de colonia a nación independiente,
hacia cl pasado y desde el pasado hacia cl presente. Si del periodo por la continuidad de los grupos hegemonicos.La absolutizacion de la posesión
inmediatamente posterior a los días rcvoIucionarios se trataba, entendia que de la verdad había justificado y legitimado la estructura polftica, cconbmica
los agentes del poder en ténninos generalcs lo habían ejercido bajo un nuevo y social vigentes, al mismo tiempo que el prestigio con cE cuaI sc habrian
ropaje pero para florecer ensimismadamente y no en pro dc los intereses de revestido sus anunciadores, generando así una jcrarquia y un podcr que
la sociedad cn su conjunto. De manera entonces, que el aspecto critico que para Bilbao resultaban contrarios al interés general.
Bilbao ejcrció sobre los hechos acontecidos nos pauta ya en los tcxtos el
sentido acotado por el término democracia cn su vocabulario, pero hay En el texto citado precedcntcmcnte la alusiiin a una democracia directa
mis, como se ha intentado sugerir. aspiraba a la ruptura de dicotomias excluyentes entre gobernantes y
gobernados para convertir a los hombrcs ca ciudadanos o actores sociales.
3. Democracia y distribución del poder Situación que no era dable esperar tampoco en una democracia
representativa en la que sc mantendrían los grupos antagónicos de
Al ajustar la lcctura dc los textos bilbaínos a intereses objetrvos, mas gobernantes y gobernados. En su propuesta se tendia a convertir a estos
que encomiisticas o punitivos, es dable advertir cn sus obras la existcncia últimos también en gobernantes activos. Las dos generaciones que le habian
de tres csferas sobre el tema del poder: 1. La dc los filiisofos y tcóricoc que precedido no habrian abandonada una visiiin conservadora de las eshrcturas
problernatizaban la cucstion, nombrados al comicnzo de nuestro escrito. 2. de poder cxistcntcs cn virtud de las distancias entre sus discursos y la praxis
La de los politicos y sus adláteres que lo ejercian. 3. La de la sociedad civil por un lado, y por otro en el encubrimiento del orden cxistcnciaI ante la
ausencia dc una actitud radicalmente crítica de las conductas ejercidas. V. Esbozo de una filosofia de Ea historia
En consecuencia. Bilbao se presenta a si misme como un enunciador.
agente del cambio, capaz de cubrir ambas falencias ante los protectores del
slaIu giro.

Como habia aprendido de sus maestros, no dejara de acudir a bases


inetafisicas para la hndamentaci6n de su brega, sólo diferente de otros La I7israr.i~i ~ oIrr rompotien los puros hechos, sitio
románticos en el tono empleado para exprcsarlo: habia un orden del mando, In cuticie~iciaque SP tengo [le ello,^
absoluto y racional. que era preciso traducir en un reordenamiento social de
las naciones americanas. Desde pensadores franccscs accedía también a Leopoldo Lea.
los tópicos predilectos dcl idealismo alemán, del rnrsrno modo quc muchos Dos etapas del pensamiento en Hispanoamérica.
de sus coetancos. Venía así a enjuiciar al gobicrno criollo que habia acunado
los inicios dc la nación chilena. La scvcridad altisonante contra la nacion
española y cl clcro era. probablemente, un tiro por elevación para aqutl, cl
gobierno criollo. ¿O acaso la FormulaciOn de los cargos podia sortcar a los
fundadores dc la emancipación americana? En su fuero interna dcbió 1. El legado francés
sospechar dc la desme~urade atacar a los prohombres de la independencia.
E! despotismo ilustrado de los forjadores podía ser cuestionado de modo En el presenlc capítulo dcscamos avanzar sobre aspectos filos0ficos
indirecto. La razón iluminista habia descreido de los hcchos palpables. Esos que ya hcnios anticipado y. al inismo tiempo. precisar la filosofiade la historia
hechos eran el pucbto, no como ciudadanos, sino como la inayorla cn su qiic atravicsa los tcxtos bilbrtinos.
condición de plebe. Y es sobrc csta n o c i ~ nde pucblo que Bilbao se muestra
en su singular pensamiento, por momentos tan ccrcano a Alherdi. Sabido es que los paises americanos del Cono Sur estuvieron durante
cspecialmente en el enjuiciamiento de los caudillos poputares y en cl recclo el siglo XIX sometidos fuertemente a la influencia del pensamiento filosbfico
quc la figura de Rosas impondría. Sin embarga, nuestro autor es un otro político francks. en muchos casos mediador del pensamiento alemán e,
restaurador, el del orden dc [os tiempos origrnanos. anterior al olvido dcl incluso, angloescocks. Asi lo reconocía cl mismo Alberdi en las tan difundidas
Evangelio en dondc las leyes no estaban cscritas sino bajo la forma de paginas tempranas dcl Fragmento preliminar al estudio del derecho,
narraciones zradicionalcs. Aspectos que tocan a una filosofía de la historia aunque el testimonio más vivo de lo que afirmamos sin novedad haya sido la
y sobre los que volveremos. presencia de intclcctwales emigrados franceses. como es el caso para el
Río de la Plata de Ainadeo Jacqucs.

Como lo ha podido documentar Jcan Sarrailh, cierta klite intclecltual


española acusó e1 influjo frances en la formación de elementos insurgentes
que contribuyeron a la forinacion de la mentalidad libcral cn la Amirica
hispana, y despertaron a la lucha contra el antiguo orden monirquico'. Cabe reprcsentativa del mayor espectro político de la sociedad. Sin embargo, y
agregar a esa primera etapa, signada por los movimientos independentistas, contrariamente a los partidarios de Babeuf, que atacaron el derecho a la
la continuidad de la influencia en la etapa romántica, que con renovada propiedad privada, Bilbao la consideraba un autkntico signo civilizatorio en
vehemencia acogió las idcas de Rousseau y Volncy, el constitucionalismo una sociedad latifundista, como lo era en América por aqucl entonces. Si e3
de Montesquieu, la nucva lectura de Herder, Vico y Cousín, y la literatura análisis de la doctrina del francés rechazaba la propiedad privada porque In
rnasonica, especialrncnte en la decada del veinte. naturaleza le ha dado a cada hombre el derecho de gozar de una
igual distribución de todas las pewlenencias, con el mismo criterio -el
Hemos ya asentado que Bilbao se hallaba bajo el influjo francés. del igualitarism*, Bilbao afirmará el derecho a la propiedad privada como
Concretamente de Michclet tomó la admiración por lo que llamaba Pueblo, un modo de romper con Ia existencia de grandes terratenientcs que obligaban
que evocaba a lo largo dc todos los escritos. Dc Quinet sentirá la repulsa injustamente a trabajarla precisamente a quienes no eran sus ducños y
por los regímenes imperiales y una interpretacibn dc la vida de los paises tampoco rccibian el reconocimiento del Estado, aspecto que aparece
como una larga gesta por la libertad, al mismo tiempo quc la idea de la igualmente cn Lamennais, como hemos recordado en nuestra Introducción.
incompatibilidad entre el catolicismo y la libertad. Larnennais le swrninistriii
básicamente el "humanitarismo liberal", creencia religiosa en una especie Por otra parte. su amigo Santiago Arcos cn su conocida Curta de
de fraternidad humana o participación de todos los hombres en una misma Saritiago Arcos a Francisco Bilbao (29 de octubre de 1852) con su utopía
f e , capaz de salvarlos al acceder a un nucvo orden social. Pero, igualitarista, con antecedentes que se hallan en el utopismo creado por la
fundamentalmente, tomó de éstc la actitud hostil ante Ia tradición teIigiosa, Revolución Francesa, proponia, dentro de un marco de reformas
en defensa de la "verdadera tradición universal", come llamaron a los tiempos evidentemente revolucionario, que el pobre pudiese tomar parte activa de la
originarios del cristianismo. república disponiendo de tierras, ganado e instrumentos de labranza, como
primer paso para su participación en los intereses de gobierno. En este
Tampoco podemos excluir, al menos en un balbuceante paralelo, la sentido se ha señalado que su proyecto, de corte ilustrado y hasta jacobino,
figura de Francois Noel Babeuf. Su Diario de la libertad de prensa, coincidia con el plan de Saint-Just: Arcos ha sido un ejemplo ciertamente
redcnominado luego La tribuna del pueblo, encierra rasgos que cuatro interesante del di.rcursa de u n tipo de liberalismo, en la etclpa de
décadas despues aparecen en los textos bilbainos como si sc tratara, en emergencin de esa ideologia, que fue denomiilado, por las mismos
algunos aspectos, dc textos contemporáncos: 1. La vehemencia del lenguaje. liberales, como liberalismo rojo2.
2. La valoraci6n afirmativa de la constitución francesa de 1793. 3. La
formacibn de la Sociedad de la Igualdad, junta de elementos sociales Lo cierto es que si tenemos en cuenta la permeabilidad de las idcas y
descontentos y base para la acción popular. los sucesos históricos acaecidos en uno y otro extremo del océano con el
comienzo del siglo bien puede utilizarse la expresion "revolución atlántica",
¿Por qué uno y otro afirmaban la constitucion francesa dc 1793? Veían de Jacques Godcchot, para referirse a este ampIio y complejo entramado3,
en elia la palabra democracia establecida por cl voto popular, y como tal
! ARTURO ASDRES Rore. El pensamiento latinoamericano y su aventura. Bucnos Aireb,
NCfr JEAN SARRAILI-I. L a Espafia ilustrada en la segunda mitad del siglo XVIIT Trad de
Antonio Alaiorrc Mtxico, ICt, 1957; puctlc vcrsc tarnb~cn O CARLOSSTOETZER,El Ccntro Edrior dc AmCrica Latina, 1994, t. 1 , p. 188
pensamiento pnlitIco cn Ia America española durante el periodo de l a emancipacihn. ' Cfr. JACQUES GDDECHOT,Lar revolucianes (1770-1799). Trad. dc Pedro jofrt. 2". Ed.
1789-1825, M a d r ~ d .Instituto dc Estudios Paliticos, 1966. Barcclona. Labor, 1974.
ESHCIZC)
1)F U'iA F ~ ~ . O S O FUF
~ A Lrl HISTORIA

pero que nosotros preferiríamos cxtender en el tiempo hasta promediar la los pireblos rrisis o riierios libres, rrspit.ni~ ixiru/n~et~re
y mcrrclrrrrrin u la
primcra mitad del siglo XIX, decadas durante las cuales proliferaron diversas ilez, cadu lino dc .rzi Indo cí Irl ~.ealrzoc.iii~r
d e la Rquhlicn.
sociedades -dc agricultura, económicas, de amigas del país, y logias
masbnrcas-, organos de &Fusión de ideas cuestionadoras dc las autoridades Y en la misma página agregara:
~ubernñmentalesy religiosas, como del orden social. Mas con lo dicho no
L
A pe.Tar de 10.7 n hstárirlos qrle se izns han erigido por todn.7 porles, a
queremos significar que debamos proceder al abandono de las nociones pesnr d~ IUS UIe~grurimsin ~iomhreqire nos hari aromerih henios
AméricalEuropa, verdaderas categorias sociales más que polos geograficos, p ~ a r d a d nsana snli~nIn iden de In Reprihlica, qire e.7 el firrrlJame~~fo
?T

corno lo habian sido para don AndrEs Bello cn la primera dc sus silvas de !Il/(CStl'U el1 FtEIlClCl ([, 169)
americanas, cn las que Europa es luz y miseria:
Coino pucdc colcgtrsc dc estas breves lincas y reiteradatnente, l a
Tiempo e,r qtie dejes ya Icr cillrcr Eiiropn
palabra pucblo no aparece en Bilbao para designar a la porci9n ignorante
Qlie I I I notivn I-usfiqiwz desorno.
dc la sociedad, sujeta a cotiductas incontrolables. Diríamos, más bien, que
F' di/-ijns el i~ueioa (I{~ndete abre
aparece la icsis invcrsa, quc sitúa al pueblo cn un lugar de privilegro, por ser
El nrun~fode ColOn su grnncie escena
actor social por cxcclcncia nl posccr cn sus manos los resostcs del Estado.
al menos desde el punto dc vista doctrinario. Rechwada pues la idea hegeliana
En cl pcriodo circulará la idea de un Estado modcmo. configurado por
dc "pucblas sin Iiistoria" para pensar AmCrica, cabe inferir dc sus palabras
una extensión territorial y popular. sin restricciones para la autoridad del
que poseianios en nuestra condición de nmcricanos -con cxccpción dc l a
puebto. Simultineamente se mantendrá la idea de una nación educada,
vergonzosa esclavitud bras11eñ;l-, la madiircz nccesaria para constituirnos
necesaria para cl cjercrcio pleno dc la soberanía popular cn el plano poljzico.
en una nación organizada, sobre la base de la libertad para la plasmaci8n
económico y social. Todo cllo fundado en el dcrccho natural coino fizcnte
dcl propio destino, que desde su optica no podía scr otro que el dc una
Icgitiinadora.
república.
2. Partición temporal y organización del poder
En lincas generales Bilbao se tnovia en una secuencia temporal
tripartita, pero a su vez cada una de esas partes hacia el pasado y hacia el
A través dc los textos de BiIbao podemos ver cirrno cl racionatisino
futuro rccibinn una nueva partición en porciones inmediatas y mediatas. El
romántico alcanzb cn nuestro confin americano una expresión combativa a
presente era investido de la miixirna negatividad en cuanto consecuencia
la vez que mistica, tanto por los tenlas tratados conio por la fonna de l a
de un pasado reprobable y con ello residtaba digno de justificar los deseos
cxprcsión dada a la palabra. Precedido por dos cuesriones que con Icnguaje
de cambio e n nombre de un futuro mcjor y dc un pasado muy remoto,
neoctasico preocuparon fuerternentc a los hombres de la indcpendencra -la
confundible con los tiempos originarios dcl crlstianisino, merccedor de
cuesti6n dc la aniericanidad y la unidad fraternaria-, abren el abanico dc
recobrarse.
sus intereses hacia teinac sociales. a l tiempo que en muchos casos se
convierten en f~lcrtesdemandantes de cambios palitjcos que no dudan cn
Contrariamente a lo que los ilustrados y algunos rominticos como
llamar dcmocracia y republica. Esto l e hará dccir a Bilbao: Descle Pa~ranrcl
nuestro AIberdi plantearon, Bilbao no subordinaba cl ejercicio dc la vida
hasta el CciGo de Ihrnos, tí escepción de irncr parte del Rrasrl, rodns
deinocratica a estadros futuros de educación del pucblo. En cstc scntido. la
naturaleza había provisto a los hombres de las capacidades básicas para que ejercía el poder. Más airn, se podría decir que dichos tribunados serían el
ese ejercicio. La deIegación de la práctica de esas facultades habría primer ámbito de la visibilidad del poder. Para Bilbao no se trataría de hallar
encerrado una concepción elitista de la sociedad, de la cual hubiese separado una fucrza externa a1 cuerpo social para impedir el aprovechamiento de
a la porcibn mayor y para él más valiosa. Notablemente, sobre este punto la conflictos internos por sobre la voluntad de la sociedad, a la que concibe
palabra bilbaina se acerca al discurso liberal francés y norteamericano, como sujeto activo de sus destinos. Se tratan's, en fin, del consenso cn cuanto
abierta al futuro y a lo novedoso porque se siente en una cotidianeidad instancia rcguladora del podcr. Ei tema tocaba, naturatmcntc, la posibilidad
insana y frigil. Se puede afirmar que a le largo de su obra hay una valoraciiin del autogobierno y, con ello, la capacidad y responsabilidad que competía a
positiva del pucblo que nunca decae, a diferencia de lo que acontece con el cada uno de los iniembros del cuerpo social. Entendía Bilbao que bastaba el
autor de las Bases, en quien, como han mostrado algunos estudios, pueden ejercicio colectivo de las funciones deliberativas, sin el predominio de unos
establecerse tres periodos claramente diferenciables4. Mhs aún, pareccria sobre otros. Una aprcciacibn quc sc halla por cierto lejos de la alirmacihn dc
referirse a la cntidad pueblo a veces de un modo rcal -Corno cuando señala Montesquieu cuando cn El espíritu de las leyes nos dice: ... el pueblo,
su prccaria situación-, y otras de un modo imaginario, como cuando alude a teniendo .r~rficientecapacidad para entemr.re de la gcL~fiOn de 10s n fms,
sus virtualidades. En estos ultimos casos, al preñar10 de eticidad, no alcanzaba no e.rth capacitado para drrigtrse por si mrsmo (11. 2) La idea del tribunado
a pensar quc el pueblo al que se refiere podía tener intereses divergentes, encierra, por lo demás, otra cuestión, como la del primado de las leyes por
no siempre rcdituables para el bien común. Obesionado por la igualdad, sobre [as voluntades individuales en el espacio del poder. En estos, los
guiado por el deseo de felicidad, Bilbao omitía que también puede haber tribunados. se efecriia la sumision del podcr individual al: Derecho.
deseos y proyecciones no generalizables. Anteponía, en fin, la idea de que
los individuos quc componen e[ pueblo pueden hallar su punto de identificación Sin embargo, cobrevolando el terna con excesiva generalidad, no
en intereses muy generales, m i s alli de diferencias mecores, dificilmente describía Bilbao la organizaciiin cotidiana de los habitantes de la ciudad, la
diluibles, pero si subordinadas a intereses indiscutiblernentc coinunes e distribución dc las ocupaciones producidas en la sociedad y la misma
inalienables. dinamica interna dc los tribunados y su compatibilidad con los otros
estamentos gubernamentales de la república. Sin duda, el autor era guiado
Bilbao señala que el riesgo del poder iIirnitado era una constante ante la en estos párrafos por el dcsco de inrncdlatizar la relaci6n "requeximicntos
cual cra preciso precaverse. Otorgaba el poder al: pueblo, pero la soberania sociales"/"decisioncs dc podcr", al punto t a l de fundirlas en el mismo actor
tenía sus limites en el cstado participativo y dcIibcrativo permanente de sus social. Demandanre y dcrnandado serían uno y el mismo. Bilbao intentaba,
miembros. Así pues, aunque la concesión de la soberanía sea una categoría de este modo, no recaer en la situación criticada, es decir, la de una
totalizadora, para Bilbao cl hecho de que esa entidad pueblo sc hallara polarización social resuelta en la dicotoinia gobierno/gobemados. La
fragmentada en individuos que debjan ejercer su derecho y su deber de democracia representativa era justamente la renuncia a la libertad entendida
participar de la acción de tribunados, alejaba el peligro dc la tiranización dcl como autonomía. La autogcstión y el autocontrol serían aqui los ejes
poder, de inaneta pues quc el control se hallaría cn el mismo cuerpo social valorativos que homologarian Ia relación fundiéndola en una misma ~nstancia.
La democracia entendida como autogobierno y autonomia es pues e! módulo
' Divcrsos csiudios de Artiiro
Andrls Roig dan cucnta dc cllo. VCasc Si~sanaGiunta dc Arrrgoni, de la organización política que en ejercicio de la función utópica barruntaba.
Ficha bihliogrificu de Avriiro Andrks Rnig, c n CUYO. Anuario de FiPnsofia Argentina y
Americana Mcndoza, Argentina, Universidad Nacional dc Cuyo, Facultad dc frlosofia y
La critica a la sociedad corporatrva de las ciudades medievales y del Estado
Lctras, vol. 4, 19x7, p. 177 y ss estamental obraba como contrapunto de su propuesta. Sobre el particular,
resulta pues manifiesta la idealización que efectuaba Bilbao de la forma actos de gobierno o transparencia en el manejo de la cosa pública, porquc
democrática de sobierno que, aunque cn la practica es la foma de gobierno de suyo no parecian ser problemas en esta forma sin mediaciones. Se trataba.
deseable. de suyo no elimina las injiisticiac y desigualdades o, en todo caso, en suma, de organizar equilibradamente -al inenoc asi lo creía-, lar; fucrzas
puede lograrlo cn u n proceso lento. dccisorias en una sociedad, con intención de armonizar interescs
convergentes y dar cabida a todas las expresiones. Coino se ha indicado en
Para Bilbao ninguna ley podia violentar la libertad dcl individiio, ni líneas anteriores, Bilbao no daba cuenta del tipo de organizacion económica,
tampoco persona o instihición investida de autoridad alguna. Requesia sobrc por c.jcmplo, que acompañaria a su pmpuesta politica y, como sc advertiri,
ella, como sobre el tema dc la igualdad, un reconociiiiiento que no sc redujcrri no se trataha de una solución sin escollos, especialmcntc en sociedades
a1 plano formal o abstracto de esos derechos nahlralcs -segrin había ocurrido más coinplejas y nuincrosas. como ya lo eran las sociedades americanas,
cn los dias independentistas-, sino de la prictica dc Sos mismos. EI ejercicio Se diría quc ritilizaba un csqvema sfmplificador en la relación pasado/
empírico de aquéllos y la calidad dc vida dc sus miembros permitian evaluar presentelfuturo, con el lin de contraponer lo negativo a lo positivo. en un
Irt dignidad de la organización política alcanzada. y con ello su grado de lenguaje fuertemente atravesado por una intencionahdad libcradora.
ejemplaridad. Las desigualdades en una sociedad -poiiticas, ciilturalcs y
economicas- siilo eran para Bilbao muestras de su debilidad para resolver Al potenciar lo que llamaba democracia directa, Bilbao colocaba en el
los problemas que afectaban a su tc.jido interno, porque una sociedad se: inismo ámbito dc discusión los controles que en la democtacra representativa
protnovia por la promocibn de sus miembros y no habia interescc quc, aunque suelen tener los gobernados sobrc los gobernantes. De este modo creia
se llamaran de ordcn superior, pudieran subordinar esos dcrcchos inalienables eliminar el personalismo y cl patcmalismo como mal de América. Pcnsaba
sin altcrar los proyectos democráticos. Entendía. en fin. que la pcrmancncia que 6ste era el modo de rompcr con las formas de caudillismo que durante
de la dicatomización social y elitización del poder era un obsticulo para la todo el siglo XIX se criticaría acremente por distintas voces y qiie tendría
democracia. expresión hasta la finalización decimonónica, como puede leersc cn nuestrn
Agustin Alvasez. en su ataquc a las formas de servilismo.
El sistema de gobierno que llarnaba "dcrnocracia no dclcgada" suponía
para Bilbao una particlpacibn de base que permitiría el desarrollo dc la La igualdad fortnal en la que se apoyaban las tcorías de la
capacidad dc acción y de decisiiin. Lo contrario era la l~egernoniade las representación cra rechazada por Bilbao en función de la desconfianza que
decisiones concentrada cn grupos y10 instituciones que expresaban sus iiierecian los gnbcrnantcs pos sus conductas deshonestas. De la igualdad
voluntades sin dejar espacios pata otras qiic permanecían acalladas por supuesta dcscaba pasar a la igualdad como praxis, como realidad. Un cambio
decisibn de tos que detentaban el poder. Que éste residia en el pueblo no que. por otra partc, fiberaria et poder organi7ador dc todo el conjunto social,
era materia de discusión para el autor, y su preservación sc basaba, según dc acuerdo con intereses nuinéricainente tnás representativos. Cuando iija,
él. en las facultades de gobernantes o, más b ~ e nde
, legisladores, que todos aunque solo sea de manera general. cl funcionamienlo de los tribunados,
los ciudadanos poseen. El ejercicio debia cumplirse a trrrvEs dc formas y esta reparando en dos aspectos: quienes toinan las decisiones colcctivas p
inecanlsmos de organizacibn surgidos de esa misma participación gcncral dc qui: modo: y no Iiay duda de que, en la respucsia. cse poder. al estar
del pzicblo. Por otra parte. la democracia directa no planteaba e n ese caso conferido a cada uno de los individuos del cucrpo social, resulta en una
dos cuestiones qiie conciernen, en calidad de requisitos, a la democracia atornizaci~nmayor dc la quc iin sistema politrco puede tolerar, como cs cl
representativa por excelencia: la descentralización y la pubiicjdad de los caso de la dcrnocracia directa. Al misino tiempo apuntaba a la rcpla dc la
mayoría, segun la cual las decisiones colectivas cobraban fuerza de Aci, habiando de la tierra araucatia leemos:
obligacibn para todos. Mas no se trataba siilo del derecho y el deber de El clima puede ranibien iridiccirse por la armonía de sirs efectos. Llr
participar en la toma de decisiones colectivas, sino también de que se vegeraciíin es fnilor~cida.la organizcrcidn adqlyliiere e/ desnrrolio dc
lu$fi,era de IR belleza. No es muelle coinn etz las regiones untirticnr.
establecicran los derechos previos que una concepcibn como la que Ie servía
hr, se conocm epidemias. y 10 qtie es mRs notable, la exi~tenciade
de base requcria; la de los derechos del individuo que desde escritores
nnirnnles veneno.ws rs eeizteramente dcscoiiocIdu. La culrirm esfácil,
ingleses a franceses venia imponiéndose: la libertad de opinion, la libertad el valle intermediario y los lagos inferiores fai~oreceri ln
de asociacibn y tantas otras que la Revolución Francesa dio a correr. comirnicncióir en la long-irrítirddc todo el territorio ... (1, 3 14).
Brevemente, quien tenla e1 poder creaba el derecho, al menos cl derecho
positivo, y al mismo tiempo éste le scrvia de limite a sus propias acciones. Sólo faltaba agregarle a esa naturaleza laboriosidad, trabajo, o, como
dice t1, cultura. En su encendida ponderacibn dc esa franja territorial en
Los escritos cn los que Bilbao expresa cstas ideas de un modo tan otro tcxto dirá:
desenfadado y por momentos amargo, evidencian la debilidad de las tesis
Pero CJlile es el pul3 que por la coricerirrcici0n de sri jeniv y de .sic.r
que afinnan que nuestros idco1ogos -cualquiera fuese su tcndcnciia-, habrían jrerzm, por la co~~figrcl-ació~i y ~ i l r i a c i b i de
i stc ten-itoidio.por el clima,
sido pasivos antc cl desarrollo del pensamiento curopeo al enfrentar la por su raza. por el Joi~dode sus ideus, costunihrcs y senriinienros
problemática americana. La situación de indigencia calaba profundamente greseiltn la trriidad niis vital, ~ n á scompacra y m i s jirerte de la
en los románticos y antc ella ensayaban respuestas quc apelaban al plano Ain Esira. Lu arrrurirIad es en Chile la idea soherana, .?(I ¡e>)se ucer-ca
político, social, &tic0y religioso. Las dificultades internas de la convivencia a rc~~esrtrsr i c t e r la aspii.aci&n o Ir uriidnd, la
dc I I ~ I ~ ~ ~ ~ ( l-e1jjio.w;
iticlole ec Icr pei.si.~ro?cEu -1- sus i?istititw soii pos la toialiclud por Ir1
originaban diversos tipos de repuestas que se enfrentaban a veces cn ispcra
moso. por. lo tino. por la uniformidad socinl..
lucha de confrontacibn ideológica, en un proceso cn el cual no dejaba de ser
un objctivci la unidad de América cn su conjunto, en tanto mcta final de las El dehcr de la clfreccid~ide Chile coitsisie nn eri cambiar la
aspiraciones. Pero no seria éste cl aspecto distintivo del: pcnsamicnto a ,sii jctiio sino en In jbrrnn que .FC le debe apbiccrr: El
n a ~ ~ r a l e rde
.fondo e *bireito,
~ dacllc irrrufornin harrnhiiica (11,452-3).
roinintico -de tan dilatada presencia cn nuestros escritores, al punto que
algunos estudios hablan mas bien de espiritualisrno-. fue también deseo
A este aspccto debcmos agregar que se buscaba en el fondo de la
desde los tiempos de la independencia.
conciencia una actitud natural acerca de un Dios quc era principio y causa
del universo; por eso puede habIarse en 61 de una tcologia deista, que poco
3. Valoración de lo americano
tenia que ver con la Providencia y nada con la Gracia, en cuanto soporte de
la conducta ética de los hombres. Esa teologia, expuesta fundamentalmente
Resulta ser característica del pensamiento de Francisco Bilbao, como
en el escrito La ley de la historia, puede apreciarse en las siguientes
hemos venido precisando, en primer lugar una afirmación del valor de la
palabras:
tierra americana y de sus hombres, en el cuaI la naturaleza del continente
no aparece investida de negatividadcs, como ocurría en Sarmiento y en un ¿La Ir~rnimiidadhci suli~iude Dios rlirecranretire ri e.7 raii .rofo iril

determinado Aiberdi. Bilbao, por el contrario, encontraba quc la virginidad desarl-uliu, t41tnjbr1nanibs perfecta de ln crcacihri'
de America, las condicioncs dcl suelo, la bravura indbmita dc la sangre
araucana, eran condiciones favorables para una organización politica nucva.
ESROZO
DF UNA FILOSOF~ADE LA IiISTORIA

La hirwtn~ri(/ulurles irn elentento de la creacidn, pero udenilis es una sus escritos: la existencia dc Ea razón y del alma, la eternidad dc la vcrdnd,
ernnncipaciijn del espiritu. Conro org~iii,~mo J ~ . ~ i n ~ h j iliene
c o .~us
la dignidad de la justicia, la existencia de Dios, y la trascendencia del
raices en la tierra y sics anrecedenies en el reino animal, reuniendo
bajo una unidad superior 10.7 elerriento.~d~ los reinos hiferiores. nacimiento de Cristo. Estos breves textos, escritos sobre la base dc
oposiciones categorialcs, resultan ilustrativos:
Como cspiritir reeihc intnedialarnente del verbo infinito la
cotni/iiicaciún de la cetitellu, Iu visiOn del sec ICI harmoni~de hsulil: Si los gobierrios, dice Bilbao, hrdbierarr coniprcndido que el
? o esra rtrtion resitita un eiemento nuevo que es IR
y sir d ~ ~ + l i lDe desarrollo de in is~.lrnldad era el tcsrame~ito.~ngradnde 10 revolircni¿in;
dominocidn del rspiriitr -gerarqtriu necesaria en todo lo que exlsre. glre l a igidolclcrd cs In fatalidud histhricu en su desarrollo. no
Comu ur-guiiismo esJrlu1, coino espirilu es lihre ( 1 , 144). Iiirhierali slrcirnrliido. Y más adelante agrega: La igualdad dc la
libertad, es la i-elig~riirri~trversal;es ¡la ii~iidcldjftirrcr(1, 2 3 ) .
En los textos aparece la noción dc posibilidad, dc fucrza propia surgida
de la voluntad de los hombres y no de un modo providencial, contrapuesta a Y en un tcxto escrito en Lima hacia 1853 nos dice:
la nociOn samientina de desierto y esterilidad, con siis matices geogrificos, Dios tios Ira riada lna lihertacl, pn el seno de lo,fatnlidadparavencerla.
culturales y psicologicos. Ante la reversibilidad de las condiciones se pregunta NO rciieqriki.~eee tesrntnerito. O cedci.~y nhdicais, íí la Iitchu y la
y rcspondc: rictnria. La liherrud es Dios en cl hon7bi.e La ahdicnciin es el rritinfo
snnrhrin de [as iiiiiehlais. El Eilairgclio primitivo -v pr-ogresii~o.el
,Entender-enlos por l a le!> de la historia la crúnica de los Eilurigclio iriinortal, el reLi-tuincntoinriizrtahic, la prqfecin del b i ~ i t 11
,
acoiateciinlentos elevrada h la cat~.gor.iade c a ~ l s ay qficto [sic]. es paclficaci¿rii prornetih ?: rsperacJu, la gIorificacih~itrrrsceiidcii~al
rlec E?; que lo acontecido es lo que debió ser? de !la htuncrtiidnd. es en ti, estú err ti, se Ilumo corinciniiento, clmorj.
Entonces la ley ilo es sino la ,jicsrificicaci0iz de los Irechos pructica de la libertad (1. 203).
iEatetirlerernos por 1.q cle la Itisioriu uno ieoriu que IQ humanidad
dehe reuliznr eri su mciirha:' Rqiri otro pi.oblcma ( 1 , 14 1). No es precisa sobreabundar en palabras para decir que e1 idcarje
rcvolucionario francés era el trasfondo valorativo que atsavicsa cctas líneas,
En otro texto, bajo el titulo de Necesidad de/ esfuerzo, y con rasgos como todos sus escritos. Libertad, igualdad y fraternidad eran In geoiiietrira
propios de l a doctrina que inflama sus paiabras, d ~ c e : sublirne de In ciudad qire descien& ... (1. 224).
Pero tro sornasfutalistns delprogreso: no creernos que la verdad por
si sola hace su crrmiiio, sino por el contrarin, crecmos qile rodu A partir dc dichos elementos rnetafisicas, cuya nómina podría
verdad y que /u gKIoi7a del hirmario progw yo depende Jet e.sfirerzo, extenderse, intentaba construir el orden ético, jurídico y político que dependia
qtie si11e . ~ f u e r oIri, i~erdad,ICI justiciu+v el honor puedrii desapnrccei- del arrojo y determinación de los hombres, a cumpjir por America. en un
ante la conjurución de los maIi)ados.Es necesario a m u r lu justiciu, doble nivcl: dc defensa ante el asedio colonialista, y de construcción de un
trabajar sin de.~cansocotz el pensramiento, la palabra y la vol~rntcrd, sistema dc gobierno democratíco. Sobrc el punto. Bilbao sc inscribe en un
pura cscperpc;tiio peregriiro de,felicidad y de jtlsticla qire se Ilania el
republicanisino liberal revolucionario que evoluciona de. la admiración a
ggitero Iizrnruno (11, 185).
Francia a la aposicibn por el surgimiento del Segunda Emperio, como hemos
delineado al referirnos a sus aspectos biográficos.
Es preciso señalar. ademis, la prcccncia de elementos rnetafisicos
comunes a todos los hombres, que justificaban e1 igualitarismo que promueven
En el post-dicturn a la publicación dc su escrito Idea de un Congreso que dcbia estar organizada para que el Iiombre pudicse desarrolIarsc y
Federal dc las Repúblicas, nos dice ilustrativameníe: pesfeccionarsc cn ella y por medio de ella, sin ser oprimido:
Pedirnos mi4cho nras qire lo qite u r i l a se hahirr i m a ~ i t i r ~ dNo
o . es solo El i)~dividrro,el H[/.w~IQ.cirt.rpu jqalr~illlnnecesira propteu'ad paru
iitta aliu~iraparu aseg,rur el rincirniento de la I~~depe~iíiencio corltra cirmplir-su fin en !a 1ici.i-a. La propredcad la neccisitupura dde.rui-rollni-
l u ~triirurivus de In Etii-opa. ii~iicarneizrec ~ ii~istade /ntetnpsc.T sri vido iriteleclual, su vido j7'iicn .v In dc sirs htjos. Luego las
cornei-ciula. Mus elevrrdo y t~-a.~ceride~ifol e.7 iirlesrro ohjerti. condrcioi~e.~ rieccsaricrs para adqiqilii-irlns y para srclyl~irt+rIas
de u n
Un<ficurel almo de la América. modo cnmplern, Ie soii ciebidus. De nqui riace la destr.uccióii del
flexín, de In yroprecfcld feitdal de la elevucióri del salnrio á
pr-ii~
Ideitlijicar su desiirio con el de In Repiibiica.. itieciida qrle .Fe alza lo (ligirt+dudhumariu (1. 23).
,Salvar !u i~idependeiiczurerriloricrl JI In iniciativcr del ~ n i r ~ i d o
Ainericarro. nmeila:adr~.~ pnr la ít~iasicin,par ejemplo de /'a Eirropn )!
Puede advertirse que por lo menos dos cuestiones sc desprenden de
(1, S X 5 ) .
por lo dii~i.siiriicie los E.~:~tac!olos estos textos: 1. Que la naturaleza del hombre estaba unida al suelo o, bien
diríamos, kstc cc parte de él y de sus potencialidades; 2. Que la propiedad
Sobrc la constnrcciOn de ese nuevo orden aiirmaba: privada de la quc habla era distinta de lo quc llamaba "propiedad feudal", y
que ésta era en rcalidad una enajenacion a posferiori de aquella, con lo
La ciiilizaciri~ics e( derecho, es lo jtrsrrciu. es el ncr~cciitutnietrru
necesario de Iirr, de Ia frater-ri idud J. del poder en todo hombre cual su rccupcraci6n no seria sino un rctomo a un estado dc naturaleza
originario.
Cii~il~zaci&~i s i n Iiheirnd, sin el ~ o h i e r n odel hombre sohre si mismo.
sirr el gohiei-rro directo de! piiehlo es irna f a r n . El pzrehlo dehe
rtir.uniirrai-se b fonrrri- ¡a posesihn del poder: pol-q~ieel e.7 e( iinico Ya cn cl iinbito de una propuesta social, aspecto en el que enrraron de
propietario del poder (SI. 459). llcno nuestros roinanticos, aunquc Estado y sociedad no son lo mismo, Bilbao
tendía a pensar que es dcsdc una organización del primero donde se darian
Todo otro camino scria una coalici6n de las fiirieblas, en franca las condicioncc o internalidades de la niisma sociedad, por el reconocimiento
oposicion a iin camino dc liiccs. de la fuerza social que lo estatal tiene. En igual sentido, el orden dernocráiico
que proponia scria hornogeneizador de los grupos sociales, hasta cse
Por Eo que a las influencias se refiere, y teniendo cn cuenta los aspectos inomcnto en luchas y antagonismos. Asi, la iiioral es entendida en su esfera
aludidos en niiestra coinienzo, parecería quc dcbrcra cnrolarsc a Bilbao de social, vuelta hacia fuera del sujcto humano individual. La moral queda
modo terminante en Ias filas del IiberaIismo revolucionario lisa y Ilanaiiiente. resuelta entonces, no en el plano de lo intimo, sino dc lo social, en la medida
incluso atento a sus palabras; sin embargo es preciso inatizar esta apreciacion en que el hombre es visto dcsdc la categoría de ciudadano. Ante la probable
porque no deben descartarse ciertos aspectos de sus ideas, quc bien pucdcn positividad del futuro, cnfalizaba la pertinencia de la crcaciiin de un nuevo
llamarse conservadoras en el sentido mis lato del término y que aqui reiiiiten orden, al quc Iien~osaludido desde otras perspcctivas, que resolveria [os
a los tiempos originartos dc la humanidad y cl cristianismo. Es en cl marco conflictos entre grupos sociaEcs por un lado, y, por otro, cntre Estados. En
de cstas idcas quc nucsiro autor planteaba c1 aludido tcma dc la propiedad ambos casos estaba cn juego el principio de la igualdad. Los textos citados
de la tierra, a la que se refiriera tainbikn Esteban Echeverría, cuando afiririaba precedentemente son, cn parte, ilustrativos dc lo que señalamos, pero conviene
agrcgarles el siguiente:
ESBOZO
DE UNA FILOSQF~A DE LA HlSTORlA

La nholiciún de la delegación - pn sic lugar In soberanin directa O el citar diversos ejemplos -San Martin. Belgrano, Monteagudo, Alberdi,
pohieinn de l ~ libertnd
t es rrno ~ d e ugtie apaieció en m í con mi Echevcma, Lastarria, y tantos más-, para retomar a nuestro autor en su
pensamieir tn. [...] Ho): d e . ~ p u kde es t ncompletu.~
. ~todas las ei~olr~ciait caractenstica más epid&micay manifiesta.Nota que compartía con algunos
de la idea Repiihlica, e.Fa idea se presenta corno la trnidadfirtura~vla contemporáneos en un discurso no necesariamente idenii ficatorie, como
cori.~tirricioirdefiniliiw. E1 nii.vmo Roirsseair la creía imposrhle. Pero
seria cl caso con el de don Andres Bella. Decía Bilbao:
ya rio es irri liomhi-e, ri iriza secta, c.7 eelpoiv~irirniisino yur se a p o d ~ r u
de esu idea y es la igle.rin de 10 hrrnrnnirlnd qtricn pi-nclania para el Y nclrotrus qile tenemos que dar cuetila a la Providencia de las m7m
minido /u mi.~mnpalnhra.el misnro Verbo, t,na icy: La vicia irimediilarci indigenas, i?osorro.~ qiw teiremos qire prcseirtai- el especrcicirlo de Ir1
JJ directa de la snhrrariia 6 la Rcpiihlica (1, 328) República ide~it!ficndacori la ,filerza y Icr justicia. riosotros que
creenros poseer el alma pr4inrítim,v iiiiiversu/ de la lxumantclad uiin
C O Iiciericia pnrcr todos lo.7 i.esp1onriorr.r del ;den!. iiosotros en f i n
Por lo demás, cl desarrollo de la cmancipación americana devenía cn
llamados o ser- la iiiiciatrvu del iri ir ir do por trn Indn ~7 por otro la
cl horizonte histbrico porque sus propias hombres descubrian la condición
b a m r u cr la n'enwgogi(1 i1al rrhsnI~iti.rntoy la persoriificuciriri del
de otros, distintos de la Espafia, la cual, al entrar en crisis, aceleraba el pnrveriir inna hello. rrbdicurernos crtrzcii-erno.7 los hrazos. no nos
proceso de difcrenciacibn, que habrá de culiriinar cn un proyecto poljtico. A iriiirernos para cori.regtrir10.~Quien de ?zosutros, ~~~~cit~d~lCICi~t~oii, wo
partir de esta época, la noción de la diferencia, que cs la condición de cnlzimbrn los elemeriros clt. la nias gratiu'e de las epopews en ese
posibilidad de los actos emancipaiorios, se transmitirá a las ~encracfones e~ti.rnieciiiiierrtopr.ofiticoqtle C O I I M I ~ ~al C Mi~nrl,,?Dcbernos
I ~~Vlie~)o

sucesivas bajo la fornla de una conciencia social. quc cn el lenwje discursivo cle riires fl-a uniriir Rcpi(h1icana (1 1, 269).
pue.7 prcseirlrrr- e E es~~ecrcículo
sc expresara mcdiante el uso dc las formas plurales "nosotros" y "ellos".
Estos aspectos son los que lc sirven de base a la constmccion dc la noción En estc terreno se juega la oposición libertadlesclavitud que recorre
dc sujeto implicita en las palabras de Bilbao. los escritos bilbainos. Ambos términos dc la oposicibn tienen su nircico
fundantc cn el recoiiocimiento de la sujetidad dcl hombre americano. Quien
Existe aun otro aspccto que quisicramos señalar y que. de algún modo. advicrtc su situación de sornctimiento ha dado cl primer paso para reclamar
sc nos ha adelantado ya en las cuestiones a las quc nos Erenios rcferidri por [a libertad e incorporarcc al primer término dc aquella relación de
desde el comienzo. La noción de sujcto, puede afirnlarse, se consiniyc oposrci6n. Mas, aunque Bilbao tenia conciencia del elemento indígena
cuando sc da una toma dc conciencia de las circuristancias y problemas sojuzgado, no separaba de ese clcrnento al hombrc blanco, pues los había
que afcctan al tejido social y guarda cstrecha rclnción con una praxis de estos Ultjmos quc sc hallaban en la condición de aquéllos, cs decir, de
discursiva critica qric reclama por un orden nuevo frcnte a una situación oprimidos, como el nativo de AmClica. Por srz parte, sc daba el caso dc
quc sc 1c aparece desordenada y problemitica. Dc modo pues quc la quienes, a pesar de ser americanos, se habían asimilado a la conducta forinea
apreciacicin exteriorizada en el discurso de Bilbao csta preñada dc coloración y operaban dc un modo imperial hacia dcntro de la sociedad. Se advicrtc
axiolbgica, como Io estaba la de aqucllos que se scntian conformes con el pues, quc cl concepto de esclavitud y libertad cxcedia las condiciones físicas
orden dado, porjuzgar qiie lo acontecido era lo "natural" y que toda al teraciiin dc los hnmbres e invadia cB tcrrcno de las disposiciones mcntales y las
del niismo cignificaria. a su vcz. un desordcn. Si bien la coIoraciOn axioIÓglca conductas de los sujcios. Si vinculamos este aspccto con Ias modificaciones
de la quc hablarnos cs una nota que no han dejado dc compartir todas las del sistema social y politica que enunciaba Bilbao, puede inferirse que no
sociedades a la largo de los ticmpoc. podriamos decir que sc hace un lugar siilo cuestionaba la ofcnca de la dignidad de algunos hombres, que en sus
común cn toda ?aprimera mitad del siglo XTX americano. dcl que podríamos textos son Iiamados pueblo, sino tambiéii la estructura socral imperantc. p
en esto va mis allá de Ia propuesta ilustrada, que aparece de este modo entre lo qtic íiI, Francisco Bilbao, vive y lo que desea, signa su particular
señalada como exigua o meramente reformista ante un proyccta aproximación a la nocion de tiempo histórico. Si la que en una determinada
revolucionario con cl cual se siente identificado,por oposición a un liberalismo circunstancia parecía ser inrnutablc c irreversible, ahora era visto como
conservador que estimaba estrecho. Podríamos decir que este aspecto es pasible de cambio y, por ende, de movilidad y reformulación, con 10 cual
quizá cl que pone la mayor distancia entre cI momento ilustrado y e? venirnos a decir quc Bilbao construia su discurso desde una noción de sujcto
romántico. Una cuestión que marca, por otra parte, el abandono de propuestas humano modificador dc su mundo, propia de una visión historicista.
paternalistas, quc Bilbao critica abiedamente. Veamos lo expresado sobre
los textos mismos. Con cl título de El peligro por parte de Arnérica y
señalando las aspiraciones intradominadoras, decía:
Ya e t ~zlir tiempo zrri Saltimbanqife de Colornhia [sic], cnnocido col?el
nombre de Flores, c!/cturior exptil~udode Ecilador; f i e a Europa a
pedir soldados para I-eestrrblecerel urdeti y civilizar ztii poco las
regioiie.~del Grlu-vass? del Ncpo. Olitir ia .~oldndns,al-mas, hicqi~esy
tiriiern en España, proteccidir eii lnglaierra y sinipatíus de Ltlis
Felipe. Chile rlesbaratO -en un acto que S1 estimaba heroico-, esas
maniobras.

Del niismo modo se refiere a los proyectos monárquicos de Belgrano,


Sarratea y Rivadavia; dc Iturbide cn México. y al asedio dc Eos opositores a
la "Dictadura de Rosas", con cl pretexto de civilizar a la América. Y en
nota del editor, su hcmnno Manuel, que conipartia todas estas ideas, decía
éste:
El yife se consagre al estitdio o nnúlisis de la independencin ;ii sorneta
lus acontecimienros a u11 examen jilosr~jico.descubrirá todo el rnal
qire nos Iiicieron los grandes caudillos al legarnos con el brillo de
las glorias militare.7, el gbrm en de c!isfernusa bsolrr tista.7, despdticos j j

miry agerios a Iu dernoci-mía, o l - i ~ e si11


i ~ dtldu, ~ Z I , Vprirrcipnl de la
sifirrrcidli, por c
ir ctinl Iin pnsado ciel cotirinenre de~pirkvde Ia
Ir~deperrdenciu(TI. 188-9).

Es facil apreciar que el pueblo no necesitaba protección, sino


protagonisrno, y sobre su marcha la palabra del autor rayaba en el optimismo
esquematizante de circunstancias y diferencias. Con lo dicho podemos
arriesgar una npreciacibn más y se trata de que la vivencia del conflicto
VI. Del peso de las creencias
a la edad de la razón

Pueslo que ningUn Iionihl-e tiene por naturalera


iauloridod sobre .FZ( s~mejo~ite.
y p u ~ s t nque l i ¿ . f i i ~ r z ~ ~
iincotisri!y~ederecho algurro, quedati súio las
convencioizes comn hose de toda a a t o r i h d Iegitinia
sobre los hombres.

Juan Jacubo Rousseau. El contrato social

1. RespribIIca y orden familiar

Como han expresado los estudiosos d e l romanticismo


hispanoamericano, las notas que caracterizan al período son: afán
dechispanizante, americanismo y conciencia de si. Notas que emergieron
del llamado espíritu de la civilizacibn inoderna, que abrevii en
cii~couspcctos iniportnrires: el cIesco de scciiIari:crci0n progr~sivu
r i ~Iu socidid: la prcinrocid?t de IUJ mmos err pel-jrrfriri de 41ite.s
jer-íirqi~icns; Ir1 liberraciúi~ de 10.v e s p i r i t ~ t can
~ I-especfn i~ la
nutor-idad, e ~ nnnihre
i del progreso ci~ritifico;la separncibn de In
Igle~raJ~de/ E.~tado.-v lrr cnricepcirin eilolutivu de In sociedad'.
' ANTOMIO G ~ U V E MPKDO~'CA.
A Lri ctrcsiiún rcli~iocrijJ!u incilrsiún dul pruirsiuiiiismri eri
Brnsil drrrun/c c.1 s i p l o .m; rcllexiuncs c. hipwtcsi.~, cn JEAN F I E R R E BASJIAS Icomp.),
Protestentcs, liheralrv y Irancmanoncs. Siicicdadcs dc Idras y r n n d c r n i d ~ d en
Amcrica 1,atina. sieln X l Y MCxico: FCF..: CEHILh.. 1990. p . 6 8 . Vdasc Santiaen Casirri-
Gorncz. Dc Jii /iriliiiiic.ri I ~ i . v p c i i r i . r ~ m o - u ~ ~ t i I ~ i .eri pen,rnnrienfn
s ~ ~el~ ~ ~~isn~n E~r/irioc~nrevrr~a~~o
Cinrr
lerriira rlevrle cl coricqiiri tic mrirlei-nir/ririrf.I C K I O dc la confcrcncia lcida cn cl Ccnrro Cultural
EspaiioI dc Tubiiigcn. 23 dc mayo dc 199 i, p . 9: . ..!riniri e l rlisciirso (le1 'iirgirso ' de Aiiii;rico
Lorriin n Irr iiinderiiidnd coino el coiiiro-discii~vn tfe jidclidnd o1 silro.~hi.rpriniro. se iiisrribrii
pl~,tiutn<wrc,~ t z/o (I~(I!>L1 i o~ originidri por lrr ~ m i ~ ~ ~ r ~17)~i i~iml (ui.. d, L/IIO.VWVI ltt rntidtri;i(t(iit
crimo prrrrrii~irr tic* /c,licirlrirl 1. priigrcsu. o!i-oa ctinici Iri cnr.rirnticirin (Sr /ir rrnirrr~ziirr. rl
J~ ILI coi-I-ripciúrrd t !u.$-v~itcwtsr c l i ~ i ~ . v o .4rn11{t.i
Iibo~-fiii(i;i~ >~, ~~it!uructc~n~~.v,
, c>sf<in ~ ~ o s i ~ ~ ¡ / i f i ~ ( t ( r s -

por ' 1 chihir. nroi~iniiciifadc !u nrtidr.rriidritl r1ir rurilo rprr irtir-mrriiicicifiii d r 1v.i .i-is?t.nias !,
~ l c litiiiiidri rlc l i i i'idn
rri~~i~inril;~rrr~ir;n
Esas notas fueron una expresión mas de lo que conocenios como herencia colonial, y como vcrificacion que dcsca aportar en aras de la
liberalismo. Ser liberal significaba, en ttrminos generales, como hemos dicho, fraternidad. dcsfilan sus observaciones sobrc la propiedad de la tierra,
creer en el valor dcl individuo y poseer la conviccihn de que la base del la política, la rcligión y la familia. Todos cllos temas que no le resultahan
progrcso se apoyaba cn la libertad individual. Asimismo, aceptar el uso de novedosos. En efecto, Francisco, además de las actividades de su padre.
podcrcs del Estado, con cl propbsito dc fomentar las condiciones mediante tenia en su abuclo, Juan Antonio Beyner, el antecedente emancipador
Ias cuales el individuo pudiera crecer y expresarse libremente2. de haber participado como un personajc más en el famoso y faljido
complot de los tres Antonios (Antonio Rerney, Antonio Gsamusset y
Establecida ya. vía Ilustraci6n, la distinción entre una esfera pnvada Antonio José de Rojas), destinado a conseguir Ia constitucion dc la
y otra pública, las críticas que encontramos en este momento histbrico republica y la organizacibn del Estado con Ia igualdad de cIascs y el
tocan por igual a una que a otra, pues se entiende quc ambas se hallaban reparto de la tierra en lotes iguales (1 780-1 78 1). De modo que estas
aquejadas dc la herencia psovcniente del periodo hispánico. Pero, más cuestiones 10 acompaiíaron desde su misma niñez3.
allá de las críticas al estado de situacibn colonial. y aunquc cii las
fundadores de la patria la imagen de un poder absoluto que exige la Con Lastarria y Bilbao a la cabeza los jóvenes Éntelectualcs iban n
obediencia de sujetos pasivos cede terreno ante las interpretaciones rcclamar el cambio cn todos los órdenes de la vida. pera además se establecia
contractualistas, actitudes de tipo patriarcal contiiiuaban jugando un papel en Chile el primer antecedente de un pensar demandante de una filosofia
importante en el diseño dc Eas nuevas naciones. Si bien ya no sc le debía para la prixis. En cstc sentido, la Iabor de organizaciones que aquéllos
obediencia a la soberanía de un rcy, de origen divino, las familias,
dominadas por la Figura de un varón -el padre o el hermano mayor ante Cfr. M i ~ t r i : ~Ltiis
. Autinilricii:~, Lor prccursorcs dc la Indrpcndencia dc Chile.
la ausencia de aquél-, seguían siendo las unidades en las que se Memoria IJistorica presentadm a la Universidad d e Chile en cumplimiento del
articulo 28 de l a le¡ de 19 dc noviembre d e 1842. Santiago: Imprenta dc la Rcpiihlica dc
maduraban y articulaban las respuestas y las relaciones politicas. En Jacinro h'uiicz, I X f ? , 1.3, 191 y s ~ Dice . c l aulor Fii iirerlio dt- e.rrus diiwrru.i. connint,irincs
otras palabras, la Ziberalizacibn dc las ideas en el plana teórico-diccursivo -pradrrcirl~ispur cf rrrimtnrti dr impiirsras el rvnrrul (le los f i i ~ i k s - . yiic csiiri~irrvnnjiinnllu
iil piiebfo rlc C'ltilc rlcsrle 1776. lcis ctililes crrin simples disfiiislos c k siil~dirusliucnus i S e r i l ~ ~ ,
no llegaba a su objetivaciiin en la vida inrrafamiliar, mas tampoco en l a i Jc njngiiri n i u h cuii~rros Jr r~lielioii, ni siyrirer(r lejrriio.~~.nncmiri la prinirra i d ~ udv
sociedad civil y política. Los cuestionamientos a las debilidades dc la indepcndrnciu.
f.os ylie concihiertln rin prnsumicnro rlin innruriiro fitrroii dos j r o n c ~ s e s . Ilumirdis. el iriiu
incipjcntc racionalizaci0n de ambos planos -cl político y el civil-. ..lntoniu Gi~untrrscr[sic]. i P I otro Antonio AEpjrriidin Rerney. Dc ambos, afíncados cn Santia-o.
atraviesan las obras de Bilbao dcsde sus páginas inicjalcs en Snciabilrdad continúo dicicndo Amiiniicgui: Asi como 111 c~spiruciori (fe1 ~mprendcdcii. e inrlirsrriosu
Grainiisrt eru ttegur a ser rico {iodertisti. la del hifenri i vrsiciriurio Beriiey era la de scr
chilena, texto al quc habremos de referirnos ahora, cuyas apreciaciones Ir*xi,rlrrr/or(le iin pirrbfn. Desenha nrilieriirniewte ,{orrnrrliri <vi Iu rnii.vtitiicion de im p.rrudo ,rir.r
se manticncn en obras posicriores. Las cargas están puestas cn la tcor.iri.s /ioliticri.r. qrre errrii Iris iIt* los lilrisritiis del sifilo XVIII, meiius al wccp?irismu i-rli~ios~i,
pri~xw u ~.ot(jlicrisincero A cllos sc sumo Josi. Aiiionio Rojas. qu1i.n dcspucs dc un viqjc a
Europa Hirhierirlo srrlrdti irrsrillo Irirl. ioli,ii srihdiro irhvlrlr. aii cl .fundo de sir ulnilr. Sohrc Iri
rcncncia d c la tierra dicc E.Hradford Rums , A pe.r(rr de rtrdu lu iiindrriiizcicrrin. iiib(~nizriciOn
VCasc E t . 1 ~l i . ~ t ~ The
v ~ , Crnuth o f PhiloaophiraI Radicalism. Londrcs. Fabcr and
G W ~ CLld.,
F 1952. La valoracióii lalinoaincricana dcl libcralisino Iin sido particularinctiic r iridirsrr-icrlizuci~i)~ qrie ricirrri6 p n el siglo XVII. lir rirrt-o es ln hizse princ-ipcil de/ fiuder.
critica. Para cl caso: J U A N J O S ~ H E R l i ~ n U k zA R R C G U ILa
. larmacihn de l a conciencia ~,~,oiiciriijcoy prilitir~o. EIF ~iingiii~liigrrr (fe! riirrnh lrahia fantri r a ~ i t i d n d rle tierras
nacional (1930-1960). Bs.As., Edilarial Plus Ultra, 1973, p. 24: ...cii /lmi.ricci liispririicu el r.r>ncentrrrdtr.i rir rrin puccis nrriirus ctinici e n Lrrrinvrrmlricu. Los cii,rint.es ccun&nricus rl
lih~rolismri{icireti.~mris yrre cuiiirr idcoírigirl prugrrskIa cr~rnoreflejo i-rsidlin! (fr. !a ci*oliicidn pre.~tigiOS O C ~ U I de in.7 sci¡oi-e.r 1r.r iritindiijrron en el poder polirico. el poder por cl crin1 ellos
¡1br~(11C,IIPUPCU. Y L'II L ' S ~ ~ IrSi ~ r i t i ~ . lihrru/ismo, de iin IriJu , h e ropirr. v, (le1 riri-u, c n tonto
est. caimernn. o jirsron aclamud~i,~, crrorndu se rl~.clui-6lri inclr~pcndrirciir de Iris niunrirrliiins
itlrcilv~iudr. / a Eiirtipri co/oiti;rir/um, Iin niediu dr, opre.%,icin?' donrinio eiii~rr,sudoirris t i róiirlo ibiricos. "~nirnduccirln", cn Rohcrt M.Man~quiscr al. (Ed.), La Revnlurión Francesa y cl
íle Irhvrtiirl, ilc*rnocruciu. pi.ogi.~sri,dc*irclros Iilinirrno,~.t i c . . mundo ihbrico. Col. Encucniros. Espana, Turncr Libros, 1992. p. 17.
gestaron, coino la Sociedad de la Igualdad y sus similares, fue, como hemos que en ausencia del srattu dc ciudadano, extendido a todos los mieinbros
visto, eminentcmcnte política y social4. de la sociedad, el individiio sc hallaba en sltuación de súbdito.

Para Bilbao 10s origenes dc la cultura europea resuItaban dc la SUbdito es el individuo que bajo el dominio o la autoridad de un rey,
hibridación dc la civilización romana, idealizada por la iidijion cardica monarca o emperador, dcbc obediencia a leyes dictadas por Estos. Bilbao
y renovada por las costsrmbres originales de los bcjrbaros (1. 5). aplica esta noción de súbdito para analizar la situacibn del pafs, por eso nos
Hibridación en la que habían confluido CI Iegado roinano dcl derecho: Ia dice que el pueblo habia sido privado de su propia capacidad de comunicacion,
noción de trabajo y la mitologia; el pensamicnro escolástico y la geqtión y autodeterminacibn, .estando entonces sometido al circule vicioso
transficuracibn de los mitos orientales por partc del catolicisino; la de la incapacidad. En efecto, en nombre de la ineptitud para la participacihn
liberalizacion de las creencias; y l a noción dc individualidad de los pueblos igualitaria se lo excluia de las instancias decisorias, mas tampoco sc lo
anglosajones, con resultado que consideraba altamente adverso para las preparaba en las virtudes cívicas, con lo cual el círcuto se perpetuaba
sociedades americanas. Las críticas de Bilbao a las consecriencias de esta sine dic.
tradicion se mueven en el espacio conceptual Iegado por la Revolución
Francesa con la separación de respztblicci y orden familiar y, en este sentido, Es importante señalar que para que una democracia tenga eficacia
las creencias y costumbres inscriptas dentro de la tradicion catiilica aprecian debe combinar tanto un elenco de aspectos formales y organizativos, como
como obstáculo para ei ordenamiento del espacio de lo público, pero tarnb1i.n de elementos materiales. Esto es lo que hace BiIbao en sus escritos. Liga
como rémora dentro de las relaciones familiares. TncIuso más,ya que estas, la fuerza de las creencias religiosas con cE gobfcrno interno de la familia y
organizadas en torno a la voluntad de una figura patriarcal, doniinadora de a ambos -creencias y autoridad familiar, como formadores de la conducta
sujetos pasivos y sumisos, trasladaba forinas autoritarias de dorninacibn al adulta y del carácter a través de tos rnodclos y practicas dc la niñez-, con
espacio de las relaciones potiticas. El discurrir de las ideas Iibcrnlcs y el los sistcmas políticos. En una socicdad patriarcal autoritaria solo se
rechazo de las interpretaciones de tipo naturalista sc hallaban cn cl: plano dc reconocía dentro de la familia la autoridad dcl padrc, dcl mismo modo que
las fomulaciones tebricas, pero sin haberse instalado ahn cn el ámbito de la sociedad estaba gobernada por un otro padrc autoritario cuyo poder
las rclacioncs fainiliarcs y políticas, con la profundidad que Bilbao demandará. era incucstionabtc. Como observaba por aquellos días Alexis de
Tocqueville.
Las categorias públicolprivado tienen en su base las de ciudadano/ cienfro de Io,fairiiliclpatriarrnl nuforiraria el podre no sOlo tierie
individuo, pero a su vez la categoria de ciiidadano suponc, como su opuesto, iriidereclio ilatiri-o1 sino qire rariihi&ii adquiei-e irii drrecho político
Ia de siibdito. Bilbao se sirve permanentemente de eIlas, y por eso considera para niandarlos [a Ios hijos], el E.? el autor y d sosl8n de stifrrniilfcr.
pero larnhién su sohcrurio7.
' Cfr PIXTO LAGARRIGLC, La masoneria. Su influencia en Chilc. Ensayo histarico,
político 1 social. Ed cii., p 147 y ss Sobrc la diriincion piiblicolpr~vado rcguimoc a
NoRBCRTO BOBBIO,particularmcnlc cn Estado, gobicrno y sociedid. Contribución a una El problema visualizado por Bilbao es que en cl pasado colonia1 se
teoria general de In pnliiica Trad dc Jiian Ratallc Barcelona 1987, T 7 V r T 4 N TDDOROV, habia fundido el orden político con el religioso y ambos habian determinado
Nosotro- y los ntrns, Rcflcxinn snbrc l a divcriidnd humana Trnd dc Marti Mur Ubaiari
Mcxico, Siglo XXI Ed , 1961, Julio dc Zan, Lii rri~erpreiurionhegalrunu de la d i n l i m l r u d e I(r el orden de la vida privada. M i s aún, una vez otorgada Fa preeminencia al
sociedad rii r l en Eliropa 1 cn Arnirrcn, scparaia dc Cuadernos Salmantinos de Filosofia.
VIII. 198 1: El prnhlenia de lo piihlirri I lo prri'ado Funrlurneiirai i./icui i. derrvucrtinrr. cn 1 ' Cltado por I M N UIXHKE EISHTCIN.Public Man, Priwate Wornan. Women i n Socíal nnd
Actaa del 111 C o n ~ r e s oNacional de Filosofia Bs As . 1982, t 1 , p . 516-523 Political l'hought Princcion, Ncw Jcrscy, Princcion Univcrstty Prcqs, 198 1, p 110.
orden religioso -por el sistcma de alianzas de poder-, éste se habia impuesto la necesidad del matrimonio civil, la laicización de los cementerios, la
sobre el ámbito público y privado. Aquí distingue Bilbao entre cristianismo supresión del estanco, y el diezmo.
y catolicismo. A l primero le atribuye el niuyor progreso en moler-in de
relijion en crdanto R la r~hahilitnciinde¡ homhre, no asi al segundo, 2. Estado y organización de la sociedad
qire había prodticido variaciones hostires In pureza primitiva de la
doctrina d e Jesris (1, l o ) , es decir, a la idea de la hermandad u Hacia mediados del siglo las tensiones internas fortalecieron el tono
horizontalidad de las relaciones. Mas como todas las ideas si bien adverso y encontrado de los sectores progresistas y tradicionaIistas,
novedosas no dejan de enraizar en el terreno de la cultura preccdcnte. integrados, a su vez, por segmentos más radicalizados en unos casos, y en
resulía obvio señalar que Bilbao se movia en una concepción del Estado otros, por representantes moderados que trataban de conciliar las nuevas
que continuaba el pensamiento de Ia Ilustración, por lo que sus alusiones tendencias con la tradición. La dimensión más honda del problema se hallaba
a lo privado son resultado de la prioridad otorgada a lo piiblico, y es en en el conflicto entre poder, o derecho de lograr obediencia, y autoridad o
función de ello que discurre sobre la organización social de los individuos. dcrecho a obtenerla. Pero antes de continuar vale la pena aclarar para
Esta es la razán por la cual desfilan en Sociabilidad cliilena la sihiaci6n evitar confusioncs que Bilbao, si bien tenia presente la constnicción de un
del hijo. del ciudadano y de 10 que llama Irr inteliiencia, todos ellos Estado que veia airn balbuccantc, no disolvia las instancias intermedias entre
afectados por el autoritarismo y sometimiento de la mujer al marido, dcI el individuo y aquel Estado, como Ea famiIia y las asociaciones civiles, siendo,
hijo af padrc. dcl ciudadano al poder, del pensamiento a la creencia. de estas Liltimas, los más claros ejemplos las aludidas Sociedad de la. Igualdad
Entonces dirá: y Sociedad Literaria. Por otra panc, por cncima del Estado estaría siempre
la Humanidad o cus~riUpolise11 la quc se jugaba Fa instaticia Últirna de
Coniu hunihres de la ,familiapolitira Ilumarh sociedad, snii In gire
son err In,familia. La a~toridades iafiterza. J. la firerza es Icl autoridad. fraternidad6.
El r q lvierre de dio^ (REX GRATrA BE!), es srl hraro, J~ cl papa /a
inreligeiicia dii'ino en in tierra. Con que. esclavos del .~ohsrnadoi:el Por lo que a la propiedad se refiere, base de I(I sociedad civil, la
gobernador del rey y e¡ rey del papa. EI Itornbre iio comprende riach relación de tipo feudal determinaba relaciones de. cxclusi6n que iban desde
lo g i r i s o , 'Iirigase sil volirratad ', es el
Inas allk de esre ~ I t - c ~ ~Dl ion. ~ las de caricter social y psicoliigico hasta las de carácter ético-moral; pos
tapa hora íí la inter-rogacio~ide la liherrnd Lire*yorto hay ciudndat~ns ello Bilbao utiliza el recurso de las oposiciones catcgorialcs: amolsiervo,
~ ipuehln.
i Hay esr/nvos y rehniio (1, 14).
riquezdpobreza, orgullohumildad, neblezdvillanos. El remedio o correctivo
Este párrafo ilustra sobre los crecientes conflictos entre la visión liberal
del mundo moderno y la Iglesia. Conflictos instalados en las sociedades ' Cfr ARTL~RO ANDRES R o ~ G Rostro , y filnqofia dc America Latina Mcndoza, EDIUNC,
1993, p 56 E1 aulor scíiaIo dos ctapas cn la hisioíra intclcciual laiinoamcncana rcspccto dcl
americanas, de las cuales la chilena no fue una excepción. La proyeccibn "~osrnopolit~smo".U n o primero ctrrricicrisri~u de Iu s ~ g i ~ n d niiind u d e l r i ~ l nM ,
más importante de las diferencias sejugaba en el espacio de lo público antc rornpr~rtrdupor eulrirorr~ como Sarrnreiiro. Lazrnrrra, Bi!bcto .v Monttilio, enrre orros. i iinri
repinda propia de lu primem nirrud del rrgIo XX. ~iooiiguriirlu cn partiri~lurpor Jose Eniiqtie
la necesidad libcral dc consolidar un Estado -dCbil y problcin6tico-, en sus RudG En el primer mcirnrnro el c.unrcyzo Ar nos presciitrr crin unrr ctiirnoirirrun pwaitrici iv dc
ulgu~iurnoneru enfrentciiid~ti (iis idsns rlr, parrkr' i. irocrrrn , whrr rudo rriuntlu r ~ t i r
aspectos economicos, politicos y rcligiasos, mediante la separación dc Ia
nocrones re upoi~uhnncn ieniinirenim primiri~us o srnrplrmentc no comportidor ri-i-rirruiru1r.i
institución confcsional. En este sentido las sociedades continentales se En el regirntlu mtimenru rrtlyiiiriri tina connotricron nt.grrlriw Se hrihlu </t. 'cu\mopcili~' cn
pronunciaban. entre otros muchos aspectos, sobre la abolicihn del mayorazgo. rl sentido de '5uhel o de crinliiiiriii de iuzur o dc hombres, yiie h a e n peider lu mcinorrrr de
rriiu 'prrlrili ' o de i i i i r i iiarioririlitlnrE'. qiie ahora uporecen corno i.atoi~.\ primnrro~
Pos lo menos tres cuestiones estin implicitas en este pensamiento las leyes son las relaciones necesarias derivadas de la naturaleza de las
de Bilbao: 1. Q u e el robo no siempre constituye una figura delictiva. cosas; y en este sentido, todos los seres tienen sus leycs. Peso el hombre,
Ello dependerá de las circunstancias quc lo rodean. 2. Que el varon ha dada su condición inteligente, no sicinpre observa las Ieyes de la
logrado una libertad que no posee la mujer. Y 3. Que el adulterio es naturaleza, situación que plantea la difercncia con el mundo fisico. Para
aduIterio de la mujer, con lo cual excluye arbitrariamente de la figura al no caer en el desorden del incumplimiento de aquéllas es que de acuerdo
varón. Algo que hoy no dudaríamos en considerar misogino desdc todo a las casactcristicas de cada tiempo y lugar crea el derecho positivo. La
punto de vista. historicidad de éste responde a tres tipos de causas: físicas o naturales,
económico-sociales y espirituales. Ahora bien, el modo como los seres
Su visión del orden se complcta con Ia critica de la pena de muerte humanos han resuelto su vinculo con estos tipos de causas es el origen
porque cancelaria la posibilidad de la correcciOn o arrepentimicnio y de las formas de gobierno: republicana, monirquica y dcspótica. Aspecros
recuperación del siijcto deIictivo o victimario. Esta posición no cs una todos estas que subsisten e n la obra de Bilbao a la hora de pincclar su
ocurrencia aislada d e Bilbao, sino una seactualización dc una idea critica a partir de una idea reguIativa: la realización de la igualdad y la
contenjda otrora cn cl manifiesto que redactara uno de los tres Antonios. justicia para todos. Verdadero núcleo que le sirve para describir los modos
Bernay, verdadera "precursor de los sociaIistas del siglo XIX", como como debería ser cambiada l a sociedad para salir de un proceso que ve
nos dicc Amunáteguj, habia excluido a la pena de muertc dcntro del a todas luces negativo.
programa forjados de la República y scgún las leyes del derecho natural,
con Fa máxima evangélica del amor al prójjmo7. También pata nuestro autor la ley es una relación, pero mientras
en el mundo fisico [ a relación es de causa a efecto. en ef mundo hunlano
El texto dcl cual nos estamos sirviendo halla su carnplemcnto cn la se liga la causa con un fin o destino: La ley de IQ historia debe ser
defensa que realiza Bilbao de las acusaciones por "blasfemo e inmoral" la forma impuesta á la htrmanidad para Ilenar un fin. y ese fin es la
que recibiera inmediatamente dcspuks de su publicación. Es, decimos, conquista de Iu liberfad -v de la perfeccihn (1, 143 y cs.). Libertad y
en esta suerte de a d d e n d ~dondc
~ se integra de modo inás claro lo quc perfectibilidad eran entonces no categorías histbricas sino caracteres
podríamos llaniar una teoria general d c la socicdad dirigida a tener en eternos de la naturaleza humana. Mas al logro de ese fin los pueblos no
cuenta la variedad de las organizaciones socialcs cn las coordenadas marchaban inexorablemente regidos por una ley del progreso, que el
espacio-temporales. BiIhao asume en este breve texto que las sociedades chileno rechazaba porquc l a historia no es una línea recta, dado que se
huinanac están regidas por Icycs y quc esas Ieyes deben derivarse de la desarrolla con avances y retrocesos:
naniraleza de las cosas, cs decir, de acuerdo a su constitucion, segiin cl La ktrnranidad camina cayendo y levanthnd~.~e. El hien y el mal de la
acontecer, y sin violentar el estatuto racional pautado por la Icy natural. historia depende ahora, señores, no del curso pasivo de los biempo,~,
sino de los esfuerzos del hambre. Cuando los pueblos Ilegun a
No deja de ser interesante recordar aquí quc Mantcsquicu en las persundirse gire todo camina cn virtud de una Iej? inexorable,
tan influyentes piginas dc El espíritu de las leyes, abra publicada un iridependiente de la volurrtad, enronces errcurnamos la enervacion.
siglo antes que Bilbao diese a conocer estas ideas, había sostenido que enionces Iracemos abdicar al soberann qtre no soIo dehe imperar en
e/ foro, sino eii el movimiento de los ~iempns.Pocas doctnnus mis
DELPESO DE LAS CREENCIAS ...

ahsslrdas y dc.fiinesro.r resr~ltadusyo coriozco, qite la i~irlgaridadde


intermedio de organización familiar de la cual habia surgida la prirncra
lu ieoriu dclprngresu {l. 15X)x.
organización del Estado, la aristocracia. La dcmocracia y la monarquía
habían sido las formas sucesivas, en un orden progresivo, diferente de aquCl
En este orden Bilbao critica las diversas filosofias de la historia
expresado en la antigüedad por Aristóteles y Polibio. para quiencs la
quc se han dado, agrtrpadas en panteistas ( Hcgel, Cousin y Donoso
secuencia habja sido: monarquia, aristocracia y democracia.
CortCs), cató1icas (Bossuet y Vico) y naturalistas (Hcrder y el misnio Cousin),
respectivamentelo Bilbao. con srz firme conviccicin en el valor intrinseco de
atravesadas todas ellas, nos dicc, por el fatalismo. Fatalismo providencialista
la dcmocracia, no podia mcnos que desechar Ia filosofia de la historia y la
en Ias filosofias pantcistas y catiilicas, y naturalista en las Últimas. Le parece
teoría politica dc Vico. que terminaba afirmando a la monarquía como
quc el núdeo objctable de estos tres tipos de filosofias dc la historia ec la
organizacihn politica y social más alta.
negación de la libertad y, con ella, la negacibn dcl mundo moral, dc la justicia
y de la idea misma dc la divinidad (1, 148). En fin, el haber tomado los
Por otra partc, como ha quedado dicho precedcntemente, Bilbao
hechos conlo si Sucran n~ovimientosde una lcy inexorable. O p o n d entonces
~
reprobaba a la familia reproductora de formas de dominación. mientras
al absoluto teoliigico y naturalrsta, otro absoluto, la razón. que nn tardará
Vico justificaba la desigualdad familiar, consolidada institucionalmente en el
tampoco C1 en identificar con la naturaleza. Contra el prnvidcncialismo dc
dominio de una parte sobre la otra -el padre sobre los hrjos y simientes-.
Vico y Herder iarnbiCn se pronunciaba Lastarria:
bajo lo que denominaba autoridad civil.
Nos Iiahiatnos siiblevado cuufi!i'o las tcnrias de aainhos. pirc~snnierire
porqrre ellas se firridnil en i c ~ i c rcniicepcióii s o h r ~ ~ l a t t t r de
u l la histririr~ 3. El cumplimiento de la racionalidad
hiimcriia. Anibo,~,parrierirlo de la srtpri.ricio~i de qiie el gEiiero
hirmorio se gobiei-riu eri su ~i~nEiiciririIiistrir-icrr súlo por I q c s
proi~iderrcir~les'. A juicio dc nucslro cscritor trcc csan los ingrcdicntcs quc configuraban
la historia: la natwrateza, la organización, y la nacihn. Dc la alquimia dc
¿Suponer algo rnis contra aquellos filósofos? Quizis, pcro dada la influencias geogsaficas, distribucion de los grupos Etnicos, cseencras,
juventud de nuestro autor cuando escribc estos textos es probable que los instiiucioncs y costumbres se formaba la historia. Trama compleja que llegado
conociera en líneas muy generales. De cualquier modo no seria dificil e l caso de anaIizar con relación a !a situación de Ainéricn del Sur, Bilbao
sospecliar por qué Vjco, por e-jcmplo,le resultaba inaceptable. situaba en el arnbito de las creencias, causa del cslado de atraso y postración
por comparación con América dcl Norte. No porque cn 6sta no existieran,
Para el napolitano habia en la historia un avance necesario desde la sino porque se habia procedido a otorgar preeminencia a la soberania de Ia
barbarie o estado salvaje hacia la civj1i;~acih;avance mediado por un cstado r a z ~ n(11. 453). En nuestro subcontinente. por eI contrario, p i e n ~ aque sc
habja borrado con e[ codo 10 escrito con la mano: por un lado se habia
M I ~ ~ I I CRticni
L Mix. [.ni cien nombres dc America. Eqo que dercubrid Col611 separado la libertad politica del dogma religioso, y, por otro, se había procedido
Uarcclona, Editorial Lumcn. 1491. p ?49 El autor dicc dcl cscriior chrlcno: Deniinrrri lu a su fusión cn tkrminos constinicionaIes al adoptar la republica la fe catolica:
noririn Iii~inanrfnrruy poii{isru (it progrtV~u, ~ I I P L. T \ O C I U ~ I I U In r d ~ ude ciii1r:rrr~in deheriu
irvodrrrr rAas irilrrdr~.pero n o lo ltrice Brlhrro dosr iihi e I l r /lilarrn de 10 cii 11i:nririn c ~ i i i ~ i d r i "'i]C)HHrRTCI B O B R T Oabscrvn quc para Vico cl cstndo salvaje, antcrlor n la organizacrbn
Ioi ancrser i n i aririi M6ricfi
ti familiar. cs hisiiirico. cs dccir quc csti cn cl origcn dc la vcrdadcra historia dc la Iiurnanidad.
Jnr~ VICTORINO LASTARRIA, R e c u ~ r d o siiteraring Santiapu. Zi$-zag. 1962, p 200 Cli cnmo un Iiccho y no como uno mcra hipbtcsis racional. Vcasc dc Bobbio La teoria de las
por Bcrnardo Subcrcascauu, Cultura 1 rnciedad lihcral en el siglo XIS. L a s t a r r i a , lormar d e gobicrno en I a historia del pensamiento político. Trad. dc Josfi F Fcrnindc7
ideología 4 litfratura Ed c r l , p 80 Saniillin MC..rico, FCE. IW1, p. 1 1 1 .
DELPESO DE L A S CREENCIAS ...

Mentimospam emanciparnos nacionalmenre [via reconocimiento de inexorable frente a1 cual sólo cabria la pasividad de la aceptación. Creía en
la autoridad de Fernando VII] y ~onriniramosmintiendo pasa cambio que habia una ley de la hstoria, pero esa ley no estaba en la facticidad
enianciparnos Jilosifica y politicamente. Hay h s sohep.arios en el
de los hechos, de los hechos que le resultaban irracionaies, sino en el reducto
Estado, asi como creemos reconocer dos soberonos w elfuero intimo
del alma. Hé ahf la dualiclad, la duda, la anarquia,... (1, 163). de la conciencia y, a su vez, nos dice, a esa conciencia le provenía, de su
participación cn la divinidad. Con ello planteaba quc la ley de la humanidad
En efecto, la Constituciiin conservadora de 1833, que habia era anterior,
reemplazado a la liberal redactada por José Joaquín de Mora en 1828, como ...es preexistenteá la misma humanidad, y sub.ristirÚ en In mente
sc recordará, prohibia cualquier dcsvio religioso que alejase de la Iglcsia divina cuando ya 10 humanidad no exi.sta, asi como los principios
catiilica. La religibn dc Ia República era la católica, aposthlica, romana, con maternaticos que viven encnrnados en los cuerpos. son anteriores y
subsisten aun sin necesidad de los cuerpos ( l . 156).
exclusión del ejercicio público de cualquier otra. Por lo demás, dentro de
muchas familias la autotidad rnhxima no era el padre sino el confesor. Contra
En suma, no habria providencinlicrno pero acude a una entidad
estos usos de la sociedad chilena se dirige el vehemente escritor. Se trataría
entonces de separar plenamente la esfera politica de la esfera religiosa, de metafisica cuando necesita cxplicar por qué era preciso mudar el estada de
dominio privado. No pensaba 10 mismo de la organixacihn familiar cosas en América Latina. Entonces apelará a la libertad y perfección como
norteamericana con el elenco de creencias de la fe protestante que habria ley de la historia y verdadero dogma.
facilitado el surgimiento de la democracia y el adelanto económico, con lo
cual el contenido religioso, que en un espacio geográfica le parecía saludable, Si hasta cI momento América no habia podido superar sus propias
miserias era porque otro dogma, un dogma artificioso y equivocado, habia
en el otro le parecía operar negativamente. En suma, la historicidad de los
hechos sociales no tendría un carácter negativo o positivo per se, aunque dirigido sus destinos. Sobre este punto estimaba que, dadas las circunstancias,
obraría en Bilbao el mismo recurso observado en el discurso ilustrado ningún historiador habia calado en CI en profundidad. Y por eso,
hispanoamericano. de ubicación de 1st propia. palabra fuera del devenir pretendidamente, seria 21 el primero en indagarlo.
histórico, porque él creía ser la voz, o el vocero, en todo caso, de lo que
llamaba el derecho natural, Ley divina o principio de la humanidad. Tres periodos reconoce en la historia de la continental América:
conquista, Indepcndencia y organización. De la comparación del Norte con
Las palabras dc Bilbao contra el providencialismo son contundentes el Sur y eh desparejo estado de 1a libertad, considera que la causa no se
hallaba ni en el clima, ni en la forma politica, ni en la raza, sino en el factor
porque le resultaba una abesrante justificacibn de lo acaecido:
religioso, molde oculto de1 ámbito politico.
La canqr~istaAmericana, la axtinctbln de las rccIas, la servidumbre de
10s indrjenas, la esclavitud de los negros, la anarquin, v, hasta el
Había un dobEc orden o categoría en la legislacibn de los pueblos. La
clespo~ismode los mónstmos americanos,han sido reconocidos corno
necesidades pro videiiciales (1, 153).
legislación divina, que nadie puede tocar-nos dice-, y la humana que puede
variar con el progreso de las luces (1,166). En los textos lo divino se identifica
Punto de vista desde eI cual resultarían justificadas todas las formas con lo natural y este con lo racional, por lo que el primer imperativo ético
despbticas y autoritarias que habia conocido la humanidad. Acontecer cra vivir conforme a la razón. Obrar mal era pues, contrario a la razón dej
mundo, de modo que la aceptación de la facticidad de los acontecimientos
sc enderezaba a corregir aquello que no sc había desarrollado dc acuerdo aludido en los escritos. Así. cuando finalrncnte uno y otro se ordenen hacia
con aqucl principio inetafisico qiie aparece cn los escritos bajo la uniiin por c1 jercicio de las virtudes públicas y privadas, habrá armonía
denominaciones alternativas pero idcntificables. como In son Ios conceptos del género huniano sin pcrdcr cada individuo sus particrrlaridades. aunquc
dc divinidad, naturaleza y racionalidad. En todo casa, cabria abscrvat que scra menester renunciar previamcntc a los elementos fatates del organicino
Bilbao haría una iriversibn del fatalismo. Ya no estaría este en los heclios, (T, 200), es dccir. a los vicios y las pasiones. Tanto las practicas bárbaras
sino en la ncccsidad de dar cumplimiento a lo que estimaba un mandato como las civilizadas podían darse en los dominios del cspncio público, como
divino: el cumplimiento de la racionalidad. Lo que en América se habia del privado.
dado hasta el momento era un proceso dcgenerativo cuya razón de ser no
podia dc ninguna manera explicarse como efecto de una voluntad diviiia. A modo de corolario de estas líneas digamos que Bilbao requería la
transfonnacibn del Estado y Iris instituciones políticas, pcro, ademas y
Como cn el antiguo cstoicismo. la fclieidad no corisistia cn cl placer, fundamentalmente, la trans fomación interior de Ia sociedad. para lo cual
sino e n el e-jcrcicin individual constante de la virtud frente al vicio y las cxplicitaba como condición previa cl cstado de vida dernocrAtica, cstado
pasiones. que en América aparccian personificadas por las fuerzas quc tcnia su germen iiiicial cn la vida privada.
dominadoras de antano y hogaiio. Asi pues, el mandato universal podia
tcrnporalizarse en una rcalidad ética que requería una vida dc esfuerzo y
luclia, confornlc a la razón natiiral. Quiencs asi no procedían actuaban como
hemas dcl: mal y eran la caiitracasa dcl bien. Corrcspondia a los mis sabios.
hombrcs de combatc para Bilbao, cl conducir a 'la Iiumanidad por el camino
de la razon para lograr trn univcrso coherente y feliz, y en esta perspectiva
piiede lecrsc CI cosmopolitismo dcI autor El discurso sobre h c r i c a se
integra entonccs coi1una visión de alcanccc sociales y politicos más amplios,
quc incluye cn tolalidad a la Europa crin sus bolsoncs de pobrczas y miserias.
Pocas décadas antes Jouffroy (1 792- 1 842). convencido de que los viejos
dogmas ya no tenían validcz, habia propuesto hallar a los '"verdaderos
representantes de la humanidad" que. con conciencia dc su destino,
descubrirían formas mis aptas para gobernar el mundo.

Es igual~ncnteen una cierta línea dc pensamiento con resonancias


estoicas que resuIta congruente cl concepto qiic Bilbao gtiardaba de sí mismo,
como aquel reformador quc cstaba dispuesta a un presente de sacrificio y
lucha. cuando aliide al proceso de tegencración que dcbian experimentar
las sociedades americanas. Las nociones de bicn y mal, refundidas muchas
veces cn las categorías de civilizricióri y barbarie, actúan de soporte ideológico
de lo que tanto en el espacio de lo público corno en cl de 10 privado aparece
VEI. La unidad de América

Estos tiempos no son para acostarse con el pnñrielo


a la cabezu, sino cun las urmus de almohada, como
los vnrnnes de Juan de Castellanos: las urinas del
jiiicio, que vencen a las otra.7. Trincheras de ideas,
ilaleri más qlre trir~clierasde piedras.
....... ......................... .... .... ........... .... .... .......,. ... .. ,,. , , .
litJErrc.~cen nirestras repúblicas el mundo, pero el
rrnnro Iru de SPT el de iiursiras repiililicus. Y calle el
pedante verreido; qire no hay pntt-ici en qire p i r e h
tener el I~0mhI-em i s orgi~llo qire E n iiiiestrns
doforosns repzi hlicns americanns.

José Marti. Nuestra América

1. Periodización de la historia de América

Deseamos rctomar cicrtos aspcctos quc ya se nos han adelantado al


plantear el uso dc las catcgorias de civilización y barbarie, esta vez para
reforzar la visión bilbaína de América, de nuestra América, y complementar
aquella inversión que realizaba de dichas categorías.

Con indisimulado ardor realizo Bilbao en La ley de la historia. una


periedización de la historia de América que: hemos señalado a vuelo de
pluma. Tres moinentos distinguio sin in~urriren detalles: la conquista, la
independencia y la orgñntzacion. Obligado por la premura de los tjempos
politicas, ecboz0 una partición cn &pocascon la cual, pasados los años,
vinieron a coincidir, con distinta finalidad, los primeros historibgrafos de la
filosofia. Rapidamente Bilbao acomodaba los tiempos para ubicar su propia nacjon americana Ea meta a alcanzar. y desde este ingulo juzgó e1
circiinstancia. obviando la densidad histórica a la cual aludía. Nada inas comportamiento dc las otras naciones, en si mismas y en su relaciiii~
alejado de siis prophsitos que una intención historiográfica: si en cambio un geopol.itica.
querer vcr la historia como proceso. Sc trata de un Iiilo conductor qiic
recogc de aquí y de allá nombres y situaciones para dccjr lo que se proponc. 2. SituaciQnde los nuevos estadas nacionales
En manos dc Bilbao las a~usioncsal presente y su ncccsaria remision al
pasado tienen géniici~estambién de una historia de la cultura chilena y El siglo XTX fue en Rispanoainérica el siglo dcl despertar de la
americana. Ello no qiiicrc dccir que su pcop~sitofuera elaborar una historia conciencia histórica, en grado que c1 comienzo del siglo conoció sólo
dc l a cultura, sino cjeinplificar, mediante pinceladas. Ias situaciones que le incipientemente. Surgieron obras de todo tipo de envergadura lireraria. social
tocaba vivir y cxpresar mejor s u pensamiento político y socia!. La y politica. Sus representantcs más conocidos, como los ya rncncionado5
construcción dc AinCrica seria la conciliación de lo propio y lo univcrsal. Echeverria, Lastarria. Albcrdi y Juan María Gutierrez, Cecilio Acosta y
Esto es, la realizacion del hombre libre en todos los confines de !a iicna, Juan Montalvo, entre otros. crcaron la primera tradiciiin poscriIonial, que
nias coinenzrindo por la propia nacion. recikn con e3 fin dcl tnisrno siglo comienza a recogerse cn conipendios
historicrgraficos, sencilIamcntc porque se habia producido un corte con
Pero retornemos el tema dc la pcriodización porguc sobre EE se asienta rclaciun al pasado preindcpendcn~ista.De las kpocas anteriores no habia
la dimcnsibn operativa sobrc Arn2rica. Bilbao opta por una particion quc no nada que rescatar. por cso el carácter principalmcntc "mcmoriosn" que
podia ser la rnisnia qiic la europea. Tuvimos, nos dice, un medioevo. traído tendrán las primeras historingrafias, destinadas a salvar del olvido lo que
pos la España conservadora; no tuvimos Lin renaciiniento; y el asomo a la trabajosamente se habia ido logrando durantc la centuria. HispanoamCrica
modernidad sc dio con nuertra emergencia independentista. sin que pudiera no tenia en cu pasado español una rcflcxion teórica que hubiese pcm-iiiido
habEarsc de una vcrdadcra instalación cn la conciencia niodern;i. Utiliza fundar las niicvas ideas. de alli que fuera ncccsnrio cchar mano de una
cntonces una ~articiónpolitico-social de acuerdo al acontecer de los succsos forma y un fondo qiic n inuchos ha parecido prestado cn demasía, sin
y a los modos de vida. Nos habh dcun largo periodo iniciado con la conquista comprender Estos quc ante la preiiiura de las nuevas republicas había que
y la ~oloni7acion,perdurable en sus instituciones hasta las gestas justificar cl acontecer e imaginar el futuro apelando a fdeologias que vinieron
emancipadoras, con las quc se crean formas políticas nuevas. pcro 3 amoldarse a lo que dcsiderativamente se pretendía. Tal rcflcxibn fue posible

insuficicntcs. Le siguen las luchas internas entrc grupos de poder. hasta porque la vida inzeleciual del nuevo siglo tuvo que aplicar ideas sin haber
llcgas al propio prescntc. Apela al ejemplo dc naciones que ticncn fi~erza conocido Irt rcflcxibn filosiifica creadora que la colonia habia imposibilitado.
inodtlica, a veces con carácter negativo, otras por su indole positiva. Siempre
c s t i presente la idca dc que A~nkricnticnc la posibilidad dc lograr fortnas Sin andamiaje tcórico novcdoso que las sustente, obras cn núnicro
de vida política y social más altas. América era una promesa; ella, apreciable sostuvieron ideas quc todavía no han sido aprovechadas cn toda
virtualmente, podia scr la reserva inoral y politica de los pueblos. su intensidad y sobrc las ciiales sera posible volver una y otra vez. La
armadura teórica es Ilcnada en muchos casos por una explícita ideologia
En cstc capitulo nos propoiicrnos revisar la irnagcn que Bilbao tiivo dc quc abrc paso a lo que se desea significar. En e! camino va quedando todo
[as otras naciones corno eje para cxprcsar lo deseable y lo indcscable. Lejano aqucllo quc se detesta en dicotomias que la posteridad ha recogido. En el
antecedente del problema de la dependencia, hacia de la autonomía de la juego del decir hay tanta fuerza que aquella idcoIogla adquiere cariicter
propio, es decir, nacional, como cuando hablamos de la generación del 37 la America. Idea de un Congreso Federal de las Repúblicas, tcxtos
para la Argentina o de la generación del 42 para Chile. Imbuidas de carhcter de los que hemos hecho mencion. i S e contradecia Bilbao en esas paginas?
politico. las obras tienen el propbsito dc csclarccer a las mentes para suscitar Creemos que la rcspucsta dcbe ser negativa. Escritos para públicos diversos,
adhesiones. Poseen la impronta de lo urgente, dc lo pcrcntorio, al caIor de tjenen, no obstante, una finalidad congmente. Por encima dc las scmc~~anzaa
los sucesos. Al pasado es necesario suplantarlo. ~ C h r n oorganizar entonces cn la sitliacibn que viven los países, se pretende poner en evidencia la vida
la forma discursiva? ~ D qué c manera acomodar las representaciones de socicdadcs que pueden estas en vísperas de ser protagonistas de su
históricas que se desechan, por las nuevas? propia transformación, es decir, de asistir a la ruptura del slu!rr quo en el
orden interno, pero, adernas, externamente. En La iniciativa de la America
En el albcrdiana Fragmento preliminar al estudio de! derecho Bilbao exhorta a la asociación dc hombres y pueblos libres para conseguir
leemos: la fraternidad iinivcrsal. Solrcita uniones pacificas coinenzando por una
confederaciiin continental de repúblicas qiic hasta el momento tenia
El rnirndo viejo recihirá la democracia de las inano.7 del miindo nzrevo
y no sera por fa primera vez, paro dar lo riltima prrteba de que la
precedentes muy puntuales. Más allá de Ias palabras dcscaba ver realidades:
juventud tiene la rnisicin cle todm las grandes innovaciones Jiurnanas. ¿/!ay n l p ~ i t a~iarrhnque repre.Terire estu idru? S& qire hnc ulgti.lilias
La enraricipncibit de Ea plebe la emancipacien dpl género humano, que preterideti representar la iniciacibrr del murrdo. Pero ohrus
porqrre la piebe es la Iiumairidad. corno ella es !a iracihn. Todo el pedinios ,v no palnhi-as, pi-nctica y ilu libros. irrsfiiiicioncs,
porvenir PS de Iu plebe ...' cosfrinrhre.~, ei~.~eñanza,J. IFOpromesas de~~merilidos (1, 2 89).

Esa plebe, que no era otra que el pueblo para Bilbao, constituía pasa Tres peligros visualizaba para iiuestrri Amknca: una invasión de Estados
éste, coino hemos señalado, una reserva moral. Denlxo de ella era la juventud, Unidos. el contagio moral de Europa, y la influencia del catolicismo.
e1 espjritu nuevo, el que podía abrir el camino de la renovación. Con un Concretamente, dc Estados Unidos advierte su espíritu i~nperidista,no
fuerte dejo sensirnoniano considerará que a t as nuevas generaciones obstante el fcderalismo de 10s estados que lo componen y el protestantismo
correspondía la direccibn espiritual. de su religión. De paso digamos que para Bilbao cl protestantismo significaba
un estado mental y social intermedio entre el catolicicmo y la religión de la
El asunto principal de las preocupaciones de Bilbao era la situacion de razón a reino dc la racionalidad, en este caso sin ningiin tipo de amparo más
Chile, pero la ampliación inclusiva he pcrmiti6 referirse a la situación de allá de sus dictados (Cfr. 11. 406). Pero Cstc cra un hecho histórico, no
otros paises y ciudades a través de las cualcs quiso poner en evidencia la necesariamcntc dado en todas partes. En este sentido, concurren coino
injusticia cn un momento en cl que se extendía ya el despotisino, ya la ejemplos Italia y niiestra Arnkrica, en donde se estaba pasando a la religión
anarquia. En el Prefacio a los Evangelios y en el Movimiento social de de la r a z h sin csc cstadio intermedio.
los pueblos de la América Meridional, separado del anterior por un
dcccnio, el cuadro se le presenta lamentable, sea que se considerara a Pcro vayamos al cuadro de situación internacional que nos presenta
América en su totalidad subcontinental, sea que se analizara cn sus naciones. Bilbao. En este sentido cncontraba que el mundo estaba acéfalo y con
Este cuadro contrasta, siii embargo, con las palabras dc La iniciativa de claridad casi profética advertía sobre la bipolaridad ante el crecimiento de
dos grandes imperios: Rusia y Estados Unidos dc Norteamérica. Cada uno
N JCAN ~.~CITTST
ALI%CKDI,
A Fragmento preliminar al ratudio dcl dcrecho Rufnos Arrcs,
Hachcfic. t955, pp 75-76
de ellos colocado en extremos gcograficos y poiiticos, y, sin cmbargo, aunados
LAUNIDAD DE A M ~ R I C A

cn similares pmpiisitos. Rusia con e1 proyecto paneslavista y Estados Unidos, coIocarla en sus justos limites en cuanto al reconocimiento de sus logros,
"scrpicnte" de "anillos tortuosos", con sus sucesivas anexiones surcñas que podían ser incorporados a nuestra educación. Asi nos dice en sus textos
hasta el istmo de Panamá. Problema en el cual Bilbao es un claro antecedente que dcbiarnos enfrentar la anarquia y el despotismo con la libertad, del
dc tipo denunciativo de los reclamos posteriores, que no han cesado hasta mismo modo que establecer el goblemo del pueblo, pero mas aiin. gobernamos
nuestros días. Por otra parte, Ea alusión a la acefalia no hacia referencia a la a nosotros inismas, sin tutelajes. Con estos elementos ayudaba a construir
falta de naciones que imponían su polilica, sino al estatuto moral y ético que su filosofía de Ea historia de América y ellos constituian la línea o eje central
en ese morncnto no era llenado por ninguna potencia, cuyo ejemplo serviría de toda su doctrina.
palpablcmcnte a otros pueblos.
Tomado cada país en particular el cuadro que ofrecían era problemático
De Estados Unidos ponderaba la situación interna y al hacerlo tcnia y, a veces, hasta desgarrador. En México coexistían y chocaban las
en cuenta la sustancia dernocritica: que la vcrtcbraba, pero Bilbao no podía tradiciones indigenas con las de origen español. Se debatia en guerras civiles
llcgar a visualizar que esa democracia resultaria restrictiva en diversos mientras rnantenia su oposición a Estadas Unidos. Y En !a confirsi6n que
aspectos que vinieron a ser letraescrita. pero no letra viva hasta bien entrado resulta, nos dice Bilbao, vemos lu drtda por falta de creencias, los
c1 siglo XX. Con todo, Bilbao nos dice: purfuila de principio.^ y el egoisrno como coizsecueilcla (1, 72).
carirfillo~
No abolieroil Iu uscluidtiid de sus e.~tndos.no consclvaron las razas
Iieroicas de sus iridíos, ni se kan constituido en catlapeones de 10 CentroamCnca no iba a la zaga y la Gran Colombia se hallaba dividida.
causa uniiiersul, sino del iiiterks Americatro, del indivicliralkmo Venezuela no lograba encaminar la rcpúbiica y era una espccie dc Arabia
sajrin. Se prccipisuii sobre el Sul; y esa nacirin que dehia haber ndo Americana, coi1 sus fitrures civiles y sil despotismo salvaje. En el la,
nirestra esirella, ntiestro modelo, nuestra fuerza. SE conviei7e cado tanto como en Paraguay, la influencia de España pervivia y fue afli donde
dia eli uno arnetlara de la A LrTONunfrA de la América del Sur (3,293).
los virreyes y los jesuitas esiablecierorr con la mayor ,facilidad srrs
imperios (1, E 7 1 ).
Bilbao se daba cuenta que ciertos hechos tenían demasiado pesa
histórico, como la invasion a Panamá, pero asimismo que esto crcaba un
En Ecuador, Peni y Bolivia tanto el indio coino el negro habian sido
precedente ante el cual nada aseguraría quc no pudiera repetirse en otra
postergados y gemían "los vencidos en la lucha". La anarquia se apagaba
suelo. La invasjbn a la estratigica zona era unfactum, pero tambien un
en el despotismo: Odios de raza, guerra de intereses e11 tan gran
símbolo. Era la frontera y el destino de ambas Amkricas, de alli la necesidad
esteasion de territorio, oposicion de lus formas republicunas con 10
de una union de los paises dc la rcgión porque se jugaba el futuro,
educacion espuñola de las pueblos ,... (1, 73). En el Brasil permanecía la
esclavitud y In cucstion del azucar y del cafk es más imporfanre que la
Dentro del fenómeno del avasallamiento por la expansi~nterritorial
dignidad del negro. Además de las oposiciones de educación, dc razas,
de Estados Unidos, encontraba que su incursibn cn tzl isrnio no era un hecho
de costumbres, de provincias, Brasil tenia la particularidad de no haber
episádico, en cuanto cada una dc las naciones americanas corría pcligro,
alcanzado la forma republicana. Ello la diferenciaba del resto de América,
coma para 61 lo ha'hian demostrado los hechos. Sin embargo, la posición de
pues aunque ésta se hallaba envuelta en múltiples problemas, al menos
Bilbao no era la de un simple rechazo del país. Proponia tomar lo bueno de
habia alcanzado la forma republicana y esa forma era un idea! que las
él -como lo hizo Roma de los pueblos que fue encontrando a su paso-, y
educo.
La región del Plata se hallaba en guerra fratricida por l a demngog-ia y c1 dc la Rcvolucjon Francesa, 10s ricos y los pobres, los vestigios dc
de los gmrchos ,v el terror. de los pequefios iiranos. En Buenos Aires feudalidad y las formas republicanas.
e / pnrfido de la pampa coriio crlieizto del d~~esierto, se estrella en los
monirmenros del progreso; el otin coino irnpulso de ¡la Eirrqw, pretende ;Qué sacamos en conclusión de estos trazos bilbainos'? Una inocuItable
hacer desnparecer el cleniento origirrul y grorioso de / l a Republicn vision de que las luchas internas y el aislamiento eran los caracteres de la
(T,74). En Montevideo. a la divisiiin de pariidos se sumaba una inrnigraciírn barbarie mientras que la civilización unicamente era la tolerancia del dfscnso
numerosa, con desenvolvimiento indusirial, pcra no había una forma quc que Eial!aria un cauce efectivo en la vida democrática. Pedía ciudadanos y
lograra unificar los elerncntos heterogtneos, como succdia cn Estados no siibditos, gobernantes y no caudillos, complementaríedad y no
Unidos. donde todos recibían cl sello de /acitidad~7ninAmericnnr~.Nucva antagwismos, altruismo y no cgoísrno, igualdad y no esclavitud, gobierno y
Granada era la excepción. Al t i habia nacido un espiritu nuevo y, en aquellos no anarquía ni despotismo.
dias, represenraba la ivsoraIidad rrnter-icaiin (1, 171).
Bilbao no sc equivocaba cn sus aprcciacioncs porque despues de
Por su parte Chile, rincón entre la cordrllera y cl octano, parecía la insurgencia libertadosa la situaciiin creada en las nuevas naciones
destinado a ser una reserva de la America. Mientras tanto convivían el habia sido devastadora. En Venezuela las grandes haciendas habían
cspíritu dc un dogma y de una educación autoritaria con la feudalidad de la quedado en el abandono o la improductividad, sujetas e n muchos casos
Edad Media. sin conquistar aún lo que Bilbao llainaba la trinidad Irtrnrnna. a! bandolerismo. México, despuks de la caída de Agustjn de Iturbide y
que no era otra que la libertad, la igualdad y la fraternidad de la Revoluciiin durante la hegernonia de Santa Anna, se había dividido cn diecinueve
Francesa. estados, cada uno con su propio cjkrcito. En un periodo particularmente
caótico, habja conocido en veintidos años cuarenticuatro gobiernos,
Desde el sur al norte chocaban el estado dc naturalcza o barbaric y la creando una sitizacihn dc dcbilidad interna quc liabia lEcvado a Fa
civilización. Al: Mundo Nuevo, nos dice, separación del estado dc Texas (1836). Hacia 1848 Estados Unidos
Se le iiri jhven, -flotan& al wieirto del pon7e~iiraparecer sohre la habia anexado -pscvia invasión- cI 67% del territorio mexicano, con la
iieri-a coma 1i11o ei~ococionde ¡la liberrud. bsillnnte de iilusinne~, pkrdida incluso de la Alta California. Por otra parte, Perú y Bolivia habian
cnmhatir como hEroe y orgunizar rcpriblicus u 10s acenlos del fracasado cn su proyccto d e confederación cuando Chile sinti6
coritrato socinl. Mas despzies (le la irfcrurirr siiirid Fntoncp.7 .el amcnazados sus intcrcscs mineros y les declaró la guerra. En el momento
cnrnhcrtc intcrnn riel e r i ~ m i ~ qimpregnu(h,
o S I ~ I el
~ ~peso
Ú del aritjytro en el que Santa Cruz, ideólogo boliviano del proyecto dc confcdcración,
rioniinio C J ~ Iqueclahn
F (1, 7 6 ) .
cayó cn Yungay (18391, cc habia iniciado una ctapa signada por el
caudi1Iismo cn la quc sc habia intensificado la expropiación de tierras en
Se conquistii la soberanía sin que los ciudadanos fueran soberanos,
manos de los indigenas. El Rio de la Plata, dividido cruentamentc en
pues sus crccncias fundamentales permanecieron ancladas en la tradicibn.
unitarios y fcdcralcs durante cl gobicrno d c Rosas, había tenido que
Así pues se tuvo la soberanía temporal, pero faltó la sobcrania espiritual,
enfrentar el bloqueo anglo-francks (1 838-1 X40), resuelto mediantc
nos dice Bilbao, porquc tenia todavía el sello de Ia autoridad pasada, es concesiones. Circunstancia que liabia vuelto a repetirse entre 1845 y
decir, de la España conquistadora. Chocaban en su ceno cl espiritu cerrado 1 850. La República Oriental del Uruguay, dividida desde el momento dc
su nacimiento en dos grandes partidos historicos, el blanco o conservador de los postulados revolucionarios por el que dcbian transitar 10s pueblos, en
y el colorado o liberal, asistia a la contienda entre ambos, con el apoyo esta obra rescata el valor de sus maestros franceses, para atribuirles al
expreso para una u otra linea de otros paises que ayudaban a crear una resto -incluidos otros filósofos europeos-, cl peso del naufragio de los ideales
situación de alto perjuicio para Ia unidad interna y el crecimiento. revolucionarios. Dicha gsavcdad era extensiva en Alemania a Schelling y
Podríamos abundar en más detalles, pero digamos que hacia la mitad Hegel; en Espafia a Donoso Cortbs; en Francia a Cousin y los restauradores,
del siglo Csta era la situación histórica general dcl continentc. profetas de 60 que consideraba la iiltima barbarie. Así pues, la dicotomia
cntrc civilización y barbarie comenzaba a adquirir una nucva especificidad:
3. Inversión categorial y lugar de América Si! E.7 necesario no oliickir qite la ju.r/iciapuede ser veticirla, J. no ser
como esos riocrrinrrrios, r l&c.tricos [sic] o rharlaianes del progreso,
Las observac~onecde Bilbao qucdarian inconclusac si no las qiie se iniagiiion i dicen para no I~acerizcidu. qite Iu jiisffcia Iia de
completáramos con otros aspectos dccplcgados cn sus obras y quc sc trii~nfarporsimisnru (11. 191-192).
complcmcntan con el ciiadro aludido. En esta dirección quisiéramos retomar
el uso que hace de Ias categorías de civilización y barbarie ahora rcspccto El párrafo ilustra dos aspectns inmediatos: primero niega qiir el
de1 contrapunto ArnéricalEuropa desde tos años que median entre la progscso sea un proceso indefinido, y segundo. que sc tratc dc una marcha
publicación dc Sociabilidad chiIena y La América en peligro. Entre sujeta a principios providenciales o rnccánicos. Jrnporta destacar que Bilbao
una y otra obra Bilbao experimenta un cambio significativo sobre el papel daba cucnta de las desventajas que la situacibn demográfica irnponia para
que ambos polos geogrríficos han jugado en la configuración de aquellas la reatizaciiin del "poder", de la "riqueza'" y dcI "adclanto"; y en esto, sin
catcgorias sociales. Por cierto que el republ icanismo de juventud se mantenía proponer caminos inrnigratoriosnecesariamente. acudía a datos poblacionales
intacto, como la posicihn que asignaba a España y a la Iglesia Católica en el comparazivos. Es lo que denominaba dehilidwi jisicn de la Arnéricn ante
destino de nuestros pueblos, pero la obra tardía expresa de manera iniiy Za grandeza dct espacio y lo diminuto dc lapoblación, sernhradn, sepai-adn,
clara el alcance y scntido dc esas catcgorias en esta nueva etapa, como así aislada (11, 195). El modo adecuado de pobtarla era mcdiante el reparto de
también Pa identificación dc Francia cn sus relaciones con el resto de Europa las tierras en forma dc propiedad privada (11,336).
y con Amirica. Podemos decir que en el paso de una obra a la otra se
experimenta un cambio en la posición de Bilbao que debe interpretarse a la Dc la carnparación entre el Norte y el Sus contincntalcs cs posible
luz de la restauración imperial franccsa que tiene lugar al cumpliwe la mitad derivar que Bilbao ponia cn un lugar destacado el origen cultural diferente
del siglo y una de cuyas consecuencias sera la invasión a MLxico, a. la ciial de las dos Américas. En scgundo lugar tenia en cuenta el desarroIlo histbrico
hemos aludido en nuestro segundo capitulo. Cabe sospechar que el triunfo y el ejercicio político qtle se habia dado cn ambas regiones, y, en tercer
postrrior de la Rcpiiblica mcxicana, una verdadera reconquista, habría lugar, el estado en el que cada una se hallaba y cl proyccto alcanzado por
despertado en Bilbao gran complacencia, pero hacía dos anos quc habin una y descadn por la otra.
muerto.
Junio a Lastarria, Bilbao reafirmari la ncccsidad dc un Congreso
E1 a~~asallamicnto dcl pucblo mexicano inarcari una segunda instancia General Americano con cl fin dc promover l a consiitución dc una
cn cl concepto de civilización. al menos concretarnentc. de civilizaciiin confederación o asociacion dc repúblicas hispanoamericanas: . ..el deber
europea. Si en Sociahiiidad pensaba que Francia habia realizado cl inodcto de las nncioiles de Anrericn consiste hoy din. en volar en sil socorro
[el de Méxjco], o eil tomar Ins medidcrs que vamos a indicar (11, 265): benemérita. Reafirmaba las palabras que leyera en París el 22 de junio dc
una interdicción comercial a Francia, e1 envio dc una representación 1854 cuando decía: LQ tinidud que huscamos es la icle~itidudde¡ dereello
plenipotenciaria a los dos centros de poder (Estados Unidos y Europa) y i la asociaciun de¡ dereclio, y luego agregaba: la irnidad que b~rscarnos
al pais afectado. Una tercera medida consistia en la ayuda económica a es la cisncraciún de l a s personnlidudes libres, honrbi-es i pueblos,
esta nación por partc del resto de América. E1 antecedente de La América pora coiiseguii- Icr ji-rzlel-nidod urtivei-sal. El proyecto bilbaino no
en peligro eran los hechos mismos de asedie y los reiterados propósitos finalizaba con la aspiración a un nuevo orden nacional, sino que se extendía
de efectivizar la solidaridad americana durante varias dicadas. Ya en al sistema intcrnstcional en su conjunto. Ese sistema se construiría sobre
1797 a instancias dcl venezolano Francisco de Miranda se habia firmado la base de los mismos principios que darian lugar al inodclo interno de
en París cl Acta de Unión Americana dcI quc participaron connotados cada nacihn.
representantes contincntalcs. El proyecto se prolongo en los años succcivos
y en tal sentido son antecedentes de las ideas de Bilbao las accioncs que En el citado tcxto, La ley de la historia, el autor reconoce dos agentes
Sinlón Bolívar Ilevii a cabo: los proyectos confederativos durante las cxtcrnoc atentatorios del proyecto de unidad: los Estados Unidos y Rusia,
guerras de independencia, como las instrucciones que recibib San hlartjn aunque por razoncs geograficas estimaba n-iás cercana la pcfigrouidad del
cuando se disponía a libertar a Chile; las ideas confederativas de Juan país del Nostc. Por otra parte, la dcbilidad de estas tierras aparecía en que
Egaña y Juan Martinez de Rozas; el ideario americanista dc Josk Cecilio apenas si podiamos identificamos como los Estados desitnidos de la
del Valle cuando en F 822 cscribio en el periódico E1 amigo d e la Patria América del Sicl-. De todas maneras Bilbao se nos presenta como un decidido
su deseo de un Congreso Gcncral que debía unir a todos los Estados de americanista con metas y objetivos explicitos:
América; el texto fechado en 1824 dc Bernardo de Monteagudo titulado Tei~eitiosqrie desurr*ollur la indeperidencin. que corrservai las
E~zsa+vosobre la Necesidad de uno Federación General entre los fi-niiterrrs ituiitrnles y nioruies c/c iizrestra parriu, l e n ~ r i i o sqire
Estudos Hispurio-americanos y Plan d e s u Orgunizacitin, cuyo perperuur nuesircr raza ainerfcunu i latina. que desnrl-ollur- lo
10.7 peqiieiíeces nacioiralespnra elevar la Gran
repiihlicn, íie.r.vrr~recer.
prophsito final era asegurar el kxito contra España e imposibilitar la
h'aciOn Amei-icnjrcr. la Coiifedrrarl¿iii cleI Sitr: Tenemos que preparar
reconquista; las palabras dc Manuel Lorenzo de V~daurrecuando concibió
el cornjro coi)trucstrns íiistituciories i lihros a las jeneruciunesj~furas
unas Bases pcit-ci el Congreso Anfictihnicn de P a n a m i , en 1826: cl (1,291).
cscrito dc Pcdro Félix Vicuña, de 1837, titulado U T ~ I CAsiloO de las
Rep~iblicasHispnnoamerlnnas (en un Coiigreso General d e todas Y si en el mismo documento, como cn, otros, denuncia a los Estados
ellas); cl ~Clcbrctexto de Alberdi, Memoria sobre la conveniencia de Unidos, en este expresa también una actitud valorativa de su cultura que
un Congrcso General Americano, de 1844; y, en 1855, la Mei~aorio enraizaba en los actos fundacionales de aquclla nación y en su Cana Magna:
Preseirtadn a i ~ t el a F a c u l f n d de Leyes de l a Universidad de Nosotros qrie buscamos la m i d a d , incorporai-cnios eii ntiesl~.n
CViile.. .sobre lo Necesidad ,v Objetos de un Congreso Siidurnericano edrlcaciiiil los eielnentos i~rralesgite coiitierre lo cii)iiizaciÓn del Norre
de Juan Manuel Carrasco Albano'. Dc este espíritu de union Bilbao habia (11, 292). ¿Había una ambigüedad cn Ia valoración dc aquclla nación?
sido observador e indicador, y ahora un militante dentro de una tradiciiin Notcmos que lo americano era para Bilbao un proyecto libertario que también
: C f r ANTnnio Gii~urr;zR O R L E ~ OIdea
, y experiencia d e América Mcxico, FCE, 1958 habia tcnido en Amirica dcI Nortc su expresion, pcro que una vez caido cn
Agradclco a Juan Carlos Torchia Estrada hnbcrinc suministrado sus apuntcs pcrsonalcs sobrc c l actitudes de árbitros de otras naciones se habia convertido en In harbarie
lcmn
La seiwd~tmhreniorrzl que la alrtoriciad del viejo micrrdo nos imponia, caiisas dc nucsttas revoluciones el antecedente de 1789. A este tipo de
ha c a i h felirmenre para nrisotros. Despue.7 de Jzaher nholido la explicaciones las ve como iin sometimiento al "yugo del doctrinarismo
nionarqrlia coi1 nttesfrn grrcrra cie lu independencia. 110sqiredubu francés". Desde la Icctura dc la Democracia en América de Alexis de
el reino moral de Im pirehlos etcr.open.7.
atin q l dc~tri~il-
~
Tocqueville. nos dirá que ya mucho antes de la Declaración de los Derechos
del Hombre, en Atnerica -más prectsamente en las costas de Nucva
Y agrcga cn el inismo pasaje:
Inglaterra, alrededor dc 1637-, se respiraban los aires de la democracia
Ercr ~r~cesai-in co~iclirircol1 el prestfjio de er.a.7 iiacioires ideales qiic aprobados por tinanimidad. En verdad, si Europa no tenia autoridad moral,
se preseriicrhart cumo idolos li la imíagiriaciori de nitestros ~iueblus, tampoco la tenia Francia a pcsar dc las opiniones circulantes.
jóverr e7 nitn Ln coni~wdicciori.la decadc;icia i~olrt~irarin J el

siiicidio, corrcrrrriei-ori U esta obra. Es P.TIE el C C I I . ~ L . I Edomlnut~fe


I. de
Infní liistdricrr qlre cornie~rza(1, 172). Artriro Ardao ha señalado que se debe a un malentcndida la crccncia
dc quc estuvimos culturaliuente integrados bajo la colonia, quc habríamos
Por otra partc, el saber cientifica le había ensciiado cómo dominar las pcrdido luego esa integraciiin por el fraccionamicnro dc las nacionalidades.
fuenas de la naturaleza. pero sin cmbargo no habia anadido más humanidad Afirma con acicsto Ardao que lo que tuvimos de unldad culturaI. polirica y
a ese sabcr: I económica, en el pcriodo colonial, no fue otra cosa que la coparticipación
en un sistema imperial comun. Fuc rcciin la rcvolucion el suceso que fue
LLIcierirLiaeuropea 110srevela los secrcros y lusfi~erza.~
de /u ereacion estableciendoa nivcl dc los propios pueblos. una forma de vinculación humana.
pnru rnqjnr doiriii~arln;pero ijerromeno ertrcrño! cti ninguna ,faz
kistririco la prisonalidad Iia aparecido nlas pcqiieficr eri ii~ediode
sobre el suelo de las tradiciones hjstoricas conlpartidas: lengua. religión.
tanto espleiidor in feligente Pnidecr que la crencia cooperaTe ci mezclas raciales, costumbres y usos compartido7 también; todo ello sobrc
precipitar cri el torrente de la ,firtaii(f~d In noble causa de la una geografia moldcadora cle semejanzasd.
Iibertadd~lJiombre.. (1,290).
Fnito de esa vinciilación fue el surgimiento de! amcricanismo literario.
A diferencia dc Sarmiento, por cjemplo, lejos cstaba Bilbao de pero tambibn dcl amcricanisrno filosófico-político, sobre l a basc de la
identificar civilización con progreso material. La ciencia, cl arte, la industria integración cultural. Americanismo que significó la busca consciente de la
-10 quc hoy llamariamos tecnologia-, no cran bienes en si mismos. Podían americanidad como cxprcso programa. Es asi como cl pcnsainzcnto dc
introducir tambiCn el mal si no cstaban ordenados conforme al derccho, es Bilbao se nos muestra como un genuino heredero dc cstc amcricanismo y,
decir, a la justicia. Una cosa esa el progreso material y otra la conducta por lo mismo. de la mejor tradición bolivariana. Bilbao es también. si sc
moral. quicrc, antcccdente del arielismo cuando dcstaca la espiritualidad de la
América del Sur, frente al individualismo pernicioso de Estados Unidos
Pero podemos dar un paso más todavia. En El evangelio americano, I (Cfr. 1, 296). En todas sus páginas sc nos presenta con una coherencia
obra sobrc [a que volveremos, leemos que la rcvolucion arncricana no nos I
íntima que está signada por dos elcmcnroc básicos: la democraíizacibn y la
venia dcsdc una teoria dcl Viejo Mundo, esto es, desde un caber amasado union dc las naciones Ilbres. Nada más alejado de sus palabras que la idca
I
históricamente, sino desde un fondo natural que es la r a z ~ nLo
. que C1 llama 1 de pueblos niños, cs dccit, inmaduros para gobernarse. Esti, cn cainbio. la
un "hecho-ley" {Cfr.l1,382). Nicga cntonces que la cmancipaci~nfuera un ' ARTC~RUAKDAO, La Intcligcncia latlnoirnericana. Montcvidco. Univcrsi~lad dc l a
legado de la Revolución Francesa. Rechazaba así como explicación dc las Ilcpiib[ica. 1987. pp. 15-16.
idea de sociedades nuevas como aquellas que estaban prestas a asumir un VIIT. Racionalisrno y utopia
vasto proceso de organizacibn. Advertido de la dependencia mutua dc las
naciones y de la fortaIeza que podia das la unión, tuvo en las páginas de
La iniciativa de la América las inejores palabras para alentar a un
hispanoamericanismo quc hermanaria a los paises del Sur: IJa llegado el
!nomenlo historico de la unidad de ln Arnerica de/ Sur; se abre la
segiinda cumpañn, q u e L la indeperrdencin conquis~udu,agregue la Si e1 espiritu ha iriunfudo, en nnresiru América,sobre
usociacion de nuestros pueblos (1, 290). !u burbarie iniei-ioi: no cube temes qrre lu rinda la
barbarie de ajiwa. No nos dexlurnbrt.elporler uleno:
pl poder es sien~pi-eeefímero. Ensanchemos el cuntpo
espiritual: demos a cada uno de los inslnimentos
mejores para trabnjcir en bien de sodos:
esfol-cenionospor acercarnn.r a la jzrslicia aocial y a
la Iihertad verdudeva. atluncernos. cn .fiii, Itaciu
tiiiestra titopia.

Pedro Henríquez Urefin,


La utopia de América. Patria de la justicia.

Quisieramos referirnos ahora al evidentc horizonte de cambio que


ordena Ioc trabajos de Bilbao, aunquc el tenia se nos ha hecho presente en
los capituloc previos. Consideramos que podemos todavía acercarnos de un
modo más concreto a ese horizonte con relaciiin a aspectos sociales que
encierran sus ideas y la utopización como funcion dcl Ienguajc por la cual sc
van construyendo y dcconstruycndo esas ideas.

A propósito de 10 que mencionamos como horizonte de cambio,


debemos decir quc por tal cntcndcmos el efecto discursivo que se inscribc
en 10 que Arturo Andrés Roig, en sucesivos estudios', ha planteado como
' ARTURO ASDRCS ROIG.E! rliscrirsn t~loprcoy rus forrnu.~eii la hisronn iniclectual Ccuulnrraiiu,
cn La utopia en e l Ecuador. Quito, Banco Ccntral y CorporaciOn Ed. Nacional, 1987. "Ln
cxpcricncia Iatinoamcricana dc lo utbpico y las primcras formulacronc~dc una uiopia para si",
I en Revista de Historia de las Ideas. Scgunda Época. Quiici, Ed. Universiiaria. nD 3. 1982
2, El juego utopizante 5 . U n a n o c i o n d e p e r i c n c n c i a q u e h a b r í a p o s i b i l i t a d o la
indcpcndencia de los paises americanos y al mismo tiempo seria el gozne
Al rcfcrirnos a su filosofia de Ea historia scñaIábamos cómo el autor para el hosizontc d e futuro. Concretamcnic, nos scfcrirnos a las
pareciera querer recuperar un tiempo originario de Iibcrtad c igualdad a n t i n o m i n s nafiijos/e.r~r'niijeros;cii~iii,-ndos/húr-bnros, I i r c e s J
en la simpleza de una vida comunitaria sin antagonisinos. Esto que, priilia r g ~ o i - c ~ n c eincrircipnción/opi-esreil;
~o; progreso/ ati-oso;... y muchas
Jacie, pareccria una negaciiin del futuro en cuanto quiebre de la otras catcgorias. Esras ordenan los discursos desde una perspectiva
temporalidad lanzada hacia delante, tenía sin embargo una carga critica axiologica como apelación al potencial emancipatorio para la constitucibn
y era un llamado d c atención sobre las posibilidades de cambio en los dc la que llamaba un hombrc nucvo.
hombrcs y en sus realizaciones organizativas. Posibilidades abiertas, pues
esie. el cambio, podía tener resultados positivos o negativos y por cierto 6. La idea de una utopia para si cuyo modelo más cercano lo hallaba
quc a Bilbao la realidad se le presentaba variopinta. Aunque de una en la resistencia y bravura del puclslo araucano.
lcctura rlpida podría concluirse lo contrario, no todo dcbia cambiar, no
todo debia negarse, y es aquí dondc mejor se inuestra el juego utopizante. 7. La posibilidad ontológica de autogobierno. pucs todos los hoinbres
Ciertamente la topiri cra a un tiempo positiva y negativa, por 10 quc poscian rac isnal idad y las formas de negación de la misma tcnian carácter
puedc dccirsc que e l l a se le ofrecía altamente deficitaria. pcro a la vez histórico y no metafísico. En cstc sentido su crítica alcanzaba a las
grivida de posibilidades. modalidades dc patetnalisino ejercido por nucsrros hombres de la
independencia y a los caudillos surgidos de [as luchas internas que asolaban
Sucintamentc, jcuales son los hitos principales dc csc jucgo de al Contincntc.
recuperación y posibilidades a partir de una situaciiin que vivc críticainente'?
De las líneas qiic hcinos dibujado apretadamente nos ocuparnos a
1. El proceso de ruptura con la n~etrópoliscolonialista. continuacion. si11la pretensihn dc agotar rigurosamente los diversos aspectos
que están iniplicados.
2. La idea de América como una cntidad gcogrrifica, cultural y política
distinta de Europa que habia dado lugar a niicstros procesos de independencia. 3. La hermandad entre los hombres

3. Un otro aspecto que se desprenderia del anterior: la distinción de Con cl movimiento de la llamada "cmanctpación mental" apareció
América como una nación, prcsentc ya en c l pensamiento bolivariano, en toda la litcratura del '40 un elenco dc razones para dar cueiitn del
estado de cosas y de las dificultades que habían postergado la realización
4. La visualiración de formas c u l ~ r a l e emancipadoras
s frente a formas de una indcpendcncin integrat. Un proceso deseablc dc cambio que
ciiltiirales colonialistas y aquí el conccpto iia tendría un alcance circunscripto separaba el momento dc las armas -aunque la realidad demostraria lo
a entidades geografica e liistóricamentc situadas, sino a formas opresivas contrario- para acceder a un momento dcl pcnsamicnto. El planteo de
de pensamiento, virtuales y rcales, quc podían darse en cualquier momento esta emancipación dará luego paso a un latinoamcricanismo que adquirió
y socicdad. la primera forma escrita casi cirnultaneamente en nuestro autor y cn cl
colombiano Jose Maria Torres Caiccdos. En ambos está la idea de ese en la concepción igualitarista como opuesta a la dcmecracia de klitc
latinoamcricanistno que se expresa predominantemente bajo la palabra sustentada pos los hacedorcs de la primera emancipación, de manera quc
América, pero que sin ninguna duda remite a Latinoamkrica. Es así como los planteos los hacia alguien que se sentia parte del pueblo y para el
bucna parrc dc los textos y a pesar de su considerable extensión, pueden pueblo.
ser estimados como manifiestos juveniles dentro de una tradición continental
que se inicia, como hcmos dicho, en el periodo y se prolonga en el siglo Por lo expresado hasta aquí sc desprende que para Bilbao habia una
siguiente, especialmente en las primeras décadas en torno a proclamas patria entendida como nacibn, una patria americana 4 o n inequívoco sentido
que instan al cambio social in toto o bien en sectores pantuales, como fue Iatinoamericanista-, y también la Humanidad, porque la liberación debía
el movimiento reformista universitario de 1918. Esos textos encierran, mundializarse, pues no sólo se padecían males comunes, sino que se tenían
deciamos, una noción dc pertenencia cultural y generacional declarada, objetivos comuncs y el transcurrir del siglo era el momento para su
porque su autor se sicntc intesrante de un tiempo inédito cuyo destino de realización.
cambio estaba en manos dc las nuevas promociones, de los hombres que
como 61 se autodenominaban autores de la '"alabra precursora". El Ciertamente en e1 clamor de una humanidad y hermandad entre los
carhcter proyectivo no apelaba a la juventud con sentido cronológico. sino hombres resuena el eco de los utopistas del Renacimiento con la nostalgia
a aquellos que aparccian como capaces dc efectuar las torciones necesarias de la idea medieval de una cristiandad unida; pero s i en estos la organización
frcnic a las viejas promociones y dentro de [as estructuras vigentes, dc propuesta era altamente estamental y jerarquica, Bilbao, apelando a la noción
modo que sus escritos pucdcn ubicarse dentro de lo que se ha denorn~nado de orden natural en cl momento en el que el contractualismo aparecía en
ideología '-juvenili~ta"~. El mensaje convocaba a los que eran la reserva diversos autores, proponía el criterio de la i p ~ a j d a dentre los hombres. El
moral y ética de la sociedad y e n ese sentido se planteaba el llamado a Ea orden natural le servía de apoyo para criticar la sociedad en donde la
juventud para cambiar lo rnicrosociaF y lo rnacrosocial (ArnCrica, la desigualdad tenia razones históricas, es decir, cuFturalec, pues, cn verdad, Lo
Humanidad, y, naturalmente, la nación). Asi pues, en contra dc la ideología que se habia desvirtuado era est: orden "natural" al que debía regenerarse.
conservadora vigente -10 que podsiamos llamar la topia discursiva-. Bilbao Esto diferencia sus palabras de otros románticos que vieron la causa de la
partía dc una utopitante fe cn la autodeterminación de los hombres que postración de nucstra América en razones locales: el clima, la geografía y,
debían sobrcponcrsc a las formas scrvilcs dc conciencia y de convivencia. especialmcntc, cl factor étnico.
Los objetivos dctcrminaban la contradicción, o su auccncia, entre intereses
propios e intereses planetarios. Las palabras eran enunciadas con scntido Como destaca la critica literaria, a diferencia de los semántjcos del
inaugural pucs algunos debían ser portavoces del tiempo nuevo, pero Plata, los escritores del Pacífico, y entre ellos el mismo Bilbao, exaltaron la
asirnisino el todo dehia involucrarse y protagonizar el cambio para derrotar figura del indio y fueron defensores de su bravura. La observación se hace
a la vergonzante desigualdad. Esc 1Iainado o apelación al todo se fundaba manifiesta en escritores como Esteban Echeverría y José Hernández, por
citar sola dos, quienes se exprcsaron de un modo hostil hacia el elemento
' Cfr M I C ~ L F RQJIS
L MIY. op cit El autor rnuc.cira quc corrcspondiíi a Bilbao la primera
indigena de nuestros campos.
cnunctacion dcl pcniiliciri "laiinoarncncano", con fccha 74 dc junio dc 1856, cn su confcrcnc~a
"Iniciativa dc la ArnErlca", micnirac quc Torrcs Caiccdo uti1178 l a dcnominacion "Amcrica
larina' cn su pocrna "Las do$ Amcricas" t r mcwq ~ ~ ~ C F P U C F . CI 26 dc ccl!crnbrc dcI mismo ano
La fuerza del pueblo araucano y su indómito espiritu no eran nuevos
" ARTL'RD h \ D R r F R D [ G , Pilnsiifia, u n i ~ e r ~ i d ayd filórofou cn América Latina. Col
Nucstra Aincrica Mcutcn, UN4M. T9PE. en la literatura política americana. Camiio Hcnríqucz. imbuido de la energia
indepcndentista y editor, como hemos dicho, del primer periódico impreso ...
en el país trasandino. Aurora de Chilc, dcnominb al que hubo de sucederle E I la
~ pm. SII niir.a<lues i i t r n d i ~ i i trmiqitilu
,~ jrtornhie~iirnpe~ieti-r~hlc

El monitor araucano. El itiismo Bolívar sc habia referido a Chilc con la Conro Lrlin coi-aza rrjjr~ert!~; -pero al ~lerel e,~tnndurtede la esfrelto
que,flamea, pidie~idor n n i i m i ~ ~ icrrnipo, t o ~ ~ entonces sor?los ericnrigos
expresión "las bravas repi~blicasdc Arauco" para destacar CE espirihi
los que coiioceit EI kerigirqj.~cfe siis ojos (1, 220).
libertario de la nacion. El elemento indigcna dc nuestro mosaico Ctnico hallaba
en pleno siglo XIX, un reconocimiento cxpreso de su valor, aunquc por la
Bajo el aspecto indicado, el po1Cmico escritor rebasaba los ricos planteos
misma Cpoca comenzaran a tomar forma las propuestas inrnigratoriac para
de Alberdi. quicn se quedaba a medio camino en e1 rcconocimicnto dcl sulcto
lograr la cmancipacion económica coino ineludible complemento de la
americano como punto inicial para la superaciiin dc las Formas de alieiiación7.
emancipación material y ineníal anhelada. Indudablemente. las propuestas
En esta misma dircccion creernos que debe ubicarsc la consideración que
de Bilbao en cstc sentido contrastan con el común denominador que enmarca
hace Bilbao de Santa Rosa dc Lima como encarnación de las viriudcs
a otros roinánticos y aunque en algún texto desliza sigilosamente el
americanas de abnegación y entrcga frente arma sociedad prcdorninantcrncnte
argumento inii~igraíorio(T, 271), sc reponc con firerza antc el mismo y la
egoísta y cngañosaR.La indiferencia, indolencia y escepticismo dc nuestras
contundcncia de sus palabras borra toda duda sobre el tema de la integración
socicdadec que fustigaba son puestos en la voz dc Santa Rosa y e! tema lo
de los -yupos étnicos y sociales. como del carácter ejemplar dc la resistencia
extcndesá como una. práctica en Europa cuando en Paris cscnbc. cnnstcrnado
araucana a la dominación y colonizaci0n. E! antiespañolismo y anticIericaIismo
por la muerte de Lnmcnnais, El dualismo de la civilización moderna,
de Bilbao propiciaba una ruphira con el pasado, lilas no con toda la tradición
como es dable recordar. Pero la critica que lleva a cabo para cl caso tic
Iiistbrica anterior. Sin embargo no era un acto de moderación lo que le
Arnirtca cxcluyc dc Ios males al pueblo, a las masas, coino reserva moral,
perinitia hablar dcB espíritu del Arauco. como estaba ocurriendo con algunos
pucskstas cc hallaban a merced de las inclinacfoncs negativas de sus dirigentes
escritores que corncnzaban a adoptar expresiones mAs mcsusadas. Era el
poliiicos y religiosos. La taxonomía dcl modelo sarmientino (civilizados y
rnlsmo visccral rechazo por todo lo que lo forheo llabia pasado a scr cn sus
hárbarns) tcnia aqui sil exacta inversión y los paradigrnas (cl pucblo ararrcano.
textos para América:
Santa Rosa, ...S ciimplian tan sólo una fi~ncióndc apoyo para la cstimuIacion
Ln11tor.o,Mi!ilri a / iriddtiiila IirCIiico zffrnricopile& femittarsr rriKt.r. del espíritu de cambio. Súmase además a ese voluntarisino quc Ic llcvtj a una
~ ~ S10 A k r i c a y decir: España -o te
~ C~S L . ~ ( I I . ~ : I I(k
[(&F. 1u.x I S I . . F
constante iitopizacion, laafirinacibn universalizantc dc la razón como lo mas
veiici -Am4rirri 310 te I ~ E I T ~ I Ie.T,uc,i.ernoy C. g i ~ ecli,qa cn otro dici.
valioso del hoinbrc a la que habia que poner cn practica, a pesar de que su
ser2 ftr hrnzo [ I. 7 15)
,fintei7iidcrrl,
discurso está atravesado por un constante emocionalismo que le impide una
linca argumenta1 coherente y programitica. El espíritu qiic exige cambio
En Fa apclacihn a la resistencia ante lo extranjcrizante, el argumento
apclaba a la reserva humanitaria dc Ainérica como pueblos jóvenes quc podian
acerca de la crnulación de los pueblos indígenas venia a reforzar sus
llevar a cabo una integraci~nsocial liberadora. Mas e! mensaje bilbaíno y c[
razonarnienzoc cn favor de una tarea de accion a partir de la afirmación de
uso de la categoría "pueblos jovenes" no debe iisirnilarsc a la categoría de
un sujeto americano valioso en medio dc la adversidad de las circunstancias
"pueblos niños" en la linca dcI arielismo, cuyo discurso paternalista invistio a
y a la eiiergia dc los pueblos cuando estallan:
las masas dc fnrnadurez para gobernarse. Lcjos esti el autor de plantear la
El ri vnucono es temible ri cabclllo ~7 cori lanzu. Sic vido e.7 .~ilenr.iosu,
pero cl/antlrisir i70-e.~!allu.se ove oigo crirrio el rt.solIa(~olene In,fiieri.o ' lbid. p . 69.
ir~ierriade Itl sierra. " Suru\~ii?:Livp. Three ChiIean Thinkers. Ed c i t .
situación americana como un problema psicológico-moral, pero indudablemente Sin embargo. entre e.Ttas cenizas, residuos de un filma ardiente, suele
enconirarse de vez en cuando la anticipación ~ e n i a del
l precursor
la disposicibn mental era un ingrediente disparador de las decisiones para el que enuncia a sus contempor~neosverdades prematurus'?
cambia. El recurso duatista de la historizacibn y deshistorizacióo le hacía perdcr
de vista la imposibilidad real de una planetarización dc las soluciones y por lo En este sentida marcharon las observaciones sociológicas que es
mismo, en la desmesura, constituye una característica irnp~rtantede su cspiritu posible recoger y a las cuales queremos referirnos ahora.
románticoq.Por otra parte y desde la aItura de nuestro propio tiempo histórico,
podemos ver que la desmesura de Ios anhelos contrastaba ineluctablemcnte La concentración de riqueza y poder Gran las dificultades mayores
con 10s logros comparativos que obtenía. que encontraba Bilbao. Como observador de la política cxterior de EEUU.,
advertía sobre su expansionisrno, y sin cmbargo no dejaba de estimar que
4. La historicidad del hombre y sus posibilidades
dicha nacibn presentaba ya en ese momento un desarrollo interno importante
de cambio social
donde la riqueza había estado siempre mejor distribuida quc en
Hispanoambica. Bilbao no se atenia a lanzar ideas para modificar las
Lo que acabamos de decir no es óbice para entrever que Bilbao tocaba relaciones interpcsconales, como hubiese sido el apoyo a proyectos dc
tarnbiin aspectos claves del desarrollo social, por eso su americanismo beneficencia. Apuntaba a Ias relaciones sociales en sus diversos ingredientes
hundira raíces en las condiciones materiales de la vida en América, motivo o aspectos cmciales,por ello es que los cambios no debían ser promovidas
por et cual la cuestion de la libcrtad quedaba pospuesta a la de Ia liberación, por los que estaban a la base de la pirámide social, sino por quienes podian
~ O constituirse en libre una sociedad que se hallaba bajo los
pues ~ C O podia crcar condiciones más avanzadas de organización, y en este sentido las
signos de la pobreza y el atraso? Sus reflexiones se orientan hacia la obra unionec -lo qtie luego conocereinos como formas de agremiación-, aparecían
civilizadora que en Am6rica la visuaIizaba como la lucha fundamental por la
como eslabones importantes de la participación social. Coním la visiiin
equidad de la que habían sido despojadas !as mayorías y puesto que los estática de los p p o s consemdores, intentaba constniir sus discursos desde
obstáculos más prbximos se encontraban en el interior mismo de la una visión dinámica y abierta. aunque por momentos la lraicionara apelando
organización social, cra ista la que debía cambiar. Al respecto, resulta a entidades mctafisicas quc oscurecen su declamado racionalismo.
atinado recordar lo que de e1 escribió Alejandro Kom:
No fue tampoco un hombre de pensarnien 10 melódico y claro o por lo Dentro de esos escritos que poseen una clara actitud de manifiestos
menos no /o silpo expresur. Principios j~ndanien(olesbien precisos queremos ahora relacionar la idea dc la propiedad privada con la teoria de
los poseía. pero los diluia en uiia prosa de proclamas la democracia que impulsaba, Como clementos sociales congruentes y
revolucionarias, tan hueca como entusiasta Las mismas condiciones
políticamente estrategicos, pues una cosa fomentaba la otra, esto es, la
que /e valían sus textos oratorias, las vel~ementesreróncas de stl
palnhra, le perjudicaban como escritor... Ampuloso, incoherente, participación y el interks en las decisiones que afectaban al futuro.
divagador, sus ohros dejan Ia inrpresidn de trn gran esfuerzo El rico, nos dice, posee como el bcirharo de la conquistanla fuerza. El
malogrado. dueño de la tiewu, el hacendado, posee O por la proieccion del
monarca á su virtud monárquica. es decir. al mas esclavo y que
* Cfr. G C R M A NMARQUINEL ARGOTE (Ed,), ;QuC rs eso de filosolia latinoamericana?
Introduccidn a l filosofar. Bogota. El Buhe, l981, p. 145. El auior ubica a Bilbao cn la
gcneracion del positivismo. Lo mismo hacc con Juan Bautista Albcrdi Por otra paric no ""LEJANDR~ KOKN,El pensamiento argentino. Esiudio Prciiminar dc Grcgorio Wcinbcrg.
sabcmos dcsdc q u i presupuestos nos lrabla dcl romanticismo dc la Indcpcndcncre. Bs.As., Nova, 1961, p. 225
(leporice i?tas,?nos recornpenaa, d por la oc~rpari&ripriri7ifii~ude In
Occjdcnte por pemancccr sujeta a un creciniicnto -que por otra parte ya
cnnqirisln La c!~n~crs jeiite. es plehe, j e r ~ iiilmundn.
~ vi/ ... E/ pohrr
iiccr.~ilagire comer y ht~scarr-nhujo El trnhnlo ~ i puede o venir sirio nn era tal-, fundado en la cxplotacibn cxtractiva antes que cn la industria
del qzle ticrre i~rdirstriaú cnpirc~l.La itid~rstriau capiinl ~ o t iIns agricola y manufacturera. Mientras Iilglatersa habia estado creando nueva
fierrns: i'iiego los Iicrceiirfados soti los diiefios del rrabqo, de riqueza, España habia generado un penoso cuadro dc situacibn, sciialado
ui~metifcli~ u riisrninuir el salario. Cu riquex ó regalfa pirede pasai- incluso por las mismas autoridades peninsulares. El virrey Guirior declaraba:
a l ~ ~riempu
í i ~ siri el ri-ubnjo d ~ l p o b r ePero . el lrumhre iro admire
espera: Jrlego el rico c.s dtreñn de-fijui- ICJI cnndicioties del scrlurio. Jik Eir e.Trc prirrripin estrihu Ici clecnrfertcrcr del Rrino. 170 c j n r i d o - f i ~ ~ ~ o ~
qrri c! clespoti.nrro,fiiiJrzl. Elparr iiitelec/ual. la pi-edicacioir, lrncr eti ranihrn de 10 ipic recibe pnru sli corisiinlo, es pr~ci.~ri e p~c.u
q i ~ el
resigtarrr nl desgr~aciadoy ottrirnrizo el d r d ~ i estcihlecido.
i El ROBO ~ e,~.rlinede sii.7 rnitios jarnds peiVmai~e:t-rreir el I'ir-ircrln
oi-o q 1 1 .re
y a ~ e h~¡eJitiil¡opor qrtitnr a otra /o qur POSEE, siir roilsidernr el pcrm Oni-le vixor. sino qLre hrez,emeirt~ib cusi siri la rrictinr circiilaciriti.
dc.~po!i.i-rno~ i e vi? co (1, 14-5 ). srilgrr a !a cosrn a pagrii- IO,C efectos gkiiei-os de Eiit-opa. qi(e entrnli
eri mqror- pi.opoi-cidri dc Iri qrte pernriteii sita -Jurr~!tricl~.r.
ocasioiiánrlosi~ dns perytiicios: i(iio n l comrrcio de Codir jb
Esta claro en cl texto qiic para él la cscasa difusión de la propiedad pcrrticrilnr~.~, qtie izo pirdrritdn c'rperi~lt'r. In riirrcl~oqire trnc~t.se vcin
concentraba cl poder y el progreso economico, actuando como factores pr~ci.s~rrri'n a íittrlu coi;pkstlicln o nlfiado, gtiehrnrrh rlcspirés por ~ i o
retardatarios del progreso en su con-¡tinto, además de ser éticamente Icsivos poder cobrar; orro. al comtU?, que no stjlr~por lo Itiarriro iil(elr
b!

porque fijaban asimismo los alcances de la legalidad. Prccisarnentc, la cninpi-u?.lo pie rio ~irce.~itn, i n t m d i r c i k n h s ~iiii Iido pct?irdicial, siiio
distribuci~ndc la propicdad actuaría como cartc en una socicdad latifundista yuc. c a h rcgirtru c.7 iilrn rcd hui-redercr ytre dejn ex-hurrsfode dnerri
ni Reiitn .. ".
prolongada en e1 tiempo desde la Colonia, en la que la polarizacibn era la
causa fundarncntal de la conflictividad que vivía el avanzado siglo XIX.
Dccconcentrrir y descentralizar parccen ser las dos ideas básicas que guiari Retornando a Bilbao, digamos que efcctuabri un doble juego de ideas:
algunos textos que se refieren a la propiedad privada y a la democracia reivindicaba el valor de la propiedad y censuraba su concentración, dcl
directa, como vias para la armonia a la quc aspiraba. confnme a lo qsre niismo modo quc entrcvcia los factores derivados de estas dos caras del
llamaba uiia "ley natural". Su linca ideológica apuntaba fundamentalmente terna.
a la distribucióii del poder econOrnico -una cucstibn quc era matcria de
justicia-, y con cllo de la libertad. Todos las hombrcs teiiian esc derecho y En sus palabras la crítica apuntaba a socavar la prctcndida legitimidad
este cra condición para la dcmocracfa. El problema sc le presentaba cuando del sistcnza, a devclar o poncr en evjdcnciñ los antagonismos y conflictos y
observaba que ese misino derecho era privilegio de unos pocos y la a que otros adliiricran a csa impugnacion. como un momento necesario
drstribución del ingreso resultaba inequitativa. para una socicdad más armónica con propicdad privada desccncrada. Debc
tencrse e n cuenta aquí quc hasta esa coyuntura l a s sociedades
El andamiaje intelectual no le pemitc vcr a Bilbao que el tema tenia latinoainericanas venían aceptando las situaciones patrimoniales tal como
ya en ese momento otros aspectos que la Revoluciiin lndushial puso cn cstaban dadas, de modo quc la irnipcihn de este tipo de impugnaciones
marcha, conlo por ejcmplo que la genesacibn dc riqueza cstaba pasando significaron una critica miiy fuerte al sistema, que no tardo en generar todo
por el doniinio de la naturaleza en sus dos famas de ciencia y tecnología y un arsenal dcfcnsivo y acusatorio al mismo ticrnpa. Una situación que se
que asimismo, España -ajena aI fenómenc- habia perdido su hegemonía en
" Citado pnr Lcis EDCARDO N I I : T ~ARTETA. Economia y cultura cn In historia de

Colombia 5 a Ed Rasoti, Editrir,~V ~ c n t odcl Pucbio. 1 9 i 5 , p 75


dio en mayor o menor medida en los distintos paises de Hispanoamérica, en I el lugar que asignaba a lo que hoy Ilamarinrnos organizaciones intermedias
los cuales la Independencia habia sido un paso importante pera no habia quc por [a época comenzaron a dcnorninarse sociedades, círculos, uniones
redundado en una transferencia real de poder politico ampliado en sus bases, o bien centros obreros. Los mismos agrupaban incipientemente a ciudadanos
como para modificar la distribución de ese msmo poder y menos aún la segun sus habiIidadcs y conocimientos para ejercer determinados trabajos.
distribución de la riqueza. Naturalmente, no podían aun estar pcnsados para constituirse en fuentes
E/ i~idividcio, decía, el YO HUMANO. cuerpo y afma. necesita de poder económico. Apenas si representaban fuerzas de protección que
PROPIEDAD paru cu?np!irsufi11en la rierra. La propiedad !a riecesita con el tiempo devendrían en Órganos de presión para determinados logros
para desarrollur su vida intelectual, su vida-fisicay la de siw hijos. rcivindicativos. Reivindicaciones que comenzaron por lo salarial pero bicn
Luego /as condicio~~es necesarias paru adquirirla.^ y para pronto sc extendieron a la consecución dc otros fines como los quc sc
adquirirlas de un modo cumplelo, le son debida.^. De aquí nace la referian a la extensión de la jornada laboral, Ias condiciones de higiene y de
destmccion del privilegio, de la propiedad feudal y la elevución de!
salud, a !a fuerza del trabaja dc niños y mujeres, etc. Estas organizaciones
salario 9 nidida que se alza la dignidad humana (1. 23).
nacian para cumplir estrategias defensivas cn materia laboral ante la
Esa situación habia conducido a un otro aspecto que era su desprotección dcl individuo y su familia, cuyas necesidades bjsicas no eran
consecuencia directa: la desigual relación entre capital y trahajo en donde cubiertas por cl sector patronal y. menos aún, por el incipiente Estado, pero
en pocos años vicron la necesidad de la constmcciOn de bicnes comunitarios
la mano de obra no tenia alternativas laborales, tornándose coercitiva la
vinculacibn. BiIbao indica claramente que la ausencia dc un mercado de cuyos costos y beneficios tendrían un impacto sedistributivo mayor. Entre el
trabajo habia sido el modo más habitual de control social al mismo tiempo aiclamicnto dc las familias y el Estado comenzaban a adquirir impulso
organizaciones que nuclcaban a trabajadores como paso prcvio para la
qwe aumentaba cl poder económico del capital, incrernentando así la brecha
constitucion de una clase media. Aci h e como la idca de los Talleres
dc la desigualdad y la tensión entre riqueza privada y riqucza social. Un
fenómeno en donde aquélla habia sido obtenida a costa de ésta. 1 Industriales, bajo la probable influencia de Louis Blanc, cuya literatura
circulaba cntrc nosotras, cobro cuerpo en diversas paises americanos a 10s
Con cstas observaciones Bilbao agrcgaba un otro cIernento para la efectos dc mitigar la pobreza. procurar conocimientos de artes y oficios y
democratización de la sociedad y es el que se refiere a las oportunidades dc reagrupar las fuerzas productivas, hasta el rnoniento dispersas. En
trabajo para asegurar un ingreso rninimo como un debcr institucional: EI Socinhilihd clrilena nos dicc Bilbao:
qtle no tiene capital 6 instrumentos de trabajo, es e! asalariado, el Lca fultu de corriunicucidil y de izecesid~deies nuevas, la falto de
proletario, e / siervo moderno. E? Estado debe darle las condiciones cc~pitrrlesrliviclihs; Sa fir Ira de eriae6a~izir (le necesidad nriisfica:
¡nAfailn de C O R ; E ~ L ~por
~ O e/ si- terna opre.~ii~o el sistema
j7e.i-clu.~E,Fivo;
ninteriales de la ernancipacicin,facilifdridoie los insfrumentos del ti-ahajo
coei-citii~o;i7D ~ ~ ~ Z I ~ del
A B trnhajo
UR del pobrc, impiclcil qiie se eleve
(1,273). A la base dc esta propuesta lo que deslizaba Bilbao era la critica a
riiin clase merlia qe/e preludie la libertad, como la burgeoisie rn Iu
la fusiiin de la csfera politica can la esfera económica privada en donde una Eur-opa (1. t 41
dominaba peligrosamente a la otra.
I Evidcntcinentc, cI csfucrzo individual era importante pero estkril sin
El corpus bibliográfico presenta otros elementos vinculadris con los gnipos de apoyo y autoayuda. La necesidad de asociarse y de ampliar los
hasta aquí reseñados. El primero de ellos, adelantado hace un momento, es Iirnttes de la responsabilidad contribuiria a formar una moralidad intcrcsada
en la prosperidad de todos. Por otra parte, cra una c u e s t i ~ nde justicia el revoluciones políticas y la condicibn social de las repúblicas
cncarar la distribución de la t i m a cntrc aquellos que constituian la fuerza colombianas ( 1 86 1); SaIvador Cainacho Roldan y sus trabajos rcunidos
del trabajo y soportaban c l edificio social: Crilnrrizcrcioi~,inmigrncion. grirari bajo el título de Escritos varios; Francisco de Paula Gonzálcz Vigil, el
lo.r polificos! -Por.qiré no c o l o n i z ~ i sviresira 1ieri.n coti sus propios sacerdote peruano ya citado. aiitor dc los Opúsculos sociales y políticos
hijos, coi1 i~i~estros propios hel.?rinnos, con sus oclzrales f i u b i t a n t e ~ , dedicados a la juventud americana (1862); los escritos del uruguayo
coi1 10.7 que debe12 ser sus poseedor-es y propierurios? (11, 336). Una Ale-jandro Magariños Cervantes y tantos otros.
cucstión que ya habia señalado SiinOn Rodriguex.
En los textos tnencionados. cs dabIc notar quc Bilbao - j ~ ~ n tcon
o todo
En iin paradigina que Te es cornun a la generación de 1842 y desde el movimiento roii~lnticolatinoamericano-, no ignoraba un otra eleinento
una dctenninada con~prcnsihndel Estado que habia entendido su irnponancia con alto valor social. político y cconóiiiico y es el que atañe a la poscsion de
para una socicdad quc qucria reforniarse -no alineada precisainentc con el conoctrnicnio coino factor de poder individual y colectivo. Una cucstión
lesscrizjiiir--, Bllbao abogaba por una nación en la que la educación, cl que puede incluso notarse en cl uso inisino quc hacia dc las ya mencionadas
crEdita y la produccihn se convirtiesen cn cngranajcs de la deinocracia que categorias de civ~lizaciony barbarie, como dc otras quc les son afines.
con cvidciltcs dificultades se abria paso en el Nuevo Mundo:
k7~cilitcrndo y I;crchirnrloohli~aroriola edl~caciriripriiiiar-i~,decía. el
Cicrtamcilte qiic con cl dcseo dc siirgimicrito de una clase mcdia debia
E , v ~ c i hhn hc>c/inIr1 pi.inr.ipal nnr/cbiacihn n ~ o d nhonibre.- pero cs avanzarse en una redistribuciiin dcl conocimrcnto y para eso era
iwcJesrrriuqrit, ese hoinbre rIee~pzrk.~ tic arr~iadnititeiectirulntenre, 1~11gn iinprcscind~bleatender a1 sector educativo con el fin dc lograr un acceso
iris/i~irirrerrtoscoi? qiip pueda prociiicii- para gnirur su vidu corr equitativo a siis oportunidades. El terna tenia directa unión con cl problcma
iir~lepeiiciciick1. coriti.if7~rii.a la i-iqriezn del E . ~ t a h . dc las rcvolucioncs a cmancipaciones nientales a las cuales hemos aludido,
que en el continente plantearon cscritorcs como JosC María Eiiis Mora,
Y añadia: Efr el gobierno Oe /(ri lihcr-trrd In lihel-tnd rlc cmnercio es Esteban Echcvcrria y cl propio Bilbao. En nuestro autor la cuestión tenia un
-por lo ciiril, el pois iiicliirar.4 sirs fueirrts pmduc f i i w s cr lo
l i i ~Iieclio, rccortc prcciso. siinplificado en la niayoria de los casos bajo las reiteradas
qtlr iio liri~rrliirtiiile Icr geogr-qfin, tnpngl-!fin, j7cliincrtnlngiri In J ~ c r i ' a i ~ figuras de España y la Iglesia; y al mismo tieiupo un horisontc inmediato
dcsfirrclclo (1. 271). Vcmos qtic cl curnplrrnjcnto de csta etapa liberadora concreto. m i s alll de las frecuentes y oscuras totalizacioncs quc pucblan
cxigia si no una iiucva división del trabajo, al menos una más jusra como sus libros. La funciiin particular que la educacibn y la distribución dcl
inicio dc [a. disolución dc los vínculos asinii.iricos entre actores sociales p conociinicnto podia tcncr en Ia inodclacion dc una nueva sociedad está
cntrc naciones. Por otra parte, las exigencias de concretar [a revolucion cn ligada a las enormcs diferencias ciiltiiralcs qtic Ic rcsullaban inaceptables y
la emancipacihn despertaba la necesidad de pjasmar en la palabra escrita lo a la noción de cambio iiistbrico. El destino del pucblo tambiin dependía
qiic aún no se convertía cn realidad. aunque naciones como CoIomhia Iiacia básicamente del nivcl de la cducacibn y dc su extensión para cliiliinar la
1 848, bajo la prcsidcilcia dc Josk Hrlaiio Lopez. coinenzahan a legislar sobre explotacihn de los "ignorantes".
cstos tcmas. Un hcclio quc hallaria sir cul~ninaciónen la discutida consíitución
de Rionegro (1 i(63) y que rccibió cl clogio del niisrno Bilbao. Testimonio de Encarada desde aspectos variados pero congmentec, la construcción
aqiicl csfucrzo cnsayistico dc plasmaciiin escrita cs Ia produccion de bilbaína dc una socicdad nireva y de un niundo mejor. se fue armando en
pensadores como José Maria Sampcr. autor dcI Ensayo sobre las
torno a la idea de America. Simbolo de las perfecciones a alcanzar.
IX, La construcción de una
condensaba los estadios futuros de la humanidad. Investida de una visibn
C ' f i l ~ ~ oamericana"
fia
redentora, América era a un tiempo presente y futuro, topia y utopía, realidad
y destino.

Surnariamcnte, podríamos decir que el estilo difuso de la manifestación


dc las ideas, la ausencia de una exposición ordenada de éstas y la agobiante
El ensnyo. me atl-ein ci decrrlo, e.7 irna ~~~~~~~~~~cr en
reiteración de pensamientos dificultan la Iectura del Corpus bjlbaino y sin
escaIa literma defilosofin.
embargo son razones para su ubicación ideológica en la producción del
racionalismo romántico dc Latinoamérica, atravesado por un hondo
Jose Edrnundo Clemente
sentimiento de crisis pero no de decadencia. Más aun, la crisis -sentida o
real-, le ofrccia la oportunidad de pensar irn nuevo orden y aunquc Este no
PasO el reiiiudo de lo accibn, entramos err el del
cs enmarcable dentro del genero utópico como cl que aparece en las
pensarnientu. Teridremos Iréroer;, pero saldrin del
narraciones de un Moro O un Campanella, es consccucncia +se orden-,
seno cfe la~filosojia.Wnn sien de la patria Ilesa yo Jns
del ejercicio dt: una función utópica. Aspiraba a dar el salto catcgorial que
iaiireles cle la guerra: la otra síert pide aliorui los
vade1 ser libre del pasado al ser librc para si. ¿Los caminos eran individuales,
laureles ( k l genio La iiiteiigencicl americana q t i i e r ~
corporativos o adscriptos a un cierto socialismo comunitario? Cada uno y
íambieii su Rolivar. ti Sair Mortiti. La f i l i l o s ~ f i
todos al mismo tiempo.
aniericnno, la política aniericaiia, el arte omericano,
In sociclhilidcld amcricancr son nrins rclnros miindos
En el marco de estas actitudes de reforma social ;diremos que Bilbao
qi~ereiremos por coiiqui.~tar.
Fuc una voz solitaria? Decididamentc. no. Dcl dcsco de progreso civilizatorio
cc llcnaron muchas páginas con acritudes sedentoristas que atraviesan la
luan Bautista hlberdi, Fragmento preliminar al
época. En ellas se jugaba un cnfrcntamicnto intrageneracional desde
estudia de[ derecho
posiciones ideológicas adversas. Más activas y polimicas unas. m i s cautas
y prudentes otras, ellas sellaron el camino de los avanccs y retrocesos del
siglo XIX cn la constn~cciónde una patria continental, debatida cn actitudes
predomrnantemente polares, no exenta cada una d c vacilaciones.
1. La necesidad de un enfoque adecuado
Vacilaciones que por diversas razones sc han prolongado hasta nuestros
días.
Llegados a este punto cabe preguntarnos por Ea constmcciiFn de una
"filosofia americana" cn BiIbao, m i s alli de tos cvidentes principios y
corrientes dentro los cuales se nos ha manifestado el pensador. La cuestion
no es menor y supone unas brcvcs consideraciones con e1 fin de situar la
hiisqueda. Por otro lado la pregunta tiene antecedentes referidos a otros
pensadores y niomcntos del quehacer intelectual latinoamcricano. Lo que culturales que atraviesan esos discursos y en relación con la propia realidad.
para algunos parecia tierra yerma, para otros -adccuando Ia mirada y la Por cierto que esta labor no ha podido realizarse, ni debería, dc espaldas
metodología-, ha resultado pródiga en sus contenidos filos0ficos, como lo al conocimiento que brindan otros saberes de tipo social, por lo que la
han mostrado a uno y otro lado dcl Rfo dc la Plata, los maestros Arturo tarea ha tenido dimensión interdrsciplinaria en su aspiración a la
Ardao y Arturo Andrés Roig, tantas vcccs mencionados en este escrito, I
reconstrtrcción del carácter cstmctural dc la realidad histórica, dentro de
cisyos trabajos han permitido indicar las distintas formas de autoconcienc~a la cual el ser humano halla sus objetivactones cn los productos culturales
que fue forjando el hombrc americano, frente a un deteminado tipo de que surgen de su hacer.
lecmra acadbrnica, descreída de un pensamiento filos0fico cn cstas latitudes.
Por dcbajo de esa lectura académica ha estado implicado un modelo de 2. Sujeto y afirmación de si
filosofar europeo que ha al haccrsc hcgembnico ha desconocido otras formas
posibles de filosofar. Esta mirada excluyente ha condicionado y desestimado Creemos haber mostrado en los capftulos precedentes esa red de
toda otra forma de pensamiento filosófico, aún en América Latina, dando contcnido filosófico a la que aludimos y nos parece ya evidente que Bilbao
lugar a dos tipos de consideraciones: una que ha negado su cxistencia durante pertenece, sin duda, a lo que ha sido llamado movimiento dc la
el siglo XIX, por ejemplo; y otra que ha señalado l a presencia exclusiva de "ernancipacibn mental" dentro de las expresiones románticas y desde sus
formas imitativas, sin peso propio. Este proceso negador ha estado primeras páginas. La cucstión aparcce enunciada dc modo terminante en
acompañado al misino sicmpo por una metodología inadecuada, ccnírada diversos textos, a veces indicada desde el titule mismo, como lo fue ese
en un tipo de Icctura-"encapsuIada" en los textos -lo que sc conocc como manifiesto de americanisrno ya tardío. al fila dc su muerte, E1 evangelio
"lectura internav-, que ha eshidiado a las ideas en sí mismas, sin atender a americano. El elenco de demandas renovadoras se daba dentro dc un
la red social dc la cual surgen y a sus funciones dentro dc ella. Dicha vasto y cornple-10 procese requerido cn ta doblc dirnension de lo nacional y
mctodotogia ha ocultado 10 que Roig llama el coitteliido inexpresndn continental, dentro de una filosofía política. Si las primeras luchas habían
ideológico c(e t o h discur.sofllosn,lrco',por lo que la lectura ha oblitcrado cornbazido al enemigo externo, cuyo resultado fue la separación dc España,
aspectos importantes dcl pensamiento y se ha negado a si misma una dc quedaba ahora pendiente el combate por el cnemigo intcrno (los advcrsnrios
sus posibilidades más fecundas. y íaJormu menris). m i s enquistado, sutil y subrepticio que el primero,
como Bilbao trató de exponer. Esa suerte de diagnóstico de la situación
Felizmente un adecuado tratamicnto dc1pensamiento latinoamericano estaba fuertemente llamado por un principio de autodeterminación política,
ha permitido mostrar la riqueza de su pasado intclcctual, cuyo desarrollo, congruente con la propuesta alberdiana de una "filosofia americana", en
volcado fundamentalmente hacia la praxis social y política -cspeciaImente cuanto un pensar "desdc si" y "para si", que contemplaba aspectos vitales
e n el sigla XIIX-, no esta exento dc su contenido filosbfico e incluso del todo social, como lo político, Io económico, lo geogrifico, Io Literario,
rnetafisico, quc sc halla detrás de sus discursos, bajo la forma de supuestos. etc., cuyo punto dc inicio era una afirmación del sujeto americano como
Ha sido tarca del historiador de la filosofía y de las ideas develarla y, en valioso y pletórico de posibilidades, sobre la basc dc su circunstancialidad.
csc scntido, hay todavia un inmenso campo explorable. Una tarca dc tal Bilbao se mueve en una cierta polaridad para el lector que se resuelve
nahiralcza ha podido hacerse -y debe realizarse- a partir de las categorias desde la trama de la oposición civilizacianlbarbaric, dc acuerdo a las
1ARTL'Rn ANDRFSRoIG, Esquemar para una hEstoria dc l a filosofía ecuatnriana. 2' circunstancias y los destinatarios, mas en ning6n momento quedaba
Ed. Quito, 1982, p , 23 invalidado cl principio de afirmacibn de [o americano en cuanto hay una
constante apelaciiin a lo propio. Apelación que se establccc con un ténnino agremiaci~n.Cucstión que implicaba la relacion entre el hombre y la
de comparacibn que puedc scr Europa o Estados Unidos, por ejemplo. producción, con sus posibilidades de autorrealización o autodestmcción.
Entidades que actiian a veces coma paradigmas y otras como antimodelos, En este sentido cabe la afinnacion sin titubeos de que sus palabras son
segun el curso de sus pensamientos. Lo cierto es q u e éstos, sus una respuesta a los problemas del ente cn sus determinaciones cotidianas
pensamientos, se caracterizan por una actitud de compromiso con un y tienen, al mismo tiempo, la tarea dc encontrar los modos de su hacerse
proyecto mpturista frente a una realidad muy concreta. Es este aspecto y los niveles de conciencia social. Sobre estos aspcctos volverá Bilbao
el que connota con mayor fuerza su palabra, quc apoya cn un saber critico. una y otra vez dcsdc distintos puntos de vista y con motivo de diversas
organizado sobre la retacibn oligarquialpueblo, desde su posición social circunstancias, por lo que la obra es, en este respecto, de carácter
como miembro de una burguesía letrada que viene a denunciar formas de recurrente. Un carácter recurrente que se apoya en un conjunto de
alienacibn. Dc allí que la tarea asumiera e1 carácter de una liberación valoraciones, en cuya base se halla la valoracion de un sujeto dcntra del
política y social quc no se entiende en toda sil amplitud sin el conocimiento proceso dc la historia y este sujete es inconfundiblemente americano,
dc sus aspectos biogrificos. De lo que hemos señalado en los capítulos surgido del pensar con la rcaIidad histbsica y asumida ésta coino aquella
anteriores se desprende que csa acción Eibcradora no seria abra exclusiva reaEidad desde Ia cual afirma la individualidad. El "pasa si" que sustcnta
de la intelligenrsicr y e n esto difiere, evidentemente, de figuras como su elenco valorativo y al mismo tiempo propone y pregona es y seria fruto
nuestro Sarmiento y Alberdi. Aquel saber critico que mencionamos se de Isi lucha y también, neccsariamente, del pensamiento, en el áinbito
apoyaba en una filosof a política y una antropología con un claro papel de público y privado, cuyas intersecciones hemos visto, sobre la base de
denuncia, recostado a su vez sobre la facticidad, mas una facticidad que textos quc ponían en evidencia, de una mancra muy simple. modos de
implicaba una valoracj~ndentro mismo dc 10 histórico, pucs los hcchos alienación bajo los cuales la libertad alcanzada cra cxigua. Sin libertad el
humanos son generados a partir dc tina carga axiologica que no lcs vicnc incipicnte Estado quedaria trunco, y con clla la constitucihn de un
de fuera, y por esta razón apelaba a un cambio de mentalidad. Un cambio pcnsamicnto propio, fmto del stail~sde ciudadanos dc todos los habitantes.
de valoraciones implicaría tainbién un cambio en la generación de los Junto al nombrc dc Alberdi, quien fue de los primcros americanos en
hechos y de l a facticidad que mencionamos. La filosofia, entendida como enunciar cstc problema en el Fragmento preliminar al estudio del
un saber hacer, no guardaba punto de encuentro con la concepción de un derecho y en sus Ideas para presidir u la confección de zrn curso de
saber desinteresado y conrernplativo, inscripto en la tradición clásica. y el filosojin coillemporcinea en el Colegio de Humanidades, de 1840, es
racionalismo desde el cuaI se sustentaba atendía no sólo al "que se hace"', preciso inscribir el nombre dc Bilbao por el nivel de autoconciencia y de
sino también al "para que". Un para que evaluado desde el hontanar de la exigencia dc un "para si" politico, al modo como Eo enunciara Hegel. aunque
felicidad de la humanidad toda. Una humanidad quc se dcscn~lolviano no quedara expresado en los mismos y conclucivos terminos si se piensa
como mera entelequia, sino en cada situación concreta. De este inodo en aquellos documcntos albcrdianoc. Mas toda la obra bilbaina en su
BiIbao no hallaba justificativos ontológicos que pudiesen explicar nuestra conjunto es una reiterada actitud d e critica y un programa de
situación conflictiva, aspccto ya indicado, a la vcz quc proponía nucvas autodescubrinliento y a la vez de ruptura con las formas de sujeción, en
formas de integracibn, temas a los que heinos aludido tarnbikn ia ertenso. medio de una sociedad segmentada, pero, con todo. e1 nivel de conflictividad
Colrndante can estos aspectos está La conccpcibn del trabajo que sostuvo estaría llarnade a presentarse en miiltiples y variados aspectos. como se
el accionar de Bilbao, especialmente del trabajo inanual -visto como transparenta en sus libros y en los cientos de artículos periodísticos no
degradaci~nen la tradición hispana-, que dignificó con el derecho de recogidos en sus obras; hecho quc mucstrn los sucesivos momentos de
crítica y aiitocompsensión en e1 marco de su experiencia histórica. cuyo Observemos brevemente que cl libro intenta cubrir un vacío
horizonte de interpretación csti dado desde la altura de su tiempo y dentro destinado a las generaciones futuras de América: el de scr la biblia
de un nosotros de pcttcnencia. Un nosotros quc mostraba su propia americana, al modo como se estaban escribicndo en ese momento las
capacidad creadora y alentaba una espccie de actitud constructora de biblias de la humanidad. en la línea adelantada, por ejemplo, por el gran
nuevas formas de sociabilidad, como por ejetnplo las derivadas de una poeta nacionalista romantico, el polaco Adam Mickiewicz (1789-1 855),
asignación más equitativa del traba-io asalariado dentro del mundo moderno y Jules Michelet escribía precisamente un texto con ese mismo espíritu
que el liberalismo habia gestado, pero que tenia también sus propias que llamó La Bible de l'hurnanité (1 864). Sc trataba al mismo tiempo
limitaciones. Un nosotros, cn fin, que no se mantendrá como una flecha de obras que eran un testamento politicti confeccionado desde el propio
unidireccional, sino quc, dentro de un proyecto civilizatorio, comenzará ideario. quc contenía una filosofía dc la historia y un programa futuro,
siendo dc simple ~ncorporacióna la "civilizaciiin" europea y terminará que de ningun modo clausuraba la posibilidad de otras obras dcl mismo
cortando amarras para darse en abicrto enfrentamiento, aiin cuando ésta tenor porque el canFpo es vastn, Y nrrrnerosa la mies. Concretamentc,
no había pcrdido su valor. El nosotros de pertenencia que interesa destacar cn el casa de Bilbao y dada que es un programa para el porvenir, éste en
aqui cs el que aparece enunciado como "nosotros los americanos", cuya su exposicibn tiene carácter de ensayo, cuestión que no cancela la
expresión culminante se halla en El evangeIio americano, obra posibilidad dc rectificación, según cl acaccer de los Iiechos, por cso
atravesada por la contraposición AmEricalEuropa desde una valoración invita tambikn a que vengan otros cnsayos similares. Se. propone recoger
de lo propio, mas donde tambiCn actúa la contraposic10n NostelSud el momento histórico del continente y por esta misma razon se rcficre a
América. Esta dirigida a los aiilericanos, como decimos. y habla de la situación contemporánea, donde se hace un balancc del debe y el
America, por eso en sus palabras explicativas iniciales leemos: haber con rclacion a ideas o principios rectores. En paginas posteriores
Las truevas getterucioiies iio t i e n ~ nlibro se explicita el propbsito mas inniediate: Conrinurrr. con In obra de
Desecpañolizacion q u e ernpezo c u n Ja Revolucian d e J R
La iclea de 11rrjtisricin, sir hrstoria, Irr esposiciori de IQ verdad-principio, Independencici. (11. 377). Nuevamente una linca imaginaria une los
srr caidu. szi cncai-t~acionen el Nuevo Mundo. con los airibtitos
propios del progre-TUde la i-azon emaiicipada. cori Ir originaliriod
hechos y la tarea. EI momento independentisia cs puesto en valor. pero
[pie reiviste la imidn americatirr, ron Ici conciencia mrzgna de 105 al mismo tiempo cs visto como labor inconcliisa que es preciso conducir
nrtcias destfiios ii~niortakesque-firnrhn In civiiizacio~inniei-icaiia, Iie a nuevas etapas, por el pueblo y para el pueblo, segun nos lo dice, mas
uhE ideas que debe conterier la Eihlia americana, el libro crmericurro. no cualquicr pueblo sino, insisriinos, el americano: ..., os conjuro
el Kurari 6 lectura Aniericana. hei-matias mios, esc~rcharnosa iioso!ro.os nzismns. Tengnmos audacio
obra es t i i ~ensuyo. ifet~gati otros, col1 mas ciencin
iV~/'r,estr-a JJ
para coilocerilos, raudacici para afravesur las tinieblas. (11, 3 1 6),
conciencin del MOMENTO HISTORICO de Amirica. que el cuntpn es donde tinicblas se refierc a todo aquello que empañaba la soberanía dcl
vasto, y nltrnerosa In mies hombre y, con ello, de su autogobierno. El libro cstá orientado a crear la
En esle lihro creo Jiuhcr expziesto Irr Jlosujia popular del dereclio. la necesidad de promover un cambio que ccría ilurninador para el destino
fiiosoliu cfe ¡u historia americaiin. y Ira iiidicacio~idel deber ,v del continental, tanto en las mentes -lo quc Bilbao llama la inteliger7cirr
ideal. (tI,3 13). rzriiei.iccrnn-, como en la realidad. Es. si se quiere, un manual de filosofia
práctica, que serviría para organizar [ a accibn y estimular la vida de la
Patria Grandc, una filosofía capaz de congregar al pueblo en torno a un en tregarsr n sri in Edilo cfestirio, que i~ingiinpaís de Errropa podría

idcal común. Nada tenia que ver la Providencia con este proceso, cra crlniplir con tun regocuada plenitud como estos paises nriesiros,
sodcrlmenie i-irgerres.la r.enliwcion efectiva de la vido dernocrriticu'.
tarea enteramente humana: Revele pues eJ hombre la palabra del
hombre (II,3 16). El legado liberal, fortalecido por la Jlustración. lo lleva
Bien sc aprecia en ambos un aire de época y dc lugar. como también
a la afimacibn del valor del individuo, pues scguidamentc nos dice: La
un nosotros dc pertenencia al quc aludiamos antes. pesc a que Lastarria
primera parabra d e l hombre e.r l a conciencin de su yo, de sir
tomaria distancia de Bilbao, pero hay un elcnco básico de ideas quc
persona: es la r ~ v e l a c i o nde l a soherania del hombre. (11, 3 16).
compartieron, especialinente cn la valoración dc lo americano y sobre cl
Habia que promover por todos los caminos y a todos los grupos sociales
fiihiro continental. Bilbao se nos muestra conocer dc los textos de Lastania,
( e l artesano en su taller, el mercader. en su tienda, el peon en su
como cs natural, a quicn cita tomando palabras de su célebre Memoria
jireno, [cl] campesino en sic soledad) la luz de fa r a ~ ó nuniversal que
el siglo XVIII habia hccho brillar y según la cual el hombre es libre para sobre la influencia social de la conquista y del sistema colonial de
10s españoles en Chile, de 1844, el mejor ensaya de Iiistoria$filns~fica
forjar su destino:
urnei-icuiia, dice Bilbao. con el fin de probar que la llamada justicia española
El letrado j.el roro reiiebroso. d ricvv el pobre, el snno?) el e~ferrno, era, cn dcfrnitiva. una rn-justicia,dado que prcscribia la tortura, la muti Iacion
cl feliz y el desgracindo, vean en ella In irniclan de esencia, In
y la pena de muertc, aun para delrios levcs. No sin indignacibn nos dice
J'r~i~euziEJad de In especie. Iri idetiridcrd del derecJin la gloriu del
deber ( 1 1,3 1 6).
Bilbao:
EI pobre. el plehej-o, el hijo de la raza mixrg el iiidigena. eran
Amirica esa la tierra de ta democracia, del selfgovernrneiti, y si hasta s otra e.$el-n. cie otra creacioi~,"v Iiaccrlcs jiaricia Contra el
honi b r ~ de
cl rnonlcnto no lo habia sido en plenitud era porque los enemigos del progreso, rrco, el espaiiol ó el iiohle, 1iilbiei.a sido u11 escíinddo, t~riuinjusticia,
yrre pudiera coninoiJcr In organi:nrLioii de la conyirislu. Jiisticia
enmascarados detrás del catolicismo, habían servido intcrcscs rnczquinos.
ilegnl eri .ni origen, rorcida eir srrs pi-ocedimietitos, hárhara eii SII.Y
Dios habia constituido la razón de! hombre con principios neccsarios quc cidigns. torpe, cririiinal, pi.oloi:~adn. absui-du el1 .ri( laberinto rle
nadic inventa, que nacen con el hombre y sólo a ellos debía sujetarse. De ftirmulus, jróriio podio serjusiicicl? (11. 369).
allí inferiri que el seljgovernmenr podia ser llamado nonrocracici (11, 322).
Las similitudes en estos aspectos con el pensamiento de Lastarria son inás Y por cncirna de estos tribunales. el "omnipotente" tribunal de la
que evidentes, quien hablaba de semecrucin para seferirsc al gobicrno dc sí Inquisición, a lo que se sumaba la existencia dc fueros protectores.
mismo en una filosofía que era también eminentemente practica.
Sir objetivo principal -nos dice Luis Oyarzún-. era corislricsr irit La ncgaciiin de lo nuestro y de la siijetidad americana habia cuhinado
sirtrema de iden F qzre,fiiera eficaz para planear el ntrevo orden polirico cn estos terribles procedimientos, pcro había comenzado por laprusrripci¿in
que Ani6rrc-n debin ofrecer nl mititdo, conlo ntttestra de rrti cierto lipa del pensamieizto. la más tcmible de todas las violencias:
iJc i'i~la janicis r.culizado hasrcr ert ronces. Pírra ello, debiu liberarse
(lefiiiitivrrtneri~cdelel espiririr retriigrrtdo rle s u pasado, imper.~[o
por- La Aniki-icn 110 Itablari. No h e ) derecho o la pulabro. La Arnkl-icw
iiirn Madre Parr-in qrie ~ i - la de ILI
n cirisica eiieniiga de las cieirci~~sy seri ciega. iVo huv ddci.echo al libre eshrdio, U la lec/urci, ci la vi-~ioi?
Iibcrtsrd del Iirirribr~v, qtie Izahiu permanecido dirrante siglos : LUISOYARZ~JN. dr Llrxrtliiiu. cn
El pcn.~~riir~ienlu AAVV., Estudios sobre Josi Victorinn
eiiclari.~rl-adaeti s~r rcoIngia sobprbia. Solo enlonccs porli-irr Lasiarria. PrcscniaciOn por Mariano Pizarro Pizarro. Santiago, Ldicioncs dc la Universidad
dc Chilc, 1988, p . 165-166,
de lo que pasa en e[ mtindo. La Aniérica serh sorda. No hay derecho ConcIusiones
ci escuchar la palnbra libre, ni auri las noticias del exterior. No hqv
prensa. No rrcibirá Iihros ~ i peridlljcos.
i No se imprimiri iri~igun
libro. Pena al qzie imprimiese 6 circulase alga1 libro sin pertniso
Nuestros padres se escondiati pnm leer No se enseña s i i ~ olo ytie la
iglesia auroriiare (Il,37 1).

El ocultamiento de la condición humana del americana, ya denunciado


por Las Casas, rccibia aquí una nueva y renovada acusación, esta vez de A lo largo de nuestro trabaja hemos prociirado dar sistematicidad a las
un hijo díscolo para quien El irbol genealogico de la liherlad está en ideas de Francisco Bilbao para armar, por dccislo de alguna rnancra, su filosofia
/orlo hoolnhre y en lodo puehio (11, 3841. detras de su agitada prosa, con rasgos y caracteres peculiares que la
singularizan. Al inrsino tiempo hemos intentado mostrar que su personalidad
fue el fruto dc un contexto histórico-social rnultiplc, variado y complejo en el
que sc entrecnizan las luchas y las ideas de un determinado momento al que
conocemos como romanticismo, pero no un romanticismo a secas. sino
atravesado por el racionalismo, cuya superacibn daría lugar al espiritualismo
eclkctico. Actividad vrtal de su hacer fue la constniccibn dc un espacio
discursivo para abrirse camino al horizonte futuro. Probablemcntc fue uno de
los escritores decimanónicos que más encontradas interpretaciones recibi~.
especialmente en su misma época en lo que al ámbito de la fe religiosa y las
posiciones políticas se refiere. Indudablemente en iina sociedad asentada.
sobre pilares tradicionalistas, el tenor de sus ideas hacia propicia la ocasión.
Los comentarios, tibelos o no. obviaron el aniilisis a favor de una visión dc
carictcr doctrinario quc paco ha contribuido al esclarecimicnto del pensar
americano. Una prueba dc ello se halla incluida en la edición de sus Obras
cornpIetas en las que puede darse lectura a la opinión de su hcrmano Manuel
y a las palabras que sus amigos expresaron a su inucrtc frente a los avatares
de su vida. En contraste, In línea critica, al hacerlo objeto de sevcras condenas,
probablemente haya potenciado la "peligrosidad" de su pensamiento y
trascendencia eii un medio que sc oponía tenazinentc al cambio. Por lo demás.
las condenas que sucesivamente recibiera aislan sus cscritos del contexto
social y lo limitan a una cxpresi0n de imprudcnciajuvenil primcro y de carácter
conspirativo cuando 10s años conlicnzan a t-iinarle.Reducidos a una muestra
panfletaria. pierden cl tono testimonial dcl conflicto social que tratan de
manifestar. Que eligicra el ensayo. ese "camaleón de las formas literarias"
como caracteriza al género Marcos Victoria" encierra un acto personal de acoinctib solitariamente, pues atraviesa a un gmpo gencracional, bien sc vc
libcracibn y de amor "a lo inaudito" y paradojal ante Io ya dado. que el sentimiento dc justicia social cstaba vivo y aspiraba a su concrecion y
es, por lo mismo, también, que puede hablarse de un proyecto colectivo, donde
No fue Bilbao una voz solitaria en el Andc y, cn ese sentido, expresa un su plasmación dcbia marchar por rnUltiples vías. El origen de estas ideas dc
sujeto colectivo que ocupa su sitial en Ias luchas americanas por vencer las Bilbao se apoya cn las transformaciones políticas que el siglo venia gectando,
distintas formas de dominación, externas c internas, públicas y privadas. que especialmente después dc 1789, uno de cuyos pilares f i ~ ela valoración del
han signado la vida del continente. Ella, su voz. fue resuItado de una actividad individuo y la determinación de sus derechos. Aspecto que permitió advertir
teórico-práctica imbricada en una lectura de los hechas desde un ámbito dc la injusticia de las dcsigualdades tradicionales. por un Iado, y, por otro, las
cornprension que cclosiona hacia la mitad de la centuria y tiene por resultado nuevas fúncioncs del Estado, que debía ser garante de la reaiizacrón del
un discurso Iibertario. frente a los rcsabios coloniales, por un lado. y de ciudadano conciliando realismo y modemizacibn, dcntro de un regimen
refundación de la república, por otro, al sentar las bases dc una nueva dernocrarico.
organizacion poIitica dc los estados nacientes. Cabc dccir al respecto que cn
Bilbao se combinan dos nacionalismos cornpatihles entre si: cl dc la patria de Una definida idealización rodea la idea de democracia en el accionar dc
nacimiento o de adopción. sc@n las circunstancias, y el dc la Patria Grande Bilbao, quren no Llcgó a darse cuenta que la democracia cstaba llamada a
en la línea iniciada por [os libertadores, cuyas voces en cl siglo XX serian Jose convivir con las dcsigualdades politicas, economicas y sociales, gcneradac
Enriquc Rodó. Manuel Ugarte. JosC Vasconcelos. y tantos más. Un por la propia IOgica del capitalismo, pues, como dicc 1-IugoQuiroga.
nacionaIisrno que carecía de xenofobia y chauvinisino y se expresaba bajo la ~ poi-tun Iu democrncio y In econonr in de
..., los vulores d i f c r e ~ i f eqzie
forma de búsqueda de lo propio y de un destino corniin. En cuanto tal lleva tnercarlo, huceri dificil iu cnni~ivenciaenrre estos dos sistema.~.Eti
iniplicita y explicitamcnte una valoración del sujeto americano al cual nos verdad la dcmocruda el capitnlisnr o es60 hlecen d@reirtes sistemas
hemos refedo. Esa valoración tiene consigo una lectura crítica y una diagnosis de podei: hasodos eii valores casi o p u . ~ s f o sla. ig~icildnd-v In
gaiioncio. El capitalisnio geilern desigualdades socinles qiie la
del mundo social y político que requería ncccsariamente lo normativo, no
deniocrocin. conro,fiaerza igt¿aladoru. debe roi.re_SirT
como algo externa y añadido, sino dcnvado de sil misma estructura y que sc
expresa como dcbcr ser. Ambas diniensiones quedan rcsucltas en las obras
Aspectos Estos quc, dcsdc una posición liberal, Bilbao no alcanzaba a
de Bilbao bajo una oposición diidica entre el mal y el bicn, cxpresadas en la
observar, como tampoco fire notado por sus compañeros generacionales, sin
dicotomia civi 1izaciónJbarbarie, pues el chileno incorpora a sus rcprcsenraciones
mengua del valor que cabc concederles. i,Sen'a en este caso pedülc una posicion
ensayisticas la teoría de dos mundos, dos sociedades, dos Aniéricas, sobre el
extemporhea'? Probitbtemente, porque los paíscs dc América Latina luchaban
soporte temporal del pasado y del presente, del aycr y dcl hoy, de lo real y lo
afanosamente por incorporarse a una modernidad quc todavía no mos'mba
posible. Es cn cstc sentido que su doctrina es acaso la mis revolucionaria de
todas siic fisi~ras.Esa incorporación se lograría, entcndian aquellos Izornbres,
la iipoca cn su país, pues rebasa lo simplcmente discursivo y si en algo se
mediante laorpnimciiiny la e d u c a c i ó n ~ r o m ~ rcímlo
e l vicioso dcl a m o ,
distingue cs quc. lejos de considerarla un proyecto a futuro. el autor intentó
el descontrol del poder y la ausencia dc industriali;ración,dentro de un capitalismo
implantarla, incluso batiéndose cn las barricadas. Y como esta empresa no la

' MARCO? \rfCTORljl, Tcnrín del ensayo. Hiicnos Aircs, Emccc, 1975 Dor nolas air~hiiyccl
HUGO Qci~ocn,Denro~*ruciri.cizidadonia y t l .iiterio del poder jirsro, cn Huga Quiroga et ul.
autor al cqcriior cnsnyi4rrco la Iibcriad dc cuprcstoii y la indicciplina viial 1,a inquicttid v cl (comp.), Filosoflas dc Iii ciudadania. Sujcto politico y dcmocracia. Rosario, Argcntinn.
amor a lo iiinudito y n [a p a r a d ~ ~conctrtuycn
a clias sil estructura vital .
Horno Sapicns Frl 1999. p 1 Y 7
desperto a la vida politica: 1. Libertad religiosa, con la separacibn de IgIesia
y Estado, y tolcrancia de cuItos sin distincibn de credos. 2. Libertad de
e d u c a c i ~ ny extensibn universal de la misma. 3 . Libertad de prensa.
4. Libertad de asociacion. 5. Sufragio universal y reforma elcctoral.
6. Descentralización del gobierno. Aspectos todos ellos a las que nos hemos
referido de un modo o de otro porque constituían los pilares de la vida I
republicana que nos propuso. Fue un sedicioso e insurrccto y su critica a la
sociedad colonial, que a su atender no habia terminado (con le cual establecía
iin corte temporal quc h e común a su promoción generacional y tenia que
ver con la n o c i ~ ndc ciclo hist~rico),fue una critica política, mas también
ético-nioral y cultural, dc la que se deducía una sefomulaciiin de esos trcs
órdenes. La misma vino a constituirsc en un punto de inflexihn que
Apéndice documental
significaría un cambio radical en el marco conceptual con el que hasta el
momenta se estaba dando la praxis polit~ca,destinada a tener influencia en
la opinibn pública. Es decir cn el derecho de los individuos de tener su I
prapio parecer sobrc los asuntos de gobierno y participar en cllos. Este I
aspecto, de estirpe eiilincntemente romantica, está estrechamente ligado a
l a lectura como práctica, dc alli que se la fomentara con el fin de crear un l
plibllco lector. Figuras señeras dc esta tradicion de publicistas en el siglo
XIX han sido Juan Bautista Alberdi. Juan Mana Gutiisrez, Vicente Fidel
Lbpez, Josi: Victorino Lastarria, Domingo Faustino Sarmiento, Juan
Montalvo, Jose Marti, Eugenio María de Hostos, Manuel Gonzalez Prada y,
claro, nuestro Francisco, sin que la mención sea cornplcta. La dignidad de
escritor estuvo cn ellos porque entrelazaron razón, ética y justicia social,
frente a una vis~óndel mundo que se lcs aparecía anacrónica cn el sentido -
mas literal del tkrrnino. La oposición civilización/barbarie tenía en su centro
la dialéctica cntre proyccto modernizador y peso del pasado. Por eso sus
obras transmitieron un ideal ético individual y social que clevara la comunidad 1
al rango de ciiidad, de civitas.

Bien sc puede decir que desdc las entrañas de su propia vida Bilbao
l
se abrió paso alborotadamente, sostenido por su tenaz deseo de cambio
porque la raciona1idad era un hecho dc resolución esencialmente pol iticñ y
social, sentida y pensada para ésta, nuestra Ainkrica.
Tres articuIos de Francisco Bilbao
aparecidos en La Revista del N~ievoMundo
111
La frontera*

Aquellos que, cuan& se trufa de los primeros


iiitereses del Estado. ciñen sus miras á medias y
temblando Ins medidas grandiosas que han de
establecer la fe! fcidad de las generaciones: Ius giie
pmceden sin irn plan determinado, que, empezadose
u planificar por ellos, huya de proseguirse
constan temen re por los que les sucedan: estos
hom bi-espu.~ilanimes,v mesquiiios hacen mas daños
nl Estado que los arreidcios qtreproyeciuiz m grande,
aun cuando yerran en sus calculos.

El Coronel Pedro-Andres Garcia


Memoria sobre la orgmitacion de la frontera. I K I I ,
presentada al Supremo Gobierno.
(Coleccion Angelis. 2 4.)

Es bien sabido el interés presente y futuro que presenta la cuestion de


Indios: la osganizacion de la defensa del territorio, la seguridad de las
pobIacioncs, la riqucza del Estado y de los particuIares, el crédito nacional
rcspccto á la Europa, necesario para llamar la inmigracion, la vida barata
para el pucblo, el aumento de territorio, la incorporacion y civilizacion de los
bárbaros y aun los destinos de la paz en toda la Republica. Es cuestion
palpitante, que derrama sangre, empobrcce y aumenta cl poder del enemigo
capital que es la soledad de las inmensas llanuras; es la cuestion que
preocupó los primeros pensamientos de la primera junta de 1810, y que
dcsdc entonccs hasta hoy. acusa a todos los gobiernos, á los mismos pueblos
* Rcspctamos la ortografía original cn la ~ranscripcibn
y arroja una sombra vergonzosa sobrc la politica, la ciencia y cl poder de reduccion del voliiinen de los productos y la tnejora de todas las vias de
todos aquellos quc han dirijido los destinos del Estado. Hoy, que las invasiones comunicacion. En seguida pasa a la línea de frontera.
sc renuevan, que se w~elvenlas miradas al Oeste. que el gcfc dcl poder
ejecutivo ha emprendido una cruzada indagatoria, quisimos estudiar la causa Es necesario avanzarla. No propone para ella la exterminacion de los
dc cse mal, cuya existencia nos era dificiI comprender, en un Estado de mas Indios: "Errado fué. y muy dañoso á la humanidad, cl deseo de conquistar
de trcscicntos mil habitantes y con ejtrcito de cuatro mil Iioinbrcs. y hemos los Indios salvajcs á la hayoncta, y de haccrlcs entrar en las privaciones dc
encontrado la memoria dcl coronel Garcia. enviado cn comision por la primera la sociedad. sin haberles formado necesidades, ni inspirado el gusto de
junta de gobierno cn 18 11. Sorpresa nos causó esa lectura, porque parece nuestras comodidades. Estc ptano, repito sostenido con el tcson, imposibilitaría
escrita pasa hoy. Todo esta aili previste, examinado. Es el mismo problema, quiza la civilizacion de aquellos hombrcs".
las mismas dificultades, identica solucian, y solucion positiva. Admiracion
nos ha causado, no solo la claridad y belleza del esti [o, pcro aun mucho nias Aqui el cristianismo del autor csti a la altiira de la ciencia. Cuanta
los conocimicntas cientiticos y tocalcs, los altos principios de libertad y diferencia, respccto a nuestros diaristas dc hoy dia, que se complacen y aun
humanidad que proclaman los ecanornistas y filantropos nias avanzados dc iomentan el cxteminio. olvidando el: dcrecho y la tradicion de nucstras faltas
nuestro siglo y una mirada profunda y certera arrojada al porvenir. y de nuestra responsabilidad respecto á esos desgraciados: "El ii~veterndo
conciei-to hnslil soslenido pnr itu~strosmayores coiiti-n las tribus de la
Se ha dicho que el enemigo cs el desierto. El lo habia comprendido y pampa, Iiacia imposibJc Str redzrccion. " Y esc concierto hostil es hoy
partiendo de esa base: "Las mas sabias leyes. las medidas mas rigorosas dc mismo, uno de la [sic] principales inconvenientcs, que acusa nuestra falta
la politica. no obrarán jamhs sobre una poblacion esparcida en campos de ciencia y de corazon.
inmcnsos y sobre unas familias que pueden mudas su donlicilio con la misma
facilidad que los árabes ó pampas." Y para combatir ese enemigo hC aquí La incuria con que se ha mirado estacuestion, ha fortificado á Ios Indios
las grandes medidas que propone: ha liecho retroceder la frontera, demoralizado bajo un cicrto punto de vista el
espirihr dcl ejercito, dcsarmado 6 los Iiabitantes y puntos estratkjicoc. Agregase
1. Mcnsura exacta de las trcrras. a esto las cosiumbres de los habitantes dc la campaña linlilrofe. que son casi
2. Division y repartimiento dc ellas. tan barbaros como los de los Indios. los transhgas de la civilizacion que los
enseñan, fomcntan y guian para particiar del robo, y entonces culpemonos
3. Formacion de pequeñas poblaciones.
mas, y no pensemos en exterminio. Los Indios no pueden hacer oir su voz
4. Seguridad dc las fronteras, y Iíncac á donde deben fijarse. entre nosotros. Sabemos acaso cuales son todas las injusticias, robos, mantanzas
[sic], falta dc fé en los tratados, de quc son responsables los quc sc llaman
Analisadas las primeras mcdidas, "los gi-ar~d~s rihje~asci que debeir cristianos! El coronel Garcia. dice que "las+fanzilins,coritra lo estipitlado
dir-rjirse los esfirerzos, soti ií In ii~tror/zrccionde la nroderiiu rigr-iczriliira en las pace.v celebrcrdacas con los Pumpas, hun pasado los Iirnit~.~ del Rio
y u la atrncciori de los cnloizos de !lodo el mundo. " Salado: lo que deberin mii-nrse por nquellos (los Indios) como tina
manifiesta irfraccioli ,v decla~ncioiide guerra."
Bjen entendido quc el autos supone como condiciones el librc comercio,
el estableciinicnto de mercados. la mcjara de rnhqiiinas dc conduccion,
Se vé pues que antes dc lanzar una proposicion de exterminio, debemos interesantes de La Sierra de la Ventana, Guamini, Volcan y h o Colorado.
entrar un poco mas en nuestra conciencia y pensar en Ia seguridad de la Tomadas estas posiciones, quedarin cubiertas todas nuestras fronteras, y
frontera, de modo que pueda resultar la cjvjlizacion de los Indios y 10s aseguradas so10 con el respete de las armas, de cualquier tentativa hostil.
católicos. La ventaja de estos puntos se conoce mejor concidcrando su situacion
geográfica ... no pueden salir los indios con su presa de nuestros territorios
Para la demarcacion de la frontera, el coronel Garcja propone el sin ser observados desde las guardias, y atacados en caso necesario, 6
adelanto sobre dos líneas precisas. contenidos al menos en sus agresiones por las dificultades de escapar con
los robos..,"
"La primera debe ser desde la confluencia al mar de? Rio Colorado
hasta et fuerte dc San Rafael sobre el Rio Diamante, tenicndo por punto "Me persuado que no llcgará el caso de usar de la herza porque la
central la laguna de Salinas. La segunda debe formar la cordillera de los dulzura y l a legalidad triunfarin del carácter feroz y suspicaz que
Andes, en los pasos que franquea por TaIca y frontera de San Carlos, manifiestan comunmente, y que á veces ostentan con estudia por ver si
apoyando su izquierda sobre los nacientes del Rio Negro de Patagones, y sorprenden h quienes no los Conocen. Desean con ardor muchos de
su derecha en el paso del PortiHo. nuestros articu2os, y no será dificil que por el estimulo de algunos regalos
los decidamos á entras cn contratas ventajosas. Como son naturalmente
"El cuartel general y primera poblacion debe hacerse en las márgenes desconfiados e insubsistentcs, es preciso que luego sin detencion sc
de la laguna de Salinas, Ó Po que es lo mismo, en el paraje nombrado los proceda á ocupar los terrenos que nos cedan; y para esto se necesita
Manantiales, distante de clla, menos de dos leguas. Tiene aguas saludables, una fucrza respetable que no solo les imponga, sino que les aleje toda
abundancia de leña, prodigiosos pastos, y unos terrenos feraces cn toda esperanza de ~ornetercon suceso una perfidia. Son idólatras de sus
clase de granos, legumbres y cuanto es necesario la vida humana; cuyas ganados y propiedades pasan a la posteridad cualquier injuria inferida á
producciones me ha mostrado un indio Asaucano establecida alli, y que las sus pcrsonas y á las de sus hijos o deudos: jamás perdonan y la venganza
cultiva para sustentarse, sin auxilio de útiles de labranza por carecer de dura tanto como la existencia de las generaciones de agraviados y
ellos. agresores. Por esta razon el gobierno debe poncr el mayor cuidado en
la eleccion de gefcs y oficiales subalternas que se destinen á esta obra:
"Esta situacion está naturalmente defendida por el Este con Ea laguna al paso que la misma divjsion de tribus y Ia perpetua enemistad en que
de la Sal; por el Norte, con cievados médanos; por el Sud, con el fuerte y viven, abren un camino fácil para conseguir los objetos que SF proponen".
poblacion quc haya de formarse, y por el Oeste, por una laguna que forman
los ManantiaIes y una barranca harto elevada: de modo que, á poca "El interés, que los indios conocen y defienden, Ics hará entrar en
diligencia del arte, pueden asegurarse en circunferencia mas de ocho sociedad, y se presentarin gustosos al servicio por el competente estipendio:
leguas, para sostcncrse contra la mas atrevida y numerosa invasion de cuando adviertan que las pieles de sus cazas, los tejidos ordinarios de su
salvajes. industria, los velIones exquisitos de ovejas tienen fácil expendio en cambio
de 30s objetos de su lujo O de sus necesidades, se harán mas aplicados,
"Dcsde este punto central deben partir las demas poblaciones, intimar6n sus relaciones y Iuego serán unos miembros iitiles del estado,
reconociendo antes detenidamente y con mucha exactitud los puntos mas que tendrhn un mismo idioma, costumbres y religion que nosotros. Esta
coiidiicta observada religiosaine~ite.hari mas conversaciones quc los emprkstito. que seria pronto satisfecho por las utilidades mismas de la
misioneros de propugand~"'. emigmcion.

"Para procedcr con seguridad en la empresa, son necesarios 1000 Estas dos colonizaciones suponen la donacion dc la ticrra.
hombres dc tropas regladas, con la correspondiente artillería, quc subsistiran
en la frontera hasta que trn igual niimero de pobladores Ies pueda subrogar. t propietario.;.
FOrrnese un c - j k ~ r ide
Estos, cuya primera obligacion ser6 instruirse en cl manejo dc Eas armas,
estaran rcgirnentados, y serviran altcrnativarnentc por un corto estipendio. Distribúyase el desierto, salvo mensuras prévias á los inmigraiitcs
Conio ellos dcben ser propietarios y vecinos, defenderán mas ahincadaiiiente europcos. Ambas colonizaciones pueden marchar a la paz; y no habra que
sus bienes, y serán los soldados mejores para este género de guerra"'. pensar mas en invasiones; la cuestion queda rcsucIta. los ociosos ocupados,
c1 ejercito moralizado y productor, el Estado aliviado, las poblaciones
Nada ha olvidado nuestro autor. Las circunstancias son las mismas; aurncntadas, la frontera scgura y cstendida.
los indios no son mas numerosos ni mas valientes; y por otra parte eI estado
está mas poblado y en vez dc 1000 boinbres qiic se pedian, hay cnarro mil La estratcgia. la geografía han señalado los puntos principales de las
en disponibilidad. futuras poblaciones.

E1 coronel Gareia, preocupado de la verdad dc sus planes, y sin duda Esas tierras con feraces y tienen todas las condiciones del bienestar.
de la intelijencia de la junta a quicn se dirijia, lanza como pasando, esta
proposicion hablando dc los soldados: "corno ellos deben serpropieiarirrs". Hay e-jkrcizo, Iiay agrimensores. ¿Qu& falta pues?
Esta idea qiiizis la mas fecunda, no cornpnndemos como no ha sido tomada
e n considcracion, estableciendo colonias agricolas por medio dcl ejercito. Frtrticisco Bilbao
En Suecia ha producido los mejores resultades: moralidad, salud. cconomia
para el cstado, aumento dc familias, trabajo de las ticrras, base disciplinada
y civil de la seguridad del territorio y de las institilcioncs.

La solucion del problcma puede reducirse i estas palabras: c~i~o~.lrz.\cro~


DE L.4 I'R~NTERII.

Para ello dos mcdios:

2. Colonizacion por medio de 200,000 emigrantes que el estado debe


transportar en un ano, que cl cstado puede transportar por medio de un
Registros parroquiales

El Gobierno de1 Estado de Buenos Ayres ha publicado un decreto,


con fecha 28 de octubrc de 1857, encomendando los rejishos civiles sobre
matrimonios, nacimientos, bautismos y muertes de tos habitantes del
Estado, á los párrocos de las iglesias establecidas-Esta medida (confiesa
el exordio del decrcto) ha recibido la aprobacion dc Ia curia eclesiastica.
Lo que nos admira, es la inocencia de la cenfesion. respecto á la curia. Se
entrega en manos de las iglesias la gerencia de los documentos mas
importantes de la vida civil y despues se agrega: "Esta conforme la citria
eciesiuslica ".
No lo dudamos. La curia debe haber aplaudido misteriosamente. y
allá en sus profundas elucubraciones de dominio, debe haber consignado
semejante consesiw, como una victoria, tanto mas plausible, cuanto era
menos esperado.

La indinacion del siglo, la pendiente de la historia. que siguc con


irresistibic impulso, es la separacion de la Iglesia y del Estada. En dondc
quiera que la causa de la Rcvolucion triunfare. los testimonios de su victoria,
son los actos que cosignan la separacion de ambas potestades, y mas que
todo, la conciencia de que cl Estado es el Único que dcbe tcner autoridad
legal cn todos los actos solemnes dc la vida. En Francia, á este rcspccto, la
emancipacion es completa. El matrimonio es civil, eE registro de los
matrimonios y inucrtcs cs civil. En los Estados Unidos, el magistrado que
consigna los actos del Estado civil es el escribano de la coinun[a]. En qué
naciori emancipada, ha tomado su ejemplo cl jurisconsulto que ha informado?
Será sin duda en Austria, soii~ctidaa1 mas espantoso concordato. Despiies
de cumplir con la ley civil, toda hombrc pucde hacerse autorizar despucs,
por cl rito religioso quc quisicre, pero la patria, el Estada. solo debe reconocer la emancipacion definitiva!- ES tanto lo que dcbc el Estado a la Iglesia, es
por Icgrtl aqucllo que sus autoridades municipales ó civiles atestiguen. tanto lo que ama este Gobierno a la curia, ó es tanto lo que tiene que lracersc
perdonar, que hoy. de motu-propio, pudiendo haber organizado los registros
Pero hoy, dcspucs dc sabcr lo quc cs el Estado y lo que es la Iglesia; civiles en manos de las municipalidades, ese hogar de la patria, vá y los
entrega en manos d c nuestros enemigos, de los enemigos constantes,
sabiendo cual es el deber social; conociendo el fin de las sociedades; pudiendo
perpetuos y universales de la libertad! -Es esto progresar? Vivc Dios, que
aprovechar de la esperiencia dc los tiempos y de los otros pucblos y del
es cegarsc para conducir cicgos, adonde? ii las nupcias solemnes y bien-
estado moral de la opinion en Buenos Aytes en cuestiones religiosas, vcnir
hoy, a nombre del Gobierno, á dar un decreto que nos amarra por In cuna y
aventuradas con esa bcldad de manto negro tan celosa, que abre sus brazos
por Ia tumba, por el matrimonio y el bautismo i ese cuerpo muerto dc la y gzrE "eslh ct7n.foi'lrre" con la dote y los bjencs parafernales que el
Iglesia romana, cs manifestar ignorancia, dar un paso de setrogradacion y cornpunjido gobierno le presenta.
fomentar la educacion pasada quc combatimos para iniciar una vida nueva.
Estc solo hecho por su trascendencia. bastaria para calificar a un gobierno; Hoy quizás no se comprcnderi la importancia del dccreto del Gobierno,
y así como con inozivo dc la cucstton MigEionicci, dijimos que la reforma se pero mas tarde. cuando cl palacio Obispal haya rccibido todas las erogaciones
que necesita para albcrgar a les desitilidos que publican el Evangelio si17
encaminaba la edad media, hoy decimos que e1 gobierno emprende cse
saildalias, srri alforju, sin iin derrario en el bofsi llo, con la cruz de madcra
cainino, pero con una responsabilidad mas tremenda. porque los actas
en vez de la cruz de oro, flacos de abstinencia y de maceracioncs por los
gubernativos no son artículos dc drario. sino hechos quc tarde 6 ieinprano
producen funesíisimos resultados. pecados del mundo; cuando esos desvilidos del manto ncgro hayan podido
nnferirse y apoderarcc completamente de la direccion dc los estudios y dc la
No se tratara aqui dc dogmas, ni dc discusiones teoliijicas; se trata de enseñanza; -cuando toda ct dinero que debia darse para escuelas, hospitales.
hechos practicos. y afirmamos. á que ninguno de los escritores liberalcs quc penitenciarias y caminos, pase a manos dc la curia para adornar los tenipIos,
sostienen las ideas de la poIitica presente, se atreverá a sostcncr cse dccrcto. levantar torres, qucmar inciensios. pagar canónigos. entonces veremos.
entonces SE recordará el benigno decreto con el que está confomc [la]
Los actos ciisi/es,son rrvrrF.s, Fn\n n E L A rmnnii. y la ciudad es mas que curia1.
la Iglesia, y nada trene que hacer can los cultos. ,4 la rruaAn es decir al
Estado y á las autoridades que establezca es a quien toca la gerencia de los Y bajo otra aspecto, que significa esa autorizacion de la conformidad
registros civiles, e1 tcstiinonio de los nacimientos, matrimonios. muertes. Es de la cuna. quc sc alega en el exordio dc un decreto del Gobierno!-Significa
asi como el Estado quc camina cn via dc cmancipacion, quc ha autorizado dependencia, y como tal, es altamente atentatorio al dogma de la soberania
la Iibcrtad dc cultos á despecho de la Iglesia, la separacion absoluta del del pueblo.
Estado y de la IgIesia en otras partcs; la. cmancipacion de la enseñanza; la Ociubrc. 1853
' Autorizacion a l P.E: para cnircgñr cn cl nño dc 1 858 cicn inil pcsos para l a concliis~ondc l a
aholrcion de congregaciones; Ta enagenacion de las propiedades convcntiiales, Iglcsia dc San ni cola^.
ctc., ha podido ciinentar su vida propia, independiente y soberana. El Gohicmri FC Iia siiscrito adcmas con IO,OOR pcsns para l a torrc de Santo Domingo y con 5 0
mil para l a Iplcsia dc l a Conccpcion
Pitcra dc csto las crogacioncs dc los parttcularcs, y cl prccupiicsto dcl tstado consdgrado al
Y ahora, volver á rcanudar y fortificar esos vinculoc del adulterio de Culto-cri rru'
Y no liay lodnvia uiia pcniicnciaria?
la Iglesia con la libertad! Qué significa eso? -Es ese el modo de marchar .i
AP~NDICE
DOCUMENTAL

La administracion de las Municipalidades, la gerencia de los registros Libres son los individuos. Pero el Estado no debe impeler a Ias
parroquiales en sus manos, hubiera sido una de los medios mas eficaces generaciones nuevas á inscribirse en el libro del enemigo de la libertad.
de educacion práctica republicana. El hombre del campo O de la ciudad
sabiendo por la practica que el testimonio civil era suficiente para consignar Lo mas triste, á juicio mio, es que los hombres quc hacen esas
como actas lcgales, el matrimonio, el nacimiento de sus hijos, recibia en concesiones al pasado, son escepticos, indiferentes Ó muchos de ellos
ese solo acto la leccion de la soberanía é independencia del Estado, y esto liberales, pero una vez en el podcr, se inclinan ante las preocupaciones, antc
hubiera sido un paso notable en la emancipacion moral. Por e l contrario. los errores que han combatido. No tienen religion y quieren sumerjirnos en
sin necesidad, sin que la opinion le exigiera, se viene a remachar la antigua las fuentes bautismales del podcr romano para que llevemos desde la cuna
cadena, la antigua educacion, a fortificar la antigua dependencia. Es una el sello dc la esclavitud pasada. No tienen religion. La libertad, cl derccho,
victoria del pasado, pero lo mas triste cs, que no ha sido arrancada, sino la razon independiente, la justicia, no es una rcligion para ellos; -no han
concedida. llegado á encontrar la base dogmatica y religiosa de la libertad, y es por
esto que se ven estas medidas, como el dccreto de que hablamos, que
Si fuera representante del pucblo, yo pediria la abolicion de ese dccreto revelan ignorancia de la politica trascendental de la religion universal, 6 una
y la instalacion de las municipalidades en el terreno de la libertad, abandonado indiferencia sobre la accion lenta de las inst~tucionesen el alma de los
por el Poder ejecutivo a los aluviones de la Curia. hombres.

Se piensa en fronteras materiales, pero las fronteras morales son El que no ha llegado á, convencerse de la incompatibilidad del
primero, porquc sm estas aquellas no subsisten. Los Indios roban, y hay una catolicismo y de fa libertad, no cs hombrc del porvenir.
justa alarma, porque es l a propiedad, la riqueza y la vida barata para el
pobre; peso se deja pasar sin ruido. con miedo Ó con indiferencia. el robo El que no cree que la razon soberana; que cl gobierno de si mismo,
que se hace á la frontera sagrada de la soberania. El casco del caballo del que la separacion de la Iglesia y del Estado; quc la cducacion filosbfica del
barbaso encuentra cco en la ciudad; pero la marcha invisible y tortuosa del Estado, la inscripcion de los actos fundamentales de la vida, son las
réptil que penetra en la órbita sagrada de las atribuciones civiles y hasta en condiciones inseparablcs dc la vcrdadera república. ese vive aun en las
el corazon de las generaciones nuevas, esa pasa desapercibido. tinieblas.

Ese dccreto es una ilusion que se disipa, es una csperanza que se El que no cree que la libertad y el derecho tengan una basc religiosa,
ahuyenta, acerca de la iniciativa que creíamos debia Buenos Aires imperativa y eterna, ese no cs el miembro de la ciudad futura.
emprender para la cmancipacion del continente, Habíamos creido que esta
ciudad corrcsponderia 5 la voz de Bogotá, para desde esos puntos. como de Se cosecha 10 que se siembra. Rcpad la tierra con agua bendita y
los dos focos dc la grande elipsis, ver la identificacion de la Libertad y de Ea vereis la brillante cosecha de los hijos de Ignacio de Loyola pululando,
Autoridad, indcpcndientes de todo poder estsario Ó estrangero. alistarse poco á poco en campo y aldea, en ciudad iglesia, para invadir
como un aluvion el bañado que abandona la retirada dcE Estado. Si se mira
Subsistan los curas, subsiste el culto, acuda el que quiera al curato O la esto con indiferencia, la raza latina merecc ser reemplazada y dominada
IgIcsia. por cl Saxon y por el Indio.
"Nox atra caput tristi circunvalat umbra" (Virg.) 131
Las tristes sombras de una noche fúnebre vuelan al rededor de su EducaciOn
cabeza.
Escuela modelo
Francisco Bilbao

Free rninds must by [sic]enlightened;


Ignorante makes slavery.
E.Mansfield

Cuando Cristoforo Colon (Chrisiu .ferens Colurnbos), como esa


paloma que se desprende del arca del viejo mundo, fatigado del diluvio de
sangre que habia anegado los valles y montañas, para ir a buscar un lugar
donde afirmar su planta en la tierra rescatada de las aguas y volver con el
ramo de oliva, signo de la paz y de la nueva alianza entre los elementos,
zarpó del puerto de Palos, los habitantes de la Europa, siguieron con sus
miradas á Colombo, que cargaba it Chrislo en sus espaldas y anidaba en su
baje1 la profccia de un nueva mundo, para reconciliar á los pueblos en virtud
del espectáculo sublime de una nueva creacion.

Muchos en la orilla, incrédulos, sonreian. Otros, compasivos,


contemplan la muerte cerniendo sus alas sobre Eas atrevidas caravelas; y
algunos recordando las patabras, las pruebas, las miradas y el alma de Colon,
sentian la agitacion misteriosa precursora de Ia concepcion y revelacion de
un continente.
AP~NDIC F
DOCUMENTAL

LOS ESTADOS UNIDOS.


que espera a sus hijos en ese foro limitado por el Atlantico y Pacifico, con
la bandera de la libertad en rcligion y en política.

Los elementos caracteríszicos de La civilizacion moderna, son la razon


indcpendicnte, el seIf-governaent [sic], la universalidad del derecho. Tal cs la influencia del dogma de la libertad, creando la civilizacion
moderna y prodiiciendo los nuevos aspectos, las nuevas consecuencias que
Al protestantismo la gloria de haber independizado la razon y autorizado comprende.
el libre-cxamcn, csta base necesaria é indispensable del gobierno de sí mismo
y de toda libertad. No mas conventos; -mas escuelas. -No mas canónigos y frailes
ociosos orando y devorando; -mas maestros. -La escuela reempIaza al
El protestantismo transportado ii Ios Estados Unidos y desarrollando convente, a la iglesia, al cuartel, A la cárcel. Es la base del culto, el foro
en libertad su genio ha producido la mas grande y gloriosa de las sepublicas preparatorio, la iglesia moderna, cl cuartcl del trabajo. la inutilizacion dc la
pasadas y presentes. cárcel.

Los cirnicntos dc la civilizacion moderna que hoy los Estados Unidos El dogma de la libertad y de la independencia de la razon exige el cuIto
rcprcscntan, son pucs Ea educacion, la instruccion de todo hombre que viene de la luz, porque comprende la responsabilidad del hombre. Si antes habia
á cstc mundo. lugares y formulas particulares de iniciacion para la instihicion de la caballeria,
hoy esos lugares son las escuelas, y esa iniciacion es la instniccion que
"Free miiids rnlist he enligltlened, ignoratlce rnakes slavei:~.''El a m a á la caballena moderna, que se llama democracia, no para la conquista
edificio de la educacion es pues el simholo de la modernidad. La Republica dcI sepulcro, sino para la conquista del bien estar y moralidad universales.
se amamanta dc la C S C I I C ~ ~ .
Si el catolicismo ha materializado cl sublime simbolismo del bautismo,
Así, es en los Estados Unidos donde se ve concentrar 10s esfuerzos á contentándose con derramar un poco de agua sobre la frente del niño sin
la cducacion. No se crea quc allá solo se piensa cn ferrocarriles, máquinas, conciencia, hoy la libre civilizacion del Norte practica el verdadero cspiriiu
mensusas de tierras, comercio, riqueza y bicnestas. No. Dondc quiera que dcI bautismo, derramando torrentes de luz sobrc cl niño que abre sus ojos i
cl municipio sc lcvanta. abRkndose canipo en la selva derribada. allí la prensa la vida. El pecado original es la ignorancia. El catolicismo cree todavia en
y la cscucla. La escuela invade el desierto y es la verdadera frontera á la los milagros, en las encantaciones, eudemeniados, etc., y piensa que el agua,
barbarie que disipa, y e! castillo intomable de la civilizacion quc arraiga. que la fórmula, que exorcismo, que la materia, pueden libertarnos dcl pecado
Donde derriba un arbol, planta un hombre. y del demonio. Hasta hoy continua sus ensayos sin poder realizar un solo
milagro. Mas l o que no puede el catoIicismo, lo consigue victoriocnmente la
Donde nace un hombe, la escuela es la cuna que lo mecc; -y por razon dcl Norte, con la cscuela, y con el Evangelio, con la practica de la
sobre el árbol, el honibre y la escuela, se ve el manto glorioso de la RepUblica Rcpublica.
Fenómeno que parece incomprensible y que se esplica. ¿Por qué en Cuvier, al ver un hueso, el fragmento del hueso de un animal,
ninguna nacion catbIica sc enseña el Evangelio? reconstruia el animal perdido en las capas de la tierra. Al ver ese fragmento
de la ~ivilizaciondcf Norte, podemos reconstruir el ser futur~ de la
El dogma de la libertad, es el dogma de la rcsponsabilidad. Y no hay humanidad en la América del Sur.
responsabilidad sin el conocirnienlo de lo justo y de lo injusto.
iQuién no vk alli, algo de la relijion inmortal de la rehabilitacion del
E1 conocimienro es pues la base: y es por esto que el catolicismo que hombre? Quién no siente la rehabilitacion del Heraldo del nuevo mundo
ha sojuzgado cl conocimiento, ha sido pródigo de tormentos, mientras que la despertando i los pueblos envejecidos y raquiticos Ó sumidos cn la ignorancia
libertad quc funda el conocimiento, es el verdadero sistcma preventivo de y la barbarie?
los crimenes.

Tenemos pues los instrumentos y el modelo. Falta ahora tres cosas:


A la escuela pues, y a la escuela todos, ninos y hombres. Los niños
para aprender, los hombres para desaprender. t . Las condiciones de subsistencia y desarrollo de la escuela.

La tabla rasa que buscaba el filósofo para asentar la evidencia y 2. El cucrpo de maestros.
encontrar la verdad pura, es la escuela. Alli esta la causa de la república, el
hogar dc Ia civilisacion; el germen de la verdadera colonizacion, porque 3. El espiritu que debe animar á la escuela, el fuego que debe brillar
nosotros debemos ser calonizados por la escucla. en el altar.

En Ia cscuela modelo que se acaba de abrir, gracias i los esfuerzos de1 En cuanto a las condiciones de subsistencia, el mejor medio, sin que
señor Sarmiento, atleta infatigabfc de la instniccion popular en la América del esto impida la accion de Ias autoridades y de la ley que asegure la
Sur, hemos respirado los asomas de un vergel de los Estados Unidos permanencia perpetua dc los subsidios necesarios, la asociacion dc Los
transportado á Buenos Aires. Alli vemos los resultados de los esfuerzos, de vecinos penetrados de la trascendencia del hccho, es lo mejor. Esto es
los estudios, de la observacion, de la estadística para favoreceer fisica, tambren un paso al gobierno directo.
intelech~aly moralmente la condicion del educando. Condiciones higiénicas
de luz, aire, espacio; -condiciones anatómicas para la colocacion y trabajo de En cuanto al cuerpo dc maestros, ó se forma una escuela normal, o se
los alumnos; perfeccion de todos los instmmentos mdimentales; economía de hacen venir de! estranjcro.
tiempo y de espacio; aumento de medios y fines, desde ta pluma, el papel, el
modelo, el libro, el método, hasta los albores de la ciencia de los cielos puestos En cuanto al espíritu. cs necesario no olvidar el alma del Norte, porque
al alcance de las intclijcncias que se abren á la aurora de la vida. dc otro tnodo la pesfeccion de esos medios conquistados solo serviria para
'poner en inanos de nuestros enemigos, nuestras armas, y desvirtuar la
institucion.
APENDICE
DOCUMENTAL

No se olvide que los jesuitas han abogado mucho por la instruccion; - "Cuarenta y scismil hombres, niños hoy, se presentará pues dentro de
no se olvide que la perfeccien de los instrumentos, medios, métodos, sino diez años en la arena politica dc cstc pais, desprovistos de toda instmccion,
[sic] son dominados por el verdadero espíritu de la libertad, es lo mismo que privados de todo medio de mejorar de condicion, ineptos para el trabajo de
dar amas de fuego y conocirnicntos militares á los indios de la pampa. que los escluycn inmigrantes robustos y afanosos, 46,000 bárbaros, cuyas
pasiones no han sido domelladas por ninguna sujecion, por ningun hábito de
Es por esto que 6 !a vista de ese bello organismo que presenta la obediencia, y que no habiendo ni en la escuela puesto en ejercicio los Drganos
escuela moderna, nos inquietarnos por fa direccion, por el alma que debe de la intelijencia, no tendrán por guia de sus acciones sino los instintos y las
pones en movimiento ese organismo. pasiones violentas".

Es necesario audacia en estos primeros y trascendentales pasos para Esos números son la verdadera campana de alarma. Es Mario y Sy [la,
impedir quc cl contagio dc la edad media penetre en esc recinto.-los Rosas y Oribe, los años pasados que amcnazan reproducirse.
principios de la sobcrania de la sazon, el evangelio, deben purificar, velar y
desarrollar la inteligencia de la generacjon que se espcra. En nombrc de Llcvarnoc pues las serpientes en la cuna
Dios, no pongamos "vino niievo eir odres viejos. -Atrás pues el catecismo
"

de brujerias y sortilejios y veainos en su lugar el Evangelio. No mas leyenda Hkrcules las ahogaba. El Hércules sera la cscucla.
y mas razon.
Esos números nos presentan el contingente de los caudillos. las hordas
de la demagogia, la nomenclatura de los crimenes posibles, Ea cosccha futura
dcl pátibulo. Venga pues el bautismo de la iniciacion para arrebatar á los
Segun el informe del departamento de cscuclas del Estado de Buenos malvados sus sccuaccs y á auinentar el ejercito del bien.
Aires, elevado al Gobicrno por el director el Sr. Sarmiento, en 1 856. se vi: CI
ciguicntc resiimen gencral de la educacion: Los diqucs han sido no solo la salvaguardia, sino que aun puede decirse,
la creacion dc la Holanda. Esas murallas levantadas por la infatigable raza
Escuelas y colegios.. ............... 177 de los Bitavos han puesto limites al mar. Hubo un dia en que sc dijo quc un
Varones.. .............................
-5,848 insecto toia las maderas, y la poblacion entera acudió á las orillas para
Mujeres.. .............................. 5.05 1 remediar el mal, impedir la invasion del ociano y Fa desaparjcion de la
República.
Total de cducandos .............. 10,X99
Nosotros vemos en el edificio social el insecto roedor, pero no
Total. dice el informe, quc puede subir á la cifra redonda de 11. 000
acudimos cn masa para sostener esas murallas. Sea la escuela modelo,
por las oinisiones averiguadas.
una campana perpetua del peligro, y cl albergue de1 espiritu nuevo que
pueda decir para siempre ii la barbarie: "de aqui 110 pasaras ".
"Asi pues, sobre una poblacion de 284,700 habitantes. quedan 46,123
niños que no sc educan."
o en las playas de la proscripcion, como la esperanza de la reconstruccion:
Esa idea es la nacionalidad de la Italia. Esa es la palabra que se debe
Pcro hay una educacion invisible y latente cuya influencia domina la enseñar i deletrear, ese el libro que debe comentarla, esa es la muestra que
influencia dc la escuela. Es la educacion de las instituciones, el ejempIo deben copiar al tomar la pluma, esa es la estrella que deben buscar en el
de la política, la iniciacion impalpable á veces, del espirih de la autoridad firmamento del porvenir. Sin esa idea, la pluma y el papel, el abecedario y
que domina. 10s gIobos, solo son instmmcntos de cuerpos sin vida, dc ccrcbros sin alma,
dc individuos sin patria, de hombres sin temple!
Para que la escuela produzca todos sus resultados y no sca una
base de anarquia, debe recibir la direccion del pontificado de Ia patria, la Gravad pues en la entrada del nuevo templo la palabra NACIUNALTDAD;
accion de la nacionalidad, el impulso de la democracia. la santificacion de -y ya que la iniciacion no vjenc del cjcmpIo dc la autoridad, que suba la
dos ideas sobre las cuales gira cl universo moral, y que son, la unidad O el iiiiciacion dc la escuela á las rnansioncs dcl podcr.
deber, la variedad 6 el derecho de todos.
Francisco Bilbao
Es la ley suprema de unidad y de fraternidad imponiendo su sello en
todo fragmento, en todo ser. en toda parte, en todo dia. De otro modo, las
escuelas, los municipios, las parroquias no son los elementos de un todo
girando en armonia al rededor de la patria, sino gérmenes de anarquia moral,
intelectual y politica.

Esto quierc decir que debe haber una LEY de educacion, un sistema,
un espiritu y un libro.

Y para dar esa ley, para establecer un sistema, para imprimir ese
espiritu y presentar ese libro, es necesario la IDEA NACTOYAL, EL GOBIERNO
NACIOXAl., EL LIBRO T A ' I E R S A L .

¿Quién mas que Italia ha tenido mas eccuclas y universidades cn Ia


edad media? Y que nacion las ha tenido mas ilustres, en todo ramo; y quien
ha presentado una falange mas numerosa de genios que hasta hoy iluminan
á la humanidad!

Y con todo-ved los resultados de la falta de nacionalidad; de unidad


de ley y de gobierno.-Hoy la ESCUFLA de Italia, despucs de tantos siglos, cs
tan solo una i n F A que los padres y las madres trasmiten a los hijos en silencio,
Cuatro aficnlos de Francisco Bilbao
pubIicados en El Nacional Argentino
Parana, Domingo 24 de julio de 1859

LA FEDERACIOW

Hay proyectos que pueden ser considerados como sueños de


imaginaciones mas O menos exaltadas, pero hay otros que encontrándose
en la pendiente fatal de1 desarrollo de la idea humanitaria, llevan consigo el
sello caracteristico dc la profecía para los corazones amantes y de la
evidencia matemática para las inteligencias cientfficas.

¿Qué importa el cometa observado cuya paribola ha sido delineada


por el dedo del Geómetra en los abismos de la inmensidad, que en su dilatada
carrera desaparesca durante siglas, si su camino y su tiempo están de
antemano designados? Ef corneta volverá á aparecer y la profecia cicntifica
sesi cumplida.

Del mismo modo á pesar de la guerra, de las rivalidades, de los odios


que han delineado con sangre la carrera de la historia, el astro de la
fraternidad de todas Ias razas y naciones, ha sido señalado desde las alturas
del Golgota por e1 Legislador y Geiimetra de las sociedades.

La misma fé nos acompaña respecto á las tribus salvages que vagan


en las fronteras de los pueblos americanos, esperando la primera piedra del
edificio social al rededor de la cual st: lcvantarin las futuras poblaciones.

Esa fé tambicn nos ha acompañado respecto a la suerte de la República


Argentina y de la América en general. Las catorce provincias han vivido
largo tiempo como fragmentos de un planeta destrozado, buscando en las Es pucs necesario buscar la armonia de los dos elementos. Esa
tinieblas de la guerra civil el centro dc atraccion que armonizase sus dcrcchos armonía f o m a cl tcrccr término de Ia subtimc Trinidad, fórmula de la eterna
y tendcncias. Ese centro fue la Constitucion de Mayo: y de las catorce verdad sobre la tierra: Libertad, Igualdad, Fraternidad.
provincias solo una falta para completar el movimiento integral de la
Republica.

Este problema subsiste, en el hogar. en la constitucion del Municipio,


en la constitlicion de la Provincia, en la constitucion de la Nacion y tiene
Examinad la ciencia del derecho bajo cualquier aspecto y os presentara que existir en la constftucion de las Naciones.
siempre dos faces inmutables como las dos columnas del universo moral:
¿,Cuál es el vinculo quc une á los hombres libres? El convenio, cl
La Libertad y la Igualdad: contrata, la asociacion, la alianza (Focdus).

El Derecho y el Dcber: La Fcdcracion es pues el: vincuIo primitivo inmortal de la union de


los liombrcs libscs cntre si.
La soberanía y la Obediencia:
Y lo que decimos de los hombres. queda dtcho de las familias, de los
La Personalidad y la Justicia: municipios, de las nacioncs.

La Unidad y la Variedad: La Federacion es pues el vinculo universal de los seres humanos,

Los dos términos del problema son neccsarios. El sacrificio de alguno ¿Cuáles fueron los pueblos mas heroicos, mas libres de la antigüedad1?
de ellos simplifica las dificuliadcs pcxo altera la verdad. Los Griegos, los Gemanos, 10s Galos.

Ambos deben entrar en la soFucion, en la organización. i,Cuál era la organizacihn que tenian?

No todo cs Unidad. Unidad sola cs la destmccion del derecho individual. La federacjon por Ciudades, ó por Tribus, ó por Nacion.

No iodo cs Derecho. El Derecho aislado y solitario es la Constitucion ;,Cuales son los pueblos mas lzbres de la humanidad rnodcrna?
de la anarquia ó la cncarnacion del despotismo es una clase o un hombre.
Los Suizos y los Americanos dcl Nonc.
No todo es Soberanía ni todo cs obediencia. La Libertad sin Igualdad
es despotismo. La Igualdad sin libertad cs comunismo. 2,Cnal es su organización social'?
La Federacion.

¿,Qué es lo que ha salvado a la Republica Argentina? Imaginarse tan solo que importaría para el bien y mejora de la especie
humana, tal idea, es gozar por anticipacion de los bienes, que nos traeria la
El triunfo completo del principio federal. venida del Mesias en Gloria y Magcstad apareciendo sobre la humanidad
no como el Cristo crucificado, sino como el Cristo Glorioso de la
Ese mismo principio triunfa hoy en Nueva Granada y conmueve al Resurreccion.
pacifico Chile.
Imaginaos tan solo lo que importaría el desarme general, Ia abolicion
de los ejkrcitos permanentes [,] la imposibilidad de toda conquista, la abolicion
de Ias aduanas y decidme en seguida, si habsia pauperismo, ignorancia ó
Uno de nuestros ensueños, cuando desde Europa coníemplamos la barbarie que no fuesen abolidos por la concentracion de los esfuerzos
suerte dc la América, la debparicion de Mkjico, los peligros de Centro humanos?
América, fué el de la Federacion Americana. No hemos abandonado tal
idea y cada dia tenemos mas fe en ella. Esto es especular sobre el futuro, pero esto es no solo para nosotros
profetizar con el corazon de un cristiano sino á juicio nuestro demostrar con
La America puede presentar tres grandiosos grupos: la evidencia matemática, el advenimiento de la justicia y de la fraternidad.

Los Estados Unidos. Dios quiera seamos escuchados y nuestra fé encuentre corazoncs
predispuestos para sembrar la palabra divina, ilamennais! ilamennais !
Las Republicas del Sur. Tus hijos en América regocijarán tus manes!

El Brasil. Francisco Bilbao

Ha sido una de nuestras grandes esperanzas para llegar á ese objeto,


la Constitucion definitiva de la Nacionalidad Argentina, y esta es una de las
razones por lo que hemos cifrado en ella tantas esperanzas.

No es nuestro objetivo en este momento, desanollar lo que varias


veces hemos indicado en la prensa diaria y en un folleto especial tituIade la
Federacion Americana; pero al ver un proyecto enteramente semejante,
relativo 5 la Confederecion de las naciones Europeas como precursor del
astro de la fraternidad, no hemos podido menos que recordar ese magnífico
futuro, rcspccto a nuestra América.
121
Parana, Viernes. 26 de agosto de 1859

INTEGRIDAD NACTONAL EN CENTRO-AMERICA

El Sr. Torres Caicedo, ha publicado en la "Amkrica" un artículo sobre


Ia Union de las cinco Repúblicas Centro-Americanas, y que en otro lugar
~nscnamos.

Todo lo quc dice cstá conforme con lo que nosotros sostenemos; sus
ideas sobre la Wnion Centro-Americana son tan aplicables á [a Union
Argentina, que nos ha parecido vcr dcfcndida nuestra causa con el cambio
tan solo de los nombres.

La grandc idea dc la FEDERACION AMERICANA hace progresos.

Esa idca contiene como elementos fundamentales de su organización,


la organización dc las Rcpúblicas.

No se puede buscar la Union dcl todo si las partcs se disuelven.

No podemos pensar en América, si los fragmentos americanos sc


disuelven:

i
I
La sintesis americana es correiativa a las sintesis nacionaIes.

El desarrollo de la Federacion supone a priori la marcha paralela de las


partes convergiendo al todo, y del todo protegiendo el desarrollo dc las
N partes.
CUATRO
A RT~CULOSPUBLICADOS

Si podemos contemplar sin espanto, el grandioso espectáculo que LESesto utilísima y necesario? Tampoco admite duda.
presenta la federacion del norte abrazando puede decirse un continente,
ipor qué nos aterrarnos 6 creemos imposible la federacion del sur? &Qué falta entonces? Que la idea cunda, que la prensa y los gobiernos
la patrocinen y sobre todo que Ias nacionalidades no se disuelvan.
Las ventajas son innegables.
Centro-América, dividido en cinco fragmentos y fatigado de la dolorosa
Suponiendo que cmpezasemos ensayar esa federacion por medie experiencia dc su desmembracion, que solo le ha producido debilidad,
de un Congreso de Plenipotenciarios con determinado mandato sobre puntos descrédito y peligro de mueríe, hoy volviendo sobre si, tiende, á unirse
especiales designados de antemano, ¿qué inconveniente habria en que todas proclamando l a fcdcracion, la integridad Nacional.
las repúblicas del sur, declarasen,
Es la misma cuestion que se debate hoy dia en la República Argentina.
lo La abolicion de Ias aduanas intet-americanas.
Apoderándonos de las palabras del Presidente de Nicaragua, podriamos
2" La unidad de pesos, monedas y medidas. preguntar it los demagogos, " i q u ; frivolas razones de politica nos
deparan poniendo divorcio entre pueblos idénticos bajo todos los
3" La validez dc títulos de las profesiones ~ientificas,literarias, conceptos? La política disoIvente es una falsa política que el
industriales. sentimiento generaI maldice, y que los hechos q u e se realizan
diariamente protestan contra ella. "
4" La ciudadania Amcrlcana.
¿Qué otra cosa hemos dicho?
5" Los proyectos para constituir un Tribunal Americano, para dirimir
las contiendas de los Estados, las cuestiones de limitcs, etc. La falsa política que habeis esplotado demagogos, es la polirica de
un mal entendido Iocalismo, hija de anejos rivalidades de provincia y
6" El proyecto dc alianza ofensiva y defensiva, O mas bien dicho, Ea que produce los frutas amargos que estamos cosechando.
solidaridad americana respecto á las naciones estrangeras.
La verdad en Centro-América es la misma que en la Repriblica
7" Los proyectos de codificacion civil, comercial y criminal. Argentina. El mismo origen, los mismas resultados, identica causa allí y
aquí producen los mismos efectos originando idéntica protesta en el
8"El proyecto de colonizacion americana, civilizacion de los bárbaros, etc. presidente Martinez y en el presidente Urquiza.

9" La creacion de una Universidad y Capital Americanas, y muchos Yá los principios que deben tenerse presentes para la Union Centro-
otros puntos. Americana están sentados. Y el Sr. Caicedo agrega, "este hecho ha
producido una inmensa sensacion en todos los pueblos de la Amkrica-Central
¿Es esto posible? ~Quiknlo duda? y en Europa."
FRANCISCO
BILBAO

En la creacion, hasta los cataclismos son elementos de armonía. La ley es universal. Todos vivimos en eIla, somos en ella: asi pues no
hay derecho aislado y solitario. así come no hay interés ni egoismo aislado y
En la humanidad. hasta el amor es eIemento de guerra. solitario, que pueda desprenderse de la sustancia universal en que vive
sumejida toda individualidad.
¿Cómo conciliar entonces la solidaridad de origen y destino?
La dificultad ha consiqtido en no ver la amonia preexistente que todo
La frlosofia y la religion nos han presentado dos soluciones del: lo regula, deteniéndonos cn la contemplacion del espectaculo incompleto
problema. del ser humano inseparable de la humanidad.

La solucion optimista. Asi como no hay derecho aislado no hay tampoco deber esclusivo, del
mismo modo que no hay inteligencia sin sentimiento y voluntad y vice-versa,
La solucion de la libertad. en lo que llamamos la personalidad humana.

La solucion optimista, niega e1 mal. Lo quc llamamos mal es para


semejante filosofia, un aspecto pasagero de las cosas que redunda en mayor
bien. La política de la solidaridad, constituye la humanidad en un ser solidario
en sus razas y naciones, como si fuesen manifestaciones varias del mismo
La solucion de la libertad, esplica la dificultad del problema de dos organismo.
modos:
Asi Como el hombre no es un ser completo, mutilando o dañando alguna
O por el dogma del pecado original, ó por la violacion voluntaria de La de sus facultades, del mismo modo la humanidad no es un ser completo y se
ley. resiente toda ella, si se mutila o se daña alguna de sus facultades o instintos,
en alguna de sus razas ó en alguno de sus pueblos.
Nosotros rechazamos la solucion optimista como un sarcasmo lanzad^
sobre el perpetuo Ianiento de Ia humanidad y aceptamos la solucion de la Cada raza ha sido creada para acentuar 6 revelar mas intensamente
violacion de la ley, sea por ignorancia, sea por dcpravacion, sea como algunas de las infinitas cuerdas de la lira en donde sopla el aliento del infinito.
consecuencia de la solidaridad misma en la desgracia, por las faltas de
nuestros antepasados. Es para esto que para nosotros es sagrada la personalidad de Ias razas.

Las naciones son los campamentos organismos de las razas y debcn


por consiguiente ser inviolables en la personalidad que revisten.
La libertad supone la Iey. Sin la conciencia de la ley no seriamos libres.
Es por esto que Ias razas indigcnas por cuya desaparicion predican los
La ley determina el derecho y eI deber del hombre y de los pueblos. que solo se guian por la pasion de1 momento, deben ser conservadas.
Grccia y Roma. llamaban birbaras 8 las razas que forman hoy la
gloria de la civílizacion inoderna. Tambien hubo hombres que predicaron su
esteminio en aquel tiempo, y si la pasion o cl egoismo de griegos o romanos Lo que decimos de las razas, se aplica tambicn k las naciones, y l a
l~ubiesesido victorioso, los escandinavos, los galos, los anglos, los sa.jones, economia politica ha venido a convencer al egoismo de los hombres, de que
no formarjan hoy le que llamamos civi t izacion moderna. asi como una industria es interesada en la prosperidad de las otras, del
mismo modo una naclon está insercsada en la prosperidad de las naciones.

Con cnanta mayor razon estc principio es aplicable á las provincias de


Privamos dc una raza, esclavizarla O surnerjirla cn la barbarie es un misino estado!
adcmas de un crimen un atentada que tardc ó temprano, recac sobre
nosotros. ;Sabcís cuan grande ha sido Ia rivalidad y hasta hostilidad que ha
cxistido entre Francia é Inglaterra? La Normandia, precisamente la quc
Quien sabc cuantos de nuestros maEcs no son debidos á Ia matanza de esti mas inmediata y cn inas relacion con la Inglaterra.
los habitantes primitivos dc America.
Las provincias Andinas dc la Repíxblica Argentina son las mas
La despoblacion de la República Argentina, se repite con frecuencia. interesadas en la prosperidad de Chile, así como todo CIlitoral csta interesado
quc es una de las causas de sus males. y el Dr. Alberdi, hace consistir toda en la prosperidad dc Bolivia, Uniguay, Brasil, etc.
la politica de hoy cn dos palabras, "gohernov es pobhl: "
Es la solidaridad natural de los intereses, quc sin tomar cn cuenta las
¿Que quicrc decir esto? Que estamos pagando una falta de nuestros nociones de justicia, nos enscila á interccarnos pos el bien de los vecinos y
antepasados, que tcnemoc que deshaccs lo que hicieron, Ilenar los claros a que los vecinos se interesen por cl nuestro.
que dcjaton, traer la vida adonde habia vida, cs decir votver á la politica de
la solidaridad que habiamos olvidado.

El negro de Africa es una de las razas mas simpáticas que exrstc. Así pnes, si se llega á reconocer cn un pais. una causa permanente de
Puede decirse que sus facultades se concentran en Ici que se llama coraxon, sus males, que divide su soberania, que mutila su territorio, que desconoce
desprendimiento, amor; ¿y cual ha sido el dcstino que le cupe por el egoiano la ley de las naciones y cuya causa injertada en un pueblo, procura
de los blancos? personificarse en un fragmento, -todos estan interesados [,] amigos y vccinos,
en Ia cxtirpacion del cancer que corroe las entrañas de la República Argentina
La Independencia americana vindicó la justicia; y donde la esclavitud impidiendo el desarrollo de: sus grandes facultades.
cxiste, la espada de Dios fulgura en Pa profecía de la ley.
Y si hubicsc un gobierno, pucblo o gabinete que pUbFica ii secrctamcntc
coopcrasc mantener el germen de cse cancer roedor en el seno del pucblo
vecino, ese gobierno ó gabinete no comprenden la política de la solidaridad, 141
sino Ia del egoismo fratricida.
Parani, Micrcolcs 2 1 de diciembre de 1859
¿Cuándo se convencerán todos los partidos y gobierno, cuando se
convencerán los pueblos de que el grande egoismo, la grande diplomacia
consisten en practicar sinceramente la ley que dice: no hagas á otro lo
EL CONGRESO AMERICANO
que no quieras que hugan contigo, bajo el aspecto negativo, y bajo el
aspecto positivo. haz á otro lo que desearas que hicieran contigo.
~ Q uesi lo que ha salvado al viejo mundo de1 ataque de la revolucion?
qué es lo que ha podido aun salvar la feudal idad y monarquia en Europa?
Vasta tesis para ser desarsollada, pero que la vida jadeante del diarista
Los tratados de 18 15. ¿Cómo se produjeron esos tratados? Por medio de la
no permite sino indicar.
Santa alianza de las naciones dc la Europa representadas por sus déspotas.
Se aliaron para defenderse del imperio plebeyo de Napoleon 1" y consignaron
Francisca Bilbao
en esos tratados hasta hoy dia su victoria, la victoria del viejo mundo sobre
la revolucion y sobre las nacionalidades esclavizadas.

Nosotros en la América del Sur. no es tanto el enemigo esterno B


quien tenemos que combatir, es el interno: es nuestro aislamiento, la falta de
habitantes, las trabas impuestas á la cxpansion de un mundo nuevo originadas
por el plagio dc la vic.ja economia política, es la anarquia, la ausencia de la
verdadera autoridad en la intclijencia y corazon de los pueblos, y mas que
todo á juicio nuestro, la falta absoluta de una rcligion que popularize el culto
de la ley, se identifique con las instihiciones libres y sea la verdadera savia
de la libertad.

Pero en los pueblos Americanos el proceder sintetice ha sido siempre


el que ha producido mejores resultados.

¿Qué cs lo que ha salvado a la Repfiblica Argentina de la anarquía?


Fuertcmcntc amagada por Ia demagogia que se habia apoderado de Buenos
Aires y quc disponia de sus poderosos recursos, conspirando y llamando á
la revolucion a !as Provincias ¿qué hubiera sido de todas ellas sin la union
que las f o m b en Ia columna cerrada al frente del encmigo? Qué hubiera
sido de San Juan. de Mendoza, de San Luis, sin la existencia de la Autoridad
Alimentemos al pucbla con grandes ideas, ese cs el modo de crear
NacionaI? ¿Cuántas veces ya no hubiera vuelto á aparecer el pendon de los
generaciones sanas de espiriitr y de cuerpo; ese es cl modo de arrancar a
caudillos de pluma, ó Ianza, en las ciudades ó en la Pampa, sin la presencia
los pueblos pequeños del especticu10 que frecuentemente prescntan,
de esc arco iris que de los Andes al Uruguay pacificaba é imponia? Con la
union nacional desaparecen cada dia Ias miserias de aldea, las rivalidades metiendo ruido y ensangrentándose pos pasiones bastardas. &NOhemos
estériles locales y hasta las tentaciones de esos despotismos dc villorio que visto á la prensa demagiigica, durante algunos años meter un ruido scmejante
tantas veces han ensangrentado la Repfiblica. Pero lo quc es una verdad al que producirian la arnbicion, la envidia, la avaricia, en un sepulcro de
respecto á la República Argentina, lo es tambien respecto á todas las gusanos?
Repúblicas del Sur.
;Cuante tiempo perdido, cuanto eschndalo, para venir despues a
someterse A la razon armada victoriosa!
Lo que los déspotas de Europa consiguieron, para sostener sus coronas
que el viento de la revolucion arrebataba, jno lo hemos de conseguir nosotros
para colocar sobre la frente de la América Ia corona de la democracia y de
No mas esa vida. Grandes empresas, grandes ideas, he ahí el modo
La fraternidad?
de alimentar la inteligencia y el cuerpo de las naciones. Tenernos que derribar
la esclavitud en eI Brasil; tenemos que hacer una solemne intcrrogacion al
;No podremos nosotros formar una santa alianza de Repúblicas? Paraguay sobre ciertas invasiones del territorio argentino; tenemos en
nuestras manos cl Congreso Americano que puede llegar a ser el
Ya hemos dicho, la raza ambjco-latina prefiere el proceder sintético, acontecimiento del siglo, tenemos esa Pampa que pide fcrro carriles, estos
lo que viene de la totalidad a las partcs, lo que deciende de lo general á lo rios que piden vapor y poblaciones, y en presencia de tan grandes hechos,
i h ~ m o sde esterilizar nuestras fuerzas cn mrserias? -no.- La Providencia
particular, de lo compuesto á lo simple, del Gobierno al individuo, en una
palabra, la raza amkrico-latina, prefiere la deduccion. es decir. quiere tencr nos habla por medio de la naturaleza, la justicia por medio de nuestra
las premisas para sacar las consecuencias, al proceder de la induccion, conciencia, el interés por rncdio de nuestra intelijencia, y sobre todo el deber
que crea las premisas.
nos dice: era nueva para el mundo nuevo, libertad dc los esclavos en el
Brasil, libertad de los siervos en cl Paraguay, fraternidad en Ia República
Si queremos apoderarnos dc la iniciativa que reclama el mundo en Argentina y federacion de las Repúblicas del Sur.
cstos tiempos, si querernos tener la gloria de crear una época y de lanzar un
hecho [que] atónita la historia recogerá en sus fastos, presentemos cl Francisco Bilbao
espectáculo de la Patria América, libre y unida con la federacion de las
Repúblicas.

Este hecho ademas de las ventajas positivas inmediatas, ademas del


respeto que daria a l nombre americano, es indispensablemente a nuestro
juicio uno de los mcdioc mas poderosos de pacificacion de los estados en su
interior y relaciones estcriores.
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YAROKA .ALBERTO J . Vida y nbras de Francisco Bilbao.Master's Thesis. Untversity 2. Los catecismos laicos y su perdurabilidad en los escritos bilbaínos ..........50
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of'Miami 1966. 3 . Posicibn generacional y fomación de una conciencia nacional .................. 55
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Francisco Bilbao. revolucionario de Amkrica Vida y pensamiento . 4. Las marcas de la escritura ............................................................................ S9
Estudio de sus ensayos y trabajos periodísticos. Buenos Aires. Ed . Excelsior. 11473. II . El fragor de una vida ........................................u............................ ................ 65
1. Primeros años, teatro de direrentes ensayos constitucionales .................... 65
2. Regreso a Chile. FomaciOn intelectual ....................................................... 73
3. La generacion del 42 y la publicación de Sociabilidad clrflenrr ............. 79
4. Estancia en Paris . Un nuevo despertar intelectual ...................................... X&
5. Seguiido retorno a Chile . Creación de la Sociedad de la Igualdad ............... 97
6. Años de luclia en el Perú y segundo via.je a Europa ................................. 105
7. Residencia en Buenos Aircs y compromiso con nuevas causas ............... 1 IR
JII.Marco general de sus ideas . El juego crttegorial de oposiciones:
civilizacibn y barbarie ................................................................................... 125
1. El pasado americano ............................................................................. 125
2. Bilbao y la idea de una nueva nación ...................................................... 127
3. Emancipación mental y juego categorial de oposiciones: civilización
y barbarie ................................................................................................ 131
IK Pensamiento pcilitico y fundamentacion ontologica de la libertad ................ 141
1 . Doble vertiente del concepto de libertad ................................................. 141
. . . . 146
2. Democracia e ideario liberal .......................................................................
3. Democracia y distribvci~ndel poder ........................................................ 148
Y Esbozo de una filosofía de la historia ..................................... .-..................... 151
1 . El legado francés ....................................................................................... 151
Z Pariición temporal y orgmizaciiin del poder ........................................... 154
Publicaciones de la EDlClNC
3. Valoración de lo americano ...................................................................... 160 Editorial de la Universidad Nacional de Cuyo
VL Del peso de las creencias a la edad de la razón .......................................... E71
l. Respublica y orden familiar ................................................................. 171
2. Estado y organizaciór!de la sociedad ............................................. 177
3. El cumplirniente de la racionalidad ..................................................... 183 I
1

VII. La unidad de America .................................................................................. 189 1

1. Periodización de la historia de América ................................................ 189 SERIE DOCUMENTOS Y TESTIMONIOS Evalwaclón lnstftucloaal de la UHCuyo.
II: Evaluacl6n Externa
2. Situación de los nuevos estados nacionales ........................................191 Coedic. con Minisleric de Educacion de la Nacibn
Llhro del Clncuentenatlo de la Unlversldad
3. InversiOn categorial y lugarde América ...............................................198 Hacionaf de Cuyo 1939-1989 1996 282 p ISBN 950-39-0076-1
W.Racionalisrno y utopía ................................................................................ M7 Proloqo y cuadros cronrirogicos de A Gotthelf. Serie Documentos y Testimonios no 6
textos de Bertrariou. Burgos Calderon. Cornadrán.
l. Confrontación de intereses .................................................................... 208 Correas, Fascioko, Fontana, Giries\ar. Martinez Estatuto Unlrersltarlo. Vnlversldail
2. El juego utopizante .................................................................................. 210 Caballero Mi116n. Muralorio Posse, Nijensohn. Hadonal da Cuyo
Pro, Puchmuller, Roiq Rojas, Sacchi de C:?iolto, 1991 66 p
3. La hermandad entre los hombres ..................................................... 21 1 Soler Miralles. Ti~io.Villarba.ZuieZa y otros. Serie Documentas y Testimonios no 3
4. La historicidad del hombre y sus posibilidades de cambio social ...........216 lg89 330 P ISBU 950-39-0006-9
Serie Documentos y Testimonios na 1 Resúmenes. 1 Congreso Wacional de
IX. La ~onstruccibnde una "filosofía americana" ............................................ 225 Ertenstdn d n la EducaeIin Superlar. II
1. La necesidad de un enfoque adecuado ............................................... 275 Histnrla de Ertensldn Unlvsrsltarra da l a Encuentro Latlnoamerlcano de Eittensldn
2. Sujeta y afirmaciíin de si ......................................................................... 227 Unlversldad Haclonal da Cuyo (desde su9 Universltarla
origenes hasta 1 9 9 2 ) '997 200 p
Conclusiones ..................................................................................................... 235 de Pene Golrhel'. 1 i 9 1 58 p. Scrie Documentos y Testimonios no B
Apéndice documental ....................................................................................... 241 Serie Documentos y Testimonios np 2
I RevIstas Curturalas da Mendoza (1905-
Bibliogmfia................................................................................................... 293
LB memorla y el arte. Convemaelones con 1997)
Fuentes .................................................................................................... 293 Juan Draghl Lucero de 'Zloria Videla de Rivero
Bibliografia general .....................................................................................293 de Daniel Prieto Castillo. CoediciCin con Ediciones 2000 232 p ISBM 950-39-0120-0
Culturaies de Mendoza (Subsecretaria de Cuilura Serie Documentos y Testimonios no 9
Bibliografia especial .................................................................................... 311 de la Provincia)
1994 108 p ISBN 950-39-0041-7 Resamenes de Inuestlgaclones. XVEt
Serie Documentos y Teslimonios no 3 Jornadas de fnvestlgacion de la Uniirerstdad
Nacional de Cuyn, Secretaría de Ciencia y
D l s e ñ ~Industrtal. Erpariencla pedagaglca Tecnlea
del Arq. RJcardo Blanco \arios 2000 396 p
Seleccicri y ccrripifaciori de Gurllermo Eirln Serie Documentos y Testimonios no 10
1994 63 p ISBN 950-39-0050-6
Serie Documentos y Testimonios n V ResCmsnes da Investlgaclonss. X V l l l
Jprnadas de lnuegtlgacidn de la Unlversldad
Evaluacfón Instlhclonal de l a UNCuyo. Haclonal de Cuyo, Secretaría de C i ~ n c I ay
1: Autoeualuaclón Técnlca
I
1996 162 p Coedic con Mtnisteric de Educacion Vancs i002 460 p
de la Nacion ISBN 950-39-0075-1 Serie Documentos y Testimonios n V 1
Serie Documentos y Testimonios no 5
SERIE MANUALES Piicalngla y semlologia apllcadao al Dlseño La h l s t o r l a atgentlna del presente al Manual de uso operatlvo para edlZorlales
Grallco pasado. Manual para el Nlvel Medlo y la ~niversltarias
Compendia de Farmacologia Integral l. ce Blaiica Ftilda Ouiroga EducaciDn Poltmodal rh: Rcqt. Go:lhrll y Andres Asarchuk
Farrnacologia Integral y Farmacologia del 7995 ;70 p ISBN 950-39-0063-8 de Susana Maria Iruaiii Malha Páramo de Isleiio. 1997 68 p ISBN 950-39-0084-0
Sistema Hervloso Serie Manuales I?('7 Adriana Garcia de Yaclolano y Maria del Carmen Cene Manuales no 20
de Altredo O Donoso y la colabomcion de Eduardo Maíias de Rurr Coedicion con la Fundacion de la
L 6odriguez Echandia y Rlicia M Seitzer Tlempo de lnveatlgar. Metadologia y UNCuyo La Universidad hacla la Dsmocracla. Bases
1993 228 p ISBY 950-39-0020-9 técnicas del trabajo universitario 1996 240 p ICBN 950-39-0071-9 d ~ c t r l n a r i a s e h i s t o r l ~ a s para l a
Serie Manuales nU 1 d. Reie Go:lhell y Sriiiia Vicente Serie Manuales no 13 constltucloa de una Pedagogía
1995 204 p ISEN 950-39-0053-0 Onlvenitaila
Jardín Maternal. Hacla una slstematltaclón Ea edickon, 1996 202 p. ISBN 950-39-0072-7 La pesagogia universitarla. Especlaltracldn be Arturo Andres Roiq
consfruetlra Serie Manuales nn 8 en doeeneia universitarla. Módulo 4 1997 340 p ISBN 950-39-01 00-6
de G!adys "alacin de Juri y Norma Bustos y colab de Ciist~riaKinaudo. Pcrlro tafori~cadey Daniel Seris Manuales nU 21
1993 175 p ISBN 950-39-0023-9 Recuperar la hlstoria en su valor edueatlio Prieto Castilla
Serie Manuales no 2 y social. Orientaciones para el profesor 1946, 245 p ISBN 950-39-0073-5 Ptlarer de l a Investlgación. Formulación.
de Nidia Calrizo de M~iñot. 2" edicion. 1998. 284 p ISBN 950-39-0104-9 Evaluaeinn. Comunieselón
Educar c o n sentldo. Apuntes sobra e l 1995. 180 pags ISBN 950-39-0056-5 Serie Manuales 1 1 9 4 dc C iliainennan. i: Gorfi y O Prieto Castillo
aprendizaje Serie Manuales no 9 1998. 84 p lS3N 950-39-01 05-7
de Danicl Prieto Castillo Identl-kit del fliseño lndustrlal Serie Manuales no 22
1993. 92 p ISRN 950-39-W39-5 La ensehanza en la Unluersldad. Especfall- dc ~ l i d aPastor oe Samso y Matio Ectiegaray
EDIUNC, Coedicicin Novedades Educa!ivas raclon en dacencla unlversltaria. Mádulo 1 Carosio Pilares de la lnrestlgacUn II.
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Serie Manuales "n 1997. 196 p ISBN 950-39-0079-4 1998 G6 p ISBY 990-39-0109-X
3Qddiion. 2000 247 p ISBN 950-39-0129-4 Arte y naturaleza: el mensaja de las formas. Serie Manvales no 23
Estado heido-báslco. Fundamentos fislco- Serie Manuales nn 10 Una revlsión del mundo cotidiano y el arte
quimlcas, regulación fisiológfea y de Horaclo knrorena Topografía agrícola
trastornos elinleos El aprendizaje en la Unlversldad. Especlall- 1997 140 p ISBN 950-39-0082-4 de Alelandro dlencio y otros
de Fernando D. Saravi raelón en dacencla universitarla. Modulo 2 Serie Manuales n V 6 t 999 31 6 p ISBN 950-39-0t t 7-0
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Serre Manuales n" 4 1995 244 p ISBN 950-39-0061-1 La educaclhn de los soidae. Una recons-
1997 284 p ISBN 950-39-0089-1 trucclón histdrlca, cognltlva y pedagóglca Economia urbana y regional. lntroducclón
Inallsls de la estructura de frío en la edición, 2001 320 p de Carlos Skliar a la relación entre territorio y desarrollo
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frigorífica. Atmbsfera controlada Serie Manuales ric 17 Rica (Proy libro Unive:sitario Regional EULAC,
de Fer~hndoSolaiies, Gabriel Azzoni y Marcos La educacfon superior. EspeclallzaciDn en GTZ)
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Serie Manuales no 5 Prreio Caslillo 1998 380 p tSBN 950-39-0094-8
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Un desafio para nuevos mercados: los 1997 ISBN 950-39-0095-6 de fugenia Flores Vindas.
embalajes para frutas y hortalizas Sa edición, 2001 280 p ISBN 950-39-01 35-9 Arqueología de Mendoza. Las dataclones Coedicion con LUR, Cartago Costa Rica. {Proy
de Jnrye Giunta, Fernando Solaries y Rutién Palma Serie Manuales no 12 absolutas y sus alcances L i ~ r oUniversitario Regional, EULAC, GV)
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Serie Manuales na 6 1998 420 p ICBN 950-39-0098-6 Serie Vanuales na 26
Serie Manuales no 19
SERIE ESTUDIOS Étlca y cultura contemporanaa. Actas del
Manual para el ceramlsia. Las arcillas de Medielna basada en cvldenclas Encuentro reallsaao en fa UWCuyo.
Mendoza de Ricardo Hidalgo Ottotenghi Costos Educaclonalss para fa Gerencia Meadora, ahril de 1993
de Patricia Btondolillo EDIUNC. Coedictnn LUR, 2002 290 p Univenltatia. 'Elementos de Ectinornía y Vabios alilores
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Serie Manuales no 27 Serie Manuales no 34 Unlvetsidad Macional de Cuyo Cerie Estudrns no 7
tir tlrlgel Striestar v colaboradcres

Olcclonarlo de siglas y abrevlaturar Ecologia y c o n s e r v a c ~ ó nde bosques Coedicion con INAP y CICAP-OEA Gastldn unlrersltaila y costos educacfonalaa
argentinas e lnternael~naler neoti~picales 1990 250 p. ISBN 950-39-0009-3 Pautas para presupuestar
as Mario Sartor Cecilrot de Manuel R Guariguata y Gustavo H Kattan Cerie Estudios no 1 Ideas para la g e s t i o ~financiera educativa de
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Oendrocronolog~aen Amirlca Latlna Serie Manuales no 35 un tema contemporáneo 1994 200 p ISBN 950-39-0052-2
de Fidel A Roig (comp.) de Crislian S m ~ c i r i i c l e r Serie Estudios no 8
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Serie Manuales na 29 aprendizajes y rellexlon en programas de Serie Estudios nu 2 La Genemcldn de1 '80 sin Mendoza. &portes
desarrollo de Sarah Earl y otros papa el estudlo de l a CRculaelón de las
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de Marra del Carmen Scbilardn, Consuelo Ares de ISBN 0-88936-989-5 directores de los sfglos XIX y XX del antiguo reglmen colonial en America
Giordano Patricia ChanteforZ de Valenzuela. Herta Serie Manuales no 36 E? Ga!ina {olr;iacheva Heedicicin racsimilar de una Latlna
Poquet, bdriana Rodrfguez y Maria Delicia Ruggeri obra agotada Presentacion preliminar de Jose de Pahlo Lacoste
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Serie Manuales no 30 parasitarias 1992. 318 p ISBN 950-39-0012-3 Serie Estudios no 9
de Cristina Wrsnivesky Serie Estudios no 3
Biografía de una lengua. Haclmlento, EDIUNC, Coedición LUR, 2003. 398 p Partlc?pacidny catástr~fe.Una comunidad
desarrollo y expanslán del espafiol ICBN 9968-801-1 4-3 Estado y Empresas: relaci~nesInestables. afectada por e l sismo. Mendoza, 1985
de Enrique Obediente Sosa Cerie Manuales no 37 Políticas estatales y conformaclón de una de Bea'rir Susana Suvrlla Lidia Dialasi y G:aciela
EDIUNC, Coedicion U1R. Cartago, Costa Rica burguesía lndustrlat regional Sandres
2000 550 p ISBN 9968-801-07-0 Introducelán a la lóglea ce Jcse Francis:.ri Uar!(r! 1995 168 p ISBN 950-39-0066-2
Sene Manuales no 31 de Luis Camacha Naravo 1992 314 ISBN 950-39-0014-X Serie Estudios nP 10
EDIUNC, Coedicion LUR, 2002 256 p Serie Estudios na d
Lbxlco da1 Diseño. Los conceptos mas 1SBN 9968-801-13-5 Mattrlalldad y poder del dlscunn. Decir g
poldmlcos con entoque pslcoláglco y Serie Manuales no 38 La pobreza m i s de cerca. Las egtrateglas hacer ~uridicas
semiolog ico de superrivencla de las famillas más l ~ del Carmen Schilardi
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Cerre Manuales no 32 de Maria del Valle Nievas y otrm 1992 324 p 153% 950-39-0015-8
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Flora medlclnal mendoeina. Las plantas ISBN 950-39-01 53-6 de Carlos M a n d o Nallim
medtclnales y aromatltas de la pravlncia Serie Manuales n"39 GulFfermo de Torre entre España y América 1997 145 p lSBN 950-39-0081 -6
de Mendoza (Argentina) de Emilia de Zuleta Serie Estudios no 12
Fidel Anlonio Rolg 1993 212 p ICBN 950-39-0025-5
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Serie Manuales no 33 Italianos en la Argentina y en Mendoza
de Maria Rosa Cozzdcii de Palmada
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Sene Esiudios no 13
Dlaloglsmos. Temar y engramales sobre La Poesla Gauchesca. Una parspectlwa La agonia de Fa Argentfna crlolla. Ensaye
escritores mandneinos contemporineos
de Ara :de Viilalba
1997 180 p ISBN 950-39-0091-3
Serie Estudios no 14
dllerente
de Rodolfo A Borello
2000 242 p. ISBN 95Q-39-0133-2
Serie Estudios no 23
l de hlsrorla polítlca y soclal, c. 1870
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de Marra Rosa Conani de Palmada, Coordinación
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...
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2000 180 p ESBN 950-39-01 34-0 Humanos. Un desafío tatlnoamerlcano
1998 320 p ISBN 950-39-0096-4 Zogbi, Adriana Garcia de Yaciofano
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Serie Estudios no 1 5 2003 173 p ISBN 950-39-0151 -1)
I con Ediciones Culturales de Mendnza
Serie Estudios no 32 1997 t 95 p ISBN 950-39-0080-8
La persona humana y otros ensayos E l Santoarlo lnealco del Ceno Aconcagua
de Juan Schobinger (cornpllador) Serie Amirica Latina nn 5
de Vicente Cicchitti Marcone E l pensarnlento conservador de Alberdi y
Ig98 176 p. ISBN 950-39-0101-4 2001 450 p ICBN 950-39-0140-5
l a Cfinstltuclóa de 1853, Tradición y Amérlca Latlna y l a moral de nuestro
Serie Esfudios no 16 Serie Estudios no 25
modernidad tlempo. Estudlms sobre el desarrollo
de úardc P v e z Guilhou histórico de la raz6n practlca
Identldid, blstotfa y flcelones. La cuestión Orfsos Atgentlnos. Llrlca del '40
2003 (15 4drraua drpini (compil ) y ot.os,
del otro en Rmirlca Francesa. de VIC~DTGustavo Zonana
2001 t40 p ISSU 950-39-0138-3
Serie Estudios no 33 * t997 196 p ISBN 950-39-0081-6
flr Rosa Lalino-Grroud, Rlanca brancibia y
Serie Estudios nn 26 Serie America Latina no 6
colaboradoras
1998 196 p ISBN 950-39-0107-3 SERIE AMERICAUTIHA
El mlado y l a espcranra II. De I a La Tercera Yia, Les poslble en nuestra
Serie Estudios no 17 Amtirjea?
autodetermlnaclán naclonal al Impeilo
Pensarnlsnlo Latinoamerlcano. Actas de las de ff~driU0Caraso Odio (cornp ) Coedicion con
El mlsdo y la esperanza. Los naeionallsmos genoclda: 1914-1945
Jo~nadasde Psnsamlento Latlnoamsrfeano, LUR, Carlaga, Costa Rica (Proy Ltbro Universiiario
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dr! Lrislian Ruchrucker y colah~radorec
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cc Cris'ian Buchrucker y colahoradores
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Serie Estudios no 27
1 Aza. uncuro 1989
Se ecciuri y compiiacion de Clara A Jalif de
Regional. EUCAC, G T i )
2000 2 2 9 ~ISBN 9968-801 -05-4
I Berlranou y colahoradores Serie bmetica Latina no 7
Serie Estudios nV 8 t 991 495 p 15BN 950-39-0010-7
E l cesto ds la obedlaneia. E l Partfdo
Serre America Latina no 1 Soberania y polítlea econimica en AmLiica
Mendoza: agricultura y ruralldad. Redalos Comunlsts Argentino en la encrucijada
Latlna
de la estnictura social y ayricala del oasis (1939-1 945)
Rostro y Fllosofla de Amdrlca Latina de Wilson Cara Coedicion con LUR
rural de San Carlos de Pdiricia Barrio
de Arturo Rndres Roig 2001 575p ISBN 9968-801-06-2
di: Arlriana 3occa Clara Marlln y Maria Pannunzia. 2001 740 0 ICBN 950-39-0026-5
Estudio prelim de Ofelia Schutte Serie América latina no 8
lgg9 158 p ISBN 950-39-0111-1 Serie Estudios no 28
1993 230 p ISBN 950-39-0018-2
Serre Estudios no t 9 Serie America Latina, rio 2 Ylolencla y par en I m i r l c a Latlna
~ t i c adel poder y moralidad de la protesta.
de Rudrigo Alberto Cara70 Icompi ladar) Coedición
Color, sabor plcardia en l a cultura.
Reglonillsmos dtr Mendora
Respuestas a la crlsls moral de nuestro
tlernpo
...
A 500 anos Amerlca Latina se descubre con LUR
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de Juan Cdrlus Roqc de A:iiiro A Roig
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Compil por Susaia Secerra y Mabel Cardello
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1993. 198 p ISBN 950-39-01122-0 Adolescencla y juventud en Amerlca Latina
Serie Esludios np 20 Serle Arntrica ta!ina nD 3
De magla y otras blstorlas. La narrativa de Sclum Donas Burak (compilador) Coedicion
con LUR
Los Derechos Humanos en la Aqentlna. Del breve de Juan Qragtil Lucero
2001 506 p ISBN 9968-801-09-7
ocultamlentp a la lnterpelaclbn politlca de Marld Elena Casiellino
2002 245 p iSBN 950-39-0146-4
Serie America Latina na 10
de ?Jorrr.%Fgscolo y otros
2000 206 p tSBN 950-39-0121 -9 Serie Esludios nD 30
Serie Estudios no 21
itev~luclóny Utcipia. Frane[sc~da Mlran6a E l fracase escolar. ¿Tema antiguo 0 El truca de perder fa lnfaaela SERIE CATALOGOS
y l a independencia hlspanoamericana problema candente? de Daniei Sarraco
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2001 3 i O p ICEN 950-39-0137-5 M Bustos y Mina N Castillo Serie Arte no 2 ~ D C G386 D 150%950-39-01r9-7
Serie América Lalina nu 11 1999 10 p ICBN 950-39-01 10-3 Serie Catalagos nw 15
Sene Breve N" 4 Cascathi -pintor argentlno- Forma, Fuz y
SemlHas en el Zlernpo. El fatlnoamerlcanlsmo colnt CatBlogo de lnvestlgaeiones de la UHCup
fiiosótico contemporáneo de Silvia Ra~uelCascarifli. Blanca Romera de 1999-2000
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Serie América Latina no 12 Ultlmatum poMlco. Derelacionlsma y poesía ISBN 950-39-0141 -3
de Suillermo Kaul Gru~iwald. Serie Arte nn 3 El lihro de las tasls de Ia Unlrenldad
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2002 385 p. Serie CreacianlEnsayos n" 1
ScrEe America Latrna no 13 Aes~lnclinda Problemas Guía del Estudiante 2003. UMCuro
Del tlampri de mis abuelos. Un libro para Va7ios 2002 127 D lS3N 950-39-01 49-9 2002 246 p
Francisco Bllhao y la experlenela llhertarta leer con los abuelos Serie Trayectos Cognrtivas rC1 Saie Catálogos no 20
de Amdrlca de Susana Dueias
de Clara ~ I l i c i aJalif de Bertranou 1995 74 p ISBN 950-39-0058-1 Comprenalón de Textos
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dc A l b e r l ~Montblun.
1996 56 p ISBN 950-39-0068-9 Guanacache. Fldel Rolg Matóns, plntor del
Serie Breve n Y desierto.
de Fidel A Roig, drturo Roig, Marro Rorg, Virgilio
G Roig, Enrique F. Soig y colaboradores EDlUNC -Editorial de l a UNCU~Q Repfibiicadrgentina
19% 144 p 1SBN 950-39-01 14-6 Edilicia CICUNC (Torre). PB., UNCuyo Telefax 54 261 423 0099
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