Responsabilidad de Las Personas Jurídicas
Responsabilidad de Las Personas Jurídicas
Responsabilidad de Las Personas Jurídicas
El principio societas delinquere non potest, que significa que la sociedad o empresa no
puede delinquir, hasta hace pocas décadas era enunciado de modo categórico, negando la
posibilidad de sancionar penalmente a las personas jurídicas y reafirmando el paradigma de
la responsabilidad penal individual. Sin embargo, este paradigma cambió y actualmente se
busca diseñar un sistema legal que permita la incorporación de la responsabilidad penal de
las empresas y, de esa manera, encontrar soluciones más justas a la problemática del delito
empresarial y evitar que queden impunes.
Praxis jurisprudencial
Actividades de repaso
Responsabilidad de las personas jurídicas y compliance. Ley N.° 27401
Video conceptual
Referencias
Teleclase práctica
LECCIÓN 1 de 11
Vamos a comenzar con un extracto de “La fábula de los tres cerditos” (Montiel, 2019,
https://bit.ly/3d5H6Sx), un relato sobre tres empresas.
Había una vez, en un bosque muy lejano llamado Nuevo Toledo, tres
empresas hermanas llamadas Negunol SA, Astushi SA y Arnolfo SA
Todas ellas eran contratistas del Estado en diferentes rubros, pero la
diferencia en la manera en la que se vinculaban con el sector público y su
compromiso con la legalidad y la integridad que reinaba en el bosque.
Negunol SA era una empresa constructora y, además, la más exitosa de
las hermanas: facturaba millones y contaba con una presencia dominante
en los mercados, gracias, en parte, a los “aceitados” vínculos que tenía
con el Estado. Astushi SA siguió los pasos de su hermana mayor. Era la
filial de una multinacional que había sabido ganarse una
buena plaza en el mercado de venta de autobuses, gracias a mantener una relación
"en buenos términos" con el Estado. Sin embargo, consciente de todo lo que
implicaba tener “vínculos aceitados”, preferiría guiarse por una “integridad ad
hoc "que le permite evitar prácticas corruptas escandalosas y al mismo tiempo le hace más
sencillo conservar sus contratos con el sector público. En cambio, Arnolfo SA era una mediana
empresa que produce sistemas informáticos para organizaciones y reparticiones públicas. Sus
hermanas solían mofarse de ella llamándola “la recatada”. Mientras sus hermanas habían abierto
filiales en el extranjero y ya habían quintuplicado su patrimonio, Arnolfo SA siguió su plan de
negocios, con una fuerte inversión en desarrollos tecnológicos e integridad y evitando prácticas
anticompetitivas. Arnolfo SA no puede escapar a las burlas de sus hermanas en cada reunión
familiar de los domingos, quienes, entre pasta y vino, han alarde sobre cómo crecieron a partir de
“tuvieron las reglas del mercado”.
Un día, sin embargo, el bosque modificado. En los últimos meses, las empresas sabían que el
bosque ya no era el lugar libre y relajado de siempre para vincularse con el Estado, especialmente
desde que corría el rumor de que un feroz fiscal andaban acechando a las empresas que mantenían
prácticas corruptas. "Este país está lleno de envidiosos ... Un oligarca, parásito del Estado,
viniendo a querer devorar años invirtiendo tiempo y dinero en mis contactos con el Estado",
repetía Negunol SA al borde de romper en llanto, mientras masticaba un espagueti. “Este
troglodita está destruyendo el mercado. Mientras nosotros realmente generamos riqueza, un sujeto
que trabaja cuatro horas sin contribuir nada a la economía viene a decirnos qué hacer ”,
refunfuñaba Astushi SA llevándose una copa de vino a la boca. Los encuentros de los domingos
también habían cambiado. Arnolfo SA ya puede disfrutar tranquilo de sus espaguetis, sin tener
que recibir consejos de sus hermanas sobre cómo hacer negocios. Ante todos estos rumores, las
tres empresas hermanas decidieron organizarse de tal manera que pudiesen protegerse ante la
aparición del temible fiscal.
“¡¿Programas de Integridad ?!”, explotó furioso Negunol SA, “¿Desde cuándo le interesa la
integridad al Estado?”, Prosiguió sin recuperar la calma, y remató:
"Esto es solo una bomba de humo para distraer el desastre económico que es el país ... Recesión,
trabajadores en blanco, pagar impuestos y ahora programas de integridad ... El Estado quiere
devorarnos". Incrédulo respecto a los cambios regulatorios fueron tomados en serio, Negunol SA
podría hacer una baja inversión en su modelo de prevención y se limitará a elaborar un Código de
Ética, algunas reglas de prevención de la corrupción en materia de contrataciones públicas y luego
programar dos capacitaciones para que sus empleados tuviesen alguna idea acerca de cómo
prevenir delitos. “Con estas tres letras le haré creer al fiscal que está todo en orden y seguiré con
mis estrategias de siempre”, dijo burlonamente Negunol SA Su sistema de cumplimiento
permitiría participar al fiscal feroz y dejarla seguir con su modus operandi habitual. Además,
Un buen día, contra todo pronóstico, llegó el fiscal feroz al bosque, poco después de la prensa
develara una entramado de corrupción en la concesión de licitaciones en materia de obra pública,
transporte y sistemas informáticos en el que aparecieron involucrados empleados de las tres
empresas.
Rápidamente advirtió que una de las empresas más activas en los negocios
espurios con los funcionarios públicos era Negunol SA, quien temeroso pero
confiado en su "fachada" de cumplimiento de la distracción fiscal, lo que esperó listo
para sacar a relucir sus estrategias ardidosas. Sin embargo, un solo soplido del bastidor
fiscal para desmantelar el sistema de prevención y dejar a la empresa a merced. Ese día el fiscal y
el juez se desayunaron a Negunol SA, quien fue
castigada con una multa millonaria y la pérdida de contratos públicos por
cohecho activo. Al ver esto, Astushi SA entró en pánico, aunque le traía algo de tranquilidad
saber que su modelo de prevención tenía cimientos y materiales más fuertes que los de su
golpeada hermana. El fiscal sopló en un par de ocasiones, pero pese a las fuertes sacudidas de sus
paredes, el programa de integridad de Astushi SA se mantiene endeblemente en pie. Al intuir el
fiscal que el intenso trato entre sus empleados y los funcionarios públicos venía favorecido por
fallas del sistema de cumplimiento, así nuevamente y esta vez el programa de integridad se
desplomó. El fiscal hambriento estaba disponible a devorárselo, pero al quedar agotado luego de
los intensos e insistentes soplidos, solicitó al juez que solo se imponga una multa rebajada a
Astushi SA
El fiscal sabía que le quedaba una empresa más y estaba deseoso de hacer caer también, más aún
cuando un par de sus empleados reconoció ante la Justicia los métodos espurios que habían
empleado para el coordinador de la administración pública para contratar sus servicios de
software. Se acercó a ella y sopló una, dos, tres, cuatro, diez, quince veces pero el sistema no se
movía. Insistió en su intento pero todo era en vano. El modelo de cumplimiento de Arnolfo SA no
solo se mantiene incólume, sino que además le quitaremos toda la energía para seguir
persiguiendo a otras empresas. Por eso, evite retirarse, ahorre sus fuerzas y destinarlas luego a
devorar empresas que realmente hubieran montado una "choza" de cumplimiento.
siendo sustentables. Tras la partida del gobierno fiscal, ambas corrieron raudamente hasta su
hermana menor para cobijarse bajo sus consejos. En esta oportunidad, Arnolfo SA se sorprendió
con un discurso más pragmático que moralista, haciendo hincapié en el gobierno corporativo y
especialmente en las ventajas comerciales y económicas que tiene contar con un buen programa
de integridad. “Lo barato sale caro”, acabó deslizando sobre el final del relato.
En el relato se mencionan tres empresas contratistas del Estado y con diferentes formas de abordar la legalidad y la
integridad empresarial. A continuación, desglosaremos los modelos que han seguido los países en el derecho
comparado para resolver la cuestión de la imputación penal a una persona jurídica y las soluciones brindadas en el
sistema argentino.
En el marco del derecho comparado, se han encontrado soluciones intermedias para el problema de la
responsabilidad de las personas jurídicas.
LECCIÓN 2 de 11
A partir de la sanción del nuevo Código Penal francés de 1992, Francia admite la responsabilidad de las personas
jurídicas, por lo tanto, adscribe al principio societas delinquere potest.
El nuevo sistema de responsabilidad abarca tanto a las personas de derecho público (excepto el Estado y los
municipios), como a las personas de derecho privado.
Tipo de responsabilidad
Acumulativa: la responsabilidad del ente ideal no excluye la de las personas físicas como autor o cómplice en
relación con el mismo hecho.
Especial: debe estar expresamente prevista en el mismo texto legal que tipifica la infracción (por lo tanto, no se ha
regulado la responsabilidad automáticamente ni con carácter general).
2. debe haber sido cometida por su cuenta (con el propósito de un beneficio para ella).
Sanciones
Confiscación
Sin embargo, no todas las sanciones son aplicables a las personas jurídicas públicas (por ejemplo, la disolución o
vigilancia judicial).
LECCIÓN 3 de 11
En el sistema alemán, se reconoce que no es posible atribuir punibilidad a las personas jurídicas. Entienden como un
modo de sortear la objeción dogmática a la aplicación de sanciones penales optar por aplicarle contravenciones.
La responsabilidad de las personas jurídicas responde a un sistema estructurado a modo de parte general en el Código
Contravencional Federal. Es decir, que en el mismo código se encuentra una parte general y una parte especial
referida a las penas para las personas jurídicas.
Allí se fijan los presupuestos que rigen la responsabilidad contravencional de las personas colectivas por los hechos
de sus agentes, ya sean delitos o faltas.
La imposición de una geldbusse a la empresa exige como hecho vinculante un delito o una
contravención cometidos por una persona física plenamente imputable.
El círculo de autores se limita a los integrantes de los órganos autorizados para la representación.
El hecho que vincula al individuo y la sociedad debe haber vulnerado deberes de la empresa o
perseguido su beneficio.
Sanciones
Tabla 1: Sanciones
Multa asociacional acumulativa Se impone en un proceso único a ambos
(representante y persona jurídica).
En el sistema español, imperaba el principio societas delinquere non potest hasta que se deroga con la reforma del
Código Penal Español en 2010 y con ella se implementa la responsabilidad penal directa de la persona jurídica
(virando hacia el principio societas delinquere potest).
En la “Fábula de los tres cerditos” podemos observar la comparación de tres empresas que deben cumplir con las
nuevas exigencias del sistema jurídico y establecer un sistema interno de prevención del delito y de organización que
resulte eficaz para verse exentas de responsabilidad penal, asumiendo que las personas jurídicas pueden ser
responsables penalmente.
Desde la doctrina española se sostenía que la incapacidad de actuar de la persona ideal es el fundamento de pensar
que la persona jurídica no puede ser responsable penalmente. También es menester recordar que el principio
reconocido en la ley española del “actuar por otro” sigue sosteniendo el principio societas delinquere non potest, ya
que solo presenta lagunas de impunidad.
Si bien en el derecho penal administrativo se reconocía la responsabilidad societaria, los españoles se han esforzado
por combatir la criminalidad de la empresa sin afectar la estructura de la teoría del delito (hasta la reforma del
Código Penal Español).
En relación con lo mencionado, Mir Puig (citado en Donaires Sánchez, 2013, https://bit.ly/3d0UZl4) dice:
…la pena no puede dirigirse a las personas jurídicas, porque conceptualmente implica una
amenaza psicológica de imposición de un mal y eso no lo puede percibir un ente ideal, pero, ya
que el fundamento de la medida de seguridad no es la amenaza, sino la peligrosidad, es aplicable
a las personas jurídicas.
Sanciones
Suspensión de actividades de la sociedad, empresa, etcétera, por un plazo que no podrá exceder los cinco años
En principio, cabe señalar que estas críticas son elaboradas por la doctrina que entiende que las personas jurídicas no
pueden ser responsables penalmente.
Las personas de existencia ideal presentan tres déficits que se erigen en verdaderos obstáculos para la aplicación del
principio societas delinquere potest.
Incapacidad de acción
Incapacidad de culpabilidad
Inaplicabilidad de la pena
Es decir, para todas las corrientes científicas del derecho penal moderno, lo real es que la mayor parte de los
elementos del delito responden en gran medida a conductas, aptitudes o contenidos espirituales que solo pueden
darse en relación con el individuo.
Para todas las corrientes científicas del derecho penal moderno –y pese a sus profundas
divergencias, en ciertos casos- lo real es que la mayor parte de los elementos del delito que
resultan condiciones de castigo penal, responden en gran medida a conductas, aptitudes o
contenidos espirituales que solo pueden darse en relación al individuo. Así, la acción como
conducta humana y la culpabilidad, tanto en orden a la imputabilidad como a las formas dolosas o
culposas no pueden ser vinculadas a un ente ideal, salvo construyendo un paralelismo puramente
terminológico que no responde a los principios sobre los cuales tales elementos se han
desarrollado. Lo mismo ocurre, a su vez, desde el punto de vista de las consecuencias del delito.
En tal sentido la pena, aun cuando se le adosen finalidades preventivas correctivas o asegurativas,
tiene un sustrato de retribución que es el que permite diferenciarla de las otras consecuencias
jurídicas no penales (1980, p. 38).
Admitir este modelo nos conduciría a la fractura del principio de que la responsabilidad penal debe ser personal.[1]
Por ejemplo, aplicar una multa a la sociedad conllevaría disminuir su patrimonio que afectaría a los socios que no
intervinieron en la decisión, lo que consagraría una forma de responsabilidad por el acto ajeno.
Al aplicar por el mismo hecho sanciones a la empresa y al representante, se conculcaré el principio constitucional del
non bis in idem.
Al no haber diferencias cualitativas entre la infracción penal y la administrativa, no resulta científicamente admisible
disminuir, en el caso de la segunda, el nivel de garantías que la ley ha previsto para aplicar pena.
Es una contradicción admitir que la persona jurídica no puede delinquir y, por el otro lado, reconocer que sí puede ser
autora de infracciones, si la diferencia entre delito e infracción es solo cuantitativa.
Si se coincide en que la sociedad es incapaz de actuar, jamás se podrá predicar de ella peligrosidad subjetiva alguna.
Todo esfuerzo por construir modelos de responsabilidad penal autónoma para personas jurídicas corre el riesgo de
reforzar la impunidad de las personas físicas que la controlan. Ello es así, porque debido a las dificultades de
investigación se concluirá por la penalización formal de los entes en perjuicio de la determinación de los autores.
Puedes ampliar sobre la responsabilidad penal de las personas jurídicas en el punto 4 del siguiente paper:
Fuente: Cesano, J.D., Balcarce. F.I. (2003). Reflexiones sobre la responsabilidad penal de las personas jurídicas en la
Nuestro diseño constitucional repugna el principio de la responsabilidad penal de las personas jurídicas. Ello es así
pues, tanto el artículo 18 de la Constitución Nacional, que se refiere al hecho del proceso y de la causa, como el
artículo 19, que alude a las acciones privadas de los hombres, establecen el presupuesto de una conducta humana
Soluciones doctrinarias
Dentro de los instrumentos de imputación del derecho penal común, se deben aplicar las categorías dogmáticas que
resulten menos problemáticas.
Autoría mediata: se da en casos de parcelamiento de la actividad delictiva, involucrando diversas conductas que
consideradas aisladamente son irrelevantes y en la que los partícipes puedan incluso ignorar el significado criminal
de su aporte, el cual es conocido por el ideólogo alejado de la consumación delictual. Aquí el autor se vale de otro
como instrumento para la consumación. Su voluntad está viciada por error o coacción. El ejecutor es inculpable, ya
sea por obrar bajo sutiles formas de coacción (por ejemplo, el empleado que, bajo amenaza de ser despedido, realiza
el acto fraudulento proyectado por el directorio) o de error (por ejemplo, el empleado que extrae fondos a pedido del
administrador sin saber que tienen un destino fraudulento). El ideólogo es el culpable.
Teoría del dominio del hecho mediante aparatos organizados de poder (Roxin, 1963): en este caso, el ideólogo se
vale de la estructura que está a disposición, en razón de la división del trabajo; solo es él quien conoce los
mecanismos y los resultados. Tiene el señorío sobre una estructura que cuenta con organización. Tiene que ser lo
suficientemente grande para que se cuente con el requisito de la fungibilidad del ejecutor. A diferencia de la autoría
mediata, no se considera el error ni la coacción como presupuesto de la acción, debido al carácter vicariante del
ejecutor material. El ejecutor puede no estar viciado de error e incluso adscribir a la ideología del ejecutor; en ese
caso, ambos serán culpables. Lo que persigue esta teoría no es librar de responsabilidad al ejecutor, sino poder
individualizar y responsabilizar al ideólogo.
Omisión impropia: debe haber una obligación de garantía en relación con el BJ protegido por el tipo. Se pena una
omisión utilizando un tipo en el cual la ley ha previsto declaradamente una conducta de acción. Lo peligroso aquí es
que se aplica en aquellos delitos donde el tipo no prevé expresamente la omisión como conducta delictiva. Esto
afecta el principio de legalidad, porque en nuestro sistema, a diferencia (por ejemplo) del alemán, no se ha incluido
en la parte general una cláusula de equivalencia que haga extensible esta teoría a todos los tipos de comisión y
resultado. La aplicación a los delitos empresariales será viable cuando, además de considerar que el autor ejerce la
posición de garante, sucedan las siguientes situaciones:
A) Exista una potencial fuente de riesgo o perjuicio para el bien jurídico protegido. Hay que tener cuidado, porque si
predicamos que la actividad empresarial es potencialmente peligrosa, se derivará un principio de peligrosidad
objetiva que rechazamos, sino admitiríamos la medida de seguridad como alternativa.
B) El representante de la persona ideal se encuentre en posición de garante. Sin embargo, hace falta, además, que la
posición de garante (o deber de actuar) se haya adquirido mediante la ley, convención o conducta precedente.
1. Haya un control o dominio –por parte del autor– de la actividad riesgosa. Ese control significa:
Coautoría funcional (Baigún): esta forma de autoría ocurre cuando el delito es llevado a cabo por un conjunto de
personas, las que realizan una parte de la conducta descripta en el tipo, pero ninguna la totalidad. Hay una coautoría,
porque converge la decisión en común (elemento subjetivo) y la realización de la conducta en común mediante la
división del trabajo, a diferencia de la autoría mediata en donde ese elemento subjetivo está ausente.
Actuación por otro para delitos de autoría especial propia (son los casos en los que el autor debe reunir ciertas
cualidades): el actuar por otro se aplica a aquellos casos en que las especiales cualidades del autor concurren en la
persona jurídica y no en sus órganos de representación, que son quienes realizan la conducta.
Mediante la utilización de este instrumento, se opera una extensión de la autoría, cuyo fundamento ha de encontrarse
en el principio de equivalencia, ya que quien actúa, pese a no reunir las cualidades del otro, realiza una conducta
equivalente. El problema es que no está receptado en la parte general, sino solo en leyes especiales. Es un mecanismo
para poder llegar, a través de la persona jurídica, hasta la persona física que actuó, prevaliéndose de la estructura
empresarial.
Para que sea efectiva y legal, el autor debería:
3. comprender no solo a los órganos legales, sino a los fácticos (administrador de hecho).
Algunos ejemplos son el artículo 27 de la Ley N.° 23737[3], modificada por la Ley N.° 27302[4], y el artículo 178
Soluciones normativas
En este ámbito, nos encontramos en un estado de profunda promiscuidad, numerosas leyes dispersas con soluciones
heterogéneas.
Veamos:
Estos casos no solo aplican la responsabilidad directa de las personas jurídicas, sino que en otros, agregan la
responsabilidad individual de los órganos de representación.
Cuando el hecho hubiese sido ejecutado por los directores, representantes legales, mandatarios,
gerentes, síndicos o miembros del consejo de vigilancia de una persona de existencia ideal, con
los medios o recursos facilitados por la misma u obtenidos de ella con tal fin, de manera que el
hecho resulte cumplido en nombre, con la ayuda o en beneficio de la misma, la persona de
existencia ideal también será sancionada de conformidad con las disposiciones de los incisos a) y
e).
La multa se hará efectiva solidariamente sobre el patrimonio de la persona ideal y sobre los
patrimonios particulares de los directores, representantes legales, mandatarios, gerentes, síndicos
o miembros del consejo de vigilancia que hubiesen intervenido en la comisión del hecho punible.
[6]
Aquí, se le atribuye responsabilidad a la empresa a título de partícipe necesario, pues facilita los medios para la
realización de la conducta.
Cuando una persona de existencia ideal fuere condenada por algún delito aduanero e intimada al
pago de las penas pecuniarias que se le hubieren impuesto no fuera satisfecho su importe, sus
directores, administradores y socios ilimitadamente responsables responderán patrimonialmente y
en forma solidaria con aquella por el pago del importe de dichas penas, salvo que probaren que a
la fecha de la comisión del hecho no desempeñaban dichas funciones o no revestían tal condición.
[7]
Aquí, será necesario que la conducta haya sido realizada por una persona física con representación suficiente y en
beneficio de la empresa.
Art. 57.- Las personas jurídicas son imputables por las conductas realizadas por las personas
humanas que hubiesen actuado en nombre, con la ayuda o en beneficio de la persona jurídica, y
aun cuando el acto que hubiese servido de fundamento a la representación sea ineficaz.
Art. 58.- Cuando las infracciones previstas en esta ley fueren cometidas por una persona jurídica,
la multa también se aplicará solidariamente a los directores, gerentes, administradores, síndicos o
miembros del Consejo de Vigilancia, mandatarios o representantes legales de dicha persona
jurídica que por su acción o por la omisión culpable de sus deberes de control, supervisión o
vigilancia hubiesen contribuido, alentado o permitido la comisión de la infracción.
En tal caso, se podrá imponer sanción complementaria de inhabilitación para ejercer el
comercio de uno (1) a diez (10) años a la persona jurídica y a las personas enumeradas en el
párrafo anterior.
Es desarrollada por Baigún. No tiene recepción legislativa en el país. Hay dos vías de imputación: una dirigida a la
entidad como unidad independiente y otra a sus representantes mediante la teoría tradicional.
¿Cómo es la primera? Hay una acción institucional dividida en tres ámbitos: normativo, organizativo y económico.
El momento que divide la etapa de preparación de la de ejecución se determina por el de la toma de decisión. El tipo
subjetivo se integra con la voluntad social dolosa, que es diferente de quienes la componen. No se admiten elementos
subjetivos especiales, debe haber conocimiento institucional. Esto y la voluntad social son el presupuesto subjetivo.
Esto solo se conecta con el resultado disvalioso, mediante la imputación objetiva.
En todos los casos en que recayese condena por delitos previstos en este Código o en leyes penales especiales, la
misma decidirá el decomiso de las cosas que han servido para cometer el hecho y de las cosas o ganancias que son el
producto o el provecho del delito, en favor del Estado nacional, de las provincias o de los municipios, salvo los
derechos de restitución o indemnización del damnificado y de terceros...
Cuando el autor o los partícipes han actuado como mandatarios de alguien o como órganos, miembros o
administradores de una persona de existencia ideal, y el producto o el provecho del delito ha beneficiado al mandante
En todos los casos en que el autor de un delito previsto en esta ley lo cometa como agente de
una persona jurídica y la característica requerida para el autor no la presente éste sino la
persona jurídica, será reprimido como si el autor presentare esta característica.
Cuando cualquier delito previsto en esta ley sea cometido a través de una persona jurídica,
se aplicará a esta multa de doscientas treinta (230) a mil ochocientas (1.800) unidades fijas,
sin perjuicio de las sanciones que correspondan a los autores y partícipes que hubieren
actuado en su nombre, representación, interés o beneficio. En caso de reincidencia será
1. En sentido impropio: en relación con delitos comunes como especiales. Se prevé en forma genérica la
responsabilidad del que ha actuado por la persona jurídica sin hacer mención a las características específicas del ente
ideal que fueran trasladables a la persona física. La mayor parte de la legislación PE (penal económica) se refiere a la
segunda hipótesis.
Cuando algunos de los hechos previstos en los dos artículos anteriores se hubiesen producido por decisión de una
persona jurídica, la pena se aplicará a los directores, gerentes, síndicos, miembros del consejo de vigilancia,
administradores, mandatarios o representantes de la misma que hubiesen intervenido en el hecho punible, sin
Esta disposición no excluye la posibilidad, en caso de delitos culposos, de la aplicación de la teoría de la omisión
impropia.
Artículo 178 del Código Penal:
Cuando se tratare de la quiebra de una sociedad comercial o de una persona jurídica que ejerza el comercio, o se
hubiere abierto el procedimiento de liquidación sin quiebra de un banco u otra entidad financiera, todo director,
síndico, administrador, miembro de la comisión fiscalizadora o gerente de la sociedad o establecimiento fallido o del
banco o entidad financiera en liquidación sin quiebra, o contador o tenedor de libros de los mismos, que hubiere
cooperado a la ejecución de alguno de los actos a que se refieren los artículos anteriores, será reprimido con la pena
de la quiebra fraudulenta o culpable, en su caso. Con la misma pena será reprimido el miembro del consejo de
administración o directivo, síndico, miembro de la junta fiscalizadora o de vigilancia, o gerente, tratándose de una
Cuando alguno de los hechos previstos en esta ley hubiere sido ejecutado en nombre, con la ayuda o en beneficio de
una persona de existencia ideal, una mera asociación de hecho o un ente que a pesar de no tener calidad de sujeto de
derecho las normas le atribuyan condición de obligado, la pena de prisión se aplicará a los directores, gerentes,
síndicos, miembros del consejo de vigilancia, administradores, mandatarios, representantes o autorizados que
hubiesen intervenido en el hecho punible inclusive cuando el acto que hubiera servido de fundamento a la
representación sea ineficaz.
Cuando los hechos delictivos previstos en esta ley hubieren sido realizados en nombre o con la intervención, o en
beneficio de una persona de existencia ideal, se impondrán a la entidad las siguientes sanciones conjunta o
alternativamente:
1. Suspensión total o parcial de actividades, que en ningún caso podrá exceder los cinco (5) años.
2. Suspensión para participar en concursos o licitaciones estatales de obras o servicios públicos o en cualquier otra
actividad vinculada con el Estado, que en ningún caso podrá exceder los cinco (5) años.
3. Cancelación de la personería, cuando hubiese sido creada al solo efecto de la comisión del delito, o esos actos
constituyan la principal actividad de la entidad.
Para graduar estas sanciones, los jueces tendrán en cuenta el incumplimiento de reglas y procedimientos internos, la
omisión de vigilancia sobre la actividad de los autores y partícipes, la extensión del daño causado, el monto de dinero
involucrado en la comisión del delito, el tamaño, la naturaleza y la capacidad económica de la persona jurídica.
Cuando fuere indispensable mantener la continuidad operativa de la entidad o de una obra o de un servicio en
particular, no serán aplicables las sanciones previstas por el inciso 1 y el inciso 3.[14]
De tal modo, actualmente conviven en materia de responsabilidad penal por los entes ideales tanto la cláusula de
actuar por otro como la responsabilidad directa de las personas jurídicas.
5. Omisión impropia
No ha sido receptada normativamente, como se ha dicho, al no existir en el Código Penal una cláusula de
equivalencia de los delitos de resultado material realizables por medio de la acción. Jurisprudencialmente, se han
detectado casos de admisión de la aplicación de esta teoría para asignar responsabilidad a los representantes de los
entes ideales.
Artículo 23 de la Ley N.° 25246 (Encubrimiento y Lavado de Activos Delictivos), modificado por la Ley
N.° 26683:
1. Será sancionado con multa de cinco (5) a veinte (20) veces del valor de los bienes objeto del delito, la persona
jurídica cuyo órgano ejecutor hubiera recolectado o provisto bienes o dinero, cualquiera sea su valor, con
conocimiento de que serán utilizados por algún miembro de una asociación ilícita terrorista, en el sentido del artículo
213 quáter del Código Penal.
Cuando el hecho hubiera sido cometido por temeridad o imprudencia grave del órgano o ejecutor de una persona
jurídica o por varios órganos o ejecutores suyos, la multa a la persona jurídica será del veinte por ciento (20%) al
sesenta por ciento (60%) del valor de los bienes objeto del delito.
2. Cuando el órgano o ejecutor de una persona jurídica hubiera cometido en ese carácter el delito a que se refiere el
artículo 22 de esta ley, la persona jurídica será pasible de multa de cincuenta mil pesos ($ 50.000) a quinientos mil
pesos ($ 500.000).
[1] Art. 18, Ley 24430. Constitución Nacional Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/36NHFgU; Art. 5.3, Convención Americana sobre Derechos Humanos. (1969). Organización de los Estado
[2] Art. 18 y 19. Ley 24430. Constitución Nacional Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/36NHFgU.
[3] Art. 27, Ley N.° 23737. Código Penal. (1989).Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2M09GJt
[4] Ley N.° 27302. Código Penal. Modificación. (2017). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2zwq2qk
[5] Art. 178. Ley N.° 11179. Código Penal. Poder Ejecutivo. Recuperado de https://bit.ly/2ZBStOu
[6] Art. 2, inc. f, Decreto 480/95. Apruébase el ordenamiento de la Ley Nº 19.359 y sus modificatorias que se denominará "Ley
de Régimen Penal Cambiario, texto ordenado 1995"(1995). Poder Ejecutivo. Recuperado de https://bit.ly/2ZLqrAd
[7] Art. 888, Ley N.° 22415. Código Aduanero. (1981). Poder ejecutivo. Recuperado de http://bit.ly/2HYTLJk
[8] Art. 876 Ley N.° 22415. Código Aduanero. (1981). Poder ejecutivo. Recuperado de http://bit.ly/2HYTLJk
[9] Arts. 57 y 58. Ley N° 27442. Ley de defensa de la competencia. (2018). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/3c6MhR9
[10] Art. 23. Ley N.° 11179. Código Penal. (1984). Poder Ejecutivo. Recuperado de https://bit.ly/2ZBStOu
[11] Art. 27, Ley N.° 23737. (1989).Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/2M09GJt
[12] Art. 57. Ley N° 24.051. Ley de Residuos Peligrosos (1991). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2mRO7vG
[13] Art. 178. Ley N.° 11179. Código Penal. Poder Ejecutivo. Recuperado de https://bit.ly/2ZBStOu
[14] Art. 13. Ley N° 27.430. Impuesto a las ganancias. (2019). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2lnJefC
[15] Art. N° 23. Ley N° 25.246. Código Penal. (2000). Congreso de las Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2wyOovx
LECCIÓN 6 de 11
Praxis jurisprudencial
Sobre una base normativa tan fragmentada y heterogénea, no sorprende que los precedentes judiciales sobre la
materia sean de lo más variopinto. No obstante, puede afirmarse que la mayoría de los precedentes admiten la
posibilidad de imputación de las personas jurídicas para los que reparan solo en la estructura lingüística de la norma
por aplicar sin referirse a la normativa constitucional.
Una minoría de la jurisprudencia se muestra renuente a admitir el reconocimiento de la responsabilidad penal directa
de las personas jurídicas con base en los obstáculos constitucionales referidos.
La persona jurídica
Art.141.- Definición. Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento jurídico
les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su
objeto y los fines de su creación.
Art. 142.- Comienzo de la existencia. La existencia de la persona jurídica privada comienza desde
su constitución. No necesita autorización legal para funcionar, excepto disposición legal en
contrario. En los casos en que se requiere autorización estatal, la persona jurídica no puede
funcionar antes de obtenerla.
Art. 143.- Personalidad diferenciada. La persona jurídica tiene una personalidad distinta de la de
sus miembros.
Los miembros no responden por las obligaciones de la persona jurídica, excepto en los supuestos
que expresamente se prevén en este Título y lo que disponga la ley especial.
Lo dispuesto se aplica sin afectar los derechos de los terceros de buena fe y sin perjuicio de las
responsabilidades personales de que puedan ser pasibles los participantes en los hechos por los
Podríamos decir, como sostiene Buteler Cáceres, que es “una abstracción del pensamiento
jurídico fundada en la realidad social, en virtud de la cual los grupos humanos organizados, en
atención a sus fines, gozan de personalidad jurídica y están dotados de capacidad para adquirir
derechos y contraer obligaciones” (2005, p. 157).
Esta tesis, también conocida como teoría de la ficción, fue expuesta por Savigny (1878, p. 272), quien sostiene que:
… todo derecho es la sanción de la libertad moral inherente al ser racional y, por esto, la idea
de persona o sujeto de derecho se confunde con la idea de hombre, por lo que se pude
formular la identidad primitiva de ambas ideas en estos casos: todo individuo y solo el
individuo tiene capacidad de derecho.
El autor considera que el derecho positivo puede modificar la idea primitiva de la persona, restringiéndola o
ampliándola, de igual modo que puede negarles a ciertos individuos la capacidad de derecho en totalidad y en parte.
Además, arrancando, por decirlo así, dicha capacidad del individuo a estos seres ficticios se la llama personas
jurídicas, es decir, personas que no existen sino para fines jurídicos. Sin embargo, entiende que las únicas personas
existentes en el mundo real son las personas físicas. En cambio, las personas jurídicas son creaciones del legislador,
justificadas por el interés social que ellas despiertan en la comunidad. Por ello, el legislador es quien tiene el derecho
de someter esta clase de personas a su vigilancia y, según el caso, hasta puede quitarles su personalidad y disolverla.
Las personas jurídicas son ficción, puesto no poseen voluntad personal. La persona de existencia ideal es una suma
de personas que se unen con una finalidad, pero carecen de la unidad espiritual y corporal que caracteriza a las
personas.
Evidentemente, esta teoría se contrapone abiertamente a la idea de responsabilizar penalmente a las personas
jurídicas, ya que son seres ficticios creados por el legislador con un derecho limitado y carente de voluntad, por ende,
sin individualidad propia.
Teoría de la realidad
Esta teoría, sostenida por Gierke se contrapone a la teoría de la ficción, ya que propugna una base teórica para la
posición que defiende la responsabilidad de las personas jurídicas.
De acuerdo con este autor, la persona jurídica es una persona real formada por seres humanos reunidos y organizados
para la consecución de fines que traspasan la esfera de los intereses individuales, mediante una común y única fuerza
de voluntad y de acción. Esto no es una simple suma de voluntades humanas, sino, por el contrario, una voluntad
nueva y superior, distinta de la voluntad de quienes la integran y que es capaz de intervenir en nombre propio en la
vida jurídica.
Desde que esta teoría admite la existencia de una voluntad y aptitud propia e independiente de los individuos que la
forman, es posible que sea imputada penalmente por los delitos que cometa. Sin embargo, esta tesis solo ha tenido
acogimiento en el derecho civil.
[1] Arts. 141-144. Ley N.° 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/2tYXaE8
LECCIÓN 7 de 11
Actividades de repaso
SUBMIT
SUBMIT
En la omisión impropia debe haber una obligación de resguardo del _________.
SUBMIT
Uno de los obstáculos que parte de la doctrina visualiza para la aplicación del principio
societas delinquere potest, en relación con la primera categoría o elemento del delito, es
la _________________.
SUBMIT
LECCIÓN 8 de 11
Luego de un intenso debate parlamentario, la sanción de la ley 27401, vigente a partir del 1º de marzo, ha consagrado
la atribución de responsabilidad penal sobre las personas jurídicas privadas locales, con prescindencia de que
persigan o no un propósito de lucro, ya sean de capital nacional o extranjero, con o sin participación estatal, por
ciertos delitos contra la administración pública, y por el soborno transnacional (no criminaliza actos de corrupción
entre partes privadas).
En su estructura de contenidos, confluyen temas penales sustantivos, normas procesales penales y aspectos
gobernados por el derecho administrativo, respectivamente. La solución adoptada por el legislador, en lo que remite
al sistema de imputación de responsabilidad, se ha apartado de la aplicación estricta tanto del sistema objetivo o
"vicarial" como del basado en el "déficit de organización", inicialmente propuesto por el Poder Ejecutivo y, en
consecuencia, parecería haberse optado por una fórmula mixta, donde concurren elementos de ambos formatos en la
tipificación de un ilícito penal, que fuera realizado directa o indirectamente con su intervención, o en su nombre,
interés o beneficio.
Esta ley es de trascendental importancia para nuestro ordenamiento jurídico, porque termina con un vacío normativo
con el que habían sido beneficiados dichos entes por casos de corrupción cometidos en el país, los que únicamente
eran afectados por leyes extranjeras de alcance extra-territorial.
Por primera vez reconoce el principio basado en la independencia de las acciones, en el juzgamiento y la sanción de
un mismo hecho, con respecto a la situación de las personas humanas que hubieran participado (como autores o
partícipes) en su comisión. En otras palabras, no se requiere como condición precedente la declaración de
culpabilidad de una persona humana por un delito, cometido en el marco de su organización interna, para la
atribución de responsabilidad penal contra una persona jurídica, bastando con que se acredite que dicho ilícito no
podría haberse cometido sin la tolerancia de sus órganos.
Entre los incentivos que introdujo esta norma merece destacarse la posibilidad de que las personas jurídicas sean
eximidas de pena, de haberse acreditado el diseño y la implementación de un programa de integridad adecuado. En
forma separada, para el supuesto en que no se hubiera logrado evitar la comisión de un delito ni alcanzado a ser
autodenunciado, se ha previsto que cuenten con la posibilidad de negociar con el fiscal un "acuerdo de colaboración
eficaz", con la finalidad de lograr una atenuación en la pena, lo que instaura un instituto similar a la figura del
arrepentido. Su celebración implicará el pago de una multa, cuyo monto equivaldrá a la mitad del monto mínimo
previsto como sanción. Dicho acuerdo deberá además ser homologado judicialmente.
Es importante notar que el diseño y la implementación de un programa de integridad, por parte de aquellas empresas
de capital nacional (que engloban de manera mayoritaria a las pymes), deberá guardar relación con los riesgos
propios de la actividad que realicen, su dimensión y su capacidad económica, y será una herramienta fundamental
para la creación de una verdadera transformación a nivel interno, cuyo pilar será la observancia de una cultura de
cumplimiento o compliance.
El análisis del texto de la nueva legislación expone algunos interrogantes: ¿Cómo se calculará el monto
correspondiente al beneficio indebido obtenido o que se hubiera podido obtener por parte de la entidad infractora? (es
la base para la fijación de la multa contra esta última). De cualquier forma, la ley sancionada se ha diferenciado de su
proyecto original que fijaba dicha base sobre sus ingresos brutos anuales.
¿Bajo cuáles estándares se evaluará (y por ende deberá acreditarse ante un escenario de conflictividad) que un
programa de integridad debería calificarse como adecuado? Teniendo en cuenta que es uno de los requisitos que la
ley impone para que una entidad sea eximida de pena. Al respecto, cabe preguntarse si podría seguirse la solución del
modelo chileno, sustentada en la certificación del programa por un tercero independiente debidamente autorizado
para actuar en tal carácter.
Por último, ¿qué nivel de debida diligencia (due diligence) sería requerido como razonable, esencialmente como
medio de defensa, para evaluar la integridad y la trayectoria de terceros, como también en la estructuración de
operaciones de fusiones y adquisiciones (responsabilidad sucesiva), a partir de ahora regidas por ley local?
El desafío que deberán enfrentar las compañías locales, que no se encontraban sujetas a la aplicación de estándares
globales tendientes a la prevención y la detección de prácticas corruptas, que son ciertamente la gran mayoría,
consistirá en identificar cuáles serían los principales lineamientos bajo los que deberían implementar un programa de
integridad con características de internacionalización, ya sea por la punición que la nueva ley impuso al soborno
transnacional, como también para proteger la posición de aquellas entidades que desarrollan sus negocios en el
exterior, en forma directa o bien asociadas a terceros (socios de negocios o intermediarios, según el caso).
Será también determinante que las personas jurídicas alcanzadas por la ley 27401 realicen una labor de supervisión y
control ex ante en su interacción con terceros (proveedores, contratistas, agentes, distribuidores, socios en joint
ventures u otras personas humanas o jurídicas con quienes mantengan una relación contractual), teniendo en cuenta
que, en la gran mayoría de los casos, una de las fuentes de imputación de responsabilidad penal contra aquellas se
consuma mediante el pago de sobornos (locales o transnacionales) en su beneficio, a través de la actuación de alguno
de tales terceros (Papa y Lanús Ocampo, 2018, https://bit.ly/2IQco3F).
La Ley N.° 27401 se aplica a todas las personas jurídicas privadas, ya sean de capital nacional o extranjero, con o sin
participación estatal, sin distinción (artículo 148 del Código Civil y Comercial[1], comprende a las pymes y ONG en
general), por lo que amplía la jurisdicción penal argentina para someter a su competencia el juzgamiento del delito de
soborno transnacional.
Volvamos al relato de la “Fábula de los tres cerditos” e imaginemos que las empresas mencionadas son de Argentina.
¿Serían alcanzadas por la ley? La respuesta es sí, ya que son empresas privadas bajo la forma de una S.A.
El artículo 1 de la Ley N.° 27401 establece su alcance y hace una enumeración taxativa de los delitos por los cuales
la persona jurídica resultaría responsable. Por su parte, el artículo 2 establece la responsabilidad directa de esta.
Art. 1°.- Objeto y alcance. La presente ley establece el régimen de responsabilidad penal aplicable
a las personas jurídicas privadas, ya sean de capital nacional o extranjero, con o sin participación
estatal, por los siguientes delitos:
1. Cohecho y tráfico de influencias, nacional y transnacional, previstos por los artículos 258 y
258 bis del Código Penal;
4. Enriquecimiento ilícito de funcionarios y empleados, previsto por los artículos 268 (1) y (2)
del Código Penal;
5. Balances e informes falsos agravados, previsto por el artículo 300 bis del Código Penal.
Todos estos delitos están vinculados con la corrupción, por lo tanto si los hechos investigados o imputados en la
“Fábula de los tres cerditos” encuadran en los tipos taxativamente enumerados por la ley, pueden ser
responsabilizadas.
Art. 2°.- Responsabilidad de las personas jurídicas. Las personas jurídicas son responsables por
los delitos previstos en el artículo precedente que hubieren sido realizados, directa o
indirectamente, con su intervención o en su nombre, interés o beneficio.
También son responsables si quien hubiere actuado en beneficio o interés de la persona jurídica
fuere un tercero que careciese de atribuciones para obrar en representación de ella, siempre que la
persona jurídica hubiese ratificado la gestión, aunque fuere de manera tácita.
La persona jurídica quedará exenta de responsabilidad solo si la persona humana que cometió el
delito hubiere actuado en su exclusivo beneficio y sin generar provecho alguno para aquella.[2]
Art. 7°.- Penas. Las penas aplicables a las personas jurídicas serán las siguientes:
1) Multa de dos (2) a cinco (5) veces del beneficio indebido obtenido o que se hubiese podido obtener;
A. Suspensión total o parcial de actividades, que en ningún caso podrá exceder de diez (10) años;
1. Suspensión para participar en concursos o licitaciones estatales de obras o servicios públicos o en cualquier
otra actividad vinculada con el Estado, que en ningún caso podrá exceder de diez (10) años;
2. Disolución y liquidación de la personería cuando hubiese sido creada al solo efecto de la comisión del delito, o
esos actos constituyan la principal actividad de la entidad;
Art. 8°.- Graduación de la pena. Para graduar las penas previstas en el artículo 7° de la presente ley, los jueces
tendrán en cuenta el incumplimiento de reglas y procedimientos internos; la cantidad y jerarquía de los funcionarios,
empleados y colaboradores involucrados en el delito; la omisión de vigilancia sobre la actividad de los autores y
partícipes; la extensión del daño causado; el monto de dinero involucrado en la comisión del delito; el tamaño, la
naturaleza y la capacidad económica de la persona jurídica; la denuncia espontánea a las autoridades por parte de la
persona jurídica como consecuencia de una actividad propia de detección o investigación interna; el comportamiento
posterior; la disposición para mitigar o reparar el daño y la reincidencia.
Se entenderá que hay reincidencia cuando la persona jurídica sea sancionada por un delito cometido dentro de los
tres (3) años siguientes a la fecha en que quedara firme una sentencia condenatoria anterior.
Cuando fuere indispensable mantener la continuidad operativa de la entidad, o de una obra, o de un servicio en
particular, no serán aplicables las sanciones previstas por los incisos 2) y 4) del artículo 7° de la presente ley.
El juez podrá disponer el pago de la multa en forma fraccionada durante un período de hasta cinco (5) años cuando
su cuantía y cumplimiento en un único pago pusiere en peligro la supervivencia de la persona jurídica o el
mantenimiento de los puestos de trabajo.
No será aplicable a las personas jurídicas lo dispuesto en el artículo 64 del Código Penal.
Art. 9°.- Exención de pena. Quedará eximida de pena y responsabilidad administrativa la persona jurídica, cuando
concurran simultáneamente las siguientes circunstancias:
a) Espontáneamente haya denunciado un delito previsto en esta ley como consecuencia de una actividad propia de
detección e investigación interna;
b) Hubiere implementado un sistema de control y supervisión adecuado en los términos de los artículos 22 y 23 de
esta ley, con anterioridad al hecho del proceso, cuya violación hubiera exigido un esfuerzo de los intervinientes en la
comisión del delito;
Veamos ahora la situación procesal de la persona jurídica y la posibilidad de colaborar con el Ministerio Público
Fiscal, a fin de morigerar las penas.
Art. 11.- Situación procesal de la persona jurídica. La persona jurídica tendrá los derechos y las obligaciones
previstos para el imputado de acuerdo a lo establecido en los códigos de procedimiento, en cuanto le sean aplicables.
[4]
En la “Fábula de los tres cerditos” aparece la figura del fiscal, quien investiga y, luego, imputa. En ese sentido es
importante señalar que las empresas tienen derechos procesales como cualquier imputado, es decir, tienen derecho a
la defensa, debido proceso imparcialidad del juez, etc.
Art. 16.- Acuerdo de Colaboración Eficaz. La persona jurídica y el Ministerio Público Fiscal podrán celebrar un
acuerdo de colaboración eficaz, por medio del cual aquella se obligue a cooperar a través de la revelación de
información o datos precisos, útiles y comprobables para el esclarecimiento de los hechos, la identificación de sus
autores o partícipes o el recupero del producto o las ganancias del delito, así como al cumplimiento de las
condiciones que se establezcan en virtud de lo previsto en el artículo 18 de la presente ley.
Art. 18.- Contenido del acuerdo. En el acuerdo se identificará el tipo de información, o datos a brindar o pruebas a
aportar por la persona jurídica al Ministerio Público Fiscal, bajo las siguientes condiciones:
1. Pagar una multa equivalente a la mitad del mínimo establecido en el artículo 7° inciso 1) de la presente ley;
2. Restituir las cosas o ganancias que sean el producto o el provecho del delito; y
3. Abandonar en favor del Estado los bienes que presumiblemente resultarían decomisados en caso que recayera
condena; Asimismo, podrán establecerse las siguientes condiciones, sin perjuicio de otras que pudieran
acordarse según las circunstancias del caso:
Programa de integridad
Art. 22.- Programa de Integridad. Las personas jurídicas comprendidas en el presente régimen podrán implementar
programas de integridad consistentes en el conjunto de acciones, mecanismos y procedimientos internos de
promoción de la integridad, supervisión y control, orientados a prevenir, detectar y corregir irregularidades y actos
ilícitos comprendidos por esta ley.
El Programa de Integridad exigido deberá guardar relación con los riesgos propios de la actividad que la persona
jurídica realiza, su dimensión y capacidad económica, de conformidad a lo que establezca la reglamentación.
Art. 23.- Contenido del Programa de Integridad. El Programa de Integridad deberá contener, conforme a las pautas
establecidas en el segundo párrafo del artículo precedente, al menos los siguientes elementos:
a) Un código de ética o de conducta, o la existencia de políticas y procedimientos de integridad aplicables a todos los
directores, administradores y empleados, independientemente del cargo o función ejercidos, que guíen la
planificación y ejecución de sus tareas o labores de forma tal de prevenir la comisión de los delitos contemplados en
esta ley;
b) Reglas y procedimientos específicos para prevenir ilícitos en el ámbito de concursos y procesos licitatorios, en la
ejecución de contratos administrativos o en cualquier otra interacción con el sector público;
1. La realización de capacitaciones periódicas sobre el Programa de Integridad a directores,
administradores y empleados.
1. El apoyo visible e inequívoco al programa de integridad por parte de la alta dirección y gerencia;
4. Un sistema de investigación interna que respete los derechos de los investigados e imponga sanciones efectivas
a las violaciones del código de ética o conducta;
6. La debida diligencia durante los procesos de transformación societaria y adquisiciones, para la verificación de
irregularidades, de hechos ilícitos o de la existencia de vulnerabilidades en las personas jurídicas involucradas;
8. Un responsable interno a cargo del desarrollo, coordinación y supervisión del Programa de Integridad;
9. El cumplimiento de las exigencias reglamentarias que sobre estos programas dicten las respectivas autoridades
del poder de policía nacional, provincial, municipal o comunal que rija la actividad de la persona jurídica. [7]
Retomemos el relato de los tres cerditos. Las empresas intentaron realizar un programa de integridad, como lo
establece le Ley N.° 24401, por lo que formularon su contenido y confeccionaron un código de ética. Sin embargo,
esto no es suficiente porque solo es una parte del programa. Como desarrollamos, el programa de integridad debe ser
idóneo para prevenir la comisión de delitos y, además, debe guardar relación con los riesgos propios de la actividad
y la capacidad económica de la empresa.
Y esto no es lo que sucedió en la empresa Negunol S.A., ya que el programa era una fachada; tampoco lo que pasó
en la empresa Astushi S.A., dado que el programa no era idóneo ni preventivo. Por el contrario, el plan de integridad
presentado por la empresa Arnolfo S.A.
sí era idóneo y preventivo.
Cabe señalar que en el caso de que esta empresa haya cometido algún delito, por medio del plan de integridad puede
resguardarse de la responsabilidad penal. Para esto, se debe demostrar que el sistema de control y supervisión
funcionó, que es la misma empresa la que denuncia el hecho y que las personas físicas que lo cometieron
encontraron obstáculos dentro de la empresa para delinquir o tuvieron que hacer un esfuerzo para cometer el delito.
Compliance
La institución del compliance nace ante la necesidad de minimizar los riesgos que se generan con las actividades
empresariales. Así surge la figura del compliance, también llamado oficial de cumplimiento. Esta institución se basa
en la idea de que se puede prevenir la responsabilidad de las empresas, sus órganos y administradores.
El término en inglés compliance muchas veces se traduce como “cumplimiento normativo de la empresa”, aunque en
realidad es mucho más que eso. Se lo puede describir como un conjunto de procedimientos y buenas prácticas
adoptadas por las entidades de existencia ideal para identificar, clasificar, gestionar y corregir sus riesgos, a fin de
evitar o reducir los riesgos propios de la actividad empresarial. Dicho conjunto de medidas va, a menudo, más allá de
los requerimientos normativos y es por eso que se habla del fenómeno de la “autorregulación”.
En este sentido, la construcción de un programa de integridad efectivo requerirá de un compromiso —al más alto
nivel— significativo y sostenido en el tiempo. Esto se debe a que la prevención es la suma de muchas partes, el
análisis del entorno que enfrentan, así como la evaluación y el otorgamiento de prioridad a los riesgos involucrados
que necesariamente variarán en función de la naturaleza del negocio (Durrieu y Saccani, 2018).
En cierta medida, puede afirmarse que la cultura del compliance se enmarca en la tradición de aquella variante de la
prevención general positiva, que hunde sus raíces en la doctrina de Welzel, sobre el fomento de los valores ético
sociales de la acción como vía de protección indirecta de los bienes jurídicos.
En este contexto, los programas de cumplimiento constituyen sistemas de control social empresarial, que ayudan al
Estado y al derecho penal en su tarea de controlar la criminalidad. Más concretamente, se ha afirmado que la mejor
forma para optimizar esta colaboración es la introducción de la responsabilidad penal de las personas jurídicas,
considerando que contar con una organización defectuosa o no virtuosa constituye el núcleo de su responsabilidad o
culpabilidad. Desde esta perspectiva, puede sostenerse que la responsabilidad penal de las empresas es un incentivo
por asegurar la expectativa social de vigencia de las normas dirigidas a las corporaciones (Durrieu y Saccani, 2018).
Para finalizar, te invito a leer el siguiente fragmento de una nota realizada a Santago Ojea, quien lleva adelante el
programa de integridad de la empresa Holcim.
Como gerente de legales y compliance de Holcim Argentina, Santiago Ojea Quintana encabeza el grupo de personas
que hace varios años llevan adelante los programas de integridad en la cementera.
El grupo internacional Lafarge Holcim lo está implementando desde hace unos 10 años. “Desde la crisis de 2008, las
compañías multinacionales empezaron a ver que los costos asociados a hechos de corrupción eran tan altos, que
vieron los beneficios de estos programas. No garantiza al 100 por ciento que un acto de corrupción pueda ocurrir
pero sí mitiga el riesgo”, señala. En Argentina, comenzó hace unos cinco años.
El ejecutivo destaca que el primer desafío en la implementación del plan de integridad es cultural. “Debe haber un
mensaje claro y un compromiso de la alta dirección hacia el programa y los valores. No solo para dictar políticas y
capacitaciones sino para comunicar que se toma el tema en serio. Que la tolerancia a la corrupción es cero y que si es
detectada se toman medidas, inclusive el despido”, explica.
“A partir de ahí, se ponen en marcha una serie de herramientas que se adaptan a cada país: el dictado de un código de
conducta, el establecimiento de políticas anticorrupción, la toma de medidas para prevenir, detectar y corregir
desvíos”, agrega.
Un tema que resalta especialmente es la implementación de una línea de integridad, un número de teléfono al cual
puede llamar cualquier empleado, proveedor y cliente para hacer una denuncia.
Esta luego es tomada por el equipo de investigaciones que depende de la gerencia de legales y compliance y trabaja
junto con equipos de auditoría internos y externos. Además monitorean y testean en forma permanente los
indicadores de alerta para identificar situaciones de riesgo.
Aunque Holcim Argentina no realiza negocios con el Estado, salvo en volúmenes muy marginales, el especialista
señala que la empresa tiene mucho para aportar en su cadena de valor.
“Por nuestros protocolos de integridad, tenemos que evaluar muy bien a los terceros con quienes trabajamos,
debemos pedir a clientes y proveedores que acrediten estándares de compliance altos y eso va generando una cultura
también en otras empresas”, agrega. (La Voz del Interior, 2018, https://bit.ly/2Vi2tdM).
[1] Art. 148. Ley N.° 26994. Código Civil y Comercial de la Nación. (2014). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/2tYXaE8
[2] Arts. 1 y 2, Ley N.° 27401. Responsabilidad Penal. (2017). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/3eGiX5u
[3] Arts. 7, 8 y 9, Ley N.° 27401. Responsabilidad Penal. (2017). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/3eGiX5u
[4] Art. 11, Ley N.° 27401. Responsabilidad Penal. (2017). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/3eGiX5u
[5] Art. 16, Ley N.° 27401. Responsabilidad Penal. (2017). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/3eGiX5u
[6] Art. 18, Ley N.° 27401. Responsabilidad Penal. (2017). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/3eGiX5u
[7] Arts. 22 y 23, Ley N.° 27401. Responsabilidad Penal. (2017). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/3eGiX5u
LECCIÓN 9 de 11
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Referencias
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Cesano, J.D., Balcarce. F.I. (2003). Reflexiones sobre la responsabilidad penal de las personas jurídicas en la
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Durrieu, N. y Saccani, R. (2018). Compliance, anticorrupción y responsabilidad penal empresaria (1.ra. ed.). Ciudad
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La Voz del Interior (2018). Un cambio cultural desde arriba hacia abajo. Recuperado de
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Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4018439
Savigny, F. K. von, (1878). Sistema del derecho romano actual (trad. Jacinto Mesía y Manuel Poley). Madrid,
España: F. Góngora y Compañía Editores
LECCIÓN 11 de 11
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