Cucara y Macara
Cucara y Macara
Cucara y Macara
Este espacio Comercial tiene funcionando bajo su estructura actual desde noviembre
del 2015.
visita este espacio .Antiguamente este espacio era ocupado por Oscar Cabanillas,
mejor conocido como Oscar Liéra.
El espacio además sufrió diversos cambios, pues antes pasó por ser una loncherìa, así
como una papelería, es decir que el espacio siempre ha tenido actividad comercial.
El Café teatro Cúcara Mácara, además ha generado vínculos con grupos de teatro
locales, nacionales e internacionales, así como con múltiples artistas o activistas, que
desde su perspectiva, logran la visibilización de diversas luchas, como lo son el
Ejercito Zapatista, Batallones Femeninos, Recuperarte, Voces por la Defensa del Agua,
étc., étc.
La idea de crear este café surgió a partir de que un grupo de amigos y amigas, que se
encontraban colaborando en un colectivo llamado Recuperarte, comenzaron a sentir
la necesidad de generar espacios no gubernamentales para el ejercicio de prácticas
culturales, así como conjugar lo que ya se hacía como colectivo.
Justo bajo esta idea de una empresa social, se empezaron a poner de acuerdo
América Armenta, Juan Pablo Bernal, Marco Peregrina, Alejandro y Adriana López,
quiénes a pesar de sus perfiles diversos, pusieron por acuerdo informal el ser socios,
poniendo dinero en efectivo de sus bolsillos directamente, así como apoyos en
especie, es decir comenzaron a adecuar el espacio con objetos propios y dividiendo
las actividades entre ellos mismos. Pues al principio no se tenía dinero suficiente para
contratar personal, y entre los mismos amigos que ya tenían, lograron hacer que el
espacio funcionara, con mucho esfuerzo.
Es importante mencionar que el negocio Café Teatro Cúcara y Mácara, se puede ver
como una evolución del Proyecto Casa Oscar Liera. En el cual el foro ya funcionaba
como espacio para presentar obras de teatro, pero no ofrecía el servicio de
alimentación y bebidas, desarrollando el concepto de Teatro Cabaret. Este hace
alusión a los espacios de entretenimiento donde podías disfrutar de espectáculos
culturales, mientras que, al contrario de los teatros convencionales, puedes comer y
beber a placer. Creando una atmosfera más relajada, de confianza. Volviéndose así, el
espacio ideal para una cita romántica, salir con tu grupo de amigas o amigos, o tomar
un tiempo libre en familia.
El dueño actual y socio mayoritario es Juan Pablo Bernal, de 38 años.
Originario del municipio de San Ignacio, desde muy pequeño se vio en la necesidad de
trabajar, pues siendo 5 hijos, los ingresos nunca fueron suficientes.
Siempre tuvo de ejemplo a su padre Don Juan Bernal, quién no había tenido acceso a
educación, pero desde joven fue comerciante en su natal San Ignacio. Con la
formación del esfuerzo y las ganas de superarse, con el porvenir de los años
comenzó a desarrollar interés en los medios audiovisuales, y después de ahorrar por
un par de años, se vino a la Ciudad de Culiacán. Aquí ingresó a la entonces
Universidad de Occidente, a la licenciatura de Comunicación. Él mismo se dio cuenta
dos cosas muy importantes. Primero, que la comunicación tiene la capacidad de
transformar las cosas y segundo qué en Culiacán, la cultura se veía limitada a las
cuestiones comerciales, es decir sólo se apoyaba a las grandes producciones y todo
tenía que estar apoyado por instituciones, que muchas veces quedaban mal con el
apoyo o sólo beneficiaban a ciertas élites o “compas”.
Al ser consciente de esto, comenzó a buscar espacios para incidir en cultura, primero
en San Ignacio, apoyando la idea de la creación de un patronato para la casa del
estudiante de haya, y luego en Culiacán con espacios como Café Teatro Cúcara
Mácara.
En este último terminó involucrado, después de tener una plática con Alejandro
López, que es su amigo desde hace muchos años. Quien le planteo la idea de esta
forma
“Yo y algunos de mis compañeros pasábamos por aquí, por esta casa que fue hogar
de nuestro maestro y amigo Óscar Liera. Yo me decía: es el corazón del teatro, un
lugar sagrado, y se ha quedado sola. En diciembre de 2013 miramos un anuncio: se
renta. De inmediato, nos pusimos en contacto con la familia Cabanillas y en enero de
2014 ya estábamos acondicionando el lugar: resanar, pintar, adecuarlo con algunos
cambios. Lo bautizamos como Casa Óscar Liera, pero las políticas del gremio cultural
nos impidieron mantener ese nombre y debimos cambiarlo por el de Café Teatro
Cúcara y Mácara.
Creamos un menú de café y pizzas con nombres de las obras teatrales de Óscar.
Nuestra primera obra fue del grupo Tensión Teatro, con la obra Pareja abierta, ellos
nos regalaron varias funciones, tuvimos llenos y también una buena captación de
ingresos que nos permitió sufragar los gastos iniciales. Eso es un gesto solidario que
agradecemos mucho. También hemos recibido un valioso apoyo de parte de la señora
Cabanillas, que nos cede los derechos para presentar las obras de Liera.”(Fragmento
de entrevista a Alex López, por RIODOCE)
A lo que Juan Pablo de inmediato dijo que sí, pues llegaba a ser el espacio que
siempre deseo.
El espacio de Café Teatro Cúcara y Mácara, en el año 2017 fue beneficiario de la beca
“FONCA” Lo cual les permitió mantener un ingreso extra, y comenzar con
modificaciones espaciales, para ofrecer un mejor servicio, así como comprar un poco
más de mobiliario, pero aún así, este no era suficiente, ni en capacidad ni en
mobiliario, por lo cual en el año 2018 gracias a un préstamo hecho por uno de los
actores del espacio ristian Meráz, así como al ahorro de un par de años, se logró
hacer una transformación del espacio, permitiendo pasar de un máximo de 60
personas, hasta casi 100 personas.
Cúcara pasó de ser atendido por los mismo dueños, a hoy tener la capacidad de cubrir
una nómina de 3 personas, con salario relativamente bueno.
Juan Pablo mismo menciona que los comienzos jamás son sencillos, pues al momento
de abrir Café Teatro Cúcara y Mácara se antepusieron muchos retos, pues realmente
el único con experiencia empresarial, era Juan Pablo, y entonces convergían dos
miradas: la del artista y la del empresario.
Un día en Café Teatro Cúcara Mácara, comienza a las 6 de la tarde, cuando ingresan la
empleada encargada de piso, y el joven de barra.
Las actividades previas a la apertura del día van dese hacer a mano las deliciosas
aguas frescas que se venden en el lugar, el aromático café, hasta lavar baño, barrer y
trapear el piso y por supuesto comenzar con el acomodo de sillas y mesas.
Adentro no se vende alcohol, pues el propósito de Café Teatro Cúcara Mácara, jamás
ha sido convertiré en una taberna o cantina. Pero para quiénes gustan de ingerir
bebidas alcohólicas, está la opción de “descorche” lo cual implica que sí llevas tus
bebidas, en tu cuenta se te cargará un costo de $100, pero a cambio la casa te
facilitará una serie de servicios.
Se dan 3 llamadas, y para las 9:30 se abre el telón y comienza la obra, salen los
actores y actrices encargados de hacerte vivir la vida a través de otra persona.
Transcurre la obra, y se te puede seguir atendiendo, a pesar de la oscuridad que reina
en el espacio.
Finaliza la obra, se hace la luz y a las mesas comenzarán a llegar las cuentas donde se
te hace el cargo de tu cover, así como lo que se consumió durante la función.
La misma chica que atiende las mesas, se encarga de hacer los diversos pagos, marcar
los gastos y por ultimo hacer el corte del balance de gastos y ganancias.
El joven de barra lava la loza que se utilizó ese día, y deja limpios los baños,
prolongando el cierre en la mayoría de los casos, hasta casi las 3 am.
Lo especial de Café Teatro Cúcara y Mácara, más que ser contado necesita ser vivido,
pues cuando eres consciente de la cantidad de personalidades que han estado ahí, te
sientes afortunado de tener un espacio con esa cualidad en un lugar tan necesario de
propuestas culturales como lo es Culiacán.