Introducción Al Libro de Oseas

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 5

INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE OSEAS

CONTENIDO: 

1. Título
2. Paternidad literaria
3. Marco histórico
4. Tema 
5. Bosquejo

1. Título.-

El libro de Oseas se denomina así por el nombre del profeta que lo


escribió. Óseas es el primero de los doce profetas menores. Se llaman
"menores" no porque sean de menor importancia que los profetas
mayores, sino porque sus libros son más cortos. Muchos escritores
antiguos hebreos y cristianos consideraban los escritos de los profetas
menores como un solo libro. En vista de que la época abarcada por estos
profetas se parece a la nuestra en su espíritu materialista y comercial, y
por sus males sociales, estos libros tienen un mensaje definido e
importante para nosotros hoy.

El nombre Óseas (Heb. Hoshea' ) es una forma abreviada del Heb.


Hosha'eyah (Jer 42: 1; 43: 2), que significa "Yahweh ha salvado" .

2. Paternidad literaria.-

No se sabe nada más de la historia de la familia de Óseas que lo que se


dice en los versículos con que comienza su profecía. El nombre del padre
del profeta, Beeri (Heb. Be'eri , "mi pozo"), no revela la tribu a la cual
pertenecía Óseas. No sabemos nada de los acontecimientos de los
últimos días de Óseas, ni del lugar ni el tiempo de su muerte. Sin
embargo, la evidencia interna aclara que Óseas pertenecía al reino del
norte, Israel, y que allí ejerció su ministerio.

3. Marco histórico.-
Los reinados durante los cuales Óseas profetizó están ubicados, según la
cronología de este Comentario (presentada en t. II, pp. 79, 134-166),
como sigue (los años son a. C.): Uzías (790- 739), Jotam (750-731),
Acaz (735-715) y Ezequías (729-686), reyes de Judá; y Jeroboam II
(793-753), rey de Israel. Óseas debe haber empezado su ministerio
mucho antes de 753 a. C., y tuvo que haber continuado en actividad hasta
algún tiempo después de 729 a. C.

Vivió en el período más tenebroso de la historia del reino de Israel,


precisamente antes de que la nación fuera llevada al cautiverio por
Asiria. Como el libro de Óseas no hace mención ninguna de este
acontecimiento, es probable que fuera escrito antes de la ruina final del
reino del norte. En los días de Jeroboam II, Israel prosperó materialmente
y progresó más que en cualquier otro tiempo desde los reinados de David
y Salomón (ver com. Ose. 2: 8). Sus límites por el norte eran casi tan
extensos como los que existieron en los días de aquellos reyes (2 Rey.
14: 25, 28).

Sin embargo, esta gloria externa sólo hacía destacar más la decadencia
moral interior y la declinación espiritual del pueblo. La anarquía política
y la falta de gobierno caracterizaron esos tiempos. Hubo reyes que
ascendieron al trono después de matar a sus predecesores, y a su vez
ellos fueron asesinados. Salum asesinó a 910 Zacarías, y Manahem
asesinó a Salum, Peka asesinó a Pekaía, hijo de Manahem; y Óseas, el
último rey de Israel, asesinó a Peka. Posiblemente por esta anarquía
vergonzosa que se produjo después de Jeroboam II, éste solo es
mencionado por Óseas, y sus sucesores son omitidos (Ose. 1: 1; ver com.
cap. 7: 5; 8: 4); o posiblemente el profeta se fue al sur, a Judá, después
del reinado de Jeroboam.

Oseas se refiere varias veces al culto idolátrico al becerro levantado por


Jeroboam I (1 Rey. 12), como causa principal de la impiedad de Israel.
Este culto al becerro quizá preparó el camino más tarde para un culto
más cruento y más inhumano que se ofrecía en honor de Baal y Astoret:
la espantosa abominación del sacrificio de niños y la inexplicable
degradación de una desenfrenada sensualidad.
Oseas vivió en el tiempo de la cosecha de esta mala siembra. La
adoración a la criatura desplazó la adoración al Creador. Ningún
mandamiento del verdadero Dios era obedecido. Prevalecían la falta de
honradez, la desconfianza mutua y la falsedad frente a Dios y al hombre.
En los prósperos días de Jeroboam II se derramaba sangre en abundancia,
y se estimulaba el lujo en todas sus formas. Por regla general, se
pervertía injusticia y se oprimía a los pobres. El adulterio era una práctica
religiosa. Todos los niveles sociales se habían corrompido y la blasfemia
y el escepticismo caracterizaban a la corte real. Los sacerdotes,
entregados enteramente a la idolatría, se unían con el pueblo en su
pecaminosidad, y aumentaban la corrupción que imperaba en el país.

Oseas fue llamado por Dios para que se opusiera a esa inundación de
maldad del reino del norte, y para que levantara diques de reprensión,
condenación y súplica: de súplica basada en el eterno amor de Dios por
sus hijos descarriados. Pero los ruegos de Óseas no fueron escuchados
por un pueblo apóstata. La impía nación impenitente e inconversa, se
aferró a su rebelde conducta, y fue llevada al cruel cautiverio del yugo
asirio. Óseas dio el último mensaje de Dios al reino del norte antes de su
caída en 723/722 a. C.

4. Tema.-

El tema predominante del libro de Óseas es el amor de Dios para con su


pueblo extraviado. Las experiencias por las cuales pasó el profeta en su
vida familiar y los sentimientos de su propio corazón para con su esposa
infiel, le dieron una idea de las profundidades insondables del amor del
Padre para su pueblo.

La terrible maldad del reino del norte aparece aún más tenebrosa a la luz
de ese amor divino, y Óseas de ninguna manera disculpa al pueblo por su
conducta. El profeta también describe con tonos lóbregos los terribles
castigos que caerían sobre Jerusalén si persistía en su impiedad. Estas
amonestaciones no son amenazas, sino declaraciones de hechos que
muestran que el castigo sigue ineludiblemente al pecado. Sin embargo,
en todo lo que escribe Óseas expresa el tierno amor de Dios para con su
pueblo descarriado. El libro está lleno de exhortaciones al
arrepentimiento y mensajes de esperanza para los que quisieran volver a
su Padre amante.

5. Bosquejo.-

I. Sobrescrito, 1: 1.

II. La relación de Dios con Israel simbolizada por la relación de Óseas


con su propia familia, 1: 2 a 3: 5.

A. La infidelidad de Israel simbolizada por la familia del profeta, 1: 2-9.

1. Casamiento de Óseas, 1: 2-3.

2. Nacimiento de Jezreel, 1: 4-5.

3. Nacimiento de Lo-ruhama, 1: 6-7.

4. Nacimiento de Lo-ammi, 1: 8-9. B. Promesa de que Dios aceptaría a


Israel en el futuro, 1: 10 a 2: 1.

C. La idolatría de Israel comparada con la infidelidad de Gomer, 2: 2-13.

D. El amor de Óseas por Gomer, y el amor de Dios para con Israel, 2:


14-23.

E. El regreso de Gomer a Óseas, y el regreso de Israel a Dios, 3: 1-5.

III. La condición de impiedad de Israel y la certeza del castigo, 4: 1 a 10:


15.

A. La acusación de perversidad, 4: 1 a 7: 16

1. Impiedad del pueblo en conjunto, 4: 1-19.

2. Impiedad de sacerdotes y gobernantes, 5:1-15.


3. Exhortación al arrepentimiento, 6: 1 - 11.

4. Perversidad de la casa real, 7: 1-16.

B. El castigo sobre la nación, 8: 1 a 10: 15.

1. La trágica cosecha de depender neciamente de Asiria, 8: 1-14.

2. Exilio a Asiria y disminución de la población, 9: 1-17.

3. El lugar de culto devastado y el reino destruido, 10: 1-15.

IV. Resumen del trato de Dios con Israel, 11: 1 a 14: 9.

A. La misericordia de Dios y su amor para Israel, 11: 1-11

B. La ingratitud e impiedad de Efraín contrastadas con el caso de Jacob,


11: 12 a 12: 14.

C. El castigo divino sobre Efraín, 13: 1-16.

D. La súplica para regresar y la promesa de plena redención, 14: 1-9.

También podría gustarte