Juegos Tradicionales

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Juegos Tradicionales

Miles de hondureños crecieron jugando al trompo, la rayuela, a los marbles, al enchute o bien, al
papelote o al yoyo. Cómo olvidar todos aquellos momentos en los que lo único que importaba era
divertirse y pasarla bien con los amiguitos.

Rayuela

Aquel juego que consistía en dibujar una serie de cuadros en la tierra o en la calle y en el que
nuestro mejor aliado era el famoso “tejo”. Una distracción sencilla con la que indudablemente nos
divertimos, reímos y quizá, hasta nos enojábamos, pero nunca sin perder de vista nuestro objetivo,
que era pasarla bien mientras jugábamos.

El trompo

Uno de los más representativos de Honduras, definitivamente, quien no jugo trompo como dirían
coloquialmente “no tuvo infancia”.
El  juguete consistente en una peonza acompañada de una cuerda. Enrollando la cuerda alrededor
del trompo y tirando violentamente de uno de sus extremos a la vez que se lanza el conjunto contra
el suelo, se consigue que el trompo rote sobre su punta, manteniéndose erguido y girando en el
suelo.

Tazos

Esas figuras circulares con dibujos de caricaturas que tanto nos gustaban, y se encontraban dentro
de los “churros”. Se hacia de todo por ganar, entre mayor cantidad de tazos tuviésemos mayor era
nuestra alegría, la cuarta de nuestra mano era el pase que nos llevaba a conservarlos o a tenerlos.
No cabe duda que era una de las mejores pasatiempos.

Saltar la cuerda

Al salir al recreo era casi imprescindible no jugar a la cuerda, no faltaba quien apostará diciendo
que sería quien más número de saltos resistiría. Este es otro buen juego por el que bien valdría la
pena volver a ser niño.

Papelote
El aire era nuestro mejor compañero cuando se jugaba al papelote. Correr por el patio o por alguna
zona abierta que permitiera realizar la dinámica sin problemas era muchas veces parte de la
diversión.

Cuando el papelote se elevaba, junto con él también se elevaban nuestro entusiasmo, verlo en el
aire era el logro del día y la satisfacción que nos hacia dormir dormir felices.

Yoyo

En el yoyo nuestra mejor arma eran los trucos y piruetas que con él se lograban realizar. Los más
hábiles lograban hacerlo patinar en el suelo. El popular truco del perrito o el columpio formaban
parte de nuestros retos a superar, conseguir hacerlos nos hacia sentir los reyes del mundo.

Los Marbles

“Está atrás de la raya”, “hubo mano negra”, “limpias y sucias”, expresiones de las que no se
podían prescindir si se jugaba a los marbles o canicas , como también se les conoce. Cualquier
lugar era bueno para jugarlos, pero no cabe duda que en la tierra era donde más se disfrutaba.

Cada uno de todos estos juegos, al igual que el enchute, los yaxes, el huevo y  la cuchara o para los
que solo necesitábamos nuestro cuerpo como: las estatuas, bola de nieve, fusilado, las ollas, las
escondidas, etcétera, encostalados, hula hula, etcétera, consiguieron e hicieron de nuestros
primeros años la mejor época.

Si bien es cierto, conforme crecemos las cosas cambian a nuestro alrededor; familia, lugares,
costumbres, amigos. Se suele decir que nada es para siempre, pero no es cierto, sí que hay cosas a
las que damos un valor especial, cosas que nos definen, que forman parte de quienes somos y
que nos acompañarán siempre.

Algunas de esas cosas son todos esos juegos, que hoy son una bonita tradición que deberíamos
disfrutar cada vez que podamos, tratando de nunca olvidar ese niño que todos llevamos dentro.

 La cebolla o arranca yuca

Era un juego que consistía en formar una fila y buscar el árbol, el poste o portería más fuerte, ya
que el que estuviera de primero en la fila, tenia que agarrarse con todas sus fuerzas y  los demás
jalar y jalar, hasta lograr quitar al primero en la fila.
 Las carretillas

Este juego era de velocidad y agilidad, cada quien escogía una pareja y uno de ellos tenia
que llevar por los pies a su compañero y el otro con las manos ir guiando el camino , era muy
chistoso por que algunos con tal de ganarle a los demás en la carrera ponían a gran velocidad a
sus parejas a andar de manos.

 Stop

El juego de «Stop», se jugaba en grupo, cada quien tenia que elegir un país, ciudad, nombre o
animal que fuera a representar y en el piso se escribía con tiza donde tenia que colocar el pie cada
quien.

Luego de hacer la rueda de los nombres, al centro se escribía «Stop» y con una pelota alguien
iniciaba el juego diciendo «Yo le declaro la guerra a…» y tenia que decir cualquier nombre de los
de la rueda, lanzar la pelota al aire y salir corriendo todos.

A quien se le haya declarado la guerra debe de tomar la pelota lo más rápido posible y poner el
pie al centro y decir «Stop».

Todos se quedan quietos y esta persona que tomo la pelota debe de ver a quien tiene más
cerca para pegarle con la pelota y poder salvarse de salir del juego.

 La roña o encantados
Se juega en grupo, consiste en que al azar alguien será el «encantador» o «la lleva», esta persona
debe de correr para alcanzar a los demás y si los llega a tocar debe decir «encantado», esta
persona no puede moverse.

Si alguien del grupo logra salvar a quien esta encantado, pueden seguir jugando, el chiste es que
quien «la lleva», tiene que lograr encantar a todos y así poderle pasar a alguien más el turno.

 Las escondidas

El juego de las escondidas, es uno de los más recordados por todos, regularmente se juega en
grupo, pero se puede también jugar de dos personas.

Una persona es elegida para contar y los demás se esconden mientras la persona que cuenta hasta
50 o 100. Cuando termina de contar debe de ir a buscar a los demás.

Si los encuentra debe de ir rápidamente a donde estaba contando y decir «1,2,3 por Luis», el
nombre de la persona que encontró y si la persona que encontró le gana en tocar dice «1,2,3 por
mi» y esa persona se salva de contar.

Son muchísimos los juegos tradicionales de Honduras, todos recordamos con mucha
nostalgia aquellas tardes de juego.

Era un época donde los niños se divertían sanamente y juegos que han pasado de generación en
generación.

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