Escobar, A. (2014) - Genealogía Del Desarrollo.
Escobar, A. (2014) - Genealogía Del Desarrollo.
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26 Arturo Escobar
a tres orientaciones teóricas contrastantes: la teoría de la
modernización en las décadas de los cincuenta y sesenta,
con su teoría aliada de crecimiento económico; la teoría de
la dependencia y perspectivas relacionadas en los años se-
senta y setenta; y las aproximaciones críticas al desarrollo
como discurso cultural en los años noventa. A estas tres fa-
ses podría sumarse una cuarta, definida por la primacía de
la visión neoliberal de la economía y la sociedad; la cual,
más que una nueva etapa per se, produjo un debilitamiento
y abandono parcial del interés en el “desarrollo” como tal.
Repasemos brevemente cada una de estas fases.
La teoría de la modernización inauguró, para muchos
teóricos y elites mundiales, un período de certeza bajo la
premisa de los efectos benéficos del capital, la ciencia y
la tecnología. Desde esta perspectiva, el “desarrollo” ine-
vitablemente se lograría si los países seguían las prescrip-
ciones trazadas desde las grandes instituciones como el
Banco Mundial, y si aplicaban con ahínco toda la gama de
conocimientos que a partir de los años cincuenta empezó
a producirse en las universidades del Centro y, con el paso
del tiempo, en las de la periferia. La categoría de “moder-
nización” en este contexto de los cincuenta y sesenta, se re-
fería primordialmente a la transformación inducida de las
“sociedades tradicionales” en “sociedades modernas” (a la
USA). Al final del cuento, todos seríamos ricos, racionales
y felices.
Esta certeza sufrió su primer golpe con la teoría de la de-
pendencia, la cual planteaba que las raíces del subdesarro-
llo se encontraban en la conexión entre la dependencia econó-
mica externa (dependencia de los países de la periferia de los
del centro) y la explotación social interna (especialmente de
clase), no en una supuesta carencia de capital, tecnología o
de los valores modernos. Para los teóricos de la dependen-
cia el problema no residía tanto en el desarrollo, sino en
el capitalismo; es decir, el desarrollo y la modernización se
lograrían con la transformación de las sociedades de capi-
5
El enfoque de la teoría de la dependencia fue sin duda más comprehen-
sivo que el de la modernización, en el sentido de que su análisis de la
“dependencia estructural”, siguiendo la orientación marxista, requería no
solo un análisis global; sino de las interrelacionas económicas, sociales y
políticas. Es aún interesante leer el Capítulo 2 del clásico de Cardoso y
Faletto (El análisis comprehensivo del desarrollo, 1971) desde esta perspectiva.
Una obra importante relacionada con el tema y de fuera del continente es
la escrita por Amin (1975).
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pregunta básica, como veremos en el siguiente aparte, fue-
ron más profundas que los cuestionamientos anteriores.6
Es útil mencionar brevemente los argumentos de esta
última escuela ya que de allí surgiría el concepto de postde-
sarrollo que hará carrera más adelante y que estaría retor-
nando hoy en día. Estos pueden ser resumidos en los si-
guientes puntos:
• Como discurso, el “desarrollo” surgió a principios del
período posterior a la Segunda guerra mundial, si bien
sus raíces yacen en procesos históricos más profundos
de la modernidad y el capitalismo, fue durante ese
período que todo tipo de “expertos” empezaron a ate-
rrizar masivamente en Asia, África y Latinoamérica,
dando realidad a la invención del “tercer mundo”.
• El “desarrollo” hizo posible la creación de un vasto
aparato institucional a través del cual el discurso se
convirtió en una fuerza social real y efectiva transfor-
mando la realidad económica, social, cultural y polí-
tica de las sociedades en cuestión. Este aparato com-
prende una variada gama de organizaciones; desde
las instituciones de Bretton Woods (Banco Mundial
y Fondo Monetario Internacional) y otras organiza-
ciones internacionales (sistema de la ONU), hasta las
agencias nacionales y locales de planificación y desa-
rrollo.
• Puede decirse que el discurso del desarrollo ha opera-
do a través de dos mecanismos principales: la profe-
sionalización de “problemas de desarrollo”, incluyen-
do el surgimiento de conocimientos especializados,
así como vastas áreas del saber para lidiar con todos
los aspectos del “subdesarrollo”; y, la institucionaliza-
ción del desarrollo y la enorme red de organizaciones
6
Para una discusión más exhaustiva de las fases del desarrollo y del concep-
to de postdesarrollo, véase Escobar (2005).
7
Como para las escuelas anteriores (modernización y dependencia), sería
imposible reseñar las obras principales y las diferencias entre estas. Men-
cionaré que se trata (como con las otras dos escuelas) de un grupo grande
y heterogéneo de autores/as, solo algunos/as de los/as cuales pueden ser
considerados/as postestructuralistas, mientras otros/as no. Muchas/os se
considerarían críticos/as culturales. La mayoría proviene de países del Sur
global, especialmente el Sur de Asia (Nandy, Kothari, Shiva, Vishvana-
than) y América Latina. Varios/as han estado vinculados/as con el trabajo
de Illich (Esteva, Sachs, Rahnema y Robert) o han mantenido vínculos con
movimientos sociales. Para una discusión de este enfoque y bibliografía,
véase Sachs (1992); Escobar (1996). Si consideráramos el campo de la te-
oría social como un todo, diríamos que esta tercera escuela tiene víncu-
los, además de con el posestructuralismo foucaultiano, con la teoría anti y
postcolonial, los estudios culturales y ciertos post-marxismos como los de
Laclau y Mouffe (1985).
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