Propiedad Privada
Propiedad Privada
Propiedad Privada
Toda persona tiene derecho al uso, goce, disfrute y disposición de sus bienes. La
propiedad estará sometida a las contribuciones, restricciones y obligaciones que
establezca la ley con fines de utilidad pública o de interés general.
Sólo por causa de utilidad pública o interés social, mediante sentencia firme y
pago oportuno de justa indemnización, podrá ser declarada la expropiación de
cualquier clase de bienes.
Fuera de este panorama anterior toda persona tiene la plena garantía de que su
derecho a la propiedad es inviolable. Tanto así que en la reforma del código penal
del 13 de abril de 2005, el Estado Venezolano decidió proteger el derecho a la
propiedad, con la sanción más enérgica con la que cuenta el derecho la cual es la
sanción penal.
El tipo penal Invasión quedó señalado en el Titulo X De los Delitos que atentan
contra el derecho a la propiedad, capítulo VI, artículo 471-A del Código Penal de
Venezuela, que establece lo siguiente:
Art. 471.A.- Quien con el propósito para sí o para un tercero provecho ilícito,
invada terreno, inmueble o bienhechuría, ajenos, incurrirá en prisión de cinco años
a diez años y multa de cincuenta unidades tributarias (50 U.T.) a doscientas
unidades tributarias (200 U.T.).
El solo hecho de invadir, sin que se obtenga provecho, acarreará la pena anterior
rebajada a criterio del juez hasta en una sexta parte.
Las penas señaladas en los incisos precedentes se rebajarán hasta en las dos
terceras partes, cuando antes de pronunciarse sentencia de primera o única
instancia, cesen los actos de invasión y se produzca el desalojo total de los
terrenos y edificaciones que hubieren sido invadidos.
De no obtener ningún provecho del inmueble invadido, es decir por el solo hecho
de ocupar ilegalmente el inmueble la pena arriba establecida por el delito de
invasión podrá ser rebajada a una sexta parte de acuerdo a la sana critica del
juez, esto es lo que en derecho penal se conoce como atenuante, que es
simplemente una conducta que favorece al imputado para que le sea aplicada la
pena en su límite inferior.
El mismo aumento de pena indicado supra lo sufrirá quien lleve a cabo la invasión
de terrenos de zonas rurales.
Ahora bien, si bien es cierto que el Legislador quiso ser suficientemente punitivo
en la redacción de este delito de invasión, para procurar garantizar el derecho a la
propiedad, también consideró las atenuantes de responsabilidad e inclusive las
eximentes.
(Omissis)
(Omissis)
De modo que, si surgen situaciones de donde emerge una disputa por el derecho
legítimo que se procure sobre dichos bienes, entre quien se pretenda propietario o
poseedor y quien se señale como ejecutor de los delitos previstos en los artículos
comentados, mal podrá entenderse materializado el ilícito comprendido en
cualquiera de los dos artículos, y por ende no será competente para resolver tal
conflicto el juez penal, sino el de la jurisdicción que según la naturaleza del
conflicto corresponda.
Ahora bien, de la lectura de los artículos que contienen los tipos penales
mencionados –invasión y perturbación violenta de la posesión- se extrae que en
ambos casos los verbos rectores – invasión y perturbación- se relacionan con
bienes inmuebles, terrenos o bienhechurías en general, sin hacer distinción en
cuanto al uso o destino que se le viniere dando a los mismos.
De manera que, adicionalmente a los elementos que componen los dos tipos
penales bajo análisis, dos son los requisitos indispensable para entender que se
está en presencia de alguno de los dos supuestos, por un lado el ánimo de
obtener un provecho injusto, vale decir que no se posea ningún título que acredite
derecho alguno sobre el bien objeto del delito, y en caso del segundo supuesto,
que no exista disputa alguna sobre la titularidad del bien, de ser así, mal podría
entenderse la posesión como pacífica.
(Omissis)
La naturaleza de la actividad agraria fue objeto de estudio y análisis por esta Sala
Constitucional mediante fallo Nº 262/2005, en la cual se estableció que la actividad
agraria constituye
(Omissis)
Bajo estas consideraciones, no resultan aplicables a los casos en los cuales exista
un conflicto entre particulares, originados por la producción agroproductiva, los
tipos penales establecidos en los artículos (Sic) 471-a y 472 del Código Penal, si a
través de la investigación iniciada por el Ministerio Público, se evidencie una
disputa en relación al derecho invocado sobre el inmueble objeto del proceso, bien
sea mediante las figuras establecidas en el Código Civil Venezolano o mediante
cualquiera de estos títulos, debidamente otorgados por el organismo facultado
para ello –Instituto Nacional de Tierras-icono-transparencia-3a alguna o ambas
partes, pues, en tales casos compete al juez de primera instancia agraria, –quien
debe velar por el mantenimiento de la seguridad agroalimentaria del Estado y el
aseguramiento y biodiversidad ambiental- la resolución de las demandas entre
particulares que se inicien con ocasión de la actividad agrícola. Y así se decide.