EPISTEMOLOGÍA TRABJ Escuela de Frankfurt Final

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UNIVERSIDAD SANTA MARÍA


DECANATO DE POSTGRADO
DIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN
DOCTORADO EN DERECHO CONSTITUCIONAL
SEMINARIO: EPISTEMEOLOGÍA

EPISTEMOLOGÍA
Escuela de Frankfurt

Profesor: Dr. Sixto Hernández


Participantes: Abg. Luces T. Mirla C.
C.I. Nº V- 6.856.808
Abg. Damaris I. García
C.I. Nº V- 12.617.076

Caracas, 5 de mayo de 2022


 
 

Introducción

El presente trabajo tiene como finalidad realizar un bosquejo general sobre la contribución de la
Escuela de Frankfurt a la filosofía en la historia. Tomando en consideración los planteamientos y
supuestos filosóficos de Max Horkheimer, Theodor W. Adorno y JürgenHabermas de manera genérica,
estrictamente en la búsqueda de una teoría-filosófica de la sociedad y el entendimiento de la modernidad
como proyecto incompleto.
La escuela de Frankfurt da nacimiento a la teoría crítica, la misma inicia a partir de un instituto
cercano al marxismo y desde el cual un grupo de pensadores realizan una serie de críticas a la teoría
marxista tradicional, desarrollando un nuevo cuerpo teórico llamado por algunos como neomarxismo,
dando así lugar a la Teoría Critica que es considerada como una de las grandes corrientes de
pensamiento de lo que ha sido todo el siglo XX a nivel mundial. El objetivo del presente trabajo es
realizar un recorrido bibliográfico de las principales publicaciones relacionadas con la teoría crítica
desde su nacimiento hasta la actualidad. Se realiza una revisión de la literatura en sitios como
ScienceDirect y Google académico, desde los años 1920 hasta la 2016. Por último, se parte de la idea de
que toda teoría para ser efectivamente crítica tiene que proyectarse hacia la transformación de las
condiciones de vida, algo que no hacían las teorías tradicionales, este punto es crucial para la
importancia que se le da al sujeto frente a las estructuras sociales que los oprimen.
La trascendencia del aporte de la Escuela de Frankfurt al pensamiento social contemporáneo
tiene que ver con la radicalidad de su crítica a la modernidad, al sistema filosófico que la sustenta y al
orden social que deviene de éste, pero a la vez, con su apuesta por la emancipación humana basada en la
recuperación y reconducción de la razón.
La Escuela de Frankfurt defiende la posibilidad de elaboración de un pensamiento que cuestione
con profundidad las tendencias totalitarias, excluyentes y conducentes a la dominación del ser humano.
Apuesta por la elaboración de una Teoría Crítica que apunte a recuperar el rumbo de la humanidad, que
persiga introducir la razón en el mundo (Sánchez, 1998: 19). El pensamiento social es visto entonces
como un asunto no solamente teórico sino también en su dimensión de praxis social y en su potencial
práctica transformadora y emancipadora.
 
 

Desarrollo:
Origen de la Escuela de Frankfurt

La Escuela de Frankfurt surgió como una consecuencia lógica ante los acontecimientos que
desde la década de los años veinte se iniciaban en Europa, ya en una fecha tan temprana como 1923, se
plantea la necesidad de desarrollar una reflexión global sobre los procesos que consolidan la sociedad
burguesa-capitalista y el significado de la teoría ante tal consolidación. De este modo, el Instituto de
Investigación Social vendrá a devolver a la Filosofía y a la Ciencia Social su carácter de análisis crítico
no sólo en relación a la teoría sino, también, a la praxis y a la conjunción histórica de ambas.

La Escuela de Frankfurt tiene su origen en el Instituto de Investigación Sociales, creado en 1923,


durante el periodo que comprende la República de Weimar, siendo su primer director el historiador
marxista Carl Grünberg, dicho instituto tenía como proyecto constituirse en un centro de investigaciones
marxistas, bajo la línea de los institutos existentes en la misma época en Europa del Este, especialmente,
el Instituto de Investigación del Materialismo Histórico de Budapest, del que el teórico-filosófico
Gyorgy Lukács había sido fundador y el Instituto Marx-Engels-Lenin, dirigido por Riazanov, en Moscú.

No obstante, por cuestiones de salud Grünberg renunció al cargo de director en 1929, llegando a
la cabeza del instituto Max Horkheimer, quien consiguió agrupar alrededor de su figura a un distinguido
grupo de pensadores críticos: Herbert Marcuse, Leo Löwenthal y Walter Benjamín. Theodor
Wiesengrund Adorno junto con Horkheimer fueron la llamada primera generación, los cuales se fueron
desligando paulatinamente de la inicial militancia a favor del marxismo y del socialismo, volcando su
atención hacia una actitud al mismo tiempo más escéptica, ponderada y crítica (Manuel Cruz, 2002).
Sus investigaciones se perfilaron hacia el análisis de la infraestructura socio-económica y de la sociedad
burguesa. Este deslizamiento culmina en 1937 con la publicación de lo que para algunos fue el
manifiesto fundacional de la Escuela de Frankfurt, Teoría tradicional y Teoría crítica de Horkheimer.
Abriendo la etapa de la teoría crítica, que se prolonga hasta 1940, aunado con la formulación de los
planteamientos teóricos de lo que se denominó crítica de la razón instrumental que se desarrolló hasta
1945.
 
 

La Escuela de Frankfurt y sus pensadores

Se denomina al cuerpo teórico principal de los filósofos y otros pensadores de diferentes

disciplinas adscritos a la Escuela de Frankfurt: Theodor Adorno, Walter Benjamín, Max Horkheimer,

Herbert Marcuse, Jürgen Habermas, Oskan Negt o Hermann Schweppenhäuser, Erich Fromm, Albrecht

Wellmer y Axel Honneth entre otros.

La Teoría Crítica de la Escuela de Frankfurt alcances y limitaciones metodológicas

La Escuela de Fránkfurt criticó fuertemente a la epistemología tradicional positivista de las


ciencias sociales aportando a la metodología de la investigación social una racionalidad emancipadora.
Sin embargo, existe un sesgo epistemológico en ellas, pues construyen sus bases epistemológicas desde
la realidad del norte global imposibilitando a la Teoría Crítica de la Sociedad pensar desde el sur global.
Sostenemos que el pensamiento decolonial, puede aportar a la Teoría Crítica en el marco de la
metodología de las ciencias sociales, “otro logos”, que permiten constituir un entendimiento pluriversal
de la realidad social y un sentido ético de la investigación social.

Intentar abordar a los múltiples pensadores de la E.F. y sus contribuciones, que han colaborado
con la escuela o han estado relacionados a esta, es una tarea ardua. De ahí que se optó por prestar
especial atención a los miembros que su pensamiento ha trascendido hasta nuestros días, no solo por el
gran debate que sus propuestas generaron en la comunidad académica, sino también porque su
pensamiento está íntimamente ligado, posibilitando encontrar semejanzas importantes en él. Por
consiguiente, en este punto se propone realizar una aproximación de la metodología utilizada por los
miembros de la primera generación de la E.F. para analizar la realidad social. Nos referimos a Max
Horkheimer, Theodor W. Adorno y Herbert Marcuse. De modo que, se realizara un análisis de la TCS y
a partir de éste, sedistinguirán sus contribuciones a la metodología de la investigación social.

La TCS tiene su formulación inicial por Max Horkheimer en el ensayo de 1937: Teoría
Tradicional y Teoría Crítica. (Horkheimer, 2008). No obstante, es en la famosa disputa que sostuvieron
Karl Popper y Adorno, en el congreso de la Sociedad Alemana de Sociología, donde se sientan con
mayor claridad las bases epistemológicas para la construcción de una metodología que analice mejor a la
 
 

realidad social. Para lograrlo, la TCS busca desenmascarar el carácter ideológico de la ciencia y su
abstracción de la realidad social histórica. Su pretensión es la creación de una teoría que posibilite a la
razón emancipadora transitar hacia una sociedad buena, humana y racional.

La TCS, parte de la crítica de la racionalidad instrumental utilizada por la ciencia, la ciencia


positivista, una racionalidad con arreglo a fines, que en su búsqueda por la dominación de la naturaleza
termina por desarrollar instrumentos de dominación más efectiva del hombre por el hombre. Pero
¿Dónde surge esta racionalidad instrumental? Para responderlo Adorno y Horkheimer, analizaron la
historia de las ideas desde la filosofía griega encontrando en la Ilustración el origen del carácter
dominador de la ciencia y su razón (Horkheimer, M; Adorno, T., 2013). Es así, como Adorno y
Horkheimer señalan que el afán del hombre por dominar a la naturaleza y poner a la razón al servicio de
esta empresa, conlleva al desarrollo de una racionalidad calculadora, de medio-fin, lo cual dio paso a la
reificación primero del hombre y luego de la sociedad.

Esta racionalidad de la ciencia implica consecuencias para la metodología de la investigación


social. Horkheimer, desde su ensayo Teoría Tradicional y Teoría Crítica, las desenmascara, al realizar
una crítica a la Teoría Tradicional. En relación con esto, Horkheimer comienza por criticar a la teoría
tradicional de la sociedad, por tomar su metodología de investigación de las ciencias naturales,
principalmente de la física, extrapolándola a la sociedad en general, reduciéndola a un “objeto” de
estudio”. Esta teoría basa su comprensión (del mundo que pretende conocer) de la realidad
abstrayéndola a un mero lenguaje matemático, lo cual refleja una instrumentalidad del saber científico,
cuya expresión más clara es la ciencia positivista. Así, esta reducción de la realidad a través de la razón
instrumental privilegia una dimensión de la razón, una ideología legitimadora de la unidimensionalidad
del pensamiento, que no puede desligarse del núcleo mismo de la objetividad como esencia positivista.
De ahí que Horkheimer denuncie a la “ciencia pura”, expurgada de toda noción metafísica y motivada
por una noción de exactitud, de su falsa neutralidad teniendo más bien un carácter ideológico usado por
las élites dominantes de la sociedad industrial como un instrumento de dominación (Horkheimer, 1973).

a) La interdisciplinariedad tanto para analizar cómo resolver el problema

Para la elaboración de la T.C, se recurre a las distintas disciplinas de las ciencias sociales,
naturales y las artes, por lo que otra contribución de la E.F es la interdisciplinariedad como conexión
 
 

dialéctica entre la teoría y praxis. Marcuse bien señala el objetivo de la interdisciplinariedad: “trascender
la división del trabajo académico, aplicando sociología, psicología, filosofía, etc. para comprender mejor
los problemas de la época” (Marcuse, 1978). Esto, por ejemplo, permite a Marcuse conciliar el
marxismo con el psicoanálisis de Freud, y poder extender el concepto de Alienación, no solo a una
dominación económica sino también de la conciencia, dando lugar al hombre unidimensional.

b) Pensar la realidad dónde surge el problema en clave de contradicción: la dialéctica


negativa

Adorno, en términos de Mauricio Beuchot, se inserta en la tradición de la dialéctica-no


hegeliana. La dialéctica hegeliana parte de la experiencia de la contradicción entre las ideas y la
realidad, en la que se da una solución llegando a una conclusión, que es una síntesis de contrarios, una
totalidad cerrada (en la cual estos quedan absorbidos y superados y por lo mismo eliminados). Frente a
ello, Adorno propone una dialéctica negativa, la cual privilegia el momento de la negación o antítesis,
más que el de la superación o síntesis. La dialéctica, es negativa porque es crítica, utiliza la
contradicción para criticar y por lo mismo no desemboca en una totalidad cerrada— que sí se da en la
dialéctica hegeliana en la superación de los contrarios— dado que la negatividad que predomina evita el
cierre.

c) Pensar a los problemas desde la Totalidad Social

En la famosa disputa que en 1961 sostuvo Karl Popper— representante de la razón analítica— y
Theodor Adorno se hizo patente la crítica de Adorno hacia la concepción popperiana de la ciencia,
estableciendo que no se puede desvincular a la ciencia del contexto sociopolítico- económico y
considerarlos como exteriores a ésta (Adorno, 1972). Horkheimer en 1937 ya advertía sobre la reducción
de la ciencia a elementos puramente lógicos, desligándola de los procesos sociales reales.

d) La construcción del conocimiento se hace por medio de una razón dialógica

Desde los años setenta, se puede decir que se abre una nueva época en la evolución del
pensamiento de la E.F. con J. Habermas como gran iniciador. Habermas con la Teoría de la acción
comunicativa y la Ética del discurso, dará paso a una teoría de la racionalidad, decisiva para la misión
que va asumir la filosofía, y una teoría consensual de la validez. En Habermas, la racionalidad que
 
 

construye el conocimiento pasa de ser monológica (ego cogito cartesiano) a una racionalidad dialógica
—más de dos sujetos dialogan para llegar a un consenso— en donde el conocimiento se construye
dentro de una comunidad de habla.

e) Permite encontrar en las ciencias sociales un objetivo emancipador al criticar el


proyecto de la modernidad y su racionalidad instrumental

Para la E.F. el interés que impulsa a las ciencias sociales es la búsqueda de la emancipación o
como diría Horkheimer “el interés por la supresión de la injusticia social” (Horkheimer, 2008:270).
Coincidimos con Marcuse en resaltar cómo la E.F, durante la segunda mitad del siglo XX abrió el
camino para que occidente se cuestionara así mismo y al proyecto moderno que lo sustenta, no solo
desde una crítica económica— como lo realizó el marxismo— sino desde todos los frentes de las
disciplinas sociales, especialmente el filosófico.

La Escuela de Frankfurt y Dialéctica Negativa

La Escuela de Frankfurt es, sin duda alguna, uno de los centros de irradiación del pensamiento
más influyentes del siglo XX. En muchos aspectos filosóficos, políticos, jurídicos y sociológicos,
expresa la crisis de la cultura que se vive desde la segunda mitad del XIX a consecuencia del desencanto
de la razón y el embate contra la dialéctica de Hegel, último gran sistema de filosofía del mundo
moderno.

La Escuela de Frankfurt, como ninguna otra, ha hecho de la filosofía política y la razón sus temas
fundamentales de reflexión, para honra de Sócrates y Hegel. Nacida de su crítica de la razón, traducida
en crítica histórica y crítica de la cultura burguesa se propone, en sus inicios, rescatar la razón de las
ideologías, en un mundo sumido en las luchas ideológicas y en tiempos en que la objetividad del
conocimiento y la verdad son condenados en aras de la existencia y la autenticidad de la vivencia
individual, conforme a la herencia proveniente de Kierkegaard y Nietzsche y culminante en el
existencialismo de Heidegger, quienes encuentran en él no solo el orden establecido, sino el sentido de
que aquello que dialéctica hegeliana un sistema de conocimiento donde el hombre se convierte en mero
concepto.
 
 

La dialéctica, precisa Adorno, establece la contradicción conforme a la lógica de la identidad,


pero ésta se rompe cuando se juzga lo que no se acomoda a ella. Lo distinto es lo contradictorio, de
modo que identidad y contradicción integran una unidad indisoluble donde la pretensión de totalidad y
unidad de la identidad hace necesariamente de lo distinto lo negativo.

La identidad absoluta —consumada en el Ser Absoluto— traiciona a la dialéctica, el predominio


que le da Hegel ha sido condenado por la historia. La dialéctica debe confiar en que el concepto puede
ser superado por él mismo y alcanzar lo sobre conceptual, habida cuenta que todo concepto tiene un
origen no conceptual.

La dialéctica negativa de Adorno constituye un poderoso esfuerzo por acabar de manera racional
con la primacía del concepto y su culto sin renunciar al rigor lógico, ya que él mismo afirma que lo vago
es lo mal pensado. Pero el pensamiento es en sí mismo negación de todo contenido definitivo, es rebelde
y resiste a lo que pretende imponérsele.

En el ámbito social la negatividad de la dialéctica implica la oposición al sistema de dominio


contrario a la libertad y soporte de la irracionalidad burguesa, objetivada en el mantenimiento incesante
de la injusticia mediante el derecho positivo, que la reviste con la apariencia del bien.

Herbert Marcuse (1898–1979), discípulo de Adorno, llevado a la celebridad por el movimiento


estudiantil de 1968 que lo proclamó su guía, desarrolla las consecuencias de la dialéctica negativa para
la crítica de la sociedad industrial avanzada, donde la filosofía del no deja sin posibilidad de
transformación dialéctica debido a la imposibilidad histórica del sujeto capaz de solucionar las
contradicciones sociales producto de la razón instrumental del positivismo.

La validez de la dialéctica negativa, concluye Marcuse, es innegable, pero no puede ofrecer el


remedio, de manera que condena la dialéctica a la esterilidad y la razón al deber de abdicar frente a la
irracionalidad total, dejando al hombre sin guía histórica y condenado a permanecer en la pura
negatividad, para, en el mejor de los casos, hacer del gran rechazo el único destino humano.

Con Jürgen Habermas (1929), último heredero de la Escuela de Frankfurt, ayudante primero de
Adorno y después de Hans Gadamer, la dialéctica negativa se mezcla con la hermenéutica deudora de
Nietzsche y Heidegger, para cumplir el destino trágico de la razón en el siglo y dar origen a la teoría de
 
 

la acción comunicativa y una versión procedimentalista del derecho basada en una interpretación
kantiana de la filosofía de Hegel, que Habermas reconoce le provoca miedo y le parece inalcanzable.

El eclecticismo de Habermas, en el que desaparecen la razón, su objeto y su sujeto, pone de


manifiesto la crisis profunda de la filosofía contemporánea —llevada a su extremo por la hermenéutica
de la posmodernidad—, y su amplia aceptación alguna de los motivos de esa crisis.

La Teoría Crítica, la Teoría Tradicional y el Positivismo Lógico.

El conocimiento a través de las ciencias constituye la relación entre un proceso cambiante de la


vida social, (S. Osorio, 2007). Es en este contexto en determinado momento histórico que revisten de un
valor teórico y cognitivo, es el punto a partir del cual se organiza el conocimiento científico y los objetos
de dicho conocimiento. Es el nexo entre la praxis y los intereses teóricos y exteóricos, (S. N. Osorio,
2007).

Los miembros de la teoría crítica guiados por sus objetivos interdisciplinarios metodológicos y
por su teoría materialista, identificaron y criticaron mecanismos, estructuras y relaciones que impiden al
hombre alcanzar su potencial en contra de las prácticas de exclusión, inicialmente defendieron una
organización razonable del proceso de trabajo, para luego defender la protección del Lebenswelt (mundo
de la vida) contra las incursiones de los destructivos imperativos burocráticos y económicos, ("Teoría
Crítica," 2011).

De acuerdo con la Teoría tradicional y al Positivismo Lógico:

a) En el plano social, la ciencia depende, en cuanto ordenación sistemática de la orientación


fundamental que damos a la investigación (intereses intra teóricos), como de la orientación que viene
dada dentro de la dinámica de la estructura social (intereses extra teóricos), ("La teoría crítica de la
sociedad de la escuela de Frankfurt," 2007).

b) En el plano teórico-cognitivo, denuncia la separación absoluta que presenta el positivismo entre el


sujeto que conoce y el objeto conocido. Es decir, que mientras menos se meta el investigador en lo
 
 

investigado, gracias al método, más objetiva y verdadera es la investigación. De esta manera, se pierde
el aporte del sujeto, dos sujetos que hacen ciencia, se absolutizan los hechos y se consolida, mediante la
ciencia, un orden establecido (establishment). Es decir, las ciencias pierden su carácter transformador, su
función social. En este sentido, los resultados positivos del trabajo científico son un factor de auto
conservación y reproducción permanente del orden establecido ("La teoría crítica de la sociedad de la
escuela de Frankfurt," 2007).

Se interpreta que el conocimiento en estos campos estaba representado dentro de dos planos:
social y teórico-cognitivo. Si bien, se suponía que el conocimiento era una producción iniciada por el
interés al estudiarse y desarrollada por la investigación, entre menos sea la participación del observador
(plano teórico-cognitivo) se podría ser más objetivo.
Al contrario, la Teoría Crítica (Mason, 2010), hacía referencia al concepto general que incluye una
variedad de proyectos dentro y fuera de la tradición marxista, criticaba la sistemática al reduccionismo
positivista del conocimiento empírico de la realidad. Apuntaban a un concepto de investigación
interdisciplinario concentrado en el conflicto entre las fuerzas productivas y las relaciones de
producción.

Áreas enfocadas inicialmente de la Teoría Crítica:


Estas áreas se concentraban en los estudios realizados por Marx, Weber, Freud y Hegel, además
de denunciar que los medios de comunicación masiva se encontraban en manos de las clases
dominantes. Sus principales exponentes fueron:

 Theodor Adorno
 Marx Horkheimer
 Hermert Marcuse
 Jürgen Habermas
Economía política: El economista Pollock, otro miembro del “círculo interno” del Instituto, llevó a
cabo el análisis económico del capitalismo pos liberal. Sobre la base de sus estudios en el
nacionalsocialismo y el comunismo soviético elaboró el concepto de “Capitalismo de Estado”.
 
 

Desarrollo del Individuo: El interrogante sobre por qué los individuos y la fuerza de trabajo en general
se sometían, aparentemente sin resistencia, a regímenes de dominación centralizados fue delegado a
Fromm. Eligió la formación del carácter psicosexual como modelo explicativo general, lo que le
permitió vincular ideas del psicoanálisis con ideas de la sociología marxista. Fromm, junto con los
estudios sobre la autoridad y la familia empíricos y teoréticos del Instituto, allanó el camino para la
teoría de la personalidad autoritaria.

Cultura: El análisis teorético de la cultura de masas se basó en investigaciones empíricas de las


costumbres morales y los estilos de vida de los grupos sociales. Se llevó a cabo una revisión del rígido
esquema marxista de base-superestructura, haciendo hincapié en la autonomía relativa de la cultura
como un fenómeno super estructural crucial, ("Teoría Crítica," 2011).

El interés humano y la clasificación de las ciencias


Para comprender el proceso que denuncia Habermas sobre el interés humano y la clasificación de
las ciencias, que encierra en gran medida la estructura de la finalidad de la Teoría Crítica, se debe tomar
en consideración lo siguiente:
 
 

Estado de la cuestión
“No es la conciencia la que determina al ser del hombre, sino, que, al contrario, es el ser social
del hombre lo que determina su conciencia”("La teoría crítica de la sociedad de la escuela de Frankfurt,"
2007).
 
 

Concepto Habermasiano de interés


Aspectos comunes:
En éstos encontramos el interés, (los intereses) son funciones del “yo” (sociedad como macro-
sujeto social): que se acomoda a las condiciones externas por el aprendizaje; que se ejercita en la
comunicación mediante procesos de formación; que edifica la identidad en un conflicto entre tendencias
naturales y coacciones sociales.
En este orden de ideas la especie humana está ligada a tres medios de socialización: el trabajo, la
interacción mediada por la tradición y el lenguaje, y la formación de identidades del yo, ("La teoría
crítica de la sociedad de la escuela de Frankfurt," 2007).
Aspectos particulares de interés:
El interés técnico o el interés de predicción y control. Sentido técnico-teórico de explicar y
comprender para predecir y controlar la realidad (acción racional-instrumental o una acción en orden a
un fin “el trabajo”).

El interés práctico, próximo o de ubicación y orientación:


Buscar, ubicar y orientar la praxis personal y social dentro del contexto histórico en el que se
vive dentro de la sociedad como mundo de la vida lingüísticamente mediado. En este orden de ideas vale
recordar con Aristóteles que “La vida (bios) es acción (praxis), no producción (poiesis)”.

El interés emancipatorio o interés de liberación:


En términos generales la emancipación reviste en Habermas el sentido normal de liberación de
toda sumisión o poder ajeno a la razón y de instaurar el reino de la autonomía tal como lo pensaba la
ilustración. El interés emancipatorio se relaciona con aquello de quitar el velo que oculta las ataduras y
buscar los medios para liberarnos de ellas.("La teoría crítica de la sociedad de la escuela de Frankfurt,"
2007).

Niveles de la actividad crítica


Nivel de formación y desarrollo de las teorías
 
 

Para Habermas los procesos investigativos son conceptualizados tematizados y plasmados


mediante un uso del lenguaje formalizado o formalizable en discursos científicos llamados también
“discursos teóricos”.

Nivel de organización de los procesos de liberación

Es decir, aquí una teoría es legítima en cuanto permita un proceso de identificación social, en
tanto que la reflexión produce una comprensión emancipadora de sentido.

Nivel de acción estratégico-política


La comprensión de la realidad o del sentido de una realidad histórica nos lleva a tomar decisiones
práctico-políticas, que, por un lado, no pueden ser decididas a priori, y por otro no pueden partir de
teorías que precisamente puedan legitimar una praxis en el nivel de las decisiones. Por tanto, se hace
necesario que la acción política bajo el modelo de interacción y del “discurso práctico” busque las
condiciones de su resolución, cuyo criterio de validez es el consenso de los participantes en la discusión.
("La teoría crítica de la sociedad de la escuela de Frankfurt," 2007).

En este marco, se puede identificar una crítica de la Escuela de Frankfurt hacia las teorías
existentes hasta aquel entonces, además de las denuncias que la sociedad está en pleno ejercicio contra
los grupos minoritarios acumuladores que buscan su propio interés. La influencia de los postulados de la
Teoría de Marx para entender la diferenciación en la lucha de clases y su relación con el capital, los
postulados de Freud en el psicoanálisis que permiten entender la “acción” humana y el hecho de la
influencia de los medios masivos de comunicación, y también, los conceptos filosóficos de Hegel en la
conceptualización del ser humano y su relación con el medio, en la forma que cómo éste entiende y se
desarrolla; el hecho de que esta teoría se hubiese encontrado en un momento histórico bélico (primera y
segunda guerra mundial), nos permite entender la aspiración de que esta escuela consideraba de vital
importancia, el momento histórico-social en que se desenvuelve el pensamiento del ser humano.
 
 

Conclusiones
Dentro del análisis de los documentos encontrados en la bibliografía sobre la teoría critica, los
principales representantes aspiraban a una contemplación de la situación histórica y cultural de la
sociedad que transcurría en un momento determinado, es decir, aspiraban a que se entienda a la sociedad
y todas las variables que influyen en las acciones que éstos toman, por ello también, deseaban
convertirse en el medio de lucha de la fuerza transformadora en medio de las contradicciones sociales de
aquella época.
En la actualidad, la teoría crítica hace referencia a un concepto general que incluye una variedad
de proyectos posrealistas y pospositivistas dentro y fuera de la tradición marxista, “Crítico” ha llegado a
significar una postura opuesta al mainstream a gran parte del discurso positivista en las diversas
ciencias, con base en un nuevo marco analítico y un nuevo vocabulario.

En la teoría crítica se conjugaron varias ramas del campo social para mirar a las relaciones de la
sociedad desde una perspectiva mucho más crítica, dejando de lado las ideas que afirmaban una sola
realidad sin tomar en cuenta el análisis de cada una de las situaciones de forma única e individual,
también se trató de buscar un progreso en el proceso evolutivo de la sociedad, mejorando las relaciones
humanas y poniendo en consideración que hay muchos aspectos que han sido manipulados para coartar
las libertades de las personas, como son las artes y la cultura.

Si asumimos que la información, los medios, la comunicación, la cultura y la tecnología juegan


un papel importante en el capitalismo contemporáneo, entonces la crítica de estos fenómenos en la
sociedad actual es una de las tareas de la teoría crítica de la sociedad.

Una teoría crítica de la información, la comunicación y los medios es por lo tanto un subdominio
de la teoría crítica contemporánea de la sociedad.
 
 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Horkheimer, M. (2000). Teoría tradicional y teoría crítica: Paidós Barcelona.


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