Reflexion El Perro

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El perro

• Un carnicero estaba apunto de cerrar su


negocio cuando vio entrar un perro. Trató
de espantarlo, pero el perro volvió.
• Nuevamente intentó espantarlo, pero
entonces se dio de que el animal traía un
sobre en el hocico.
• Curioso el carnicero abrió el sobre y en su
interior encontró un billete de veinte
dólares ($20) y una nota que decía:
– “¿Podría mandarme con el perro un kilo (1kg) de
carne molida de res y medio kilo (1/2kg) de
pierna de cerdo?
• Asombrado, el carnicero tomó el dinero,
colocó la carne molida y la pierna de cerdo
en una bolsa y puso la bolsa junto al perro,
pero olvidó darle el cambio al perro.
• El perro empezó a gruñir y a mostrarle los
colmillos.

• Al darse cuenta de su error, el carnicero


puso el cambio del billete en la bolsa; el
perro se calmó, tomó la bolsa en el hocico y
salió del establecimiento.
• El carnicero, impresionado, decidió seguir
al can y cerró a toda prisa su negocio.
• El animal bajó por la calle hasta el primer
semáforo, donde se sentó en la acera y
aguardó con la bolsa en el hocico a que la
luz se pusiera en verde para cruzar.
• Atravesó la calle y camino hasta una parada
de autobús.
• El carnicero le seguía de cerca.
• En la parada, el perro vio llegar un autobús,
se fijó que no era el correcto y siguió
esperando hasta que llegó el autobús
correcto.
• Subió el autobús, seguido por el carnicero.
• El carnicero, boquiabierto, observó que el
can, sentado muy propio en un asiento
miraba por la ventana con atención
reconociendo el lugar donde debía bajarse
del autobús.
• De repente, el can se incorporó en el asiento y,
erguido sobre las patas traseras, tocó el timbre
para bajarse, siempre con la bolsa en el hocico.
• Perro y carnicero bajaron del autobús.
• Caminaron por la calle hasta que el perro se
detuvo en una casa, donde puso las compras junto
a la puerta y, retirándose un poco, se lanzó contra
ésta, golpeándola fuerte.
• Repitió la acción varias veces, pero nadie atendió
al llamado del perro.
• En el colmo del asombro, el carnicero vio al
perro tomar la bolsa con el hocico, rodear la
casa, saltar una cerca y dirigirse a una
ventana.
• Tocó con las patas el vidrio de las ventanas
del baño varias veces sin soltar la bolsa; y
regresó a la puerta de esa casa.
• En ese momento, un hombre abrió la puerta
y comenzó a golpear al perro!
• El carnicero corrió hasta el hombre para
impedirlo, diciéndole:
– “Por Dios, amigo, ¿qué está haciendo? ¡Su perro
es un genio, es único!”
• El hombre, evidentemente molesto,
respondió:
– “¡Qué genio; ni qué mierda!”
– “Esta es la segunda vez en esta semana que al
muy estúpido se le olvidan las llaves.... y yo en el
baño!”
MORALEJA
• Por más que te esfuerces y cumplas mas allá
de tu deber en el trabajo, a los ojos de un
jefe siempre estarás por debajo de lo que él
quiere.

Re-envía esta reflexión a quien creas que


trabajen como PERRO . Enviado por lydia_12_06, Francisca Moyet

montado en MS PowerPoint por Hiram Báez Andino, JUNIO 2008

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